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Sabaté - Guerrilla Urbana en España (1945-1960) - Antonio Téllez Solà - Memoria, Fourth, 2005 - Virus - 9788460418610 - Anna's Archive
Sabaté - Guerrilla Urbana en España (1945-1960) - Antonio Téllez Solà - Memoria, Fourth, 2005 - Virus - 9788460418610 - Anna's Archive
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Antonio Téllez Solá
SABATE
Guerrilla urbana en España
(1945-1960)
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Guerra a la violencia: éste es el móvil
esencial del anarquismo. Desgraciadamen-
te, con mucha frecuencia. contra la violen-
cia no existe otro medio de defensa que la
violencia. Pero, incluso entonces, no es
violento el que se defiende, sino el que obliga
a los otros a tenerse que defender; no es
violento el que recurre al arma homicida
contra el usurpador armado que atenta a su
vida, a su libertad, a su pan. El asesino es el
que pone a otros en la terrible necesidad de
matar o morir.
Es el derecho a la defensa, que se
convierte en sacrificio, en sublime holo-
causto al principio de solidaridad humana,
cuando el hombre no se defiende a símismo,
sino que defiende a los Otros en su propio
perjuicio, afrontando serenamente la es-
clavitud, la tortura, la muerte.
ERRICO MALATESTA
LA GENESIS DE UN LIBRO
Ímpr:.ra m:
Imprenta LUNA
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LA GENESIS DE UN LIBRO
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LA GENESIS DE UN LIBRO
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SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
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SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
para una vida distinta de la que el Poder teje para nosotros, porque aún
en las condiciones más adversas siempre salen hombres y mujeres que
tienen el sorprendente arrojo de negarse a ser sometidos.
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SABATE
21
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
ANTONIO TELLEZ
París, mayo de 1972, y
Barcelona, diciembre de 1991
20
SABATE
rección general de Carabineros. Sanjurjo, marqués del Rif, fuejefe del Alzamiento
nacional en 1936. Nació en Pamplona el 28 de marzo de 1872 y falleció el 20
dejulio de 1936 en Portugal, en un accidente de aviación, cuando se trasladaba
a España para ponerse a la cabeza del ejército sublevado. Su muerte dio paso
al general Francisco Franco Bahamonde.
1 Miguel García-Bravo, diputado por Sevilla, hizo una dramática exposi-
ción de la situación en la capital andaluza. Sólo en el trimestre octubre-
diciembre de 1931 se registraron: 300 huelgas parciales, estallaron muchísimas
bombas y petardos, menudearon los atracos y atentados personales, las
víctimas se contaban por decenas. _
2 La Guardia Civil, como su nombre no indica, es un cuerpo militar
uniformado. Fundada en 1844 por Francisco Javier Girón y Ezpeleta, segundo
duque de Ahumada (1803-1872), teóricamente para combatir el bandolerismo
rural, debía ser una garantía de las clases dominantes en el poder como hierro
de lanza en la represión de la clase obrera. La Guardia Civil se vio confiar
rápidamente toda clase de misiones de orden gubernativo, policial, judicial y
fiscal. En 1940 absorbió el cuerpo de Carabineros. En 1969, el Cuerpo contaba
con unos 60.000 hombres y, 9 años después, en 1978, unos 80.000. Por decreto
publicado en el Boletín oficial del 26 de febrero de 1977, la Guardia Civil pasó
a depender directamente del Ministerio del Ejército; hasta esta fecha dependía
delos Ministerios del Ejército y de la Gobernación. En el decreto se especificaba
que la nueva afectación se haría asin perjuicio de las competencias que los
Ministerios del Interior y de Hacienda tienen sobre ella en cumplimiento de
misiones especiales».
3 Texto citado por Joaquín Arrarás en: Historia dela Segunda República
Española, Editora Nacional, Madrid, 1968.
28
SABATE
LA GUERRA CIVIL
zada por Juan García Oliverl , instaló su primer cuartel general en una
amplia casa de campo próxima a Vicien (Huesca), denominada <<Castillo
de San Juan». José Sabaté fue nombrado jefe de centuria y El Quico
responsable de 20 hombres.
Cuando más tarde se constituyó el Ejército popular (militariza-
ción de las milicias), dos combatientes de Los Aguiluchos, Miguel
García Vivancos2 y Gregorio Jover Cortés3, fueron designados para el
mando de las divisiones 25 y 28, respectivamente, ambas confedera-
les.
Los Aguiluchos libraron su primera batalla importante el lº de
septiembre, defendiendo el pueblo oscense de Huerrios (a unos 2 km
al oeste de Huesca, al norte de la Ermita de Loreto, en la línea de
ferrocarril Huesca-J aca). Los milicianos resistieron victoriosamente
el ataque de las fuerzas del general faccioso Gregorio de Benito
Terraza, muy superiores en número, y tuvieron que aguantar un verda-
dero diluvio de metralla escupido por la artillería y los morteros.
Luego, en estrecha colaboración con fuerzas del POUM, participaron
en los ataques contra Estrecho Quinto y Monte Aragón, que dirigió el
coronel de Infantería José Villalba Rubio, comandante militar de
Barbastro al estallar la sublevación y que puso su guarnición a las
órdenes de la República.
Estrecho Quinto está situado a unos 7 km de Huesca, después de
cruzar el puente sobre el río Flumen, en la carretera Huesca-Monzón.
Los Aguiluchos se infiltraron por los flancos, ocuparon Tierz y Qui—
cena, cortaron la carretera de Huesca y el 3 septiembre Estrecho
Quinto quedaba completamente cercado, siendo ocupado el día 30.
Como que no tratamos aquí de historiar las batallas en los frentes,
diremos que los dos hermanos actuaron en la guerra como otros miles
de combatientes que salieron voluntarios a ofrendar la vida para cortar
el paso al fascismo.
Muchos milicianos, anticipándose a los barbudos cubanos de Sierra
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SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
lo buscaba sin descanso para pedirle cuentas por la muerte del comi-
sario Ariño.
El Quico sabía perfectamente que la cosa no iba en broma ya que,
días antes, su amigo Alejandro, uno de los que desertó con él, fue
identificado en Barcelona y acribillado a balazos sin la menor contem-
plación.
Conducido a la comisaría de Sants, los agentes del SIM, que
conocían todos los antecedentes de Sabaté, le hicieron una jugarreta
para reirse de él. En una oficina colindante dejaron un naranjero
<<olvidado» sobre una mesa. Le quitaron las esposas y lo hicieron
penetrar en la habitación. Como habían previsto, al ver el arma se
abalanzó inmediatamente a ella y encañonó a los guardias que lo
rodeaban. Su reacción fue acogida con una carcajada general. El
subfusil, por supuesto, estaba descargado. Sabaté recibió a continua-
ción una de las palizas más fenomenales de su vida.
El Comité regional de Cataluña de la CNT se enteró de que Sabaté
había sido detenido y tuvo que poner en juego'toda su influencia para
que fuera trasladado a la Cárcel Modelo y evitar así su asesinato, sin
otra forma de proceso, en cualquier checa].
Por otra parte, la caída de Sabaté permitió localizar, debido a
ciertas cartas que le encontraron encima, a Matías Burró Esteban, el
deserth número tres, que se encontraba h03pitalizado en Aigiies de
Ribes (Gerona) a consecuencia de una herida mal curada recibida en el
frente.
En el mismo hospital, en la cama vecina, se encontraba otro
compañero del mismo batallón, Alejandro Tiburcio, el cual presenció
la llegada de los chequistas y telefoneó inmediatamente a Ramón
Liarte Vin, que entonces era Secretario del Comité regional de Cata-
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SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
Este, con el cañón de una pistola contra las costillas, cruzó las fuerzas
que acordonaban la estación.
Esta vez El Quico se incorporó, sin más percances, a la 121
brigada de la 26 división (Durruti), donde, entre compañeros, prosi-
guió el combate ya perdido contra el franquismo. Ya en las postrime-
rías de la guerra, participó en las desesperada resistencia en el Montsec
-premiada con la medalla al valor- donde secciones enteras perecieron
sepultadas en los parapetos desmenuzados por la metralla enemiga.
Con su división se replegó a lo largo del río Segre, hacia la Sierra
del Cadí, donde se tenía el propósito de ofrecer una resistencia numan-
tina, proyecto que fue desautorizado por el alto mando y también por
los comités de las organizaciones libertarias que ya evacuaban hacia
Francia.
El 10 de febrero de 1939 las fuerzas de la 26 división cruzaban la
frontera por el sector de Puigcerdá. Eran las últimas tropas organiza-
das que abandonaban Cataluña. Sabaté, con sus compañeros de divi-
sión, fue internado en el campo de concentración de Vernet dºAriége.
Pero El Quico, que no había nacido para vivir entre alambradas,
al poco tiempo se fugó de aquel encierro. Cabe señalar aquí una actitud
inesperada de este hombre sin ley ni miedo: después de rodar algún
tiempo por los Pirineos, hambriento y físicamente deshecho, pues
estaba enfermo de los pulmones, regresó voluntariamente al campo de
concentración -esta vez a la enfermería— y aceptó el destino de los
alambres de púas. Francia lo intimidaba: << ¡Eso de hablar —decía— y que
no te entiendan; eso de oír hablar y no saber lo que te dicen...!»
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
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SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
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IV
ESPERANZAS
CONFUSIÓN
Ollas (León). Fue varias veces secretario del CN de la CNT y uno de los
delegados que visitaron en 1920 la URSS para examinar si la Organización
confederal debía adherirse a la Sindical roja creada a raíz del triunfo de la
revolución soviética. Durante la guerra civil fue nombrado, en octubre de 1937,
vicecomisario general del ejército, en representación del Partido Sindicalista.
Falleció en Bagá, Barcelona, el 11 de diciembre de 1937.
