también se produjo a expensas de
La relación sociedad
naturaleza en el
presente
La relación entre la sociedad y la
naturaleza, con sus variaciones a lo
largo del tiempo, produjo fuertes
disturbios en el sostén natural. La
extracción de recursos o las
actividades productivas generan, en
mayor o menor medida, daños en el
ambiente. En algunos casos, puede
poner en peligro la existencia de los
recursos; así, por ejemplo, la tala
ilimitada de árboles puede conducir a
la extinción de un bosque.
Un problema ambiental aparece
cuando los elementos de la naturaleza
son alterados por las acciones
humanas. Por eso puede identificarse
un elemento o proceso que ha sido
degradado y una actividad o acción
que produjo tal situación.
Los problemas ambientales
actuales en América
La diversidad y profundidad de los
problemas de América es herencia de
una historia caracterizada casi
exclusivamente por el manejo
explotacionista de recursos.
Los bosques ubicados en áreas
tropicales fueron explotados desde la
llegada de los europeos y también
durante la etapa precolombina. Sin
embargo, las mayores pérdidas de
masas forestales se produjeron a
partir de la segunda mitad del siglo XX,
cuando comenzó un desmonte
acelerado para dedicar tierras a la
agricultura y a la ganadería. El
crecimiento de las grandes ciudades
bosques y selvas, como la ciudad de
Manaos, en la Amazonia Brasileña.
Las prácticas agrícolas también
trajeron consecuencias serias, ya que
la explotación de un único cultivo o el
cultivo de los suelos sin descanso
entre cosechas y cosechas conducen
al deterioro del suelo. El resultado de
esto fue la extensión de los procesos
como la erosión y la desertificación en
todo el continente.
La contaminación de cursos de agua
superficial o de fuentes subterráneas
también se asocia a la práctica
agrícola. En países como Costa Rica o
República Dominicana, este problema
se relaciona con el uso intenso de
pesticidas, que ingresan al suelo y de
allí pasan a las aguas subterráneas,
que luego entran en contacto con ríos
y arroyos.
La minería ha traído serias
consecuencias en el sostén natural. En
algunos casos, incluso, la explotación
intensa produjo el agotamiento del
recurso. Esta actividad de gran
importancia durante la conquista, ha
retomando su intensidad a partir de
los primeros años del siglo XXI.
Muchas empresas extranjeras se han
instalado en países como Perú,
México, Chile o la argentina para
extraer oro, plata o cobre en grandes
cantidades. El uso de explosivos para
el ingreso a la montaña y de
sustancias peligrosas (cianuro, entre
otras) para la separación de los
minerales valiosos son las prácticas
que producen mayores impactos
ambientales negativos.
Problemas ambientales en
espacios rurales
Los problemas ambientales en las
áreas rurales derivan principalmente
de la modalidad dominante de
práctica agrícola y del uso extractivo
de recursos forestales o mineros. En
muchos casos, estas formas de
explotación no son acordes a las
características naturales (tipo de
suelos, clima, tiempo de crecimiento
de la vegetación) y, por lo tanto, el
efecto negativo que se produce es
mucho mejor.
Erosión y desertificación
Entre los problemas ambientales que
afectan el suelo y derivan de la
agricultura se encuentran la erosión y
la desertificación. La erosión es un
proceso por el cual el suelo pierde su
capa superior de manera progresiva, lo
que conduce a la pérdida de nutrientes
y de fertilidad. De esta manera, el
suelo se va transformando en un
desierto (desertización). Sus causas
son naturales. La erosión puede ser
eólica, cuando el viento remueve y
traslada las partículas que se
desprenden de la capa superior, o
hídrica, cuando lo hace el agua. En
América Latina, la erosión es la
principal causa de la degradación de
los suelos ya que afecta al 14% del
territorio de América del Sur y al 26%
de América Central y el Caribe.
La desertificación es el estado
máximo de degradación de los suelos,
debido a las acciones que los
productores realizan sobre ellos. En
general, afecta los suelos de las áreas
áridas y semiáridas, aunque también
es posible encontrar signos de suelo
desertificado en áreas más húmedas.
La deforestación de bosques y selvas
La deforestación es un grave
problema ambiental que surge como
consecuencia de la tala para la
extracción de madera y otros bienes
de los bosques. La tala, la expansión
de las áreas agrícolas sobre áreas
boscosas o los incendios generan la
pérdida de buena parte de la superficie
original de los bosques americanos.
