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‘UNIVERSIDAD ANDINA SIMON BOLIVAR Esler o@: Andares Defensa frente al necroconstitucionalismo Education for Citizenship in a Volatile World: Defense against Necroconstitutionalism Tema central Recepeidn: 01/01/2024 « Revisién: 10/02/2024 - Aceptacién: 10/03/2024 Educacién para la ciudadania en un mundo volatil: utpssiidoorg/to 29719/29696780 20001 2 @ Efrén Ernesto Guerrero Salgado Pontificia Universidad Catslica del Eevacor Quito, Cevadar eegverrero@puce.eduec Resumen Palabras clave El documenta analiza la polarizacién politica y sus efectos en los derechos huma- _polarizacién nos en América Latina, destacando elecciones ajustadas y discursos extremos, asi derechos humanos como practicas que limitan los derechos. Se subraya la importancia del discurse de democracia los derechos en contextos de desigualdad social y crisis econémnica, anfrentando —_necroconstitucionalisrmo précticas necraconstitucional'stas que restringen los derechas en emergencias. Se volatlidad plantea (a necesidad de un nuevo discurso de derechos adaptado ala polarizacion _educacion jurid y volatlidad acwales, y se analiza eémo la educacién juriica cudadana puede cludadaria ‘contrarrestar ol necroconstitucionalismo, promoviendo una ciudacania informada y —resilancia, ‘compromatida, Se concluye que el cambio hacla un paradigma oloconsttucionals ‘ta, que integre la constitucién como base de valores y reglas de convivencia, puede ser clave para superar los desaflos en la proteccién de los derechos humanos, Abstract Keywords This paper analyzes political polarization and its effects on human rights in Latin polarization America, highlighting tight elections and extreme discourses, as well as practices human rights ‘hat lint rights. I highlights the Importance of the discourse of rghts in contexts of democracy social nequalty and economic crisis, confronting necra-censitutionalist practices _necrocanstitutionalism ‘that restrict rights in emergencies, The need for anew rights discourse adapted to volatlity ‘the current polarization and volatility is raised, and how citizen legal education can legal education counteract necrocorstitutionalism, prometing an informed and engaged citizenry. It__citizenship is concluded that the shift towards a bioconstitutionalist paradigm, which integrates _resilence ‘the constitution as the basis of values and rules of coexistence, may be key to over- coming the challenges in the protection of human rights OOO [fren Ernesto Introduccién: polarizacién y amenazas al concepto de los derechos humanos Tal vez la amienaza principal para ol gjercicio de la democracia y los derechos es la existencia de scenarios altamente polarizados en los dliscursos, las actitudes y las percepciones sociales en el marco de los temas mas criticos. Esta definicién en la que la realidad entera se dicotomiza en dos posiciones extremas irreconcillables no es un tema antiguo, Zamora planteaba que las distanclas entre grupos politicos tienen ur impacto central en la ruptura institucional, centréndose en tres visio- nes: 1. la vida politica; 2. las practicas pollticas; y 3. el conjunto de la sociedad’ Después de varios afios, no se puede negar que las condiciones de ragicalizacion de extremnos han tenido efectos en Latinoamérica. Sin embargo, algunos resultados ro son negatives. Estudios cuantitativos muestran Tabla ‘que el color politico de los gobernantes o el partido dominante no afectan al momento de sentir que hay mas/mejor democracia’: el nivel de desarrollo y de crecimiento favorece la satisfaccién con la ‘democracia, mientras que la corrupcién la perju- dica® En contraposicién, hay autores que plan- tean la radicalizacién como un fenémeno eventual, mientras se mantiene un esquema electoral,’ o ‘como una respuesta de la maquinaria politica y del marketing poltico que genera instrumentos de eleccién (y apoyo visceral), asi como el rechazo a posiciones adversas* No obstante, un hecho es clerto. Las eleccio- nes en Latinoamérica se vuelven cada vez mas alustadas en sus resultados, y en los sistemas de ballotage suelen encontrarse dos candidates con visiones radicalmente opuestas del mundo, tal y como se muestra en la siguiente tabla, Distancia y polarizacién politica en resultados electorates latinoamericanas, 2022 Afio Pais Candidato Votos (%) Candidato Votos (%) Distancia (%) 2002 Colombia Gusta Peto saga Rodeo an aa om chile abel oe S57 Aono ast a8 wire oa rant UZMEPOWIE gg ar olsonaro a0 190 Doni ovador _Guilervo asso 6205 __Anors ava ee a zo comarca Roargnchnes sare See Moa as Promedio saa 708 om laboracién propia. Estas distancias cortas en las votaciones ge- eran una serie de dindmicas complejas para la gobernabilidad y el ejercicio de los derechos, ya que esta “casa dividida’ entre sociedades que ran la realidad de manera altamente distinta, pero comparten recursos y servicios estatales, es un obstaculo insalvable para construir un marco oe convivencia basado en amplios consensos, redu- 1 Rubén Zamora, "Polanzacién y democracis: Un mal necesar ce el margen de acciéin de los nuevos gobiernos para imoulsar reformas estructurales y afecta la estabilidad y la gobernabilidad.