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SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
ACCIÓN
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SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
hacia Sabaté, como quien no quiere la cosa. Este, cuando llegó a unos
ocho metros de ellos, sacó velozmente la pistola <<Mauser» que llevaba
amartillada y apuntó como si fuera a disparar. La sorpresa de los que
allí estaban para sorprender no es para describir. La reacción inmedia-
ta fue dar media vuelta y salir de estampía.
El Quico, si hubiese querido, podía haber hecho entonces varias
dianas, pues donde ponía el ojo ponía la bala.
Cuando los agentes disfrazados calcularon que se encontraban a
una distancia prudencial del arma del Quico hicieron frente y dispa-
raron sus pistolas, pero Sabaté rehusó el combate y desapareció sin ser
molestado. Era urgente advertir a sus amigos de la ratonera que
representaba la lechería. Pero varios elementos del grupo ya habían
sido identificados, entre ellos Jaime Pares (El Abisinio). Este, seguido
discretamente, se encontraba en inminente peligro: la policía conocía
su domicilio, que era la casa de una hermana que residía en Travesera
de Gracia, cerca del HOSpital de San Pablo.
Después del tiroteo de la calle Santa Teresa, la policía compren-
dió que ya no caería nadie en el garlito y juzgó que convenía pasar
inmediatamente a la acción si no quería perder todo el fruto de su
esfuerzo.
La familia de la lechería fue detenida inmediatamente, por donde
es posible que lograran descubrir los domicilios de Sabaté y de Juan
Salas (El Roger). Este descubrimiento no tenía en realidad la menor
importancia, pues la primera medida que tomó El Quico fue no volver
más por su casa, ni tan siquiera para recoger las cosas más importantes,
pero, por desfortuna, fue algo más tarde la desgracia del Roger.
La primera víctima fue El Abisiniol. El día 9 de mayo de 1946,
cuando iba a entrar en su casa, fue acribillado a balazos desde su propia
escalera donde lo estaban esperando. Jaime Parés murió sin poder
esbozar el menor ademán de defensaº.
1 ElAbisiniotenía en Barcelona un hermano, Luis, que mantenía mucha
relación con Sabaté y su grupo. Como medida de precaución también abandonó
el domicilio que tenia en la calle Urgel y se refugió en una casa de l'Hospitalet
de Llobregat que Sabaté le indicó. Sin embargo, cometió la imprudencia de ir
a visitar a su novia y de indicarle su nueva dirección. La policía, que ya le seguía
la pista, detuvo a la novia y por ella supieron su nuevo paradero. Felizmente, la
policía fue a buscarlo cuando Luis Parás ya había salido camino de Francia,
donde llegó sin novedad.
2 Jaime Parás nació en Barcelona en 1910. Desde muy joven perteneció
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SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
había sido detenido sin que nadie se enterara y fue él quien condujo a
los policías a la cita que tenía con Miralles. También fue a parar a la
cárcel Guillermo Ganuza Navarro, miembro de los grupos de acción,
y otros nueve jóvenes libertarios. En total 39 compañeros fueron a
parar a los sótanos de la Jefatura.
También cayó el CR de la FAI y la imprenta donde se editaba el
órgano peninsular Tierra y Libertad, del cual sólo se habían impreso
dos números en la calle Mallorca, nº 612.
La represión también llegó a Zaragoza, donde detuvieron a Ignacio
Zubizarreta Aspas y a Wenceslao _Jiménez Orive, entre otros. El
primero moriría en la cárcel,
El 29 de noviembre de 1946 estallaba en Barcelona una bomba de
gran potencia en las oficinas de los periódicos falangistas Solidaridad
Nacional y La Prensa, causando un muerto, tres heridos y daños de
consideración. Este sabotaje fue perpetrado por varios comunistas y
un joven libertariol.
A últimos del año, el 12 de diciembre, caía el nuevo Secretario del
CR de Cataluña de la CNT, Félix Carrasquer Launedº, de 39 años. Este
compañero era ciego, pero pocos podían aventajarlo en actividad y
entusiasmo. Con él cayeron los demás miembros del comité: su herma-
no Francisco, Pedro Mora, llegado de Francia como delegado perma-
nente del exilio, María Ausió, Agustí Ballester Ibars (Juan Vázquez
Solano) y el delegado de Defensa, que también se llamaba Mora, pero
sin ningún parentesco con el otro3.
Con la detención de José Lluís Facerías en el mes de agosto, el
1 La causa por este acto de sabotaje se vio el 13 de octubre de 1948. Angel
Carrero Sancho, Joaquín Puig Pidemunt, Pedro Valverde Fuentes y Numen
Mestre Ferrando, acusados de ser los autores, fueron condenados a muerte y
ejecutados el 17 de febrero de 1949.
2 Félix Carrasquer nació en Albacete de Cinca el 4 de noviembre de 1905.
En 1936 fue miembro del Comité peninsular de la FAI. En 19441ue miembro del
Comité regional de la CNT de Cataluña. En 1959 se marchó a Francia, y en 1971
regresó a Barcelona donde se instaló definitivamente. Sobre la vida y obra de
Félix Carrasquer puede consultarse el nº 90 de la revista uAnthropos», Barce-
lona, 1988.
3 Todos estos compañeros salieron en libertad provisional el 3 de julio de
1947. Por cierto que el mismo día de su salida ingresaban en la cárcel los
miembros del GR posterior, con Hermes Piquer Fargas (Juan Figueras) como
Secretario general.
ACCIÓN
ANTIFASCISTAS:
No basta con abstenerse de votar, hay
que aconsejar que no voten a los que
creen que votando <<NO» se oponen eficaz-
mente a la perpetuación del régimen fran-
quista. Que todo el mundo sepa que votan-
do en pro 0 en contra de la risible <<Ley
de Sucesión» se vota por la continuidad
del fascismo.
¡NO VOTAR!
CNT-FAI-FIJL. MUJER:
Los que te privan de todos los
derechos, te conceden el de votar
para que les ayudes insconscien—
temente a perpetuar la miseria
y la esclavitud que les mantienen
en la opulencia.
se digna. NO VOTES.
JUVENTUDES LIBERTARIAS DE
CATALUNA Y BALEARES.
TRABAJADOR:
Votar <<NO» significa considerar
legal el Régimen impuesto por
la fuerza por Franco y sus alia-
dos los nacifascistas italo-germa-
nos, con el consentimiento del
capitalismo mundial.
NO VOTES. ¡Guerra al Fascismo!
CNT-FAI-FIJ L
95
SABATE. GUERR[LLA URBANA EN ESPANA
como veremos más adelante, había caído bajo las balas de la Guardia Civil en
enero de 1960, junto con Francisco Sabaté Llopart. Flamia falleció en París, en
1972, en un accidente de carretera.
1 Enrique Martínez salió en libertad provisional el 25 de marzo de 1948.
2 Por la FIJL de Cataluña asistieron: Celedonio García Casino, Francisco
Ballester Orovitg y Manuel Ramos Fernández (Mangrané); en representación
dela FIJL en Francia: Francisco Martínez Márquez, junto con Liberto Sarrau en
calidad de asesor». Como delegado del MLE-CNT en el exilio: José Peirats
Valls. En el nº 4 de Juventud Libre de Madrid se dio amplia información sobre
el Pleno. Este número de Juventud Libretue reproducido en el nº 113 de Ruta
de Toulouse. A raíz de dicho Pleno, el Comité peninsular de la FIJL lanzó un
manifiesto contra el sindicalismo político, que no reproducimos aquí debido a su
amplitud, pero que puede leerse en el nº 1.008 de Cultura Pro/etaria de Nueva
York.
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SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
103
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
PROBLEMAS EN FRANCIA
105
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
un atraco.
Alquilaron un taxi en la calle Marqués de Sentmenat, y al pasar
por delante del campo de fútbol de Las Corts, hicieron descender al
conductor después de <<requisarle» la documentación y la gorra, pero
prometiéndole que al cabo de un par de horas lo recuperaría todo.
Serían poco más de las diez y media de la mañana cuando se presen—
taron en la sucursal del Banco de Bilbao de la calle Mallorca, 419. Al
cajero, Fernando Aranda Berberán, le obligaron a abrir la caja de
caudales y se apoderaron de 179.917 pesetas, de un sobre con parti—
cipaciones de la Lotería nacional -ningún número salió premiado- y de
una sortija de brillantes que el director del establecimiento bancario
valoró en 20.000 pesetas.
Después de encerrar a los empleados y público en el despacho de
la dirección y de cortar las líneas telefónicas se dieron a la fuga. El
taxi, d0cumentación y gorra fueron encontrados en la calle de Nuestra
Señora del Coll, en la barriada de Vallcarca. El botín fue entregado a
la caja del MLR.
En este duodécimo mes del año 1947 se desencadenó una nueva
represión en toda España. Decimos nueva aunque, como se puede
apreciar a través de nuestro relato, resulta difícil situar dónde termina-
ba una y comenzaba otra; lo cierto es que los militantes del ML iban
a parar a la cárcel sin interrupción.
Primero fue detenida la compañera Mercedes de la Cruz y en su
domicilio de Sevilla la policía encontró abundante documentación de
la FAI y de la FIJL, así como algunas armas y explosivos. En la misma
ciudad, el día 20 era capturado Manuel Rodríguez, también con docu—
mentación y dinero de la Organización.
El día 26 detenían en Madrid, en el cine <<Sevilla», a Manuel
Galve. En su poder encontraron una pistola. El día 27 caía Angel
Urzaiz, de 33 años, Secretario de Defensa del Comité peninsular de la
FAI. En su domicilio encontraron los archivos del Comité y sellos de
cotización. Le siguió Gabriel Cruz Simó, de 29 años, Secretario de
Defensa del CR del Centro de la FAI; el día 28, Eusebio Cabrera, de 50
años, maestro racionalista. Le encontraron ejemplares clandestinos de
Tierra y Libertad y Juventud libre, recibos de expediciones efectuadas
y diverso material de propaganda.
