Está en la página 1de 10
SIMONE DE BEAUVorR, EL SEGUNDO § o< : EXO! Finalizada la segunda guerra mundi mone de Bl Beerntsct 149 Nd de'losiensayoi' fundamen segundo sex0, e estudio mas completo oly Bist eivertarlectras feministas unas done de una tradicin del feminismo dea hos 'ilustracion que parte de la obra Vindicncio ee oo a Vindicaci6n de los Derechos de ie Mujer (1 792), obra fundamental de Mary Wollstonecraft, otras lecturas polémicas como las de Judith Butler Tosh Mois o Lidia Falcén?, Ua historia de los feminismos ests construida de encuenter y desencuentros Bee oe oe Beauvoir. Hago una lectura desde ol reconscinrcncs de ET segundo sexo como libro fundamental para el feminiaimo Las preguntas que llevan a Beauvoira e. 4como puede realizarse un ser humano en a condicién femenina? ;como encontrar la independencia en el seno de la dependencia? equé circunstancias limitan la libertad de la mujer? (Beauvoir 2008: 31), Realizando una revisién de los psicoandlisis y el materialismo histérico, ‘auvoir (1908-1986) tales para los feminismos: El a condicién femenina, Est ‘a obra la aceptacion, como parte ribir su ensayo siguen vigentes: Puntos de vista de la biologia, el Puso en debate cémo se definia la situacién de la mujer de manera singular. En el mismo libro, ella decia: “(..) To que define de una manera singular la situacién de la mujer es que, siendo _ como todo ser humano una libertad auténoma, se descubre y elige en un mundo donde los hombres le imponen que se asuma como el Otro, fiiindola como objeto Y consagrada a la inmanencia, ya que su trascendencia sera perpetuamente ‘trascendida por otra conciencia esencial y soberana” (Ibidem) Con la afirmacién de “la mujer no nace, se hace”, marcé su relacién con Tatradicién ilustrada de la Revolucién francesa y se convirtié en la fildsofa del Suftagismo como lo senala la fildsofa espaiola Celia Amorés, con un ensayo En 1970, Beauvoir desarrolla en su libro La vejez un nuevo ensayo sobre la ‘condicién humana, Es como si fuera un capitulo complementario de El segundo exo, Hace una revisién completa, tan liicida como lo hace en la primera de estas _ 62. PRECURSORAS DEL FEMINISMO- “Nos negamos a reconocernos en el viejo que seremos, cuando nada debiera ser mg, sujet S esperado y nada es mas imprevisto. No nos sigamos trampeando: en el futuro que ge reo nos aguarda estd en cuestidn el sentido de nuestra vida, no sabemos quienes somos ella en si ignoramos lo que seremos” (Beauvoir 1980: 12). occides ocupa § ‘Simone, El segundo sexo y la condicién femenina as En sus libros autobiognificos, La vejez (1970) y La plenitud de la vida escribe (1960), relata su entrada al circulo de los ex-surrealistas, cuando disfrutaba concret el éxito de su novela La invitada (1943). En ese momento escribe que al giao frecuentar a Colette Audry y Camilla Stephan, mujeres de su edad que habian ella, y ppasado los cuarenta y que no habian Ilevado una vida clasica, descubre que lo (Beauv que pensaba eran problemas individuales, eran, en realidad, genéricos y recién caia en cuenta de que habia pecado de abstraccién al no haber advertido la Los sf existencia de una condicién femenina. Estos encuentros le permiten ver que, a través de la diversidad de sus posibilidades y de sus méritos, ellas habian tenido experiencias similares: habian vivido como seres relativos, Entonces, descrit en La plenitud de la vida, dice: “(...) porque yo escribia, porque mi situacion plenas era diferente y, también creo, porque escuchaba bien, me dijeron muchas cosas y por ot empecé a darme cuenta de las dificultades, falsas facilidades, trampas, obstdculos anima que la mayoria de las mujeres encuentran en su vida y también senti en qué Por ell medida estaban a la vez disminuidas y enriquecidas. No concedi todavia mucha importancia a un punto que me atania directamente, pero senti un llamado de servil atencién” (Beauvoir 1976: 622). media Ta segunda reflexién aparece en 1946, cuando finalizaba La moral de filésos ta ee [202 pena escrbicwobre la misma, Simone desta ¢ Beauy lecirle que, para ella, ser mujer no le habia Beauy Pesado nada, y es cuando le sugiere que, ‘misma manera que un var i ; n, deberia analizarlo ma ‘ ibe en SR aie pint annt despacio, Ella escril 5 oss (1963 una revelacién: este mundo era ™" ‘mutido nin mi infancia habia sido alimentada con mito forades ot ie toni ayn ii icine en absoluto”. ¥ es ahi cuando decide, en lug! cr esi la sl femenina en general. Habla? Renal satarlla desde a perspectiva dela flosofaexstencils! pas storia del Otro, ya usada por Merlea Fan pes mismo, nuosletlosinéditos de Levi Strauss = Hegel entre conciencias son cata sates al no haber sido educada de !