* En este contexto de elevada polarizacién politica yen medio de os efectos de la crisis econémica ge- nerada por la pandemia, el discurso de los derechos se ha puesto en e, centro de a dindmica politica. £n en Antologia del pensamiento crtica salvador conten pordnes, coord. Leds Castro @uenes Ares: CLACSO, 2007), 208, vol Barrooay Loto Rue, “Pola ‘evista del CLAD Reforma y Demeeraca T8 (2020): 67, tpi ccor/2p eh, {@o17, hagzitinyulcorniyesanwinh. Caries Malay Rogelo Noe, Una América Latina fragment Insbtuto Eleano, 21 de enero de 2021, hts jin la dorooracia en amér inyur.carn/2.5yb676 Latina: Un vineuo polémics Yer Gastén liares eta, “Opinion Polarization during a Dichotomous Electoral Pacess’, Complexity 2019 (2079), hstpulsryr Vor oda onso y Magela Pée2, “La polarzacia latinoamerieana on la contemporaneldad’ Economi y Desarrollo 188, 9° 2 aa y polaieadaafronta un intongo ello electoral (202'-2028, ryeTEBute Educacin para a idadania enn mundo volstil Chile, a etdrica tradicional se enfrenté a una sensa~ cién de gran desigualdad social, con uno de los cos- tos de vida mas altos en Arnérica del Sur. As\, esta una de las movilzaciones més masivas de la regién# Los paros nacionales ecuatorianos, en 2019 y 2022, visibiizaron las fuertes desigualdades y conflictos entre zonas rurales y urbanas, asi corno fracturas en ol teido social" Y el paro nacional colombiano, el recrudecimiento de la violencia y las promesas no ‘cumplidas de los acuerdos de paz! muestvan que los reclamos de mucros de estos grupos se centraban, en el jercicio de los derechos y su contenido. Con esos antecedentes, el discurso de los de- rechos se ha vuelto una “gramatica en disputa’, en la que las potestades ciudadanas entran en una prictica burocrética caracterizada por que los con- flictos clasicos de la emergencia de los derechos —la violencia estatal criminal contra la ciusadania— se desvanecen frente a la logica administrativa® En ese escenario, la totalidad de los Estados protege legalmente una gran cantidad de orerroga- tivas, tanto a nivel constitucional como convenci nal, pero su aplicacién en forma de politicas publ ‘cas y Su puesta en vigencia en forma de medidas materiales ¢ inmateriales se ven limitadas por un, debate publica altamente polarizado. Por ejem- plo, frente al debido proceso que toda persona se merece frente a una denuncia penal, las olas de delincuencia en Latinoamérica han generado un discurso con maximas como que se “apelfa] alos derechos humanos ara solapar la delincuencia"® © que “los derechos humanos solamente prote- gen a los delincuentes, y no alos ciudadanos que cumplen con sus obligaciones" Mientras tanto, en el otro extremno, se implantan discursos en que " politicamiente correcto coquetea con la censure” ‘Todos estos discursos, tal como plantea Madeleine Albright, muestran que existe una amenaza a la resistencia y a la fuerza de nuestras maltrechas instituciones democraticas, dada la continua ero- sién que sufren desde hace tiempo” “Tereza Spye"y Vania Alvarado, El estallido soca. en Chile: Rumbo a un nuow (2020, rtpstiryurteomn/s xh. El presente documento busca demostrar la necesidad de la emergencia ce un nuevo discur- so en materia de derechos humanos, que pueda adaptarse a estas circunstancias de polarizaci6n politica y continuo cambio de las instituciones, as maneras de pensar y los discursos dorinantes en ruestras sociedades contempordneas, Para esto se Usard el concepto VUCA, acrénimo del inglés que reine los conceptos de volatilifad, incertidumbre, complejidod y ombiguedad En particular se trata- ride demostrar que el actual discurso de derechos humanos y su mecanismo educativo no tienen en cuenta la resiliencia frente a mecanismos necro- consttucionalistas, que a través de un escenario de emergencia permanente utilizan el sistema legal para mantener un estado de disminucién generalizada de los derechos ciudadanos. Esto se hard a partir de la utllzacion de literatura juridica ecuatoriana en materia de derecho constitucional, para demosirar que es necesario establecer un paradigma democratico y ético en el constructo de los saberes impartidos en esta dindmica Finalmente, el texto tendra cuatro secciones. La primera trataré de explicar la situacién actual del discurso de derechos humanos en un mundo volati, incierto, ambiguo y cambiante. Luego, se explicard cémo la dindmica liberal del discurso de derechos humanos y su contenido —aprobade por Cortes constitucionales y a jurisprudencia interna clonal— se ve limitada por la incapacidad de ge- erar polticas pUblicas que hagan esos derechos realidades materiales en la vida social. En tercer lugar, se explicara cémo este discurso choca