Fue por estas fechas cuando la Comisión intercontinental en
Francia decidió enviar un delegado directo al CN del Movimiento
107
PROBLEMAS EN FRANCIA
Cuando más tarde se reunieron con los otros dos del grupo, que
habían tomado las de Villadiego al iniciarse el jaleo, Francisco Massip
le explicó -según nos dijo el propio Francisco Sabaté- que se había
dado cuenta de que no llevaba la pistola, y que, como vivía en las
inmediaciones, había… ido a buscarla.
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SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
TERROR EN BARCELONA
de julio de 1943.
1 El agente Álvaro Varela, ya siendo inspector, detuvo en Madrid, en 1973,
a un compañero que llevaba un ejemplar de la primera edición de este libro y
le explicó, mientras le daba tortazos, que lo del tiro en el muslo era mentira. Lo
dejamos, pues, consignado.
2 Oswaldo tenía 27 años. Hacía cinco que había ingresado en el cuerpo.
120
TERROR EN BARCELONA
la Cruz Roja de Collblanc, sita en la calle del Progreso -así como uno
de los chóferes, con herida leve de bala—, se le practicó una cura de
urgencia. López pasó a continuación al HOSpital Militar, donde fue
objeto de varias intervenciones quirúrgicas y, aun en estado de pronós-
tico grave, fue llevado a la Jefatura superior de Policía para ser
interrogado tranquilamente fuera de la presencia embarazosa del
personal médico. Fue allí donde tuvo la inmensa satisfacción de saber
que Sabaté había logrado salvarse.
No disponemos de ningún detalle que nos permita deducir cómo
pudo llegar la policía a la casa de la Torrasa. José Sabaté, su hermano
Francisco y José López debían salir al día siguiente hacia Francia. El
Quico les aconsejó pasar la noche en el monte, pero José decidió
dormir en un buen colchón antes de emprender la caminata. López, que
también prefería la seguridad más incómoda del campo, se dejó con-
vencer en el último momento. Por consiguiente, este alto, puramente
accidental e imprevisto, no era conocido, en principio, de nadie, salvo
de los propios interesados y del matrimonio que vivía en la casa…
129
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
por pura casualidad- de que la policía había ocupado el mismo día otro
domicilio conocido de la localidad, en el cual habían montado un
servicio de guardia permanente en espera de que por allí acudiera
alguno de los dos hermanos. Quintela iba tendiendo una tupida red
alrededor de los dos hombres y no descuidaba la menor posibilidad.
En la casa invadida por los sabuesos había un niño que lloraba sin
parar y una niña de unos 10 años. Los policías, poco entusiastas y
nerviosos por la misión que se les había encomendado, pues escasea-
ban los que iban alegremente a la captura de los hermanos Sabaté,
tenían los nervios de punta debido al insistente berrear del rorro. Uno
de los agentes, que había agotado la paciencia, se dirigió a la madre de
la criatura entre gritos e imprecaciones:
-¡Ya estoy hasta la coronilla! ¡Haga callar a ese chico, rediós!
-Eso se dice pronto -replicó la buena mujer-. Es la hora del
biberón y no tengo en casa ni una gota de leche. Déjenme bajar a
comprar... o permitan al menos que vaya la niña…
Los policías no querían que saliera nadie de la casa, pues temían
-con justa razón- que corriera la noticia y les fallara la trampa tendida.
Los gritos de hambre del pequeñuelo les hicieron infringir la consigna
y accedieron a que la chica fuera a comprar la leche, pero acompañada
por un guardia.
El ángel guardián, por vergíienza o para que no se viera que
escoltaba a una chiquilla, dejó que entrara sola en la lechería mientras
él esperaba en la puerta. Lo primero que hizo la rapaza al llegar al
mostrador fue decir, haciéndose la interesante:
-¿Sabe usted...?, tenemos la casa llena de policías...
Era suficiente. Al poco rato lo sabía todo el barrio y Francisco fue
informado del caso y quedó justificadamente intranquilo. Pensó, lógi-
camente, que alguien había denunciado la casa y que los hombres de
la brigadilla social, de hilo en ovillo, quizá llegarían a donde ellos
estaban. Pero José se encontraba todavía muy débil, había perdido
mucha sangre, y su traslado, con los polizontes al acecho, presentaba
dificultades. ¿Qué hacer?
Después de examinar el problema por todos los costados, El
Quico pensó que convenía salir de allí, pero sin precipitarse, después
de preparar, sin perder tiempo, todo lo necesario para escapar con las
mayores probabilidades de éxito.
Reunió todo el material de compromiso que tenía en aquella casa,
133
SABATE. GUERR[LLA URBANA EN ESPANA
la plaza Universidad.
El día de la cita, El Quico, como medida de prudencia, pasó antes
de la hora con un taxi por el lugar convenido y observó gran despliegue
de policías. No quedaba duda, su compañero había sido detenido y los
secuaces de Polo y Quintela conocían el lugar del encuentro. Efecti-
vamente, así era, José González había sido aprehendido en las escaleras
del tren subterráneo de la plaza de Cataluñal.
compra del vehículo y afirmó que fue él quien abonó el importe del
mismo.
En fin, entre los objetos encontrados en el lugar del hecho
figuraban tres boinas que fueron enviadas al laboratorio para que
fueran analizadas. Los especialistas, por los cabellos que encontraron
en ellas, dictaminaron <<que existía una probabilidad, muy próxima a
la certitud», de que Sabaté hubiese utilizado una de las prendas.
Pero, el 26 de julio de 1950 se dictaba un auto de sobreseimiento
en favor del Quico fundamentado en la insuficiencia de pruebas. Era
permitido creer que, con esta decisión de la justicia, Sabaté liquidaba
su litigio en Francia. Esperanzas mal fundadas por cierto, pues el caso
de Peage de Roussillon lo persiguió hasta la muerte, por no decir que
fue lo que lo condujo directamente a ella.
expondremos a continuación.
Esta detención tuvo como primera consecuencia el abandono del
Mas Casenove Loubettel , que quedó bajo el control de las autoridades.
Leonor, con sus hijas, se fue a vivir a Toulouse.
Este fue el primer <<crimen» que Sabaté purgó en Francia -
tenencia ilícita de armas y explosivos-, condena que la prensa fran-
quista explotó ampliamente y que los jerarcas de la Jefatura de Barcelona
consideraron, con justa razón, como un éxito personal.
Pero… ¿Por qué Sabaté purgó más pena de la que dictaminaba la
sentencia?
En páginas anteriores nos referimos a un atraco perpetrado por
desconocidos contra la fábrica Rhone Poulenc, en Peage de Roussillon,
el 7 de mayo de 1948. Pues bien, Sabaté fue inculpado de participación
en el mismo y, para que así fuera, las autoridades españolas colabora-
ron muy activamente.
Carlos Vidal, propietario legal del coche con el cual se efectuó el
frustrado atraco, fue detenido en Barcelona el 4 de junio de 1949, el
mismo día que lo era Sabaté en Francia. Interrogado inmediatamente
por exhorto judicial, declaró que el vehículo matriculado a su nombre
pertenecía en realidad a un tal Francisco Sabaté y que éste, el 3 de
mayo de 1948, le había encargado que condujera el coche a Perpiñán,
cosa que hizo, y que luego le pidió que con el mismo vehículo fuera a
Lyon,… 3 lo cual se negó.
Estas declaraciones de un hombre preso en España, contra un
resistente que desde hacía años escapaba a una constante persecución,
fueron, pues, las que provocaron la inculpación de Sabaté, ya detenido
en Montpellier como dejamos dicho.
En la investigación subsiguiente la policía francesa descubrió que
El Quico había enviado un telegrama a su compañera Leonor el 19 de
abril de 1948 -menos de un mes antes del atraco- desde la oficina de
correos de Saint-Fonts, Ródano, que demostraba la presencia de Sabaté
en la región poco antes de los hechos.
El garajista de Tolón, vendedor del automóvil, reconoció formal-
mente a Sabaté como la persona que acompañó a Vidal durante la
148
IX
EXTERMINACIÓN
Sabaté en 1936
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
III
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
miento Libertario que tenía su sede en Toulouse. Pedro Mateu, que era
entonces el Secretario de Coordinación, es decir, el encargado de la
actividad antifranquista en España, le dijo que cuando fuera necesario
ya lo llamaría y, mientras tanto, lo recomendó a los compañeros de la
Federación local de Carmaux (Tarn) para que le buscaran trabajo. El
20 de septiembre de 1948 entró a trabajar en una mina de la compañía
<<Houilléres d'Aquitaine» y muy pronto le encargaron el manejo de una
rozadora, máquina que arranca el carbón en las galerías de avance.
Muy culto y sumamente entusiasta, Helios hablaba perfectamente el
español, francés y esperanto, además del italiano que era su lengua
materna. Siempre en su idea-de marchar a España, a finales de mayo de
1949 volvió a Toulouse para insistir en su deseo. Fue entonces cuando
conoció a José Sabaté, con el que entabló gran amistad. Por razones
que no vienen al caso, tampoco esta vez pudo ir a España y después de
esperar unos dos meses en la capital del Languedoc regresó de nuevo
a Carmaux, donde trabajó varias semanas en la construcción hasta que
lo llamaron para salir con el grupo ya indicado. En su primer viaje tuvo
la desgracia de perder la vida.
Antes de salir de Carmaux había dejado el encargo de que, si le
pasaba algo, entregaran su ropa y efectos personales a la compañera de
José Sabaté.
El grupo de José Sabaté también había pasado a España por las
mismas fechas, unos días antes que el de Saturnino Culebras, con el
guía Caraquemada. Sus componentes eran, además de José: Luciano
Alpuente, Juan Serrano, Francisco Massip Valls, Jaime Palau Papiol,
Eusebio Montes Brescos y José Pérez Pedrero (Tragapanes). Cruzaron
la frontera por Prats de Molló y, vía Vallfogona de Ripollés y Ripoll,
llegaron sin percance a Olot.
