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SALAZAR-La_historia_como_ciencia_popular
SALAZAR-La_historia_como_ciencia_popular
Si se hojean las publicaciones científicas, los económica y social donde no había nada? ¿Y
textos escolares y las leyes de la República no fueron ellos también los que, reclutados a la
en relación a la historia general de Chile, a fuerza para el ejército “de la Patria”, ganaron las
su economía, a la estructura de su sociedad, batallas de la Independencia, las guerras contra
a la política del Estado, ¿dónde están los los vecinos del norte y las represiones fratricidas
capítulos en los que se presenta a los chilenos contra el pueblo mapuche y las propias masas
pobres, no como cifra y porcentaje, no en peonales? ¿No se han matado también a sí
cuadros estadísticos y conceptos universales, mismos para mantener el orden social?
sino de modo cualitativo, representando su
vida cotidiana, sus experiencias límites, No hay, en los textos oficiales, ni vida, ni pobres,
sus recuerdos concretos, sus opiniones y ni verdaderos recuerdos. ¿Es eso ciencia
expectativas? ¿Y dónde se deja constancia del social?
estado real de su soberanía?
Cuando la ciencia oficial y la política estatal miran
La Ciencia Social y la Política de Estado al conjunto de los ciudadanos como “totalidad”,
tienden a obviar a menudo lo que J.Habermas miran y ven, por lo tanto, lo que necesitan y
llamó el “mundo de la vida”. Sobre todo, la quieren ver (Salazar, 1990). Lo cual implica que
vida de los pobres. Aquella vida, por ejemplo, su forma de ver y conocer no es exhaustiva. No
que repta asfixiada y violentada bajo el peso es total. La mirada “teórica”, en tanto regida por
abrumador (estadístico) del “salario mínimo” los conceptos abstractos y la estadística, no
(de explotación). Aquella que va desde los integra cognitivamente toda la realidad vital e
afluentes domésticos de su frustración hasta histórica, sino, sólo, ciertos aspectos y escorzos.
la explosión callejera de su impotencia. La vida Y la propia mirada “política” (o gubernamental),
del espacio público, apaleada por la policía, en tanto mira sólo con el ojo único del Estado
encerrada en la cárcel, juzgada por subversiva y no con los dos ojos vivos del ciudadano
y “antisocial”, porque un día cualquiera decidió concreto, tampoco integra toda la realidad, sino,
hacer valer ante todos su dignidad de “vida”. sólo, ciertos aspectos y escorzos. Para esos
Esa vida aprisionada día a día en la mediagua, “aspectos y escorzos”, pues, la vida y los sujetos
aterida por el invierno, inundada por la lluvia, son, de hecho, generalidades anónimas, masas
maniatada por la cesantía. O el aliento de esos sociales desubjetivadas. Un plano despliegue
niños, hundidos en el vertedero de la ciudad, de “cosas”. Por eso, cuando los cientistas
buscando su propia vida. O la de esas niñas sociales “bajan” - de tarde en tarde - a la base
prostituyendo su adolescencia en el frío circular social, no bajan a desenvolver la perspectiva
de las rotondas. ¿Y qué texto oficial recuerda y la historicidad específica de los pobres, sino
lo que esas vidas, pese a todo, hicieron en el a obtener muestras estadísticas teóricamente
pasado y están haciendo en el presente por confiables; mientras los políticos, cuando “van a
todos sus connacionales, incluyendo los que terreno”, lo hacen para reproducir o aumentar la
no son pobres? ¿Aquellas vidas peonales, por muestra electoral que les permite mantener sus
ejemplo, que colonizaron a pie y a mano las cargos representativos o funcionales, y su visión
fronteras mineras, el desierto salitrero, los llanos gubernamental de universalidad o totalidad.
de la frontera sur, las estepas patagónicas, los
pasos cordilleranos, el secano costero y los Es posible que el Estado, en tanto definido por
suburbios de la ciudad? ¿No fueron los pobres la “gobernabilidad” que ejerce sobre la sociedad
144 y vagabundos los que expandieron las fronteras civil, necesite ver la vida y el sujeto social de
económicas del país, los que tejieron vida ese modo. Y es posible que la Ciencia Social,
Additum: La Historia como Ciencia Popular: Despertando a los “Weupifes”
en tanto comprometida con esa gobernabilidad, Es notable que esa involución cultural le ha
necesite mirar, también, del mismo modo. Pero, estado ocurriendo al pueblo chileno desde, tal
¿qué ocurre si el Estado no se define por esa vez, antes de 1973. Probablemente, desde que,
“gobernabilidad”, sino a partir de la soberanía en 1927, el Estado comenzó a burocratizarse
de la sociedad civil sobre el Estado? ¿No y tecnocratizarse, reduciendo la sociedad civil
asumiendo que es la “historia” la que hace a a una condición de masa y comparsa. Y es
los hombres, sino éstos a aquélla? ¿Es posible más notable aún que, en cambio, el pueblo
imaginar o construir una ciencia social invertida, mapuche haya dado y siga dando muestras
de abajo hacia arriba y no de arriba hacia de no querer dejarse atrapar en ese mismo
abajo? proceso involutivo. Que, en este sentido, haya
desarrollado prácticas culturales que le han
El problema es que una ciencia social de arriba permitido y permiten mantener, interpretar y
hacia abajo equivale a dejar la soberanía sistematizar por sí mismos su propia memoria
popular (el poder que permite a los hombres y su propia identidad como pueblo. Que
dominar la historia y no a la inversa) sin ciencia hayan sabido mantener una suerte de ciencia
social. Como si el conocimiento científico, como popular que ha logrado no sólo conservar con
práctica, debiera tener una distribución desigual: vida su identidad, sino también hacer valer
cientifismo para el Estado, acientifismo para la con autonomía, una y otra vez, como pueblo,
Sociedad Civil. Asesoría científica para políticos, su propio proyecto histórico. Es significativo,
pero no para ciudadanos rasos. Pues, entre en este sentido, el papel que desempeña, en
otras cosas, la estadística nacional y oficial, ¿de la historicidad de la identidad mapuche, el
qué le sirve al ciudadano medio en la resolución weupife (equivalente a la figura de historiador
práctica de sus problemas cotidianos? orgánico).
palabra viva, un relato oral de identidad que se proyectos subjetivos de identidad. Como una gran
expone y dramatiza frente al pueblo congregado. mole que termina desvirtuando y esterilizando la
Frente al dueño de esa identidad. No frente al capacidad de acción social e histórica.
vacío de una masa anónima de lectores. Aquí la
historicidad no es un objeto de estudio, sino una Los hechos históricos de los pobres tienen, por
responsabilidad común. todo eso, más tejido humano involucrado que
los hechos normativos de la gobernabilidad.