con la dinémica necroconstitucionatista, que asegura que en el marco de necesidades de emergencia estru tural se genera una especie de “deriva moral” que hace posible que los derechos sean vistos como obstaculos para el Estado de derecho, Finalmente, se llevaré a cabo una interpretacién critica de los contenides de pénsum de dereche constitucional, ccon elfin de demostrar que en el actual estado de stlucionalsmar Revista Katdisis 26,121 7. Marla Quioga y Maria Florenc’ Pagiarone, “Protests socialy dindmicas de movilzscién en Ecuador y Chile (2018-2020); De Préoticas y Discurses, Cuadernos de Ciencias Sociales M, n* 7 (2022) 12, ittinyurl corn/mrse354) 18 Pablo Abitbol. zPor eu pratastan en Colombia? Movilzsciones, relamnos de paz y crisis de la derecna’, Nueva Seca, dloerbre de 201, hte yI3O1N-ZM, 9 Ariadns Estever,“E aiscurso de derechos numanos come gramatica en clsputa: Empoderamiente y damn Soniedad t,n* 3 2017) 379, hp onyutcom/ayahr 40 Andrés Granadil, "Ecuador dacreta estaga de exzencion an dos provincia tras ola de volenei France 24,2 de noviembre de 2022, par. 8, hos: fotiy/s208HZ0, 11-Ramito Als Sansarars, "Un cuestonamianto al feminisma ‘pur! y al snemigo dl patriarcado™ GK, 30 de octubre de 2022 5 nipedbitly/Z0G40, 2 ro, una advertencia (Madre: Pais, 207), 00. 12. Rig) Hidayat.D. A, R. Deni y Suro Sumarlan, “Unoarstanding Demacracy in the Nasional laterest amidet the Oynamies of the Strategic Ericanment UGA, Swategi Perang Semesta 8, n° 1 (2022) 83, hstpstiyurlcorn/y2wr8uk Discus & fren Emesto cosas, la m’sma ciencia del derecho desorecia los derechos humanos como parte de su quehacer juridico bésico. En consecuencia, se vuelven parte de los mecanismos de dicotomizacién negativa que afectan a nuestra sociedad Derechos humanos en un escenario VUCA Una creciente crtica al movimiento de derechos humanos es la desarticulacién que tiene con los enormes contrastes entre las realidades latinoame- ricanas: los centros de las ciudades y las periferias, viven dos realidades absolutamente distintas en el ejercicio de sus derechos" Esto, sumado a las condiciones, por ejemplo, de las urbes y el campo, © de los sectores modernos y tradicionales de la agricultura y las industrias, hace que o aquellos o quienes se les hayan prometido derechos no ten- gan medios para ejercerlos, y que en respuesta fa tensién social se traslade al Estado, que decide a quién debe garantizar los derechos y qué grupo social se va a ver afectado por eso garantia La lucha a largo plazo entre la ideologia y el pragmatismo ha tenido un impacto en el eco- sistema “contraminaritario” en el cual se ejercen los derechos humanos. La fuerte politizacién ha generado una pérdida de legitimidad frente a la opinién publica de ciertos escenarios y el manejo de estos derechos en la politica a largo plazo de los Estados” Uno podria, frente a este fracaso, buscar formas mas elaboradas y sofisticadas de dar a la nocién de razén piiblica un contenido que sea adecuadamente no parroquial, por ejemplo, apelando a una forma de razén publica global que se base en estandares compartidos a través de tuna gama de tradiciones” Sin embargo, piantean critics como Thomas Nagel, la existencia de los derechos depende de la forma en que sirven los intereses de sus titulares.” Este conflicto no es casual sino profundamen- te contextual. El discurse liberal de la existencia 4 Alonso y Pérez, “La polaizacéa ltinosmericana, 68 15. Eso e5 un ejerpl claro de la de los derechos hurnanos no ha logrado enmar- carse en la visién actual del mundo, segtin la cual el ambiente epistémico internacional ha crecido en volatilidad y falta de certidumbre respecto al futuro\* Esto obliga a escenarios no [neales con profundo impacto en las nociones de inclusién y diversidad, para dar prioridad a la seguridad. Asi, ‘se generan nuevas divisiones y se mantiene a la gente atrapada en espacios donde se define su &xito en términos de calidad, dejando de lado otros derechos. Esto es un claro escenario VUCA para el ejer- cicio de los derechos. La volatilidad (como por ejemplo las respuestas variables frente a laviolen- cia civil) muestra que la velocidad de los cambios dlobales vuelve al tejido social més inestable cada dia, Estas anomalias —en forma de crisis sucesi- vas, olas de violencia, ete— provocan fluctuaciones en la demanda y turbulencia en los mecanismos de exigillidad de los derechos; en consecuencia, los vuelven menos efectivos y aplicables como resultados de la accién del Estado, Para revertirlo, la desigualdad debe abordarse en todas sus com- plejidades, que abarcan la economia, el estatus y \a desigualdad de atencién® En segundo lugar, tenemos una masiva incer- tidumbre, El cambio vertiginoso de las relaciones sociales y las condiciones tecnolégicas, ademas de los contextos internacionales, torna imposible predecir lo que pueda suceder. Esto genera nu- merosas excepciones y un acercamiento casti- co ala puesta en operacién