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Lectura Complementaria-Reforma Del Estado
Lectura Complementaria-Reforma Del Estado
CONTENIDO
SUMARIO ............................................................................................................................................... 3
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Sumario
En este módulo estudiaremos lo que debemos entender por Estado, cuáles son
sus elementos, sus características y sus singularidades como punto de partida
para su reforma, cuya puesta en marcha en estos días es imprescindible para
lograr el desarrollo de nuestro país.
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1. La teoría del Estado en los siglos XX
y XXI
«No existe un concepto del Estado admitido por todos o que, por lo menos, pueda ser
considerado predominante. Por eso, los autores que en la actualidad se ocupan del tema se
ven en la necesidad de enumerar, e incluso de clasificar, la gran cantidad de conceptos
diversos y, por lo tanto, de definiciones distintas que existen».
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Así, por ejemplo, los principales enfoques que se ha hecho del Estado son los
siguientes (BIDART CAMPOS, 1997, pp. 166-184):
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Teorías políticas. Son las que muestran al Estado como una formación
del orden político, o sea, como una entidad específica de la vida social
que está políticamente organizada:
«Allí donde haya una comunidad con un poder originario y medios coactivos para dominar
sobre sus miembros y sobre su territorio, conforme a un orden que le es propio, allí existe
un Estado».
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En segundo lugar, el Estado comprende tanto a la comunidad como a
un poder de dominación. Este segundo aspecto es de considerable
importancia porque, entre los numerosos conceptos de Estado
existentes, dos son los que tienden a prevalecer: por una parte, el
aparato de dominación que se emplea en la sociedad global, y por otra,
esta misma sociedad global.
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Territorio: Es el espacio físico o porción geográfica sobre la cual el
Estado ejerce soberanía. Territorio es la tierra sobre la que se levanta la
comunidad, el espacio en el que el poder del Estado puede desarrollar su
actividad específica que es el poder político.
«La significación jurídica del territorio se exterioriza de una doble manera: negativa
una, en tanto que se prohíbe a cualquier otro poder no sometido al del Estado
ejercer funciones de autoridad en el territorio sin autorización expresa por parte del
mismo; positiva, la otra, en cuanto las personas que se hallan en el territorio quedan
sometidas al poder del Estado».
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o Población es un grupo humano muy abarcador (el conjunto de
hombres y mujeres), en el que cada uno de sus integrantes es
titular de derechos y obligaciones civiles.
«El poder no es otra cosa que la eficacia del orden jurídico estatal».
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absolutista del continente europeo en los siglos XVI al XVIII, encuentra
también su confirmación en las relaciones políticas de Inglaterra y los
Estados Unidos, los cuales se vieron más o menos influidos por la
doctrina romanista del Estado.
Para Manuel JUSTO LÓPEZ (1973, p. 268), los fines propios del Estado (su razón
de ser) coinciden con los fines
políticos stricto sensu de carácter
mediato de la actividad política
(construcción, consolidación y
conservación de la comunidad
política). Otros fines que se suele
atribuir al Estado no son otra
cosa que los fines últimos de la
actividad política que,
contingentemente, le son
atribuidos por sus integrantes,
respecto a los cuales hay que
distinguir, utilizando el lenguaje
de Kant, entre el fin objetivo
(incondicionado y absoluto) y el
fin subjetivo (relativo,
condicionado y voluntario) y, en
consecuencia, no hay que
confundir el fin del Estado con
los de los gobernantes o de los integrantes de la «comunidad política».
Por otro lado, hay quienes señalan que el Estado no tiene un fin propio u
objetivo. Así, por ejemplo, KELSEN dice que la cuestión del fin que debe
perseguirse con el instrumento técnico social que es el Estado, es propia de la
política y ajena a la teoría del fin de aquel. No obstante, si se acepta la posición
afirmativa expuesta por KELSEN, corresponde asignar al Estado un fin propio,
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objetivo, necesario y que exprese su razón de ser, y otros fines que le son
asignados por los gobernantes o los integrantes de la «comunidad política»,
subjetivos, contingentes, que expresan los valores o los propósitos de aquellos.
En este último caso, aunque se hable también de los fines del Estado, se está
hablando de fines que no son propios de este, sino que le son atribuidos.
En todo caso, resulta necesario señalar que son muy numerosas las
clasificaciones de los fines del Estado y las doctrinas relativas con tales fines.