La gran teoría escrita para la liberación de los Movilizan, por lo mismo, mayores y más grandes
pueblos (el marxismo tradicional) reconoció su masas de historicidad social. Procesos lentos
crisis teórica en el Seminario Internacional de de historia profunda.
Venecia en 1977. Y cuando vivió su derrota
político-militar en Chile en 1973. Y después, Los sistemas de dominación son
en 1989, cuando tuvo que asimilar la caída irremediablemente flacos: están revestidos de
estrepitosa del Muro de Berlín. La gran teoría un magro tejido humano y de un duro esqueleto
triunfante de reemplazo (la del neoliberalismo y normativo. Su masa de historicidad es, por
la posmodernidad) y la sucursal chilena de esa ello, menos profunda: no da cabida a grandes
gran teoría (la teoría de oportunidad mencionada sentimientos, ni a una gran emocionalidad,
más arriba), se consolidaron simultáneamente porque carece de esa gran caja de resonancia
hacia 1988 (año en que F. Fukuyama proclamó que es la memoria social. El Estado no tiene
el fin de la historia y los talleres historiológicos memoria social: tiene archivos. Escrituras.
de resistencia cerraban en Chile sus puertas) Anaqueles. Las órdenes, los decretos, los
practicando un mismo tipo de militancia anti- mandatos (que proyectan poder, sin recibirlo)
populista. Los simulacros de ciencia para el conllevan una subjetividad o intersubjetividad
pueblo se han, pues, eclipsado o carecen hoy mínima. Insignificante. El poder sistémico es
de credibilidad. Sólo queda, triunfante, la ciencia frío, calculador. Puede, por ello, fácilmente,
oficial. caer en la deshumanización.
Si la cultura no es otra cosa que un proceso olvida y forma, como utopía, parte orgánica de
de humanización puesto en marcha por los la memoria), pero no son nunca presas de la
mismos hombres y las mismas mujeres en su amnesia. El sueño de los recuerdos populares
interacción histórica, entonces los pobres y los no es un sueño célibe, sino uno conyugal: el
excluídos, los marginales y perseguidos, van a recuerdo de los hechos de impotencia duerme
controlar siempre, más y mejor, la cultura social creativamente junto al recuerdo de las esperanzas
de los pueblos. Pues la humanización no puede y las utopías frustradas. Por esto, la memoria
sino ser un proceso vivo, propio de sujetos social no es sólo un archivo del tiempo pasado,
que, para superar la negación que los aniquila, pues, también, es un archivo permanente del
crean humanidad y se cultivan a sí mismos. Y futuro que se quedó en cada pasado, sin morir.
los sistemas de dominación son gigantes que Pues la vida no es sólo pasado.
carecen de vida propia.
La memoria del sistema es, sobre todo, una
Pues, ¿qué ocurre si se escudriña detrás de lo bóveda de archivos escritos. Y lo escrito es, en
que ha sido y es la auténtica cultura nacional? lo esencial y lo material, tiempo pretérito. Un
¿La cultura específicamente chilena? registro inerte de lo que fue vida. Por eso, la
memoria del sistema necesita, para revivir, de la
Lo que se descubre allí detrás no son, por lo intermediación de historiadores vivos (si se trata
común, presidentes, generales, ministros y de pasados lejanos) y de las clases políticas
grandes empresarios (que tradicionalmente han activas (si se trata de un pasado normativo
imitado la cultura colonizadora del capitalismo cercano). La memoria popular, en cambio, que
occidental), sino una abigarrada galería de rotos, es memoria de vida, vive de una vez todos los
peones, pirquineros, cateadores, poetas y cantoras tiempos de la historicidad. Es, por eso, una
populares, chinganeras, vivanderas, fondistas, memoria móvil, en transformación constante,
inquilinos, placilleros, labradores, chinchorreros, donde lo pretérito revive y vuelca su olelaje,
veguinos, obreros, vagabundos, etc. que crearon una y otra vez, sobre el futuro, y donde éste
la cultura chilena mientras trataban de humanizarse se revuelve y resignifica lo pasado. Por eso, si
a sí mismos, al margen, en contra y a pesar del la memoria del sistema, en tanto registro inerte
sistema central de dominación que existía y existe del pasado, exige como principio de verdad la
aún en Chile (Salazar ed., 1990). objetividad rígida propia de lo inerte, la memoria
social, en tanto vida en movimiento, exige como
Los microprocesos identitarios de humanización principio de verdad la creatividad y producción
de los pobres y excluídos constituyen un de vida que es propia de la subjetividad. Y
movimiento histórico perpetuo. Constante, por todo eso, la memoria social disuelve los
insistente, monótono, pero infinito. Es el oleaje principios científicos de la objetividad.
cultural de la identidad. Un oleaje que se mueve
sobre su gran mar de fondo: la memoria social, La cultura social es una ciencia de vida. Un
que almacena todas y cada una de las luchas poder histórico que trabaja sobre la base de
identitarias por la humanización de la vida. Todas principios epistemológicos y accionales distintos
sus sales, todos su logros (mínimos para el a las ciencias del sistema de dominación.
sistema, insondables para la identidad), toda su
sangre, sus rabias, sus alegrías, su solidaridad. La gran masa de historicidad que arrastran los
Pues allí los recuerdos se transforman, pero pobres por el subsuelo de la sociedad no es,
no se olvidan. Duermen y sueñan (lo que se en consecuencia, el desecho inerte del sistema 147
quiere ser pero que no puede ser tampoco se de dominación. No constituye una aureola de
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Lo primero, en tanto instala como mecanismo arreglo a una conciencia de clase, o conforme
de regulación social la abierta competencia de a una ideología específica de liberación, sí
mercado, tiende a destruir los lazos asociativos lo están haciendo con arreglo a su memoria
y solidarios al interior de la sociedad civil. Lo histórica, a sus intentos de construir identidad a
segundo, en tanto instala un horizonte global como dé lugar, y con arreglo a sus solidaridades
de competitividad sin freno, tiende a destruir la espontáneas (pese a la guerrilla desintegradora
esperanza y la utopía sociales, eliminando de del Mercado). Al hacer eso de ese modo ¿están
paso el sentido humanizante de la historia. los pobres delirando metafísicamente, o están
asumiendo la realidad concreta de un modo
La intelectualidad pragmática que ha celebrado pragmático y, a la vez, humanizante?.
