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ARNOLDO HOLGUIN
JUNIO 2008
En sus líneas podrás leer la reflexión del tema desde visiones de expertos
escritores que desde el ámbito académico teórico-práctico han aportado para conocer
más acerca de la cultura política. Visiones desde la Sociología, la Antropología y otras
disciplinas están presentes en este ensayo.
1
Resultados II Encuesta Nacional sobre Cultura y Prácticas Ciudadanas.
2
Resultados II ENCUP, 2003.
3
Conociendo a los ciudadanos mexicanos, 2003. Principales Tesis. Publicado por Fundación Este País.
4
Idem.
Luis M. Estrada, investigador del ITAM, hace un análisis sobre los ciudadanos
independientes, definidos estos como aquellos que no se identifican con ningún partido
político. En éste menciona que los independientes abarcan un tercio del electorado desde
hace más de una década, éstos desconfían de las instituciones políticas, y piensan que
México no vive en democracia. Mientras que señala que al norte del país se encuentran
más ciudadanos con identificación partidista.5
5
Idem.
6
Idem.
7
Idem.
Entre lo que
comentabamos sobre cultura
política, lo ideal no es que se
informe sino que el ciudano
reflexione su voto, analice las
posibilidades y conveniencias y
no sólo se informe o vote por
un nombre o cara bonita, sino
por un programa de trabajo y
acción.
Una de las razones por las que menciono que la ciudadanía debe, no sólo
informase sino reflexionar acerca de su decisión de voto es por la sustitución que la
imagen está siendo del raciocinio de los ciudadanos y Sartori, citado por Delarbre9,
argumenta: “la tiranía de la imagen desplaza la fuerza pasional que puede haber en el
raciocinio”:
“La cultura de la imagen creada por la primacía de lo visible es portadora de
mensajes candentes que agitan nuestras emociones, encienden nuestros sentimientos,
excitan nuestros sentidos y, en definitiva, nos apasionan…la palabra produce siempre
menos conmoción que la imagen. Así pues, la cultura de la imagen rompe el delicado
equilibrio entre pasión y racionalidad. La racionalidad del homo sapiens está
retrocediendo, y la política emotivizada, provocada por la imagen, solivianta y agrava los
problemas sin proporcionar absolutamente ninguna solución”.
8
Idem.
9
DELARBRE, Raúl (2001) “Mediocracia sin mediaciones. Prensa, información y elecciones”. Editorial Cal y
Arena. México
10
BERROCAL (2003). “La personalización de la política” (p. 93)
Una tesis que contrasta con esto si entendemos “participar en la política” como la
emisión del voto, y que da la impresión de desconocer el fenómeno del “no voto
inteligente” es la de Víctor Manuel Durand Ponte, investigador titular del Instituto de
Investigaciones Sociales de la UNAM, quien menciona, “la mayoría de los mexicanos
están capacitados para participar en la política, pero existe un alto apoliticismo” 12. No
dudo del alto apoliticismo en los ciudadanos mexicanos, ya se vino mencionando con los
resultados de la ENCUP en este ensayo, sin embargo, considerar que la mayoría está
capacitado para votar de forma inteligente dista mucho de la realidad, y la ENCUP lo
demuestra, falta mucho en información, en hábitos y cultura política, en reflexión y
análisis político, y sin embargo podría apostarle a no ser tan crudo, pues de otra forma
sería preocupante negar que las elecciones en México, y tal vez en ningun sistema,
cumplen el propósito y las condiciones por las que fueron concebidas. Elección por todos y
elección inteligente y razonada, lo que podría caer en una utopía.
11
Cfrl. HOLGUIN, Arnoldo. (2007). “México: Entre la demagogia y la democracia”. Ensayo no publicado.
12
Op. Cit. Conociendo al ciudadano mexicano.
Latinobarómetro
Descenso del interés en la política en México
13
Idem
14
Idem
15
Idem.
16
Ricardo de la Peña, citado en GUTIÉRREZ, Roberto, “La cultura política en México: teoría y análisis desde
la sociología”
Como se puede apreciar, Aristóteles habla de la ciudad como una necesidad de los
hombres, al proveerse en ella de lo que necesita para vivir. Por ende se entiende que el
hombre es político desde el momento en que tiene una posición frente a otros, y es
diferente a éstos. En cierto tiempo el pensamiento aristotélico y su naturaleza política de
las diferencias de los individuos se tomó como justificación al sistema de la esclavitud, en
que unos nacían con posibilidad de mandar y lo hacían y otros con la única posibilidad de
obedecer para subsistir, y por naturaleza lo hacían.
17
ARISTÓTELES, La Política, Folio S.A. Navarra, 1999.
18
Idem.