«Lo que importa es distinguir entre el fin objetivo del Estado (bien común) y los fines
subjetivos del mismo (propios de cada Estado y que constituyen variables contenidos del
bien común). En este segundo caso se trata de los fines que asignan a los Estados las
doctrinas políticas que constituyen su respectivo sustento filosófico».
De acuerdo con el profesor Víctor GARCÍA TOMA (2010, p. 241), los principales
fines del Estado son los siguientes:
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El fin de fomentar el bien común. El Estado tiene la responsabilidad
de establecer una comunidad que alcance su propio bien, esto es, que
acceda al perfeccionamiento y al bienestar mancomunado. En ese
contexto, apunta a que los miembros del conglomerado social puedan
desarrollar a plenitud sus potencias físicas, psíquicas, espirituales e
intelectuales, de modo que puedan alcanzar condiciones materiales de
vida óptima.
A continuación desarrollaremos un poco más sobre los alcances del bien común
como una de las finalidades primordiales del Estado.
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concepción aristotélica-tomista, puede observarse que los contenidos
específicos son el orden, la justicia, el bienestar y la paz externa.
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Contribuciones
Galardones
Obras
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Ingegneria costituzionale comparata (1994).
Homo videns. La sociedad teledirigida (1997).
La sociedad multiétnica. Pluralismo, multiculturalismo y extranjeros
(2000).
1.2.2. Bourdieu
Fue uno de los sociólogos más relevantes de la segunda mitad del siglo XX. Sus
ideas son de gran relevancia tanto en Teoría Social como en Sociología
Empírica, especialmente en la Sociología de la Cultura, de la Educación y de los
Estilos de Vida. Su teoría destaca por ser un intento de superar la dualidad
tradicional en Sociología entre las
estructuras sociales y el objetivismo
(fisicalismo), por un lado, y la acción
social y el subjetivismo
(hermenéutica), por el otro. Para ello
se dota de dos conceptos nuevos: el
habitus y el campo; asimismo
reinventa uno ya establecido: el
capital.
Habitus
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En su trabajo empírico destaca especialmente toda su labor de crítica de la
cultura, mostrando que la distinción cultural no es más que una forma
encubierta de dominación, a la que denominó «complicidad ontológica» entre el
campo y el habitus. Esta crítica no lo lleva al cinismo ante las manifestaciones
de la alta cultura, sino a considerar que todos deberían tener igual acceso a la
misma.
Vigencia de su labor
Obras
La reproducción (1970).
El sentido práctico (1980).
La ontología política de Martin Heidegger (1988).
Respuestas para una antropología reflexiva (1992).
La miseria del mundo (1993).
Sobre la televisión (1996).
Las reglas del arte. Génesis y estructura del campo literario
(1995/19997).
Las estructuras sociales de la economía (2001).
Capital cultural, escuela y espacio social (2003).
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Posteriormente fue aplicada al análisis de la violencia en las sociedades
primitivas que se fundamentan en lo sagrado, y, por extensión, a la violencia en
las sociedades contemporáneas.
Teoría de la mímesis
«El problema de la rivalidad del deseo mimético engendra quizá todavía más una teoría del
conflicto que una teoría del deseo».
En consecuencia, se relaciona el
deseo mimético con el
conflicto.
Obras
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Casi la totalidad de sus obras fueron publicadas originalmente en francés, pero
han sido traducidas también al inglés, y más tardíamente al español y a otros
idiomas, libros que según Michel TREGUER son insólitos y poseen títulos
incongruentes que bordean los límites de diversas disciplinas, como filosofía,
literatura, historia, antropología y estudios bíblicos. Sin embargo, GIRARD no
pretende abarcar una gran masa amorfa de conocimientos, sino más bien trata
de rastrear desde diversas
perspectivas lo que él denomina su
intuición primaria, que no es otra
cosa que su concepción de mímesis
(teoría mimética) y todo lo que se
desprende de ella.
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El misterio de nuestro mundo. Claves para una interpretación
antropológica (1982).
La ruta antigua de los hombres perversos (1989).
Aquel por el que llega el escándalo (2006).