esos cambios como el advenimiento de la
posmodernidad, ha proclamado con entusiasmo Así es como define el problema, no metafísica,
el fin de la historia, la crisis de la modernidad, sino poéticamente, una pobladora:
la bancarrota del marxismo, la desarticulación
de las clases sociales, la huelga de los Cuando ha pasado el tiempo, y el dolor
acontecimientos históricos y el triunfo de la en vez de marcharse, te golpea
seducción, los simulacros, el sin-sentido y la todos los días con sus diferentes brazos
imagen virtual (J.Baudrillard). A partir de eso, se y tú piensas: algún día me acostumbraré
¿no será tiempo de hacer algo?
niega la existencia de movimientos sociales de
¿de no llorar en silencio?
nuevo tipo. Y en Chile abundan los intelectuales ¿ni morderse de rabia?
que consideran los procesos de búsqueda ¿ni controlar el grito?
identitaria y los intentos de recomposición del Ellos tienen un solo dios: el Poder,
movimiento popular como fundamentalismos lo consolidan los gobiernos
metafísicos o como ridículos particularismos y lo mantienen los pueblos que no gritan
delirantes (por ejemplo, Sabrovsky, 1991: 11- (y si lo hacen, mueren)
13). Para estos cientistas sociales, el Estado los pueblos que no cantan, que no ríen
nacional ya no es la casa de todos los chilenos, aquellos que se humillan…
y menos del bajo pueblo. Pues, para ellos, ¿No será tiempo de hacer algo?
hoy (vale decir: después de Pinochet) la casa (Quintanilla, 1990: 9-10)
de todos es el Mercado. Lo demás, o sea, el
pasado y lo popular no es más que delirium Cuando el impulso a gritar, reír, cantar y hacer
tremens. Algo así como cosa de borrachos, o algo brota de las profundidades identitarias (y
cosa de fanáticos. poéticas) del no acostumbramiento al dolor
sistémico, ¿de qué se trata? ¿Se trata de un
Sin embargo, una cosa es lo que los intelectuales fundamentalismo metafísico y de un ridículo
de oportunidad se dicen a sí mismos para particularismo? ¿O se trata, simplemente, de
legitimar o convencerse de su renovación la vida social tratando ¡otra vez! de construir la
teórica (o su cambio de conciencia), y otra humanización propia y, al mismo tiempo, la de
cosa es lo que, de hecho, están haciendo con todos?
sus vidas los ciudadanos corrientes de carne
y hueso y, sobre todo, los chilenos pobres Los renovados cientistas sociales emiten,
(que, pese a todos los cambios, siguen siendo desde su alta academia, un juicio filosófico
mayoría absoluta dentro de la nación). Pues que, por querer ser objetivo, resulta despectivo.
lo que se observa en el terreno es que, si bien Rosa Quintanilla, pobladora, sumida en los 149
los pobres no están actuando hacia 1992 con bajos fondos del Mercado, habla de qué hacer
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para continuar la vida. ¿Quién de ellos está en y desaparecidos, la cesantía, la detención por
camino de desarrollar una verdadera ciencia sospecha, el cartoneo, la prostitución callejera,
histórica y social? ¿Cuál de ellos tiene interés y la desintegración del hogar, la irrupción de
necesidad de una verdadera ciencia? niños en la calle, el hambre, etc. Ambos tipos de
experiencia constituyeron el delirio histórico a que
Es sin duda notable el tiempo y el interés que los sometió la dictadura a la gran masa de chilenos
sectores populares, desde mediados de la década pobres y ciudadanos opositores. Pues era la
de 1980, le han dedicado al intercambio oral de demolición total del pasado. La desarticulación
sus recuerdos y a la exposición por escrito de de los recuerdos populistas y la decapitación
su memoria colectiva. Que es casi tanto como el de las utopías reformistas y revolucionarias.
interés y el tiempo que han destinado a construir La aniquilación de las identidades colectivas
en su propio territorio nuevas formas asociativas amparadas por el Estado. Fue, pues, la etapa
e inéditas redes sociales de identidad, acción y de la ruptura histórica y el shock identitario.
solidaridad recíproca. Tareas ambas que han
asumido por iniciativa propia, espontánea, Segunda etapa. El aturdimiento provocado
y en la cual las mujeres y los jóvenes, sobre por la fase de shock duró menos de lo que se
todo, han promovido sorprendentes procesos esperaba: ya en 1976 se inició la entrega y
de desarrollo personal, grupal e identitario. La registro, oral y escrito, de testimonios. Es decir:
organización de la memoria y la experiencia la fijación e intercambio de las experiencias
populares no se ha producido, sin embargo, reales acumuladas. Oral: en los campos
como un trabajo puramente intelectual o de prisioneros políticos, en los grupos de
cultural, sino como parte de un movimiento más familiares de detenidos y desaparecidos, en
ancho de reagrupación social y reformulación las poblaciones populares, en los patios de las
identitaria, donde es difícil aislar o separar una iglesias. Escritos: en los archivos de la naciente
dimensión de las otras. Un movimiento cultural Vicaría de la Solidaridad de la Iglesia Católica,
de humanización básica que, pese a todo, se en las primeras organizaciones nacionales
ha instalado y desarrollado por debajo o en los e internacionales de derechos humanos, en
intersticios del tejido tensional y desintegrador agencias extranjeras de solidaridad. De este
tramado por el Mercado, a todo nivel, en la modo, frente a una memoria oficial que no
sociedad chilena. quería recordar ni registrar; que quería imponer
en el espacio público la amnesia y el olvido, la
Dentro de ese movimiento, es posible memoria social aceró su voluntad de recordar,
distinguir, aproximadamente, siete etapas de archivar y registrar. Oralmente, y por escrito.
desenvolvimiento científico de la memoria Y éste era el delirio por conservar la vida, la
histórica del bajo pueblo post-dictatorial. verdad y la identidad.
La primera etapa se configuró cuando los Tercera etapa. Entregar, intercambiar y registrar
chilenos pobres, simplemente, padecieron y testimonios, sin embargo, no era suficiente. Era
absorbieron las experiencias límites provocadas preciso, además, dialogar en vivo las nuevas y
por el golpe militar: la prisión, la tortura, la antiguas experiencias. Conversar e interpretar
muerte, la cesantía, el miedo, la delación, su contenido y su significado. Su repercusión
la destrucción de los gremios, los partidos transversal, en todos los sentidos del tiempo. Es
políticos populares, etc. A las que se sumaron decir: era necesario recoger, organizar y pulir la
150 luego las experiencias de acomodación: las memoria colectiva. Así surgieron los espacios
frustrantes diligencias judiciales por los presos de encuentro, los talleres de identidad, los de
Additum: La Historia como Ciencia Popular: Despertando a los “Weupifes”
autoestima y las metodologías participativas Quinta etapa. Corrían los años 1988-1990.
que, junto con impulsar el desarrollo de un Encajonada por la violencia política popular,
nuevo tipo de educación popular (en rigor: auto- la dictadura concedió el plebiscito, la elección
educación), formaban las células germinales de presidencial y el arranque del primer gobierno
una (micro) democracia social y participativa. civil después de 17 años de gobierno militar.
