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Antonio Téllez Solá

SABATE
Guerrilla urbana en España
(1945-1960)

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Guerra a la violencia: éste es el móvil
esencial del anarquismo. Desgraciadamen-
te, con mucha frecuencia. contra la violen-
cia no existe otro medio de defensa que la
violencia. Pero, incluso entonces, no es
violento el que se defiende, sino el que obliga
a los otros a tenerse que defender; no es
violento el que recurre al arma homicida
contra el usurpador armado que atenta a su
vida, a su libertad, a su pan. El asesino es el
que pone a otros en la terrible necesidad de
matar o morir.
Es el derecho a la defensa, que se
convierte en sacrificio, en sublime holo-
causto al principio de solidaridad humana,
cuando el hombre no se defiende a símismo,
sino que defiende a los Otros en su propio
perjuicio, afrontando serenamente la es-
clavitud, la tortura, la muerte.

ERRICO MALATESTA
LA GENESIS DE UN LIBRO

Cualquier libro de Historia tiene su propia historia, y el de


rancisco Sabaté Llopart (E ! Quico) y la guerrilla urbana en España no
odia ser una" excepción a la regla. Su tema es la lucha clandestina
antra una implacable tiranía, o sea acción subterránea, ignorada,
:lulterada, mistificada, y sin ninguna bibliografía cuando pusimos
lanos a la obra.
La idea de escribir este libro partió de una indignación muy
ersonal ante el silencio sistemático, más sepulcral que una losa, con
ue eran sepultados los luchadores antifranquistas libertarios. Re-
ospectivamente podemos comprobar que no se trataba de una táctica
ircunstancial tendiente a proteger a los militantes que luchaban con
¡s armas en la mano, pues dieciséis años después de la desaparición
:: Francisco Franco El Cruel no se ha modificado en lo más mínimo
¡estrategia del silencio, del olvido.
No hablemos de los que en aquel entonces seguían en la brecha,
nes ellos -equivocados o no- no deseaban ninguna publicidad, aunque
¡nta discreción no los salvara de los pelotones de ejecución, del
arrote vil, o del asesinato alevoso. Queremos referirnos al mutismo
abre los que iban dejando la vida en el desigual combate. Ninguno
retendía al calificativo de héroe, pero no es menos cierto que ninguno,
inguno, aspiraba a que su acción quedara sumida en el olvido. Eran
lealistas y hombres de acción; su arma principal era su voluntad
¡flexible de luchar contra la injusticia. El camino que seguían sus
¡1308 -como decía Antonio Machado— era el que ellos trazaban, con-
encidos de que conducía a un mundo nuevo donde la LIBERTAD
:ría un derecho natural para todos.
Antonio Téllez Solá
Sabaté. Guerrilla Urbana en España (1945 — 1960)

Primera edición: mano de 1992


Segunda edición: noviembre de 1992
Tercera edición: septiembre de 2001
Cuarta edición: octubre de 2005

Fotocomposítón: Trama Taller offset, Reus

Copyright © Antonio Téllez Solá, 1992


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LA GENESIS DE UN Lmno

¡abían reconstituído en la clandestinidad y que día tras día recibían los


:arpazos de la represión.
Todas estas dificultades no impedían, por supuesto, que se re-
:opilara todo lo que fuera posible de esta lucha tan ignorada, trabajo
le hormiga sin la menor perspectiva de utilización.
En este trabajo inicial dos de los principales colaboradores fueron
francisco Sabaté Llopart y José Lluis Facerías (Face) -dos luchadores
¡ue parecían invulnerables—, y más especialmente el segundo, al que
lºs unían lazos de amistad muy estrechos, y con el cual incluso
nanteníamos relación epistolar regular cuando se encontraba en acción
n España. En sus cartas, escritas con tinta simpática cuando las
ircunstancias se lo permitían, relataba las cosas como en un diario, sin
uda no todas, pero sí muchas. La información de El Quico, fue una
portación muy importante de documentos, acompañada de relatos
erbales sobre su propia actuación, pero que exigían largas y repetidas
onversaciones, pues era muy reticente a hablar de sí mismo, y no
igamos de los demás.
Cuando Sabaté emprendió lo que sería su último viaje a España
os dijo: -Si me pasa algo recibirás una maleta con elementos sobre la
¡cha antifranquista que te serán muy útiles para proseguir el trabajo
ue hemos emprendido. La maleta está en buenas manos y te será
ntregada como he dejado dicho, puedes estar seguro de ello-. Su
ltima voluntad fue traicionada por algunos que él consideraba ami-
os. Todavía la estoy esperando...
El 30 de agosto de 1957 nos llegó la terrible nueva: Face había
ido acribillado a balazos en Barcelona, víctima de la traición. Esta
esaparición física de un compañero de ideas, de un amigo, y diría de
n hermano si en todos los hermanos existiera el afecto y respeto que
nosotros nos unía, trastornó definitivamente la idea de redactar una
[ISTORIA GENERAL de la lucha del Movimiento Libertario contra
[ franquismo, que yo ya comenzaba a comprender que era cosa de
nposible realización. Fue entonces cuando decidimos recurrir a la
iografía. Como era lógico comenzamos con Face, y buscamos ayuda
ntre sus amigos diseminados por el mundo, incluso con Goliardo
iaschi, miembro de su grupo y que fue detenido cuando él perdió la
ida. He aquí algunos nombres: Manuel Fernández Rodríguez, que
¡chó a su lado en Barcelona y se encontraba en el Brasil y luego en
.rgentina; Pietro Ferrua, italiano que residía en Ginebra y que tuvo
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LA GENESIS DE UN LIBRO

de San Miguel de los Reyes (Valencia) se rompió una pierna y quedó


disminuído físicamente. Otros aportaron una ayuda parcial, pero
siempre importante, como Joaquina Dorado Pita, que había colaborado
con El Quico en Francia y en España; Mariano Puzo Cabero, de
Perpiñán, amigo y colaborador de Face y de El Quico; Francisco Soler
Ciércoles, conocedor de todo lo que pasaba en la frontera. Con Puzo y
Soler recorrí todo el Roussillon, visitando los pueblos y casas donde
había vivido Sabaté y todos los lugares donde había corrido aventuras.
Alejandro Tiburcio, que tenía un hotelito en Perpiñán, y que acompañó
a Sabaté, en su último viaje, hasta la raya fronteriza; también había
formado parte de partidas guerrilleras libertarias de montaña. José
Villegas Izquierdo, granadino de Caniles, que residía en Venezuela y
que formó parte del grupo de José Pareja Pérez que eliminó en
Barcelona al confidente Eliseo Melis Díaz; Germinal Gracia _Ibars
(Victor García), prolífico escritor libertario, testigo presencial de la
muerte de Ramón González Sanmartí en Barcelona en un tiroteo con la
policía. Mencionar a todas las personas a las que escribí o entrevisté
sería un trabajo ímprobo.
También existieron decepciones, como la que me causó el amigo
Marcelino Massana Bancells, guerrillero del Berguedá, al negarse
rotundamente a colaborar. Y, sobre todo, el propio hermano de José
Lluis Facerías, Bartolomé, que residía en Barcelona y que no se limitó
a no colaborar, sino que incluso impidió que se recuperaran los
expedientes judiciales, entre ellos las demandas de extradición, que
Face tenía en Francia.
Para acelerar el esbozo biográfico de Sabaté, nos pusimos de
acuerdo para que yo, con el material reunido, fuera redactando epi-
sodios, y Fernando Gómez Peláez, amigo y eximio periodista, iría
dando unidad y forma al libro, con una nueva redacción de los apre-
surados textos que yo le entregaba. Pero… resultó que nuestos criterios
en la elaboración no coincidieron. Yo quería un libro de HISTORIA;
el pensó que no era todavía el momento adecuado para ello y fué
partidario de darle un carácter novelesco. Cuando leí lo que había
redactado quedé desagradablemente sorprendido, y así se lo dije. Pero
el trabajo allí estaba, terminado. Era, pues, cuestión de editarlo.
A mi casa vino el joven historiador británico Eric J . Hobsbawm,
en busca de información para un libro que estaba escribiendo y que
correspondía perfectamente al personaje de Sabaté; la muerte del
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SABATE. GUERR[LLA URBANA EN ESPANA

En este libro hemos abordado la etapa comprendida entre el año


1944 y los años sesenta, que se inicia al terminarse la segunda guerra
mundial con la reincorporación a España de miles de exiliados que
habían combatido contra el nazifascismo.
Existen dos épocas anteriores todavía más ignoradas, entre 1939
y.l944, después de la victoria militar del franquismo —con la ayuda
masiva de tropas africanas, armas y ejércitos de Adolfo Hitler y Benito
Mussolini- en toda España. Y, sobre todo, la época más sangrienta, la
más inhumana, entre 1936 y 1939, en las provincias sucesivamente
conquistadas por el enemigo.
Fue en los primeros años del decenio 50 cuando, con toda inge-
nuidad, emprendimos la tarea de escribir la HISTORIA GENERAL de
esta lucha desesperada contra el franquismo. Y decimos desesperada
porque ya se había perdido cuando el pueblo español combatía con
Divisiones, Artillería, Aviación y Marina; los vencidos la habían
reanudado con pistolas, escopetas, metralletas y algunos explosivos,
pero esta vez sólo eran unas decenas de miles de irreductibles, dispersos
en pequeñas partidas 0 grupos sin ninguna asistencia logística, aislados
en territorio totalmente controlado por el enemigo.
Muy pronto, las dificultades para realizar tal empresa de historiador
se revelaron insuperables. Los esfuerzos para reunir material fidedigno,
testimonios de protagonistas, documentos sobre sentencias y ejecu-
ciones, daban como resultado una esmirriada cosecha. Era un trabajo
que no estaba al alcance de una persona ni de diez, la tarea sólo podía
ser intentada por un importante equipo entusiasta y deseoso de alcanzar
la meta. Era un trabajo difícil, pero que estaba al alcance del Movimiento
Libertario en su conjunto, pero…
Para avanzar en nuestro limitado trabajo tuvimos una gran ven-
taja, la de habernos codeado con muchos militantes libertarios que
estaban dispuestos a dar su vida para liberar al pueblo español, y así lo
hicieron. No obstante proseguíamos en nuestra descabellada idea e
íbamos reuniendo“ fracciones mínimas de lo que aspiraba a ser un
vasto conjunto.
Las precisiones de nombres, fechas y lugares se encontraban en
informes para nosotros inaccesibles -todavía hoy- de la Guardia Civil,
del Ejército, en sus acciones desarrolladas contra la guerrilla anti-
franquista rural; informes policíacos y judiciales de la lucha contra los
guerrilleros urbanos y las Organizaciones obreras tradicionales que se

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LA GENESIS DE UN LIBRO

El 6 de febrero de' 1971 fueron a visitarme los buenos amigos


Conchita Nadal y Tomás Ibáñez. En mi casa se encontraba el siciliano
Franco Leggio, fundador -como ya hemos dicho— de las ediciones
libertarias La Fiaccola de Ragusa. Los tres pensaron que el libro debía
ser editado a toda costa. Tomás y Conchita fueron los artífices de la
edición parisiense en castellano, y Leggio, de la edición italiana, pues
ambas aparecieron simultáneamente. En París se había constituído un
grupo editorial, La Hormiga, -que en 1971 ya había editado el polé-
mico libro de Vernon Richards: Enseñanzas de la Revolución Espa-
ñola- con buen número de compañeros afines y entre todos cotizamos
el precio de la edición. Los componentes del grupo eran: Tomás Ibáñez
Gracia, Conchita Nadal Mongay, Frank Mintz, Salvador Gurrucharri,
José Morato Inglés, Montserrat Turtos, Agustín Sánchez, Paco Gómez,
Antonio Cascarósa, Ramón Safont, Christian Lagant, un tal Alejandro,
y también un inglés cuyo nombre desconozco. Creo que tocamos a
1.000 francos cada uno. El libro salió a la venta en febrero de 1972,
editado por Belibaste, Colección la Hormiga.' Se imprimieron 2.000
ejemplares con el propósito de introducir en España todos los que se
pudiera. Si con la venta en Francia se conseguía recuperar los gastos,
se editaría otro… y otro…
Debido, en buena parte, a profundas divergencias con los comités
responsables del Movimiento Libertario Español en Francia, precisa-
mente sobre la marcha a seguir en la lucha antifranquista, la edición
fue unfracaso comercial; se vendieron unos 350 ejemplares; el resto,
como estaba previsto, se distribuyó en España.
En el exilio existía la opinión, bastante generalizada, de que era
improcedente divulgar lo que denominaban trapos sucios, cuando no
eran ni sucios ni limpios, sino simplemente una actuación orgánica
equivocada.
Ya hemos dicho lo esencial sobre el nacimiento y desarrollo de
este libro; narrar todos los incidentes y anécdotas sobre el mismo sería
un relato interminable. Resumiremos la continuación. Cuando en 1975
murió Francisco Franco, pensamos efectuar un viaje normal a España,
y a la vez en la posibilidad de encontrar en Barcelona un editor burgués
para garantizar la buena difusión de una nueva edición. Entonces
agregué al SABATE una parte del libro FACERIAS, hasta entonces
inédito en España, pues Ruedo Ibérico de París había hecho una edi-
ción castellana en 1974. En Barcelona fuimos a visitar al compañero
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SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

que salir de estampía para refugiarse en el Brasil y más tarde en los


Estados Unidos; Franco Leggio, siciliano de Ragusa, fundador de las
ediciones <<La Fiaccola» -La Antorcha-, que había convivido íntima-
mente con Face. Fue él quien nos permitió reconstituir su actividad en
los años que nuestro amigo estuvo en Italia; yo mismo hice dos viajes
por toda la <<bota» tras sus huellas, donde pude hablar largamente con
algunos compañeros que habían tenido mucho contacto con él: Gaspare
Mancuso, Umberto Marzocchi, Alfonso Failla, Dante di Gaetano...
Gerónimo Faló Villanueva y Antonio Cano, enlaces entre Francia
y España; José Vilalta García, Jesús del Olmo Sáez (Malatesta),
Francisco-Javier Miguel Aznares (El Largo), todos tolosanos, que me
aportaron múltiples detalles de gran interés. En París, Mariano Aguayo
Morán, hábil fotógrafo, amigo de Face y miembro de otro grupo de
acción, Los Mañas, quien además de una colaboración informativa
abundante y de primera mano, me aportó una gran ayuda profesional,
pues reprodujo incansablemente documentos y fotografías que era
necesario devolver a sus poseedores.
Ya llevábamos más de dos años siguiendo el tenue hilo de Ariana
cuando, el 5 de enero de 1960 llegó la infausta nueva de la exterminación
del nuevo grupo de acción que había constituído El Quico, con él
murieron sus cuatro compañeros. Había desaparecido otro amigo, pero
también el que debía ser la piedra angular de nuestro trabajo, pues en
sus 16 años de lucha incesante en Cataluña era el que más información
vivida tenía. A partir de entonces el trabajo biográfico fue doble, y
pusimos manos a la obra a lo que más tarde sería el libro <<Sabaté. La
guerrilla urbana en España». Orientamos la investigación hacia sus
allegados y amigos: su compañera Leonor Castells; su cuñado Demetrio
Beriain, que vivía en el Pais Vasco-francés; José Castells, hermano de
Leonor, que cuando conseguimos dar con su paradero se encontraba en
un asilo de ancianos del Herault, incapaz de pronunciar una palabra.
Unos ayudaron todo lo que pudieron, como Ramón Serón Félix, que
había pertenecido al mismo grupo de acción que El Quico antes de la
Guerra Civil; Juan Belles Estruch, miembro de los Grupos Anarco—
sindicalistas creados por Francisco Sabaté, que se había refugiado en
Francia; Juan Busquets Vergés, miembro del grupo de acción de José
Sabaté, el hermano mayor de El Quico, que también había actuado con
Marcelino Massana y Ramón Vila Capdevila ( Caraquemada), y que
pasó 20 años en las cárceles franquistas; en un intento de fuga del penal
EL SENTIDO DE UN LIBRO

Se ha dicho que nadie se puede bañar dos veces en el mismo río.


Sin duda porque el constante fluir de las aguas impide que el río sea
exactamente el mismo, aunque nunca es del todo distinto, quizá
también porque quien se tira por segunda vez en sus aguas es a la vez
el mismo pero no del todo el mismo que cuando se bañó en él por
primera vez. Lo mismo ocurre con los libros, tampoco pueden ser
leídos dos veces con los mismos ojos, y menos en un tiempo donde el
fluir de los acontecimientos nos golpea cada vez más deprisa. Desde la
primera edición de este trabajo de Antonio Téllez hasta hoy es mucho,
sin duda, lo que ha sucedido y todo ello redibuja el impacto que tiene
el libro sobre los lectores y las lectoras.
El sentido que tenía este texto a principios de los setenta estaba
muy claro para algunos de nosotros. La revitalización de la lucha
frontal contra el régimen franquista, emprendida una década antes por
la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FUL) había agudizado
hasta límites insospechables las tensiones internas del Movimiento
Libertario en el Exilio. En efecto, buena parte de los representantes de
la CNT y de la FAI temían que el desarrollo de las actuaciones
emprendidas a partir del territorio francés, y que se extendían no sólo
a España sino a toda Europa, provocaran una oleada de medidas
represivas que dificultasen la supervivencia de la Organización en el
Exilio. Estos temores no eran infundados, como bien lo dejó patente la
represión que se abatió sobre la FIJL, pero a pesar de las represalias,
las juventudes libertarias mantenían que no se podía anteponer la
preservación de las estructuras de la Organización a los propios fines
que daban sentido a su existencia: una lucha libertaria sin cortapisas

13
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

guerrillero catalán había sido celebrada por toda la prensa hispana y de


allende sus fronteras, y a Hobsbawm le había impactado. Puse a su
disposición todo el material que yo poseía, con lo cual redactó un largo
capítulo de su libro Bandits, que publicó el editor londinense George
Weidenfeld et Nicolson Ltd. en 1969. El editor Francois Maspero, de
París, lo publicó en francés en 1972. Por cierto que Maspero había
rechazado mi Sabaté en junio de 1970.
Hobsbawm, en otra visita que me hizo en París, me comunicó que
un editor inglés estaba dispuesto a publicar el libro. También había
encontrado una excelente traductora, Ilsa Barea, la compañera de
Arturo Barea, español que se había distinguido mundialmente con su
obra La Forja. Viajé a Londres y cerré contrato con el editor MAC-
GIBBON & KEE el 28 de agosto de 1960. También consulté sobre el
editor y la traductora con el amigo y polémico periodista y escritor
José García Pradas, el cual aprobó la elección de ambos, pero no
estuvo de acuerdo cuando le dije que me dejara poner como epílogo del
libro uno de sus romances, A solas con el revólver, lo cual no impidió
que me lo recitara varias veces muy emocionado y que me emocionara
a mí. En aquel momento Pradas atravesaba una crisis de pacifismo
agudo. *
El libro, obra colectiva como ninguna, debía ser editado con el
pseudónimo bien anodino de José Francisco Martínez 0 algo parecido,
y con el título España insumisa.
Y ocurrió que... no ocurrió nada. Fueron pasando los meses y la
traductora, que llevaba muchos trabajos entre manos, no finiquitaba la
versión inglesa, hasta que el editor se cansó y canceló el contrato en
diciembre de 1963.
Fue entonces cuando comencé una nueva redacción, y el texto,
mejor o peor, quedó como yo quería, y fue el que se publicó en París,
en su primera edición castellana, en 1972.
_ Dos o tres editores franceses lo leyeron y lo rechazaron por
considerarlo no comercial. El editor italiano Giangiacomo Feltrinelli
estuvo dudando algún tiempo pero me lo devolvió. Uno de los editores
lo aceptaba si modificaba un poco el texto para convertir & Sabaté en
un superman... Otro se limitó a robarme la portada que yo había
proyectado y la utilizó con toda desvergiienza para ilustrar una de sus
colecciones.
El libro dormía en una estantería de mi biblioteca.
10
EL Summo DE UN Lmno

libro no se limita al recuerdo de una de las muchas páginas en las que


se escribió la larga lucha de los libertarios contra Franco, ni a rendir
homenaje a algunos de los que perdieron la vida en ese trance. Esto no
es del todo así porque las balas que acabaron con las vidas de los
Facerías y de los Sabaté proyectaban su eco mucho más allá del tiempo
en que fueron disparadas y de las personas concretas que abatieron.
Quienes recibieron esas balas son los mismos que asaltaron el cuartel
de Atarazanas en julio de 1936, que lucharon en los bosques de Bolivia
con el Che, que se enfrentaron a la policía sudafricana en los guetos de
Johannesburgo, que se ponían delante de los tanques en la plaza de
Tiananmen. Son los mismos que el año que viene, o el siguiente, o el
otro arriesgarán su vida para resistir frontalmente a una u otra de las
mil caras que toma la represión, y de las que Franco sólo fue una. Son
los mismos que hoy, en situaciones menos espectaculares, se atreven
a la insumisión, o que intentan tejer en su barrio, en su trabajo, en su
vida cotidiana alguno de los hilos ínfimos con los que a veces tropieza
el poder. Lo que Téllez nos cuenta aquí es Simplemente la historia
inmemorial de quienes tienen la osadía de decir ¡NO! Frente a la
clamorosa exigencia de sumisión que nos lanzan las mil bocas del
Poder y que no se dejan doblegar ni por el castigo que amenaza su
actitud, ni por las recompensas que aCompañan la renuncia a mante—
nerla. Esta historia no es un canto a las pistolas y a la gallardía de
quienes se atreven a empuñarlas, pues también los encontramos en las
filas de quienes sueñan con el fascismo. Tampoco es una exaltación de
quienes están dispuestos a dar su vida por una idea, éstos abundan en
todas las variantes de los integrismos y de los fanatismos fundamen—
talistas. No es la historia de quienes quieren extender y hacer triunfar
sus convicciones, es simplemente la historia de la resistencia, llevada
hasta sus últimas consecuencias, contra las grandes apisonadoras que
aplastan todo lo que no se sitúa por debajo del nivel de libertad y de
dignidad humana que están dispuestas a tolerar. Resistencia y lucha
que es necesariamente desigual, respuesta que es siempre la de unos
pocos y unas pocas entre los muchos y muchas que nunca conocieron
la indignación ante los atropellos del Poder, 0 que decidieron acallar
para evitar sus represalias. Resistencias en las que radican sin embargo
las frágiles razones que nos ayudan a confiar en que aún queda alguna
posibilidad de torcer el rumbo de las apisonadoras. El sentido que tiene
hoy el libro de Téllez es el de hacernos ver que aún queda esperanza
15
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Eliseo Bayo Poblador, periodista de talento reconocido, y sin necesi—


dad de pedírselo dos veces me presentó a la Editorial Plaza & Janés y
en veinte minutos se cerró el trato. En diciembre de 1978 salió a la luz
la segunda edición (corregida y ampliada) castellana, con una tirada de
5.000 ejemplares que se agotaron. La venta no incitó al editor 3 hacer
una nueva edición y renunció a sus derechos. Ahora, más de doce años
después, el grupo editor VIRUS, de Barcelona, como antes hiciera LA
HORMIGA, ha decidido lanzarse a la aventura de una tercera edición
en castellano.

ANTONIO TELLEZ SOLA


Maureillas (Francia), noviembre de 1991
INTRODUCCIÓN

Este libro es una evocación parcial de acontecimientos que co-


rresponden a una de las épocas más negras de la historia de España,
período consecutivo a tres años de una despiadada guerra civil que
aportaron un régimen tiránico durante el cual, para miles de españoles,
sólo existió la hipotética libertad de elegir la manera de morir.
Todas las demás libertades, hasta las más elementales, fueron
borradas del ámbito ibérico. Sólo regía la ley de un Estado que se
imponía mediante un terrorismo permanente. Se habían suprimido los
derechos de expresión, enseñanza, asociación, prensa, uso de lenguas
vernáculas; hasta el derecho de <<opinar» en silencio se condenaba
severamente.
La <<justicia» era privilegio exclusivo de tribunales castrenses, y
el derecho de defensa se había transformado en irrisión macabra.
Todos los derechos humanos eran pisoteados.
Las penas de muerte se distribuían con profusión y se aplicaban
como si se tratara de exterminar a un pueblo. Fue una era de PAZ, que
se prolongó muchos años, que causó más víctimas entre los antifascis-
tas que durante tres años de combates en los frentes republicanos. Era
el cumplimiento de una venganza prometida desde los primeros días de
la contienda.
Vale la pena recordar, aunque sólo sea como muestra, las prome-
sas que hacían los <<nacionales» cuando eran simplemente sublevados,
pero que cumplieron ampliamente cuando fueron <<vencedores». He
aquí un texto de antología que divulgaba Radio Zaragoza en el mes de
agosto de 1936:

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SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

contra la dictadura franquista. La situación de polémica interna llevó


a la descalificación de los militantes libertarios que dasarrollaban, o
apoyaban, una línea de acción directa, a veces violenta, contra el
régimen franquista. Línea que entroncaba, de alguna manera, con la
que habían puesto en práctica los Facerías, Sabaté y tantos otros.
La publicación del libro de Antonio Téllez cumplía para algunos
de nosotros una doble finalidad. Por una parte contribuía a revitalizar
en la memoria del Movimiento Libertario en el Exilio, una línea de
actuación próxima a la que la F1] L intentaba desarrollar. Por otra parte
ayudaba a dar a conocer en España unas luchas sistemáticamente
distorsionadas por la prensa del régimen y que apuntaban claramente
hacia la posibilidad real de manifestar una resistencia frente a las
claudicaciones y resignaciones que la larga duración del franquismo
había propiciado.
Hoy la situación es otra, y el sentido del libro también. A primera
vista podría parecer que lo único que se pretende con su reedición es
rescatar una memoria sepultada por quienes se afanan desde la cumbre
en organizar el olvido y en alterar la memoria colectiva. Pero esto no
es del todo así. Ciertamente, este libro es un libro de historia, pero de
una historia escrita desde abajo, desde el pueblo. Sin otros medios para
investigar y dar forma a los materiales que los que surgen del esfuerzo
personal y del voluntarismo, pero también con ese gran respeto hacia
la verdad de los hechos que es propia de quienes son auténticamente
pueblo y no élites de todo tipo. Las his—toriografías realizadas por
profesionales suelen centrarse sobre los grandes acontecimientos y
relatan las vidas de los personajes importantes. Por suerte, junto con
esas historiografías, tenemos también las historiografías salvajes, como
la que nos brinda Téllez, que nos habla de personas que no tienen
pedestales en los anales de la historia, que son a veces anónimos pero
cuya vida permite entender trozos enteros de la realidad contemporánea.
Trozos que son precisamente los que deja perder el gran aparato
académico volcado en hacer historia. De la misma forma en que la
historia escrita desde arriba suele servir para legitimar las situaciones
establecidas, la historia que brota desde abajo suele tener un incon-
fundible aroma subversivo. No hay ningún misterio en ello, cuando se
escribe desde el pueblo es difícil que no se reflejen de alguna manera
la dominación y la explotación de este estar sometido. Sin duda,
tenemos en nuestras manos un libro de historia, pero el sentido de este
14
[NTRODUCCIÓN

todavía no existía bibliografía sobre el tema de la resistencia antifran—


quista, nadie lo había abordado, y la acción de los hombres del
anarcosindicalismo español sólo figuraba, comedidamente, en los
partes policíacos victoriosos en su lucha contra <<el bandolerismo».
Después de la muerte del general Francisco Franco, el 20 de
noviembre de 1975, se publicaron algunos libros, muchos reportajes
sensacionalistas, trabajos que, aunque carentes de rigor histórico en su
mayoría, tuvieron por lo menos la virtud de divulgar hechos que por
primera vez se mencionaban. Posteriormente, se editaron monografías,
generalmente regionales, sobre la lucha armada contra el franquismo:
en León, Asturias, Valencia, Galicia, Cantabria, etc. Y también algunas
provinciales, como sobre Cádiz, Granada, etc., casi todas fruto de
minucioso estudio y merecedoras de lectura y consulta.
Así y todo, la literatura sobre la oscura, pero persistente labor de
miles de hombres que se fijaron como meta, sin medios y quizá sin
esperanza, la destrucción de un <<sistema» de oprobio, que dieron su
vida en la empresa, presenta todavía un vacío sorprendente.
Es cierto que no suele escribirse la historia de los combatientes
anónimos que se rebelan con el propósitos de modificar fundamen-
talmente las estructuras de la sociedad, de echar los cimientos donde
pueda construirse un mundo nuevo.
De estos combatientes hemos elegido a dos: Francisco Sabaté y
José Lluís Facerías, prototipos de hombres de acción, de idealistas,
anarquistas ambos, convencidos en lo más profundo de su ser de que
la lucha es ejemplo y que en aras de sus convicciones murieron.
La existencia de Francisco Sabaté (El Quico) y la de José Lluís
Facerías (Face) se diferenció de otras miles en que desplegaron una
acción incesante durante varios lustros. Otros que, como ellos, toma—
ron el mismo camino, perdieron la vida el primer día, o estuvieron en
la brecha algunos meses o años. Sabaté, excepcionalmente, sobrevivió
durante tres decenios de riesgos constantes, y Facerías, más joven,
durante quince años, además de haber combatido ambos durante la
guerra civil española.
No tenemos la pretensión de considerar este libro como un estu-
dio biográfico; son trazos de dos vidas, ni más ni menos.
En la primera edición, cuando la lucha contra Franco continuaba,
se suprimieron nombres de combatientes que seguían en primera línea
o que se extinguían en las mazmorras de toda España. En ésta, hemos
19
SABATE. GUERR¡LLA URBANA EN ESPANA

para una vida distinta de la que el Poder teje para nosotros, porque aún
en las condiciones más adversas siempre salen hombres y mujeres que
tienen el sorprendente arrojo de negarse a ser sometidos.

TomAs IBANEZ GRACIA

16
SABATE

Eran las dos menos cinco de la tarde exactamente, del día 2 de


marzo de 1949, cuando penetraba en la calle barcelonesa de Marina,
por la parte del paseo de Carlos I, el automóvil del jefe de la brigada
Político social, Eduardo Quintela Bóveda.
Entre las calles Mallorca y Provenza dos vehículos, aparentemente
anodinos, estaban estacionados esperándolo: una camioneta y un Fiat
de turismo; en el primero, un hombre reparaba el motor, Francisco
Sabaté Llopart; en el volante, Carlos Vidal Pasanau y, sentado a su
lado, José Sabaté Llopart.
Francisco, con un fusil ametrallador apretado contra la cadera, se
plantó en medio de la calle y disparó una larga ráfaga contra el coche
que se le venía encima. El parabrisas saltó en mil pedazos y el vehículo
se detuvo como por encanto. Por sus portezuelas salieron dos hombres
que intentaban huir, pero, en el mismo instante, avanzó el Fiat con-
ducido por Simón Gracia Fleringan y las metralletas de sus ocupantes,
José López Penedo y Wenceslao Jiménez Orive, escupieron la muerte.
Los dos hombres quedaron tendidos sin movimiento en el asfalto.
Francisco Sabaté (El Quico) se acercó al coche ametrallado, miró
las caras de las víctimas y no encontró la que buscaba. Tuvo un gesto
de desesperación...
En lugar de Quintela con su escolta iban en el coche dos jefes
falangistas: Manuel Piñol Ballester, secretario del Frente de Juventudes
del distrito universitario y José Tella Bavoy, jefe de deportes de la
misma organización. El primero y su chófer, Antonio Norte Juárez,
eran dos cadáveres, el segundo estaba levemente herido.
El atentado, meticulosamente preparado, había fracasado, una
vez más...

21
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

¡Raza de víboras...! ¡Seres inmundos...!


para vosotros ni clemencia. ni perdón, ni olvido... Para
vosotros, burgueses de izquierda. emboscados bajo el disfraz
extravagante y canallesco del judaísmo y la masonería, todo el
peso implacable de la justicia; para vosotros, manchados con la
sangre de tantas víctimas, inocentes las unas, creadas e inmoladas
por vosotros las demás, la persecución y el exterminio sin tregua,
sin contemplación...
España. la madre España, a la que vosotros intentásteis
deshonrar, avergonzada, irritada contra vosotros, reptiles in-
mundos y raza de víboras, os perseguirá y no cejará hasta
aniquilaros y barreras; hasta arrancaros de raíz, como la cizaña
que destruye las espigas del extenso campo de la Patria...
Pero qué creísteis canallas de cuello y de levita, ¿que sólo
caerían los bajos, los desheredados, los que vosotros defraudásteis
y envenenásteis? Os habéis equivocado. La presa de España, la
salvación de España. está en destruiros a vosotros. YEspañajura
que caeréis. Por mucho que intentéis ocultaros, algún día saldréis
a la luz; y el sol de España no acariciará vuestras retinas...
Y la justicia se cumplirá con vosotros al*grito estentóreo de
¡Arriba España! ¡Viva España! 1

Lo reconocemos, así fue.


De los hombres -tampoco escasearon las mujeres- que pudieron
escapar en un primer momento a la cruel represión, unos 30.000
eligieron la continuación de la lucha, y miles de ellos perecieron con
las armas en la mano, en un combate desesperado, tanto en los campos
como en las ciudades.
Se trata de una lucha ignorada, todavía sin historiar, que quedó
sumida en las tinieblas porque una buena parte de ella, la más sangrienta,
se desarrollaba en España cuando la noche de la segunda guerra
mundial cubría el mundo; los gritos de dolor, si lograban franquear las
fronteras, no eran atendidos por los pueblos que también se desangraban.
Cuando se publicó por primera vez este libro en 1972, en Francia,

1 La totalidad de este texto puede leerse en el Heraldo de Aragón del 9 de


agosto de 1936 con el edificante título de: aPerdón, clemencia y ¡Justicia!»
18
SABATE

sólo podía servir para consolidar su carácter ávido de libertad y


también para hacer germinar en el niño el odio a cualquier forma de
tiranía y que,!h—el hombre, fue su más destacada característica.
El Quico dio pruebas entonces de las cualidades temperamentales
que no lo abandonarían a todo lo largo de su vida de luchador:
presencia de ánimo, tenacidad de convicción, perseverancia, inteli-
gencia y, sobre todo, valor, audacia e intrepidez. Después de varios
intentos de fuga, un buen día trepó a un árbol del recinto y con una soga
improvisada franqueó el muro de la institución. Por sus propios
medios regresó al hogar. Abrazado a las rodillas de sus padres les
suplicó que no lo volvieran a encerrar, pero advirtiéndoles también
que si no le hacían caso se escaparía de nuevo y para siempre. Entre
súplicas y amenazas El Quico prometió ser buen chico, aunque sin
comprender, probablemente, el significado que sus progenitores da-
ban a estas palabras.
Por aquel entonces la educación en España era la última pre-
ocupación de los gobernantes. Las escuelas públicas eran insuficientes
y las privadas estaban en manos de monjas y maristas que exigían una
contribución financiera importante que no estaba al alcance de los
trabajadores, sobre todo si pertenecían a la categoría de familia nu-
merosa como la del Quico.
Los maestros públicos eran mal considerados socialmente y no en
balde se decía: pasar más hambre que un maestro de escuela, cir—
cunstancia poco favorable para despertar vocaciones.
La escuela de decenas de miles de niños era la calle y, luego, el
taller, donde ingresaban, como aprendices, a los 10 años o antes.
El Quico no fue una excepción de la regla y entró a trabajar en un
en su libro El alzamiento, la revolución ye! terror, editado en Barcelona en 1943,
dice que nueve religiosos del asilo perdieron la vida. Terminada la contienda,
los religiosos adquirieron la Torre Vilana, en Sarriá, uno de los barrios más
aristocráticos de Barcelona, al noroeste de la ciudad, donde las instalaciones
fueron modernizadas pero sin abandonar el sistema pedagógicctradicional. La
triste fama de este relormatorio para “jóvenes delincuentes», dependiente
desde el año 1941 del Patronato de la Junta provincial de Protección de
Menores, parece haberse mantenido a través de los años, pues en la madru-
gada del lunes 23 de enero de 1978 estallaron dos bombas, sin causar víctimas,
una en la calle Entenza, en la entrada de la Cárcel Modelo, y otra en la puerta
del jard in del Asilo Durán, calle Vilana, 1 1 , con lo cual los autores parecían dirigir
los atentados a dos centros penitenciarios sin distinción de matices.
23
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

agregado algunos, los de otros, todavía en vida, se silencian por


voluntad expresa de los interesados.
Nuestro propósito es descorrer un poco el velo sobre actividades
casi ignoradas, pues todavía hoy día se conocen más cosas de los
guerrilleros urbanos argentinos, brasileños o uruguayos que de los
españoles, a pesar de haber sido éstos los creadores y precursores de
una forma de combate que luego, con otras características, se ha
generalizado a todos los países del mundo.
Francisco Sabaté fue siempre un afuera de la ley». Ya muy joven
se desolidarizó de nuestra sociedad, en cuerpo y espíritu, y quiso
participar, como <<arquitecto», en la creación de otra más justa, más
humana, donde los valores del individuo no fueran constantemente
escarnecidos.
Facerías, cinco años más joven, conoció las ideas y la lucha
durante la guerra civil y después de la victoria franquista prosiguió el
combate contra un régimen que aborrecía.
El campo de batalla de ambos fue esencialmente España, donde
imperaba la violencia y la intolerancia de un régimen dictatorial,
donde los hombres eran triturados física y mentalmente, y, por consi-
guiente, infringieron constantemente, qué duda cabe, el orden estable-
cido. Desacataron todos los códigos y todos los usos. No pudieron
elegir los medios para realizar su acción, estuvieron…obligados a
recurrir a lo que eran bienes propios: coraje, inteligencia, voluntad.
Tuvieron una virtud indiscutible, la de demostrar que el individuo
nunca se encuentra en situación de impotencia absoluta cuando está
convencido de que la lucha en pro de la justicia tiene más valor que la
propia existencia; que siempre existe la posibilidad de rebelarse y de
defender una idea noble, hasta en las condiciones más desfavorables,
que fueron, precisamente, las que ellos encontraron.

ANTONIO TELLEZ
París, mayo de 1972, y
Barcelona, diciembre de 1991

20
SABATE

La nueva República tomaba inmediatamente posición contra el


populacho que durante tantos años venía propugnando una profunda
transformació… la vida económica y social de España.
La chulería de Maura1 no era el arrebato oral de un momento de
nerviosismo; era un estado patológico crónico. Este católico y repu-
blicano defensor declarado de los Borbones lo patentizaba pocas
semanas después, el 23 de julio, para demostrar al mundo que ¡quien
manda, manda! hacía destruir a cañonazos el bar Casa de Cornelio,
centro de reunión de los anarcosindicalistas sevillanos, sito en la
Macarena.
Tres piezas de artillería dispararon 22 granadas rompedoras contra
una vieja casona y la redujeron a ruinas.
No cabe aquí describir con detalle la agitación social que vivió
España durante el período republicano, pero para dar una ligera idea
del espíritu revolucionario que animaba entonces al pueblo que no
tardaría en ser el primero en oponerse a la expansión fulgurante del
fascismo en Europa, citaremos el movimiento insurreccional del 19 de
enero de 1932, en la zona minera del Alto Llobregat y Cardoner,
comarcas de Berguedá y Bages. La marejada revolucionaria se inició
en Fígols y Berga y el día 21 se había extendido a toda la cuenca del
Llobregat: Sallent, Balsareny, Puig-reig, Gironella, Sant Vicenc de
Castellet y Súria. Se suprimió la propiedad privada y la moneda y se
proclamó el Comunismo libertario. El movimiento obrero fue aplas-
tado en pocos días. El último baluarte de la revolución, Cardona, caía
el 22 de enero.
dos primeros días, es preciso que renazca la tranquilidad en la vía pública y que
todos, cumpliendo sus elementales deberes cívicos, cooperan al mantenimiento
del principio de autoridad. No hacerlo así, sería tanto como colaborar con los
enemigos de la República interesados en la merma de su prestigio y su
autoridad. Portanto, apartir del dia de hoy, los funcionarios encargados de velar
por el orden público, siguiendo las instrucciones recibidas, tomarán las medidas
necesarias para evitar que la tranquilidad del vecindario esté a merced de
quienes, con el alboroto, sólo se proponen sembrar la desconfianza en el Poder
constituido.» (Del libro de Miguel Ma'ura: Así cayó Alfonso XIII… Ed. Ariel,
Barcelona, 1966, p. 199)
1 Miguel Maura Gamazo nació en Madrid en 1887. Como ministro de la.
Gobernación le sucedió, el 14 de octubre de 1931, otro político de nombre
funesto en la historia de España, Santiago Casares Quiroga (1881—1950).
Maura murió en Zaragoza en 1971.
25
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Manuel Sabaté Escoda nació en Barcelona, en la popular barriada


de Hostafrancs, el 12 de septiembre de 1879. Pertenecía a la Guardia
Urbana de l'Hospitalet de Llobregat, población entonces de unos
5.000 habitantes], que prolonga la gran urbe barcelonesa por el Sur,
sin discontinuidad. La esposa de Manuel, Madrona Llopart Batlle2 era
la clásica mujer española de la época, abnegada y trabajadora, dedica-
da enteramente a las labores del hogar y al cuidado de la familia.
El matrimonio tuvo cinco hijos, cuatro de ellos varones, de los
cuales figurarán en nuestro relato tres: José, el primogénito, nacido en
1910; Francisco, nacido el 30 de marzo de 1915; Manuel, nacido en
1927. El cuarto, Juan, y María, nunca participaron en las actividades
de sus hermanos.
Francisco, más conocido por el diminutivo catalán de su nombre,
Sisco, Sisquet o Quico, ya de niño daba pruebas de gran fortaleza de
carácter, de temperamento indómito.
Sus padres, bastante ignorantes de lo que eran en realidad los
establecimientos denominados reformarorios, y mal aconsejados,
decidieron confiarlo como interno al Asilo Durán de Barcelona, ubi-
cado en la parroquia de Santa María de Gracias, cuando sólo tenía siete
años. Esta institución, regentada por frailes, era en realidad un esta-
blecimiento penitenciario para menores y fue un verdadero crisol de
rebeldes. Por él pasó Mariano Rodríguez Vázquez, el que más tarde,
durante la guerra civil española (1936-1939) y conocido con el dimi-
nutivo de Marianet, sería el secretario general de la Confederación
Nacional del Trabajo (CNT)3, la más importante de las centrales
sindicales de España.
La vida carcelaria del Asilo Durán4, con sus humillaciones y
castigos corporales, su educación retrógrada y disciplina dictatorial,

1 La población de l'Hospitalet de Llobregat ha registrado un crecimiento


demográfico importante desde primeros de siglo, particularmente en los últimos
decenios: 4.948 habitantes en 1900, 12.360 en 1920, 71.580 en 1950, 150.000
en 1962, 250.000 en 1972, 295.074 en 1981.
2 Madrona Llopart falleció en l'Hospitalet en 1958, a los 70 años de edad.
3 La CNT se creó en el Congreso nacional obrero celebrado en el Palacio
de Bellas Artes de Barcelona del 30 de octubre al 19 de noviembre de 1910,
firmemente orientada por las ideas bakuninistas de la Primera Internacional.
4 En 1936 el Asilo Durán fue devastado, su capilla incendiada y la comu-
nidad quelo regentaba (San Pedro Advíncula) represaliada. Francisco Lacruz,
22
SABATE

fueron detenidos y sometidos al fuero de guerra. Cuando fueron


juzgados el fis¿al reclamó... ¡42 penas de muerte!1
Por aquellas fechas los campesinos de l'Hospitalet también se
habían declarado en huelga para protestar contra las condiciones
feudales a que estaban sometidos. Los terratenientes no transigían, la
huelga se prolongaba y el hambre se instalaba en los hogares de los
braceros.
Un día, El Quico y otro joven decidieron participar a su manera
en defensa de los campesinos. Atacaron a uno de los latifundistas más
importantes de la localidad y lo desvalijaron. El dinero lo entregaron
al Comité de huelga para que fuera distribuido entre las familias más
necesitadas.
Pero la reacción, a su vez, se preparaba para intervenir contra el
pueblo y_contra el gobierno. Era un secreto a voces que el general José
Sanjurjo y Sacanell -director del Cuerpo de Carabineros y ex director
de la Guardia Civilº- preparaba un pronunciamiento. La conspiración
militar estalló el 10 de agosto de 1932 en Madrid y Sevilla, pero, dos

expeditivo de eliminación lega/de los dirigentes y militantes destacados de las


organizaciones obreras; las autoridades ponían en libertad a los presos de las
cárceles o a los detenidos en las comisarías y cuando los liberados se dirigían
a sus hogares eran asesinados en la calle, ametrallados por la espalda. En el
parte figuraba: Intento de fuga.
1 Véase Solidaridad Obrera de Barcelona del 7 de abril de 1933. Diego
Abad de Santillán, en Contribución a la Historia del Movimiento Obrero Español,
Tomo III, Ed. Cajica, México, 1971 , dice que las sentencias fueron: cuatro a 20
años y un día; seis a 6 años y un día; dos fueron absueltos; cuatro descartados
del proceso y los restantes fueron condenados a 12 años y un día.
2 En Castilblanco, pueblo de 4.000 habitantes de la provincia de Badajoz,
el 31 de diciembre de 1931 se organizó una manifestación de huelguistas en la
que participaron unos 500 campesinos. La Guardia Civil intervino a tiros para
disolverla. El pueblo, indignado, atacó con palos y cuchillos a los uniformados.
El saldo fue: cuatro guardias y un campesino muertos, otro manifestante resultó
herido. Los procesados por la muerte delos guardias civiles fueron condenados
a muerte, pero la protesta pública hizo que las penas fueran conmutadas y
finalmente fueron amnistiados. En Arnedo (Logroño), el 5 de enero de 1932, la
Guardia Civil también atacó a tiros una manifestación e hizo una verdadera
carnicería: cuatro mujeres ydostrabajadores muertos, 32 heridos. La indignación
fue general en toda España y de ahí la destitución de Sanjurjo el 8 de enero. El
presidente del Consejo, Manuel Azaña, le ofreció como compensación la di-
27
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

taller de fontanería. Lo mejor del aprendizaje eran los cachetes y las


afrentas, que resentía profundamente y soportaba de mala manera.
Muy pronto, antes de proclamarse la República el 14 de abril de
1931, se afilió al sindicato de Oficios varios de l'Hospitalet, de la
CNT1, a cuya organización fue fiel toda su vida, si no en disciplina por
lo menos en espíritu.
La República de trabajadores fue cualquier cosa menos lo que su
nombre indicaba. Heredó de la Monarquía todos los vicios y todas las
instituciones que corroían internamente al país: el ejército pretoriano,
amante de pronunciamientos y que odiaba profundamente cualquier
institución democrática; la iglesia absolutista, fanática, con sus in-
numerables órdenes religiosas de mentalidad oscurantista y reacia a
cualquier obra de cultura y de progreso; el feudalismo de la tierra, con
su retahíla de terratenientes y aristócratas que sumían en la más
espantosa miseria a más de media España; toda una burocracia cerril
y corrompida.
La proclamación de la República fue motivo de manifestaciones
populares que saludaban gozosas el advenimiento de una nueva era. El
flamante régimen republicano era en aquellos momentos -como escribía
Felipe Alaiz2 con su gracejo tan chispeante- <<tan.puro como la nieve
de las cimas. No había caminado un solo paso. No había firmado un
solo decreto, no había acaparado un solo destino ni se le podía achacar
ocasión de patrocinar o consumar ninguna injusticia.»
Pero… ya dos días después, el 16 de abril, Miguel Maura Gamazo,
ministro de la Gobernación, declaraba a los periodistas: <<Me interesa
que hagan ustedes constar en sus periódicos, que no estoy dispuesto a
que continúe una hora más el bullicio en las calles. ¡Es demasiada
expansión la que se toma la gente! ¡Todo está degenerando en un
escándalo populachero inaceptablel»3

1 En los primeros años de la República, la CNT en l'Hospitalet represen-


taba al 90% de la población activa, tanto en el campo como en la industria.
2 En Durruti, Ed. Mauoci, Barcelona, 1937, p. 48.
3 Palabras citadas por el periodista Salvador Cánovas Cervantes en su
libro Proceso histórico de la revolución española, Ed. Solidaridad Obrera,
Barcelona, 1937. Sobre la actitud de Maura, la prensa de la noche publicó la
siguiente nota: “La República española naciente ha visto con satisfacción haber
sido recibida con expansiones populares de regocijo y a estas manifestaciones
espontáneas ha prestado su más solicito asentimiento. Mas transcurridos los
24
SABATE

a los Ministerios de la Guerra y Comunicaciones, y en Sevilla, donde


se declaró la melga general, los anarcosindicalistas se lanzaron de
nuevo a la calle, esta vez ¡oh ironía! para sofocar el pronunciamiento
y en defensa de la República que tanta saña ponía en perseguirlos.
Fue durante esa época de agitación social permanente cuando
Sabaté constituyó, con otros jóvenes, el primer grupo de acción que
denominaron Los Novatosl. El más viejo de los componentes era José,
hermano del Quico, con 22 años. Todos se afiliaron a la Federación
local de la Federación Anarquista Ibérica (FAI)2 y el grupo desplegó
inmediatamente una gran actividad.
El 8 de enero de 1933 estallaba en España un nuevo movimiento
revolucionario inspirado por la FAI para protestar contra la política de
persecución obrera, sistemática y tenaz, que caracterizaba al gobierno
de Manuel Azaña y Díaz. El intento fue reprimido inmediatamente y no
prosperó. En Zaragoza y Barcelona fueron detenidos muchos dirigentes
obreros, incluso antes de estallar la revolución, proclamada con an-
telación a los cuatro vientos. Pero la llamarada de protesta tuvo
repercusiones en muchas regiones. En Ribarroja y otros pueblos de
Levante se proclamó el Comunismo libertario y otro tanto sucedió en
Andalucía.
En Casas Viejas (actualmente Benalup de Sidonia), aldea de
Cádiz, la República actuó entonces con un salvajismo pocas veces
igualado. Un campesino de 70 años, Francisco Curro Cruz, más co-
nocido por Seisdedos, no se quiso rendir a la Guardia de Asalto3. Se
parapetó con toda su familia -y los libertarios que como él ansiaban un
régimen de justicia social- en una humilde casucha. Los mercenarios
de la República los exterminaron, mujeres y niños comprendidos, de

1 Cuando se constituyó el grupo Los Novatos sus componentes eran: los


hermanos José y Francisco Sabaté Llopart, José Casajuana Gol, Antonio Díaz,
Juan García, Juan y Francisco Manzanares, Antonio López, Angel Rodríguez,
Floreal Ródenas y Ramón Serón Félix. Este último, detenido en octubre de
1934, perdió a partir de entonces contacto con el grupo. Ramón Serón falleció
en julio de 1979, en un hospital parisiense, alos 66 años de edad. Era nativo de
Albalate del Arzobispo (Teruel).
2 La FAI se constituyó durante la Dictadura del general Primo de Rivera,
en una denominada Conferencia Nacional Anarquista celebrada en Valencia
los días 25 y 26 de julio de 1927.
3 Fuerza pública creada porla República el 15 de mayo de 1931.
29
SAM1'E. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

La represión fue cruel en toda Cataluña. El día 11 de febrero por


la madrugada zarpaba de Barcelona el barco Buenos Aires con 119
militantes confederalesl deportados a Bata (Guinea continental es-
pañola)º, entre ellos Buenaventura Durruti Dumange3 y los hermanos
Francisco y Domingo Ascaso Abadía4. Mientras tanto, en muchas lo—
calidades se aplicaba la ley de fugas5 y las víctimas obreras poblaban
los cementerios y las cárceles.
La protesta popular contra las deportaciones y violencias policíacas
se concretaba en múltiples huelgas en toda España, e incluso surgían
nuevos focos insurreccionales, como el del 14 de febrero en Terrassa,
donde un grupo de militantes se lanzó a la lucha, se apoderó del
Ayuntamiento y detuvo al alcalde y a todas aquellas personas de
significación reaccionaria que encontraron en la calle. Durante unas
horas fueron los dueños de la situación. En el balcón del Ayuntamiento
ondeó la bandera rojinegra. Fuerzas del ejército llegadas de Barcelona
dominaron rápidamente a los rebeldes. Cuarenta y dos sindicalistas

1 Los nombres de los 119 deportados figuran en un folleto de Alfonso


Martínez Carrasco, Hacia Guinea, Ed. Minuesa, Madrid, 1932, 30 páginas. El
militante valenciano Progreso Fernández está inscrito como Antonio Fernán-
dez.
2 La Guinea Ecuatorial -Fernando Poo y Río Muni- obtuvo la independen-
cia en 1968 y el territorio de Ifni fue restituido a Marruecos por el tratado de Fez
del 4 de enero de 1969. El Sáhara español 0 Río de Oro fue repartido entre
Marruecos y Mauritania por el acuerdo tripartito de Madrid de noviembre de
1975. Un movimiento independentista, el Frente Polisario (Frente Popular de
Liberación de Saguia-El Hamra y del Río de Oro), creado en 1973 para luchar
contra la presencia española, combatió luego, con el apoyo de Argelia, contra
la ocupación marroquí y mauritana.
3 Durruti, una de las más recias figuras del anarquismo español, nació en
León el 14 de julio de 1896. Murió en el frente de Madrid, sector de la Ciudad
universitaria, el 20 de noviembre de 1936. Puede consultarse el libro de Abel
Paz: Durruti, el proletariado en armas, Ed. Bruguera, Barcelona, 1978.
4 Francisco Ascaso nació el 1º de abril de 1901 en Almudévar (Huesca).
Compañero inseparable de Durruti, murió en Barcelona el 20 de julio de 1936,
en el asalto al cuartel de Atarazanas sublevado. Domingo Ascaso, que tenía
algunos años más que Francisco, murió en Barcelona durante los sucesos de
mayo de 1937. Ver la nota 1 de la página 41.
5 La ley de fugasfue un engendro del general Severiano Martínez Anido,
gobernador de Barcelona, que se aplicó a partir de 1920. Era un medio
26
SABATE

propaganda inmensa, clausurada en un gigantesco mitin organizado en


la plaza de toros Monumental de Barcelona. Conocidos militantes de
la CNT-FAI participaron en él, entre ellos Buenaventura Durruti. La
consigna fue: ((Frente a las urnas, la Revolución social.»
Las derechas ganaron las elecciones y el solemne compromiso
que había contraído la sindical anarcosindicalista con el pueblo fue
cumplido.
El día 8 de diciembre de 1933 la revolución se ponía de nuevo en
marcha en Barcelona, Valencia, Granada, etc., pero el epicentro re—
volucionario fue la región de Aragón y Rioja, donde en muchos
Dueblos se izó la bandera rojinegra y se proclamó el Comunismo
libertario.
En Cataluña, la Torrasa fue el foco de la revolución. Durante
cuatro días, del 8 al 12 de diciembre de 1933, l'Hospitalet fue tomada
por los revolucionarios en su intento de proclamar el Comunismo
libertario.
El local del Sindicato Unico fue clausurado por orden guberna-
tiva durante 26 meses y la escuela Ferrer Guardia, que funcionaba en
el mismo edificio del sindicato, fue clausurada hasta el 28 de agosto de
19341.
El grupo de Los Novatos, que se había preparado con entusiasmo
para participar en la revolución, se lanzó impetuosamente a la calle
donde colaboró a dominar rápidamente a la fuerza pública de
[Hospitalet y se adueñó de los centros oficiales; con los archivos
municipales se hicieron hogueras descomunales.
Este movimiento insurreccional, una vez más, quedaba sofocado
el día 14, pero después de causar muchos muertos y heridos en las filas
obreras. La represión fue implacable y miles de cenetistas fueron
condenados a presidio.
En Zaragoza, sede del Comité nacional de la CNT, era detenido
éste y un Comité revolucionario del que formaba parte Buenaventura
Durruti, Cipriano Mera Sanz2 e Isaac Puente Amestoy3. Los hermanos

1 Véase: L'Hospitalet. La história de tots nosa/tres, 1930—1936, de Joan


Camós ¡ Cabecerán, Diputació de Barcelona, 1986.
2 Mera nació en Madrid el 4 de noviembre de 1897. Cuando terminó la
guerra civil, en la quetuvo a su mando un Cuerpo de ejército, se refugió en Africa
del Norte, pero el 18 de marzo de 1942 el gobierno del mariscal Philippe Pétain
lo entregó a las autoridades franquistas que habían hecho una demanda de
31
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

meses antes, el 9 de junio, en una interpelación ante las Cortes del


diputado radical Miguel García-Bravo Ferrerl sobre la situación en
Sevilla, dio lectura a un manifiesto que circulaba en la capital andaluza
con la firma Comité de Obreros y Soldados revolucionarios. He aquí
su texto:

La Guardia Civil, con el criminal Sanjurjo al frente, se dispone


a establecer en España una dictadura asesina. Pueblo, prepárate,
que la hora de la lucha ha sonado. Soldados, ciudadanos, traba-
jadores todos, contra Sanjurjo y la Guardia Civilº. Empuña el arma
que tengas en tu mano y cumple con tu deber. Pueblo: ¡Viva la
anarquía!3
En la capital de España fracasó el asalto' que dieron los sublevados

rección general de Carabineros. Sanjurjo, marqués del Rif, fuejefe del Alzamiento
nacional en 1936. Nació en Pamplona el 28 de marzo de 1872 y falleció el 20
dejulio de 1936 en Portugal, en un accidente de aviación, cuando se trasladaba
a España para ponerse a la cabeza del ejército sublevado. Su muerte dio paso
al general Francisco Franco Bahamonde.
1 Miguel García-Bravo, diputado por Sevilla, hizo una dramática exposi-
ción de la situación en la capital andaluza. Sólo en el trimestre octubre-
diciembre de 1931 se registraron: 300 huelgas parciales, estallaron muchísimas
bombas y petardos, menudearon los atracos y atentados personales, las
víctimas se contaban por decenas. _
2 La Guardia Civil, como su nombre no indica, es un cuerpo militar
uniformado. Fundada en 1844 por Francisco Javier Girón y Ezpeleta, segundo
duque de Ahumada (1803-1872), teóricamente para combatir el bandolerismo
rural, debía ser una garantía de las clases dominantes en el poder como hierro
de lanza en la represión de la clase obrera. La Guardia Civil se vio confiar
rápidamente toda clase de misiones de orden gubernativo, policial, judicial y
fiscal. En 1940 absorbió el cuerpo de Carabineros. En 1969, el Cuerpo contaba
con unos 60.000 hombres y, 9 años después, en 1978, unos 80.000. Por decreto
publicado en el Boletín oficial del 26 de febrero de 1977, la Guardia Civil pasó
a depender directamente del Ministerio del Ejército; hasta esta fecha dependía
delos Ministerios del Ejército y de la Gobernación. En el decreto se especificaba
que la nueva afectación se haría asin perjuicio de las competencias que los
Ministerios del Interior y de Hacienda tienen sobre ella en cumplimiento de
misiones especiales».
3 Texto citado por Joaquín Arrarás en: Historia dela Segunda República
Española, Editora Nacional, Madrid, 1968.
28
SABATE

resultó muerto, Salvador Anglada Masferrerl, metalúrgico, herido en


la región occipjtal. Allí quedó tendido en el pavimento, mientras la
multitud, entre la que abundaban mujeres y criaturas, se dispersaba.
Los heridos leves desaparecieron-también. El local de Solidari-
dad Obrera fue desalojado y clausuradoº.
Al mismo tiempo que ocurría esto en Barcelona, la fuerza pública
cortaba todos los caminos de salida y acceso a la capital e impedía que
unos mil taxímetros acudiesen al encuentro de los niños de Zaragoza,
detuvo el convoy y sometió a todo el mundo a las mayores vejaciones
posibles.
Los niños, pues, en vez del recibimiento cordial de los proletarios
de la Ciudad Condal, aparecieron escoltados por impresionantes
contingentes policíacos, teniendo que pasar por la Jefatura de Policía.
Al Centro Aragonés, donde los esperaba un banquete a las 10 de la
noche, llegaron a las dos de la madrugada3.
Por todo ello, la regional catalana decidió, como protesta, decla-
rar la huelga general de 24 horas y la decisión debía divulgarse
mediante un manifiesto público.
Francisco Sabaté y otro joven fueron los encargados de ir a
recoger dicho documento. El lugar de la cita era el bar La Tranquilidad
del Paralelo, barrio céntrico barcelonés. Cuando los dos amigos llegaron
al punto convenido, unos compañeros les indicaron que el manifiesto
les sería entregado en otro bar de Montjuic. Mientras esperaban en el
nuevo punto de cita llegó la policía y detuvo a todos los presentes.
El Quico vivió entonces -aunque corta- su primera experiencia
carcelaria: una noche en el calabozo de la comisaría de Pueblo Seco,

1 El relato completo de esta trágica jornada puede leerse en el número


152 de Tierra y Ubertad de Barcelona (21 de abril de 1934).
2 Solidaridad Obrera sufrió la primera suspensión gubernativa el 24 de
abril de 1933. Desde entonces, hasta el 5 de octubre de 1934, víspera de la
insurrección de la Generalitat, el diario fue suspendido tres veces, una de ellas
durante 104 días. Por otra parte, sus ediciones fueron recogidas 34 veces.
Véase el libro de Manuel Villar, El anarquismo en la revolución de Asturias, Ed.
nervio, Buenos Aires, 1936.
3 Posteriormente se organizaron otras expediciones de niños, una de ellas
a cargo delos mineros de Sallent. Otra, destinada a Barcelona, fue interceptada
porla Guardia de Asalto y los niños conducidos a un hospicio, donde tuvieron
que ir a rescatarlos los padres huelguistas.
33
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

acuerdo con las órdenes del jefe de gobierno1 —posteriormente muy


discutidas-: <<Ni heridos ni prisioneros, tiros a la barriga.» El balance
fue impresionante: 24 muertos, ni un solo herido o detenido, las
órdenes se cumplieron al pie de la letraº.
En el verano de 1933, el grupo de Sabaté acudió a una de tantas
reuniones que celebraban los hombres de la FAI. Uno de los puntos
predilectos de concentración -que por cierto El Quico y sus compa-
ñeros utilizaban con frecuencia para ejercitarse en el manejo de armas
y explosivos- era la Fuente del Oso, en un monte próximo a Esplugues
de Llobregat (Barcelona). Cuando más animada era la discusión, los
compañeros que vigilaban los accesos al lugar comunicaron la llegada
de dos autocares repletos de guardias civiles y de Mozos de Escuadra
de la Generalitat3. Los asambleístas se dispersaron: unos huyeron
fácilmente a través de una pineda cercana, otros, para dividir a la
fuerza pública, corrieron veloces por terreno descampado. Entre estos
últimos figuraba El Quico. La persecución duró más de media hora, a
tiros, pero los faístas no tuvieron que lamentar ninguna baja. Este fue
el bautismo de fuego del grupo Los Novatos. Solidaridad Obrera,
órgano confederal, publicaba al día siguiente un artículo en primera
plana titulado: A tiro limpio con los pinos. -
Se preparaban entonces las elecciones del 19 de noviembre de
1933 y la CNT preconizaba la abstención en el voto. Durante todo el
período preelectoral la Confederación Nacional del Trabajo hizo una

1 Manuel Azaña nació en Alcalá de Henares en 1880. Falleció en


Montauban (Francia) el 1º de noviembre de 1940, después de haber presentado
la dimisión de su cargo de presidente de la República.
2 Del exterminio de Casas Viejas logró escapar, aunque herida, María
Silva Cruz, denominada posteriormente La Libertaria, nieta de Seisdedos e hija
de Juan Silva, una delas víctimas. María Silvafue asesinada por los franquistas
el 23 de agosto de 1936, en la laguna de La Janda. Dejó un hijo de 11 meses,
Juan Pérez Silva. Su compañero, el periodista y militante confederal Miguel
Pérez Cordón, de Paterna de Rivera (Cádiz), se había escapado a la Serranía
de Ronda, luego pasó a la zona republicana y murió en un atentado, siendo
capitán, el 29 de abril de 1938 en Cartagena, a los 30 años de edad. Miguel
Pérez, en el primer semestre de 1935, había publicado en La Tierra de Madrid
una serie de artículos titulados: aProblemas internos de la CNT.» Su hijo Juan
vivía en 1979 en San José del Valle, cerca de Jerez de la Frontera.
3 Milicia catalana constituida en su origen con mozos del campo para
luchar contra malhechores y forajidos.
30
II

LA GUERRA CIVIL

Al estallar la sublevación fascista del 18 de julio de 1936, que los


militantes de la CNT-FAI esperaban a pie firme, los dos hermanos,
José y Francisco Sabaté, formaban parte de los grupos de Defensa y del
Comité revolucionario de l'Hospitalet. Estos grupos, por su cuenta y
riesgo, se anticiparon al pronunciamiento y días antes se presentaron
en los domicilios de las personas que, por su filiación, más verosímil—
mente se sumarían a los enemigos de la República. De esta manera
pudieron agenciarse algunas armas y cortar de raíz cualquier intento
contrarrevolucionario en la localidad. El 19 de julio dominaron fá-
cilmente la situación en l'Hospitalet y acudieron en ayuda de los
compañeros de Barcelona.
Una vez sofocada la rebelión en Cataluña, la mayor parte del
grupo Los Novatos salió hacia el frente de Aragón, el 24 de julio, con
la columna que mandaba Buenaventura Durruti, secundado por el
consejero militar Enrique Pérez Farrás.
El 27 de agosto, José y Francisco partieron también al frente de
Aragón con Los Aguiluchos, la primera columna organizada por la
CNT-FAI al margen del Comité de Milicias1. Esta columna, organi-

1 El Comité de Milicias, después de vencida la sublevación, fue el único


poder efectivo en Cataluña. El gobierno de la Generalitat, aunque existente,
sólo gozaba de un poder simbólico. El pueblo acataba las órdenes que
procedían directamente de las organizaciones antifascistas. En el Comité de
Milicias figuraban representantes de la Esquerra, de los partidos de Acción
Republicana, de la Unión de Rabassaires, de los partidos marxistas (PSUC y
POUM), de la CNT y de la FAI.
35
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Sabaté lograron escapar a la represión, pero las cárceles españolas


albergaron a lo mejor de la militancia confederal.
Las severas sentencias de los tribunales no impidieron que se
declarasen huelgas de solidaridad de inusitada resistencia. Una de las
más memorables fue la huelga general de Zaragoza, <<indefinida y
revolucionaria», declarada en el mes de marzo de 1934 por la CNT
para exigir la amnistía de todos los presos políticos. La ciudad estuvo
paralizada durante 36 días.
Manuel Villar Mingo, director de Solidaridad Obrera, abrió una
suscripción popular para organizar el traslado a Cataluña de los hijos
de los huelguistas, para aliviarlos en su infortunio y ayudarlos a
triunfar. Más de 15.000 familias se inscribieron en Barcelona para
recibir a los niños y cuidarlos, y se recaudaron en la administración de
Sali unas 30.000 pesetas, suma bastante importante en la época.
El pueblo barcelonés se preparaba para recibir a la primera
expedición de niños zaragozanos. El domingo 4 de abril, poco después
de la hora de comer, comenzó la gente a afluir hacia la calle Consejo
de Ciento, donde se encontraba la sede del periódico confederal, para
inquirir noticias sobre la llegada de los seis primeros autocares que se
esperaban hacia las diez de la noche, pues los habitantes de los pueblos
detenían la caravana para obsequiar a los niños y abrazarlos.
La policía de la Generalitat, sin el menor pretexto, sin la más
mínima provocación de la muchedumbre congregada en la calle Consejo
de Ciento, procedió a su dispersión con los métodos habituales. Se
dispararon tiros (al aire, según la versión oficial) y un compañero

extradición. El 26 de abril de 1943 Mera fue condenado a muerte, pero su pena


fue conmutada porla de cadena perpetua el 15 de diciembre de 1944. El 19 de
octubre de 1946 se benefició de un indulto y salió en libertad provisional. Pasó
a Francia el 11 de febrero de 1947, se puso a trabajar de albañil, que era su
oficio, hasta que se jubiló en 1971. El 24 de octubre de 1974 falleció en un
hospital de Saint-Cloud, cerca de París. Es autor de un libro de memorias:
Guerra, exilio ycárcel de un anarcosindicalista, Ed. Ruedo Ibérico, París, 1 976.
3 Isaac Puente, médico y teórico anarquista, nació el 3 de junio de 1896
en Abanto y Ciervana (Vizcaya). Detenido el 28 de agosto de 1936 en su
domicilio de Maestu (Alava), fue conducido a la cárcel provincial. En la noche
del 31 de agosto al 1º de septiembre fue asesinado en el desfiladero de
Pancorvo (Burgos).
32
LA GUERRA CIVIL

Maestra, pensaron en no cortarse el pelo ni afeitarse hasta que el


triunfo del pueblo fuera total en España, y uno de ellos fue El Quico.
Hasta finales'1% diciembre no volvió a Barcelona de permiso. Por
cierto que, al apearse del coche en la plaza de España, su barba y sus
melenas causaron sensación. Todo el mundo pensaba que era un ruso.
El Quico quizá no se rió nunca tan a gusto como aquel día al ver que
milicianos de diversas nacionalidades se dirigían a él chapurreando
eslavo.
Cabe señalar aquí una anécdota relativa a Francisco Sabaté que,
años más tarde, cuando la Guardia Civil segó su vida, la prensa
franquista utilizó para tildarlo de <<ladrón de automóviles».
Las fuerzas confederales del frente de Aragón sufrían una penuria
permanente de armas y de medios de transporte. Era costumbre desta-
car grupos a la retaguardia para que requisaran vehículos que, por cierto,
abundaban en los organismos oficiales; con ellos volvían al frente
donde eran incorporados a las unidades.
A Sabaté, que era entonces armero en la 126 brigada, 28 división
(Ascaso), le correspondió un día efectuar una de estas misiones con
algunos amigos del 4º batallón que se encontraba en el frente de
Huesca, en Almunia. Se apoderó, pues, de un flamante De Soto del
Ministerio del Aire y con él regresó a la brigada. Sus amigos lo
acogieron con risas y chascarrillos, pues veían que tan magnífico
coche iba a ser rápidamente localizado si se ponía en servicio. Pero El
Quico ya tenía su idea sobre el particular y sin hacer caso de la rechif1a
general puso manos a la obra: con un soplete oxhídrico recortó la
carrocería del De Soto y luego acopló al bastidor la caja de una ca—
mioneta fuera de uso. Unas manos de pintura y el rutilante turismo
quedó transformado en una impecable furgoneta. Posteriormente, El
Quico fue trasladado a la 25 división (ex columna Ortiz) y con él, en
calidad de armero, se llevó la furgoneta.
A mediados de 1937 se inició la gran ofensiva comunista para
apoderarse de los mandos del ejército. La consigna de Moscú era:
<<Quien domine el ejército dictará la orientación de la política del
país.» Esta línea de actuación fue acatada a rajatabla por los stalinistas
españoles y para llevarla a cabo recurrieron a todos los medios.
Por aquel entonces comenzaron a salir de España grupos de
jóvenes para seguir cursillos acelerados de piloto. El Quico decidió
hacerse aviador, pues pensaba muy en serio que era conveniente
37
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

un día en el Palacio de la Justicia donde se le tomó declaración y dos


en la Cárcel Modelo.
Las autoridades no pudieron inculpar a los detenidos por <<re-
unión clandestina», como se proponían, y todos salieron en libertad a
las 72 horas.
Cuando estalló la insurrección del 6 de octubre de 1934, victoriosa
15 días en Asturias debido a la unidad de todas las fuerzas de izquierda
bajo la consigna UHF (¡Uníos Hermanos Proletarios!), pero que fra-
casó en Cataluña donde tuvo un carácter netamente <<nacionalista» sin
la menor intervención de la CNT-FAI, el grupo de Los Novatos se dedicó
a recuperar las armas que abandonaban por las calles y cloacas los
hombres de la Generalitat en desbandada. Estas armas fueron las que
ayudaron en buena parte a aplastar la sublevación fascista en Cataluña
el 19 de julio de 1936.
Cuando El Quico fue llamado a quintas en 1935, antimilitarista
convencido, no se presentó y fue declarado prófugo. Fue por estas
fechas cuando Sabaté efectuó el primer acto de expropiación impor-
tante con el objeto de alimentar la caja del Comité pro presos, en
detrimento de un banco de Gava, próximo a Barcelona.
En 1935 El Quico conoció a Leonor Castells Martí, la que durante
tantos años sería su compañera de vicisitudes. Al año aproximadamente
de hacer vida común, España ardía por los cuatro costados: había
llegado el 18 de julio de 1936.
Leonor nos dice en una carta:

Me acuerdo como sifuera ahora. Después de muchos días de


reuniones, sin dormir y casi sin comer, un día por la madrugada
los compañeros lo vinieron a buscar a nuestra casita que ya nos
habíamos organizado con esfuerzo y amor. Francisco, activo y
valeroso, se fue de mi lado, casi podría decir para siempre... La
revolución estaba en marcha; Francisco me abrazó, yo lo estreché
entre mis brazos y se marchó…
LA GUERRA Crvn.

destinadas al pueblecito de Corbalán, cerca de Teruel, y debían servir


de tropas de reserva. Sin embargo, antes de que llegaran a su punto de
acantonamiento, el Estado Mayor se vio obligado a dispersarlas en
primera línea para contener el empuje nacional.
Entre los métodos utilizados por los comunistas para conservar
una supremacía absoluta en todo el ejército, uno de los más corrientes
era la destrucción de las fuerzas confederales. La táctica más gene-
ralizada consistía en enviar a los combatientes anarcosindicalistas a
los lugares de más peligro, casi siempre en ataques descabellados, para
que fueran sistemáticamente exterminados. Asesinato colectivo que,
amparado en la disciplina militar, tenía la inmensa ventaja de ser legal.
En una de estas operaciones premeditadas de liquidación, una
compañía confederal, bajo el mando de los comunistas, después de
varios ataques insensatos perdió el 80% de los efectivos. La indigna-
ción de la tropa fue tan grande que hasta el Estado Mayor se vio
obligado a tomar cartas en el asunto y el capitán y el comisario de la
compañía, este último un tal Ariño, fueron llamados a Comandancia
para dar explicaciones. Pero Sabaté y otros tres amigos también
deseaban pedirles cuentas y para ello se apostaron en un lugar del
camino por donde los dos mandos chinos1 debían pasar forzosamente
al regresar a la unidad. Fue el comisario Ariño el primero en aparecer,
y cuando el grupo le cortó el paso, temeroso con razón, quiso echar
mano a la pistola. El Quico, ni corto ni perezoso, le descerrajó un tiro
y lo dejó tendido para siempre en la nieve helada.
De vuelta al batallón, los justicieros comprendieron que iban a ser
fusilados sin contemplaciones y, para evitar tan radical riesgo, deci-
dieron desertar y marcharse a Barcelona.
Teruel ya se había perdido el 22 de febrero de 1938. El Ejército
popular había sufrido tal descalabro que, unido a las grandes pérdidas
de la batalla del Ebro, meses más tarde, ya se adivinaba el principio del
fin de la guerra civil.
El Quico se presentó en el Comité regional de la CNT, donde
informó sobre lo que había pasado y pidió ser afectado inmediatamen-
te a una unidad confederal. La cosa era posible pero exigía cierto plazo
y Sabaté tuvo que esperar algún tiempo en la capital catalana. El
Comité de Defensa de las Juventudes Libertarias le encomendó,

1 Remoquete despectivo con el cual se denominaba a los comunistas.


39
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

zada por Juan García Oliverl , instaló su primer cuartel general en una
amplia casa de campo próxima a Vicien (Huesca), denominada <<Castillo
de San Juan». José Sabaté fue nombrado jefe de centuria y El Quico
responsable de 20 hombres.
Cuando más tarde se constituyó el Ejército popular (militariza-
ción de las milicias), dos combatientes de Los Aguiluchos, Miguel
García Vivancos2 y Gregorio Jover Cortés3, fueron designados para el
mando de las divisiones 25 y 28, respectivamente, ambas confedera-
les.
Los Aguiluchos libraron su primera batalla importante el lº de
septiembre, defendiendo el pueblo oscense de Huerrios (a unos 2 km
al oeste de Huesca, al norte de la Ermita de Loreto, en la línea de
ferrocarril Huesca-J aca). Los milicianos resistieron victoriosamente
el ataque de las fuerzas del general faccioso Gregorio de Benito
Terraza, muy superiores en número, y tuvieron que aguantar un verda-
dero diluvio de metralla escupido por la artillería y los morteros.
Luego, en estrecha colaboración con fuerzas del POUM, participaron
en los ataques contra Estrecho Quinto y Monte Aragón, que dirigió el
coronel de Infantería José Villalba Rubio, comandante militar de
Barbastro al estallar la sublevación y que puso su guarnición a las
órdenes de la República.
Estrecho Quinto está situado a unos 7 km de Huesca, después de
cruzar el puente sobre el río Flumen, en la carretera Huesca-Monzón.
Los Aguiluchos se infiltraron por los flancos, ocuparon Tierz y Qui—
cena, cortaron la carretera de Huesca y el 3 septiembre Estrecho
Quinto quedaba completamente cercado, siendo ocupado el día 30.
Como que no tratamos aquí de historiar las batallas en los frentes,
diremos que los dos hermanos actuaron en la guerra como otros miles
de combatientes que salieron voluntarios a ofrendar la vida para cortar
el paso al fascismo.
Muchos milicianos, anticipándose a los barbudos cubanos de Sierra

1 Juan García Oliver, nacido en Reus (Tarragona), falleció en Guadalajara


(México) el 17 de julio de 1980, a los 87 años de edad. Es autor del libro de
memorias: El eco de los pasos, Ed. Ruedo Ibérico, París, 1978.
2 Miguel García Vivancos nació el 19 de abril de 1895 en Mazarrón
(Murcia) y murió en abril de 1972 en Córdoba, donde había ido a pasar las
vacacrones.
3 Gregorio Jover Cortés nació en 1892 y murió en México en 1966.
LA GUERRA Crvu…

para someterlo a los ya tradicionales <<interrogatorios». Sabaté, con


Jaime Parés Adán, denominado El Abisinio por su pelo moreno y
crespo, y otros compañeros realizaron felizmente la operación.
También intervino para liberar -cuando eran trasladados de la
Cárcel Modelo al castillo de Montjuic- a cuatro compañeros detenidos
a raíz de los sucesos de mayo de 19371.
Otro hecho de Sabaté en la misma época fue un atentado contra el
fascista Justo Oliveras de l'Hospitalet.
Al estallar la sublevación, Oliveras, potentado sin escrúpulos,
pudo salvar la vida con hábiles estratagemas. Cabe señalar que en
l'Hospitalet se fusilaron muy pocas personas. Permaneció escondido
durante algún tiempo. Una agencia de transportes de su propiedad le
fue expropiada. Meses más tarde, cuando la juventud estaba en el
frente y todo el mundo se entregaba con fervor a las tareas revolucio-
narias, Oliveras juzgó que el peligro había pasado y volvió a la vida
pública. Su primera idea fue recuperar con creces lo que la revolución
le había arrebatado y se dedicó descaradamente al estraperlo en gran
escala, explotando a la gente con los productos de primera necesidad
que sólo él hubiera podido explicar cómo se procuraba.
El Quico, que no se regía por las leyes que generalmente acata
sumisamente la colectividad, repitió el acto justiciero que había co-
metido meses antes en el frente, esta vez en la retaguardia, y se
presentó un día en el comercio de Oliveras cuando éste bajaba el cierre.
Un amigo lo aguardaba en la puerta. Cuando Sabaté salió a la calle el
estraperlista había dejado de vivir. Esta ejecución nunca fue atribuida
a su autor.

1 El 3 de mayo de 1937, a las tres de la tarde, por orden del consejero de


Gobernación, Artemio Ayguadé, miembro dela Esquerra Catalana, una patrulla
de Guardias de asalto, al mando del comandante Eusebio Rodríguez Salas,
comisario de Orden público de Cataluña, tránsfu'ga oonfederal y miembro
destacado del PSUC, intentó asaltar la Telefónica de Barcelona, queiuncionaba
con un Comité de Control compuesto por representantes dela CNT—UGT (Unión
General de Trabajadores). Los militantes anarcosindicalistas se defendieron a
tiros. En pocas horas Barcelona se cubrió de barricadas y se entabló la lucha
entre los hombres de la CNT-FAI y la fuerza pública controlada por los
comunistas. Los militantes del PSUC se unieron a los cuerpos armados
oficiales. Véase el libro de Manuel Cruells, Els fets de maig, Barcelona 1937, Ed.
Joventut, Barcelona, 1970.

41
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

pertenecer a un Arma que tenía que ser decisiva en el desenlace de la


guerra. Pero el Ejército del Aire estaba ya totalmente bajo la férula del
Partido Comunistal. Para aspirar a piloto se necesitaban avales de las
Juventudes Socialistas Unificadas (JSU)2 0 recomendaciones espe-
ciales que catalogaran al candidato como <<persona grata». Para salirse
con la suya, Sabaté pensó incluso -no había otra posibilidad- en
afiliarse a las juventudes comunistas, pues, para él, el hábito no hacía
al monje. Quería ser un piloto libertario entre los pilotos que, él sabía,
iban a ser más tarde los que combatirían contra la revolución a sangre
y fuego. Pero no pudo llevar a cabo su idea porque, como veremos
seguidamente, se vio arrastrado por una vorágine de acontecimientos
en la cual cualquier propósito resultaba baldío.
El ejército franquista había culminado la campaña del Norte con
la conquista de Bilbao, Santander y Gijón. El frente, desde los Pirineos,
al este de Canfranc, hasta el Mediterráneo, en los alrededores de
Motril (Granada), tenía unos 1.800 km tortuosos, con importantes
cuñas nacionales en la zona republicana, como el saliente de Teruel.
El 15 de diciembre de 1937 el Ejército popular atacaba la capital
del Bajo Aragón. El teniente coronel Vicente Rojo Lluch, jefe del
Estado Mayor central, había reunido para la ofensiva una masa de
100.000 hombres aproximadamente, con abundante artillería, carros
de combate y aviación. El día 7 de enero se rendían los últimos sitiados
de Teruel y quedaba terminada la fase ofensiva de la batalla.
La contraofensiva franquista se desencadenó arrolladora, y Sabaté
formó parte de las fuerzas enviadas como refuerzo -las brigadas 116,
117 y 118, afectadas al XX Cuerpo de ejército-. Estas unidades iban
1 Jesús Hernández Tomás, que falleció en México el 11 de enero de 1971,
a la edad de 70 años, en su libro Yo fui ministro de Stalin (Ed. América, México,
1953) dice: a El 70% de Iatotalidad delos mandos del Ejército era patrimonio de
los comunistas. Armas tan decisivas como Aviación y Tanques eran coto
cerrado de los comunistas.»
2 Las Juventudes Socialistas Unilicadas eran una organización híbrida
que se creó, por orden de Moscú, el 4 de abril de 1936 con las Juventudes
Comunistas, Socialistas, de la Unión Socialista y del Partido Catalán Proletario.
Los cabecillas de esta unificación juvenil al servicio del Kremlin fueron Tritón
Medrano, de las Juventudes Comunistas -tallecido en Bilbao en 1937 siendo
miembro del Comité central del PCE- y Santiago Carrillo Solares, de las
Socialistas, quien después de ser ministro en el exilió llegó a Secretario general
del Partido Comunista de España.
38
LA GUERRA Crvm

lo buscaba sin descanso para pedirle cuentas por la muerte del comi-
sario Ariño.
El Quico sabía perfectamente que la cosa no iba en broma ya que,
días antes, su amigo Alejandro, uno de los que desertó con él, fue
identificado en Barcelona y acribillado a balazos sin la menor contem-
plación.
Conducido a la comisaría de Sants, los agentes del SIM, que
conocían todos los antecedentes de Sabaté, le hicieron una jugarreta
para reirse de él. En una oficina colindante dejaron un naranjero
<<olvidado» sobre una mesa. Le quitaron las esposas y lo hicieron
penetrar en la habitación. Como habían previsto, al ver el arma se
abalanzó inmediatamente a ella y encañonó a los guardias que lo
rodeaban. Su reacción fue acogida con una carcajada general. El
subfusil, por supuesto, estaba descargado. Sabaté recibió a continua-
ción una de las palizas más fenomenales de su vida.
El Comité regional de Cataluña de la CNT se enteró de que Sabaté
había sido detenido y tuvo que poner en juego'toda su influencia para
que fuera trasladado a la Cárcel Modelo y evitar así su asesinato, sin
otra forma de proceso, en cualquier checa].
Por otra parte, la caída de Sabaté permitió localizar, debido a
ciertas cartas que le encontraron encima, a Matías Burró Esteban, el
deserth número tres, que se encontraba h03pitalizado en Aigiies de
Ribes (Gerona) a consecuencia de una herida mal curada recibida en el
frente.
En el mismo hospital, en la cama vecina, se encontraba otro
compañero del mismo batallón, Alejandro Tiburcio, el cual presenció
la llegada de los chequistas y telefoneó inmediatamente a Ramón
Liarte Vin, que entonces era Secretario del Comité regional de Cata-

se dedicaban a la labor proselitista en beneficio del PCE, con argumentos que


iban hasta la eliminación física de los recalc'itrantes. Sobre el SIM véase el libro
de José Peirats, La CNT9n la revolución española, capítqu XXXVI del tomo III,
Ed. CNT, Toulouse, 1953. Esta obra fue reeditada por Ruedo Ibérico, París,
1971.
1 Sobre algunas de las tropelías y crímenes cometidos por los comunistas
durante la guerra civil pueden consultarse: Rudolf Rocker, Extranjeros en Es-
paña, Ed. Imán, Buenos Aires, 1938; Diego Abad de Santillán, Porqué perdimos
la guarra, Ed. Imán, Buenos Aires, 1940. De este último libro existe una
reedición en Plaza & Janés, Barcelona, 1978.

43
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

mientras tanto, varias misiones arriesgadas. Una de ellas fue la de


liberar a un compañero que había pertenecido a las Patrullas de
control1 y que había sido herido en una refriega con fuerzas de la
Generalitat. La Checa2 esperaba que estuviera lo bastante restablecido

1 Las Patrullas de control fueron creadas en Cataluña el 10 de agosto de


1936 con efectivos proporcionales de las diversas organizaciones antifranquis-
tas. Cerca del 50% eran de la CNT. Su creación tuvo como objetivo ala defensa
del orden revolucionario». Fueron disueltas el 4 de marzo de 1937 en virtud de
una disposición del gobierno de la Generalitat que tendía a desarmar a los
organismos revolucionarios de la retaguardia en beneficio exclusivo de los
cuerpos armados estatales.
2 El 20 de diciembre de 1917 se creó en Rusia una institución denominada
Comisión Extraordinaria (Cheresvechainaia Kommissía) apara combatir la
contrarrevolución, el sabotaje y la especulación», muy pronto conocida en el
mundo por sus iniciales CHK, o sea checa. Su organización se ajustó al patrón
de su antecesora, la Okrana, nacida en 1880 con Alejandro II en el trono, que
fue la primera institución policíaca en el mundo que adoptó los métodos
científicos de investigación. Los agentes de la Checa aprehendían, juzgaban y
ejecutaban las sentencias, casi siempre secretamente, y eran conocidos por el
público como chequistas. El 1 º de marzo de 1922 la Checa se convirtió en
Administración Política del Estado (GPU). El 10 de julio de 1934 pasó a ser el
Comisariado del Pueblo en Asuntos Interiores, o sea NKVD. Durante la guerra
contra Alemania (1943), Moscú decidió retirar los asuntos de contraespionaje
al NKVD y creó el Smersh, contracción de la consigna aSmert shpionam»
(muerte a los espías). La policía soviética, antes del hundimiento del Comunismo
de Estado en 1990, estaba dividida en dos principales organismos: el Ministerio
de Asuntos Interiores (MVD) y el Comité de Seguridad del Estado (KGB). El
primero tenía la responsabilidad de controlar la policía regular, todo el sistema
penitenciario y las secciones especiales que actuaban en el país. El KGB
dependía directamente del Consejo de ministros ytenía a su cargo el mando de
unos 200.000 guardias fronterizos y el contraespionaje dentro y fuera de la
URSS. También dirig la el espionaje y las actividades terroristas en el extranjero.
Los métodos chequistas fueron introducidos en España por los soviéticos
durante la guerra civil. Okrana, Checa, GPU, NKVD, KGB, son denominaciones
que guardan estrecha relación entre si; fue siempre el mismo organismo, con
la única diferencia que sus métodos, a través de los años, se pedeooionaron en
el terrorismo contra los opositores políticos e ideológicos. Se siguió hablando
de GPU largo tiempo después de haber cambiado de nombre. Fue la organiza-
ción que los nazistomaron como modelo para la creación de la Gestapo (Policía
Secreta del Estado), fundada en 1933 por Hermann Goering y todavía presente
en todos los espíritus.
40
LA GUERRA CIVIL

su propósito. El Quico esperó que llegara la noche para agrandar el


boquete y salir a la calle, pero el mismo día una ronda descubría el
trabajo de demolición que con tanto tesón había realizado. El Quico
fue conducido ante el director y éste le dijo: <<Me habían advertido que
tuviera mucho cuidado con usted, pero no creía que fuera para tanto.
Lo que ha hecho es verdaderamente asombroso y si no lo veo no lo
creo. Pero… usted me comprenderá... mi obligación consiste preci-
samente en impedirle recomenzar.» Fue trasladado a la cárcel de Vic.
Su fracaso de Barcelona no había hecho mella en sus propósitos
de evasión, pero entonces decidió recurrir a otra táctica. En la cárcel
recibía abundante ayuda exterior, tanto en dinero como en comida.
Pensó que lo más práctico era sacar partido de la venalidad de sus
guardianes y empezó a distribuir generosas propinas a los carceleros
por el menor servicio. Un día, a cambio de dinero, pidió que lo dejaran
abrazar a su compañera. Se lo permitieron. A partir de entonces las
visitas de Leonor fueron cada vez más frecuentes, hasta que los
cancerberos, acostumbrados a verla regularmente, ni tan siquiera la
cacheaban como era obligatorio. Fue un oficial de la cárcel quien
invitó a Sabaté, mediante cierta compensación, a pasar, cuando qui-
siera, unas horas con ella en una celda aislada. La proposición fue
aceptada y fue el propio oficial quien instaló una colchoneta en una
celda vacia.
Cuando El Quico comprobó el clima de confianza que había
logrado crear en aquella cárcel de castigo, encargó a Leonor que la
próxima vez le llevara una pistola y una bomba de mano.
Dicho y hecho. Cuando tuvo las armas expuso su plan de fuga a
otros tres compañeros que aceptaron compartir la aventura.
El día fijado para la evasión, El Quico llamó como de costumbre
al ordenanza -un moro ex boxeador llamado Alí- y cuando se presentó
en la celda, los confabulados cayeron sobre _él y lo inmovilizaron
después de una breve lucha. No obstante,.la resistencia de Alí provocó
bastante ruido. Un oficial acudió para ver lo que ocurría y Sabaté lo
recibió pistola en mano. El hombre no esbozó el menor ademán de
defensa y después de quitarle el arma lo maniataron y amordazaron.
Una vez terminada esta operación preliminar, cerraron con llave a
unos presos comunes para no comprometerlos en la fuga.
Entre los candidatos a la evasión había un italiano que trabajaba
en las oficinas de la cárcel, y por consiguiente conocía todas las
45
SABATE. GUERR[LLA URBANA EN ESPANA

Otro suceso de aquel entonces tuvo fatales consecuencias para un


amigo del grupo Los Novatos: Francisco Aleu, más conocido como E !
Nano de Sants.
Sabaté se había encontrado con un conocido de l'Hospitalet,
padre de familia, que había sido movilizado. Era un hombre que estaba
desesperado ante la idea de tener que abandonar a su hijos. El Quico,
enemigo de la militarización, amargado al ver los derroteros que
tomaba la guerra e indignado por la actitud claudicante de los dirigentes
anarcosindicalistas ante la hegemonía comunista impuesta por Moscú,
decidió ayudarlo para que no tuviera necesidad de incorporarse a filas.
Para ello pensó en facilitarle una cartilla militar falsa que le permitiera
permanecer en la retaguardia.
Uno de sus amigos, que disponía de una pequeña imprenta, se
comprometió a fabricar los documentos. Pero quiso el azar que un día
se presentara la policía por sorpresa en el taller y descubriera el trabajo
de falsificación. El impresor se vio obligado a confesar quién le había
hecho el pedido. Lo forzaron a convocar por teléfono a sus <<clientes»
con cualquier pretexto. Sin sospechar en lo más mínimo que se trataba
de una celada, El Nano de Sants y Fontanetl , un miembro del grupo Los
Novatos, fueron a ver lo que quería el impresor.—El primero, cuando
pisaba el umbral, recibió una descarga que lo mató en el acto. Fontanet
pudo huir con un balazo en la pierna. En los bolsillos de A'leu la policía
encontró una fotografía de Sabaté y su dirección. Se montó el servicio
pertinente para detenerlo y, siguiéndole la pista, le echaron el guante
un día cuando salía del cine. Encañonado por varios naranjerosº,
Sabaté, aunque armado, no pudo esbozar el menor ademán de defensa.
Había caído en manos del Servicio de Información Militar (SIM)3 que
1 Fontanet, después de la guerra civil se refugió en Francia y luego
embarcó hacia América del Sur.
2 Subfusiles ligeros que utilizaba generalmente la fuerza pública.
3 El SIM fue creado, por iniciativa de los consejeros soviéticos, por decreto
del 15 de agosto de 1937, precisamente cuando el gobierno Negrín estaba
dedicado de lleno a la tarea de exterminar al POUM, al Movimiento Libertario
y a las colectividades agrícolas de Aragón, de inspiración netamente anarquista.
La constitución de este organismo fue obra del ministro socialista Indalecio
Prieto y Tuero. La misión específica del SIM era contrarrestar la actividad de los
servicios de espionaje franquistas, pero en realidad siempre fue una sucursal
dela NKVD y en sus mazmorras sufrieron torturay muerte muchos antifascistas.
Tanto enlas unidades de los frentes como enla retaguardia los agentes del SIM
42
LA GUERRA CIVIL

Sabaté aceptó la idea, pero, para evitar posibles contratiempos


durante el trayecto, pensó que sería más prudente hacer el camino a
pie, unos 45 km. Así, pues, emprendió el viaje junto con José Castells
Martíl, un hermano de su compañera.
Caminando de noche, la pareja penetró sin darse cuenta en el
recinto de un polvorín. Se tumbaron a descansar unas horas. Cuando al
despuntar el día iban a proseguir el camino se dieron cuenta de la
posición delicada en que se encontraban. Las alambradas que los
rodeaban los pusieron en alerta. Era indispensable salir de la ratonera
en que tan tontamente habían penetrado. Poco habían andado cuando
una patrulla de carabineros les dio el alto. El aspecto de los dos
fugitivos no inspiraba mucha confianza que digamos: sucios, mal
afeitados, cazadora de cuero y macuto al hombro...
Los guardias decidieron conducir a Sabaté y a su cuñado a la
comandancia más cercana, no sin que ambos protestaran enérgicamente.
Para El Quico la situación era más que crítica. Ir a Comandancia
representaba ser identificado rápidamente y" fusilado sin mayores
requisitos, no le cabía la menor duda sobre el particular. ¿Qué hacer?
Pensó que lo ideal sería lograr convencer a los guardias para que lo
soltaran y lo dejaran proseguir su camino y, con tal objeto, les decía y
repetía que estaban de permiso y que se habían extraviado de noche
yendo hacia el pueblo.
Tanto y tanto dio la lata a los carabineros que uno de ellos se
decidió a preguntarles:
-¿Es que tenéis documentación?
-¡Naturalmentel -exclamó Sabaté-. Es por aquí que debíais haber
empezado.
Pero ahí estaba el quid de la cuestión. Los documentos no exis-
tían. Ya perdido, sin otra alternativa que la de matar o hacerse matar,
Sabaté abrió la cremallera de la cazadora y sacando la pistola amarti-
llada que llevaba en el cinto, contra la barriga, disparó todo el cargador
contra los cuatro carabineros sin darles tiempo a reaccionar.
Una vez más libre. Para salvar su vida, irremediablemente perdida
sin tan drástica solución, se había encontrado en el trance de dejar
cuatro cadáveres en su camino, de cuatro hombres que pensaban
cumplir con su deber.
' En septiembre de 1972 pudimos localizar a Castells en el Hospital de
Perpiñán. Era un cadáver en vida, incapaz de pronunciar una sola palabra.
47
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

luña de las Juventudes Libertarias. Las gestiones de Liarte permitieron


que Matías fuera de nuevo conducido al hospital, aunque bajo vigilan-
cia. Como que éste ya conocía el asesinato de su amigo Alejandro y la
detención de Sabaté, no esperó a que el médico le diera de alta y
burlando la vigilancia del guardia se escapó del hospital y se refugió
en el Batallón de Ametralladoras <<C», que mandaba el compañero
Agustín Remiro Manero], donde prosiguió la guerra hasta el final y
luego se refugió en Francia.
Sabaté, ya en la cárcel, sólo tenía una idea fija: evadirse.
Debajo de su celda existía un sótano que era accesible desde el
patio y cada vez que las circunstancias lo permitían se introducía en él
para excavar una mina. Durante semanas estuvo dedicado a un trabajo
de topo. Con paciencia infinita iba construyendo la galería que debía
conducirlo a la libertad, perforando los gruesos muros del edificio y
hasta de los cimientos. Cuando ya tenía el trabajo casi terminado, la
dirección de la cárcel decidió instalar una sólida reja en la entrada que
daba al sótano. Así quedó la galería fuera del alcance del constructor.
Pero la resignación era un sentimiento desconocido por El Quico. ¿Tanto
trabajo para nada? ¡Quiá!
Como que el sótano se encontraba por pura Casualidad, como ya
hemos dicho, debajo de su celda, decidió, con más paciencia que Job,
abrir un paso directo y lo consiguió. Ahora ya podía'proseguir su
trabajo de zapador clandestino. A través de las cloacas -un día por poco
se ahoga en una de ellas- y atravesando obstáculos, creyó en cierto
momento que sus esfuerzos iban a ser recompensados. Según sus
cálculos, sólo una pared de cemento lo separaba de la libertad. Cuando
consiguió atravesar la última barrera vio que había desembocado en
una cisterna abandonada que existía dentro de la cárcel. Sin amilanarse
buscó otra vía de escape y por fin, al perforar el techo de una
alcantarilla, un rayo de luz le dio en la cara. Esta vez había conseguido

1 Agustín Remiro nació en Epila (Zaragoza) el 28 de agosto de 1904. Fue


jefe de centuria enla Columna Durruti y luego pasó ala 25 división, donde actuó
con los grupos guerrilleros que luchaban detrás de las líneas enemigas.
Posteriormente fue jefe del Batallón de Ametralladoras aC», más conocido
como Batallón Remiro, constituido con libertarios aragoneses. Después de la
guerra pasó a Francia y fue uno de los primeros en regresar a España para
proseguir la lucha antifranquista. Fire detenido, condenado a muerte y asesina-
do el 21 de junio de 1942 en un intento de fuga dela cárcel madrileña de Porlier.
44
LA GUERRA CIVIL

Este, con el cañón de una pistola contra las costillas, cruzó las fuerzas
que acordonaban la estación.
Esta vez El Quico se incorporó, sin más percances, a la 121
brigada de la 26 división (Durruti), donde, entre compañeros, prosi-
guió el combate ya perdido contra el franquismo. Ya en las postrime-
rías de la guerra, participó en las desesperada resistencia en el Montsec
-premiada con la medalla al valor- donde secciones enteras perecieron
sepultadas en los parapetos desmenuzados por la metralla enemiga.
Con su división se replegó a lo largo del río Segre, hacia la Sierra
del Cadí, donde se tenía el propósito de ofrecer una resistencia numan-
tina, proyecto que fue desautorizado por el alto mando y también por
los comités de las organizaciones libertarias que ya evacuaban hacia
Francia.
El 10 de febrero de 1939 las fuerzas de la 26 división cruzaban la
frontera por el sector de Puigcerdá. Eran las últimas tropas organiza-
das que abandonaban Cataluña. Sabaté, con sus compañeros de divi-
sión, fue internado en el campo de concentración de Vernet dºAriége.
Pero El Quico, que no había nacido para vivir entre alambradas,
al poco tiempo se fugó de aquel encierro. Cabe señalar aquí una actitud
inesperada de este hombre sin ley ni miedo: después de rodar algún
tiempo por los Pirineos, hambriento y físicamente deshecho, pues
estaba enfermo de los pulmones, regresó voluntariamente al campo de
concentración -esta vez a la enfermería— y aceptó el destino de los
alambres de púas. Francia lo intimidaba: << ¡Eso de hablar —decía— y que
no te entiendan; eso de oír hablar y no saber lo que te dicen...!»
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

dependengias y los requisitos necesarios para poder salir legalmente


de ella. Los cuatro amigos se dirigieron cautelosamente a las oficinas
y, bajo la amenaza de las dos pistolas, neutralizaron a dos guardias y
a un oficial que jugaban al tute. Este último, por cierto, era el que había
posibilitado las discretas visitas de la compañera de Sabaté. Se apo—
deraron de otras dos armas cortas, Cuando ya habían inmovilizado a
los guardias, se presentó el director de la cárcel con su esposa, que era
francesa y estaba embarazada. Sabaté explicó al buen señor que no
tenía la intención de causar el menor daño a nadie, pero que estaba
firmemente decidido a salir de aquella jaula y que, para conseguirlo,
no repararía en medios. Todo el mundo fue encerrado en un sótano al
que daba acceso una puerta de la oficina.
Lo más difícil quedaba por hacer: atravesar el piquete de guardia
de la puerta de la cárcel y para ello se necesitaba una autorización
especial firmada por el director. Con los documentos correspondientes
encontrados en la oficina, Sabaté fue a hablar con él: <<Sabemos que
nos jugamos la vida — dijo— y estamos decididos a todo. No intente
tendemos una trampa porque no se lo perdonaremos. Firme los papeles
correctamente, pues su vida responde de las nuestras.»
Como que contra la fuerza no hay resistencia, el director fue
comprensivo y las cosas se hicieron normalmente. Uno de los presos
se dirigió a la salida con el documento de liberación y nadie puso el
menor impedimento. Sabaté y los otros hicieron lo mismo minutos
despuésl.
La fuga se descubrió bastante tarde, al ser distribuido el rancho de
la noche…
¡Sabaté otra vez en Barcelona! Menuda sorpresa la del Comité
regional de la CNT.
Era indispensable que El Quico desapareciera algún tiempo de la
circulación, pues, si era detenido, nada podría salvarlo del pelotón de
ejecución. Le aconsejaron que se trasladara a una colonia de niños de
la CNT que existía en Masquefa, partido judicial de Igualada. La
colonia estaba a cargo de un compañero de toda confianza, Juan
Bautista Albesa Segura, más conocido por Batista, y allí podría per-
manecer el tiempo necesario con toda seguridad.
1 Los dos españoles que se fugaron con Sabaté, muy jóvenes, fueron
enviados por el Comité regional a la 133 brigada de la 24 división, de la cual
desertaron y fueron fusilados por los comunistas sin formación de causa.
46
III

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

El 3 de septiembre de 1939 estallaba, oficialmente, la segunda


guerra mundial. Una de sus primeras consecuencias en Francia fue
abrir las puertas de los campos de concentración, en los cuales el
ejército republicano derrotado libraba desde hacía meses una batalla
muy poco gloriosa contra el hambre, la sarna, los piojos y la disentería.
Miles y miles de españoles fueron incorporados a la producción,
generalmente a las empresas que trabajaban directamente para la
economía de guerra, como fábricas de municiones, de aviación, pol-
vorines, etc., o en actividades anexas, como presas, carreteras, forti-
ficaciones.
Unos 50.000 rojos fueron encuadrados militarmente en Compa—
ñías de Trabajadores. Otros, después de ser examinados como en un
mercado de esclavos -entonces la carne de cañón abundaba y los
agentes de reclutamiento rechazaban sin remisión a todo aquel que
presentaba una cicatriz sospechosa o una simple muela cariada- eran
alistados en la Legión extranjera 0 en los Batallones de marcha. Estos
últimos debían ser utilizados, junto con las tropas coloniales, como
fuerzas de choque en el frente del Este.
Sabaté salió del campo en el mes de diciembre de 1939 y fue
destinado, como montador, a la construcción de una fábrica de pólvora
en Angulema (Charente).
Para los franceses, la guerra comenzó realmente el 10 de mayo de
1940. Durante más de ocho meses los dos campos beligerantes se
habían observado mutuamente sin imaginar el huracán de hierro y
fuego que iba a devastar sucesivamente sus países. A partir de esta
fecha los acontecimientos adquirieron una rapidez alucinante. El 14 de

51
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Sabaté parecía predestinado a no poder vivir un día tranquilo.


