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Procesos Fluidomecánicos
Apuntes
Norberto Fueyo
1 Introducción 5
1.1. Qué es un fluido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
1.2. La Mecánica de Fluidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.3. La Mecánica de Fluidos y la Termodinámica . . . . . . . . . 11
1.4. Fenómenos y propiedades de transporte . . . . . . . . . . . . 12
1.5. Clasificación del flujo fluido . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
1.6. El resto de estos apuntes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
2 Cinemática de fluidos 23
2.1. La descripción euleriana y la descripción lagrangiana . . . . 24
2.2. Derivada sustancial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
2.3. Líneas características del flujo . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
2.4. Movimiento en el entorno de un punto . . . . . . . . . . . . 32
2.5. El tensor velocidad de rotación . . . . . . . . . . . . . . . . 34
2.6. El tensor velocidad de deformación . . . . . . . . . . . . . . 35
2.7. Interpretación física de las componentes de los tensores . . . 36
2.8. Recapitulación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
3 Fuerzas y Fluidostática 41
3.1. Fuerzas de superficie . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
3.2. Fuerzas de volumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
3.3. El tensor de esfuerzos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
3.4. El tensor de esfuerzos para el fluido en reposo . . . . . . . . 47
3.5. Ecuación Fundamental de la Fluidostática . . . . . . . . . . 48
3.6. Consecuencias de la Ecuación Fundamental de la Fluidostá-
tica: Ley de Pascal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
3.7. Fuerzas másicas más comunes . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
3.8. El campo de presiones en una superficie sumergida . . . . . 51
3.9. Fuerzas y momentos sobre superficies planas . . . . . . . . . 53
3.10. Fuerzas sobre superficies curvas . . . . . . . . . . . . . . . . 56
1
2 Índice general
4 Ecuaciones fundamentales 83
4.1. Volúmenes fluidos y de control . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
4.2. Teoremas del transporte de Reynolds . . . . . . . . . . . . . 84
4.3. Aplicación a una propiedad genérica . . . . . . . . . . . . . 88
4.4. Ecuación de continuidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
4.5. Ecuación de conservación de una especie química . . . . . . 92
4.6. Ecuación de conservación de la cantidad de movimiento . . . 94
4.7. Ecuación del momento cinético . . . . . . . . . . . . . . . . 97
4.8. Ecuación de la energía cinética . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
4.9. Ecuación de la energía mecánica . . . . . . . . . . . . . . . . 102
4.10. Ecuación de la energía total . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
4.11. Ecuación de la energía interna, de la entropía y de la tempe-
ratura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
4.12. Resumen: ecuaciones diferenciales que gobiernan el movi-
miento de un fluido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
Introducción
5
6 Introducción
t t
t=0 t>0
gencial en una de sus caras (por ejemplo, la superior) mientras que la otra
está anclada, el bloque se deforma. La deformación del sólido puede cuan-
tificarse mediante el ángulo θ de la figura, que es constante con el tiempo
mientras el esfuerzo aplicado sea constante, y suele además ser proporcional
a éste. A continuación imaginamos que el cubo es un cubo de fluido. Ante
un esfuerzo cortante, el fluido también se deforma; pero, al contrario que
en el caso del sólido, el ángulo de deformación θ aumenta con el tiempo
mientras apliquemos el esfuerzo3 . Mientras que en el sólido la deformación
θ es usualmente proporcional al esfuerzo, en el fluido es la tasa de cambio de
θ, dθ/dt, la que es usualmente proporcional al esfuerzo4 . Un corolario im-
portante de esta definición de fluido es, por tanto, que un fluido no puede
soportar esfuerzos cortantes sin deformarse continuamente. (Veremos más
adelante que, sin embargo, sí puede soportar esfuerzos normales.)
De las tres fases termodinámicas de la materia, el gas y el líquido son
fluidos; hay no obstante muchas substancias que son difíciles de clasificar
en una u otra fase (piense, por ejemplo, en la pasta de dientes o en el
yoghurt; ¿son líquidos?); sin embargo, pueden ser clasificados como flui-
dos por referencia a su incapacidad para soportar esfuerzos cortantes sin
deformarse continuamente. Más sorprendente es sin embargo el compor-
tamiento de algunos sólidos, que pueden soportar esfuerzos cortantes sin
deformarse continuamente durante cortos tiempos, pero se deforman con-
tinuamente (“fluyen”) si el esfuerzo se mantiene durante un tiempo largo.
Tal es el caso del asfalto, o del plomo. La fase termodinámica en la que se
3
La característica de “fluir”, que ponemos en el primer párrafo en boca del lego,
es justamente esta capacidad para deformarse continuamente mientras exista esfuerzo
cortante.
4
Esta tasa de cambio de θ recibe el nombre en Mecánica de Fluidos de velocidad de
deformación.
1.1. Qué es un fluido 7
r
Fluctuación
molecular
Medida Variación
local macroscópica
dV
Figura 1.2: Variación de la densidad del fluido con el volumen de medida
δm
ρ= . (1.1)
δV
La figura 1.2 representa un evolución típica de la densidad con el tamaño
del volumen de medida. Para volúmenes del orden de magnitud del volumen
del núcleo atómico, la densidad será la del núcleo o cero, cuando el volumen
encierre respectivamente masa del núcleo o no. Esto implica variaciones
muy altas de la densidad en esa escala, ya que la densidad del protón o del
neutrón es del orden de 1018 kg/m3 . A medida que aumentamos el volumen,
la densidad varía fuertemente según el nuevo volumen incluya un núcleo o
no. Cuando el volumen es tal que contiene ya un número estadísticamente
significativo de átomos5 , añadir (o retirar) volumen de δV no altera la es-
tadística. Este volumen es el volumen al que referimos las propiedades del
fluido para considerarlas “locales”. Para volúmenes mucho mas grandes que
este volumen de “medida local”, la propiedad pueden variar con el tamaño
del volumen (como se sugiere en la figura 1.2) debido a la no homogeneidad
espacial del fluido (por ejemplo, puede haber zonas del fluido más calientes,
y por tanto menos densas, que otras).
El ardid de utilizar, tácitamente, volúmenes que tienen un número es-
tadísticamente significativo de moléculas permite por tanto caracterizar el
fluido por sus propiedades locales, sin tener que especificar la posición y
propiedades de cada molécula. En otras palabras, permite describir el flui-
do como un continuo, pese a la naturaleza discontinua de la materia. Esta
suposición se conoce con el nombre de hipótesis del continuo, y su uso está
implícito en todos los capítulos que siguen. Sin embargo, el uso generalizado
de la hipótesis del continuo no supone la negación de la naturaleza molecu-
lar del fluido; al contrario, veremos en este capítulo que algunas propiedades
muy importantes del fluido, las llamadas propiedades de transporte, se de-
rivan justamente del carácter molecular de la materia.
“Estudiar” el flujo fluido quiere decir conocer las propiedades del mismo
en todos o algunos de los puntos de un dominio de interés, y, si el flujo
cambia con el tiempo, en todo (o a veces algún) tiempo. Las propiedades
en cuestión pueden ser típicamente la velocidad del fluido, la presión, la
densidad (si es variable), la temperatura (si el flujo no isotermo), o las
concentraciones de las especies químicas que componen el fluido6 . En algu-
nas ocasiones, de forma práctica interesan sólo los valores integrados de la
propiedad; un ejemplo de propiedad integral es el coeficiente de resistencia
aerodinámica asociado al movimiento de un vehículo; o la fuerza que es
necesario hacer para abrir una compuerta en el fondo de un depósito lleno
de líquido.
Existen esencialmente tres tipos de técnicas para estudiar (o investigar)
el flujo de un fluido: técnicas analíticas, técnicas experimentales y técnicas
computacionales.
Las técnicas analíticas son aquellas que resuelven (analíticamente)
las ecuaciones que gobiernan el flujo. Estas ecuaciones serán deducidas en
el Capítulo 4, y habitualmente se utilizan en forma diferencial o en forma
integral. En forma diferencial, se trata de ecuaciones en derivadas parcia-
les en el espacio y en el tiempo. En forma integral se trata de ecuaciones
integro-diferenciales. Lamentablemente, y debido a la complejidad de estas
ecuaciones, pocos problemas de interés práctico son tratables completamen-
te de forma analítica sin antes simplificarlos sustancialmente. Aunque tales
simplificaciones a veces convierten el problema real objeto de nuestro inte-
rés en un problema ideal o modelo (en el sentido de que no se corresponde
fielmente con la realidad), el estudio de estos flujos modelo reporta conoci-
mientos importantes. Algunos flujos de estos flujos modelo serán tratados
en los Capítulos 6 y siguientes.
Las técnicas experimentales consisten en medir las magnitudes de
interés en el flujo; por ejemplo, la velocidad local del fluido en puntos de
interés; o la presión, temperatura, o concentraciones de especies químicas.
También pueden medirse cantidades integrales, por ejemplo la fuerza total
que el fluido ejerce sobre una estructura (por ejemplo, el aire que se mueve
alrededor de un avión)7 . A lo largo de la Historia de la Mecánica de Fluidos
se han desarrollado diversas técnicas para realizar tales medidas. Las más
rudimentarias son a menudo técnicas invasivas (es decir, que pueden per-
turbar el flujo), aproximadas y con baja resolución espacial y/o temporal.
Desde los años 80, la extensión de las técnicas de medida no invasivas me-
6
Esta lista no es exhaustiva.
7
El hecho de que la fuerza que el fluido ejerce sobre un sólido inmerso en él es una
cantidad integral, es decir, que resulta de integrar propiedades locales del fluido, no es
aparente en este punto; se verá en el Capítulo 3.
10 Introducción
antes pueden ser posibles con un cambio de escala (por ejemplo, es posible
estudiar la rotura de una presa en el laboratorio si reducimos la escala;
o podemos estudiar el flujo alrededor de un “insecto” si la aumentamos).
En el tratamiento analítico de un problema, la adimensionalización de las
ecuaciones permite, como veremos en los Capítulos 5 y 8, la simplificación
de las ecuaciones mediante el análisis de órdenes de magnitud.
λ
Kn = . (1.2)
L
Por tanto, la hipótesis de equilibrio termodinámico local es válida sólo para
Kn ≪ 1; y en esas condiciones, se pueden utilizar en Mecánica de Fluidos
12 Introducción
t=0 t>0
color color
Transporte de calor
La temperatura local de un fluido es una indicación del nivel de energía
cinética de sus moléculas. En el movimiento aleatorio, cada molécula lleva
consigo su energía cinética; y, además, intercambia energía cinética con las
moléculas circundantes cuando interacciona con ellas (por ejemplo, a través
de las fuerzas intermoleculares o de los choques que se produzcan entre
ellas). Este intercambio de energía cinética se refleja en un transporte de
calor, que en ausencia de otros fenómenos tiende a igualar la temperatura
del fluido (y también de un sólido). Frecuentemente se puede suponer que
el flujo de calor (digamos ~q) es proporcional al gradiente de propiedad (ie
, temperatura). Dado que ambos flujo y gradiente son vectores, la relación
de proporcionalidad más general entre ambos es a través de un tensor:
~
~q = −~k · ∇T , (1.3)
14 Introducción
~
donde ~k es un tensor de orden 2, y el signo negativo indica que el flujo resul-
~
tante va dirigido contra el gradiente (si las componentes de ~k son positivas).
La ecuación anterior puede escribirse por componentes como:
∂T
qi = −kij . (1.4)
∂xj
Frecuentemente el fluido es isótropo (es decir, sus propiedades no dependen
~
de la dirección), y por lo tanto ~k es un tensor esférico (kij = kδij , siendo δ
la delta de Kronecker). En ese caso la ecuación queda:
~q = −k∇T , (1.5)
que se conoce como ley de Fourier. En sistema internacional, las unidades
de k son J/msK, y las de ~q son J/m2 s.
Transporte de masa
El transporte neto de moléculas de una especie química (digamos A)
por efecto de su movimiento aleatorio se denomina transporte de masa (o,
a menudo, difusión de masa). El ejemplo con el que se abrió esta sección (los
gases inicialmente separados y su posterior mezcla) es un caso de difusión.
Como se colige del ejemplo, sólo hay un transporte neto de masa cuando
localmente existe un gradiente de concentración. (Cuando la concentración
es uniforme, la naturaleza aleatoria del movimiento molecular implica que
en cada punto el flujo es estadísticamente idéntico en todas las direcciones,
y por lo tanto no haya flujo neto.)
En determinadas condiciones se puede suponer que el flujo de masa es
proporcional al gradiente de la fracción másica. Si j~A es el flujo de A, e yA
su fracción másica local, entonces:
j~A = −ρDA ∇yA , (1.6)
donde DA es el coeficiente de difusión. La expresión anterior se conoce como
Ley de Fick8 . En el Sistema Internacional, las unidades de jA son kgA/m2 s,
las de yA son kgA/kg, y las de DA son m2 /s.
8
La difusión de especies químicas es en general un proceso binario (de una especie
en cada una de las otras), y las leyes resultantes son bastante más complicadas que la
utilizada en la ecuación (1.6). La ecuación anterior representa la difusión de la especie A
en una mezcla del resto de las especies, en determinadas condiciones (entre otras, cuando
los pesos moleculares de las especies son similares, y también lo son los coeficientes
de difusión binarios; o cuando la especie A está en pequeñas proporciones). Para los
propósitos de este curso, esta ecuación simplificada es suficiente, y la presentamos sin
justificar.
1.4. Fenómenos y propiedades de transporte 15
∂w
τ =µ . (1.7)
∂y
9
En inglés, momentum; en español, a veces se llama también momento lineal.
16 Introducción
Esta expresión, conocida como Ley de Newton, indica que la fuerza τ in-
tercambiada entre capas (por unidad de superficie10 ) es proporcional al
gradiente de velocidades. La constante de proporcionalidad, µ, se denomina
viscosidad dinámica. Puede comprobar que sus unidades en Sistema Inter-
nacional son kg/ms. En Mecánica de Fluidos se utiliza muy a menudo la
viscosidad cinématica ν; la relación entre ambas es la densidad:
µ = ρν . (1.8)
Reología
La relación entre esfuerzo y velocidad de deformación no es siempre li-
neal (en otras palabras, la viscosidad µ no es siempre constante). El estudio
de la relación entre esfuerzo y velocidad de deformación es la materia de una
10
La fuerza por unidad de superficie en Mecánica de Fluidos, y en la Mecánica de
Medios Continuos en general, se denomina esfuerzo.