En esta etapa, la memoria social tendía a ¿Qué hizo entonces el movimiento popular?
colectivizarse y a unir la memoria de las Bajó el volumen de su fuego historicista.
experiencias límites con la memoria emergente Racionalizando su desbocado delirium
de la identidad colectiva y con la tendencia a tremens, concedió a las negociantes clases
abrir cursos de acción e historia nueva (¿no políticas un tiempo de gracia. Y aceptó dar
será tiempo de hacer algo?). a esas clases políticas una oportunidad:
prueben, ahora, que la democracia neoliberal
Cuarta etapa. Hacia 1983, los grupos populares es mejor que la dictadura neoliberal. Al frenar el
(y de ciudadanos corrientes) ya habían movimiento popular la velocidad y virulencia de
intercambiado y dialogado una gran parte de su acción histórica, y al asentarse en paralelo
sus experiencias dictatoriales y neoliberales. la democracia neoliberal, los intelectuales
Suficiente como para reconocer la naturaleza opositores se fueron, en masa, al nuevo
del nuevo período histórico y la profundidad gobierno, y las ONGs (incluyendo la misma
y anchura de la nueva identidad popular. El educación popular), por tanto, se debilitaron.
intercambio, la evaluación y la interpretación Apareció la ciencia oficial en la faz pública del
de las experiencias ya estaban, de algún Estado (los militares no habían necesitado
modo, concluidas y clarificadas: la situación echar mano de esa ciencia, excepto al momento
era insoportablemente deshumanizadora y, de su retirada), y con ella la consiguiente
por tanto, sólo cabía inaugurar una resistencia desvalorización de los testimonios, experiencias
masiva, pasando del diálogo introspectivo a y acciones históricas de la masa popular. Para
la acción directa colectiva. La mayoría sintió la ciencia oficial se terminaba la etapa de la
entonces llamear, en su interior, el imperativo memoria y se iniciaba la etapa del recuerdo
categórico de la historicidad. Otro delirium en la medida de lo (políticamente) posible.
tremens: esta vez, el de desafiar y enfrentar, Como cabe comprender, para la emergente
a como diera lugar, el poder armado y la ciencia popular, esta fase fue de estagnación,
fragilidad política de la dictadura. ¿A nombre incertidumbre y, aun, de retroceso.
de qué? Nada más simple: a nombre de la
vida, la identidad y la humanización. Y durante Sexta etapa. La memorización popular,
cinco años consecutivos (1983-1987), a costo sin embargo, no se detuvo. A la tregua del
de sangre y muerte, las masas populares período 1988-1990, siguió rauda la experiencia
lucharon contra la dictadura, hasta derrotarla democrática del período 1990-1992, que
cívica y políticamente. De este modo, pudieron popularmente fue bautizada como los años del
dejar registro, no sólo en su memoria privada o desencanto. La experiencia vivida durante estos
comunitaria sino también en la memoria pública años, como es natural, se integró y agregó a la
nacional y mundial, de las acciones y gestas ya vigilante memoria popular, que a esta altura
históricas que realizaron por sí mismas, como ya no olvidaba ni desperdiciaba nada. Y se inició
una masa ciudadana que había aprendido a un nuevo intercambio privado y comunitario
regirse, no por el sistema que lo dominaba, sino de testimonios, experiencias y críticas, esta
por su propia memoria. vez sin el amparo orgánico de la solidaridad 151
internacional y sin el apoyo de la mayoría de
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las ONGs, pero referido a la eficiencia social que interesa aquí es, sobre todo, la tendencia
de la nueva democracia. Pues las bases de los grupos populares no sólo a dejar registro
populares, tras diez años de resistencia, de oral y escrito de sus testimonios individuales,
un modo u otro, habían aprendido a recordar. sino a investigar y sistematizar sus recuerdos
No sólo espontáneamente, sino también con colectivos. Pues esa tendencia revela su
arreglo a métodos cualitativos y proyectos conciencia de que, ahora, ellos están en la
autogestionados. La recordación popular, ni se historia, que son sujetos y actores de ella y
detuvo ni fue ingenua. Y esta vez la recordación que son constructores de la realidad inmediata
trabajó no para resistir la dictadura, sino para de sus vidas. Tanto más cuanto que el Estado
moverse con autonomía relativa dentro de una está más preocupado por integrarse al mercado
democracia que no satisfacía a ningún chileno mundial que representarlos a ellos. Saben que
pobre. Y se registró y dialogó el modo de vivir su capacidad para construir su propia realidad
en democracia sin estar de acuerdo con ella. Y pone de relieve, de un modo u otro, su poder
se orientó la memoria social hacia las formas social e histórico. La conciencia de este poder,
sociales y culturales que expresaban el no estar por mínimo y personal que sea, ha acrecentado
ni ahí con el nuevo sistema dominante. Pero su asertividad cultural, de un lado y de otro,
que consolidaran el estar con las identidades acentuando su autonomía y su desinterés
sociales que, bajo dictadura o bajo democracia, respecto al sistema democrático vigente. De
el pueblo había aprendido a darse a sí mismo este modo, ni el apoliticismo ni la indiferencia
(incluso aquellas identidades transitorias del movimiento popular (sobre todo de su gran
vinculadas al alcohol, la droga o la violencia masa juvenil) por la política y la ciencia oficial del
delictual). La memoria social giró sobre sí sistema dominante ceden o disminuyen, sino al
misma, moviéndose desde las identidades de contrario. Sin duda, se trata de una etapa que
supervivencia y resistencia (bajo la dictadura puede ser larga, lenta y opaca. Pero se trata de
neoliberal) a las de convivencia autónoma y una transición por abajo que, de no mediar un
reproyección histórica (bajo la democracia entendimiento inteligente entre las dos ciencias,
neoliberal). Como si la baja sociedad civil se camina hacia un nuevo e impredecible reventón
hubiera decidido a asumirse a sí misma como tal, histórico.