Hasta cuando buscaba premeditadamente paz y descanso los líos salían
a su encuentro, como por arte de magia. Pero ahora había acumulado
tantos y tan graves que no era cuestión de buscar refugios provisionales
en ninguna parte.
Después de liberarse de la patrulla y huir rápidamente para evitar
tropezar con una segunda que hubiera oído los disparos, Sabaté recordó,
demasiado tarde, que en la precipitación había abandonado su macuto,
en el cual iban unos libros comprados en el Ateneo Libertario de
1*Hospitalet, con el recibo correspondiente expedido a su nombre. Era
como si hubiese estampado su firma en las guerreras de los hijos de
Negrín].
Como medida de seguridad los dos amigos se separaron y Sabaté
se encaminó, una vez más, hacia Barcelona.
En una estación cerca de Martorell tomó el primer tren. Pero esta
vez, él, que adoptaba siempre mil precauciones, se confió demasiado,
pues no pensó que ya pudieran esperarlo en la Ciudad Condal. Tran-
quilo, pero siempre con ojo avizor, descendió en la estación de
Francia. Cuando ya había pisado el andén observó un hormigueo
inusitado de fuerzas que examinaban atentamente—a todos los viajeros
y que exigían la documentación a todo el mundo sin excepción. Sin
perder un segundo, volvió a subir al coche de viajeros*y saltó a la
contravía. Pero su maniobra, por muy discreta que fuera, fue observada
por unos guardias que se lanzaron en su persecución. A través de las
vías y trenes logró hacer perder la pista a sus seguidores, pero ya fuera
de la estación vio cómo otras patrullas se desplegaban para intentar
cortarle el paso hacia la ciudad.
En Barcelona estaban entonces de moda los coches de caballos,
que suplían a los taxis debido a la escasez de gasolina. La buena
estrella de Sabaté hizo que en el momento de más apuro pasara delante
de donde estaba agazapado uno de esos faetones con algunos clientes.
Sin pensarlo siquiera subió al pescante y se sentó al lado del cochero.

1 Juan Negrín López, jefe de gobierno, fue el hombre de Moscú y el títere


del Partido Comunista de España. Fue él quien reorganizó el Cuerpo de
Carabineros (100.000 hombres) y de ahí el nombre popular con que fueron
inmediatamente bautizados. Negrín nació en Tenerife (Canarias) en 1887.
Falleció en París el 15 de noviembre de 1956.
48
LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

instalarse en aquellos parajes tan propicios.


El Quico, con su mujer e hijita, se situó en el pueblecito de
Comes, al norte de Ens, ya entonces abandonado y en el cual vivía una
familia de españoles. Casi inmediatamente las relaciones entre los
recién llegados y los <<residentes» fueron pésimas y Sabaté, sin pen-
sarlo mucho, lió sus bártulos y alquiló una casita en Ens, cerca de
Prades, compró herramientas de fontanero y se dedicó a reparar
pequeñas averías o a trabajos de hojalatero por las casas de campo de
los Pirineos Orientales. Así, ganándose la vida, conoció a fondo toda
la comarca del Vallespir y luego, para arrancar a la montaña el secreto
de sus pasos, se incorporó temporalmente a grupos que pasaban a
España fugitivos de los nazis y contrabando, con lo cual llegó a
conocer todos los recovecos de la Cerdaña.
En estos quehaceres andaba ocupado hasta que un día, en Perpiñán,
tropezó con alegría con un viejo amigo de la 26 división, Juan Salas
Millán, que todo el mundo llamaba El Roger, Este encuentro fue de-
cisivo en la vida de Sabaté, pues fue el catalizador de sus ideas y el que
lo orientó definitivamente hacia otros derroteros que nada tenían que
ver con la fontanería. El mismo afán que los había unido en noviembre
de 1936 en la batalla de Almudévar, los unía ahora para proseguir
clandestinamente la lucha contra el régimen franquista.

53
IV

ESPERANZAS

El 25 de febrero de 1939 se había constituido en Francia el


Consejo general del Movimiento Libertario], en representación de la
organización sindical Confederación Nacional del Trabajo (CNT), de
la Federación Anarquista Ibérica (FAI) y de la Federación Ibérica de
Juventudes Libertarias (FIJL)2, con Mariano Rodríguez Vázquez
(Marianet)3, último secretario general de la CNT en España, como
secretario de dicho Consejo, que se componía de unos 25 miembros.
Aunque la lista completa de su composición no se ha divulgado nunca,
pueden citarse, además de Marianet y de Germinal Esgleas Jaume -que
lo sucedió—: Federica Montseny Mañé4, Valerio Mas Casas, Pedro
1 José Peirats, en el tercer tomo de su obra La CNT en la revolución
española, p. 288 (Ed. CNT,. Toulouse, Francia, 1953) publica un facsímil de la
circular nº 1 del Consejo en la cual se comunica su constitución.
2 El ministro del Interior prohibió, por orden gubernativa, el 15 de octubre
de 1963, el funcionamiento de la FIJL en Francia.
3 Mariano Rodríguez, nacido en Barcelona en 1909, murió ahogado en el
Marne, cuando se bañaba, cerca de París, el 18 de junio de 1939. Germinal
Esgleas le sucedió en el cargo.
4 Federica Montseny (nacida en Madrid el 12 de febrero de 1905) y
Francisco Largo Caballero fueron detenidos el 29 de octubre de 1941 en la
residencia particular que el segundo tenía en Croc (Creuse). Germinal Esgleas,
compañero de Federica, corrió la misma suerte poco después. Todos estaban
pendientes de demandas de extradición hechas por Madrid pero que fueron
rechazadas. Largo Caballero nació en 1869. Fue secretario dela UGT y durante
la dictadura de Miguel Primo de Rivera fue consejero de Estado. Formó parte
del Comité revolucionario que pasó a ser el gobierno provisional de la República
en 1931, en el que desempeñó el cargo de ministro del Trabajo. Fue diputado
55
SABATE. GUERR[LLA URBANA EN ESPANA

junio, las tropas alemanas del XVIII ejército de Kiichler penetraban en


París por la puerta de la Villette. Eran las cinco y media de la
madrugada. La ofensiva nazi se había iniciado exactamente 36 días
antes en la frontera holandesa. Muy pronto ondeaba la cruz gamada en
la torre Eiffel y en el Arco del Triunfo.
Al hundirse el frente francés, Sabaté intentó huir, pero al com-
probar que los panzers alemanes corrían más que él, decidió reinte-
grarse a la ciudad charentesa. Establecida luego la división territorial
Zona libre—Zona ocupada -la segunda abarcaba todo el litoral atlántico
hasta la frontera española donde llegaron las primeras unidades moto-
rizadas alemanas el 27 de juni0- Sabaté encontró trabajo en una fábrica
que construía gasógenos. En 1941 nacía su primera hija, Paquita.
Al poco tiempo surgieron los primeros grupos de refractarios, así
llamados entonces los prófugos que se lanzaban al monte para escapar
al trabajo obligatorio en Alemania, y constituían los primeros núcleos
de maquisards o francotiradores. También se crearon en las ciudades
grupos especiales de sabotaje, muchos de cuyos componentes serían
fusilados más tarde por los nazis.
No conocemos muy bien las peripecias de Sabaté en este período
de clandestinidad, pero lo cierto es que desde el pfimer momento tuvo
relación directa con los primeros resistentes.
El 10 de diciembre de 1942 fueron incendiados dos pabellones de
la Poudrerie Nationale d'Angouléme, sabotaje que destruyó todo el
algodón almacenado para la fabricación de explosivos. Algunos
franceses fueron detenidos y uno de ellos llevaba encima la fotografía
de un grupo en el cual figuraba Sabaté. Si decimos que se trataba de la
fábrica de pólvora donde anteriormente había trabajado El Quico se
comprenderá fácilmente que de nuevo había terminado ((la tranquili-
dad» para él y los suyos.
Acompañado de su familia llegó a Perpiñán, no sin dificultades,
en 1943. Sin trabajo ni documentación, tuvo la buena fortuna de
tropezar con el Sr. Piguillen, alcalde de Prades -hombre leal, que
sentía verdadero afecto por los refugiados españoles- y obtuvo de él
una documentación en regla.
Resuelto este problema, con la frontera española clavada en la
retina, Sabaté comprendió que la lucha continuaba, no sólo en Europa,
sino también en España, no se sintió vencido y se prometió reanudar el
combate un instante interrumpido. Para realizar su idea nada mejor que
52
ESPERANZAS

organizaron espontáneamente, en las diferentes localidades de resi-


dencia, grupos clandestinos del Movimiento Libertario, en la medida
que lo permitían las circunstancias especiales de la ocupación alema-
na.
El 6 de junio de 1943 se celebró en Mauriac (Cantal) un Pleno
bastante concurrido en el cual se nombró una primera Comisión de
relaciones con el objetivo inmediato de establecer el contacto entre los
diversos núcleos de militantes residentes en las dos zonas creadas por
los alemanes en Francia. Para el Secretariado fueron nombrados José
Germán González, José Asens y José Berruezol.
Una de las decisiones más importantes tomadas en el Pleno fue el
nombramiento de una ponencia para que elaborara un trabajo destinado
a ser sometido a todos los militantes como base de estudio para futuras
proyecciones del ML. Para la ponencia fueron designados Juan Manuel
Molina Mateo (Juanel), que estaba presente en la reunión, y Felipe
Alaiz de Pablo, ausente.
Este dictamen iba a ser el punto de partida <<visible» de las
discrepancias ideológicas que dividieron al ML en el exilio hasta
19602.
1 José Berruezo Silvente describe este período de reorganización del
Movimiento Libertario en su libro: Contribución a la historia dela CNTde España
en el Exilio, Ed. Mexicanos Unidos, México, 1967. Berruezo nació en Mazarrón
(Murcia) el 13 dejunio de 1 895, y murió en Aix—en-Provence (Francia) el 7 agosto
de 1990.
2 Durante la guerra civil el Movimiento Libertario aceptó la colaboración
gubernamental y tuvo ministros en el gobierno. Después dela victoria franquis-
ta, dispersados sus militantes a través del mundo, unos consideraron que las
circunstancias invocadas en aquel entonces seguían siendo válidas, puesto
que el fascismo no habia sido derrotado, y que, por consiguiente, la colabora—
ción política se imponía como continuidad de una etapa que no habíaiinalizado.
Otros pensaron lo contrario, es decir, que el “período circunstancial» había
quedado liquidado con la victoria militar de los franquistas y quela Organización
debía recuperar sus tradicionales postulados antiestatales. Ambas tendencias
quedaron divididas en <<colaboracionistas» o <<retormistas» -en lenguaje más
despectivo pájaros carpinteros— y pieles rojas, sustantivos que el alemán Rudolf
Rocker (1873—1958) inventó para los primeros y que el aragonés Manuel
Buenacasa Torneo (1886-1964) popularizó en el exilio para los segundos. La
lucha entre ambas tendencias adquirió su máxima agudeza una vez liberada
Francia y el germen de la discordia ni tan siquiera perdonó a España, aunque
allí los compañeros tuvieran problemas más peligrosos que resolver que los
57
BPERANZAS

y Angel Marín Pastor. Se designó como sede Toulouse. También se


nombró un Subcomité para la Zona ocupada, con sede en Burdeos, y
cuyo secretario fue Paulino Malsand Blanco.
Los días 5 a 13 de octubre de 1944, en un ambiente de euforia
debido a la liberación de Francia y a las victorias aliadas en todos los
frentes, se celebraba en Toulouse un Pleno de regionales. Era el primer
comicio público que el ML organizaba en Francia. Los delegados de
los Comités regionales que asistieron al mismo representaban a unos
25.000 afiliados. El nuevo Comité surgido del Pleno fue:

Secretario general: Juan Manuel Molina Mateo (Juanel)l.


Coordinación: Angel Marín Pastor.
Propaganda: Miguel Chueca Cuarteto.
Relaciones exteriores: Domingo Torres Maesoº.
Sección económica: Evangelista Campos3.
Organización: Bernardo Merino Peris4.
Sección política: Paulino Malsand Blanco5.

El Pleno se celebró bajo el signo del optimismo. Nadie dudaba en


lo más mínimo que la derrota de Adolfo Hitler y de Benito Mussolini
significaba el derrocamiento de Franco en breve plazo. Todas las

de guerra de la columna y representó a ésta en Moscú, el 6 de noviembre de


1936, en el aniversario de la revolución de octubre. Falleció en Toulouse el 17
de febrero de 1947.
1 Juan Manuel Molina Mateo (Juano!) nació el 4 de agosto de 1901 en
Jumilla (Murcia) y falleció el 20 de septiembre de 1984 en Barcelona.
2 Domingo Torres, nacido el 15 de enero de 1896, falleció en Valencia el
25 de junio de 1980.
3 Evangelista Campos fue el primer delegado oficial del MLE enviado a
España. Marchó a Barcelona, acompañado por el guía Antonio Cereza Grasa,
a últimos de abril de 1945, con documentación diversa para el CR de Cataluña
y para el CN. Fue él quien entregó la convocatoria—circular para el Congreso de
FF.LL. que iba a celebrarse en París.
4 Bernardo Merino falleció en Toulouse (Francia) el 3 de marzo de 1988,
a los 75 años de edad.
5 Paulino Malsand, nacido el 28 de marzo de 191 1 en Sallent (Barcelona),
falleció en París el viernes 19 de diciembre de 1980. Fue inhumado en el
cementerio de Thiais (Val de Marne).
59
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Herrera, Francisco Isgleas Piernau1, Germinal de Sousaº, Roberto


Alfonso Vidal3, Horacio Martínez Prieto4, Juan Gallego Crespo5, Rafael
Iñigo Granizo, Juan Rueda Ortiz, Serafín Aliagaº, Juan García Oliver,
José Xena Torrent7 y Antonio García Birlán3.
Al estallar la segunda guerra mundial, que dispersó a los cuatro
vientos tanto a los miembros del Consejo como a los militantes, se

en las tres Cortes de la República. Largo Caballero encabezaba la extrema


izquierda dentro de su partido. Fue ministro de la Guerra y presidente del
Consejo de ministros desde septiembre de 1936 al 16 de mayo de 1937.
Después de su dentención en Francia fue deportado a un campo de concentra-
ción nazi. Falleció en París el 23 de marzo de 1946.
1 Francisco lsgleas, nacido el 16 de febrero de 1882 en Sant Feliu de
Guíxols (Gerona), falleció en Barcelona el 14 de febrero de 1977.
2 Germinal de Sousa, anarquista portugués, combatió durante la guerra
civil en la columna Tierra y Libertad Fue Secretario general del Comité penin-
sular de la FAI (1938-39). Murió en Lisboa el 3 de noviembre de 1968. Había
nacido en Oporto en 1908.
3 Roberto Alfonso falleció en La Plata (Argentina) el 20 de noviembre de
1971, a los 65 años de edad.
4 Horacio M. Prieto, nacido en Bilbao en 1902, murió en París el 26 de abril
de 1985. Presentó su dimisión poco después de su nombramiento sin haber
llegado a intervenir en el Consejo. '
5 Juan Gallego, nacido en Torreperogil (Jaén), falleció en México el 14 de
abril de 1974, a los 88 años de edad.
6 Serafín Aliaga, nacido en Alicante el 24 de diciembre de 1915, se pasó
rápidamente a las filas comunistas. Después de un vano intento de querer
representar a la FIJL en Francia, se dedicó a firmar cartas de adulación a
Dolores Ibárruri Gómez, sucesora de José Díaz Ramos -fallecido el 19de marzo
de 1942 en la URSS— en la secretaría general del PCE, en las páginas de
Juventud, órgano de las JSU, y a publicar artículos difamatorios contra los
militantes de la CNT, calificándoles de encanallados, cobardes, vendidos a la
reacción, etc. En 1978 fue elegido miembro de la Comisión ejecutiva del
sindicato Comisiones Obreras (CC.OO.) y responsable de relaciones interna-
cionales, cargo que ocupó hasta junio de 1988. Murió en Madrid el 18 de junio
de 1990.
7 José Xena, nacido en Cassá dela Selva (Gerona) el 19 de julio de 1908,
falleció en Caracas el 14 de mayo de 1988.
8 Antonio García Birlán (Dionysios), nacido en Pinos Puente (Granada) el
27 de marzo de 1892, falleció en Barcelona el 20 de junio de 1984. A pesar de
su designación no actuó en el Consejo.
56
E9PERANZAS

había celebrado en Toulouse un Pleno nacional constitutivo de la F1] L.


La precipitación de su celebración se debió, en parte, al propósito de
presentar la Organización juvenil como un hecho consumado al comi-
cio del ML, pues se temía que en él pudieran tomarse acuerdos
desfavorables que luego podrían crear dificultades. El CN de la FIJL
designado fue:

Secretario: Benito Milla Navarrol.


Organización: Lucio Gómez Arnaiz (no se incorporó).
Propaganda: José Galdó.
Administración: Germinal Gracia Ibarsº.
Relaciones: Raúl Carballeira Lacunza.

Enel Congreso de París se salvaron los escollos de la lucha de


tendencias -eso se creía entonces- entre enemigos y partidarios de la
colaboración gubernamental, y prevaleció el criterio de intensificar la
lucha en España y consagrar a ella todos los recursos y.voluntades. Al
efecto, en los meses siguientes, se enviaron al Interior varias delega—
ciones.
Para conducir la primera en el mes de julio, el CN recurrió a
Antonio Cereza Grasa3, consumado guía aragonés. Los delegados
fueron: Angel Marín Pastor4, Lucio Gómez y José Galdó; como enlaces
José C... y Valerio Gil Ibars y como grupo de apoyo bajaron hasta
Barcelona: Francisco Sabaté Llopart, Emilio C..., Jaime Patés Adán
(El Abisinio) y Juan Salas Millán (El Roger).
La misión principal de la delegación era la constitución de un
Comité de enlace permanente entre España y el exilio, de acuerdo con
el CN cuyo secretario era César Broto.
El grupo de Sabaté pensaba establecer las bases que posibilitaran
futuras actividades en España, tendientes a fomentar un espíritu insu-

1 Benito Milla, nacido el 6 de septiembre de 1916 en Villena (Alicante),


falleció en Barcelona el 22 de septiembre de 1987.
2 Germinal Garcia Ibars (Víctor García) nació el 24 de agosto de 1919 en
Barcelona y murió en Montpellier el 10 de mayo de 1991.
3 Antonio Cereza nació el 15 de mayo de 1907 en Salas Altas (Huesca).
En otro viaje a España en abril de 1 948iue detenido. Salió en libertad provisional
en enero de 1949 y regresó a Francia.
4 Angel Marín nació en Hellín (Albacete) el 25 de marzo de 1917.
61
SABATE. GUERRMA URBANA EN ESPANA

El 19 de septiembre de 1943 se celebró otro Pleno en la comuna


de Tourniac (Cantal) donde se dio lectura al dictamen elaborado por la
ponencia Juanel-Alaiz. En él se marcaban pautas que iban a suscitar el
recelo de muchos militantes. Se nombró una nueva Comisión de
relaciones, con Juanel como secretario, y Montpellier lugar de resi-
dencia, por su proximidad a España que permitía comunicar más
fácilmente con los compañeros de la Península.
Simultáneamente se constituyó en Beziers otro Comité que se
denominaba único representante del ML» y que combatía abiertamente
al anterior. Bajo la influencia de este último, y con el propósito de
frenar todo lo máximo la influencia del de Juanel , a partir de 1943 se
constituían en organización independiente las Juventudes Libertarias,
punto de partida de una proliferación de' comités que iba a descartar
para siempre la primera tendencia a unificar en un solo organismo las
ramas del ML (CNT-FAI-FIJL).
Sin embargo, los dos comités -el de Montpellier y el de Beziers-
se pusieron de acuerdo para celebrar conjuntamente un Pleno de
regionales en Muret (Alto Garona) el 12 de marzo de 1944, con un
punto principal en el orden del día: FUSION.
Esta vez se nombró un Comité nacional qUe representaría a la
Organización unificada. Para los cargos se nombraron: Francisco
Carreñol, secretario general, y, para secundarlo, Evangelista Campos
ideológicos, como era el de su propia superviVencia. Las secuelas de la
colaboración gubernamental, al prolongarse durante tantos años, tuvieron la
fatal característica de hacer ineficaz la labor oonspirativa contra el régimen
franquista, e incluso facilitaron la represión contra sus mejores militantes, pues
unos y otros iban a parar a las cárceles, eran asesinados por las calles o
entregados a los pelotones de ejecución. Tanto si eran hombres de aorgani-
zación» como de exacción». Las energías consumidas en la lucha fratricida
fueron, sin duda, un elemento básico para que se afianzara la tiranía en España.
La lucha, orientada en gran parte a obtener la representación orgánica de la
CNT en España, entre España y el exilio y en el propio destierro, fueron
actividades estérilesqueoonsumieronalosmejores hombresdelML,derrocharon
los escasos medios existentes e imposibilitaron la creación de organismos
efrcrentes capaces de desarrollar la ofensiva a base de objetivos concretos,
inmediatos y escalonadas y con ello propiciar la desaparición del fascismo en
tierra ibérica.
1 Francisco Carreño, maestro racionalista, salió junto con Buenaventura
Durruti hacia el frente de Aragón el 24 dejulio de 1936. Fue miembro del Comité
58
FSPERANZAS

l'Hospitalet. Otra fue el negociante floreciente Manuel Garriga Puja—


dor, que tenía su almacén en la calle del Generalísimo Franco.
Al matrimonio Garriga lo encerraron en una habitación, acostado
en la cama con pies y manos bien atados. De] almacén se llevaron dos
máquinas de escribir, 30.000 pesetas y dos sacos de comestibles. Antes
de abandonar el local Sabaté dejó una nota que llevaba redactada:

No somos atracadores, somos resistentes libertarios. Lo


que nos llevamos servirá para dar de comer a los hijos de los
antifascistas que habéis fusilado y que se encuentran aban-
donados y sufren hambre. Somos los que no hemos claudicado
ni claudicaremos y seguiremos luchando por la libertad del
pueblo español mientras tengamos un soplo de vida.
Y a ti, asesino y ladrón Garriga, no te matamos como
mereces porque somos más hombres que tú.

De esta manera se inauguraba una modalidad, la de apoderarse de


alimentos para distribuirlos entre personas necesitadas, que lustros
después aplicarían sistemáticamente los grupos armados argentinos,
brasileños, uruguayos y colombianos. '
Días después le tocó el turno a uno de los jefes principales de
Falange, también de l'Hospitalet, que se llamaba, salvo error, Canary.
A las cuatro de la mañana del 16 de octubre de 1945 penetraron en su
casa de campo y sorprendieron al falangista y a su mujer en la cama.
Los pusieron boca abajo con las manos atadas a la espalda y se
apoderaron de 25.000 pesetas. Con el propio coche del expoliado se
llevaron también un saco de judías y otro de patatas. Dejaron una nota
semejante a la ya citada.
Fue a partir de entonces cuando el nombre de Sabaté comenzó a
correr de boca en boca y¡su actuación era comentada con gran simpatía
en la calle, talleres y reuniones clandestinas.
Estas primeras expropiaciones permitieron crear un fondo inicial
de unas 90.000 pesetas. Una de las máquinas de escribir fue entregada
a José Galdó uno de los miembros de delegación, que el ML había
enviado a España custodiada por el grupo de acción de Sabaté.
El grupo elaboró un plan de trabajo con la mayor reserva posible,
pues, como veremos, debía andarse con pies de plomo para escapar a
los activos y eficaces servicios de información del jefe de la brigada
63
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

discusiones tendían a preparar la actuación de la Organización ante el


“inminente» regreso a España.
El primer Congreso de Federaciones Locales del Movimiento
Libertario español en Francia (MLB) se celebró en París del lº al 12 de
mayo de 1945. Fue una gran manifestación confederal, la más impor-
tante, sin duda, de las efectuadas por la emigración española.
Al Congreso acudió César Broto Villegas, delegado del CN de la
CNT de España y del CR de la CNT de Cataluña, pero llegó con cierto
retraso y sólo pudo informar a las delegaciones que asistieron al mitin
de clausura. Lo más destacado de su largo informe fue que en un Pleno
nacional celebrado en España en marzo de 1944 se había acordado:

...considerar como no concluso el período abierto en 1936 y


seguir en el plan de colaboración antifascista con aquellos
sectores que coincidieron con nosotros en la lucha contra el
fascismo.1

Es a partir de ahí que el ML se iba a encontrar sumido en un vasto


campo lleno de cizaña.
En el mes anterior al Pleno de París, los días 8 y 9 de abril, se

1 La misma línea política yde actuación fue ratificada en unPleno nacional


de regionales celebrado en España del 12 al 16 de julio de 1945, al cual
asistieron los comités regionales de Aragón, Cataluña y Baleares, Centro,
Galicia, Euskadi, Levante y Andalucía, y el CN formado entonces a base de
delegaciones directas de las citadas regionales, de un secretario Juvenil y de
un vicesecretario. Como Secretario general se nombró a César Broto, en
sustitución de José Expósito Leiva, que en el mes de septiembre pasaría a
Francia para incorporarse al gobierno de José Giral y Pereira. Leiva se había
hecho cargo del CN al ser detenido en Madrid, el 25 de diciembre de 1944, el
militante valenciano Sigfrido Catalá Tineo (fallecido en 1978). Broto fue dete—
nido en el mes de octubre de 1945. Le sucedió, provisionalmente, Angel
Morales (Velasco), el cual convocó rápidamente a los delegados regionales y
se nombró secretario general a Lorenzo Iñigo Granizo, secretario entonces del
GR del Centro. Mientras su nombramiento era ratificado por la regional, se hizo
cargo del CN, interinamente, Vicente Santamaría y Velasco actuó como vice-
secretario. Iñigo fue confirmado en el cargo en un Pleno nacional de regionales
que se celebró los días 7 y 8 de marzo de 1946. Lorenzo Iñigo nació en Ledanca
(Guadalajara) el 10 de agosto de 1911, y falleció en Madrid el 31 de mayo de
1991.
60
ESPERANZAS

dad, disparó casi a bocajarro y el uniformado se desplomó gravemente


herido. El otro guardia aprovechó la confusión para abandonar a los
presos y salir por pies. Este incidente sirvió de lección al Quico, pues
jamás volvió a cruzar la palabra con un agente de la fuerza pública
antes de haberlo desarmadol.
El preso comunista no quiso participar en una evasión con derra-
mamiento de sangre y tomó la decisión de regresar voluntariamente a
la cárcel.
Presos y liberadores salieron corriendo hacia el coche donde los
esperaba Parés, pero una pareja de guardias había acudido al ruido del
disparo y sin titubear hizo fuego contra el grupo. La precipitación les
hizo fallar la puntería. El Abisinio, a su vez, por la ventanilla disparó
una ráfaga de metralleta que enfrió los ánimos y el celo de los
polizontes y todos pudieron ponerse a salvo. La operación fue un éxito
total.
Mientras tanto, la policía no había tenido ninguna dificultad para
identificar al Quico como autor de los atracos'de l'Hospitalet, pues las
víctimas eran personas que conocían perfectamente a su agresor y
quizá por esto fueron elegidas como primeros inversionistas. Seña-
laremos, también, que Sabaté casi nunca se amparó en el anonimato.
Su principio normal de conducta era decir de entrada: <<¡Soy…El Qui-
co! »
Más tarde, estas tres palabras eran suficientes para que tanto
civiles como militares, en la mayoría de los casos, no ofrecieran la
menor resistencia.
Estos atracos de poca monta, perpetrados por Sabaté para conse-
guir los primeros fondos que le permitieran actuar al margen de la ley,
repercutieron en otros compañeros que nada tenían que ver en ellos. De
la manera más tonta, como veremos.
A partir del 30 de octubre de 1945, la policía efectuó en Barcelona
múltiples detenciones y entre los compañeros que fueron a parar a la
Jefatura iban los componentes de dos delegaciones llegadas de Fran—
cia.
En los registros subsiguientes se encontró la máquina de escribir
entregada por Sabaté y procedente de uno de los atracos, que él había
regalado sin dar explicaciones sobre su origen. De acuerdo con la

1 Uno de los presos liberados se llamaba, al parecer, Ezequiel Balencil.


65
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

rreccional que permitiera acelerar el derrocamiento del franquismo, y


con este objeto se relacionó inmediatamente con los compañeros que
consideró más adecuados para la empresa.
Un día, después de una cita matinal en Pedralbes, suburbio
elegante al oeste de Barcelona, se reunieron detrás de los montes de
Sant Pere Mártir, en el límite del término municipal de Esplugues,
lugar bien conocido de los cenetistas que lo habían utilizado con
frecuencia para las reuniones clandestinas durante los aciagos días de
la República, cuando las organizaciones obreras eran perseguidas con
ensañamiento.
El Quico se presentó en la reunión armado de punta en blanco: dos
bombas de mano, metralleta y pistola del 9 largo. Comunicó a los
presentes que llegaba de Francia con la misión de reorganizar la
comarcal del Baix Llobregat y que, por otra parte, pensaba realizar
algunas acciones, pero sin comprometer a ningún compañero que ya
estuviera vigilado o fichado. Mientras hablaba, El Quico almorzó un
bocadillo de jamón y pan blanco comprado de estraperlol.
Sabaté fue informado que en l'Hospitalet y en la comarca existían
grupos organizados e incluso le enseñaron un carné confederal que
habían impreso y algunos-ejemplares clandestinos de CNT y Solida-
ridad Obrera. Le explicaron cómo funcionaba la Organización, a base
de reuniones de delegados de grupos exclusivamente. La propaganda
libertaria se distribuía con muchas precauciones. Le entregaron una_
lista de compañeros de l'Hospitalet “y de la comarca que fueron
martirizados y los nombres de los cabecillas más destacados en la
sangrienta represión.
Para llevar adelante sus proyectos, entre los que figuraba enton-
ces la realización de algunos atentados personales punitivos, lo prime-
ro que necesitaba El Quico eran medios económicos para poder agen-
ciar bases de operaciones, transportar y guardar armamento y organizar
medios de propaganda y de difusión de la misma.
Con El Abisinio y otro compañero cometió varios atracos. Una de
las víctimas fue Juan Panellas Torras, persona acaudalada de

1 El pan estaba racionado en España. Unos 125 gramos diariosde una


materia negruzca y pesada como el plomo. Sin embargo, podía comprarse de
estraperlo excelente pan blanco. La cartilla de racionamiento fue implantada en
España en 1939 y sólo fue suprimida el primero de junio de 1952.
62
Esmamus

Hernández, las resumió en un librol de la siguiente manera:

En resumen: de los 22 sindicatos existentes en la pro-


vincia, el movimiento afectó solamente a tres: el textil, el del
metal y el de industrias químicas. De las 12.892 empresas del
primero, sólo resultaron afectadas 47, y de las 5.044 afiliadas
al Sindicato del Metal, 17 solamente experimentaron vacila-
ciones e intermitencias en el trabajo. Finalmente, de 1.823
empresas inscritas en el Sindicato Provincial de Industrias
Químicas, solamente hubo ciertas dificultades en siete. Cual—
quiera quefuese el alcance de las consignas dadas, el Gobierno
alcanzó en brevísimo plazo un éxito completo. Después sucedió
una temporada de absoluta paz, sólo turbada por la sorda
actividad políticosocial de las organizaciones clandestinas
(...). Su actividad se reducía por lo pronto a establecer con-
tactos y a repartir hojas clandestinas con los consabidos
tópicos y embustes.

Con mucha frecuencia se ha argumentado centra los grupos


armados en el sentido de que su acción siempre resultaba nefasta para
los compañeros que se dedicaban exclusivamente a cuestiones orgá-
nicas, de proselitismo o de prºpaganda. Tales ataques nunca fueron
razonados, pues, lo que era nocivo, ¡qué duda cabe! , no era la acción,
sino la deficiente estructura de la organización clandestina.
Es un tema que no desarrollaremos aquí porque escapa al marco
de nuestro propósito, pero vale la pena mencionarlo aunque sólo sea
brevemente. El Movimiento Libertario Español nunca elaboró una
estrategia, aunque fuera desacertada, conducente a alcanzar el objeti-
vo final -éste bien definido-, que era el derrocamiento del franquismo.
La improvisación fue su característica principal en un combate tan
difícil. Por otra parte, en el aspecto táctico, y que se nos perdonen_las
expresiones guerreras, pues alfin y al cabo se trataba de una << guerra»,
nunca supo o quiso desligar, en su acción revolucionaria, actuaciones

1 Bartolomé Barba ocupó el cargo de gobernador civil de Barcelona desde


el 8 de agosto de 1945 hasta abril de 1947, fecha en que fue sustituido por
Eduardo Baeza Alegría, destituido a su vez a raíz de las huelgas de Cataluña
en marzo de 1951. Bartolomé Barba escribió el libro Dos años al frente del
Gobierno de Barcelona, Javier Morata, Editor, Madrid, 1948 (p. 62).
67
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Político social, comisario Eduardo Quintela Bóvedal.


La actuación planeada no tardó en dar sus frutos.. Uno de los
hechos más sobresalientes fue la liberación, de acuerdo con el secre—
tario de Defensa del CR de la CNT, que era entonces el italiano
Antonio Pereiraº, de unos presos. Se trataba de un comunista y de dos
compañeros harto comprometidos que iban a ser trasladados de cárcel.
Con las indicaciones que les procuró un joven militante, Victorio
Gual Vidal3, exactas en todos sus pormenores, el grupo pudo pasar a
la acción. La operación corrió a cargo de Sabaté, Juan Salas y Jaime
Patés.
Era el 20 de octubre de 1945. Sabaté y Salas salieron al encuentro
de la pareja que custodiaba a los presos mientras Parés esperaba al
volante de un coche aparcado a corta distancia, con la metralleta
preparada para proteger la retirada. Cuando todo parecía desarrollarse
de la mejor manera, el guardia que estaba bajo la amenaza del arma de
Salas, sacó la pistola y apuntó a Sabaté. Este tuvo un momento de
vacilación que pudo costarle la vida, pero Salas, sin perder la sereni-

1 Quintela, nacido el 5 de julio de 1891, ingresó en“el Cuerpo general de


policía el 25 de octubre de 1917. Se convirtió en un verdadero aexperto» en
cuestiones anarcosindicalistas. De los 14 comisarios principales que se nom-
braron en toda España después de la victoria franquista, él fue uno de ellos.
2 Pereira se llamaba en realidad Tommaso Ranieri. Nació el 29 de marzo
de 1908 en Nápoles. En 1928 tuvo que exiliarse en Francia y en 1932 pasó a
España. Con Durruti y Ascaso participó en el asalto al cuartel de Atarazanas el
19 de julio de 1936. Se marchó al frente con la columna Ortiz. Al terminar la
guerra civil fue hecho prisionero en el puerto de Alicante, pero salió en libertad
con documentos falsos facilitados por los compañeros de la calle. En octubre
de 1945, siendo Secretario de Defensa, fue detenido, pero intervino la Emba-
jada italiana y salió en libertad al cabo de unos 12 meses. Se marchó a Italia,
donde murió, en Ventimiglia, el 16 de marzo de 1969.
3 Victorio Gual fue ejecutado en Barcelona el 12 de marzo de 1947
acusado de participación en un ataque efectuado en Esparraguera el 21 de
diciembre de 1946 contra el coche de Alfredo Sedó, industrial de dicha
localidad, notorio falangista, responsable de la persecución, e incluso fusila—
miento, de varios antifascistas catalanes. Sedó, en vez de detener su automóvil
cuando fue invitado a hacerlo, aceleró y escapó. El grupo atacante disparó
contra él pero sin causar víctimas. Sedó transportaba ese día la paga de sus
obreros.
64
ESPERANZAS

diversas tendencias políticas, sirvió para dar la puntilla a la unidad


anarcosindicalista cuando decidió que la CNT podía participar en él,
con lo cual el problema latente de la colaboración gubernamental
adquirió toda su virulencia.
La Organización de España optó decididamente por la colabora-
ción, nombrando a José Expósito Leiva1 para la cartera de Agricultura
y a Horacio Martínez Prieto2 para la de Obras Públicas. Secretario y
subsecretario del primero fueron Feliciano Subero y Pedro Cané
Barceló3, respectivamente, y Progreso Alfarache4 y Miguel Yoldi
Beroiz5 del segundo. Como auxiliares de secretaría fueron designa—
dos: Manuel Ucedo, Pedro López Calle, Joaquín Cortés6 y Nicolás
Mallo.
En Francia el ML quedó dividido7 en dos fracciones: el sector
mayoritario anticolaboracionista, encabezado por el Comité nacional
nombrado en el Congreso de París, y el sector colaboracionista mi-
noritario que, amparándose en las decisiones de los compañeros de
España, constituyó un nuevo Comité nacional, convertido posterior-
mente en Subcomité, para dejar a la Organización de la Península el
uso exclusivo de tal denominación8.

1 José E. Leiva, nacido en Ubeda (Jaén) el 4 de enero de 1918, falleció


en Caracas (Venezuela) el 26 de agosto de 1978.
2 Horacio M. Prieto, nacido en Bilbao en 1902, falleció en París el 26 de
abril de 1985.
3 Pedro Cané, nacido en Barcelona, falleció en México el 13 de noviembre
de 1973, a los 77 años de edad. Fue secretario de la Federación nacional de la
Industria vidriera de España.
4 Progreso Allarache fue detenido en Madrid, en marzo de 1947, como
delegado de la CNT del exilio.
5 Miguel Yoldi nació en Pamplona el 14 de abril de 1903. Fue jefe dela 24
División durante la guerra civil. Falleció en México, en un accidente de carretera
ocurrido entre Matamoros y Tamaulipas, el 13 de agosto de 1961.
5 Joaquín Cortés falleció en México en 1979.
7 Esta escisión perduró durante 15 años, hasta 1960. La unidad conte-
deral fue ratificada normalmente en el II Congreso intercontinental de la CNT de
España en el exilio, celebrado en Limoges en agosto—septiembre de 1961.
º El cargo de Secretario general se dejó vacante para que fuera designado
por España, privilegio que fue rechazado por los compañeros del Interior. Por
consiguiente, Ramón Alvarez Palomo, nacido en Gijón el 7 de marzo de 1913,
ejerció prácticamente este cargo hasta el mes de diciembre de 1947, fecha en
69
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

costumbre establecida, cuando varios compañeros eran detenidos con-


juntamente con las manos en la masa, cada uno de ellos se hacía
responsable de una parte bien determinada de los elementos de cargo
y declaraba ignorar todos los demás. En este caso, el compañero que
declaró ser el propietario de la máquina de escribir, José Galdó, no
podía imaginar lo que se le venía encima, pues, lógicamente, fue
inmediatamente considerado cómplice de los atracadores. Fue bárba-
ramente apaleado sin que pudiera dar, naturalmente, otra explicación
que la real, o sea que Sabaté se la había regalado, pero era más que
suficiente para que la policía llegara a la conclusión de que Sabaté,
delegación de Barcelona y Organización era todo uno.
En este mes de diciembre de 1945 se celebró en Cádiz un consejo
de guerra contra 28 antifascistas, en su mayoría confederales, que tuvo
bastante resonancia en el extranjero. El proceso ya se había aplazado
dos veces: el 28 de octubre y el 27 de noviembre.
Entre los procesados figuraban 19 militantes de la CNT detenidos
en marzo del mismo año en Algeciras y Cádiz, a saber: Sebastián Pino
Panal, José Fernández Rodríguez, Joaquín Serrano Duarte, José Marfil
Ruiz, José Meléndez Aldana, Domingo Hormigo Sánchez, Francisco
Cuaro Vicario, Adela Ruiz Guerrero, Tomás Pi“zarro Benítez, José
María Bermejo Gómez, Diego Pérez Ruiz, José Lillo Pérez, Julio
Quintero Talavera, Luis Quirós Ortega, Juan Corral Sánchez, Juan
González Morales, Angel González Gonzálei, Juan Gómez Giménez y
Andrés Rojas Cuenca.
El fiscal pidió 18 penas de muerte pero sólo fueron mantenidas
cinco, las 13 restantes fueron conmutadas por 30 años de cárcel. La
ejecución de las cinco penas capitales quedó pendiente de la aproba—
ción del tribunal superior, siendo también conmutadas pocos días
después por 30 años. Las diversas sentencias oscilaron entre 30 y 6
años.
En el mes de diciembre de 1945 se declararon en Barcelona las
primeras huelgas laborales registradas durante el régimen franquista,
de escasa importancia, sin duda, pero precursoras de las de mayo de
1947 en el País Vasco y de marzo de 1951 en Cataluña, que serían el
punto de partida de una protesta popular que iba a generalizarse en los
años siguientes.
Sobre las huelgas de 1945 disponemos de un testigo de excepción,
pues el gobernador civil de Barcelona de la época, Bartolomé Barba
66
V

CONFUSIÓN

La liberación nacional fue festejada en España con una orgía de


sangre, furia asesina que se prolongó durante años. De Barcelona a
Sevilla, de La Coruña a Valencia, pasando por Madrid, la sangre de la
juventud española antifascista corrió a raudales. Noche y día funcio-
naban los pelotones de ejecución. Un simple dedo acusador era sufi-
ciente para mandar un hombre a la muerte. A este primer período
sucedió otro procedimiento de exterminación tan eficaz y arbitrario
como el primero: los consejos de guerra.
Probablemente, los vencedores pensaron que un <<país civilizado»
debía rodear sus crímenes con cierta apariencia de legalidad. Al fin y
al cabo se trataba de una nación que se presentaba como defensora del
cristianismo. Así, pues, a las 'sacasl sucedieron los procesos colecti-
vos. Ochenta o cien personas podían ser incluidas en el mismo expe-
diente. No importaba un comino que los acusados se desconocieran
entre sí; lo mismo daba, el relator leía el apuntamiento del auto y la
sentencia era comunicada inmediatamente: ¡A muerte!
¿Cuántos españoles cayeron entre 1939 y 1943? La cifra proba-
blemente no se conocerá nunca. Cientos de miles, sin duda, pero…
¿cuántos?2
1 Así se llamaba a la operación de sacar a los presos de la cárcel para
fusilarlos.
2 Daniel Sueiro, en su libro Los verdugos españoles, Ed. Alfaguara, Madrid,
1971, dice: aLa publicación de la Colección Legislativa de Jurisprudencia
Criminal, que recoge las sentencias del Tribunal Supremo (y por tanto todas
aquellas en que se imponga la pena de muerte, que pasan necesariamente a
casación al más alto tribunal), se interrumpió en marzo de 1936, desde su
iniciación de 1870, y no volvió a reanudarse hasta el año 1947.»
71
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

sumamente diferentes pero todas necesarias. En las actividades cons-


pirativas del ML intervinieron siempre, a través de su mecanismo
comiteril manifiestamente inadaptado, individuos que ni remotamente
pensaban —y por consiguiente no debían- participar en ellas. Los
organismos legalizados fueron los encargados de controlar a los
clandestinos de los grupos armados, menospreciando con testarudez el
peligro bien conocido de los elementos infiltrados, sin hablar de los
charlatanes, fariseos y otras hierbas que suelen proliferar al calor de
los cargos burocráticos. Una de las mayores equivocaciones fue, en
nuestra ºpinión, dejar que el contacto con los clandestinos quedara en
manos de los administradores, obligados a actuar dentro de la ley.
Por supuesto, estos errores se pagaron siempre muy caros y el
precio se abonó, imperturbablemente año tras año, con la sangre de los
mejores compañeros.
Los hombres de los grupos de acción señalaron muchas veces
estas incongruencias y repetidas veces intentaron crear organismos de
lucha autónomos a través de los cuales los militantes comprometidos
pudieran reivindicar para sí la responsabilidad de sus actos y evitar,
entre otras cosas, que la represión pudiera ejercerse impunemente
contra todos, sin discriminación alguna. Pero el MLB nunca se apeó
del burro.
Así, pues, en el MLE nada era totalmente autorizado, servidum-
bre de la legalidad, ni claramente condenado, consecuencia de una
larga trayectoria de actuación revolucionaria. La actividad conspira—
tiva era un verdadero cajón de sastre. Incluso, con excesiva frecuen—
cia, los hombres que en un momento dado pertenecían a los grupos de
acción, en otro momento pasaban a tener la responsabilidad de comités
y viceversa. Este problema, uno de los más importantes, nunca quiso
enfocarse de cara, a pesar de la experiencia desgraciada acumulada a
través de los años; la confusión y el prejuicio se perpetuaron in saecula
saeculorum...
Por otra parte, la fusión confederal y libertaria realizada en el
Pleno de Muret y confirmada en el Congreso de París fue en realidad
de muy corta duración y los conflictos de tendencias resurgieron
rápidamente.
A través de múltiples incidentes, la escisión del ML se materia-
lizó a finales de 1945, cuando el gobierno de José Gira] y Pereira se
constituyó en México. Este gobierno, integrado por representantes de
68
Comsrón

Estos hombres, por su prestigio, sus relaciones, por conocer


perfectamente el medio en el cual habían militado tantos años, re-
presentaban un obstáculo nada desdeñable en el desarrollo de cualquier
labor revolucionaria, máxime cuando en sus manos estuvieron durante
algún tiempo las riendas de la Organización clandestina, sobre todo en
Cataluña. A base de hacer favores, de ayudar eficazmente a ciertos
compañeros que encontraban dificultades en su desenvolvimiento, con
_un doble juego hábil que llegaba incluso a posibilitar libertades, so—
breseimientos de causas, etc., crearon el desconcierto en los medios
obreros. Bien instruidos, llegaron a convencer a muchos crédulos de
que servían a la Organización, cuando en realidad eran despreciables
instrumentos de la Jefatura de Policía.
Dos individuos particularmente nefastos en este sentido fueron
Eliseo Melis Díaz y Antonio Seba Amorós.
Melis era un viejo militante del sindicato Fabril y Textil de
Barcelona, a cuyajunta perteneció varias veces en los años 193 l - 1935.
Colaboraba con cierta frecuencia en el órgano confederal Solidaridad
Obrera. Era un hombre inteligente y activo y, aunque muy conocido en
la Organización, no ocupó cargos de responsabilidad durante la guerra
civil.
Terminada la contienda, Melis se quedó en Barcelona, luego hizo
varios viajes a Francia, donde se entrevistó con muchos compañeros y
muy pronto apareció revestido de una gran influencia con el comisario
Quintela. La actividad <<orgánica» de Melis fue constante y decía que
trabajaba en favor de la CNT desde la Jefatura de Policía. Con sus
maniobras, Melis llegó a ser, a finales de 1942, secretario de un Comité
regional clandestino y cuando fue sustituido en el cargo siguió inter-
viniendo directamente en la Organización en nombre de un supuesto
<< grupo anarquista».
Una de las tareas de Melis consistía, pues, en captarse la confianza
de compañeros para poder desarticular la Organización clandestina

Ollas (León). Fue varias veces secretario del CN de la CNT y uno de los
delegados que visitaron en 1920 la URSS para examinar si la Organización
confederal debía adherirse a la Sindical roja creada a raíz del triunfo de la
revolución soviética. Durante la guerra civil fue nombrado, en octubre de 1937,
vicecomisario general del ejército, en representación del Partido Sindicalista.
Falleció en Bagá, Barcelona, el 11 de diciembre de 1937.

73
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

También se constituyó en París un Subcomité peninsular de la


F1]L, con Germinal Siurana como Secretario general, organismo más
ficticio que real, pues en las Juventudes Libertarias no hubo prácti-
camente escisión.

que un Pleno de FF._LL. nombró a José Juan Doménech y el CN pasó a


denomun_arse Suboom¡té nacional. En abril de 1947 Ramón Alvarez se trasladó
clandestmamente a Madnd para asistir a un Pleno nacional de regionales.
70
CONFUSIÓN

y Bernabé Argiielles Depaz, miembros de una Comisión interregional


Cataluña—Aragón, y otros cuatro compañeros: Francisco Atarés Mar-
tín, Juan Aguilar Mompart, José Serra Lafort y Pedro Tréssols Meix.
El 8 de julio de 1943 era fusilado en el campo de la Bota de
Barcelona Esteban Pallarols Xirgu, en la clandestinidad Riera, que había
sido secretario del primer Comité nacional de la CNT que se consti—
tuyó en Valencia después de la victoria franquista.
Un aliciente para los jóvenes catalanes fue, en 1945, la organi-
zación en Francia de las Juventudes Libertarias que, como ya hemos
indicado, celebraron su primer Pleno nacional en Toulouse, en el mes
de abril.
Para concluir estas páginas sobre la situación enCataluña de las
organizaciones libertarias y de la confusión que creaban en ella ciertos
elementos, señalaremos que Angel Marín Pastor, el delegado del
Comité nacional de Francia detenido en octubre de 1945, después de
entrevistarse con Melis salió a diligencias exteriores el 15 de diciem-
bre del mismo año y consiguió <<fugarse»l.

1 En una circular del Comité nacional del MLE—CNT en Francia, dirigida


a los comités regionales con fecha 29 de enero de 1946, se decía lo siguiente:
aDesde hace días esperábamos con ansiedad la llegada de una de las
delegaciones salida hacia España. Encontrándcse ya en el Interior, teníamos
noticia de que la policía franquista le iba a la zaga, pero finalmente ha podido
regresar sin accidente desagradable. La delegación, además de continuar el
contacto con los compañeros y completar la información, tenía el encargo de
localizar al compañero MARIN yde entregarle una carta de este CN, requiriéndole
para que se presentara en Francia sin pérdida de tiempo. La delegación tenía
instrucciones para que, al localizar a MARIN, éste no pudiera salirse del paso
con evasivas, de conocer concretamente si continuaba allí por su voluntad y con
quéfinysaber, en definitiva, aqué atenemos sobre su caso. La delegacióntenía
también indicaciones de facilitar a MARIN los medios para regresar a Francia
con ella. La delegación ha regresado y nos dice que no ha podido entregar
nuestra carta a MARIN; que no es posible ponerse al habla con él sin pasar antes
por MELIS o SEBA, y que con los contactos que éstos tienen con la policía, es
entregar a los compañeros que vayan allí, con este fin, en las manos de ésta.»
Angel Marín se decidió a regresar a. Francia el 17 de marzo de 1946, en
compañía de Miguel Silvestre Talón, que utilizaba el seudónimo de Juan Farre
pero que era conocido generalmente como El Nano por su pequeña estatura
(1,65 m). Marín fue excluido del CN y nunca más volvió a ocupar ningún cargo
en la Organización, a pesar de su conducta irreprochable. El cadáver de Miguel
75
SABATE. Guanmu Umm EN ESPANA

Ya algo ahítos de sangre, los franquistas se dedicaron a la tarea de


captación de recuperables -hasta en Francia los buscaron- y ejercieron
coacción en antiguos militantes obreros con el deseo de incorporarlos
a sus organizaciones, particularmente a la llamada Central Nacional
Sindicalista (CNS). Si tal cosa tuvieron la desvergiienza de proponer
a hombres de la entereza de Joan Peiró Belis1 y de José Villaverdeº,
ambos asesinados al no conseguir que renegaran de su pasado revolu-
cionario, no era de extrañar que lo hicieran con otros de menor
significación y que -también menos dignos- lograran comprometerlos.
Pues, bien, los servicios policíacos franquistas, en una nueva
fase, deseaban, más que la incorporación a la CNS de antiguos mili-
tantes sindicalistas o especialistas en cuestiones obreras, el someti-
miento de dirigentes al dictado de las autoridades y, de ser posible,
dando la impresión de que gozaban de una total independencia de
criterio. Tal ocurría, por ejemplo, con los inspiradores del llamado
Partido Laborista3, procedentes de campos diversos, particularmente
de la CNT y del Partido Sindicalista, este último fundado por Angel
Pestaña Núñez en abril de 19334.
1 Peiró nació en Barcelona el 16 de febrero de 1887. Durante la guerra civil
fue ministro de Industria en el gobierno de Francisco Largo Caballero. Durante
la ocupación alemana de Francia, los franquistas pidieron su extradición al
gobierno de Philippe Petain. Peiró fue entregado y fusilado en Valencia el 24 de
julio de 1942.
2 Villaverde nació en Santiago de Compostela. Fue director del periódico
libertario ¡Despertad! de Vigo. Detenido en los primeros días de la sublevación,
le ofrecieron la jefatura de Propaganda de Falange Española Tradicionalista y
de las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista) a cambio de su vida. Al
negarse rotundamente, fue asesinado a primeros de setiembre de 1936 en los
alrededores de La Coruña.
3 El dirigente sindicalista José Sánchez Requena se prestó a encabezar
el nuevo Partido Laborista. Durante la guerra civil había sido gobernador de
Valencia. En los dias que precedieron la caída de Madrid y el final de la
contienda, el Consejo nacional de Defensa del coronel Segismundo Casado
López lo nombró comisario general de policia de Valencia porque resultó ser
“persona grata a los nacionales», según cuenta Wenceslao Carrillo Alonso-
Forjador en su folleto El último episodio dela guerra civil española, Toulouse,
1945. Requena fue detenido en Alicante después de la victoria franquista y
condenado a muerte. Su penafue conmutada y salió en libertad al cabo de unos
años. Falleció en Valencia en noviembre de 1946.
4 Angel Pestaña nació el 14 de febrero de 1886 en Santo Tomás de las
72
VI

ACCIÓN

Una de las primeras tareas que se impuso el grupo de Sabaté,


después_de conseguir algunos medios económicos, fue buscar puntos
de apoyo y colaboradores seguros tanto en Barcelona como en los
pueblos de la comarca y a lo largo del <<camino» que desde la frontera
francesa conducía a la Ciudad Condal. Se organizaron las primeras
bases destinadas a servir de refugio a los compañeros, depósitos de
armas y de víveres, tanto en la ciudad como en el campo, etc.
Puede decirse que entre 1945 y 1946 El Quico recorrió palmo a
palmo las montañas y los pueblos de Cataluña.
Mientras tanto, otros grupos de acción habían llegado a la ciudad
de Barcelona.
El 2 de enero de 1946 seis hombres armados dieron un atraco a
la empresa Batlle, S.A., en la Ronda de San Pedro, y se apoderaron de
200.000 pesetas. Las investigaciones condujeron a la policía, el 25 del
mismo mes, a un bar sito en la calle de la Cera, esquina Amalia (ahora
Reina Amalia), en el Casco Antiguo, donde iba a celebrarse una
reunión con la asistencia de miembros del grupo que buscaban. Varios
inspectores, pistola en mano, trataron de detener a todos los presentes
en el bar. Entre éstos figuraba un conocido militante andaluz, Francisco
Marín Nieto, de Utrera.
La compañera de Francisco Marín, Francisca González (Paquita),
informada por los vecinos de lo que sucedía, penetró en el bar con un
capazo de la compra en el brazo. Cuatro hombres habían sido“esposados
e iban a ser conducidos a la Jefatura de Policía, pero Paquita se in-
terpuso. Al verla plantada en la puerta, uno de los policías, con malos
modales, le preguntó:

77
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

periódicamente, cuando su desarrollo era considerado alarmante por


las autoridades.
La policía catalana puede guardarle a Melis eterno agradecimien-
to, pues su presencia impidió, durante años, que se constituyera una
Organización clandestina eficaz.
Quintela siempre prefirió conservar un embrión organizado de la
CNT, con la condición de estar perfectamente informado, pues ello le
permitía conocer a los nuevos elementos y, sobre todo, estar al corrien-
te de las intenciones de sus miembros, ya que lo único que preocupaba
seriamente al jefe de la brigada Político social era la formación de
grupos de acción que escaparan, como en el caso de Sabaté, al control
directo orgánico. Los sellos de cotización -como gustosamente decía
y repetía- le importaban un bledo.
Antonio Seba fue un pájaro nocivo pero de menor envergadura. Se
limitó siempre -y ya era bastante- a ser "el primer lugarteniente de
Melis. También perteneció a varios comités regionales de Cataluña.
Durante la guerra civil fue jefe de la 153 brigada mixta, ex columna
Tierra y Libertad antes de la militarización. Con los combatientes de
la 25 división tomó Belchite y en agosto de 1938 participó en la batalla
del Segre, frente a Balaguer. *
Antonio Seba desapareció de Barcelona en febrero de 1949, a raíz
de una operación de escarmiento que organizó el zaragoz'ano Wences—
lao Jiménez Orive con el grupo de acción Los Mañas. Se refugió en
Valencia con una bala en el cuerpo. La herida no fue de gravedad pero
con ello comprendió que había finalizado su virreinato.
Esta situación de confusionismo, difícil de aclarar en la clandes—
tinidad, se prolongó durante largo tiempo. El mérito de haber despe—
jado en buena parte este ambiente enrarecido correspondió principal-
mente a las Juventudes Libertarias, que por cierto tenían amarga
experiencia sobre el particular. Uno de los primeros comités regionales
de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL)l en Cataluña
fue decapitado en marzo de 1943 por obra y gracia de Melis, y tres de
sus miembros, Joaquín Pallarés Tomás, Francisco Alvarez Rodríguez
y Fernando Ruiz Fernández, fueron ejecutados a garrote vil en la
Cárcel Modelo el 29 de marzo de 1943, junto con Benito Saute Martí

1 La FIJL, organización juvenil anarquista, se creó en Madrid, en un


Congreso celebrado el 11 de noviembre de 1932.
74
ACCIÓN

del mal tiempo y de la nieve abundante, en algunos lugares llegaba a


la ingle, Sabaté cruzó la frontera por Banyoles y Coustouges y llegó sin
novedad a Perpiñán donde su compañera se encontraba todavía en el
hospital. Una de las niñas falleció a los pocos días, la segunda fue
llamada Alba.
La familia de Sabaté hacía poco tiempo que había abandonado
Bus para ir a vivir a Marquixanes, entre Prades y Vinca. El Quico
permaneció algunos días en la capital del Rosellón y alquiló una casa
en La Clapére, a 2 km de Prats-de-Mollo (Pirineos Orientales), en la
misma orilla del río Tech y allí se instaló con Leonor y sus dos hijas.
Ya en La Clapére, arrendó una casa de campo perdida entre los
pinos en la ladera del monte frente a su nuevo domicilio, en la otra
parte del río. Esta casa era conocida por los lugareños con el nombre
de <<LaSoranguera». Fue allí donde instaló su primera base de ope—
raciones, punto de partida para sus incursiones en España. Para justi-
ficar las idas y venidas a la base, también arrendó una parte de bosque
en las cercanías, explotación que corrió a cargo de cinco compañeros.
Este trabajo hizo pensar a Sabaté lo magnífico que sería crear allí una
colectividad, a tiro de fusil de España, sueño que acarició por cierto
varios años e incluso intentó realizarlo, pero tropezó con algunas
personas que lo defraudaron totalmente...
La organización en Francia aprovechó su llegada para encomen-
darle una misión bien definida. Se trataba de introducir en Cataluña
una cantidad importante de armas y de eliminar, en Barcelona, al
confidente Melis.
El día 21 de abril, por Coustouges, Sabaté salía con un grupo de
compañeros: Ramón Vila Capdevila, Antonio Malpica Ramos, mocetón
fuerte y decidido oriundo de Serón (Almería), Jose Gay, José, y Au—
relio Martí, todos veteranos y aguerridos, menos el último que hacía
poco había desertado del ejército franquista.
En un lugar convenido del territorio español dejaron la mayor
parte del material bélico: metralletas, munición abundante y explosivos.
Una persona de toda confianza se encargaría del transporte hasta el
pueblo gerundense de Banyoles. El grupo de cinco compañeros debía
dividirse en dicho pueblo para reunirse de nuevo en la Ciudad Condal.
El 25 de abril, con el ómnibus de la mañana, salieron hacia Gerona
Antonio Malpica, José y Martí; por la tarde, con el mismo medio de
locomoción, debían salir Ramón Vila y José Gay; y el último, Sabaté,
79
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Un caso similar ocurrió con el compañero Evangelista Campos, el


enviado especial del MLB que llegó a Barcelona a últimos de abril de
1945 con la documentación para el Congreso de FF.LL. que debía
celebrarse en París en el mes de mayo. Fue detenido a mediados de
junio de 1946, cuando estaba reunido con el Comité regional de
Cataluña, cuyo secretario era Vicente Peris, en la casa del militante
metalúrgico Benjamín Sánchez. Evangelista Campos, que resultó he-
rido al intentar escapar, también tuvo la oportunidad de relacionarse
con Melis y éste le facilitó la fuga.

Silvestre fue encontrado, en la noche del 16 al 17 de abril de 1946, en el Canal


du Midi, frente al bulevar tolosano de la Méditerranée, atado con alambres y
metido en un saco. Había sido asesinado de un balazo en el cráneo. La policía
encontró en sus bolsillos documentos que acreditaban que debia marchar de
nuevo a Barcelona. Miguel Silvestre nació en Barcelona el 10 de junio de 1916.
Después de la guerra civil, en la que fue un combatiente de la 26 División, se
refugió en Francia. Durante la ocupación alemana se dedicó a pasar a España
gente perseguida por los nazis. Participó en la liberación de Toulouse y
posteriormente sirvió de enlace a la Organización entre Francia y España. Su
último viaje al Interior lo hizo en enero de 1946.
76
ACCIÓN

munición correspondiente escondió las armas debajo de un montón de


estiércol, en la parte posterior de la posada, donde tratantes y feriantes
dejaban carros y caballerías. Al anochecer abandonó el albergue y se
refugió en una casa del pueblo de toda confianza.
En Banyoles, población que en la época contaba escasamente con
6.000 habitantes, la policía y la Guardia Civil desplegaron una actividad
extraordinaria: cacheos callejeros, registros domiciliarios, patrullas
en caminos y carreteras de salida del pueblo. La Guardia Civil desea-
ba, sobre todo, vengar al caído.
Sabaté escapó a las pesquisas mediante una treta que, según
confesó luego, le hizo pasar el mayor miedo de su vida. La dueña de la
casa que lo amparó le dio ropa de campesino y una azada. Así ataviado,
con la herramienta en el hombro, junto con la mujer que llevaba un
capazo lleno de hortalizas que cubrían la metralleta, pasaron entre los
guardias y salió del pueblo. Fue la primera y última vez que Sabaté
aceptó ir desarmado.
Posteriormente las cosas se complicaron.' El posadero, sin duda
atemorizado ante la tenaz investigación policíaca, tuvo la idea << genial »
de presentarse espontáneamente a las autoridades para informar que
por su casa había pasado ((un grupo sospechoso», con el evidente
propósito de alejar de sí todo recelo. Pero la argucia tuvo mal resultado
ya que la policía lo que ambicionaba era <<pescar» a alguien, para
colgarle el sambenito, y lo consideró desde el primer momento como
cómplice de los <<forajidos», sometiéndolo a un terrible interrogatorio
de garrotazo y tente tieso que le dejó el cuerpo baldado. En el registro
que hicieron en la posada aparecieron las maletas llenas de armamento
ocultas en el estiércol.
Sabaté, con su disfraz de payés, prosiguió el camino hacia Bar-
celona. Ramón y José Gay regresaron a Francia para comunicar lo
ocurrido.
Las pesquisas subsiguientes a los sucesos de Banyoles conduje—
ron a la detención del compañero Farrás, que, en Gerona, servía de
enlace con los grupos que actuaban en la Ciudad Condal, particular-
mente con el de Sabaté. Desconocemos las circunstancias que con-
dujeron a la detención, aunque ciertos antecedentes hubiesen permi-
tido, entonces, aclarar la cuestión. Lo cierto es que cuando Sabaté bajó
a España en octubre de 1945, el contacto se establecía en Gerona a
través de un <<residente>>. Cuando regresó a Francia con motivo del
81
SABATE. GUERR[LLA URBANA EN ESPANA

-¿A qué coño vienes aquí?


—¡A eso vengo, asesinos!
Y uniendo el gesto a la palabra arrojó una bomba de mano que
llevaba oculta en el cesto. El artefacto estalló en medio de la sala
causando algunas víctimas, entre ellas su propio marido que resultó
gravemente herido. Paquita murió destrozada por la metralla y tres
inspectores resultaron heridos1.
Entre los compañeros detenidos con relación a este suceso figu-
raban: Francisco Miñarro Torroglosa y Manuel Martínez, ambos con-
ducidos a la Jefatura el 9 de febrero de 1946. El segundo recibió tan
malos tratos que echaba sangre por la boca, nariz y oídos. Estuvo
varios meses incomunicado. Cuando pasó a juicio fue condenado a la
pena de muerte, pero le fue conmutada por la de 30 años y un día. Fue
trasladado al penal de Burgos y luego a Zaragoza para ser juzgado de
nuevo. Devuelto a Burgos murió el 3 de febrero de 19552.
El 6 de febrero de 1946, encontrándose en Barcelona, Sabaté
recibió un telegrama comunicándole que su compañera Leonor había
dado a luz, el día anterior, a dos mellizas. Esta noticia le hizo interrum-
pir sus actividades y sin perder un minuto se dirigió a Francia. A pesar

1 Con relación a este suceso fueron fusilados en el Campo de la Bota de


Barcelona los compañeros: Victoriano Ruiz Cecilia, nativo de Barcelona, 25
años; Antonio Casas Lluis, nativo de Valdelubial (Soria), 28 años; Eugenio
Mansilla Gómez, nativo de Barcelona, 27 años y Antonio Rodríguez Santama-
ria, de Villafranca de los Barros, 19 años, el 3 de febrero de 1948, y Francisco
Marin Nieto, nativo de Utrera (Sevilla) de 42 años, el 15 de diciembre de 1949,
todos ellos acusado de abandidaj9 y terrorismo». Entre otros hechos fueron
acusados de ser los autores de un atraco en la empresa Bat/Ie, S.A.
2 La muerte de Manuel Martínez fue un verdadero asesinato, pues,
gravemente enfermo, se negaron a atenderlo. Repetidas veces le habían
afirmado que no saldría vivo de la cárcel. Había nacido en Abejuela (Teruel). De
muy joven su familia se fue a vivir a Valencia, donde Martínez aprendió el oficio
de cocinero, pero su afición era la tauromaquia y en ella probó suerte, con la
reprobación de sus padres, que lo hicieron detener y consiguieron aque entrara
en razón». Entonces se marchó a Barcelona, donde conoció las ideas anarquis-
tas que abrazó con pasión. Durante la guerra civil ocupó cargos de responsabilidad
en la barriada de Sarriá, tanto en los comités orgánicos como en las Patrullas
de control. Posteriormente se marchó al frente de Aragón con la 26 División. AI
terminarla contienda se refugió en Francia, donde luchó en la resistencia contra
los nazis. Luego se incorporó a la lucha clandestina en España.
78
ACCIÓN

hacia Sabaté, como quien no quiere la cosa. Este, cuando llegó a unos
ocho metros de ellos, sacó velozmente la pistola <<Mauser» que llevaba
amartillada y apuntó como si fuera a disparar. La sorpresa de los que
allí estaban para sorprender no es para describir. La reacción inmedia-
ta fue dar media vuelta y salir de estampía.
El Quico, si hubiese querido, podía haber hecho entonces varias
dianas, pues donde ponía el ojo ponía la bala.
Cuando los agentes disfrazados calcularon que se encontraban a
una distancia prudencial del arma del Quico hicieron frente y dispa-
raron sus pistolas, pero Sabaté rehusó el combate y desapareció sin ser
molestado. Era urgente advertir a sus amigos de la ratonera que
representaba la lechería. Pero varios elementos del grupo ya habían
sido identificados, entre ellos Jaime Pares (El Abisinio). Este, seguido
discretamente, se encontraba en inminente peligro: la policía conocía
su domicilio, que era la casa de una hermana que residía en Travesera
de Gracia, cerca del HOSpital de San Pablo.
Después del tiroteo de la calle Santa Teresa, la policía compren-
dió que ya no caería nadie en el garlito y juzgó que convenía pasar
inmediatamente a la acción si no quería perder todo el fruto de su
esfuerzo.
La familia de la lechería fue detenida inmediatamente, por donde
es posible que lograran descubrir los domicilios de Sabaté y de Juan
Salas (El Roger). Este descubrimiento no tenía en realidad la menor
importancia, pues la primera medida que tomó El Quico fue no volver
más por su casa, ni tan siquiera para recoger las cosas más importantes,
pero, por desfortuna, fue algo más tarde la desgracia del Roger.
La primera víctima fue El Abisiniol. El día 9 de mayo de 1946,
cuando iba a entrar en su casa, fue acribillado a balazos desde su propia
escalera donde lo estaban esperando. Jaime Parés murió sin poder
esbozar el menor ademán de defensaº.
1 ElAbisiniotenía en Barcelona un hermano, Luis, que mantenía mucha
relación con Sabaté y su grupo. Como medida de precaución también abandonó
el domicilio que tenia en la calle Urgel y se refugió en una casa de l'Hospitalet
de Llobregat que Sabaté le indicó. Sin embargo, cometió la imprudencia de ir
a visitar a su novia y de indicarle su nueva dirección. La policía, que ya le seguía
la pista, detuvo a la novia y por ella supieron su nuevo paradero. Felizmente, la
policía fue a buscarlo cuando Luis Parás ya había salido camino de Francia,
donde llegó sin novedad.
2 Jaime Parás nació en Barcelona en 1910. Desde muy joven perteneció
83
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

marcharía al día siguiente con un camión que al mismo tiempo trans-


portaría a Barcelona todo el armamento bien disimulado.
El ómnibus de la tarde salía de Banyoles a las dos. Día de feria,
en el pueblo había una gran afluencia de forasteros, circunstancia
favorable para el grupo, ya que así tenía más posibilidades de pasar
inadvertido. Después de comer, los tres amigos salieron de la posada
donde se habían alojado. Sabaté charlando con José Gay, y Ramón Vila
retrasado a corta distancia. Se dirigieron a la parada del autocar.
Inopinadamente, una pareja de la Guardia Civil se dirigió a los
dos primeros y les pidió la documentación. Difícil resulta afirmar lo
que despertó las sospechas de los civilones, acaso fueron los documentos
mxpedidos» en Logroño a personas que tenían un acento catalán
inconfundible, lo cierto es que la pareja invitó a los dos amigos a ir al
cuartelillo. Sabaté empezó a protestar. Ramón permanecía a la ex-
pectativa a pocos pasos. Varios aldeanos advirtieron el incidente y
seguían, sorprendidos, la discusión con los de la <<Benemérita». Un
guardia, con menos paciencia que su colega, o quizá con el malhadado
propósito de presumir con un acto de autoridad, sacó la pistola como
argumento decisivo. Ramón, que no perdía un detalle de la escena, al
ver el atasco en que se hallaban sus amigos, se adelantó rápidamente
entre los mirones y de un disparo certero dejó tendido para siempre a
José Godó García.
El segundo guardia, que era el que, sin pasar a mayores, había
discutido más animadamente, antes de salir de su asombro vio las
bocas de tres pistolas. Fue desarmado e invitado a salir corriendo,
consejo que supo apreciar.
Mientras tanto, en el mercado se armó la confusión de rigor. En
medio del barullo los tres hombres pudieron desaparecer de allí
fácilmente.
Cabe señalar, aunque el detalle no tiene gran importancia, que no
fue Sabaté quien disparó contra el guardia, como siempre se complació
en decir la prensa española, sino Ramón Vila. El mejor testimonio
podía darlo el guardia sobreviviente, pero quizá consideró una cues-
tión de prestigio atribuir el hecho al Quico.
Ramón Vila y José Gay se ocultaron inmediatamente en el monte;
Sabaté regresó con cautela a la hostería, pues era el responsable del
material bélico y éste se encontraba en dos grandes maletas que ya
habían llegado a Banyoles. Después de sacar una metralleta con la
80
ACCIÓN

Antonio Malpica Ramos, que también había llegado a Barcelona,


fue otro de los detenidos.
El Quico era consciente del peligro que representaba hacer acto
de presencia en l'Hospitalet, pero el deseo de entablar contacto con su
hermano José lo incitaba a ello. Buen conocedor de los métodos
policíacos, exploró atentamente los alrededores de la casa de sus
padres y al comprobar que no había moros en la costa penetró al
atardecer en ella, donde, por cierto, no encontró a nadie. Redactó
simplemente una nota destinada a José, en términos que sólo él podía
comprender y, sin perder un segundo, salió por la parte posterior,
yéndose a dormir al campo entre unos algarrobos. Al día siguiente, al
amanecer, dio un rodeo para evitar en lo posible el encuentro con caras
conocidas. Fue entonces cuando observó un movimiento inusitado
cerca de la casa de sus padres. Tomó la primera bocacalle que encontró
para alejarse de allí, pero tuvo la desagradable sorpresa de tropezar
con dos furgonetas de la Policía Armada]. Ante la imposibilidad de
retroceder sin alertar a los polizontes, haciendo de tripas corazón
siguió avanzando como cualquier apacible ciudadano y pasó rozando
los vehículos aparcados llenos de agentes armados.
Más tarde se enteró de cuán cerca tuvo ese día la muerte. Los
policías habían recibido la orden de disparar contra él sin previo aviso
y en una de las furgonetas se encontraban Farrás, el enlace de Gerona,
y El Roger para que identificaran al Quico.

1 El cuerpo dela Policía Armada, los grises según denominación popular,


fue creado por ley el 8 de marzo de 1941 , como Cuerpo integrante dela Policía
gubernativa. Su misión era el orden público y la represión. Este Cuerpo está
organizado militarmente: fuerzas de infantería, caballería y motorizadas. El
mando lo ejerce un general del ejército, con sede en Madrid, denominado:
General Inspector. Los jefes y oficiales de las distintas unidades pertenecen al
ejército. El 30% de la plantilla de oficiales se reserva a los procedentes del
Cuerpo. Las órdenes generales emanan del director general de Seguridad,
gobernadores civiles, delegados del gobierno y jefes superiores de policía.
Existen unidades móviles de intervención inmediata en cualquier alteración del
orden público. Sus efectivos: más de 100.000 hombres en 1978. La composi—
ción del Cuerpo, por profesiones, según estadísticas oficiales de 1971, era
52.28% de obreros, 39% de campesinos y 8,44% de estudiantes. En su origen
geográfico se destacaban, por orden de importancia: Castilla y León, Andalucia,
Extremadura y Murcia (73,20% en total). Cataluña y Asturias: 0,62% para cada
región.
85
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

parto de su compañera, el <<residente» entregó al Quico documentos


<<importantísimos», entre ellos la relación, con todos los pormenores,
de las fuerzas concentradas en la frontera. Dichos documentos fueron
examinados en Francia y se comprobó que habían sido mecanografiados
con la máquina de escribir que solía utilizar el ya mentado Melis. De
ahí a considerar que aquel enlace fuera un instrumento consciente o
inconsciente del confidente barcelonés no había más que un paso. Ni
que decir tiene que, como aconsejaba la más elemental prudencia, se
cortó la relación con él. Ahora bien, con relación o sin ella, el antiguo
enlace estaba enterado de muchas cosas y no podía ignorar, al vivir en
la misma localidad, que su sucesor era Farrás.
De todas maneras, la detención del nuevo enlace de Gerona
constituía un excelente servicio policíaco. Farrás intentó suicidarse,
pero los agentes pudieron impedirlo. Sometido a interrogatorios re-
finados, la policía consiguió una pista: una lechería de la calle Santa
Teresa, de Barcelona, donde solía reunirse el grupo de Sabaté. En este
lugar se estableció estrecha vigilancia con el propósito de ir identifi-
cando a los que allí acudieran y, en el momento que se considerara
oportuno, poder aniquilar a todo el grupo.
Sabaté, con su prudencia peculiar, hizo el viaje a pie de Gerona a
Barcelona, donde llegó el 2 de mayo. Desconocía la caída del enlace
gerundense y lo primero que hizo fue buscar a los compañeros que le
habían precedido en el camino de la capital catalana. Sin embargo, por
una serie de circunstancias fortuitas que no vienen al caso, no pudo dar
con ellos inmediatamente. Por esta razón decidió presentarse en la
lechería para tener noticias. El día 7 de mayo la patrona de la tienda le
informaba que su casa estaba estrechamente vigilada e incluso que la
policía, con toda probabilidad, podía ya haber identificado a algún
compañero, pues, el día anterior, Jaime Parés había pasado por allí en
busca de noticias. El hecho de que la policía conociese el punto de
reunión hizo barruntar a Sabaté que la situación era delicada.
Para evitar que algún compañero cayera en la trampa urgía
desbaratar la maquinación urdida por la Jefatura. Al salir de la lechería
Sabaté examinó discretamente los alrededores y pudo ver a un grupo
de cuatro obreros que, no muy lejos, parecían discutir animadamente.
El Quico, con toda naturalidad, dirigió sus pasos hacia el grupito
sospechoso.
Los cuatro personajes, sin dejar de charlar, se pusieron en marcha
82
ACCIÓN

legado del MLB en Barcelona y que posteriormente se trasladó a


Zaragoza para reforzar la regional de Aragón, junto con Ignacio
Zubizarreta Aspas.
En Francia, en agosto de 1946, se celebró en Toulouse un Pleno
nacional de regionales en el cual estuvieron representadas más de 730
FF.LL. con un total de más de 23.500 afiliados1.
El 17 de agosto de 1946 la policía efectuaba en Barcelona una
amplia redada y caían en sus manos el vicepresidente saliente del
Comité regional de Cataluña de la CNT y Secretario general del CR de
Juventudes Libertarias, Manuel Fernández Rodríguezº; Francisco
Enguidanos, miembro del sindicato de Artes gráficas; José Lluis
Facerías, que acababa de ser nombrado Secretario general de un nuevo
organismo conspirativo, el Movimiento Ibérico de Resistencia (MIR).
El Secretario general del CR de la CNT, Joaquín Miralles (Juan Fe-
rrer), que había efectuado un viaje a Madrid, fue detenido el 25 de
agosto, al regresar a Barcelona. La víspera, el vicesecretario del CR,
Cecilio Díez, que había sustituido a Manuel Fernández en el cargo,

1 El CN designado en este Plenofue: Germinal Esgleas Jaume, Secretario


general y Relaciones (Interiory Exterior); Miguel Vázquez Valiño, Secretario de
Organización; Pedro Mateu Cusidó, Secretario de Coordinación; Julio Patán,
Secretario Jurídico; Paulino Malsand Blanco, Secretario Político; Juan Sans
Sicart, Tesorería y Archivo; Juan Puig Elías, Secretario de Cultura y Propagan-
da. Germinal Esgleas, nacido en Marruecos en 1903, falleció en Toulouse
(Francia) el 21 de octubre de 1981. Pedro Mateu, nacido el 23 de abril de 1897
en Valls (Tarragona), falleció en el mes de noviembre de 1980 en el pueblo de
Cordes (Tam). Mateu participó en el atentado que costó la vida al jefe de
gobierno Eduardo Dato e Iradier el 8 de marzo de 1921, en compañía de Luis
Nicolau Fort y Ramón Casanellas Lluch. Este último, nacido en Sant Sadurní
d'Anoia (Barcelona) el 31 de marzo de 1897, murió el 27 de octubre de 1933,
junto con su correligionario Francisco del Barrio, de 27 años, en un accidente
de motocicleta. Nicolau Fort parece ser que fue fusilado por fuerzas del
comunista Enrique Lister Forján cuandº al final de la guerra civil, en febrero de
1939, se dirigía a Francia.
2 Manuel Fernández Rodríguez nació en Granada el 29 de marzo de 1917.
Fue detenido el 28 de octubre de 1939 y había salido en libertad en febrero de
1942. Con la salud muy quebrantada pasó a Francia en 1947, donde trabajó en
la administración del semanario aCNT» y fue activo colaborador del paladín
.. Ruta». En enero de 1952 se marchó al Brasil. Después dela muerte de Franco
regresó a Barcelona.
87
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Otro compañero, Ramón Vidal, después del asesinato del Abisi-


nio, cometió la imprudencia de pasar por la calle de la lechería y fue
a parar a los calabozos de la Jefatura.
El Quico, como ya hemos dicho, no volvió a su casa, pero se tomó
la molestia de vigilarla y pudo presenciar, escondido en las propias
barbas de los sicarios de Quintela, cómo éstos ocupaban su domicilio
y montaban un importante dispositivo para cazarlo.
En la mente de Sabaté germinó la idea audaz de dar a los agentes
un verdadero susto. Acompañado de Juan Salas se entrevistó con el
entonces delegado del MLB en Barcelona, Antonio López, y le pidió
hombres suficientes para poder dar el asalto a su propio domicilio y
escarmentar a los ocupantes. López, sensatamente, rehusó la demanda
por considerar que se trataba de una operación suicida e inútil. Sabaté
y El Roger tuvieron que resignarse.
El día 12 de mayo de 1946, en la Diagonal, los dos amigos se
despidieron. El primero tenía la intención de hacer una descubierta por
l'Hospitalet para ver si había pasado algo en la casa de sus padres. Por
su parte, conocía la inminente llegada de su hermano José, que se
encontraba en Valencia. éste, al producirse el corte de la zona repu-
blicana en 1938, durante la guerra civil, quedó en el sector de Levante,
donde tenía el mando de un batallón. El desastre final lo llevó al puerto
de Alicante donde fue hecho prisionero. Había estado encerrado en el
campo de concentración de Albatera y en el penal de Cartagena. Por fin
había salido en libertad provisional y había comunicado a su familia
que iría a visitarla.
Juan Salas, a pesar de las mil advertencias que le había hecho
Sabaté, estaba convencido de que su domicilio no podía haber sido
localizado y decidió pasar por él. Allí lo esperaban y el mismo día 12
de mayo fue a parar a los calabozos de Quintelal.

a la organización confederal. En 1926 ya pertenecia a los grupos de Defensa


de la CNT. Durante la guerra civil estuvo en la sección de transporte de la
columna Durruti. Mástardefue afectado ala escolta de Eugenio Vallejo Isla, que
estaba en la Secretaría de Armamento de Cataluña.
1 Juan Salas salió en libertad en 1973, después de purgar 27 años en los
penales franquistas y de haber fracasado en varios intentos de fuga. Todos
nuestros esfuerzos por Iocalizarlo fueron infructuosos. Por algunos de sus
compañeros de cautiverio supimos que cuando lo liberaron tenia la mente
perturbada.
84
ACCIÓN

proyecto de Movimiento Ibérico de Resistencia (MIR) quedó en sus-


penso. El encargado de darle vida fue un nuevo delegado llegado de
Francia, Liberto Sarrau Royesl , quien se dedicó a esta tarea a primeros
de marzo de 1947, después de haber colaborado con el CR de JJ.LL.
para editar de nuevo el paladín juvenil Ruta.
Con Liberto Sarrau se introdujeron en el nuevo organismo cons—
pirativo algunas reformas, más bien desacertadas, como la de modificar
el nombre inicial que sugería una amplitud indefinida, sin ningún
entronque partidista, por el de Movimiento Libertario de Resistencia
(MLR) que lo ligaba estrechamente a la organización anarcosindica-
lista.
El MLR se proponía ser la Rama Militar del Movimiento Liber-
tario. El nuevo organismo fue inmediatamente desautorizado por los
compañeros de Francia. A pesar de la oposición oficial, el MLR
decidió'actuar por su cuenta y riesgo y a él se adhirieron excelentes y
aguerridos compañeros y varios grupos de acción decidieron colaborar
estrechamente con 61, entre ellos, el de José Pareja.
Como ya hemos señalado, la eliminación de Melis hacía tiempo
que se consideraba indispensable, pero, además, muchos compañeros
tenían el convencimiento de que tanto en Francia como en España
existían otros individuos dedicados a la misma tarea, sin duda más
dañinos que el citado por ser ignorados. Por consiguiente, se pretendía
conseguir toda la documentación que pudiera poseer Melis para inten-
tar desenmascarar de una sola vez al mayor número posible de traidores.
Sin embargo, antes de pasar a la ejecución de este proyecto,
todavía se produjeron en Barcelona nuevas detenciones. El día 20 de
mayo de 1947 eran detenidos el CR de la CNT, cuyo Secretario era
Hermes Piquer Fargas, conocido en la clandestinidad como Juan Fi-
guerasº, y los miembros del mismo Eduardo José Esteve (Germen),
Tomás Latre, José Cases Alfonso y un tal Domínguez; otro pudo
escapar. En la misma redada cayeron los comités provinciales de
Barcelona y Gerona, los comités de la FF.LL. de Barcelona y Badalo-

1 Liberto Sarrau ya había hecho un primer viaje clandestino a España, en


junio de 1942 y un año después había regresado a Francia, vía Africa del Norte.
2 Hermes Piquer ya había sido procesado en 1939 y condenado a30 años
de cárcel. Después de seis años de encierro salió en libertad provisional e
inmediatamente se incorporó a la lucha clandestina.
89
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Sin duda la casa de sus padres era vigilada estrechamente y es


muy posible que lo vieran penetrar en ella el día anterior, pero quizá
no imaginaron que su visita podía ser tan fugaz. El caso es que cuando
pasó al lado de los vehículos, las armas estaban dirigidas contra él y su
vida estuvo pendiente de un hilo. Tanto E 1 Roger como Fanás tuvieron
el coraje de decir que no era Sabaté.
Poco rato después, cuando su padre1 salía para ir al trabajo, los
agentes le dieron el alto y sirviéndose de él como de un escudo
penetraron en la vivienda.
La entrevista entre los dos hermanos Sabaté se efectuó días
después en un lugar del monte. El Quico le expuso sus actividades y
propósitos, los planes que quería desarrollar a largo plazo y también
los más inmediatos. José, que estaba obligado a regresar a Valencia
para resolver ciertos asuntos personales, le prometió que pasaría lo
antes posible a Francia y que allí podrían discutir ampliamente su
actuación común ulterior. Así fue; semanas más tarde José llegaba al
país galo y desde entonces se entregó de lleno a la lucha antifranquista.
Como que los incidentes de este viaje dejaron en suspenso la
misión de liquidar a Melis, por esas fechas llegó a España otro grupo
con el mismo objetivo: José Pareja Pérez, Enrique Coma Casas y
Dover, acompañados de los guías Antonio Cereza y Coronas. Pero la
llegada a Barcelona en el mes de julio de Angel Marín Pastor, delegado
del MLB, y las entrevistas que tuvo con Pareja sobre el caso particular
de Melis tuvieron como resultado que también se abandonara el
proyecto de eliminar físicamente al confidente. No obstante, como
veremos más adelante, sería Pareja quien, unos dos años más tarde,
ajusticiaría al nocivo individuo, aunque perdiendo él mismo la vida en
la empresa.

A últimos de julio de 1946 fueron detenidos en Irún, cuando


regresaban a España, Diego Franco Cazorla y Antonio Lópezº, el de-

1 Manuel Sabaté falleció en l'Hospitalet el 5 de diciembre de 1978. El 12


de septiembre había celebrado sus 99 años.
2 Antonio López, de 31 años, y Diego Franco, más conocido por su
seudónimo literario Amador Franco, de 26, fueron condenados a muerte en un
consejo de guerra celebrado en el cuartel de Loyola, de San Sebastián, el 21
de abril de 1947. Ambos fueron fusilados en la cárcel donostiarra de Ondarreta
el 2 de mayo de 1947.
86
ACCIÓN

También existía el sindicato de la Industria Ferroviaria, que por


tener funcionamiento independiente no figura en el estadillo, pero que
tenía un delegado directo en el Comité regional.
El sello sindical se cotizaba a una peseta, el de pro presos a dos
pesetas, y el periódico clandestino Solidaridad Obrera, del que se
distribuían 10.000 ejemplares en Barcelona capital, se pagaba a dos
pesetas.
El 22 de mayo de 1947, por la mañana, era detenido en el paseo
Colón de Barcelona el Secretario del Comité nacional de la CNT,
Enrique Marco Nadal, que había sucedido a Lorenzo Iñigol , y que había
llegado hacía poco en misión orgánica. Días antes habían caído en
Madrid otros miembros y colaboradores del Comité nacional; Germán
Horcajada Manzanares, delegado de Francia; Nicolás Muñiz Alonso,
delegado de la regional asturiana, y Jerónimo García, del Subcomité de
las Juventudes Libertarias.
Manuel Martínez Rodríguez, enlace Francia—España, era arrestado
cuando intentaba pasar la frontera francesa. También fueron a parar a
la cárcel, entre otros: Juan José Caba Pedraza, José Yáñez García,
Antonio Sanfeliu, Francisco Alcara22.

1 Lorenzo Iñigo fue detenido en abril de 1946. Pablo Monllor, secretario


regional de Levante, había sido designado para asumir el cargo en caso de
detención del titular, pero no se presentó. Fue Enrique Marco quien asumió la
responsabilidad, con Manuel Morell Millá como vicesecretario, y Juan García
Durán, Secretario Político, José Sánchez Fernández, Secretario Sindical; Juan
Manuel Molina Mateo (Juana/), Secretario de Defensa; Enrique Esplandiu Pena,
Secretario Jurídico; Bartolomé Mulet Juliá, Secretario de Estadistica y Econo-
mía. Al ser detenido Enrique Mareo, le sucedió provisionalmente Antonio
Ejarq ue Pina, detenido a su vez en septiembre de 1947. Se hizo cargo entonces
del CN Manuel Villar Mingo, que hacía pocas semanas había salido en libertad.
Fue detenido de nuevo el 20 de noviembre del mismo año. El único miembro del
CN que quedó en libertad fue el delegado de Extremadura, Antonio Bruguera
Pérez, quien se constituyó en Secretario y trasladó la sede del CN a Valencia.
2 El proceso contra estos compañeros se celebró en Ocaña el 5 de febrero
de 1949. Enrique Marco Nadal fue condenado a muerte y luego se le oonmutó
la pena porla de 30 años. Enrique Marco es autor del libro Condenado a muerte,
Ed. Mexicanos unidos, México, 1966, y de Todos contra Franco. La Alianza
Nacional de Fuerzas Democráticas 1944-1947, Ed. Queimada, Madrid, 1982.
Marco salió en libertad en 1955.
91
SABATE. GUERR[LLA URBANA EN ESPANA

había sido detenido sin que nadie se enterara y fue él quien condujo a
los policías a la cita que tenía con Miralles. También fue a parar a la
cárcel Guillermo Ganuza Navarro, miembro de los grupos de acción,
y otros nueve jóvenes libertarios. En total 39 compañeros fueron a
parar a los sótanos de la Jefatura.
También cayó el CR de la FAI y la imprenta donde se editaba el
órgano peninsular Tierra y Libertad, del cual sólo se habían impreso
dos números en la calle Mallorca, nº 612.
La represión también llegó a Zaragoza, donde detuvieron a Ignacio
Zubizarreta Aspas y a Wenceslao _Jiménez Orive, entre otros. El
primero moriría en la cárcel,
El 29 de noviembre de 1946 estallaba en Barcelona una bomba de
gran potencia en las oficinas de los periódicos falangistas Solidaridad
Nacional y La Prensa, causando un muerto, tres heridos y daños de
consideración. Este sabotaje fue perpetrado por varios comunistas y
un joven libertariol.
A últimos del año, el 12 de diciembre, caía el nuevo Secretario del
CR de Cataluña de la CNT, Félix Carrasquer Launedº, de 39 años. Este
compañero era ciego, pero pocos podían aventajarlo en actividad y
entusiasmo. Con él cayeron los demás miembros del comité: su herma-
no Francisco, Pedro Mora, llegado de Francia como delegado perma-
nente del exilio, María Ausió, Agustí Ballester Ibars (Juan Vázquez
Solano) y el delegado de Defensa, que también se llamaba Mora, pero
sin ningún parentesco con el otro3.
Con la detención de José Lluís Facerías en el mes de agosto, el
1 La causa por este acto de sabotaje se vio el 13 de octubre de 1948. Angel
Carrero Sancho, Joaquín Puig Pidemunt, Pedro Valverde Fuentes y Numen
Mestre Ferrando, acusados de ser los autores, fueron condenados a muerte y
ejecutados el 17 de febrero de 1949.
2 Félix Carrasquer nació en Albacete de Cinca el 4 de noviembre de 1905.
En 1936 fue miembro del Comité peninsular de la FAI. En 19441ue miembro del
Comité regional de la CNT de Cataluña. En 1959 se marchó a Francia, y en 1971
regresó a Barcelona donde se instaló definitivamente. Sobre la vida y obra de
Félix Carrasquer puede consultarse el nº 90 de la revista uAnthropos», Barce-
lona, 1988.
3 Todos estos compañeros salieron en libertad provisional el 3 de julio de
1947. Por cierto que el mismo día de su salida ingresaban en la cárcel los
miembros del GR posterior, con Hermes Piquer Fargas (Juan Figueras) como
Secretario general.
ACCIÓN

El 6 de julio de 1947 se celebró un Pleno regional de JJ .LL. con


la asistencia de la FL de Barcelona y las comarcales del Baix Llobregat
y Vallés Oriental. El Vallés Occidental no pudo asistir pero comunicó
que se adhería a los acuerdos que se tomaran. Era el primer Pleno con
cierta representación después de la caída, en agosto de 1946, del
Secretario del CR, Manuel Fernández Rodríguez, pues a un Pleno
anterior sólo pudo asistir el Vallés Occidental y la FL de Barcelona.
Con relación al MLR se acordó que dicho organismo, como tal, no
tendría potestad para intervenir en las cuestiones orgánicas del ML y,
por otra parte, que éste, a su vez, no tendría facultad para inmiscuirse
en las funciones de conspiración del MLR, salvo si las tres ramas
reunidas (CNT—FAI—FIJL) llegaran a la conclusión de que la labor
desarrollada por el MLR era contraria al espíritu anarquista, en cuyo
caso sería desautorizado públicamente. También se puntualizó que las
tres ramas del Movimiento Libertario podrían presentar compañeros
que consideraran aptos para luchar en el seno del MLR, pero que su
aceptación o rechazo sería privilegio exclusivo del organismo conspi-
rativo.
Se acordó que la misión primordial del MLR sería la de infligir
golpes sensibles a la economía del Estado, en vez de perder el tiempo
en <<simples acciones callejeras que no conducían a nada». Para poder
realizar esta función ampliamente, gozaría de absoluta independencia.
Otra decisión fue que el MLR podía editar periódicos subversi-
vos, manifiestos, octavillas y cuantos impresos juzgara conveniente.
Toda esta propaganda debería ajustarse al sentir revolucionario del
Movimiento Libertario. Además, todas las acciones realizadas contra
el régimen franquista deberían ser reivindicadas públicamente.
En estas fechas, la labor más destacada de los jóvenes libertarios
fue la propaganda contra el referéndum del 6 de julio de 1947, es decir,
la mascarada franquista del Consejo de regencia y la Ley de Sucesiónl;

1 Tras el referéndum, el 25 de julio de 1947 el Estado español se definió


como un Reino:
aArtículo primero: España, como unidad política, es un Estado católico,
social y representativo que, de acuerdo con su tradición, se declara constituido
en Reino.»
::Artículo segundo: La ¡jefatura del Estado corresponde al Caudillo de
España y de la cruzada, Generalísimo de los Ejércitos, Don Francisco Franco
Bahamonde.»
93
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

na, lasjuntas de los sindicatos de la Metalurgia (Metal), Construcción,


Productos químicos y otros,-todos de la capital.
La detención de un enlace permitió la identificación de los
componentes del Comité local de Vic, en el cual figuraba José Piquer
Fargas y Daniel Agramunt. El primero fue sometido a tales torturas
que falleció durante un interrogatorio y la policía lo ahorcó para
simular un suicidio. Al compañero Francisco Farreras, de Ripoll,
también lo mataron a palos en la Jefatura de Policía de Barcelona. En
total fueron detenidos más de 100 militantes de la CNT1.
Los miembros del Comité regional pasaron 43 días en Jefatura
sometidos a duros interrogatorios y sólo ingresaron en la Cárcel
Modelo a primeros de julio.
Para que se comprenda mejor la amplitud de la represión, señala-
remos que, en aquellas fechas, la CNT de Cataluña -según datos que
nos facilitó Hermes Piquer— controlaba a más de 20.000 afiliados
cotizantes, y que sólo en la Federación local de Barcelona existían 14
sindicatos de la CNT perfectamente organizados.
He aquí la relación de sindicatos con el número respectivo de
afiliados en diciembre de 1946, según un informe (inédito) de Agustín
Mariano Pascual, que era Secretario de la FL en la época:
- Construcción 2.174 afiliados
- Metalurgia 1.990
- Fabril y Textil ............................... 1.477
— Alimentación 1.436
- Oficios varios ................................ 1.235
- Transportes 1.098
- Industrias químicas .......................... 998
- Artes gráficas 964
- Piel 837
— Luz y Fuerza 640
- Espectáculos públicos ..................... 500
- Madera 486
- Pesca 240
- Sanidad 28
TOTAL ......... 14.203
1 Estos compañeros no llegaron a ser procesados. Casi todos salieron en
libertad provisional, por grupos, dos años más tarde, con la obligación de
presentarse cada 15 días a la policía. La causa fue sobreseída.
90
ACCIÓN

ANTIFASCISTAS:
No basta con abstenerse de votar, hay
que aconsejar que no voten a los que
creen que votando <<NO» se oponen eficaz-
mente a la perpetuación del régimen fran-
quista. Que todo el mundo sepa que votan-
do en pro 0 en contra de la risible <<Ley
de Sucesión» se vota por la continuidad
del fascismo.
¡NO VOTAR!
CNT-FAI-FIJL. MUJER:
Los que te privan de todos los
derechos, te conceden el de votar
para que les ayudes insconscien—
temente a perpetuar la miseria
y la esclavitud que les mantienen
en la opulencia.
se digna. NO VOTES.
JUVENTUDES LIBERTARIAS DE
CATALUNA Y BALEARES.
TRABAJADOR:
Votar <<NO» significa considerar
legal el Régimen impuesto por
la fuerza por Franco y sus alia-
dos los nacifascistas italo-germa-
nos, con el consentimiento del
capitalismo mundial.
NO VOTES. ¡Guerra al Fascismo!
CNT-FAI-FIJ L

La operación contra Melis se preparó minuciosamente y se fijó el


día <<D».
El 12 de julio de 1947, cerca del mediodía, José Pareja Pérez,
Antonio Gil Oliver -más conocido por Antonio Sancho Agorreta- y José
Villegas Izquierdo, penetraron en el <<Bar Castells» de la plaza Buen-
suceso donde Melis, en mangas de camisa, jugaba al billar. Pareja se

95
SABATE. GUERR[LLA URBANA EN ESPANA

En el mes de junio de 1947, un compañero de l'Hospitalet, Juan


Perelló, cruzaba, cerca de Sant Boi de Llobregat, el puente sobre el río
cuando <<tr0pezó» con El Quico. Eran amigos de infancia y se abraza-
ron con gran alegría. El encuentro no tenía nada de accidental pues lo
había preparado Sabaté. Este le explicó que acababa de llegar a
Barcelona con un grupo, que se había enterado de su cambio de
residencia a Gava después de la muerte de su hijo, y que deseaba su
colaboración para realizar ciertos proyectos. Juan le dio su conformi-
dad de principio y se separaron.
Días más tarde El Quico se presentaba en el domicilio de su amigo
donde sólo encontró a su hijade 14 años. El padre estaba trabajando en
la fábrica de fibras artificiales <<La Seda de Barcelona, S.A.» en el Prat
de Llobregat y sólo regresaba hacia medianoche. La madre trabajaba
como jornalera en el campo y, según la chica, llegaría pronto.
Allí, en la casa de Juan Perelló, a unos 300 metros del cuartel de
la Guardia Civil, se quedó a cenar y a dormir. El día siguiente era
domingo y se quedó en Gava para poder hablar tranquilamente con su
amigo. '
Los proyectos de Sabaté eran los siguientes: pensaba cortar las
comunicaciones del pueblo, y con la ayuda de un grupo guerrillero que
operaba en la montaña, el de Marcelino Massana Bancells, asaltar el
cuartel de la Guardia Civil para llevarse el armamento y desvalijar,
simultáneamente, el Banco de Vizcaya. También quería <<castigar» a
algunos jerarcas falangistas del pueblo que se habían distinguido en la
represión después de la victoria ((nacional». Para poder intentar con
éxito tan importante operación necesitaba informaciones muy concre-
tas y deseaba que Juan Perelló y otros compañeros se las proporciona-
ran.
Sin embargo, este proyecto no pudo realizarlo, pues, en el mes de
julio de 1947 se ejecutó a Melis, el brazo derecho del comisario
Quintela, y la represión desencadenada obligó al grupo de Sabaté a
refugiarse en Francia.
Por otra parte, la policía descubrió más tarde las relaciones que
existían entre Juan Perelló y El Quico y el primero, como que se en-
contraba en libertad condicional, tomó la decisión de pasar a Francia
con su familia.
Entre unas cosas y otras, pues, el proyecto de Gava quedó comple-
tamente desbaratado.
92
ACCIÓN

y varios proyectiles se incrustaron en el blanco. Pareja tuvo la fuerza


de voluntad, antes de desplomarse, de avanzar unos pasos disparando
certeramente su arma contra Melis y éste, como un títere, rodó por la
escalera.
Antonio Gil, que salió tras su amigo pisándole los talones, vio a
Melis herido y le disparó varios balazos en la cabeza.
Al producirse el tiroteo, los compañeros que estaban en la calle se
situaron estratégicamente para poder proteger la retirada. No tardó en
salir Gil con la infausta nueva de que Pareja estaba malherido. En
aquel momento llegaba de la plaza de los Angeles una camioneta
<<Opel» de la <<Granja Viader», cargada con recipientes de leche,
conducida por Francisco Viader Roca. Hicieron descender a su ayudante
Ricardo Batista Satorre, instalaron a Pareja, José Villegas tomó el
volante,_Antonio Gill se sentó al lado del herido y arrancaron en
dirección a la avenida de José Antonio. El resto del grupo se dispersó.
Entre las calles Viladomat y Calabria pararon la camioneta al lado
de un taxi y subieron a él al herido, dejaron al chófer en la acera y se
trasladaron al gabinete de un médico amigo. Este, después de examinar
al herido les dijo que no podía hacer nada en su favor. Se necesitaban
radiografías para localizar los proyectiles y una operación inmediata.
Les aconsejó que lo transportaran al Hospital Clínico donde sería
atendido en seguida. Pareja, que no había perdido el conocimiento se
negó a que lo llevaran al hospital y pidió a sus amigos que lo remata-
ran. Lograron convencerlo de que lo más importante era que lo cura-
ran, pues luego ya encontrarían un medio para rescatarlo del hospital
como fuera.
En la entrada del Clínico dejaron a su amigo.
Enterado Quintela de lo sucedido, cursó inmediatamente órdenes
para que se hiciera todo lo posible, y hasta lo imposible, para salvar al
herido. Tanta solicitud no obedecía, por supuesto, a sentimientos
humanitarios, sino al vehemente propósito de interrogarlo largo y
tendido. De nada sirvieron los cuidados que le prodigaron; Pareja
exhaló el último suspiro tres días después.
Sus amigos, por medio de un compañero que trabajaba de enfer-
mero en el Clínico, supieron que había sido atendido perfectamente,
1 Antonio Gil Oliver nació en Urrea de Gaén (Teruel) el 27 de enero de
1921 y murió en Toulouse (Francia), atropellado por un camión, el 20 de abril
de 1948.
97
Suma. GUERR[LLA URBANA EN ESPANA

más de 70.000 octavillas fueron distribuidas en Barcelona denuncian-


do el engaño y aconsejando la abstención. Una parte de la propaganda
fue lanzada mediante cohetes que Miguel Rodríguez Alarcón pudo
conseguir de un compañero que trabajaba en una fábrica pirotécnica
sita en la calle Fuente de la Mamella. He aquí los textos de algunas
octavillas:

Si votas <<SI», votas por Franco,


Si votas <<NO», votas por Franco,
Si NO VOTAS, votarán por ti,
pero no obtendrán tu voto.
¡NO VOTES!
CNT-FAI—FIJ L.