1.4. Fenómenos y propiedades de transporte 17
de w + (dw/dy)dy
y dq
dy
w
t al i
i de r
co
l á sti eal n
P r
o
ts ic
á
Pl d
o
ian
o n
on
n
nia
nte
wt
to
Ne
ata
w
Ne
Dil
p
ástico
Ps eudopl
dq/dt
Una forma frecuente de hacer esto es llenando el estrecho espacio entre dos cilindros
11
concéntricos con el fluido. Se hace girar uno de los cilindros con una velocidad deter-
minada, y se mide la fuerza que tiende a hacer girar el otro. Este es el principio del
viscosímetro de Haake.
18 Introducción
t (dq/dt = cte)
o
éctic
Reop Fluido común
Tixot
rópico
Cinemática de fluidos
23
24 Cinemática de fluidos
Descripción lagrangiana
La descripción lagrangiana se basa en el concepto de partícula fluida.
El concepto, debido a Euler, retoma la definición del fluido como un me-
dio continuo: una partícula fluida es un volumen de fluido suficientemente
pequeño para que pueda considerarse geométricamente un punto, pero sufi-
cientemente grande para que se cumpla la hipótesis del medio continuo. La
partícula fluida se mueve en cada punto con la velocidad local del fluido, y
en general tiene en cada punto las mismas propiedades que el fluido local.
Si consideramos todo el fluido como una agregación de partículas fluidas,
y nos fijamos en una de ellas (digamos la partícula P), entonces se pueden
escribir ecuaciones que describan cómo cambian las propiedades de esta
partícula fluida a lo largo de su movimiento en el seno del fluido (esto es, a
lo largo del tiempo).
Una propiedad esencial de tal partícula fluida es, naturalmente, su po-
sición, dada por un vector que la refiere a tres ejes coordenados en cada
tiempo t, ~x(P, t) = (x1 , x2 , x3 ). La ecuación de la posición de la partícula
P es, por tanto:
~x = F~ (P, t) , (2.1)
dT (~x, t) X
= q̇(~x, t) , (2.4)
dt
donde q̇(~x, t) representa los procesos de transferencia de calor a la partícula
fluida (por ejemplo, por conducción o radiación) o de generación de calor
en ésta (por ejemplo, por reacción química).
El punto de vista lagrangiano en el análisis de flujo es similar al que
tiene un conductor del tráfico en el cual está inmerso. El conductor conoce
la velocidad del tráfico (su velocidad) en cada momento y en el punto en
el que en ese momento se encuentra; pero no conoce el estado actual del
tráfico en otros puntos, a no ser que pase por ellos.
Descripción euleriana
La descripción lagrangiana del tráfico proporciona toda la información
que el conductor necesita en cada momento para moverse por la ciudad; pero
si el Concejal de Tráfico quisiera conocer en detalle el estado del tráfico en
2
Abreviaremos en lo que sigue ~v (~x(P, t), t) por ~v (~x, t), etc
3
La naturaleza de estas fuerzas es el objeto de capítulos posteriores.
26 Cinemática de fluidos
∂(ρφ)
+ ∇ · (ρ~v φ) − ∇ · (Γ∇φ) = Sφ , (2.5)
∂t
donde los términos representan, sucesivamente, el cambio local, el aporte
de propiedad por convección, el aporte de propiedad por difusión y la gene-
ración o destrucción local de propiedad (término fuente). La integración de
ecuaciones como la ecuación (2.5) permite conocer el campo de φ en todo
el dominio de interés5 .
Ejemplo
Supongamos un conducto de sección variable, figura 2.1, en el que la
velocidad del fluido es unidireccional (sólo tiene componente u según el eje
x), y además cambia con la distancia con una ley dada por u(x) = au x + bu .
Supongamos, además, que el conducto está calefactado de tal manera que
4
La ecuación se llama de conservación porque expresa la conservación local de la
propiedad, como se verá en el Capítulo 4.
5
Aunque esta afirmación es estrictamente correcta, es tambien muy optimista: la
integración analítica de estas ecuaciones es imposible en casi todos los casos de interés
práctico.
2.2. Derivada sustancial 27
u (x)
T (x)
t t + dt
Figura 2.1: Cambio en la temperatura de la partícula fluida
Formalización
Sea una propiedad φ del fluido, función de la posición ~x = (x1 , x2 , x3 )
y el tiempo t, φ = φ(~x, t). La variación de φ en la partícula fluida en un
intervalo de tiempo δt, δφ es debida tanto al propio cambio en t como al
cambio en la posición de la partícula, que pasa de ~x a ~x + δ~x. Por tanto, se
puede escribir:
δφ = φ (~x + δ~x, t + δt) − φ (~x, t) =
∂φ ∂φ ∂φ ∂φ
= δx1 + δx2 + δx3 + δt + O δx2 , δt2 , (2.9)
∂x1 ∂x2 ∂x3 ∂t
donde la segunda igualdad es un desarrollo en series de Taylor. Teniendo
en cuenta que el desarrollo de la parte espacial puede ponerse, en forma
compacta, como δ~x · ∇φ, y dividiendo por δt obtenemos:
δφ δ~x ∂φ
= · ∇φ + + O (δx, δt) , (2.10)
δt δt ∂t
donde se ha tenido en cuenta, en los infinitésimos de segundo orden, que
O(δx2 ) ≈ O(δxvδt) ≈ O(δxδt).
Tomando límites:
δφ δ~x ∂φ ∂φ
lı́m = lı́m · ∇φ + = ~v · ∇φ + (2.11)
δt→0 δt δt→0 δt ∂t ∂t
La ecuación anterior es la definición de derivada sustancial de φ, y se denota
por Dφ
Dt
:
Dφ ∂φ
= + ~v · ∇φ (2.12)
Dt ∂t
La ecuación (2.12) expresa los cambios en la propiedad φ que experimenta
la partícula fluida a medida que se mueve en el campo fluido. Los cambios,
según la ecuación, son debidos a dos causas, dadas por los dos términos del
lado derecho:
El término ∂φ/∂t, denominado derivada local, da cuenta del cambio
de φ en la partícula fluida debido a los cambios locales en el punto en
el que se encuentra la partícula fluida.
El término ~v · ∇φ, denominado derivada convectiva, da cuenta del
cambio de φ en la partícula fluida cuando se mueve (~v 6= 0) en una
dirección el la que hay cambio de φ (∇φ 6= 0), incluso aunque el flujo
sea estacionario (∂ ⊙ /∂t = 0).
La derivada sustancial también recibe a veces los nombres de derivada
total o derivada material.
2.3. Líneas características del flujo 29
Líneas de corriente
La línea de corriente se define como la línea tangente, en cada punto, al
vector velocidad, ~v (~x, t) (figura 2.2). Las líneas de corriente proporcionan
por tanto una imagen característicamente euleriana del campo fluido.
La ecuación de la línea de corriente viene dada por esta condición de ser
tangencial al vector velocidad. Para el elemento de longitud d~x de la línea
de corriente, se tiene por tanto:
d~x ∧ ~v = 0 , (2.13)
Líneas de corriente
Trayectoria o senda
La trayectoria (o senda) es la curva descrita por una partícula fluida en
su movimiento. Su ecuación es, por tanto:
d~x
= ~v (~x, t) . (2.16)
dt
De su integración resulta la posición de la partícula en cualquier tiempo t:
~x = ~x (~x0 , t0 , t) (2.17)
y x ( x 0,t)
t = t0
x0
x
Figura 2.4: Trayectoria o senda
y P2 P3 P
4P
5 Pi
P1
Traza en t
x0
x
Figura 2.5: Traza
Traza
La traza es el lugar geométrico de las posiciones actuales de las partículas
fluidas que, en algún instante, pasaron (o pasarán) por un punto dado del
espacio (figura 2.5).
La posición actual de una partícula fluida que en un tiempo pasado
(digamos t0 ) estaba en ~x0 es la obtenida para la trayectoria, ecuación (2.17):
~x = ~x (~x0 , t0 , t) . (2.18)
agua y se muevan sin deslizamiento sobre ella6 , la curva descrita por los
objetos en cada tiempo es la traza.
Q(x + r )
v(x+r, t)dt
r- r
Q(x + r )
r
r r
v(x,t)dt
P(x)
P (x)
r~′ − ~r
= δ~v (~x, t) = (~r · ∇) ~v (~x, t) . (2.24)
δt
La ecuación (2.24) puede ponerse en notación tensorial como:
∂vj
δvj = ri , (2.25)
∂xi
34 Cinemática de fluidos
Los dos sumandos del segundo miembro son, respectivamente, el tensor ve-
locidad de deformación (eij ) y tensor velocidad de rotación (ξij ). En función
de estos vectores, la velocidad de cambio de la ecuación (2.24) puede ponerse
como:
r~′ − ~r ~
= δ~v = ri eij + ri ξij = ~r · ~~e + ~r · ξ~ . (2.28)
δt
Los tensores velocidad de deformación y velocidad de rotación se analizan
a continuación.
~
El tensor ξ~ puede también escribirse como:
0 ω3 −ω2
~~ 1
ξ= −ω3 0 ω1 . (2.31)
2
ω2 −ω1 0
∂vj
7
Distíngase el tensor gradiente de velocidad ∇~v = ∂xi de la divergencia del campo
∂vi
de velocidades, que es el escalar ∇ · ~v = ∂x i
2.6. El tensor velocidad de deformación 35
~
Como a todo tensor antisimétrico, a ξ~ puede asociarse un vector 1
2
ω
~ =
1
2
(ω1 , ω2 , ω3 ), tal que:
~ 1
~r · ξ~ = ω~ ∧ ~r . (2.32)
2
~
Por tanto, ~r · ξ~ puede reinterpretarse como una rotación de ~r con velocidad
angular 12 ~ω . Se comprueba muy fácilmente que ~ω es el rotacional de la
velocidad, ~ω = ∇ ∧ ~v . El vector ~ω recibe el nombre de vorticidad. Un flujo
en el que se cumple ∇ ∧ ~v = 0 se denomina irrotacional.
~δ = 1 ~r · ~~e . (2.36)
r
con ~n = ~r/r.
36 Cinemática de fluidos
dn d
δ v~d = ∇φ , (2.38)
con
1
φ = xk xl ekl . (2.39)
2
Entonces:
~ d = ∇ ∧ ∇φ ≡ 0 ,
∇ ∧ δv (2.40)
En dirección 2:
~ ~ ∂v2 ∂v2 ∂v2 ∂v2
OA − OA = 1
′ +0 +0 δt = δt . (2.43)
2 2 ∂x1 ∂x2 ∂x3 ∂x1
En dirección 3:
~ ′ − OA ~ ∂v3 ∂v3 ∂v3 ∂v3
OA = 1 +0 +0 δt = δt . (2.44)
3 3 ∂x1 ∂x2 ∂x3 ∂x1
~ y OC,
El análisis es análogo para OB ~ y las magnitudes resultantes han sido
dibujadas en el esquema de la figura 2.8.
La velocidad de dilatación unitaria a lo largo del eje 1 resulta de dividir
la ecuación (2.42) por δt:
~ ′ − OA
OA ~
1 1 ∂v1
= , (2.45)
δt ∂x1
que es la componente e11 del tensor velocidad de deformación.
Puesto que un resultado análogo se obtendría para los ejes 2 (e22 ) y 3
(e33 ), se puede concluir que eii es la velocidad de dilatación unitaria (por
unidad de longitud) a lo largo del eje i.
38 Cinemática de fluidos
C
C
1
6 v2
B dt
1 6 x2
0 2
1
6 v1 B 6 v1
dt A A dt
6 x1 6 x2
6 v3
dt 6 v3
6 x1 dt
6 x2
1
6 v2
dt
6 x1
2
6 v1
dt
6 x2
B B
da +
1 2
A
6 v2
dt
6 x1
da 1
1
0 A
1
Figura 2.9: Giro en el plano 1-2
2.7. Interpretación física de las componentes de los tensores 39
La figura 2.9 indica como giran alrededor del eje 3 (o en el plano 1-2) los
ejes 1 y 2. El ángulo δα1 girado por el eje 1, puede ponerse para pequeños
giros como la tangente:
∂v2
∂x1
δt ∂v2
δα1 ≈ ∂v1
≈ δt . (2.46)
1 + ∂x1 δt ∂x1
Análogamente, para el giro del eje 2:
∂v1
δα2 ≈ δt . (2.47)
∂x2
Por tanto, la velocidad de rotación media en dirección 3 es (escogiendo como
positivo el giro a izquierdas):
δα1 +(−δα2 )
2 1 ∂v2 ∂v1 1
= − = ξ12 = ω3 . (2.48)
δt 2 ∂x1 ∂x2 2
~
Por lo tanto, la componente ξij del tensor ξ~ es la velocidad de rotación
media en el eje k (k 6= i, k 6= j).
La velocidad de deformación angular media se calcula a partir del giro
medio de los ejes 1 y 2:
δα1 +δα2
2 1 ∂v2 ∂v1
= + = e12 . (2.49)
δt 2 ∂x1 ∂x2
Por tanto, la componente eij del tensor ~~e es la velocidad de deformación
angular media en el eje k (k 6= i, k 6= j).
Refiriéndonos de nuevo al cubo de la figura 2.8 formado por las aristas
OA, OB y OC y las paralelas a ellas por sus extremos se transforma al cabo
de δt en el paralelepípedo dado por OA′ , OB ′ y OC ′ . El volumen antes de
la deformación es, trivialmente, V (t) = 1. Y el volumen del paralelepípedo
después de la deformación,
V (t + δt) viene dado por el producto mixto
OA~ ′ · OB~ ′ ∧ OC
~ ′ , cuyo valor es:
V (t + δt) = OA ~ ′ · OB
~ ′ ∧ OC~ ′ =
∂v1 δv2 ∂v3
1+ ∂x1
δt ∂x1
δt ∂x1
δt
∂v1 ∂v2 ∂v3
= ∂x2
δt 1 + ∂x 2
δt ∂x2
δt =
∂v1 ∂v2 ∂v3
∂x3
δt ∂x3
δt 1 + ∂x3 δt
∂v1 ∂v2 ∂v3
= 1+ + + δt + 0 δt2 ≈
∂x1 ∂x2 ∂x3
∂vi
≈ 1+ δt . (2.50)
∂xi
40 Cinemática de fluidos
2.8 Recapitulación
Como consecuencia de lo que se ha visto en las secciones anteriores,
se puede resumir que la velocidad en el entorno del punto ~x, ~v (~x + ~r, t),
puede descomponerse en una velocidad de traslación, ~v (~x, t), una velocidad
~~
de deformación (angular y lineal), ~r · ~~e, y en una velocidad de rotación, ~r · ξ:
~
~v (~x + ~r, t) = ~v (~x, t) + ~r · ~~e + ~r · ξ~ . (2.52)
3
Fuerzas y Fluidostática
41
42 Fuerzas y Fluidostática
S
fs
V dS
n
fm
3 fs
D
fn
t11
t21 t12 n
t22
t13
P
t23 2
t31 C
t32
t33
B
donde ρ es la densidad del fluido. La fuerza total ejercida sobre el fluido por
las fuerzas volumétricas o másicas es, entonces:
Z Z
~
Fv = ~
fv dV = ρf~m dV . (3.5)
V V
dA el área de BCD;
Entonces, las áreas del resto de las caras del tetraedro son: n1 dA, para
la cara P CD; n2 dA, para la cara P BD; y n3 dA para la cara P BC.