El cansancio los incitó, a partir de esta localidad, a requisar un
vehículo y más tarde otro, llegando así motorizados hasta Vic, sin el
menor tropiezo. Luego, ya en la carretera de lºAmetlla del Vallés,
repitieron la operación, pero tuvieron que abandonar muy pronto el
nuevo vehículo por falta de gasolina. Entonces dieron un alto a un
camión que se dirigía a Sant Feliu de Codines, pero en el mismo
momento vieron llegar un coche particular <<Studebaker» y optaron por
la comodidad y velocidad que ofrecía este último. Su conductor, Jaime
Canuda Rosell, se quedó sin medio de locomoción personal.
Cerca de Rubí, la Guardia Civil ya en alerta debido a los diversos
158
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Francisco Sabaté en 1946.
Francisco Sabaté en la granja de Coustouges,
a un kilómetro de la frontera española en 1947
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IV
El cadáver de Sabaté en San Celoni.
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VI
José Sabaté Llopart, Manuel Sabaté Llopart,
asesinado en Barcelona, el 17 fusilado en el Campo de la Bota
de octubre de 1949. el 24 de febrero de 1950.
XI
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Enrique Martínez
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de agosto de 1949_ <:Catala». El 3 de ¡unto
de 1949, para escapar
a la tortura de los
interrogatorios se
suicidó con cianuro.
XV
Rogelio Madrigal Torres, Pistola—metralladora, gemelos y
muerto porla Guardia Civil en reclamo de Francisco Sabaté en
Enero de 1960, junto con el Museo de armas de la Jefatura
Martin Ruiz y Antonio Miracle, de armamento de la Dirección
miembros del grupo de acción general de la Guardia civil en
de Sabaté. Madrid.
XII
Exr5mmcrón
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XIV
EXTERM[NACIÓN
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XVI
Exrammcróu
sumaron una pareja de guardias que casualmente por allí pasaba. Entre
los disparos que intercambiaron perseguidos y perseguidores, una bala
perdida mató a la transeúnte María Muñoz García.
Pero la policía actuaba sin descanso y el día 16 detenía a Eusebio
Montes Brescos. Fue torturado bárbaramente. Puede decirse que nin—
guno de los que le sucedieron en la Jefatura sufrió un trato comparable.
El día 17, después de localizar un depósito de armas en un cañizar
del río Llobregat, próximo a la carretera del Prat, tendieron una
emboscada. Francisco Massip Valls y Juan Serrano que iban a buscar
armamento hacia las seis y media de la tarde, al recibir la orden de
¡Manos arriba! dispararon con sus pistolas. La policía respondió y sólo
pudieron abrirse paso y escapar lanzando una bomba de mano, pero
Juan Serrano fue herido en una pierna. Fue alojado en una pensión de
confianza de San Andrés.
Pero la policía ya había logrado reunir múltiples indicaciones y
supo que este mismo día 17, a las siete y media de la tarde, José Sabaté
tenía cita con algunos compañeros en determinado lugar de la calle
Trafalgar. La ocasión era propicia para intentar acabar con uno de los
hombres de la resistencia que más temían. Para ello se montó un
gigantesco dispositivo a todo lo largo de la calle citada y hasta el Arco
del Triunfo.
Había pasado la hora prevista. Los agentes apostados ya pensaban
que la información recibida era falsa. Desgraciadamente, no era así. A
las ocho menos diez, José Sabaté llegaba a la parada del tranvía 42, en
la calle del Bruch, esquina Trafalgar. Su identificación fue inmediata,
pero también la de los policías por José. Este, sin titubear, en cuanto
vio a los agentes fue el primero en disparar y aprovechó el efecto
sorpresa para salir corriendo por la calle de Trafalgar abajo.
José conocía demasiado los métodos de las brigadas especializa-
das para pensar que se trataba de un encuentro fortuito. Desde el
primer instante comprendió que había penetrado en una trampa. De
ahí, pues, que, mientras huía, vigilara la calle atentamente para des-
cubrir cualquier indicio sospechoso. Al final de la calle Trafalgar,
entre un callejón que conduce al pasaje de San Benito y el Salón Víctor
Pradera, se encontraban dos policías: Miguel Morán Astigarra1 y Luis
Estimados compañeros:
Con fecha 28 de marzo de 1949 se cursó un informe
reservado a la militancia de las tres ramas libertarias, tratando
el problema de la acción conspirativa. El motivo de hacerlo en
conjunto, se debía y se debe a estar los tres organismos
igualmente interesados en este problema. (…)
acción libertarios, sino que disparaban sin previo aviso, decidió ven-
der cara su vida.
En aquel preciso instante pasaba por su lado una jovenzuela, y
Wences, para impedir que pudiera ser víctima inocente, le dio un
fuerte empellón para alejarla de él, con lo cual advirtió a los policías
de que se había dado cuenta de su presencia. Aunque sacó rápidamente
su pistola ametralladora <<Mauser», los policías fueron más veloces y
cayó desplomado en la acera gravemente herido antes de haber podido
apretar el gatillo. Los segundos perdidos en pensar en la muchacha le
fueron fatales.
Tendido en el suelo, desangrándose, comprendió que él también
había sido vencido por la traición. ¿De quién? Cuando los policías se
aproximaron, prudentemente, sólo encontraron un cadáver con las
pupilas dilatadas. Se arrodillaron para ver si el corazón del zaragozano
todavía latía, pero en seguida comprendieron al sentir un ligero olor
como de ácido cianhídrico. Su último esfuerzo fue para morder una
cápsula de cianuro que llevaba montada en la parte superior de la
pluma estilográfica. Veinte centigramos de cianuro es una dosis mortal
y todos los componentes del grupo Los Mañas llevaban más del doble.
Wenceslao había nacido en Gijón el 28 de enero de 1922. Era el
mayor de cuatro hermanos: Enrique], Rodolfo y Vitoria. Su padre,
ferroviario y militante confederal, fue trasladado a Zaragoza unos
meses antes de la guerra civil. En los primeros días del mes de agosto
de 1936, cuando hacía su servicio de interventor entre Zaragoza y
Canfranc fue detenido y apeado en la estación de Jaca. Junto con otros
dos confederales fue fusilado en las afueras de la ciudad. Wences, al
estallar la contienda. estudiaba en la Escuela Industrial.
El mismo día, alrededor de las 11 de la mañana, salían tranqui-
lamente de la casa donde se alojaban los mañicos Plácido y Simón.
Apenas habían andado unos metros cuando, al pasar por el lado de un
grupo de hombres de mala facha, éstos se les echaron encima y los
inmovilizaron. Esposados inmediatamente fueron propulsados a un
taxi y conducidos a la Jefatura. Horas después detenían a Victoriano
Muñoz Treserras, que se había comprometido a servirles de chófer.
1 Facerías solía escribir con tinta simpática entre las lineas de una
correspondencia anodina, o en el reverso del papel. Utilizaba una solución de
alumbre que exigía calentar el papel con una plancha u otra fuente de calor.
2 En un proceso que se celebró en Barcelona el 6 de febrero de 1952
contra 30 militantes del Movimiento Libertario, en el cual se sentenciaron nueve
penas de muerte -cinco de ellas fueron ejecutadas-, uno de los acusados,
Ignacio Aligué Soler, de 55 años, fue acusado, entre otras cosas, de haber
aportado auxilio y ayuda a Facerías durante este viaje que estamos relatando.
Fue condenado a 12 años y un día de reclusión. Sobre este proceso véanse las
páginas 216 a 220.
188
X
COMPLICACIONES
192
COMPLICACIONES
celona y como que también supo que los tres hombres querían entre-
vistarse con él decidió facilitarles la tarea de localizarlo, pues conocía
muy bien a Pedro González que le inspiraba absoluta confianza.
Después de charlar largo y tendido, los tres decidieron participar
en un hecho preparado por Facerías, o sea una <<visita» al Meublé
Pedralbes, casa de citas <<bien frecuentada».
Hacia medianoche del 21 de octubre de 1951 seis hombres rea-
lizaban el plan proyectado, después de apoderarse de un <<Cadillac »
para no desentonar.
Durante la <<visita» tropezaron con un franquista notorio —lo
supieron más tarde-, Antonio Masana Sanjuán, que se encontraba en
una habitación con una sobrina suya menor de edad. El tal Masana
quiso sin duda demostrar ala chica su valentía y se abalanzó sobre José
Avelino Cortés que lo encañonaba con una metralleta. En el forcejeo
se disparó el arma y Masana cayó muerto. Ante lo irreparable, orde-
naron a la chica que se vistiera sin pérdida de tiempo. Como es fácil
comprender estaba asustadísima, pero el miedo que predominaba en
ella era que su familia se enterara dónde se encontraba y, sobre todo
con quién. Fue ella misma quien les suplicó que la sacaran de allí, sin
dejar de repetir la misma cantinela: <<¡Qué va a decir mi familia...!».
Facerías aceptó llevársela en el coche, pero porlel camino le aconsejó
que era preferible que se presentara a la policía y que contara lo
sucedido, pues más valía verse comprometida por tener <<relaciones»
secretas con un pariente que por complicaciones en una muerte. La
chica comprendió, en fin, que su presencia en el Meublé Pedralbes,
dadas las circunstancias, sería descubierta irremediablemente y que
luego sería mucho más difícil salir del mal paso. Facerías le aconsejó
que declarara firmemente que se la habían llevado secuestrada para
proteger eventualmente su retirada.
La joven tuvo suerte, pues se benefició de la discreción de la
policía y de la prensa, la cual incluso, al comunicar el suceso, dijo que
<<la víctima no había sido identificada». Esta declaración de compla-
cencia no impidió que todos los periódicos, en otra página de las
mismas ediciones, insertara dos esquelas mortuorias de D. Antonio
Masana, gerente y consejero de varias sociedades anónimas, con la
mención: <<Fallecido cristianamente». Cabe señalar que el grupo se
llevó toda la documentación de la víctima, con el carné de milicias de
la Falange.