1.2.4. CASTORIADIS
En el origen de la
evolución de sus ideas hay
una experiencia, la de la
Segunda Guerra Mundial y
la ocupación alemana. No
viene al caso contar cómo
un adolescente, al
descubrir el marxismo,
creyó serle fiel ingresando
en las Juventudes
Comunistas bajo la
dictadura de Metaxas, ni
por qué pudo creer,
después de la ocupación
de Grecia y el ataque
alemán contra Rusia, que
la orientación chovinista del PC griego y la constitución de un Frente
Nacional de Liberación (EAM) era el resultado de una desviación local
que podía ser corregida con una lucha ideológica dentro del partido.
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La sustitución de argumentos por porras, y la radio rusa, se encargaron
de que cambiara rápidamente de opinión. El carácter reaccionario del
Partido Comunista, de su política, de sus métodos, de su régimen
interno, así como el cretinismo que impregnaba, entonces como ahora,
cualquier discurso o texto que emanara de la dirección del Partido
Comunista, aparecían con claridad absoluta. No es, pues, de extrañar
que, en esas circunstancias de
tiempo y de lugar, esas
comprobaciones lo llevaran al
trotskismo, cuya fracción más
izquierdista desarrollaba una
crítica sin compromisos tanto
del estalinismo como de los
trotskistas «derechistas» (que,
como supimos más tarde,
cuando se restablecieron las
comunicaciones interrumpidas
desde 1936, representaban el
verdadero «espíritu» —sit venia
verbo— de la IV Internacional)
Posteriormente se trasladó a
Francia, en 1946, cuando estalló
totalmente la Guerra Civil en su
país. Ahí continuó sus estudios
de Filosofía en el Instituto de
Francia y se unió al Parti
Communiste Internationaliste
(PCI), donde conoció a Claude
Lefort, con quien creó el famoso
grupo Socialisme ou Barbarie, en el cual se llegó a relacionar con figuras
como Edgar Morin, Henry Lefebvre, François Lyotard y Guy Debord,
entre otros. En 1948 se separaron del PCI por diferencias dogmáticas e
iniciaron la publicación de sus análisis y opiniones en una revista que
llevaría el mismo nombre del grupo.
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de París (EFP), fundada por Jacques Lacan, con quien comenzó a tener
desavenencias en 1967.
«Su atención teórica se va a dirigir al imaginario, al grado cero del lenguaje y del
pensamiento, a los magmas simbólicos que alientan y estimulan la acción
humana al margen de causas y razones de carácter puramente lógico. Va a
explorar lo imprevisible de un sentido humano que estalla al albur de
semejanzas, analogías y asociaciones metafóricas. Si hasta ahora había
personificado en el proletariado el poder renovador de la vida social, a partir de
estos momentos empezará a diseñar una idea de acción (transformadora) sin
pensar en un sujeto/conciencia concreto».
Influencia
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estructuralista, tanto las versiones de Michel Foucault, Roland Barthes, Louis
Althusser, Gilles Deleuze y Félix Guattari, así como el método y posturas
lacanianas.
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La mayoría de este material se encuentra fuera de catálogo o circulación. La
reflexión en esta etapa, que de una u otra forma deriva en la siguiente, se
puede entender como un período de estudio del pensamiento marxista y sus
consecuencias. Primero en el seno del dogmático KKE y luego en las críticas no
comprometidas del trotskismo sobre la URSS, lo que propicia la creación de
Socialisme ou Barbarie, en donde se observa las consecuencias de las
jerarquías dentro de la sociedad rusa soviética.
«Un siglo después del Manifiesto Comunista, treinta años después de la Revolución Rusa,
después de victorias deslumbrantes y derrotas abismales, el movimiento revolucionario
parece haber desaparecido (...). Más que nunca se trata hoy de una cuestión de
“marxismo”, de “socialismo” de la clase obrera y de un nuevo período histórico, pero más
que nunca el verdadero marxismo ha sido burlado, el socialismo vilipendiado; más que
nunca la clase obrera ha sido vendida y traicionada por aquellos que dicen ser sus
representantes (...). Parece que el “socialismo” se hubiera realizado en países que tienen
cuatrocientos millones de habitantes. Pero es un “socialismo” inesperable de los campos
de concentración, de una explotación social inhumana y de una dictadura atroz, de una
imbecilidad generalizada».
«Habiendo partido del marxismo revolucionario, hemos llegado al punto en el que había
que elegir entre seguir siendo marxistas o seguir siendo revolucionarios; entre la fidelidad
a una doctrina, que ya no anima desde hace mucho tiempo ni una reflexión ni una
acción, y la fidelidad al proyecto de una transformación radical de la sociedad, que exige
antes que nada que se comprenda lo que quiere transformar y que se identifique lo que,
en la sociedad, contesta realmente esta sociedad y está en lucha contra su forma
presente».