La segunda ley de Newton establece el equilibrio de fuerzas en el tetrae-
dro. Si dm es su masa y ~a su aceleración, el producto de ambas ha de estar
equilibrado por las fuerzas de superficie en todas las caras (dF~s ), y en su
caso las fuerzas de volumen (dF~v ); por tanto, se tiene:
Las ecuaciones anteriores indican que dF~s es del orden de dA (y por tanto un
infinitésimo de segundo orden), mientras que dF~v y dm~a son del orden dV
(y por tanto infinitésimos de tercer orden); en consecuencia, las segundas
son despreciables frente a la primera, y la ecuación (3.6) queda reducida a
dF~s = 0. Componente a componente, tras simplificar dA, se tiene:
dx3
t21 t12
2
dx1 dx2
6t
t21+ 6 x21 dx2
2
1 6t
t12+ 6 x12 dx1
1
Se puede demostrar que el tensor ~~τ es simétrico, esto es, que τij = τji .
Para ello, basta considerar un cubo diferencial de fluido (de aristas dx1 , dx2
y dx3 ), y los correspondientes esfuerzos sobre cada cara, como se muestra
en la figura 3.3. Para que el cubo esté en equilibrio, además de igualdad
de fuerzas ha de haber ausencia de momentos. Así, tomando momentos
respecto a un eje paralelo al 3 que pase por el centro de gravedad del cubo,
e igualando a cero, se tiene:
dx2 ∂τ21 dx2
τ21 dx1 dx3 + τ21 + dx2 dx1 dx3 −
2 ∂x2 2
dx1 ∂τ12 dx1
−τ12 dx2 dx3 − τ12 + dx1 dx2 dx3 =0 ,
2 ∂x1 2
donde se ha tenido en cuenta que el resto de los esfuerzos en las seis caras
no dan momento según el eje considerado.
Simplificando dx1 dx3 dx2 /2, y despreciando a continuación los términos
multiplicados por infinitésimos de primer orden que sobreviven, de la ecua-
ción se deduce que τ12 = τ21 .
Procediendo de forma similar con momentos respecto a los ejes 1 y 2, se
llega a la conclusión de que τij = τji , y por lo tanto el tensor de esfuerzos ~~τ
3.4. El tensor de esfuerzos para el fluido en reposo 47
es simétrico:
τ11 τ12 τ13
~~τ = τ12 τ22 τ23 (3.11)
τ13 τ23 τ33
Por tanto, de la ecuación (3.9), f~s = ~n · ~~τ , se deduce que basta con conocer
~~τ en un punto3 (es decir, las seis cantidades τ11 , τ22 , τ33 , τ12 , τ13 ,τ23 ) para
conocer el esfuerzo en el punto sobre cualquier plano.
Nótese que, cuando el tensor es simétrico, es indiferente pre-multiplicar
o post-multiplicar por un vector: f~s = ~n · ~~τ = ~~τ · ~n; o, componente a
componente, τij ni = τij nj .
El esfuerzo sobre una superficie S, con normal ~n, no tiene por qué estar
alineado con ~n (es decir, ser normal a la superficie). En general, tendrá una
componente normal y otra tangencial. La primera está dada por:
fs n = ~n · ~~τ · ~n = ~n · ~~τ · ~n , (3.12)
o, vectorialmente,
~ ~
fs n = ~n · ~τ · ~n ~n , (3.13)
ρf~m = ∇p . (3.19)
que indica que las líneas equipotenciales (U =cte) y las líneas de densidad
constante coinciden. Como caso particular, en la atmósfera terrestre U =
−~g · ~x = gz(8 , y por tanto las líneas de densidad constante son superficies
de altura constante, o, equivalentemente ρ = func(z).
Cuando las fuerzas másicas derivan de un potencial, f~m = −∇U y la
densidad ρ es constante, la integración de la Ecuación Fundamental de la
Fluidostática es sencilla:
p + ρU = C , (3.27)
P
0
H-z S
H
P
1
z p
z P
2
-pndS
n S
n
-pndS
p = P0 + ρg(z0 − z) , (3.30)
p = P0 + ρg(H − z) . (3.31)
P = P0
q
hCG h(X,Y)
F
x=h/sen q
CG
Y dS
CP
X
Figura 3.6: Fuerza sobre una superficie plana
F = SpCG . (3.35)
Luego la fuerza neta sobre una cara de una superficie plana sumergida es
igual a su área por la presión en el centro de gravedad de la cara (indepen-
diente del ángulo θ que forma la cara plana con la superficie libre).
R
siendo IXY = S
XY dS el producto de inercia de S respecto a los ejes X e
Y.
Nótese que si la superficie S es simétrica con respecto a Y , entonces
IXY = 0 y XCP = 0 (es decir, CP está en el eje Y ).
z P0
Fz
S dS
z yCP
x
xCP
dSz
Sz
Figura 3.7: Componente en z de la fuerza
~ ~
donde se ha tenido en cuenta que ~n · kdS = sgn ~n · k dSz , es decir, es la
proyección sobre el plano xy del elemento diferencial de superficie (salvo el
signo)14 . Sustituyendo p por su valor de la ecuación (3.31), tenemos:
Z
Fz = − [P0 + ρg(H − z)] dSz , (3.42)
Sz
z
dV
H
h = H-z
dSz
z
x
z
P0
S
dSy zCP dS
Fy
Sy
z
y
xCP
x
Figura 3.9: Componente en y de la fuerza
Y hCGS hCPS
Sy y y
dSy CGS
y
Fy dS YCPS
X y
S CPS
y
S1
S1 S2
z S2
y
S3
P0
r1 r1
P0 S1
r2 r2
S2
Fz,sup
Superficie
superior
Superficie
inferior
Fz,inf
= − ~x ∧ ρf~m dV , (3.59)
V
Si las fuerzas son másicas son constantes en módulo y dirección (el caso,
por ejemplo, cuando f~m = ~g ), entonces, sacándolas fuera de las integrales
anteriores se tiene:
Z Z
−~xCP ∧ f~m ρdV = +f~m ∧ (~xρ) dV . (3.62)
V V
16
El centro de gravedad del líquido “desalojado” y del sólido son el mismo si ambos
tienen densidad constante. Si las densidades varían con leyes distintas, entonces ambos
centros de gravedad serán en general distintos.
3.13. Estabilidad de cuerpos sumergidos y flotantes 67
F = rf gV
CF
CG
P = rs gV
F = rf gVsumergido
CF
CG
P = rs gVsólido
W
z
Inercial d
v
ed
x
y
x No inercial
no está en reposo con respecto a ejes fijos a tierra, pero sí en ejes fijos al
tren. Si el tren está además acelerando, el sistema de ejes fijos al tren es no
inercial.
Por tanto, las fuerzas másicas que más comúnmente actúan sobre un
fluido son:
Rotación y gravedad
Para un sistema rotante, en el que la velocidad de rotación es constante
~
(∂ Ω/∂t = 0) y la velocidad del fluido es nula (~v = 0), las fuerzas másicas
18
El uso indistinto de los términos “aceleración” y “fuerza” en la expresión anterior
puede parecer un error; pero recuerde que la “fuerza” en cuestión es por unidad de masa,
esto es, aceleración.
19
La demostración de la ecuación anterior es sencilla si tiene en cuenta que −Ω ~ ∧
~ ∧ ~x = Ω de~d , siendo e~d el vector unitario en la dirección de d (figura 3.16), y que
Ω 2
∇d = e~d .
70 Fuerzas y Fluidostática
z
W
p=cte
z
p = cte
-g
g a0
x
a0
Figura 3.18: Sistema con gravedad y aceleración
Aceleración y gravedad
Cuando el sistema en el que se está analizando el fluido tiene una acele-
ración ~a0 con respecto a un sistema inercial y además existe una fuerza gra-
vitatoria ~g , la fuerza másica sobre el fluido es (ecuación (3.65)) fm = ~g −~a0
Para la gravedad dirigida según el eje −z, el correspondiente potencial
de fuerzas es:
U = −~g · ~x + ~a0 · ~x = gz + ~a0 · ~x = a0x x + a0y y + (a0z + g) z . (3.72)
Naturaleza
Una molécula situada en el seno de un líquido está sometida a las fuerzas
cohesivas de todas las moléculas que la rodean, y por lo tanto la fuerza neta
debido a estas fuerzas cohesivas es nula. Sin embargo, las moléculas próxi-
mas a la entrefase pueden no estar igualmente rodeadas por todas partes
por otras moléculas. Por ejemplo, si a un lado de la entrefase hay un líquido
y al otro lado hay un gas (que puede ser su propio vapor), las mayores dis-
tancias intermoleculares en el gas implican que las fuerzas cohesivas hacia
el lado del gas son muy débiles (figura 3.19). Como consecuencia, las molé-
culas próximas a la superficie de la entrefase tienden a ser atraídas hacia el
interior del fluido; diríamos por tanto que la superficie de la entrefase está
“tensionada”.
El fenómeno puede formularse físicamente como una energía por unidad
de superficie asociada a la entrefase. Esa energía recibe el nombre de tensión
superficial, σ. Por lo tanto, para incrementar la superficie de entrefase en
3.15. Tensión superficial 73
ta . n a d s
sdl
dl
tb . n b d s
q
a q
Las fuerzas que ejerce el fluido a sobre δS, que son ~~τ a · ~na dS;
δF11 = σδl2
∂σ
δF12 = σ+ δl1 δl2
∂x1
δF21 = σδl1
∂σ
δF22 = σ+ δl2 δl1 , (3.74)
∂x2
dq1
R1 R1
n
dF22
dF
22 Fluido a
dq2/2
R2 dl1
t
dF22
dq2 dF12 n
dF11 dF12
dFt dq /2 dq /2
1
11 1 R2 na t
e2 dF12
dFt dl2
11 dl2
e1 Fluido b
n = nb
dl 1
dF21
dq2/2
t
dF21
n
dF21
La ecuación anterior indica que al cruzar una entrefase en la que hay ten-
sión superficial y curvatura, la componente normal del tensor de esfuerzos
no varía de forma continua, sino que experimenta un salto σ(1/R1 + 1/R2 ).
Cuando los fluidos están en reposo, el tensor de esfuerzos es simplemente
~
~n · ~τ = −p~n y por tanto el lado derecho de la ecuación anterior es:
h i
~n · ~~τ b · ~n − ~n · ~~τ a · ~n = pa − pb , (3.79)
(figura 3.22):
t δθ1
δF11 = σδl2 cos( )
2
t ∂σ δθ1
δF12 = σ+ δl1 δl2 cos( )
∂x1 2
t δθ2
δF21 = σδl1 cos( )
2
t ∂σ δθ2
δF22 = σ+ δl2 δl1 cos( ) (3.81)
∂x2 2
La fuerza de tensión superficial en dirección tangencial es el vector que
resulta de componer vectorialmente las anteriores. Teniendo en cuenta que
para los ángulos diferenciales considerados podemos aproximar el coseno
por la unidad, la fuerza neta es:
~t t t
t t
∂σ ∂σ
Fts = δF12 − δF11 ~e1 + δF22 − δF21 ~e2 = ~e1 + ~e2 dS
∂x1 ∂x2
= (∇S σ) δS , (3.82)
∇S σ = 0 , (3.85)
pa + ρa U = Ca ; pb + ρb U = Cb . (3.86)
pa − pb + (ρa − ρb ) U = C1 . (3.87)
a
q
R
pa
pb
q H
pa
pa
Cuando lc 1
+
R1
>> xlc3 , entonces R11 + R12 = C, que indica que la
1
R2
superficie tiene curvatura constante (R1 = R2 = R, digamos), y por
lo tanto es esférica. (Éste es por ejemplo el caso de gotas o burbujas
esféricas). De la ecuación (3.80), podemos deducir el salto de presiones
entre la parte cóncava y la parte convexa de la superficie:
2σ
pa − pb = (3.91)
R
Alternativamente, cuando lc R11 + R12 << xlc3 entonces x3
lc
= C y por
tanto la superficie libre es un plano horizontal.
Efecto capilar
El efecto capilar es el ascenso de un liquido por un conducto de pe-
queño diámetro desde el nivel de un reservorio. Este ascenso es un efecto
de la tensión superficial y el ángulo de contacto entre los dos fluidos y un
sólido; utilizando los resultados del análisis anterior se puede deducir una
expresión para la altura alcanzada por el fluido como función del resto de
los parámetros.
Consideremos la geometría de la figura 3.23, en la que el conducto es
de sección circular. Sea H la altura alcanzada por el líquido en el capilar
sobre el nivel del reservorio, a el radio del capilar, R el radio de la entre-
fase (esférica, bajo las hipótesis que dan lugar a la ecuación (3.91)), y sea
θ el ángulo de contacto entre los fluidos y el sólido. Por consideraciones
trigonométricas, R = a/ cos θ, y, por tanto, de la ecuación (3.91):
2σ 2σ cos θ
pa − pb = = . (3.92)
R a
3.15. Tensión superficial 81
22
Para esta aplicación se ha supuesto que pa es la misma en la parte superior de la
columna de fluido b y en el nivel del reservorio. Para que ello sea así, ha de cumplirse
que ρa ≪ ρb , como es el caso, por ejemplo, para aire y agua
4
Ecuaciones fundamentales
83
84 Ecuaciones fundamentales
vS
n
S(t+dt) V(t+dt)
S(t) V(t)
Figura 4.1: Volumen de fluido móvil
vS
vS dV*= vS n dt dS
n
dS
n
con una velocidad genérica1 vS (~x, t), figura 4.1. Debido a esta velocidad,
en t + δt el volumen es V (t + δt). Sea φ una propiedad intensiva del fluido
(esto es, una propiedad definida por unidad de masa). La cantidad total de
propiedad φ en V es, en t:
Z
I (t) = ρ (t) φ (t) dV , (4.1)
V (t)
y, en t + δt:
Z
I (t + δt) = ρ (t + δt) φ (t + δt) dV . (4.2)
V (t+δt)
dI I (t + δt) − I (t)
= lı́m (4.3)
dt δt→0 δt
Para calcular la derivada anterior se tendrán en cuenta dos resultados
que relacionan las propiedades en t con las propiedades en t + δt. En primer
lugar, mediante un desarrollo truncado en series de Taylor puede escribirse:
∂ (ρ(t)φ(t))
ρ (t + δt) φ (t + δt) = ρ (t) φ (t) + δt + O δt2 . (4.4)
∂t
En segundo lugar, una integral de cualquier función f (~x, t) extendida al
volumen en t, V (t), puede relacionarse con la integral en el volumen en
t + δt, V (t + δt) como sigue (ver Figura 4.2):
Z Z Z
f (~x, t) dV = f (~x, t) dV + f (~x, t) ~vS · ~nδtdS . (4.5)
V (t+δt) V (t) S(t)
1
Genérica quiere decir que, por el momento, no especificaremos si es la velocidad del
fluido u otra cualquiera impuesta.