de la jurisprudencia, especialmente de las politicas puiblicas, que vuelven irrelevantes en muy poco tiempo y nece- sitan verificaciones constantes, lo que disminuye la confianza cludadana en la politica publica y, a ‘su vez, en las normas que la sostienen, “En este ‘escenario, las organizaciones de derechos huma- nos debieron revisar su tradicional paradigma de trabajo disefiado para enfrentar crimenes atroces y aberrantes patrocinados por agentes del Esta~ ‘ds la mayors” que pronons Sartor Pera come na sa puece cantlar en el gobierna de la mayoria sin restrcciones, e propésito ae los derechos hurnanos es, al menos en parte, ser un feno ala extralimitacén ‘de la mayoria. Ver Govern Sartor, La democrac hripstinysricornéurSheg trent leccionas (Bagot Taurus, 2008), 45. 18. John Tasioulaa, “Human 2ghts, Legtimacy, and Intemational Law’, the American Joursl of ungprudence 98, n° * {2018 6 17 Thomas Nago,, Concealment and Exposure ond Other (Oxford, UK: Oxtord University Press, 2002, 10 18. Sean Lawson, "Surfing on the Edge of 'o# Nonlinear Scisnce and the Emerge ‘of Doctrine of Preventve War inthe US" Social Studies of Science 4, n° (207 566, htatiayuricom/ayajoxaw. 19 Dominica Sacouska y Beata Farackl, “Redefined VU '\ a3 the Urban Response ta the Post-COVID Paradigm an The World Human sights Cites Forum: Ropers Senes |, od, Rober: Grayjona, Alejandro Fuaes, Kim Yeonmin, Kim Seonghoon y Shin Gyongau eul:The Raoul Wallenberg hstituta of Hams Rights an Humanitarian Law, 2027, 10 20. Morton Kjaerum, “The Pastcrisie Human Rights Ager en COVID-S and Human Rights, ed. Morten Kiaerum, Martha Davis ryAmands lyons (Londres: Reutieg 021), 283 ducacin para a iudadania enn mundo volstil do que reprimian a los enemigos politicos de los. gobiemos autoritarios’” Y esta incertidumbre debe trastadarse a otros, ‘escenarios: las organizaciones, tos académicos y los activistas debernos asumir la realidad de que, a pesar de nuestros esfuerzos durante muchos afios por aumentar la conciencia de las personas, sobre los derechos humanos, claramente no hay un profundo aprecio del publico en general por el activismo o el litigio en esta materia, al menos en Latinoamérica, Los autoritarismos y la falta de perspectivas claras, asi como la perceacién gene- ralizada de inseguridad, provocan una desconexién con organizaciones que se han centrado mas en ta apreciacién bésica de los derechos humanos —en particular los derechos civiles y politicos— que en los derechos econémicos, sociales y culturales, ‘cuyo cumplimiento es la base de una vida digna. En tercer lugar, esta la complejidad. El derecho siempre va a tener un problema de adaptacién a la realidad circundante, reforzado no solo por los eventos externos, sino también por factores internos coma la diversidad de los sujetos de derecho en términos de su origen, cultura, religibn o creencias. Las acciones y sus repercusiones tie- nen muchas capas y son dificiles de entender. En consecuencia, es dificuitoso analizar la realidad y llegar a conclusiones.# Esto puede verse, oor ejemplo, en las barreras cognitivas creadas en los paros nacionales de 2019 y 2022 en Ecuador. La instalacién de retéricas de sospecha y rechazo hacia el diferente ha seguido creciendo desde los escenarios de conflicto y ha dado lugar a miiltiples expresiones de violencia contra esta poblacién en su conjunto2* Finalmente, los derechos humanos (como ide tidad y movimiento) sufren de una situacién de ambiguedad respecto a una falta de posibilidad de interpretar la realidad, Esto se identifica porque no se cuenta con informacién completa y hay va- guedad en La terminologia. Eso resulta en errores imposioles de evitar yen disputas relacionadas con lo que sucede en el sistema completo. Los fre- ‘cuentes conflictos vinculados con el acercamiento BF Wartin Abrega, “Den huepfonyurcom/skatchow 22 Sadowslay Faracs, “Redefined YUCK, 106 de género al lenguale juridico muestran que estos elementos en pugna todavia generan aumentos de costos y disminucién en la legitimidad social y en las d utoridades que pueden tener las mejores intenciones.* fn resumen, esto escenario de incertidumire y de continua cortlctvidad y movlldad muestra que la discusién sobre la legitimidad de los derechos humanos no ha terminado y que, como no estan on real vigencia para la gran mayoria de la pobla- cidn, esas necesidades bésicas no son cuidadas y por tanto no existe creencia sobre su funciona riento. Si sumamos a ello las continuas situacio- nes de ruptura de la narmalidad, no se provee una respuesta adecuada desde esta normativa para los retos del mundo moderna, La ragicalizaclin social, asada en nuevas y vejas dvisiones acentuadas (Gor ejemplo, enfermos y sanos, “lites” capaces de trabajar desde casa y aquellos que no pueden, aguellos que han quedado en la vulnerabilidad social versus aquellos cuyas fortunas han aumen- tado con la pandemia), ha generado esquemas de seguridad que basan