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Obras
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2. Democracia, Estado y globalización
Pluralismo político.
Tolerancia.
Equilibrio de poderes.
Respeto a los derechos ciudadanos.
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Etc.
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o Distintas concepciones acerca de la virtud o acerca de lo bueno (es
decir, diversas creencias religiosas, diversos estilos de vida, ideales
diversos, etc.); distintos intereses políticos.
El principio de mayoría,
significa que en elecciones populares o en decisiones de cuerpos
colegiados gane la opción que reúna más votos. Dado que la democracia
supone votaciones, cualquier otro criterio sería menos justo, pues se
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impondría el querer de alguna minoría. Pero el principio de mayoría tiene
riesgos obvios, por lo cual se le añade dos calificaciones:
o La división o separación
de poderes dentro del
Estado, para evitar los
abusos, para que quepa el
pluralismo y para que la
mayoría no aplaste a las
minorías.
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cumplirse de manera más o menos plena, de modo que habrá países más o
menos democráticos que otros y respecto de unos rasgos más que de otros.
«[…] Se trata de una sociedad articulada en grupos diferentes y contrapuestos, entre los
cuales anidan tensiones profundas, se desencadena conflictos lacerantes y se desarrolla un
proceso constante de composición y descomposición. Existe el pluralismo en el nivel
económico allí donde todavía hay en parte una economía de mercado, muchas empresas
en competencia, un sector público diferente del sector privado, etc.; pluralismo político,
porque hay muchos partidos o muchos movimientos políticos que luchan entre ellos, con
votos o con otros medios, por el poder en la sociedad y en el Estado; pluralismo ideológico,
desde el momento en que no existe una sola doctrina de Estado, sino diferentes corrientes
de pensamiento, diversas versiones del mundo, diferentes programas políticos que tienen
una libre actividad y que dan vida a la opinión pública heterogénea variada y polifacética».
Bien puede decirse que hemos ingresado —hace tiempo ya— a un escenario de
democratización de la sociedad en
el que, si bien cobran singular
protagonismo los mecanismos de
democracia directa, un primer peligro
consistiría en creer que lo hacen como
si fueran la antítesis de la democracia
representativa, cuando no son más
que su natural complemento.
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participación ciudadana en los asuntos públicos, en los hechos y las decisiones
terminan siendo monopolio del dictador.
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2.2. Relación entre democracia y Estado
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Así, la Constitución es la expresión jurídica de un hecho político democrático,
esto es, la voluntad del poder constituyente (manifestación de la soberanía
popular). Ello, desde luego, no significa que en el Estado exista algún soberano.
Por el contrario, el Tribunal Constitucional ha manifestado:
«Una vez expresada la voluntad del Poder Constituyente con la creación de la Constitución
del Estado, en el orden formal y sustantivo presidido por ella, no existen soberanos,
poderes absolutos o autarquías. Todo poder (deviene) en un poder constituido por la
Constitución y, por consiguiente, limitado e informado, siempre y en todos los casos, por
su contenido jurídico-normativo».
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2.2.2. El principio democrático y el principio de representación en el
Estado peruano
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Organizaciones políticas (artículo 35 de la Constitución), principio de
alternancia en el poder y de tolerancia.
Además, una serie de derechos fundamentales cuya vinculación directa
con la consolidación y estabilidad de una sociedad democrática hace de
ellos, a su vez, garantías institucionales de esta.
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2.3. La globalización
Es discutible relacionar la
globalización con una dimensión extraeconómica o extratecnológica, pero
en el caso de abarcar cuestiones sociales mundiales (cultura, migración, calidad
de vida, etc.) se usa la expresión aldea global.
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lugar de globalización, anglicismo procedente del inglés globalization, puesto
que en español global no equivale a mundial, como sí ocurre en inglés.
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mano de obra desocupada, también pueden beneficiarse de irregularidades y
debilidades subsistentes en un
determinado país.
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significa que empieza a depender de la inversión externa y entra a un periodo
prolongado de recesión; mientras que en el nivel militar su ejército se
encuentra empantanado en Iraq y Afganistán, en una guerra que está llegando
a ser vista como perdida en términos militares. Aún más serio para ese país es
el hecho de que sus prácticas políticas se alejan cada día más de los consensos
pragmáticos (especialmente su política exterior) que predominaron durante el
ascenso y predominio mundial de EE. UU., lo que dificulta la solución de sus
problemas y pone en cuestión su liderazgo.