86 Ecuaciones fundamentales
dI δI 1
= lı́m = lı́m [I(t + δt) − I(t)] ≈
dt δt→0
Zδt δt
δt→0
1 ∂(ρφ)
≈ lı́m [ ρ(t)φ(t) + δt dV −
δt→0 δt V (t+δt) ∂t
Z
− ρ(t)φ(t)dV ] =
V (t)
Z
1 ∂(ρφ)
= lı́m [ ρ(t)φ(t) + δt dV +
δt→0 δt V (t) ∂t
Z Z
∂(ρφ)
+ ρ(t)φ(t) + δt δt~vS · ~ndS − ρ(t)φ(t)dV ] =
S(t) ∂t V (t)
Z Z
∂(ρφ)
= dV + ρ(t)φ(t)~vS · ~ndS ,
V (t) ∂t S(t)
Vf (t)=Vc(t)
vc
Vf (t+dt)
Vc(t+dt)
Figura 4.3: Evolución con el tiempo de un volumen considerado alternati-
vamente como fluido y de control
de conservación 2.
Ecuación integral
Consideremos de nuevo la propiedad intensiva φ. Puesto que φ es una
propiedad por unidad de masa de fluido, ρφ es la cantidad de φ por unidad
de volumen de fluido. (Si le resulta difícil manejarse en este nivel de abs-
tracción, piense que la propiedad φ es la entalpía, o una concentración de
una especie química.)
A continuación consideremos un volumen fluido arbitrario Vf . En el
volumen fluido no hay ingestión macroscópica de fluido, y por tanto no hay
ingestión macroscópica de φ. La cantidad de φ en el volumen sólo puede
cambiar con el tiempo debido al flujo molecular de propiedad (por ejemplo,
por la ley de Fick) a través de límites del volumen, o por la generación o
destrucción de φ en el volumen (por ejemplo, por reacción química). Esta
frase anterior se expresa matemáticamente como:
Z Z Z
d
ρφdV = − ρφv~d · ~ndS + ẇφ dV . (4.11)
dt Vf Sf Vf
Ecuación diferencial
Una ecuación diferencial para φ puede deducirse fácilmente a partir de la
ecuación integral (4.12). Para ello, primero aplicamos el Teorema de Gauss
para transformar las integrales de superficie en integrales de volumen. La
ecuación queda:
Z Z Z Z
∂(ρφ)
dV + ∇·(ρφ~v ) dV = − ∇·(ρφv~d ) dV + ẇφ dV ; (4.14)
Vf ∂t Vf Vf Vf
o, rearreglando:
Z
∂(ρφ)
+ ∇ · (ρφ~v ) + ∇ · (ρφv~d ) − ẇφ dV = 0 . (4.15)
Vf ∂t
Puesto que la ecuación es válida para cualquier volumen de control Vf (o si
se quiere, haciendo tender Vf → dV ), concluimos que el integrando ha de
ser nulo:
∂ρφ
+ ∇ · (ρφ~v ) = −∇ · (ρφv~d ) + ẇφ . (4.16)
∂t
La ecuación anterior es la ecuación diferencial de conservación (o transporte)
de φ. A menudo, la ecuación anterior se expresa de alguna de otras dos
formas equivalentes pero alternativas. Desarrollando el primer miembro se
tiene:
∂ρφ ∂ρ ∂φ
+ ∇ · (ρφ~υ ) = φ + ∇ · (ρ~v ) + ρ + ρ~v · ∇φ , (4.17)
∂t ∂t ∂t
donde el término entre corchetes es nulo, como se verá más adelante, por ser
el lado izquierdo de la ecuación de continuidad, ecuación (4.26). Por tanto,
la ecuación de conservación (4.16) se puede escribir alternativamente (sin
ninguna hipótesis sobre la densidad) como:
∂φ
ρ + ρ~v · ∇φ = −∇ · (ρφv~d ) + ẇφ . (4.18)
∂t
El lado izquierdo de la ecuación anterior es la definición de derivada sus-
tancial (multiplicada por la densidad):
∂φ Dφ
ρ + ~v · ∇φ = ρ , (4.19)
∂t Dt
y por tanto la ecuación de conservación puede escribirse como:
Dφ
ρ = −∇ · (ρφv~d ) + ẇφ . (4.20)
Dt
4.4. Ecuación de continuidad 91
Forma diferencial
La ecuación de continuidad en forma diferencial se deduce a partir de la
ecuación integral en el volumen fluido, ecuación (4.22), siguiendo el proce-
dimiento descrito en la Sección 4.3. El resultado es:
∂ρ
+ ∇ · (ρ~v ) = 0 , (4.26)
∂t
que es la ecuación de continuidad en forma diferencial.
Para densidad constante, la ecuación se simplifica a:
∇ · ~v = 0 . (4.27)
Forma integral
La forma integral de la ecuación de conservación de una especie química
I expresa la variación de masa de I en un volumen fluido o de control. En
el volumen fluido, dicha variación es generalmente debida a sólo dos causas:
donde el signo negativo del segundo término indica que v~di se considera
velocidad saliente.
Utilizando en la ecuación (4.28) el Primer Teorema del Transporte de
Reynolds (4.7) con φ = yi queda:
Z Z Z Z
∂ (ρyi )
dV + ρyi~v · ~ndS = − ρyi v~di · ~ndS + ω̇i dV . (4.29)
Vf ∂t Sf Sf Vf
Forma diferencial
Procediendo como en la Sección 4.3 con la ecuación (4.31), queda:
∂ (ρyi )
+ ∇ · (ρyi~v ) = ∇ · (ρDi ∇yi ) + ω̇i , (4.33)
∂t
que es la ecuación de conservación de la especie química en forma diferen-
cial5 .
5
El tratamiento del término difusivo en la ecuaciones de esta Sección es un tratamien-
to muy simplificado que puede ser insuficiente para algunas aplicaciones en Ingeniería
Química. Para el desarrollo completo del término difusivo, véase, por ejemplo, “Combus-
tion Theory”, F. A. Williams, The Benjamin/Cummings Publishing Company, 1985.
94 Ecuaciones fundamentales
~ ~′
ó ~~τ = −pI~ + τ~
′
τij = −pδij + τij , (4.35)
∂uj
ya que ∂xj
= ∇ · ~v , y por tanto la divergencia del tensor es, en este caso:
~
∇ · τ~′ = µ∇2~v . (4.47)
∂ρ~v
+ ∇ · (ρ~v~v ) = −∇p + µ∇2~v + ρf~m . (4.48)
∂t
Forma diferencial
La ecuación diferencial del momento cinético no existe. De la transfor-
mación de la ecuación integral a una ecuación local (diferencial) se deduce
exclusivamente la simetría del tensor de esfuerzos.
~~′
El término ~v · ∇ · τ puede escribirse como:
′
∂ ′ ∂ vi τij ′ ∂vi ~~′ ~
vi τ = − τij = ∇ · ~v · τ − τ~′ : ∇~v , (4.53)
∂xj ij ∂xj ∂xj
~
ΦV = τ~′ : ∇~v , (4.54)
∂vi
′ ′ (1) ′ (2)
ΦV = τij = τij (eij + ξij ) = τij eij =
∂xj
2
= 2µeij eij + µV − µ (∇ · ~v )δij eij =
3
1 (3)(4)
= 2µ eij eij − (∇ · ~v )δij eij + µV (∇ · ~v )δij eij =
3
1 1 2 (4)(5)
= 2µ eij eij − 2eij (∇ · ~v )δij + (∇ · ~v )eij δij + µV (∇ · ~v ) =
3 3
1 1 2 2 2
= 2µ eij eij − 2eij (∇ · ~v )δij + (∇ · ~v ) δij + µV (∇ · ~v ) =
3 9
2
1
= 2µ eij − ∇ · ~v δij + µV (∇ · ~v )2 ≥ 0
3
2. Definición de τij
4. eij δij = ∇ · ~v
5. δij δij = 3
100 Ecuaciones fundamentales
Ecuación integral
La ecuación integral de la energía cinética se deducirá siguiendo un
camino inverso al utilizado hasta ahora para deducir las ecuaciones dife-
renciales a partir de las integrales. El primer paso es integrar la ecuación
diferencial ecuación (4.55) en un volumen fluido:
Z 2 Z
∂ρ v2 v2
dV + ρ [~v · ~n] dS =
Vf ∂t Sf 2
Z
~~′ ~
= −~v · ∇p + ∇ · ~v · τ − ΦV + ρ~v · fm dV . (4.56)
Vf
El primer teorema
R del transporte de Reynolds permite transformar el primer
d v2
miembro en dt Vf ρ 2 dV ; y con el tercer teorema, queda:
Z Z Z
d v2 d v2 v2
ρ dV = ρ dV + ρ [(~v − v~c ) · ~n] dS . (4.57)
dt Vf 2 dt Vc 2 Sc 2
Z Z
d v2 v2
ρ dV + ρ
[(~v − v~c ) · ~n] dS =
dt Vc 2 Sc 2
Z Z
= p∇ · ~vdV + ~n · ~~τ · ~v dS −
Z Vc Z Sc
Ecuación de Bernoulli
La ecuación de Bernoulli es una forma integral de la ecuación de la ener-
gía cinética. Aunque su aplicabilidad estricta está limitada por las (severas)
simplificaciones que se requieren para su deducción, es una ecuación muy
utilizada por su sencillez10 .
Las condiciones necesarias para deducción de la ecuación de Bernoulli,
en la forma que se hará en esta sección, son: (1) movimiento estacionario;
(2) densidad ρ constante; (3) viscosidad µ nula11 ; y (4) fuerzas másicas
derivan de un potencial (f~m = −∇U). En estas condiciones, la ecuación
diferencial de la energía cinética, ecuación (4.52), queda:
p v2 ∂ p v2
~v · ∇ + +U =v + +U =0 , (4.60)
ρ 2 ∂s ρ 2
p v2
+ +U =C . (4.62)
ρ 2
La ecuación es aplicable sólo entre puntos del dominio unidos por una línea
de corriente (pues se ha integrado a lo largo de una de ellas), y la constante
C será en general distinta de línea a línea. Considerando dos puntos en el
campo fluido unidos por una línea de corriente, la ecuación anterior puede
ponerse como:
p1 v12 p2 v22
+ + U1 = + + U2 . (4.63)
ρ 2 ρ 2
Z 2 Z 2
d v v
ρ + U dV + ρ + U [(~v − v~c ) · ~n] dS =
dt Vc 2 Sc 2
Z Z
= p∇ · ~vdV + ~n · ~~τ · ~v dS
Z Vc Sc
− ΦV dV . (4.68)
Vc
Ecuación diferencial
La ecuación diferencial de la energía total se obtiene de la ecuación
(4.69) por el método habitual, resultando:
∂ v2 v2
ρ e+ + ∇ · ρ~v e + =
∂t 2 2
~
∇ · ~τ · ~v + ρf~m · ~v − ∇ · ~q + Q̇r + Q̇q . (4.71)
∂(ρe)
+ ∇ · (ρ~v e) = ∇ · ~~τ · ~v − ~v · ∇ · ~~τ − ∇ · ~q + Q̇r + Q̇q . (4.74)
∂t
Por tanto, la ecuación de la energía interna queda:
∂(ρe)
+ ∇ · (ρ~v e) = −p (∇ · ~v ) + ΦV − ∇ · ~q + Qr + Qq . (4.75)
∂t
El papel de la disipación viscosa, ΦV , en la ecuación (4.75) se revela (al ser
ΦV siempre positiva) como análogo al de una adición de calor (puesto que
ambas incrementan e). Por tanto, la disipación viscosa convierte energía ci-
nética (pues aparece con signo negativo en la ecuación (4.55)) y la convierte
en energía interna.
Usando esta definición (dividida por dt), y teniendo en cuenta que, de con-
tinuidad, ∇ · ~v = − 1ρ Dρ
Dt
, se tiene:
Ds De p 1 Dρ De p
T = − = + (∇ · ~v ) . (4.77)
Dt Dt ρ ρ Dt Dt ρ
Las fuerzas másicas f~m son un dato del problema (eg g~k).
La disipación viscosa está dada por el producto doblemente contraído
del tensor de esfuerzos viscosos y el tensor gradiente de velocidad:
∂vi
ΦV = τij′ . (4.86)
∂xj
Condiciones iniciales
Cuando el problema depende del tiempo, la solución de las ecuaciones
anteriores requiere la especificación en un tiempo inicial (t = 0, por conve-
niencia) de cada una de las variables dependientes (por ejemplo, ~v, p y e ó
T ). Esta especificación recibe el nombre de condición inicial.
Las condiciones iniciales están en ocasiones sujetas a restricciones. En
una ecuación de transporte de las deducidas en este capítulo, el término
transitorio permite “absorber” condiciones iniciales arbitrarias al compensar
el resto de los términos y por tanto “cuadrar” el balance de la ecuación.
Cuando ese término está ausente, entonces el campo de valores iniciales debe
ser tal que la ecuación se verifique en t = 0. Éste es el caso de la ecuación
de continuidad en flujos con densidad constante. Puesto ρ es constante,
∂ρ
∂t
= 0, y la ecuación de continuidad se reduce a ∇ · ~v = 0, incluso para
casos transitorios. El campo inicial de velocidades ha de cumplir también
esta condición17 .
Condiciones de contorno
Las condiciones de contorno especifican los valores de las variables de-
pendientes en los límites del dominio. La especificación de condiciones de
contorno en Mecánica de Fluidos es en general una tarea no trivial, estre-
chamente relacionada con la teoría de existencia y unicidad de la solución
de un sistema de ecuaciones diferenciales en derivadas parciales. A conti-
nuación se dan algunas indicaciones generales, que no son exhaustivas ni
universalmente aplicables.
Las condiciones de contorno más frecuentes son en entradas, en salidas,
en paredes, en ejes o planos de simetría y en superficies libres.