al margen del Estado, a tientas en el Mercado,
y en búsqueda de un nuevo proyecto histórico Ciertamente, las etapas anotadas son
para sí misma y, tal vez, para el conjunto de la distinciones conceptuales. En los hechos
sociedad chilena. Un proyecto que, esta vez, mismos, todas se disolvieron en un proceso
no se dedujera de las grandes teorías, sino que histórico continuo. Que ha sido el proceso de
naciera de la experiencia popular, la memoria asimilación ininterrumpida de las experiencias
social y las identidades autónomas que de polares que se han vivido (represión, muerte,
aquéllas se desprendieran. cesantía y tortura, al principio; rabia, comunidad,
identidad, acción directa y protesta, después;
La séptima etapa es aquella que se inicia con frenaje, tregua, alegría y desencanto, al final,
el desencanto y el no estar ni ahí, y continúa y, de nuevo, cerrando el círculo: identidad,
con el desarrollo cultural, lento y progresivo, de autonomía, indiferencia política y búsqueda
las autonomías identitarias y proyectuales que socio-cultural de un proyecto propio, esta vez
se habían venido fraguando desde que se hizo como parte de un principio propio). El ciclo
(brutalmente) evidente la desocialización del histórico de las clases políticas se inició con el
152 Estado y la no solidaridad del Mercado. Ese golpe militar y terminó con la transición pactada.
desarrollo tiene, sin duda, muchas facetas. La El movimiento popular vivió el ciclo de las clases
Additum: La Historia como Ciencia Popular: Despertando a los “Weupifes”
uniendo, por tanto, la memoria del pasado con que tales. Desde ya, es significativo que un
las urgencias accionales del presente (Micheli et número creciente de estudiantes de Historia
al., 1989). Entre 1989 y 1991 surgieron múltiples esté trabajando sus Tesis de Licenciatura o
talleres en los que, colectivamente, grupos de Magister en el campo de la historia social
de mujeres, de campesinos o de pobladores popular, incorporando a su bagaje metodológico
recordaron juntos para publicar sus respectivas y epistemológico el trabajo de campo y cara a
memorias históricas (por ejemplo, Orozco et al., cara propio de la emergente historia oral (cfr.
1990). En la actualidad, algunos historiadores Cáceres, 1990).
locales procuran investigar la historia local
basados en los métodos de la historia oral En todo caso, es evidente, a esta altura, que
como un medio de potenciar la identidad local y los emergentes weupifes del bajo pueblo no
los proyectos de desarrollo local en un sentido caminan solos: de hecho, van en compañía
más amplio2. de los historiadores de la nueva historia
(generación de 1985), del creciente número de
No es posible, al momento, predecir el desarrollo licenciados en Historia y Ciencias Sociales que
e impacto que podrá tener este emergente se orienta hacia los procesos sociales concretos
movimiento historiográfico popular. Es evidente y, también, del decreciente pero leal número
que, por de pronto, es un movimiento que de educadores populares, que se mantienen
necesita de apoyo institucional externo para activos. El movimiento conjunto, pues, no es
desplegarse. Sobre todo respecto a los insignificante.
problemas de financiamiento y trabajo editorial
(el movimiento popular de la época de Luis Emilio 4. ¿Para qué sirve la historiografía popular?
Recabarren no tenía estos problemas, porque
las sociedades mutuales y mancomunales Refiriéndose a la historia oral, matriz
disponían no sólo de fondos propios, sino metodológica de la historiografía popular,
también de imprentas y editoriales). Ha sido, un importante cientista social inglés, Paul
por eso, importante el apoyo de la Iglesia Thompson, escribió:
(obispado de Ancud, vicarías de solidaridad,
etc.) y de algunas ONGs (caso de ECO, SUR y la historia oral es una historia hecha con la gente misma
del Taller de Acción Cultural, TAC, entre otras). Permite que el protagonismo no se circunscriba sólo a
Es un hecho que los historiadores de la nueva las elites, sino que abarque también a la masa anónima
historia están trabajando en la misma temática de la gente Consigue que la Historia pase por dentro
y hacia afuera de la comunidad. Ayuda a los menos
y orientación estratégica que los historiadores
privilegiados, y sobre todo a los viejos, a recuperar su
locales del bajo pueblo (o weupifes), pero es dignidad y autoconfianza Desafía los mitos fijados por la
importante que no se confundan, ni que los historia oficial, los juicios autoritarios de la tradición En
primeros sustituyan o marginen el trabajo de fin, humaniza a todos los seres humanos (Thompson,
los segundos. Y es un tema a considerar y 1988: 21).
discutir si la Universidad (reformada) debería
o podría incentivar y dar el marco adecuado al Un grupo de lavanderas de Santiago, que
desarrollo de los weupifes populares en tanto pesquisaron y escribieron la historia de su taller
de lavandería, escribieron:
2
Son pioneros en esta línea los trabajos de L.Morales (1989) y de
154 G.Hernández (1990). El historiador Mario Garcés está orientando
su trabajo de investigación-acción dentro de esta misma línea.
Additum: La Historia como Ciencia Popular: Despertando a los “Weupifes”
El haber hecho este libro es una prueba de que estamos 5. Modalidades de la historiografía popular
educándonos. Ha sido tan importante para nosotras la
historia del taller que, por eso, surgió la necesidad de darlo La ciencia popular no es una praxis académica, ni
a conocer, para que sirva a otras organizaciones El libro
individual, ni profesional, ni curricular. Tampoco
es una arma de lucha (Taller de Lavandería La Esperanza,
es institucional. En rigor, es un proceso histórico
1984: 201).
cultural y un movimiento social. Y esto es no
sólo más ancho y diverso que los procesos
Y ellas mismas dijeron:
científicos formales, sino también mucho más
Sabemos cuál es nuestro lugar en la sociedad, y a través
complejo, menos formalizado y, por tanto,
de nuestra historia vamos comprobando que somos más difuso, lento e invisible. Pero no menos
capaces de transformar la realidad (198). trabajado.
nueva historia, por ejemplo), pero como proceso a) Variante historiográfico-popular. Consiste en
coadyuvante, solidario o complementario, no el trabajo de un investigador o coordinador
hegemónico ni sustitutivo. Son dos ramales externo (profesional o no, historiador o
cognitivos distintos, así como dos formas cientista social) que, en base a entrevistas
diferentes de praxis social e histórica. Donde, sin individuales y grupales, reúne testimonios
embargo, tanto la historiografía popular como la diversos de una comunidad o grupo social
nueva historia convergen y forman parte de un popular. A partir de esos testimonios, el
mismo movimiento cultural, social e histórico. coordinador, por sí mismo o con la ayuda
de alguno de los entrevistados, compone
Tratándose de acciones cognitivas emprendidas un relato histórico objetivo y coherente (se
por grupos o colectivos sociales en función de suele enfatizar los orígenes del grupo y sus
sus necesidades históricas, la ciencia popular mayores logros). Los testimonios transcritos
no puede trabajar sus verdades sino como constituyen la totalidad o la mayor parte del
verdades concretas, particulares, diversas y texto. El relato, una vez terminado, puede
locales. La memoria colectiva es inevitablemente o no devolverse al grupo de referencia
particular y local. Si esta ciencia o memoria para discutirlo, pulirlo, o para considerar
promueve la acción identitaria e histórica, lo como parte del texto las reacciones que
hace a través de diversos procesos particulares genere. En este último caso, el análisis del
que, si convergen coincidentalmente, no es por texto puede servir de base para montar un
derivación de su estructura epistemológica (que taller de identidad o de memoria colectiva.