Joven consciente: NO VOTES.


Y no temas a las represalias.
No pueden castigarnos a todos
por el <<crimen» de abstenernos
de votar una ridícula ley.
Que <<inventen» tu voto, pero
que no cuenten con él. '
JUVENTUDES LIBERTARIAS DE
CATALUNA Y BALEARES.

La Ley de Sucesión determinaba que el jefe del Estado podría someter a


las Cortes el nombre de la persona susceptible de sucederle en el poder, con
el título de rey o regente. Franco, en un discurso pronunciado el 22 de junio de
1969 ante las Cortes, propuso al príncipe Don Juan Carlos de Borbón, hijo de
Don Juan, conde de Barcelona, y nieto de Alfonso XIII, el último rey español con
corona, como sucesor a la magistratura suprema en calidad de rey. El jefe del
Estado destacó, en su discurso, que no se trataba de una restauración, sino de
una instauración de la Monarquía. La proposición de Franco fue aprobada por
491 votos contra 1 9y 9 abstenciones (Ley del 22 dejulio de 1969). EI23 dejulio,
el príncipe Don Juan Carlos prestaba juramento de fidelidad al jefe del Estado
y de obediencia a las Leyes Fundamentales, así como a los principios del
Movimiento. Desde entonces el príncipe Don Juan Carlos llevó el título de
Príncipe de España.
94
ACCIÓN

pistoleros uniformados responderán las pistolas y las ame-


tralladoras del MLR. A los delatores, los hombres del MLR los
ajusticiarán en la calle, en sus casas, donde los encuentren...
cual alimañas; como han ajusticiado ya alprimero, alfatídico
Eliseo Melis, de triste memoria, el 12 de julio, a las 13 horas,
en la calle Montalegre de Barcelona.

La proclamación del MLR estaba firmada por el <<Comité Revo—


lucionario» y llevaba la fecha del lº de agosto de 1947.
Después de la ejecución de Melis, el MLR decidió eliminar a
Eduardo Quintela Bóveda, jefe de la brigada Político social, empresa
que, de ser un éxito, podría influir considerablemente en las decisiones
de la Organización, tanto en España como en Francia, con referencia
a la nueva Organización.
José Lluís Facerías había salido en libertad provisional en la
primera quincena de junio de 1947 e inmediatamente había ofrecido su
colaboración al MLR. En la cárcel lo habían nombrado delegado de los
presos cerca de la Federación local, lo cual le obligaba a desarrollar
ciertas actividades comiteriles que distaban mucho de ser las que
prefería. Para el nuevo atentado, no sólo aceptó participar en él, sino
que asumió la responsabilidad de la misión.
Todos los pasos del policía habían sido, durante tiempo, contro-
lados cuidadosamente, pues a su salida de la Jefatura tomaba caminos
diferentes. Por fin se reunieron todas las informaciones necesarias.
Todo estaba tan claro sobre el papel que incluso se imprimieron
de antemano unas tarjetas destinadas a ser distribuidas por Barcelona
después de la muerte de Quintela. He aquí el texto:

¡LA LIBERTAD 0 LA MUERTE!


Ni las amenazas de muerte de ningún Decreto-ley. ni la
ferocidad de los aporreantes de las comisarías de policía. ni
la crueldad de los jefes de pistoleros legales, ni los piquetes
de ejecución del Estado fascista lograrán detener la Justicia
Revolucionaria.
A! terror legal, el MLR seguirá combatiéndolo sin cuar-
tel por el terror. El criminal legalizado pagará siempre caro
su vandalismo.
MOVIMIENTO LIBERTARIO DE RESISTENCIA.
99
SABATE. GUERR[LLA URBANA EN ESPANA

le acercó sin ser visto, lo tocó en el hombro y lo invitó a salir a la calle


sin oponer resistencia. Melis, que ya conocía perfectamente a su
interlocutor e incluso el proyecto de asesinarlo que lo había llevado a
Barcelona en abril de 1945, aparentando tranquilidad pero demudado,
se puso la chaqueta y salió por la puerta del café seguido de los tres
visitantes y de una mujer que estaba con él en el bar, Candelaria Simón
Obradora, viuda de un compañero y que realizaba con él algunos
negocios de estraperlo.
Pareja le explicó brevemente que, más que su vida, lo que quería
era que le entregase toda la documentación en su poder y lo invitó a ir
a recogerla juntos. Melis comprendió perfectamente que su situación
era de lo más crítica al ver allí cerca a un grupo de apoyo de otros
cuatro compañeros.
Antes de ponerse en camino, Antonio Gil quiso quitarle la pistola
que había visto llevaba en el bolsillo posterior del pantalón, pero
Pareja, temerario, intervino diciéndole: <<¡Déjalo…! No es necesa-
rio…»
Estas palabras obedecían, quizás, al deseo de convencer a Melis
de que si entregaba la documentación deseada le perdonaría la vida,
pero, como veremos, su exceso de confianza tuvo trágicas conse-
cuencias.
Todos tomaron la calle Elisabets, camino de la de Montalegre: en
cabeza Pareja, Melis y Antonio Gil; detrás Pedro Adrover, José Villegas,
Barrachina y otro; un poco más retrasado Ramón González Sanmartí
charlando con Candelaria Simón.
Melis daba la impresión de aceptar con resignación los aconte-
cimientos, pero, en realidad, convencido como estaba de que daba el
último paseo de su vida, buscaba una idea que le permitiera salir airoso
del mal paso y acechaba la menor oportunidad para poder jugarse la
vida aunque fuera a cara y cruz.
En la calle Montalegre, mientras conversaba con los que lo
encuadraban y sin que nada permitiera prever su intención, les dio un
empellón violento y penetró raudo en el portal número 3 que se
encontraba a su lado. La reacción de Pareja fue inmediata y corrió tras
él, pero se detuvo unas fracciones de segundo en el umbral algo
deslumbrado. Melis, que ya había llegado a la escalera que conducía a
los pisos superiores, vio la silueta de su perseguidor bien perfilada en
el marco de la puerta. La <<Beretta» del 9 corto retumbó en el vestíbulo
96
ACCIÓN

del comité y bastantes militantes de las barriadas, entre ellos Enrique


Martínez Marín1 , delegado de la del Carmelo en la FL, y Miguel Barba
Moncayo, en la clandestinidad Reyes. Todos fueron los invitados de
Fernando Arnao García, el director de la cárcel Modelo.
Mientras tanto, el caso del MLR se había discutido en España en
un Pleno nacional de regionales de la FIJL, celebrado los días 15 y 16
de julio de 1947, y en un Pleno de la FAI celebrado en una ladrillería
de las afueras de Madrid el día 18 del mismo mes, a los cuales
asistieron delegaciones del exilioº, con resultados desfavorables para
el organismo conspirativo catalán. Sin embargo, en dichos plenos se
ratificó la creación en España del Movimiento Libertario (FAI-FIJL)
que habían decidido anteriormente, en una reunión conjunta, los
comités peninsulares de dichas organizaciones. Se constituyó un CN
que englobaba a las dos ramas específicas. Su secretario general fue
Juan Gómez Casas, el que encabezaría más tarde, desde agosto de 1976
hasta abril de 1978, el primer CN de la CNT de la era posfranquista.
Poco después este CN (FAI-FIJL) divulgaba un manifiesto <<explosi-
vo», quizá con el deliberado propósito de demostrar lo innecesario que
era el MLR, puesto que los objetivos del nuevo organismo eran
idénticos. Era un canto a la utilización de la fuerza popular contra la
violencia del Estado, a la lucha armada, a la resistencia contra el
franquismo. Pero en él no figuraba ni una sola línea sobre la acción
colectiva y tradicional de los campesinos, de los obreros en las
fábricas y talleres, ni una sola frase para recordar la acción reivindi—

como veremos más adelante, había caído bajo las balas de la Guardia Civil en
enero de 1960, junto con Francisco Sabaté Llopart. Flamia falleció en París, en
1972, en un accidente de carretera.
1 Enrique Martínez salió en libertad provisional el 25 de marzo de 1948.
2 Por la FIJL de Cataluña asistieron: Celedonio García Casino, Francisco
Ballester Orovitg y Manuel Ramos Fernández (Mangrané); en representación
dela FIJL en Francia: Francisco Martínez Márquez, junto con Liberto Sarrau en
calidad de asesor». Como delegado del MLE-CNT en el exilio: José Peirats
Valls. En el nº 4 de Juventud Libre de Madrid se dio amplia información sobre
el Pleno. Este número de Juventud Libretue reproducido en el nº 113 de Ruta
de Toulouse. A raíz de dicho Pleno, el Comité peninsular de la FIJL lanzó un
manifiesto contra el sindicalismo político, que no reproducimos aquí debido a su
amplitud, pero que puede leerse en el nº 1.008 de Cultura Pro/etaria de Nueva
York.
101
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

pero las múltiples perforaciones intestinales, que exigieron la ampu—


tación de una buena parte del intestino, eran demasiado graves para
poder salvarlo.
Incluso pudieron comunicarle que no lo abandonaban y que en
cuanto estuviera en condiciones se lo llevarían de allí.
En el depósito de cadáveres del mismo hospital yacía Melis. La
compañera María, pretextando la desaparición de su padre, pudo ir a
comprobar que el confidente estaba bien muerto.
Melis había prestado excelentes servicios a la policía española,
pero los traidores, al fin y al cabo, son siempre despreciados. Su
muerte no mereció otra cosa que una pequeña nota en la prensa
barcelonesa donde, sin mencionar su nombre, decía:

En uno de los cruces de la calle Fernando (hasta el lugar


del suceso se disimulaba), dos hombres que ocupaban una
camioneta dispararon sobre otro que pasaba por la calle, el
cual recibió varios balazos que le causaron la muerte. No
obstante lo súbito de la agresión, antes de morir, el agredido
sacó su pistola y disparó sobre la camioneta, hiriendo a uno
de sus ocupantes. Los compañeros de éste lo condujeron al
Hospital Clínico donde dejaron al herido. Después huyeron.

Dos destacados militantes de la CNT, Hermes Piquer Fargas


(Juan Figueras) y José Cases Alfonso, ambos miembros del último
Comité regional de la CNT detenido en el mes de mayo pasado, fueron
conducidos a la Jefatura donde Quintela les gritó enfurecido: <<¡Me
habéis asesinado al mejor de los amigos! ¡Al mejor de los amigos!»
Después de un primer interrogatorio, se marchó dejándolos bien
esposados y vigilados. Cuando regresó les dijo: <<Hoy sí que podéis
decir que habéis nacido dos veces. Pareja1, antes de morir, declaró que
nada habéis tenido que ver con el asesinato de Melis.»
Con esta ejecución, el MLR hizo su aparición pública mediante
una declaración dirigida al pueblo que decía en uno de sus párrafos:

En adelante, al terrorismo gubernamental respondere-


mos con el terrorismo popular. A las balas homicidas de los
1 José Pareja Pérez nació en Vélez Rubio (Almería) en 1910. Durante la
guerra civil fue comisario de la 104 brigada.
98
ACCIÓN

para asistir como tales al Congreso que clausuró sus tareas el 29 de


octubre. Los acuerdos que se tomaron preconizaban una acción más
dinámica, pero sin salir de los caminos trillados y sin que hubieran sido
tomados en consideración los deseos de los grupos armados que
actuaban en España.

103
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

En una reunión celebrada en el Parque Giiell se decidió pasar a la


acción. El atentado se haría en la calle de San Quintín, entre las calles
Arzobispo Padre Claret y calle del Trovador, pues Quintela, aunque
variaba de camino, siempre pasaba por el punto elegido para dirigirse
a su domicilio de la calle de la Viña, en la barriada del Carmelo, al
noroeste de la ciudad.
El día (D», después de apoderarse de un taxi, Facerías, el mañico
Jesús Martínez Maluenda y José, un valenciano, estacionaron frente a
un pequeño taller de bicicletas que, si mal no recordamos, se llamaba
Poblet. La espera fue interminable. Ese día, excepcionalmente, Quin-
tela no pasó por allí a la hora prevista.
En otro intento, dos días más tarde, después de alquilar una
camioneta en el paseo de San Juan, con chófer, éste fue llevado a
pasear por dos compañeros mientras se efectuaba la operación. Cuan—
do con Facerías en el volante y Francisco Ballester y Jesús Martínez en
el vehículo se dirigían a un distribuidor de gasolina para llenar el
depósito, comprobaron que todos los surtidores habían sido cerrados
por sorpresa, cosa que ocurría con cierta frecuencia debido a la escasez
de gasolina que sufría entonces España. Otra ocasión perdida.
Otra vez, Facerías se apoderó de un taxi. Lo acompañaban Jesús
Martínez y un tercero. Este día vieron llegar, a la hora prevista, el
vehículo oficial de Quintela, pero en el momento crítico el taxi robado
se negó a arrancar. Tuvieron que empujarlo unos 200 metros para
intentar ponerlo en marcha. Por cierto que, al llegar frente a un puesto
de Policía Armada, fueron los propios guardias los que ayudaron a
orientar el coche en el sentido contrario, es decir, hacia la bajada de la
calle San Quintín, con lo cual consiguieron que el motor se dignara
funcionar. El taxi fue abandonado cerca de la Gran Vía. Bien puede
decirse que Quintela tuvo una suerte excepcional.
El ocho de agosto de 1947 era detenido el CR de JJ.LL de
Cataluña, cuyo Secretario era Manuel Llatser Tomás, en la clandesti-
nidad Rosendo], quien fue a parar a la cárcel con otros dos miembros

1 Manuel Llatser fue detenido de nuevo en Barcelona el 9 de mayo de


1955, con motivo de una caída de Solidaridad Obrera. Cuando se celebró el
juicio el 5 de abril de 1 960, todos los encausados estaban en libertad provisional,
concedida bajo fianza al cabo de unas semanas de prisión preventiva. Manuel
Llatser y Antonio Ramia, que habían huido a Francia, fueron juzgados en
rebeldía. Otro de los encartados en el proceso de Sali, Antonio Miracle Guitart,
100
VII

PROBLEMAS EN FRANCIA

A primeros de noviembre de 1947 José Lluís Facerías salía de


nuevo hacia España junto con Juan Cazorla (Tom Mix), Ramón Gon—
zález, Francisco Ballester, Celedonio García Casino y Domingo Ibars
J uanias.
Previamente, Francisco Sabaté, junto con el delegado de Fronteras
de Perpiñán, Alberto Ballester, y otro compañero, habían trasladado
desde Font Romeu a la base de Mas Tartás, cerca de Osséja (Pirineos
Orientales), abundante material para el grupo, que salió hacia la
frontera acompañado por un enviado especial de la secretaría de
Coordinación del Comité nacional. El grupo fue detenido por un
control de gendarmería cerca de Latour de Carol y conducido a la
cárcel de Perpiñán, donde permaneció unos 15 días antes de ser
liberado sin más formalidades.
Ante la inminencia del invierno, el grupo, conducido por Mariano
Puzo Cabero, se apresuró a ganar la base de Osséja para salir inme—
diatamente hacia Barcelona. Pero este viaje iba a ser fértil en incidentes.
Cuando preparaban afanosamente el material, se desprendió el seguro
de una bomba de mano. Mariano Puzo tuvo el reflejo de ir a lanzar el
artefacto por la ventana, pero mientras intentaba abrir el postigo
cerrado, estalló hiriéndole gravemente. Una esquirla alcanzó a Rafael
Ballester en la rodilla. Mariano fue trasladado a Osséja, donde se le
practicó una cura de urgencia, y luego pasó al hospital de Perpiñán
donde se le tuvo que amputar el antebrazo izquierdo y el pulgar de la
mano derecha.
Por fin, el grupo pudo salir hacia España el 6 de diciembre, pero

105
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

cativa y revolucionaria de los trabajadores mediante el arma poderosa


que tenían en sus manos: las huelgas. Las acciones colectivas, de
grandes masas, aparecerían más tarde, se generalizarían años después
bajo el impulso de nuevas organizaciones sindicales, que sustituirían
en buena parte a la CNT-FAI en la influencia directa entre los traba-
jadores. La <<manía centralizadora» resultaría un elemento <<esterili-
zador» en la lucha antifranquista, tanto en el campo sindicalista como
en el de la acción armada.
El caso del MLR se discutía en Francia, pero sólo en las esferas
comiteriles y sin que trascendiera a la base. En una Plenaria de
regionales (FAI) celebrada en Toulouse del 27 al 29 de julio de 1947,
en presencia de dos compañeros que habían asistido en España a los
plenos anteriormente citados. También se tomaron decisiones graves
contra el MLR, pues iban hasta su desautorización.
A últimos de 1947, el MLR sólo diáponía como único apoyo del
CR de JJ.LL. de Cataluña.
El MLB celebró en Toulouse, del 20 al 29 de octubre de 1947, su
segundo Congreso de FF.LL. y para asistir a él llegaron de España
diversas delegaciones. José Lluís Facerías, miembro entonces del CR
de Cataluña de Juventudes Libertarias, se desplazó a Francia para
intentar defender al MLR en el comicio. Con él cruzaron los Pirineos:
Francisco Ballester Orovitg (El Explorador) y Manuel Fernández
Rodríguez, ex secretario del CR de JJ .LL. de Cataluña, quien, detenido
con Facerías, había salido en libertad provisional con la salud muy
quebrantada.
Por el País Vasco atravesó la frontera un delegado del Comité
peninsular de la FIJL, Juan Gómez Casas, junto con un grupo hete-
rogéneo en el que figuraban varios evadidos. En este grupo, conducido
por el guía Antonio Cuesta Hernández, iba José Pérez Montes (Pepín),
delegado del MLB en Francia, el cual, después de haber realizado una
labor de organización intensa en las provincias vascongadas y Santan-
der, de haber burlado cien veces la vigilancia policíaca, desapareció
para siempre al cruzar el Bidasoa. Dos días después su cadáver
apareció cerca de la desembocadura del río, desvalijado de cuanto
llevaba, salvo del sello de caucho de la FA11.
Los delegados del MLR llegados a Francia fueron desautorizados

1 José Pérez Montes nació en Santander el 2 de octubre de 1915.


102
PROBLEMAS EN FRANCIA

un atraco.
Alquilaron un taxi en la calle Marqués de Sentmenat, y al pasar
por delante del campo de fútbol de Las Corts, hicieron descender al
conductor después de <<requisarle» la documentación y la gorra, pero
prometiéndole que al cabo de un par de horas lo recuperaría todo.
Serían poco más de las diez y media de la mañana cuando se presen—
taron en la sucursal del Banco de Bilbao de la calle Mallorca, 419. Al
cajero, Fernando Aranda Berberán, le obligaron a abrir la caja de
caudales y se apoderaron de 179.917 pesetas, de un sobre con parti—
cipaciones de la Lotería nacional -ningún número salió premiado- y de
una sortija de brillantes que el director del establecimiento bancario
valoró en 20.000 pesetas.
Después de encerrar a los empleados y público en el despacho de
la dirección y de cortar las líneas telefónicas se dieron a la fuga. El
taxi, d0cumentación y gorra fueron encontrados en la calle de Nuestra
Señora del Coll, en la barriada de Vallcarca. El botín fue entregado a
la caja del MLR.
En este duodécimo mes del año 1947 se desencadenó una nueva
represión en toda España. Decimos nueva aunque, como se puede
apreciar a través de nuestro relato, resulta difícil situar dónde termina-
ba una y comenzaba otra; lo cierto es que los militantes del ML iban
a parar a la cárcel sin interrupción.
Primero fue detenida la compañera Mercedes de la Cruz y en su
domicilio de Sevilla la policía encontró abundante documentación de
la FAI y de la FIJL, así como algunas armas y explosivos. En la misma
ciudad, el día 20 era capturado Manuel Rodríguez, también con docu—
mentación y dinero de la Organización.
El día 26 detenían en Madrid, en el cine <<Sevilla», a Manuel
Galve. En su poder encontraron una pistola. El día 27 caía Angel
Urzaiz, de 33 años, Secretario de Defensa del Comité peninsular de la
FAI. En su domicilio encontraron los archivos del Comité y sellos de
cotización. Le siguió Gabriel Cruz Simó, de 29 años, Secretario de
Defensa del CR del Centro de la FAI; el día 28, Eusebio Cabrera, de 50
años, maestro racionalista. Le encontraron ejemplares clandestinos de
Tierra y Libertad y Juventud libre, recibos de expediciones efectuadas
y diverso material de propaganda.
Fue por estas fechas cuando la Comisión intercontinental en
Francia decidió enviar un delegado directo al CN del Movimiento
107
PROBLEMAS EN FRANCIA

Juan Gómez y Rafael Cayuela también permanecieron 20 días en


el cuartel de Vallehermoso, donde sufrieron brutales tratamientos que
luego fueron proseguidos en Gobernación hasta que el 17 de febrero
pasaron a la prisión de Ocaña1.
La existencia del MLR en Cataluña terminaba el 21 de febrero de
1948, con la autodisolución del organismo y, como colofón, la de-
tención, el día 24, de Liberto Sarrau Royes y de su colaboradora
Joaquina Dorado Pitaº.
Cuando se desencadenó la represión a finales de 1947, la adop-
ción de medidas rápidas de seguridad evitó que tuviera graves reper-
cusiones en Cataluña, Aragón y Levante. Sin embargo, sin relación
directa con los hechos relatados, el 22 de febrero de 1948 la policía
descubría en Barcelona al editor de la propaganda contra el referén-
dum y también del nº 26 de Ruta (de fecha 20 de febrero de 1948) que
había sufrido un largo eclipse desde el mes de mayo del año anterior.
La situación económica era cada vez más angustiosa, se carecía
de medios ya no sólo para poder actuar, sino para poder aportar cierta
ayuda jurídica y material a los cientos y cientos de detenidos.
El 30 de abril de 1948, José Lluís Facerías, Enrique Martínez
Marín y Celedonio García Casino se apoderaron de un taxi que conducía
José Navarro Olivella, atracaban el Banco de Vizcaya de la calle
Rocafort, nº 139 y se apoderaban de 100.000 pesetas. El coche lo
abandonaban en la barriada de San Gervasio.
Estos tres compañeros pasaban a Francia en el mes de mayo como
delegados del CR de Cataluña (FAI-FIJL) con la misión de recoger el
armamento y otros equipos para transportarlos a España.

Francisco Sabaté, a finales de 1946, primeros de 1947, había


abandonado la casa de La Clapére, arrendada cerca de Prats de Molló,
para trasladarse a una alquería del ayuntamiento de Coustouges, a un

1 El consejo de guerra contra estos detenidos y otros aquí no mencionados


se celebró en julio de 1949. Angel Urzaiz fue condenado a 30 años, Juan Gómez
a 23, Rafael Cayuela a 12, Matilde Pajares de la Fuente a 10.
2 Liberto Sarrau salió en libertad, del penal de Burgos, el 12 de marzo de
1958 y pasó a Francia en mayo del mismo año. Joaquina Dorado había sido
liberada el 7 de julio de 1954y había cruzado Iaironterafrancesa el 19 defebrero
de 1957.
109
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

a los pocos kilómetros Rafael Ballester tuvo que regresar a Francia


porque la herida de la rodilla, aunque leve, se le había infectado.
La represión en España no había amainado ni un solo instante. El
15 de noviembre había caído en Madrid la imprenta donde se editaba
CNT, el día 16 era detenido Alfonso Bruno, secretario Político del CN
de la CNT y, al día siguiente, Félix Abad, secretario de Defensa del CR
del Centro, era gravemente herido a balazos en el <<Bar del Norte» de
la Cuesta de San Vicente, pero logró escapar. El día 20 le tocaba el
turno a Manuel Villar Mingol , Secretario general del CN de la CNT y,
sucesivamente: a Pedro González Calero, miembro del CR del Centro
de las JJ.LL.; Miguel Monllor, delegado de Francia; los delegados
regionales Bruno González Alba, Eustaquio Rodríguez, Félix Ca-
rrasquer, Angel Morales Vázquez, Antonio Cerezo, secretario de la FL
de Madrid -fallecido en la cárcel- y otros muchos, entre ellos tres
mujeres. Estas detenciones se produjeron cuando se iba a celebrar una
Plenaria nacional de regionales. En total 21 compañeros fueron a
engrosar la población penitenciaria en una amplia acción represiva que
parecía querer liquidar, de una vez para siempre, a la Confederación
Nacional del Trabajo en particular y al Movimiento Libertario en
general.
El 18 de diciembre, para conseguir fondos indispensables para
poder sobrevivir en la clandestinidad y proseguir la lucha, Facerías,
Francisco Ballester, Pedro Adrover Font y Celedonio García cometieron

1 En un consejo de guerra celebrado en Ocaña en enero de 1949, el fiscal


pidió la pena de muerte contra Manuel Villar y Miguel Monllor, pero ambos
fueron condenados a 25 años. Villar nació en Pradoluengo, provincia de Burgos,
el 24 de diciembre de 1904. Llegó a la Argentina cuando era niño y, todavía
adolescente, ingresó en la Federación Obrera Regional Argentina (FORA). En
1926 era redactor de La Protesta. En 1930 fue deportado por el dictador José
Félix Uriburu. Estuvo exiliado en Chile y Uruguay y volvió clandestinamente a
Buenos Aires en 1932, siendo detenido y desterrado de nuevo. Fue redactor de
Solidaridad Obrera de Barcelona, director de CNTde Madrid y de Fragua Social
de Valencia. Detenido al terminar la guerra civil, fue liberado alos pocos meses,
para ser encarcelado de nuevo en 1941 por actividades contra el régimen. Su
encierro se prolongó hasta abril de 1946. Sucedió, como ya sabemos, a Enrique
Marco Nadal en la secretaría general del CN cuando éste fue detenido en mayo
de 1947. Regresó a la Argentina en 1960, donde falleció a finales de 1972.
Escribió: Condiciones para la Revolución en América (1 932), El anarquismo en
la insurrección de Asturias (1936) y España en la ruta dela Iibertad(1962).
106
PROBLEMAS EN FRANCIA

efectuaba una ronda y que, al sorprender a los atracadores, intentó


detenerlos, fue muerto de una ráfaga de metralleta. La muerte del
guardián, que no figuraba en los planes de los asaltantes, hizo que
éstos abandonaran precipitadamente la fábrica y huyeran en el auto—
móvil con que habían llegado. Escaparon con tal premura que dejaron
múltiples pistas.
Los atracadores habían cambiado la matrícula del coche, pero
habían conservado la legítima, probablemente para montarla de nuevo
después del atraco. Sin embargo, por descuido o por lo que fuera, al
retirar del vehículo armas y pertrechos dejaron la matrícula en el suelo.
Allí quedó olvidada cuando huyeron. La policía, pues, pudo identificar
inmediatamente al propietario del automóvil con la placa 7263 FS 8.
Había sido matriculado en el departamento francés del Alto Garona,
pertenecía a un español llamado Carlos Vidal Pasanau, con residencia
en Toulouse, quien lo había comprado en noviembre de 1947 a un
garajista de Tolón. Carlos Vidal no pudo ser interrogado porque se
escondió y luego cruzó la frontera española,
En la noche del 15 de mayo de 1948, en la carretera nacional nº
115, cerca del villorrio de La Cabanasse, comuna de Céret (Pirineos
Orientales), a unos 8 km de la frontera española, una pareja de
carabineros efectuaba un control de carretera. Un taxi que por allí
pasaba fue parado y el cliente invitado a descender y a presentar su
documentación. El hombre que iba en el vehículo accedió de buen
grado a la demanda y entregó los documentos que le pedían. Mientras
los agentes los examinaban, el interpelado les dio un fuerte empujón
y desapareció corriendo entre las tinieblas. Los carabineros hicieron
algunos disparos sin dar en el blanco.
Los documentos que los agentes de la autoridad tenían en las
manos pertenecían a un refugiado español: Francisco Sabaté Llopart.
Dentro del taxi, debajo de la banqueta, encontraron una pistola auto-
mática.
Horas después los agentes de aduanas se personaban en el Mas
Casenove Loubette. En el registro que efectuaron en presencia de
Leonor, la compañera de Sabaté, hallaron dos aparatos portátiles de
TSH de marca norteamericana (emisores-receptores). Este material
fue considerado contrabando por la Administración de Aduanasl.
1 Este asunto de awntrabando» fue objeto de un arreglo amistoso
posterior, el 14 de enero de 1949, entre el inculpado y la Administración.
111
SABATE. GUERR[LLA URBANA EN ESPANA

Libertario (FAI-FIJL) de Madrid. Se designó a José Blancol, quien


cruzó la frontera con el guía Antonio Cuesta Hernández y unos
militantes de las JJ.LL., entre ellos dos muchachas, que se incorpora—
ban al Interior.
José Blanco llegó a Madrid durante las fiestas navideñas, es decir,
en plena represión, y ante la catastrófica situación se hizo cargo,
provisionalmente, del CN y su primera tarea consistió en restablecer el
dispositivo orgánico y el contacto con las regionales y Francia.
Un mes más tarde todavía proseguían los registros y detenciones
en Madrid. El 15 de enero de 1948 caía Juan Gómez Casas, Secretario
del Comité peninsular de la FAI, en cuya casa de Carabanchel Bajo fue
hallada la imprenta donde se 'confeccionaba Tierra y Libertad y Ju—
ventud libre. La policía ocupó el domicilio secuestrando a su compa-
ñera y al hijo que sólo tenía un mes, y el día 16 caía en la trampa
preparada Rafael Cayuela Cubillo, de 24 años, a quien se le ocupó una
pistola.
Las investigaciones permitieron descubrir en San Sebastián un
domicilio donde pernoctaban los compañeros que venían o iban a
Francia, deteniendo a Martina J orajuria. En Irún fue localizada Matilde
Pajares de la Fuente, de 37 años, viuda con siete hijos, el más pequeño
de tres años. Ambas fueron a parar a la prisión de Las Ventas.
Gabriel Cruz, Secretario de Defensa del CR del Centro de la FAI,
fue torturado en el Ministerio de la Gobernación -convertido en
Dirección General de Seguridad- y en la Jefatura especial de Valle—
hermoso, sede de la brigada especial de Requisitoria. Sometido durante
varias semanas a crueles interrogatorios, perdió sus facultades menta-
les.

1 Blanco era un veterano militante que se había destacado durante la


época más agitada del sindicalismo revolucionario español (1920-1922). Actuó
una temporada en el País Vasco, especialmente en la zona minera; posterior-
mente participó en la organización de la Industria pesquera. Exiliado en Francia
después de la guerra civil, durante la ocupación alemana desarrolló gran
actividad en el departamento del Marne. En un Pleno de IaXI región, denominada
también Zona Norte (París, Normandía, Norte) celebrado los días 8 y 9 de
setiembre de 1945, Blanco fue elegido Secretario general, cargo que ocupó
hasta el 13 de octubre de 1946, en que otro Pleno regional nombró a Félix Castro
Salgado, nacido en Valladolid el 31 de enero de 1903 y fallecido en la misma
ciudad, de una crisis cardiaca, el 11 de octubre de 1962.
108
PROBLEMAS EN FRANCIA

José Blanco era detenido a primeros de junio y murió años


después en la cárcel. A partir del día 4 fueron a parar a la Jefatura unos
60 compañeros, entre los cuales citaremos a José Carrero García, José
Ponde Mulero, Felipe Mora Bustillo, Luis Abadía Velázquez, Manuel
Orihuela Caballero, José Medialdea Arenas, Ignacia María Luisa
Cobos Peña, Esperanza de la Cruz Díaz, María González Aria, Fede-
rico López Tola].
El 13 de junio de 1948, en un tiroteo con la policía en la calle
Tallers, esquina Valdoncella, moría de un balazo en la frente Ramón
González Sanmartí2. Juan Cazorla (Tom Mix), herido en el vientre,
logró huir y salvarse. Raúl Carballeira Lacunza se libró con un rasguño
en una oreja de una bala que le pasó rozando, pero el día 26 del mismo
mes era cercado en un refugio de Montjuic y nunca se supo exactamen-
te si E1Argentino3 murió bajo las balas policíacas o si se suicidó de un
tiro en la sien.
José Lluís Facerías, Celedonio García Casino, Enrique Martínez
Marín y Antonio Franquesa Funoll (El Toni, y también Felipe),
miembro del POUM y joven experimentado en los pasos de frontera,
que la había cruzado cien veces en misiones de enlace, pero que sentía
especial predilección por la acción que desarrollaban los jóvenes
libertarios, pasaron de nuevo a España el 2 de julio.
Este viaje se caracterizó, esencialmente, por un atraco cometido
el 31 del mismo mes en la Fábrica de Tableros de Juan Jover, sita en

1 En septiembre de 1949 un consejo de guerra juzgó en Madrid a Blanco


junto con otros 10 compañeros. Fueron condenados a 30 años: José Blanco,
Juan Muñoz, Luis Pintadoy Silverio Castellano; a 20, José Díazy Juan Morano;
a 10, Emilia de Blanco, Angeles Rojo y Casimiro Rojo. Antonio Chozas a 8, y
José Otero a 4.
2 Ramón González, en la clandestinidad Salvador Soler Santamaría, El
Nano para sus amigos, nació en Granollers (Barcelona) el 26 de mayo de 1920.
Durante la guerra civil combatió en la columna Roja y Negra, que más tarde
integró la 28 división (División Ascaso), y en la 26 división (División Durruti). AI
declararse la segunda guerra mundial se alistó en Francia en la Legión
extranjera, y en Marruecos fue licenciado por enfermedad y arepatriado» a
Francia.
2 Raúl Carballeira nació en Suárez (Argentina) el 28 de febrero de 1918.
Se encontraba en Uruguay cuando estalló la guerra civil en España y llegó a
Barcelona de polizón en un carguero. Combatió en el frente de Aragón. En
Francia fue miembro del primer Comité nacional de la FIJL en el exilio (1945).
113
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

kilómetro de la línea fronteriza, que reunía mejores condiciones que la


base de La Sorangera para poder desarrollar su actividad de hostiga-
miento permanente contra el régimen franquista. Para que Leonor y las
niñas tuvieran alguna compañía durante sus constantes ausencias,
llevó con él a un compañero de cierta edad que al mismo tiempo podría
secundarle en el cultivo de la tierra que correspondía a la finca.
Compró un borriquito que resultó ser un inestimable auxiliar en las
operaciones de desbrozar los alrededores de la masada, verdaderamen—
te encajada dentro del monte bajo donde abundaban intrincados mato-
rrales y espinos.
Sus esfuerzos eran observados irónicamente por sus vecinos, por
cierto bastante alejados, pues las casas de campo más próximas se
encontraban a medio kilómetro en línea recta, como la casería Les
Escoumes, donde terminaba el camino transitable que existía desde
Coustouges.
Pero El Quico estaba obligado a ir algunas veces a Céret, Arles-
sur-Tech, Saint Laurent de Cerdans e incluso Perpiñán, para agenciarse
material o para comprar semillas, y a todo el mundo exponía apasiona-
damente sus ilusiones y esperanzas. La gente de la región conocía
perfectamente, o creía conocer, lo que se podía obtener de aquella
tierra y acogía con escepticismo las <<divagaciones» de Sabaté: otros -
decían- lo habían intentado antes que él y fracasaron en su empeño.
Pero El Quico no solamente era tenaz, sino que era hombre de inicia-
tiva y trabajador hábil. Adquirió una vieja bomba de ocasión y,
siempre con la ayuda del borrico, instaló las canalizaciones necesarias
para llevar el agua de un riachuelo hasta la propia vivienda. Al cabo de
algún tiempo, el improvisado agricultor enseñaba ufano, a los más
incrédulos, los melones que habían sustituido a los matorrales.
Por aquellas fechas ocurrió en Francia un suceso que debemos
mencionar porque, como veremos, tendremos que referirnos a él varias
veces por estar íntimamente relacionado con la vida azarosa de Sabaté
hasta su muerte.
En la noche del 6 al 7 de mayo de 1948 varios hombres enmasca-
rados y armados, llegados en automóvil, después de cortar los hilos
telefónicos, penetraron por escalada en el recinto de la Fábrica Rhóne
Poulenc, en Peage de Roussillon (Lyon), con el propósito de apoderar-
se de la paga del personal. Dos guardianes, Poncet y Hennebaud,
fueron maniatados y amordazados; un tercero, Maurice Monnot, que
110
PROBLEMAS EN FRANCIA

Facerías, Celedonio y El Quique regresaron a Francia el 13 de


enero de 1949.
La víspera de este viaje, el 12, fueron liberados varios compañeros
que habían sido detenidos en mayo del año anterior, entre ellos
Francisco Ballester Orovitg. Este, durante su encarcelamiento había
hecho un censo de los anarcosindicalistas condenados, con las direc-
ciones de sus respectivas familias y los nombres de los abogados que
habían intervenido en sus causas. El objeto de este trabajo era intentar
organizar eficazmente la ayuda material y jurídica a los presos, pues
dejaba mucho que desear. Para ello se puso en contacto -por persona
interpuesta- con Francisco Sabaté, a quien conocía perfectamente.
La idea de atender a los presos fue acogida con entusiasmo por El
Quico, pues correspondía a una de sus permanentes preocupaciones.
Encargó a su hermano José que elaborara, junto con Ballester, un plan
de trabajo razonable y de aplicación inmediata. Una de las primeras
gestiones fue recurrir a un abogado para que se ocupara activamente de
la asistencia jurídica. El grupo de Sabaté se comprometía a sufragar
todos los gastos que ocasionara la ayuda a los presos.
Cuando de dinero se trataba, los grupos sólo podían recurrir a las
<<fuentes» que eran las entidades bancarias y en ellas se surtían siempre
que la necesidad lo exigía. Por consiguiente, en la crónica de sucesos,
los atracos contra bancos o empresas importantes ocupaban un lugar
destacado.
El 4 de enero de 1949, Ginés Urrea Piña, Santiago Amir Gruañas
(El Sheriff) y José Torres Cuadrado se presentaron a las ocho de la
mañana en la <<Banca Soler y Torra», en la plaza Urquinaona nº 3. En
este atraco se le disparó accidentalmente la pistola a Santiago Amir,
causando la muerte al lotero Martín Salvá Figueras, que hacía una
entrega en la ventanilla de pagos. Huyeron sin llevarse una peseta.
El 28 de enero, en un atraco a mano armada contra la fábrica de
tejidos de José Sanglas y Memos, en Avia, partido judicial de Berga,
otro grupo se apoderaba de 65.000 pesetas.

era conducido a la Jefatura y pasó de nuevo a Francia, pero no tardó en


reincorporarse ala lucha clandestina. Al ser detenido en diciembre de 1948 por
Ia Guardia Civil en la barriada de Sarria, fue encerrado en la Cárcel Modelo,
pero, identificado como desertor, fue reclamado por las autoridades militares y
trasladado a Montjuic. Es allí donde murió en un infecta calabozo, con el cuerpo
destrozado por las torturas.
115
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Días después de la primera visita, el 21 de mayo, el comisario de


policía Dupouy se presentaba en el caserío de Sabaté para efectuar otro
registro más meticuloso. En un cobertizo próximo a la vivienda encon—
tró un saco de tela de yute que contenía:
- un paquete de 22 cartuchos de materias explosivas,
- cinco granadas de mano,
- tres cilindros cargados con materias explosivas,
- 14 petardos1,
- otros dos petardos marcados <<peligrosos»,
- dos cajas de detonadores de 15 unidades cada una.
Mientras tanto… ¿por dónde andaba Sabaté? Después de huir
como hemos relatado, El Qui—co cruzó el río Tech y se escondió durante
unos días en la casa de un amigo, Jacques Pign012, que vivía en Ar-
boussols, a pocos kilómetros, pues tenía que pasar a España, y es lo que
hizo con un grupo de ocho personas, en el que figuraban: su hermano
José, Ramón Vila Capdevila, Francisco Martínez Márquez, José Dot,
Alejandro Tiburcio, Carlos Vidal Pasanau y Benítez.
Estando en España, El Quico fue inculpado de tenencia ilícita de
armas y explosivos y juzgado en rebeldía por el Tribunal correccional
de Céret el día 23 de noviembre de 1948 y condenado a tres años de
cárcel y a una multa de 50.000 francos.
José Blanco, en Madrid, había convocado para el 23 de mayo de
1948 un Pleno de carácter informativo, donde se nombró un Comité
provisional con la misión de convocar un Pleno nacional de regionales.
Recién celebrado el Pleno se desencadenó nuevamente una represión
que dejó a la Organización completamente desarticulada. Esta vez era
la repercusión de una fuga del penal de Ocaña que el día 8 de mayo
habían conseguido 12 compañeros3.
1 Explosivos sólidos prensados de forma regular, generalmente prismá-
tica. Llevan un orificio para colocar el cebo.
2 A Jacques Pignol lo entrevistamos en junio de 1972 cuando trabajaba
como zapatero en la calle Pasteur de Thuir (Pirineos Orientales).
3 La fuga fue de corta duración. El 20 de mayo los evadidos eran
reintegrados ala cárcel y, con ellos, el militante gallego Manuel Amil Barcia, que
se había fugado con anterioridad de Cuelgamuros, provincia de Madrid, y Juan
Gil Heredia, quien intervino mayormente para organizar la fuga desde el
exterior. Juan Gil fue ejecutado a garrote vil, en Ocaña, en noviembre de 1949.
Sólo dos compañeros lograron salvarse y llegar a Francia: Francisco Romero
Gamis y Antonio Ejarque Pina.
112
PROBLEMAS EN FRANCIA

tancias ajenas a su voluntad, El Quico llegó a Gava, acompañado de un


amigo, con bastante retraso y cuando se enteró de la hora en que habían
soltado al conductor, decidió dejar la cosa para otro día. ¡Buena
ocurrencia tuvo! Cuando los cuatro regresaban a Barcelona, el coche
dejó de funcionar después de haber recorrido unos centenares de
metros. Todos los esfuerzos para hacerlo arrancar fueron vanos. Si la
avería se hubiese producido después del atraco, sin duda perseguidos,
el grupo hubiera pasado indudablemente un mal rato.
Ballester ignoraba que, desde su salida de la cárcel, era objeto de
una discreta pero tenaz vigilancia que ya había permitido a la policía
localizar el domicilio de José Sabaté en la barriada de Sants y que
pretendía descubrir al mayor número de compañeros antes de pasar a
la acción. El plan policíaco fracasó debido a la prudencia que todos
observaban y a la gran experiencia que tenían en la lucha clandestina:
nadie, por ejemplo, penetraba en su domicilio, ni en ninguna parte, sin
verificar previamente con mucha atención si se podía hacer sin peli-
gro.
Así, pues, cuando la policía situó el piso de José Sabaté, el
interesado advirtió también inmediatamente el peligro que lo acecha-
ba. De acuerdo con su hermano y Tragapanes decidieron <<dar una
lección» a los polizontes y, convenientemente armados, se dirigieron
al encuentro de los agentes apostados en Sants. Sin embargo, cuando
llegaron a su destino, José comprobó que los <<e_spías» que él había
reconocido se habían esfumado. Observaron, en cambio, la presencia
de otros dos señores desconocidos, bien trajeados, que paseaban por
las inmediaciones. Era posible que hubieran relevado a los anteriores.
José Pérez Pedrero y José Sabaté se situaron estratégicamente mien-
tras El Quico, resueltamente, se dirigió hacia los sospechosos pasean-
tes. Cuando llegó junto a ellos, con la metralleta <<Thompson» que
llevaba preparada debajo de la gabardina, los encañonó al tiempo que
les pedía la documentación. Los interpelados, sorprendidos, no se
hicieron de rogar y enseñaron sus papeles que, por cierto, acreditaban
que eran ciudadanos de lo más corriente: uno era farmacéutico y el otro
algo parecido. Sabaté les aconsejó que abandonaran el lugar advir—
tiéndoles, por las dudas, que si volvía a echarles la vista encima en
semejantes circunstancias no perdería el tiempo verificando documen-
tos.
Los dos sujetos podían ser lo que aparentaban, pero lo más
117
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

la carretera del Puerto, nº 25, llevándose un botín de 125.000 pesetas.


Como consecuencia de los sucesos de Barcelona del mes de junio
y de las muertes de Ramón González y Raúl Carballeira, muchos
compañeros fueron localizados por la policía, entre ellos el doctor José
Pujol Grúa, que había atendido a Tom Mix estando éste herido.
El día 15 de agosto pasaba a Francia un grupo numeroso, condu-
cido por el veterano guía Francisco Denís Díez (Catalá), en el que fi-
guraban: Tom Mix, convaleciente de su herida, Guillermo Ganuza
Navarro, Pedro Adrover Font, el doctor José Pujol y José Lluís
Facerías, este último empeñado en acompañar al médico, al que quería
como a un padre, hasta dejarlo sano y salvo en Francia.
En este mes de agosto ocurrieron en Zaragoza muchas detenciones.
En una redada cayeron 35 miembros de las Juventudes Socialistas y, en
otra, 27 libertarios. Estos últimos eran un grupo encabezado por José
González Feijoo (El Americano), llegado en 1945 de la Argentina y
que, de acuerdo con la FAI en el exilio, había creado una agencia de
transportes legal después de comprar un camión que costó 220.000
pesetas y que también fue incautado.
El 26 de noviembre de 1948 José Lluís Facerías regresaba de
nuevo a España con un grupo compuesto por el zaragozano Wenceslao
Jiménez Orive, Celedonio García, un compañerº que designaremos
por García y Jesús Martínez. En Barcelona se les sumó Enrique
Martínez Marín, que había salido en libertad el 25 de marzo.
El 21 de diciembre, el grupo se apoderó del vehículo del taxista
Virgilio Cimarro Mariano y también de su gorra y documentación. Se
apoderaron de 400.000 pesetas del Banco Hispano Colonial de la calle
Mayor de Gracia, nº 111. Wenceslao Jiménez no intervino porque
habían surgido ciertas discrepancias entre él y Facerías y el primero
decidió entonces constituir su propio grupo con compañeros aragone-
ses.
En este mes de diciembre fue detenido el compañero Félix Perpig-
nan, de 22 años, que pertenecía a los grupos de acción de la capital
catalana1.
1 Félix Perpignan murió en febrero de 1949 en el castillo de Montjuic como
consecuencia de las torturas a que fue sometido. En 1946 había desertado del
ejército franquista y cruzado la frontera francesa. Se incorporó al MLE y realizó
varias misiones de enlace al Interior. En los primeros meses de 1947 se
incorporó alos grupos de acción. Detenido al poco tiempo logró fugarse cuando
114
PROBLEMAS EN FRANCIA

personalmente por el jefe de la brigada de Servicios especiales, Pedro


Polo Borreguero, hombre de gran experiencia en la persecución de los
militantes de la CNT-FAI.
Polo1 ya había sido compinche del jefe de policía de Cataluña
Miguel Badía (1933-34)2, quien, con la complicidad del gobierno de la
Generalitat y a las órdenes del consejero José Dencás Puigdollers,
reeditó los horrores de Severiano Martínez Anido y del general Miguel
Arlegui y Bayones.
La brigada de Servicios especiales se había creado en el mes de
septiembre de 1946, designándose como jefe de la misma a Polo, que
hasta entonces había desempeñado las funciones de subjefe de la
Social que dirigía Quintela. Las dos brigadas estaban al mando del jefe
superior de Policía Manuel Chinchilla3.
Para la eventual cita en el <<Cine Condal» fueron designados: el
agente Oswaldo Blanco Gregorio, quien se apostó en la puerta de la
sala; el inspector Jesús Martínez Torrecilla4, de facción en la bocaca-
lle cerca a Margarit; el agente Alvaro Varela Guillén5, emboscado en
1 Polo nació el 8de septiembre de 1 897. Ingresó en elCuerpo el 24dejunio
de 1921. Durante la guerra civil estuvo en la zona republicana como policía de
la Generalitat. José Peirats, en Su libro La CNTen la Revolución Española (Ed.
CNT, Toulouse, 1952, Tomo II, página 21 5) dice que Polo, durante la contienda,
viajaba a Francia, donde recibía órdenes de los servicios de contraespionaie
franquistas. Falleció de muerte repentina en Barcelona el 7 de diciembre de
1972, después de haberse jubilado 10 años antes, en cuya circunstancia fue
nombrado comisario principal honorario. Después de su jubilación ocupó el
cargo de jefe del gabinete de información del Gobierno civil.
2 Miguel Badía Cape" murió en un atentado el 28 de abril de 1936 en la
calle Muntaner de Barcelona, junto con su hermano José, secretario del
Somatén.
3 Esta nueva organización policíaca se inspiraba en la que montó el
general Miguel Arlegui cuando en 1920 ocupó el cargo de inspector general de
Orden público de Barcelona, con Severiano Martínez Anido en el Gobierno civil.
Arlegui también creó la brigada de Servicios especiales y puso a su cabeza al
inspector Antonio Espejo Aguilar. La diferencia más significativa entre las dos
épocas reside en que el inspector Espejo pudo disfrutar muy poco de su nuevo
cargo, pues fue acribillado a balazos, el 19 de enero de 1921, en la esquina de
la calle Regomir, Casco Antiguo al sur de la ciudad.
4 Jesús Martínez nació el 17 de julio de 1908. Ingresó en el Cuerpo el 1º
de agosto de 1932.
5 Alvaro Varela nació el 28 de agosto de 1919. Ingresó en el Cuerpo el 12
119
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

El grupo de Wenceslao Jiménez quedó constituido en el mes de


febrero, siendo sus componentes: Daniel G. M. (Rodolfo), Simón
Gracia Fleringan, Plácido Ortiz Gratal, Mariano Aguayo Morán y un
muchacho que les presentó César Saborit Carralero, que en estas
fechas era Secretario del sindicato de la Construcción de Barcelona,
Niceto Pardillo Manzanero, de 18 años de edad.
Su primera acción como grupo fue dar un escarmiento a Antonio
Seba Amorós, conocido compinche de Eliseo Melis, al que fueron a
buscar al café <<Bracafé» de la calle Caspe, disparándole e hiriéndole
levemente, a raíz de lo cual Seba desapareció de la circulación e
incluso de Cataluña.
El 18 de febrero, Santiago Amir, Ginés Urrea, Francisco Martínez
Márquez y algunos más, a las nueve y media de la mañana, atracaban
una sucursal del Banco Central de Barcelona, en el paseo de San Juan
nº 35, huyendo con un botín de 77.699 pesetas.
Francisco Sabaté, con su hermano Pepe, José Pérez Pedrero
(Tragapanes) y otro compañero planearon una de las operaciones pro
presos contra un banco de Gava, que El Quico conocía perfectamente
por ser el mismo que había atracado con éxito en 1935. Por cierto que
este banco ya había escapado a otra tentativa que había proyectado
nuestro hombre, semanas antes, con Francisco Ballester, pero que no
llevaron a cabo porque a partir del 20 de enero de 1949 los estable-
cimientos bancarios, debido a las repetidas <<visitas» 'que sufrían,
disponían de una pareja de Policía Armada en la puerta y juzgaron que
el riesgo era demasiado grande para dos hombres solos.
El nuevo intento también fracasó, pero por otras razones. Si El
Quico logró sobrevivir durante tantos años de acción constante y
arriesgada fue debido, en gran parte, a su inteligencia, arrojo y valor
personal, pero también intervino una gran dosis de lo que se suele
llamar <<suerte», aunque en su caso era la extrema prudencia que
observaba siempre. Era valeroso pero no suicida, como veremos a
continuación.
José Sabaté y Tragapanes, como se había previsto, se apoderaron
de un coche, poco antes de la hora convenida, para realizar la opera—
ción. Jósé, que conocía la puntualidad de su hermano cuando de citas
se trataba, había dejado en libertad al propietario del vehículo robado,
pues sabía que, aunque diera parte inmediatamente, tenían tiempo
sobrado para realizar el plan sin peligro. Pero esta vez, por circuns-
116
PROBLEMAS EN FRANCIA

Cuando más tarde se reunieron con los otros dos del grupo, que
habían tomado las de Villadiego al iniciarse el jaleo, Francisco Massip
le explicó -según nos dijo el propio Francisco Sabaté- que se había
dado cuenta de que no llevaba la pistola, y que, como vivía en las
inmediaciones, había… ido a buscarla.

121
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

probable es que fueran policías encubiertos. De todos modos, Quintela


se enteró de esta sencilla operación y comprendió que el plan de
vigilancia establecido alrededor de Ballester y de Pepe había fracasa-
do. Entonces recurrió al abogado que el primero había buscado, con el
propósito de obtener algún detalle que pudiera orientarles. Pena per-
dida, el abogado no podía informar de nada, salvo que Ballester se
había entrevistado con él, detalle que ya sabían puesto que estaban allí.
Los policías, temerosos de que hasta éste se les escapara, decidieron su
detención inmediata. La brigada de Servicios especiales se encargó de
la misión y Ballester se encontró una vez más en las ergástulas de la
Vía Layetana.
Si había una cosa que Ballester no podía negar era su relación con
el grupo de Sabaté, pues habían podido reconstruir todos sus pasos
desde que salió de la Cárcel Modelo. Lógicamente, querían que con-
fesara la fecha y lugar de la próxima entrevista convenida con el grupo.
No tenía escapatoria. Martirizado, les dijo que su próxima cita era para
el día 26 de febrero, en la puerta del <<Cine América», sito en la
Avenida del Marqués del Duero nº 21, a eso de las siete menos cuarto
de la tarde, y, si se producía algún retraso, debido a circunstancias
fortuitas, un poco más tarde en el nº 91 de la misma arteria barcelone-
sa, que correspondía al <<Cine Condal». Ballesterl, hombre experi-
mentado, afirmó que el contacto con el grupo debía hacerse esta vez a
través de Francisco Martínez Márquez (Paco), compañero de los
grupos de acción ya bien conocido de la policía. Sin embargo, tuvo la
habilidad de invertir el orden de las citas y de indicar falsamente a
Paco como elemento de enlace.
La policía, al pensar que se iba a capturar a Francisco Martínez -
pues para ella también existe un orden de valores-montó un dispositivo
de relativa importancia, puesto que iban a actuar por <<sorpresa», y
bastante menor del que hubieran movilizado para aprehender o liqui—
dar a los dos hermanos Sabaté. Otro detalle que hizo fracasar la
maniobra policíaca fue el de los puntos de cita invertidos, pues la
fuerza más importante fue concentrada en el <<Cine América», dirigida

1 Francisco Ballester, liberado posteriormente, pasó a Francia. Había


nacido en Barcelona el 12 de septiembre de 1920. A primeros de septiembre de
1957 perdió la vida en la catástrofe ferroviaria del tren expreso París-Nimes. Era
un ferviente esperantista y colaboraba frecuentemente en revistas especializa-
das.
118
VIII

TERROR EN BARCELONA

Fue a últimos de febrero de 1949 cuando los hermanos Sabaté


entraron en contacto con el grupo de acción recién constituido de Los
Mañas que había comenzado a actuar en Barcelona y cuyo responsable
era Wenceslao Jiménez Orive. Las circunstancias del encuentro mere-
cen ser relatadas.
Los Mañas, después del escarmiento dado al confidente Antonio
Seba, habían decidido acabar con el comisario principal Eduardo
Quintela y para ello organizaron un turno permanente de vigilancia
para determinar el momento y lugar más favorables para cometer el
atentado. El grupo de Sabaté, por su parte, preparaba la misma opera—
ción. Un día los dos grupos se encontraron en la calle Marina. Como
que ya se conocían, pues Wenceslao había tenido algunas conversacio—
nes con los hermanos Sabaté cuando decidió constituir su grupo,
hablaron de unas cosas y otras y comprobaron que todos perseguían el
mismo objetivo. Entonces decidieron celebrar una reunión conjunta
para comparar las diversas informaciones que por separado habían
reunido. Todos los datos coincidían. Quintela, cuando salía de la
Jefatura superior de Policía, sita en el nº 43 de la Vía Layetana, para
ir a comer a su casa de la calle de la Viña, en la barriada del Carmelo,
tomaba diversas direcciones, pero siempre, con muy raras excepcio-
nes, subía por la calle Marina entre las dos menos cuarto de la tarde y
las dos y diez minutos. Siempre, también, hacía el recorrido con el
mismo automóvil gris que llevaba las insignias oficiales. No cabía,
pues, perder más tiempo y se fijó lugar y fecha para el atentado: entre
las calles Mallorca y Provenza, el día 2 de marzo de 1949.
Este día, por la mañana temprano, el grupo de Los Mañas salió en
123
SABATE. GUERR[LLA URBANA EN ESPANA

la parte opuesta de la calzada, delante de un garaje.


El grupo de Sabaté debía salir aquella misma noche hacia Martorell
y, para no perder tiempo, sus componentes decidieron acudir juntos a
la cita con Ballester, cuya detención, por supuesto, ignoraban.
El grupo caminaba hacia el <<Cine Condal» con los dos hermanos
Sabaté en vanguardia y, otros dos, José González Puig y Francisco
Massip Valls (Cisco), retrasados a corta distancia. Siempre atento y
alerta, José reconoció, desde bastante lejos, a Oswaldo Blanco, pues
era uno de los dos policías que ya había visto cerca de su domicilio de
Sants.
José advirtió inmediatamente a Francisco y ambos concertaron
rápidamente un plan: entre ellos y el cine había un quiosco de perió-
dicos que les servía de pantalla. Cada uno desembocaría por un lado
del puesto callejero, caerían sobre el agente y, después de desarmarlo,
le entregarían una tarjeta de felicitación para Polo.
José, impetuoso, se adelantó a su hermano. Oswaldo lo reconoció
inmediatamente y sin la menor vacilación empuñó la pistola. El Quico,
que llegaba por el lado opuesto con la pistola amartillada, al ver el
peligro inminente que corría su hermano, disparó certeramente y el
policía se desplomó con un balazo en la cabeza.
El incidente coincidió con la salida del público y no cabe describir
el pánico que se produjo, máxime cuando el agente apostado frente al
cine, al oír el disparo, ver a su colega en el suelo y a los dos hombres
con las pistolas empuñadas, cruzó la calzada y tumbado detrás de un
montón de adoquines procedentes de la refección de la vía del tranvía,
hizo algunos disparos insensatos que podían haber causado víctimas
inocentes. La acera quedó despejada como por encanto y Francisco,
protegida la espalda por José, contestó al fuego del guardia. Su tiro
certero sacaba chispas de los adoquines y, aunque el agente estaba bien
parapetado, logró alojarle una bala en un muslo y se acabó el tiroteo].
A continuación recogieron la documentación, placa y pistola de
Oswaldo2 y se alejaron de allí antes de que llegaran refuerzos.

de julio de 1943.
1 El agente Álvaro Varela, ya siendo inspector, detuvo en Madrid, en 1973,
a un compañero que llevaba un ejemplar de la primera edición de este libro y
le explicó, mientras le daba tortazos, que lo del tiro en el muslo era mentira. Lo
dejamos, pues, consignado.
2 Oswaldo tenía 27 años. Hacía cinco que había ingresado en el cuerpo.
120
TERROR EN BARCELONA

coche idéntico sin él dentrol. La prensa falangista especuló con la


muerte de esos <<inocentes». La verdad es que, aunque no merecieran
tal calificativo, las balas no iban dirigidas contra ellos.

La actividad de la resistencia libertaria tuvo su más amplia


repercusión en la vida barcelonesa a partir del atentado de la calle
Marina.
Tanto en la capital como en la provincia imperaba un gran
desconcierto. En Barcelona, sobre todo, se vivía en <<estado de guerra»:
al margen de los registros domiciliarios, la fuerza pública disolvía
sistemáticamente los grupos de transeúntes y hasta los espectáculos
nocturnos quedaron automáticamente suprimidos, pues, a partir de las
ocho de la noche, sólo circulaban por las calles las múltiples patrullas
de Policía Armada.
La brigada Político social, impotente para garantizar el orden en
la ciudad, recurrió a la brigada Criminal, impuso la movilización de la
Guardia Urbana y, hasta de Madrid, la DireCción general de Seguridad
envió considerables refuerzos.
Durante una temporada, las patrullas armadas utilizaron cincuen-
ta taxis con agentes de policía en su interior que se paseaban con la
bandera levantada, o sea indicando <<libre». Cualquier ciudadano que
tomaba un coche de punto era conducido a la Jefatura para ser sometido
a la correspondiente verificación de identidad. Esta medida tendía
particularmente a impedir que los grupos de acción pudieran utilizar -
como acostumbraban- ese medio de locomoción. El nerviosismo era
tal que se produjeron algunos lamentables accidentes, pues los poli-
cias, excitados, dispararon alguna vez contra apacibles ciudadanos
<<sospechosos» cuando llevaban la mano a la cartera para sacar la
documentación. Incluso los autobuses, de vez en cuando, eran tomados
por asalto por patrullas de cinco agentes que, pistola en mano, cachea-
ban a los pasajeros.
Los grupos de acción no contribuían a restablecer la tranquilidad,
al contrario. Wenceslao Jiménez y Simón Gracia, por aquellos días,
1 Tomás Gil Llamas, que estuvo al frente de la brigada de Investigación
criminal de Barcelona durante siete años (1946-1953), en su libro La ley contra
el crimen, Barcelona, 1956, dice: <<EI vehículo de los intortunados falangistas
era idéntico al que solía usar el comisario, y la confusión Ies acarreó la muerte.»
125
TERROR EN BARCELONA

la consigna. En otros lugares de la ciudad el tráfico era interrumpido


con frecuencia, convirtiendo la vía pública en recinto asediado donde
todos los vecinos eran cacheados.
Como recurso disuasivo para impedir la voladura de la Jefatura,
se concentraron en sus calabozos infinidad de presos políticos. El jefe
superior, durante todo el tiempo que duró la alerta -varias semanas-
hacía vida permanente en la Jefatura. Algunos comisarios e inspectores
imitaban la prudencia de su jefe y se daba el caso de que, cuando salían
de servicio, se abrazaban y despedían como si las posibilidades de
volver con vida fueran mínimas. Fue un período de pánico y de real
desconcierto, pero los cuerpos armados supieron vengarse con creces
del miedo que pasaron, como veremos.

El día 9 de marzo de 1949, a las dos de la madrugada, dos taxis se


detuvieron cerca del nº 40 de la calle del General Sanjurjo, en la
Torrasa. Cuatro policías de la comisaría de l'Hospitalet de Llobregat,
entre ellos el agente de tercera clase Antonio Juárez, acompañados de
dos parejas de Policía Armada, descendieron de los vehículos y,
después de cruzar unas palabras con el vigilante nocturno, Diego
Miñarro, se distribuyeron como si fueran a asaltar una fortaleza: dos
números de grises y el sereno, en la puerta de la casa; otra pareja en la
parte posterior del edificio. Los cuatro polizontes penetraron silen-
ciosamente en el portal y subieron al primer piso; llamaron a la puerta.
Allí vivía un ferroviario, Angel Hernández Rodríguez, que, por
cierto, en aquellos momentos estaba trabajando.
Las fuerzas movilizadas y la hora nocturna del servicio eviden-
ciaban que no se trataba de uno de los múltiples y rutinarios allana-
mientos de morada, sino de una operación especial con un propósito
bien determinado. La policía había logrado saber que en la casa se
albergaban resistentes y es muy posible que incluso supiera de quién
se trataba.
Fue la esposa del ferroviario, Manuela Valerio Ramos, la que
acudió a la llamada.
—¿Quién es?
-Un telegrama -respondió uno de los agentes.
La mujer abrió la puerta sin desconfianza y quedó deslumbrada
por la linterna que esgrimía el policía, mientras sentía el desagradable
127
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

busca de un coche (que resultó ser un <<Fiat» de un señor de Lorca que


esperaba a su mujer que había ido al médico). Simón Gracia se instaló
en el volante y el sorprendido propietario fue obligado a sentarse
detrás junto a Wenceslao. Acto seguido se dirigieron al encuentro del
Quico que ya se había agenciado una camioneta cubierta y en ella fue
instalado, amordazado y maniatado, el señor del <<Fiat». Después cada
vehículo salió por camino distinto para encontrarse de nuevo en el
lugar señalado y a la hora convenida.
A las dos menos cuarto, en la calle Marina, a unos 100 metros del
templo de la Sagrada Familia, estacionó la camioneta con Carlos Vidal
en el volante, José Sabaté a su lado y El Quico, con un mono azul, se
puso a <<arreglar» una avería en el motor. El mecánico, aunque parecía
muy absorbido en su trabajo, observaba de reojo a un <<señorito» que,
con sombrero marrón, paseaba a unos 50 metros de distancia y que no
era otro que Mariano Aguayo. En la otra parte de la calle, a unos 20
metros, estaba estacionado el <<Fiat» ocupado por tres hombres, dos de
ellos armados con metralletas <<Sten». El del volante era Simón Gracia,
los otros dos, con las armas disimuladas, pero listas para hacer fuego,
eran José López Penedo y Wenceslao Jiménez.
A las dos menos cinco exactamente, el hombre que paseaba se
quitó el sombrero. En el recodo de la calle Marina apareció el automó-
vil esperado. El Quico sacó del motor de la camioneta un fusil ametra-
llador y plantándose en medio de la calle con el arma apoyada en la
cadera y las piernas flexionadas, disparó una larga ráfaga contra el
coche que se le venía encima. Las balas destrozaron el parabrisas y el
vehículo se detuvo casi instantáneamente. Por sus portezuelas salieron
dos hombres que intentaron huir, pero fueron alcanzados por las balas
de los ocupantes del <<Fiat» que había arrancado en su dirección. Los
dos hombres quedaron allí tendidos, aparentemente sin vida. Sabaté,
con el arma empuñada se acercó al coche ametrallado y miró las caras
de las víctimas. Allí no estaba Quintela…
En el automóvil del comisario viajaban dos jerarcas de Falange
Española: Manuel Piñol Ballester, secretario del Frente de Juventudes
del distrito universitario, y José Tella Bavoy, jefe de deportes del
mismo organismo. El primero y su chófer, Antonio Norte Juárez, eran
dos cadáveres, el segundo sólo estaba herido.
Sólo Quintela hubiese podido aclarar si fue casualidad o una
medida de seguridad que aquel día pasara por allí, a la hora exacta, un
124
TERROR EN BARCELONA

la Cruz Roja de Collblanc, sita en la calle del Progreso -así como uno
de los chóferes, con herida leve de bala—, se le practicó una cura de
urgencia. López pasó a continuación al HOSpital Militar, donde fue
objeto de varias intervenciones quirúrgicas y, aun en estado de pronós-
tico grave, fue llevado a la Jefatura superior de Policía para ser
interrogado tranquilamente fuera de la presencia embarazosa del
personal médico. Fue allí donde tuvo la inmensa satisfacción de saber
que Sabaté había logrado salvarse.
No disponemos de ningún detalle que nos permita deducir cómo
pudo llegar la policía a la casa de la Torrasa. José Sabaté, su hermano
Francisco y José López debían salir al día siguiente hacia Francia. El
Quico les aconsejó pasar la noche en el monte, pero José decidió
dormir en un buen colchón antes de emprender la caminata. López, que
también prefería la seguridad más incómoda del campo, se dejó con-
vencer en el último momento. Por consiguiente, este alto, puramente
accidental e imprevisto, no era conocido, en principio, de nadie, salvo
de los propios interesados y del matrimonio que vivía en la casa…

José Sabaté conocía perfectamente la zona y consiguió, aunque


malherido, despistar a sus perseguidores. Con grandes penas pudo

el 13 de julio de 1915. Compareció ante un consejo de guerra el 16 de noviembre


de 1949, fue condenado ala pena capital y fusilado en Barcelona el 4 de febrero
de 1950, junto con Carlos Vidal Pasanau, eSfe último condenado a muerte por
su participación en el atentado de la calle Marina. He aquí unos párrafos de la
última carta escrita por López a su compañera, horas antes de ser fusilado,
redactada con gran sencillez, sin frases grandilocuentes, donde se refleja toda
la sangre fría de ese luchador sin par, desaparecido en plena juventud:
Amada esposa: .
Las últimas horas que me quedan de vida las dedico a pensar en ti y en
nuestras venerables hijitas. Elpresentimiento que en todas mis epísto/as tenía,
hay tendrá cumplimiento.
Me da pena que tengas que deshacer las ilusiones que últimamente te
habías forjado, de volver a ser feliz en compañía mía y delas nenas.
Expresos abrazos para tu hermano y familia, igualmente, a los sobrinos y
a su madre. A madre la abrazas fuedemente en mi nombre y tú y nuestras
entrañables hijitas recibid el último abrazo que de todo corazón os envío.
P.S Besos, besos, besos y mi último adiós. PEPE

129
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

robaron un automóvil y desde él ametrallaron una comisaria. He aquí


la nota publicada en la prensa:

Alrededor de las diez y media de la mañana de ayer un


automóvil. al parecer particular, circulaba por la calle Pro-
venza en dirección al paseo del General Mola; al llegar a la
esquina de dichas calles parófrente a la sucursal que el Banco ¿
de Vizcaya tiene instalada en aquel lugar y desde el interior
del coche se hicieron una serie de disparos contra la pareja de
Policía Armada de servicio en dicho establecimiento, huyendo
a continuación. Los guardias repelieron la cobarde agresión,
a pesar de encontrarse heridos por alevosos disparos. Como
consecuencia del criminal atentado el guardia Manuel Rodrí—
guez Carballeda ingresó gravemente herido en el Hospital
Militar del Generalísimo. Las heridas de su compañero son de
carácter leve. También resultó herida Concepción Fermens
Queralt, que transitaba casualmente por el lugar del suceso.

Lo que silenciaba la nota policíaca es que la mujer herida fue


víctima de los guardias cuando <<repelieron la cobarde agresión».
El jefe superior de Policía de Barcelona recibió un anónimo en el
que, además de amenazarlo de muerte, se le comunicaba que la
Jefatura sería volada. El jerarca se tomó la cosa tan en serio y tanto
creyó que tal cosa podía suceder que reforzó la protección del edificio
e hizo montar una guardia permanente en las cloacas próximasl. La
circulación fue terminantemente prohibida a menos de 50 metros de la
sede policíaca de la Vía Layetana y los agentes tenían órdenes de
disparar contra cualquier vehículo sospechoso que intentara infringir

1 La amenaza era digna de sertomada en consideración. Recordaremos


quela señal para desencadenar el movimiento revolucionario del 8 de enero de
1933, en Barcelona, ya debía ser la voladura de la Jefatura superior de Policía
en la Vía Layetana, y del Gobierno civil en la plaza de Palacio. Por las cloacas
de la ciudad los grupos anarquistas colocaron en ambos edificios cargas de
dinamita de unos 90 kilos. La del Gobierno civil falló, pero la de Jefatura estalló.
Si no se derrumbó el edificio como estaba previsto fue porque el tamaño del
artefacto, preparado de antemano, no permitió aproximarlo lo suficiente a los
cimientos. Véase el libro de Ricardo Sanz, El Sindicalismo yla Política — Los
Solidarios y Nosotros, Edición del autor: 82-Golfech (Francia), 1966.
126
TERROR EN BARCELONA

te la lista de los presos advirtieron que, de todos los mencionados, sólo


uno había sido liberado recientemente. Con mentalidad malsana, deci-
dieron vengar la muerte de su colega Antonio Juárez en ese compañero
que nada tenía que ver con el caso.
El día 11 de marzo de 1949, de madrugada, los uniformados
llamaban en el número 4 de la calle de la Torrasa, barrio de San
Gervasio, y una vez identificada verbalmente la persona que abrió la
puerta, dispararon sus pistolas a bocajarro. Allí quedó tendido, a los
pies de su mujer e hijos que acudieron despavoridos al tronar de las
pistolas, Miguel Barba Moncayo (Reyes)1.
Por otra parte, con las declaraciones de Manuela Valerio, obligada
a confesar que los dos resistentes le habían sido presentados por un
vecino de l'Hospitalet, lindante con la Torrasa, la policía se incautó,
en el domicilio de las personas señaladas, de varias armas y de gran
cantidad de propaganda antifranquista.

La herida de José Sabaté exigía un tratamiento rápido por persona


competente. La cura de urgencia que le hizo El Quico con su botiquín
de campaña no bastaba. Era preciso encontrar un médico que lo
atendiera. Sin muchas cavilaciones, El Quico se encaminó resuelta-
mente a una clínica, donde conocía por referencias a uno de los
doctores. Preguntó por él a la enfermera de guardia señalando que
tenía que transmitirle un encargo urgente.
-Si no le ha dado cita no lo podrá recibir -constestó la enfermera.
—Sí, ya sé… pero esa formalidad huelga en mi caso. Dígale que
vengo de parte del doctor X (aquí el nombre de otro médico conocido)
y que se trata de un asunto importante, inaplazable.
Fue introducido casi inmediatamente.
-¿Qué desea usted?
-Un resistente ha sido herido por la policía. Prepare rápido todo
lo necesario para curarlo y sígame -dijo firmemente El Quico.
-No tengo ningún inconveniente en acompañarlo -contestó el

1 Este infortunado compañero tenía unos 50 años de edad. Condenado


a muerte después de la victoria franquista, su pena fue conmutada y salió en
libertad después de siete años de encierro… En el mes de agosto de 1947 había
sido detenido en una de las redadas de la época. Apenas regresó a su hogar,
el odio había segado su vida.
131
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

contacto del cañón de la pistola aplicado contra su pecho.


-¡Policía! ¿Quién duerme en esta casa?
-Dos hombres -contestó la mujer asustada.
-¿Dónde?
Manuela indicó con la mano la primera habitación del pasillo.
Los cuatro policías penetraron con las armas preparadas para
disparar.
Aunque la breve conversación se había desarrollado en voz baja,
la llamada había despertado a José Sabaté, que era quien dormía en la
habitación indicada. Por la puerta ligeramente entornada, había pre-
senciado toda la escena. Al ver, pues, avanzar a los sicarios hacia su
cuarto, por el resquicio de la puerta disparó su pistola: Antonio Juárez,
que iba en vanguardia, se desplomó con un balazo en la cabeza. Sus
colegas se tiraron al suelo y a rastras salieron al rellano de la escalera.
Sabaté y José López Penedo, que dormía en el cuarto contiguo,
aprovecharon la oportunidad para trasladarse al comedor que, en el
fondo del pasillo, quedaba frente a la puerta de entrada. Se parapetaron
detrás de la mesa tumbada, y se dispusieron a vender caras sus vidas
con la escasa munición que tenían.
Desde la escalera, sin ofrecer blanco, los policías descargaban sus
cargadores. Sabaté fue alcanzado por una bala que le entró por el pecho
y le salió por la espalda, cerca del hombro derecho. Los dos luchadores
no podían forjarse la menor ilusión, debían intentar escapar antes de
que llegaran refuerzos importantes que, por experiencia, sabían que no
tardarían mucho.
Tal como estaban, en calzoncillos, los dos hombres saltaron por
una ventana que daba a la calle. La pareja que vigilaba este sector se
había alejado unos metros al oír el tiroteo, pero no tan lejos como para
no ver las dos sombras que se daba a la fuga. Inmediatamente dieron
la alerta y salieron en su persecución. José Sabaté y José López corrían
entre una lluvia de balas y este último cayó al suelo con el pulmón
atravesado. Sabaté, aunque herido, intentó ayudar a su amigo. La
herida de López era grave y ni ayudado pudo incorporarse.
-¡Corre, Pepe! ¡Sálvate tú… yo ya tengo mi cuenta!
Impotente para salvar a su amigo, su propia herida le impedía
cualquier intervención eficaz, huyó entre el zumbido de las balas.
López1 fue capturado sin conocimiento. Trasladado inmediatamente a
1 José López Penedo nació en Paredes de Ciudad, provincia de Orense,
128
TERROR EN BARCELONA

por pura casualidad- de que la policía había ocupado el mismo día otro
domicilio conocido de la localidad, en el cual habían montado un
servicio de guardia permanente en espera de que por allí acudiera
alguno de los dos hermanos. Quintela iba tendiendo una tupida red
alrededor de los dos hombres y no descuidaba la menor posibilidad.
En la casa invadida por los sabuesos había un niño que lloraba sin
parar y una niña de unos 10 años. Los policías, poco entusiastas y
nerviosos por la misión que se les había encomendado, pues escasea-
ban los que iban alegremente a la captura de los hermanos Sabaté,
tenían los nervios de punta debido al insistente berrear del rorro. Uno
de los agentes, que había agotado la paciencia, se dirigió a la madre de
la criatura entre gritos e imprecaciones:
-¡Ya estoy hasta la coronilla! ¡Haga callar a ese chico, rediós!
-Eso se dice pronto -replicó la buena mujer-. Es la hora del
biberón y no tengo en casa ni una gota de leche. Déjenme bajar a
comprar... o permitan al menos que vaya la niña…
Los policías no querían que saliera nadie de la casa, pues temían
-con justa razón- que corriera la noticia y les fallara la trampa tendida.
Los gritos de hambre del pequeñuelo les hicieron infringir la consigna
y accedieron a que la chica fuera a comprar la leche, pero acompañada
por un guardia.
El ángel guardián, por vergíienza o para que no se viera que
escoltaba a una chiquilla, dejó que entrara sola en la lechería mientras
él esperaba en la puerta. Lo primero que hizo la rapaza al llegar al
mostrador fue decir, haciéndose la interesante:
-¿Sabe usted...?, tenemos la casa llena de policías...
Era suficiente. Al poco rato lo sabía todo el barrio y Francisco fue
informado del caso y quedó justificadamente intranquilo. Pensó, lógi-
camente, que alguien había denunciado la casa y que los hombres de
la brigadilla social, de hilo en ovillo, quizá llegarían a donde ellos
estaban. Pero José se encontraba todavía muy débil, había perdido
mucha sangre, y su traslado, con los polizontes al acecho, presentaba
dificultades. ¿Qué hacer?
Después de examinar el problema por todos los costados, El
Quico pensó que convenía salir de allí, pero sin precipitarse, después
de preparar, sin perder tiempo, todo lo necesario para escapar con las
mayores probabilidades de éxito.
Reunió todo el material de compromiso que tenía en aquella casa,
133
SABATE. GUERR[LLA URBANA EN ESPANA

llegar a una <<bóbila»l bastante alejada del lugar de la refriega donde


encontró a dos serenos que conversaban con el vigilante nocturno de
la fábrica. Bajo la amenaza de su pistola -descargada, pues había
consumido toda la munición-, se hizo entregar una chaqueta y un
pantalón.
La aparición de un hombre casi desnudo, ensangrentado y armado
paralizó a los tres hombres. Sin hacerse mucho de rogar le entregaron
las prendas solicitadas, cosa que, dicho sea de paso, les costó más tarde
amargos sinsabores.
Pepe desgarró una camisa, y con la ayuda de uno de los serenos,
se hizo un vendaje provisional para intentar cortar la hemorragia.
Luego se dirigió al río Llobregat, y sacando fuerzas de flaqueza, lo
atravesó nadando con un solo brazo, a la india, y a campo traviesa,
temeroso a cada instante de perder el sentido, consiguió llegar a una
casa conocida, situada a ocho kilómetros del lugar del combate, donde
vivía una pareja de compañeros que sabía podían ofrecerle refugio
momentáneo.
Mientras su hermano luchaba afanosamente por su vida, Francis-
co Sabaté recorría sin descanso, con desprecio total del peligro, todos
los lugares susceptibles de haber servido de refugio a José. El Quico
sentía verdadera veneración por él, que reunía un valor físico y una
capacidad intelectual que admiraba. Estaban totalmente identificados,
tanto en el campo de las ideas como en el de la acción y ambos se
complementaban perfectamente. Sus esfuerzos no fueron vanos, pues,
al cabo de 48 horas de angustia, logró dar con su paradero.

La casa de Manuela Valerio fue minuciosamente registrada y la


mujer tuvo que aguantar un duro interrogatorio. La policía descubrió
entre los efectos de José Sabaté la lista de presos y familiares que
Francisco Ballester había confeccionado durante su paso por la Cárcel
Modelo y que posteriormente le había entregado. Como la operación
policíaca de la Torrasa se había saldado con más que un semifracaso:
la escapatoria de Pepe, un agente muerto y otro herido, el furor de los
capitostes de la Vía Layetana fue considerable y deseaban realizar
algún servicio que pudiera reivindicarlos. Al examinar minuciosamen-

1 Nombre catalán de una fábrica de ladrillos.


130
TERROR EN BARCELONA

la plaza Universidad.
El día de la cita, El Quico, como medida de prudencia, pasó antes
de la hora con un taxi por el lugar convenido y observó gran despliegue
de policías. No quedaba duda, su compañero había sido detenido y los
secuaces de Polo y Quintela conocían el lugar del encuentro. Efecti-
vamente, así era, José González había sido aprehendido en las escaleras
del tren subterráneo de la plaza de Cataluñal.

El grupo de Los Mañas había salido de Barcelona, en el mes de


abril, rumbo a Madrid, en compañía de César Saborit. En la capital de
España, después de dar un atraco a la Sucursal Urbana nº 1 del Banco
Popular Español, situada en el nº 41 de la calle Embajadores, cerca del
Rastro, fracasaron en el proyecto principal: atentar contra la vida del
jefe del Estado, Francisco Franco?
A principios de mayo se encontraban en Manresa donde fue a
recogerlos el guía Catalá para pasarlos a Francia. César se quedó en
Barcelona.
En Perpiñán se cruzaron con José Lluís Facerías que pasaba a
España junto con Guillermo Ganuza Navarro, Jesús Martínez y el ex
boxeador Juan Serrano.
La partida del grupo no había escapado a los vigilantes y bien
organizados servicios de información franquistas y, con el propósito
de exterminar a todos sus componentes, les tendieron varias emboscadas
en su camino hacia la Ciudad Condal. Cuando llegaban a la carretera
que va a Sant Feliu de Codines, cerca de Sant Llorenc Savall, Ganuza
y Serrano iban en avanzadilla y los otros dos algo rezagados. Al cruzar
la ruta los dos primeros, recibieron una granizada de balas. Ganuza
cayó muerto en los primeros disparos y Serrano3 recibió un balazo en
una pantorrilla. Facerías y Jesús Martínez tumbados en la cuneta,
contestaron al fuego de los guardias. Al cabo de unos minutos de
tiroteo, Facerías lanzó una bomba de mano y los dos amigos aprove-

1 José González Puig fue condenado a muerte el 16 de diciembre de 1 949,


pero se le conmutó la pena por la de 30 años.
2 Véase el libro de Antonio Téllez: La guerrilla urbana, Facerías, Ed. Ruedo
Ibérico, París, 1974.
3 Serrano fue asesinado porla policía, en las calles de Barcelona, el 5 de
noviembre de 1949.
135
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

doctor sin inmutarse-, pero debo advertirle, pensando en el herido, que


comete usted una imprudencia que puede serle fatal. Yo soy cirujano,
efectivamente, pero mi especialidad son las hernias o apendicitis, para
otras operaciones no soy el más indicado.
Los argumentos del doctor hicieron vacilar a Sabaté y terminaron
convenciéndole.
—Está bien, de acuerdo. Olvide que he venido a verle. Será lo
mejor para todos, hasta para usted... Perdone la molestia.
Francisco recordó entonces que Pedro Adrover Font conocía a un
médico antifascista, humanitario a carta cabal y que nunca se había
negado a prestar esta clase de servicios. Después de algunas gestiones
infructuosas para encontrar al Yayo, consiguió localizarlo y obtener la
dirección deseada.
El doctor, dispuesto una vez más a aportar su ciencia a la causa del
antifascismo español, acompañó al Quico hasta el lugar donde yacía el
herido. El diagnóstico fue bueno: el proyectil había atravesado el
cuerpo sin tocar ningún órgano vital. Si no surgían complicaciones —y
felizmente la herida no presentaba ningún síntoma de infección- José
se restablecería muy pronto. Después de efectuar una cura meticulosa,
regresó a Barcelona. L
Se había resuelto el problema más importante, la asistencia mé-
dica, pero quedaba pendiente la cuestión de seguridad, pues donde se
encontraba el herido no ofrecía garantías para una estancia algo
prolongada. El Quico decidió trasladarlo sin demora a un lugar donde
pudiera restablecerse con toda tranquilidad para todos.
Para llevar a cabo su plan se dirigió a la finca de un campesino que
sabía tenía una tartana y, sin mayores explicaciones, le dijo:
—Necesito tu carro, me es indispensable. Toma lo que vale. Si se
pierde te compras otro y dices que te lo han robado.
Le entregó 40.000 pesetas.
Con José en el coche de dos ruedas, El Quico se dirigió hacia Sant
Boi donde, después de abandonar el vehículo y caballo, simuló que
salía del manicomio del pueblo -para que no causara sospechas el mal
semblante de su hermano—, alquiló un taxi y se hizo conducir a
Martorell.
Había llegado a una base donde creía que no corría ningún peligro
y que se ajustaba a las necesidades de la hora, pero…
Apenas instalados en el nuevo refugio, los Sabaté se enteraron -
132
TERROR EN BARCELONA

Para la ejecución del plan se distribuyeron en dos grupos: Face-


rías, Adrover y Juan Serrano se encargarían de colocar una bomba en
el Consulado general de Bolivia, calle Gerona nº 148; El Quico,
Francisco Martínez y un tercero se ocuparían de colocar los explosivos
en los consulados del Perú, calle Muntaner nº 273, y del Brasil, Rambla
de Cataluña nº 88.
El día 15 de mayo de 1949, como estaba previsto, se realizó la
operación. En el Consulado brasileño se produjo un incidente de poca
importancia: al neutralizar al vigilante de turno, la pistola de éste se
disparó accidentalmente ocasionando la alerta en el lugar. Al produ-
cirse el intempestivo disparo era casi medianoche. Sabaté retiró en-
tonces el fulminante de retardo de la bomba y lo sustituyó por una
mecha corta para que estallara a los pocos segundos, antes de que
acudiera gente y el artefacto pudiera ocasionar alguna víctima inocente.
Al operar con precipitación, montó la mecha defectuosamente y falló.
El cónsul brasileño, Noveras Portes, se salvó del susto.
En cambio, las otras dos cargas explosivas cumplieron perfecta-
mente su cometido. En el Consulado de Bolivia se colocó en la puerta
principal; en el del Perú, Sabaté la colocó en el balcón sirviéndose de
una caña de pescar. En fin, era aproximadamente la una cuando las
<<bombas consulares» estallaron. Los dos representantes de los gobier—
nos amigos de Franco, José María Puigcerver (Bolivia) y Octavio
Cabero de San Miguel (Perú) sólo sufrieron, dada la hora tardía, el
sobresalto de un brusco despertar. Los edificios sufrieron daños mate-
riales de poca consideración. que era lo que se deseaba. Quiso hacerse
una manifestación explosiva y <<explosiva» fue.
El 20 de mayo, un grupo, en el que figuraban Ginés Urrea Piña,
Antonio Moreno Alarcón. Santiago Amir Gruañas y Francisco Martínez,
daba un atraco. Dos de ellos alquilaron un taxi en la plaza de España
y obligaron al conductor. Andrés García Martínez, a dirigirse hacia la
calle Tarragona. Al llegar a la de Eusebio Planas, lo hicieron parar
frente al número 36. Uno de ellos se apeó y se unió al resto del grupo
que allí esperaba. Mientras Antonio Móreno se quedaba de guardia en
la puerta, los demás penetraban en lo que era domicilio particular de
Francisco Puig Alemany, después de abrirles la puerta el propio
interesado. Ginés Urrea y Amir Gruañas se presentaron como ins—
pectores de Hacienda que deseaban examinar los libros contables de su
negocio de contratista de obras. Pasaron a su despacho, acompañados
137
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

lo metió en un saco, y disfrazado de payés salió con el bulto al hombro


hacia Barcelona. Allí se entrevistó con algunos compañeros y juntos
trazaron un plan de campaña. La idea consistió en armar un lío entre
los policías de Barcelona y las autoridades de Martorell y aprovechar
la diversión para poner a salvo a José.
Sabaté conocía en la localidad a un ex militante obrero que.
adaptado a la situación, se había convertido en una figurilla municipal.
Hombre prudente, se aplicaba aquello de <<hoy por ti, mañana por mí».
y en realidad estaba a bien con todo el mundo; la cosa venía de perilla.
Siguiendo las instrucciones de Sabaté, un amigo fue a visitarlo
como quien no quiere la cosa:
-Oye… parece que la casa de Fulano está llena de policías… ¿Ha
pasado algo...?
-Pues… no sé nada… me parece increíble. Ahora mismo voy a
informarme al cuartelillo.
La Guardia Civil tampoco estaba enterada del asunto. El jefe del
puesto consideró que la manera de proceder de las autoridades bar-
celonesas era una intolerable intromisión y una usurpación de funcio-
nes. ¿Con qué derecho la policía forastera intervenía en el pueblo sin
informar de ello a los poderes legítimos? Se imponía clarificar la
situación.
El ex militante y neofalangista, imbuido de su importancia,
acompañó a una pareja de la Guardia Civil a la casa indicada. Cierta
era la cosa. Invocó su autoridad y se armó una disputa guiñolesca.
Acudieron otros guardias que efectuaban pesquisas en Martorell.
Mientras en aquella casa todo el mundo discutía de prerrogativas,
extralimitaciones, abusos y otras hierbas, El Quico, secundado por
Francisco Martínez, Santiago Amir Gruañas (El sheriff) y José Gon-
zález Puig, hicieron subir a José a un automóvil y lo trasladaron a
Abrera.
José, sin más percances, pudo restablecerse y logró poco después
llegar a Francia acompañado por el guía Catalá y otro compañero de
Manresa. A últimos de abril llegó a Toulouse y, durante cierto tiempo.
se consagró al trabajo orgánico de su comarcal de origen, de la cual fue
nombrado Secretario.
Después de poner a salvo a José, todo el grupo volvió a Barcelona,
excepto José González Puig que se marchó a Manresa, pero quedó
citado con El Quico para un día próximo en la calle Tallers, cerca de
134
TERROR EN BARCELONA

mayo de 1949. Detenido cerca de Gironella, cuando se dirigía a


Manresa en misión orgánica, para escapar a los interrogatorios absor-
bió, el 3 de junio de 1949, una cápsula de cianuro que llevaba
disimulada para tal eventualidad en un botón.
El 2 de julio, otro grupo, en el que figuraban Pedro Adrover Font,
Domingo Ibars Juanias, Arquímides Serrano Ovejas, Francisco Mar-
tínez Márquez y César Saborit Carralero, daba un atraco a ICAM,
fábrica de construcción de maquinaria para cerámica, sita en la calle
Pedro IV, nº 109.
Hacia las once y media de la mañana alquilaron un taxi en las
inmediaciones del Hospital Clínico y cuando circulaban por la Avenida
de Montserrat, cerca de la calle Cerdeña, le quitaron el coche, docu-
mentación, bata y gorra y se presentaron en el establecimiento citado.
Después de amenazar al jefe de personal, Juan Cervantes Clemente, lo
hicieron penetrar en el despacho del gerente al que obligaron a abrir la
caja de caudales, apoderándose de 50.000 pesetas. Luego huyeron en
el taxi que los esperaba en la puerta y que” su propietario, Francisco
Artieda Arans, pudo recuperar poco después abandonado.

Al margen de esta actividad capitalina, a primeros de julio de


1949, coincidiendo con el comienzo de la vuelta ciclista a Francia,
José Pascual Palacios, Secretario de Coordinación del Movimiento
Libertario en Francia, acompañó hasta los Pirineos a un grupo de
compañeros aragoneses que debían actuar en su región. Los hombres,
bien armados, cruzaron la frontera por el lago de Urdiceto, provincia
de Huesca. En la tropa figuraban veteranos y novatos. Entre los
primeros: Luciano Alpuente, Alejandro Tiburcio, Eusebio Montes
Brescos, Jaime Jordán y otro; entre los segundos: Aurelio Martí,
Antonio Alquezar, Jaime (El Rubio) y otro. Los responsables de la
partida eran dos luchadores experimentados: Antonio Ribera y Antonio
Carruesco.
Sin novedad digna de señalar llegaron cerca de Alberuela de la
Liena, pero algunos hombres se encontraban muy agotados y decidieron
descansar en una casa de campo abandonada, que debía denominarse,
sin garantía absoluta, Mesón de Sivil. Ribera había desaconsejado
aquel alto, pero, ante las insistentes solicitaciones de sus amigos,
aceptó de mala gana pero con la firme promesa de que proseguirían el
139
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

charon la explosión para recoger al herido y huir, dejando abandonado,


por supuesto, el cadáver de Ganuzal.
Sin más percances llegaron a Barcelona donde, después de procu-
rar asistencia médica a Serrano, establecieron contacto con Francisco
Sabaté y otros compañeros.
Por aquel entonces, en las Naciones Unidas se había discutido el
<<caso español» y algunos países sudamericanos -Bolivia, Perú, Brasil
y Colombia- habían propuesto, con la aprobación de la Comisión
Política, que fuera anulada una recomendación acordada en diciembre
de 1946 tendiente a que los Estados miembros prescindiesen de acreditar
en Madrid embajadores o ministros plenipotenciarios. El mantenimiento
o el rechazo de tal recomendación, que es lo que se debatía en la ONU,
no tenía prácticamente la menor importancia, pues, desde el primer
día, fue desacatada por todos aquellos países que lo consideraron
conveniente. Más aún, la República Argentina, que no tenía embajador
en Madrid, se apresuró a enviarlo en cuanto la Asamblea recomendó lo
contrario. Después, so pretexto de que la ratificación de la recomen-
dación no se hizo en 1947, otros países nombraron representantes
oficiales cerca de Franco, y si las grandes potencias no lo hicieron
encomendaron las mismas misiones a Encargados de Negocios, que
era exactamente lo mismo.
Sin embargo, dado que el exilio vivía casi exclusivamente pen-
diente de las resoluciones de la Asamblea, los resistentes libertarios
quisieron hacer un acto de protesta que tuviera tanta repercusión en el
extranjero como los propios debates de la,ONU.
Facerías y Jesús Martínez se entrevistaron con la comisión de
Defensa para examinar la situación y concretar la acción más conve-
niente. Se decidió celebrar una reunión más amplia en la que estuvie-
ran presentes representantes de otros grupos de acción. Esta << asamblea»
se celebró en el monte San Pedro Mártir, en el límite del barrio de
Pedralbes y.Esplugues, con asistencia de unos doce compañeros.
José Lluís Facerías, Francisco Sabaté y la propia comisión de
Defensa propusieron un hecho <<explosivo» contra los consulados de
los países que votaron por Franco, y se eligieron los de Bolivia, Perú
y Brasil.
1 Ganuza al terminar la guerra civil se había quedado en España. Sufrió
varias detenciones y salió en libertad en agosto de 1948, fecha en que se
incorporó al grupo de Facerías y con él pasó a Francia.
136
TERROR EN BARCELONA

asediados lograran saber cuántos guardias los cercaban. El grupo tuvo


que esperar la noche para intentar una salida. Primero hicieron unas
descargas cerradas de protección, pero comprobaron con sorpresa que
nadie contestaba a los disparos. Sin esperar más tiempo todos salieron
a gatas. Tuvieron que rendirse a la evidencia, los guardias civiles
habían desaparecido.
Sin buscar explicaciones a un hecho tan inesperado, se alejaron de
la zona peligrosa. Podía haber sucedido que el enemigo fuera una
contrapartida poco numerosa y que alguno de sus componentes hubie-
ra sido herido. Sus colegas podían haber decidido evacuarlo y, al
mismo tiempo, pedir refuerzos. También podían haber pensado que a
favor de la noche las tomas cambiarían y que de cazadores se podían
convertir en cazados.
El grupo encontró en su camino un riachuelo y un manantial que
brotaba de la ladera del monte y allí se detuvieron un momento para
comer un poco de pan y chocolate. Aguas abajo descubrieron más tarde
unas cuevas desde donde era fácil defenderse, en caso de ataque, y que
permitían divisar con tiempo la llegada de cualquier eventual enemi-
go.
Estas cuevas, se decía, habían servido de refugio al célebre
bandolero aragonés Mariano Gavin (Cucaracha), héroe popular en los
años 70 del siglo XIX. Según Felipe Alaiz1, todavía se recuerda en
Aragón una copla que dice:

Aunque ¡enga mala fama


<<Cucaracha» es un gran hombre,
porque el trigo de los ricos
10 reparte entre los pobres.

Allí comprobaron que El Rubio y otro habían desaparecido. Más


tarde supieron que habían regresado a Francia sin novedad.
Era el día 11 de julio y los víveres se habían agotado completa-
mente. Ribera encargó a Carruesco y a otros dos que fueran a buscar
algo donde clavar el diente a unos campos cercanos, aunque sólo
fueran patatas y cebollas. El, con Luciano Alpuente, decidió acercarse
a un caserío que se divisaba en la loma de un monte próximo, a unos

1 Tipos Españoles, por Felipe Alaiz, Ed. Umbral, París, 1965.


141
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

por el contable que casualmente se encontraba allí de visita, y de la


esposa e hija del contratista, Mercedes Domingo Lláñez y Rosario
Puig Domingo, respectivamente. Entonces, pistola en mano, pidieron
al dueño que les entregara todo el dinero que tuviera. Mientras Santia-
go Amir se apoderaba de 75.000 pesetas que estaban en el cajón de un
armario, el contable, Pedro Tortura, se abalanzó sobre él con el
propósito de quitarle el arma pero, en el forcejeo, se disparó la pistola,
y la bala, después de herir al empleado, hizo blanco accidental en la
hija de Francisco Puig, matándola. La criada, Caridad Valcárcel Campo,
al oír el disparo se puso a dar gritos de terror. Todos se dieron a la fuga
con el taxi que abandonaron en la calle Calabria.
El general de generales, el generalísimo Francisco Franco, llegó
a Barcelona el día 30 de mayo. Resulta inútil hablar de las precauciones
extraordinarias que se tomaron en tal circunstancia, dada la actividad
de los grupos de acción en la Ciudad Condal durante todo el mes.
Señalaremos que José Lluís Facerías, Enrique Martínez Marín y
Jesús Martínez hicieron entonces un corto viaje a Francia, pues cru-
zaron la frontera el 8 de junio, pero a últimos del mismo mes se
encontraban de nuevo en Barcelona.
El viernes, día 3 de junio, hacia las once y media de la mañana,
estallaba una bomba en el altar de San Pancracio de la catedral, que
había colocado Pedro Adrover, sin causar víctimas pero sí un gran
pánico.
El día 15 otro artefacto hacía explosión en una de las ventanas del
Palacio de Justicia, en la calle Almogávares, causando algunos daños
materiales.
De estos fuegos artificiales -que los comunistas, siempre tan
oportunos, denunciaron como una provocación falangista— se derivó la
destitución fulminante del jefe superior de Policía de Barcelona,
Manuel Chinchilla, a quien sucedió José María Albert Rodríguez.
Mientras los grupos de acción proseguían incansablemente sus activi-
dades en Barcelona, el Movimiento Libertario perdía a uno de sus más
abnegados y eficientes luchadores, Francisco Denís Díez (Catalá)l. Este
había pasado por enésima vez la frontera franco-española el 29 de

1 Francisco Denis, oriundo de León, fue comisario del 2º batallón de la 121


brigada mixta durante la guerra civil. Guía consumado, ejercía constantes
misiones de enlace entre España y Francia desde 1943.
138
TERROR EN BARCELONA

pronunció unas palabras ininteligibles y expiró.