En entradas y salidas, en general se especifican los valores de las va-
riables dependientes (por ejemplo, velocidades y presiones) 18 . En ejes y
planos de simetría, la condición de contorno es de flujo nulo (por simetría,
el mismo flujo atraviesa la condición de contorno en ambos sentidos). La
17
El campo que cumple ∇ · ~v = 0 se denomina a veces solenoidal.
18
En flujo incompresible, o en flujo compresible estacionario, las velocidades (y, en
general, presiones) no se pueden fijar libremente en todo el contorno de entrada/salida,
pues debe garantizarse que se cumple la ecuación integral de continuidad.
4.12. Resumen: ecuaciones diferenciales que gobiernan el movimiento de un
fluido 109
condición de flujo nulo equivale a una condición de máximo o mínimo local.
∂φ
Matemáticamente, la condición, para la variable genérica φ, es ∂n |g = 0,
donde n representa la dirección normal al lugar geométrico g donde se da
la condición de simetría.
En la pared impermeable de un sólido19 , la velocidad y temperatura del
fluido son las del sólido, ~v = vs , T = Ts . En ocasiones, la temperatura
del sólido Ts no es conocida, pero sí lo es el flujo de calor por unidad de
superficie que pasa al fluido, qs′′ ; en estas circunstancias la condición de
contorno es:
∂T ∂Ts
−~q · ~n = −k |f = −~qs · ~n = −ks |s , (4.87)
∂n ∂n
donde el subíndice s indica el lado del sólido, y f el del fluido, y ~n es
la normal a la superficie. k y ks son respectivamente las conductividades
térmicas del fluido y el sólido. Cuando ks es nula o muy pequeña, ~q · ~n ∼ 0,
y la pared se dice adiabática.
Cuando el contorno es una superficie libre, o en general una entrefase
entre fluidos, la continuidad del campo de velocidades exige la igualdad de
~v a ambos lados; sin embargo, los esfuerzos viscosos experimentan un salto
de valor debido a la presencia de tensión superficial. El balance de fuerzas
en la entrefase
entre
dos fluidos
a y b implica que, en dirección tangencial,
~ ~
∇s σ = ~τ a − ~τ b · ~n − [~n · ~τ a − ~~τ b · ~n] · ~n; en dirección normal, el balance
~
es Rσ1 + Rσ2 = [ ~n · ~~τ b · ~n − ~n · ~~τ a · ~n]. Para temperaturas, la condición de
contorno es la igualdad de T a ambos lados de la entrefase, y la igualdad,
por conservación de la energía, de los flujos normales de calor.
19
Nos referimos en este párrafo al caso de fluidos con viscosidad no nula. Las condicio-
nes de pared para fluidos con viscosidad nula (fluidos ideales) se discuten más adelante.
5
Análisis dimensional
111
112 Análisis dimensional
p1 v12 p2 v22
+ + gz1 = + + gz2 . (5.1)
ρ 2 ρ 2
114 Análisis dimensional
Es inmediato comprobar que todos los términos tienen las mismas dimen-
siones2 :
2
p ML/T 2 L2 v1 L2 L L2
= = ; = ; [gz1 ] = L = .
ρ ML3 T2 2 T2 T2 T2
En la comprobación de las dimensiones de términos en derivadas parciales
o con integrales ha de tenerse en cuenta que:
Z
∂a [a] ∂ 2 a [a]
= ; = 2 ; [ adb] = [a][b] .
∂b [b] ∂b2 [b]
En Ingeniería, sin embargo, se emplean en ocasiones fórmulas que no res-
ponden al Principio de Homogeneidad Dimensional. Dichas fórmulas, cuya
supervivencia puede atribuirse a la costumbre, fueron frecuentemente dedu-
cidas a partir de estudios experimentales en los que sus autores ignoraban
(o ignoraron) las ventajas del análisis dimensional como forma de organi-
zar y generalizar el conocimiento experimental. Entre otras desventajas, las
ecuaciones que no son dimensionalmente homogéneas sólo se pueden usar
en el sistema de unidades en el que fueron deducidas.
Un ejemplo frecuentemente citado es la fórmula de Manning, que da la
velocidad (media) de un fluido que fluye por un canal abierto (tal como una
2/3
acequia): V = Rh S 1/2 /n donde V es la velocidad, ([V ] = L/T ), n es un
número (adimensional) que depende del tipo de superficie del canal, R es
el radio hidráulico ([R] = L), y S es la pendiente del canal (adimensional).
La ecuación de Manning no es por tanto dimensionalmente homogénea, y
por sólo puede ser utilizada en el sistema de ecuaciones en el que ha sido
deducida (Sistema Inglés, en este caso).
.
5.3. El teorema Pi de Vaschy-Buckingham 115
At
vt
As, vs , ps
vt2 v2 ps
+h= s + . (5.3)
2g 2g ρg
vs = f (ρ, g, h, As , At , ps ) (5.5)
√
La ecuación√(5.4) puede hacerse adimensional dividiendo por gh (o igual-
mente por 2gh):
s
vs 1 ps
√ = 1− . (5.6)
2gh 1 − (As /At )2 ρgh
3
Asumiremos, sin más explicación, que se cumplen las condiciones para aplicarla;
recuerde que estamos estimando la velocidad de descarga.
116 Análisis dimensional
x1 = f (x2 , x3 , x4 , . . . , xn ) , (5.8)
Las ecuaciones anteriores pueden utilizarse para calcular los Πj como fun-
ción de los xi .
Las k variables x1 . . . xk se denominan variables (o magnitudes) funda-
mentales9 .
M L T
[ρ] = ML −3
1 -3 0
[g] = LT −2 0 1 -2
[h] = L 0 1 0
[ps ] = ML−1 T −2 1 -1 -2
[vs ] = LT −1 0 1 -1
[As ] = L2 0 2 0
[At ] = L2 0 2 0
1 −3 0
0 1 −2 = 0 + 0 + 0 − 0 − 0 + 2 = 2 6= 0 . (5.13)
0 1 0
cuya solución es: β21 = 0, β22 = 1/2, β23 = 1/2. Por tanto:
vs
Π2 = √ . (5.21)
gh
10
Note que el lado derecho del sistema es el mismo que el de Π1 , sistema (5.17), dado
que las variables fundamentales son las mismas.
120 Análisis dimensional
r, m
D
V
l
Figura 5.2: Resistencia aero- o hidrodinámica: parámetros dimensionales
M L T
V 0 1 -1
l 0 1 0
ρ 1 -3 0
µ 1 -1 -1
D 1 1 -2
e
v
D
s l
14
El mecanismo que causa un imbalance de la suma anterior entre entrada y salida es
la disipación viscosa, ecuación (4.55), ausente si consideramos el fluido ideal al aplicar la
ecuación de Bernoulli.
124 Análisis dimensional
M L T
v 0 1 -1
D 0 1 0
ρ 1 -3 0
µ 1 -1 -1
l 0 1 0
ǫ 0 1 0
∆p 1 -1 -2
∆Pp
∆pp = Π4 V β41 D β42 ρβ43 ⇒ Π4 = , (5.30)
ρv 2
o, equivalentemente Π4 = ∆pp / 21 ρv 2 .
5.4. Ejemplos de aplicación del teorema Π 125
w
D
v0
∆pp l ǫ l ǫ
1 = f (Re, , ) = λ(Re, ) , (5.31)
2
ρv 2 D D D D
Hélice de un barco
El presente ejemplo de aplicación se refiere a la fuerza de propulsión
FP sobre una hélice inmersa en un fluido de densidad ρ y viscosidad µ, en
el que la velocidad del sonido es a. La hélice, de un diámetro D, gira con
velocidad angular ω, y avanza en el fluido con una velocidad v0 .
M L T
ρ 1 -3 0
D 0 1 0
ω 0 0 -1
v0 0 1 -1
µ 1 -1 -1
a 0 1 -1
FP 1 1 -2
El ratio
v0
Π1 = (5.33)
ωD
relaciona la velocidad de avance de la nave con (dos veces) la
velocidad lineal periférica de la helice.
Un número de Reynolds, basado en la anterior velocidad, puede
construirse como:
ρωDD
Π2 = (= Re) . (5.34)
µ
FP
Π4 = . (5.36)
ρω 2 D 4
∂ρ
+ ∇ · (ρ~v ) = 0 . (5.38)
∂t
∂(ρ~v ) ~
+ ∇ · (ρ~v~v) = −∇p + ∇ · τ~′ + ρf~m . (5.39)
∂t
∂(ρT )
Cv + Cv ∇ · (ρ~v T ) = ∇ · (k∇T ) − p (∇ · ~v ) + ΦV . (5.40)
∂t
15
La adimensionalización de otras ecuaciones (por ejemplo, la de conservación de la
especie química) resulta en la aparición de nuevos parámetros adimensionales.
128 Análisis dimensional
ρ0 v0 ∂ (ρ∗~v ∗ ) ρ0 v02 ∗ ∗ ∗ ∗ p0 ∗ ∗
+ ∇ · (ρ ~
v ~
v ) = − ∇p
t0 ∂t∗ l0 l0
µ0 v0 ~′
+ 2 ∇∗ · τ~∗ + ρ0 fm0 ρ∗ f~m∗
; (5.42)
l0
ρ0 Cv T0 ∂ (ρ∗ T ∗ ) ρ0 v0 Cv T0 ∗ k0 T0
+ ∇ · (ρ∗~v ∗ T ∗ ) = 2 ∇∗ · (k ∗ ∇∗ T ∗ )
t0 ∂t ∗ l0 l0
p0 v0 ∗ ∗ ∗ µ0 v 2
− p (∇ · ~v ) + 2 0 Φ∗V (. 5.43)
l0 l0
En las ecuaciones
anteriores, el símbolo ∇∗ representa el operador ∇ adi-
mensional, ∂x∂ ∗ , ∂x∂ ∗ , ∂x∂ ∗ . Para adimensionalizar el tensor de esfuerzos, se
1 2 3
ha tenido en cuenta que sus dimensiones son las de la viscosidad por un
gradiente de velocidad, y por tanto se adimensionaliza con µ0 v0 /l0 ; y la di-
sipación viscosa se adimensionaliza igualmente teniendo en cuenta que sus
dimensiones son las del tensor de esfuerzos por un gradiente de velocidad.
Dividiendo por el dimensional que multiplica al término convectivo queda:
l0 ∂ρ∗
+ ∇∗ · (ρ∗~v ∗ ) = 0 ; (5.44)
v0 t0 ∂t∗
|{z}
A=St
5.5. Adimensionalización de las ecuaciones que gobiernan el flujo fluido 129
l0 ∂ (ρ∗~v ∗ ) p0
+ ∇∗ · (ρ∗~v ∗~v ∗ ) = − 2
∇∗ p ∗
v0 t0 ∂t ∗ ρ0 v0
|{z} | {z }
A=St C=Eu
µ0 ~′ l0 fm0 ∗ ~∗
+ ∇∗ · τ~∗ + ρ fm ; (5.45)
ρ0 l0 v0 v02
| {z } | {z }
B=1/Re D=1/F r 2
l0 ∂ (ρ∗ T ∗ ) ∗ ∗ ∗ ∗ k0
+ ∇ · (ρ ~
v T ) = ∇∗ · (k ∗ ∇∗ T ∗ )
v0 t0 ∂t∗ ρ0 Cv l0 v0
|{z} | {z }
A=St E=γ/P e
P0 µ0 v0
− p∗ (∇∗ · ~v ∗ ) + Φ∗V . (5.46)
ρC T ρ Cv T0 l0
| 0 {zv 0} | 0 {z }
F =Ec/M 2 G=γEc/Re
Número de Strouhal
El número de Strouhal multiplica los términos transitorios de las ecua-
ciones, y está dado por:
l0 l0 /v0
St , = . (5.47)
v0 t0 t0
El cociente l0 /v0 es una longitud típica del problema divida por una velo-
cidad típica del fluido; por lo tanto, es un tiempo de residencia típico de la
partícula fluida en el dominio de interés, o si se quiere, una escala de tiempo
del movimiento del fluido. El tiempo t0 , por otra parte, es un tiempo carac-
terístico asociado al término no estacionario de la ecuación (pues resulta de
adimensionalizar el tiempo). Es por tanto una escala de tiempo, frecuente-
mente asociada a una condición de contorno que convierte el problema en
no estacionario. Por ejemplo, cuando uno de los límites del dominio está
oscilando con frecuencia ω, t0 ≈ 1/ω.
El ratio de ambos tiempos, St, indica si el tiempo responsable de la no
estacionareidad es comparable al tiempo de residencia. Así, para St << 1, la
escala de tiempo en la que el problema es no estacionario es mucho mayor
130 Análisis dimensional
Número de Reynolds
El número de Reynolds es el inverso del factor que multiplica al término
de viscoso de la ecuación adimensional de cantidad de movimiento, ecuación
(5.45):
ρ0 v0 l0
Re , , (5.48)
µ0
Coeficiente de presión
El coeficiente de presión, Cp, se obtiene cuando, en lugar de una presión
característica, en la ecuación (5.49) se utiliza una diferencia de presiones,
∆p:
∆p
Cp , 1 . (5.50)
ρ v2
2 0 0
Número de Mach
El número de Mach se obtiene cuando en el número de Euler, ecuación
(5.49), se tiene en cuenta la compresibilidad del fluido, es decir, las variacio-
nes de densidad con la presión. La deducción a partir del número de Euler
es como sigue:
p0 p0 1 1 1 2 1 1
Eu = = = RT0 = RT0 γ = a0 = , (5.51)
ρ0 v02 ρ0 v02 v02 γv02 γv02 γM 2
Número de Weber
El número de Weber resulta de considerar la diferencia de presiones que
aparece en una superficie libre como consecuencia de la tensión superficial.
Si el radio de curvatura típico es l0 , entonces el salto de presión típico es
(ver, por ejemplo, la ecuación (3.80)) ∆p = σ/l0 , donde σ es la tensión
superficial. Introduciendo este ∆p en el número de Euler, ecuación (5.49),
queda el número de Weber, W e:
∆p σ
2
= , We , (5.56)
ρ0 v0 ρ0 v02 l0
El número de Weber indica la importancia de los efectos de tensión super-
ficial (por comparación con las fuerzas de inercia). Cuando W e >> 1, los
efectos de la tensión superficial en el flujo con superficie libre son impor-
tantes.
Número de cavitación
Finalmente, el número de cavitación, Ca, se emplea para cuantificar la
tendencia de un liquido a cavitar. El número compara la presión p del fluido,
su presión de vapor pv y la presión dinámica típica (ρ0 v02 /2):
p − pv
Ca = 1 . (5.57)
ρ v2
2 0 0
Número de Froude
El número de Froude, F r, es el asociado al término de fuerzas másicas
en la ecuación (5.45). Para fm0 = g resulta:
ρ0 v02 /l0 v2
F r2 = = 0 . (5.58)
ρ0 g gl0
√
Por tanto, el número de Froude es F r , v0 / gl0 (18 , y expresa la impor-
tancia relativa de las fuerzas másicas típicas con respecto a las fuerzas de
inercia típicas. Entre los flujos en los que F r es relevante están aquellos con
superficie libre (como, por ejemplo, la hidrodinámica de embarcaciones),
porque la forma de la superficie libre está determinantemente influenciada
por las fuerzas másicas gravitatorias.