es local y diversa), sino porque los distintos O bien, puede publicarse, en cualquiera
actores populares están homogenizados de las versiones trabajadas. La variante
previamente por un mismo sistema estructural historiográfico-popular es la más conocida,
de dominación. Por esto, la ciencia popular, a y ha sido predominante durante el período
la inversa de la ciencia formal, no se propone 1984-1991. Ejemplos de ella han sido los
producir conocimientos de lo general o una cuadernos históricos de Chiloé y los relatos
teoría de la totalidad, sino conocimientos de la colección Constructores de ciudad.
particulares (de orientación accional) que
no están obsesionados por dar el salto a b) El taller de historia. Esta variante presupone
la abstracción y la generalidad, puesto que que los propios miembros de un grupo,
tienden, más bien, a incentivar una serie de colectivo o comunidad se constituyen
procesos históricos particulares que convergen como equipo de trabajo para reconstituir
en producir una determinada realidad (o su memoria histórica, o escribir un relato
verdad). Que, con poca ciencia, no será más basado en la misma. Pueden necesitar
que un reventón histórico (miel sobre hojuelas un coordinador externo, pero sólo para los
para los aparatos represivos), pero que, con efectos de asesoría general y, sobre todo,
más ciencia, bien podría ser un modelo más para las tareas de edición y publicación.
humanizado de sociedad. El taller permite aclarar los hechos y los
procesos, profundizar los consensos,
Considerando estos parámetros generales, destacar los logros y las dificultades,
se comprende que la ciencia o historiografía desarrollar el trabajo en equipo y, sobre todo,
popular no puede ser, tampoco, una y unívoca, fortalecer la identidad colectiva lo suficiente
sino diversa y multívoca. Se anotarán a para dar nuevos impulsos a la línea de
156 continuación algunas de sus variantes. acción del grupo. La publicación del trabajo
(y de la historia particular de que se trate)
Additum: La Historia como Ciencia Popular: Despertando a los “Weupifes”
No de modo directo, sin duda, pero sí por vía ahora, y promueve acciones que propenden
indirecta. Esto es: multiplicando las instancias a cambiar la realidad en torno nuestro. Es
o espacios donde los sujetos populares se decir: en lo inmediato. En el pasaje de la
encuentren, dialoguen, recuerden y evalúen población. En un grupo de esquina o en un
críticamente la coyuntura histórica que están taller productivo de señoras. Sus cambios
viviendo. La congregación de los ciudadanos, son como granos de arena que se desplazan
cara a cara y en un plano relajado de igualdad, unos sobre otros. ¿Significa esto que los
permite la libre expresión del pensamiento y la weupifes del pueblo realizan sólo tareas
creatividad, lo cual crea una atmósfera favorable microscópicas, redundantes en pequeños
para que sentimientos o recuerdos profundos proyectos, que se agotan en seis meses, un
puedan socializarse e integrarse a la memoria año, o dos? ¿Significa que, por eso mismo,
colectiva. En una congregación de pobladores carecen de sentido y real trascendencia
realizada en la comuna de La Granja en junio histórica y política? La respuesta es sí, de
de 1990, María Leorita Sandoval, sintió que darse los grupos populares por satisfechos
ella podía decir allí lo que sentía y leyó, por con autorretratos instantáneos de sí mismos.
tanto, lo que había escrito. Su poema decía: Pero la respuesta es no, si comprenden
que son millones los granos de arena que
Para quien quiera se desplazan unos sobre otros y que todos
escuchar mi voz, así ellos tienden a moverse, más o menos
sabrán quién soy y por quién ruego simultáneamente, en la misma dirección.
Al saber que día a día Los grupos juveniles, por ejemplo, que desde
me iba quedando sola
la calle demuestran indiferencia al sistema
rodeada de mucha gente
que no me veía
y, a la vez, construyen desafiantemente
pasaban sin darse cuenta una identidad y una manifestación cultural
de lo mucho que sufría. para ellos mismos, no son uno o dos, sino
Mi cansancio no valía decenas de miles a lo largo de todo Chile,
ni menos mis sacrificios y no sólo ahora, sino que desde hace
pues, eso, me correspondía (Sandoval, 1990). décadas. Puede entenderse como lógico
que el sistema dominante no quiera ver la
Muchos ciudadanos pobres de la República masividad y movilidad histórica coincidentes
de Chile viven sitiéndose solos pero rodeados de los grupos populares, pero resulta
de mucha gente que no los ven, ni se dan menos lógico que los grupos populares no
cuenta. Asumiendo que su soledad, su sepan ver la existencia de ese movimiento
cansancio y su dolor no son relevantes para mayor, que trabaja en otra escala de la
nadie, porque es lo que corresponde. Pero historia. La ciencia popular es eficiente en
María Leorita pudo decir eso, precisamente promover cambios en la micro-realidad
eso, en la congregación de sus iguales. Y su circundante. Está bien: es su tarea básica,
valentía en decirlo permitió que su poema (y esencial. Pero su segunda tarea esencial
la denuncia que conlleva) fuera escuchado, es enseñar a ver esa otra escala y nivel del
circulara y que, ahora, podamos publicarlo, movimiento social del pueblo. El otro plano
para que siga circulando. donde puede proyectarse el poder social de
las comunidades y grupos locales. O sea:
e) La ciencia como proyecto histórico y ese plano donde pesan históricamente las
158 movimiento social. La ciencia popular, como coincidencias, las convergencias y el peso
se dijo, opera en lo particular, en el aquí y gravitacional totalizado del conjunto global de
Additum: La Historia como Ciencia Popular: Despertando a los “Weupifes”
granos de arena en movimiento. La memoria ese quehacer con el trabajo de los cientistas
social directa (o sea: la basada en testimonios sociales que investigan el proceso social a
individuales o grupales) no da cuenta, ni nivel nacional y con los militantes sociales
completa ni rigurosamente, de la escala que consideren el imperativo señalado como
mayor de magnitud del movimiento popular. un deber inscrito en su propia conciencia
Por eso, por tradición, se tiende a confiar política. Esta coordinación, sin embargo, no
esa escala al trabajo de los representantes debe llevar la ciencia popular a una situación
políticos y a la investigación de los cientistas de dependencia, como ha ocurrido con el
sociales profesionales. Pero políticos e trabajo social de algunas ONGs3.
