Para ser precursor regular hay que estar bien organiza-
do y tener un buen horario. Si usted dedica cada se- mana dieciocho horas a la predicación, podrá ser pre- cursor y ¡hasta tener tiempo para vacaciones! Este horario también toma en cuenta los imprevistos por enfermedad o mal tiempo. Abajo se presentan algunas sugerencias para los publicadores que trabajan media jornada o jornada completa, y para quienes están limi- tados por la salud o la falta de energía. Con algunos ajustes, tal vez alguien de su familia pueda empezar en septiembre. ¿Qué tal si lo hablan en la próxima adoración en familia?