Número de Eckert
El número de Eckert, Ec, aparece en los términos de potencia de compre-
sión y disipación viscosa de la ecuación adimensional de la energía, ecuación
(5.46).
El número de Eckert es:
v02
Ec = , (5.61)
Cp T0
y compara los niveles de energía cinética con los de energía térmica. Cuando
Ec ≫ 1, los niveles de energía cinética son tales que pueden contribuir
significativamente, a través de la potencia de compresión y de la disipación
viscosa, a la energía térmica del fluido.
Continuidad:
∂ρ∗
St + ∇∗ · (ρ∗~υ ∗) = 0 .
∂t∗
Cantidad de movimiento:
∂ (ρ∗ ~υ ∗)
St + ∇∗ · (ρ∗~v ∗~v ∗ ) = −Eu∇∗ p∗
∂t∗
1 ~ 1 ∗ ~∗
+ ∇∗ · τ~′∗ + ρ fm . (5.62)
Re F r2
Energía:
∂ (ρ∗ T ∗ ) γ ∗
St + ∇∗ · (ρ∗~v ∗ T ∗ ) = ∇ · (k ∗ ∇∗ T ∗ )
∂t ∗ Pe
Ec ∗ ∗ ∗ γEc ∗
− 2 p (∇ · ~v ) + Φ . (5.63)
M Re V
5.6. Modelos reducidos y semejanza 135
v2p
jp
v2m
jm
v1p
hp v1m
hm
qp qm
lp lm
fi
fm fp
fi
fv fm fp
fv
lm /vm lm /lp α
= = . (5.64)
lp /vp vm /vp β
En general, los números adimensionales que hay que mantener entre pro-
totipo y modelo dependen del tipo de flujo, y los fenómenos que intervienen
en el mismo; esto es, de las ecuaciones de conservación que lo gobiernan y de
sus condiciones de contorno. Como norma general, para flujos estacionarios
se puede seguir el siguiente criterio:
CD
C D = f (Re, Fr = cte)
Re
Laboratorio, Realidad,
modelo prototipo
Flujos compresibles
Una situación similar a la descrita en la sección anterior se da en flujos
donde los efectos de compresibilidad son relevantes (esto es, flujos en los que
el número de Mach es mayor que aproximadamente 0.3, ecuación (5.55)). En
22
Cómo conseguir un rango de Rem para hacer ensayos en el laboratorio requiere
alguna consideración. En principio, puede cambiarse la viscosidad νm del fluido; o, si
queremos seguir usando agua u obtener un rango de Rem mayor que el que las viscosi-
dades disponibles proporcionan, se pueden hacer ensayos con distintas escalas α.
140 Análisis dimensional
CD
Re
Fr = cte
Fr
que combinadas resultan en una ley para la escala geométrica entre proto-
tipo y modelo:
lp νp ap
= . (5.68)
lm νm am
Si, como es frecuentemente el caso, el fluido del prototipo es aire en con-
diciones próximas a las atmosféricas, la ecuación anterior indica la escala
alcanzable en función de las propiedades (velocidad del sonido y viscosidad)
del fluido del modelo. Utilizar gases distintos del aire en el modelo es caro
o/y peligroso, y no permite grandes escalaciones; y variar la temperatura
y/o presión en el modelo (por ejemplo para disminuir la velocidad del so-
nido am disminuyendo la temperatura Tm ) resulta también en general muy
caro. Por tanto, la alternativa práctica en la mayor parte de los casos es
utilizar la semejanza parcial de manera similar a la indicada en el apartado
anterior.
6
Flujo ideal
141
142 Flujo ideal
Continuidad:
∂ρ
+ ∇ · (ρ~v ) = 0 . (6.1)
∂t
∂(ρ~v ) ~
+ ∇ · (ρ~v~v) = −∇p + ∇ · τ~′ + ρf~m . (6.2)
∂t
Energía interna:
∂(ρe)
+ ∇ · (ρ~v e) = −p (∇ · ~v ) + φV + ∇ · (k∇T ) + Q̇r + Q̇q . (6.3)
∂t
Continuidad
∇ · ~v = 0 . (6.4)
Cantidad de movimiento:
∂~v ∇p ~
+ ~v · ∇~v = − + fm . (6.5)
∂t ρ
1
En algunas definiciones de fluido ideal, se exije también ρ = cte. En este capítulo,
en general, supondremos que la densidad es constante.
6.2. Consideraciones sobre las ecuaciones del flujo ideal 143
Energía interna:
∂e
+ ∇ · (~v e) = 0 . (6.6)
∂t
v=vp vp
v
n n
v - vp
R
Nótese que, si la densidad es constante, entonces dP ρ
= ρp . De la ecua-
ción (6.12) pueden deducirse dos casos particulares, que constituyen sendas
formas de la ecuación de Bernoulli y se detallan en las secciones siguientes.
v2 p
+ +U =C . (6.14)
2 ρ
Por tanto:
Z
∂φ v 2 dp
∇ + + +U =0 , (6.16)
∂t 2 ρ
6.3. Ecuación de Bernoulli 147
y
Z
∂φ v 2 dp
+ + + U = C(t) . (6.17)
∂t 2 ρ
La ecuación (6.17), a diferencia de la otra forma de la ecuación de Bernoulli
(ecuación (6.13)) es válida en todo el dominio (y no necesariamente a lo
largo de una línea de corriente), y la constante C es la misma para todo el
dominio (pero puede depender del tiempo).
Cuando la densidad es constante, la ecuación queda:
∂φ v 2 p
+ + + U = C(t) . (6.18)
∂t 2 ρ
Ecuación (6.13):
v2
+h+U =C . (6.19)
2
Ecuación (6.17):
∂φ v 2
+ + h + U = C (t) . (6.20)
∂t 2
Resumen de ecuaciones de Bernoulli y sus hipótesis
La tabla siguiente resume las formas de la ecuación de Bernoulli que se
han deducido en este capítulo, así como sus condiciones de aplicabilidad.
Ec (6.13) Ec (6.17) Ec (6.19) Ec (6.20)
µ=0 X X X X
ρ = ρ (P ) X X X X
∂/∂t = 0 X X
~
fm = −∇U X X X X
Línea de corriente X X
Irrotacional X X
Isentrópico (µ = 0, X X
k = 0, Q̇r + Q̇q = 0)
148 Flujo ideal
donde el primer y tercer términos del segundo miembro son nulos por con-
tener respectivamente la divergencia de un rotacional y la divergencia de
un campo de velocidades de un fluido incompresible.
Introduciendo el resultado anterior y reordenando, la ecuación de trans-
porte para la vorticidad queda:
∂~ω
+ (~v · ∇) ~ω = (~ω · ∇) ~v + ν∇2 ω ; (6.29)
∂t
O, reconociendo en el primer miembro la definición de derivada sustancial:
D~ω
= (~ω · ∇) ~v + ν∇2 ω . (6.30)
Dt
La ecuación indica los mecanismos (lado derecho) que cambian la vorticidad
de la partícula fluida. Éstos son dos: el primer término es la generación
de vorticidad por interacción con el campo de velocidades6 , y el segundo
la difusión por efecto de la viscosidad (intercambio de molecular) de la
vorticidad de partículas vecinas. Nótese que la ecuación es, por supuesto,
una ecuación vectorial.
Es interesante considerar en qué condiciones cada uno de los términos del
lado derecho de la ecuación (6.30) es siempre nulo, pues en esas condiciones
la vorticidad de la partícula fluida se conserva. Estas condiciones son:
5
∇∧ A ~∧B ~ =A ~ ∇·B ~ + B ~ ·∇ A ~−B ~ ∇·A ~ − A ~ ·∇ B ~
6
Puede comprobarse que las componentes de la velocidad que actúan en la dirección
de la vorticidad aumentan o disminuyen la misma al estirar o comprimir (respectiva-
mente) la partícula fluida en esa dirección; y las componentes de la velocidad en otras
direcciones cambian la orientación de la vorticidad, ocasionando una redistribución de la
misma entre sus (en general) tres componentes.
150 Flujo ideal
3
P
1
2
(6.35)
∇2 φ = 0 . (6.36)
∂ψ ∂ψ u v
ψ = cte ⇒ dψ = 0 ⇒ dx + dy = −vdx + udy = 0 ⇒ = ,
∂x ∂y dx dy
(6.40)
(El caudal que atraviesa entre A y B es el mismo para cualquier línea, por
continuidad). A continuación tenemos en cuenta que, por geometría:
q
1
~n = p 2 2
(dy, −dx) ; dl = dx2 + dy2 . (6.42)
dx + dy
10
Es inmediato comprobar que ∇φ = ∇(V ~∞ · ~r) = V
~∞ .
11
Por unidad de profundidad, pues el flujo es 2D
154 Flujo ideal
B
y
d l =(dx,dy)
n (dy, -dx)
8
A
x
Condiciones de Cauchy-Riemann
Si el flujo es irrotacional, el campo de velocidades deriva de un potencial
(Sección 6.5), ~v = ∇φ. Por tanto:
∂φ ∂φ
u= ;v = . (6.44)
∂x ∂y
Por tanto, en flujo ideal irrotacional bidimensional las componentes de la
velocidad pueden calcularse tanto a través del potencial φ (ecuación (6.44))
como a través de la función de corriente ψ (ecuaciones anteriores). Igualando
ambas rutas resultan las denominadas condiciones de Cauchy-Riemann:
∂φ ∂ψ
= (= u) ;
∂x ∂y
∂φ ∂ψ
=− (= v) . (6.45)
∂y ∂x
Las condiciones de Cauchy-Riemann implican que las líneas de corriente
(ψ = cte) y equipotenciales (φ = cte) son perpendiculares, ya que el pro-
ducto escalar de sus gradientes (que son a su vez perpendiculares a las líneas
6.7. Flujo potencial incompresible 2D 155
respectivas) es cero:
∂φ ∂ψ ∂φ ∂ψ
∇φ · ∇ψ = + = u(−v) + uv = 0 . (6.46)
∂x ∂x ∂y ∂y
Nótese, además que ambas φ y ψ satisfacen la laplaciana:
∇2 φ = ∇ · ~v = 0, por continuidad.
∂2ψ 2
∇2 ψ = ∂x2
+ ∂∂yψ2 ∂v
= − ∂x + ∂u
∂y
= |∇∧~v | = 0, por ser el flujo irrotacional.
Coordenadas cilíndrico-polares
En las secciones siguientes usaremos a menudo coordenadas cilíndrico-
polares (r, θ) para escribir las ecuaciones del flujo. En coordenadas
cilíndrico-polares, denominaremos (ur , uθ ) a las componentes del vector ve-
locidad; y las ecuaciones anteriores son:
Continuidad:
1 ∂ 1 ∂
∇ · ~v = 0 ⇒ (rur ) + (uθ ) = 0 (6.47)
r ∂r r ∂θ
Definición de ψ:
1 ∂ψ ∂ψ
ur = ; uθ = − (6.48)
r ∂θ ∂r
Definición de φ:
∂φ 1 ∂φ
ur = ; uθ = (6.49)
∂r r ∂θ
Condiciones de Cauchy-Riemann:
∂φ 1 ∂ψ 1 ∂φ ∂ψ
= (= ur ) ; =− (= uθ ) (6.50)
∂r r ∂θ r ∂θ ∂r
y z
r
q
x x
Figura 6.4: Plano complejo
f (z) = φ + iψ . (6.51)
df (z) δf
f˙(z) , , lı́m . (6.52)
dz δz→0 δz
df
f˙(z) = = (ur − iuθ ) e−iθ . (6.54)
dz
Corriente uniforme
El primer potencial complejo que se considerará es f (z) = U∞ e−iα z,
siendo U∞ y α constantes reales.
Derivando f (z) e igualando a u − iv se obtiene:
} y =cte
}
f =cte
U
8
a
x
Figura 6.5: Corriente uniforme
φ = (U∞ cos α)x+(U∞ sin α)y ; ψ = −(U∞ sin α)x+(U∞ cos α)y . (6.57)
Q
f (z) = ln z (6.58)
2π
representa un manantial o sumidero situado en el origen de coordenadas.
Derivando la función anterior para obtener la velocidad compleja e igua-
lando a (ur − iuθ ) e−iθ (ecuación (6.54)), resulta, en cilíndrico-polares, :
Q1 Q 1 −iθ
f˙(z) = = e = (ur − iuθ ) e−iθ . (6.59)
2π z 2π r
6.8. Análisis de flujos sencillos 159
Y=cte
f=cte
independientemente de R.
Cuando el manantial o sumidero está centrado en un punto distinto del
origen, por ejemplo z = z0 , el potencial complejo puede obtenerse de la
función anterior mediante un cambio de variable z z − z0 , resultando,
Q
por tanto, f (z) = 2π ln (z − z0 ).
160 Flujo ideal
y
Y=cte { { f=cte
Torbellino o vórtice en z = 0
El potencial complejo:
Γ
f (z) = −i ln z (6.63)
2π
representa un torbellino o vórtice13 en el origen.
En efecto, poniendo la variable independiente z en forma polar y des-
componiendo el potencial complejo en sus partes real e imaginaria, se tiene:
Γ Γ
f (z) = −i ln reiθ = −i (ln r + iθ) = φ + iψ (6.64)
2π 2π
Por tanto las líneas de corriente se calculan como:
Γ
ψ=− ln r = cte ⇒ r = cte . (6.65)
2π
que son circunferencias centradas en el origen, como corresponde a un tor-
bellino alrededor del mismo.
Las líneas equipotenciales son rectas, orientadas en la dirección radial:
Γ
φ= θ = cte ⇒ θ = cte , (6.66)
2π
13
Irrotacional, naturalmente. Si “torbellino” e “irrotacional” le parecen ideas incom-
patibles, compruébelo tomando el rotacional del campo de velocidades que resulta.
6.8. Análisis de flujos sencillos 161
y y
-Q
2a b
x x
+Q
Dipolo o doblete
El dipolo14 (o doblete) se obtiene mediante la superposición de un ma-
nantial y un sumidero de igual potencia, separados una distancia 2a (ver
figura 6.8, izquierda) y haciendo tender a cero esta distancia mientras se
aumenta Q de modo que el producto Qa es constante.
14
El dipolo tiene poco interés por sí solo, pero superpuesto a otros potenciales com-
plejos da lugar a configuraciones de relevancia práctica.