intelectuales, como se dijo, no ven, ni a partir
de la memoria social ni a partir de los sujetos f) La reversión epistemológica. La ciencia
de carne y hueso, sino desde los conceptos popular investiga y promueve la acción desde
universales y la estadística nacional. Se abajo hacia arriba y desde dentro hacia
produce, entremedio, un vacío cognitivo, fuera. Como tal, más que ciencia del pasado
provocado en parte por el corto alcance o de alguno de los hitos polares del tiempo,
científico y político de la memoria popular, es la ciencia de la historicidad; es decir: de
y en parte por el larguísimo o desenfocado la acción y el movimiento emanado desde el
alcance de la ciencia y la política oficiales. interior de la identidad social. Como tal, cada
¿Quién debe llenar ese vacío? Sin duda: sujeto popular e incluso cada ciudadano
quien necesita más hacerlo. Y en Chile, puede y debe ser su propio historiador, su
no cabe duda: lo necesita hacer la ciencia propio científico social y su propio político.
popular. ¿Cómo? De una parte, exigiendo, Como ser humano y sujeto cognoscente, en
de cada micro-proyecto popular, cognitivo lo que se refiere a la vida y la soberanía, ese
y/o de desarrollo, su proyección hacia su sujeto no tiene que delegar nada, ni tiene que
escala mayor inmediata, su continuidad ser sustituido ni usurpado por ningún tipo de
en el tiempo (más allá de los límites del representante. Tomada esa decisión, puede
financiamiento externo) y la conversión de y debe constituirse en el eje protagónico de
las tendencias socio-culturales en objetivos toda investigación histórico-social, de toda
políticos de corto y mediano alcance. Sin planificación política y de toda construcción
el avance desde lo micro a lo macro no se teórica. Si exige su derecho a ocupar esa
logrará la plena eficiencia histórica de la posición y esgrime su legítimo poder para
ciencia popular, pues las transformaciones hacerlo, desarrolla un movimiento cognitivo,
en lo pequeño y las satisfacciones puramente intelectual y político que plantea una radical
personales o grupales por lo hecho revolución epistemológica en la sociedad,
localmente a partir de la memoria, aunque la universidad y en el sistema político. No
forman parte de la historicidad popular, se trata aquí, como cabe suponer, de una
carecen de poder sobre las magnitudes del determinada práctica historiográfica o una
proceso histórico nacional, a menos que determina disciplina de la ciencia popular,
se integren unas con otras, para potenciar sino, más bien, de la práctica de una
la simulteneidad y coincidencia de todos. actitud epistemológica, frente a la ciencia
Por cierto, el imperativo de la proyección,
continuidad y conversión del quehacer 3
El autor gestiona un proyecto de investigación (FONDECYT,
de los weupifes populares se concreta, 1991-1992) que asume la historia popular en este sentido. El
también, en muchas variantes. Y muchas proyecto se está realizando con los pobladores de la comuna de 159
de ellas plantean la necesidad de coordinar San Miguel.
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formal, frente a la política formal, frente a la por su rabia, sus meras consignas o por la
educación y frente a la sociedad. Actitud que fe que depositan en sus eventuales líderes o
no responde a una alternativa analíticamente representantes. No pueden continuar actuando
construida, sino al ejercicio del derecho sin ciencia propia. Dejando de lado sus
cultural inherente al ejercicio real de la experiencia y su memoria colectiva. Reincidiendo
soberanía. Sin el desarrollo de una actitud en los reventones sociales, en las resignaciones
epistémica de este tipo, la ciencia social no populistas y en la inútil irracionalidad histórica.
podrá ni desarrollarse ni ser eficiente en los Los viejos discursos liderales y vanguardistas
planos macroscópicos de la historia popular. de las clases políticas civil y militar deben ser
desechados y remplazados por un discurso
g) La ciencia popular como ciencia de la metodológico elaborado y practicado por el
comunidad nacional. La ciencia popular, propio pueblo. Un discurso capaz de imponer
como ciencia de la memoria, la identidad y tanto la verdad socialmente construida como la
la acción de los sujetos de carne y hueso; construcción social de la realidad (circundante
en cuanto ciencia de la soberanía popular, y nacional).
se mueve en dirección a la totalización (no
como salto al vacío de la abstracción, sino ¿Cuál es el principio epistemológico que rige
como integración y totalización, práctica e y define la metodología adecuada a la ciencia
histórica, de los poderes sociales y culturales popular?
del pueblo). Pasa, en consecuencia, de
cubrir lo local a cubrir lo comunal, y de aquí a Para esa ciencia, el problema de la verdad
lo regional, y de aquí a lo nacional. Recorre objetiva está prácticamente resuelto desde la
todo el trayecto que dominan la ciencia y la partida, por el hecho de que el punto de arranque
política formales según la gobernabilidad, es la certeza inherente a la experiencia social,
pero en sentido inverso. Esto es: no bajando al testimonio directo, a la memoria colectiva. No
de lo general a lo particular, sino de lo tiene sentido, aquí, investigar lo que ya se sabe
particular a la integración totalizadora. No y lo que ya se es. Si es necesario investigar
bajando normativamente y por mandato, eso, no es una necesidad central ni estratégica,
sino subiendo culturalmente y por consenso sino más bien secundaria o suplementaria.
democrático. Si logra coronar este movimiento El problema cognitivo mayor a resolver en el
reconstruyendo el sistema social global, podrá mundo popular es la diversidad de lo particular,
entonces sustituir la planificación estratégica el estado de dispersión de la experiencia social
(mecánica, estadística y abstracta) de la y el relativo desconocimiento de todos sobre
gobernabilidad, por los nuevos contratos los parámetros macroscópicos de su mundo
sociales que puedan surgir del consenso y la y su propio movimiento (ver más arriba). La
voluntad del pueblo. Es la aplicación política necesidad metodológica se vuelca, en este caso,
de lo que alguna vez Luis Emilio Recabarren hacia el problema de cómo descubrir lo común
llamó la inteligencia del pueblo, la que en lo diverso, sistematizar el estado caótico de
desarrolló toda su vida, hasta su muerte. los particularismos, cómo desarrollar y proyectar
lo común hacia los planos macroscópicos de
6. Historicidad y metodología la sociedad y, sobre todo, cómo construir un
consenso cognitivo entre todos, a efecto de
En su actual situación histórica, el movimiento constituir la capacidad y el poder que permitan
160 popular y el de los ciudadanos comunes y producir la realidad que se requiere. En este
corrientes ya no pueden continuar guiándose caso, la necesidad metodológica se vuelca,
Additum: La Historia como Ciencia Popular: Despertando a los “Weupifes”
como dijo la pobladora citada más arriba, hacia orbi. Pues es un conjunto de herramientas
la cuestión del poder. útiles para desbrozar el camino que se debe
construir. Herramientas que pueden ser útiles
Se comprende que la necesidad metodológica para un tramo del camino, pero no para el
la experimenta (o debería experimentarla) cada siguiente. Que, por lo tanto, puedan ser, llegado
grupo popular concreto (cada grano de arena), el caso, desechadas. Pues, por ejemplo, el
y el método, en consecuencia, no puede método para descubrir lo común en lo diverso
consistir sino en el camino histórico-social que no es necesariamente el mismo para dinamizar
va desde cada uno de esos grupos hacia la lo común hasta convertirlo en poder histórico,
globalidad sobre la que interesa, en defintiva, como ése tampoco es el mismo que se requiere
actuar como poder. No puede haber, por tanto, para pasar de la lógica más o menos unívoca
un método único, sino muchos, tantos como de la identidad a la lógica multívoca y tensa de
grupos necesiten hacer el recorrido hacia la lo nacional. O como el que se requiere para
globalidad. Por tanto, tampoco puede haber un producir la dirección unificada del movimiento o
método general que opere como un decálogo administrar los impactos que produce el propio
académico obligatorio (como ocurre con las avance de ese movimiento.