Los guardias habían divisado a Alejandro cuando éste tuvo que
arrastrar a su compañero, pero él, para que no supieran que estaba solo
y evitar que intentaran atacarlo por la espalda, con una mano hacía
disparos de <<Colt» mientras con la otra disparaba ráfagas cortas con la
<<Thompson», que en aquella montaña sonaban como cañonazos.
Entre unas cosas y otras el tiempo había transcurrido y el sol
llegaba al ocaso. El guerrillero esperaba impaciente la noche para
intentar escapar. Pero a la luz del día sucedió una magnífica luna que
alumbraba el paisaje como un potente proyector, y Alejandro dedicaba
epítetos al astro de la noche poco aptos para ser reproducidos.
Con luna 0 sin ella era necesario salir de allí. Después de recoger
todo lo que Ribera llevaba encima, hasta su reloj de pulsera, se ajustó
las dos mochilas al cuerpo y emprendió una corta pero veloz carrera
hasta los matorrales cercanos. Se tumbó en el suelo mientras una lluvia
de balas pasaba sobre su cabeza. Pegado al suelo avanzaba unos
cuantos metros y esperaba vigilante para ver si lo perseguían, pero los
guardias, prudentes, permanecían agazapados sin dejarse ver. Para
impedir que los perros pudieran seguirle la pista desparramó en ella
pimienta y con el mayor sigilo fue ganando distancia hasta que se
incorporó y salió corriendo. En su carrera llegó al borde de un barranco
en el fondo del cual se oía el murmullo de un río. Dedujo que era el
mismo que el grupo había recorrido la noche anterior antes de llegar a
las cuevas de <<Cucaracha», pero el problema era poder descender la
pared escarpada. Inconscientemente maldecía en voz alta a dios y al
diablo cuando oyó una voz que decía:
-¿Eres Alejandro?
-Sí…
-¿Quién está contigo?
-Nadie, estoy solo.
-Entonces… ¿Con quién hablas?
-¿Con quién quieres que hable si estoy solo?
Luciano Alpuente salió de donde estaba agazapado. Explicó que
al llegar la patrulla hizo unos cuantos disparos desde donde se había
escondido y que luego decidió escapar, pensando que ellos habían
hecho lo mismo pero en otra dirección. En su carrera por el monte
había perdido un zapato y tenía un pie lacerado por las piedras y los
pinchos, casino podía andar. Alejandro, mientras con sus calcetines y
143
SABATE. GUERR[LLA URBANA EN ESPANA

camino antes del amanecer. La habitación improvisada se componía de


una planta baja, con paja abundante, y en la parte superior un granero.
Dos hombres se quedaron de guardia y los demás se tumbaron a
dormir, unos arriba y otros abajo. El cansancio de todos era realmente
tan grande que nadie resistió a la tentación de prolongar el alto y el sol
ya estaba alto en el horizonte cuando todavía dormían a pierna suelta.
Decidieron permanecer allí hasta el anochecer.
Por la tarde, Ribera observó una patrulla de la Guardia Civil que
se acercaba a la casona. Difícil es saber si alguien había ya señalado
el paso del grupo, cosa muy verosímil, pero también es posible que
tantos hombres, a pesar de las consignas estrictas de Ribera, obligados
a cierto vaivén, hubieran sido observados por algún prismático de las
patrullas vigilantes.
Cuando se dio la alerta los hombres de guardia eran Luciano
Alpuente y Aurelio Martí1. En la primera descarga que hicieron los
civiles el segundo cayó muerto. Alpuente pudo parapetarse y contestar
al fuego. El tiroteo prosiguió con gran intensidad. Ribera indicó a los
compañeros que estaban en el granero la necesidad de intentar una
salida, imposible por la puerta que estaba perfectamente batida y por
la cual no se podía ni asomar la nariz. El granero disponía de un
ventanuco en la parte posterior de 1,00 x 0,70 m aproximadamente,
utilizado para introducir gavillas y sacos. Alejandro Tiburcio, antes de
saltar, sacó por la abertura el sombrero colocado en el cañón de la
metralleta. Una descarga dejó la toca hecha una criba y el rebotar de
las balas le llenó los ojos de tierra. Intentar salir por allí también
representaba un suicidio. Sin embargo, El Rubio manifestó que estaba
dispuesto a tentar la suerte; prefería morir, si era necesario, antes al
aire libre que en aquella ratonera, donde todos serían achicharrados si
daban tiempo a que llegaran refuerzos. Dicho y hecho, de un brinco se
lanzó al campo, pero antes de tocar el suelo una bala bien dirigida le
atravesó el muslo. Pegado a tierra se arrastró hasta un pequeño murete
de piedras y se parapetó. El tiroteo prosiguió todo el día sin que los

1 Aurelio Martí, aragonés, había nacido en 1925. Su padre, militante de


la CNT, fue fusilado por los franquistas. En 1946 fue llamado a filas y destinado
a Barcelona, pero el mismo año desertó y pasó a Francia con una chica de
Banyoles (Gerona) de la cual estaba enamorado. Se quedó a vivir en Villelon—
gue—de—Ia-Salanque (Pirineos Orientales). Cuando murió dejaba una hijita de 8
ó 9 meses.
140
TERROR EN BARCELONA

Cuando se alejó el cura, Alejandro se apresuró para advertir a sus


compañeros, pero éstos ya salían de la casa riéndose como locos. La
dueña también los había tomado por guardias de la contrapartida y los
había recibido diciéndoles: <<¿Ya están ustedes aquí? Pues tendrán que
esperar un poco, la cena todavía no está lista.»
Sacaron de su engaño a la mujer y, sin pedir permiso, se apode-
raron de una hogaza de pan que estaba sobre la mesa, de algunos
huevos y otras cosas preparadas para la Guardia Civil. Antes de
marcharse entregaron a la mujer unos billetes de banco.

A primeros de junio de 1949 Francisco Sabaté había regresado a


Francia para pasar unos días con su familia, en la casa de campo
próxima a la frontera.
Pero El Quico, como sabemos, había sido condenado en rebeldía
a una pena de cárcel y las autoridades galas no lo echaban en olvido.
El sábado 4 de junio los gendarmes se presentaron en el Mas Casenove
Loubette. Mientras Leonor abría la puerta. Sabaté se escondía en un
desván que servía de granero y al cual se subía por una escalerita
interior.
La compañera de Sabaté hizo pasar a los gendarmes y mientras
discutían en una habitación, El Quico se deslizaba por una trampa que
comunicaba directamente con un cuarto que daba a la calle y salía
huyendo a campo traviesa. Pero esta vez los gendarmes sabían que el
perseguido estaba en su casa y habían adoptado precauciones para que
no se les escurriera de entre las manos como una anguila. La masada
estaba cercada. Al salir corriendo como un galgo, los gendarmes
hicieron disparos de intimidación y lanzaron un perro en su persecu-
ción. El can alcanzó al fugitivo y lo inmovilizó clavándole los colmillos
en la pantorrilla. Siempre conservó las cicatrices de aquellos mordiscos
y más de una vez las enseñaba riéndose como si se tratara de un buen
chiste.
Ya detenido, Sabaté hizo oposición al juicio. Vista la causa el 28
de junio, fue condenado a la pena mínima de dos meses de cárcel, pero
el Tribunal de Apelación de Montpellier, el 6 de octubre del mismo
año, transformó la sentencia en seis meses de cárcel y cinco años de
confinamiento. El Quico fue encerrado en la prisión de Montpellier.
donde estuvo más de la cuenta —cerca de un año- por razones que
145
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

cuatro o cinco kilómetros, para intentar comprar algo de pan y lo que


se pudiera. Alejandro Tiburcio les advirtió del peligro que representa-
ba ir dos hombres solos a un lugar que quizás estaba perfectamente
vigilado y decidió acompañarlos.
En fila india escalaron el monte hasta llegar a la casa de campo,
pero el labriego, que sin duda los había divisado con tiempo, se había ?
encerrado en casa y atrancado puertas y ventanas.
Tuvieron que llamar insistentemente a la puerta para que el
precavido aldeano se decidiera a asomar la cabeza por una ventana
para gritarles enfurecido que se marcharan, pues no pensaba dejarlos
entrar en casa. Se entabló una larga discusión para convencerlo de que
sólo querían comprar algo de comida y marcharse acto seguido. Por fin
se dignó abrir la puerta y la conversación se prosiguió en el umbral. A
todas las preguntas de Ribera sobre si había visto patrullas, importan-
cia numérica de las mismas, frecuencia de paso, etc., la mala voluntad
en responder y la inquietud del hombre eran evidentes. Mientras
charlaban, se arrimaron a un muro próximo a la casa. Alejandro y
Alpuente se habían apostado en las esquinas opuestas del edificio.
El tiempo pasaba, Ribera sin querer recurrir a la fuerza, y el
campesino testarudo en no querer venderles nada, probablemente
después de haber recibido órdenes en tal sentido y también para
retenerlos allí todo el tiempo que pudiera.
De repente gritó despavorido: <<¡Ahí están!» y precipitadamente
penetraba de nuevo en la casa. Efectivamente, un perrazo lobo llegaba
corriendo, sin duda como avanzadilla de una contrapartida. Alejandro
se refugió detrás de una roca con el arma preparada, mientras Ribera,
que nunca se inmutaba, con el macuto en una mano y la <<Colt» en la
otra se dirigía hacia el mismo lugar pero sin apresurarse. El perro lo
alcanzó e hizo presa con sus dientes en la mochila. Con la otra mano
iba a descerrajarle un tiro cuando se oyó una descarga y Ribera cayó
al suelo herido. Arrastrándose penosamente llegó cerca de la roca
donde estaba Alejandro y se quedó inmóvil. Su amigo tuvo que
descubrirse para tirar de él mientras silbaban las balas. Una simple
mirada bastaba para comprender que la herida era mortal. Una bala le
había abierto un surco en la cabeza pero era superficial; sin embargo,
otra le había penetrado por la espalda y salido por el pecho, cerca del
corazón y la sangre manaba a borbotones. Su amigo intentó contener
la hemorragia aplicándole fuertemente una compresa, pero el herido
142
TERROR EN BARCELONA

compra del vehículo y afirmó que fue él quien abonó el importe del
mismo.
En fin, entre los objetos encontrados en el lugar del hecho
figuraban tres boinas que fueron enviadas al laboratorio para que
fueran analizadas. Los especialistas, por los cabellos que encontraron
en ellas, dictaminaron <<que existía una probabilidad, muy próxima a
la certitud», de que Sabaté hubiese utilizado una de las prendas.
Pero, el 26 de julio de 1950 se dictaba un auto de sobreseimiento
en favor del Quico fundamentado en la insuficiencia de pruebas. Era
permitido creer que, con esta decisión de la justicia, Sabaté liquidaba
su litigio en Francia. Esperanzas mal fundadas por cierto, pues el caso
de Peage de Roussillon lo persiguió hasta la muerte, por no decir que
fue lo que lo condujo directamente a ella.

El 18 de julio, durante la guerra civil, se festejaba por igual en


ambas zonas. En 1949 Pedro Adrover quiso celebrarlo colocando
algunas bombas en la capital catalana. La vigilancia había sido suma-
mente reforzada después de la actividad que habían desplegado los
grupos de acción libertarios en los últimos meses. El Yayo fue sor-
prendido cuando iba a colocar un artefacto explosivo en el Banco
Español de Crédito de la plaza de Cataluña. Perseguido por una
patrulla se vio obligado a huir cuando llevaba con él la bomba cebada
con un fulminante de retardo que debía provocar la explosión al poco
tiempo. Tuvo que deshacerse de ella y la depositó contra una farola de
la plaza. La bomba estallaba poco después de medianoche, pero esta
vez causaba la muerte de un trasnochador, José Torres Palacios, y
varios heridos.
El mismo día estallaba otro artefacto en la plaza de Calvo Sotelo,
sin causar víctimas, y otra bomba era retirada a tiempo de una de las
ventanas del Hotel Ritz, en la calle Lauria.
Los días 5 y 11 de agosto, el grupo de José Lluís Facerías efectuó,
respectivamente, dos atracos cuyo objetivo principal era conseguir,
para la comisión de Defensa, documentos españoles que debían servir
para ser reproducidos y documentar a los compañeros que se incorpo-
raran a la Organización de España clandestinamente.
El primero se hizo con éxito en el Meublé Pedralbes.
El segundo lo cometieron en el Meublé Augusta en el número 6 de
147
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

algunos trapos le improvisaba un vendaje protector, le explicó la


muerte de Ribera].
Con mil dificultades, y a punto de romperse la crisma varias
veces, lograron descender al río. Desorientados no sabían si sus
compañeros se encontraban aguas arriba o abajo de aquel punto y
decidieron seguir la dirección de la corriente sin saber si era la buena.
Al amanecer descubrieron un manantial en el que creyeron reconocer
el punto donde habían hecho un alto el día anterior. Poco después se
reunieron con el resto del grupo.
Dadas las circunstancias decidieron dar por terminada la expe-
dición y regresar a Francia. El pie herido de Alpuente representaba una
dificultad más, sobre todo acosados como estaban por las contrapar-
tidas que en todo el camino no les dieron ni un momento de tregua.
El viaje hasta la frontera lo hicieron con la Guardia Civil pegada
constantemente a sus talones, mientras otras patrullas intentaban
cortarles el paso. Todos los días, sin excepción, al caer la tarde, se
veían obligados a entablar combate, por suerte sin tener que lamentar
nuevas bajas.
El grupo guerrillero, después de tan catastrófica expedición,
llegó al país galo. Citaremos una anécdota de esta retirada.
Un día, carentes de víveres, decidieron bajar a un pueblecito para
abastecerse. Dos hombres penetraron en la primera casa que encontraron
mientras Alejandro se quedaba de guardia en la calle. En la oscuridad
de la noche éste vio llegar lo que pensó era una mujer pero, ya más
cerca, comprobó que era un cura. Con la metralleta bien visible le
preguntó que hacía por allí en hora tan tardía. El sacerdote, sin
demostrar la menor sorpresa al tropezarse con un hombre armado, dijo
lo más naturalmente del mundo: <<¡Ah! ¿Ya han llegado ustedes? Los
esperan en la casa del alcalde. Venga conmigo que allí voy.»
Por el cura se enteró que estaban por llegar refuerzos destinados
a darles caza junto con la Guardia Civil del pueblo. Le pidió que le
indicara dónde estaba la casa del alcalde y le dijo que se adelantara
para anunciar su llegada, pues él y sus amigos acudirían juntos a la cita
dentro de unos minutos.
1 Antonio Ribera nació en Fonz (Huesca) en 1919. Durante la guerra civil
combatió en las filas dela 28 división (Ascaso). Prisionero de los franquistas en
1939, pasó cinco años en la cárcel, hasta que logró fugarse y pasar a Francia.
Perteneció, en el exilio, a la Federación local de Decazeville (Aveyron).
144
TERROR EN BARCELONA

en una de las ventanas del Palacio de la Diputación Provincial, calle de


San Onorato, estalló causando solamente daños materiales.
El mismo día, Facerías y otros cuatro compañeros descendieron
de un taxi en la puerta de los garajes de la <<Compañía Arrendataria
Monopolio de Petróleos» (CAMPSA), sitos en la calle Sepúlveda, y
después de neutralizar a los guardianes acribillaron los camiones
cisterna, llamados <<cubas», con el objeto de provocar un incendio. Sin
embargo, las cubas estaban vacías y el conato de incendio pudo ser
sofocado rápidamente por los bomberos que llegaron al local minutos
después de que los autores lo hubieran abandonado en un automóvil de
la propia compañía. Al pasar frente a la comisaría de Gracia, en la
Travesera de Dalt nº 136, la ametrallaron sin causar víctimas y, al
pasar por la calle Valencia, también tirotearon a un número de la
Policía Armada que por allí transitaba, con el exclusivo propósito de
mantener el clima de inseguridad y desconcierto entre las autoridades
y la fuerza pública.
Toda esta actuación provocó, en este mes de agosto, la moviliza-
ción de todas las fuerzas policíacas, que recibieron órdenes de disparar
sin previo aviso contra los autores y de hacer el menor número posible
de detenciones.
El grupo de Facerías decidió entonces abandonar la capital catalana
hasta que la fiebre persecutoria amainara un poco y el día 22 de agosto
salía por carretera para evitar la gran vigilancia ejercida en los trenes.
Como los controles viales también habían proliferado, los cinco hom-
bres utilizaron caminos secundarios con "cambios frecuentes de vehí-
culos.
Hacia las siete y media de la tarde del 23 de agosto de 1949, en un
punto de la carretera de La Jonquera, dieron el alto a un <<Studebaker
MSG» y cuando hicieron descender a los ocupantes tuvieron la sorpresa
de ver que uno de ellos era el escritor Edgar Neville, colaborador de
ABC de Madrid y de otros periódicos españoles. Los demás pasajeros
eran: Elena Escudero, condesa de Quintanar, su hija María Cristina
Gallego y los súbditos británicos Stuart Berkeley Owen y Dejter
Brook. Uno de ellos había adquirido en Barcelona unas acuarelas y
dibujos. Al ver el atolondramiento del buen señor cuando supo que se
encontraba en manos de ANARQUISTAS, le devolvieron sus bienes,
diciéndole Face con buen humor: <<Tenga usted, Míster, la FAI protege
las obras de arte.»
149
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

expondremos a continuación.
Esta detención tuvo como primera consecuencia el abandono del
Mas Casenove Loubettel , que quedó bajo el control de las autoridades.
Leonor, con sus hijas, se fue a vivir a Toulouse.
Este fue el primer <<crimen» que Sabaté purgó en Francia -
tenencia ilícita de armas y explosivos-, condena que la prensa fran-
quista explotó ampliamente y que los jerarcas de la Jefatura de Barcelona
consideraron, con justa razón, como un éxito personal.
Pero… ¿Por qué Sabaté purgó más pena de la que dictaminaba la
sentencia?
En páginas anteriores nos referimos a un atraco perpetrado por
desconocidos contra la fábrica Rhone Poulenc, en Peage de Roussillon,
el 7 de mayo de 1948. Pues bien, Sabaté fue inculpado de participación
en el mismo y, para que así fuera, las autoridades españolas colabora-
ron muy activamente.
Carlos Vidal, propietario legal del coche con el cual se efectuó el
frustrado atraco, fue detenido en Barcelona el 4 de junio de 1949, el
mismo día que lo era Sabaté en Francia. Interrogado inmediatamente
por exhorto judicial, declaró que el vehículo matriculado a su nombre
pertenecía en realidad a un tal Francisco Sabaté y que éste, el 3 de
mayo de 1948, le había encargado que condujera el coche a Perpiñán,
cosa que hizo, y que luego le pidió que con el mismo vehículo fuera a
Lyon,… 3 lo cual se negó.
Estas declaraciones de un hombre preso en España, contra un
resistente que desde hacía años escapaba a una constante persecución,
fueron, pues, las que provocaron la inculpación de Sabaté, ya detenido
en Montpellier como dejamos dicho.
En la investigación subsiguiente la policía francesa descubrió que
El Quico había enviado un telegrama a su compañera Leonor el 19 de
abril de 1948 -menos de un mes antes del atraco- desde la oficina de
correos de Saint-Fonts, Ródano, que demostraba la presencia de Sabaté
en la región poco antes de los hechos.
El garajista de Tolón, vendedor del automóvil, reconoció formal-
mente a Sabaté como la persona que acompañó a Vidal durante la

1 En el mes de junio de 1972 visitamos esta casa de campo y la


encontramos casi en ruinas. La maleza había invadido los campos tan penosa-
mente trabajados y hasta la propia vivienda.
146
TERROR EN BARCELONA

cuanto pudo telefonear a Perpiñán, Mariano Puzo1 salió a su encuentro


con una ambulancia. Facerías lo esperaba en la carretera e inmedia-
tamente fue en busca de los rezagados. La ambulancia tuvo que esperar
un par de horas antes de que llegaran los supervivientes con el herido
a cuestas. En Perpiñán un médico particular practicó una primera cura
y luego Franquesa fue transportado a una clínica donde permaneció
varias semanas con diagnóstico de pronóstico grave.
Del Secretariado Intercontinental bajó a la frontera José Pascual
Palacios para hacerse cargo del grupo. Facerías le entregó lo poco que
habían salvado de los atracos cometidos en Barcelona.

1 Mariano Puzo, nacido el 8 de septiembre de 1914 en Naval (Huesca),


falleció el 22 de enero de 1978 en Perpiñán.
151
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

la calle Regás. A eso de las tres de la madrugada, después de quitarle


al sereno Enrique Terés Costa su revólver de calibre 38, penetraron en
el establecimiento cuya clientela pertenecía a la clase acomodada y
donde la recolección de <<papeles» era fructífera, pues ya se había
recurrido anteriormente al mismo procedimiento. Después de vaciar
las carteras y billeteros de los presentes, todos los empleados y
clientes fueron encerrados en una habitación interior y se dieron a la
fuga con el taxi de Jesús Ramos Alondo que en aquel momento llegaba
allí con nuevos clientes. El coche fue abandonado en la calle Otger,
esquina de la calle de San Adrián.
Al día siguiente, el día 12, hacia las 11 de la mañana, José Lluís
Facerías, El Quique, Celes y Antonio Franquesa, atracaban la joyería
Rudolf Bauer, de doña Emma Schwiters Bauer, sita en la calle Valencia,
nº 270 bis, junto con Pedro Adrover y otros dos, apoderándose de un
botín que los propietarios valoraron en 500.000 pesetas. El mismo
grupo atracaba el día 13 la fábrica de automóviles <<Eucort, S.A.», en
la calle Nápoles nº 124, apoderándose de unas 100.000 pesetas.
El día 16 de agosto, en el marco de la operación <<documenta-
ción», Facerías, El Quique, Celes, Franquesa, Pedro Adrover, Fran-
cisco Martínez, Arquímedes Serrano Ovejas y algunos más, hacia las
nueve y media de la noche, ocupaban la casa de campo llamada Mas del
Bosch, en la carretera de la Rabassada, en el término municipal de Sant
Cugat del Vallés, propiedad de la viuda Montserrat Lluch Grau y
obligaron a cuantas personas se encontraban en la finca a pasar a una
habitación donde fueron encerradas junto con el personal doméstico.
Entre los presentes se encontraba el abogado Guillermo Bañeres
Martín.
Pedro Adrover se quedó allí de guardián y los demás se situaron
en un cruce de la carretera de la Rabassada con un camino particular
de unos 150 metros que conducía a la finca. En este punto paraban a
todos los vehículos que llegaban y los hacían penetrar por el camino
hasta el Mas del Bosch, donde examinaban los documentos, se apro-
piaban de los que les interesaban y también, según de quién se tratara,
del dinero. Después de controlar así una decena de automóviles, cuyos
ocupantes eran encerrados en una habitación de la casa, huyeron en un
<<Lincoln» controlado que abandonaron poco después en Pueblo Nue—
vo.
El 19 de agosto fue un día de gran actividad. Una bomba colocada

148
IX

EXTERMINACIÓN

El mes de octubre de 1949 fue terriblemente trágico para los


grup0s de acción que operaban en Barcelona]. En pocos días perdieron
la vida muchos militantes del Movimiento Libertario. En la larga lista
figuraban: Luciano Alpuente (Enrique Madurga Herrero), José Sa-
baté Llopart (el hermano mayor del Quico), Julio Rodríguez Fernán-
dez (El Cubano), Juan Serrano (Antonio García García), José Luis
Barrao, Francisco Martínez Márquez (Paco), Arquímides Serrano
Ovejas. Decenas y decenas fueron detenidos y algunos más tarde
fusilados, como José Pérez Pedrero (Tragapanes), Pedro Adrover Font
(El Yayo), Jorge Pons Argilés, Santiago Amir Gruañas (El Sheriff),
Ginés Urrea Piña. También fueron localizados varios médicos que
fueron acusados de haber concedido asistencia a resistentes heridos en
refriegas con la fuerza pública.

* Esta denominación de agrupos», que permite suponer una estructura-


ción racional, era más teórica que real. Aunque en principio los combatientes se
agrupaban por afinidad, todos actuaban indiferentemente, según las circuns-
tancias, con otros <<grupos». La regla básica de la clandestinidad, o sea la
compartimentación de los grupos entre sí, nunca fue aplicada en el Movimiento
Libertario. Todos se relacionaban constantemente, los responsables eran
conocidos de todos y los puntos de apoyo solían ser comunes. En las mismas
casas se albergaban, cuando unos pasaban a Francia, los que acababan de
llegar a Barcelona. Esta manera de actuar condujo siempre a amplias caídas,
pues la detención de un miembro de un grupo, de un enlace, el descubrimiento
de un refugio, permitía a la policía seguir una pista interminable que llegaba
hasta Toulouse.
153
SABATE. GUERRMA URBANA EN ESPANA

Este señor, si mal no recordamos, era director de teatro y luego


refirió su aventura en un periódico londinense.
La Prensa española, a pesar de la notoriedad de Neville, no dio
publicidad al asunto, pero el propio Edgar hizo el relato en sus
tertulias, aportando fidedigno testimonio de la existencia de los
grupos de acción anarcosindicalistas. El autor de Don Cloraro de Po-
tasa1, humorista malogrado que, para garantizar su futuro, ingresó en
el cuerpo diplomático, se hizo luego peliculero y llegó a prodigar
elogios, a tanto la línea, al régimen franquista, explotó entonces su
momento de <<heroicidad».
Después de atar a todo el mundo a unos árboles próximos a la
carretera, con el vehículo se dirigieron hacia la frontera, abandonán-
dolo en las inmediaciones de la localidad de Vilamalla, del partido
judicial de Figueres y a unos 5 km al sur de esta ciudad.
Pues bien, entre requisar y abandonar coches, correr a campo
traviesa y dormir a la luna de Valencia, el grupo perseguido llegó a la
frontera francesa el día 26 de agosto. Ya creían los cincojóvenes haber
concluido sus peripecias, cuando cayeron en una emboscada que les
había tendido la Guardia Civil. El grupo, sin previo aviso, fue acogido
en un sendero con fuego graneado. Celedonio García Casino2 y En-
rique Martínez Marín3, que iban en vanguardia, fueron mortalmente
alcanzados por los disparos. Antonio Franquesa fue herido gravemente:
recibió un tiro en la boca y otro le fracturó un brazo. Facerías y el otro
resultaron ilesos como por arte de magia. Después de protegerse y
contestar con sus armas a la agresión, lograron abrirse paso con
bombas de mano y cruzar la frontera llevando al Toni malherido. Los
cuerpos de sus dos amigos quedaron allí en el monte. También perdieron
casi todas las joyas y alhajas procedentes del atraco a lajoyería Bauer.
Ya en Francia, cerca de L'Albere, Facerías dijo a sus dos compa-
ñeros que se fueran acercando, como pudieran, a la carretera que va de
Perpiñán a Figueres, mientras él se adelantaba para buscar auxilio. En

1 Edgar Neville, nacido en 1900, falleció en Madrid el 22 de abril de 1967.


? Celedonio García nació en Barcelona el 25 de diciembre de 1922.
Dejaba a su compañera Remedios Falceto con una hijita llamada Olga.
3 Enrique Martínez nació en Barcelona el 14 de abril de 1927. Ambos
fueron enterrados en el cementerio de Espolla, p.]. de Figueres, provincia de
Gerona.
150
EXTERMINACIÓN

era que el <<pequeño» permaneciera tranquilo y, sobre todo, que


estudiara y se capacitara. Pero Manolo quiso de nuevo correr la
aventura, esta vez no como torerillo, sino como luchador.
Manolo aprovechó el encarcelamiento de Francisco -en junio de
1949- y la ausencia de José que acababa de pasar a España con un grupo
de acción, para incorporarse a otro de los grupos preparados para
cruzar la frontera.
Ramón Vila no era hombre de ciudad, su terreno predilecto era la
montaña y era uno de los mejores guías que tenía el Movimiento
Libertario. Esta vez debía acompañar hasta cerca de Barcelona al
grupo de Saturnino Culebras Saiz (Primo), en el cual iban: su hermano
Gregorio, un francés llamado Manuel Aced Ortell, José Conejos
García, Miguel Acevedo Arias, Juan Busquets Vergés y el italiano
Helios Ziglioli, estos dos últimos para unirse en Barcelona al grupo de
José Sabaté. Después de cumplida esta misión, Ramón se quedaría en
el monte con Manuel Sabaté para efectuar sabotajes en las líneas de
alta tensión. '
Los nueve hombres, después de pasar por la base de Cal Moreno,
cerca de Berga, llegaron sin novedad a las proximidades de Manresa.
Fue ahí donde tuvieron un primer incidente. Saturnino tomó la deci-
sión de apoderarse de un coche para terminar con él el camino hasta
Barcelona, pues ya estaba harto de tanta caminata. En la carretera que
va de Rocafort a el Pont de Vilomara, tres hombres en medio de la
carretera hicieron señas a un automóvil que llegaba de la primera
población citada para que parara. El conductor, al ver el grupo armado,
comenzó a frenar como si fuera a detenerse, pero cuando llegó a pocos
metros aceleró a fondo y no arrolló a los tres hombres por casualidad.
Estos tuvieron entonces el reflejo de disparar sus metralletas contra los
neumáticos del vehículo. Este. con las ruedas posteriores reventadas,
se detuvo en la cuneta. El conductor era un industrial de Manresa y a
su lado viajaba una muchacha de 23 ó 24 años, que dijo era su sirvienta
y que había recibido una bala en la espalda. Entre todos pusieron el
coche en el centro de la carretera y le dijeron al chófer que condujera
despacito hasta llegar al primer pueblo donde pudieran atender a la
chica.
La policía declaró que habían asesinado a una mujer, cosa incierta
pues la herida se restableció en menos de 15 días.
Con el incidente que acabamos de relatar, el grupo armado había
155
Exrrmmcróu

capital catalana-, hacia Berga. Pero el incidente del automóvil había


movilizado en toda la zona a importantes fuerzas y los tres hombres
cayeron en una emboscada. El buen Helios cayó muerto en la primera
descarga, pero Ramón y Manolo, por verdadera casualidad, lograron
escapar indemnes.
Dos días más tarde, Caraquemada dejó al benjamín de los Sabaté
escondido en el monte mientras él iba a buscar algunos víveres a una
casa de campo de Calders, pero esta vez la Benemérita había tomado
medidas excepcionales para cazar al fugitivo y había emplazado
guardias en todos los puntos suceptibles de servir de refugio o de bases
de abastecimiento. Ya cerca de la masada, Ramón observó indicios
sospechosos y antes de llegar a ella dio media vuelta para escapar, pero
tuvo que huir acompañado por una lluvia de balas, que por fortuna no
lo alcanzaron, pero ese día sólo logró burlar a sus perseguidores
arrojándose a un precipicio con el riesgo de romperse la crisma.
Manolo se encontró, pues, sólo y desorientado en terreno desco-
nocido. Hambriento y sin experiencia, escondió sus armas y bajó a la
carretera de Moia para no perderse y comprar comida en la población.
Antes de llegar a Moia era detenido por una pareja de la Guardia Civil
y llevado al cuartelillo, donde no tardó en ser identificadol.
Helios Ziglioli había nacido en Lóvere, pueblecito lombardo
cerca de Bérgamo, el 15 de marzo de 1927, donde se crió con sus
abuelos. Su padre vivía en París hacía muchos años. Desde muy joven
abrazó las ideas anarquistas que -según el mismo contaba- le inculcó
su maestro de escuela.
En 1948 decidió conocer a su padre y se marchó a París. El
encuentro fue una verdadera decepción, acrecentada por el hecho de
que su progenitor era una “comunista fanático». En la capital francesa
se relacionó con los españoles libertarios exiliados y, recomendado
por ellos, pues Helios estaba decidido a incorporarse a la Organización
clandestina de España, con el Secretariado Intercontinental del Movi-

1 Manuel Sabaté Llopart fue juzgado rápidamente y fusilado -junto con


Saturnino Culebras Saiz (Primo), natural de Salmerón (Guadalajara), de 29
años, detenido con todo su grupo en Barcelona en el mes de octubre de 1949-
el día 24 de febrero de 1950 en el Campo de la Bota. Los franquistas
consumaron una vil venganza. En Manolo quisieron resarcirse de todos los
sinsabores y ridículos que sus hermanos José y Francisco les habían hecho
sufrir. A Manolo lo ejecutaron solamente porque se llamaba SABATE.
157
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

A continuación narraremos los prolegómenos de esta hecatombe


y algunos detalles que condujeron ineluctablemente a ella.
En el mes de agosto de 1949, la comisión de Defensa en el exilio,
junto con los responsables de los grupos de acción, efectuó cierta
reestructuración en los mismos, pues algunos de ellos eran sumamente
numerosos.
A partir del mes de septiembre comenzó la introducción de gran
número de compañeros en España. Una parte debía dirigirse a Madrid,
para intentar generalizar la lucha en la península, pero incidencias de
recorrido que reseñaremos hicieron que se produjera una amplia
concentración en la Ciudad Condal.
Destacaremos que esta llegada masiva de grupos coincidía con
una nueva actuación, mucho más expeditiva, de la fuerza pública, que
ya se había iniciado en el mes de agosto y que ya había causado bajas
muy sensibles, como las de Celes y El Quique que hemos relatado en
el capítulo anterior.
A primeros de septiembre pasaba a España un grupo conducido
por Ramón Vila Capdevila (Caraquemada) en el cual iba Manuel, el
hermano pequeño de Francisco Sabaté, sobre el cual diremos unas
cuantas palabras antes de seguir adelante. *
El benjamín de los tres Sabaté, al estallar la guerra civil era un
mocosillo de apenas nueve años. Terminada la contienda, aún con
pantalones cortos, vivió al lado de sus padres sin ninguna preocupa-
ción", salvo la de tener un hermano en la cárcel y otro en el destierro.
De carácter bondadoso, Manolo tenía sed de aventuras, ambicionaba
conocer cosas y tierras. A los 16 años abandonó el hogar para recorrer
España, montado en los topes de los trenes y con un hatillo al hombro.
Se le despertó la afición taurina y, durante algunos meses, recorrió los
pueblos de Andalucía capeando vaquillas por los prados. Varias veces,
molido y hambriento, regresó a su casa pero, otras tantas, sin advertir
a nadie, salía a recorrer los caminos. Anduvo por España de Norte a Sur
y de Este a Oeste. En 1946, ya todo un hombre, se sintió atraído por la
vida y el prestigio de su hermano Francisco y, por iniciativa propia, se
plantó en Bus (Pirineos Orientales) donde entonces vivía El Quico con
su familia. Manolo se puso a trabajar como peón en una cooperativa del
lugar.
Sus hermanos nunca quisieron que los acompañara en sus viajes
arriesgados que efectuaban a España. Todo su empeño, al contrario,
154
, / ¿ ¿

Sabaté en 1936
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

revelado su presencia y Ramón Vila decidió que era conveniente


alejarse de allí rápidamente antes de que llegaran fuerzas para darles
caza. Como esta aventura había ocurrido a eso de las diez de la noche,
decidieron esconder cerca de allí los explosivos y armas menos indis-
pensables y con equipo más ligero caminar toda la noche y, orillando
el macizo de Sant Llorenc del Munt, aproximarse a Matadepera, cerca
de Terrassa. Así lo hicieron, y al clarear el día todo el grupo se puso
a descansar en un barranco. Al atardecer decidieron que Saturnino
Culebras y Juan Busquets se adelantarían para establecer contacto en
Barcelona y resolver el problema de alojamiento para todos.
Entonces se produjo otro incidente que pudo tener graves conse-
cuencias. Cuando los dos hombres llegaban a un pueblo, preguntaron
a un campesino dónde estaba la estación. Este supo reprimir su
extrañeza, pues en aquel pueblo no pasaba el ferrocarril, disimuló y
después de indicarles un camino falso, "se apresuró a advertir a la
Guardia Civil. Los dos amigos no tardaron en darse cuenta de que
andaban completamente perdidos y al volver sobre sus pasos vieron
llegar un camión lleno de fuerzas. Los guardias, que también los
divisaron, saltaron del vehículo. Saturnino y Busquets hicieron unos
disparos de pistola y obligaron a los llegados a ponerse cuerpo a tierra
y, como anochecía, penetraron en el monte sin ser perseguidos.
Al día siguiente, por la mañana temprano, Busquets'fue a Terrassa
con las botas de su amigo, para comprarse calzado, pues sus zapatos
habían quedado destrozados, y algunos víveres. Cuando regresó junto
a su amigo comieron un poco y, sin más dificultades, tomaron el tren
en Terrassa y llegaron a Barcelona. Ya en la capital, celebraron una
entrevista en el Clot con José Sabaté y otros compañeros. Resuelto el
problema del alojamiento, Saturnino fue a buscar a los demás compo—
nentes del grupo y llegó con todos ellos a Barcelona, pero -no sabemos
por qué- después de haber enterrado en un lugar todas las metralletasl.
Ramón Vila, después de despedirse del grupo, se dirigió, junto
con Manuel Sabaté y Helios Ziglioli -a quien sin duda convencieron
para que, vistas las circunstancias, esperara mejor ocasión para ir a la

1 Estas armas desaparecieron para siempre. Días después Saturnino


Culebras y Juan Busquets fueron a buscarlas, pero no lograron dar con ellas.
Cuando el grupo de Saturnino fue detenido en el mes de octubre estaba
prácticamente desarmado. (Causa sumarísima nº 638-IV-49. Juez instructor:
coronel de Infantería Luis Pumarola Alaiz)
156
Sabaté en Barcelona con el mortero para distribuir propaganda en 1955.

III
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

miento Libertario que tenía su sede en Toulouse. Pedro Mateu, que era
entonces el Secretario de Coordinación, es decir, el encargado de la
actividad antifranquista en España, le dijo que cuando fuera necesario
ya lo llamaría y, mientras tanto, lo recomendó a los compañeros de la
Federación local de Carmaux (Tarn) para que le buscaran trabajo. El
20 de septiembre de 1948 entró a trabajar en una mina de la compañía
<<Houilléres d'Aquitaine» y muy pronto le encargaron el manejo de una
rozadora, máquina que arranca el carbón en las galerías de avance.
Muy culto y sumamente entusiasta, Helios hablaba perfectamente el
español, francés y esperanto, además del italiano que era su lengua
materna. Siempre en su idea-de marchar a España, a finales de mayo de
1949 volvió a Toulouse para insistir en su deseo. Fue entonces cuando
conoció a José Sabaté, con el que entabló gran amistad. Por razones
que no vienen al caso, tampoco esta vez pudo ir a España y después de
esperar unos dos meses en la capital del Languedoc regresó de nuevo
a Carmaux, donde trabajó varias semanas en la construcción hasta que
lo llamaron para salir con el grupo ya indicado. En su primer viaje tuvo
la desgracia de perder la vida.
Antes de salir de Carmaux había dejado el encargo de que, si le
pasaba algo, entregaran su ropa y efectos personales a la compañera de
José Sabaté.
El grupo de José Sabaté también había pasado a España por las
mismas fechas, unos días antes que el de Saturnino Culebras, con el
guía Caraquemada. Sus componentes eran, además de José: Luciano
Alpuente, Juan Serrano, Francisco Massip Valls, Jaime Palau Papiol,
Eusebio Montes Brescos y José Pérez Pedrero (Tragapanes). Cruzaron
la frontera por Prats de Molló y, vía Vallfogona de Ripollés y Ripoll,
llegaron sin percance a Olot.
El cansancio los incitó, a partir de esta localidad, a requisar un
vehículo y más tarde otro, llegando así motorizados hasta Vic, sin el
menor tropiezo. Luego, ya en la carretera de lºAmetlla del Vallés,
repitieron la operación, pero tuvieron que abandonar muy pronto el
nuevo vehículo por falta de gasolina. Entonces dieron un alto a un
camión que se dirigía a Sant Feliu de Codines, pero en el mismo
momento vieron llegar un coche particular <<Studebaker» y optaron por
la comodidad y velocidad que ofrecía este último. Su conductor, Jaime
Canuda Rosell, se quedó sin medio de locomoción personal.
Cerca de Rubí, la Guardia Civil ya en alerta debido a los diversos
158
>
Nm? mm 0558 cm 8955 m2 c…. 9mnmw oom_ocmm
Francisco Sabaté en 1946.
Francisco Sabaté en la granja de Coustouges,
a un kilómetro de la frontera española en 1947

La granja <<Casenove Loubette» de Sabaté.

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Francisco Sabaté en Grenoble en 1956.

IV
El cadáver de Sabaté en San Celoni.

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La esquina de la calle de José Antonio con la de Santa


Tecla, en San Celoni, donde mataron a Sabaté.
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Francisco Sabaté en Dijon en 1958.

VI
José Sabaté Llopart, Manuel Sabaté Llopart,
asesinado en Barcelona, el 17 fusilado en el Campo de la Bota
de octubre de 1949. el 24 de febrero de 1950.

Ignacio Zubizarreta Aspas y el guía Antonio


Oyarzabal en la prisión de Guadalajara (1952).
Este último fue detenido en San Sebastián en
el mes de enero de 1951 cuando iba a pasar
un grupo de compañeros a Francia.
Fue condenado a seis años de prisión.

XI
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Del diario uABC»


de Madrid, 23-3-56.
Francisco Sabaté Llopart
delante del Arco de Triunfo
de Barcelona en 1956.

Retrato-robot de Sabaté divulgado


por la prensa a raíz de un atraco
efectuado el 23 de mayo de 1956 en
una agencia del Banco Central sita
en la barcelonesa calle de Fusina.

VIII
/

Jaime Parés Adán, Diego Franco Cazorla, “Amador


“El Abisinio», asesinado Franco», fusilado en San
porla policía en Barcelona, Sebastián el 2 de mayo de 1947.
el 9 de mayo de 1946.

Cesar Saborit Francisco Martínez


Carrelero, asesinado Márquez, <<Pac0»,
por la policía el 19 de asesinado por la policía el
julio de 1951 21 de octubre de 1949 en
Barcelona.

XIII
¡a/////I

W/.

Barcelona bar de la Plaza Buensuceso


donde Pareja encontróa Melis.

Barcelona farmacia de la calle Baja de San Pedro donde


se refugió José Sabaté gravemente herido.
'////

Raúl Carballeira, asesinado


Celedonio García Casino, murió
el 26 de junio de 1948.
el 26 de agosto de 1949, en una
emboscada en la frontera
francesa.

Enrique Martínez
Marin, asesinado el 26 Francisco
_ Denis Dí
_ az,
_
de agosto de 1949_ <:Catala». El 3 de ¡unto
de 1949, para escapar
a la tortura de los
interrogatorios se
suicidó con cianuro.

XV
Rogelio Madrigal Torres, Pistola—metralladora, gemelos y
muerto porla Guardia Civil en reclamo de Francisco Sabaté en
Enero de 1960, junto con el Museo de armas de la Jefatura
Martin Ruiz y Antonio Miracle, de armamento de la Dirección
miembros del grupo de acción general de la Guardia civil en
de Sabaté. Madrid.

XII
Exr5mmcrón
_?

robos de automóviles, instaló un control de carretera. El <<Studebaker»


lo franqueó a toda velocidad con un fuego cruzado de la Benemérita y
de los ocupantes, sin consecuencias, salvo que el coche resultó averiado
y tuvieron que abandonarlo poco después. A pie prosiguieron el
camino hacia el Papiol, donde José Pérez Pedrero decidió, dada la
proximidad de Barcelona, terminar el viaje en tren.
El resto del grupo, como medida de precaución, dio un rodeo para
llegar a la capital catalana. En unas barracas de Sant Vicenc dels Horts
dejaron el material más pesado bajo la custodia de Eusebio Montes y
Luciano Alpuento y los demás, con sus armas ligeras, llegaron a
Barcelona sin más tropiezos.

_ Unos días después de la partida de los dos grupos señalados, salía


hacia España el Talión, del que se designó responsable a Julio Ro—
dríguez (El Cubano). En él iban, entre otros, José Luis Barrao, Víctor
Espallargas, Manuel Sánchez, José Corral Martín, Miguel García
García, Manuel Guerrero Motas, Jaime Alhama Morell y Jorge Pons
Argilés.
En el término de Santpedor (Manresa) ocurrió un incidente que
pudo tener graves consecuencias. Al aproximarse a una casa de campo,
denominada Els Casals, con la intención de adquirir algunas provi-
siones, el dueño de la finca, Isidoro Crespiera Santamaría, temeroso al
ver llegar un grupo armado, se atrancó dentro de la casa y los recibió
a tiros. Manuel Guerrero Motas (Manolo) fue herido en la región renal
de poca gravedad, pero lo suficiente para impedirle de momento
proseguir el camino. Sus compañeros lo dejaron escondido en los
montes cercanos, el tiempo justo para entrar en contacto con los
compañeros de Manresa, a cuya localidad pudo ser trasladado sin
problemas y cobijado provisionalmente en el domicilio de Antonio
Bravo Soler. Posteriormente fue llevado a Barcelona donde el delega-
do de Defensa, Francisco Martínez Márquez, lo acompañó a la casa de
Ramón Loscos Viñas, en la calle Josefa Masanés nº 44, que era tío
político de César Saborit, y, por último, a la casa donde vivía la
hermana de éste, en la calle de Navas de Tolosa.
El 18 de septiembre, hacia las nueve y media de la noche, el grupo
se presentaba en la casa de campo La Vila, en el término municipal de
Castellfullit del Boix. Allí residía José Vila Moncunill,juez municipal
159
José López Penedo, " ; .
fusilado en Barcelona el 4 Wenceslao J|ménez
de febrero de 1950. OFÍV6. el 9 de enero de
1950,heñdo
gravemente porla
policía se suicidó con
una cápsula de cianuro.

Antonio Téllez en el centro - -


con Ramón González ala Jose Pérez Montes,
derecha y Mariano <<Pepín», encontrado
Abellana en Toulouse_en ahogado cerca de la
1945. desembocadura del
Bidasoa tras desaparecer
cuando cruzaba a Francia,
en octubre de 1947.

XIV
EXTERM[NACIÓN

a abrir la caja de caudales que sólo contenía 3.000 pesetas, pues un


poco antes habían entregado el dinero para el pago de jornales, César
penetraba en el despacho del director.
Allí estaba José Ferrero Viu conversando con el consejero dele-
gado Antonio Corominas Cots. Cuando éste entregaba la cartera que
César le había reclamado, el director aprovechó una pequeña distrac—
ción para abalanzarse sobre César con el propósito de desarmarlo. En
el forcejeo se disparó el arma y José Ferrero resultó tan gravemente
herido que falleció siete días después.
El 27 de septiembre, Pedro Adrover, César Saborit, Julio Rodrí-
guez, Francisco Martínez y Arquímides Serrano, después de apoderarse
del taxi de Santos Peguero Herrero, se presentaron a las nueve de la
noche en las oficinas del súbdito suizo y contratista de obras Mauricio
Arb.ella y Burcher, en la calle Provenza nº 267, pero no encontraron
dinero y sólo se llevaron su documentación personal.
El día 30, Pedro Adrover, Domingo Ibars Juanias, José Pérez
Pedrero, Francisco Martínez, Julio Rodríguez, Arquímedes Serrano y
César Saborit, dieron un atraco a la empresa <<Edificios y Estructuras»,
sita en el paseo de Gracia nº 80, alas once de la mañana. Sólo pudieron
apoderarse de un remanente de 7.000 pesetas, pues poco antes también
habían pagado los jornales.
A primeros de octubre, y aquí empieza la larga serie de víctimas
de este mes, cerca de la frontera eran asesinados, mientras efectuaban
un alto a menos de 200 metros de la línea, pues se afeitaban y aseaban
un poco antes de pasar a Francia, Cecilio Galdos García1, conocido
militante libertario montañés, Carlos Cuevas, enlace, y Oltra, militan-
te valenciano. Fueron ametrallados a mansalva sin darles ni tan siquiera
el alto.
El 9 de octubre, a la una de la mañana, Julio Rodríguez, Pedro
Adrover, Miguel García García, José Corral, Manuel Fornés Marín,
Francisco Martínez Márquez, César Saborit y algunos más se pre-
sentaron en el Mueblé Casita Blanca, sito en el nº 1 de la calle Bolívar,
y despojaron a los clientes de sus documentos y de 37.000 pesetas.
El día 14 de octubre por la mañana, el joven libertario aragonés
Luciano Alpuente, en la clandestinidad Enrique Madurga Herrero, era
1 Cecilio Galdos nació en Santander en diciembre de 1902. Durante la
guerra civil fue comandante del 126 batallón (Columna Libertad antes de la
militarización). Cuando murió era miembro del Comité peninsular de la FAI.
161
Facerlas, con un hijo Ramón Vila Capdevila,
de Antonio Téllez en <<Caraquemada», asesinado el dia 7
París, en 1952. de agosto de 1963.

,, ?
'39,,

Wa

Marcelino Massana Celedonio Garcia Casino a la izquierda,


Bancells en Toulouse, José Lluis Faoerías en el centro y
en 1950. Enrique Martínez Marín
en los Pirineos en abril de 1948.

XVI
Exrammcróu

sumaron una pareja de guardias que casualmente por allí pasaba. Entre
los disparos que intercambiaron perseguidos y perseguidores, una bala
perdida mató a la transeúnte María Muñoz García.
Pero la policía actuaba sin descanso y el día 16 detenía a Eusebio
Montes Brescos. Fue torturado bárbaramente. Puede decirse que nin—
guno de los que le sucedieron en la Jefatura sufrió un trato comparable.
El día 17, después de localizar un depósito de armas en un cañizar
del río Llobregat, próximo a la carretera del Prat, tendieron una
emboscada. Francisco Massip Valls y Juan Serrano que iban a buscar
armamento hacia las seis y media de la tarde, al recibir la orden de
¡Manos arriba! dispararon con sus pistolas. La policía respondió y sólo
pudieron abrirse paso y escapar lanzando una bomba de mano, pero
Juan Serrano fue herido en una pierna. Fue alojado en una pensión de
confianza de San Andrés.
Pero la policía ya había logrado reunir múltiples indicaciones y
supo que este mismo día 17, a las siete y media de la tarde, José Sabaté
tenía cita con algunos compañeros en determinado lugar de la calle
Trafalgar. La ocasión era propicia para intentar acabar con uno de los
hombres de la resistencia que más temían. Para ello se montó un
gigantesco dispositivo a todo lo largo de la calle citada y hasta el Arco
del Triunfo.
Había pasado la hora prevista. Los agentes apostados ya pensaban
que la información recibida era falsa. Desgraciadamente, no era así. A
las ocho menos diez, José Sabaté llegaba a la parada del tranvía 42, en
la calle del Bruch, esquina Trafalgar. Su identificación fue inmediata,
pero también la de los policías por José. Este, sin titubear, en cuanto
vio a los agentes fue el primero en disparar y aprovechó el efecto
sorpresa para salir corriendo por la calle de Trafalgar abajo.
José conocía demasiado los métodos de las brigadas especializa-
das para pensar que se trataba de un encuentro fortuito. Desde el
primer instante comprendió que había penetrado en una trampa. De
ahí, pues, que, mientras huía, vigilara la calle atentamente para des-
cubrir cualquier indicio sospechoso. Al final de la calle Trafalgar,
entre un callejón que conduce al pasaje de San Benito y el Salón Víctor
Pradera, se encontraban dos policías: Miguel Morán Astigarra1 y Luis

1 Miguel Morán nació el 27 de mayo de 1906. Ingresó en el Cuerpo el 29


de noviembre de 1934.
163
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

del citado pueblo, ausente en aquel momento. En la finca encontraron


a su esposa, María Puigdellivoll Jullet, con sus tres hijos menores de
edad. Sin hacerles el menor daño, los encerraron a todos en una
habitación, junto con el pastor Salvador Gallinas Calderón, de 63 años,
con el que tropezaron cerca de la casa y lo llevaron con ellos como
medida de seguridad. Allí descansaron unas tres horas y al marcharse,
según declaraciones posteriores de los propietarios, se llevaron una
escopeta, 25.000 pesetas y algunas mantas, alpargatas, etcétera.
Como vamos viendo, los grupos que penetraron este mes de
septiembre, de manera incomprensible, dejaban un rastro bien visible,
que se sumaba a los que habían marcado sus predecesores.
Una patrulla de la Guardia Civil, al mando del brigada Andrés
Laca] Rodríguez, salió en persecución del grupo y el día 20 lo localizaba,
mientras estaba descansando, en un monte conocido por <<Común
Nogueras», del término de Sant Salvador de Guardiola. Después de un
tiroteo sin consecuencias, los hombres de Julio Rodríguez huyeron,
pero dejando abandonado en el terreno bastante material, ocho macu-
tos que contenían: una carabina con cinco cargadores, 10 bombas, 6
cargas explosivas, 6 cajas de fulminantes, rollos de mecha, cartuchos
de <<plastic » y de trilita, y… la escopeta recuperada en el caserío La Vila.
Aunque divididos, todos llegaron sanos y salvos a Barcelona.
Jorge Pons y Jaime Alhama se refugiaron provisionalmente en
una barraca de Montjuic, donde vivía Justina Valverde González, pero
este lugar fue muy pronto objeto de curiosidad para la policía y
tuvieron que salir de allí. Jorge Pons se fue a vivir a una casa de la calle
de Guasch, en Sant Adria del Besós, donde más tarde sería detenido.
César Saborit fue el encargado de encontrar vivienda a los com-
ponentes del grupo Talión que nadie esperaba en Barcelona, pues no
era su punto de destino.
Miguel Rodríguez, compañero que habitaba en el Grupo Aunós de
la barriada de Casa Antúnez, acogió a dos y los demás, aunque de
manera precaria, también pudieron ser acomodados.
La acción de tantos compañeros llegados simultáneamente a
Barcelona comenzaba casi inmediatamente.
El 23 de septiembre, José Pérez Pedrero y César Saborit daban un
atraco a las oficinas de la firma <<Ferrero, S.A.», sitas en la calle
Calabria nº 94, y mientras el primero amenazaba con su pistola a los
diversos empleados y obligaba al contable, Francisco Morera Rimbau,
160
Exramrmcrón

estraperlistas, jugadores y otras hierbas y donde la prostitución de


ambos sexos encontraba terreno abonado. En este ambiente prolifera—
ban toda clase de tráficos ilícitos, sobre todo en el sector comprendido
entre la calle Conde de Asalto y el Paseo de Colón, bajo el ala
protectora de la propia policía, a cambio, naturalmente, de ciertos
servicios exigidos. Pues bien, Jaime Albama, nacido en Puigvert
(Lérida) y que antes de incorporarse al grupo de Julio Rodríguez había
trabajado en Nimes (Francia), encontrándose -según Miguel García-
sin medios de subsistencia, decidió, para salir momentáneamente del
apuro, vender un reloj de oro, que había comprado en Francia, en el
((Barrio Chino». Poco tiempo tardó en saber la policía que un joven
intentaba vender un reloj caro a buen precio, lo que permitía suponer
procedía de algún robo. Un inspector pidió la documentación a Jaime.
Este, tranquilo, le entregó sus documentos <<en regla», entre ellos un
carné de Falange Española. Dio la casualidad que el inspector conocía
perfectamente este último documento y sabía que su punto de proce-
dencia y de fabricación era Toulouse. Inmediatamente comprendió
que había tropezado con un <<terrorista». Sin despertar las sospechas de
Jaime, aprovechó el momento más oportuno para inmovilizarlo. Al
cachearlo le encontró una pistola <<Colt», calibre 11,43, y dos bombas
de mano. Fue conducido a la Jefatura y <<luego comenzaron las de—
tenciones en masa».
El caso es que con la muerte de José Sabaté1 el día 17 de octubre,
la larga serie de víctimas sólo hacía que comenzar.
El viernes, día 21, sobre las 17 horas, Julio Rodríguez (El Cu-
bano)2 era asesinado en la Diagonal (Avenida del Generalísimo). Un
1 José Sabaté dejaba en Francia a su compañera Emilia y un hijito de 17
meses.
2 Julio Rodríguez nació en La Habana (Cuba) el 27 de julio de 1918.
Durante la guerra civil combatió primero en las milicias de Centro, con Cipriano
Mera. En abril de 1937 se le confió el mando de la 39 brigada mixta, 5 división.
AI constituirse a finales de abril de 1938 la 48 división, con las brigadas 63, 201
y 202, se le confió el mando de la segunda. La unidad fue enviada ala zona de
operaciones del Ejército de Levante a primeros de mayo para reforzar al XII
cuerpo del Ejército que contenía la ofensiva de los generales Antonio Aranda,
José Enrique Varela Iglesiasyteniente general Rafael García Valiño, quetendía
a llegar al Mediterráneoydividir la zona republicana en dos, operación coronada
con éxito al ser conquistado Castellón el día 14 de junio. Posteriormente, la 48
división, con sus tres brigadas, pasó a formar parte, siempre en Levante, del XVI
165
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

cosido a balazos cuando transitaba por la calle Borrell, entre la calle


de la Diputación y la Gran Vía (avenida José Antonio Primo de
Rivera).
El mismo día y aproximadamente a la misma hora, José Sabaté,
Francisco Martínez, César Saborit, Pedro Adrover, Juan Serrano y
otro, obligaban al propietario de una joyería sita en la vía Layetana nº
129, Manuel Capdevila Massana, a abrir la caja de caudales y se
apoderaron de dinero y algunas joyas, botín valorado en 400.000
pesetas, huyendo en un <<Chrysler Royal» que habían requisado con
anterioridad en el garaje <<Luxor» de la calle Neptuno nº 10.
Por la tarde del mismo día, José Pérez Pedrero y César Saborit,
protegidos a cierta distancia por un grupo de acompañamiento, dieron
el alto a un vehículo de la empresa <<Fomento de Obras y Construcciones,
S.A.» cuando salía de la sede, sita en la calle Balmes nº 36. En el
vehículo, conducido por Jaime Miré Arans, iban dos pagadores que
llevaban 37.117 pesetas destinadas al pago de jornales de una parte del
personal. Pistola en mano los hicieron descender del coche y acompa-
ñarlos a pie hacia la avenida de José Antonio Primo de Rivera. Cuando
llegaron a una parada de taxis, les quitaron el maletín con el dinero y
subieron a uno de los coches a punto. Al conductor lo obligaron a
tomarla calle Consejo de Ciento, paseo de Gracia y calle Mallorca, se
apearon en la avenida del Generalísimo y retribuyeroñ al taxista con
500 pesetas.
El día 15, Julio Rodríguez, Francisco Martínez y César Saborit,
protegidos por un grupo que esperaba en la calle, compuesto por Ginés
Urrea Piña, José Pérez Pedrero, Arquímedes Serrano y Santiago Amir
Gruañas, se presentaron en al empresa <<Construcciones Pamies, S.A.»,
en la calle Aribau nº 117.
Mientras Julio Rodríguez amenazaba por la ventanilla al encar-
gado del establecimiento, Valentín Villanueva Planella, intimándolo a
que abriese la puerta de acceso a las oficinas, a lo cual el empleado se
negaba obstinadamente, César, por un almacén contiguo que tenía otra
puerta de entrada, penetraba en ellas y obligaba a un empleado,
Guillermo Jarnet Vilare, a que abriera la principal. Se apoderaron de
31.000 pesetas y de la cartera y documentación del testarudo Villanueva.
Para huir subieron a un taxi estacionado en la calle Muntaner,
esquina con la de Provenza, que conducía Valentín Prunes Puig. En su
persecución salieron varios empleados de la empresa, a los cuales se
162
EXTERMINACIÓN

modes Serrano Ovejas, que estaba con ellos, intentó resistir y lo


mataron a balazos. Algo más tarde cazaban a tiros, en el paseo de Fabra
i Puig, a Juan Serrano, con documentación a nombre de Antonio
García García, y en su domicilio se incautaban de una importante
cantidad de armas y explosivos. La policía completaba su acción este
día con la captura de Jorge Pons Argilés y Domingo Ibars Juanias en
el nº 15 de la calle Guasch.
Tres doctores barceloneses, acusados de haber curado a resistentes
heridos, también fueron a parar a la Jefatura.
Esta fantástica hecatombe de militantes del ML no fue entonces
un triste privilegio de la gran urbe barcelonesa.
La resistencia libertaria, además de actuar en la zona fabril,
disponía de grupos de montaña, cuyas zonas de preferencia eran las
comarcas del Berguedá y Bages, donde los guerrilleros más conocidos
eran Ramón Vila Capdevila y Marcelino Massana Bancells, llamado
Pancho. _
La represión en esta zona también fue sumamente cruel. Sólo
citaremos aquí, entre los muchos detenidos, a los que fueron asesinados
sin ninguna forma de juicio.
En la madrugada del 11 de noviembre de 1949 la Guardia civil
detenía a Juan Vilella (Moreno), de 47 años, dueño de una casa de
campo en Santa Eugenia, y a su hijo de 19 años; a José Bartobillo, de
25 años, que trabajaba de minero en Figols, yerno de Vilella, y a su
esposa; a José Puertas, de 47 años, militante anarcosindicalista de
origen granadino que también trabajaba en las minas de Figols; a
Miguel Guitó, de 56 años, en el Mas Rocaus de Sallent y a su hermano
Jaime, de 42 años, obrero del ramo textil que trabajaba en la fábrica
Viñas, de Vilafruns, entre Sallent y Balsareny, horas después en su
lugar de trabajo.
Juan Vilella, José Bartobillo y José Puertas fueron bárbaramente
interrogados en el cuartel de la Guardia Civil de Berga. Puertas.
repetía incansablemente la misma frase: <<El único resistente de la
comarca soy yo». El suplicio de los tres hombres terminó el 14 de
noviembre de 1949 por la mañana temprano: fueron conducidos cerca
del puente de Vilada y acribillados a balazos.
julio de 1947, por su actividad durante la guerra civil, pero salió en libertad en
1948. En 1935 había participado enla ejecución del verdugo dela Aud¡encua de
Barcelona, Federico Muñoz Grande.
167
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

García Dagasl. Estos, al ver llegar al fugitivo, echaron mano a las


pistolas, pero José Sabaté la llevaba en la mano y disparó primero.
García Dagas cayó de bruces con un balazo entre las cejas. Otros
agentes, apostados a corta distancia, hicieron fuego graneado contra
José, hiriéndole gravemente. Una transeúnte, Melchora García Prieto,
recibió una bala perdida en el muslo derecho.
El joven libertario, con varios balazos en el cuerpo, siguió dispa-
rando certeramente y todavía logró herir a otros dos números. Como
tenía el paso cortado, se internó por el pasaje de San Benito y, después
de cruzar la plaza de San Pedro, llegó -con mucha dificultad— a la calle
Baja de San Pedro, donde, cubierto de sangre, un transeúnte lo ayudó
a llegar a una farmacia próxima. El farmacéutico le dio una silla al
herido, pero éste, agotado, cayó al suelo sin sentido. Alguien fue a
advertir a la comisaría más próxima, pero, no hacía falta, al instante se
presentó una pareja de la Guardia Civil que hizo venir con urgencia
una ambulancia. José fue trasladado al Dispensario municipal de la
calle Sepúlveda, pero cuando se descendió la camilla sólo iba en ella
un cadáver.
Era día de fiesta para los franquistas; de duelo para la resistencia.
El viernes, día 21 de octubre, era detenido Miguel García García,
cuando salía a eso del mediodía de la casa de José Corral. García, que
después de purgar 22 años de cárcel se marchó al extranjero, escribió
un libro2 en el que dice que el punto de partida de esta represión del
mes de octubre tuvo su origen en un incidente banal. Aunque no
creemos en esta explicación, la transcribiremos como él la cuenta.
Jaime Alhama Morell, que como ya indicamos había bajado a
España con el grupo Talión, fue detenido en el <<Barrio Chino» de la
manera más estúpida que se puede uno imaginar.
El <<Barrio Chino» de Barcelona era el punto de concentración de
toda una población heteróclita en la que abundaban los maleantes,

1 Luis García nació el 27 de mayo de 1917. Ingresó en el Cuerpo el 1º de


julio de 1941. Era un antiguo falangista que había sido condenado a muerte por
un tribunal republicano, pero su pena fue conmutada. Cuando terminó la guerra
civil ingresó en el Cuerpo de Policía y en pocos años hizo méritos para recorrer
las diversas especialidades: Policía gubernativa, brigada Móvil, y brigada
Político-social. Era conocido por su odio enfermizo hacia los detenidos políticos.
2 Franco's prisoner, de Miguel García, Ed. Rupert Hart-Davis, Londres,
1972.
164
EXTERMINACIÓN

Toulouse, 10 de diciembre de 1949.

Estimados compañeros:
Con fecha 28 de marzo de 1949 se cursó un informe
reservado a la militancia de las tres ramas libertarias, tratando
el problema de la acción conspirativa. El motivo de hacerlo en
conjunto, se debía y se debe a estar los tres organismos
igualmente interesados en este problema. (…)

Después de nuestro informe, se ha continuado la labor de


penetración de grupos en el Interior, con el fin de hostigar de
manera permanente al régimen de opresión imperante en Es-
paña, aprovechando las posibilidades de recepción que se
contaban en Cataluña y Aragón principalmente.
En cada una de estas regiones se han realizado constan-
temente actos de sabotaje, de los que cabe destacar, el de la
central eléctrica <<Lafortunada»1, que quedó completamente
paralizada, manifestando las propias autoridades franquistas
la necesidad de más de cuatro meses de trabajo para su nueva
puesta en marcha. Teniendo en cuenta que es imposible el
trabajo durante los meses de invierno, resultará una paralización
mínima de ocho meses de la referida central que alimentaba
buena parte de la industria del norte de España. Igualmente el
incendio del garaje de CAMPSA sito en la calle Sepúlveda2 de
Barcelona donde se hallaban aparcados unos ochenta camio-
nes cisterna que fueron en buena parte completamente des-
truidos y el resto deteriorados por el mismo.
Al mismo tiempo y en ambas regiones se procedió a
diversos actos de represalia contra elementos más o menos
representativos del régimen. Creemos que la militancia será lo
suficiente comprensiva para darse cuenta de la necesidad de
prudencia por nuestra parte en no señalar los casos en que
participaron nuestros compañeros.

1 Sabotaje cometido el 12 de octubre de 1948 en la Cºntra' º|éº"¡ºa


“Latonunada», al norte de Ainsa (Huesca) entre Escalonas Y Salinas.
2 El sabotaje cometido por Facerías el 19 de agosto de 1949 'º'atadº 9"
páginas anteriores.
169
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

coche particular, lleno de policías, frenó secamente a su lado y fue


acribillado a balazos antes de enterarse de lo que ocurría. El mismo
día, poco después de este hecho, los hombres de Quintela operaban en
la barriada de Pueblo Seco y en la calle Vila ¡ Vilá, cerca de la avenida
Marqués del Duero, con el mismo procedimiento segaban las vidas de
otros dos libertarios: Víctor Espallargas (El Viejo)1, con documenta—
ción falsa a nombre de José Hidalgo Guerra, y José Luis Barrao. lla-
mado Pepe el Largoº, con papeles a nombre de Ramón Sans García.
Ambos iban desarmados.
El trágico balance de ese día aciago no concluyó ahí, pues, a eso
de las siete y veinte minutos de la tarde, siempre de la misma manera
que daba tan buen resultado, liquidaban a Francisco Martínez Márquez.
en la calle de Rosellón, esquina de la calle Dos de Mayo. frente a la
fábrica de cervezas <<Damm», en el barrio donde había transcurrido su
infancia. Paco tenía 27 años. Llevaba documentación a nombre de
Fernando Cid Torres. En esta ocasión, los transeúntes Manuel Fuentes
Bernard y Francisco Tudela Gómez resultaron heridos de bala. el
primero en el pie derecho y el segundo en el hombro izquierdo. Un
tercero, Jesús Mijuescas Garcés, también recibió un balazo en la
región glútea. —
Estos asesinatos fueron acompañados de una cantidad impresio—
nante de detenciones. El día lº de noviembre de 1949 aprehendían a
Manuel Guerrero Motas y el día 5 a José Pérez Pedrero y Pedro
Adrover Font, en el piso de Ramón Loscos Viñas que ya había sido
detenido el día 3, pero al que habían conducido de nuevo a su domicilio
para esperar en su compañía a los que allí se pudieran presentar.
Cuando detuvieron a pedro Adrover y a José Pérez Pedrero3. Arquí-
cuerpo del Ejército y posteriormente la 201 brigada pasó a formar parte de la 14
división que estaba al mando de Cipriano Mera. Detenido después de la
contienda, Julio logró evadirse y durante algún tiempo luchó con los guerrilleros
de Almadén (Ciudad Real) y luego pasó a Francia.
1 Espallargas era un viejo militante barcelonés que colaboraba con los
grupos de acción, pero que, por convicción, nunca había empuñado un arma.
2 Barrao, cuando fue asesinado, estaba muy enfermo de una afección
intestinal.
3 José Pérez (Tragapanes), de 23 años. fue fusilado el 14 de marzo de
1952, en el Campo de la Bota, junto con Pedro Adrover Font, Santiago Amir
Gruañas, Ginés Urrea Piña -que fue detenido en mayo de 1950- y Jorge Pons
Argilés. Ginés Urrea ya había sido condenado a 20 años de reclusión el 22 de
166
Exrummcrón

mismas, cruzadas entre el Interior y el exilio. Con fecha 28 de


septiembre nos comunicaba el grupo <<O»:

Llegados sin novedad, buscamos contactos convenidos,


no conseguidos hasta el día 25. La primera entrevista con la
comisión de Defensa nos ha causado buena impresión. Com-
pleto acuerdo de actuación con todos. Vamos a empezar pronto.

Con fecha 7 de octubre volvían a comunicar:

Por lo que respecta a nuestro grupo, hay buena armonía y


buen temple; creo que lograremos llevar a buen término lo que
nos proponemos...

El grupo <<T», que por lo señalado anteriormente tenía


que cambiar de zona, nos comunicaba con fecha 15 de sep-
tiembre:

La comisión de Defensa del Interior busca enlaces para


nosotros en la zona señalada y mientras hace estas gestiones,
todos creernos conveniente ocupar la base de… por ser la más
apropiada de momento y la más segura y eficaz. Todos contentos
y con buena moral.

Por su parte, la comisión de Defensa de Cataluña y


Baleares nos comunicaba con fecha 18 de septiembre:

El jueves se entrevistó un miembro de esta comisión de


Defensa con el delgado del grupo <<T». Solucionamos problema
herido -que tuvieron— y que ya se encuentra en seguridad.
Determinamos forma de contacto permanente a través de
nuestro enlace. Nuestra impresión es satisfactoria, nos enten-
dimos perfectamente y esperamos grandes cosas de esta coor-
dinación de esfuerzos. Nos comunican la próxima llegada de
P. y H., noticia interesantísima que amplía nuestras perspec—
tivas de actuación colectiva. El delegado J. de M, llegó ayer y
se entrevistó con U. y mañana conversaremos con él con miras
a la presencia de compañeros en M. sincronizando acción con
171
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

El 16 de noviembre, los hermanos Guitó eran subidos a un tren


con rumbo desconocido. Fueron apeados entre los términos municipales
de Sant Esteve (Naves) y Balsareny y asesinados a balazos en un
camino vecinal que conducía a la Colonia Soldevilla. El único crimen
de Miguel Guitó consistía en ser tío materno de Massana.
José Puertas había actuado intensamente durante la guerra civil“.
No pudo cruzar la frontera francesa y fue detenido y maltratado de tal
manera que sufrió una afección pulmonar. Cuando salió en libertad
provisional retornó a Berga. Inmediatamente se puso en contacto con
los grupos de la montaña, a los cuales pertenecían bastantes conocidos
e incluso amigos suyos.En el invierno de 1944 se marchó al monte
para compartir durante algún tiempo las penalidades guerrilleras, pero
Puertas era más eficaz en la ciudad, desde donde aportaba una ayuda
inestimable a los grupos móviles. Servía de enlace entre la montaña y
Barcelona. Si era preciso se lanzaba por los riscos, andando kilómetros
y kilómetros sin descanso, para avisar, abastecer, poner en guardia a
los guerrilleros cuando se preparaban batidas contra ellos. Sin embar—
go, su misión, sus actividades, siempre pasaron inadvertidas. Puertas
fue arrestado y asesinado por sus antecedentes.
En este maldito fin de año 1949, el éompañero José Sancho
García, condenado a muerte en un consejo sumarísimo el 17 de
diciembre, era ejecutado en el penal de Ocaña, Madrid, el día 23.
Dejaba al morir cuatro hijos. Su compañera estaba detenida en la
prisión de las Ventas.

Los comités y comisiones de las tres ramas libertarias en el exilio


presentaron a la militancia, con carácter reservadol, un informe con-
junto sobre estos sucesos tan graves, que transcribimos a continuación,
salvo algunos párrafos de escasa importancia que sólo alargarían
inútilmente el texto.

Secretariado Intercontinental de la CNT de España en el


Exilio.
Comisión nacional de GG.AA.
Comité nacional de la FIJL.
1 Este documento, de un orden cronológico caprichoso, puede consultar-
se en el Centre International de Recherches sur/'Anarchisme (C I RA), Lausan ne
(Suiza).
168
EXTERMINACIÓN

zaron inmediatamente con el grupo <<T» que se dirigía también


hacia el lugar señalado. pero dos sabuesos abrieron fuego
antes de que los compañeros iniciaran un gesto de defensa. Lo
mataron por la espalda]. La reacción de nuestros compañeros
fue instantánea, entablándose un tiroteo que duró más de un
cuarto de hora en plena avenida de José Antonio. ¡Lástima,
lástima que los restantes no estuviéramos allí! Mientras esto
ocurría, la comisión de Defensa, con los grupos <<A<< de B.,
<<O» y demás compañeros se acercaban al lugar señalado
después de haber ocupado un garaje sito en las cercanías de la
vía Augusta donde requisamos unos vehículos. Todo se de-
sarrollaba según el plan previstoº.

Y con fecha 18 comunicaba nuevamente:

Malas noticias, amigos: ayer nos asesinaron a Sabaté


(José)3. Sí, fue asesinado uno contra veinte. Murió como sólo
saben hacerlo los militantes: vendiendo cara su vida… En el
encuentro, cayó bajo fuego de pistola, el <<camisa vieja» y
agente especial Luis García Dagas. Mañana lo entierran con
todos los honores; trataremos de participar en la ceremonia.
Por otra parte detuvieron a dos miembros del grupo <<P»
ignorándose las causas de ambas desgracias. Os daremos
detalles en cuanto los poseamos. La policía había localizado a
dos compañeros del grupo <<X» y tuvieron un encuentro alre-
dedor de las seis y media de la tarde de ayer. Resultó herido el
compañero…4 levemente y ya está en lugar seguro. Hacia las

1 Se trata de Luciano Alpuente(Enn'que Madurga Herrera).


2 Seis compañeros, entre ellos José Pérez Pedrero, se presentaron en
el garaje <<Luxor» de la calle Neptuno nº 10, cuyo propietario era Jorge Expósito
Saavedra, diciendo que eran resistentes republicanos que necesitaban algunos
vehículos. Se llevaron un “Chrysler Royal», un <<Hostkins» y un <<Ford». Este
último, porfalta de gasolina, tuvieron que abandonarlo enla Vía Augusta, a unos
300 metros de la Travesera.
3 José Sabaté Llopart, muerto en una emboscada el 17 de octubre de
1949. Hermano mayor de El Quico.
4 El herido era Juan Serrano, el compañero que lo acompañaba era
Francisco Massip Valls. Tiroteo ya relatado en páginas anteriores.
173
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Entretanto, y con vistas a la ampliación de la lucha, la


comisión de Defensa de Cataluña y Baleares, de acuerdo con
la comisión de Defensa del exilio, preparaba las bases para una
vasta e inmediata actuación sincronizada por varios grupos
situados en la ciudad y en la montaña. A este fin, a primeros
de septiembre, se fueron incorporando a los lugares previstos
el grupo <<O»l, reforzado por el grupo <<G.P.»2 y algunos más,
destinando uno de ellos a una nueva zona de la regional
catalana.
En los preliminares de esta operación todo dejaba presa-
giar que se producirían las incorporaciones con toda reserva,
hasta que el grupo <<T» (Talión) fue descubierto por la Guardia
Civil y atacado por un fuerte contingente de esta fuerza. Del
encuentro resultó un herido3 que pudo ser evacuado y curado,
perdiéndose explosivos y efectos personales. Sólo se salvaron
las armas.
El citado grupo, ante la situación creada, consideró ne-
cesario no dirigirse a la zona prevista y trasladarse a Barcelona.
El grupo <<O» durante cinco días siguió su camino sin
novedad, pero, empujados por la fatiga, decidieron obtener un
medio de transporte más rápido, llegando a hacer uso de varios
vehículos hasta su llegada a Barcelona, no'sin antes haberse
visto obligados a forzar dos controles de la Guardia Civil.
Con los incidentes relatados, que habían puesto sobre
aviso a los sabuesos de Franco, llegaron todos los grupos a
Barcelona, donde fueron atendidos por la comisión de Defensa
de Cataluña y Baleares, creándose un problema delicado al
tener que buscar alojamiento a un número de compañeros
superior al previsto y señalado por el exilio.
No obstante, todos los compañeros hallaron sus bases de
seguridad y la moral era magnífica ante la perspectiva de lucha
que se ofrecía por el número de compañeros allí concentrados.
Una idea de cómo se desarrollaron los hechos la daremos
reproduciendo algunas de las cartas, o fragmentos de las

1 El grupo de José Sabaté.


2 El grupo de los hermanos Saturninoy Gregorio Culebras Saiz (Los Primos),
que había conducido Ramón Vila Capdevila.
3 Manuel Guerrero Metas (Mano/o).
170
Exrsmrmcróu

El día 6 del pasado llegaron a Francia varios compañeros


y entre ellos, el compañero <<X» de la comisión de Defensa de
Cataluña y Baleares y nuestro delegado Jurídico nacional. El
día 8 del mismo mes vuelve a recibirse otra desagradable
noticia: en un violento encuentro en Barcelona es asesinado
otro compañero y detenidos cuatro más]. Esta caída ha de
producir trastornos graves, ya que entre los detenidos se
hallan miembros responsables de la comisión de Defensa del
Interior y compañeros de larga actuación en España. Es posi-
ble también que determinada correspondencia con la comisión
de Defensa del exilio se halle en poder de la policía.
A la llegada de los compañeros del Interior nos reunimos
para estudiar la situación creada como consecuencia de la
represión sufrida y tratar de aclarar las causas que originaron
la misma. Después de escuchar la información dada por los
compañeros, debemos precisar que_nada anormal ha ocurrido
en las bajas sufridas por los nuestros ya señaladas, sin olvidar
ni negar la importancia del revés sufrido por nuestra Organi-
zación.
Las causas hay que buscarlas en las propias característi-
cas de la lucha, en las condiciones de la preparación de los
grupos, en su salida, en su trayecto, en su incorporación y en
su desenvolvimiento en el Interior. Los grupos, en general.
salen en condiciones bastante justas debido a la carencia de
medios de que dispone el organismo encargado de proporcio-
nárselosº.
Su traslado hasta las bases de salida no nos ha ocasionado
trastorno alguno hasta el presente. La marcha desde estas
bases hasta su incorporación al lugar de destino -salvo en
contadas ocasiones en la zona catalana- tampoco nos ha aca-

1 Esta referencia es incompleta, pues º' 1º de "º“/¡ºmbre había Sidº


detenido Manuel Guerrero Matas, el día 3 Ramón Loscos Viñas, el 5 Pedro
Adrover Font, José Pérez Pedrero, Jorge Pons Argilésy Domingo Ibars Juanias.
Los muertos fueron dos: Arquímides Serrano Ovejas Y Juan Serrano.
2 Esta carencia constante de medios económicos obligaba a ¡ºs 9…pºs'
antes de efectuar cualquier otra acción, a procurárse|05 por medio de atracos
-de ahí la proliferación de los mismos-, lo que. Pºr ¡0 general, Ies impedía
pasar
a otras actividades.
175
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Cataluña en casos determinados. Creemos poder desconges-


tionar Barcelona cuando se realicen los hech08 que tenemos en
preparación.

Con fecha lº de octubre, la comisión de Defensa del


Interior volvíanos a comunicar:

El grupo <<T» tuvo choque con la Guardia Civil en las


cercanías de X. Se salvaron todos los compañeros. Están todos
alojados aquí. La dirección de B.1 (Francia) está en poder de
la Guardia Civil (quedó en un macuto), Enviaremos más
detalles en la próxima. El herido va mejorando, su moral es
excelente, aunque es posible necesite un vendaje especial para
solidificar su lesión. P. pudo ser contactado el domingo.
Desde entonces nos vemos regularmente. Tuvieron que frac-
cionar el grupo a la altura de X. Desde entonces han perdido
contacto con R. y tres compañeros más. La cosa está empeo-
rando. Os daremos datos concretos para informaros amplia-
mente; trataremos de organizar algo de verdadera resonancia,
ahora que tenemos compañeros suficientes para intentarlo.
Sobre todo no enviéis a nadie más si no poseen bases de
recepción. Ya avisaremos si acaso. No descu'idéis el detalle de
la dirección caída. Se os informará de la situación de nuestros
compañeros L. G. V. y B. y demás. Anunciar la llegada de…
Estamos intranquilos, pues coincidió su salida con el incidente
de…

El 14 comenzó la represión con una violencia sin igual


hasta entonces, y con fecha 17 nos comunicaba la comisión de
Defensa del Interior:

El grupo <<O» sufrió una baja el viernes hacia las nueve


treinta cuando los compañeros se situaban cerca de determi—
nado objetivoº, percatándose de que eran perseguidos. Enla-
1 Marcelona Boticario, uno delos miembros dela comisión de Defensa en
el exilio.
2 Cuando iban a dar un atraco a la sucursal del Banco de Vizcaya de la
calle Rocafort.
172
Exremmxcrón

Toda lucha de las características de la que sostenemos


contra el régimen de terror que impera en España exige sa-
crificios enormes en todos los aspectos. No deseamos minimizar
en nada la importancia de los últimos hechos ocurridos en
Barcelona, pero sí señalar que son el producto de una actua-
ción desarrollada en condiciones desproporcionadas de los
elementos en presencia. Además de los siete compañeros
asesinados hay que lamentar la detención de 12 compañeros
más e ignoramos noticias y situación de otros diez que han
quedado desconectados, seguramente a consecuencia de ser
conocidas de la policía española las direcciones empleadas, a
causa de las detenciones y documentación hallada (...).
De toda la experiencia pasada sólo podemos llegar a la
conclusión de que es una imperiosa necesidad la continuación
de la acción conspirativa...

El año 1949 fue trágico para la resistencia libertaria hasta casi el


último día: el 30 de diciembre morían en las montañas gaditanas los
guerrilleros Bernabé López Calle (F ernando Abril , Comandante Abril)
y su más íntimo colaborador, Juan Ruiz Huercano (Capitán Huercano,
Eusebio, El Capitán) a consecuencia de la delación de un miembro de
la partida, Francisco Fernández Cornejo (Largomayo), natural de
Medina Sidonia, quien la noche anterior había abandonado el campa-
mento establecido en el lugar denominado <<Haza del Cabezón», en las
proximidades del cortijo Poca Sangre, entre Alcalá de los Gazules y
Medina Sidonia, y se había presentado a la Guardia Civil.
Cuando despuntaba el día la Guardia Civil se lanzó al ataque
arrojando granadas de mano a las tiendas de campaña de los guerrille—
ros. Bernabé fue cosido a balazos cuando salía de su tienda y Juan Ruiz
fue destripado por una granada.
Alfonso Sánchez Gómez (Potaje) y el hijo de Bernabé, Miguel
López García (Darío, Joser'ro), que compartían otra tienda, lograron
escapar, medio desnudos y descalzosl.
1 El 17 de noviembre de 1950, Miguel López García (Darío) moría en el
término de Zahara de la Sierra, también víctima de una traición. Su pequeño
grupo acampaba en la dehesa de Los Pi/ones. Estaban con él: Alfonso Sánchez
Gómez (Potaje), Juan Martín Menacho (Chinchín) y Manuel Palma Mesa (El
Bigotes). Este último, de madrugada, mató de un esoopetazo a bocajarro a
177
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

20 del mismo día ocurrió el choque de Sabaté. ¿Confidencias?


Lo ignoramos, pero esperamos saberlo. <<X» llegó hoy, de
acuerdo con las indicaciones que nos formuláis, en el curso de
la semana detallaremos todo cuanto queda pendiente. Ha sido
un rudo golpe del que no nos repondremos fácilmente. Pese a
todo, la moral no ha decaído, lástima que no poseamos el
potencial económico preciso para iniciar ya la actuación co-
lectiva planificada. No puede ser, tendremos que contentarnos
con alguna acción de represalias.

En estos momentos la represión seguía desarrollándose


con toda intensidad y el 24 nos llegaba la triste noticia de la
muerte de los compañeros Francisco Martínez, miembro de la
comisión de Defensa del Interior, Julio Rodríguez, delegado
del grupo <<T» y de dos de sus miembros: Barrao y Espallargas.
Comprendimos la situación grave que se creaba a los compa-
ñeros. Los secretarios de las tres ramas, reunidos con los
miembros de Defensa el mismo día 24, acuerdan enviar al
Interior la siguiente carta:

En nuestro poder las vuestras últimas. Nos hemos impuesto


de cuanto ha ocurrido. No dejamos de calibrar las desgracia—
das consecuencias de esos últimos tropiezos con los que,
además de haber perdido a seis compañeros, se nos han malo—
grado algunas posibilidades.
Sin que interpretéis nuestras palabras en sentido alarmista,
nos vemos en la necesidad de sugerir que procedáis a tomar las
medidas necesarias para poner a salvo a los que no teniendo un
desenvolvimiento de seguridad, se dispongan, salvo no acep-
tación de su parte, a trasladarse a las bases de origen, a menos
que no dispongan de otros lugares que los preserven de posibles
tropiezos.
Consideramos lo ocurrido de excesiva gravedad. No 10-
gramos comprender cómo han podido sucederse los últimos
hechos. Estudiaréis detenidamente los factores que determi-
naron la catástrofe. Aprovechando la estancia en ésa de <<X»,
pueden, los que determinen trasladarse a las bases de seguri-
dad, servirse de él.
174
EXTERMINACIÓN

que mandaba el teniente coronel Julio Michelena Lluch y de la cual era


comisario su hermano Pedro.
Cuando en abril de 1938 se envió la 98 brigada mixta como
refuerzo a Levante, poco antes de la caída de Castellón (14 de abril de
1938), a Bernabé se le confió el mando de la unidad. En mayo del
mismo año pasó a dirigir la 136 brigada mixta de la 33 división, que
mandaba el mayor de milicias José Sabín Pérez, y más tarde José
Luzón Morales.
Al ser derrocado el gobierno de Juan Negrín por el Consejo
nacional de Defensa del coronel Segismundo Casado, a Bernabé se le
dio el mando de la 70 brigada confederal del IV cuerpo del Ejército que
mandaba Cipriano Mera y su unidad fue la primera que intervino para
aplastar a las fuerzas comunistas que se sublevaron contra el Consejo.
Al ocupar Madrid las fuerzas franquistas, fue detenido, conducido a
Málaga y condenado a la pena capital que más tarde le fue conmutada
por la de 30 años. A primeros de 1944 salió en libertad vigilada con
residencia obligatoria en Montejaque, pero sabedor de que iba a ser
detenido de nuevo huyó a la sierra, a un sector donde actuaban grupos
confederales. Al poco tiempo constituyó su propia partida de guerri-
lleros en el término de Ronda. En el mes de junio de 1946 fue
desmantelada en Ronda, Montejaque y Benaoján (Málaga) una orga-
nización anarcosindicalista del llano, con la cual Bernabé mantenía
contacto. Acosado por las fuerzas franquistas, decidió trasladarse con
sus hombres a la provincia de Cádiz.
En 1947 Bernabé tenía estrechas relaciones con el Comité regio-
nal de la CNT de Sevilla, a través del Comité comarcal de Jerez de la
Frontera. Ambos comités fueron desmantelados en abril de 1947 y
Bernabé se refugió de nuevo en las cercanías de Ronda.
En febrero de 1949, en la Sierra de Cabras, término de Jerez de la
Frontera, entre Algar y Alcalá de los Gazules, se celebró una reunión
de jefes de partidas, constituyéndose la <<Agrupación de Guerrilleros
Fermín Galán»1, bajo el mando de Bernabé López Calle (Fernando
Abril). Su lugarteniente era el socialista Miguel Pérez Pérez (Polonio)

1 Los capitanes Fermín Galán Rodríguez, nacido en 1899, y Angel García


Hernández, nacido en 1900, fueron fusilados el 14 de diciembre de 1930,
después de haberse sublevado con la guarnición de Jaca (Huesca) contra la
Monarquía.
179
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

rreado alteraciones de importancia. El problema grave e irre-


soluto hasta el presente radica en los días de camino necesa-
rios con el consiguiente equipo.
Una idea del esfuerzo que realizan los compañeros se
comprende si se tiene en cuenta que el equipo pesa unos 20 ó
25 kg para unos ocho días de marcha (cuatro de ellos por los
Pirineos). Así se explica que, a pesar de las recomendaciones
que se hacen a los grupos de no utilizar medios de transporte
improvisados por las zonas de más control, y aun reconociendo
los mismos, por experiencia, estas razones, se recurra cons-
tantemente a esos medios, preferibles, a su punto de vista, a las
marchas agotadoras.
El problema de las bases en el Interior se resolvía con
justeza hasta el presente, a pesar de las pocas incorporaciones
que se producían. Existe igualmente poca predisposición por
parte de los radicados en el Interior. Ello es comprensible
teniendo en cuenta la represión a que son sometidos aquellos
que suministran o alojan a los grupos de actuación libertarios.
Con motivo de las últimas incorporaciones, más numerosas
que de costumbre y en contra de lo dispuesto por las comisiones
de Defensa del Interior y del exilio, y los grupos mismos, el
alojamiento creó un verdadero problema a la comisión de
Defensa del Interior, problema que pudo resolverse a última
hora. Para solucionar este problema sería necesario un capital,
ya que lo elemental para los grupos de actuación consistiría en
la adquisición de edificios en los lugares estratégicos.
El desenvolvimiento y desarrollo de los compañeros en
sus actividades presenta facetas múltiples. Enumerarlas en un
informe lo consideramos fuera de lugar. No obstante, señala-
remos que una buena parte del éxito radica en el apoyo moral
del pueblo y que lo esencial en la lucha es la realización de
trabajos que hallen buena acogida en la población civil. Las
propias necesidades de los grupos y de los caídos en la lucha
exige un esfuerzo continuo en el orden económico. El proble-
ma de la documentación se resuelve de manera favorable, no
habiéndose producido ninguna detención por defectuosidad
de papeles en el transcurso de la actuación del actual comité de
Defensa. (…)
176
EXTERMINACIÓN

Después de la muerte de Bernabé, algunos de sus hombres prosi-


guieron el combate, como el cenetista Antonio Núñez Pérez (Bartolo),
ejecutado en Sevilla el 28 de febrero de 19521.

Wenceslao Jiménez, durante su estancia en Francia, había elabo-


rado un esquema desarrollado de organización y de actuación clandes-
tina, proyecto que, en nombre de varios grupos de acción, pensaba
someter a la Comisión de Defensa del ML y a la Comisión de Relacio-
nes dela FAI en el exilio. Sin embargo, este trabajo, que reflejaba las
inquietudes de los luchadores al ver que no se modificaba la estructura
orgánica del Movimiento Libertario, quedó solamente en borrador.
Los acontecimientos se precipitaron y él fue uno más de los que
perdieron la vida en las calles de Barcelona.
Los asesinatos de Julio Rodríguez, José Luis Barrao, Francisco
Martínez y demás compañeros hizo que el grupo de Los Mañas anti-
cipara sus planes y regresara a España. Entre los maños y muchos de
los caídos se habían forjado lazos de amistad indestructibles, conso-
lidados día tras día en la lucha clandestina, y los trágicos aconteci—
mientos habían renovado el deseo de acabar de una vez para siempre
con el funesto Eduardo Quintela.
A últimos de noviembre de 1949 se pusieron en camino, pero
retrasaron un poco el paso de la frontera, primero ocultándose unos
días en la capital del Languedoc, ToulouSe (por cierto el lugar menos
indicado), con el objeto de hacer perder la pista a los servicios de
Información franquistas en Francia, y luego tuvieron que esperar unos
días más debido al mal tiempo que imperaba en los Pirineos. En
definitiva, el grupo cruzó la línea el día 22 de diciembre, y la caminata
-dificultada por la tormenta de agua y nieve- fue más larga que de
costumbre y se les agotaron los víveres. Extenuados por el viaje, los
cinco combatientes Wenceslao, Simón, Plácido, Rodolfo y Salgado, este
último reclutado en Franciaº- decidieron separarse y llegar a Barcelo-

1 Antonio Núñez tenía dos hermanos también guerrilleros: Juan (Cuchi/lilas),


que murió en Montejaque, víctima de una traición, el 22 de octubre de 1949, y
Francisco, detenido por la Guardia Civil el 3 de septiembre de 1949.
2 Durante su estancia en Francia, el grupo había expulsado de su seno a
Niceto Pardillo Manzanero por mala conducta.
181
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

El nombre de Bernabé se había hecho legendario en la baja


Andalucía. Era un combatiente valeroso, generoso y de una gran
responsabilidad. Durante varios años -desde 1941- tuvo en jaque a las
fuerzas franquistas.
Antes de la guerra civil había pertenecido a la Benemérita, pero
a pesar de su uniforme, supo ser leal a la clase obrera.
Pertenecía a una familia confederal de Montejaque (Málaga),
donde nació el 30 de mayo de 1899, explicándose su ingreso en el
Cuerpo de la Guardia Civil porque al regresar del servicio militar en
Africa, con los galones de sargento y sin grandes preocupaciones
sociales, le pareció más cómodo el sueldo de la fuerza pública que el
trabajo y la miseria del campo andaluz.
Destinado a Antequera (Málaga), se encontraba en el cuartel de
dicha Plaza cuando estalló la sublevación militar el 18 de julio de
1936. Bernabé, de acuerdo con otros tres guardias leales al juramento
prestado a la República, contribuyó destacadamente a afirmar el
triunfo popular. Dueños del cuartel, desarmaron a una quincena de
números y detuvieron al teniente jefe. Luego, en contacto con las
organizaciones obreras, Bernabé participó en la creación del Comité
revolucionario, así como en la organización deºlas primeras milicias
antifascistas.
Ante la amenaza de los frentes inmediatos, salió al mando de una
columna, luego convertida en batallón José López Calle, nombre de su
hermanol, militante libertario, fusilado por los franquistas. Participó
en la defensa de Málaga y, perdida la ciudad (febrero de 1937), se
retiró a Almería. Después de ser reorganizada su unidad, partió de
nuevo al frente. Meses después intervino en la campaña de Teruel
(diciembre de 1937), donde tuvo el mando de la 61 brigada mixta, que
conservó hasta febrero de 1938, fecha en que fue disuelta la 42 división

Daríoy luego huyó, presentándose en el cuartel de la Guardia Civil de Zahara,


donde informó de que había matado al hijo de Bernabé y de que estaba
dispuesto a conducir la fuerza hasta el campamento. Concluido el trato, se dio
el asalto al lugar, donde mataron a Chinchín. Potaje pudo escapar una vez más
y luego pasar a Casablanca. El Bigotes siguió colaborando con la Guardia Civil
y murió más tarde en la provincia de Sevilla al caerse de un olivo.
1 Bernabé tenía tres hermanos: José, fusilado por los franquistas sin
formación de causa; Antonio, mutilado durante la guerra civil; Pedro, comisario
de la 42 división, exiliado en México después de la victoria franquista.
178
Exrammcróu

acción libertarios, sino que disparaban sin previo aviso, decidió ven-
der cara su vida.
En aquel preciso instante pasaba por su lado una jovenzuela, y
Wences, para impedir que pudiera ser víctima inocente, le dio un
fuerte empellón para alejarla de él, con lo cual advirtió a los policías
de que se había dado cuenta de su presencia. Aunque sacó rápidamente
su pistola ametralladora <<Mauser», los policías fueron más veloces y
cayó desplomado en la acera gravemente herido antes de haber podido
apretar el gatillo. Los segundos perdidos en pensar en la muchacha le
fueron fatales.
Tendido en el suelo, desangrándose, comprendió que él también
había sido vencido por la traición. ¿De quién? Cuando los policías se
aproximaron, prudentemente, sólo encontraron un cadáver con las
pupilas dilatadas. Se arrodillaron para ver si el corazón del zaragozano
todavía latía, pero en seguida comprendieron al sentir un ligero olor
como de ácido cianhídrico. Su último esfuerzo fue para morder una
cápsula de cianuro que llevaba montada en la parte superior de la
pluma estilográfica. Veinte centigramos de cianuro es una dosis mortal
y todos los componentes del grupo Los Mañas llevaban más del doble.
Wenceslao había nacido en Gijón el 28 de enero de 1922. Era el
mayor de cuatro hermanos: Enrique], Rodolfo y Vitoria. Su padre,
ferroviario y militante confederal, fue trasladado a Zaragoza unos
meses antes de la guerra civil. En los primeros días del mes de agosto
de 1936, cuando hacía su servicio de interventor entre Zaragoza y
Canfranc fue detenido y apeado en la estación de Jaca. Junto con otros
dos confederales fue fusilado en las afueras de la ciudad. Wences, al
estallar la contienda. estudiaba en la Escuela Industrial.
El mismo día, alrededor de las 11 de la mañana, salían tranqui-
lamente de la casa donde se alojaban los mañicos Plácido y Simón.
Apenas habían andado unos metros cuando, al pasar por el lado de un
grupo de hombres de mala facha, éstos se les echaron encima y los
inmovilizaron. Esposados inmediatamente fueron propulsados a un
taxi y conducidos a la Jefatura. Horas después detenían a Victoriano
Muñoz Treserras, que se había comprometido a servirles de chófer.

1 Enrique, unos 18 meses más joven que Wences, se escapó'de casa


cuando tenía 18 años. Volvieron a saber de él en 1944, pues partucnpó en la
“invasión» dela Vall d'Aran. Fue capturado y purgó cerca de 10 años de pnsuón.
183
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

y el jefe de Estado Mayor, el comunista Pablo Pérez Hidalgo (Manolo


el Rubio, Rubio de Bobadilla), que al terminar la guerra civil era
comandante de batallón en la 215 Brigada de la 67 División. Como jefe
de Propaganda fue designado Juan Virgil de Quiñones (Juanito)1, y la
administración de la Agrupación recayó en Cristóbal Ordóñez López
(Libertario, Aniversario, Minuto), ambos cenetistas.
Se determinaron cuatro sectores de actuación, asignándose cada
uno de ellos a un grupo o partida:
- Cortes y proximidades de la estación de Gaucín (Málaga). Jefe
de Grupo: Francisco Moreno Barragán (Benito), uno de Los
Morenas de Cortes, que eran tres hermanos: Diego, que murió
en Ubrique en 1943, y Julián, que fue ejecutado en Sevilla en
1949.
- Ubrique, Algar y Jerez de la Frontera. Jefe de grupo: José
Lobato Floria (Lobato).
- Montejaque, Grazalama y Nenaoján (Málaga). Jefe de grupo:
Juan Toledo Martínez (Caracoles, Tarántula).
- Alcalá de los Gazules, Jimena de la Frontera y Los Barrios.
Jefe de grupo: Juan Francisco Domínguez Gómez (Pedro el de
Alcalá). *
Pablo Pérez Hidalgo abandonó su actuación guerrillera a partir
del 18 de diciembre de 1950, cuando fue exterminado un grupo de
sobrevivientes de la <<Agrupación de Guerrilleros Fermín Galán», y
permaneció escondido en España durante 27 añosº. En 1987 vivía en
Genalguacil (Málaga).
1 Juan Virgil de Quiñones murió en una emboscadatendida porla Guardia
civil, con ayuda de un confidente, el 18 de diciembre de 1950, en el cortijo El
Chorrón de Algatocín (Málaga), en la Serranía de Ronda, junto con otros cinco
guerrilleros: José Calvo Pena, un gallego de Betanzos (La Coruña); Juan
Toledo Martínez; Juan Francisco Domínguez Gómez; Francisco Moreno Barra—
gán y Antonio Rincón González (Perejil). El padre de Pablo Pérez Hidalgo,
identificó falsamente a Antonio Rincón como si fuera su hijo, pues tenía la
cabeza destrozada, con cuya treta cesó la persecución contra él, y Rincón
nunca figuró entre la lista de las víctimas.
2 Pablo Pérez Hidalgo nació en Bobadilla (Málaga) en 1911. El 9 de
diciembre de 1976 fue detenido por la Guardia civil en un cortijo de la Serranía
de Ronda, llamado El Cerro, del término municipal de Genalguacil (Málaga). Un
relato de este guerrillero puede leerse en el libro de Jesús Torbado y Manuel
Leguineche: Los Topos, Ed. Argos-Vergara, Barcelona, 1978.
180
Emmmcrón

Este encierro sin esperanza tuvo, en fin, una satisfacción, la de


haber podido disipar la sospecha que se había incrustado en el ánimo
de los dos condenados a muerte con relación a Rodolfo. Quien trai-
cionó al grupo, quien vendió y participó como marcador de cuantos
combatientes tuvo ocasión de conocer y sobre todo de los de su grupo,
fue Niceto Pardillo Manzanerol.