Por un lado, se ha
facilitado enormemente
la centralización del
control administrativo y
político a niveles
gubernamentales y
corporativos.
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Es importante anotar que entre los partidarios de la globalización hay corrientes
con visiones encontradas y radicalmente diferentes en su percepción sobre sus
beneficios; este es el caso del liberalismo libertario y el
neoconservadurismo en lo
político, o la escuela austríaca y el
monetarismo/escuela neoclásica en
la doctrina económica.
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apoyar sus visiones, mientras que las fuentes estadísticas proveen un apoyo
fuerte a la globalización:
La esperanza de vida
casi se ha duplicado en
los países en desarrollo
desde la Segunda
Guerra Mundial, y se ha
empezado a acortar la
distancia entre ella y la
de los países
desarrollados, donde el
mejoramiento ha sido
menor. Incluso en los
países del África
subsahariana —la región
menos desarrollada—, la
esperanza de vida ha aumentado de menos de 30 años a alrededor de
50 años, antes de la pandemia de SIDA. La mortalidad infantil ha
decrecido en todas las regiones del mundo en desarrollo.
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9,200 kilojulios por persona por día disminuyó de 56% en 1960 a menos
de 10% en el 2005.
Los proponentes de la
globalización critican
duramente algunas
políticas habituales en
países desarrollados; en
particular, los subsidios a
la agricultura y las tarifas
proteccionistas. Por
ejemplo, casi la mitad del
presupuesto de la Unión
Europea se emplea en su
mayoría a las grandes empresas y granjas industrializadas, que constituyen un
poderoso lobby.
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Estas políticas agotan los recursos de los contribuyentes e incrementa el precio
a los consumidores en los países desarrollados, disminuyen la competencia y
eficiencia, evitan las exportaciones de agricultores más eficientes y otros
sectores en los países en desarrollo y socavan las industrias en las cuales los
países desarrollados tienen ventajas comparativas. Así, las barreras al comercio
dificultan el crecimiento económico de las naciones en desarrollo, lo cual tiene
un efecto negativo en los niveles de vida de la población en general.
2.3.3.1. En lo económico
La creciente privatización de
los sectores económicos,
junto al auge de la empresa
multinacional y el
decaimiento de empresas y
Estados nacionales.
El aumento de la
competencia (en la
economía) que por un lado
incrementa la cantidad y
calidad de los productos, y
por el otro amenaza las
condiciones de trabajo
(incluyendo salarios) y
sobreexplota el medio ambiente.
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los de menor calibre económico y lleva al abandono de intentos
organizados de promover progreso y justicia social.
2.3.3.2. En lo cultural
La posibilidad del
reflorecimiento de culturas
regionales o folclóricas y
valores individuales, en
oposición a la homogenización,
producto de la masificación e
internacionalización de los
medios.
2.3.3.3. En lo político
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El poder político de empresas sobre los países.
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Para algunos, promete una nueva era de riquezas para todos; para
otros, —como Eduardo Galeano— es la seducción de un consumismo que
arruinará económica y moralmente a la mayoría.
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accionistas mayores (es decir, EE. UU.) y no para el beneficio de quienes
lo necesitaban.
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ciudadano», en nuestros países se intenta negar el conflicto y se apela
a la obediencia, se desarrollan los caudillismos conservadores, se practica el
clientelismo, las relaciones sociales se tornan verticales y el rédito son los
«espacios de poder» individualistas.
En los territorios
hispanoamericanos las políticas de
la globalización han llevado a que la
ciudadanía no esté asegurada por
las condiciones sociales de
exclusión. De allí que sea común oír
acerca de «ciudadanos/as de
primera y ciudadanos/as de
segunda», de «ciudadanía asistida»
y «ciudadanía emancipada». El
énfasis que se sigue poniendo en la
acumulación de capital sin
distribución social se corresponde
con un régimen político que, lejos
de asemejarse a las democracias
europeas, vuelve a sumergir a los países de América Latina en uno de los
peores momentos de su historia, de crisis económica y de restricción de sus
autonomías políticas, desde su independencia a la economía mundial. Quizás
por ello despierta esperanzas la alternativa de la «tercera vía», que no deja de
considerar al Estado como ente autónomo frente al mercado.