ciencias sociales que trabajan con herramientas
del siglo XIX), que compele a sus practicantes En términos generales, lo más que cabe decir
a memorizarlo, a aplicarlo mecánicamente sobre la metodología inherente a la ciencia
y considerar como verdadero todo lo que popular, aparte de su obvia naturaleza oral
aparezca tras su aplicación. La metodología, e interaccional, es que se rige y armoniza en
en la ciencia popular, es una tarea a realizar función de ciertas orientaciones generales
por cada grupo. El método, por definición, en de historicidad y que, dentro de estas
este caso, es esencialmente constructible, orientaciones (que configuran un proceso o
según responsabilidad de cada cual; según proyecto histórico), cabe distinguir algunas
cada experiencia y cada realidad. Por eso, en etapas metodológicas (no un paquete cerrado
su punto de arranque, los métodos de la ciencia de métodos confiables).
popular parten de todos los puntos cardinales
de su diversidad, pero con una orientación Dentro de la orientación general de historicidad,
común. Como un masivo peregrinaje hacia cabe diferenciar, cuando menos, tres importantes
un lugar sagrado. Por donde el problema etapas metodológicas:
metodológico esencial a resolver es cómo trazar
el derrotero específico que cada cual, desde su a) la que se refiere a cómo desarrollar el auto-
particularizado arranque, debe recorrer para conocimiento del sujeto o actor popular
converger hacia un mismo punto total. Porque (a partir de la memoria individual, grupal o
se trata de una metodología para que los sujetos comunitaria) que se asumirá como sujeto de
históricos hagan la historia que necesitan hacer, poder o actor protagónico en el movimiento
no para develar, fuera de la historia, lo que es social;
éste o aquél objeto.
b) la que se refiere a la socialización del
Aquí, el método es reclamado por un proceso conocimiento obtenido, a objeto de
vital en marcha, no impuesto por una función desarrollar identidades colectivas y la
sistémica. No tiene que, por esto mismo, proyección de ellas hacia los planos
proclamar leyes del conocimiento, conclusiones macroscópicos del movimiento social, y 161
unversales, ni predicar sus hallazgos urbi et
Revista Austral de Ciencias Sociales 11: 143-168, 2006
• Es evidente que el movimiento popular no paso de un proceso que puede alcanzar mayor
puede desenvolver su identidad, concentrar extensión y fuerza en las décadas próximas (las
su sinergia y desarrollar su proyecto histórico transiciones por abajo no son noticia de cada
sino a través de un proceso complejo, día). Lo que hay hasta ahora es, sin duda, poco.
cambiante y de largo plazo, en el transcurso Pero lo poco que es, es más firme e insistente
del cual necesitará realizar, no una, sino varios de lo que algunas autoridades quisieran. Pues
y sucesivas sistematizaciones metodológicas en este campo hay identidades fuertes. Y en
de su experiencia y de la de otros. Si el torno a él, adversarios poderosos que lo miran
proceso de su realización histórica es largo, con sospecha.
la tarea de adecuación metodológica es
permanente, siempre inconclusa y nunca El despertar de los weupifes es exactamente eso:
definitiva. La mantención y frescura de su un despertar. Un despertar rodeado de muchas
poder sinérgico dependerá de ello. y grandes tareas por hacer. La sistematización
de la enorme memoria popular que lleva casi
• Lo anterior presupone que el movimiento dos siglos acumulando datos y sentimientos
social y cultural no puede detenerse en la no es una tarea a realizar en un día o dos, en
percepción o creencia de que, en un cierto un semestre académico o en una generación.
momento o en una cierta coyuntura, se Pues involucra devolver a los chilenos pobres
logró el éxito, o que la historia llegó a su fin su inteligencia social (L. E. Recabarren) y, con
por simple culminación. El movimiento de ella, su expropiada soberanía histórica.
humanización (que es el que, en el fondo,
rige al movimiento social popular) no tiene ¿Dónde comenzar? Los rebrotes se han
edades de oro ni etapas clásicas que presentado dispersos, pero en el mismo territorio
induzcan a los sujetos a mirarse hacia atrás, popular. En sus poblaciones, en sus comunas,
a contemplar su juventud triunfante y a adorar en sus barrios marginales. Por ahora, en esas
el monumento levantado a su propio pasado. bases que orientan su acción mirando hacia el
Cada día tiene su héroe. Cada lucha tiene gobierno local.
su mito. Cada futuro es más glorioso que
cualquier pasado exitoso. El aprendizaje de Nuestro deber es convencernos cada vez más de que sólo
lo que vale y pesa la historicidad es, tal vez, la progresiva capacidad del pueblo será efectivamente
la mayor culminación de esta metodología. el arma formidable que ha de producir la reorganización
de la sociedad Pero la capacidad progresiva del pueblo
7. Perspectivas no se adquiere en períodos de eterna teorización, ni
en interminables ejercicios huelguísticos, sino que esa
capacitación debe adquirirse en la práctica de la vida
La Historia, como ciencia popular, es hoy un Cuando las poblaciones, las familias aglomeradas en
rebrote actualizado de prácticas culturales de cada municipio desarrollen una amplia labor municipal, se
la memoria que el bajo pueblo desarrolló en el habrán colocado en el camino que conduce a la perfección
pasado. Es altamente significativo que, ahora, progresiva de sus medios de vida (Recabarren, 1917
en esta coyuntura histórica neoliberal, se haya [1971]: 449).
presentado ese rebrote. Tan significativo como
para pensar que él no es más que el primer La Reina, febrero-marzo de 1992.
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Additum: La Historia como Ciencia Popular: Despertando a los “Weupifes”
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