A últimos de marzo de 1950 regresaban a España José Lluís


Facerías, César Saborit Carralero y Antonio Franquesa Funoll. Su
llegada a Barcelona—º- coincidió con la distribución de Solidaridad

Bolivia hasta 1948. Franco le concedió, a título póstumo, la Cruz de Isabel la


Católica.
1 Ya tranquilos sobre este particular, Simón, natural de Utebo (Zaragoza),
de 26 años, y Plácido natural de Tacohenta (Huesca), de 28 años, recibieron el
23 de diciembre de 1950 una visita, la última.'8abían que iban a morir al día
siguiente y, sin embargo, fueron ellos los que prodigaron palabras de consuelo
y esperanza para los que quedaban en la calle: <<Diles a los amigos -concluyó
Simón- que no abandonen, que sigan adelante, sin arrepentirse de nada.
Nuestra razón triunfará un día. El pueblo español comprenderá sin duda quela
tiranía debe ser combatida y derrocada.» El día 24, de madrugada, fueron
fusilados, junto con Victoriano Muñoz Treserras, nativo de Barcelona, de 27
años. Su actitud sorprendió alos propios verdugos. Simón y Plácido no lanzaron
“vivas» ni <<mueras», afrontaron el momento final cantando y con la sonrisa en
los labios. Los verdugos no se atrevieron a taparles la boca con esparadrapo
como solían hacer. Las familias solicitaron los cuerpos para enterrarlos, pero las
autoridades se negaron. Los dos amigos fueron arrojados juntos a la fosa
común. Sobre la tumba los allegados depositaron flores rojas y blancas, lo único
que ellos habían pedido. Sobre la traición de Niceto Pardillo, véase el libro de
Antonio Téllez: Guerrilla urbana: Facerías, Ed. Ruedo Ibérico, París, 1974.
2 El MLE en el exilio, como medida de seguridad, no comunicó esta vez
la llegada del grupo al delegado de Defensa en Barcelona Manuel Montañés
Bernat. Este protestó. Cuando más tarde Montañés fue detenido y juzgado
(causa 658—IV-49) la policía encontró en su poder cinco cartas de la Organiza-
ción, llegadas de Francia, sobre este particular y que figuran en los folios 960
a 963 del expediente. Montañés había sido condenado anteriormente, el 29 de
abril de 1944, en Barcelona, por su actividad durante la guerra civil, a 30 años
de reclusión. Salió en libertad en 1946 y fijó su residencia en Valencia. Poco
después recibía una orden de incorporación a un Batallón de Soldados
Trabajadores, pero huyó a Francia y encontró trabajo en Dijon. Cuando
185
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

na por ferrocarril. Después de dejar en Matadepera, cerca de Manresa,


el material más pesado, Wences, Simón y Plácido se dirigieron a
Sabadell para tomar el tren; Rodolfo y Salgado sacaron los billetes en
la estación de Terrassa.
La entrada en la capital catalana la hicieron el dos de enero por la
noche. Pese a las peripecias de la caminata montañera, en días de
invierno y cargados como mulos, las cosas habían salido bien. En
cambio, ya en Barcelona, se produjeron incidentes que, sin ser de gran
importancia, darían más tarde lugar a una lamentable confusión.
En primer lugar, Rodolfo y Salgado acudieron a la primera cita
con bastante retraso, lo cual fue considerado como una negligencia de
muy mal gusto por sus amigos. La explicación de los dos retrasados fue
que los retuvieron más tiempo de lo previsto en la barbería, pero los
demás pensaron que en su situación no se justificaban demoras de
peluquería.
Tomaron la decisión de alojarse cada uno por su cuenta y quedaron
citados para el día siguiente para comprobar si el material depositado
en Matadepera se encontraba en buenas condiciones. Para evitar
cualquier sorpresa desagradable concretaron exactamente cómo debía
efectuarse la expedición: Rodolfo y Salgado vlajarían en coche y es-
perarían en el lugar la llegada de los demás. El caso es que cuando los
otros tres llegaron al punto de la cita comprobaron que'sus dos amigos
ya se habían marchado. Sin duda que habían tenido motivos justificados
para hacerlo, pero con ello se creaba cierta confusión pues no habían
convenido otro lugar de cita.
Cuando lograron reunirse se explicaron las cosas, pero se creó
cierto malestar del que se hacía responsable a Rodolfo, pues su
acompañante tenía cierta disculpa por ser la primera vez que actuaba
con ellos.
Las primeras diligencias de Los Mañas tuvieron como objetivo
intentar conocer lo más exactamente posible cómo habían podido
producirse los trágicos acontecimientos de los meses precedentes, es
decir, de qué medios se había valido la policía para poder liquidar
impunemente a tantos compañeros experimentados.
Pero, el lunes 9 de enero de 1950, Wenceslao, al salir de la casa
donde se hospedaba en la barriada de Sarriá, se dio cuenta de que era
seguido por la policía. Como sabía que ya no se acostumbraba a dar el
alto cuando habían identificado a algún componente de los grupos de
182
EXTERMINACIÓN

tico grave y el miembro de la Policía Armada José Colido Pascual,


lesiones leves.
El día 8 de abril, Face colocaba otra potente bomba en la comi-
saría de Lonja, sita en la calle Ancha nº 23, explosión que produjo
destrozos de consideración. Resultaron heridos tres cabos primeros de
la Policía Armada: José Zapata Merino, Julián Olea Díaz y Fernando
Greco, así como los números del mismo Cuerpo: Ramón Rodríguez
Pérez, Basilio Gómez García y Diego Montes Vega. Esta bomba causó
mayor expectación debido a que muy cerca de donde estalló vivía el
franquista Rafael López Moreno, jefe del <<segundo bis», servicio de
espionaje, que se encargaba especialmente en la época de los servicios
de Información en Francia y era el principal organizador de la infil-
tración de elementos adictos en las organizaciones antifranquistas del
exilio.
Después de estos atentados, un día que Esperanza Moreno cele-
braba una entrevista con dos miembros. del grupo en la plaza de
Maragall, dos agentes del Cuerpo general de policía se aproximaron
para proceder a una verificación de documentos. Los dos hombres
pudieron darse a la fuga, pero Esperanza fue detenida. En una gabardina
que dejaron abandonada en su huida, en uno de los bolsillos encontraron
ventosas de caucho de las que se aplicaba a ciertos artefactos para
adherirlos a los objetivos que querían destruir.
El 15 de abril Facerías encontraba tiempo para escribir una carta
a Francia para que fuera entregada a Manuel Luis Blanco], del Se-
cretariado Intercontinental. En ella comunicaba el fracasado intento
de la bomba en la tribuna presidencial y el éxito de la que había
estallado en la comisaría, pero también decía lo siguiente:

Es el primer día que dispongo de un poco de tiempo y


también de pluma ypapel. Aprovecho la ocasión para repetir
más ampliamente algunas de las cosas que ya he informado a
Defensa para que les entregues nuevamente una copia.
Como explicación al hecho de escribirte en estas condi-
ciones, o sea sin la reserva convenida, es debido a la carencia

1 Manuel Luis Blanco nació en Riotinto (Huelva) en 1916 yfalleció en Dijon


(Francia) el 17 de noviembre de 1971 de un ataque cardíaco.
187
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

La llegada de los detenidos a la Vía Layetana fue motivo de


efusiones y chácharas, ya que la brigada de Servicios especiales, que
al mando del comisario Pedro Polo Borreguero había efectuado la
operación, esperaba recibir una prometida gratificación, y los agentes
más destacados podían esperar un permiso especial y quizá la pro-
moción.
Polo saludó su llegada con estas palabras: <<Os estaba esperando.
Me habían comunicado la fecha de vuestra salida de Francia.»
Después de ser apaleados, fueron encerrados en el sótano de la
Jefatura de donde salieron tres días después para formalizar el atestado.
Los policías les comunicaron que no necesitaban para nada sus de-
claraciones, pues <<lo sabían todo» y sólo faltaban sus firmas.
Efectivamente, en vez de ser interrogados pudieron escuchar los
nombres y apellidos de cada uno de los componentes del grupo, los
nombres falsos que habían adoptado1 y multitud de datos verdadera-
mente increíbles sobre sus actividades y, en todos los casos, sabían los
respectivos papeles que habían desempeñado.
Estas revelaciones confirmaron los recelos que ya tenían los
detenidos y entonces se concretaron en Rodolfo, su compañero y
amigo, el hermano, cosa que los martirizó más que todas las brutali-
dades de la policía, y la muerte de Wenceslao sólo podía avivar su
pesar. Pero la primera operación de la policía al deteñerlos fue arre-
batarles las plumas estilográficas. También sabían lo del veneno...
En la tarde del 28 de enero fueron conducidos a la Cárcel Modelo
y quedaron incomunicados en la 4º galería, en las celdas destinadas a
los condenados a muerteº.
1 Simón García había adoptado en Francia el nombre de Miguel Mon/lor
y Plácido Ortiz el de Vicente Llop.
2 El 4 de febrero de 1950 eran fusilados en Barcelona el militante José
López Penedo, nacido en Paredes de Ciudad (Orense) el 13 de julio de 1915,
y Carlos Vidal Pasanau, natural de Barcelona, de 31 años. El día 24 del mismo
mes fusilaban a Saturnino Culebras Saiz, de los grupos de montaña, junto con
Manuel Sabaté Llopart, de 23 años, hermano pequeño de El Quico. Para pro-
testar contra estos fusilamientos, el 20 de marzo de 1950 el gallego ex
combatiente de la guerra civil Gabriel Fleitas Rouco, de 38 años, mataba a tiros
a José Gallostra, representante oficioso del gobierno franquista en México, en
pleno paseo de la Reforma de la capital federal. Fue detenido inmediatamente
y declaró que era librepensador y anarquista. Gallostra había sido embajador
franquista en Río de Janeiro en 1945. Después desempeñó el mismo cargo en
184
EXTERMINACIÓN

por las balas de la fuerza pública. El bravo Franquesa, alcanzado por


un disparo certero, perdió la vidal. Facerías, que parecía invulnerable,
logró salvarse junto con César. Regresaron ambos a Francia a últimos
de mayo.
Pero la mala racha proseguía. El 3 de mayo de 1950 caía en manos
de la policía José Iglesias Paz, delegado de la sección Jurídica en el
Interior y, a continuación: Antonio Moreno Alarcón, Ginés Urrea
Piñaº, Santiago Amir Gruañas, Pedro Meca López, Silvio Aiguaviva
Vila, Ignacio Aligué Soler, Manuel Lecha Aparisi, Juan Bonet Jimeno,
Manuel Montañés Bernat y Gregorio Montserrat Girona, supervivientes
casi todos de los grupos desmantelados en el mes de octubre del año
anterior.
La Vanguardia del día 14 de mayo de 1950 publicaba la siguiente
nota policíaca sobre las últimas detenciones:

La CNT, que bajo la dirección de Federica Montsenyy de


otros elementos instalados en París, Toulouse y en otras
localidadesfrancesas intenta organizar grupos de individuos
para que se internen en España -y en Barcelona principal—
mente-, con elfin de cometer asesinatos y actos terroristas.
había logrado situar en esta capital -en los últimos días del
mes de marzo- un nuevo grupo de estos c<gángsteres» de la
política con la indicada finalidad. Consiguieron colocar al-
gunos artefactos explosivos; intentaron desvalijar un hotel de
esta ciudad, sin conseguir sus propósitos,fracasando igual—
1 Antonio Franquesa nació en Vic (Barcelona) en 1920. El 19 de julio de
1936 se incorporó alas milicias de la Juventud Comunista Ibérica (JCI) y en ellas
permaneció hasta que, organizado el Ejército popular, pasó a la 42 división. Al
finalizar la contienda pasó a Francia y fue a parar al campo de Argelés-sur-mer,
donde se reunió con su padre. Este, militante revolucionario y dirigente sindical
en su comarca, fue sacado del campo por los nazis y fusilado. Franquesa se
incorporó entonces a España para luchar contra el franquismo. Detenido en
1941, estuvo en la Cárcel Modelo de Barcelona hasta 1944. Cuando salió en
libertad pasó a Francia y durante seis años fue enlace del POUM. Al morir tenía
dos mellizos de corta edad.
2 Ginés Urrea Piña fue detenido en su domicilio el 6 de mayo de 1950. Al
terminar la guerra civil había sido detenido el 30 de marzo de 1939 en Alicante
porla división Littorio. Salió en libertad el 26 de julio de 1948, después de pasar
su causa a lo civil y ser absuelto de cargos.
189
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Obrera (nº 20, con fecha de 2º quincena de marzo). La reaparición del


órgano confederal de la regional catalana indicaba un nuevo esfuerzo
de presencia, bastante alicaído después de la sangrienta represión de
los meses pasados.
El grupo bajaba esta vez a la Ciudad Condal para participar -a su
manera, por supuesto- en la fiesta franquista denominada de La Vic-
toria (lº de abril). A su llegada establecieron un <<campamento» entre
la Rabassada y Cerdanyola. Una muchacha, Esperanza Moreno Agrela,
se encargaba de llevarles, cada dos o tres días, la comida a un punto
convenido de antemano, que era un camino que iba de la llamada Riera
de Horta al camino Arnaldº de Oms, en la barriada de San Andrés, no
muy lejos de donde Facerías encontraría la muerte, cerca de siete años
más tarde.
En la madrugada del día de la conmemoración el grupo logró, con
audacia, colocar un potente artefacto explosivo debajo de una de las
tribunas principales instaladas en el paseo de Gracia. Concluida la
operación, el grupo, sirviéndose de un coche robado, lanzó por las
calles de la ciudad miles de octavillas subversivas preparadas de
antemano.
A las 10 de la mañana, cuando ya había comenzado el desfile, los
servicios policíacos descubrieron la bomba y, aunque procuraron
evitar la alarma, ésta se produjo de una manera imprevista que provocó
bastante desbarajuste.
Recogida la bomba, ésta fue descebada retirando de la misma el
encendedor de retardo con el fulminante incorporado. Seguidamente,
un sargento de la Policía Armada, acompañado de tres números, subió
con la bomba a un automóvil para transportarla a la Jefatura superior
de Policía donde sería examinada y eventualmente destruida. Sin
embargo, en el camino, el encendedor de retardo cumplió su cometido
e hizo estallar el fulminante. Con el estampido, el chófer, que sabía la
carga peligrosa que transportaba, tuvo un sobresalto, perdió la direc-
ción y se estrelló contra otro coche que llegaba en sentido contrario.
El maestro artificiero Antonio López Ríos sufrió lesiones de pronós—

Francisco Martínez Márquez fue asesinado en Barcelona el 21 de octubre de


1949, regresó a España, con el guía Ramón Vila Capdevila, para ocupar su
puesto. Montañés, natural de Albacete del Arzobispo (Teruel), cuando fue
detenido nuevamente tenía 33 años.
186
Exranmmcróu

Lecha Aparisi, Juan Bonet Jimeno, Manuel Montañés Bernat


y Gregorio Montserrat Girona.

La ofensiva policíaca también arreciaba entonces en Andalucía,


donde eran detenidos muchos compañeros y el 28 de mayo de 1950
mataban a tiros al secretario del CR de la provincia, Antonio González
Tagua, y varios más.
Tagua, activo militante que residía en Sevilla, se había trasladado
-con ocho compañeros- a Algeciras, donde, en vista de las proporciones
que tomaba la represión, preparaban la salida de España por medio de
una lancha pesquera con la cual pretendían llegar a Gibraltar.
Sorprendido el grupo a eso de las once de la noche por un
destacamento de la Guardia Civil y agentes de la Policía Armada, se
produjo un nutrido tiroteo, cayendo en la refriega el mencionado y
otros tres: Francisco Varea, de Jerez de la Frontera; Cristóbal Ordóñez
López (Libertario, Aniversario, Minuto),de Ubrique -uno de los su-
pervivientes de la <<Agrupación de Guerrilleros Fermín Galán»- y uno
de los barqueros, no identificado. Los guerrilleros Antonio Muñoz y
Juan Virgil de Quiñonesl, aunque heridos, pudieron huir.
En el mes de julio de 1950 era asesinado en Málaga el militante
anarcosindicalista Antonio Aranda Arjonaº. Herido primero por la

1 Juan Virgil perdió la vida poco después, el 18 de diciembre del mismo


año. Véase nota 1 de la página 180.
2 Estos sucesos de Andalucía sirvieron para instruir un escandaloso y
descomunal proceso a puerta cerrada contra 73 hombres y siete mujeres, todos
dela CNT, acusados de organización subversivay de complicidad en la evasión
de elementos peligrosos. Fue designado juez especial Fructuoso Delgado
Hernández, quien sin hacer discriminación ni entre los hechos ni entre las
personas, incluyó en la misma causa y atestado hechos de Cádiz, Sevilla y
Jerez del año 1949 y otros de Sevilla de 1950. Decenas de compañeros sólo
podían ser acusados de actividades orgánicas, pero todos ellos fueron presen-
tados como cómplices de hechos de sangre y delitos comunes cuando se
celebró el consejo de guerra en Sevilla el 14 de diciembre de 1951. Las
sentencias fueron severísimas, entre ellas dos de pena de muerte. Los
condenados ala pena capital fueron Antonio Núñez Pérez, natural de Ubrique
(Cádiz), y Dionisio Carrera Ruda, secretario de la comarcal de Cazalla de la
Sierra (Sevilla). El primero fue ejecutado el 28 de febrero de 1952 y la ejecución
del segundo quedó pendiente. Policarpo Núñez Medina, secretario de la
Federación Local de Sevilla, fue condenado a 20 años de presidio.
191
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

delo esencial. De todas maneras mefiguro que no serviría de


gran cosa].
A nuestra llegada alguien de confianza nos informó que
la policía conocía exactamente nuestra salida. Con exactitud
matemática pudimos comprobar lasfechas coincidentes. Las
cosas que pudimos investigar están sometidas todas a la más
estrecha vigilancia. así como puntos de convergencia en las
barriadas, etc., etc.
Todo esto motiva que, por mi parte, de forma responsa-
ble, pida a Defensa que evite mandar a nadie hasta después de
revisar las causas e investigar que clase de fenómeno sucede
y conocer sus orígenes.
He contactado con diversos compañeros2 y en todos ellos
existe el mismo criterio: el mal viene de Francia y en el seno
de los comités existen confidentes.
No sé que explicaciones podria darte, las hipótesis las
guardo para cuando pueda manifestarlas concretamente.

El día 17 de abril el grupo de Facerías intentó dar un atraco a los


Ferrocarriles Catalanes, calle Diputación nº 239,“después de apoderarse
de un taxi, pero la caja había sido recogida una hora antes y estaba
completamente vacía. '
El día 19, en Cerdanyola, provincia de Barcelona, Facerías, César
Saborit y El Toni, después de atracar una panadería de la localidad,
fueron sorprendidos por la Guardia Civil en las inmediaciones de
Santa Maria de Montcada, en un control de carretera. Tuvieron que
abandonar una furgoneta que habían <<requisado» provisionalmente a
un industrial de la localidad y huir a campo traviesa, pero perseguidos

1 Facerías solía escribir con tinta simpática entre las lineas de una
correspondencia anodina, o en el reverso del papel. Utilizaba una solución de
alumbre que exigía calentar el papel con una plancha u otra fuente de calor.
2 En un proceso que se celebró en Barcelona el 6 de febrero de 1952
contra 30 militantes del Movimiento Libertario, en el cual se sentenciaron nueve
penas de muerte -cinco de ellas fueron ejecutadas-, uno de los acusados,
Ignacio Aligué Soler, de 55 años, fue acusado, entre otras cosas, de haber
aportado auxilio y ayuda a Facerías durante este viaje que estamos relatando.
Fue condenado a 12 años y un día de reclusión. Sobre este proceso véanse las
páginas 216 a 220.
188
X

COMPLICACIONES

El jueves 18 de enero de 1951, hacia las 7 de la tarde, una


furgoneta postal, con el conductor y dos guardias de escolta, salía de
las oficinas de correos de la calle Duguesclin, en Lyon.
Un automóvil negro se inmovilizó al. lado de la furgoneta y tres
hombres armados con metralletas intimaron al chófer a que parara y
abandonara el vehículo. Los atracadores, que desconocían sin duda la
presencia de dos guardias, quedaron sorprendidos al verlos y retro-
cedieron de inmediato y precipitadamente hacia su propio automóvil,
pero, para proteger su retirada, dispararon unas ráfagas de metralleta.
El hecho duró unos segundos y los atacantes pudieron huir a toda
velocidad. Sin embargo, los proyectiles habían causado víctimas: el
guardia Arnaud, de 36 años, murió en el acto; otro guardia, Luis Morin,
resultó gravemente herido y murió el día 3 de febrero; nueve personas
que se encontraban en la calle o dentro de la oficina de correos
resultaron con heridas, una de ellas, Auguste Jard, de 64 años, moría
el 26 de enero.
El vehículo de los atracadores era descubierto el día 27 de enero
en el canal de Jonage, frente al puente de Croix-Luizet.
El día 28, 2.000 policías de Lyon, inspectores, guardias y
escuadrones de CRS (Compagnie Republicaine de Sécurité) iniciaron,
desde las seis y media de la mañana, una inmensa batida en la parte de
Villeurbanne, en Vaulx-en-Velin y Décines (suburbios de Lyon), zona
a la orilla del canal donde el día anterior se había descubierto el
vehículo sumergido.
La batida se prosiguió durante 24 horas consecutivas. La ope-
ración afectó a más de 50.000 habitantes de una zona de 20 kilómetros
193
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

mente en un ataque contra los Ferrocarriles Catalanes. Al


intentar detener a los autores de este hecho dispararon contra
la (<Benemérita», y al repeler la agresión resultó muerte el
jefe de este grupo, Antonio Franquesa Funoll.
La brigada Social de esta Jefatura Superior logró des-
articular esta banda, al ser detenido, el día 3 de los corrientes,
el jefe de esta Organización en Barcelona -llamado José
(Iglesias) Paz- que ostentaba el cargo de delegado nacional
de la sección Jurídica CNT—AIT en España.
Se detuvo igualmente a Antonio Moreno Alarcón, autor
de distintos sabotajes y agresiones realizados en mayo del
pasado año. También se detuvo a Ginés Urrea Piña, autor de
otros hechos. Se le ocupó una metralleta, tres pistolas, una
bomba de mano, cargadores y abundante munición. Otro
sujeto de esta banda. ya en poder de la policíajuntamente con
los mencionados, es Santiago Amir Gruañas, componente del
grupo que intervino en los hechos relatados y que actualmente
desempeñaba el importante cargo de “Jefe de guías» para
acompañar a través de la montaña el paso de los grupos
terroristas desde Francia a España. Este sujeto tenía en su
poder una metralleta, una pistola, tres bombas de mano,
lápices explosivos y una importante cantidad de material para
cometer actos de sabotaje.
Otro detenido es Pedro Meca López, integrante de la
misma banda y con intervención en los hechos delictivos
detallados.
Como jefe de propaganda y con el cargo de <<Secretario
general de la CNT» y director de <<Solidaridad Obrera» clan-
destina actuaba el también detenido Silvio Aiguaviva Vila. al
que se le ocupó una pistola, una multicopista, máquina de
escribir, abundante documentación, sellos de cotización, etc.
Ignacio Aligué Soler, detenido al igual que los anterio-
res, actuaba como aenlace» de estos grupos terroristas, te-
niendo la misión de guardarles las armas, documentación,
buscarles alojamiento, etc., encontrándole en su poder dos
pistolas y una maleta conteniendo propaganda.
Finalmente, como encubridores y valiosos auxiliares de
los anteriormente señalados, han sido detenidos: Manuel
190
COMPLICACIONES
__f

Ariége (Francia) el 12 de febrero de 1981. Afiliado a la CNT cuando


tenía 16 años, al estallar la sublevación militar se enroló voluntario en
la columna expedicionaria organizada en la cuenca minera y textil del
Alto Llobregat y Cardoner, denominada <<Tierra y Libertad» que salió
de Manresa el 7 de septiembre de 1936 para participar en la defensa de
Madrid. Posteriormente combatió en el frente de Aragón con la 25
división.
Como tantos miles, fue hecho prisionero en el puerto de Alicante
y el 4 de abril de 1939 ingresó en el campo de concentración de
Albatera. En agosto del mismo año fue trasladado al penal de Porta
Coeli (Valencia) y tres meses después a la prisión de Manresa. En la
primavera de 1941 pasó a la Cárcel Modelo de Barcelona y meses
después fue juzgado y condenado a 15 años de reclusión mayor. A
finales de 1941 fue trasladado a la cárcel madrileña de Yeserías. Meses
después consiguió la libertad provisional y regresó a Barcelona.
En agosto de 1942 fue llamado a quintas, pero Massana desertó
y pasó a la clandestinidad. Para conocer todos los vericuetos de la
montaña, hizo algún tiempo el contrabando entre España y Andorra y
luego entre Andorra y Francia. En noviembre de 1944 consiguió
documentación legal en Francia y eligió residencia en Tarascon-sur-
Ariége e inmediatamente se entregó totalmente a la lucha antifranquista.
En agosto de 1945, con un grupo armado en el que iba su íntimo
amigo Antonio Torres (Gachas) pasó a España, por Andorra, reali-
zando algunos golpes económicos y el sabotaje de unas torres de alta
tensión en las inmediaciones de la Nou de Berguedá (Barcelona). A
partir de entonces y hasta 1950 Marcelino Massana se convirtió en la
pesadilla de las autoridades franquistas.
A finales del verano de 1950 el grupo de Massana tuvo un
incidente con los aduaneros franceses en el pueblo de Couflens (Ariége)
y sólo pudo escapar a la detención bajo la amenaza de sus armas. Como
que había sido identificado, se dictó orden de captura contra él. Al
poco tiempo se presentó voluntariamente para ser juzgado, y acusado
de contrabando (armas), fue condenado por el juzgado de Saint Girons
(Ariége) a una multa de 50.000 francos y a un mes de cárcel por paso
clandestino de fronteras. La Fiscalía hizo oposición a la sentencia y
jºlgado de nuevo en Toulouse, un mes más tarde, el tribunal confirmó
la sentencia de Saint Girons.
Ya hemos dicho que Massana fue detenido el 6 de febrero de
195
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

policía en un tiroteo en las calles malagueñas, pudo -con mil dificul-


tades- escapar y refugiarse unos días en el monte. Luego pudo llegar
a Madrid, donde comprobó que la herida presentaba síntomas de
gangrena. Un médico le extrajo el proyectil, lo curó y le puso unas
inyecciones, pero tras sus cuidados denunció el caso a la policía.
Inmediatamente fueron a detener a Aranda, pero éste intentó huir y fueº
herido de nuevo. Dos días después, hallándose en la Dirección General
de Seguridad, se presentó un capitán de la Guardia Civil de Málaga
para reclamar al detenido y obtuvo inmediatamente la autorización de
traslado. Tras el consabido apaleamiento en el antro policiaco mala-
gueño del Pasaje de Antera, Aranda fue conducido en coche al lugar
donde precedentemente había logrado escapar y allí lo asesinaron
fríamente.

La actividad de la resistencia libertaria decreció considerablemente


en el segundo semestre de 1950. Tanto los grupos de acción urbanos
como las guerrillas rurales habían sufrido importantes pérdidas y la
labor propiamente orgánica atravesaba —como consecuencia de la
represión permanente- un período de estancamiento.
Los oligarcas franquistas consideraron que había llegado el mo-
mento de hacer cotizar en el extranjero el éxito obtenido en la <<paci-
ficación interior» y orientaron buena parte de sus esfuerzos a destruir,
o por lo menos neutralizar, a los luchadores libertarios en sus bases del
exterior.
Un suceso ocurrido en Lyon en enero de 1951, en el que parti-
ciparon españoles refugiados, les permitió desencadenar, con gran
oportunismo, una campaña de desprestigio contra la CNT y los anar—
quistas, acompañada de acuciantes demandas de extradición.
Toda esta ofensiva, que resumiremos en el capítulo siguiente,
aunque quedó desbaratada más tarde, tuvo desgraciadas consecuencias
para algunos compañeros, sobre todo para Francisco Sabaté (El Qui-
co), y también permitió el descubrimiento de un atentado aéreo contra
Franco que se había organizado desde Francia

192
COMPLICACIONES

cito éste por considerar que era el menos indicado. Todas


estas cosas y otras, me han dejado en un estado completamente
desmoralizado.
Yo no soy ningún intelectual. y estos siete años que he
pasado sin asistir a ninguna reunión, y este estado de aban-
dono por parte mía hace que estoy completamente en la
oscuridad.
En cambio, si os propusierais hacer algo en el Interior,
aquí creo que obtendríaisfácilmente mi concurso, pues es la
sola cosa que creo eficaz, propaganda sí, pero permíteme que
repita lo que seguramente habrás oído decir en tu infancia: (<A
Dios rogando y con el mazo dando.»
Bien, pues, aunque con un convencimiento muy pesi-
mista, acepto la entrevista, donde me digas, para el sábado
próximo, día 10, a las 2 de la tarde.

Clamart, 4 de abril de 1959.


Apreciado compañero Téllez:
Recibí tu carta a principios de semana. Enterado de su
contenido voy a contestarte. Estaría muy contento si me
pudieras dar noticias concretas de Ramón (Caraquemada),
pues me gustaría mucho poderlo abrazar, en primer lugar por
la falta de amistad en que se debe encontrar y, segundo,
porque es uno de los hombres de la CNT que ha sacrificado
toda su vida por las ideas, desde su tierna juventud hasta la
fecha no se ha dado un momento de placer, solamente ha
contado para él la lucha contra la tiranía. Ya sé que algunos
dirán que las cosas que ha hecho tienen poca importancia.
pero la verdad es que ha luchado toda su vida. ¿Es que no
merece estima un compañero de su talla?. Para mi toda.

Clamart, 12 de enero de 1964.


Apreciado Téllez:
Recibí tu carta y con un poco de retraso aa mon tour» te
deseo un feliz año nuevo.
En cuanto a lo de Ramón (Caraquemada) no creo que sea
un momento oportuno de relatar sus hechos, las razones son
fáciles de comprender. no tengas prisa.
197
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

cuadrados. Se hicieron 10.000 registros domiciliarios, todo ello sin


resultado.
El día 30 de enero, fue detenido un español de 37 años, Juan S.,
que habitaba en Francia y había participado en la guerra civil española.
Luego, la policía descubrió el nombre de otros dos atracadores: los
hermanos Francisco y José Bailó Mata, de 31 y 27 años respectivamente;
ambos españoles.
El 3 de febrero era detenido en Toulouse José Peirats Valls,
Secretario general del MLE en Francia, y el diario parisiense Le Fi-
garo titulaba: <<La bande des Espagnols semble avoir agi pour le
compte d'une organisation anarchiste.»
Cuando se descubre la existencia de un policía, juez, cura,
militar o político deshonesto o criminal, cosa por cierto cada día más
frecuente, nunca se pone en entredicho la institución a la cual perte-
nece. Un general que trabaja, por ejemplo, al servicio de otra potencia,
nunca sirve de ejemplo para condenar al Ejército como institución. Un
cura asesino nunca sirvió de pretexto para cerrar las iglesias. Cinco
policías proxenetas o traficantes de droga, o de mano de obra extranjera,
nunca sirvieron de argumento para intentar disolver la fuerza pública.
Sin embargo, cuando el elemento delictivo lleva un carnet
sindical o de alguna formación política de la oposición, inmediatamente
se quiere responsabilizar de un acto individual a toda'una colectividad.
Es lo que ocurrió entonces con el MLB en Francia. Los atracadores
eran -o habían sido- por lo visto anarquistas y fue suficiente para que
se montara toda una <<campaña publicitaria» de desprestigio contra los
anarcosindicalistas españoles. Claro que, más tarde, todo el andamiaje
tan artificialmente montado se desmoronó, pues la conducta general de
los emigrados libertarios, que constituían el sector más importante de
la España peregrina, era intachable.
Como referencia a esta campaña contra el Movimiento Libertario
español en el exilio, y los logros provisionales de la misma, citaremos
la detención en Toulouse, el 6 de febrero de 1951, de Marcelino
Massana Bancells, juzgado en la ciudad del Garona en marzo del
mismo año en virtud de una demanda de extradición que había cursado
el gobierno franquista. La petición fue rechazada y Pancho salió en
libertad inmediatamente.
No estará demás decir aquí unas palabras sobre Massana, nacido
en Berga el 3 de octubre de 1918 y fallecido en el departamento del
194
COMPLICACIONES

la fuerza a los locales de la policía de Lyon de la calle Vauban, donde


fue sometido a severo interrogatorio. El traslado se hizo sin orden de
detención o de comparecencia de un magistrado instructor, es decir,
que fue totalmente irregular. Durante los interrogatorios, Sabaté
<<firmó» una declaración en la que <<confesaba» haber sido él quien
cortó los hilos telefónicos en Peage de Roussillon. El género de los
interrogatorios que sufrió podrá imaginarse cuando digamos que un
hombre de su temple intentó suicidarse, el día cuatro, arrojándose por
una ventanal. Sólo consiguió herirse en el cuello con los cristales.
Durante varios días con sus noches permaneció en manos de la
policía, sin poder recurrir a un abogado. El día seis compareció ante el
juez de instrucción de Lyon, Le Guet, quien dictó un auto de prisión
preventiva bajo la acusación, entre otras cosas, de <<asociación de
malhechores».
Con los <<nuevos elementos de cargo», el 23 de febrero el fiscal de
la República del departamento de Vienne pedía al juez instructor la
reapertura del sumario contra Sabaté y otros inculpados acusados de
homicidio voluntario y tentativa de robo con agravantes.
Los abogados de la defensa, en una memoria enviada ala Sala de
Acusación del Tribunal de apelación de Lyon, puntualizaban numerosas
violaciones del código de instrucción criminal -demasiado extensas
para reproducirlas íntegramente— y entre otras cosas decían:

Se comprobará sin duda que no solamente ORT/lº, P… y


Sabaté denunciaron al magistrado instructor de Vienne que
sus pretendidas declaraciones sólo representaban en realidad
1 Varias veces intentamos que Sabaté nos contara exactamente los
interrogatoriºs de Lyon, pero sólo al oir hablar de ello palidecía de indignación
y pasaba a otra cosa. Fue sin duda allí donde sufrió las mayores humillaciones
de su vida, sin comparación con las que tuvo que soportardurante la guerra civil
cuando cayó en manos de la Checa. Después de mucha insistencia, un día nos
dijo que lo mejor que le hicieron fue tenerlo completamente desnudo, en un
ángulo de la habitación, arrodillado sobre la arista de una regla de metal
triangular, con los brazos en cruz y un libro pesado en la palma de cada mano.
Cuando el cansancio le hacía bajar un poco el brazo y el libro se caía al suelo,
de un fenomenal tortazo lo derribaban a él y le obligaban a adoptar inmediata—
mente Ia misma posición, aunque la regla metálica ya había penetrado en las
rodillas hasta el hueso.
2 Se trata de Francisco Ortiz Pérez, nacido en Alora (Málaga) el 27 de
199
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

1951 en su domicilio de Toulouse por la DST (Direction de la Sur-


veillance du Territoire). Francia rechazó la extradición, pero bajo la
presión de las autoridades franquistas, fue confinado en un pueblecito
del departamento de Deux-Sévres, hizo su mes de cárcel en Buxero-
lles, cerca de Poitiers (Vienne) y luego consiguió que su confinamiento
fuera en el pueblo de Leucamp (Cantal) donde se reunió con su
compañera María Calvó, con la cual había vivido esporádicamente
desde 1948. María había sido la compañera de Antonio Gil Oliver,
miembro de los grupos urbanos que actuaban en Barcelona y que
falleció en Toulouse, en un accidente de tráfico, el 20 de abril de 1948,
cuando tenía 27 años.
En agosto de 1956 el Ministerio del Interior anuló la orden de
confinamiento y Massana eligió domicilio en Clamart, cerca de París.
En el mes de agosto de 1978, por primera vez después de la guerra
civil, Massana viajó a España con pasaporte legal, y en compañía del
viejo compañero de guerrilla Jaime Puig Costa (Tallaventres), nacido
en 1902 en Gironella, recorrió la comarca del Berguedá que había sido
teatro de sus hazañas.
Con Massana nos entrevistamos varias veces cuando comen-
zábamos a redactar este libro. A continuación reproducimos algunas
cartas que nos escribió y que, a través de los años, indican claramente
la evolución que sufrió su pensamiento.

Clamart, 6 de enero de 1959.


Compañero Téllez: salud.
He recibido tu carta, y con ella la invitación para
reunirnos. Ya me habló José Dot, en una ocasión, y si bien le
dije que no tenía ningún inconveniente en entrevistamos,
también le dejé comprender que estaba muy frío para estas
cosas, es decir, para recitar detalladamente los hechos ocu-
rridos durante los años de mi actuación en la resistencia.
Precisamente , allí en el Interior había mucha gente com-
prometida, con la cual algún dia aún puedo contar, y les sería
desagradable que se publicaran cosas que aún podrían com—
prometerlos; seguidamente, me sabría muy mal que haciendo
algo, aunque sea con muy buena fe, sirviera para provocar
más rencillas dentro de la Organización y, tercio, no olvides
que he sido muy criticado por hombres como Juan Pintado, y
196
COMPLICACIONES

Así, durante la segunda quincena de febrero menudearon los


incidentes alrededor de este conflicto, y a partir del día 23 los tranvías
de todas las líneas circulaban casi vacios. Estos hechos dieron vitali-
dad a las organizaciones clandestinas, las cuales participaron en el
conflicto.
Esta agitación contra la Compañía de Tranvías condujo, el día 12
de marzo, a un paro general en la urbe barcelonesa. Más de 30.000
trabajadores salían a la calle, ya no simplemente para manifestar su
disgusto por el aumento de las tarifas en el transporte urbano, sino por
la carestía de la vida y, en general, porla calamitosa política económi-
ca y social franquista.
Durante la huelga se distribuyeron profusamente hojas dactilo-
gráfiadas, que por cierto no procedían de las organizaciones liberta-
rias,…que decían:

Para arreglar lo de los tranvías


id a buscar a Facerías.
Contra el Requeté
¡Viva Sabaté!

El pueblo, con su natural instinto, sabía reconocer públicamente,


a pesar de la campaña difamatoria permanente de la prensa franquista,
quiénes eran los auténticos defensores de la libertad.
La huelga se propagó a Badalona, Terrassa, Sabadell y Manresa,
y el 13 de marzo 150.000 obreros se habían cruzado de brazos.
El gobierno concentró en la capital catalana todos sus recursos
ofensivos: más de 1.000 agentes de la Policía Armada llegaron de
Madrid en un tren especial; otros 2.000 procedían de Zaragoza y
Valencia. Al puerto de Barcelona llegaron: el crucero Méndez Núñez
y los destructores Elcano, Gravina y Liniers, con un importante con-
tingente de fuerzas de infantería de marina a bordo, que luego patru-
llaron por las calles con las fuerzas de la policía y del ejército.
Barcelona parecía una ciudad tomada militarmente. En las calles
los transeúntes eran detenidos e interpelados constantemente y todas
las comisarías, así como la Jefatura de Policía, quedaron abarrotadas
de gente.
La huelga fue de poca duración, pero el régimen dictatorial, que
hasta entonces venía especulando con la tranquilidad de las multitu-
201
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Clamart, 12 de octubre de 1968.


Querido Téllez:
Es verdad que han pasado varios años desde nuestra
última entrevista.
Siento de verdad no poderte ser útil en tus trabajos, pero
recordando mi actividad pasada no creo aventaje en nada mi
situación. Además, no olvides que hace varios años no cotizo
ni me acerco a Sainte Marthe (sede del Movimiento Libertario
en París) para nada, lo cual quiere decir que mi voz no es
autorizada por las altas jerarquías.
Dos compañeros después de tú me han pedido para escribir
mi vida, especialmente mis actividades en el Interior, la
respuesta ha sido la misma, <<dejarme vivir en paz»l.
De Ramón que quieres que te diga, seguramente conocía
a Ramón mejor que nadie. Ramón era el compañero dispuesto
a todos los sufrimientos, el luchador incansable, de buena fe
y honrado, que ya son buenas notas.
Sobre la cuestión de hacer una comida juntos siempre
estoy dispuesto, pues cuando uno se hace viejo el paladar es
más refinado. María se junta a mi para, abrazaros.

Terminamos aquí el inciso y volvemos al lamentable suceso de


Lyon en el cual se vió envuelto El Quico.
Francisco Bailó Mata2 fue detenido el primero de febrero en el
barrio <<Des Iris», en la casa de un compatriota. Según un atestado del
2 de febrero de 1951, Bailó citó confusamente, refiriéndose a <<con-
fidencias de tercera persona», a un tal Sabaté como participante en el
atraco ya citado de Peage de Roussillon (7 de mayo de 1948) y la
policía enfocó de nuevo la mirada hacia El Quico.
El mismo día 2 de febrero, Sabaté, que se encontraba en Dijon en
virtud de una medida de confinamiento, fue detenido y trasladado por

1 Diez años después Massana cambió de opinión. Puede verse el libro de


José María Reguant: Marce/ino Massana ¿ Terrorismo 0 resistencia ?, Ed. Do-
pesa, Barcelona, 1979.
2 Su hermano José se suicidó el 4 de febrero de 1951 disparándose una
bala de Colt en la cabeza, en el jardín de Vénissieux, suburbio de Lyon.
Francisco Bailó fue condenado a trabajos forzados a perpetuidad en enero y
febrero de 1955 por el Tribunal de lo criminal del Ródano.
198
COMPLICACIONES

incursiones a España y a su regreso utilizaba los aeródromos de


Angulema, Saint-Jean-d'Angély o Guyancourt. También se descubrió
que cada vez que el aparato llegaba al último aeródromo citado, una
camioneta acudía a su encuentro. Esta aparcaba en un garage adminis-
trado por anarquistas españoles y que era propiedad de personas que
residían en un hotel también administrado por anarquistas.
Primitivo Gómez era un ex piloto del Ejército popular que se
había inscrito en el Club aéreo de Saint—Jean—d'Angély (Charente
Marítimo) y que había obtenido una licencia para pilotar en 1945,
renovada en 1950.
Resultó de la investigación -según los datos divulgados- que los
fondos para adquirir el avión (1.600.000 francos de la época) los había
facilitado un tal Laureano Cerrada Santos, que había sido detenido el
mes anterior a estos sucesos a raíz de haberse descubierto en Gaillon
(Eure) una imprenta clandestina donde se falsificaban marcos. Cerrada1
se encontraba entonces, pues, en la prisión de Evreux (Normandía).
El aparato, según las declaraciones delos acusados, fue utilizado
en 1948, con motivo del viaje anual del general Franco a San Sebas-
tián, para matarlo por medio de un procedimiento digno de un militar,
y mucho más tratándose de un general de generales como era el caso.
La parte inferior de la carlinga del avión había sido modificada y
se había agenciado una trampilla para poder lanzar manualmente unas
bombas contra la tribuna de Franco cuando éste estuviera rodeado de
jerarcas nacionales y regionales.
Con tres hombres a bordo —el piloto, Antonio Ortiz Ramírez y J ose
Pérez Ibáñez (El Valencia)- y 20 bombas de fragmentación de 5 kg y
cuatro incendiarias de 10 kg -todas robadas en un polvorín de Orleans
(Loiret) durante la ocupación alemana- el Norécrin despegó de un campo
de aviación de Dax (Altos Pirineos) el domingo 12 de septiembre de
1948 y orientó su rumbo hacia Biarritz y el mar. Luego viraría a la
izquierda para llegar a San Sebastián por la bahía de la Concha.
Después de bombardear la tribuna del Club Naútico desde donde
el general Franco, rodeado de altos jerarcas, debía presenciar las

1 Laureano Cerrada Santos, nacido en Miedos de Atienza (Guadalajara),


fue detenido de nuevo el 27 de mayo de 1970, a los 67 años de edad, en
Boulogne-Billanoourt, suburbio de París, acusado de falsificar documentos de
identidad franceses. Murió asesinado a tiros en París el lunes 18 de octubre de
1976, frente a un bar del barrio de Bellevile, el Europe.
203
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

firmas obtenidas por la violencia, sino también, cosa que no


cabe ignorar. que, delante deljuez de Instrucción de Greno-
ble, en otra causa. otros acusados, que por cierto beneficia-
ron de sobreseimiento: Pedro MATEU. P..., Francisco P... y el
propio P... dieron las mismas precisiones sobre el compor-
tamiento de la policía de Lyon en sus locales de la calle:
Vauban, en ese comienzo de febrero de 1951.
No será inútil señalar —proseguía la defensa— que uno de
los defensoresfirmantes1 que visitó a Sabaté en la cárcel de
St Paul de Lyon el 10 de febrero de 1951, pudo comprobar
todavía, en la citada fecha, señales de golpes en el internado
e informó de ello al presidente del Colegio de Abogados,
quien transmitió la denuncia alfiscal de Lyon.
Y los abogados agregaban:
Por lo demás, los atestados de los días 3 y 5 defebrero de
1951, invocados contra Sabaté por el magistrado instructor
no pueden ser considerados como regulares ni" válidos, pues
las condiciones en quefueron obtenidos exigen, en cualquier
hipótesis, que sean rechazados del expediente.

El juez de instrucción de Lyon ordenó la puesta en libertad de


Sabaté el 13 de Noviembre de 1952 y la acción judicial condujo, una
vez más, a un auto de sobreseimiento de fecha 16 de noviembre de
1955. Pero tampoco esta vez la decisión de la justicia iba a ser
definitiva, como veremos posteriormente.

El panorama de la resistencia antifranquista cambió un poco en


España a comienzos de 1951. La labor clandestina de las diferentes
organizaciones a través de los años, sumada al descontento general que
imperaba, se manifestó entonces en protestas callejeras cada vez más
eficientes.
En Barcelona, sobre todo, la agitación se extendió de manera casi
espontánea en torno a un conflicto popular en la Compañía de Tran-
v1as.

» noviembre de 1911 ylallecido en Málaga el 25 de febrero de 1981 . Cuando fue


detenido con motivo del suceso de Lyon, era Secretario de Coordinación del
Comité Regional Ródano-Alpes.
200
COMPLICACIONES

que la Organización lleve a cabo.


Por otra parte previendo que oficialmente dejará muy
pronto de existir la Organización], necesitamos tener algo
aquíy por eso se hace necesario aglutinar a los compañeros.
Como ya verás por los acuerdos, todo dependerá del
Movimiento de allí (de España). Tenemos que estar pendientes
también de la opinión internacional y después de tantos años
y visto elfracaso de los movimientos exiliados, además del
<<coco» comunista, todo lo que venga, sea de donde sea,
excepto de España es contraproducente.

Este viaje lo hizo Facerías acompañado de tres compañeros, uno


de ellos César Saborit Carralero, quien esta vez por motivos senti-
mentales, titubeó bastante antes de decidirse. Hacía muy poco tiempo
que había llegado a Francia con su compañera Magdalena Roig y su
hijo también llamado César, nacido el 3 de junio de 1942, después de
haber hecho otro viaje a España con otros cuatro compañeros, entre
ellos Pedro González Fernández y Jesús del Olmo Sáez (Malatesta) para
realizar una misión especial encomendada por la comisión de Defensa.
Así, pues, César había hecho su último viaje como responsable de
grupo y en misión orgánica; ahora se había marchado con Facerías, en
contra de la voluntad de la Organización. Tanto es así, que cuando se
enteró el organismo conspirativo que el grupo había salido hacia la
frontera, intentaron darle alcance para intentar disuadir a sus com—
ponentes, pero ya era tarde, los cuatro hombres habían cruzado los
Pirineos.
Ya hemos dicho que las huelgas de Cataluña habían provocado la
destitución del gobernador civil Eduardo Baeza Alegría y quelo había
sustituido Felipe Acedo Colunga, del Cuerpo jurídico del Aire, con
categoría de general de división desde el año 1946. El nuevo gobernador
se saltó a la torera todas las promesas hechas por las autoridades
durante la agitación obrera, y al contrario, intensificó la represión
contra las personas que más se habían destacado y ordenó muchísimas
detenciones.
El grupo de Facerías, recién llegado, se encontró en una situación
bastante delicada. Urgía en primer lugar crear bases sólidas que
1 Entonces se pensaba en la inminencia de una decisión francesa que
pusiera al Movimiento Libertario fuera de la ley.
205
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

des, cual si fuera signo de adhesión, quedaba netamente desmentido.


Este movimiento popular provocó la destitución del gobernador
civil, Eduardo Baeza Alegría, sustituido por un general de funesto
recuerdo, Felipe Acedo Colunga], que se distinguió en Asturias,
después de la insurrección minera de 1934, en la persecución de los
trabajadores.
Eduardo Baeza era gobernador de Zaragoza cuando fue designado
para ocupar el cargo en Barcelona en abril de 1947, en sustitución de
Bartolomé Barba Hernández que ocupaba el cargo desde el 8 de agosto
de 1945.

La investigación policíaca a raíz de los sucesos de Lyon en enero


de 1951, permitió localizar, el 12 de febrero del mismo año un
misterioso avión que se encontraba en el aeródromo civil de Guyan—
court, cerca de Versalles. Se trataba de un Norécrin con la matrícula
F-BEQB que había sido registrado a nombre de Georges Fontenis,
entonces Secretario general de la Fédération Anarchiste Francaise
(FAP).
Interrogado por la policía, Fontenis confesó ser el testaferro de
los anarquistas españoles que habían utilizado el aparato para realizar
misiones clandestinas. La investigación puso de relieve que el avión,
sin embargo, no había abandonado el campo de aviación desde el mes
de octubre de 1949,per0 que, hasta esta fecha, pilotado por un tal
Primitivo Gómez Pérez, residente en París, había efectuado varias
1 El letrado Pierre Levy.
1 Felipe Acedo, nacido el 6 de septiembre de 1896, pertenecía al Cuerpo
Jurídico militar desde 1917. En 1932 colaboró en la conspiración del general
Sanjurjo contra la República. En 1936 se puso incondicionalmente al lado de
Franco. Actuó como fiscal en el consejo de guerra contra uno de los socialistas
de más prestigio merecido de España, Julián Besteiro Fernández, el 8 de julio
de 1939, a pesar de haber sido alumno del procesado contra el que solicitó la
pena de muerte. El abogado defensor interpuso recurso ante el capitán general
y el 15 de julio el general Miguel Ponte y Manso de Zúñigafirmó la sentencia que
condenaba a Besteiro a la pena de 30 años de reclusión mayor. El 27 de
septiembre de 1940 Besteiro falleció en la prisión de Carmona. Besteiro, nacido
el 21 de septiembre de 1870 en Madrid, fue presidente de las Cortes durante la
Segunda República. Felipe Acedo ocupó el cargo de Gobernador de Barcelona
casi 10 años. Falleció en 1965.
202
COMPLICACIONES

colaboraba en la organización de la “quinta columna». De retorno a su


tierra, detrás de los legionarios y fuerzas marroquíes, olvidó el mi-
nisterio eclesiástico y se dedicó activamente a la persecución de
elementos antifranquistas con un entusiasmo digno de mejor causa.
Pero este tipo de <<cura trabucaire», militante y nada asustadizo,
plantó cara a los visitantes, y tozudo, hubiese preferido dejarse des-
pellejar antes que soltar un ochavo. Al ver que las cosas no tenían
remedio y que si insistían se verían obligados a matarlo, lo aporrearon
con las culatas de las pistolas para que cesara sus berridos y lo dejaron
sin sentido. Naturalmente se marcharon sin una linda. Más tarde, el
canónigo, que de la aventura sólo sacó unos chichones, ofreció una
importante recompensa a los que capturaran vivos o muertos a los
autores del <<sacrilegio».
El 19 de julio, cuando acababan de sonar las doce del mediodía,
César subía al trolebús Santa Coloma-Meridiana y se sentaba en la
parte inferior. Detrás de él subieron dos <<tranviarios», uno se sentó a
su derecha y el segundo en la banqueta posterior. A los pocos minutos
César se vió encañonado por su vecino de asiento. Sorprendido,
esbozó un ademán de defensa, pero el polizonte disfrazado que se
encontraba a su espalda disparó a quemarropa, y seguidamente su
compinche. César murió con dos cargadores en el cuerpo.
La madre de César, Antolina Carralero se enteró de que su hijo
había sido asesinado 48 horas después, el domingo por la mañana. En
el Hospital Clínico pudo ver el cadáver, vestido solamente con una
camisa roja de sangre. Fue ella quien lo lavó y preparó. Las autoridades
fueron magnánimas y dieron permiso a la familia para que se ocupara
del entierro. El féretro salió del Clínico el martes 24 a las cuatro de la
tarde. Iba cubierto con una corona de flores rojas de dos metros y
medio de diámetro. Para que la policía no pudiera objetar nada, se
agregaron una docena de lirios. En el cortejo, hasta el propio nicho de
la familia, estuvo presente la policía para identificar a los eventuales
amigos que hubieran podido acompañar al valeroso César hasta su
última morada.
Las autoridades tuvieron un detalle de <<honestidad» y <<refinada
generosidad». Cuando devolvieron a la familia los efectos personales
del difunto, también entregaron un billete de 50 pesetas, empapado de
sangre, que César llevaba en la cartera. El billete estaba taladrado por
una bala que le partió el corazón.
207
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

regatas, el aparato aterrizaría en un terreno español, ya previsto, y sus


ocupantes, después de sabotear el avión, serían recogidos por la
Organización clandestina del Interior.
La operación, minuciosamente preparada, fracasó debido a un
hecho imprevisto. Apenas el <<bombarder0» llegaba a la vista del
objetivo, cuatro cazas lo interceptaron intimándole a aterrizar. Entonces,
Primitivo, sin pensarlo dos veces, picó hacia la superficie del mar a
300 km por hora y a dos palmos del agua enderezó el aparato y tomó
el rumbo de Francia. El incidente dio lugar a un intercambio de notas
entre Madrid y el Quai d'0rsay, pero sin consecuencias para nadie1.
Cuando Primitivo Gómez fue interrogado por la policía, declaró
que había sido el único en pilotar el Norécrin y que el aparato sólo
había volado en realidad tres veces. Fue dejado en libertad.
De todas formas, una cosa quedó perfectamente demostrada: no
existía la menor vinculación entre el caso del avión y los hombres del
famoso atraco de Lyon del 18 de enero de 1951.
José Lluis Facerías regresó a España en el mes de junio de 1951
pero sus desavenencias con la Organización eran entonces totales y su
actuación iba a efectuarse al margen del MLE e incluso contra la
voluntad de los comités. —
En una carta que escribió el 6 de abril de 1951 decía lo siguiente:

Por medio de correspondencia y de emisarios hemos


llegado a coordinar un número de compañeros que, de disponer
de los medios necesarios, hubiéramos podido lograr más
cosas en los últimos días que en toda la lucha sostenida en
años pasados.
Como que estos medios no existen se impone una decisión
y aquí estamos. Como creo que lo más lógico es responsabi-
lizar a todos, hemos elaborado un pequeño acuerdo de base y
sobre él, en cuanto tengamos posibilidades, pensamos trabajar,
organizando aquíy allí (en Francia y en España) cuanto sea
preciso para poner en práctica el trabajo positivo que dudo

1 El periodista Eli$eo Bayo celebró diversas entrevistas en París con


Laureano Cerrada semanas antes de que fuera asesinado y cuenta este
proyecto de atentado en el libro: Los atentados contra Franco, Ed. Plaza & Janés,
Barcelona, 1976.
204
COMPLICACIONES

la amartillada, salvándole sólo el que uno de los otros dos se


opusiera resueltamente. Y el atraco frustrado intentado la
noche del mismo día 20 en el domicilio del sacerdote don Luis
Despujols Ricart. Este señor, encañonado por dos armas de
dos ladrones, arremetió virilmente contra ellos, siendo en—
tonces atacado por el César que le golpeó en la cabeza con la
culata de la pistola, asestándole hasta 12 golpes antes de
lograr que perdiera el sentido y cayera bañado de sangre.
Entonces huyeron.
Ahora, al ser muerto por la policía. vestía la americana
de diario del Sr. Milicua, una de las prendas de que se
apoderara en el atraco relatado y llevando encima una pistola
:<Colt» amartillada, con tres cargadores repletos de munición
y una bomba de mano de piña.

La muerte de César afectó profundamente a Facerías, pues,


aunque su amigo era hombre capaz de tomar las decisiones que
consideraba pertinentes, para vencer su reticencia a bajar a España,
uno de los componentes del grupo, Teófilo Navarro, tuvo que recurrir
a decirle con cierto desprecio: <<Como tú quieras, César, todo el mundo
tiene derecho a tener miedo»... Así lograron convencerlo. Al perder a
tan entrañable amigo decidió, en el mes de agosto, regresar a Francia,
pero por poco tiempo.
Facerías fue mal acogido por los cómités a quienes la muerte de
César servía de argumento para reprocharle que lo había <<obligado» a
ir a la muerte. Ante el ambiente desfavorable, sin encontrar la menor
ayuda oficial, terco en sus ideas, salía de nuevo hacia España a
primeros de septiembre de 1951, desligado definitivamente de todo
compromiso con la Organización del exilio.
Por otra parte, a mediados del mismo mes, salía con el mismo
destino y en misión orgánica un grupo de tres compañeros: Jorge Oset
Palacios, Pedro González Fernández y José Avelino Cortés Muñiz.
Este último grupo estuvo un mes en Barcelona sin poder cumplir
las misiones encomendadas, se quedó sin dinero y a pesar de habérseles
recomendado encarecidamente que eludieran todo contacto con Fa-
cerías, decidieron ir en su busca para pedirle consejo y ayuda.
Facerías se había enterado inmediatamente de su llegada a Bar—
209
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

permitieran realizar un trabajo eficaz con ciertas garantías de seguri-


dad. Aprovechando el remanente de agitación y excitación todavía
existente, sus primeros trabajos fueron de propaganda, los cuales -
como siempre- por falta de medios suficientes no tenían la amplitud
deseada 0 adecuada. Era imposible desarrollar una acción que mere-
ciera tal nombre sin posibilidades económicas.
El grupo sobrevivió, como pudo,parte del mes de junio de 1951,
pero no podía ir más lejos sin resolver el problema económico. Tampoco
deseaba entonces dar atracos aparatosos que pusieran a toda la policía
en movimiento. Después de examinar la situación, decidieron dar
algunos golpes de menor importancia que pudieran ser atribuidos a
maleantes y así tratar de impedir que la policía pudiera deducir que
nuevos grupos de acción confederales habían llegado a la capital.
Así, pues, el día 20 de junio, Facerías, César y otro compañero, se
presentaron en el establecimiento de Florencio Milicua, joyero, sito en
el nº 98 de la calle Casanovas, y se apoderaron de 12.000 pesetas. Sin
embargo, este señor no había sido elegido al azar. Era entonces, según
afirmaba Facerías en una carta, <<traficante notorio de divisas, joyas y
hasta estupefacientes» y estaba <<protegido por la policía» a cambio de
aciertos servicios». .
El mismo día por la noche, orientaron la mirada hacia el canónigo
Luis Despujols Ricart, del Cabildo Catedral, domiciliado en la calle
Roger de Lauria nº 118 en el primer piso, enemigo enconado de todo
aquello que él imaginara con el ribete <<rojo», pájaro de cuenta,
acaudalado y de pura cepa reaccionaria. Al producirse la sublevación
militar en 1936, Despujols se encontraba en la zona republicana donde
participó activamente en las redes de evasión de fascistas destacados
hacia el extranjero. El mismo, algún tiempo más tarde, temeroso de ser
descubierto, disfrazado y con el pelo teñido de rubio, pudo tomar
tranquilamente un barco haciéndose pasar por turista de origen nórdicol .
Era el canónigo hombre de armas tomar, de convicciones arraigadas,
y en vez de quedarse en el extranjero hasta que llegaran tiempos
mejores, pasó enseguida a la zona franquista, desde donde estuvo en
continuo contacto con los fascistas de la zona republicana con los que

1 La actividad quintacolumnista y la fuga del canónigo Despujols figuran


en el libro de José María Fontana: Los catalanes en la guerra de España, Ed.
Samarán, Madrid, 1951.
206
COMPLICACIONES

El día 25 de octubre de 1951, Avelino Cortés y José Lluis Facerías


fueron a preparar un local que habían encontrado y que debía servir de
alojamiento a los tres últimos llegados. Pero la catástrofe rondaba
cerca, y no precisamente por haber entrado en relación con Facerías,
sino porque la policía descubrió la casa donde vivían Oset y González
y les estaba siguiendo la pista.
Este mismo día 25 de octubre, Oset y González observaron que
una pequeña camioneta se paraba a las nueve de la mañana en la
esquina de la calle Calabria-Rosellón. Su estacionamiento prolongado
les llamó al principio la atención, pero luego, al ver que allí cerca había
un garaje, no dieron importancia a la cosa. De todas maneras, a eso de
las tres y media de la tarde, al ver que la camioneta seguía en el sitio,
decidieron ir a echar un vistazo. Al pasar por el lado del vehículo lo
observaron discretamente pero sin advertir nada anormal. Luego
cruzaron la calle Rosellón y cuando llegaban al cruce Calabria-Provenza
vieron, con sorpresa, que la camioneta sospechosa se había puesto en
marcha, que primero los seguía y luego los adelantaba. Aunque ya
observaban el vehículo con cierta desconfianza, lo súbito del ataque
los cogió desprevenidos. Por las puertas traseras asomaron las bocas
de un fusil ametrallador <<Thompson» y de un subfusil, mientras que
por la ventanilla de la cabina surgió una pistola. <<¡En buen lío estamos
metidos! », exclamó Oset. Apenas había terminado de pronunciar estas
palabras cuando todas las armas escupieron fuego. Heridos inmedia-
tamente, aunque sin gravedad, con sangre fría respondieron con el
fuego de su pistolas. Encasquillada el arma de Oset, éste lanzó una
bomba de mano y en la confusión que creó su explosión consiguieron
huir y ganar unos 200 metros de ventaja. Mas, por desgracia, no
encontraron a punto ningún coche para poder abandonar la zona
peligrosa. A pesar de todo, corriendo hasta perder el aliento lograron
desorientar a los polizones ,y dando vueltas se escondieron en un solar
próximo de la calle París, donde, por cierto, mucha gente sin vivienda
se alojaba allí en miserables barracones improvisados. Cobijados, en
fin, en un caserón vacío, los dos amigos tuvieron un momento la
ilusión de encontrarse a salvo.
Pero la tranquilidad de Oset y González fue de corta duración.
Una desgraciada anciana, con tanta miseria como falta de sentido
común, los había visto y se apresuró a ir a comunicar a la fuerza
pública dónde se habían refugiado los perseguidos.
211
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Con relación al asesinato de César y hechos realizados por él


anteriormente, he aquí la nota de la Jefatura superior de Policía
publicada en el diario de la tarde La Prensa el día 24 de julio de 1951:

Funcionarios de la brigada Político social se han visto


obligados a disparar sobre el conocido atracador de la FAI
César Saborit Carralero por oponerse a su detención, en la
mañana del día 19, cuando viajaba en un trolebús de la línea
Santa Coloma de Gramanet-Barcelona.
Este elemento, autor de asesinatosy robos a mano armada,
que hasta ahora había logrado eludir a la acción de la
justicia, internánd0se en Francia después de cometer sus
fechorías, había llegado a Barcelona hace dos meses actuando
desde entonces en ocho atracos a domicilios particulares, en
fábricas y conductores de taxis.
De otra etapa de su estancia suya en Barcelona, en otoño
del 49, intervino en nueve atracos, entre ellos elperpetrado el
23 de noviembre en las oficinas de la casa “Construcciones
Ferrero», sitas en la calle de Calabria, nº 94 en que,como el
señor Ferrero, anciano de más de 79 años, tuviera unas
palabras de desaprobación del proceder de los que le roba—
ban, disparó el propio César sobre él, matándole.El 14 de
octubre atracó la empresa “Construcciones Pamies», huyen-
do con dosforajidos más en un coche que habían previamente
robado. Como los empleados de la casa salieron tras el coche
dando gritos, los tres bandidos dispararon a través de sus
vidrios, matando a María Muñoz Garcia, que casualmente
pasaba por el lugar de la ocurrencia.
Ahora en este su definitivo último periodo de hazañas
merece mención el robo de que hizo víctima a don Florencio
Milicua, el 20 del mes pasado. Eran tres los bandoleros.
Penetraron en el domicilio del Sr. Milicua merced a una
añagaza y le robaron 12.000 pesetas, alhajas diversas y
ropas, incluso calcetines. En tanto registraban la casa, tuvo el
Sr. Milicua (como otrora el Dr. Ferrero), una frase de con-
denación por las actividades delictivas de los que le robaron,
y en un tris estuvo que no sufriera la misma suerte que el Sr.
Ferrero, pues inmediatamentefue César sobre él con la pisto—
208
COMPLICACIONES

Llevados inmediatamente a la Jefatura, a pesar de sus heridas


fueron sometidos inmediatamente a cruel interrogatorio. En vista de
que ninguna coacción lograba hacerlos hablar, les inyectaron un suero
especial, previsto para tales casos, que aniquila la voluntad del indi-
viduo. Los sistemas de interrogatorio se habían modernizado mucho al
correr de los años. Así, pues, los inquisidores obtuvieron lo que
deseaban: la dirección de José Avelino Cortés, su compañero de grupo,
y también la precisión del lugar y hora en que uno de ellos debía verse
al día siguiente con Face.
Avelino Cortés, por supuesto, fue detenido horas después, sin
haberse enterado de la suerte corrida por sus amigosl.
Como hemos dicho, la policía consiguió obtener los detalles de
una cita prevista para el 26 de octubre de 1951 con José Lluis Facerías
en la plaza Molina, barrio de San Gervasio, hacia el oeste de la ciudad.
Aunque enterado de los sucesos acaecidos la víspera, Face no podía
ni remotamente imaginar que los protagonistas hubieran sido sus
amigos. Al corriente, sin embargo, de todas las artimañas de la policía
y acostumbrado, por hábito, a no descuidar ninguna medida de segu-
ridad, llegó al lugar unos veinte minutos antes de las 10 de la mañana,
que era la hora convenida, montado en una bicicleta y examinó
atentamente toda la plaza y sus alrededores. Durante la inspección no
advirtió ningún indicio sospechoso y decidió esperar. A las 10 en
punto llegó uno de los compañeros, Joaquín Mir Jou. Juntos dieron
otra vueltecita para comprobar si todo seguía normal. Fue entonces
cuando les llamó la atención un grupo de paisanos estacionado en una
calle que desembocaba en la plaza. Un tanto desconfiado, Face le dijo
a su amigo :<<No te muevas de aquí, voy a ver lo que pasa.»
Con decisión y naturalidad se acercó al grupo y preguntó:
-¿Qué pasa?
-Nada… Estamos esperando un entierro -contestó un gracioso.
Facerías, con su instinto, dedujo inmediatamente que el muerto
que esperaban era él. Se reunió con Joaquín y le expuso la necesidad
de desaparecer de la plaza Molina sin perder un segundo, lo más
discretamente posible.

1 Jorge Oset, Pedro González y Avelino Cortés fueron juzgados en


setiembre de 1952, condenados a la pena de muerte y ejecutados a garrote vrl,
en la Cárcel Modelo de Barcelona, el 8 de enero de 1953.
213
SABATE. GUERR[LLA URBANA EN ESPANA

celona y como que también supo que los tres hombres querían entre-
vistarse con él decidió facilitarles la tarea de localizarlo, pues conocía
muy bien a Pedro González que le inspiraba absoluta confianza.
Después de charlar largo y tendido, los tres decidieron participar
en un hecho preparado por Facerías, o sea una <<visita» al Meublé
Pedralbes, casa de citas <<bien frecuentada».
Hacia medianoche del 21 de octubre de 1951 seis hombres rea-
lizaban el plan proyectado, después de apoderarse de un <<Cadillac »
para no desentonar.
Durante la <<visita» tropezaron con un franquista notorio —lo
supieron más tarde-, Antonio Masana Sanjuán, que se encontraba en
una habitación con una sobrina suya menor de edad. El tal Masana
quiso sin duda demostrar ala chica su valentía y se abalanzó sobre José
Avelino Cortés que lo encañonaba con una metralleta. En el forcejeo
se disparó el arma y Masana cayó muerto. Ante lo irreparable, orde-
naron a la chica que se vistiera sin pérdida de tiempo. Como es fácil
comprender estaba asustadísima, pero el miedo que predominaba en
ella era que su familia se enterara dónde se encontraba y, sobre todo
con quién. Fue ella misma quien les suplicó que la sacaran de allí, sin
dejar de repetir la misma cantinela: <<¡Qué va a decir mi familia...!».
Facerías aceptó llevársela en el coche, pero porlel camino le aconsejó
que era preferible que se presentara a la policía y que contara lo
sucedido, pues más valía verse comprometida por tener <<relaciones»
secretas con un pariente que por complicaciones en una muerte. La
chica comprendió, en fin, que su presencia en el Meublé Pedralbes,
dadas las circunstancias, sería descubierta irremediablemente y que
luego sería mucho más difícil salir del mal paso. Facerías le aconsejó
que declarara firmemente que se la habían llevado secuestrada para
proteger eventualmente su retirada.
La joven tuvo suerte, pues se benefició de la discreción de la
policía y de la prensa, la cual incluso, al comunicar el suceso, dijo que
<<la víctima no había sido identificada». Esta declaración de compla-
cencia no impidió que todos los periódicos, en otra página de las
mismas ediciones, insertara dos esquelas mortuorias de D. Antonio
Masana, gerente y consejero de varias sociedades anónimas, con la
mención: <<Fallecido cristianamente». Cabe señalar que el grupo se
llevó toda la documentación de la víctima, con el carné de milicias de
la Falange.
210
COMPLICACIONES

Calculó que mientras examinaban los papeles, encontraban la


dirección y daban las órdenes pertinentes tendría quizá tiempo de ir a
advertir al matrimonio que allí vivía y poner a salvo el material más
importante. Así lo hizo. Llegaron a la casa sin novedad y sin perder un
segundo cargaron con lo esencial y arrancaron de nuevo con su <<4 HP»
providencial. Pero la policía había sido diligente en sus investigaciones
y cuando el vehículo salía de la calle de Arenys se encontraron con el
desagradable recibimiento de un fuego cruzado de armas automáticas.
El parabrisas del coche saltó en mil pedazos y Facerías, al protegerse
la cabeza instintivamente perdió la dirección y el automóvil se estrelló
contra un poste. Los dos ocupantes, por puro azar, resultaron ilesos,
pero pasaron unos instantes de angustia al intentar salir del coche
destrozado, pues las portezuelas habían quedado bloqueadas. Con los
esfuerzos reunidos de ambos lograron abrir una y salir a la calle. Sólo
entonces se dio cuenta Joaquín de que había sido herido en un tobillo
por una bala de rebote.
Facerías, que conocía bien el terreno, mantuvo a raya a los
guardias con unas ráfagas de metralleta que había recogido de la casa
y, ayudando a su amigo, se lanzaron por un desmonte. Una vez más ese
día la suerte les fue fiel. En aquel preciso momento llegaba una
camioneta, a la cual arma en ristre hicieron parar. El conductor se
quedó sentado en la cuneta viendo como su vehículo salía disparado.
Sin la camioneta estaban perdidos, pues la herida de Joaquín, sin ser
grave, le había provocado una hinchazón considerable y le impedía dar
un solo paso.
Horas más tarde el vehículo fue encontrado abandonado en la
barriada de Sants. En su interior encontraron dos metralletas, dos
pistolas, una máquina de escribir y diverso material. Por las manchas
de sangre supieron que por lo menos uno de los fugitivos estaba herido.
Este suceso digno de una película de aventuras, tuvo la repercusión
que cabe suponer. Los inquilinos de la calle Arenys1 fueron detenidos
y en el noticiero radiado del mismo día, el jefe superior de policía
comentaba, a su manera, la fracasada operación de sus subordinados e
invitaba a la población barcelonesa a colaborar en la captura de los
<<forajidos». Además, tanto en la radio como en la prensa informaron

1 Agustín Navarro Castillo y Felisa Litago Rodríguez. Felisa fue conde-


nada a 4 años de prisión oorreocional.
215
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Poco después se efectuó en los alrededores del solar un desplie-


gue extraordinario de fuerzas —agentes de las brigadas Político social
y Criminal, inspectores de diversas comisarías, una compañía de
Policía Armada vestida de paisano, la Guardia Civil con sus camionetas
y coches especiales de intervención inmediata, fuerzas diversas de
caballería, y para completar el cuadro, un vehículo blindado y 30
motoristas armados. El dispositivo montado impedía cualquier posi-
bilidad de salvación. Detrás del cordón policiaco, una multitud de
barceloneses asistía a la acción, pues era día de fiesta mayor en el
barrio.
Cuando todas las fuerzas habían ocupado las posiciones desig—
nadas, un mandamás se dirigió a los asediados por medio de un altavoz
invectivándoles por sus nombres. No habían salido a la caza de dos
sospechosos anónimos, sabían perfectamente de quienes se trataba:
-¡Oset…! ¡González…! ¡Entregaros! ¡Toda resistencia es inútil!.
-¡Venid a buscamos, cabrones!.
A la respuesta oral sumaron unos disparos de sus pistolas.
Entonces se lanzaron contra el <<reducto» proyectiles lacrimógenos
y a continuación se repitió la orden de rendición. La respuesta fue una
vez más: “
-¡Venid a buscamos, cabrones!.
Avanzó el vehículo blindado, y desde él, con précisión, se arro-
jaron nuevas granadas de gases.
Carentes de munición, debilitados por las heridas y casi asfixia-
dos por los gases, Oset y González fueron capturados a las seis de la
tarde. Ambos salieron a pecho descubierto sin levantar los brazos,
despreciativos, uno con un balazo en el pecho, el otro con un brazo
visiblemente fracturado por una ráfaga. Al acercarse los policías,
Oset, arrogante, encendió un cigarrillo. Esta acción exasperó a los
agentes y el más cercano le pegó tal culatazo que el cargador del
subfusil le causó una profunda herida en la cabeza. Igual suerte sufrió
Pedro González.
En una carta que escribía Facerías unas semanas después, el 9 de
diciembre, decía:

En honor a la verdady aun con el criterio de que el último


cartucho tenían que haberlo empleado para sí mismos, no
puedo por menos que aceptar y reconocer su valentía.
212
COMPLICACIONES

-José CorralMartínl , 42 años, natural de Valladolid. Albañil.


-Miguel García Garciaº, 41 años, natural de Archena (Mur-
cia). Intérprete.
-Manuel Guerrero Motos (Manolo), 35 años, natural de
Barbastro (Huesca). Albañil.
-Eusebio Montes Brescos3, 29 años, natural de Barbastro
(Huesca). Albañil.
-José Pérez Pedrero (Tragapanes), 23 años, natural de Bar-
celona. Minero.
-Pedro Adrover Font (El Yayo), 41 años, natural de Palma de
Mallorca. Vidriero.
-Domingo [bars Juanias, 28 años, natural de Barcelona.
Mecánico ajustador.
-Manuel Fornés Marín, 19 años, nacido el 9 de enero de 1930
en Barcelona. Mecánico.
-Miguel Rodríguez Alarcón, 26 años, natural de Cuevas de
Almazora (Almería). Obrero textil.
-Jorge Pons Argilés, 37 años, natural de Puigvert (Lérida).
Labrador.

dente, teniente coronel de Artillería Pedro Regalado Sanz; vocales, capitanes


de Caballería Luis Cerballo Contreras y Bartolomé Monrey Estrada, capitán de
Artillería José Nercebal Minjillón; vocal ponente, capitán auditor Sebastián
Montserrat Alsina; vocales suplentes, capitanes de Artillería Luis Cotoner y
Gregorio García Martínez. Cabe señalar que,al margen delos aquí encartados,
otros compañeros figuraban en expedientes separados, como José González
Puig, del grupo de Francisco Sabaté, y Emilio Damborenea Aguirregabiaria,
colaborador y amigo de los dos hermanos José y Francisco Sabaté.
1 José Corral ya había sido condenado el 5 dejunio de 1943 a la pena de
20 años y un día de reclusión.
2 Cuando Miguel García fue detenido , le encontraron una maleta que
había depositado en un garaje de la calle Cabanas, núm. 54, en la barriada de
Pueblo Seco, propiedad de Juan Pamies Escoda, que contenía: una carabina,
tres pistolas, una metralleta, munición y una bomba de mano.
3 Eusebio Montes ya había sido detenido en enero de 1948 cuando
formaba parte de un grupo guerrillero que actuaba en la zona de Barbastro; 18
días después logró fugarse de la cárcel de dicha ciudad y pasó inmediatamente
a Francia, donde eligió residencia en Montauban. Cuandoíue detenido la última
vez y encartado en este proceso llevaba documentación falsa a nombre de José
Castro Velasco.
217
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Como quien no quiere la cosa enfocaron la calle más cercana, la


de Balmes. Apenas habían caminado unos metros cuando se dieron
cuenta de lo peligrosa que estaba la cosa: un grupo armado con
subfusiles les dio el alto. Los polizontes, quizá excesivamente confia-
dos, por contar demasiado con los efectos de la sorpresa y subestimar
los reflejos de los que buscaban, quizá también porque todavía no los
habían identificado, fueron los sorprendidos, pues todavía no habían
terminado de lanzar la orden cuando dos agentes caían alcanzados por
los disparos de Facerías, que llevaba empuñada la pistola amartillada,
disimulada con la cartera que con la otra mano llevaba contra la
barriga. Al oír la voz de ¡alto! dejó caer la cartera al suelo y disparó.
La respuesta fulminante causó extrema confusión y pudieron alejarse
un tanto entre un intenso tiroteo de los guardias, más ruidoso que
eficaz. Perseguidos por todas partes y sin saber qué camino era más
conveniente tomar en tan delicado trance, llegaron a un garaje y, sin
pensarlo siquiera, penetraron en él pistola en mano. Era sin duda un día
de suerte.
Se dio la feliz coincidencia de que un coche <<4 HP» estaba
preparado para salir en aquel preciso instante, con el conductor en el
volante y el motor en marcha. En menos tiempo de lo que se tarda en
contarlo, el chófer fue expulsado de su asiento y el coche arrancó a
toda velocidad, pasando entre los guardias que entonces llegaban a la
puerta. El vehículo, conducido con maestría por Facerías, se alejó
entre una granizada de balas.
Rápidamente se organizó la persecución y varios coches de la
policía salieron raudos en pos de los fugitivos. Uno de ellos logró
aproximarse peligrosamente, pero fue detenido en su impulso por los
disparos certeros de Joaquín y se estrelló, accidente que permitió a los
dos amigos ganar unos minutos realmente inestimables, pues ya habían
gastado casi toda la munición. Su serenidad y arrojo les había permitido,
de momento, escapar de la trampa tendida por los <<cazadores».
Facerías, mientras huía, pensaba en todas las contingencias.
Sabía que en la cartera que abandonó al disparar por primera vez iban
algunos papeles, entre ellos una carta recibida de Francia, con la cual
los sabuesos disponían de una buena pista, la dirección a la cual iba
dirigida, que era su <<buzón» de la calle Arenys, en la barriada del
Carmelo. Lo más grave es que en dicho lugar guardaba bastante
material bélico y buena cantidad de propaganda antifranquista.
214
COMPLICACIONES

-Pedro Meca López], 36 años, natural de Murcia. Empleado


mercantil.
—Ginés Urrea Piña, 55 años, natural de Ramonets (Murcia).
Fotógrafo.
—!gnacio Aligué Solerº, 55 años, natural de Manlleu (Barce-
lona). Carpintero.
-Manuel Montañés Bernat3, 33 años, natural de Albalate de
Arzobispo (Teruel). Labrador.
-ManuelLecha Aparisi4, 61 años, natural de Toga (Castellón).
Jornalero.
-Abel Benedicto Serrano5, 50 años, natural de Lidón (Teruel).
Metalúrgico.
-Gregorio Montserrat Gerona, 40 años, natural de Barcelona.
Jornalero.
-Esperanza Moreno Agrela6, 33 años, natural de Mendoza
(Argentina).
Estat Catalá en el exilio. En 1945 eligió residencia en Barcelona y se dedicó al
trabajo deguía para pasar a Francia agente que quería huir del terrortranquista.
En uno de sus viajes entró en contacto con compañeros y decidió trabajar para
el Movimiento Libertario. Hizo varios viajes a España para transportar arma-
mento y propaganda.
1 Pedro Meca ya había sido detenido el 27 de mayo de 1949 pero fue
liberado el 23 de agosto. Fue detenido de nuevo el 15 de mayo de 1950.
2 Ignacio Aligué ya había sido condenado el 13 de agosto de 1943 a 14
años de reclusión. Salió en libertad en 1944. Fue miembro de un CR de
Cataluña.
3 Manuel Montañés ya había sido condenado en Barcelona, el 29 de abril
de 1944, a 30 años de cárcel. Cuando salió en libertad en 1946 se instaló en
Valencia y luego pasó a Francia. Fue delegado de Defensa en Barcelona
después de la muerte de Francisco Martínez Márquez.
4 Manuel Lecha, afiliado ala CNT desde 1923, ya había sido condenado
el 6 de septiembre de 1943 a 30 años de reclusión (causa nº 31.628). Su
domicilio en el Pasaje Serra y Arola, núm. 3, en la barriada de Sants, sirvió
muchísimas veces para celebrar reuniones clandestinas.
5 Abel Benedicto se refugió en Francia al terminar la guerra civil pero
regresó a España, clandestinamente, en 1943. Primero vivió en Valencia y
luego en Barcelona.
6 Esperanza Moreno nació en Antofagasta (Chile) el 15 de agosto de
1918, pero fue registrada en Mendoza (Argentina) como nacida el 15 de octubre
de 1918. Lalamilia Moreno regresó a España en 1924y se instaló en Calasparra
219
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

de las órdenes cursadas a todas las clínicas y casas de socorro,


médicos, farmaceúticos y practicantes, recordándoles la obligación de
comunicar inmediatamente a la policía la asistencia a cualquier indi-
viduo con herida de bala; olvidar la consigna equivalía a ser conside-
rado como cómplice.
La misma advertencia se hacía extensiva a todo particular que no
informara haber visto descender de un vehículo a personas heridas.
Pero todo resultó inútil. Las autoridades pudieron hacer el recuento de
sus bajas en la jornada: un agente muerto y nueve heridos.
El nerviosismo derivado de semejante fracaso repercutió en el
parque móvil de la plaza de España, cuya oficialidad fue objeto de
expediente por haber llegado unos minutos tarde a la cita de la plaza
Molina.
En fin, durante unos días se hicieron registros acordonando
manzanas enteras. La Policía Armada patrullaba por las calles barce-
lonesas por grupos de seis, y los viandantes eran, en ciertos barrios,
constantemente molestados. Con todo ello, la popularidad de Facerías
en la Ciudad Condal adquiría, como en el caso de Francisco Sabaté, las
proporciones de un mito.
No quedó domicilio de antiguos amigos, familiares o relaciones
que la policía dejara de visitar. La cabeza de Facerías estaba puesta a
precio. En estas condiciones, la menor imprudencia podía resultar
fatal. Los dos amigos, junto con Joaquín Navarro Litago que no había
acudido a la plaza Molina, permanecieron escondidos sin poner los
pies en la calle durante tres meses.
A últimos de enero de 1952 los tres hombres cruzaban los Pirineos,
bastante cansados, y una vez más sin un céntimo.

El seis de febrero de 1952 se celebró en Barcelona un importante


consejo de guerra contra algunos de los supervivientes y colaboradores
de los grupos de acción que fueron tan terriblemente afectados en
1949, cuando perdieron la vida: José Sabaté Llopart, Julio Rodríguez
Fernández, Francisco Martínez Márquez, Victor Espallargas, José
Luis Barrao, Arquímedes Serrano Ovejas, Juan Serrano y Luciano
Alpuente.
He aquí la lista de los acusados]:
1 Causa núm. 658-IV-49. Juez instructor: comandante de Infantería
Bernabé Abalos Fernández. La compºsición del consejo de guerra fue: Presi-
216
COMPLICACIONES

En marzo de 1952 la Organización hizo de nuevo un intento para


impulsar en España la propaganda antifranquista. Fue un compañero
argentino que residía en Francia, Edgar-Emilio Rodríguez Zurbarán
(Mejias Peña) el encargado de organizar y hacer funcionar en Barcelona
una imprenta clandestina para editar, más especialmente, Solidaridad
Obrera, órgano de la CNT. Fue Ramón Vila Capdevila el encargado de
hacerle cruzar los Pirineos.
El primer número de Soli llevaba el número 29 y la fecha <<Primera
quincena de marzo de 1953», y, el último, el nº32, la fecha <<Segunda
quincena de julio de 1953». También se editó algún número de CNT y
Tierra y Libertad.
La imprenta logró funcionar cuatro meses escasos, pues la policía
la descubrió en el mes de julio. Junto con Edgar fueron a parar a la
cárcel bastantes compañeros, algunos del CR de Catalunya de la CNT.
El proceso resumido de la caída fue el siguiente. En la fábrica << Seucoral
S.A.» detuvieron el 4 dejulio a Juan Serna Rubio, y el día 6 a Saturnino
Aznares Gardé, que eran los encargados de repartir Solidaridad
Obrera. También aprehendieron a Francisco Hernández Díaz (Ma-
driles), delegado de Metalurgia en la barriada del Centro, que era
quién distribuía la propaganda. Este último fue torturado en la Jefatura
hasta hacerle perder la razón y tuvo que ser transportado al asilo de
alienados de Sant Boi de Llobregat (Barcelona). El día 7, a las seis de
la tarde, echaban el guante a Fructuoso Grimaldi Moreno y en su
domicilio encontraron sellos de cotización, papel blanco destinado a la
impresión de Sali. Otra víctima fue José Herrero Andreu, en cuyo
domicilio encontraron una lista de cotizantes y 19.500 pesetas que era
la caja del sindicato de la Alimentación.
La prensa española publicó un comunicado oficial lleno de fan—
tasía sobre la <<incautación de una imprenta clandestina comunista»
que dirigía <<el comunista» Edgar-Emilio Rodriguez Zurbarán].
En el mes de junio de 1953 caía el decimonoveno CN de la CNT,
contando el primero de Esteban Pallarols. ¡19 comités nacionales en

1 El proceso contra este grupo -19 compañeros en total, hombres y


mujeres- se celebró el día 13 de enero de 1960. Tres de ellos fueron juzgados
en rebeldía y otros dos habían fallecido: Rafael Valero Guillén y Mateu Andreu
Casellas. Las penas más importantes fueron de un año de prisión, pero todºs
quedaron inmediatamente en libertad pues ya habían purgado más tiempo de
cárcel que el dictaminado por el tribunal.
221
SABATE. GUERRELA URBANA EN ESPANA

-Ramón Loscos Viñas], 48 años, natural de Barcelona. La-


brador.
-Antonio Bravo Solerº. 40 años, natural de Manresa. Jorna-
lero.
-José Piñol Douce:, 31 años, natural de Picamoixons (Tarra-
gona). Obrero textil.
-Eduardo Roca Sales, 37 años, natural de Cheste (Valencia).
Pirotécnico.
-Pedro López Tapia. 32 años, natural de Tíjola (Almería).
Barbero.
—Juan Martínez Requena, 39 años, natural de Albor (Almería).
Jornalero.
-Justina González Valverde3, 28 años, natural de Soria.
-Antonia Saborir Carralero4, 23 años, natural de Barcelona.
-Pedro Obiols Ribó5, 38 años, natural de La Bansa (Lérida).
Herrero.
-Antonio Moreno Alarcón6 (Cejablanca), 43 años, natural de
Lucainena de las Torres (Almería). Jornalero.
-José Iglesias Paz7, 34 años, natural de Pujedo (Orense).
Jornalero. *
-Santiago Amir Gruañas3 (El Sheriff), 36 años, natural de
Palamós (Gerona). Panadero.

1 Ramón Loscos fue absuelto.


2 Antonio Bravo había dado cobijo a Manuel Guerrero Motas cuando fue
herido antes de llegar a Barcelona.
3 Justina González fue absuelta.
4 Antonia Saborit fue absuelta.
5 Pedro Obiols ya había sido condenado el 29 de mayo de 1943 a pena de
20 años y un día de reclusión.
º Antonio Moreno ya había sido condenado el 29 de septiembre de 1947
a 20 años de reclusión. Había salido en libertad en 1948. Falleció en Terrassa
(Barcelona) en 1979.
7 José Iglesias había llegado a Cataluña a primeros de julio de 1948 como
delegado de la sección jurídica en el Interior, para ocuparse de la ayuda a los
presos de Barcelona, Zaragoza y Madrid. Eligió residencia en Terrassa, en la
calle Escudinas, núm. 15.
º Santiago Amir residía en Francia desde 1926. Al estallar la guerra civil
en julio de 1936 regresó a España y luchó en una unidad del POUM. Después
de la contienda regresó a Francia y durante unos años fue el enlace del partido
218
COMPLICACIONES

-Cipriano Damiano González, Secretario del CN de la CNT.


contable en “Calzados Rezabal» de Barcelona: 15 años.
-Celedonio Pérez Bernardo: 15 años.
-Segundo Emilio Quiñones Ocampo, Secretario Político-so-
cial del CN de la CNT, que había llegado de Francia días
antes de su detención: 15 años.
-Enrique Sanz Rodriguez. operador en el “Cine Barcelona»:
10 años.
-José Torremocha Arias, maquinista en la productora cine—
matográfica “Ignacio Ferrer y Quirós»: 10 años.
-Manuel Muñoz Martinez. técnico en (<Estampaciones Moder-
nas» deEmilio Tovar (Zaragoza): 10 años.
-Pedro Torremocha Avila, de 70 años, que trabajaba en la
sección de Agencias y Almacenes dependiente del Servicio de
Transportes: 10 años.
-Sebastián Calvo Sahún, empleado en el <<Cine California»: 5
años. Falleció en Barcelona el 3 de abril de 1983.
-Juan Saña Magrin'á, electricista en el <<Teatro Romea» de
Barcelona: 5 años.
-Tomás Aparicio Salvador, operario en la fábrica de tejidos
“Tapias y Pujol» de Barcelona: 5 años.
-José Pardo—Andrade Fariñas: 4 años.
-Eduardo José Esteve, operador en el “Cine Mar»: 4 años.
-Agustín Barrera Corona: 4 años.
—Miguel Castell Balada, revisor en el :<Cine Argentina»: 4
años.
-Ignacio Sierra Viu: 4 años.
-Pablo Borjas Martinez, operario en <<ConstruccionesArmen—
gol Hnos.»: ] año.
-Benita Bárcena Bustamante, empleada en Madrid :2 años.
—Juana Iglesias Orellana. modelista en Madrid: 1 año.
-José Pereira de Andrade: 6 años, 6 meses y un dia.

En el mes de junio de 1952, José Lluis Facerías se marchó a


Italiajunto con su amigo y compañero Jesús del Olmo (Malatesta)l. El
1 Jesús del Olmo nació en Zaragoza el 18 de octubre de 1924. En 1938,
cuando se encontraba en una colonia infantil en Sitges (Barcelona) le estalló,
jugando, un detonador que había encontrado en la playa. Jesus perdió tres
223
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

La sentencia, pronunciada el día 7, distribuía nada menos que


nueve penas de muerte.
Este proceso suscitó en el extranjero bastante indignación y
protesta, aunque insignificante si se compara al impacto que produjo
más tarde el proceso de Burgos, en diciembre de 1970, contra 16
nacionalistas vascos.
En defensa de los condenados a la pena capital intervinieron
personas de prestigio de la intelectualidad europea, como Albert
Beguin, escritor suizo de lengua francesa, que dirigió en París la
revista Esprit (1950); Albert Camus, futuro premio Nóbel (1957); Jean
Paul Sartre, filósofo y escritor, quien en 1964 rechazó el premio
Nóbel; René Char, poeta francés; George Altman, escritor y periodista
francés, redactor jefe de Franc-Tireur; Louis Guilloux, escritor
francés; André Bretón, autor del Mamfeste du Surréalisme (1924);
Ignacio Silone, escritor socialista italiano, autor de Fontamara, Pan y
Vino, El grano bajo la nieve, etc...Casi todas sus obras han sido ver-
tidas al español.
Es difícil saber si estas intervenciones desempeñaron algún
papel eficaz, lo cierto es que de los nueve condenados a muerte a
cuatro se les conmutó la pena capital por la de 30 años de reclusión:
Antonio Moreno Alarcón, Domingo Ibars Juanias, Miguel García
García1 y José Corral Martín.
Los otros cinco: Pedro Adrover Fontº, José Pérez Pedrero, San—
tiago Amir Gruañas, Ginés Urrea Piña y Jorge Pons Argilés, fueron
pasados por las armas el viernes 14 de marzo, a las seis y cuarto de la
mañana, en el Campo de la Bota de Barcelona. El cumplimiento de la
sentencia fue publicado en la prensa española.
(Murcia), donde había nacido el padre, en una propiedad delos abuelos. Rafael
Moreno garcía (Pal/aros), nacido el 23 de diciembre de 1888, falleció en
L'Hospitalet el 28 de julio de 1938, donde la familia fue a vivir en 1931.
Esperanza fue condenada ala pena de 12 años y un día de reclusión. En 1991
vivía en Terrassa.
1 Miguel García , liberado a finales de 1970, se expatrió a Londres. Nacido
en Archena (Murcia) el 23 de febrero de 1908, falleció en la capital británica el
4 de diciembre de 1981.
2 Pedro Adroverfue secretario delas JJ.LL. en Masnou, de la comarca del
Maresme. Al estallar la Guerra Civil partió al frente con la columna Los Agui—
Iuchos. Después de la contienda se refugió en Francia. Se incorporó a la
resistencia antifranquista al finalizar la segunda guerra mundial.
220
XI

DESESPERANZA

Francisco Sabaté, debido a los problemas ya señalados que le


crearon las autoridades francesas, vivía con la esperanza de que un día
se constituiría el organismo conspirativo capaz de generalizar la
acción subversiva en España, pues para él, el único medio que podía
derrocar a la dictadura franquista era la acción armada de las fuerzas
populares, en la cual tenía una fe ciega.
Trabajando estuvo cerca de seis años, esperando, con disciplina,
la que muchos invocan constantemente, tanto si viene a cuento como
si no, como si la palabreja ya fuera de por sí un elemento positivo en
cualquier circunstancia. Pero la colectividad desterrada seguía de la
misma manera, dividida, sin tomar determinaciones concretas en
ningún sentido, cada día más débil; parecía un barco desmantelado a
la deriva. Sólo había unanimidad y constancia en una cosa: la pasividad
de la espera. Esperar un siglo si fuera preciso. Todos conocían el refrán
que dice: <<No hay mal que cien años dure...», precisamente lo que El
Quico era incapaz de soportar.
Para Sabaté la vida sedentaria era la peor de las torturas. Había
cumplido sus cinco años de confinamiento en Dijon, había esperado
que el Movimiento Libertario, SU Organización le hiciera la menor
seña. En vano.
A principios de 1955 algunos compañeros de acción del ML,
encabezados por El Quico, decidieron actuar bajo su propia respon-
sabilidad, sin comprometer a la Organización en sus actividades, sin
pretender ya, ni tan siquiera, que saliera de su letargo, pero sin arriar
la bandera de sus ideas, y para ello crearon... La Federación Ibérica de
Grupos Anarcosindicalistas. Su divisa era <<CULTURA Y ACCIÓN».
225
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

menos de 14 años! incluidos los tres provisionales de Angel Morales


(octubre de 1945-marzo de 1946), Antonio Ejarque (1946) y Antonio
Bruguera (1948).
Una nota de la dirección general de seguridad los tildaba de
<<cuadrilla de bandoleros subvencionados con grandes sumas de dine—
ro».
Este comité de Cipriano Damiano Gonzálezl había sucedido al de
Miguel Vallejo Sebastiánº, que ocupó el cargo en 1950-1952, y que a
su vez había sucedido al de Antonio Castaños Benavente, detenido en
julio de 1949 y juzgado el 24 de marzo de 1950.
El consejo de guerra contra estos compañeros y otros detenidos en
las semanas siguientes, tanto en Barcelona como en Madrid, se celebró
el 5 de febrero de 1954 en la capital de España. He aquí la lista de los
procesados con sus penas respectivas:

1 Cipriano Damiano nació el 22 de septiembre de 1916 en Comares


(Málaga). Después de purgar 12 años de cárcel se marchó al extranjero. En
1967 regresó clandestinamente a España con nombre falso. En abril de 1970
fue detenido de nuevo en Madrid. El 15 de octubre de 1971, acusado de
asociación ilícita, propaganda ilegal, falsa identidad, etc., ytue condenado ados
penas de seis meses de arresto cada una, y a 4 años, dos meses y un día de
prisión. También sele aplicó una multa de 35.000 pesetas. Con Damianofueron
detenidos seis jóvenes militantes yla policía se incautó de la imprenta clandes-
tina donde se imprimía Panorama, órgano de la CNT. Al ser detenido Damiano,
le sucedió en el cargo de Secretario del CN de la CNT, el compañero Jimeno.
Salió dela cárcel en septiembre de 1 975. Autor del libro: La resistencia libertaria.
La lucha anaroosindicalista bajo el franquismo, Ed. Bruguera, Barcelona 1978.
Falleció en Barcelona el 17 de abril de 1986.
2 Miguel Vallejo nació el 27 de julio de 1909 en Barcelona, y falleció el 4
de marzo de 1962 en Toulouse (Francia). En 1939 fue detenido en el puerto de
Alicante. Condenado a muerte, le fue conmutada la pena porla de 20 años y un
día. Organizó en España la regional aragonesa y estuvo en contacto con los
guerrilleros de Teruel. Fue detenido acusado de complicidad en varios atenta-
dos guerrilleros, pero no se pudo demostrar. En 1949 se hizo cargo de la
secretaría general del CN de España. Su casa de Madrid fue asaltada por la
policia, pero él pudo escapar y se refugió en Barcelona, donde prosiguió los
trabajos de la Organización. Hizo un viaje a Francia con pasaporte falso. En
1952 se instaló definitivamente en Toulouse y ocupó durante tres años el
Subcomité nacional de la CNT, donde sucedió en el cargo a Heliodoro Sánchez,
éste falleció el 29 de mayo de 1988 en Portet, cerca de Toulouse (Francia) a los
79 años de edad.
222
DESESPERANZA
?—

de tasas, covacha indicada para hacerse -como en las encomiendas de


las Indias- una fortuna redondita.
El grupo llevaba armamento abundante y propaganda editada de
antemano, todo ello adquirido y fabricado con el esfuerzo y apoyo de
algunos amigos. Sus mochilas iban principalmente repletas de ejem-
plares de una publicación <<subversiva» titulada El Combate1 que se
presentaba como <<Portavoz de los Grupos Anarcosindicalistas».
Estos ejemplares correspondían al nº], fechado en mayo de 1955,
cuyo objetivo esencial consistía en reivindicar la jornada histórica del
lº de Mayo. En El Combate se rememoraba el origen de la fiesta de los
trabajadores -los mártires de Chicago-, recordaba la fundación de la
CNT así como la participación confederal en la defensa de los derechos
de los trabajadores. El periódico concluía con tres vitores de combate:
por la. CNT, por la acción directa contra los opresores de los pueblos
y por la Libertad.
De los cuatro compañeros, dos se quedaron en Terrassa, Castells
y Lluis, en espera de que Sabaté los llamara,'pues, después de tan larga
ausencia, era conveniente buscar contactos seguros, viviendas y…
dinero, pues el grupo había invertido todo cuanto pudo reunir en
propaganda y equipo y había llegado a Barcelona prácticamente sin un
céntimo. Pero… España estaba llena de bancos rebosantes de pesetas...
El Quico y su amigo, después de un contacto difícil con los
compañeros de la capital, el día 30 de abril, a las siete de la mañana
comenzaron a distribuir la propaganda que tan penosamente habían
transportado. Después de apoderarse de un taxi, rodando por Sants,
Las Corts, el Born, el Arco del Triunfo y el Carmelo, distribuyeron
profusamente El Combate. No olvidaron enviar por correo algunos
ejemplares a la Jefatura de Policía, al gobernador y a diversas auto-
ridades barcelonesas.
Luego, en los coches y tranvías que encontraban parados, colo-
caban paquetitos de manifiestos en el techo, previamente humedeci-
dos, de manera que, cuando los vehículos se ponían en marcha, las
hojas se iban secando y se desparramaban por Barcelona. El grupo de
Sabaté había festejado dignamente el lº de mayo, en la medida de sus
posibilidades. Pero, una vez más, se encontraba en España sin medios
de subsistencia. Tan mal andaban las cosas que no podía llamar a los
dos compañeros que esperaban en Terrassa.
1 Cabecera roja, formato 13 x 20 cm, cuatro páginas.
227
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

viaje obedecía a imperiosas necesidades derivadas de las circunstan-


cias del momento. Después de los sucesos de Barcelona de octubre de
1951, con las detenciones de Jorge Oset, Pedro González y Avelino
Cortés, la subsiguiente emboscada de la Plaza Molina y la muerte del
contratista Antonio Masana Sanjuán, la actuación de Facerías había
movilizado a toda la fuerza pública de la provincia. Sin embargo logró
escapar a la persecución ,y como hemos visto, cruzar la frontera
francesa con Joaquín Navarro Litago y Joaquín Mir Jou. Sus dos
compañeros de viaje se quedaron en Francia.
La actividad de Facerías en Italia desde esta fecha hasta el mes de
febrero de 1956 en que, como veremos más adelante, volvió a retornar
a España via Francia, no la describiremos aquí porque figura exten-
samente detallada en su biografial.

dedos de la mano derecha. Falleció el 14 de julio de 1958 en un accidente de


carretera, cerca de Antibes (Francia) cuando con su equipo se dirigía a una obra
donde trabajaba. Dejaba asu compañera Pilar Burgos con un hijo de corta edad,
Floreal.
1 Ver: Guerrilla Urbana: Facerías, de Antonio Téllez, Ed. Ruedo Ibérico,
París, 1974.
224
DESESPERANZA
_?

Para reunir al grupo se necesitaba disponer de algunas pesetas. E!


Quico, como siempre, pensó que la operación debía costearla una
institución bancaria -su fuente de recursos-, que él consideraba que era
el símbolo del capitalismo, de la explotación y de la injusticia. Pero
incluso para preparar el primer atraco necesitaba algún dinero, por
poco que fuera.
El día 3 de mayo, Sabaté y Carlos Rioja se hicieron conducir en
un taxi a la Travesera de Gracia. Allí El Quico descendió del coche
diciendo que lo esperaran unos minutos. Con un cesto de la compra
penetró en una tienda de tejidos al por mayor de la Abacería Central,
preguntó por el director y, cuando se halló frente a él, le dijo de buenas
a primeras: <<Soy El Quico».
A continuación le expuso el objeto de su inesperada visita. El
hombre, sin el menor aspaviento, le entregó 4.000 pesetas, todo lo que
tenía -0 dijo que tenía- y Sabaté regresó al taxi. Este dinero sirvió,
primero, para pagar al taxista y, luego, para hacer llegar a Barcelona
a la pareja de Terrassa. '
El día 6 de mayo los cuatro compañeros se encontraban reunidos.
El problema que convenía solucionar inmediatamente era el material,
la falta de dinero, pues sino no podían dar un paso. Pero El Quico ya
lo tenía todo previsto.
Ese día alquilaron un taxi en la Avenida de José Antonio-Sicilia.
Al llegar cerca del Hospital Clínico, el chófer, quizá porque observara
que sus clientes iban armados, comprendió que no efectuaba un trayecto
ordinario. Inquieto, quiso parar mientras decía a sus clientes que lo
esperaran un instante. Tuvieron que amenazarlo con la pistola para
<<convencerlo» de que debía seguir hasta donde le habían indicado: la
calle Mallorca. Allí, en el nº 117, esquina Muntaner, se encontraba una
agencia del Banco de Vizcaya. Mientras uno se quedaba en el taxi -
aparcado a corta distancia- con el chófer, los otros tres, en mangas de
camisa, con un cesto de verduras en el brazo, penetraban en el esta-
blecimiento bancario cuando la pareja de la Policía Armada daba la
espalda a la puerta de la entrada.
Ya dentro del banco, el trío sacó las metralletas que iban debajo
de las hortalizas. Empleados y clientes fueron rápidamente encañonados
y mientras uno se quedaba de guardia en la puerta, otro vigilaba a la
gente desde el centro de la sala y el tercero se dirigía al cajero. A éste,
entregándole un saco, le rogó que abriera la caja de caudales. El buen
229
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Pero… no tardaron en surgir los hombres que nunca hacen nada ni


dejan hacer, pero siempre listos para lanzarse a la guerra fratricida ,y
con ellos surgieron los <<problemas» con el Movimiento Libertario
Español en el exilio. Sabaté, que deseaba cualquier guerra menos la
orgánica, después de celebrar entrevistas con el propio Secretariado
Intercontinental, aceptó, como le pedían, modificar la denominaciónr
de su nueva organización de combate y la dejó simplemente en Grupos
Anarcosindicalistas. Pero esta voluntad manifiesta de querer trabajar
sin crear y sin que le crearan conflictos estériles, fue materia para
nuevos ataques y hasta los Grupos Anarcosindicalistas fueron vili-
pendiados y desautorizados.
Ya sabemos que Sabaté sólo concebía la acción en el propio
terreno de combate, es decir, España. Su propósito era claro como el
agua: quería subsanar todas las deficiencias de actuación derivadas de
una larga inactividad, tanto en el orden de ORGANIZACION en la
Península como de COMBATE abierto contra el régimen franquista.
Sus Grupos Anarcosindicalistas, organizados primero en el exilio y
luego en España, debían ser el hierro de lanza de una renovación que
él consideraba indispensable y que a nadie preocupaba mayormente.
Su objetivo quedaba resumido en una sola palabra: ACTUAR.
Nunca pasó por su imaginación la idea de sustituirse a la Organización,
de crear una Organización competitiva. Sabaté era cuerpo y sangre de
la CNT y sólo pensaba en valorizarla, en darle el prestigio que nunca
debiera haber perdido, ambicionaba que las siglas CNT-FAI fueran el
faro esperanzador de la clase trabajadora, como lo habían sido antaño.
Sabaté, pues, consecuente con sus ideas, llegó a España el 29 de
abril de 1955 junto con otros tres compañeros: su cuñado José Castells
Martí, Carlos Rioja y un santanderino llamado Lluis.
Las cosas no habían cambiado mucho en el Principado: imperaba
la voluntad del gobernador Felipe Acedo Colunga, hombre fanfarrón,
charlatán e impertinente que hasta sus adictos soportaban a duras
penas. En el orden policiaco no había ocurrido otra novedad digna de
destacar sino la partida -en 1953- del militar José María Albert,
después de cuatro años de siniestra actuación —nombrado gobernador
de Orense- a quien reemplazó en la jefatura Fernando Vives Camino -
hijo del general Pedro Vives- del Cuerpo jurídico militar, elemento
que, asesor del general Emilio Mola Vldal en el Ejército del Norte
durante la Guerra Civil, había logrado situarse en 1940 en la Fiscalia
226
DESESPERANZA
_?