“Pero si por Naturaleza los hombres son libres e iguales, al contrario el régimen
establecido en la época [de Hobbes], que se basaba en el modelo aristotélico, obviamente
los había llevado a no ser ni libres ni iguales; no queremos decir con esto que la situación
política de la Europa del siglo XVII era la puesta en practica de la teoría política aristotélica
ya que no es así, lo que podemos señalar es que este régimen la utilizaba, en gran medida,
como un alegato al que hacia referencia cada vez que lo creía conveniente”.20
Por lo tanto resulta conveniente citar a otro jurísta que analiza tanto a Aristóteles
como a Hobbes. Bobbio: "De la misma manera que en el estado de naturaleza son
naturales la libertad y la igualdad, en el estado social del modelo aristotélico son naturales
la dependencia y la desigualdad". 21
“Aceptar la naturaleza de las relaciones entre los hombres es aceptar las jerarquías
dadas entre los hombres. Por esta razón cuando un iusnaturalista propone al Estado, más
allá de las diferencias entre éstos, no lo concibe jamás como una prolongación de un
estado natural [como Aristóteles], sino, que por el contrario, como un corte a la
19
HOBBES, Thomas, “Leviatán” Fondo de Cultura Económica, México, 1997. Citado por Noldin, Juan, en “La
naturaleza del hombre en la teoría política” extraído de
[http://www.monografias.com/trabajos14/naturaleza-hombre/naturaleza-hombre.shtml]
20
NOLDIN, Juan, “La naturaleza del hombre en la teoría política”, extraído de
[http://www.monografias.com/trabajos14/naturaleza-hombre/naturaleza-hombre.shtml]
21
BOBBIO/BOVERO, “Sociedad y Estado en la filosofía moderna”. El modelo iusnaturalista y el modelo
hegeliano-marxista, Fondo de cultura, México, 1986.
Otras posturas que apoyan la naturaleza política del hombre son las relativas a la
familia, y los procesos políticos que se dan en ella, al igual que en los grupos sociales a los
que el hombre pertenece y que lo definen, sobre todo en la socialización primaria y
secundaria del niño. Recomiendo la Microfísica del Poder de Michael Facoult, quien habla
sobre “microprocesos” políticos, que más que definir la política moderna, servirán para
justificar la naturaleza política del ser humano.
22
Op. Cit. “La naturaleza del hombre en la teoría política”.
23
ROSSEAU, Jean, “El Contrato Social”, Edicomunicación S.A. España, 1998.
Esta postura, aunque sencilla, clara e insuficiente, es uno de los factores que la
ENCUP 2003 detectó.
La ya citada tesis de José Carreño Carlón, destaca que alrededor de dos tercios de
los encuestados manifiesta que la política es complicada.
Confirmando esta postura, están los resultados de la ENCUP que demuestran que
las personas con menos estudios tienden a identificarse y a comprometerse menos con los
valores de la democracia. Una deducción de esto es que mientras más estudios tiene la
persona, ésta se interesa más por la política, la comprende de mejor forma y comprende
la importancia de participar, pues como veremos más adelante, es una actividad
especializada cuya función es primordial para las sociedades en que se desarrolla.
Si analizamos el resultado de
la ENCUP 2003, 4 de cada 10
entrevistados opinaron que la
política no contribuye a mejorar el
nivel de vida. Este resultado es
negativo pese a que sean más los
que opinaron que la política sí
contribuye, es negativo porque el
objetivo de la política es
precisamente dirigir los esfuerzos y
recursos de la sociedad para el
mejor aprovechamiento y condiciones de vida de ésta toda. El porcentaje de entrevistados
que se esperaría contestaran negativamente debe ser menor al 20%.
Esta percepción negativa hacia la política es otro de los factores por los que los
mexicanos no se interesan por la política.
24
Oscar Landi, citado por GUTIÉRREZ, Roberto, “La cultura política en México: teoría y análisis desde la
sociología”, p.45.
25
Rafael Segovia, La politización del niño mexicano. Citado por GUTIÉRREZ, Roberto, “La cultura política en
México: teoría y análisis desde la sociología”, p.45.
26
Almond y Verba, 1965,p.10 citado por GUTIÉRREZ, Roberto, “La cultura política en México: teoría y análisis
desde la sociología”, p.41.
27
Pablo Vargas, citado por VARELA, Roberto, “Los estudios recientes sobre cultura política en la
antropología social mexicana”, p. 106
Al respecto del trabajo para mejorar esta cultura política en los mexicanos, José
Antonio Crespo28 afirma que “la cultura es el elemento de la sociedad que más tarda en
cambiar”.
Carlo Galli30 menciona que “la política no es una noción unitaria, globalizadora,
sino que constituye un campo de tensiones, un campo de articulación de distintas
mediaciones que representan posiciones, ideologías, proyectos y propuestas de sentido
(de dirección), mayor o menormente desarrolladas, expresadas en momentos
coyunturales”.
28
Citado por VARELA, Roberto, “Los estudios recientes sobre cultura política en la antropología social
mexicana”, p. 93
29
Op. Cit. Conociendo a los ciudadanos mexicanos
30
GALLI Carlo, “Política: Una hipótesis de interpretación” citado por GUTIÉRREZ en Elemntos para el Estudio
de la Cultura Política, p.31
31
GUTIÉRREZ, Daniel (2001a), “Elementos para el Estudio de la Cultura Política”, p.31
32
GUTIÉRREZ, Daniel (2001b), “Sujetos y Cultura Política en Sonora”, p.19.
Este gráfico de la
ENCUP 2003 muestra cómo la
gente mayoritariamente sólo
se preocupa por sí misma, y
siendo la política un asunto de
todos, no es de su interés.
No nos interesa la
política porque no la vemos
como un asunto personal, y
prueba de ello es que un
segmento mayoritario piensa
que los mexicanos no influyen
en las decisiones de gobierno.
Además la política es
lucha, es conflicto, y a pocos
les interesa participar en más
conflictos de los que ya tienen
en su vida cotidiana, en los que
pueden solucionar o empeorar
por ellos mismos.
33
Op.cit. GUTIÉRREZ, “Elementos para el estudio de la Cultura Política”, p.29.
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