su aproximacion en a viglan- cia de masas y en rogulaciones y riosgos mayores comparados a los tiempos prepandémicos, Estas Uivertades humanas bésieas se ven enfrentadas alos nuevos paradigmas de la era pos-COVID~9, especialmente con relacién a la seguridad fisica y psicolégica. Desgraciadamente, estan surgiendo dinmicas mucho mas radicales en términos ce proteccién de (a seguridad ciudadana, que van a ser analizadas on la siguiente seccién EL necroconstitucionalismo como paradig- Uno de los errores que se comete en el campo de las ciencias sociales es pensar que el dsposttivo del derecho como mecanismo de organizacién de \asociedad y el Estado se encuentra separado de \a actividad y los valores politicos De hecho, la misma existencia del derecho supene un ejerci- cio anterior de organizacién social y un proceso continuo entre aquellos que tienen la capacidad de organizer el poder politico para modular los hos humanos para zodas: Dela lucha contra el autaritarismo la construccién de una democrac'a inolusiva una mirada dosde la rogcn and na y ol Cane SU, Ss 0 Internacenal de Bireios Humnanes 8, 1° 8 (2008) 8 28 Carmen Gérmez Martin, “ante a revuelis socal, estado de excepcién: Reflexiones sobre el pare de octubre 2019 en Ecuador’ Cahsers 00s Amer 26 Ma ‘olcade 0 fa Comunicacin 88 (2022) 25 Lotines 88 (2020): 10 httosildoorg/"0.4000/ Cabell, “Les moriemas de género omergentes (xy -e) Su tr 8, htpsidoiorg/0 6208/clac. 7960 eal 80. yriente en la prensa espafolay, Cheulo de Linguistica 25 Joseph Henry ale, A Treatise onthe Conflict of Lave (Nusa York Voorhis and Co, 1995), fren Emesto lazos comunitarios Esto incluye el mecanismo para ejercer el poder duro del Estado, as! como sus limites En este sentido, la complejidad de la agenda de los derechos humanos, en particular en Latinoa- mérica, radica en los limites de la operacisn del poder duro (el uso de la fuerza legitima) en situa- clones con una serie de interseccionalidades que rho pueden ser dejadas de lado, ya que muestran las fallas estructurales del Estado. Achille Mbemibe llamé a esta situacién “necropalitica:® y mostré que en ella se dan una serie de elementos: 1. El ‘estado de emergencia’ o de “excepcién™ no es una circunstancia de ultimo recurso, sino que se convierte en la regla 2. Se ingresa a un sistema de tabula rasa en el que los operadores politicos aceptan una \egalizacién de la violencia entre ciudadaros subordinada al Estado. 3. Este sistema social genera signos de exclu- si6n hacia las personas que estan “uers’, ya sea por decisién propia o por catalogacién hecha en el derecho. 4, Se generan una figura de hore socer"® aceptada por el derecho, una despolitizacién de su esfera de proteccién, y la existencia de grupos sociales que se encuentran fuera dol Estado-nacién. En este sentide, Mbembe es muy claro sobre cémo se limita el poder del Estado: (la expresién uttima de la soberania reside ampliamente en el poder y la capacidad de dec!- sir quién puede viviry quién debe mori. Hacer mori dejar vivir constituye, por tanto los limi- tes de la soberania, sus principales atributos. '2 soberania consiste en sjercer un control sobre la mortalidad y definir la vida como el despliegue yla manfestacién del poder® Esto, trasladkindolo a nuestro paradigm de ma- 1ejo del derecho consttucional que, en suma, regula las areas mas critcas de la soberania),evidencia el, ‘ransito de un neoconstitucionalismo basado en 25 Félix Gonen, Eimétoat 27 ver Achile Nberbs cropottica (Maarid: els na, 201) 1.la expansién de derechos, 2. el control de cons- titucionalidad nor parte de todos los jueces, 3. el redimensionamiento del Estado, 4, el constituco- nalsmo econémico encaminado a ia equiéad y6. el riperpresidenciaismo,® hacia un sistema necrocons- tucionatsta en el que, debido a stuaciones objet- vas existentes, lo que se busca es Ia supervvencia do un sistoma social (aldo), gonerando sistemas regulatorios en que los sujetos (las personas o la naturaleza) ya no se conciben como seres ireem- olazabies, inimitables ¢ indvisbies, sno que son reducidos a un conjunto de recursos faciimente sustituibles o cuya existencia se regula dependiendo del marco del conflicto. Esta construccién puede sgharse on las siguientes caracterstioas: 1. Lareduccién de los derechos, Dada la exis- tencia de un estado general de fractura de la sociedad, la posibilidad de limitar o reducir el campo de accién de derechos sor moti- vos de matrices ideotégicas o econémicas se vuelve un escenario normal Es visible tanto en la situacién de violacién de una disposicién constitucional especifica (por ejemplo, la reduccién de los derechos repro- ductivos en EE. UU) como, sobre todo, en casos que ya tienen el caracter de un meca~ rismo organizado de violacién de principios fundamentales del sistema constitucional (or ejemple, la erosién del sistema de debi- do proceso en El Salvador) 2. Laintroduecién de margenes de apreciacién de los derechos en