Las pesquisas, aunque no dieron el resultado apetecido, permitieron,


el 9 de mayo, localizar la imprenta de Solidaridad Obrera, y con este
descubrimiento fueron a parar a la cárcel otros siete compañeros
totalmente ajenos a la actividad del grupo del Quico: Manuel Llatser
Tomás, Antonio Miracle Guitart, Juan Vicente Castells, Primitivo
Llansola Renau, María Mas Casas, Vicente Llansola y su esposa
Dolores Cabañas Montañésl.
Este grupo editor había divulgado aquellos días, muy modesta-
mente, el nº 39 de Sali, con fecha <<segunda quincena de abril de 1955»,
donde también se conmemoraba la fiesta del trabajoº.
El Quico, ya con medios económicos que le permitían cierto
desenvolvimiento, prosiguió la tarea de captación de compañeros que
estuvieran dispuestos a secundarlo en la tarea de crear nuevos grupos
de combate. Este trabajo de recuperación era cada vez más peligroso,
pues la policía tenía bajo vigilancia permanente a los anarcosindica-
listas conocidos o fichados, que eran muchísimos, y sólo procedía a su
detención cuando consideraba que sus actividades rebasaban cierto
margen de seguridad.
Sabaté, hombre de la CNT, forzosamente buscaba sus colabora-
dores entre los compañeros de la Organización. Al regresar de nuevo
a Barcelona, celebró una entrevista con el Secretario del Comité
regional de Cataluña, el zaragozano Fernando Serrano, y quedaron
citados nuevamente, por la tarde, para que Sabaté le expusiera con más

1 El día 5 de abril de 1960 se celebró en Barcelona el juicio contra estos


compañeros de la imprenta. Tres de ellos fueron condenados en rebeldía, pues,
después de largos meses de prisión preventiva, habían conseguido salir en
libertad provisional bajo fianza y se marcharon a Francia. Uno de ellos era
Antonio Miracle, quien, como veremos más adelante, perdió la vida junto a
Sabaté en el último combate que libraron contra la Guardia Civil.
2 Solidaridad Obrera había reaparecido en junio de 1954 con el nº 35 y
fecha ..1º quincena de agosto» para que ooincidiera con la celebración en
Francia del aV Pleno Intercontinental de la CNT» (15 a 20 de agosto de 1954
en el Museo de Historia Natural de Toulouse). El nº 36 llevaba la fecha de a2º
quincena de setiembre». Con fecha a2º quincena de octubre» salía el nº 2 de
CNT. Con cierta regularidad se alternaba la edición de los dos paladines
confederales: Sali nº 37 (2º quincena de diciembre); CNT nº 3 (2º quincena de
enero de 1955); Sali nº 38 (2º quincena de febrero); CNT nº 4 (1º quincena de
abril) y, casi simultáneamente, Sali nº 39.
231
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Los
PACÍÓ' DEAD."

ºº-nes $$"
ES ""'snos /:

PORTAVOZ DE LOS GRUPOS


ANARCOSINDICALISTAS
OC'I'UBRE 1 955.

TRABAJADORES Y ANTIFASCISTAS TODOS


Des;>ertad del letargo profundo en que os ha sumido la miseria, el hambre y la
fatiga !
Despierta y abre los ojos trabajador.
Te darás cuenta de la injusticia y el crimen que están cometiendo contra tus hijos
que caen enfermos por falta de alimentacion, y se ven obligados en su temprana edad"
a hacer trabajos penosos para ganar un mandrugo de pan, sin poder'ir a la escuela y
adquirir una elemental instruccion. -
Verás la injusticia y el crimen 'que están cometiendo'cori tus padres que después
de haber consumido todas sus energias en el trabajo, son despedidos y condenados a la
miseria o a la mendicidad. '
Verás la injusticia y el crimen que estén cometiendo contra ti.mismo que "as
agotando tus fuerzas en un trabajo agobiador porque sobre tus espaldas has de soportar
todas las cargas del estado policiaco que el franco-falangismo impone por "la violencia
y el crimen a todo el pueblo español.
Despierta de ese letargo causado por las innumerables horas de trabajo que has de
“hacer sin verte correspondido bis a bis de tus necaides; TU que todo lo produces y
nada tienes, y no puedas ni alimentar a tus hijos material ni espiritualmente; que eso
buscan los que te oprimen para poder convertirlo's mañana mas facilmente"en esclavos
del capitalismo y poderlos arrancar sin que se rebelen cuando sean hombres depaupe—
tados, de los brazos de su madre, de su esposa, de sus familiares y encuadrados en las
divisiones de que tanto alardean, convertirlos en carne de cañon y ofrecerlm al mejor
postor como ayer hizo Franco con Hitler para ayudar al triunfo del Nazismo. y' hoy
trata de hacer tambien. vendiendo a España'y ¡ los españoles, no al pueblo democratico
morteamericano. sino a los millonarios norteamericanos representantes del capitalismo
internacional, que ayer aguantaron las injurias de Franco el lacayo. cuando creia tener
un amo mas poderoso. y hoy le apoyan y le ensalzan para 'que les ayude a. defender sus
mas bajos intereses, prostituyendo asi vergonmsamente las palabras de Libertad y Demo—
cracia que tanto presumen defender.
Intelectuales. trabajadores, hombres de conciencia liberal y libertaria. nnamohos
todos en la lucha clandestina contra Franco y sus secuaces y contra el régimen que
nos tiranim.
Unios en torno-de los grupos de la Resistencia anarco-siridicalistas .y de la C.N.T.
Todos nos conoceis y sabeis que nos encontrareis en _:a brecha como siempre. Los que
os escribimos estos mensajes somos trabajadores que si bien sabemos manejar las herra—

228
DESESPERANZA

Llegados al taxi montaron en él y dio la orden de arrancar. Sabaté


abrió la cartera que llevaba y en unos segundos montó una metralleta
Sten. El coche policiaco los seguía desde lejos. Con el hierro de la
culata del arma, El Quico, para despejar el campo visual, rompió el
vidrio de la ventanilla posterior, con el pánico consiguientes del
chófer pero también de Serrano y se puso a vigilar a sus perseguidores.
Cerca del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, en una de las
calles paralelas al mismo, hizo parar bruscamente al taxi después de
aconsejar a su compañero que se apeara inmediatamente y saliera
corriendo. El consejo, en verdad, era inútil, pues Serrano no había
quitado la mano de la portezuela y antes de que El Quico terminara su
frase salía de estampía. Sabaté no pudo reprimir una sonrisa. El
secretario del Comité regional subió a otro taxi cerca de allí estacio—
nado ydesapareció con él.
El Quico descendió a su vez del vehículo, y con el ceño fruncido,
se apostó con la metralleta dispuesta en el chaflán de la calle en espera
del vehículo policial que llegaba sin prisa aparente. Cuando consideró
que estaba a buena distancia surgió de la esquina y disparó una buena
parte del cargador contra el parabrisas que saltó hecho trizas. El
vehículo se detuvo como por encanto, los agentes abandonaron rápi-
damente su medio de transporte y se tumbaron cuerpo a tierra. El
conductor quedó apoyado contra el volante, quizá con alguna bala en
el cuerpo.
Mientras tanto, el taxista de Sabaté había juzgado prudente salir
a toda velocidad sin reclamar el precio que marcaba el contador ni
indemnización por los daños que había sufrido el vehículo.
Cuando más necesidad tenía de su arma, la metralleta se encas-
quilló. Con su pistola Colt hizo algunos disparos para retrasar la
persecución y salió corriendo antes de que los guardias hubiesen
recobrado los ánimos. En la primera esquina torció a la derecha y
quedó de nuevo apostado. No tardó en oír los pasos apresurados de sus
perseguidores. Dejó que llegaran a pocos metros y entonces salió con
la metralleta bien apretada contra la cadera, como si fuera a barrerlos
a todos. Su aparición provocó otra carrera en sentido contrario, con lo
cual ganaba inestimables minutos.
Tomó otra calle transversal donde, pistola en mano, hizo parar un
coche que llegaba e intimó al conductor, después de sentarse a su lado
a que siguiera conduciendo. Para desorientar a los policías lo hizo
233
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

hombre hizo prueba de buena voluntad, pues incluso ayudó a llenar el


talego con las 700.000 pesetas que allí se encontraban.
Sabaté amenazó a todos los presentes advirtiéndoles que dispa-
rarían sin vacilación contra el primero que asomara por la puerta.
Regresaron al taxi sin novedad, sin que los grises de guardia se hu—
biesen dado cuenta de nada. Cabe pensar que los dos uniformados se
ganaron un ascenso.
Cuando el taxi arrancaba, salía un hombre del banco dando gritos,
pero era demasiado tarde, el vehículo desaparecía entre el tráfico.
Entre la calle de José Antonio y la calle de la Diputación se
apearon dos y cambiaron de taxi. Los otros dos siguieron hasta la
Avenida del Marqués de Duero y se apearon delante del cine América,
pagaron al taxista las 22 pesetas que marcaba el contador y luego,
Sabaté, riendo, le dio un fajo de billetes como propina. Cuando el
chófer se presentó en la primera comisaría pudo comprobar que la
propina era de 7.600 pesetas. Fue la última vez que Sabaté dio una
gratificación a los taxistas.
Después de esta limpia y productiva operación, el director de la
casa de tejidos que entregó las 4.000 pesetas al Quico, recibió un giro
con la cantidad correspondiente.
Para escapar a las primeras investigaciones, Sabaté y Carlos Rioja
se quedaron en Barcelona, pero los otros dos regresaron a Terrassa
donde pasaban el día en el monte y por la noche se alejaban en una
pequeña casita donde encontraban comida y todo lo que necesitaban
que depositaba allí otro compañero.
Poco después regresaban a Francia sin novedad, salvo el incidente
siguiente: un día, mientras descansaban en el monte, al despertar
comprobaron la desaparición de Carlos Rioja. Al parecer regresó a
Barcelona y se presentó en una casa amiga de Sabaté de la Diagonal.
donde, con palabras incoherentes, asustó realmente a la familia que
allí vivía, hasta el punto que pensaron que se había vuelto loco. Más
tarde Carlos Rioja pasó a Francia y Sabaté se entrevistó con él para
aclarar el asunto, pero parecía que el hombre no coordinaba y sólo
decía tonterías y El Quico llegó a la conclusión de que estaba <<chifla-
do».
El comisario Polo efectuó las investigaciones de rutina pero en
gran escala y ordenó la detención de muchos compañeros fichados con
la esperanza de poder obtener en los interrogatorios alguna pista útil.
230
DESESPERANZA
_?

girar un par de calles a la izquierda y parar frente al hospital, donde


siempre había taxis en estacionamiento. Para borrar completamente su
pista cambió varias veces de coche de alquiler.
De esta aventura Sabaté dedujo lo siguiente: la policía ignoraba la
identidad del que iba a presentarse a la cita de la calle Wad-Ras -es
decir la suya—, pues, de no ser así otro hubiera sido el recibimiento. La
policía conocía sin duda a Serrano y el cargo que ocupaba y éste era
pistado para conocer eventuales nuevas relaciones. En la hipótesis de
que Serrano fuera inocente de lo acaecido, a su alrededor había alguien
encargado de transmitir las novedades, lo cual podía explicar que la
policía ignorara que se trataba de Sabaté aunque conociera la cita. Por
otra parte, la actitud de los pasmas demostraba que tampoco se pro-
ponían detener inmediatamente al <<nuevo llegado», sin duda con la ya
clásica_intención de ampliar la vigilancia para conocer nuevas rami-
ficaciones y desmantelar de un solo golpe los grupos de acción que
existieran o pudieran constituirse.
Una vez más, de manera casi increible, Sabaté había logrado
escapar a la muerte.

Entre el diverso material que Sabaté había preparado durante su


permanencia forzosa en Francia figuraba una especie de mortero
original construido para disparar <<proyectiles>> llenos de propaganda
que la dispersaban a varios centenares de metros del lugar de lanza-
miento, al estallar el cohete en el aire.
Esta innovación fue experimentada el 28 de septiembre de 1955,
con motivo de un viaje que Franco hizo a Barcelona. En un taxi de
techo corredizo instaló su artefacto -después de explicar al chófer que
se trataba de distribuir propaganda en honor del jefe del Estado- y los
barceloneses quedaron sorprendidos al ver llover infinidad de octavillas,
impresas sobre papel fino de varios colores, redactadas en catalán y en
castellano.
Esta propaganda Sabaté la había firmado: <<Moviment de Llíbe-
ració-Movimiento de Liberación de España (Comité de relaciones).»
No figuraba la sigla confederal ni se hacía la menor referencia a
las organizaciones específicamente libertarias, una prueba más de que
Sabaté no pretendía ser nigún abanderado. Para él la lucha contra la
dictadura exigía la participación de todos, sin partidismos desplaza-
235
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

detalle sus proyectos, la acción que pensaba desarrollar y examinar la


colaboración que podía establecerse entre ambos.
El lugar de la cita era la calle Wad-Ras, sector del Ensanche hacia
el este de la ciudad, en la barriada de Pueblo Nuevo, a las tres de la
tarde, pues Sabaté rehuía sistemáticamente las reuniones en cafés u
otros lugares cerrados tan propicios para caer en una ratonera.
Cinco minutos antes de la hora prevista, El Quico pasaba por la
citada calle en un taxi para observar el panorama. Fiel a su principio
de no fiarse nunca totalmente de nadie. En su pasada de inspección
observó que ambas aceras de la calle estaban bastante concurridas por
personas con ropa de trabajadores que la hora no justificaba. Con
cierto recelo, Sabaté quiso estar seguro de lo que pensaba. Hizo
detener el taxi a cierta distancia y después de decir al chófer que lo
esperara, encaminó sus pasos hacia un grupo que charlaba animada-
mente. Antes de llegar a él cruzó a un individuo con gabardina que
parecía esperar a alguien pero que al pasar El Quico se puso a seguirle
con muy poca discrección. Cuando llegó al cruce de la calle Luchana,
en el mismo chaflán vio parada una furgoneta repleta de agentes.
Sabaté tuvo la certitud, entonces, de que había penetrado en la boca del
lobo. *
Los agentes del vehículo, que no habían visto llegar a Sabaté al
lugar de la cita, pensaron que se trataba de alguien que vivía en la calle
y salía a sus quehaceres y al ver al policía de la gabardina que lo seguía
le hicieron señas para que volviera a su puesto. El polizonte quedó
extrañado, pero también pensó que sus colegas sabían lo que hacían y
retrocedió como le habían indicado. Mientras tanto, Sabaté, ojo avi—
zor, no perdía un solo detalle de lo que pasaba a su alrededor y con
sangre fría siguió caminando con <<la mayor indiferencia». Al cabo de
unos metros volvió sobre sus pasos y entonces vio llegar a Fernando
Serrano. Se reunió con él y ambos, sin apresurarse, se dirigieron hacia
el taxi que esperaba a Sabaté sin que nadie intentara cortarles el paso.
El Quico dijo a su acompañante:
-Estamos rodeados de policías.
-¡No es posible! -contestó Serrano-. Te habrán seguido esta
mañana.
-A mi no me ha seguido nadie -dijo Sabaté-, pero no es ahora el
momento más oportuno para discutir, sigue andando sin volver la
cabeza.
232
DESESPERANZA

especial, sin número ni fecha, en el cual se decía, entre otras cosas:

Advertimos: si al interceptar nuestra Soli y nuestra CNT


encontraron unas personas indefensos, a nosotros nos encon—
trarán dispuestos a defendernos con las armas en la mano,
respondiendo a la violencia organizada del Estado con la
violencia defensiva de los trabajadores de conciencia libre.

Como vemos, Sabaté no podía impedirse de decir <<NUESTRA


SOLI», considerar como suyo todo lo que afectaba a <<SU» Organi-
zación. Queda todavía por demostrar si su teoría era buena o mala, pero
creía firmemente en ella, en devolver golpe por golpe, y fue de los
pocos hombres que supieron vivir y morir de acuerdo con sus opiniones.
Fue fiel a sus ideas hasta que el plomo de la Guardia Civil segó una
existencia de ininterrumpida lucha.

¿Cómo evoluciºnaban las divergencias entre Sabaté y el MLB en


el exilio? Los documentos de la época son suficientemente explícitos
para que el lector pueda juzgar sin otra ayuda.
He aquí el informe cursado por Sabaté a los comités de la
Organización:

COMISIÓN DE RELACIONES DE LA FEDERACIÓN DE


GRUPOS ANARCOS!ND!CAL!STAS DE CATALUNA.
FEDERACIÓN
IBERICA
DE GRUPOS
ANARCOS!NDICALISTAS

Francia, 15 de agosto de 1955:


Al Secretariado Intercontinental de la CNT de España en
el Exilio:
Estimados compañeros:
A! dirigirnos a vosotros, lo hacemos para informaros

Intercontinental de Núcleos del MLE-CNT» celebrado en Francia del 21 al 26 de


agosto de 1955. El nº 41 se publicó en la a1º quincena de enero de 1956» y el
nº 42 en la u1º quincena de abril de 1957».
237
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Pueblo Anfifranquisfo Poble Catalá

Sun ya (lc-mulildnc |o—* nñn= qm- .cu|mrlns ¡¡ Franc-n


)“ il suº <ivnrina. Mni mm ¡mi lun-iu vii! lrepiljnll ell lem
Nus hnºla haver la vrílira (lv e-=lr mrrompilln ré- drvl=: v<vnrnidn lu leves lli|verlnI…-.
gimen (lr unitaria 31 dº lºrrnr.
Ja n'hi ha prou d'ºu-luvnl¡e!
Las palalvra= mn palabras.
Redrm-nn-nos. mlnluns.
la Acción “ necesaria. Agermanil< ¡mln el! fill.- del! n|lre- poble! hi…-—
¡Abajo la ¡ironía! pimivn. E5(ÍAMPEM ARREU DE TOT LA RE-
V(DLTA CONTRA FRANCO.
¡Viva ln unión dºl Puoluln Pºpañnl!
A l'Acci6, Cchlcm |
Mon-¡miento do Liberación rh- España
Comisión de Rolarionn
Moa-¡men! de Uibenció.

¡.

AL PUEBLO

LI LIBERTAD sólo se ronsip¡e ll precio dr |… E—-pnña o! unn ¡mm-nu riml.


mi; ¡unico urriñeios. Tn||n< mum.- prisioneros del régimen rl6rim-
Nndie debe quedum uri.- en In Iurha. |||ililnr-Íulnngieln 4|mº impeu.
"|“c'lil'llllf qm- huy mil.—.— de pro.—u.- rn c-in-o-lm )“
anco ¡: lgulnln porque no pu…-amos . In arc-ión.
||rc-—'¡1|iu—'. Ilumlmºs |||u- —w ¡avriÍivnrnn pur vu.-nlrm
Ln RESISTENCIA HA DE EXTENI)ERSE. _¡' ¡mr (" luivnr—1ar ¡Ir uu-slrm hijos.

L- RESISTEN(ÍIA NO ES BOL(ÍHEVIQUE NI F.<lu—- pro.—mn unn ¡wpañulvc amnnlr.- dº lu lilu-rlad.


'“uniÍc'—'lúu—' II —'II favnri
EXTRANJERA.
¡AMNISTIN ¡LIBERTAD PARA TU…)…“ LHS
Delesll el im¡wrinli-mo de lu.- num al igual qm- I'RF.5'HS l'HI.IT|(ZHS Y SH('.IAI.F,S'
el de los |merirnnos.
.|_)uv |-=I|- r|amur ¡ze-mºral .ºv exlivnda un Inda
'Al)|jo lodo.- lus ¡olalilariunosf F.<|mñn'
Iln_» qur alu-ir las u-úrc-vlve y pre-¡(lio.- donde
¡FUERA FR ANC05 |n'lll'lll _x auuui1.nn |o= Imm|er quo se han relw|adn

Movimienlo de Liberación dr España mnlrn v| Íram¡uimm.


Comisión de vaarionn Mm-imiouln ¡lo l;ílwrm-íón (lº España
(.'umisíón ¡lo Relnrínnos

234
DESESPERANZA

miedo de los compañeros, hemos podido comprobar que no


hay prácticamente Organización; hasta el punto de ser des—
conocida por compañeros de máxima responsabilidad. Si la
falta de Organización es casi total en Barcelona, podemos
decir que en su provincia lo que existe es una desorganización
completa.
Se da el caso que, en nuestros contactos con los pueblos
de Terrassa y Sabadell. confederales ciento por ciento, pue-
blos que en 1947 y 48 había más de 400 compañeros contro-
lados, sólo hemos podido relacionarnos con una ínfima mi-
noría, unos 30 compañeros, los cuales quedaron organizados.
En cuanto a la propaganda, es lamentable tener que decir
que dos meses antes de la caída de la SOL], según testimonio
de los compañeros con que nos hemos relacionado en Bar—
celona. no habían visto SOLI ni CNT. La rara vez que apare-
ció prensa confederalfue tan limitada que muchos compañe—
ros no se enteraron, particularmente ”en los pueblos. Fuera de
las raras veces que apareció SOLI, hemos podido comprobar
que el pueblo en general ignora la propaganda confederal.
Los últimos días del mes de abril y primeros de mayo, no
apareció en Barcelona ni en las demás provincias de Cataluña
ninguna clase de propaganda confederal, salvo la distribuida
por los Grupos Anarcosindicalistas, que ésta sí podemos
asegurar que llegó a manos del pueblo, pues fue entregada
para su difusión a los compañeros de los pueblos y barriadas
de Barcelona y repartida por nosotros mismos por las calles
de la capital: Sants, Coll-Blanc, Paralelo, Paseo de Colón.
Plaza de Catalunya, Gracia, Pueblo Nuevo, etc...
Esta propaganda fue acogida con alegría y sorpresa.
pues tuvimos ocasión de escuchar comentarios delpueblo, los
cuales, entre otras cosas, decían: ¡Cuánto tiempo sin ver
propaganda! .
Aunque sea lamentable, no tenemos otro remedio que
transmitiros la opinión de los compañeros del Interior sobre
la CNTde España en el exilio en lo que respecta a la solidaridad
hacia los compañeros del Interior para que pueda continuar
la lucha.
En vista de la falta de propaganda eficaz, medios de
239
SABATE. GUERRILLA URBANA EN Esm'u

dos, y aspiraba a crear, con su acción, un clima insurreccional genera-


lizado. Hacia tiempo que había comprendido que el derrocamiento de
Franco no dependía de una sigla ni de una tendencia ideológica, sino
de la incorporación de todas las fuerzas populares a la lucha contra la
tiranía.
Sabaté, por su experiencia, sabía sin duda mejor que nadie que la .
reacción sólo podría ser abatida mediante la acción mancomunada de
todo el pueblo, pero, al mismo tiempo, había visto y comprendido
muchos de los errores cometidos por los anarcosindicalistas durante la
guerra civil, y era consciente de que si difícil es conseguir la victoria,
más difícil resulta conservarla y la mejor salvaguardia de las libertades
arrancadas con tanta sangre y esfuerzo la veía ¿vale la pena decirlo? en
una CNT dinámica, fuerte, organizada en un solo bloque, capaz de
defender, llegado el momento, la revolución que otros, ineluctable-
mente, ya tratarían de aniquilar al día siguiente de la victoria.
Sabaté llevaba una espina clavada en el corazón; la actividad del
Partido Comunista de España durante la guerra civil, traidor una vez
más a la clase trabajadora, el cual, a las órdenes de Stalin, dedicó todos
sus esfuerzos a la labor contrarrevolucionaria y a destruir la moral del
pueblo que era lo único que podía conducir a la victoria. El Partido
Comunista, con la complicidad o inconsciencia de casi todas las demás
organizaciones, fue la verdadera quinta columna que facilitó la ins-
tauración en España del fascismo. Sabaté hubiese preferido morir mil
veces antes que ver una repetición de tan vergonzosa realidad. Por eso
dedicó tan afanosamente su vida a crear grupos de compañeros dis-
puestos a impedir con su acción cualquier nueva claudicación.
Así, pues, por una parte atendía a la propaganda de tipo general,
simplemente antifranquista, tendente a despertar conciencias y re—
beldías, a demostrar que la defensa era posible pero también el ataque
y, por otra, seguía distribuyendo El Combate, portavoz de los <<Grupos
Anarcosindicalistas», que representaba dentro de la lucha antifranquista
una tendencia bien concreta: las ideas anarquistas que eran las suyas.
En el mes de julio se distribuyó el nº 2 (dos páginas 13,5x21 cm)
y el último, el nº 3, en octubre (dos páginas 15 x 25 cm). En realidad
se editaron cuatro números. Con motivo de la caída de la imprenta de
Solidaridad Obreral en el mes de mayo, Sabaté hizo una edición
1 Solidaridad Obrera volvió a aparecer tres meses después. El nº 40
llevaba como fecha <<1º quincena de agosto» y coincidió con el <<VI Pleno
236
DESESPERANZA

Anarcosindicalistas del que os adjuntamos un ejemplar.


Silos compañeros del Interior leyeran el escrito de SOLI
nº 531 (que lo leerán) inmediatamente podrían opinar quién
es el responsable de la caída de la imprenta.
El soldado que marcha a la guerra, como sabe que va a
luchar, tiene a su lado elfusil, porque también sabe que el
soldado contrario también tiene el suyo…
La mujer que defiende su honra la defiende hasta la
muerte.
Para guardar nuestra imprenta debemos defenderla.
Nuestras ideas, la libertad e independencia para propa-
garlas, tenemos que defenderlas con brío y entusiasmo, con
las armas en la mano, como hace la policía que nos ataca.
Por los Grupos Anarcosindicalistas de la región catalana.

He aquí otra circular de los Grupos Anarcosindicalistas que lleva


fecha lº de septiembre de 1955:

A todos los compañeros y militantes de las FF.LL. del


Movimiento Libertario CNT en el Exilio.
Estimados compañeros: Nos dirigimos a vosotros como
Confederales y como Anarcosindicalistas con elfin de infor-
maros de nuestra determinación y actividades.
Para evitar confusiones y malas interpretaciones os di-
remos:
No está en nuestro ánimo elproducir más escisiones en el
seno de nuestro Movimiento, ni mucho menos fomentar las
discordias o las críticas contra los que, por ley de mayorías,
representan a la Organización. Pero, si bien es normativo y
federativa el que nuestro Movimiento sea basado en la llama-
da ley de mayorías, hoy consideramos que esa mayoría (si es
que existe) está equivocada en lo que se refiere a nuestros
principios de acción directa, única eficaz a nuestrasfinalidades
de cara a España para llevar la lucha contra elfrancofalan-
gismo.
Sin apartarnos de nuestros principios, tácticas yfinali-
dades, y sin regatear esfuerzos y sacrificios, hemos apoyado
y apoyaremos a la organización en la medida de nuestras
241
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

grosso modo de la situación actual de la CNT en España, y


especialmente en lo que se refiere a la Región catalana.
Hemos creido, de una manera imperiosa y necesaria. que
debíamos denunciar ante vosotros y la militancia en general.
cómo nuestra prensa en el exilio refleja lo que pasa en
España.
Es denigrante hacer creer a nuestros compañeros que en
España todo está organizado y que, con el apoyo del Exilio, se
trabaja. se organiza y se propagan las ideas en el pueblo.
Nos responsabilizamos de una manera seria yformal de
que todo cuanto en este informe encontraréis es cierto y que,
para probarlo, hay compañeros en el Interior dispuestos, si es
necesario, a testimoniar ante vosotros en Francia.
En primer lugar tenemos que notificaros que la situación
orgánica en Cataluña está en el mismo nivel de desconfianza
que en 1946, cuando los famosos Melis y Seba. En aquella
época caían los comités del Interior y se conocía la actividad
de los compañeros que caían en manos de la policía cuando
ésta lo consideraba oportuno, prueba de que la policía estaba
bien enterada del desarrollo de nuestro Movimiento.
Hoy la causa de desconfianza y de desorganización que
reina entre los militantes de Cataluña, y particularmente de
Barcelona. es la misma.
La caida de SOLI, la detención de muchos compañeros
(algunos de los cuales son dejados en seguida en libertad y
que su conducta deja mucho que desear a los ojos de los demás
compañeros, nos abstenemos de dar nombres) es precisamen-
te por el mismo motivo que el aquella época. Hoy en día existe
también esta clase de fenómeno inexplicable para algunos...
Esta es una de las principales causas de la desconfianza y
desorganización que reina entre nosotros.
En nuestra dura campaña de relación y organización en
el Interior, hemos establecido contacto con militantes de
barriadas de Sants, Pueblo Nuevo, Casa Antúnez, Gracia, San
Adrián, Badalona y con los pueblos de las comarcas, parti-
cularmente de las provincias de Barcelona y Gerona, sin
olvidar algún contacto con la provincia de Tarragona.
Tras esta penosa labor, empeorada porla desconfianza y
238
DESESPERANZA

Con fecha 25 de diciembre de 1955, los Grupos Anarcosindica-


listas distribuyeron el siguiente Informe-circular a todos sus adherentes
y simpatizantes:

GRUPOS ANARCOSINDICAL!STAS EN EL EXILIO.


GRUPOS
ANARCOS!ND!CALISTAS.
Estimados compañeros:
Nos dirigimos a vosotros -como ya os comunicamos en el
último informe cursado en el mes de septiembre— para infor—
maros sobre las actividades llevadas a cabo en el Interior por
los grupos de compañeros anarcosindicalistas que nos encon-
tramos en el exilio y de común acuerdo con los compañeros
confederales y libertarios de España, particularmente de
Cataluña.
Por consiguiente, os diremos que esas actividades han
sido de gran envergadura ya que al tomar contacto con
compañeros de la regional catalana hemos podido lograr la
difícil tarea de reorganización confederal y libertaria que,
antes de nuestra labor orgánica, era desconocida por los
compañeros, desorganizados estos últimos años, particular-
mente en los centros más industriales. Con nuestra actividad
y nuestra conducta hemos podido acabar con la desmoraliza-
ción y disipar la desconfianza que reinaba entre los compa-
ñeros y podemos afirmar que, particularmente en Cataluña,
ha quedado organizada la gran mayoría de los pueblos y
centros industriales, así como también han quedado organi-
zados grupos de compañeros en las barriadas y fábricas de
Barcelona. Creyendo que se imponía orgánicamente su nece-
sidad, ha sido nombrada una Comisión de Relaciones en
Cataluña (CNT—FAI). También en Levante hemos podido es-
tablecer contactos con los compañeros procurando tener con
ellos relaciones orgánicas.
Nuestra colaboración de apoyo moral y material ha sido
apreciada con gran simpatía y admiración por los compañe-
ros del Interior, por la ayuda enviada a varios penales y
cárceles de España.
En cuanto a la propaganda llevada a cabo por nosotros,

243
SABATE.GUERR1LLA URBANA EN ESPANA

apoyo para seguir luchando yfalta de solidaridad material


hacia los caídos. Aun cuando se reconoce que llega una cierta
y limitada cantidad para presos, los compañeros ven con
malos ojos la entrega de estas cantidades a individuos que
dejan mucho que desear en su conducta.
Hemos podido comprobar que compañeros enfermos por
las represalias y encarcelamientos no recibieronjamás ayuda
económica y moral.
Después de haberos explicado todo cuanto de verdad
existe en el Interior, recogido informaciones de compañeros o
vivido por nosotros mismos experimentalmente, los Grupos
Anarcosindicalistas del Interior salimos al paso para decir
que es vergonzoso engañar como se está engañando, por
mediación de la prensa en el exilio,a los compañeros. Lo
dicho en las columnas de nuestra prensa es todo lo contrario
de la realidad, se diga consciente o inconscientemente,
Evitense los errores por el bien de nuestra querida Orga-
nización ypara que los hombres no lleguen a perder confianza
en nuestras ideas.
Vista la inserción <<Espan'a bajo el terror» en Solidaridad
Obrera de París nº53l defecha 26 de mayo último, y de CNT.
es lamentable leer que si la policía dio con nuestra prensafue
por el asalto bancario a que se refiere la prensa. No creemos
que el régimenfranquista esté de acuerdo con que SOLI se edite
en Barcelona... si se edita en Barcelona... y si como dice su nº
39fue profusamente distribuido, creemos que la policía dará
mucha más importancia a la aparición en España de un
periódico contra el régimen que a un simple atraco a un Banco
del que se llevaron unas miserables pesetas. Ahora bien, una
de dos, el alarde defuerzasfue por la edición del periódico o
bien lofue por lo del Banco. Sifue el Banco. se demuestra que
el periódico no apareció y que fue casual que dieran con la
imprenta, a menos que la policía ya la conociera de antemano.
Podemos decir que son ciertas las noticias publicadas
sobre el alarde de fuerzas, pero esas fuerzas no fueron mo-
vilizadás como se dice, o sea apartir del día 7, sino quefueron
movilizadas a partir del día 30 de abril, fecha en que se
distribuyó el nº 1 de El Combate, portavoz de los Grupos
240
DESESPERANZA

de policía y vigilancia. Tendríamos que tener en cuenta este


descontento y antipatía del pueblo español hacia el régimen
autori tario franquista y dedicar todos nuestros esfuerzos para
aprovecharlo y encauzarlo hacia una resistencia más activa
contra Franco y sus secuaces.
Compañeros, ya es hora de demostrar, de una forma
activa y eficaz. nuestras actividades de solidaridad moral y
material hacia los compañeros y Organización confederal del
Interior. no solamente denunciando los crímenes y publicán-
dolos, sino mediante una actuación directa y haciendo acto de
presencia en España para que los compañeros algo desmora-
lizados por las persecuciones y encarcelamientos que sufren
y por los desengaños experimentados recobren el ánimo al ver
que no se les abandona en su lucha contra la tiranía.
Esperamos que estudiaréis el caso como merece y sabréis
incorporaros de una forma o de otra a la lucha, procurando
que la moral revolucionaria de nuestra querida CNT no de-
caiga, sino que continúefirme y eficaz; debemos insistir en las
reuniones locales o regionales para que, de una forma más
responsable y activa se apoye a la Organización y a la Re-
sistencia en España contra la tiranía franquista.
Los Grupos Anarcosindicalistas, que reivindicamos unas
vez más losprincipios,finalidades y tácticas de acción directa
que caracterizan y valorizan nuestro Movimiento confederal
y libertario, continuamos la lucha de cara a España y en
España. (Es lamentable, repetimos y debemos deciros, que
contra nuestra voluntad tengamos que trabajar en desacuerdo
con el Secretariado Intercontinental.)
Pero os repetimos que trabajamos por las ideas liberta-
rias que todos decimos sentir y apoyándonos en los principios
básicos y finalidades del anarcosindicalismo y nos hacemos
responsables de toda nuestra actuación.
Todos nuestros esfuerzos serán por el bien de nuestra
querida Organización ypara que el pueblo no llegue aperder
la confianza en nuestras ideas; y para que la voz de la CNTy
del anarcosindicalismo llegue a todos los rincones de España.
Y decimos también: solos o acompañados del mundo.
continuaremos conla acción directa la lucha contra la tiranía
245
SABATE. GUERRILLA URBANA EN Esm'u

fuerzas físicas, morales y materiales. Pero creemos que se


impone la necesidad imperiosa de trabajar al margen de esa
susodicha ley de mayorías y actuar de acuerdo con los compa-
ñeros del Interior de España y con las aspiraciones delpueblo
español que son: terminar con la barbarie, la miseria, y los
encarcelamientos, es decir, con el régimen que los oprime,
hasta alcanzar una forma libre y humana de sociedad. Mas
para llegar a ello necesitamos que todos los hombres de buena
voluntad. de común acuerdo, aporten sus esfuerzos físicos,
morales y materiales en la medida de sus posibilidades.
Creemos que nuestro esfuerzo no será inútil. pues las
actividades que hemos llevado a cabo hasta ahora han empe—
zado ya a dar su fruto, tanto en el exilio como en el Interior,
y esperamos que, de día en día, serán superadas. Actuamos
como Grupos Anarcosindicalistas y nos hacemos responsables
de nuestra actuación para que no puedan darse por aludidos
o molestados los que representan la Organización confederal
y Específica (FAI).
Sin embargo, aunque sea lamentable, no tenemos más
remedio que transmitiros la impresión de los compañeros del
Interior... ¿

La continuación de esta <<Carta—circular» es una copia de las


críticas que figuran en la anterior y que, por consiguiente no repro-
ducimos. Damos a continuación, solamente las frases finales:

A medida que las circunstancias y nuestras posibilidades


nos lo permitan, seguiremos informándoos de nuestras acti-
vidades.
Os informamos también de que todas nuestras iniciativas
y táctica a seguir. así como de cuanto manifestamos en este
informe, hemos dado conocimiento al S! pero ignoramos si se
ha tomado en consideración.
Por los Grupos Anarcosindicalistas de España en el
exilio.
Comité de Relaciones de la Federación de Grupos
Anarcosindicalistas en el exilio.

242
DESESPERANZA

en nuestros esfuerzos para que la voz de la CNT y del anar-


cosindicalismo llegue a todos los rincones de España, inyec-
tando la sabia libertaria en las conciencias adormecidas o
indecisas y conozcan las finalidades de la CNT.
Con la ayuda del mundo o sin ella, los confederales
continuaremos nuestra lucha por la libertad. decididos a
jugárnoslo todo en esta lucha contra la dictadura clerical y
militarista.
Pero, como ya dijimos más arriba, nuestras posibilida-
des económicas son tan reducidas que nos es difícil poder
llegar a las primeras y más elementales necesidades de soli-
daridad para con los presos y sus familiares, así como para
atender a las exigencias de la propaganda que tanto se hace
sentir.
Vamos a ser francos y realistas, y hablaremos en forma
cruda sin detenemos a pensar si herimos susceptibilidades.
La verdad es que no es suficiente con que los compañeros
exiliados, en su prensa y en sus actos públicos, denuncien las
injusticias del régimen franquista; no es suficiente su pro-
paganda ni su simpatía, ni su solidaridad. Es una acción
directa la que debemos llevar a cabo si queremos derribar al
régimen franquista. No hemos de olvidar la responsabilidad
moral contraída con los que cayeron y siguen cayendo y lo
mismo con el pueblo español.
Es un error pensar que la ayuda del exilio permite que en
España se luche y se propaguen nuestras ideas. No podemos
permitir que consciente o inconscientemente se pueda creer
que la Organización se desenvuelve en España de manera
satisfactoria cuando la realidad cruda es que no contamos
con la solidaridad necesaria para activar las tareas más
elementales. Una vez más, conoceréis a través de estas líneas
la triste verdad de la España negra en la que vive el pueblo
antifascista, particularmente los militantes de la CNT que no
cesan de luchar para alcanzar la libertad de todo el pueblo
español, teniendo que soportar la másferoz de las represiones
hasta llegar a atrofiar la mentalidad de los hombres con las
interminables horas de trabajo a cambio de conseguir un
mendrugo de pan, atemorizados por el terror de las perse-
247
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

ha sido de común acuerdo con los compañeros del Interior.


Podemos decir que la propaganda de los Grupos Anarcosin-
dicalistas, El Combate, es acogida con gran entusiasmo y con
aprecio (no solamente de los compañeros, sino del pueblo en
general) por la forma eficiente en que llega a todos los
rincones, particularmente en Cataluña. ya que es difundida de
unaforma intensa y eficaz.(Comprendemos que no somos muy
duchas en lides literarias, pero ponemos todo nuestro esfuerzo
para perfeccionarla -la propaganda- en la medida de nuestras
capacidades).
Después de haber estudiado todas las posibilidades y
medios más eficaces para poderla distribuir, debemos comu-
nicaros que es repartida por vía aérea, lanzándola a 150 o 200
metros de altura. Se lanzan así unas bombas que al estallar
dejan caer en forma de lluvia centenares de manifiestos y
prensa clandestina que han causado gran impresión, incluso
entre los medios policíacos, ya que los innumerables proce-
dimientos y métodos represivos utilizados para impedirlo no
han podido evitar su difusión; prueba de ello es que el día 28
de septiembre, llegada deldictador ¡franco a Barcelona. a
pesar de que hubo una gran concentración defuerzas ypolicía,
fueron lanzados esos proyectiles yfue distribuida la propa-
ganda de los Grupos Anarcosindicalistas por las barriadas y
calles céntricas de la capital a las horas de entrada y salida
del trabajo; yprueba también de la eficacia indiscutible de la
única propaganda que se vio. Ningún sector antifranquista. ni
los que dicen representar a la Organización confederal. de-
jando entender que existe un Comité regional, se manifestó en
actos de propaganda ni de protesta durante la estancia de
Franco en Barcelona.
Es lamentable tener que hacer constar que no se pudo
hacer ningún acto de protesta en forma de sabotaje porfalta
de medios y de material. cosa que no hubiera sucedido de
existir una resistencia organizada con anterioridad.
El pueblo en general se mostró indiferente y hasta po-
dríamos decir despectivo ante la llegada del dictador, no
haciendo acto de presencia salvo la pequeña minoría de
incondicionalesfalangistas, explotadores del régimen yfuerzas
DESESPERANZA

teniendo gran aceptación entre los compañeros y los trabaja-


dores en general.
En lo que respecta al aspecto de la Organización, el
cuadro actual no puede conformarnos, ante todo si lo com-
paramos con períodos anteriores. En otros años con la cola—
boración y apoyo de grupos de compañeros venidos de Fran cia,
se llevaron a cabo actividades orgánicas y de hostilidad
contra el régimen, particularmente en los años 1945 a 50, ya
que los compañeros que estábamos en España, por estar casi
todosfichados, no podíamos realizar ciertas actividades. Por
lo tanto, sin andar con más rodeos, es necesario que compa-
ñeros conocedores de sus comarcales y regionales hagan acto
de presencia. de común acuerdo con los que estamos en
España. y llevar nuestras tareas conjuntamente tanto en la
propaganda como en la acción.
Hoy en día carecemos de una auténtica Organización
efectiva, situación que es necesarioresolver con la máxima
urgencia. Esta es la realidad, muy desagradable por cierto,
del Movimiento confederal en españa. Es necesario, por
consiguiente, que los compañeros del exilio hagan un detenido
examen de esta situación y comprendan la necesidad imperiosa
de colaborar activamente en las tareas de la Organización y
de reorganización que se nos presentan.
Elpunto en el cual insistimos, ante todo, es el siguiente:
que no tenemos que engañarnos sobre la situación y que
ningún confederal exiliado debe continuar creyendo que lo
que hace es suficiente. Debe partir de la base que la Orga-
nización casi no existe como tal y hay que buscar soluciones
rápidas y eficaces.
Es denigrante hacer creer a la militancia del exilio en la
existencia de un Comité regional que, si bien parece ser que
existe, no representa ni controla a la militancia ni a los
simpatizantes confederales. Los compañeros, a pesar de la
desorganización, mantienen contactos entre si.
Vosotros, compañeros del exilio, también tenéis una
responsabilidad enorme en estas tareas. Responsabilidad que
no podéis ignorar y que tenéis que afrontar con criterio
realista. Y que los acuerdos que se tomen estén siempre
249
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

fascista y contra todas las tiranías. Esperamos, pues, que los


compañeros sabrán interpretar y juzgar nuestras actividades,
con reflexión y responsabilidad.
Por los Grupos Anarcosindicalistas en el exilio.

Debemos comunicaros que ha sido entregado al Secre-


tariado Intercontinental un informe de la Comisión de Rela—f
ciones CNT—FAI de Cataluña. en el cual se les informa de la
situación crítica de la Organización particularmente en la
región catalana.

A continuación transcribimos, por el interés que presenta, el


informe de la Comisión de Relaciones de España, al cual se hace
referencia en la circular que antecede.

CNT—AIT.
COMISIÓN DE RELACIONES DE CATALUNA.
(Locales y Comarcales).

A todos los compañeros simpatizantes y militantes de la


CNT de España en el Exilio. _ *
Estimados compañeros: Al dirigirnos a vosotros, os de-
cimos que estas líneas expresan el pensar y sentir de centenares
de compañeros militantes del Movimiento confederal y li-
bertario de Cataluña.
Vamos a hablaros e informaros sobre la Organización de
esta regional en la cual militamos y podemos, por lo tanto,
responsabilizarnos, de todo cuanto os decimos. Y nos permi-
tiremos, además, hablar de las demás regionales de España,
por tener con ellas relación -directa— a pesar de no ser
orgánica, así como con compañeros presos en los penales
españoles, a los que en la medida de nuestras posibilidades
ayudamos.
Después de 16 años de dominiofranquista en Cataluña -
y 19 en otras regiones de España- continuamos la lucha en la
medida de nuestras fuerzas y capacidad, y con los pocos
medios económicos con que contamos. A pesar de la sangrien—
ta represión francofalangista, los hombres libres persistimos
DESESPERANZA

Al margen de esta actividad editora, Sabaté había grabado algu-


nos discursos en cintas magnetofónicas, y de vez en cuando se pre-
sentaba en algún lugar concurrido por los trabajadores, incluso en
refectorios de fábricas, donde ponía el aparato en marcha y les hacía
escuchar palabras que desde hacía muchos años no se decían públi-
camente en España.
El Quico, a través de su actividad infatigable, iba entrando en la
leyenda, convirtiéndose —en Cataluña— en el enemigo nº 1 del régimen
franquista,
Pero esta actividad, como hemos visto, era combatida, aunque
parezca increíble, por los organismos libertarios que veían los toros
desde la barrera, en Francia, los cuales, después de haber censurado la
denominación Grupos Anarcosindicalistas —so pretexto de conside-
rarla como una usurpación-, criticaron el conjunto de su trabajo y
llegaron a señalar a Sabaté como responsable de la caída de Solidaridad
Obrera. Es más, se le acusó incluso ¡con cuanta irresponsabilidad,
falta de sentido común y mala fe! de querer provocar un cisma
orgánico.
En el informe de gestión y orden del día para el VII Pleno
Intercontinental de núcleos (Julio de 1956) redactado por la Comisión
Intercontinental de Relaciones (FAI) se incluían algunos párrafos de
un dictamen elaborado en el Pleno de Núcleos de 1951 sobre la
actividad que debía desarrollarse en España y que reproducimos a
continuación:

Dedicar nuestra mayor parte de esfuerzos a crear un


clima de penetración moral y de afianzamiento ideológico en
la conciencia de cada militante, con proyección colectiva, con
el fin de conservar intacto todo nuestro potencial humano
militante y de incrementarlo para hacer frente a todas las
necesidades y exigencias de la lucha.
Que debe darse el mayor impulso a las tareas de recu-
peración de la CNT del Interior por sí misma y con nuestra
ayuda, sin regatear los concursos y los medios indispensables,
que ella reclama, partiendo del principio que las más vigoro-
sas raíces de la Organización confederal están en España y
deben ser cuidadas en la propia España.
La actuación conspirativa debe tener una amplitud de
251
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

caciones, torturas, encarcelamientos, asesinatos y fusila-


mientos, incluso, como sabéis, las posibilidades que teníamos
de refugiarnos en Francia son ya muy escasas, puesto que
muchos compañeros son repatriados.
En lo que se refiere a solidaridad hacia los presos,
podemos afirmar que la ayuda procedente del Exilio ha sido
limitada, no sólo en Cataluña. sino también en la mayoría de 7
las regiones. Hemos podido comprobar en Cataluña que en
los años 1946. 47, 48, 49 y 50 más de 500 presos no recibían
en general la menor ayuda. salvo las particulares a ciertos
compañeros. En estos últimos tiempos hemos recibido infor-
mes de que en varios penales se recibe también escasa ayuda.
Con tristeza confesamos que infinidad de compañeros han
sido condenados por falta de medios económicos.
En cuanto a la propaganda, a pesar de que siempre
hemos hecho esfuerzos superiores a nuestros medios. nuestra
prensa y nuestros manifiestos no han podido cubrir las nece-
sidades, siendo limitada hasta elpunto de que ha sido a veces
desconocida por la mayoría de los trabajadores, particular-
mente en los pueblos industriales de la región catalana y de
España. L
Desde 1953, cuando cayó en poder de la policía la
imprenta en la cual se tiraba SOLI, época en que nuestra
propaganda aparecía con másfrecuencia. si alguna vez apa—
reció SOLI o CNT, como hemos visto por las referencias de la
prensa en el exilio, nosotros los compañeros y los trabajado-
res lo hemos ignorado, sobre todo en los pueblos. Y debemos
tener en cuenta que cuando aparece propaganda confederal
es acogida con entusiasmo por el pueblo. Según pudimos leer
en la prensafranquista. en la primera quincena de mayo cayó
en manos de la policía una imprenta donde se editaba SOLI,
cosa que nos causó gran sorpresa pues dicha propaganda era
ignorada por la mayoría de los compañeros y de los traba-
jadores.
Actualmente, cabe señalar que desde hace unos meses
aparece El Combate, portavoz de los Grupos Anarcosindica-
listas, y sabemos que es distribuido profusamente en los
pueblos de la regional y por las barriadas de la capital.
DESESPERANZA

inspirado por lo que ha sido determinación expresa de la


Organización, su actuación ha podido crear una situación
grave a nuestra Organización del Interior (que tantos esfuer-
zos, tantas energías y tantos sacrificios ha costado organizar
y vertebrar), pudiendo, además (inconscientemente, de ello
tenemos la seguridad , pero también irresponsablemente), crear
una disensión en la Organización confederal y específica del
Interior y en la Organización específica en el exilio.
Como prueba de lo que manifestamos podríamos aportar
una serie de hechos irrefutables que no son de índole a quedar
estampados en un informe escrito, por lo que nos abstenemos
de hacerlo, y de los que informaremos en el Pleno. Pero si
queremos y debemos dar a conocer a toda la militancia
específica una circular que, redactada por una llamada Comi-
sión de Relaciones de la Federación de Grupos Anarcosindi-
calistas del exilio ha sido cursada y dice así:

A continuación se incluía el texto de la Carta-circular del lº de


Septiembre que figura reproducida en este libro a partir de la página
241, y seguidamente este comentario:

Todos cuantos compañeros militan en nuestra Organiza-


ción saben que en todo momento han tenido y tienen la
facultad de exponer libremente cuantas inquietudes sientan,
facultad que nunca nadie ha buscado cercenar. Lo que nadie
tiene derecho a hacer en nuestro movimiento es dividirlo,
creando una nueva Organización dentro de la Organización,
que es lo que Georges Fontenis hizo en la aFédération
Anarchiste Francaise» (FAF) con la creación dela OPBI, que
es lo que en definitiva se ha pretendido hacer con esa circular.

1 Se trata de a0rganisation Pensée Bataille», organismo clandestino


creado en el seno de la FAP, hacia enero de 1950, con el propósito de
transformarla .. Fédération Anarchiste Francaise» en una organización de lucha
de clases con intervención directa en la política. La actividad de la OPB permitió
la creación de la a Fédération Communiste Libertaire» (FCL), semejante en todo
a los GAAP de Italia (aGruppi Anarchici di Azioni Proletaria») capitaneador por
Pier Carlo Masini. La FCL, en la cual el elemento más visible era Georges
Fontenis, logró incluso apoderarse del periódico anarquista Le Libertaire
253
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

basados en los principios y tácticas que caracterizan y valo-


rizan a nuestra Organización.
Es muy lamentable que habiendo llegado a nuestras
manos el informe del Secretariado Intercontinental del V!
Pleno Intercontinental de Núcleos que se celebra en Francia,
hayamos podido leer. en las páginas 12 y 13, en lo que se?
refiere a las actividades en España, falsas informaciones que
no pueden proceder de aquí, tanto en lo que se refiere a
propaganda como a Organización, etc...
Hemos hablado con claridad. prefiriendo desilusionar
que seguir alimentando ilusiones. Es hora ya de que se hable
francamente, reconociendo la verdad de la situación, pues es
la única forma de superarla.
Para evitar malas interpretaciones, os diremos que no
está en nuestro ánimo la crítica contra los que por ley de
mayorías representan a la Organización confederal y liberta—
ria en el exilio. Advertimos que se eviten las equivocaciones
por el bien de nuestra querida Organización y para que el
pueblo no llegue a perder la confianza de nuestras ideas.
Considerando que llevan actividades equivocadas en lo que
respecta a España para propagar nuestras ideas y terminar
con la barbarie, miseria y encarcelamientos, es decir con el
régimen que nos oprime hasta alcanzar una forma libre y
humana de sociedad.
Os saludan cordialmente los compañeros de las Federa-
ciones locales de la regional catalana.
La Comisión de Relaciones.
España. 5 de noviembre de 1955.

Este informe iba avalado por: Federación local de Olesa, Federa-


ción local de Terrassa, grupos de Sants, grupos de la Maquinista,
Comisión comarcal del Baix Llobregat, grupos de Sabadell, de Horta
y del Carmelo.

La represión que se desencadenó en Cataluña a primeros de 1957,


a la que nos referiremos más adelante para seguir el orden cronológico
de los acontecimientos, demostró que todos estos grupos y Federaciones
locales correspondían a una realidad.
250
DESESPERANZA

y un compañero que representaba a los Grupos Anarcosindí-


calistas en Francia. en la cual el delegado de Defensa de
Cataluña les presentó un informe avalado por ciertas Co-
marcales y Locales de Cataluña, el representante de los
Grupos manifestó sus inquietudes y anhelos de lucha cara a
España.
En el curso de la entrevista con el delegado de Defensa
de Cataluña, el delegado de los Grupos rectificó la denomi-
nación de Federación Ibérica de Grupos Anarcosindicalistas
en el exilio, ya que parecía que era causa de malestar por
parte del Secretariado Intercontinental. Nosotros habíamos
utilizado esta denominación con elfin de que en el Interior
supieran que era el Movimiento anarquista el que hacia llegar
— a todos los rincones de España el apoyo moral y de solidari—
dad de que tan necesitados estaban. No obstante, habiendo
quedado todos de acuerdo en esta rectificación, siete meses
más tarde nos difamaban llamándonos fontenistas, sembran-
do así el confusionismo en el Orden del dia del VI! Pleno de
Núcleos de 1955-56.
Nosotros cumplimos lo prometido, prueba de ello es que
ya en el informe del 25 de diciembre de 1955 no figura para
nada dicha denominación. Simplemente nos denominamos
Grupos Anarcosindícalistas, puesto que anarcosindicalistas
somos, haciéndonos responsables de nuestra actuación en
España.

También con fecha 15 de agosto de 1957 se volvió a enviar a la


militancia la carta circular del lº de septiembre de 1955, con las
siguientes líneas aclaratorias:

Después de haber presentado el!nforme del 15 de agosto


de 1955 al Secretariado Intercontinental y en vista de su
posición y mal acogimiento que hicieron a nuestros informes
y actividades en España. decidimos presentar un nuevo infor-
me más detallado a la militancia confederal en el Exilio y
también al Secretariado Intercontinental, pues considerába—
mos que la militancia no debe ignorar lo que ocurre en el
Interior.
255
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

visión y de concepción que no abarque únicamente el aspecto


violento. Deberá tratarse de evitar víctimas inútiles y sacri-
ficios estériles. Los hombres y militantes no se improvisan y
deben emplearse a realizar obra realmente eficaz yfecunda,
pensando que el material humano no se sustituyefácilmente y
es de un valor inapreciable.
La Organización no permitirá, como no lo permite, ni lo
ha permitido nunca, ninguna actividad de índole inmoral. Si
alguno de sus afiliados a la misma se descarrila de la línea
orgánica deberá aceptar por entero sus propias responsabi-
lidades.

A continuación se daban las explicaciones siguientes, que esta—


mos obligados & transcribir por ser el preludio del ataque contra los
Grupos Anarcosindicalistas.

No ignoramos que, tanto en una Organización como en la


otra. hay compañeros que no participan de esta opinión, que
son contrarios a la misma.
Pero siempre habíamos creido fambién, que cuando la
mayoría orgánica. toma un acuerdo (si de acuerdos y mayorías
podemos hablar los anarquistas), estamos obligados, los que
de acuerdo estemos, a laborar por ellos, y los que estén en
discrepancia, a no obstruir la marcha de lo que se ha em-
prendido y a no destruir la obra que se está realizando.
Ha habido, no obstante, quien, disintiendo con esta for-
ma de actuar que responsablemente el conjunto orgánica se
había dado, han querido, no sólo actuar tal y como creían
ellos, sino que, y lo que es más grave, han pretendido imponer
a la organización del Interior y también a la del exilio su
voluntad.
Estamos íntimamente convencidos de que los compañe-
ros que así han procedido lo han hecho creyendo rendir un
servicio a la Organización, porque sabemos que la aman
entrañablemente y que están en todo momento dispuestos a
dar su vida por ella. Sabemos todo eso, pero no podemos
silenciar que, a pesar de nuestros consejos, a pesar de nuestras
consideraciones, a pesar de nuestra insistencia. todo ello
252
DESESPERANZA

tas, aunque luego narraremos los incidentes en su orden cronológico,


con mayor detalle, anticiparemos que Sabaté, su principal organizador
y animador, fue detenido nuevamente en Francia al descubrirse un
depósito de armas cerca de la frontera española. Primero fue condena-
do en rebeldía, el 28 de mayo de 1957, a un año de cárcel, pero El Quico
presentó recurso contra la sentencia y fue juzgado de nuevo el 12 de
noviembre de 1957 y condenado a ocho meses de cárcel y a cinco años
de confinamiento. Salió en libertad en julio de 1958.

José Lluis Facerías vivía clandestinamehte en Italia desde febrero


de 1952 pero desde allí mantenía relación constante con sus compañeros
de España y Francia. Después de un intercambio de correspondencia
con Sabaté, Face aceptó volver a España para trabajar conjuntamente
en la labor conspirativa.
Así, pues, Facerías -junto con un italiano- franqueó la frontera
¡lalo-francesa en febrero de 1956. En territorio galo, como se había
convenido de antemano, los esperaba El Quico con una camioneta,
medio de transporte que debía permitirles, con relativa seguridad,
internarse en Francia.
Sabaté y Facerías quedaron citados para una fecha determinada
cerca de la frontera española. Este último, antes de marchar a Barce-
lona, quería cambiar impresiones con sus amigos de París, Toulouse y
otras localidades y comprobar personalmente el ambiente que impe-
raba en la Organización de la cual estaba alejado hacía algunos años.
El punto de la cita cerca de los Pirineos fue una casa de campo, La
Graboudeille, ubicada a unos dos kilómetros de la frontera. La masada
estaba explotada por el francés Michel Guisset, con su esposa e hijos.
Sabaté hacía cerca de 10 años que conocía a este familia de
campesinos, pues en 1947 había, trabajado circunstancialmente en la
región como mecánico, en la construcción de un transportador aéreo de
una mina de tungsteno cerca de la montaña de Costabonne. El cable
aéreo era conocido en la región como <<cable de Serramitjana».
El Quico podía recorrer aquella región, ideal para el paso clan-
destino de la frontera, con los ojos cerrados.
El Mas Graboudeille se encontraba situado a unos 4 km al oeste
del establecimiento termal de la Preste, y, entre él y la frontera, unos
2.000 metros, sólo existía la casa de campo Perafeu, explotada por un
257
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

A todos los grupos y a todos los militantes les correspon-


de calibrar la gravedad que esta circular encierra y la respon-
sabilidad en que sus autores puedan haber incurrido.
Añadiremos que por esta llamada Federación han sido
publicadas unas hojitas tituladas El Combate, Organo de los
Grupos Anarcosindicalistas. En la elaboración de la primera '
de esas hojas sabemos ha colaborado un ferviente amigo y
servidor incondicional de Fontenis, el que deshizo la FAF y
creó más tarde la <<Fédération Communiste Libertaire» que
con armas y bagajes se ha pasado al trotskismo.
Por último, ycon el nombre de RUTA, ha salido también
una nueva hoja titulada “Organo de la Federación Comunista
Libertaria Española. Sección Internacional Comunista Li-
bertaria».
Tenemos la íntima convicción de que esta última hoja
nada tiene de común con las primeras, si no es que la cuadrilla
fontenista y su OPB pueden haber pensado en el refrán aa rio
revuelto ganancia de pescadores», y pretendan, sirviéndose
de la actuación poco responsable de aquellos compañeros,
sembrar la desorientación y crear el confusionismo.

Los autores de este texto voluntariamente calurrínioso y lleno de


maledicencia se designaban entonces con las iniciales P.T. y C., troica
que estaba en la Comisión de Relaciones de la FAI.
El Quico, aunque apoco ducho en lides literarias» como él decía,
intentó defenderse de tan disparatadas acusaciones y con fecha 15 de
agosto de 1957 envió a los militantes una carta explicativa, adjun-
tándoles el Informe de la Comisión de relaciones de Cataluña, del 5 de
noviembre de 1955, que también ya hemos reproducido en páginas
anteriores. He aquí el texto de la nueva carta:

Después de una reunión celebrada el día 25 de noviembre


de 1955 en Toulouse entre el Secretariado Intercontinental
CNT en Francia, el delegado de Defensa de la región catalana
convirtiéndolo en el paladín de la nueva organización. La FCL y los GAAP
mantenían sólidas relaciones y ambas fracciones se presentaban en sus
respectivos países, como <<dignos representantes del anarquismo». Sus vidas
fueron muy efímeras.
254
DESESPERANZA

pues juzgó lisa y llanamente que se trataba de una <<traición», y


después de una animada discusión que degeneró en disputa, los dos
hombres decidieron separarse, separación que desgraciadamente, fue
para toda la vida. Ambos lamentaron más tarde el estúpido incidente.
Cuando cayó asesinado Facerías, Sabaté lloró su muerte como la de un
hermano.
Después de la ruptura, Facerías se encontró solo en España con el
italiano que lo había acompañado y con los únicos medios que Sabaté
le facilitó, armas y un poco de dinero. Sin contactos seguros después
de tanto tiempo de ausencia y con la enemistad de Sabaté, con quien al
fin y al cabo debía cruzarse si permanecía en la capital catalana,
decidió, descorazonado, regresar a Italia, cosa que hizo en el mes de
marzo.
Pero, como hemos visto, Facerías fue a España con un solo
acompañante y fue Sabaté quien sufragó los gastos del viaje y se
encontró, una vez más, con el maldito problema de necesitar medios
económicos.
El 19 de marzo los dos amigos se presentaron en el garaje El
Escorial, sito en la calle de Padua, nº 12, en la barriada de Sarriá,
donde desvalijaron a algunos clientes y con ese dinero pudieron
regresar a su punto de partida, es decir, Italia, via Francia, y allí
permaneció hasta primeros de marzo de 1957, fecha en que regresó de
nuevo al país galo para preparar un nuevo viaje a España que es en el
que encontraría la muerte.

Sabaté, contra tirios y troyanos, prosiguió su reorganización de la


región catalana. Tenía entonces el íntimo convencimiento de que la
lucha contra Franco, cuando todo el mundo ya había perdido la fe en
una eventual intervención de las cancillerías mundiales, iba a genera-
lizarse. Las sumas que invirtió en esta actividad subversiva fueron
fabulosas si se considera que todo el dinero tenía que procurárselo por
los medios radicales que ya sabemos, y si algún día se logra hacer un
balance de toda la actividad de Sabaté en Cataluña se llegará a
resultados sorprendentes.
Los fondos que Sabaté se procuraba, todos destinados a la acti-
vidad clandestina, pues era de los hombres que no tenía necesidades
personales, ni fumaba, ni bebía, y su compañera Leonor fregaba suelos
259
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Este último lnformefue censurado y mal interpretado por


la Comisión de Relaciones que, consciente o inconsciente-
mente, sembró el confusionismo en el orden del día de su
Informe al VI! Pleno Intercontinental de Núcleos.
Esperamos que la militancia estudie bien este último
informe dellº de septiembre de 1955 y no vean en el más que?
nuestra buenafe en arreglar las cosas lo mejor posible, ya que
nosotros no hemos dejado nunca de lado nuestros principios
anarquistas y revolucionarios.

Sabaté, en esta carta,dice que su informe fue censurado y no creo


que se pueda poner su palabra en duda, pero es un detalle que no hemos
podido verificar por no haber encontrado el texto original. El que
hemos reproducido en estas páginas es el que divulgó la Comisión de
Relaciones, mutilado según El Quico.
Pero todo era inútil. Para poder contrarrestar el trabajo de los
comités hubiera tenido que abandonar su actividad en España y aceptar
el juego estéril y destructivo de las circulares y contracirculares. Por
otra parte, como hemos visto, Sabaté lograba explicar sencillamente lo
que quería y a lo que aspiraba, pero sabía “que no tenía pluma de
polemista ni estaba dispuesto a recurrir al insulto, a la calumnia y ni
tan siquiera a ciertas verdades indiscretas que hubieran dejado bas-
tante mal parados a sus acusadores. Por esto, precisamente, resulta
inconcebible que la palabra IRRESPONSABLE fuera utilizada contra
Sabaté, pues de lo que siempre dio pruebas fue de ser un militante
perfectamente RESPONSABLE.
Herido en el alma -como lo fueron en ese periodo otros compañe-
ros—, decidió hacer caso omiso y seguir el camino que se había trazado,
apoyándose simplemente en las buenas voluntades -que tampoco fal-
taron- dispuestas a secundarlo en su tarea.
La actividad de los Grupos Anarcosindicalistas cesó con la te-
rrible represión desencadenada en España -una más en la interminable
serie- en diciembre de 1956 y enero de 1957, durante la cual, como
veremos en páginas siguientes fueron detenidos 43 militantes de la
CNT en diversas localidades de Cataluña, acusados de <<atentado
contra la seguridad del Estado» y, sobre todo, de <<colaboración con
Francisco Sabaté».
Para completar este capítulo sobre los Grupos Anarcosindicalis-
256
DESESPERANZA

nario brasileño, que en 1968 supo inscribir en sus <<Operaciones y


tácticas guerrillerasl» todo un capítulo dedicado a las expropiaciones
con la siguiente definición:

Las expropiaciones son operaciones a mano armada y


tácticas guerrilleras destinadas alfinanciamiento y pertre-
chamiento de la revolución.

Como hemos dicho, pues, Sabaté hacía financiar su actividad por


los grandes banqueros, empresas o propietarios, pero todas las sumas
eran engullidas rápidamente y siempre tropezaba con el escollo in-
superable, la falta de dinero.
Fiel a su idea de movilizar a todo el pueblo español contra el
régimen franquista, Sabaté había cargado al grupo de cuatro hombres
con un manifiesto editado de antemano y dirigido <<AL PUEBLO
ESPANOL». Después de romper con Facerías, su tarea fue la distri-
bución del mismo en la urbe barcelonesa y también envió algunos
ejemplares a los pueblos de la comarca. He aquí el texto.

AL PUEBLO ESPANOL.

LLAMAM!ENTO A LOS ESPANOLES ANT!FASCISTAS.


PARA UNA ALIANZA DEMOCRÁTICA DE RESISTENCIA
ANTIFRANQUISTA.

Trabajadores, intelectuales honrados, republicanos de


la Izquierda Republicana y de la Esquerra Catalana, Socia-
listas del PSOE y del POUM, obreros dela CNTy de la UGT.
idealistas dela FAI,jó,venes libertarios, hombres y mujeres de
cualquier condición y estado, pero de sentimientos humanos y
espíritu liberal:
Poned al servicio de una resistencia activa los medios de
que dispongáis con arreglo a vuestras posibilidades:fuerza y
Para Marighela, la actividad revolucionaria esencial era la guerrilla, pero con la
condición de… hacerla bien. Murió el 4 de noviembre de 1969 en Sao Paulo, en
una emboscada que le tendió la policía conla complicidad de dos eclesiásticos.
1 Ver: Carlos Man'ghe/a. Acción Iibertadora. Documentos latinoamerr-
canos. Ed. Maspero, París, 1970.
261
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

hermano de Guisset, a unos 500 metros de la línea. Entre el Mas


Graboudeille y el citado establecimiento termal existía otra casa de
campo, La Barragane, habitada por la hermana de los dos primeros. Al
Norte, Este y Oeste, el terreno era bastante quebrado, totalmente
deshabitado -salvo algunos pastores con sus rebaños- pero de fácil
tránsito.
La cita tuvo lugar como estaba previsto y allí se expusieron
mutuamente sus planes y llegaron a un acuerdo.
Ya hemos visto como, en esta época, la actuación de Sabaté se
hacía no solamente al margen de la Organización del exilio, sino en
contra de sus decisiones." En esta situación, que a él lo llenaba de
amargura, consideraba como siempre que su actividad debía ser ig—
norada de sus enemigos y entonces, en la larga lista de estos últimos
figuraban los Comités de la CNT y FAI en Francia. Por esta razón hizo
prometer a Facerías que su viaje conjunto a España se realizaría sin
que los comités orgánicos de Toulouse estuvieran informados y sin
tener con ellos el menor contacto. Pero Facerías ya se había entrevistado
con los miembros del Secretariado Intercontinental antes de acudir a
la cita del Mas Graboudeille y, probablemente, para evitar una dis-
cusión con El Quico, prefirió silenciar las gestiones que había hecho.
Ambos hombres tenían sobre el particular Opiniones coincidentes,
pero Facerías, menos amargado, quizá porque todavía no había encajado
directamente toda la saña de los burócratas de la Organización, y con
la ambición, sin duda bien justificada, de intentar realizar una obra
más eficaz sin oposiciones siempre perjudiciales, procuró obtener un
respaldo orgánico -aunque sólo fuera verbal- que podía permitir co—
ordinar ciertos esfuerzos en España y evitar con ello cortar radical-
mente todos los puentes con la Organización. Sin embargo, esto que
temía, no tardaría en hacerlo y de manera todavía más definitiva que
el propio Sabaté.
El grupo, compuesto por El Quico, Facerías, un italiano y Angel
Marqués Urdí, llegó a Barcelona sin novedad.
Ya en España, Sabaté tardó muy poco en enterarse dela <<traición »
de su amigo, pues en uno de los <<buzones» de la Ciudad Condal le
esperaba una carta enviada por un compañero de Toulouse, Francisco
Massip Valls que le informaba con detalle de la visita de Face al
Comité de la calle Belfort. En cuanto Sabaté leyó el mensaje, muy
estricto en sus cosas, perdió toda la confianza que tenía en su amigo,
258
DESESPERANZA

el olvido de los insultos que Franco les dirigió cuando estaba


al servicio del fascismo alemán, han conseguido que sea
aprobado su ingreso en la ONU y pactan con él y tratan de
ayudarlo a la consolidación de su régimen, en pago de los
servicios que como mercenario hoy les ofrece, ignorando, o
tal vez incluso a sabiendas, de que el tiranuelo engreído los
desprecia en elfondo.
Las llamadas democracias. los hombres que militan en
medios sedicientes avanzados y revolucionarios, permanecen
sordos y mudos ante el espectáculo que ofrece la España
mártir, ante los alaridos de dolor de los héroes oscuros que
cada día pagan con su sangre la osadía de defenderla libertad.
Pero no hay que desmayar: el pueblo español no se
. resignará NUNCA a la condición de esclavo. La libertad de
España será obra de los españoles mismos; con la ayuda de
los hombres honrados y liberales del_mundo entero, decididos
y resueltos a ser ellos quienes lleven la lucha.
LA ALIANZA DEMOCRÁTICA DE RESISTENCIA ANTI—
FRANQUISTA, es la interpretación de este deseo. de este
anhelo de lucha por la liberación de España yla instauración
de un régimen que garantice Libertady Justicia, y en el que se
agrupen hombres de todas las tendencias políticas de signi-
ficación liberal y de todas las organizaciones sociales y
sindicales. Y en nombre de esta Alianza, hacemos un llama—
miento a todos los españoles, a los antifranquistas todos de
España y del exilio.
Ha llegado el momento de.que esta UNION sea una
realidady que cada uno según susfuerzas y capacidad aporte
a esta lucha su incondicional apoyo moral y material.
Para que no sean vanos los sacrificios de nuestros mejores
hombres que dieron su vida en esta lucha, ni los muchos
esfuerzos que ya se hicieron y los que se continuarán hacien-
do:
Unifiquémonos todos en la ADRA bajo una sola consig—
na: EL DERROCAMIENTO DEL FRANQUISMO. para que
nuestros hijos puedan vivirfelices y no conozcan este régimen
de oprobio y de miseria.
Campesinos, ayudad a los hombres de la Resistencia
263
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

en Toulouse para criar y educar a las hijas, eran siempre insuficientes.


Los planes gigantescos que lo ilusionaban no se podían financiar con
su exclusivo esfuerzo. Más adelante veremos la represión que se
desencadenó en la comarca trabajada por Sabaté que dio al traste con
tanto esfuerzo y que condujo, como siempre, a decenas de compañeros
a las mazmorras franquistas. Una de las actividades más constantes del
Quico en España era la creación de bases y grupos, para que éstos
estuvieran en condiciones de intervenir el día que fuera posible des-
encadenar una acción de envergadura que terminara con el régimen
franquista.
Cabe señalar un detalle importantísimo. A estos grupos Sabaté no
confiaba jamás misiones directas de ningún género, salvo la tarea de
distribuir propaganda impresa y la labor proselitista. Ni tan siquiera
contribuían con la menor cotización, pues El Quico sabía por expe-
riencia que este método, corriente, normal, cuando se podía actuar
libremente, era contraproducente en la clandestinidad por el rastro que
dejaba y que sólo servía, en resumidas cuentas, para dejar pistas que
la policía podía seguir y con ello desmantelar periódicamente toda la
Organización penosamente constituida. Por consiguiente, todos los
gastos que ocasionaba su red clandestina, propaganda, viajes, armas,
ayuda a los presos, etc..., eran financiados con el producto de sus
expropiaciones, sistemáticas, calificadas siempre, que duda cabe, de
bandolerismo en la prensa española, pues por aquel entonces se estaba
muy lejos de reconocer oficialmente la existencia de grupos revolu-
cionarios y se silenciaban totalmente sus actividades.
Por otra parte, los anarquistas nunca reivindicaron abiertamente
la acción expropiadora como arma revolucionaria, y la prensa del
exilio nunca se preocupó de explicar la necesidad de la misma ni de
divulgar las diferentes acciones como táctica de los grupos urbanos, el
único medio que se tenía para contrarrestar la infatigable campaña
contra el Bandolerismo que explotaban los franquistas.
Todavía no se había llegado a un Carlos Marighelal, revolucio-

1 Carlos Marighela nació en 1912 en Salvador de Bahía, de padre griego


y de madre italiana. Primero comunista, luego se rebeló contra lo que él
denominaba uaburguesamiento delos partidos comunistas de América latina».
En 1968 creó la <<Alianza Libertadora Nacional», fijándose como primera etapa
la recaudación de fondos a base de expropiaciones en los banoos y la
recuperación de armas para crear los primeros grupos de guerrilleros urbanos.
260
DESESPERANZA

la carretera de Montjuic, en el barrio de Pueblo Seco. Sabaté, para


saber de quién se trataba, se llevó su documentación.
La policía ya estaba al corriente de la presencia en Barcelona de
Sabaté y Facerías, pero lo que no podía saber es lo que nadie sabía, que
los dos amigos habían reñido al llegar a la Ciudad Condal.
En los periódicos de los días 22 y 23 aparecían en un recuadro las
fotografías antropométricas de ambos y se les acusaba conjuntamente
de ser los asesinos de Gómez de Lázaro. La fotografía de Face la tenían
archivada desde 1946, fecha en que purgó en Barcelona una pena de
cárcel por tenencia ilícita de armas y organización clandestina, pero a
Sabaté la policía de España nunca había tenido la ocasión de sentarlo
delante de un objetivo; en el único sitio que tenía ficha antropométrica
era en Francia. La solidaridad entre servicios se iba afirmando a través
de los años.
Sabaté, como de costumbre, estaba sin dinero. Cuando llegó a
Barcelona con Facerías ya tenía proyectado un atraco a la Agencia nº
17 del Banco Central, sita en la calle Fusina nº 7, pero la ruptura con
su amigo, aunque le obligó a modificar el plan inicial, no hizo que lo
abandonara. El golpe fue dado con una habilidad y una audacia
increíbles.
El Banco se encontraba muy cerca del Mercado del Borne. El 23
de mayo a las 11 de la mañana, con una canasta grande -quejustificaba
la proximidad del mercado- Sabaté y Angel Marqués alquilaron un taxi
y se apearon cerca del establecimiento bancario, pero de manera que
una esquina impidiera al chófer ver los acontecimientos que no iban a
tardar en producirse.
El día era lluvioso y la pareja de grises que estaba de guardia, que
tenía la obligación de pasearse delante de la puerta, se había guarecido
detrás de la puerta giratoria de acceso al vestíbulo donde están las
taquillas.
El Quico, con paso decidido, entró en el Banco y descubrió la
metralleta <<Thompson» que llevaba debajo de la gabardina. Uno de los
guardias pretendió sacar la pistola pero Sabaté, de un culatazo en el
brazo, hizo que soltara el arma, luego desarmó al segundo y se guardó
las dos armas cortas en los bolsillos.
El Banco estaba concurridísimo: unas dos docenas de personas.
Mientras Sabaté tenía a raya a los clientes, empleados y guardias,
Marqués se afanaba en llenar de dinero el enorme cesto que también
265
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

decisión, inteligencia, cultura. voluntad. ayuda económica.


Sólo con una unión de todos esos valores morales podremos
derrocar al régimen inocuo que nos oprime.
¿Os dais cuenta de la actitud adoptada por los países que
se llaman democráticos: EE.UU, Inglaterra, URSS, Francia.
etc..., que proclaman a todos los vientos que hicieron la
guerra para liberar a los pueblos delfascismo?
Ayer esos mismos países aceptaron que Franco está
representado en la UNESCO. Hoy han aceptado que Franco
está representado en la ONU.
Una vez más, el pueblo español se dará cuenta de que:
EL PROBLEMA DE ESPANA ES UN PROBLEMA DE
LOS MISMOS ESPANOLES.
Hace ya 18 años que Franco, general de la República. se
sublevó con el apoyo de otros militares traidores y de todas
las fuerzas reaccionarias y clericales que la República. de—
masiado generosa, había dejado vivir y desarrollarse. El
pueblo demostró su repulsa e indignación lanzándose a la
calle y luchando desde el primer día virilmente contra el
puñado de traidores y criminales que*sólo pudo vencer gra-
cias al apoyo del fascismo internacional, que encarnaban
entonces Hitler y Mussolini, y gracias a los mercenarios del
Tercio de extranjeros y del puñado de moros montañescos que
en su incultura se alistaron por el cebo de los saqueos y
violaciones que les permitieron.
Dieciocho años ya que el pueblo español vive aherroja-
do, desangrado y empobrecido bajo el régimen impuesto por
la violencia delfranquismo clericalfascista. encarnado en la
persona de Franco, el generalfelón que continúa martirizando
a los españoles y deshonrándolos, pues el que fue lacayo de
Hitler, hoy se ha vendido al capitalismo mundial y al impe—
rialismo norteamericano, hipotecando el territorio español
por un puñado de dólares y comerciando con la vida de los
españoles y con el suelo de España. que en caso de una guerra
sería convertido en campo de batalla. es decir, en campo de
desolación y de ruinas.
Gobiernos que se llaman democráticos y que sólo prue-
ban en realidad sufalta de pundonor y de dignidad. simulando
262
DESESPERANZA

y Tejados» y, para ello, llamó al Asturiano que todavía se encontraba


en Terrassa y los tres se encontraron reunidos a primeros de diciembre
en Barcelona.
La empresa sería desvalijada el 22 de diciembre, fecha propícia
para conseguir el botín más importante, pues se encontraría la paga de
Navidad. El atraco se realizó con la precisión de una operación de
comando.
Previamente situados a corta distancia de la empresa, con el
objeto de verificar que no se había producido ningún cambio intempes-
tivo de última hora, Angel y Amadeo esperaban la llegada de Sabaté.
Este, a la hora prevista, las cuatro de la tarde, llegó con un taxi.
Descendió a cierta distancia de la empresa y al avanzar hacia el
objetivo quedó algo sorprendido al ver que sus amigos permanecían
inmóviles sin salir a su encuentro. Tuvo que llegar hasta ellos y
preguntarles:
-¿Qué pasa? ¿Qué diablos esperáis?
-Hay mucha gente dentro -contestó Angel.
Las oficinas de <<Cubiertas y Tejados» presentaban una particu-
laridad: instaladas modernamente, con amplios ventanales, eran per-
fectamente visibles desde la calle; ese día, sin contar los empleados,
había unas dos docenas de personas esperando o efectuando operaciones
en las ventanillas. Al franquear el umbral, la sala formaba un ancho
vestíbulo, donde, vigilando el movimiento, campeaba un portero con
vistoso uniforme.
Al oír la observación de Angel, Sabaté replicó:
-¡Venga! Eso no tiene la menor importancia. Vamos a entrar...
Sumó el movimiento a la palabra y. sus dos amigos lo siguieron.
Los tres iban correctamente vestidos, lo único que podía diferenciarlos
de cualquier cliente ordinario eran las metralletas Thompson calibre
11,43 mm que llevaban disimuladas debajo de las gabardinas.
Ya en el vestíbulo, el portero les preguntó amablemente qué
deseaban.
-Quisiéramos -dijo Sabaté- hablar con el señor Guillén.
-¿Guillén…? ¿Guillén…?
-Si, Guillén-insistió Sabaté y, al mismo tiempo, con naturalidad.
como si conversara con un viejo amigo, le puso la mano en el hombro
y sonriente, como si le contara un chascarrillo, añadió -y si quieres
conservar el pellejo intacto trata de no hacer el menor gesto anormal
269
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

para que puedan cumplir su misión.


Soldados. no obedezcáis a vuestros jefes si os mandan
tirar contra el pueblo, donde se encuentran vuestros padres y
hermanos.
Agentes de la autoridad al servicio del régimen fran-
quista. no hagáis resistencia al pueblo si queréis evitar el:
derramamiento de más sangre.
¡Viva la Libertad!
¡Abajo la tiranía y la esclavitud!
¡Viva la ALIANZA DEMOCRATICA DE RESISTENCIA
ANTIFRANQUISTA!
La Junta de Defensa.
España.febrero de 1956.

El día 21 de marzo de 1956 Sabaté caminaba por las calles de


Barcelona con otro compañero cuando un sexto sentido, desarrollado
a través de tantos años de lucha y de peligros constantes, le advirtió,
en Atarazanas, que era seguido. Varias veces se paró para intentar
comprobar si su aprensión era fundada, pero siempre vanamente. Pero
El Quico creía en su instinto y sabía que un peligro lo acechaba. Con
su amigo tomó un camino complicado que excluía cualquier posibilidad
de que alguien siguiera casualmente el mismo trayecto. Al volver una
esquina ordenó a su acompañante que se alejara y él se apostó en el
ángulo. No tardó en comprobar que sus temores estaban bien fundados,
se oían pasos apresurados.
El hombre que con tanta prisa llegaba se tropezó, al doblar la
esquina, con la boca de una pistola y dos ojos pardos, casi negros, que
lo interrogaban. Sabaté con cara de pocos amigos le pidió la docu-
mentación. Pero el amenazado no era otro que un veterano policía, el
inspector José Félix Gómez de Lázaro y Hernaiz1, el cual, pasado el
primer momento de sorpresa, en vez de obedecer intentó sacar la
pistola. El Quico disparó casi a bocajarro y el inspector dejó su vida en

1 Félix Gómez nació el 28 de junio de 1909. Ex combatiente del ejército


franquista. Poco después de terminada la guerra civil entró a formar parte, el tº
de julio de 1941, de la plantilla policíaca de Barcelona. Cuando perdió la vida
prestaba sus servicios en la comisaría del distrito Sur (Avenida de José Antonio,
nº 420).
264
DESESPERANZA

etc... Cuando llegaron a la sala que daba a la calle vieron con sorpresa
que E1Asturiano tenía encañonados a todos los empleados y clientes,
con el dedo en el gatillo.
Este contratiempo inesperado impedía dar continuidad al proyecto,
pues la alerta exterior podía producirse en cualquier momento. Sabaté
tuvo la reacción inmediata de sacar una navaja y cortar cuantos cables
telefónicos encontraba a mano, pero como eran muy abundantes com-
prendió que perdería mucho tiempo para inutilizar todos los aparatos.
Por otra parte, en la acera de la calle, algunos transeúntes se detenían
para contemplar el espectáculo, sonrientes, pues creían asistir al
rodaje de una película de <<gángsteres».
Sabaté se dirigió a cuantos se encontraban en la sala:
-Si alguien sale por la puerta le garantizo que no tendrá ocasión
para contar la aventura.
Ángel, con el saco del dinero, los precedió de unos metros en
dirección del taxi con el que había llegado Sabaté y que allí cerca
estaba aparcado con el chófer que esperaba pacientemente ignorante
de lo ocurrido.
-¡Pon el coche en marcha! -le intimó Angel.
—¡Eh…! -exclamó el conductor-, estoy esperando a otro señor, a
usted no lo conozco…
Ángel, sin perder tiempo en discusiones, le puso el cañón de la
Thompson delante de las narices y le dijo:
-¿Y ahora, me conoces...?
No tardaron en llegar sus dos amigos. Todos penetraron en el taxi
y éste arrancó inmediatamente. El chófer, no sin razón, seguía gruñendo
por la poca consideración con que se le trataba.
Sabaté preguntó a Amadeo qué es lo que había sucedido en la
planta baja mientras ellos estaban en el primer piso.
-Pues, nada: algunas personas querían marcharse y tuve que sacar
el arma para disuadirlas.
No era el momento más adecuado para discutir y nada respondió
Sabaté. Sin embargo, esta falta de serenidad del Asturiano podía haber
echado todo a rodar. El Quico le había dado la consigna de dejar entrar
y salir a la gente libremente, mientras nadie se diera cuenta de lo que
pasaba.
Una vez llegados al punto que habían indicado al taxista, los tres
descendieron y se dispersaron, no sin aconsejar al conductor que fuera
271
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

personal e irresponsable del Asturiano provocó inmediatamente cier—


tos incidentes menores por los cuales Sabaté tuvo que amonestarlo. No
obstante, como había aceptado sin el menor titubeo que todo el dinero
conseguido debía dedicarse a los trabajos de propaganda y de actividad
antifranquista El Quico no quiso mostrarse excesivamente intransi-
gente.
Los tres hombres hicieron su última etapa en el Mas Graboudeille
que ya hemos descrito precedentemente.
Nuevamente, Sabaté había proyectado un << golpe» importante. Su
<<financiero» del momento iba a ser la empresa de construcción <<Cu-
biertas y Tejados» de Barcelona. Las oficinas y pagaduría de dicha
empresa se encontraban en la calle de Lincoln, nº 12. El atraco fue
planeado para ser realizado sólo con tres hombres.
Sabaté dejó a Angel Marqués y Amadeo Ramón en Terrassa, en el
domicilio del compañero José Prat Closas1,' mientras él fue a la capital
para examinar todos los detalles de la proyectada operación. Días
después fue a buscar a Angel para que lo ayudara en la distribución,
una vez más, de un manifiesto antifranquista con el que había llenado
las mochilas antes de partir de Francia.
Ya hemos señalado en páginas anteriores“el <<LLAMAMIENTO A
LOS ESPANOLES ANTIFASCISTAS, PARA UNA ALIANZA DE-
MOCRÁTICA DE RESISTENCIA ANTIFRANQUISTA», el cual, con
fecha febrero de 1956, fue distribuido en el mes de marzo.
Esta vez el manifiesto, con fecha octubre de 1956, de redacción
muy semejante al anterior -y que por lo tanto no reproducimos- daba
por constituida la <<ALIANZA», pero, curiosamente, iba firmado en
nombre de la <<AGRUPACIÓN DE RESISTENTES ANTIFRAN-
QUISTAS», en vez de hacerlo, como era lógico, en nombre de la
<<ALIANZA DEMOCRÁTICA DE RESISTENCIA ANTIFRAN-
QUISTA» que preconizaba. Es casi seguro que este <<detallito» ni tan
siquiera lo advirtió El Quico.
Se trata, sin duda, de la última actividad propagandística anti-
franquista realizada por los <<Grupos Anarcosindicalistas».
Una vez desembarazado del papel impreso, Sabaté pasó a la
realización de la segunda parte de su programa: el atraco a <<Cubiertas
1 José Prat, detenido después de la guerra civil, fue condenado a 12 años
y un día. Se encontraba entonces en libertad vigilada. Falleció en Terrassa el
26 de mayo de 1983.
268
DESESPERANZA

Pero el enigma sólo pudo aclararlo más tarde. La perfecta colaboración


de la policía internacional, a la cual ya hemos hecho alusión varias
veces, había permitido localizar —por medio de cierta correspondencia
cruzada entre Francia y España- la dirección de un matrimonio que
vivía en la Travesera de las Corts, Miguel Esfors Ibáñez y su esposa
Josefa Masvidal. Después del atraco a la empresa <<Cubiertas y Teja-
dos», la policía irrumpió en dicho domicilio al día siguiente del
suceso, es decir, el 23 de diciembre a las dos de la madrugada.
Sometido a inmediato interrogatorio, Miguel Esfors, confesó lo que la
policía ya sabía, que Sabaté había recibido allí algunas cartas proce-
dentes de los Pirineos Orientales. Cabía la posibilidad, pues, de que el
hombre que era una verdadera pesadilla para toda la policía de Cata—
luña se presentara allí. En previsión, detuvieron al matrimonio y los
sicarios se aposentaron en el piso. Para mayor seguridad hicieron lo
mismo en la casa de la suegra, Dolores Masvidal, la señora de la
Diagonal, que es donde Sabaté fue tiroteado y salió ileso por verdadera
casualidad. '
Con la imprudencia de Angel Marqués había comenzado el primer
acto de una tragedia que iba a tener amplias repercusiones y afectar a
múltiples hogares de trabajadores.
Ángel, como Sabaté suponía, había caído en las garras de la
policía. Fue cazado en la ratonera preparada en la Travesera de Gracia.
Semejante percance suponía que la casa de la calle Tarrós, donde El
Quico se encontraba con El Asturiano, ya no ofrecía la menor segu-
ridad, como tampoco los demás domicilios conocidos por el detenido.
Sabaté tenía una confianza absoluta en Angel, pero también sabía que
no tardaría en <<cantar». Aguantaría todo el tiempo que pudiera, pero…
¿cuánto? Los métodos de interrogatorio. se habían perfeccionado mucho
en España. Por consiguiente, los dos hombres decidieron levantar el
ancla inmediatamente. ¡Buena idea tuvieron!
Sabaté y Amadeo salieron de su escondrijo hacia las nueve de la
noche y una hora y media escasa más tarde -con aparatoso despliegue
de fuerzas- la policía penetraba en la casa abandonada, donde, si no
encontró lo que buscaba, pudo comprobar que seguía un rastro todavia
caliente; en la mesa estaban puestos los platos de la cena, pero 8…
servir.
La primera preocupación de Sabaté al abandonar la calle Tarrós
fue la de poner a salvo el importante material de todo tipo que
273
SABATE. GUERR1LLA URBANA EN ESPANA

y sigue mis indicaciones sin rechistar. Soy El Quico, ¿sabes...?


Acompáñanos al primer piso, como si fuéramos clientes de marca.
¡Anda, pasa delante!
-Por favor… tengan en cuenta que tengo mujer e hijos…
-Quien debe tenerlo en cuenta eres tú -le dijo Sabaté-; haz lo que
yo te diga y no te pasará nada. ¡Andando!
Amadeo se quedó en el puesto que ocupaba el portero sin que
nadie hiciera el menor caso. A la izquierda del vestíbulo, una escalera
conducía al primer piso. Por ella subieron: el portero delante, Sabaté
y Angel detrás. Ya en el piso encontraron una salita con tres puertas.
-Llama discretamente a la de la derecha —indicó Sabaté al portero.
La puerta se abrió en seguida y su acompañante no tuvo necesidad
de pronunciar ninguna palabra, el duro cañón del arma automática de
Sabaté lo empujó dentro del despacho donde se encontraban cinco
empleados.
-¡Que nadie se mueva! Al menor ademán os achicharramos a
todos —amenazó Sabaté.
El tono era sin duda convincente, pues nadie parpadeó. Sabaté
hizo poner a todos los empleados con las manos apoyadas en la pared
y los pies bastante separados de la misma ”para que estuvieran en
posición" de desequilibrio y a continuación preguntó:
-¿Quién de vosotros es el cajero? ¡Que venga!
Apareció el interesado y éste, invitado por El Quico, se acercó a
un armario que cubría toda una pared de la oficina. Abrió una puerta
que dejaba ver estantes llenos de archivadores. Esta parte del armario
giraba y descubría la caja de caudales empotrada en la pared.
Mientras Sabaté vigilaba a los presentes, Angel llenaba un saco
con los fajos de billetes. ¡Cerca de un millón de pesetas! Concluida la
<<recolección», El Quico obsequió con un breve discurso a los parali-
zados empleados. Con frases escuetas pero claras les explicó que el
dinero que se llevaba estaba destinado a sostener la resistencia contra
el régimen franquista. Una vez terminadas sus explicaciones agregó:
-Ahora me acompañaréis todos, en silencio, al sótano, antes de
marchamos queremos visitar la caja de caudales principal.
Para llegar al sótano tenían que pasar obligatoriamente por el
vestíbulo de la planta baja, donde se encontraban las taquillas. A la
derecha, un corto pasillo conducía a una escalera que desembocaba en
el sótano, refugio de la caja de caudales con valores, divisas, acciones,
270
DBSESPERANZA

Los tres amigos se alejaron de allí a paso acelerado. Pero el


problema más inmediato consistía en encontrar lo antes posible un
lugar seguro de refugio, pues toda la policía de Barcelona iba a
lanzarse en su persecución. ¿Qué lugar podía ofrecer ciertas garantías?
Angel Marqués conocía muchas cosas, demasiadas…
A respetable distancia del lugar del último incidente Sabaté dijo
a sus dos compañeros que lo esperaran mientras él iba a comprobar si
podían instalarse en una casa que conocía.
Ya de regreso, vio con sorpresa -otra de la agitada jornada— que
sus amigos habían desaparecido. Andando de un lado para otro y en
espera de que regresaran pasó una hora de angustia mortal. Después de
tan prolongada espera, escondido en la sombra, vio llegar a lo lejos
patrullas de policía y de la Guardia Civil. Ni que decir tiene que se
alejó inmediatamente de la nueva zona peligrosa.
Al poco rato decidió tomar un taxi. Observando por las ventani-
llas para evitar caer en un eventual control, al pasar por una calle creyó
que estaba viendo visiones. Por allí andaba El Asturiano a la deriva.
Era una verdadera casualidad haber tropezado con él. Mandó parar el
taxi y lo hizo subir. Según las explicaciones que dió Amadeo, mientras
estaban esperando, E ! Gepa dijo que iba a comprar tabaco y no regresó.
Poco después observó movimientos sospechosos que le incitaron a
marcharse de allí por precaución. Temía que el otro hubiera caído en
manos de la policía e incluso pensó que podía haber ido a denunciar-
los... Sabaté no podía hacer otra cosa que dar por buenas las explica-
ciones. La pareja, siempre en el taxi, se hizo conducir a un lugar del
Monte Carmelo, en el sector norte de la ciudad, donde precedentemente
habían escondido, en un barracón de un solar, una maleta con unas
100.000 pesetas y una metralleta. Pero la maleta también había despa—
recido. No cabía la menor duda, Angel Marqués vaciaba el saco, decía
todo lo que sabía…
Seguía sin resolver el problema principal: encontrar un sitio para
esconderse y poder esperar que la actividad policíaca decreciera.
Sabaté, había llegado a la conclusión de que ninguno de sus puntos de
apoyo merecía en aquellas circunstancias la menor seguridad. Era
preciso encontrar una casa <<nueva», un punto que interrumpiera la
pista, que ningún indicio permitiera llegar a él. Después de concertarse
los dos amigos optaron por una solución desesperada, la única que les
quedaba.
275
SABATE. GUERR[LLA URBANA EN ESPANA

inmediatamente a denunciar lo que sabía para no verse complicado en


el atraco. Luego, cogiendo y cambiando varias veces de taxis se
reunieron en un lugar convenido de antemano.

Era fácil prever que golpe tan audaz, realizado en pleno.día por
tres hombres y dada la importancia del botín en detrimento de una:
sociedad influyente, iba a movilizar todas las fuerzas para dar caza a
los autores. Además, aunque no fuera un indicio capital, la policía
sabía que, una vez más, debía enfrentarse con Sabaté.
La más elemental prudencia exigía, pues, que permanecieran
unos días ocultos, sin poner los pies eh la calle. Se habían refugiado en
un piso de la calle Tarrós, cerca del mercado de Santa Catalina, en el
Casco Antiguo de la ciudad, donde vivía Valentina Crespo Sebastián.
Así, sin dar señales de vida, pasaron los días 23 y 24 de diciembre. El
lunes 25, Sabaté comunicó a sus compañeros que iba a hacer un corto
viaje a un pueblo de la provincia, donde tenía pendientes algunas
gestiones. Después de insistir para que no se movieran de la casa bajo
ningún pretexto. Sabaté, disfrazado, realizó el viaje y estuvo de
regreso el mismo día por la tarde.
A su llegada Se enteró de que Angel Marqués había salido a la
calle. El enfurecimiento del primer momento se convirtió en inquietud
al ver que las horas pasaban y que el imprudente no re'gresaba. Sabaté,
pues, decidió ir en su busca. Con toda clase de precauciones se dirigió
a algunas casas que Angel conocía y a las cuales por cualquier razón
podía haber ido. Las primeras gestiones fueron infructuosas y, cada
vez más preocupado, se dirigió a la casa de una viuda, Dolores
Masvidal Planas, que vivía con su hijo Antonio Salvá Masvidal en la
Diagonal, arteria céntrica barcelonesa. Prudente como siempre, evitó
la entrada principal, pasó sigilosamente por el jardín, y llamó a la
puerta que daba al mismo. Fue Antonio quien abrió, pero en cuanto vio
de quien se trataba hizo el ademán de agacharse. Sabaté, con reflejo
instantáneo, se arrojó prestamente a un lado. Sonaron unos disparos y
oyó el silbar de las balas. Sin perder un instante, cruzó de nuevo el
jardín y escapó. Afortunadamente para él, los agentes estaban apos-
tados en la parte anterior de la vivienda, donde normalmente Sabaté
debía haberse presentado.
¿Cómo conocía aquella casa la policía? ¿Por qué lo esperaban en
ella? Sabaté llegó a la conclusión de que Angel había sido detenido.
272
DESESPERANZA

de Gracia con la Diagonal. La explosión sólo causó daños en el zócalo,


pero rompió muchos cristales en las viviendas de los alrededores. Este
monumento era sitio predilecto donde, con relativa frecuencia, los
resistentes colocaban petardos para <<amenizar» las fiestas conme-
morativas franquistas.
Este monumento, en forma de obelisco, se erigió un día en
memoria de Francisco Pi y Margall, apóstol del federalismo español.
Los franquistas, en 1940, arrancaron del monumento el medallón en el
que figuraba el busto del discípulo de Pedro José Proudhon, convir-
tiéndolo en símbolo del triunfo de las armas de la tiranía.
La policía, sin más averiguaciones, atribuyó la responsabilidad
del hecho a Sabaté, pues, por lo visto, habían llegado a la convicción
de que para él no había nada que fuera imposible.
Pero esta vez estaban segurísimos del triunfo. Tanto habían
estrechado el cerco alrededor del fugitivo y tan convencidos estaban
de llegar a sus fines, que los principales responsables dormían en la
Jefatura de Policía esperando la <<inminente» noticia de la captura o
muerte del Quico.
Como hemos visto, Sabaté y Amadeo habían logrado escapar a las
activas pesquisas. Cerca de un mes permanecieron silenciosos, sin dar
señales de vida. Fue a primeros de febrero de 1957 cuando tomaron la
decisión de regresar a Francia.
Pero mientras ellos estaban a salvo, con la caída de Angel Mar-
qués y las informaciones que lograron extirparle, se desencadenaba en
Cataluña una amplia represión con la ayuda de brigadillas especiales
llegadas de Madrid para secundar a sus colegas catalanes. En primer
lugar fueron descubiertas casas queen algún momento habían recibido
a Sabaté, y sus dueños o inquilinos, ajenos siempre a las actividades
del Quico, fueron detenidos. '
A partir del 31 de diciembre de 1956 la policía arrancó de sus
hogares a muchas personas. En Terrassa: José Prat Closas y su compa-
ñera Montserrat Cavall Cunill. Jacinto Serra Bayona, Amalia Soriano
Valverde, Luis Font Cunill, José Padilla Boloix, Francisco Sánchez
Berenguer, Higinio González Restoi, Francisco Valverde Ferrer, Mi-
guel Vendrell Sarda, Manuel Ortiz Querol, el taxista Antonio Volade-
ras Carmona, Vicente Violeta Carceller, Santiago Abad Pérez, en total
14. En Olesa de Montserrat cayeron tres: Santiago Marqués Rodriguez.
Antonio Valverde Giménez y Vicente García García. Otros tres en
277
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

conservaba en otro domicilio de la calle Bassegoda, en el sector


extremo oeste de Barcelona, entre las barriadas de Sants y de la
Torrasa, que también conocía Angel. Para que los ayudara en el trabajo
de evacuar sus cosas Sabaté recurrió a otro compañero, El Gepa.
Llegados en taxi al lugar indicado, Sabaté apostó a los dos hombres en
el portal y él subió a la casa para preparar todo lo que allí tenía: armas,f
explosivos, propaganda impresa, magnetófono, cargas para el mortero
que utilizaba en el lanzamiento de propaganda, etc... Cuando más
atareado estaba, El Quico oyó un griterío en la calle:
-¡Policía! ¡Policía…!
Sabaté empuñó la Thompson que llevaba en bandolera y se lanzó
escaleras abajo. Sabía que cuando las fuerzas armadas llegaban a un
lugar no era cuestión de parapetarse y esperar que completaran el
cerco: o se abría camino en el primer momento o había que prepararse
a morir irremediablemente.
Su sorpresa, al llegar a la puerta de la calle, fue no ver a nadie
salvo a sus dos compañeros. Estos le explicaron que los gritos procedían
del chófer del taxi que los condujo hasta allí y que acababa de huir con
el coche. Verosímilmente advirtió algún detalle que le hizo compren-
der que sus clientes salían de lo ordinario. —
Este incidente quedaba agravado por el hecho de que en el asiento
posterior del taxi se había quedado un maletín con bastante dinero. Por
otra parte cabía suponer que el timorato taxista alertaría a la policía.
Por cierto que, no muy lejos de allí, había una comisaría y un cuartel.
Era inútil en tales condiciones pensar en salvar el material tan peno-
samente reunido.
Dos vigilantes nocturnos, que habían oído los alaridos del taxista,
se presentaron junto a los tres hombres. Uno de ellos, pistola en mano,
les preguntó:
-¿Quiénes son ustedes y qué hacen aquí?
El Quico, que no estaba de humor para dialogar, contestó seca-
mente y sin pestañear:
—¡Soy Sabaté! ¿Comprendido? Pues… ¡lárgate, rápido! No quisie-
ra tener que matar a un desgraciado...
En éstas estaban cuando llegó el segundo vigilante, pero el
primero había comprendido perfectamente y dirigiéndose a su colega,
como si estuviera sonámbulo, le dijo mientras enfundaba la pistola:
-Vente… aquí no tenemos nada que hacer…
274
DESESPERANZA

explosivos; José Prat Closas, 12 años y un día, por los mismos motivos
excepto lo de atraco; ocho años y un día a Clemente Massó Jordá,
Joaquin Rosquellas Vilaseca y Dolores Masvidal Planas, por ayuda a
la conspiración y atentado contra la seguridad del Estado; a Ramón
Solé Bros, siete años por tenencia ilícita de armas y explosivos y
conspiración contra la seguridad del Estado; seis años y un día a Jesusa
Unanue Laburu, Miguel Esfors Ibáñez, Santiago Marqués Rodriguez,
Valentina Crespo Sebastián, Bienvenida Gimeno Ferrer y Ramón
Gimeno Martí, por ayuda a la conspiración, atentado contra la seguri—
dad del Estado y tenencia de propaganda anarcosindicalista; dos años
a Montserrat Cavall Cunill, por propaganda subversiva y organización
clandestina de la CNT.
Cinco procesados fueron condenados a un año, nueve a seis
meses,_uno a tres meses y un día y once fueron absueltos.
En este consejo de guerra contra personas esencialmente acusa-
das de Organización clandestina de la CNT se incluyeron delibera—
damente, para poder agravar las sentencias, a dos individuos que nada
tenían que ver, ni de cerca ni de lejos con los demás inculpados. A
Lázaro Anguera García y Ginés Moreno García se les acusaba de ser
autores de la muerte del policía Félix Gómez de Lázaro, acaecida en
Montjuic el dia 21 de marzo de 1956, a pesar de que la policía sabía
perfectamente que el autor era, como hemos relatado en páginas
anteriores, Francisco Sabaté Llopart. Ambos fueron condenados a
muerte, pero ignoramos la continuación de su caso.