210
COMPLICACIONES
DESESPERANZA
Los
PACÍÓ' DEAD."
ºº-nes $$"
ES ""'snos /:
228
DESESPERANZA
¡.
AL PUEBLO
234
DESESPERANZA
243
SABATE.GUERR1LLA URBANA EN ESPANA
242
DESESPERANZA
CNT—AIT.
COMISIÓN DE RELACIONES DE CATALUNA.
(Locales y Comarcales).
AL PUEBLO ESPANOL.
etc... Cuando llegaron a la sala que daba a la calle vieron con sorpresa
que E1Asturiano tenía encañonados a todos los empleados y clientes,
con el dedo en el gatillo.
Este contratiempo inesperado impedía dar continuidad al proyecto,
pues la alerta exterior podía producirse en cualquier momento. Sabaté
tuvo la reacción inmediata de sacar una navaja y cortar cuantos cables
telefónicos encontraba a mano, pero como eran muy abundantes com-
prendió que perdería mucho tiempo para inutilizar todos los aparatos.
Por otra parte, en la acera de la calle, algunos transeúntes se detenían
para contemplar el espectáculo, sonrientes, pues creían asistir al
rodaje de una película de <<gángsteres».
Sabaté se dirigió a cuantos se encontraban en la sala:
-Si alguien sale por la puerta le garantizo que no tendrá ocasión
para contar la aventura.
Ángel, con el saco del dinero, los precedió de unos metros en
dirección del taxi con el que había llegado Sabaté y que allí cerca
estaba aparcado con el chófer que esperaba pacientemente ignorante
de lo ocurrido.
-¡Pon el coche en marcha! -le intimó Angel.
—¡Eh…! -exclamó el conductor-, estoy esperando a otro señor, a
usted no lo conozco…
Ángel, sin perder tiempo en discusiones, le puso el cañón de la
Thompson delante de las narices y le dijo:
-¿Y ahora, me conoces...?
No tardaron en llegar sus dos amigos. Todos penetraron en el taxi
y éste arrancó inmediatamente. El chófer, no sin razón, seguía gruñendo
por la poca consideración con que se le trataba.
Sabaté preguntó a Amadeo qué es lo que había sucedido en la
planta baja mientras ellos estaban en el primer piso.
-Pues, nada: algunas personas querían marcharse y tuve que sacar
el arma para disuadirlas.
No era el momento más adecuado para discutir y nada respondió
Sabaté. Sin embargo, esta falta de serenidad del Asturiano podía haber
echado todo a rodar. El Quico le había dado la consigna de dejar entrar
y salir a la gente libremente, mientras nadie se diera cuenta de lo que
pasaba.
Una vez llegados al punto que habían indicado al taxista, los tres
descendieron y se dispersaron, no sin aconsejar al conductor que fuera
271
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
Era fácil prever que golpe tan audaz, realizado en pleno.día por
tres hombres y dada la importancia del botín en detrimento de una:
sociedad influyente, iba a movilizar todas las fuerzas para dar caza a
los autores. Además, aunque no fuera un indicio capital, la policía
sabía que, una vez más, debía enfrentarse con Sabaté.
La más elemental prudencia exigía, pues, que permanecieran
unos días ocultos, sin poner los pies eh la calle. Se habían refugiado en
un piso de la calle Tarrós, cerca del mercado de Santa Catalina, en el
Casco Antiguo de la ciudad, donde vivía Valentina Crespo Sebastián.
Así, sin dar señales de vida, pasaron los días 23 y 24 de diciembre. El
lunes 25, Sabaté comunicó a sus compañeros que iba a hacer un corto
viaje a un pueblo de la provincia, donde tenía pendientes algunas
gestiones. Después de insistir para que no se movieran de la casa bajo
ningún pretexto. Sabaté, disfrazado, realizó el viaje y estuvo de
regreso el mismo día por la tarde.
A su llegada Se enteró de que Angel Marqués había salido a la
calle. El enfurecimiento del primer momento se convirtió en inquietud
al ver que las horas pasaban y que el imprudente no re'gresaba. Sabaté,
pues, decidió ir en su busca. Con toda clase de precauciones se dirigió
a algunas casas que Angel conocía y a las cuales por cualquier razón
podía haber ido. Las primeras gestiones fueron infructuosas y, cada
vez más preocupado, se dirigió a la casa de una viuda, Dolores
Masvidal Planas, que vivía con su hijo Antonio Salvá Masvidal en la
Diagonal, arteria céntrica barcelonesa. Prudente como siempre, evitó
la entrada principal, pasó sigilosamente por el jardín, y llamó a la
puerta que daba al mismo. Fue Antonio quien abrió, pero en cuanto vio
de quien se trataba hizo el ademán de agacharse. Sabaté, con reflejo
instantáneo, se arrojó prestamente a un lado. Sonaron unos disparos y
oyó el silbar de las balas. Sin perder un instante, cruzó de nuevo el
jardín y escapó. Afortunadamente para él, los agentes estaban apos-
tados en la parte anterior de la vivienda, donde normalmente Sabaté
debía haberse presentado.
¿Cómo conocía aquella casa la policía? ¿Por qué lo esperaban en
ella? Sabaté llegó a la conclusión de que Angel había sido detenido.
272
DESESPERANZA
explosivos; José Prat Closas, 12 años y un día, por los mismos motivos
excepto lo de atraco; ocho años y un día a Clemente Massó Jordá,
Joaquin Rosquellas Vilaseca y Dolores Masvidal Planas, por ayuda a
la conspiración y atentado contra la seguridad del Estado; a Ramón
Solé Bros, siete años por tenencia ilícita de armas y explosivos y
conspiración contra la seguridad del Estado; seis años y un día a Jesusa
Unanue Laburu, Miguel Esfors Ibáñez, Santiago Marqués Rodriguez,
Valentina Crespo Sebastián, Bienvenida Gimeno Ferrer y Ramón
Gimeno Martí, por ayuda a la conspiración, atentado contra la seguri—
dad del Estado y tenencia de propaganda anarcosindicalista; dos años
a Montserrat Cavall Cunill, por propaganda subversiva y organización
clandestina de la CNT.
Cinco procesados fueron condenados a un año, nueve a seis
meses,_uno a tres meses y un día y once fueron absueltos.
En este consejo de guerra contra personas esencialmente acusa-
das de Organización clandestina de la CNT se incluyeron delibera—
damente, para poder agravar las sentencias, a dos individuos que nada
tenían que ver, ni de cerca ni de lejos con los demás inculpados. A
Lázaro Anguera García y Ginés Moreno García se les acusaba de ser
autores de la muerte del policía Félix Gómez de Lázaro, acaecida en
Montjuic el dia 21 de marzo de 1956, a pesar de que la policía sabía
perfectamente que el autor era, como hemos relatado en páginas
anteriores, Francisco Sabaté Llopart. Ambos fueron condenados a
muerte, pero ignoramos la continuación de su caso.
Era ya una hora avanzada de la noche, las calles estaban cada vez
más desiertas y seguir deambulando por la capital no era posible. Por
otra parte, después de tanto trajín, los dos hombres estaban físicamente
agotados.
Después de dejar el taxi se pusieron al acecho de un bar donde
todavía bebían y charlaban algunos clientes. Cuando el primero de
ellos abandonó el establecimiento lo siguieron discretamente y al
llegar el buen señor a su domicilio, en el nº 341 de la calle de
Cartagena, hacia el noreste de la ciudad, Sabaté se le acercó y apli-
cándole el cañón de la pistola en los riñones le dijo:
—Soy Sabaté. Voy a subir contigo a tu casa. No tengo otro remedio.
Se trataba de un matrimonio que tenía una hija de unos 12 años.
Sabaté, con toda cortesía, les explicó que los molestaría lo menos
posible, pero que mientras él y su amigo estuvieran allí no podría salir
nadie a la calle y que no les pasaría nada si no intentaban alguna
jugarreta. El hombre, serenamente, le hizo observar que su plan era
irrealizable, pues tanto él como su esposa trabajaban y que si no iban
al trabajo su ausencia causaría extrañeza y alguien acudiría para saber
que pasaba. Sabaté comprendió que el argumento era válido; después
de reflexionar, decidió que el matrimonio podría ir a trabajar, pero que
telefonearían a la escuela de la niña diciendo que estaba enferma y que
él se quedaría en casa con ella para que sirviera de garantía a la buena
fe de sus padres. El plan no dejaba de ser peligroso pero no existía otra
alternativa.
Pero todo transcurrió perfectamente y en este domicilio de fortu-
na permanecieron menos de 48 horas, el tiempo indispensable para
recobrar aliento y pensar en las bases que la policía no podía descubrir
en sus pesquisas. Cuando abandonaron la calle Cartagena, para ins-
talarse en otra casa de Barcelona, El Quico indemnizó a la familia por
las molestias y angustias que estuvo obligado a infligirla.
con ellos. Les explicó que el padre había pertenecido a una organiza—
cón sindical y que eso le había valido ser maltratado y encarcelado.
Después de la guerra civil había pasado dos años en un campo de
concentración y desde entonces se desentendía de todo, salvo de
trabajar como un mulo. Les dijo que esperaran un poco y volvió a
penetrar en la choza. Desde fuera podían oír los gritos del padre y la ¿
voz suplicante del hijo. Al cabo de unos minutos el muchacho salió con
una hogaza de pan y las indicaciones del camino que habían pedido,
suficientes y explícitas para que pudieran hacer dos etapas sin miedo
a extraviarse. Como el terreno era muy quebrado y boscoso decidieron,
para más seguridad, caminar de día, pero siempre por las cumbres.
Durante la jornada cruzaron a varios grupos de carboneros a los que se
limitaron a saludar, sin entablar la menor conversación.