el marco de la toma de decisiones criticas. Un ejemplo de ello es la constante critica a los controles externos (como el de constitucionalidad por parte de ciertos regimenes como el mismo El Salvador o Nicaragua), legitimada por los medios de comunicacién subordinados al gobierno, pero también por las redes socia~ les, a favor del poder politico® 3. El crecimiento de las dinamicas de poder duro, en el marco de una necesidad amplia, de seguridad. Dado que la emergencia es fancional an e derecho (Busnes Aes: Abeledo-Parrt, 1962), 121 28 Se trata de “una oscura figura cel derecho romans areaco, que inluye als vida humans an al orden juridico solo en forma 4e exclusin fe door, en a posilidad de dare muerte in sancibay Giorglo Agamben, Homa saoer El poder soberano y fo radia vido (Valencia ES: Pre-Textas, 1998), 93-4 28 Moembe, Necropotteo, 17-8. Estado yal derecho en la Constitucén de 2008 (Quto: 80 Ramiro Avia Santamar'a EI nacconsttucionaisma transformade LUniorsiaa Andina Siméin Bolle, Sede Eevagor/ Abya-vala / Fundacién Rosa Luxemburg, 20", 18, 2° Wajeech Sadursic, Polancts Cnstitutinal Sreaclawn (Oxford, UK: Oxford Lnversiy Pres, 20°), 276, x (26. Vado Bala yyAleksancra Glszezytsca-Grabias (Oxford, UK: Oxford University Press, 2020) 12 Mirostaw Wiyrzykowsh, “Constitutional Seevrity ina State of Constitutional Security’, en Constitutanaliam under stress, Educacin para a idadania enn mundo volstil permanente, el Estado de derecho “ordina- rio” cambia. Se prescinde del contrat civil de los miltares consagrado en la Constitucién, y un régimen de emergencia extendido no solo “deroga’ el Estado de derecho normal, sino que efectivamente “abroga’ todo el orden constitucional# 4, ELhiperpresidencialismo, que generaba una concentracién de la toma de decisiones en la mecénica presidencial, genera una “dicta- dura constitucionalmente aceptaca/social- mente tolerada’ A.vaces, uno simplemente ro puede saber de antemano si alguna dictadura en particular representa un estado de excepcién que salva la Const tuciény se retira dal poder para estab.ecer la parmalidad democritica,o si el partido que actiia as! se convierte en una verdadera dictadura y (ejestalece un orden politico autoritario.* En resumen, se generan una “dictadura cons- titucionalizadora’ y un aplazamiento de la ver- dadera propiedad democratica de la Constitu- cién para garantizar la implementacién de una Constitucién democratica en aue el suelo social alin no es propicio para su florecimiento. Las respuestas a las emergencias estan fuera de las normas establecidas, tal vez mejor ilustradas por 2 adagio “La necesidad no conoce la ley”. En el actual contexto mundial ya se estén notando las consecuencias de este modelo en nuestros pa 38s: @8 el primer momento en la serie estadistica en el que hay mas ciudadanos que, sin importar el régimen, rechazan el sistema democralico 0 que, en términos de la vida comiin de los indi- viduos, expresan que “da lo mismo un régimen democratico a uno no democratico" En términas practicos se puede observar en los més de 250 dias de estado de excepcién en El Sal- vador, como parte su politica de seguridad. Otra postbilidad es la salud: los constantes cambios en {Be doh Ferajonn y Pasquale Pasquina, “The Law ofthe Exception: & Typology of Emergeney Power China —por citar un caso—, donde el COVID-13, luna amenaza asimétrica para la humanidad, tiene consecuencias comparables a las de una guerra en la vida de las personas, bajo su sistema de “tolerancia cero“ Una tercera posibilidad es la emergencia permanente a nivel internacional, con traslados de fondos hacia el esfuerzo de guerra ucraniano, mientras los paises donantes deben lidiar con sus crisis internas* En suma, este transito entre una normalidad y una emergencia permanente demuestran que, durante una crisis, la poblacién entra en panico y permite que las autoridades actden irracionalmen- te, que “tomen decisiones que no son sabias y que son excesivas"® Nuestro entendimiento legal no ha tenido en cuenta que las situaciones temporales y eventuales pueden volverse la normalidad; en ese sentido, la reduccién de derechos o la estandar- Zacién de las sociedades puede volverse un me- canismo normal en el mediano plazo. La sigulen- te seccién tratard de analizar cémo la educacién respecto de la Constitucién y la ciudadania puede ser un mecanismo para la polarizacién politica y para su efecto legal, el necroconstitucionalismo, La educacién juridica ciudadana como una defensa ante el necroconstitucionalismo Una de las dindmicas principales que tenemos en contra de la defensa de valores de una demo- cracia en que al menos tengamos un catélogo comin y minimamente exigiole de derechos es la falta de educacién sobre (a Constitucion y los derechos y obligaciones ciudacanas. Eso se puede centrar no solo en la calidad de la educacién, sino también en nuestra lectura, En Ecuador se lee en. Promedio un libro completo al afi Esto obliga a pensar en que el derecho constitucional como modelo deberla mostrar no solo las mecénicas, basicas del comportamiento del Estado ecua- toriano, sino también las bases deontolégicas y rational Journal of Consetutional Law 2,n* 2 (2004) 227, nps:fdoLorg/0108aiteon/22 210. 