Sabaté no tenía la menor confianza en Amadeo. Moralmente lo


consideraba un ser bastante despreciable, pues a menudo había obser-
vado detalles que le confirmaban su impresión. Debido a la represión
en la comarca del Llobregat, Sabaté pensaba dirigirse a Francia por un
camino que hacía mucho tiempo no había recorrido, por Santa Coloma
de Farners, fuera de sus puntos de apoyo habituales. Consideró que era
muy peligroso realizar tan largo viaje, con una suma importante de
dinero, pues había logrado conservar la mayor parte del botín de
<<Cubiertas y Tejados», en compañía de una persona de catadura moral
tan dudosa. Como veremos más adelante, Sabaté no andaba equivoca-
do en sus temores.
Por aquellas fechas se encontraba en Barcelona una compañera
279
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Era ya una hora avanzada de la noche, las calles estaban cada vez
más desiertas y seguir deambulando por la capital no era posible. Por
otra parte, después de tanto trajín, los dos hombres estaban físicamente
agotados.
Después de dejar el taxi se pusieron al acecho de un bar donde
todavía bebían y charlaban algunos clientes. Cuando el primero de
ellos abandonó el establecimiento lo siguieron discretamente y al
llegar el buen señor a su domicilio, en el nº 341 de la calle de
Cartagena, hacia el noreste de la ciudad, Sabaté se le acercó y apli-
cándole el cañón de la pistola en los riñones le dijo:
—Soy Sabaté. Voy a subir contigo a tu casa. No tengo otro remedio.
Se trataba de un matrimonio que tenía una hija de unos 12 años.
Sabaté, con toda cortesía, les explicó que los molestaría lo menos
posible, pero que mientras él y su amigo estuvieran allí no podría salir
nadie a la calle y que no les pasaría nada si no intentaban alguna
jugarreta. El hombre, serenamente, le hizo observar que su plan era
irrealizable, pues tanto él como su esposa trabajaban y que si no iban
al trabajo su ausencia causaría extrañeza y alguien acudiría para saber
que pasaba. Sabaté comprendió que el argumento era válido; después
de reflexionar, decidió que el matrimonio podría ir a trabajar, pero que
telefonearían a la escuela de la niña diciendo que estaba enferma y que
él se quedaría en casa con ella para que sirviera de garantía a la buena
fe de sus padres. El plan no dejaba de ser peligroso pero no existía otra
alternativa.
Pero todo transcurrió perfectamente y en este domicilio de fortu-
na permanecieron menos de 48 horas, el tiempo indispensable para
recobrar aliento y pensar en las bases que la policía no podía descubrir
en sus pesquisas. Cuando abandonaron la calle Cartagena, para ins-
talarse en otra casa de Barcelona, El Quico indemnizó a la familia por
las molestias y angustias que estuvo obligado a infligirla.

Sabaté se había visto acosado muchas veces, pero nunca tanto


como ahora. La policía barcelonesa había trabajado sin descanso,
noche y día, para acabar de una vez con el <<enemigo público nº 1».
Para colmo de males, el 30 de diciembre, a eso de las seis de la
mañana, estallaba una bomba en el monumento de la Victoria, en la
plaza del mismo nombre, antes llamada Siete de Oros, que une el paseo
276
DESESPERANZA

en la falda de la sierra del Montseny. A su izquierda habían dejado


Breda, con su campanario románico, denominada <<catedral del Mont—
seny» y podían ver en lontananza la silueta del castillo de Montsoriu,
ubicado en la loma del mismo nombre. Pero nuestros fugitivos no
habían emprendido un viaje turístico, comieron un bocado y se tum-
baron a dormir, turnándose los tres en la guardia.
Sabaté hacía once años que no había recorrido este camino y había
optado por él por considerar que era el que les permitía llegar a la
frontera con menos probabilidades de tropiezos.
El grupito andaba toda la noche, despacito para no fati gar a María,
con pequeños altos para restaurar fuerzas. Durante el día descansaban,
bien escondidos en los bosques. Tres días transcurrieron sin el menor
incidente, salvo que se observaba en Sabaté un nerviosismo inusitado
que nada parecía justificar. En realidad, lo que ocurría es que El Quico
se había desorientado y no reconocía el buen camino. Cuarenta y ocho
horas después tuvieron que rendirse a la evidencia, se encontraban en
un punto por el cual ya habían pasado. Sabaté estaba furioso y se
maldecía a sí mismo. Había perdido tres días y la comida que llevaban
se había casi agotado, no les quedaba ni un mendrugo de pan.
Para abastecerse de víveres decidieron abandonar el monte y
aproximarse a la carretera. Llegaron a la vista de una cabaña de
carbonero. El pequeño grupo se acercó, cautelosamente, pues era bien
notorio que la Guardia Civil, con frecuencia, utilizaba estas cabañas
para tumbarse a dormir. El Asturiano se quedó vigilante en la puerta y
penetraron en la rústica vivienda. En la penumbra vieron a dos personas
que dormían a pierna suelta: un viejo y un joven de unos 20 años.
Sabaté despertó al mozo y en voz baja le preguntó el camino para ir a
determinado pueblo. Entonces éste despertó al viejo llamándolo padre.
El hombre se incorporó y miró de mal talante a los desconocidos que
lo importunaban. Sabaté repitió la pregunta.
-¡Márchense, márchense de aquí! ¡No sé nada!
Sabaté, pacientemente, le habló en catalán, cosa que pareció dar
confianza al hombre. Por fin se dignó hablar. Todos los carboneros del
sector habían sido avisados, el día anterior, de la obligación que tenían
de denunciar a cualquier desconocido que vieran por aquellos parajes,
so pena de ser detenidos y castigados. El hombre insistió para que se
marcharan cuanto antes. Prometió que él no diría nada, pero que se
fueran de allí para no comprometerlo. se despidieron y el jóven salió
281
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Esparraguera: Clemente Massó Jordá, Juan Belles Estruch y “Ramón


Solé Bros. En Ripoll ocho: José Molas Barceló, Ramón Bartes Cubí,
Pedro Bartes Cubí, Juan Giiell Vila, Juan Peitaví, José Peitavi, Ramón
Gumara, Pilar Aixó Farrés. En Moia seis: Antonio Corominas, Pedro
Capdevila, Alfonso Teixidó, Carlos Codina, Joaquín Rosquellas Vi-
laseca y su esposa Bienvenida Gimeno Ferrer. En Barcelona diez:
Valentina Crespo Sebastián, Filomena Urruticoechea, Jesusa Unanue
Laburu, Edgar-Emilio Rodriguez Zurbarán1, Buenaventura Freixenet
Uset, Ana García López, Dolores Masvidal Planas, Antonio Salvá
Masvidal, Miguel Esfors Ibáñez, Josefa Masvidal. Una redada de 44
hombres y mujeres.
En los autos de procesamiento del 13 de febrero de 1957 se indica
bien claramente: <<…pertenecían a la Organización clandestina de la
CNT que estaba organizando en esta región Francisco Sabaté Llopart
(a) El Quico y su banda de malhechores, a cuyo efecto contaban con
armas y municiones que se encargaba de pasar desde Francia el Sabaté
y su banda, así como bombas de mano y propaganda de la referida
organización denominada E 1 Combate, habiendo actuado los referidos
individuos en las tareas de captar adictos y distribuir propaganda...»
Entre las diversas acusaciones contra.]osé Prat Closas, Higinio
González Restoi, Luis Font Cunill y Montserrat Cavall Cunill se
agregaba la de haber pasado clandestinamente a Francia en julio de
1956 para asistir a un mitin que dio la CNT en el Palacio de Deportes
de Toulouse.
El 14 de junio de 1958 se celebró en Barcelona el consejo de
guerra contra todos estos compañeros y otros que fueron incluidos en
la misma causa. En el momento del proceso 27 de los encartados
gozaban de libertad provisional que les fue concedida a los seis meses
de su detención.
El tribunal distribuyó las penas siguientes: Angel Marqués Urdí,
30 años por delito de atraco, rebelión y tenencia ilícita de armas y

1 Edgar Rodriguez, detenido el 31 de diciembre, salió en libertad el 24 de


diciembre del año siguiente. El 18 de septiembre de 1964 la Jefatura de policía
de Barcelona lo convocó para comunicarle una orden de expulsión dictada por
la Dirección General de Seguridad de Madrid. Se le otorgaban ocho días para
que abandonara España. El 24 del mismo mes, con el pasaporte argentino que
le entregó su Embajada de Barcelona, Edgar Rodríguez pasaba a Francia por
Port-Bou.
278
DESESPERANZA

daba pena verla. Al despuntar el día tropezaron con un paisaje verdoso


y risueño, incluso encontraron un manantial que destilaba un hilillo de
agua fresquísima. Bebieron hasta saciarse y llenaron las cantimploras.
Todos habían perdido la noción del tiempo que llevaban caminan-
do. El paisaje se transformó de nuevo como por encanto. Rocas y
piedras por todas partes, trozos enormes de montaña que obstaculiza-
ban el avance. Ni una mota de hierba a la vista. El grupo avanzaba
penosamente, con mucho esfuerzo para progresar muy poco. Como
caminaban de noche, corrían el riesgo de torcerse un tobillo o sufrir
algún percance mayor. Por fin consiguieron rebasar la zona más difícil
y Sabaté escudriñó los alrededores para encontrar un sitio que permitiera
descansar unas horas. Treparon con dificultad a una montaña escarpada
y llegaron a una especie de plataforma donde pensaron que podían
tumbarse al abrigo de miradas indiscretas. Los tres se durmieron como
troncos, pues estaban realmente extenuados. Al despuntar el día María
se despertó y al mirar a su alrededor tuvo que reprimir un grito de
sorpresa: la plataforma donde habían descansado, por una parte ter-
minaba en un precipicio cortado a pico y, por la otra,a corta distancia,
pasaba una carretera secundaria y a unos cien metros se veía la entrada
principal de una granja. Despertó a sus acompañantes para que vieran
dónde habían pasado la noche y todos se rieron alegremente al ver que
habían elegido el sitio más peligroso que por allí había. Descendieron
del monte y se cobijaron en un bosque cercano. Tenían hambre y no les
quedaban provisiones. En un campo encontraron una lechuga que
Sabaté y María se repartieron, pues su amigo se negó a probarla. Serían
las diez de la mañana cuando vieron una casa de campo. Delante de la
puerta jugaban dos niños de corta edad. Se acercaron y les preguntaron
donde estaban sus padres. Los pequeños contestaron que su padre
estaba en la cárcel y que su madre había ido temprano al pueblo para
hacer algunas compras. Decidieron esperar el regreso del ama de la
casa escondidos a cierta distancia, en un punto desde donde podían
divisar el camino que conducía a la finca. Cuando llegó la mujer.
Sabaté y María fueron a hablar con ella mientras Amadeo quedaba bien
escondido.
Toda la prensa había hablado de los dos fugitivos con pelos y
señales y todo el mundo sabía que ados hombres» eran buscados. pero
no <<un hombre y una mujer» pues la presencia de María era ignorada
por la policía.
283
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

que le inspiraba absoluta confianza, María1, con la cual había colabo—


rado frecuentemente, pero que acababa de sufrir una grave operación
y también quería regresar a Francia, por cierto que ya había preparado
su viaje que debía ser menos penoso que los que corrientemente hacía
El Quico. Fue.a visitarla y le expuso claramente el problema, los
temores que le inspiraba su compañero y la necesidad de que fuera con.
ellos una tercera persona.
La muchacha, que conocía por experiencia lo que representaba
semejante viaje, no se sentía con fuerzas para emprenderlo y quiso
hacerle comprender que su presencia, “más que una ayuda, sería un
estorbo. Sabaté, para que aceptara, le prometió que harían el viaje a
base de etapas cortas, al paso que ella quisiera, que no llevaría niguna
carga, etc... María, que en el fondo deseaba hacer el viaje con El Quico,
se dejó convencer con relativa facilidad.
Ya fijado el día de la salida, el 6 de febrero, se dieron cita en la
barriada de San Andrés. Sabaté se presentó vestido de payés, parecía
un viejecito y cojeaba mucho. Llevaba boina, una bufanda negra
enorme y un cesto lleno de frutas. Debajo... una metralleta cargada y
todo su equipo de montaña.
María, con un hatillo, y Sabaté subieron a un compartimento del
tren que debía conducirlos a Granollers. Un niño cedió el asiento al
<<viejecito» y éste aceptó agradecido. Amadeo viajaba en el comparti-
mento contiguo, con una mochila bien repleta, como la de un excursio—
nista.
En Granollers esperaron dos horas el tren que debía llevarlos
hasta Hostalric, localidad montañosa de la comarca gerundense de La
Selva, última etapa motorizada y paso obligado para acceder del litoral
a los altos.
En Hostalric, evitando el pueblo amurallado con su célebre for-
taleza erigida sobre un cerro, y sus vestigios históricos de los siglos
XII y XIV, se dirigieron directamente al monte, donde se equiparon
para emprender la larga caminata hasta la frontera: pantalones fuertes,
sólidas botas, pasamontañas. Habían llegado de noche y se pusieron en
marcha. Al frente tenían la comarca de la Selva, una de las más
hermosas de la provincia de Gerona. Entre tupidos bosques se llega a
la villa de Arbúcies, denominada <<Jardín del Montseny» por su gran
variedad floral. Cuando despuntaba el día se detuvieron en un bosque,
1 Este nombre es ficticio por deseo expreso de la interesada.
280
DESESPERANZA

algo de comida, pero el hombre, secamente, les intimó a recoger sus


cosas y a que se marcharan inmediatamente. Pero la hija intervino e
insistió tanto para que les permitiera comer en la mesa el guiso que
Sabaté había preparado que por fin accedió.
Durante la comida El Quico desplegó prodigios de habilidad para
ganarse la confianza del dueño y tan bien lo hizo que lo consiguió.
Conversando les dio algunas explicaciones que coincidían con las que
habían obtenido del carbonero de la cabaña. La Guardia Civil también
había estado por allí amenazándolos con los mayores disgustos si no
denunciaban el paso de eventuales desconocidos. Sabaté les dijo
entonces que ellos lo que querían era cruzar la frontera para ir a
trabajar a Francia. Una vez más la presencia de María impedía iden-
tificar al grupo con los <<dos hombres» que andaban buscando los
civilones. Sabaté, después de insistir bastante, consiguió que el padre
autorizara a la chica a bajar al pueblo para comprar algunas cosas que
necesitarían durante el viaje: pan, botes de leche, algunas
conservas,etc… También pidió permiso para dormir en el establo, pues
pensó que necesitaban una noche de verdadero descanso. El hombre
terminó diciendo que sí, pero no sin hacerse de rogar. Allí no había
ratones y María pudo dormir perfectamente.
Por la mañana muy temprano se presentó la joven que desde el
primer momento les había demostrado mucha simpatía con una cazuela
humeante de sopas de ajo. El cielo vertía entoces agua a cántaros.
Después del desayuno Sabaté tuvo todavía que pedir al padre que les
permitiera esperar allí hasta que escampara, pero esta vez fue intran-
sigente y les conminó a marcharse inmediatamente, rogándoles que si
tenían algún percance no mencionaran el paso por su casa.
Sabaté hizo escribir a María en un sobre: <<Para Rosita -el nombre
de la joven-, para que se compre un impermeable.» Dentro puso dinero
suficiente para poder comprar una colección.

Todo el día caminaron bajo la lluvia, pero el optimismo había


renacido; Sabaté reconocía perfectamente el camino y se divertía
identificando el terreno en voz alta y riéndose como un niño.
Sin embargo, a partir de entonces la actitud de Amadeo Ramon
Valledor cambió radicalmente. Con mucha frecuencia se retrasaba.
Una vez incluso se perdió de vista. Sabaté lo llamó a voces, pero tardó
285
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

con ellos. Les explicó que el padre había pertenecido a una organiza—
cón sindical y que eso le había valido ser maltratado y encarcelado.
Después de la guerra civil había pasado dos años en un campo de
concentración y desde entonces se desentendía de todo, salvo de
trabajar como un mulo. Les dijo que esperaran un poco y volvió a
penetrar en la choza. Desde fuera podían oír los gritos del padre y la ¿
voz suplicante del hijo. Al cabo de unos minutos el muchacho salió con
una hogaza de pan y las indicaciones del camino que habían pedido,
suficientes y explícitas para que pudieran hacer dos etapas sin miedo
a extraviarse. Como el terreno era muy quebrado y boscoso decidieron,
para más seguridad, caminar de día, pero siempre por las cumbres.
Durante la jornada cruzaron a varios grupos de carboneros a los que se
limitaron a saludar, sin entablar la menor conversación.
Caída la noche, Amadeo dijo que no podía resistir más la sed, que
estaba obligado a a beber bastante a raíz de una operación que había
sufrido en el estómago hacía unos meses. Sabaté, siempre conciliante,
decididó desviarse del camino para buscar agua donde fuera. Des-
cendieron, pues, hacia una vaguada donde se distinguían algunas
cabañas de carboneros o leñadores. Cerca de una de ellas descubrieron
tres damajuanas que sus propietarios habían semienterrado para con-
servar el vino fresco. Bebieron y llenaron las cantimploras. Como
indemnización dejaron un billete de Banco debajo de uno de los
recipientes.
Otra vez escalaron el monte hasta llegar a la cima. María estaba
tan agotada que cuando se sentaron para descansar un rato se quedó de
inmediato profundamente dormida. Al poco rato tuvieron que desper-
tarla, se habían oido varios disparos. Podían proceder de un cazador
furtivo, pero era mejor no tentar al diablo. Aquella noche anduvieron
todo lo que pudieron. Sabaté quería alejarse todo lo posible de allí,
pues habían dejado huellas de su paso.
La noche siguiente se planteó de nuevo el problema del agua. Al
atravesar un puentecito El Asturiano dijo que iba a bajar al riachuelo,
pues afirmaba haber oído correr el agua. No encontró ni una gota, sólo
arena y guijarros. El suelo era cada vez más árido y arenoso. Para ganar
tiempo tomaron un atajo cubierto de intrincados matorrales y zarzas.
Estaban obligados & abrise paso a bastonazos. Cuando llegaron a mejor
terreno todos llevaban las manos ensangrentadas por los espinos y
María, bastante más pequeña, llevaba la cara tan llena de arañazos que
282
DESESPERANZA

María lo siguió sin despegar los labios.


Se dirigieron hacia la loma que antes había retenido su atención
y que parecía de acceso difícil con su ladera llena de zarzas y mato-
rrales. De vez en cuando se destacaba un arbolito. A pesar de la densa
vegetación que la rodeaba, la loma daba la impresión de tener su cima
plana y despoblada.
Andaban a paso ligero como si tuvieran prisa en alejarse de allí y
regresar lo antes posible a la urbe barcelonesa. Cuando la pareja llegó
a un recodo del camino, Sabaté cogió por el brazo a María, tirando de
ella trepó unos cuantos metros y ambos se agazaparon entre los
arbustos, silenciosos. A los pocos minutos oyeron en lo alto pasos
precipitados y crujir de ramas. El Quico no pudo reprimir una sonrisa;
había adivinado, el traidor se encontraba en lo alto. Cediendo a una
reacción instintiva se puso a trepar, pero María lo sujetó por las piernas
mientras le decía:
-No vayas... te va a matar. Ahora está dispuesto a todo. Desde
arriba serás un blanco fácil para su metralle'ta...
Se quedó inmóvil. Mas de un cuarto de hora tardaron en oír los
pasos en sentido contrario. No cabía la menor duda, Amadeo había
querido verificar si sus <<amigos» daban marcha atrás, como demostra—
ron al principio. Pero la visibilidad desde la loma no podía ser muy
buena ya que la maleza tenía que impedir ver el camino.
Sabaté no se consolaba. En voz baja comentaba a María cuán
necesario era aquel dinero para poder proseguir la lucha, ayudar a los
compañeros que estaban entre rejas. Después de desahogarse un buen
rato explicando su pena, se tumbó en la hierba boca abajo y con los
brazos cruzados debajo de la barbilla permaneció casi una hora sin
hacer el menor movimiento. María casino respiraba para no interrumpir
su meditación. Por fin se sentó. Sacó de la mochila planos e itinerarios
y los estuvo examinando durante unos minutos, luego dijo:
-Antes de las seis de la tarde tenemos que llegar al pueblo más
cercano.
-¿Qué pueblo es?
-Santa Coloma de Farners. Creo que allí encontraremos al sinver-
giienza. lntentará comprar víveres y cabe la posibilidad de que piense
tomar algún autobús en el pueblo.
Acto seguido se pusieron en marcha por un camino que Sabaté
calculó era el que había elegido el fugitivo. Era una senda arenosa y
287
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Sabaté entabló conversación con la aldeana y ésta le confirmó lo


que antes le habían dicho los niños; su marido había asistido un día a
una reunión con los hombres de izquierda del pueblo y luego, una
madrugada, se presentó la Guardia Civil para detenerlo. Hacía tres
años que estaba preso en Gerona.
Les vendió huevos, un conejo, pan y vino que El Quico pagó con
tanta generosidad que la mujer lloraba de agradecimiento.
Se internaron en el monte y mientras los dos hombres despelleja-
ban y preparaban el conejo y encendían fuego, María, aprovechando
un sol radiante, se bañó en un riachuelo y luego se tumbó a dormir.
Cuando se despertó <<la mesa» estaba puesta. El conejo asado representó
un verdadero banquete. Bien comidos y descansados esperaron las
sombras de la noche para proseguir la caminata.
El terreno era menos abrupto y podían avanzar con relativa
facilidad pero el cielo se cubrió muy pronto de negros nubarrones y la
lluvia empezó a caer. Toda la noche aguantaron el agua y cuando llegó
la madrugada, a la vista de un granero abandonado, medio en ruinas,
estaban empapados de los pies a la cabeza. Allí había paja abundante
y se tumbaron a dormir. Desde su salida de Barcelona era la primera
vez que se acostaban bajo techado. Pero María no pudo pegar los ojos.
El lugar estaba lleno de ratones y podía ver con que descaro se
paseaban los roedores por encima de los cuerpos de los dos hombres
que dormían de lo lindo. No se atrevió ni a tumbarse.
Cuando Sabaté se despertó examinó atentamente la granja cercana.
Era domingo. Sólo llegó a ver a dos mujeres, una de ellas bastante
joven. Decidieron presentarse como excursionistas y ver si podían
adquirir alguna cosa. Sabaté llevaba siempre la voz cantante, hablando
en catalán. No tuvieron ningún inconveniente en comprar dos pollos,
algo de jamón y vino. Pidieron permiso para guisar allí mismo los dos
volátiles, a lo cual accedieron gustosamente las dos mujeres. Mientras
Sabaté charlaba con las dueñas de la casa, Amadeo y María desplumaban
las gallinas. Luego fue él quien preparó un guiso de patatas.
Mientras El Quico estaba ocupado en las actividades culinarias,
sus amigos vieron llegar por el camino a dos hombres. Le avisaron
discretamente y cuando ya se disponían alargarse hasta con la cazuela,
la joven fue a decirles que se trataba de su padre y de su hermano.
Sabaté dejó el utensilio de cocina sobre el fuego y esperó. La mujer los
presentó a su marido como excursionistas que habían ido a comprar
284
DESESPERANZA

La sorpresa de Amadeo no es para describir; con el rostro demu-


dado, blanco como la cera, dejó caer el capazo de provisiones que
llevaba. En el mismo momento salió la tendera gritando:
-¡Señor, señor, se olvida las botellas!
Indeciso miró a la señora y luego a Sabaté. Este le dijo amable-
mente:
-Vete a por ellas… hombre.
Mientras tanto, María se había acercado. Cuando Amadeo dio la
vuelta para ir a buscar las botellas (de champán) vieron que se
tambaleaba un poco. Había bebido.
Al volver las entregó a María y él recogió el capazo. Los tres
salieron andando: Amadeo y María juntos delante, Sabaté algo retra-
sado. En las afueras del pueblo hicieron un re.¿.o.
Cuéntame... -dijo Sabaté-, ¿Qué ha pasado?
Con muchos ademanes y palabras embrolladas explicó que cuando
se quedó solo vio llegar a cuatro guardias civiles. Entonces cogió la
mochila y salió corriendo. Los civiles le dieron el alto varias veces,
pero él no se detuvo y no paró hasta llegar al pueblo. Dijo que le dolían
los pies y otras tonterías por el estilo. Según él, estaba seguro de que
se reunirían en Santa Coloma. Su única preocupación fue salvar el
dinero y al mismo tiempo alejar a los guardias civiles de la alquería
donde estaban sus amigos.
—Por lo que veo —concluyó con cinismo- conseguí mi propósito.
El Quico lo escuchaba sin interrumpirlo, hasta un momento en
que dijo:
-Hay una cosa que no comprendo… nosotros vimos más de cuatro
guardias...
-Si, eran ocho al menos -afirmó el desprensivo sin reflexionar...
-Bueno… ¿y el dinero...?
-Lo tengo escondido en las afueras del pueblo.
-Pues, vamos a por él. ¿Te acuerdas del sitio dónde lo dejaste?
—Si, vamos…
María no creía que El Asturiano se hubiera separado del dinero y
hacía señas discretas a Sabaté para que mirara dentro del capazo. pero
Sabaté no podía pensar que, en aquellas circunstancias, todavía era
capaz de engañarlo.
Unos tres cuartos de hora anduvieron alrededor del pueblo sin que
Sabaté perdiera ni un segundo de vista a su compañero. Este, que sm
289
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

un buen momento en contestar, aunque no estaba lejos; se había


sentado en un recodo del camino. Sabaté lo amonestó:
—¡Hombre! ¡Qué susto nos has dado!
Amadeo se limitó a sonreir maliciosamente; sin duda pensó que el
susto de su compañero obedecía a la importante suma de dinero que él
transportaba en la mochila.
Dos días transcurrieron sin que se produjera ningún incidente.
Habían progresado bastante, casi siempre de noche, y el buen humor
era general. Los turnos de guardia se respetaban escrupulosamente:
mientras dos dormían el tercero vigilaba. El terreno que recorrían era
favorable y la primavera incipiente daba vida al paisaje y distraía a los
viajeros de la monotonía del camino: ardillas astutas que observaban
atentamente su paso, el salto ridículo de un conejo a través de una
senda, el croar de las ranas en los charcos. De vez en cuando se
detenían para comer algunas castañas medio pilongas y avellanas que
encontraban en las veredas.
Amanecía cuando vieron una alquería a corta distancia de donde
habían hecho un alto para reposar. Una vez más Sabaté intentó comprar
algunas provisiones. Mientras su amigo se quedaba bien escondido
con las mochilas, junto con María se acercaron a la casa de campo.
Fácilmente consiguieron huevos, pan y vino y charlaron un momento
con los masoveros.
Cuando regresaron para reunirse con El Asturiano, éste había
desaparecido llevándose su mochila con el dinero, su metralleta y su
garrote. Esta vez no quedaba la menor duda, se había escapado. El Quico
se puso lívido. La traición, quizá porque la tenía prevista desde su
salida de Barcelona, le hizo perder totalmente el control de sí mismo,
cosa que le ocurría rarísimas veces. Como un loco se puso a correr de
un lado para otro, profiriendo maldiciones. María consiguió serenarlo.
Con los brazos abiertos se plantó ante él y le dijo:
-Pero… ¡Hombre, alégrate...! ¿Se ha marchado con el dinero?
Bueno…¿Y qué…? La cosa tiene su gracia. Podía facilmente habernos
matado, y ya ves, todavía estamos vivos. Y… ¡No te muevas tanto...!
que a lo mejor te está mirando y se desternilla de risa…
Se sentó en una piedra y escrutó los alrededores atentamente. Sus
ojos quedaron clavados un momento en una loma próxima. Bajó la
cabeza, reflexionó unos instantes y en voz alta dijo a María:
-Nos volvemos a Barcelona...
286
DESESPERANZA

acompañantes se habían quedado retrasados volvió sobre sus pasos.


María le hizo señas para que no se acercara, haciéndole comprender
que el otro tenía la pistola en la mano. Sin hacerle caso, con la
metralleta preparada y el dedo en el gatillo, se acercó y preguntó:
-¿Qué pasa?
-Está enfermo -dijo María.
-Bueno, vamos a buscar un sitio para descansar.
-No, no hace falta, ya me siento mejor, podemos continuar.
Parecía haberse recuperado del malestar -cierto o fingido-, pero
seguía andando con la pistola en la mano, mientras María lo seguía
atenta a todos su movimientos.
Al amanecer hicieron alto en un bosque. Amadeo se tumbó, pero
de cara a sus dos compañeros de viaje, con la pistola apuntándoles,
aunque cubierta con el chaquetón. El Quico, como si buscara un lugar
más cómodo, se situó a su espalda, pero Amadeo, también como quien
no quiere la cosa, dio media vuelta para tenerlo de cara. Este juegue—
cito se repitió varias veces durante la noche. Sabaté no pudo cerrar los
ojos ni un solo instante.
Era visible que su <<amigo» meditaba una mala jugarreta y su
aviesa intención se advertía hasta en su mirada.
Por la tarde, mientras Sabaté descansaba tumbado al pie de un
arbolito, El Asturiano se le acercó, sacó un cuchillo y con un gesto
nervioso, acompañado de un gruñido, cortó de un solo golpe una rama
parando el cuchillo a corta distancia de la cabeza de su amigo, mientras
miraba a María sardónicamente. Esta se quedó sin aliento, pero trató
de disimular de la mejor manera posible el miedo que la atenazaba. A
partir de este momento Sabaté y María tuvieron la precaución de no
estar muy cerca, ni tampoco muy alejados, del peligroso granuja.
La tensión en el grupo aumentaba de hora en hora y el ambiente
era francamente irrespirable. Sabaté no se atrevía a dormir por miedo
a ser sorprendido y estaba visiblemente agotado. María le propuso que
le dejara la metralleta y se reposara unas horas, pero se negó rotunda-
mente a ello.
Aprovechando una ocasión en que el otro hacía sus necesidades,
Sabaté y María tuvieron una breve conversación en voz baja.
-Nos va a matar…
-Si, esto no me gusta -contestó Sabaté-. Para recuperar el dinero
no reparará en nada.
291
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

andaba con la mirada fija en el suelo.


-¿Qué miras?
—Sus botas son como las mías, quiero encontrar sus huellas.
A medida que avanzaban su rostro se metamorfoseaba. Era evi-
dente que estaba contento, muy contento.
El granuja era muy astuto, pero no tanto como para poder engañar
a Sabaté, para no dejar una pista, había caminado arrastrando tras de
sí una rama frondosa. ¿Quién, sino él podía tomar tal precaución?
Llegaron a un punto donde el camino describía una amplia curva
y desde donde partía un sendero que, de toda evidencia, representaba
un atajo para el caminante. El rastro terminaba allí. Sabaté penetró en
la senda y alos pocos metros descubrió una rama de árbol recientemen—
te cortada. Ya no cabía la menor duda, le seguían los pasos. Poco
después desembocaban en la carretera de Santa Coloma. Desde allí
vieron perfilarse a lo lejos las casas del lugar y esperaron a que
anocheciera para penetrar en el pueblo. María aprovechó el alto para
cambiar los pantalones de montaña por una falda. Al caer de la tarde
encaminaron sus pasos hacia el pueblo.
Sabaté estaba convencido de que Amadeo había llegado al mismo
punto y que, aunque llevaba unas horas de ventaja, no era tan tonto
como para arriesgarse a entrar en la población en pleno día. Lo más
verosímil es que hubiera hecho como ellós, esperar el crepúsculo.
Cuando llegaron a Santa Coloma ya habían sonado las seis de la
tarde en el campanario de la Iglesia. Dieron un paseo por el centro, y
al pasar por una calle llena de comercios, Sabaté exclamó:
-¡Ahí está! En la tienda de la derecha.
Podía haber soltado una carcajada. Su buen olfato no le había
engañado. Ahora era cuestión de obrar con prudencia pues la reacción
del tipo era imprevisible, podía recibirlos a tiros.
La calle estaba casi desierta. Sabaté ordenó a María que se
retrasara unos metros mientras él se acercaba a la tienda. Hizo lo que
le mandaban, pero se sentía desfallecer, las piernas le flaqueaban...
No tardó en salir el ex guerrillero del comercio. Ya no llevaba
mochila, sino un capazo lugareño. Andaba ligero y despreocupado, de
cara a Sabaté que se había escondido en un portal. Cuando pasó frente
a él le salió al paso, con la metralleta bien visible, y le preguntó con
aparente tranquilidad:
-¿Dónde te habías metido?… Nos has hecho pasar un mal rato…
288
DESESPERANZA

HOMBRE. Le dijo que la última metralleta que quedaba la utilizaría en


defensa de los tres, le advirtió que su paciencia había llegado al límite
y que no le perdonaría un nuevo traspié.
-Compréndelo bien -dijo-, debería matarte como a un perro rabioso
que eres; sin embargo no lo haré. Con mi vida defenderé la tuya hasta
dejarte sano y salvo en Francia, si sólo tenemos un trozo de pan lo
repartiremos. Pero, no lo olvides... al menor movimiento sospechoso
te quito la vida. Pórtate bien, que de mí no tendrás la menor queja.
El granuja seguía protestando, y de rodillas, iba acercándose poco
a poco a Sabaté, que se había sentado en un árbol cortado. Este se
levantó y con ademán imperioso le intimó para que hiciera lo mismo.
Se prepararon para proseguir el viaje. Sabaté ajustó la sobaquera
al cuerpo de Maria y le entregó la pistola. El se guardó los cuchillos.
María cruzó la mirada con Amadeo y lo que vio en sus ojos la hizo
estremecer.
El resto del viaje el <<prisionero» lo hizo entre sus dos acompa-
ñantes, guardando éstos siempre prudencial-distancia pensando en el
garrote que llevaba para ayudarse a caminar.
El Quico les comunicó que sólo quedaban dos etapas para llegar
a la frontera. Iba muerto de sueño. Sus ojos, ya de por sí profundamente
hundidos en las órbitas, parecían puntos microscópicos. Aunque libre
del temor de recibir un tiro por la espalda, temía todavía que el astuto
sujeto intentara alguna de las suyas. Pero aquel día Amadeo tuvo una
reacción humana. El estado de agotamiento de Sabaté era tan grande
que caminaba como un sonámbulo y tropezaba con el menor obstáculo.
Arrojó su garrote a un barranco y le dijo:
-Quico… duerme tranquilo, te lo ruego, aunque sólo sean dos
horas.
Durmió cuatro. Se despertó de buen humor. Al distribuir la
comida que quedaba. Sabaté se quedó un momento indeciso y luego
lanzó un cuchillo a su compañero. Este no pudo reprimir una sonrisa.
La última noche de marcha sólo quedaba medio bote de leche
condensada que se reservaba para la chica. Ya faltaba muy poco para
llegar a la línea fronteriza. Sabaté, señalando un río que se veía desde
el monte, les dijo:
—Es el Muga… la frontera está a dos pasos…
Hacía un frío intenso, pero la proximidad de la meta daba alas a
los tres fugitivos.
293
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

duda se había forjado esperanzas de escaparse de nuevo, por lo visto


las perdió y comprendió que de momento la empresa no tenía la menor
probabilidad de éxito. Haciéndose el despistado preguntó:
-Pero… ¿qué es lo que querías?
-Saber donde dejaste el dinero -contestó fríamente.
-¡Ah! ¡El dinero!... El dinero está en el cesto, hombre... ¿dónde
quieres que esté?…
Efectivamente, allí estaba, bien envuelto en una bolsa de materia
plástica para preservarlo del agua. El capazo, por lo demás estaba bien
surtido: jamón, chorizo, latas de atún y de almejas... hasta chocolate y
caramelos había comprado Amadeo. Este se paró entonces para encender
un pitillo. Como hacía siempre cuando era de noche, se quitó el
chaquetón puso una rodilla en tierra y con la cara casi contra el suelo,
cubierta la cabeza con la prenda, encendió un fósforo y con él el
cigarrillo. Entonces Sabaté observó que sólo llevaba la sobaquera con
la pistola y le preguntó:
-Oye..¿dónde está la metralleta?
-Tuve que tirarla para correr mejor —contestó sin levantar la
cabeza.
Sabaté hizo el ademán de darle un culatazo en la cabeza, pero
aunque sus dientes rechinaban supo contenerse.
Mientras fumaba, Amadeo hablaba por los codos, daba nuevas
explicaciones, a cual más confusa y contradictoria. Lo escuchaban en
silencio.
La cena de ese día fue verdaderamente fenomenal: calamares en
su tinta, pan tierno, postres y hasta champán. El vino que sin duda
había ingerido precedentemente, la comida y el champán, sumado al
miedo que llevaba en el cuerpo, pues el ex guerrillero no era tan tonto
como para pensar que había engañado a Sabaté, le revolvieron el
estómago y allí estuvo vomitando un buen rato.
_La calma que aparentaba Sabaté, más que tranquilidad le causaba
desasosiego.
Al reanudar la marcha, Sabaté recomendó a María que siempre se
situara detrás de su <<amiguete» y que al menor ademán sospechoso le
diera un garrotazo en la cabeza. El iría en vanguardia.
Cruzaron un puente sobre una carretera y Amadeo se apoyó en el
pretil como si estuviera mareado, pero con la mano derecha a lo largo
del cuerpo con la pistola bien empuñada. Sabaté al ver que sus dos
290
A! andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

ANTONIO MACHADO

XII

LA MUERTE

Una vez más El Quico había logrado burlar a todo el dispositivo


policiaco movilizado en Cataluña para darle caza. pero no podía
entonces imaginar lo que le esperaba en tierra francesa.
La represión desencadenada en la región catalana, consecutiva a
su actuación, seguía su curso y era más violenta y tenaz, precisamente,
debido a su fuga. Pero, como veremos, el brazo de la policía española
era suficientemente largo para poderlo tocar a través de los Pirineos.
Como ya sabemos, Angel Marqués Urdí, por mera imprudencia,
fue a parar a los calabozos de la Vía Layetana. Día y noche fue
interrogado y en los locales de la 6º Brigada regional de la División de
Investigación Social, dependiente de la Jefatura Superior de Policía,
los inspectores César Rodrigo Rodríguezl y Jesús Martín García2

1 César Rodrigo nació el 12 de abril de 1916. Ingresó en el Cuerpo el 1º


de julio de 1941. Agente de segunda clase en 1949, ascendió rápidamente en
el escalafón. En 1972 era comisario principal de la Brigada Político Socral de
Barcelona.
2 Jesús Martín nació el 27 de marzo de 1916. Ingresó en el Cuerpo_el 29
de julio de 1 944. Asistió a los interrogatorios en calidad de Secretario habilitado.
295
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

-¿Qué hacemos? Hay que separase de él antes de que nos mate —


insistió María.
-No sé ya lo pensaré.
—Pues, piénsalo pronto, que las cosas están tomando mal cariz.
Antes del anochecer. Sabaté hizo comprender a María que en
cuanto él se lo indicara, debía desarmarlo inmediatamente.
En esta situación de angustia todavía transcurrieron dos días.
María, mientras tanto, había observado atentamente dónde el tipo
guardaba sus tres armas blancas. La chica interrogaba constantemente
con la mirada a Sabaté, pero éste fingía no ver sus preguntas mudas ni
intentaba darle ninguna explicación. Al anochecer de este segundo día,
cuando el grupo se disponía a comer antes de la etapa nocturna,
Amadeo cometió por primera vez el error que Sabaté acechaba. Cogió
la cantimplora con las dos manos y se puso a beber; siempre lo hacía
con la mano izquierda para tener libre la otra. Había llegado la ocasión
tan esperada, Se incorporó de un salto mientras lo encañonaba con la
pistola:
-¡No te muevas! ¡Deja las manos en alto! Al menor movimiento te
acribillo. ¡Levántate sin bajar los brazos!
La intervención de Sabaté cogió tan desprevenido al Asturiano
como a María, pero ésta no tardó en reaccionar y también se levantó.
-¡Desármalo!.
Por la espalda le quitó la pistola y los tres cuchillos que tanto
pánico le causaban. Arrojó las armas a los pies de Sabaté y siguió
registrándole los bolsillos.
-¡Déjalo!… ya basta.
¿Qué hice para que me trates así? -preguntó Amadeo.
-Lo sabes perfectamente. No necesitas explicaciones. Otra vez
que quieras marcharte con el dinero tendrás que pensarlo mejor.
El hombre protestaba, contaba una y otra vez la historia de la
Guardia Civil. Cayó de rodillas y se puso a sollozar, pero sin verter una
lágrima. Estaba convencido de que había llegado su última hora.
Sabaté, que llevaba varias noches sin dormir, ciego de fatiga,
todavía tuvo la inmensa paciencia de echarle un sermón. Le explicó lo
que el otro ya sabía, que el dinero no debía servir para su beneficio
personal, que estaba destinado a la lucha antifranquista. Con palabras
que le salían del corazón intentó hacerle comprender cuán canallesca
había sido su conducta. Le exhortó a portarse en lo sucesivo como un
292
LA Muam

El mas “Grabouidelle» lo utiliza también como base para


cruzar clandestinamente la frontera española. Adjuntamos
dos diseños suministrados por el informador donde se señala
la posición y configuración del mas (<Graboudeille».

El dia 9 de enero de 1957, es decir cuando Sabaté se encontraba


todavía en Barcelona, unos 15 gendarmes de Prats-de-Mollo y de otras
brigadas, tomaban posición a mediodía alrededor del mas <<Gra-
boudeille». Dirigía la operación el suboficial de la gendarmería Boul-
bes. Cuando los gendarmes llegaron a la casa de campo, Michel
Guisset salía del mismo. Informado verbalmente de la misión que se
les había encomendado, el propietario negó la existencia de armas y se
puso a la disposición de la fuerza.
Todos los alrededores fueron registrados minuciosamente por
medio de un detector de minas. En un muro de contención próximo al
edificio, sobre el cual pasaba un camino de caballerías y cuya base
daba a un pequeño patio, al cual sólo podía llegarse por la planta baja
de la casa, los gendarmes observaron, a 1,75 m de altura, un saledizo
visible. Retiraron las piedras sobresalientes y encontraron una cavidad
protegida conta las infiltraciones de agua con una pizarra. Dentro
había una lata de petróleo vacía de 50 litros, dispuesta horizontalmente
debajo del camino. Del recipiente los gendarmes extrajeron diversos
paquetes que contenían:

1 metralleta <<Sten» calibre 9 mm.


1 pistola ametralladora aMosch» automática.
2 pistolas <<Colt».
] caja de cartuchos de 9 mm.
Unos tres kilos de municiones diversas dentro de una bolsa.
4 cargadores de metralleta <<Sten».
4 cargadores de pistola ametralladora <<Mosch».
3 cargadores de pistola.
Fundas para pistolas, cargadores y otros equipos.
Todo estaba en perfecto estado de conservación.

El propietario de la casa de campo declaró entonces que ignoraba


la existencia del depósito de armas, pero fue detenido y llevado a
Céret.
297
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Al pisar tierra francesa, todos, olvidando por un instante los


sinsabores del camino, se cogieron de las manos y brincaron como
chiquillos. Habían salido de Barcelona el dia 6 y era el dia 19 de
febrero. Trece días completos a través de las montañas.
Sabaté estaba ahora en un terreno que conocía mejor que su
bolsillo y les iba contando las diversas aventuras que por allí había
corrido: la colectividad campesina que había intentado crear, las
carreras por los montes perseguido por los perros de la gendarmería,
su captura, etc…
El grupo sólo comió ese día unas castañas medio florecidas. Al
anochecer E1Asturiano estaba enfermo. Lo tuvieron que ayudar hasta
llegar a una casería próxima. Llamaron a la puerta y Sabaté, en catalán,
pidió albergue a un hombre de unos 50 años de edad que abrió la
puerta. El campesino los miró con lástima y los hizo entrar. Instaló un
sitio para María al lado de la chimenea donde chisporroteaba una
buena lumbre y dijo a su mujer que les preparara cena y cama. Mientras
comían, El Quico explicó a los anfitriones que era guía y que había
pasado a dos hermanos que querían trabajar en Francia.
María, al día siguiente, fue a buscar la documentación que deja-
ban en la última base del territorio francés siempre que pasaban a
España. El último detalle de este largo episodio demuestra que Amadeo
Ramon Valledorl ya había premeditado su comportamiento posterior
en Francia. El dueño de la casa, cuando entregó la documentación, dijo
a Maria que el ex guerrillero no había querido dejar la suya.
Sabaté, antes de separarse de su maquiavélico compañero, le
entregó 25.000 pesetas y 40.000 francos.
-Ahora márchate -le dijo como despedida-, que no te vuelva a ver
más.
Así fue.

1 Amadeo Ramón Valledor, ElAsturíano, afecto de cáncer, se suicidó en


Perpiñán de un tiro en la sien, el 18 de agosto de 1963. Había nacido en Fabero,
provincia de León, el 24 de mayo de 1920.
294
LA Mummy

tuvieron contacto con la CNT en el exilio. Nos pidieron ayuda


y les proporcionamos cuanto pidieron. Con el material que les
proporcionamos ampliaron su radio de acción a los pueblos
limítrofes a Terrassa.
A primeros del año 57 hubo varias detenciones en Te-
rrassa. Entre los detenidos figuraban dos compañeros y una
compañera que precedentemente se habían presentado en el
Comité nacional de Toulouse para ser recibidos como delega-
ción del Interior. El Comité nacional se negó a recibirlos.
Cuando por fin el CN se decidió a escucharlos ya habian
regresado a sus fábricas y talleres.
Debido a nuestras actividades confederales y anarquis-
tas, de propaganda y de organización, la policía detuvo a 44
militantes y simpatizantes.
Nuestras gestiones jurídicas y nuestro apoyo moral y
material hacia ellos no cesó ni un solo instante, en la medida
de nuestras posibilidades.
A pesar de que fue una tarea difícil debido a los pocos
elementos con que contamos, conseguimos a las tres semanas
relación directa con los detenidos y la lista de todos sus
nombres. Personalmente entregamos la lista de los detenidos
al Secretariado Intercontinental. Antes ya se les había in-
formado de la caída de estos compañeros. Podemos afirmar
que siete meses después aún no se había prestado el más
mínimo apoyo material ni moral a dichos presos. Al contario,
pudimos comprobar que sembraron el confusionismo entre la
militancia del exilio sobre la caída de dichos militantes.
No obstante, con nuestros esfuerzos hemos conseguido
38 liberados provisionales a los siete meses de detención.
Abogados de Francia se trasladaron a Madrid1 dando satis-
facción parcial a nuestros anhelos.

1 He aquí el texto de una carta del 9 de agosto de 1957 enviada por el


abogado francés Jean-Baptiste Biaggi:
Cher Sabaté: .
Quiero comunicarte las buenas noticias que acabo de recibir de mis
amigos y colegas españoles sobre las cuestiones que nos preocupan.
Después dela intervención del abogado de Madrid con los abogados de
Barcelona, han conseguido la liberación de algunos de tus amigos. Espero
299
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

lograron hacerle firmar una larga declaración en la que abundaban los


detalles sobre la actuación de Sabaté, no solamente en España, sino en
Francia. La policía, pues, logró desmantelar fácilmente una buena
parte de la Organización de Sabaté en Catalunya y ahora iba a intentar
destruirle a él fuera de las fronteras españolas.
Con las declaraciones de Angel se redactó un informe que fue
enviado a las autoridades francesas y éstas pudieron cursar órdenes
inmediatas a los servicios competentes. He aquí el texto traducido de
dichas instrucciones:

A la Dirección de <<Renseignements Généraux».


Objeto: Depósito de armas en 'los Pirineos Orientales.
Resumen: Según informaciones fidedignas, un depósito
de armas (metralletas, pistolas, granadas) ha sido constituido
por españoles en las cercanías de La Preste (P.O.).
Uno de nuestros informadores, generalmente fidedigna,
señala la existencia de un depósito de armas en la región de
La Preste.
Este depósito se encuentra en la proximidad inmediata,
debajo de un montón de piedras o un murete del mas <<Gra-
boudeille», a 4 o 5 km. al oeste de La Preste (cota 613/13).
Mapa de E.M. escala 1.50. 000.
Se compone de metralletas Thompson y Sten,pistolas Colt
y Star, granadas ofensivas, explosivos y municiones.
El mas está ocupado por dos personas conocidas con el
nombre de Juliette y Michel.
Con toda probabilidad, este depósito de armasfue creado
por Francisco Sabaté, que se denomina jefe de los grupos
<<Específicos» de la CNT (apolítica), pero más conocido como
francotirador de la Organización que trabaja generalmente
por su cuenta.
Desautorizado por la CNTE, su acción, sin embargo, es
tolerada por razón política, pero sobre todo por el miedo que
inspira el interesado, cuyos métodos punitivos expeditivos
son particularmente conocidos.
Agregaremos que Sabaté ha sido varias veces condenado
en Francia, que ha sido expulsado, confinado y que sigue
siendo objeto de una ficha indagatoria.
296
LA MUERTE

El tribunal reconoció circunstancias atenuantes, pero también


tuvo en cuenta que Sabaté ya había sido condenado por un delito
similar el 6 de octubre de 1949 y con ello dictaminó una pena de ocho
meses de cárcel y otros cinco años de confinamiento. Detenido en la
propia Audiencia, pasó a la cárcel de Perpiñán y días después fue
transferido a la de Montpellier.
Las autoridades franquistas, que estaban al acecho, inmediata-
mente cursaron una demanda de extradición que, felizmente fue re-
chazada.
Sabaté salió en libertad el 12 de mayo de 1958, libertad muy
relativa, pues fue confinado por un período de cinco años.
Este periodo de encarcelamiento consumió extraordinariamente a
Sabaté. Estaba sumamente abatido, más que por el sufrimiento físico
por la ingratitud de sus compañeros de Organización que, manifies-
tamente, se desinteresaban de su suerte.
Salió de la cárcel herido en cuerpo y alma y derrotado se dirigió
hacia la ciudad del destierro que le habían asignado en el propio
destierro: Dijon.

José Lluis Facerías había regresado a Francia en febrero de 1957.


Quería incorporarse de nuevo a España. Durante varios meses tuvo
contactos con los comités orgánicos, con compañeros aislados, con el
propósito de que se elaborara un plan coherente de lucha en España.
Sus propósitos, lo mismo que la vez anterior, no dieron el menor
resultado. Menos si cabe, pues pudo ver la lucha que existía entre la
burocracia comiteril y el propio Sabaté.
Quiso ponerse en contacto con El Quico, pero éste, todavía re-
sentido de la disputa de 1956, lo evitó constantemente y se negó
rotundamente a hablar con él. Fue una verdadera desgracia que los dos
hombres no llegaran a reconciliarse, pues sin duda se hubiesen aclara-
do muchas cosas y lo más probable es que Facerías no hubiese
emprendido el camino de España en las condiciones que lo hizo.
A Facerías sus amigos le habían preparado el embarco hacia
América, donde contaba con amistades sólidas que ansiaban abrazarlo.
Pero no, España era para Facerías -como para Sabaté- una llamada
fascinadora. _
Sobre este particular conviene aclarar ciertos aspectos desv1rtua-
301
SABATE. GUERRILLA URBANA EN Esm'u

Sometido a varios interrogatorios, con la fotografía de Angel


Marqués a la vista, los diseños que éste había hecho de su casa de
campo y las declaraciones con muchos pormenores sobre él y su
familia, confesó conocer la existencia del depósito y fue encarcelado
en espera del juicio correspondiente.
Una orden de detención fue cursada contra Sabaté por tenencia .
ilícita de armas y municiones de lº y 4º categoría.
El Quico se encontró, pues, con varios problemas importantes a la
vez: su orden de detención, el conflicto orgánico con la CNT del exilio
por la constitución de los <<Grupos Anarcosindicalistas»1, y la obli-
gación de ayudar, tanto moral como material y jurídicamente, a los
compañeros detenidos en Cataluña.
La actividad de Sabaté queda resumida en un informe del 8 de
septiembre de 1957 que cursó a la militancia de la CNT y de la FAI en
el exilio. He aquí lo esencial del informe:

En estos últimos años, con acuerdos o sin acuerdos, la


Organización confederal y específica del exilio abandonó la
lucha de acción en España.
Un grupo de compañeros, que luchaba ya en el Interior
hacía varios años de acuerdo con la Organización en el exilio,
decidió continuar la lucha por su cuenta y rie1sgo constituyén-
dose en <<Grupos Anarcosindicalistas».
Nuestra lucha comenzó muy despacio debido a los mu-
chos inconvenientes con que tropezábamos pero, poco a poco,
fuimos organizando, tomando contactos con compañeros de-
seosos de llevar a cabo algo positivo.
Terrassa, que siempre tuvo justafama de revolucionaria,
tenía formado un pequeñísimo grupo de compañeros con los
cuales tomamos contacto. Eran veteranos y conocidos mili-
tantes de la CNT. Estos compañeros estaban aislados y nunca

1 En julio de 1956 se había celebrado el VII Pleno Intercontinental de la


FAI, aprovechando que se celebraba en Toulouse el VII Pleno Intercontinental
de Núcleos del MLE—CNT. En el Pleno de la FAI se discutió el caso de los
“Grupos Anareosindicalistas» y a él asistió María, como miembro de los
mismos, pero casi no se le permitió que hiciera uso de la palabra. El pleno
aprobó la siguiente resolución: “Se condena la actitud de los Grupos Anarco-
sindicalistas en el exilio». '
298
LA Muzm

De Federica Montseny he recibido últimamente una car-


ta (…) Políticamente menciona a José Ester Borrás como el
encargado de encontrar una solución a mi problema (el viaje
al extranjero). y dice, naturalmente, que confía en él.

Otra carta del 9 de enero de 1953 dice:

Esta semana ha llegado mi amigo que estuvo en Toulouse


y se entrevistó con Federica Montseny. Trajo una “solución»
a la cual me he negado por razones que considero lógicas,
pues se trataría de ir a Yugoslavia y, allí, el señor Tito me
facilitaría pasaporte, con lo cual se apuntarían un tanto los
achinitos de su sector».

En otra carta del 17 de enero Facerías explica más ampliamente su


posición:

De Francia, ya te decía en mi anterior que vino de allí un


íntimo y me trajo una proposición de Federica Montseny y de
Francisco-Javier Miguel Aznares, aunque sé que también
intervino en ello Florentino Estalla (Secretario de coordina-
ción del S!) y quizá el resto del S! para que me marchara a
Yugoslavia. y una vez allíparece que se comprometen a darme
un pasaporte como nativo o como refugiado.
He escrito a F—J. Miguell diciéndole que no quiero tener
deudas con quienes mi deber me obliga a combatir. No sé si
habré hecho mal, pero considero que si exigimos a los demás
coherencia debemos ser los primeros en dar ejemplo. Por otra
parte, estoy seguro de que una cosa utilizada hoy por verda-
dera necesidad sería utilizada mañana para desprestigiarme
y ya estoy cansado de tanta confusión.

En una carta que envió Facerías a Germinal Esgleas2 (Secretario


general del SI) y a Federica Montseny el 24 de marzo de 1954 -de la
1 Francisco Javier Miguel Aznares (E/Largo) murió en Toulouse (Francia)
el 29 de diciembre de 1990, alos 82 años de edad.
2 Germinal Esgleas, nacido en Marruecos en 1903, falleció en Toulouse
el 21 de octubre de 1981.
303
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Queremos señalar también que algunos compañeros des-


aprensivos intentan dzfamar nuestra conducta en este proble-
ma, Ilamándonos atracadores, malhechores, lo mismo que
hace el enemigo franquista. Estos últimos para justtficarse
ante el mundo, nuestros compañeros para justificar su inacti-
vidad y cobardía.
Proseguimos y proseguiremos nuestra lucha de cara a
España, ya que consideramos que la inercia es la muerte del
espiritu revolucionario. Haremos que la voz del anarquismo
llegue a todos los rincones de España. lo mismo que la
solidaridad hacia. nuestros hermanos cautivos yperseguidos.

Hemos reproducido lo esencial del informe porque en él se


expone claramente la discrepacia total que existía entonces entre el
MLB-CNT en Francia y El Quico, en momentos particularmente di-
fíciles para él en territorio galo.
Pero Sabaté era hombre de palabra y responsable, y antes de
resolver sus propios asuntos, se preocupó de los compañeros que
habían caído en España. A su informe podemos agregar que para la
ayuda y defensa de sus amigos entregó 300.000 pesetas, casi todo lo
que le quedaba del atraco a <<Cubiertas y Tejados».
De todas maneras, la circular citada y la situación particular de
Sabaté en Francia pusieron punto final al intento de organización de
los <<Grupos Anarcosindicalistas».
El Quico, no solamente aceptaba tener que vivir en España al
margen de la ley, sino que no concebía que pudiera hacerlo de otra
manera, pero encontrar la misma situación en Francia le parecía menos
comprensible. Aconsejado por los abogados se resignó a presentar
recurso contra la sentencia dictada por el tribunal de Céret.
Sabaté, si hubiera querido, podía haber alegado que el depósito de
armas no era de su propiedad, e incluso hubiera podido aportar pruebas
convincentes, pero con responsabilidad militante se limitó a confesar
que el depósito lo había constituido él para incrementar la lucha contra
el régimen franquista.
La causa fue nuevamente juzgada, pues, en su presencia, en el
Tribunal civil de lº Instancia de Céret el 12 de noviembre de 1957.
poder verle la antes posible. Mientras tanto, recibe, amigo Sabaté, el testimonio
de mi afecto.
300
LA MUERTE

llegó a Francia en la primera quincena de julio, Facerías ya había


tomado la firme decisión de pasar a España, cosa que hizo el 17 de
agosto de 1957.

Facerías, con el italiano Goliardo Fiaschi y el español Luis


Agustin Vicente, pensaba cruzar los Pirineos el 15 de agosto, apro-
vechando la festividad de la Asunción. pero las autoridades franquistas
ya estaban al corriente de su presencia en Francia y, probablemente, de
su propósito de pasar a España. El 15 de agosto, pues, el paso fue
imposible, se había reforzado considerablemente la vigilancia en la
frontera y se habían multiplicado las patrullas en la zona de infiltra-
ción que había elegido el grupo. Dos días estuvieron acechando la
<<línea»_ hasta que pudieron cruzarla sin incidente. El grupo llegó con
sorprendente rapidez a Barcelona, pero la alerta ya estaba dada.
El viernes 30 de agosto de 1957 Facerías tenía cita en la confluencia
de las calles del doctor Urrutia y Pi y Molist' con el paseo de Verdún,
casi enfrente de la puerta de entrada del manicomio de San Andrés.
Cuando acudió al lugar ignoraba que sus dos compañeros de viaje ya
habían sido detenidos. Como de costumbre, antes de la hora, Facerías
había visitado todo el sector, en un taxi, para comprobar que todo
estaba tranquilo. Pero la policía había aprendido mucho y modificado
sus métodos. Por experiencia sabía cuán difícil era sorprender en la
calle a hombres del temple de Facerías o Sabaté, y esta vez no había
montado ningún dispositivo visible. Ni un solo coche, ni un agente
disfrazado, ni una camioneta de transporte estacionada, nada, nada en
absoluto...
Sin embargo, todas las casas de los alrededores habían sido
ocupadas y todas las ventanas con vistas al lugar de la cita estaban
erizadas de armas automáticas cuidadosamente disimuladas.
Cuando llegó Facerías crepitaron los fusiles. La primera descarga
lo hirió en un tobillo fracturándole la tibia y el peroné. Malherido sacó
su pistola Walter P.38 -su arma preferida- y con grandes dificultades
y sin distinguir a sus agresores -ni tan siquiera sabía de dónde proce—
dían los disparos- se apoyó con la barriga en un pequeño parapeto que
existía en la esquina del paseo Verdún. El instinto de conservación le
dio fuerzas para impulsarse y dejarse caer como una piedra a un 8012lr
para escapar al fuego de sus disimulados enemigos. Como una masa
305
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

dos por una militante del Movimiento Libertario, Federica Montseny


Mañé, en declaraciones hechas a Agustín Pons y publicadas en el libro
Converses amb Federica Montseny (Ed. Laia, Barcelona 1977). Fede-
rica Montseny fue miembro del Secretariado Intercontinental de la
CNT en el exilio desde julio de 1952 hasta 1960. Por consiguiente, los
<<errores» garrafales que comete, el revoltijo de hechos entre los cuales
transcurrieron algunos años, los comentarios que algunas veces sólo
pueden calificarse de difamación, no pueden atribuirse a despiste. He
aquí las declaraciones sobre el tema que nos ocupa:

-¿Está segura que (Facerías) tenía el pasaporte arreglado


para poder marchar a la América del Sur?
-¡Naturalmente! ¡Nadie puede saberlo mejor que yo! Se
lo habíamos preparado Valerio Mas y yo.
-En la biografía que Téllez ha escrito sobre Facerías1
insinúa que no tenía los papeles preparados.
-Eso lo dice Téllez, pero no es verdad. Los papeles los
tenía. Como también los tenía Sabaté con características más
orgánicas, y porque en su caso fueron el propio comité y
Roque Santamaría (su secretario general) los que le habían
preparado los documentos. <<Bueno -dijo Sabaté- ya los utili-
zaré. Dejadme un plazo de tres o cuatro días», con la idea de
ir a España. Fue él mismo quien pasó a España con Facerías.
Recuerdo una frase terrible que Facerías le dijo a Valerio
Mas: <<Si me voy a Yugoslavia, Tito me hará trabajar.» Y yo
digo: ¿qué es lo que pretende, no trabajar o qué? Esto es
terrible, pero es así.

Las palabras de Federica Montseny, a pesar de su tono categórico,


se parecen a la verdad como un huevo a una castaña. Es cierto que hubo
una <<promesa» -sin realización- de prepararle a Facerías un viaje a
Yugoslavia, pero se remonta a 1952, y cuando murió en España era el
30 de agosto de 1957. Como obras son amores, que no buenas razones,
he aquí este caso brevemente resumido y demostrado. El dia 10 de
octubre de 1952 Facerías nos escribía desde Italia diciéndonos:

1 Antonio Téllez: La guerrilla urbana. Facerías (Ed. Ruedo Ibérico, París,


1974)
302
LA MUERTE

El Quico, como hemos dicho, salió de la cárcel el 12 de mayo de


1958 y fue a parar a Dijon donde se le había asignado residencia
obligatoria. Entró a trabajar en la empresa de calefacción central
<<MAUVAIS & CHEVASSU1».
La cárcel le había afectado muchísimo, pero, ya en libertad,
empezó a revivir. Comprobó que, a pesar de los rumores insidiosamente
propagados, le quedaban muchos amigos fieles. Poco a poco fue
estableciendo contactos: París, Lyon, Clermont-Ferrand, etc... Hizo
caso omiso del confinamiento y viajó de un lado para otro, participó en
reuniones de militantes y defendió, en todo momento, su criterio
respecto a la orientación que debía darse a la lucha en España.
No ha faltado gente que ha tildado a Sabaté de insociable o
exclusivista. Estas apreciaciones procedían siempre de personas que
desconocían al hombre o que obedecían a intereses extraños. Sabaté,
siempre que actuó por su cuenta lo hizo forzado, pues en su vida
tropezó con harta frecuencia con espíritus demagogos y fariseos
agazapados. Encontró mucha gente amante de las frases pulidas y
deseosa sobre todo de prolongar la siesta. Tropezó constantemente con
el <<no queremos lios», voluntad de sometimiento a las autoridades de
la nación que tan generosamente había acogido a los refugiados»,
actitud de renuncia que permitió que se extendiera la insinuación y
hasta que se hicieran cómplices de la calumnia. Sabaté no renunció
nunca.

1 Su patrón, Mauvais, cuando fue entrevistado por los periodistas después


de su muerte, declaró: aHabíamos trabajado juntos en 1951, en la empresa Bur.
Allí nació mi estima por él. Era un excelente operario y un perfecto compañero.
Su esposa y sus hijitas vivían entonces con él en una habitación del uHotel
Sauvage». Hablaba muy poco de sus cosas. Luego fue detenido por la policía
y no volví a verlo hasta junio de 1958, cuando volvió a Dijon. Yo acababa de
instalar una empresa de montaje de calefacción central. Vino a pedirme trabajo
y lo contrató. Pero en seguida cayó enfermo: sufría de úlceras en el estómago
y tuvo que pasar bastante tiempo en el hospital. Luego ya no pudo reanudar
normalmente el trabajo. Hablábamos poco de política. Sin embargo, una vez me
enseñó el recorte de un periódico español donde figuraba su fotografía y me dijo:
“Han puesto precio a mi cabeza. Si los franquistas me agarran cuando vaya
clandestinamente a España estoy seguro de lo que me espera». “Quédate
tranquilo», le contesté. El me miró y me dijo: No puedes comprender. Tú eres
francés, tú no has luchado contra Franco, tú no has tenido dos hermanos
muertos por ellos. Yo sé que moriré luchando, pero los vengaré».
307
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

cual nos envió una copia—, les decía.

Estimados: Después de haber transcurrido largo tiempo


en elpais, con inútiles gestiones para encontrar una posibili-
dad de salida que ofreciera un mínimo de garantía, la ocasión
se me presenta a través de unos compañeros de América del,
Sur...

Así, pues, si es cierto que Facerías comentó lo de <<Tito me hará


trabajar» con Valerio Mas], sólo pudo hacerlo en el mes de febrero de
1956, que es cuando llegó,a Toulouse procedente de Italia y, que duda
cabe, que lo hizo bromeando, pues en su negativa vieja de tres años ya
había explicado claramente las razones que le impedían aceptar favo-
res eventuales del régimen yugoslavo.
Sin embargo, no es menos cierto que, más de cuatro años después
de la primera oferta, volvieron a hablarle del viaje a Yugoslavia, pero
hablarle de ello no significaba nada, como tampoco correspondía a
nada concreto en 1952. El 5 de abril de 1957 Facerías nos escribía:

He viSto a José Ester Borrás2 que ESTÁ HACIENDO


GESTIONES para mien lo referente a Tito…

Por consiguiente, no puede quedar la menor duda de que a


Facerías nadie le había arreglado los papeles para que pudiera salir de
Francia, como tampoco es cierto que los tuviera Sabaté.
Por otra parte, el viaje de Facerías y Sabaté a España que menciona
Federica Montseny fue a finales de 1956 y el resultado ya lo hemos
visto en estas páginas, pues después de reñir los dos hombres el
primero regresó casi inmediatamente a Italia.
Y sobre el viaje que le habían preparado sus amigos de la América
del Sur, todavía tardó en concretarse bastante tiempo. de todas mane-
ras, tampoco se trataba de un pasaporte, sino de la posibilidad de
embarcar como polizón en un carguero, el <<J uan de Garay», en Génova
entre el 14 y el 22 de agosto de 1957 exactamente. Cuando la noticia
1 Valerio Mas Casas, nacido en 1894, falleció en Lissac, Alto Loira
(Francia), en 1973.
2 José Ester, nacido el 26 de octubre de 1913 en Berga (Barcelona),
falleció el 13 de abril de 1980 en Ales, Gard (Francia)
304
LA Mummy

prefiero nº empezar, porque no quiero, como decía Victor


Hugo, pedir a los lobos que se conviertan en herbívoros, es
como predicar en el desierto. Creo que he dado suficientes
pruebas de honestidad. de mi amor a la Organización y a las
ideas, por la causa de la justicia y la libertad, pero los
hombres se han vuelto sordos y mudos, pues… ¡Adelante en
sus trece!
Creo que el 4 de octubre tendré la agradable visita de
varios compañeros. mejor dicho, haremos una pequeña con-
centración de amistades que permitirá intercambiar impre-
stones.

He aquí el fragmento de otra carta de Sabaté fechada el 8 de enero


de 19591:

No creo necesario decirte hoy cual ha sido nuestra acti-


tud orgánica. tanto en el exilio como_en el Interior. ni tampoco
las complicaciones y dificultades que he hallado en mi dificil
resistencia...
Nuestro anhelo es que, con nuestros esfuerzos y con
nuestro ejemplo, busquemos recuperar a muchos hombres y
compañeros que están inactivos. Haremos cuanto podamos
para que en la CNT desvertebrada se reunifiquen las dos
fracciones, para que una vez más sea lo que fue en otros
tiempos. La situación actual y las circunstancias que atra-
vesamos imponen, de la parte de todos, el máximo de buena
voluntad y comprensión...
Quisiera ponerme en relación seguida contigo y con el
compañero Buenacasaº, puesto que me enteré de vuestras
actividades e iniciativas.

1 Carta citada por Gregorio Oliván y García en un artículo publicado en el


periódico UNO (Tribuna libre confederal, al servicio de los amigos dela unidad
dela CNT de España), nº 14 (enero—febrero de 1960) en homenaje a Sabaté.
Gregorio Oliván falleció el 18 de octubre de 1961, a los 55 años de edad, en
Saint-Germain-en-Laye (Sena y Oise). En el exilio publicó Romancero de la
Libertad, Ed. Solidaridad Obrera, París, 1947. _
2 Manuel Buenacasa Torneo nació en Caspe (Zaragoza) el 7 de julio de
1886 y falleció e! 6 de noviembre de 1964 en Bourg las Valence, departamento
309
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

cayó desde una altura de cuatro metros. El golpe fue terrible pero no
perdió el sentido. Pero la policía había previsto esta vez todas las
eventualidades. Apenas tuvo tiempo para empuñar una bomba de
mano, sin duda para hacerse volar con ella, cuando fue nuevamente
blanco de otros disparos. Facerías murió con la mano crispada en la
granada. -
Cuando se aproximaron las fuerzas, armadas hasta los dientes, la
sangre de Facerías empapaba el terreno que hoy día ocupan nuevas
construcciones. El cadáver fue trasladado al Hospital Clínico. Nueve
impactos presentaba el cuerpo de nuestro amigo, varios de ellos
mortales de necesidad. En su cartera encontraron toda su fortuna:
1.000 francos y 500 pesetas. Su tarjeta de identidad llevaba el nombre
de José Rius Soler. En sus bolsillos cinco cargadores de pistola.
En ese importante servicio intervinieron -según el comunicado
publicado por la Jefatura de Policía, como si se tratara de una acción
de guerra- numerosos funcionarios de la plantilla barcelonesa adscritos
a la Brigada social operando a las órdenes directas del jefe superior
Juan Estévez y del comisario Pedro Polo Borreguero, al igual que un
destacamento de la Guardia Civil a las órdenes del general Juan Luque
Arenasl. …
La muerte de Facerías había sido preparada, como tantas otras,
desde Francia. Cuando Sabaté fue detenido el 12 de noviembre de
1957, apenas dos meses y medio después de la muerte de Faceríasº, la
policía francesa, después de preguntarle irónicamente si habían sido
amigos, le dieron sorprendentes detalles. Le explicaron quién, cómo y
cuándo pasó a España e incluso el lugar preciso por dónde el grupo
cruzó los Pirineos: por Lamanére (Pirineos Orientales).

1 Considerado como un especialista en la represión social, fue nombrado


secretario general de Seguridad en septiembre de 1951, en sustitución del
teniente coronel Alfonso Romero de Arcos, que desempeñaba el cargo desde
septiembre de 1949.
2 Facerías nació en Barcelona el 6 de enero de 1920. Durante la guerra
civil luchó en la Columna Ascaso (28 división). En las últimas batallas de
Cataluña fue hecho prisionero. Liberado a finales de 1945, se incorporó a la
lucha clandestina y ocupó cargos de responsabilidad, entre otros la Secretaría
de Defensa del Comité regional de Cataluña.
306
LA MUERTE

Como te digo, mi situación en Francia no es muy brillan-


te, mi salud tampoco.
En el mes de mayo de 1957, al regresar de España,
continué mis actividades para ayudaros desde aqui; cai en-
fermo, tuve que operarme, después de la operación regularicé
mi situación en Francia para lo cual tuve que presentarme a
las autoridades y tuve que hacer seis meses de cárcel, aunque
me habían condenado a un año por haberse descubierto un
depósito de armas, municiones y explosivos en la frontera,
material que iba destinado a la Resistencia española. Gracias
aún que me rebajaron seis meses. Al salir de la cárcel me
pusieron en residencia vigilada y me puse a trabajar como
siempre hice para ganarme la vida y la de mis hijos sin
abandonar mis iniciativas y actividades de cara a España.
Por desgracia, la suerte, mejor dicho la salud, me aban-
donaba y tuve que ingresar en el hospital para curarme y
estuve internado un mes y medio. Salí del hospital creyendo
estar curado, pero me engañé. Gracias a la ayuda de unos
pocos compañeros, pude llegar a cuidarme un poco y ayudar
a mi familia. Pero de nada servía la voluntad de los compa-
ñeros, la enfermedad seguía su curso: una úlcera en el está-
mago.
Hace un mes tuve que ingresar al hospital de urgencia
para operarme de una perforación estomacal. Hoy, después
de transcurrido casi un mes, voy mejor y poco a poco recobro
las fuerzas. Hace una semana que he salido del hospital.
dispuesto a dar lo que me quede de vida para continuar la
lucha por la justicia y la libertad.
No creas amigo Belles que alguna vez olvidé a los que
entre rejas estábais, te lo probaré a ti y a todos, mi vida no
contaba, sólo me preocupaba la vuestra.
Desearía que me ayudaras en la medida de tus posibili—
dades para que me informaros de cuanto te pida.
Primero desearía saber en quefecha pasaste por Toulouse.
si estuviste en el Comité nacional. con quién hablaste y lo que
te preguntaron, si te ayudaron y si te recibieron bien. ¿Te
hablaron de mi? Contéstame con datos precisos.
Dime si en la Cárcel Modelo recibíais ayuda, si no todos
311
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Precisamente, por no ser un exclusivista, ya renegado por los


comités, cual nuevo judío errante iba en peregrinación de compañero
en compañero, siempre esperanzado en que alguien tuviera proyectos
o actividades antifranquistas en los cuales él pudiera participar. Sabaté
preguntaba incansablemente:
-¿Tenéis algo preparado de cara a España? ¿Puedo ayudaros?
El sueño dorado de Sabaté era precisamente dejar de ser un?
francotirador, poder participar en una actividad común que tendiera a
derrocar al franquismo. La despedida de Sabaté era siempre la misma:
<<P0déis contar conmigo».
Pero Sabaté encontraba las más de las veces discursos aburridos
en vez de proyectos meditados. Palabras de prudencia que él no
comprendía. No podía concebir que tanta gente pensara en vivir
<<prudentemente», bostezando, cuando al otro lado de los Pirineos
agonizaba un pueblo.
El Quico, por supuesto, también encontró compañeros que, como
él, vivían con un deseo análogo y con el mismo descorazonamiento
derivado de la impotencia al ver la orientación que tan firmemente
había tomado la Organización libertaria en su conjunto.
He aquí algunos párrafos de una carta de_Sabaté escrita en Dijon
con fecha 21 de septiembre de 1958 y dirigida a su amigo José Dueso
y Montaner1:

Hace unos días que he salido del hospital. después de


haberme pasado en él cerca de dos meses. Voy mejor, pero de
momento sigo un tratamiento.
Si el compañero G… que quería verme, ahora ha cambia-
do de parecer, pues está bien, para mi tan amigo como antes.
Pero si que desearía saber el porqué de su cambio de actitud.
¿Cuál es el motivo? Tal vez se ha enterado de que estoy sin un
cuarto, o que mi situación es precaria, o que estoy vigilado
constantemente, a que alguien ha dicho a dejado de decir… En
fin, a mi siempre me encontrarán el mismo, no cambio de piel
pues no soy ningún reptil.
Respecto a la Organización tengo tanto que decir que

1 José Dueso, nacido en Monzón (Huesca) el 28 de noviembre de 1917,


falleció en el hospital de Gonesse (Val d'0ise) el 29 de octubre de 1965.
308
LA MUERTE

Pero El Quico, además de pertrechos bélicos, también preparaba


textos de propaganda que pensaba utilizar en España, que él primero
pergeñaba y que luego mandaba pulir a unos y otros, siempre en busca
de colaboradores, de nuevas voluntades.
Este trabajo paciente, pero constante, queda bastante bien refle-
jado en una carta que Sabaté envió a Francisco Plo Sanmiguel a quien
había acudido en busca de ayuda, pero también con el afán de com-
prometer a la gente en la lucha contra el franquismo. La carta está
escrita en Dijon con fecha de 14 de febrero de 1959. He aquí algunos
extractos de la misma:

Es una verdadera lástima que la ocasión de conocernos


no se haya presentado antes, porque creo que nos entendería-
mos y nos ayudaríamos mutuamente. Tal vez para ti no tenga
mucha importancia la relación que podamos tener, pero yo te
aseguro que sería de gran utilidad y al mismo tiempo motivo
de satisfacción, pues nos unirían actividades en pro de una
causa que todos los españoles debemos sentir: la libertad y el
progreso del pueblo español.
Como habrás podido comprobar, soy muy poco ducha en
la escritura. Puedo decirte que me resulta difícil escribir una
carta bien redactada y sin faltas de ortografía.
Seguramente me dirás que por que no he aprendido, a
aprendo… pues, amigo mio, he hecho todo cuanto me ha sido
posible para aprender, pero no he podido adaptarme a las
letras. En cambio, puedo afirmarte que en trabajos manuales,
en mecánica y en diferentes oficios, creo que el nivel de mi
categoría es elevado.
En cuanto a lo que nos atañe a todos los españoles
antifranquistas, yo soy uno más, de los que siempre estuvo,
está, y estará dispuesto a aportar su grano de arena y sus
esfuerzos contra los individuos que hoy imponen un régimen
de violencia al Pueblo español y contra toda injusticia. El
hombre está hecho para vivir en una sociedad donde impere el
respeto humano mutuo (…)
Te mando unas cosas para que las amplies lo mejor que
puedas. No se trata de ningún manifiesto público, es más bien
el proyecto de una carta circular para ser dirigida, casi
313
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Otra carta enviada el 21 de enero de 1959 al compañero José L.


que vivia en el departamento de Var:

Dos líneas para que veas que cumplo mi palabra, te dije


que te escribiría y así lo hago. Poco puedo decirte de nuevo,
solamente te repito lo que ya te dije: de no decir a nadie que
me habías visto; tú sabes como soy y como pienso. '
Tú sabes muy bien que sólo la muerte podrá hacerme
cambiar. Mientras me encuentre en vida yo debo luchar,
porque nacípara pelear y la batalla, para mi, es un juego y
luchará contra la tiranía y las injusticias.
Hoy tenemos un problema en España que atañe a todos
los españoles de conciencia, es un deber moral y una res-
ponsabilidad con los que están en las cárceles y presidios y
con todos aquellos que cayeron, que murieron con la convicción
de que otros estaban tras ellos y que continuarían la lucha.
Pues… ¡Adelante, como los de Alicante!

Los fragmentos que reproducimos a continuación son de una carta


de Sabaté dirigida .a Juan Belles Estruch, de_Esparraguera, que fue
detenido el 8 de enero de 1957, brutalmente apaleado ,y que finalmente,
al salir en libertad provisional, tomó el camino de la frontera con su
familia. En la fecha de la carta residía en Clermont-Ferrand:

No olvides que después de trece años de lucha contra el


franquismo no he dejado pasar una hora sin pensar y actuar
para liberar al pueblo español de la feroz fiera que lo está
aniquilando, moral yfísicamente. Por desgracia, a mí no han
podido suprimirme las balas asesinas de la policía, que tantas
vidas generosas han destruido, pero mis fuerzas físicas me
están abandonando, mi salud ya no responde a mis deseos,
pero aún así no dejaré un minuto de mi vida sin aportar a la
lucha mi esfuerzo, por pequeño que sea.

del Dróme (Francia). Autorde <<EI movimiento obrero español (1886-1926), que
se publicó en la Ed. Costa de Barcelona en 1928, y se reeditó en París, después
de su muerte, Ed. Familia y amigos del autor, 1966. Fue en el exilio uno de los
más tenaces defensores de la unidad en el Movimiento Libertario.
310
LA MUERTE

a máquina, en francés y en español, para entregarlos a un


abogado. Si salgo de ésta continuaremos nuestro trabajo, con
el cual estoy identificado]. No olvides lo que voy a decirte:
Sobre todo no digas a nadie, a nadie, mi crítica situación.

Cuando se decidió la operación, Sabaté se encontraba entre la


vida y la muerte. El 31 de octubre tuvo que ser trasladado urgentemen—
te al hospital. Estaba tan débil que, a pesar de la urgencia, los médicos
tuvieron que retrasar la intervención tres días para hacerle recuperar
algunas fuerzas.
El Quico quiso que sus amigos de Dijon le prometieran que
mientras estuviera inconsciente, no lo dejarían ni un solo instante.
Pero por razones de trabajo no podían comprometerse a tal cosa y
entonces decidieron telefonear a su compañera Leonor, que se en-
contraba en Toulouse, pensando que nadie mejor que ella podría
permanecer al lado de Sabaté el tiempo que fuera necesario. Leonor
dijo que se trasladaría a Dijon, donde llegó-el día 2 de noviembre.
En el hospital le explicó a Sabaté que para poder hacer el viaje, en
la calle Belfort de Toulouse (sede del Movimiento Libertario) le
habían tenido que dar 50.000 francos. Su reacción fue de lo más mala.
Incorporándose vivamente sacó de debajo de la almohada 60.000
francos que el mismo día le había entregado su patrón en concepto de
trabajos efectuados. Se los dio a Leonor: <<¡Toma! En cuanto regreses
a Toulouse se los devuelves. ¡No quiero nada de ellos!».
Al día siguiente Sabaté pasó al quirófano, la operación fue un
éxito y Leonor, tal como habían convenido, pasó 24 horas sin moverse
de la cabecera del enfermo. Sus amigos pasaron con él todo el tiempo
que tuvieron disponible.
A los quince días el hospital les advirtió que iban a darle de alta
y que, como no tenía familia declarada en Dijon, lo enviarían a pasar
la convalecencia a un asilo de ancianos.
Diego Pérez Lecha2 y María Aranda Comín, sus amigos, para
evitarle un nuevo disgusto, lo aceptaron en su casa. A los dos o tres

1 Precisamente la redacción de un libro sobre la lucha del Movimiento


Libertario contra el franquismo. _
2 Diego Pérez nació en Ariño (Teruel) el 17 de mayo de 1910, y tallecuó
en Maureillas (Pirineos Orientales), Francia,donde se había instalado en 1979,
el 27 de marzo de 1982.
315
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

algunos de vosotros para quefuera repartida como compañe—


ros. Asilo esperaba yo. Quiero saber si toda la ayuda que yo
mandaba llegaba a vuestras manos.
Te mando unos giros (los resguardos) para probarte que
lo que digo es verdad; podría mandarte muchos más pero creo
que creerás en mi palabra.

A los pocos días Sabaté recibía respuesta de Juan Belles expli-


cándole todos los pormenores de la detención y le puntualizaba lo
siguiente sobre la ayuda recibida en la cárcel:

La primera vez cuatro compañeros y una mujer recibie-


ron 2.000 pesetas, luego llegaron otras 2.000 y nada más.
José Padilla Boloix1 me dijo que llegaron 50.000 pesetas,
pero el responsable hacia la distribución de malaforma. Creo
que las pesetas enviadas fueron muy mal repartidas.
El día 15 de mayo pasé por Toulouse y hablé con Federi-
ca Montseny, Florentino Estallo y José Borrás, solo pude
estar dos días y no tuve tiempo para nada. Como les dije que
había caído con el grupo de los 46 se ve que no les interesaba
preguntar mucho, ya que todos los quelhemos actuado contigo
estamos desautorizados. Me dijeron que eres¡un buen chico y
muy arrojado, pero que varias cosas tuyas no les gustaban.
Me recibieron bien. Me dieron 10.000 francos. Aquí en
Clermont dos veces me quisieron dar dinero pero no acepté.
Estoy en la Local, pero ésta está muy injluida.por Toulouse y
hay varios que discrepan y tengo muchas polémicas en favor
tuyo.

A falta, en fin, de apoyo orgánico. Sabaté fue preparando una


nueva etapa de actuación en España con los escasos medios que logró
reunir entre algunos compañeros. El mismo construyó originales
aparatos ofensivos e imaginó otros, más complicados, que realizó con
la colaboración de varios amigos. En la campiña cercana a Dijon
experimentaba sus artefactos, con resultados más o menos satisfactorios
y que la mal suerte le impidió poner a prueba contra las fuerzas
represivas españolas.
1 José Padilla falleció en Terrassa en 1980 a los 71 años de edad.
312
LA MUERTE

He aquí una carta de Sabaté del 26 de noviembre de 1958, fechada


en Dijon, en la cual expone su propósito y da noticias de su salud:

Cuando te escribo estas líneas ya me encuentrofuera del


hospital y en casa de nuestros amigos Diego y María, de
compañía muy grata, lo cual, moralmente, influye mucho en
mipara poder restablecerme e ir recuperando la salud. Espe-
ro pasar unas semanas junto con ellos, es decir, lo necesario
para recobrarfuerzas, pues tengo la intención de pedir un mes
de permiso a la Prefectura para ir a pasarlo al lado de mi
familia en Toulouse (...)
No te he escrito más pronto por la siguiente razón:
cuando ya me creía libre de toda complicación a raíz de la
operación -los ocho primeros días los pasé lo que se puede
decir normalmente, salvo las molestias que ocasiona una
operación en el estómago, sobre todo dado el estadofísico en
que me encontraba— las cosas cambiaron. Estos seis o siete
días últimos los pasé bastante mal y molesto debido a que se
me infectaron unos puntos de la herida y se formó un abscés
(absceso, en catalán) y tuvieron que abrirme una parte de la
herida para que saliera el pus. Todo ello me diofiebre durante
unos días.
— Ya me encuentro casi bien de esta pequeña complicación,
aunque cansado—y sinfuerzas, que poco apoco voy recobrando.
El médico dijo que dicha infección no era nada grave. El
sábado, debido a los muchos enfermos que ingresaron en el
hospital, unos para operarse, otros con enfermedades o heri-
das de accidentes, a los que estábamos más o menos convale-
cientes nos querían mandar a una casa de reposo para seguir
tratamiento hasta el restablecimiento completo.
Yo pedí al médico que me mandara a mi casa, es decir la
casa de nuestros amigos Diego y María, cosa que aceptó con
reticencias debido a mi herida todavía sin cicatrizar. Es
María la que me cura y sólo voy de visita al hospital cada tres
días.
Te diré que desde que estoy en casa de los amigos he
mejorado un cien por ciento y espero que dentro de unas
semanas estaré completamente bien.
317
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

personalmente, a grupos de españoles para darles una orien-


tación de principio y para que conozcan la finalidad de un
Movimiento que debe coordinar los esfuerzos de todos los
hombres que estén dispuestos a luchar contra el régimen
franquista.
En principio es necesario hacer un preámbulo donde se
diga lo que ha sido y lo que es el régimen franquista y donde
se mencione lo poco que se ha hecho… estérilmente...
Te mando estos borradores con algunos apuntes y saca
en claro lo que puedas. Si te es posible házmelo rápidamente
y mándamelo el viernes o el sábado de esta semana.
Vas a decir ¡Qué tío más exigente! No, no lo soy para los
demás, pero sípara mi, Créeme, si pudiera correr más... ¡Más
correría,

Desde que estuvo en la cárcel de Montpellier Sabaté arrastraba la


enfermedad. En el otoño de 1958 su estado se había agravado. Una
úlcera gástrica motivó su ingreso urgente en el Hospital Regional de
Dijon, donde fue operado el día 3 de noviembre.
El Quico aceptó la intervención quirúrgica cuando verdadera-
mente no existía otro remedio. Tres veces había acudido al hospital
para ello y otras tantas, en el último momento, decidía marcharse con
la vana esperanza de que una terapeútica farmacológica lograría
curarlo. Francisco temía la operación, sobre todo por la anestesia. Le
resultaba insoportable pensar que iba a quedar inconsciente en manos
de personas que dispondrían de su cuerpo y de su vida sin que él tuviera
la más mínima posibilidad de reacción. Esta idea le era intolerable. Por
otra parte, sin que fuera una obsesión, no descartaba la posibilidad de
que los agentes franquistas intentaran asesinarlo, y que su inmovili-
zación subsiguiente a la operación les diera la mejor oportunidad.
En una carta de Dijon fechada el 28 de octubre nos decía:

Como recordarás, me encontraba mal cuandofui a verte.


Creo que tengo una perforación en el estómago y me han de
operar. No obstante, mi último trabajo y mis últimas líneas
quiero que sean para ayudar a mis queridos amigos.
Te mando esas hojas para que me las pongas en limpio y
314
LA MUERTE

documentación y justificantes de mis actividades, que siempre fueron


en favor de los compañeros presos, de sus familias y de propaganda
contra la tiranía que sufre España.
A Juan Perelló le explicó toda su amargura, incluso su desespera-
ción de verse tan incomprendido:
-Con mi actividad -decía Sabaté- sólo cosechó disgustos, odios,
infamias. Los que me atacan son precisamente los que me deben apoyo
y no lo hacen para poder mantenerse en sus cargos y ante el temor de
tener que vivir un día con el fruto de su trabajo. Tú y yo nos conocemos
desde nuestra más tierna infancia y sabes cómo soy, que no puedo
propagar las ideas que defiendo sin dar el ejemplo. No puedo quedarme
indiferente ante un pueblo traicionado y condenado al sufrimiento
moral y físico. No puedo soportar la pasividad del exilio, con sus
comicios que no aportan la menor solución al problema que nos
concierne en tanto que hombres y que idealistas. Considero que la
liberación de la tierra que nos vio nacer debe conseguirse mediante la
acción y no con discursos y papeleo. Es una falsedad denominarse
idealista si no se es revolucionario por la acción y si se vive del
esfuerzo de los demás. La pasividad y el freno que se observa en los
equipos de turnol, más que enigmática es sospechosa. Cabe suponer
que los que siempre vivieron de las cotizaciones, prefieren que el
exilio se prolongue para seguir viviendo de la Organización.

Es fácil imaginar que palabras como éstas reforzaban ciertas


inquinas que, como veremos, no se extinguieron ni con la muerte de
Sabaté.
Concluyó el comicio y en definitiva... ¿qué? Sus acuerdos fueron
algo así como el parto de los montesº. <<Otro año perdido», decía Sa—

1 Lo de <<equipos de turno» se explica por el hecho de que, entre 1945 y


1972, o sea durante 28 años de actuación, sólo SEIS hombres se sucedieron
en el cargo de secretario general del MLE, algunos con paso efímero, como
Manuel Luis Blanco en 1949 (fallecido en Dijón el 17 de noviembre de 1971 a
la edad de 553ños). Uno sólo, en cuatro veces, ocupó el cargo durante 17 años,
récord difícil de superar. Otro estuvo cuatro años consecutivos, un tercero, tres
años en dos veces.
2 La unidad del MLE se cimentó en el I Congreso Intercontinental de la
CNT de España en el exilio celebrado en Limoges en agosto de 1960. El 19 de
319
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

días la herida empezó a supurar, pero Sabaté no quería ni tan siquiera


oír hablar de volver al hospital. Fue la compañera de su amigo, María
Aranda Comín1 quien lo cuidó abnegadamente. La sólida constitución
de Sabaté hizo que recuperara rápidamente la salud. En diez días
aumentó cuatro kilos, de los muchos que había perdido, y con ellos
llegó el buen humor y el optimismo.
A mediados de diciembre Sabaté comunicó a sus amigos Diego y
María, que tanto cariño le habían demostrado, que ya se sentía con
fuerzas suficientes para valerse solo y que ya había permanecido
bastante tiempo inactivo. Quería ocuparse de nuevo, sin perder un
— instante, de las cosas de España y para ello necesitaba una independen-
cia total para no comprometer a nadie en sus actividades. Regresó,
pues, a una pequeña habitación amueblada, en el nº 2 de la calle
Fontaine-Sainte-Anne, que había alquilado a la señora Petit2 en oc-
tubre de 1958, y comenzó de nuevo sus viajes a París y otras ciudades
de Francia.
Por estas fechas recibió una carta de Angel Marqués Urdí, que
purgaba 30 años en las cárceles españolas, que le causó un gran
disgusto. Ya dijimos que la represión en Cataluña, después del atraco
a <<Cubiertas y Tejados» fue una consecuencia directa de la detención
de Angel. Sin embargo, Sabaté se había ocupado de su defensa e
incluso le había enviado repetidas veces sumas de dinero a la cárcel.
En la carta Angel le decía que mientras se pudría en presidio él vivía
alegremente en Francia. Ante acusación tan injusta, Sabaté se limitó a
fruncir el ceño y a declarar a sus amigos; <<¿Veis como no puedo
abandonar?»
Poco tiempo después había constituido un grupo para regresar a
España. Antes de emprender el camino de la frontera, Sabaté deseaba
pasar unos días tranquilo con sus hijas que estaban en Toulouse, y para
ello, el 24 de diciembre de 1958 dirigió una demanda al ministro del
Interior, por medio del Prefecto del departamento de Cóte—d'0r,
adjuntando un certificado médico que atestiguaba su necesidad de
pasar unos días de convalecencia con su familia.

1 María Aranda nació en Ariño (Teruel) el 14defebrero de 191 2. En febrero


de 1992 vivía en Maureillas (Pirineos Orientales).
2 Cuando partió a España en su último viaje, sobre la mesita de noche de
su habitación dejó el libro << La mano de Stalin sobre España», de W. G. Krivitsky.
316
LA MUERTE

—¿Desde cuándo América se encuentra al lado de España?— contes-


taba Sabaté.
Así, pues, dio por terminado el compás de espera. Estaba per-
trechado y contaba con amigos entusiastas que compartían su criterio
y que estaban dispuestos a acompañarlo, Dejaba a otros grupos pre-
parados en Francia dispuestos a acudir a su llamada en cuanto hubiera
establecido las primeras bases.
No obstante, Sabaté, a pesar de su habitual prudencia, desestimó
-como le ocurrió a Facerías- la importancia y eficacia de los servicios
de Información franquistas y las relaciones interpolicíacas a través de
las fronteras. Cabe señalar que entonces se encontraba en Francia el ex
jefe de la Brigada de Servicios Especiales, Pedro Polo Borreguero, en
calidad de adjunto en la Embajada de España en París y sus relaciones
con los medios policiales franceses eran de lo más íntimas pues se
habían sólidamente reforzado durante la segunda guerra mundial.
Se le advirtió de este peligro, pero, en verdad... ¿Qué podía hacer
El Quico? En sus viajes y entrevistas tomaba las precauciones de rigor;
incluso, cuando regresaba a Dijon. siempre le esperaba en la estación
una persona con un billete de andén para que no se pudiera probar que
había salido de la ciudad. No era suficiente. Con la medida de confi-
namiento que pesaba sobre él. los agentes franquistas podían encon-
trar, directamente o por persona interpuesta, todas las condiciones
inmejorables para conocer sus pasos -que verosímilmente eran tole-
rados- y prepararle en el momento oportuno un recibimiento adecuado
en la frontera. Sabaté activaba sus preparativos de viaje, pero es
indudable que le daban <<todas las facilidades» para que pudiera
hacerlo. Ya no se trataba de juzgar a Sabaté, lo que se quería era su
eliminación definitiva.

El 17 de diciembre de 1959, Sabaté, camino de España nos


llamaba por teléfono a París: <<Un fuerte abrazo a todos. Gracias y
hasta la próxima, si nos volvemos a ver..»
A finales de diciembre un compañero de Dijon recibía una carta
de Narbona, de escritura y firma desconocida, donde se decía que,
debido al mal tiempo, Sabaté suspendía su viaje a España hasta la
primavera. Esta carta ha sido siempre un enigma. Quizá fue una
argucia del propio Sabaté para despistar a los que le seguían los pasos
y de lo cual era consciente...
321
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

La ilusión de pasar un mes con su familia quedó desvanecida


poco después al serle comunicada - el 13 de enero de 1959 por la
Prefectura del departamento de la Cóte-d'0r - la decisión ministerial
que decía:

Tengo el honor de comunicarle que considero totalmente:


inoportuno el retorno de ese extranjero al departamento del
Alto Garona, y con mayor motivo porque el acceso de este
departamento le está vedado por la ordenanza de prohibición
de residencia dictada contra él el 8 de abril de 1958, en
ejecución delfallo del Tribunal de Apelación de Montpellier
del 18-12-1957 que lo condenó a 6 meses de cárcel y a 5 años
de prohibición de residencia.
Sirvanse avisar al interesado de esta decisión…

La policía no lo perdía de vista ni un momento, ni quería perderlo,


pero Sabaté aplicaba lo de <<a mal tiempo buena cara» y seguía
ocupándose activamente de su proyecto de regresar a España.
Su trabajo como montador de calefacción, que desempeñaba en
Dijon -sus viajes los hacía durante los días de descanso- hubiera
podido disimular su actividad clandestina de no haberse llamado
Sabaté, pero era él y nadie ignoraba de lo que era capaz...
Todos sus amigos le aconsejaron que no tomara ninguna decisión
antes de que se celebrara el X Pleno Intercontinental de Núcleos del
MLB-CNT anunciado para el mes de agosto de 1959 en Toulouse.
Anulado éste por disposición prefectoral, se celebró en Vierzon (Cher)
entre los días 9 y 13 de septiembre.
Sabaté, con la esperanza de ver surgir en el Pleno una nueva
orientación, asistió asiduamente a las reuniones preliminares locales,
fue delegado al Pleno regional y compartió con muchos compañeros la
ilusión de que la unidad confederal -de la que era fervoroso partidario-
se lograra en el comicio esperado.
Fue a Vierzon como espectador. Siguió con atención los debates,
habló con unos, discutió con otros, se enfadó con algunos, pero todos
-con argumentos más o menos idénticos- le daban la misma respuesta:
<<Espera... espera..»
Allí encontró a su amigo Juan Perelló, de Gavá, a quien le dijo:
-Estoy aquí por si llega el momento de aclarar cosas, con toda la
318
LA MUERTE

_ A través de las múltiples informaciones, declaraciones y testimo-


mos que hemos reumdo, reconstrturremos con todos los detalles posibles
las peripecias del grupo hasta su exterminación.
A través del puesto de Lledó se supo que el 30 de diciembre, a las
cuatro y media de la tarde, cinco individuos vestidos con monos,
pasamontañas y botas montañeras habían sido vistos en las márgenes
del río Manol, aparentemente sin armas.
Dos horas más tarde dos hombres con monos azules se presentaron
a los colonos de una masada, diciendo que eran contrabandistas, para
comprar comida. Poco después fueron vistos con otros tres hombres,
a campo traviesa, en dirección al río Muga, como si se dirigieran a la
frontera francesa.
Estas informaciones fueron recibidas por el jefe de la Línea de
Sant Llorenc de la Muga y se cursaron las órdenes pertinentes para
reforzar la vigilancia.
El día 31, una pareja a caballo, el teniente jefe de la Línea de
Besalú acompañado de un guardia, hizo averiguaciones entre los
campesinos de Maia de Montcal, sin éxito y se apostó en una montaña
que dominaba todo el valle. Desde allí los guardias observaron que en
la masada denominada <<Casot de Falgás», a un kilómetro al sudeste de
Falgás, cerca de Besalú, humeaba la chimenea y los guardias sabían
que la casa de campo estaba deshabitada. A las ocho y media de la
mañana hicieron un reconocimiento. Uno de los guardias, cuando se
aproximaba al <<Casot», fue recibido con una ráfaga de metralleta. Se
dejó caer del caballo haciéndose el muerto y pudo ver como cinco
hombres huían y se internaban en el monte. No cabía duda, era el grupo
de Sabaté. El terreno en aquella zona era intrincado y cubierto y los
fugitivos lograron hacer perder su pista.
Los guardias, desde Maia avisaron por teléfono a Besalú. Se
reunió toda la fuerza disponible para enviarla al lugar del incidente. La
Comandancia de Figueres ordenó también la inmediata salida de
refuerzos. La información fue transmitida al coronel del Tercio y a
todas las comandancias limítrofes.
El grupo perseguido extremó sin duda las precauciones para no
ser localizado y durante tres días lo consiguió, pero es muy posible que
El Quico no imaginara la amplitud del dispositivo que se había montado
para impedir a toda costa que llegara a Barcelona.
Cuando las primeras fuerzas llegaron a Falgás, al mando del
323
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

baté, y con tenacidad reanudó sus contactos acá y acuyá, oyendo por
todas partes el sempiterno eco: <<Espera...espera...»
Pero lo terrible del caso es que esta vez, aunque hubiese querido,
Sabaté no podía esperar. De nuevo había salido a flote el caso de Peage
de Roussillon, y tras haber obtenido dos autos de sobreseimiento, se le
quería inculpar por tercera vez. Los repetidos recursos presentados por
sus abogados fueron rechazados. El último de ellos, presentado en
marzo de 1959, desestimado por la Fiscalía de Lyon el 5 de noviembre
de 1959, lo colocaba en una situación delicada: Tenía que comparecer
de nuevo ante los tribunales y así se lo notificaron:

El Fiscal del Tribunal de Apelación de LYON.