162 Flujo ideal
Las líneas ψ = cte son por tanto circunferencias con centro en el eje y y
que pasan por el origen, que se han representado en la figura 6.8, derecha).
(Para el caso β 6= 0, basta rotar las líneas de la figura un ángulo β.)
Q Q
f (z) = U∞ z + lnz = U∞ reiθ + ln reiθ . (6.73)
2π 2π
Descomponiendo en partes real e imaginaria e igualando a f (z) = φ + iψ:
Q Q
φ = U∞ r cos θ + ln r ; ψ = U∞ r sin θ + θ (6.74)
2π 2π
Para obtener una representación cualitativa del flujo, es interesante calcular
los puntos de remanso, o puntos en los que la velocidad del fluido es nula,
y las líneas de corriente que pasan por ellos. Lo primero puede hacerse
6.8. Análisis de flujos sencillos 163
y
Q/2 (1-q/p)
r=
U sen q
8
U q=0
8
x
q=p
- Q
2pU
8
Los puntos de remanso del flujo son los puntos +a y −a del eje real x:
2
a
f˙(z) = U∞ 1 − 2 ⇒ z = ±a . (6.82)
z
U a
8
U x
8
1 2 1 2
p = p∞ + ρU∞ − ρ4U∞ sin2 θ . (6.86)
2 2
La integración de la presión sobre la superficie del cilindro da la fuerza
neta debida a la presión; la fuerza sobre el diferencial de superficie es, en
cada dirección coordenada (figura 6.11):
y
dF
dS
q x
1 2
3 4
1. Potencial complejo:
2
iθ −iθ a iΓ
f (z) = U∞ re + e + (ln r + θ) . (6.92)
r 2π
3. Componentes de la velocidad:
∂φ a2
ur = = U∞ cos θ 1 − 2 ; (6.94)
∂r r
1 ∂φ −1 a2 Γ
uθ = = +U∞ sin θ r + + . (6.95)
r ∂θ r r 2π
4. Velocidades en la superficie del cilindro, r = a:
−1 Γ
uθ = [U∞ sin θ (2a) + ] ; (6.96)
a 2π
ur = 0 . (6.97)
15
La denominación de este cociente como sin β es una materia de conveniencia, posi-
bilitada por el hecho de que su valor está siempre entre -1 y 1.
16
Ver nota anterior; el cociente es ahora siempre mayor que 1 (en valor absoluto).
6.8. Análisis de flujos sencillos 169
Esquinas y sectores
El potencial complejo de velocidades dado por:
f (z) = Az n (6.101)
17
‘Lift’, en inglés sustentación.
170 Flujo ideal
y
k=1
y
n=2
1
n=4
=
k
x x
k=0 k=0
n=2/3
y
n=1/2
x
k=0
A x
K
k=1
En este capítulo analizaremos una clase de flujos para los que las ecua-
ciones diferenciales de la Mecánica de Fluidos, deducidas en el Capítulo 4,
tienen una solución analítica. Se trata de flujos unidireccionales, esto es,
aquéllos en los que sólo existe una componente de la velocidad. En flu-
jo unidireccional, como se verá en el primer apartado de esta lección, las
ecuaciones de cantidad de movimiento se simplifican notablemente. En par-
ticular, los términos convectivos, que son no lineales y dificultan en general
la solución analítica de las ecuaciones, son idénticamente nulos.
Dos de los flujos clásicos en Mecánica de Fluidos, el flujo de Couette y
el de Hagen-Poiseuille pertenecen a esta clase de flujos unidireccionales, y
serán estudiados en este capítulo1 .
173
174 Flujo viscoso unidireccional
x
i
z
Figura 7.1: Flujo unidireccional
∂p∗
0=− . (7.5)
∂z
Las dos ecuaciones anteriores expresan un importante resultado: en flujo
unidireccional, la presión motriz es constante en las direcciones perpendi-
culares al flujo. (Según las condiciones de la deducción, el flujo ha de ser
también incompresible, y las fuerzas másicas deben derivar de un potencial.)
Otro importante resultado es que el gradiente de p∗ en la dirección del
flujo, ∂p∗ /∂x, no depende ni de x, ni de y, ni de z. La no dependencia de y
ni de z es un resultado trivial de las ecuaciones 7.4 y 7.5: puesto que p∗ no
depende ni de y ni de z, cualquier función de p∗ (y en particular su gradiente
en dirección x, ∂p∗ /∂x) tampoco lo hace. La no dependencia de x se deduce
indirectamente de las ecuaciones 7.1 y 7.3. De la primera se deduce que u
no es función de x; por lo tanto, el lado izquierdo de la segunda, que es una
función sólo de u, tampoco es función de x; por tanto, el lado derecho, que
es justamente ∂p∗ /∂x, tampoco es función de x.
Puesto que ∂p∗ /∂x no es función de ninguna de las coordenadas espa-
ciales, sólo es, a lo sumo, función del tiempo, y se puede poner como:
∂p∗ p∗ − p∗2
PL (t) = − = 1 , (7.6)
∂x L
donde p∗1 y p∗2 son las presiones motrices en dos puntos (1) y (2) separados
una distancia L en la dirección del flujo. Nótese que, puesto que el gradiente
no depende del espacio, PL es independiente de los puntos (1) y (2), siempre
que estén separados una distancia L en la dirección del flujo (dirección x).
Introduciendo está notación para el gradiente, la ecuación de cantidad
de movimiento en dirección x queda:
2
∂u ∂ u ∂2u
ρ −µ + 2 = PL . (7.7)
∂t ∂y 2 ∂z
La ecuación de la energía cinética también se simplifica notablemente. Te-
niendo en cuenta que v = w = 0, la ecuación de la energía cinética (ecuación
(4.55)) queda:
2 2 " 2 #
2
∂u2 /2 ∂ u /2 ∂ 2 u2 /2 ∂u ∂u
ρ = uPL +µ 2
+ 2
−µ + , (7.8)
∂t ∂y ∂z ∂y ∂z
y
U
p* h p*
1 2
x
L
z
Figura 7.2: Flujo de Couette
2 ∂u
∂x
∂u
∂y
+ ∂x∂v ∂u
∂z
+ ∂w∂x 0 µ Uh 0
~
τ~′ = µ ∂u
∂y
+ ∂v
∂x
∂v
2 ∂y ∂v
∂z
+ ∂w∂y
= µU
h
0 0 ,
∂u
∂z
+ ∂w∂x
∂v
∂z
+ ∂w∂y
2 ∂w
∂z
0 0 0
(7.12)
1
h
Figura 7.3: Volumen V = 1h entre las placas limitado por una unidad de
superficie en cada placa
p* h p*
1 2
x
L
z
Figura 7.4: Flujo de Hagen-Poiseuille
∂2u
PL + µ =0 . (7.15)
∂y 2
7.3. Corriente de Hagen-Poiseuille 179
Las condiciones de contorno para u están dadas por la adherencia del fluido
a las paredes en y = 0 e y = h:
(d) Esfuerzo sobre el fluido. El esfuerzo (la fuerza por unidad de área) es
~
f~s = ~n · τ~′ , con ~n = (0, 1, 0) para el esfuerzo sobre el fluido en la placa
superior y ~n = (0, −1, 0) para la placa inferior. Por tanto:
~
Para la placa superior: f~s = (0, 1, 0) · τ~′ = PL
2µ
(h − 2y)|y=h = −PL h
2
~
Para la placa inferior: f~s = (0, −1, 0) · τ~′ = − P2µL (h − 2y)|y=0 =
−PL h
2
Por tanto, para el volumen V entre ambas placas limitado por una
unidad de superficie en cada placa, la disipación viscosa es, integrando:
Z Z h
P2 P 2 h3
ΦV = φV dV = µ L2 h2 + 4y 2 − 4hy 1dy = L .
V 0 4µ 12µ
La expresión anterior es igual a PL Q para este flujo, que es la potencia
empleada en mover el caudal Q entre dos puntos separados la unidad
de longitud. El resultado indica por tanto que esta potencia se pierde
en disipación viscosa.
y (radial)
p*
1 p*
q R 2
x
L
Figura 7.5: Flujo de Hagen-Poiseuille axisimétrico
Z R
πPL R4
Q= u2πrdr = ;
0 8µ
y, dividiendo por el área, la velocidad media ū:
Q PL R 2 umax
ū = 2
= = . (7.23)
πR 8µ 2
La ecuación anterior permite también calcular la diferencia de presión entre
los extremos del tramo de conducto (que se conoce en Mecánica de Fluidos
como pérdida de carga) como función de la velocidad media. Si ponemos la
caída de presión por unidad de longitud, PL , como la diferencia de presión
∆p∗ entre los extremos del tramo dividida por la longitud L del tramo,
PL = ∆p∗ /L, entonces la velocidad media, ecuación (7.23), puede escribirse
como:
∆p∗ D 2 1
ū = (7.24)
L 4 8µ
∆p∗ 64 L 64 L
1 2
= ρūD = . (7.25)
2
ρū µ
D Re D
8
Lubricación fluidodinámica
1
De hecho, no abordaremos el estudio con esta teoría del flujo en cojinetes, que es
quizás el escenario más clásico de lubricación fluidodinámica.
183
184 Lubricación fluidodinámica
Ua
y
6 h/ 6 t
Ub
a
a = cte
h = h(a,b,t)
b = cte
b
Ecuación de continuidad:
[cmα:E] z [cmα:F]}| { z
[cmα:G]
}| { z [cmα:H]
z }| { g 1 2 g 1
}| {
2 gα g
µ ∂ gβ uα
β α
1 ∂p∗ µ ∂ gα uα µ ∂ 2 1 β uα
=− + + + (8.2)
gα ∂α gα gβ 1 ∂α2 gα gβ 1 ∂β 2 gα gβ 1 ∂y 2
| {z } | {z } | {z } | {z }
∆α p∗ /L µU/L2 µU/L2 µU/H 2
[cmy:E] z [cmy:F]
}| { z
[cmy:G]
}| { z [cmy:H]
z}|{ g 1 g
2 α 1
}| {
2 β g gα
∂p∗ µ ∂ gα v µ ∂ gβ v µ ∂ 2 β1 v
=− + + + (8.3)
∂y gα gβ 1 ∂α2 gα gβ 1 ∂β 2 gα gβ 1 ∂y 2
| {z } | {z } | {z } | {z }
∆y p∗ /H µV /L2 µV /L2 µV /H 2
Note que esta conclusión es idéntica a la que se obtuvo para flujos unidi-
reccionales en el Capítulo 7: la presión motriz es uniforme en la sección
transversal al flujo. La igualdad era, sin embargo, estricta en el caso en el
que el flujo era estrictamente unidireccional, mientras que es aproximada en
este flujo en el que la componente transversal de la velocidad es pequeña,
pero no necesariamente nula.
1 ∂p∗ ∂ 2 uα
− +µ 2 =0 (8.14)
gα ∂α ∂y
∗ 2
1 ∂p ∂ uβ
− +µ 2 =0 ; (8.15)
gβ ∂β ∂y
∂p∗
∼0 . (8.16)
∂y
Las ecuaciones anteriores son sólo válidas cuando se cumplen las condiciones
en las que se han deducido. En particular, han de cumplirse las condiciones
geométricas, de dominancia de las fuerzas viscosas (ecuación (8.6)) y de
cuasiestacionareidad (ecuación (8.7)); respectivamente:
H ρUH H ρH 2
<< 1 ; << 1 ; t0 >> . (8.17)
L µ L µ
Veremos en la subsección siguiente que, con las dos primeras ecuaciones
es posible calcular los perfiles de velocidad y los caudales entre las placas,
salvo por los gradientes de presión que seguirán siendo desconocidos. El
cálculo del campo de presiones, y su gradiente, se hace, habitualmente, con
las técnicas que se detallarán después, y que se basan en la ecuación de
Reynolds de la lubricación.
Velocidades y caudales
La ecuación (8.8) puede integrarse en dirección y teniendo en cuenta que
∂p /∂α no depende de y, resultando un perfil para la velocidad en dirección
∗
α:
∂ 2 uα 1 ∂p∗ 1 ∂p∗ y 2
= ⇒ u α = + Ay + B , (8.18)
∂y 2 µgα ∂α µgα ∂α 2
190 Lubricación fluidodinámica
a
Figura 8.2: Caudal en dirección α por unidad de anchura en dirección β
uα (y = 0) = 0 ⇒ B = 0 ; (8.19)
−1 ∂p∗ h Uα
uα (y = h) = Uα ⇒ A = + . (8.20)
µgα ∂α 2 h
1 ∂p∗ y
uα = y (y − h) + Uα . (8.21)
2µgα ∂α h
1 ∂p∗ y
uα = y (y − h) + Uα 1 − , (8.23)
2µgα ∂α h
8.3. La ecuación de Reynolds de la lubricación 191
F4
h
F2
F1
F3
gb db
ga da
p0
h0
y
x h 1 p1
U
L
h3 (x) dp Uh(x)
qx = − + , (8.32)
12µ dx 2
donde hemos usado derivadas totales y no parciales porque para este pro-
blema p no es función de z (ni tampoco de y, como en todos los flujos de
este capítulo). Hemos puesto explícitamente la dependencia de h con x para
recalcarla.
Como se ha indicado en la sección anterior, la presión se calcula in-
sertando la expresión para el caudal en la ecuación de Reynolds, ecuación
(8.31). Para densidad constante y coordenadas cartesianas, la ecuación de
Reynolds queda:
∂qx
= 0 ⇒ qx = C , (8.34)
∂x
siendo C una constante de integración; o, con la ecuación (8.32) para el
caudal:
h3 (x) dp Uh(x)
− + =C . (8.35)
12µ dx 2
Despejando de la última ecuación:
dp 12µ Uh(x)
= 3 −C . (8.36)
dx h (x) 2
h0 − h1 h0 − h1
h(x) = h0 − x ⇒ dh = − dx . (8.37)
L L
8.4. Cuña lineal y efecto de sustentación 195
dp/dx=0
p p
1 2
n dS
y
n´
x dS
4
El sentido de las normales es el que da la fuerza sobre la placa.
198 Lubricación fluidodinámica
−h3 ∂p h −h3 ∂p
qr = + Ur = ; (8.52)
12µgr ∂r 2 12µ ∂r
−h3 ∂p h
qθ = + Uθ = 0 , (8.53)
12µgθ ∂θ 2
J
ya que ∂ /∂θ = 0.