34 Andreas Braune, hsto"tative Consttution-Makng inthe Name of Dernacracy”, an Consttutonolism under Extreme Candtions: Low, Emergency, Exception, ed Richara Alberty Yaniv Reznal (Cram, CH: Springer, 2020), 290, 138. Carporacién Latnabarémata informe Latincbarémetro 202% Akos @ Macondo (Santiago de Chie: Latinebarématra, 2021), 26. 36 Radi Arovlante, Se presume culaaole Vive bajo ol cgimen de excepcibn on (| Salvador, captule de podcast, 2022, ht! Sinyuricom/2seh92h 231 Androw sive, “COVID-: Why China is edolorgiostasrerin 2756, 38 clona Chachko y Katerina Linos, “Ukraine and the Emergency 2owers of internatonal Institutions’, American Journal of International Low 116, 4 (2022): 780, hps:idoLorg00T3) 1202257 138 Erie Posnary Adrian Vormeule, “Accommodating Emergencies’, Stonford Law Review 86, 4° 605 (2003): 699, hito/tryurL. comfaveeaz4. 40. Vor Eovador Minictero de Cultura Patrimonio, Rasulo de Cutura y Patrmenio, 2002), ing x Zoro Tolerance ub loath Measures’ BY 375, n° 2786 (202% 2, ito de la Encuesto de Prdetcas y Consumos Culturales (Qua Ministero fren Emesto andragégicas que se esperan del comportamien- 10 de los ciudadnos frente « {a Constitucién. La institucién de la "educacién juridica” es profun- damente cerrada y jerarquizada para que el no entendide ingrese y comprenda los vericuetos del comportamiento legal” Eso supone entender dos vertientes basicas del derecho constitucionaly de la Constitucién como norma 1. Lapolitica constitucional: la serie de movie mientos politicos que, desde su fundacién en adelante, lamaron a sus compatriotas aimplicarse en actos de ciudadania que, ‘cuando tienen éxito, culminan en la pracle- macién de una norma superior en nombre de “Nosotros, ol Pueblo‘? 2. ELesquema deontolégico del sistema jur dico: el punto de vista segin el cual los prineipios morales canstituyen solo valo- 3s relatives no significa que no sean valores Significa que no existe un Unico sisters moral, sino varios, y hay que escoger entre ellos, ‘este mode el relativismo impone al individvo ts ardva tarea de decidir por si solo qué es bueno y qué es malo, Evidentemente, esto supane una responsatilidad muy seria la mayor que un hor- bre puede asumir® Sobre estos segundos puntos, surge la dis- cusién de los contenidos, En ese sentido, una ciudadania movilizada es la dnica fuerza en el sistema politico para defender, discutir y poner ten vigencia derechos frente a la erosién y la ten- dencia al autoritarismo de unas élites politicas incapaces de conseguir apoyo popular amolio para sus innovaciones més alld de la emergencia. El concepto “La Constitucién es ur texto vivo" puede setvir como instrumento de adaptacién positiva alas circunstancias Laeducacion para la cludadanfa, el conocimien- to del sisterna legal y de sus dinémicas en el marco de la proteccién de los derechos, ylas consecuen- cias deontolégicas de las mecanicas sociales, en el marco de "conectar la escala local como global de forma integral, con el fin de destacar la relevancia de una educacién para la ciudadania mundial, son una necesidad vital* No solo hay que establecer nuevos saberes, sino sacar de las facultades de derecho al derecho constitucional. Latinoamérica es la region con mayor poblacién menor de treinta afios del mundo, lo que aumenta la receptividad de los posibles votantes a nuevas ideas y, al mismo tiempo, brinda mayor percepcién sobre los errores de los actores. La cultura poll- tica tradicional, basada en entornos autoritarios, clitistas y demograficamente inferiores, no logrd generar espacios capaces de construir nuevos li- derazgos, ni ha logrado responder a las demandas clucadanas de integracién y cohesién en torno a proyectos comunes. Esto precipité las crisis po- liticas de los afios 90 y principios del siglo Xl Eventos camo la salida de presidentes (Ecuador), crisis con escenarios mas 9 menos violentos (Ve- nezuela), Inestabilidad y alternancia destructiva (Venezuela, Ecuador, Bolivia) levaron a un estado de estancamiento de los proyectos sociales, daca aimpermeabilidad de las clases dirigentes al ac- ceso de nuevos actores y la falta de espacios de didlogo con nuevos saberes. Frente a la emergencia, esta educacién deberia, tener los siguientes contenidos minimos: 1. Compromisos transformatorios: transfor mar el conocimienta en valor econémico, incidiendo en la competitividad y ‘acilitando la innovacién, la creatividad y el desarrollo cultural, social, cientifico y tecnolégico® 2. Asumir el pluralismo politico: ningun partido tiene derecho, para conquistar el poder, a someter a su pais. ELejercicio del poder es Un gjercicio de coordinacién de fuerzas, no de dominio, Reconstitucién