Por otra parte, los países de la región dependen altamente de los flujos
de capital externo, por lo que deben crear mecanismos para que estos
capitales se dirijan al sector productivo y no a los mercados de valores,
que terminan por depreciar la moneda, hecho que sumado a las altas
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tasas de interés afecta la competitividad del país y golpea la producción
nacional.
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3. Reforma del Estado
De ahí que podríamos definir a las reformas al Estado como procesos inducidos
que responden a grandes acuerdos e intereses que se pacta, y cuyos objetivos
esenciales buscan que el Estado asegure su supervivencia y su funcionalidad
ante los incesantes cambios económicos, políticos y sociales; frente a los cuales
requiere responder eficazmente.
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En efecto, la reforma del Estado comprende procesos que llevan a cambios
sustanciales en la organización y redistribución del poder político, de su
estructura, funcionamiento, de las reglas que rigen a los trabajadores del sector
público para mejorar su desempeño, contribuir positivamente a la
transformación de la vida de la población, y así forjar una nueva relación del
Estado con la ciudadanía.
Por otro lado, es importante indicar que toda Reforma del Estado tiene como
finalidad cambiar las funciones del Estado o de determinadas unidades
orgánicas que lo conforman, mediante cambios significativos en la estructura
del Estado que alteran su funcionamiento para poder responder mejor a las
demandas de la población.
Los procesos de reforma del Estado buscan pasar de un Estado poco flexible, desarticulado,
centralista, ineficaz que no logra brindar una adecuada provisión de servicios a la
ciudadanía, hacia un Estado consagrado al servicio de las personas, ágil y descentralizado,
más cerca de la gente.
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Modernizar constituye un proceso que forma parte de la reforma del Estado y
busca de manera mejorar y agilizar los procesos administrativos al interior del
aparato del Estado, a fin de cumplir con las funciones institucionalmente
asignadas.
Implementar la gestión
por procesos y promover
la simplificación
administrativa en todas las
entidades públicas con el
fin de generar resultados
positivos en la mejora de
los procedimientos y
servicios orientados a los
ciudadanos y empresas.
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Desarrollar un sistema de gestión del conocimiento integrado al sistema
de seguimiento, monitoreo y evaluación de la gestión pública, que
permita obtener lecciones aprendidas de los éxitos y fracasos, y
establezcan mejores prácticas para un nuevo ciclo de gestión.
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Promover la descentralización de las funciones, responsabilidades,
capacidades y recursos de las entidades públicas en los tres niveles de
gobierno con el fin de prestar de manera eficaz, eficiente y transparente
los bienes y servicios públicos que los ciudadanos demandan.
Es transparente y accesible
a los ciudadanos, fomenta
la participación ciudadana,
la integridad pública y
rinde cuentas de su Garantiza los derechos y la
desempeño. igualdad de oportunidades
para todos los ciudadanos.
Desarrollar y optimizar
los procesos de
producción o trabajo (la
«cadena de valor») y los
de soporte (que
alimentan a los
anteriores), con el fin de
alcanzar los niveles de
producción de bienes y
servicios públicos de calidad esperados por la población, con la mayor
eficacia y eficiencia posibles en el uso de los recursos.
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Establecer un sistema de indicadores de desempeño y resultados que le
permitan monitorear y evaluar si los insumos se están transformando en
los productos cuyos resultados son los que los ciudadanos demandan, y
si están aplicando los procesos más eficaces y eficientes.
Finalmente, es importante señalar que para lograr una gestión pública moderna
orientada a resultados, las entidades deben:
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Desarrollar canales para lograr mayor transparencia, accesibilidad,
participación de todos los ciudadanos, y rendición de cuentas por el
Estado.
En ese sentido, la gestión del cambio constituye el motor que hará posible
sostener el salto de una gestión centrada en sí misma a una que enfoque el
accionar del ciudadano.
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Referencias bibliográficas
BIDART CAMPOS, Germán José (1997). Derecho Político. (2.a ed.). Buenos
Aires: Editorial Aguilar.
JELLINEK, George (1954). Teoría general del Estado. Buenos Aires: Editorial
Albatros.
JUSTO LÓPEZ, Mario (1973). Manual de derecho político. Buenos Aires: Editorial
Kapelusz.
KELSEN, Hans (1979). Teoría pura del derecho. México: Universidad Autónoma
de México.
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