En el camino, una amiga encontré, con su risa sincera y su corazón de fe.
Siempre lista para escuchar, sin
juzgar ni cuestionar, su amistad es un tesoro que nunca dejaré de amar. En los días grises, su luz brilla con esplendor, me levanta con cariño, me llena de calor. En sus abrazos encuentro paz, en sus palabras consuelo, su presencia es un regalo, un preciado anhelo. En cada paso que doy, ella está a mi lado, celebrando mis logros, apoyándome desde el pasado. En los momentos difíciles, su fuerza me sostiene, su amistad es un refugio que en mi corazón retiene. No necesita gestos grandiosos ni palabras pomposas, su bondad y lealtad son las más valiosas. Con sencillez y ternura, me muestra su amor, una amiga como ella, es un tesoro de valor. Por todo lo que eres, por tu ser genuino, por ser mi compañera en este camino. Gracias, amiga querida, por tu amistad sin igual, tu presencia en mi vida es un hermoso cristal.