del Gobierno: limitar su poder y direccionarlo en las Areas de su competen- Cla, evitando la introrisién de la autoridad en asuntos que no son de su incumbencia, 4, Asumir la condicién dialégica del derecho: hay que reanudar los vinculas entre los dife- rentes estamentos nacionales, que se han roto en la cancentracién del poder. Duncan Kennedy, “La educacin juraica como preparacién para ajorsrquls, cadena, Rewsto sobre Lnsahanze del Derecho de Buenos Ares 2 2004), Mepstinyurbece/Sedataat 22 on Nacionales, 20°5), 25 43: Hans Keen, 2Qué es justia? (Barcelona: Are, 1982), 60. {44 Ackereran, We the People, 62 ‘org/i0.402s/ctascleduewsaii6ari7 oxman, We Ue People - Fundamentos de a Pistovo canstituciono estadounidense (Quito: but de Altes Estudios 45 Willams tbaray Ela Calderén, “Educacéa para la cudadania global, Acto Sclenbarum, Edueotion 48 (2022): 67, spa, 46 oS) Miguel Tourisin La tereoca misi® do la un'versidad, vaneferencia ge eongeimientasy cociedades del conacinento Una aproximacién desc la pedagoela, Contertes Eaucaives 26 (2020) €9,rtspi/sryur.corn/Se=P26M, Educacin para a idadania enn mundo volstil 5, Propugnar una teoria del “destino comparti- do": o que haga el Estado implica un destino comin, nadie puede echarse a un lado y retirarse, No es que sea iicito hacerlo: es que, ademas, no se puede, Conclusiones: emergencia y cambio hacia un paradigma bioconstitucionalista Este documento busca demostrar que las légicas de contexto hacen que el derecho en general y su rama constitucional no escapen de los elementos humanos, politicos y sociales que lo construyen ‘También pretende hacer un resumen dela situacién de contexto de operacién del derecho constitucional y cémo este esta generando dindmicas contrarias a (os derechos fundamentales en forma estructural y ‘continua. Se ha mostrado ave la polarizacién politi= cay la falta de acuerdos, unidas a un escenario de volatilidad completa de las circunstancias vitales, provocaron un efecto de anulacion de los derechos ciudadanos y concentracién del poder que afecta a todos los érdenes de la vida de las personas, Ese ‘5 el peor escenario posible del constitucionalismo, ‘dado que, aun siendo formalmente correcto, anula cualquier otra postbilldad de su misién principal: la proteccin contramayoritaria de los sujetos frente al poder de imperium del Estado. En presente texto se propone que el cambio ‘en el modelo educat'vo —para presentar la Cons- titucién como un mecanismo deontolégico y de regias de juego— puede ser un primer paso para tamejor construccién de (os lazos que sustentan, el pacto social La recuperacién de la convivencia ciudadana y la cultura esta basada en una sociedad que pueda analizar criticamente el valor de sus, textos fundamentales y que pueda generar una de- fensa activa de la dignidad humana en funcién de la doble concicién de la persona como ciudadana y ser humano, para alcanzar condiciones en las ‘cuales puedan existr el entendimiento y el didlogo. Finalmente, implica repensar el valor de la epublica, Desde la Francia de 1789, los Estados Unidos de 1779, la Espafia de 1936 y la Alemania de posguerra, la existencia de la sociedad politica ha descansado en actores politicos que defienden los valores reoublicanos. Willy Brandt planteaba: Nadia ha de quedar exciuida de alla. Nadie que s2 adscrba alla lioertad,lajustciay la solidaridad. Nadie que confirme los principios que garantizan GP Wily Brande “Demacraca, bertady saciaismay Paragon Hause, 1993) 6-7 tuevo Sociedad 23 (1976): 104 hitting 448 Home Eulau, “The Root is Mar’, on Poca! Psychology: Clase and Cont ls pluraidad politica e ideoldgica Nadie que esté ‘en favor de la proteccién de las minorfas. Nadie ‘que esté dispuesto a despedirse de las supers ‘clones arcaicas y de las ideas fijas superadas de soluciones revalucionarias.” Es el Unico mecanismo capaz de romper la ‘rampa polarizante y necroconstitucional de la que se encuentra imuida la sociedad ecuatoriana y regional. En tal razén, hay que defender la rep- blica como concepto integrador. ¥ esto implica Un paradigma bioconstituctonalista, centrado en el ser humano, en sus necesidades reales y en su conducta politica real* Nuestro mecanicismo legal debe basarse en un derecho educado para humanos, centrado en (a naturalezo y proyectado para mejor versién de los ciudiadianos. Eso defen- derd la vida en todas sus formas y garantizard al menos una linea de defensa frente al estado de deriva que lleva todo el sistema Referencias Abitbol, Pablo. “Por qué protestan en Colombia? Movilzaciones, ractamos de paz y crisis de la erecha’. Nueva Sociedad, Diciemore de 2012 Petpet y/SOHNZM, ‘Aorogi, Martin, "Derechos humanos para todos: Oe la lucha ‘contra el autertarisma ala eenstruceién de una emocracia inclusiva. Una mirada desde la region angina y el Cono Sur. Sur Revista internacional de Dieitos Humanos 5, n° 8 (2008): 7-41, tpi! 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