Caída la noche, Amadeo dijo que no podía resistir más la sed, que
estaba obligado a a beber bastante a raíz de una operación que había
sufrido en el estómago hacía unos meses. Sabaté, siempre conciliante,
decididó desviarse del camino para buscar agua donde fuera. Des-
cendieron, pues, hacia una vaguada donde se distinguían algunas
cabañas de carboneros o leñadores. Cerca de una de ellas descubrieron
tres damajuanas que sus propietarios habían semienterrado para con-
servar el vino fresco. Bebieron y llenaron las cantimploras. Como
indemnización dejaron un billete de Banco debajo de uno de los
recipientes.
Otra vez escalaron el monte hasta llegar a la cima. María estaba
tan agotada que cuando se sentaron para descansar un rato se quedó de
inmediato profundamente dormida. Al poco rato tuvieron que desper-
tarla, se habían oido varios disparos. Podían proceder de un cazador
furtivo, pero era mejor no tentar al diablo. Aquella noche anduvieron
todo lo que pudieron. Sabaté quería alejarse todo lo posible de allí,
pues habían dejado huellas de su paso.
La noche siguiente se planteó de nuevo el problema del agua. Al
atravesar un puentecito El Asturiano dijo que iba a bajar al riachuelo,
pues afirmaba haber oído correr el agua. No encontró ni una gota, sólo
arena y guijarros. El suelo era cada vez más árido y arenoso. Para ganar
tiempo tomaron un atajo cubierto de intrincados matorrales y zarzas.
Estaban obligados & abrise paso a bastonazos. Cuando llegaron a mejor
terreno todos llevaban las manos ensangrentadas por los espinos y
María, bastante más pequeña, llevaba la cara tan llena de arañazos que
282
DESESPERANZA
ANTONIO MACHADO
XII
LA MUERTE
cayó desde una altura de cuatro metros. El golpe fue terrible pero no
perdió el sentido. Pero la policía había previsto esta vez todas las
eventualidades. Apenas tuvo tiempo para empuñar una bomba de
mano, sin duda para hacerse volar con ella, cuando fue nuevamente
blanco de otros disparos. Facerías murió con la mano crispada en la
granada. -
Cuando se aproximaron las fuerzas, armadas hasta los dientes, la
sangre de Facerías empapaba el terreno que hoy día ocupan nuevas
construcciones. El cadáver fue trasladado al Hospital Clínico. Nueve
impactos presentaba el cuerpo de nuestro amigo, varios de ellos
mortales de necesidad. En su cartera encontraron toda su fortuna:
1.000 francos y 500 pesetas. Su tarjeta de identidad llevaba el nombre
de José Rius Soler. En sus bolsillos cinco cargadores de pistola.
En ese importante servicio intervinieron -según el comunicado
publicado por la Jefatura de Policía, como si se tratara de una acción
de guerra- numerosos funcionarios de la plantilla barcelonesa adscritos
a la Brigada social operando a las órdenes directas del jefe superior
Juan Estévez y del comisario Pedro Polo Borreguero, al igual que un
destacamento de la Guardia Civil a las órdenes del general Juan Luque
Arenasl. …
La muerte de Facerías había sido preparada, como tantas otras,
desde Francia. Cuando Sabaté fue detenido el 12 de noviembre de
1957, apenas dos meses y medio después de la muerte de Faceríasº, la
policía francesa, después de preguntarle irónicamente si habían sido
amigos, le dieron sorprendentes detalles. Le explicaron quién, cómo y
cuándo pasó a España e incluso el lugar preciso por dónde el grupo
cruzó los Pirineos: por Lamanére (Pirineos Orientales).
del Dróme (Francia). Autorde <<EI movimiento obrero español (1886-1926), que
se publicó en la Ed. Costa de Barcelona en 1928, y se reeditó en París, después
de su muerte, Ed. Familia y amigos del autor, 1966. Fue en el exilio uno de los
más tenaces defensores de la unidad en el Movimiento Libertario.
310
LA MUERTE
baté, y con tenacidad reanudó sus contactos acá y acuyá, oyendo por
todas partes el sempiterno eco: <<Espera...espera...»
Pero lo terrible del caso es que esta vez, aunque hubiese querido,
Sabaté no podía esperar. De nuevo había salido a flote el caso de Peage
de Roussillon, y tras haber obtenido dos autos de sobreseimiento, se le
quería inculpar por tercera vez. Los repetidos recursos presentados por
sus abogados fueron rechazados. El último de ellos, presentado en
marzo de 1959, desestimado por la Fiscalía de Lyon el 5 de noviembre
de 1959, lo colocaba en una situación delicada: Tenía que comparecer
de nuevo ante los tribunales y así se lo notificaron:
COLOFÓN
ría. Anndt ¡nmcdinlamcnle que en un nulocur de ca y ¡enlímenta! quo sentia Iv.*;'n la mujer:: a
monlnña malo" a dº, viajera). porque creM—lnm- la: que dt¡ollabn.
bí¿n esta vez. ¡qué ¡¡no el wn!. se equivoco— Le ruego mz disculpe cala breve ¿¡vaguian, su-
que eran dos impecloru de Policía. gerida por la admiración y ('I estupor que me Im
Si no: nlcrwmu: a lo: hecho: comuidon ¡¡al el produndo In curuusa inlnrmncío'n lirira apareaa'c
"'iuemvnw célebre Francisca Sabnltr. la! como lo: en su periódico el"A de emm ¡“uno.
en su propio país, los :naunn1u [mn-cnc: habrian ¿arriba. no _va la Policia española sino su propia En cspl'rn de mm ocuío'n más gala para [elin-
mutilado. no va con la máxima ::.-unidad ¡¡no periódico. la condena hacia en: ¡aheadar una mr a su redaclor Mr. André Gayot. aprovecha el…
con la máxima jus!lcin. opor:unidad para r¡prnanr su más di:ringuía'a
RPcono;—r su pen'a'dico—pugína 16. ¿r la fecha comiderarío'n.
cílndm—quc Frnncúca Sabater mllá un bam-o en Francia. ) concrclamrnle en Lyon. el héroe ¡lv …
la ciudad de Llobregat. ¡ mano armada. de donde! arn'ndo dió varios golpes de mano. y que el tri- Toncuno LL'CA DE TENA
extrajo 350.000 pc:t'lru. El mmrnmn'o que la rn— bum! Tronco, de Cr-n—¡ la condenó pnr nrrm ¿» Din—rr 9.- dr BL.4.*C0 Y .*."5 CRO
"BLANCO Y NEGRO"
Tadrio. 16 de enero de 1960
COLOFÓN
explosivos1 era tan grande que bastará citar, como ejemplo, un sabo-
taje cometido el 4 de agosto de 1951 en el túnel Santa Mans, de la línea
Barcelona-Zaragoza, que provocó el descarrilamiento de las dos loco—
motoras del tren expreso 213, pero sin causar ninguna víctima.
El 23 de julio de 1953 volaba torretas de conducción eléctrica en
Mont Marcet (Vilomara), cerca de Manresa y, dos días después, hacia
lo mismo a 45 km de distancia en línea recta, en las torretas de alta
tensión del Mont Borrelló, término de Gurb, cerca de Vic.
Su último sabotaje lo cometió el 2 de agosto de 1963, con la
voladura de tres torretas de conducción eléctrica en el lugar conocido
como Can Prim, cerca de la vía del ferrocaril, en el término municipal
de Rajadell, partido judicial de Manresa.
Caraquemada, todavía más que El Quico, vivió acorralado como
una fiera a raíz del siguiente hecho: el 25 de julio de 1953, en la
Collada de Toses, carretera de Ribes de Freser a Puigcerdá, en un lugar
denominado Font de I'Auto, un coche <<Ford» de matrícula inglesa,
que conducía el médico británico Bernard Joseph Peck, acompañado
de su esposa Dora, fue parado por dos individuos vestidos con monos
azules y armados con metralletas. El doctor trató de huir con el
vehículo, pero una ráfaga que penetró por la ventanilla trasera, mató a
la señora Peck e hirió gravemente al conductor. Según la policía el
herido reconoció a “Caraquemada» entre varias fotografías.
Cabe señalar que este suceso se produjo cuando todavía se pro-
seguía la ofensiva que en 1951 había desencadenado la prensa, por una
parte, y las autoridades galas por otra, campaña de difamación y de
persecución contra el Movimiento Libertario Español en el exilio. No
era momento propicio, pues, para que Ramón Vila se presentara ante
los jueces para demostrar su inocencia. 'De todas maneras, la confianza
que tenía Ramón en la justicia era de lo más limitada y su temperamento
se oponía a presentarse voluntariamente, consciente de que iba a ser
encarcelado, aunque sólo fuera provisionalmente.
A partir de entonces, pues, Ramón, cuando regresaba a Francia
después de sus incursiones demoledoras en la Península, vivía a asalto
de mata», e incluso rehuía entrevistas con sus mejores amigos. Sm
345
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
347
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
349
ÍNDICE ONOMÁSTICO
Fermens Queralt, Concepción: 126. Galdos García, Cecilio: 161, 161 .
Fernández, Antonio. Ver Fernández, Galve, Manuel: 107.
Progreso. Gallego, María Cristina: 149.
Fernández, Progreso: 26. Gallego Crespo, Juan: 56, 56.
Fernández Cornejo, Francisco: 177. Gallinas Calderón, Salvador: 160.
Fernández Ramón, Serafín: 267. Gallostra, José: 184.
Fernández Rodríguez, José: 66. Ganuza Navarro, Guillermo: 88, 114.
Fernández Rodríguez, Manuel: 7, 87, 87, 135, 136, 136.
93, 102. García: 114.
Fernando Abríl. Ver López Calle, García, Jerónimo: 91.
Bernabé. García, Juan: 29.
Ferrer, Juan. Ver Miralles, Joaquín. García Birlán, Antonio: 56, 56.
Ferrero Viu, José: 161, 208. García—Bravo Ferrer, Miguel: 28, 28.