Según el artículo 617 del Código de Procedimiento Pe—


nal, se informa mediante esta carta certificada a SABATE
LLOPART Francisco, acusado de tentativa de robo con
agravantes y homicidio voluntario, domiciliado en Dijon (Cóte-
d'Or), 2 rue de la Fontaine—Sainte-Anne, en casa del Sr. Petit,
que la Sala de lo Criminal del Tribunal de Casación, en fallo
del5 de noviembre de 1959, rechazó elrecurso extraordinario
presentado contra elfallo defecha 20 defebrero de 1959 del
Tribunal de Apelación de LYON, Sala de Acusación.
La Fiscalia del Tribunal de Apelación.
LYON, 7 de diciembre de 1959.
EL FISCAL.

Sabaté estaba verdaderamente harto de tribunales y togas, de


encarcelamientos y de residencias vigiladas y no tenía la menor
intención de dejarse encerrar de nuevo. Algunas personas le aconseja-
ron que embarcara hacia América.

noviembre del mismo año se divulgó un manifiesto de unificación firmado por


Ginés Alonso, en nombre del Subcomité nacional y Roque Santamaría Corti-
guera, en nombre del Secretariado Intercontinental (véase el nº 43 de <<CNT»
de México, diciembre 1960). También en noviembre de 1960 se celebró en
París, en el Teatro Alhambra, un mitin para sellar la reagrupación conlederal,
acto que presidió el veterano Cipriano Mera Sanz. La unidad confederal fue
ratificada normalmente en el II Congreso Intercontinental celebrado en Limoges
en agosto-septiembre de 1961.
320
LA Muum

zando hacia los primeros matorrales. Los guardias civiles estaban


agazapados a pocos metros. Inmóvil, casi sin respirar, oyó que alguien
se dirigía hacia el, también arrastrándose y diciendo:
-No tiréis, que soy el teniente... No tiréis, que soy el teniente…
Efectivamente, era el teniente de la Guardia Civil Francisco de
Fuentes, quien, sin saberlo, se dio de narices con El Quico. Este a
bocajarro, le descerrajó un tiro matándolo en el acto. Los demás
guardias no podían saber de que arma procedía el disparo. Entonces
Sabaté tuvo una inspiración inmediata. Avanzó en la dirección de
donde había venido el guardia repitiendo las palabras que había oído:
-No tiréis, que soy el teniente... No tiréis que soy el teniente...
Con esta astucia logró franquear los tres cordones de guardias que
al mando del teniente coronel jefe de la 131 Comandancia, Rodrigo
GayetGirbal, cercaban la casa de campo.
El día 4, cuando las primeras luces del alba restablecían los
contornos del paisaje, los sitiadores encontraron el cadáver del oficial
y los tres pertenecientes al grupo perseguido. Pero faltaban en la
cuenta otros dos. Después de algunos disparos contra el caserío para
ver si todavía existía reacción y al comprobar que no recibían respuesta
se envió a una pareja para que diera el asalto protegida por el fuego
nutrido de sus colegas. La pareja penetró sin dificultad en la casa. El
matrimonio, aterrorizado, se había acurrucado en una habitación. Los
guardias comenzaron a visitar todas las dependencias. En el fondo de
la casa había un horno de piedra. Los uniformados, que no estaban
dispuestos a correr más riesgos, arrojaron dentro un par de bombas
lacrimógenas. A los pocos minutos salía de la negrura del horno una
sombra ciega y medio asfixiada. Una ráfaga mortal acogió la aparición
de Martín Ruiz. El cuarto del grupo caía lleno de plomo. Pero, por más
que registraron, no pudieron dar con el quinto. Tuvieron que rendirse
a la evidencia: ¡Sabaté se había escapado! El Quico se había deslizado
entre las mallas de más de cien hombres armados hasta los dientes.
Cuando se comunicó a la superioridad el resultado de la operación.
se dio inmediatamente la orden de perseguir, sin perder un segundo, al
fugitivo.
Un detalle digno de señalar fue la llegada precipitada del ex
polizonte Quintela, ex comisario principal y ex jefe de la brigada
Político social de Barcelona, a la sazón jubilado y retirado en Galicia.
Cuando Eduardo Quintela se enteró de que su viejo enemigo se
327
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

El 5 de enero de 1960 las ondas transmitían la muerte del Quico


y de los cuatro compañeros que iban con él.
El grupo cruzó la frontera el 28 o 29 de diciembre al anochecer.
Sabemos que Sabaté fue acompañado en coche hasta Amélie-les-
Bains, y desde allí, por una carreterita se dirigió a Montalbá-dºAmélie
donde, en el monte, lo esperaban sus cuatro amigos. Tomaba un
camino inusitado que le obligaba a una larga caminata por el monte
antes incluso de haber llegado a la frontera. Esta opción permite
suponer que Sabaté intuía perfectamente el peligro que lo acechaba en
la vertiente española, o que, por lo menos, adoptaba todas las pre—
cauciones susceptibles de despistar a los que pudieran prepararle
amargas sorpresas.
Los hombres del grupo eran: Antonio Miracle Guitart de 291 años,
Rogelio Madrigal Torres, de 27 añosº, Francisco Conesa Alcaraz, de
39 años3 y Martín Ruiz Montoya, de 20 años4.
La Guardia Civil, con tiempo suficiente, había preparado en la
zona fronteriza un recibimiento digno de Sabaté: apostaderos y vigi-
lancia en todos los montes, cruces de carreteras y caminos, entradas de
los pueblos. Todas las casas de campo eran objeto de especial obser—
vación. Por grupos de dos o tres la Benemérit'a estaba en alerta per—
manente.
Tropas de refuerzo, listas para cualquier contingencia, estaban
acantonadas en Besalú, Beuda, Albanyá. Otras patrullas recorrían
incesantemente toda la zona de eventual infiltración. Los masoveros,
carboneros, leñadores, etc... habían sido advertidos de-que estaban
obligados a señalar inmediatamente la presencia de cualquier persona
desconocida.
1 Miracle nació el 20 de noviembre de 1930 en Bratín (Tarragona).
Detenido en Barcelona cuando cayó la imprenta de <<Soli» el 9 de marzo de
1955, salió en libertad provisional y pasó a Francia en noviembre de 1957. En
1958 fue secretario de Propaganda de las JJ.LL. en Lyon y en 1959 secretario
de las JJ.LL. de CIermont-Ferrand, donde trabajaba de peón de albañil.
2 Madrigal nació el 5 de noviembre de 1933 en l'Hospitalet de Llobregat
(Barcelona). Residía en Dijón, donde trabajaba de albañil. Pasó a Francia en
1956, después de desertar del ejército español en la Seu d'Urgell.
3 Conesa nació el 21 de diciembre de 1 921 en Barcelona. Residía en Lyon,
donde trabajaba de chófer. Pasó a Francia en 1950.
4 Ruiz nació el 13 de abril de 1939 en Provins (Sena y Marne). Era de
nacionalidad francesa y residía en Lyon.
322
LA MUERTE

Los dos hombres creyeron estar viendo visiones. Un hombre


armado les conm1naba así, como si tal cosa, a no parar hasta Barcelona.
-¿Hasta Barcelona...?
El maquinista le explicó que tal cosa era imposible, pues en
Massanet, se cambiaba la locomotora de vapor por una eléctrica y que,
de todas maneras, debían respetarse las señales del recorrido.
Sabaté no dijo ni una palabra. Bastante sabía él que su orden era
irrealizable. Sus palabras obedecían al afán de llegar a todo trance a la
Ciudad Condal, a SU Barcelona...
En Massanet-Massanas, como estaba previsto, el tren maniobró
para cambiar de máquina. Cuando ya estaba a punto de salir hacia
Barcelona, la máquina de vapor cruzaba por otra vía, en marcha atrás,
contigua a la del tren. Fue entonces cuando El Quico saltó de una para
introducirse en la otra. En la eléctrica iba el maquinista José Saladrigas
Escofer y el ayudante Carlos Virumbrales Carcedo.
Pero en Massanet se habían quedado el maquinista y el fogonero
de la primera, y éstos se apresuraron a contar la extraordinaria aven-
tura que habían vivido y, como consecuencia, se dio la alerta a todas
las estaciones del trayecto.
Sabaté no se hacía ilusiones. Aunque les había rogado que no
mencionaran su presencia, estaba convencido de que en la próxima
estación ya le tendrían preparado un buen recibimiento.
Eran cerca de las ocho de la mañana cuando el tren llegaba a la
vista de Sant Celoni. A unos 1.500 metros de la estación, Sabaté, que
oteaba la vía, al llegar a una curva ordenó al maquinista que aminorara
la velocidad. Segundos después aceleraba con un <<viajero» menos.
Desde Fornells de la Selva, El Quico había logrado avanzar hacia
Barcelona unos 45 km., pero la ciudad de sus sueños todavía estaba
muy lejos. No podía casi andar. La pierna presentaba síntomas in-
confundibles de infección. La fiebre le oscurecía la vista. Sin la
maldita herida Sabaté se hubiera podido salvar. Allí mismo empezaban
las estribaciones de la Sierra del Montseny, <<la montaña de amatistas»
que cantó el poeta1, unos cuantos kilómetros y podría perderse en sus
laderas frondosas, en sus magníficos bosques de pinos, alcornoques.
encinas, hayas, robles, castaños, arces y hasta abetos, que tantas veces

1 <<La Muntanya d'ametistes», 1908, de Guerau de Liost, seudónimo del


poeta catalán Jaume Bofill ¡ Matas (1878-1933).
329
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Durante toda la tarde se prosiguió el tiroteo entre sitiadores y


sitiados. Los resistentes, para ahorrar munición, utilizaron una esco-
peta de los payeses y todos sus cartuchos. Los atacantes no se arriesgaron
a dar el asalto en pleno día.
A las cinco y media de la tarde llegó a la zona el jefe de la
Comandancia, teniente coronel Rodrigo Gayet Girbal, quien tomó la
dirección de las operaciones. Hacia las 22 horas 30 minutos las fuerzas
atacantes fueron abastecidas con cartuchos y granadas de mano.
A las 23 horas aproximadamente se incorporó al puesto el teniente
Francisco de Fuentes Castilla-Portugal, que acababa de dar la batida
que se le había ordenado. Poco después se personó en el lugar de la
acción el general jefe de la Segunda zona y el coronel jefe del 31
Tercio, así como 50 guardias de refuerzo procedentes de la Comandancia
móvil de Barcelona, que suministraron, además de víveres, alcohol en
abundancia, lo cual, según un informe de la propia Guardia Civil
<<contribuyó a que la moral se elevara aún más.»
Los cuatro supervivientes habían podido comprobar el cerco
infernal que se había tendido a su alrededor y esperaban con impaciencia
que llegara la noche para intentar una salida desesperada, pues de
todas formas estaban irremediablemente perdidos, ellos no podían
pedir refuerzos.
A eso de la una, gruesos nubarrones cubrieron el cielo, cegaron la
luna y dejaron la noche oscura como boca de lobo. Era una suerte que
convenía aprovechar. El Quico, durante el día, había preparado la
escapatoria. Había hecho un boquete en el piso para poder llegar
directamente al establo que se encontraba en la parte inferior y evitar
la entrada de la casa que estaba perfectamente batida. Tenían que
jugarse el todo por el todo.
Achucharon a una vaca que salió trotando en las tinieblas. Las
armas de los sitiadores fueron orientadas hacia el ruido que hacían las
pezuñas del animal y lo acribillaron a balazos. Al mismo tiempo,
Antonio Miracle y Rogelio Madrigal salían corriendo en dirección
contraria para intentar cobijarse en la maleza del monte, pero allí
estaban también los fusiles de la fuerza pública que no dejaban el
menor hueco para escurrirse y ambos cayeron para siempre cosidos a
balazos.
Sabaté intentó también la salida, pero sin correr. Al contrario,
tumbado en el suelo y a rastras, centímetro por centímetro, fue avan-
326
LA MUERTE

zo. Cuando llegó el tren a Sant Celoni el maquinista comunicó lo


sucedido al factor y éste al sargento comandante de puesto, Antonio
Martínez Collado, quien en unión delos guardias Juan Moreno Naranjo
y Bruno Maestro Nalda, montaban el servicio en las inmediaciones del
ferrocarril.
Pronto se organizaron patrullas para rastrear la población. Una de
ellas estaba constituida por el cabo somatenista y secretario local de la
Central Nacional Sindicalista (CNS) Abel Rocha Sanz, otro somate—
nista llamado José Sibina Morull, el sargento de la Guardia Civil
Antonio Martínez y los dos guardias precedentemente citados. Esta
patrulla, al pasar cerca de la calle de José Antonio, oyó los gritos de
socorro del energúmeno que luchaba con Sabaté. Mientras Abel Rocha
acudía por un lado de la calle, el sargento y Sibina rodeaban la
manzana para tener a Sabaté entre dos fuegos. El Quico, para desha-
cerse de Berenguer, con la energía que le quedaba le dio un mordisco
en una mano que casi le arrancó un dedo. Pero Abel Rocha, deseoso de
destacarse, ya estaba disparando la primera bala, en vez de hacer
blanco en el perseguido, hirió a Berenguer. Sabaté, todavía jadeante,
no tuvo tiempo para montar su << Thompson », pero disparó rápidamente
con su <<Colr», hiriendo al somatenista en el muslo de la pierna dere-
cha, cerca de la rodilla. Este, desde el suelo, descargó su fusil automático
contra Sabaté y lo hirió a su vez, pero, casi simultáneamente, también
recibía por la espalda una bala certera del guardia civil, Su cadáver
todavía fue blanco de todo el cargador del somatenista.
Así, pues, el 5 de enero de 1960, a las ocho y media dela mañana,
concluía la agitada existencia de Francisco Sabaté Llopart, con el
cuerpo acribillado. Murió, sin duda, como él quería.

del mismo año la vigencia de otro de 21 de enero de 1936, relativo al Somatén


de Cataluña, dando facultades para extender esta organización a la población
rural y pueblos de menos de 10.000 habitantes, no sólo en Cataluña, sino en
todo el territorio nacional. Los trámites y los nombramientos fueron llevados a
cabo con tal actividad que el 6 de mayo de 1946, es decir, unos siete meses
después de publicado el decreto, el Somatén estaba constituído por 4.434
hombres en 297 pueblos de la provincia, es decir, en la casi totalidad de las
localidades que la componen, salvo en los de más de 10.000 habitantes, y en
los que por su escasa población no habían podido reunir hasta entonces el
número de personas en las condiciones precisas para alcanzar el minimo
exigido por el reglamento».
331
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

encontraba sitiado en Sarriá de Ter, acudió apresuradamente con su


perrazo Blood Hound para participar en la caza de montería que se
había organizado. No quería perderse el placer de asistir a la captura
o muerte del hombre que, en toda su carrera, más veces lo cubrió de
ridículo y le procuró permanentes quebraderos de cabeza. Pensó que
había llegado el momento de saborear la venganza.
Los sabuesos de dos patas habían perdido la pista y hasta el perro
<<cazador de sangre», con su olfato extraordinario, daba vueltas como
alma en pena sin saber que rastro seguir. Probablemente porque Sabaté
en sus correrías por el monte, nunca se olvidaba de llevar consigo una
bolsa de pimienta para neutralizar precisamente el eventual seguimiento
con perros.
Aunque El Quico había ganado unas horas de ventaja, su situación
era de las más críticas. Por los dueños de la masada los guardias
supieron que Sabaté estaba malherido: además de las dos heridas ya
citadas, otra bala le había abierto limpiamente un surco en el cuello.
Los otros dos proyectiles que no podían haber sido extraídos, le hacían
sufrir enormemente y, antes de escapar de la casa, según los masoveros,
tuvo que inyectarse morfina para calmar el dolor. ¿De dónde sacaba
fuerzas para seguir huyendo? “
Todos los servicios montados durante el día 4 para localizarlo
fueron estériles. '
El día 5, antes de clarear el día, El Quico penetraba sigilosamente
en la estación de Fornells de la Selva, a Unos 12 km de Gerona.
Probablemente no sabremos nunca como pudo llegar hasta allí. Cabe
suponer que, durante la noche del 4 al 5, cruzó el río Ter por algún vado
aguas arriba del Puente de la Dehesa de Gerona, pues, según decla-
raciones posteriores de los ferroviarios, cuando subió al tren tenía la
ropa mojada.
A las seis y media salía de Gerona un tren correo, llegado de
Portbou, que paraba en todas las estaciones hasta Massanet. Sabaté
permaneció escondido hasta que el tren se puso en marcha y entonces
subió a la máquina pistola en mano, ante el asombro del maquinista
Pedro García Marcos y del fogonero Joaquín Puig Suárez. Sabaté los
tranquilizó y les pidió algo de comer pues se moría de inanición. Le
tendieron los bocadillos que llevaban y se los comió vorazmente.
Luego, como si se tratara de la cosa más natural del mundo, les dijo:
-Ahora ocuparos de la máquina. ¡No paréis hasta Barcelona!
328
LA MUERTE

Triste pero digno fin de la vida de un hombre que no quiso


adaptarse a la poltronería del ambiente y que puso todo cuanto estuvo
a su alcance en la titánica tarea de intentar borrar la mancha infamante
que el régimen franquista puso en la historia de España.
El cuerpo del anarquista Sabaté fue enterrado, fuera de la <<tierra
santa» en el cementerio viejo de Sant Celoni.
El médico forense, al hacer la autopsia, comprobó un hecho que
ponía en evidencia cuán poca gloria podían reclamar los que habían
acabado con su vida, Las balas del somatenista y del guardia civil
habían <<matado a un muerto». La herida de la pierna se había gan grenado
y aunque El Quico al llegar a Sant Celoni, hubiese sido atendido con
todos los medios de la ciencia moderna, era demasiado tarde, ya no
tenía salvación, su muerte estaba sellada.
Cuando la noticia llegó a Barcelona, la gente se negaba a admitir
la realidad de su desaparición. lo primero que acudía a las mentes es
que se trataba de una maquinación policíaca. Para el pueblo, ciertos
hombres son inmortales. Podía oírse con sorpresa de labios de obreros
catalanes, como si se hubiese propagado una consigna:
-Ya vendrá El Quico para desmentir a esos embusteros...
No, Francisco Sabaté no volvería, no vería la España nueva que un
día le honrará -no quisiéramos equivocarnos- como a un símbolo de la
lucha nunca terminada en pro de la emancipación del hombrel.
Radio Luxemburgo daba por las ondas la infausta nueva el 5 de
enero a la una y media de la tarde.

1 El artista Francesc Torres, nacido en Barcelona el 10 de agosto de 1948,


que reside en Nueva York, presentó en Barcelona, en el Centre d'Art Santa
Mónica, del 17 de octubre al 22 de diciembre de 1991, una exposición ("El carro
de tene") patrocinada pór el Departamento de Cultura de la Generalitat de
Catalunya. Una parte de la misma, bajo el evocativo título de "Amnesra/
Memoria", estaba dedicada a los combatientes libertarios que murieron en la
lucha antifranquista. Presentó 13 fotografías en tela (2,33 m x 1,95 m) de trece
hombres, que representaban atodos los miles que con ellos sucumbieron, entre
lasquetiguraban las de Iostres hermanos: José, Francisco ("E/Ouicd'), y Manuel
Sabaté Llopart.
333
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

había admirado. Sabaté conocía sus senderos, sus puntos infranquea-


bles. Allí… en la sierra... podía escapar a todo un ejército.
Pero esta salvación que tenía a la vista le estaba vedada. Si no
encontraba un médico inmediatamente estaba perdido irremediable-
mente.
Sant Celoni estaba cerca. Renqueando, exhausto, llegó a la entrada?
del pueblo. Un labriego estaba enganchando un carro. Se dirigió a él
y le pidió algo de beber, algo que calmara la sed ardiente provocada
por la fiebre que lo abrasaba. El hombre le ofreció una botella de vino
que casi vació de un trago. Como el carretero se dirigía al centro de la
población. Sabaté le rogó que le dejara montar con él y el hombre
accedió. Ya dentro de Sant Celoni se despidió. A una anciana que le
inspiró confianza preguntó dónde estaba la casa del médico, el único
del pueblo.
La viejecita le dio las señas —calle de José Antonio- pero le
advirtió que quizá ya no estaría en casa pero que podía preguntar por
él en el domicilio del chófer, que vivía enfrente y podía informarle.
El médico, como había previsto la señora, estaba ausente. Entonces
cruzó la calle y llamó al nº 26, pero se equivocó de puerta. Abrió un tal
Francisco Berenguer Rosa, de 33 años. Al ver a un hombre con tan
mala facha que le preguntaba por el chófer, le contestó de mala manera
que allí no vivía. El Quico, más muerto que vivo, exclamó:
—¡Lo mismo da! Déjeme entrar para que pueda descansar un poco.
Berenguer se opuso y lo empujó, pero su mano tropezó con la
metralleta que Sabaté llevaba disimulada debajo de la ropa. Con
miedo, Berenguer se agarró instintivamente al arma sin querer soltarla.
Los dos hombres forcejeando, anduvieron unos cuantos metros, hasta
la esquina de la calle de José Antonio con la de Santa Tecla.
La noticia de la posible llegada de Sabaté a Sant Celoni había sido
comunicada a la Guardia Civil y ésta, a su vez había advertido al
Somatén1 de la localidad para que acudiera a la estación como refuer—

1 Se trata de una vieja milicia armada, propia de Cataluña. Fue reorgani-


zada durante la Dictadura del general Miguel Primo de Rivera (1923-1930) por
el general Severiano Martínez Anido, ministro de Gobernación entonces. Sobre
su reorganización bajo el régimen franquista, el ex gobernador de Barcelona,
Bartolomé Barba Hernández dice en su libro ya citado: <<Coincidiendo felizmen-
te el gobierno con este punto de vista (la resurrección del Somatén), que elevó
en informe del 15 de setiembre de 1945, autorizó por decreto del 9 de octubre
330
XIII

COLOFÓN

La muerte de Francisco Sabaté ocupó durante bastantes días la


atención de la prensa internacional. Por primera vez la desaparición de
un anarquista tenía tanta divulgación. ¿Qué influyó en ello? Sin duda
la forma <<cinematográfica»1 de la fuga de Sabaté cercado por la
Guardia Civil. Sus cuatro compañeros -Mirácle, Madrigal, Conesa y
Martín Ruiz- murieron casi en el anonimato.
Los comentarios a través del mundo coincidieron al principio con
la interpretación franquista: <<La muerte de un bandolero». Luego
fueron comprendiendo que en Sabaté el calificativo de <<bandid0» no
era muy apropiado y fueron cambiando de orientación pero en artículos
plagados de errores. Ente las muchas tonterías que circularon, una, por
ejemplo, era la de pretender que Sabaté fue a España para vengar a sus
hermanos José y Manuel, ambos asesinados. La prensa confederal en
el exilio podía haber rectificado los disparates, pero, al contrario, lo
que hizo fue ampararse en ellos y propagarlos. Sus compañeros de
Organización en el exilio se liaron la manta a la cabeza y escribieron
las más imperdonables barbaridade's.
Así, por ejemplo, la veterana anarquista Federica Montseny, bien

1 La muerte de Sabaté sirvió de inspiración al director cinematográfico


José Antonio dela Loma para su película Metra/Ieta Stein. El artista John Saxon
interpreta a Sabaté (en la película Mariano Beltrán) y el actor Francisco Rabal
a Eduardo Quintela (en la película comisario Mendoza). La artista Blanca
Estrada interpreta el papel de María (en la película Ana)… Ni qué decir tiene que
la cinta, proyectada en 1974 bajo el régimen franquista, no pretende en lo más
mínimo ser un reconstitución histórica.
335
2
'” HA CONCLUIDO LA BATALLA LIBRADA POR LOS DEFENSO-
RES DEL ORDEN PUBLICO CONTRA EL SABATER Y LOS SUYOS
CARTA DEL DIRECTOR DE BLANCO Y NEGRO AI. DIRECTOR DE <<PARIS PRESSE)
Mr. Henri .H.u::.: ra.—c ale ¡lrcño (: ei :¡guitnlez "Ln ¡unn uu.¡u' lua: a ocho meses de cárcel: de cárcel fra-¡cun
7 rue du Lom-rc ont buoin d'ar¡mr". En e/cclo. quzrído colega. que purga" en Mompelh'er. ¿Fué también. querido
P A R ! 5 …" má; ni menos que lo Mcullnba Al Capone. colega. por generoso: y alfruí.uu mon'vou polí—
Recon-oct su /unm':lwa redactor que en Barce- lico:?
Mi querido colega: Iºnn uc:íno a A… inmenwa—deux innoctnu'—. Prelcndn ju:rí/icar : este salteador de cuminou
Ln lectura de la ¡'n/arnmción que publ¡cu .… pr- ptm lo ¡uni/5ca añadírndo que el criminal los con alu1mnu a un ideal ran-¿mico que cr.lpupe
n'o'díco con fecha? de enero acerca de la muerte habia mn]und¿do con do; alm- ]una'onuías dr! en una Ulcranu-a ¡enlimenla! La mugre i.nocenlc
sunpíerua del último de …no: bandolerm. £1Iado. Con lo que. ¡epin entiendo parece ¡ugcrír derramada por su mano. ¡cría ¡amo. :eñar d.irec
Francíwo Sabaln, un: ha producido mum admi la mi; dr que lo: delilo, de sangre dejen de ¡r.—In
ngún pertenezcan a no la.! vicn'rna: ¡: la burocra-
SABATE. GUERRILLA URBANA EN E SPANA

ría. Anndt ¡nmcdinlamcnle que en un nulocur de ca y ¡enlímenta! quo sentia Iv.*;'n la mujer:: a
monlnña malo" a dº, viajera). porque creM—lnm- la: que dt¡ollabn.
bí¿n esta vez. ¡qué ¡¡no el wn!. se equivoco— Le ruego mz disculpe cala breve ¿¡vaguian, su-
que eran dos impecloru de Policía. gerida por la admiración y ('I estupor que me Im
Si no: nlcrwmu: a lo: hecho: comuidon ¡¡al el produndo In curuusa inlnrmncío'n lirira apareaa'c
"'iuemvnw célebre Francisca Sabnltr. la! como lo: en su periódico el"A de emm ¡“uno.
en su propio país, los :naunn1u [mn-cnc: habrian ¿arriba. no _va la Policia española sino su propia En cspl'rn de mm ocuío'n más gala para [elin-
mutilado. no va con la máxima ::.-unidad ¡¡no periódico. la condena hacia en: ¡aheadar una mr a su redaclor Mr. André Gayot. aprovecha el…
con la máxima jus!lcin. opor:unidad para r¡prnanr su más di:ringuía'a
RPcono;—r su pen'a'dico—pugína 16. ¿r la fecha comiderarío'n.
cílndm—quc Frnncúca Sabater mllá un bam-o en Francia. ) concrclamrnle en Lyon. el héroe ¡lv …
la ciudad de Llobregat. ¡ mano armada. de donde! arn'ndo dió varios golpes de mano. y que el tri- Toncuno LL'CA DE TENA
extrajo 350.000 pc:t'lru. El mmrnmn'o que la rn— bum! Tronco, de Cr-n—¡ la condenó pnr nrrm ¿» Din—rr 9.- dr BL.4.*C0 Y .*."5 CRO

RELATO DEL CERCO, LA CAPTURA Y LA MUERTE DEL SALTEADOR


l'edth Gullo : Enrique Rubio m de. pal… de In embon N tu una. d'.hudo , brulmu
POR Moe"… ¿: Telulnl6n. Lo- do| npmclmn un. un: en la ¡un-
h.l.lu , fu…-unn con en…… Hue… kn amu= de l.: bl-
FEDERICO GALLO … que lu tu… dc urdu públ.lon mm de una contr-
He aquí ¡| bnndoloro en un- fotoornflu Pnnchto Mier y un …. Ambo- In!ormdoru ¡un nulla
Que ¡e 'un noch. nclnnumume El en- non un lo- lecloru de BLANCO Y NEGRO un m… ¡obre
bnur en .nnllnbela. nrmgnnu y cruel. Y
¡olivo :erronpond. encumenu | tu con- :“? en: condujo . I.r. ¡nlullulh de un umlbln … de bu-
duc'.l du dolln:uanh hnblluul. ENRIQUE RUBIO e un. ¡ uropellos consutuycr. d: por II

"BLANCO Y NEGRO"
Tadrio. 16 de enero de 1960
COLOFÓN

En el informe de gestión del Secretariado Intercontinental desti-


nado al I Congreso Intercontinental que iba a celebrarse en Limoges en
agosto de 1960, entre las 18.000 palabras del mismo no figuraba ni una
sola línea sobre los cinco compañeros muertos en lucha contra el
régimen franquista.
Sin embargo, en el informe de Federica Montseny, directora de
CNT, podía leerse una alusión muy discreta, pues se informaba que su
artículo, aquí citado, no debía achacarse a una irresponsabilidad
individual, sino a una decisión burocrática colectiva, más grave sin
duda que si hubiese sido el desvarío de una sola persona. Como el texto
es breve, lo reproducimos a continuación:

En el curso de nuestra gestión, se han producido algunos


hechos que hemos procurado enjuiciar teniendo en cuenta los
intereses superiores de la Organización y la necesidad de
salvarla de posibles contingencias. No siempre fueron com-
prendidos ni apreciados en su medida el cuidado y buena
voluntad desplegados. La tónica general observada y 1aforma
de encauzar y reducir los ecos de ciertos acontecimientos, han
sido siempre mantenidas en completo acuerdo con el 511. En
este aspecto también, como en todo, ha habido criterios dis—
pares que hemos procurado tener en cuenta, manteniendo una
posición objetiva y ecuánime.

Qué duda cabe que a Sabaté le dolía la muerte de sus hermanos.


pero ese dolor, no solamente no constituía el móvil de su combate, sino
que ni tan siquiera intervenía en lo más mínimo: no era la venganza lo
que animaba al Quico, sino su amor apasionado de lajusticia. Pretender
lo contrario, aunque fuera para salvar <<LOS INTERESES SUPERIO-
RES DE LA ORGANIZACIÓN», equivalía, no sólo a desfigurar su
caracter generoso, sino a caer de lleno en la impostura. Francisco
Sabaté, como ha quedado demostrado en estas páginas, se entregó a la
lucha mucho antes de que sus hermanos perecieran y prosiguió en ella
tal y como había comenzado: con la inmensa ilusión de ver triunfar la
insurrección del pueblo español y derrocar la despótica <<regenc1a»
franquista.
1 El secretario general del SI. era Roque Santamaría Cortiguera. Nacido
en Quintana (Burgos), falleció en Toulouse (Francia) el 17 de abril de 1980.
337
COLOFÓN

calidad militante de Francisco Sabaté1, sin que esta reivindicación


causara el menor daño a <<LOS INTERESES SUPERIORES DE LA
ORGANIZACION» que había invocado el Secretariado Interconti-
nental, honor que nadie quiso conceder al malogrado José Lluis
Facerías, asesinado en circunstancias menos espectaculares.
Fue Solidaridad Obrera de París, también, la que abrió una sus-
cripción para las familias de los cinco compañeros asesinados.
En España -como era lógico- el servicio policiaco fue explotado
con acompañamiento de bombos y platillos. La prensa recogió amplias
informaciones facilitadas por la Jefatura Superior de Policía y por la
Dirección General de Seguridad. Unas y otras hablaban del <<terrible
bandolero» que fue Francisco Sabaté Llopart.
En España Libre de Toulouse del 7 de febrero de 1960 se publicaba
la primera reacción digna de los compañeros con la firma de Lola
Iturbe2: “Francisco Sabaté y demás compañeros: que el recuerdo de
vuestras proezas como guerrilleros de la libertad perdure en la eternidad
como ejemplo para las generaciones venideras».
El mejor artículo <<necrológico» lo escribió en realidad Felipe
Alaiz de Pablo3 ocho años antes de morir Sabaté, en el nº 368 de
Solidaridad Obrera de París del 15 de marzo de 1952:

Equivocados o no, impacientes o no, defama y renombre


histórico, tal vez más predispuestos sentimentalmente que
dispuestos en frío a un nihilismo cerrado, despreciativos
probablemente para la masa pasiva y rebañega por la que se
sacrifican y de la que no tienen ni esperan ayuda, con más
apego al anonimato en ocasiones que a acumular reverencia
de raíz redentorista -pues las religiones se fundan en el
sacrificio espectacular de uno solo enfavor de la pasividad y
comodidad del resto- los activistas dan la vida de cara al
peligro y pagan con sus personas.

1 La reivindicación orgánica de Sabaté fue hecha porla Comisión regional


de París y se publicó en el nº 773 de Solidaridad Obrera del 14 de enero de 1960.
2 Lola Iturbe Arizcuren, destacada militante anarcosindicalista, nacida el
lº de agosto de 1902 en Barcelona. Autora de La mujer enla lucha social. La
guerra civil de España, Editores Mexicanos Unidos, México, 1974. Fallecnó en
Gijón (Asturias) el 5 de enero de 1990. _
3 Felipe Alaiz, periodista y escritor anarquista, nacido en Belver de Cinca
339
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

situada para poner las cosas en claro1 , tuvo el atrevimiento de publicar


en el semanario CNT —que ella dirigía- del 17 de enero de 1960, lo
Siguiente:

No quiero pensar en Sabaté situándome en el plano


implacable de los que lo juzgaron en razón de los perjuicios
que su actuación haya podido causar a la CNT ante cuyas
decisiones se rebeló, pretendiendo muchas veces -acto inad-
misible en alguien que haya formado parte de sus cuadros-
sustituirse a ella. No quiero tampoco hacer de él un héroe, un
nuevo Empecinado, otro Durruti.
No podrán juzgarlo ni los tribunales delfranquismo, ni
otros tribunales severos: los de una conciencia colectiva que
no le perdonará fácilmente el haberse insubordinado contra
ella (sic), el haber pasado por encima de normas y acuerdos.
No quiero ver, en su obsesión, en la voluntad irrazonada
e irrazonable que lo llevó a España contra todo interés indi-
vidual y colectivo, más que algo que puede absolverlo ante
muchos ojos; por lo menos ante los mios: la desesperación de
su alma; el deseo desenfrenado de vengar a sus hermanos
muertos, idea que se había convertido en él en una obsesión
tan grande, tan fuerte, que toda consideración pasaba a
segundo término.

Las barbaridades publicadas por la prensa en general podían


achacarse con justa razón a la ignorancia, las de la directora de CNT
acumuladas a placer en tan pocas líneas, podían atribuirse a cualquier
cosa menos al error.

1 La dirección del semanario CNT estuvo a cargo de José Peirats Valls


durante un período de seis años, hasta el mes de diciembre de 1959. Federica
Montseny sucedió a Peirats en el cargo a partir del nº 763 (13 de diciembre de
1959) y cuando las autoridades francesas prohibieron la publicación de CNT
salió Espoir, del cual siguió siendo directora. José Peirats, nacido el 15 de marzo
de 1908 en la Vall de Uxó (Castellón dela Plana), murió en Burriana, de la misma
provincia, el 20 de agosto de 1989. Sobre la vida de Peirats pueden consultarse
dos números de la revista barcelonesa Anthropos: el 102 (noviembre 1989), y
el suplemento de dicha revista nº 18 (enero de 1990).
336
XIV

RAMÓN VILA CAPDEVILA

A lo largo de nuestro relato hemos citado repetidas veces, inci-


dentalmente, el nombre de Ramón Vila Capdevila (Caraquemada),
luchador infatigable que sólo supo descansar con la muerte. Su vida
mereCería un libro y es de desear que alguien emprenda un día la tarea
de redactarlo.
Ramón, nació en Peguera, cerca de Berga, el 2 de abril de 1908.
Su apodo de Caraquemada se debe a un accidente de jovenzuelo. Un
día de 1923, cuando se encontraba en el campo con su madre, les
sorprendió la tormenta e imprudentemente se cobijaron debajo de la
copa de un árbol. Un rayo mató a la autora de sus días y a él le dejó
huellas indelebles de quemaduras en la cara. Sin embargo el nombre
que se ganó posteriormente entre sus íntimos fue el de Jabalí, por su
carácter solitario, individualista, sumamente discreto e incluso hura-
ño.
De constitución hercúlea, Ramón era hombre de montaña, infa-
tigable, y su fortaleza física lo conducía a veces a ser injusto con los
compañeros que guiaba a través de la frontera franco-española y que
tenían menos resistencia. Su frugalidad era tan proverbial como la del
camello.
Desde muy joven se afilió a la Confederación Nacional del
Trabajo (CNT). Participó activamente en la insurrección de Fígols
(1932). Cuando el movimiento fue aplastado Ramón fue a parar a los
sótanos de la cárcel de Manresa.
Salió en libertad, pero la República, como ya sabemos, se ensañó
contra los militantes de la sindical anarcosindicalista, y para poder
escapar a la constante persecución tuvo que cambiar varias veces de
localidad.
341
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Nos complace señalar que el 14 de enero los radioescuchas de las


emisiones en lengua castellana de Radio Belgrado pudieron oír:

Queridos oyentes: nuestro colaborador Rade Nikolic les


hablará ahora de Francisco Sabaté, revolucionario catalán
asesinado, hace una semana, por la policíafranquista.
...Francisco Sabaté, llamado El Quico, militante de la
Confederación Nacional del Trabajo y uno de los más con—
secuentes defensores de la causa democrática y republicana
del pueblo español (...)
No es ésta una ocasión propicia para hablar de los
métodos de lucha, ni de condenar o aplaudir estos u otros
métodos de acción revolucionaria. Lo que importa es no
permitir que los enemigos del pueblo manchen la memoria de
un revolucionario, quien, según había dicho él mismo, asentía
la verguenza de estar vivo cuando sus dos hermanos y la
mayor parte de sus compañeros habían sido asesinados».

El cronista radial explicó lo que había sido la vida de Sabaté con


palabras elogiosas. La emisión terminaba con estas palabras: <<Acaban
de escuchar a nuestro colaborador Rade Nikolic hablando del revo-
lucionario catalán Francisco Sabaté».
Para que Radio Belgrado tributara homenaje a Sabaté habían
bastado unas líneas de nuestro compañero en Francia Floreal Barcinol.
El diario de Zagreb Vjesnik u Srijedu del 20 de enero también
publicó un artículo ilustrado sobre Sabaté titulado: <<EL QU!CO LU-
CHÓ DURANTE 24 ANOS. LA MUERTE DE UN LEGENDARIO
COMBATIENTE CONTRA LA TIRANÍA FRANQUISTA.» (EL
QUICO JE RATOVAO 24 GODINE. KAKO JE POGINUO LEGE-
DARNI BORAC PROTIV FRANKISTICKE TIRANIJE).
En fin, al cabo de unos días, los periodistas más escrupulosos —de
la prensa burguesa, se entiende- se inclinaron con respeto y resaltaron
con viva simpatía la silueta guerrillera de Sabaté, el hombre de la
resistencia libertaria, el Enemigo nº 1 del régimen franquista.
Fueron los compañeros de París los únicos que tomaron la deci-
sión de reivindicar públicamente, aunque con mucha discreción, la

1 Floreal Barcino era el seudónimo de un conocido escritor libertario.


338
RAMÓN VILA CAPDEVILA

explosivos1 era tan grande que bastará citar, como ejemplo, un sabo-
taje cometido el 4 de agosto de 1951 en el túnel Santa Mans, de la línea
Barcelona-Zaragoza, que provocó el descarrilamiento de las dos loco—
motoras del tren expreso 213, pero sin causar ninguna víctima.
El 23 de julio de 1953 volaba torretas de conducción eléctrica en
Mont Marcet (Vilomara), cerca de Manresa y, dos días después, hacia
lo mismo a 45 km de distancia en línea recta, en las torretas de alta
tensión del Mont Borrelló, término de Gurb, cerca de Vic.
Su último sabotaje lo cometió el 2 de agosto de 1963, con la
voladura de tres torretas de conducción eléctrica en el lugar conocido
como Can Prim, cerca de la vía del ferrocaril, en el término municipal
de Rajadell, partido judicial de Manresa.
Caraquemada, todavía más que El Quico, vivió acorralado como
una fiera a raíz del siguiente hecho: el 25 de julio de 1953, en la
Collada de Toses, carretera de Ribes de Freser a Puigcerdá, en un lugar
denominado Font de I'Auto, un coche <<Ford» de matrícula inglesa,
que conducía el médico británico Bernard Joseph Peck, acompañado
de su esposa Dora, fue parado por dos individuos vestidos con monos
azules y armados con metralletas. El doctor trató de huir con el
vehículo, pero una ráfaga que penetró por la ventanilla trasera, mató a
la señora Peck e hirió gravemente al conductor. Según la policía el
herido reconoció a “Caraquemada» entre varias fotografías.
Cabe señalar que este suceso se produjo cuando todavía se pro-
seguía la ofensiva que en 1951 había desencadenado la prensa, por una
parte, y las autoridades galas por otra, campaña de difamación y de
persecución contra el Movimiento Libertario Español en el exilio. No
era momento propicio, pues, para que Ramón Vila se presentara ante
los jueces para demostrar su inocencia. 'De todas maneras, la confianza
que tenía Ramón en la justicia era de lo más limitada y su temperamento
se oponía a presentarse voluntariamente, consciente de que iba a ser
encarcelado, aunque sólo fuera provisionalmente.
A partir de entonces, pues, Ramón, cuando regresaba a Francia
después de sus incursiones demoledoras en la Península, vivía a asalto
de mata», e incluso rehuía entrevistas con sus mejores amigos. Sm

1 En la edición francesa de este libro (Editions Repóres-Silena, Toulouse,


1990), hemos narrado algunos hechos de Ramón Vila en la lucha contra los
nazis.
343
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Los insistentes sucumben a manos del Estado terrorista


mientras los ideólogos terroristas pero pasivos y las masas
creyentes en el terror se conservan a salvo de cualquier
peligro aplaudiendo a los combatientes aislados, pero jamás
dispuestos los inhibidos a participar ellos mismos en la lucha
directa.

Felipe Alaiz no sabía entonces, no podía saber, la evolución de


ciertos inhibidos que justificarían más tarde << sus teorías» despreciando
a esos combatientes aislados.

(Huesca) el 23 de mayo de 1887 y fallecido en París el 8 de abril de 1959.


340
RAMÓN VILA CAPDEWLA

sabe cuándo se había preparado; un bote de nescafé; un aparato de radio


de transistores; una <<Aritmética razonada»; tabaco y encendedor; una
pistola “Parabellum» del nueve especial con un cargador y 39 balas
sueltas; una pistola aColt» de 11,43 mm con 38 cartuchos y tres car-
gadores. En el cinto: una bomba de mano, un rollo de mecha negra de
combustión lenta; cinta aislante; un manojo de llaves de diferentes
tipos. También cargaba con un saco de dormir de cremallera y un
impermeable.
El cuerpo de Ramón fue trasladado al depósito de cadáveres de
Castellnou de Bages, donde fue identificado por su hermana Josefa que
vivía en Berga. Allí fue enterrado sin el menor indicativo sobre su
tumba.
La muerte del Jabalí permitió a la prensa española, como ya había
hecho cuando fueron asesinados José Lluis Facerías, Francisco Sabaté
Llopart y tantos otros, publicar boletines de victoria.

“El Caraquemada (27 años dedicados al crimen y al


saqueo), abatido por la Guardia Civil».

En Francia, nuevamente, sus compañeros de lucha guardaron


prudente, pero incalificable silencio. Ni una sola voz se levantó para
explicar al mundo quién era el caído. El régimen dictatorial de España
segó su vida, pero el MLE hizo el trabajo de sepulturero.

345
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

El 18 de abril de 1936 se encontraba en Castellón de la Plana


cuando dos agentes lo detuvieron, junto con su primo Ramón Rives
Capdevila que lo acompañaba, e intentaron aplicar a ambos la <<ley de
fugas». Sin embargo, el proyecto de los polizontes resultó más difícil
de realizar de lo que pensaban. Después de un fuerte tiroteo, el agente
Leandro—Ernesto Bayona recibió dos balazos, uno que le partió el
corazón y otro que le pulverizó el cerebro. Este policía después de ser
<<castigado» por la República con cuatro meses de suspensión de
empleo y sueldo fue afectado a la plantilla de Castellón donde pensó
cosechar nuevos laureles.
Otro agente, Ramón Beas Jiménez, tuvo que ser atentido con
fracturas del húmero derecho y del cúbito y radio izquierdos. Sus
heridas no fueron mortales, pues, después de la victoria franquista,
apareció con el ascenso a comisario.
Ramón Rives murió en la refriega: en el hospital comprobaron 16
perforaciones intestinales.
Caraquemada, cercado en un huerto de naranjos cerca del cuartel
de la Guardia Civil, después de agotar la munición se rindió a la
Benemérita. Salió de la cárcel el 19 de julio de 1936, pues al estallar
la sublevación militar contra la República los obreros abrieron las
puertas de las cárceles.
Ramón participó en los combates de Cataluña hasta el aplasta-
miento total de los sublevados. Más tarde, los obreros de la Central
térmica de Fígols-Las Minas, lo nombraron delegado de Abasteci-
mientos. Posteriormente fue comandante de Carabineros.
Cuando se perdió Cataluña pasó a Francia y fue internado, como
tantos miles, en el campo de concentración de Argelés-sur-Mer, pero
en 1940 saltó las alambradas para regresar a España, donde con otros
compañeros, organizó grupos móviles de acción armada contra el
franquismo.
En uno de sus viajes a Francia fue detenido por los alemanes y
encerrado en la ciudadela de Perpiñán pero al cabo de unos meses
decidieron utilizar sus músculos en la organización Todt, mandándole
a una mina de bauxita de Bedarieux (Herault). En febrero de 1944 se
incorporó a la Resistencia francesa. Después de la liberación reaunudó
su lucha interrumpida en España, y desde 1945 hasta 1963, fecha de su
muerte, no cesó su actividad ni un solo instante, convirtiéndose en
Cataluña en figura legendaria. Su habilidad en el manejo de los
342
ÍNDICE ONOMÁSTICO
(Los números en cursiva corresponden a las notas)

A Alonso, Ginés: 320.


Alpuente, Luciano: 139/144, 153. 158.
Abad. Félix:106. 159,161.173, 216.
Abad Pérez, Santiago: 277. Alquczar, Antonio: 139.
Abad de Santillán, Diego: 27, 43. Altman, Georges: 220.
Abadía Velázquez, Luis: 113. Alvarez Palomo, Ramón: 69. 70.
Abalos Fernández, Bernabé: 216. Alvarez Rodríguez, Francisco: 74.
Abisinio (El). Ver Parés Adán, Jaime. Am'ericano (El). Ver González Feijóo,
Aced Ortell, Manuel: 155. José.
Acodo Colunga, Felipe: 202. 205, 226. Ami] Barcia, Manuel: 112.
Acevedo Arias, Miguel: 155. Amir Gruañas. Santiago: 115. 116, 134,
Adrover Font, Pedro: 96, 106. 114, 132, 135, 137, 138, 153, 162,166, 189.
137/139, 147. 148, 153, 161. 162. 190, 218, 218, 220.
166, 166, 175, 217, 220, 220. Andreu Casellas. Mateu: 221 .
Agramunt, Daniel: 90. Anglada Masferrer, Salvador: 33.
Aguayo Morán, Mariano: 8, 116, 124. Anguera García, Lázaro: 279.
Aguilar Mompart, Juan: 75. Aniversario. Ver Ordóñez López,
Agustín Vicente, Luis: 305. Cristóbal.
Ahumada. duque de: 28. Aparicio Salvador, Tomás: 223.
Aiguaviva Vila, Silvio: 189, 190. Aranda Arjona, Antonio: 165. 191, 192.
Aixó Farrés, Pilar: 278. Aranda Berberán, Fernando: 107.
Alaiz de Pablo, Felipe: 24, 57. 58, 141, Aranda Comín, María: 315, 316, 316.
141, 339, 339. 340. 317.
Alhama Morell. Jaime: 159, 160. 164, 165. Aranda Mata. Antonio: 165.
Albert Rodríguez, José María: 138, 226. Arbella y Burcher. Mauricio: 161.
Albesa Segura. Juan Bautista: 46. Argentina (El). Ver Carballeira Lacunza.
Alcaraz, Francisco: 91. Raúl.
Alfarache. Progreso: 69, 69. Argiielles Depaz, Bernabé: 75.
Alejandro: 43, 44. Ariño: 39. 43.
Alejandro: 11. Arlegui y Bayones, Miguel: 119, 119.
Alejandro I]: 40. Amao García. Fernando: 101.
Aleu, Francisco: 42. Arnaud: 193.
Alfonso XIII: 94. Arrarás. Joaquín: 28.
Alfonso Vidal, Roberto: 56, 56. Artieda Arans, Francisco: 119.
Alí: 45. Ascaso Abadía, Domingo: 26. 26-
Aliaga. Serafín: 56, 56. Ascaso Abadía, Francisco: 26. 26, 64.
Aligué Soler, Ignacio: 188, 189, 190, 219. Asens, José: 57.
219. Asturiano (El). Ver Ramón Valledor.
Alonso. Balbina: 325. Amadeo.

347
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

embargo, nunca abandonó su condición de guerrillero, pero cada vez


más solo.
Para facilitar la labor de eventuales futuros investigadores, seña-
laremos que en Francia siempre vivió con el nombre de Ramón Llaugí
Pons, nacido en Berga el 3 de mayo de 1908. Su nombre de guerra en
la Resistencia francesa fue <<lieutenant Raymond».
El 7 de agosto de 1963, poco después de haber sonado las doce
campanadas de medianoche, un cabo de la Guardia Civ¡1 con dos
números estaban apostados en la <<Creu del Perelló», término municipal
de Castellnou de Bages, cerca del castillo de Balsareny, partido
judicial de Manresa. Un hombre se dirigía hacia el castillo. Los
guardias le dieron el alto —se dijo—, pero como respuesta sonaba la
pistola del desconocido a la cual respondieron los fusiles de los
civiles. Según versión de la época, el hombre cayó con un balazo en el
corazón: era Ramón Vila Capdevila.
Años más tarde, el médico forense José María Reguant, declaró en
un semanario español1 que Ramón no murió en el acto: <<Moribundo
hacia los treinta primeros minutos del día 7, su muerte no se produjo,
sin embargo, hasta las seis de la mañana. Una respiración ronca,
superficial, se dejó oir hasta el alba». …
Según las declaraciones de éste testigo privilegiado, la autopsia
reveló que Ramón Vila había recibido dos balazos: uno le afectó el
paquete vasculo—nervioso del cuello; el otro, la arteria femoral a la
altura del conducto de Hunter, algo por encima de la rodilla, y a su vez
le fracturó el fémur astillándoselo,
<<Murió, pues -afirmó el médico-, de hemorragia y sin auxilio».
En la cartera llevaba toda su fortuna: 5.702 pesetas y 100 francos
franceses. Su indumentaria consistía en un pantalón azul una camisa
caqui y botas de montaña. Llevaba una mochila, una bolsa y un
macuto. En su equipaje encontraron todo el material necesario para
efectuar sabotajes, no faltaba ni la sierra para metales ni la máquina de
taladrar.
Puede decirse, sin exageración, que Ramón andaba por el monte
con la casa a cuestas. He aquí una parte del inventario de lo que
transportaba cuando murió: cuatro cantimploras de plástico y una bota
de vino; una tartera llena de puré de garbanzos y patatas, que quién

1 “Cambio 16», nº 361, del 5 de noviembre de 1978, p.53-56.


344
ÍNDICE Onomásnco

Calvo Sahún, Sebastián: 223. Catalá. Ver Denis Díez, Francisco,


Camós i Cabecerán, Joan: 31. Catalá Tineo, Sigfrido: 60.
Campos, Evangelista: 58, 59, 59, 76. Cavall Cunill, Montserrat: 277, 278.
Camus, Albert: 220. Cayuela Cubillo, Rafael: 108, 109, 109.
Canary: 63. Cazorla, Juan: 105, 113, 114.
Cané Barceló, Pedro: 69, 69. Cejablanca. Ver Moreno Alacón,
Cano, Antonio: 8. Antonio.
Cánovas Cervantes, Salvador: 24. Celes. Ver García Casino, Celedonio.
Canuda Rosell, Jaime: 158. Cereza Grasa, Antonio: 59, 61, 63, 86.
Capdevila, Pedro: 278. Cerezo, Antonio: 106.
Capdevila Massana, Manuel: 162. Cerrada Santos, Laureano: 203, 203, 204.
Capítán, El. Ver Ruiz Huercano, Juan. Cervallo Contreras, Luis: 217.
Capitán Huercano. Ver Ruiz Huercano, Cervantes Clemente, Juan: 139.
Juan. C¡J Torres, Fernando. Ver Martínez
Caracoles. Ver Toledo Martínez, Juan. Márquez. Francisco.
Caraquemada. Ver Vila Capdevila, Cimarro Mariano, Virgilio: 114.
Ramón. Cisco. Ver Massip Valls, Francisco.
Carballeira Lacunza, Raúl: 61, 113, 113. Cobos Peña, Ignacia María Luisa: 113.
Carralero, Antolina: 207. Codina, Carlos: 278.
Carrasco Martínez, Alfonso: 26. Colido Pascual, José: 187.
Carrasquer Launed, Félix: 88, 88, 106. Coma Casas, Enrique: 86.
Carrasquer Launed, Francisco: 88. Comandante Abril. Ver López Calle,
Carreño, Francisco: 58, 58. Bernabé.
Carrera Ruda, Dionisio: 191 . Conejos García, José: 155.
Carrero García, José: 113. Conesa Alcaraz, Francisco: 322, 322,
Carrero Sancho, Ángel: 88. 325.
Canillo Alonso—Forjador. Wenceslao: 72. Corominas, Antonio: 278.
Carrillo Solares, Santiago: 38. Corominas Cots, Antonio: 161.
Carruesco, Antonio: 139, 141. Coronas: 86.
Cascarosa, Antonio: 11. Corral Martín, José: 159. 161, 164, 217.
Casado López, Segismundo: 72, 179. 21 7, 220.
Casajuana Gol, José: 29. Corral Sánchez, Juan: 66.
Casanellas Lluch, Ramón: 87. Cortés, Joaquín: 69, 69.
Casares Quiroga, Santiago: 25. Cortes Muñiz, José Avelino: 209/211,
Casas Lluís, Antonio: 78. 213, 213.
Cases Alfonso, José: 89, 98. Cotoner, Luis: 21 7.
Castaños Venavente, Antonio: 222. Crespiera Santamaría, Isidro: 159.
Castell Balada, Miguel: 223. Crespo Sebastián, Valentina: 272, 278.
Castellano, Silverio: 113. 279.
Castells Martí, José: 8, 47, 47, 226, 227. Cruells, Manuel: 41.
Castells Martí, Leonor: 8, 34, 45. 78, 79, Cruz Díaz. Esperanza de la: 113-
110, 111, 145,146, 259, 315. Cruz, Mercedes dela: 107.
Castro Salgado, Félix: 108. Cruz Simó, Gabriel: 107, 108.
Castro Velasco, José. Ver Montes Cuaro Vicario, Francisco: 66.
Brescos, Eusebio. Cubano (El). Ver Rodríguez Fernanda.

349
ÍNDICE ONOMÁSTICO
Fermens Queralt, Concepción: 126. Galdos García, Cecilio: 161, 161 .
Fernández, Antonio. Ver Fernández, Galve, Manuel: 107.
Progreso. Gallego, María Cristina: 149.
Fernández, Progreso: 26. Gallego Crespo, Juan: 56, 56.
Fernández Cornejo, Francisco: 177. Gallinas Calderón, Salvador: 160.
Fernández Ramón, Serafín: 267. Gallostra, José: 184.
Fernández Rodríguez, José: 66. Ganuza Navarro, Guillermo: 88, 114.
Fernández Rodríguez, Manuel: 7, 87, 87, 135, 136, 136.
93, 102. García: 114.
Fernando Abríl. Ver López Calle, García, Jerónimo: 91.
Bernabé. García, Juan: 29.
Ferrer, Juan. Ver Miralles, Joaquín. García Birlán, Antonio: 56, 56.
Ferrero Viu, José: 161, 208. García—Bravo Ferrer, Miguel: 28, 28.
Ferrua, Pietro: 7. García Casino, Celedonio: 101 , 105, 106,
Fiaschi, Goliardo: 7, 305. 109, 113/115, 148, 150, 150, 154.
Figueras, Juan. Ver Piquer Fargas, García Dagas, Luis: 164, 164, 173.
Hermes. García Durán, Juan: 91.
Fleitas Rouco, Gabriel: 184. García Falceto, Olga: 150.
Font Cuníll, Luis: 277. 278. García García, Antonio. Ver Serrano,
Fontana, José María: 206. Juan.
Fontanet: 42, 42. García García, Miguel: 159, 161, 164,
Fontenis, Georges: 202, 253, 253, 254. 164, 165, 217, 217, 220, 220.
Fomés Marín, Manuel: 161, 217. García García, Vicente: 277.
Francisco Martínez, José: 10. García Hernández, Ángel: 179.
Franco, Amador. Ver Franco Cazorla, García López, Ana: 278.
Diego. García Marcos, Pedro: 328.
Franco Bahamonde, Francisco: 5, 11, 15, García Martínez, Andrés: 137.
19, 28, 59, 87, 93, 94, 94, 95, 135/138. García Martínez, Gregorio: 217.
170 184, 202, 203, 235, 236, 244, 245, García Oliver, Juan: 36, 36, 56.
259, 262, 263, 307. García Pradas, José: 10.
Franco Cazorla, Diego: 86, 86. García Prieto, Melchora: 164.
Franquesa Funoll, Antonio: 113, 148, 150, García Valiño, Rafael: 165.
151,185, 188,189, 189,190. García, Víctor. Ver Gracia Ibars,
Freixinet Uset, Buenaventura: 278. Germinal.
Fuentes Bernard, Manuel: 166. García Vivancos, Miguel: 36, 36.
Fuentes Castilla—Portugal, Francisco de: Garriga Pujador, Manuel: 63.
325/327. Gavin, Mariano: 141, 143.
Gay, José: 79/81.
G Gayet Girbal, Rodrigo: 326, 327.
Gepa, (El): 274, 275.
G. M., Daniel. Ver Rodolfo. Germán González, José: 57.
Gachas. Ver Tones, Antonio. Germen. Ver José Esteve, Eduardo.
Gaetano, Dante di: 8. Gil Heredia, Juan: 112.
Galán Rodríguez, Fermín: 179, 179. Gil Ibars, Valerio: 61.
Galdó, José: 61, 63, 66. Gil Llamas, Tomás: 125-

351
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Atarés Martín, Francisco: 75. Benítez: 112.


Ausió, María: 88. Benito. Ver Moreno Barragán, Francisco.
Ayguadé i Miró, Artemio: 41. Benito Terraza, Gregorio de: 36.
Azaña y Díaz, Manuel: 27, 29, 30. Berenguer Roca, Francisco: 330, 331.
Aznares Gardé, Saturnino: 221. Beriain, Demetrio: 8.
Berkeley Owen, Stuart: 149.
Bermejo Gómez, José María: 66.
Berruezo Silvente, José: 57, 57.
Besteiro Fernández, Juan: 202.
Badía Capel], José: 119. Biaggi, Jean-Baptiste: 299.
Badía Capell, Miguel: 119, 119. Bigotes. Ver Palma Mesa, Manuel.
Baeza Alegría, Eduardo: 67, 202, 205. Blanco, Emilia de: 113.
Bailó Mata, Francisco: 194, 198, 198. Blanco, José: 108, 108, 112, 113, 113.
Bailó Mata, José: 194, 198. Blanco Gregorio, Osvaldo: 119, 120, 120.
Balencil, Ezequiel: 65. Blázquez Pedraza, José: 325.
Ballester, Alberto: 105. Bofñll i Matas, Jaume: 329.
Ballester Ibars, Agustí: 88. Bonet Jimeno, Juan: 189, 191.
Ballester Orovitg, Francisco: 100, 101, Borbón, Don Juan de: 94.
102, 105, 106, 115/118, 118, 120,130. Borbón, Juan Carlos de: 94.
Bañeres Martín, Guillermo: 148. B01jas Martínez, Pablo: 223.
Barba Hernández, Bartolomé: 66, 67, 67, Borrás Cascarosa, José: 312.
202, 330. Boticario Sierra, Marcelino: 172.
Barba Moncayo, Miguel: 101, 131, 131. Boulbes : 297.
Bárcena Bustamante, Benita: 223. Bravo Soler, Antonio: 159, 218, 218.
Barcino, Floreal: 338, 338. Breton, André: 220.
Barea, Arturo: 10. Broto Villegas, César: 60, 60, 61.
Barea, Dsa: 10. Brook Dejter: 149.
Barrachina: 96. Bruguera Pérez, Antonio: 91, 222.
Barrao, José Luis: 153, 159, 166, 166, Bruno, Alfonso: 106.
174, 181, 216. Buenacasa Tomeo, Manuel: 57, 309, 309.
Barrera Corona, Agustín: 223. Bmgos Mombiola, Pilar. 224.
Barrio, Francisco del: 87. Burr6 Esteban, Matías: 43, 44.
Bartes Cubí, Pedro: 278. Busquets Vergés. Juan: 8, 155, 156, 156.
Bartes Cubí, Ramón: 278.
Bartobillo, José: 167.
Bartolo. Ver Nuñez Pérez, Antonio.
Batista. Ver Albesa Segura, Juan Bautista.
Batista Satorre, Ricardo: 97. C., Emilio: 61.
Bauer, Rudolf: 148, 150. C., José: 61.
Bayo Poblador, Eliseo: 12, 204. Caba Pedraza, Juan José: 91.
Bayona, Leandro—Emesto: 342. Cabañas Montañés, Dolores: 231.
Beas Jiménez, Ramón: 342. Cabero de San Miguel, Octavio: 137.
Beguin, Albert: 220. Cabrera, Eusebio: 107.
Belles Estruch, Juan: 8, 278, 310/312. Calvó, María: 196, 198.
Benedicto Serrano, Abel: 219, 219. Calvo Pena, José: 180.

348
INDICE Ouomásnco

Jaime (El Rubio): 139/14]. Leiva, José E.: 60, 69, 69.
Jard, Auguste: 193. Levy, Pierre: 202.
Jamet Vilare, Guillermo: 162. Liarte Viu, Ramón: 43, 44.
Jiménez OI'ÍVC, Enrique: 183, 183. Libertaria (La). Ver Silva Cruz, María.
Jiménez Orive, Rodolfo: 183. Libertario.Ver Ordóñez López, Cristóbal.
Jiménez Orive, Vitoria: 183. Lillo Pérez, José: 66.
Jiménez Oribe, Wenceslao: 21, 74, 88. Lister Forján, Enrique: 87.
114, 116. 123/125, 181/184. Litago Rodríguez. Felisa: 215.
Jimeno: 222. Lobato. Ver Lobato Floria, José.
Job: 44. Lobato Floria, José: 180.
Jorajun'a, Martina: 108. Loma, José Antonio de la: 335.
Jordán, Jaime: 139. López, Antonio: 29.
José: 79. López, Antonio: 84.
José: 100. López Calle, Antonio: 1 78.
José Esteve, Eduardo: 89, 223. López Calle, Bernabé: 177, 178, 179,
Joseíto. Ver López García, Miguel. 181.
Jover, Juan: 113. López Calle, José: 178.
Jover Cortés, Gregorio: 36, 36. López Calle, Pedro: 69, 1 78, 179.
Juanel. Ver Molina Mateo, Juan Manuel. López García, Miguel: 177, l 77, 1 78.
Juanito. Ver Virgil de Quiñones. Juan. López Moreno, Rafael: 187.
Juárez Juárez, Antonio: 127, 128. 181. López Penedo, José: 21. 124, 128, 128,
129. 129, 184.
López Ríos. Antonio: 186.
¡( López Tapia. Pedro: 218.
López Tola, Federico: 113.
Krivitsky, W. G.: 316. Loscos Viñas. Ramón: 159, 166, 175.
Kñchler. von: 52. 218, 218.
Luis Blanco, Manuel: 187, 187, 319.
Luque Arenas, Juan: 306, 306.
Luzón Morales, José: 179.

L., José: 310.


Laca] Rodríguez, Andrés: 160. LL
Lacruz, Francisco: 22.
Lagant, Christian: ll. Llansola, Vicente: 231.
Largo (El). Ver Miguel Aznares, F.J. Llansola Renau, Prinútivo: 231.
Largo Caballero, Francisco: 55, 56, 72. Llatser Tomás. Manuel: 100, 100, 231.
Largomayo. Ver Fernández Cornejo, Llaugí Pons, Ramón. Ver Vila Capdevila,
Francisco. Ramón.
Latre, Tomás: 89. Llop, Vicente. Ver Ortiz Gratal, Plácido.
Le Guet: 199. Llopart Batlle, Madrona: 22, 22 .
Lecha Apan'si, Manuel: 189, 191, 219, Lluch Grau, Montserrat: 148.
219. Lluis: 226, 227.
Leggio, Franco: 8. 11. Lluis Facen'as. Bartolomé: 9.
Leguineche, Manuel: 180. Lluis Facerías, José: 7/9, 14, 15, 19, 20,

353
SABATE. GUERRILLA URBANA EN Esm'u

Julio. Dot Arderiu, José: 112, 196.


Cucaracha. Ver Gavin, Mariano. Dover: 86.
Cuchillítas. Ver Nuñez Pérez, Juan. Dueso y Montaner, José: 308, 308.
Cuesta Hernández, Antonio: 102, 108. Dupouy: 112.
Cuevas, Carlos: 161. Durruti Dumange, Buenaventura: 26, 26,
Culebras Sáiz, Gregorio: 155, 170. 31, 35, 58, 64, 336.
Culebras Sáiz, Saturnino: 155, 156, 156.
157. 158, 170.
Curro Cruz. Francisco: 29, 30. E

Ejarque Pina, Antonio: 91. 112, 222.


CH Emilia de Sabaté: 165.
Empecinado (Juan Martín Díaz, El): 336.
Char, René: 220. Enguidanos. Francisco: 87.
Che (Ernesto Guevara, El): 15. Escudero, Elena: 149.
Chinchilla, Manuel: 119, 138. Esfors Ibáñez, Miguel: 273, 278, 279.
Chinchín. Ver Marín Menacho. Juan. Esgleas Jaume, Germinal: 55, 55, 87, 303,
Chozas, Antonio: 113. 303.
Chueca Cuartero, Miguel: 59. Espallargas, Victor: 159, 166, 166, 174,
216,
Espejo Aguilar, Antonio: 1 19.
D Esplandiu Pena, Enrique: 91.
Estallo, Florentino: 303, 312.
Damborenea Aguirregabiaria, Emilio: Ester Borrás:]osé: 303, 304, 304.
21 7. Estévez, Juan: 306.
Darniano González, Cipriano: 222, 222, Estrada, Blanca: 335. —
223. Eusebio. Ver Ruiz Huercano, Juan.
Darío. Ver López García, Miguel. Explorador (El). Ver Ballester Orovitg,
Dato e Iradier, Eduardo: 87. Francisco.
Delgado Hernández, Fructuoso: 191 . Expósito Leiva, José. Ver Leiva, José E.
Dencás ¡ Puigdollers, José: 119. Expósito Saavedra, Jorge: 173.
Denis Díez, Francisco: 114, 134, 135. 138,
138.
Despujols Ricart, Luis: 206, 206, 209. F
Díaz. Antonio: 29.
Díaz, José: 113. Face. Ver Lluis Facerías, José.
Díaz Ramos. José: 56. Facen'as. Ver Lluis Facerías. José.
Díez. Cecilio: 87. Failla, Alfonso: 8.
Dionysios. Ver García Bidán, Antonio. Falceto Abadía, Remedios: 150.
Doménech, José Juan: 70. Faló Villanueva, Gerónimo: 8.
Domingo Lláñez, Mercedes: 138. Farrás: 81, 82, 85, 86.
Domínguez: 89. Farre', Juan.Ver Silvestre Talón, Miguel.
Domínguez Gómez, Juan Francisco: 180, Farreras, Francisco: 90.
l 80. Felipe. Ver Franquesa Funoll, Antonio.
Dorado Pita, Joaquina: 9. 109, 109. Feltn'nelli, Giangiacomo: 10.

350
INDICE Onomásnco
Mestre Ferrando, Numen: 88. Moreno Agrela, Esperanza: 186, 187,
Michelena Lluch, Julio: 179. 219, 219.
Miguel Aznares, Francisco Javier: 8, 303. Moreno Alarcón, Antonio: 137. 189, 190.
303. 218, 218, 220.
Mijuescas Garcés, Jesús: 166. Moreno Barragán, Diego: 180.
Milicúa. Florencio: 206, 208, 209. Moreno Barragán, Francisco: 180, 180.
Milla Navarro, Benito: 61, 61. Moreno Barragán, Julián: 180.
Mintz, Frank: 11. Moreno García, Ginés: 279.
Minuto. Ver Ordóñez López Cristóbal. Moreno García, Rafael: 220.
Miñan'o, Diego: 127. Moreno Naranjo, Juan: 331.
Miñano Torroglosa, Francisco: 78. Moreno el Rubio. Ver Pérez Hidalgo.
Mir Jou, Joaquín: 213, 214. 215. Pablo.
Miracle Guitart, Antonio: 100, 231, 231, Morenas de Cortes. Ver Moreno
322, 322, 326, 335. Barragán, Francisco.
Miralles. Joaquín: 87, 88. Morera Rimbau, Francisco: 160.
Miré Arans, Jaime: 162. Morin, Louis: 193.
Mola Vidal. Emilio: 226. Mulet Juliá, Bartolomé: 91.
Molas Barceló, José: 278. Muñiz Alonso, Nicolás: 91.
Molina Mateo, Juan Manuel: 57/59, 59, Muñoz, Antonio: 191.
91 . Muñoz._]uanz 113.
Monllor, Miguel: 106, 106. Muñoz García. Federico: 167.
Monitor, Miguel. Ver Gracia Fleringan, Muñoz García, María: 163, 208.
Simón. Muñoz Martínez, Manuel: 223.
Monllor. Pablo: 91. Muñoz Treserras, Victoriano: 183, 185.
Monnot, Maurice: 110. Mussolini, Benito: 6, 59, 262.
Monrey Estrada, Bartolomé: 217.
Montañés Bernat, Manuel: 185 , 186, 189,
191, 219, 219. N
Montes Brescos, Eusebio: 139, 158, 159,
163, 217, 217. Nadal Mongai, Conchita: ll.
Montes Vega. Diego: 187. Nano (El). Ver González Sanmartí.
Montseny Mañé, Federica: 55. 55, 189, Ramón.
302/304, 312, 335. 336, 337. Nano (El). Ver Silvestre Talón, Miguel.
Montserrat Alsina, Sebastián: 217. Nano de Sants (El). Ver Aleu, Francisco.
Montserrat Girona, Gregorio: 189, 191, Navarro, Teófilo: 209.
219. Navarro Castillo, Agustín: 215.
Mora: 88. Navarro Litago, Joaquín: 216.
Mora. Pedro: 88. Navarro Olivella. José: 109.
Mora Bustillo, Felipe: 113. Negrín López, Juan: 42, 48, 48, 179.
Morales Vázquez. Ángel: 60, 160, 222. Nercebal Minjillón, José: 217.
Morán Astigarra. Miguel: 163. 163. Neville, Edgar: 149, 150, 150.
Morano, Juan: 113. Nicolau Fort, Luis: 87.
Morató Inglés, José: 11. Nikolic, Rade: 338.
Morell Millá, Manuel: 9]. Norte Suárez, Antonio: 21, 124.
Moreno. Ver Vilella, Juan. Núñez Medina, Policarpo: 191.

355
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Gil Oliver, Antonio: 95/97, 97, 196. 175, 217, 217,218.


Gimeno Ferrer, Bienvenida: 278, 279. Guilloux, Louis: 220.
Gimeno Martí, Ramón: 279. Guisset, Juliette: 296.
Giral y Pereira, José: 60, 68. Guisset, Michel: 257, 258, 296, 297.
Girón y Ezpeleta, Francisco. Ver Ahuma Guitó, Jaime: 167, 168.
da, duque de. Guitó, Miguel: 167, 168.
Godó García, José: 80. Gumara, Ramón: 278.
Goering, Hennann: 40. Gurruchari, Salvador: 11.
Gómez Arnaiz, Lucio: 6].
Gómez, Paco: ll.
Gómez Casas, Juan: 101, 102, 108, 109, H
1 09.
Gómez García, Basilio: 187. Heine, Hartmut: 267.
Gómez Giménez, Juan: 66. Hennebaud: 110.
Gómez de Lázaro y Hemaiz, José Félix: Hernández Díaz, Francisco: 221.
264, 264, 265, 279. Hernández Rodríguez, Ángel: 127.
Gó'mez Peláez, Fernando: 9. Hernández Tomás, Jesús: 38.
Gómez Pérez, Primitivo: 202. 203, 204. Herrera, Pedro: 56.
González, Francisca: 77,78. Herrero Andreu, José: 221.
González Alba, Bruno: 106. H¡dalgo Guerra, José. Ver Espallargas,
González Aria, María: 113. Víctor.
González Calero, Pedro: 106. Hitler, Adolfo: 6, 59, 262.
González Feijóo, José: 114. Hobsbawm, Eric J.: 9, 10.
González Fernández, Pedro: 205, 209/212, Horcajada Manzanares, Germán: 91.
213. Hormigo Sánchez, Domingo: 66.
González González, Angel: 66. Hugo, Victor: 309.
González Morales, Juan: 66.
González Otero, Jesús: 325.
González Puig, José: 120, 134, 135, 135,
21 7.
González Restoi, Higinio: 277, 278. Ibárruri Gómez, Dolores: 56.
González Sanmartí, Ramón: 9, 96, 105, Ibáñez Gracia, Tomás: 11, 16.
113, 113,114. Ibars Juanias, Domingo: 105, 139, 167,
González Tagua, Antonio: 191. 175, 217, 220.
González Valverde, Justina: 218, 218. Iglesias Orellana, Juana: 223.
Gracia Fleringan, Simón: 21, 116, 124, Iglesias Paz, José: 189, 190, 218, 218.
125,181/183, 184, 185. Iñigo Granizo, Lorenzo: 60, 91, 91.
Gracia Ibars, Germinal: 9, 61, 61. Iñigo Granizo, Rafael: 56.
Greco, Fernando: 187. Isgleas Piemau, Francisco: 56, 56.
Grimaldi Moreno, Fructuoso: 221. Iturbe Arizcuren, Lola: 339, 339.
Gual Vidal, Victorio: 64, 64.
Giiell Vila, Juan: 278.
Guerau de Líost. Ver Bofñll i Matas, .!
Jaume.
Guerrero Motas, Manuel: 159, 166, 170, Jabalí. Ver Vila Capdevila, Ramón.

352
[NDICE ONOMÁSTICO
Piñol Ballester, Manuel: 21, 124. Elena.
Piñol Douoet, José: 218. Quintela Bóveda, Eduardo: 21, 64, 64, 73,
Piquer Fargas, Hermes: 88, 90, 98. 84, 92, 98/100, 118, 119, 123, 124,
Piquer Fargas, José: 90. 133/135, 166, 181. 327, 335.
Pizarro Benitez, Tomás: 66. Quintero Talavera, Julio: 66.
P10 Sanmiguel, Francisco: 313. Quiñones Ocampo, Segundo Emilio: 223.
Polo Borreguero, Pedro: 119, 119, 120, Quirós Ortega, Luis: 66.
135,184, 230, 306, 321.
Polonio. Ver Pérez Pérez, Miguel.
Poncet: 110. R
Ponde Mulero. José: 113.
Pons, Agustín: 302. Rabal, Francisco: 335.
Pons Argilés, Jorge: 153, 159, 160, 166, Ramia, Antonio: 100, 101 .
167, 175, 217, 220. Ramón Valledor, Amadeo: 267/271, 273,
Ponte y Manso de Zúñiga, Miguel: 202. 275, 277, 279/294, 294.
Portes, Neveras: 137. Ramos Alondo, Jesús: 148.
Potaje. Ver Sánchez Gómez, Alfonso. Ramos Fernández, Manuel: 101 .
Prat Closas, José: 268, 268, 277/279. Ranieri, Tommaso. Ver Pereira, Antonio.
Prieto, Horacio M. Ver Ma11ínez Prieto, Raymond. Ver Vila Capdevila, Ramón.
Horacio. Regalado Sanz, Pedro: 217.
Prieto y Tuero, Indalecio: 42. Reguant, José María: 198, 344.
Primo. Ver Culebras Sáiz, Saturnino. Remiro Manero, Aguslín: 44, 44.
Primo de Rivera y Orbaneja, Miguel: 29, Reyes. Ver Barba Moncayo, Miguel.
55, 330. Ribera, Antonio: 139, 140/144, 144.
Proudhon, Pedro José: 277. Richards, Vernon: 11.
Prunes Puig, Valentín: 162. Riera, José. Ver Pallarols Xirgu. Esteban.
Puente Amestoy, Isaac: 31, 32. Rif, marqués del. Ver Sanjurjo y
Puertas, José: 167, 168. Sacanell, José.
Puig Alemany, Francisco: 137, 138. Rincón González, Antonio: 180.
Puigcerver, José María: 137. Rioja. Carlos: 226, 229, 230.
Puig Costa, Jaime: 196. Rius Soler, José. Ver Lluis Facerías, José.
Puigdellivoll Jullet, María: 160. Rives Capdevila, Ramón: 342.
Puig Domingo, Rosario: 138. Roca Sales. Eduardo: 218.
Puig Elías, Juan: 87. Rocha Sanz, Abel: 331.
Puig Pidemunt, Joaquín: 88. Rocker, Rudolf: 43, 57.
Puig Suárez, Joaquín: 328. Ródenas, Floreal: 29.
Pujol Grúa, José: 114. Rodolfo: 116,181.182,184,185.
Pumarola Alaiz, Luis: 156. Rodrigo Rodríguez, César: 295, 295.
Puzo Cabero, Mariano: 9, 105, 151, 151. Rodríguez, Ángel: 29.
Rodriguez, Eustaquio: 106.
Rodríguez, Manuel: 107.
Q Rodríguez, Miguel: 160.
Rodríguez Alarcón. Miguel: 94. 217.
Quique (El). Ver Martinez Marín, Enrique. Rodríguez Carballeda, Manuel: 126.
Quintanar, condesa de. Ver Escudero, Rodríguez Fernández, Julio: 153, 159/
357
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

87/100. 102. 105, 106, 109, 113/115. Mar1ínez, Manuel: 78, 78.
135, 136. 136, 137,138.147/151, 169, Martínez Anido, Severiano: 26, 119, 119,
185/188, 188, 201, 204006, 209/216. 330.
223, 257/259, 265, 301006. 321, 339. Martínez Canasco. Alfonso: 26.
345. Martínez Collado, Antonio: 331.
Martínez Maluenda, Jesús: 100. 114, 135,
136, 138.
M Martínez Marín, Enrique: 101, 101, 109,
113/115, 138, 148, 150, 150, 154.
Macgibon & Kee: 10. Martínez Márquez, Francisco: 101 , 112,
Machado. Antonio: 5. 295. 116,118, 134,137.139, 148, 153,
Madrigal Torres, Rogelio: 322, 322, 326. 159, 161, 162, 166, 174, 181,186,
335. 216, 219.
Madriles. Ver Hernández Díaz, Francisco. Martínez Prieto. Horacio: 56, 56, 69. 69.
Madurga Herrero, Enríque.Ver Alpuente, Martínez Requena, Juan: 218.
Luciano. Martínez Rodríguez, Manuel: 91.
Maestro Nalda, Bruno: 331. Mar1ínez Torrecilla, Jesús: 119, 119.
Malatesta. Ver Olmo Sáez, Jesús del. Marzocchi, Umberto: 8.
Malpica Ramos, Antonio: 79, 85. Mas Casas, María: 231.
Malsand Blanco, Paulino: 59, 59, 87. Mas Casas, Valerio: 55. 302, 304, 304.
Mallo, Nicolás: 69. Maspero, Francois: 10.
Mancuso. Gaspare: 8. Masana Sanjuan. Antonio: 210.
Mangrané. Ver Ramos Femández,Manuel. Masini, Pier Carlo: 253.
Manolo. Ver Guerrero Motas, Manuel. Massana Bandells, Marcelino: 8, 9, 92,
Manolo el Rubio. Ver Pérez Hidalogo, 167, 168. 194/196, 198.
Pablo. Massip Valls, Francisco: 120, 121, 158,
Mansilla Gómez, Eugenio: 78. 163, 173, 258.
Manzanares, Francisco: 29. Massó Jordá, Clemente: 278, 279.
Manzanares, Juan: 29. Masvidal, Josefa: 273, 278.
Marco Nadal, Emique: 91, 91, 106. Masvidal Planas, Dolores: 272, 273, 278,
Marñl Ruiz, José: 66. 279.
María: 98, 280/294, 298, 335. Mateu Cusidó, Pedro: 87, 158, 200.
Maríanet. Ver Rodríguez Vázquez, Maura Gamazo, Miguel: 24, 24, 25, 25.
Mariano. Mauvais: 307, 307.
Mariano Pascual, Agustín: 90. Meca López, Pedro: 180, 190, 219, 219.
Marighela, Carlos: 260, 260, 261 . Medialdea Arenas, José: 113.
Marín Nieto, Francisco: 77, 78. Medrano, Trifón: 38.
Marín Pastor, Ángel: 59,61, 75, 75. 86. Mejías Peña. Ver Rodríguez Zurbarán,
Marqués Rodríguez, Santiago: 277, 279. Edgar—Emilio.
Marqués Urdí, Ángel: 258, 265/275, 277, Meléndez Aldana, José: 66.
278, 295, 296, 298, 316. Melis Díaz, Eliseo: 9, 73/75, 75, 79, 82,
Martí, Aurelio: 79, 139, 140. 140. 86, 89, 92, 95/98, 116, 238.
Martín García, Jesús: 295, 295. Mera Sanz., Cipriano: 31, 31, 32, 165,
Martín Menacho, Juan: 1 77, 1 78. 166, 179, 320.
Martínez, Antonio: 331. Merino Peris, Bernardo: 59, 59.

354.
INDICE ONOMÁSTICO

123. 238. Toledo Martínez, Juan: 180, 180.


Sedó, Alfredo: 64. Tom Mix. Ver Cazorla, Juan.
Seisdedos. Ver Curro Cruz, Francisco. Toni (El). Ver Franquesa Funoll, Antonio.
Serna Rubio, Juan: 221. Torbado, Jesús: 180.
Serón Félix, Ramón: 8, 29. Torremocha Arias, José: 223.
Serra Bayona, Jacinto: 277. Torremocha Ávila, Pedro: 223.
Serra Lafort, José: 75. Torres, Antonio: 195.
Sérrano, Fernando: 231/233, 235. Torres Cuadrado, José: 115.
Serrano, Juan: 135,135, 136. 137, 153, Torres, Francesc: 333.
158, 162, 163, 167. 173, 175, 216. Torres Maeso, Domingo: 59, 59.
Serrano Duarte, Joaquín: 66. Torres Palacios, José: 147.
Serrano Ovejas, Arquímedes: 139, 148, Tortura, Pedro: 138.
153, 161, 162,167, 175, 216. Tragapanes. Ver Pérez Pedrero, José.
Sherijj"(El). Ver Amir Gruañas. Santiago. Tréssols Meix, Pedro: 75.
Sibina Morull, José: 331. Tudela Gómez, Francisco: 166.
Siena Viu, Ignacio: 223. Turtos, Montserrat: 11.
Silone. Ignacio: 220
Silva, Juan: 30.
Silva Cruz, María: 30. U
Silvestre Talón, Miguel: 75, 76.
Simón Obradora, Candelaria: 96. Ueedo, Manuel: 69.
Siurana, Germinal: 70. Unanue Laburu, Jesusa: 278, 279.
Solé Bros, Ramón: 278, 279. ' Uriburu, José Félix: 106.
Soler Ciéreoles, Francisco: 9. Urrea Piña, Ginés: 115, 116, 137, 153,
Soler Santamaría, Salvador. Ver González 162, 166, 189, 189, 190, 219, 220.
Sanmartí, Ramón. Urruticoechea, Filomena: 278.
Soriano Valverde, Amalia: 277. Urzáiz, Ángel: 107, 109.
Sousa, Germinal de: 56, 56.
Stalin, José: 236.
Subero, Feliciano: 69. V
Sueiro, Daniel: 71 .
Valerio Ramos, Manuela: 127, 128, 130,
131.
T Valero Guillén, Rafael: 221 .
Valcárcel Campo, Caridad: 138.
Tallaventres. Ver Puig Costa, Jaime. Valencia (El). Ver Pérez Ibáñez, José.
Tarántula. Ver Toledo Martínez, Juan. Valverde Ferrer, Francisco: 277.
Teixidó. Alfonso: 278. Valverde Fuentes, Pedro: 88.
Tella Bavoy, José: 21, 124. Valverde Giménez, Antonio: 277.
Téllez Solá. Antonio: 12, 13/15, 20, 135, Valverde González, Justina: 160.
185, 196/198. 224, 302. Vallejo Isla, Eugenio: 84.
Teres Costa, Enrique: 148. Vallejo Sebastián, Miguel: 222, 222.
Tiburcio, Alejandro: 9, 43. 112, 139, 140. Varea, Francisco: 191.
142/145. Varela Guillén, Álvaro: 119, 119, 120.
Tito (José Broz, llamado): 302/304. Varela Iglesias. José Enrique: 165.
359
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Núñez Pérez, Antonio: 181, 181, 191 . Parés Adán, Luis: 83.
Núñez Pérez, Francisco: 181 . Pascual Palacios, José: 139. 151.
Núñez Pérez, Juan: 181. Patán, Julio: 87.
Paz, Abel: 26.
Peck. Bernard Joseph: 343.
O Peck, Dora: 343.
Pedro el de Alcalá. Ver Domínguez
Obiols Ribó, Pedro: 218, 218. Gómez, Juan Francisco.
Olea Díaz, Julián: 187. Peguero Herrero, Santos: 161.
Oliván y García, Gregorio: 309. Peirats Valls, José: 43, 55, 101, 119, 194,
Oliveras, Justo: 41. 336.
Olmo. Floreal del: 224. Peiró Belis, Joan: 72, 72.
Olmo Sáez, Jesús del: 8, 205, 223, 223. Peitaví, José: 278.
OIUa: 161. Peitaví, Juan: 278.
Ordóñez López, Cristóbal: 180, 191. Pepe. Ver Sabaté Llopart, José.
Orihuela Caballero, Manuel: 113. Pepe el Largo. Ver Barrao, José Luis.
Or1iz Gratal, Plácido: 116, 181/183. 184, Pepín. Ver Pérez Montes, José.
185. Pereira de Andrade, José: 223.
Ortiz Pérez, Francisco: 199, 199. Pereira, Antonio: 64, 64.
Ortiz Querol, Manuel: 277. Perejil. Ver Rincón González, Antonio.
Ortiz Ramírez, Antonio: 203. Perelló, Juan: 92. 318, 319.
Oset Palacios, Jorge: 209. 211, 212, 213. Pérez Bernardo, Celedonio: 223.
Otero, José: 113. Pérez Cordón, Miguel: 30.
Pérez Farrás, Enrique: 35.
Pérez Hidalgo, Pablo: 180, 180.
P Pérez Ibáñez, José: 203._
Pérez Lecha, Diego: 315, 315, 316, 317.
Paco. Ver Martinez Márquez, Francisco. Pérez Montes, José: 102, 102.
Padilla Boloix, José: 277. 312, 312. Pérez Pedrero, José: 116, 117, 153, 158/
Pajares de la Fuente, Matilde: 108, 109. 160, 162, 166, 166, 173, 175, 217.
Palau Papiol. Jaime: 158. 220.
Palma Mesa, Manuel: 1 77, l 78. Pérez Pérez, Miguel: 179.
Pallarés Tomás, Joaquín: 74. Pérez Ruiz, Diego: 66.
Pallarols Xirgu, Esteban: 75, 221. Pérez Silva, Juan: 30.
Pallaros. Ver Moreno García, Rafael. Peris, Vicente: 76.
Pamies Escoda, Juan: 217. Perpignan, Félix: 114, 114.
Pancho. Ver Massana Bancells,Marcelino. Pestaña Núñez, Ángel: 72, 72.
Panellas Torras, Juan: 62. Petain, Philippe: 31, 72.
Paquita. Ver González, Francisca. Petit: 316, 320.
Pardillo Manzanero, Niceto: 116, 181 , Pi y Margall, Francisco: 277.
185, 1 85. Pignol, Jaques: 112, 112.
Pardo—Andrade Fariñas, José: 223. Piguillcn: 52.
Pareja Pérez, José: 9, 86, 89, 95/98, 98. Pino Pana], Sebastián: 66.
Parés Adán, Jaime: 41, 61, 62, 64, 65, 82. Pintado, Luis: 113.
83, 83, 84. Pintado Villanueva, Juan: 196.

356
ÍNDICE

La Génesis de un Libro ................................... 5


El Sentido de un Libro .................................. 13
Introducción .................................................. 17
I Sabaté .........................................._............... 2 1
II La Guerra Civil .......................................... 35
III La Segunda Guerra Mundial .................... 51
IV Esperanza ................................................. 55
V Confusión .................................................. 71
VI Acción ...................................................... 77
VII Problemas en Francia ........................... 105
VIH Terror en Barcelona ............................ 123
IX Exterminación ........................................ 153
X Complicaciones ....................................... 193
XI Desesperanza ............................. 225
XII La Muerte ............................................. 295
XIII Colofón ................................................ 335
XIV Ramón Vila Capdevila ........................ 341
Índice Onomástico ...................................... 347
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

162,165, 165, 166. 174,181, 216. Sabín Pérez, José: 179.


Rodríguez Pérez. Ramón: 187. Saborit Can-alero. Antonia: 218, 218.
Rodríguez Salas, Eusebio: 41. Saborit Canalero, César: 116. 135, 139.
Rodríguez Santamaría, Antonio: 78. 159/162, 185, 188, 189. 205/209.
Rodríguez Vázquez, Mariano: 22. 55, 55. Saborit Roig. César: 205.
Rodríguez Zurbarán, Edgar-Emilio: 221 , Safont. Ramón: 11.
278, 278. Sala Matas, Juan: 325.
Roge: (El). VerSalas Millán, Juan. Saladrigas Escofer, José: 329.
Roig Calaf. Magdalena: 205. Salas Millán, Juan: 53. 61. 64, 83, 84, 84,
Rojas Cuenca, Andrés: 66. 85, 86.
Rojo, Angeles: 113. Salgado: 181, 182.
Rojo, Casimiro: ] 13. Salvá Figueras, Martín: 115.
Rojo Lluch, Vicente: 38. Salvá Masvidal, Antonio: 272, 278.
Romero de Arcos, Alfonso: 306. Sánchez, Agustín: 11.
Romero Gamis. Francisco: 112. Sánchez, Benjamín: 76.
Rosendo. Ver Llatser Tomás, Manuel. Sánchez, Heliodoro: 222.
Rosita: 285. Sánchez, Manuel: 159.
Rosquellas Vilaseca, Joaquín: 278, 279. Sánchez Berenguer, Francisco: 277.
Rubio (El). Ver Jaime. Sánchez Fernández, José: 91.
Rubio de Bobadilla. Ver Pérez Hidalgo. Sánchez Gómez, Alfonso: 177, 177, 178.
Pablo. Sánchez Requena, José: 72.
Rueda Ortiz, Juan: 56. Sancho Agorreta, Antonio. Ver Gil
Ruiz Cecilia, Victoriano: 78. Oliver, Antonio.
Ruiz Fernández, Fernando: 74. Sancho García: José: 168.
Ruiz Guerrero, Adela: 66. Sanfeliu, Antonio: 91.
Ruiz Huercano, Juan: 177. Sanglas y Memos, José;115.
Ruiz Montoya, Martín: 322, 322, 325. Sanjurjo y Sacanell, José: 27, 28, 28, 202.
327. 335. Sans García, Ramón. Ver Barrao. José
Luis.
Sans Sicart, Juan: 87.
Santamaría, Vicente: 60.
Santamaría Cortiguera, Roque: 302, 320,
S., Juan: 194. 337.
Sabaté Castells, Alba: 79. Santeíro (El). Ver Fernández Ramón,
Sabaté Castells, Paquita: 52. Serafín.
Sabaté Escoda, Manuel: 22, 86. Sanz García, Ricardo: 126.
Sabaté Llopart, José: 8, 21, 22, 29, 29, 35. Sanz Rodríguez, Enrique: 223.
36, 84/86, 112,115. 116/118, 120, Saña Magriñá. Juan: 223.
124, 128/134, 153, 155, 156, 157. 158. Sarrau Royes, Liberto: 89, 89, 101 , 109,
162/165, 165, 170. 173, 173, 174, 216, 109.
217. 333. 335. Sartre, Jean—Paul: 220.
Sabaté Llopart, Juan: 22. Saute Martí. Benito: 74.
Sabaté Llopart. Manuel: 22, 154/157, 157, Saxon, John: 335.
333, 335. Schwiters Bauer, Emma: 148.
Sabaté Llopart, María: 22. Seba Amorós, Antonio: 73, 74, 75. 116,

358
Sendic
Las vidas de un tupamaro

Samuel Blixen

Raúl Sendic fue una figura de primer orden


tanto en la fundación como en el devenir de los
tupamaros. Hombre de campo, formado en la
ciudad, empezó muy pronto su militancia en la
' *s'Aí¿u E |.
Federación de Estudiantes Universitarios y en el
, l3Lle—ZN Partido Socialista, del cual llegó a formar parte
de su dirección. Su intensa actividad política le
VIRUS impidió acabar su carrera de abogado, por lo
Editorial cual ejerció como procurador en la defensa de
410 páginas los cañeros, cortadores de caña de Bella Unión,
20 euros
con los cuales vivió y acabó combatiendo en su
ISBN 84-96044-58-0
lucha contra el latifundio y por el reparto de la
tierra.

Siete domingos rojos

Ramón J. Sender

Siete domingos rojos narra el desarrollo de una


huelga general convocada como protesta por la
muerte de tres obreros en un altercado contra la
policía, que intentaba suspen-der un mitin anar—
cosindicalista. El significado del título es evidente:
siete no son sólo los días de una semana, es el
número mágico y bíblico; en domingo no se tra-
baja, hay una tarea extraordinaria, la creación del
VIRUS mundo nuevo revolucionario; rojos por la violen-
Narrativa cia, la muerte y la generosidad de la entrega.
390 págs. Durante una semana la vida cotidiana de Madrid
19 euros
se ve colapsada y alterada por los disturbios y la
ISBN 84-96044-54-8
represión; el tiroteo que enfrenta a los revolucio—
narios con policía, esquiroles y conñdentes es
constante. A la sombra de las balas, se organiza el
entramado de las relaciones amorosas y de com-
pañerismo entre los cuatro protagonistas [...].
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA

Vázquez Solano, Juan. Ver Ballester Ibars. Vives, Pedro: 226.


Juan. Vives Camino, Fernando: 226.
Vázquez Valiño, Miguel: 87. Voladeras Carmona, Antonio: 277.
Velasco. Ver Morales, Ángel.
Vendrell Sarda, Miguel: 277.
Viader Roca, Francisco: 97. W
Vicente Castells, Juan: 231.
Vidal, Ramón: 84. Weidenfeld et Nicolson: 10.
Vidal Pasanau, Carlos: 21, 111, 112, 124.
129. 146.
Viejo (El). Ver Espallargas, Víctor. X
Vila Capdevila, Ramón: 8, 79/81, 112,
154/158, 167, 170. 186, 197, 198, 221, Xena Torrent, José: 56, 56.
341/345. '
Vila Capdevila, Josefa: 345.
Vila Moncunill, José: 159. Y
Vilalta García, José: 8.
Vilella, Juan: 167. Yáñez García, José: 91.
Villalba Rubio, José: 36. Yayo (El). Ver Adrover Font, Pedro.
Villanueva Planella, Valentín: 162. Yoldi Beroiz, Miguel: 69, 69.
Villar Mingo. Manuel: 32, 33, 91, 106,
1 06.
Villaverde, José: 72, 72. Z
¡.
Villegas Izquierdo, José: 9, 95/97.
Violeta Carceller, Vicente: 277. Zapata Merino, José: 187.
Virgil de Quiñones, Juan: 180, 180, 191, Ziglioli, Helios: ISS/158.
l 91 . Zubizarreta Aspas, Ignacio: 87, 88.
Virumbrales Carcedo, Carlos: 329.

360
La vuelta a la naturaleza
El pensamiento Naturista hispano (1890-2000):
naturismo libertario, trofología, vegetarismo
naturista, vegetarismo social y librecultura

Josep Maria Roselló


Prólogo del Dr. José Vicente Martí Boscá

Josep Maria Roselló en la presente obra estudia


cinco corrientes principales del movimiento
naturista, analizando sus aportaciones teóricas y
prácticas, la trascendencia de sus propuestas, las
VIRUS revistas y publicaciones que sirvieron de sopor—
memoria te a la difusión de sus ideas así como sus figuras
320 páginas más destacadas. Este exhaustivo trabajo, que
15 euros
abarca más de un siglo de historia, se ve prece-
ISBN 84-96044-28-9
dido por una breve introducción histórica y fina-
liza con una panorámica general sobre el deve-
nir del movimiento naturista en sus diferentes
expresiones desde 1939 hasta la actualidad.

, Mujeres Libres
El anarquismo y la lucha
por la emancipación de las mujeres

Marta Ackelsberg

Sobre la base de un estudio riguroso y profun-


do de las condiciones sociales y políticas que
permitieron el surgimiento de un movimiento
emancipatorio de mujeres en la España revolu-
cionaria del 36, Martha Ackelsberg analiza a
fondo las razones que llevaron a un numeroso
VIRUS
memoria
grupo de mujeres del ámbito libertario a la cre-
320 páginas ación de Mujeres Libres —en contra de la
15 euros voluntad de buena parte de los hombres e,
ISBN 84—88455-6-6 incluso, de algunas mujeres del Movimiento
221 edición
Libertario— los problemas, temas de disputa y
relaciones que mantuvieron con éste; y sus dis-
cusiones internas, objetivos y funcionamiento.
SABATE. GUERRILLA URBANA EN ESPANA (1945-1960), es el primer libro que des-
cribe la tumultuosa historia de la lucha armada contra el régimen franquista durante
estos años.
Patiendo de la vida de uno de los personajes más conocidos: Francisco
Sabaté, se nos presenta a toda una generación de militantes libertarios españoles,
herederos de las ideas anarco—sindicalistas y actores de la Revolución española de
1936. Los protagonistas de este libro comienzan en 1944 un combate mediante la
propaganda y la guerrilla contra una dictadura que niega ferozmente al individuo
todo derecho a la expresión, enseñanza, asociación, a la difusión de las ideas, e
incluso, hasta al pensamiento mismo; contra una política económica y social que
desde comienzos de los años 50 será la causa de numerosos movimientos sociales
encontrando eco hasta en las filas de la burguesía española.
A la represión, la desesperanza y a la muerte, pocos hombres y mujeres
implicados en este largo combate sobrevivieron. Acorralados porla policía y los ser-
vicios de información españoles por un lado, y finalmente, abandonados por el otro, por
la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) por su actitud en proseguir el com-
bate activo, mientras que la organización libertaria en el exilio se esclerotizaba, los gru-
pos de acción mantenían una lucha cada vez más precaria, desesperada y solitaria.
Por los estrechos lazos de amistad que Iigaron al autor con algunos protagonis-
tas del libro, asi como sus esfuerzos dirigidos a recopilar documentos y testimonios,
Antonio Téllez descubre unos de los aspectos menos conocidos de la resistencia
libertaria de la época: la estructuración y el funcionamiento de los grupos de acción,
el papel de las diferentes organizaciones reagrupadas en el Movimiento Libertario
español de la posguerra, la desmitificación de nume-
rosos militantes que, ni héroes ni mártires, no fueron
una generación sacrificada 'en vano.

ANTONIO TELLEZ SOLÁ, nació el 18 de enero de 1921


en Tarragona. Combatió con el Ejército Republicano
hasta la retirada hacia Francia en febrero de 1939.
De los campos de concentración a los campos de
trabajo, terminó por integrarse en el maquis francés y
participa en la liberación de Rodez, así como en la fra-
casada invasión de la Vall d'Aran en octubre de 1944.
En Francia desempeña numerosos empleos,
antes de trabajar como periodista de la agencia de
noticias France Presse. No deja de militar activa-
mente en la FIJL (Federación Ibérica de Juventudes
Libertarias), de la que es miembro activo desde 1936,
y colabora desde 1944 en la revista Ruta y en el diario Solidaridad Obrera.
Después de la muerte de su amigo José Lluís Facerías, el 30 de agosto de 1957 en
Barcelona, funda con otros compañeros la revisa Atalaya (de diciembre de 1957 a julio de
1958). En 1961, poco después del asesinato de otro de sus amigos, Francisco Sabaté,
en marzo de 1960, abandona toda militancia organizativa, y se consagra a escribirla
historia de los militantes de los grupos de acción y a colaborar con la prensa libertaria.
Antonio Téllez falleció el 26 de marzo de 2005 en Perpiñán, dejando tras de si
numerosas obras publicadas y una gran documentación sobre la historia reciente
del movimiento libertario peninsular.

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