Insertando los caudales en la ecuación de Reynolds:
∂ ∂ rh3 ∂p
(rh) + − =0 , (8.54)
∂t ∂r 12µ ∂r
h0
pat pat
p R1
0
R2
F
y
h(t)
x
−h3 ∂p h h3 dp
qx = + Ux = − , (8.63)
12µ ∂x 2 12µ dx
Poniendo además ∂h/∂t = −V (siendo V la velocidad de acercamiento), la
ecuación queda:
3
d h dp
−V = . (8.64)
dx 12µ dx
La integración es trivial, y con p = pat en x = 0 y x = L como condiciones
de contorno, la distribución de presiones es:
6µV
p(x) = pat + x(L − x) . (8.65)
h3
La integral de la distribución anterior sobre la placa es la fuerza necesaria
para mantener el aplastamiento con velocidad constante −V , y vale, por
unidad de anchura b perpendicular al papel:
Z L Z L
F 6µV µV L3
= (p − pat ) dx = x (L − x) dx = . (8.66)
b 0 0 h3 h3
El caudal que atraviesa la sección transversal entre las placas en la posición
x es (por unidad de anchura):
q(x) −h3 dp L
= qx = =V x− . (8.67)
b 12µ dx 2
Resumen de matemáticas
bi X bi b1 b2 b3
= = + + ; (A.3)
ci i
ci c1 c2 c3
X
dij cj = dij cj = di1 c1 + di2 c2 + di3 c3 ; (A.4)
j
XX X
dij eij = dij eij = (di1 ei1 + di2 ei2 + di3 ei3 ) =
i j i
= (d11 e11 + d12 e12 + d13 e13 ) + (d21 e21 + d22 e22 + d23 e23 )
+ (d31 e31 + d32 e32 + d33 e33 ) . (A.5)
Para prevenir ambigüedades, evitaremos en la medida de lo posible la re-
petición de un subíndice más de dos veces (por ejemplo, ai dii ); cuando sea
imprescindible hacerlo, se entenderá que el convenio de Einstein no es apli-
cable a la expresión. Por el contrario, siempre que un subíndice se repita
203
204 Resumen de matemáticas
donde lij es el coseno del ángulo que forma el eje xi con el x∗j .
Note que el vector ~a es el mismo en los dos sistemas (piense, por ejemplo,
que ~a es una velocidad); pero su representación sí cambia según la ley
anterior.
Un tensor es una generalización del concepto de vector. Cuando un vec-
tor se multiplica por un escalar, el resultado es otro vector cuyo módulo
cambia, pero cuya dirección es la misma (por ejemplo, f~ = m~a). Puede
haber ocasiones, sin embargo, en que una propiedad vectorial del fluido
cambia, como el resultado la aplicación de una ley, también de dirección. El
tensor se utiliza frecuentemente en Física (por ejemplo, en Elasticidad y en
Mecánica de Fluidos) para representar ciertas propiedades que, actuando
sobre un vector, cambian el módulo y la dirección del vector.
Los tensores que utilizaremos en Mecánica de Fluidos serán en general
de rango (u orden) dos. Un tensor de rango dos está compuesto de nueve
magnitudes, o componentes, que a menudo se escriben en forma de matriz;
A.2. Escalares, vectores, tensores 205
x3
x3* x2*
a
x2
x1
x1*
por ejemplo:
a11 a12 a13
~~a = a21 a22 a23 .
b31 b32 b33
Ante una rotación del sistema coordenado, como la ilustrada para el vector
en la figura A.1, el tensor no cambia (aunque esto es más difícil de visualizar
en una figura que para el caso del vector). Esto obliga a que las componentes
del tensor cambien de la forma:
1
A veces se distingue entre vector y tensor de rango 1, y se dice que un vector es un
tensor de rango 1 sólo si no cambia ante un cambio de ejes; es decir, si sus componentes
se transforman según la ecuación (A.6). Igualmente, a veces se distingue entre escalar y
tensor de rango 0, exigiendo que, para el escalar sea un tensor de rango 0, sea el mismo
en los dos sistemas de ejes.
A.4. Otras definiciones relativas a tensores 207
~i ~j ~k
~a ∧ ~b = a1 a2 a3 = εijk aj bk
b1 b2 b3
T
Tensor simétrico: aquél para el que ~~a = ~~a o aij = aji
1 1
aij = (aij + aji ) + (aij − aji ) , sij + tij , (A.9)
2 2
con
1 1
sij = (aij + aji ) ; tij = (aij − aji ) . (A.10)
2 2
~
Aunque las componentes de un vector ~a o tensor ~b cambian en general
en una rotación del sistema coordenado, las siguientes combinaciones
no cambian, y se llaman invariantes:
• ~a · ~a = ai ai
~
• ~a · ~b · ~a = bij ai aj
~
• La traza del tensor (o suma de sus elementos diagonales, tr~b = bii
~
• El determinante del tensor, det~b
dx
x+dx
x } f = cte
∂φ
dφ = φ(~x + d~x) − φ(~x) = dxi + O(dx2 ) =
∂xi
= ∇φ · d~x + O(dx2 ) ≃ ∇φ · d~x . (A.13)
dφ d~x
= ∇φ · = ∇φ · ~u , (A.14)
dx dx
siendo ~u el vector unitario en dirección d~x. La ecuación anterior indica que
el cambio de φ por unidad de longitud, en un punto y en una determinada
dirección es el resultado de proyectar el vector gradiente en el punto sobre la
dirección en cuestión. Puesto que por tanto el cambio es máximo cuando ∇φ
se proyecta en su propia dirección (es decir, cuando ∇φ y ~u son colineales),
el gradiente da por tanto la dirección del cambio máximo de φ(~x). De este
mismo argumento puede intuirse que ∇φ es perpendicular a las líneas de φ
constante. La demostración es sencilla; si el vector ~t es tangente a la línea
φ = cte, entonces en esa dirección dφ = 0. Por tanto:
dφ ~
= t · ∇φ = 0 , (A.15)
dx
por tanto:
dφi ∂φi
= ∇φi · ~u = uj ; (A.17)
dx ∂xj
y, en forma vectorial:
~
dφ ~ .
= (~u · ∇)φ (A.18)
dx
~ 6= ~u(∇· φ),
Note la asociación (~u ·∇). En particular, note que (~u ·∇)φ ~ donde
∇·φ ~ es la divergencia de φ,
~ que se define mas adelante.
El grupo ∂φi /∂xj en la ecuación es un tensor, que a veces se llama tensor
gradiente. En notación vectorial se representa como ∇φ ~ (note que sin punto
entre ambos).
~i ~j ~k
~= ∂ ∂ ∂ ∂φk
∇∧φ ∂x1 ∂x2 ∂x3
= εijk
∂xj
φ1 φ2 φ3
∂2φ
∆φ = ∇2 φ = ∇ · (∇φ) = . (A.21)
∂x2i
V
dS
S
Figura A.3: Teorema de Gauss
S
ds
t
C dl
Coordenadas curvilíneas
ξi = ξi (xj ) . (B.3)
215
216 Coordenadas curvilíneas
x3 x = C1
1
P
x = C2
2 x = C3
3
n3
n2 x2
n1
x1
o, de forma abreviada:
x2 9 e)
9x = ct
x2 x 2(x 1
x (
1 x =
2 cte
)
9
9x
x1
x1
x3 d S1
h3d x3
h2d x2
x2
d S2
x
1
d
h
1
d S3
x1
Gradiente de un escalar
Deduciremos la expresión en coordenadas curvilíneas del operador gra-
diente a partir de una de sus principales propiedades (ver Apéndice A):
dφ = ∇φ · d~x , (B.11)
∂φ
dφ = dξi . (B.12)
∂ξi
En el sistema curvilíneo, la relación entre dxj y dξi viene dada por la ecua-
ción (B.7):
∂~x X
d~x = dξi = gi~ǫi dξi . (B.13)
∂ξi i
Por tanto, con las ecuaciones (B.12) y (B.13), la ecuación (B.11) se cumple
si:
X 1 ∂φ
∇φ = ~ǫi , (B.14)
i
g i ∂ξ i
Divergencia de ~a:
1 ∂ ∂ ∂
∇ · ~v = (g2 g3 v1 ) + (g3 g1 v2 ) + (g1 g2 v3 ) .
g1 g2 g3 ∂ξ 1 ∂ξ 2 ∂ξ 3
(B.16)
220 Coordenadas curvilíneas
Rotacional de ~v :
1 ∂ ∂
[∇ × ~v]1 = (g3 v3 ) − (g2 v2 ) ,
g2 g3 ∂ξ 2 ∂ξ 3
1 ∂ ∂
[∇ × ~v]2 = (g1 v1 ) − (g3 v3 ) ,
g3 g1 ∂ξ 3 ∂ξ 1
1 ∂ ∂
[∇ × ~v]3 = (g2 v2 ) − (g1 v1 ) . (B.18)
g1 g2 ∂ξ 1 ∂ξ 2
Divergencia de ~~t:
h i
1 ∂ ∂ ∂
∇ · ~~t = (g2 g3 t11 ) + (g3 g1 t21 ) + (g1 g2 t31 ) +
1 g1 g2 g3 ∂ξ 1 ∂ξ 2 ∂ξ 3
t21 ∂g1 t31 ∂g1 t22 ∂g2 t33 ∂g3
+ + − − ,
g1 g2 ∂ξ2 g1 g3 ∂ξ3 g1 g2 ∂ξ1 g1 g3 ∂ξ1
h i
1 ∂ ∂ ∂
∇ · ~~t = (g2 g3 t12 ) + (g2 g3 t22 ) + (g1 g2 t32 ) +
2 g1 g2 g3 ∂ξ 2 ∂ξ 2 ∂ξ 3
t32 ∂g2 t12 ∂g2 t33 ∂g3 t11 ∂g1
+ + − − ,
g2 g3 ∂ξ3 g2 g1 ∂ξ1 g2 g3 ∂ξ2 g2 g1 ∂ξ2
h i
1 ∂ ∂ ∂
∇ · ~~t = (g2 g3 t13 ) + (g2 g3 t23 ) + (g1 g2 t33 ) +
3 g1 g2 g3 ∂ξ 1 ∂ξ 2 ∂ξ 3
t13 ∂g3 t23 ∂g3 t11 ∂g1 t22 ∂g2
+ + − − . (B.19)
g3 g1 ∂ξ1 g3 g1 ∂ξ2 g3 g1 ∂ξ3 g3 g2 ∂ξ3
P (x , y, z)
k
y
j
i y
x
x
∂u
exx = (B.26)
∂x
∂v
eyy = (B.27)
∂y
∂w
ezz = (B.28)
∂z
1 ∂u ∂v
exy = eyx = + (B.29)
2 ∂y ∂x
1 ∂u ∂w
exz = ezx = + (B.30)
2 ∂z ∂x
1 ∂v ∂w
eyz = ezy = + . (B.31)
2 ∂z ∂y
Ecuación de continuidad:
∂ρ ∂ ∂ ∂
+ (ρu) + (ρv) + (ρw) = 0
∂t ∂x ∂y ∂z
B.6. Coordenadas cilíndrico-polares 223
ez
eq
P (r , q, z)
er
y
q
q
x
Figura B.5: Coordenadas cilíndrico-polares
1 ∂vθ 1 ∂vr
∇·∇~v = ∇vr − 2 vr + 2 ~ǫr + ∇vθ − 2 vθ − 2 ~ǫθ +∇vz~ǫz .
r ∂φ r ∂φ
(B.37)
∂ur
err = (B.43)
∂r
1 ∂uθ 1
eθθ = + ur (B.44)
r ∂θ r
∂uz
ezz = (B.45)
∂z
∂(r −1 uθ ) 1 ∂ur
2erθ = 2eθr = r + (B.46)
∂r r ∂θ
∂ur ∂uz
2erz = 2ezr = + (B.47)
∂z ∂r
1 ∂uz ∂uθ
2eθz = 2ezθ = + (B.48)
r ∂θ ∂z
Ecuación de continuidad:
∂ρ 1 ∂ 1 ∂ ∂
+ (rρur ) + (ρuθ ) + (ρuz ) = 0 . (B.49)
∂t r ∂r r ∂θ ∂z
227
228 Breve reseña histórica
nula ofrecida por un cuerpo en flujo ideal) en razón de la igualdad del campo
de velocidades antes y después de un obstáculo simétrico.
Louis de Lagrange (1736-1813), aunque conocedor de las ecuaciones de
Euler, desarrolló la aproximación de la descripción de flujo fluido que hoy
conocemos como lagrangiana. Lagrange introdujo el potencial de velocida-
des y redujo las ecuaciones de Euler a una sola forma integral que constituye
la llamada “ecuación de Bernoulli”.
Venturi (1746-1822) combinó las ideas de da Vinci sobre la relación entre
velocidad del fluido y sección de paso con la ecuación de Bernoulli (o de
Lagrange, propiamente) en el aparato para medir velocidades que lleva su
nombre.
Las ecuaciones fundamentales de la Mecánica de Fluidos fueron estable-
cidas por Claude Luis M. H. Navier (1785-1836) en 1822, quien introdujo
la viscosidad en las ecuaciones de Euler. Las mismas ecuaciones fueron de-
ducidas, por distintos métodos, por diversos investigadores, en el período
1822-1845, incluyendo George Gabriel Stokes (1819-1903), y son conocidas
como ecuaciones de Navier-Stokes.
Augustin Louis Cauchy (1789-1857) demostró matemáticamente que el
movimiento en el entorno de un punto puede descomponerse en una trasla-
ción, una rotación y una deformación, lo cual constituye uno de los princi-
pales resultados de la Cinemática de Fluidos.
A Osborne Reynolds (1842-1912) se debe, en su famoso experimento de
1883, la histórica clasificación del movimiento fluido en dos modos: laminar
y turbulento. En estos tempranos días del estudio de turbulencia, Reynolds
descubrió los factores que contribuyen a estabilizar o desestabilizar el flujo,
y estableció la importancia del grupo adimensional que luego recibiría su
nombre en la caracterización en su experimento del flujo como laminar o
turbulento. Reynolds revolucionó la teoría de flujo viscoso y lubricación, y
creó los cimientos necesarios para el desarrollo (por Prandtl) de la teoría de
capa límite.
El siglo pasado vio también el nacimiento de la teoría de modelos (Wi-
lliam Froude, 1810-1879, para el estudio de la resistencia en barcos) y de
la técnica del análisis dimensional (John William Strutt Rayleigh, 1842-
1919). La dinámica de gases alcanza un notable desarrollo con los traba-
jos de Christian Doppler (1803-1853), Ernst Mach (1838-1916), Pier Henry
Hugoniot (1851-1887), Georg Friedrich Bernhard Riemann (1826-1866) y
William John Macquorn Rankine (1820-1872) entre otros.
En el siglo XX se produce una auténtica eclosión de teorías y resulta-
dos, de la que es imposible dar más que una breve cuenta sin extenderse
excesivamente.
230 Breve reseña histórica