Ferrua, Pietro: 7. García Casino, Celedonio: 101 , 105, 106,
Fiaschi, Goliardo: 7, 305. 109, 113/115, 148, 150, 150, 154.
Figueras, Juan. Ver Piquer Fargas, García Dagas, Luis: 164, 164, 173.
Hermes. García Durán, Juan: 91.
Fleitas Rouco, Gabriel: 184. García Falceto, Olga: 150.
Font Cuníll, Luis: 277. 278. García García, Antonio. Ver Serrano,
Fontana, José María: 206. Juan.
Fontanet: 42, 42. García García, Miguel: 159, 161, 164,
Fontenis, Georges: 202, 253, 253, 254. 164, 165, 217, 217, 220, 220.
Fomés Marín, Manuel: 161, 217. García García, Vicente: 277.
Francisco Martínez, José: 10. García Hernández, Ángel: 179.
Franco, Amador. Ver Franco Cazorla, García López, Ana: 278.
Diego. García Marcos, Pedro: 328.
Franco Bahamonde, Francisco: 5, 11, 15, García Martínez, Andrés: 137.
19, 28, 59, 87, 93, 94, 94, 95, 135/138. García Martínez, Gregorio: 217.
170 184, 202, 203, 235, 236, 244, 245, García Oliver, Juan: 36, 36, 56.
259, 262, 263, 307. García Pradas, José: 10.
Franco Cazorla, Diego: 86, 86. García Prieto, Melchora: 164.
Franquesa Funoll, Antonio: 113, 148, 150, García Valiño, Rafael: 165.
151,185, 188,189, 189,190. García, Víctor. Ver Gracia Ibars,
Freixinet Uset, Buenaventura: 278. Germinal.
Fuentes Bernard, Manuel: 166. García Vivancos, Miguel: 36, 36.
Fuentes Castilla—Portugal, Francisco de: Garriga Pujador, Manuel: 63.
325/327. Gavin, Mariano: 141, 143.
Gay, José: 79/81.
G Gayet Girbal, Rodrigo: 326, 327.
Gepa, (El): 274, 275.
G. M., Daniel. Ver Rodolfo. Germán González, José: 57.
Gachas. Ver Tones, Antonio. Germen. Ver José Esteve, Eduardo.
Gaetano, Dante di: 8. Gil Heredia, Juan: 112.
Galán Rodríguez, Fermín: 179, 179. Gil Ibars, Valerio: 61.
Galdó, José: 61, 63, 66. Gil Llamas, Tomás: 125-
351
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
348
INDICE Ouomásnco
Jaime (El Rubio): 139/14]. Leiva, José E.: 60, 69, 69.
Jard, Auguste: 193. Levy, Pierre: 202.
Jamet Vilare, Guillermo: 162. Liarte Viu, Ramón: 43, 44.
Jiménez OI'ÍVC, Enrique: 183, 183. Libertaria (La). Ver Silva Cruz, María.
Jiménez Orive, Rodolfo: 183. Libertario.Ver Ordóñez López, Cristóbal.
Jiménez Orive, Vitoria: 183. Lillo Pérez, José: 66.
Jiménez Oribe, Wenceslao: 21, 74, 88. Lister Forján, Enrique: 87.
114, 116. 123/125, 181/184. Litago Rodríguez. Felisa: 215.
Jimeno: 222. Lobato. Ver Lobato Floria, José.
Job: 44. Lobato Floria, José: 180.
Jorajun'a, Martina: 108. Loma, José Antonio de la: 335.
Jordán, Jaime: 139. López, Antonio: 29.
José: 79. López, Antonio: 84.
José: 100. López Calle, Antonio: 1 78.
José Esteve, Eduardo: 89, 223. López Calle, Bernabé: 177, 178, 179,
Joseíto. Ver López García, Miguel. 181.
Jover, Juan: 113. López Calle, José: 178.
Jover Cortés, Gregorio: 36, 36. López Calle, Pedro: 69, 1 78, 179.
Juanel. Ver Molina Mateo, Juan Manuel. López García, Miguel: 177, l 77, 1 78.
Juanito. Ver Virgil de Quiñones. Juan. López Moreno, Rafael: 187.
Juárez Juárez, Antonio: 127, 128. 181. López Penedo, José: 21. 124, 128, 128,
129. 129, 184.
López Ríos. Antonio: 186.
¡( López Tapia. Pedro: 218.
López Tola, Federico: 113.
Krivitsky, W. G.: 316. Loscos Viñas. Ramón: 159, 166, 175.
Kñchler. von: 52. 218, 218.
Luis Blanco, Manuel: 187, 187, 319.
Luque Arenas, Juan: 306, 306.
Luzón Morales, José: 179.
353
SABATE. GUERRILLA URBANA EN Esm'u
350
INDICE Onomásnco
Mestre Ferrando, Numen: 88. Moreno Agrela, Esperanza: 186, 187,
Michelena Lluch, Julio: 179. 219, 219.
Miguel Aznares, Francisco Javier: 8, 303. Moreno Alarcón, Antonio: 137. 189, 190.
303. 218, 218, 220.
Mijuescas Garcés, Jesús: 166. Moreno Barragán, Diego: 180.
Milicúa. Florencio: 206, 208, 209. Moreno Barragán, Francisco: 180, 180.
Milla Navarro, Benito: 61, 61. Moreno Barragán, Julián: 180.
Mintz, Frank: 11. Moreno García, Ginés: 279.
Minuto. Ver Ordóñez López Cristóbal. Moreno García, Rafael: 220.
Miñan'o, Diego: 127. Moreno Naranjo, Juan: 331.
Miñano Torroglosa, Francisco: 78. Moreno el Rubio. Ver Pérez Hidalgo.
Mir Jou, Joaquín: 213, 214. 215. Pablo.
Miracle Guitart, Antonio: 100, 231, 231, Morenas de Cortes. Ver Moreno
322, 322, 326, 335. Barragán, Francisco.
Miralles. Joaquín: 87, 88. Morera Rimbau, Francisco: 160.
Miré Arans, Jaime: 162. Morin, Louis: 193.
Mola Vidal. Emilio: 226. Mulet Juliá, Bartolomé: 91.
Molas Barceló, José: 278. Muñiz Alonso, Nicolás: 91.
Molina Mateo, Juan Manuel: 57/59, 59, Muñoz, Antonio: 191.
91 . Muñoz._]uanz 113.
Monllor, Miguel: 106, 106. Muñoz García. Federico: 167.
Monitor, Miguel. Ver Gracia Fleringan, Muñoz García, María: 163, 208.
Simón. Muñoz Martínez, Manuel: 223.
Monllor. Pablo: 91. Muñoz Treserras, Victoriano: 183, 185.
Monnot, Maurice: 110. Mussolini, Benito: 6, 59, 262.
Monrey Estrada, Bartolomé: 217.
Montañés Bernat, Manuel: 185 , 186, 189,
191, 219, 219. N
Montes Brescos, Eusebio: 139, 158, 159,
163, 217, 217. Nadal Mongai, Conchita: ll.
Montes Vega. Diego: 187. Nano (El). Ver González Sanmartí.
Montseny Mañé, Federica: 55. 55, 189, Ramón.
302/304, 312, 335. 336, 337. Nano (El). Ver Silvestre Talón, Miguel.
Montserrat Alsina, Sebastián: 217. Nano de Sants (El). Ver Aleu, Francisco.
Montserrat Girona, Gregorio: 189, 191, Navarro, Teófilo: 209.
219. Navarro Castillo, Agustín: 215.
Mora: 88. Navarro Litago, Joaquín: 216.
Mora. Pedro: 88. Navarro Olivella. José: 109.
Mora Bustillo, Felipe: 113. Negrín López, Juan: 42, 48, 48, 179.
Morales Vázquez. Ángel: 60, 160, 222. Nercebal Minjillón, José: 217.
Morán Astigarra. Miguel: 163. 163. Neville, Edgar: 149, 150, 150.
Morano, Juan: 113. Nicolau Fort, Luis: 87.
Morató Inglés, José: 11. Nikolic, Rade: 338.
Morell Millá, Manuel: 9]. Norte Suárez, Antonio: 21, 124.
Moreno. Ver Vilella, Juan. Núñez Medina, Policarpo: 191.
355
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
352
[NDICE ONOMÁSTICO
Piñol Ballester, Manuel: 21, 124. Elena.
Piñol Douoet, José: 218. Quintela Bóveda, Eduardo: 21, 64, 64, 73,
Piquer Fargas, Hermes: 88, 90, 98. 84, 92, 98/100, 118, 119, 123, 124,
Piquer Fargas, José: 90. 133/135, 166, 181. 327, 335.
Pizarro Benitez, Tomás: 66. Quintero Talavera, Julio: 66.
P10 Sanmiguel, Francisco: 313. Quiñones Ocampo, Segundo Emilio: 223.
Polo Borreguero, Pedro: 119, 119, 120, Quirós Ortega, Luis: 66.
135,184, 230, 306, 321.
Polonio. Ver Pérez Pérez, Miguel.
Poncet: 110. R
Ponde Mulero. José: 113.
Pons, Agustín: 302. Rabal, Francisco: 335.
Pons Argilés, Jorge: 153, 159, 160, 166, Ramia, Antonio: 100, 101 .
167, 175, 217, 220. Ramón Valledor, Amadeo: 267/271, 273,
Ponte y Manso de Zúñiga, Miguel: 202. 275, 277, 279/294, 294.
Portes, Neveras: 137. Ramos Alondo, Jesús: 148.
Potaje. Ver Sánchez Gómez, Alfonso. Ramos Fernández, Manuel: 101 .
Prat Closas, José: 268, 268, 277/279. Ranieri, Tommaso. Ver Pereira, Antonio.
Prieto, Horacio M. Ver Ma11ínez Prieto, Raymond. Ver Vila Capdevila, Ramón.
Horacio. Regalado Sanz, Pedro: 217.