Entre 1990 y 2000, la superficie
boscosa de América Latina disminuyó
el 5%, mientras que en los Estados
Unidos y Canadá se mantuvo estable.
La principal causa de la deforestación
es la expansión de la agricultura. En
América del Sur, este fenómeno se dio
con mucha intensidad a partir de las
últimas décadas del siglo XX. Se
estima que, entre 2000 y 2005 la tala
para el uso agrícola significó una
pérdida de algo más de cuatro
millones de hectáreas de bosque.
La expansión agrícola es muy
importante en el sur del continente, en
particular en Paraguay, el norte
argentino y el sur de Brasil. El caso de
Paraguay es significativo, ya que su
territorio estaba cubierto por dos
grandes tipos de bosques: los
pertenecientes al Gran Chaco
americano, en el centro y el oeste, y
los correspondientes al bosque
atlántico, hacia el centro este. El
manejo de tipo en estos bosques tuvo
serios efectos negativos, aunque los
mayores porcentajes de pérdida se
registran a partir de los últimos años
debido a la expansión del cultivo de la
soja.
Problemas ambientales urbanos
en América
La ciudad representa el mayor grado
de transformación de la naturaleza
debido a que allí todos los elementos
naturales se modificaron: se
rellenaron áreas bajas, se vuelcan
residuos a los cursos de agua, se
abren naturales o se emiten gases
contaminantes a la atmósfera.
La contaminación hídrica
Muchas ciudades americanas están
atravesadas o se encuentran próximas
a ríos, que sirven como fuente de
abastecimiento para los habitantes y
para desarrollar numerosas
actividades. Sin embargo, los ríos
también sirven como sumidero o
depósito de residuos que provienen de
las viviendas o de las industrias que
están localizadas cerca de las
ciudades. Esto hace que las aguas
pierdan su calidad y se contaminen.
En general, las ciudades de América
Latina y el Caribe no tienen sistemas
que tratan los desechos antes de que
sean volcados a las aguas. En
Colombia, por ejemplo, los ríos Bogotá
y Magdalena están contaminados por
desechos industriales y domésticos, lo
que afecta no sólo la ciudad, sino
también las áreas naturales ubicadas
agua abajo. Las industrias también
producen contaminación en el río
Rímac, principal fuente de agua de
Lima, en Perú.
Este tipo de deterioro genera, además,
consecuencias severas en los
ecosistemas acuáticos y ribereños.
Por ejemplo, la contaminación de
lagunas en Río de Janeiro provocó la
caída del oxígeno disponible en el
agua y, con ello, severas mortandades
de peces.
La contaminación también puede
afectar a las aguas subterráneas
debido a que sustancias nocivas
ingresan al suelo y penetran hasta
alcanzar la capa de agua. Esto ocurre
por dos motivos: la falta de cuidado en
el manejo de esas sustancias, que se
emplean en los procesos industriales,
o la existencia de pozos ciegos
cercanos al acuífero, que contaminan
el agua con microorganismos
patógenos. Por ejemplo, en Santiago
de Chile, en las aguas subterráneas, se
encontraron nitratos procedentes del
uso de fertilizantes en áreas rurales
cercanas; y en la Ciudad de México, es
importante la presencia de patógenos
y sulfatos provenientes de la industria.
Disposición de la basura y
contaminación de los suelos
Uno de los grandes problemas
ambientales de las ciudades se
vincula con la disposición de los
residuos que allí se generan. Los
grandes basurales, ubicados
generalmente en las afueras, pueden
contaminar los suelos por la
descomposición de los desechos. Los
líquidos provenientes de estos
procesos también pueden infiltrarse y
llegar al agua subterránea.
El problema de los residuos aumenta a
medida que crece el tamaño y la
cantidad de población en las ciudades.
En general, todas las ciudades de
América Latina aumentaron la
producción de residuos sólidos desde
la década de 1990. Además, las
ciudades latinoamericanas no cuentan
con una cobertura total de recolección
de residuos. En algunos barrios más
pobres, la estrechez de las calles
impide el paso de los camiones
recolectores, en otros, los sectores
vulnerables no pueden pagar el
servicio de recolección. Estos
residuos que no se recogen suelen
enterrarse o bien son arrojados en
basurales clandestinos sin que se
tomen las precauciones para evitar
que contaminen los suelos. Algunos
de estos basurales clandestinos se
localizan en áreas de alto valor
ecológico, como los manglares de Río
de Janeiro o Manaos en Brasil, o las
barrancas en Ciudad de Méxic