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18/Abr/2024

Hola hijo, estos momentos deben de ser difíciles para ti. Hablo desde mi experiencia. Este
encuentro conmigo mismo no fue nada fácil. El asomarme a mi propio vacío.
La experiencia es fuerte, se requiere de mucho valor y honestidad ya que nos enfrentamos a
nuestro peor enemigo: nosotros mismos, pero vale la pena si se tiene un deseo sincero de
dejar de sufrir, de cambiar nuestra forma de vivir, y sobre todo un deseo de dejar de dañar a
las personas que decimos querer.
Hoy que te has asomado, quiero decirte que te veo desde niño con tus virtudes y defectos. Y
eres una persona realmente única e increíble.
Cuando llegaste recién nacido del hospital, nunca me imaginé que te amaría tanto tANNNTO;
que a veces cuando te abrazaba, sentía que el corazón se me partía. Parecía que no lo iba a
soportar, porque nunca había experimentado ese tipo de afecto.
Creciste, mientras tanto yo te observaba. Me di cuenta muy pronto que tienes un corazón muy
noble.
Amé poder verte crecer al menos los primeros años de tu vida. Después me fui alejando por la
droga y Renato, la verdad.
Por eso quiero pedirte perdón, hijo mío. Por las angustias, estrés y dolor que te he causado.

Quiero decirte que aquí sigo para ti y eres de los principales motivos que me hacen
seguir adelante y no dejarme vencer nunca más por esta malvada enfermedad del alma.
Perdón por el sufrimiento o tristeza que te haya causado. Pero tu bondad es tan grande, que
hoy sé que me has perdonado.

Abraza tu escritura porque eres todo eso que escribiste ¿y sabes qué? Es perfecto, así
tení que ser o suceder.
Ahora deshazte de esas piedras que te hunden y no te permiten volar. Debes de saber
que eres muy amado por todos, incluido Dios. Los secretos y las cosas que no nos
atrevemos a decir son como piedras que se convierten en fósiles. Permíteme compartir tu
carga como tú lo has hecho conmigo.
Deseo que la vida me permita seguir estando a tu lado. Por eso ruego que Dios me dé
salud y estabilidad.
Para poder estar el día de tu boda, el día que nazca tu primer hijo, y siempre que me
necesites.
Te quiero hasta la médula hijo.
Ánimo, hoy inicia el resto de tu vida.

Tu tío Isaac.

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