Prieto y Tuero, Indalecio: 42. Reguant, José María: 198, 344.
Primo. Ver Culebras Sáiz, Saturnino. Remiro Manero, Aguslín: 44, 44.
Primo de Rivera y Orbaneja, Miguel: 29, Reyes. Ver Barba Moncayo, Miguel.
55, 330. Ribera, Antonio: 139, 140/144, 144.
Proudhon, Pedro José: 277. Richards, Vernon: 11.
Prunes Puig, Valentín: 162. Riera, José. Ver Pallarols Xirgu. Esteban.
Puente Amestoy, Isaac: 31, 32. Rif, marqués del. Ver Sanjurjo y
Puertas, José: 167, 168. Sacanell, José.
Puig Alemany, Francisco: 137, 138. Rincón González, Antonio: 180.
Puigcerver, José María: 137. Rioja. Carlos: 226, 229, 230.
Puig Costa, Jaime: 196. Rius Soler, José. Ver Lluis Facerías, José.
Puigdellivoll Jullet, María: 160. Rives Capdevila, Ramón: 342.
Puig Domingo, Rosario: 138. Roca Sales. Eduardo: 218.
Puig Elías, Juan: 87. Rocha Sanz, Abel: 331.
Puig Pidemunt, Joaquín: 88. Rocker, Rudolf: 43, 57.
Puig Suárez, Joaquín: 328. Ródenas, Floreal: 29.
Pujol Grúa, José: 114. Rodolfo: 116,181.182,184,185.
Pumarola Alaiz, Luis: 156. Rodrigo Rodríguez, César: 295, 295.
Puzo Cabero, Mariano: 9, 105, 151, 151. Rodríguez, Ángel: 29.
Rodriguez, Eustaquio: 106.
Rodríguez, Manuel: 107.
Q Rodríguez, Miguel: 160.
Rodríguez Alarcón. Miguel: 94. 217.
Quique (El). Ver Martinez Marín, Enrique. Rodríguez Carballeda, Manuel: 126.
Quintanar, condesa de. Ver Escudero, Rodríguez Fernández, Julio: 153, 159/
357
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA
87/100. 102. 105, 106, 109, 113/115. Mar1ínez, Manuel: 78, 78.
135, 136. 136, 137,138.147/151, 169, Martínez Anido, Severiano: 26, 119, 119,
185/188, 188, 201, 204006, 209/216. 330.
223, 257/259, 265, 301006. 321, 339. Martínez Canasco. Alfonso: 26.
345. Martínez Collado, Antonio: 331.
Martínez Maluenda, Jesús: 100. 114, 135,
136, 138.
M Martínez Marín, Enrique: 101, 101, 109,
113/115, 138, 148, 150, 150, 154.
Macgibon & Kee: 10. Martínez Márquez, Francisco: 101 , 112,
Machado. Antonio: 5. 295. 116,118, 134,137.139, 148, 153,
Madrigal Torres, Rogelio: 322, 322, 326. 159, 161, 162, 166, 174, 181,186,
335. 216, 219.
Madriles. Ver Hernández Díaz, Francisco. Martínez Prieto. Horacio: 56, 56, 69. 69.
Madurga Herrero, Enríque.Ver Alpuente, Martínez Requena, Juan: 218.
Luciano. Martínez Rodríguez, Manuel: 91.
Maestro Nalda, Bruno: 331. Mar1ínez Torrecilla, Jesús: 119, 119.
Malatesta. Ver Olmo Sáez, Jesús del. Marzocchi, Umberto: 8.
Malpica Ramos, Antonio: 79, 85. Mas Casas, María: 231.
Malsand Blanco, Paulino: 59, 59, 87. Mas Casas, Valerio: 55. 302, 304, 304.
Mallo, Nicolás: 69. Maspero, Francois: 10.
Mancuso. Gaspare: 8. Masana Sanjuan. Antonio: 210.
Mangrané. Ver Ramos Femández,Manuel. Masini, Pier Carlo: 253.
Manolo. Ver Guerrero Motas, Manuel. Massana Bandells, Marcelino: 8, 9, 92,
Manolo el Rubio. Ver Pérez Hidalogo, 167, 168. 194/196, 198.
Pablo. Massip Valls, Francisco: 120, 121, 158,
Mansilla Gómez, Eugenio: 78. 163, 173, 258.
Manzanares, Francisco: 29. Massó Jordá, Clemente: 278, 279.
Manzanares, Juan: 29. Masvidal, Josefa: 273, 278.
Marco Nadal, Emique: 91, 91, 106. Masvidal Planas, Dolores: 272, 273, 278,
Marñl Ruiz, José: 66. 279.
María: 98, 280/294, 298, 335. Mateu Cusidó, Pedro: 87, 158, 200.
Maríanet. Ver Rodríguez Vázquez, Maura Gamazo, Miguel: 24, 24, 25, 25.
Mariano. Mauvais: 307, 307.
Mariano Pascual, Agustín: 90. Meca López, Pedro: 180, 190, 219, 219.
Marighela, Carlos: 260, 260, 261 . Medialdea Arenas, José: 113.
Marín Nieto, Francisco: 77, 78. Medrano, Trifón: 38.
Marín Pastor, Ángel: 59,61, 75, 75. 86. Mejías Peña. Ver Rodríguez Zurbarán,
Marqués Rodríguez, Santiago: 277, 279. Edgar—Emilio.
Marqués Urdí, Ángel: 258, 265/275, 277, Meléndez Aldana, José: 66.
278, 295, 296, 298, 316. Melis Díaz, Eliseo: 9, 73/75, 75, 79, 82,
Martí, Aurelio: 79, 139, 140. 140. 86, 89, 92, 95/98, 116, 238.
Martín García, Jesús: 295, 295. Mera Sanz., Cipriano: 31, 31, 32, 165,
Martín Menacho, Juan: 1 77, 1 78. 166, 179, 320.
Martínez, Antonio: 331. Merino Peris, Bernardo: 59, 59.
354.
INDICE ONOMÁSTICO
Núñez Pérez, Antonio: 181, 181, 191 . Parés Adán, Luis: 83.
Núñez Pérez, Francisco: 181 . Pascual Palacios, José: 139. 151.
Núñez Pérez, Juan: 181. Patán, Julio: 87.
Paz, Abel: 26.
Peck. Bernard Joseph: 343.
O Peck, Dora: 343.
Pedro el de Alcalá. Ver Domínguez
Obiols Ribó, Pedro: 218, 218. Gómez, Juan Francisco.
Olea Díaz, Julián: 187. Peguero Herrero, Santos: 161.
Oliván y García, Gregorio: 309. Peirats Valls, José: 43, 55, 101, 119, 194,
Oliveras, Justo: 41. 336.
Olmo. Floreal del: 224. Peiró Belis, Joan: 72, 72.
Olmo Sáez, Jesús del: 8, 205, 223, 223. Peitaví, José: 278.
OIUa: 161. Peitaví, Juan: 278.
Ordóñez López, Cristóbal: 180, 191. Pepe. Ver Sabaté Llopart, José.
Orihuela Caballero, Manuel: 113. Pepe el Largo. Ver Barrao, José Luis.
Or1iz Gratal, Plácido: 116, 181/183. 184, Pepín. Ver Pérez Montes, José.
185. Pereira de Andrade, José: 223.
Ortiz Pérez, Francisco: 199, 199. Pereira, Antonio: 64, 64.
Ortiz Querol, Manuel: 277. Perejil. Ver Rincón González, Antonio.
Ortiz Ramírez, Antonio: 203. Perelló, Juan: 92. 318, 319.
Oset Palacios, Jorge: 209. 211, 212, 213. Pérez Bernardo, Celedonio: 223.
Otero, José: 113. Pérez Cordón, Miguel: 30.
Pérez Farrás, Enrique: 35.
Pérez Hidalgo, Pablo: 180, 180.
P Pérez Ibáñez, José: 203._
Pérez Lecha, Diego: 315, 315, 316, 317.
Paco. Ver Martinez Márquez, Francisco. Pérez Montes, José: 102, 102.
Padilla Boloix, José: 277. 312, 312. Pérez Pedrero, José: 116, 117, 153, 158/
Pajares de la Fuente, Matilde: 108, 109. 160, 162, 166, 166, 173, 175, 217.
Palau Papiol. Jaime: 158. 220.
Palma Mesa, Manuel: 1 77, l 78. Pérez Pérez, Miguel: 179.
Pallarés Tomás, Joaquín: 74. Pérez Ruiz, Diego: 66.
Pallarols Xirgu, Esteban: 75, 221. Pérez Silva, Juan: 30.
Pallaros. Ver Moreno García, Rafael. Peris, Vicente: 76.
Pamies Escoda, Juan: 217. Perpignan, Félix: 114, 114.
Pancho. Ver Massana Bancells,Marcelino. Pestaña Núñez, Ángel: 72, 72.
Panellas Torras, Juan: 62. Petain, Philippe: 31, 72.
Paquita. Ver González, Francisca. Petit: 316, 320.
Pardillo Manzanero, Niceto: 116, 181 , Pi y Margall, Francisco: 277.
185, 1 85. Pignol, Jaques: 112, 112.
Pardo—Andrade Fariñas, José: 223. Piguillcn: 52.
Pareja Pérez, José: 9, 86, 89, 95/98, 98. Pino Pana], Sebastián: 66.
Parés Adán, Jaime: 41, 61, 62, 64, 65, 82. Pintado, Luis: 113.
83, 83, 84. Pintado Villanueva, Juan: 196.
356
ÍNDICE
358
Sendic
Las vidas de un tupamaro
Samuel Blixen
Ramón J. Sender
360
La vuelta a la naturaleza
El pensamiento Naturista hispano (1890-2000):
naturismo libertario, trofología, vegetarismo
naturista, vegetarismo social y librecultura
, Mujeres Libres
El anarquismo y la lucha
por la emancipación de las mujeres
Marta Ackelsberg