@ SIMONE DE BEAUVOIR, py SEGUNDO srx0, 6 sujeto solo se erige como tal oponiéndose otro sujeto; por el se reconozcan mutuamente ig SOMO Sujetos libres & fanto en los mitos, como et que el hombre -siguiendo el ¢ ocupa el lugar del amo, de lo esencial, y la mujer la del esclavo, de La mujer tiene el papel del otro, de la alteri identi cuanto se reconoce como dependiente 1 €8 preciso que independ ella encuentra es que, Pendientes, Pero lo que "la historia y en la sociedad demplo del amo y del esclavo- occidental, es lo inesencial. idad, su identidad le llega en del hombre. Cuando revisa la historia, hombres siempre han ejercido los poderes Patriarcado consideraron stil mantener ala mujer en un estado de dependencia, sus cOdigos se han establecido contra pia) ae e8 oda la rmujer, cea constituldo, concretamente como la OGG? (Beauvoir 2008: 149), escribe: “la historia nos muestra que los h concretos, desde los primeros tiempos del Los aportes de Simone de Beauvoir Hegel, en la Fenomenologia del Espiritu, usa la categoria del Otro para describir el momento en que se desarrolla la autoconciencia que alcanza su plena autorrealizacién como conciencia de sty, ‘para si s6lo cuando es reconocida Por otra autoconciencia. En otras palabras, para superar el estadio de la vida animal ha de pasarse por el proceso de reconocimiento de otra autoconciencia. Por ello, el ejemplo del amo y del esclavo. Una conciencia (el amo) se reconoce como conciencia en la conciencia servil (dependiente de la suya) del esclavo, y su relacién con las cosas esta mediatizada por el trabajo que el esclavo realiza en ellas. Teresa Lopez Pardina, - filésofa espafiola, en su ensayo El feminismo existencialista de Simone de - Beauvoir, le dedica un estudio profundo para destacar el aporte propio de - Beauvoir a la filosofia: Nein Beauvoir piensa que las relaciones hombre/mujer en la sociedad "patriarcal son asimilables -desde el punto de vista fenomenolégico- _ descriptivo a las relaciones sefior/siervo de la dialéctica hegeliana de ~ Ia autoconciencia, La mujer como el esclavo, se reconace en el varén, su identidad se viene concedida en cuanto vasalla del hombre, de lo _contrario, es “poco femenina’, es definida exclusivamente por referencia Sy—S PRECURSORAS DEL TEMINSSMO nerroga a 14 biologia, al psicoang)i, » confirman el estatute dy Siguiendo el método, Beauvol ¥ al materialismo historico, y muestra que a plicar ef la mujer como Obra. Cuando se detiene a exPhS Federico Engels en El origen de fa fant, Jo, para ella no es suficiente la razon de la apariciég, xplicar el sometimiento de la mujer, nj jg 4 origen de la dominacign masculina y examina la teoria propiedad privada y cl Este de la propiedad privada para e kari fisica de la mujer para explicar la division del trabajo, la eselavitud, Para Beauvoir, el origen de la subordinacion de las muyjeres se debid Ie situacién en que estas se encontraban en a etapa primitiva, edad de bronce donde no tuvieron 1a pasibilidad, como los varones. de realizarse: como trascendencias ya que su situacién no las liberaba de su dependencia biolégica, Sonia Kruks, profesoraenel New School y feminista inglesa investigadora de la obra de Beauvoir, escribe que para Beauvoir los seres humanos se definen por a intencionalidad de su conciencia y por ello, en El segundo sexo, establece aque, mientras el hombre se ve a si mismo como un ser humano, como neutral, 4 la mujer se la ve como sexo, Esta forma de mirar, y el poder que tiene en sus manos, capacita al hombre para afirmar su punto de vista como absoluto; él siempre ha sido el “sujeto definido” mientras que la mujer “se determina” y “diferencia con relacién al hombre, y no este con relacidn a ella, Esta es lo inesencial frente alo esencial, él es el sujeto y lo absoluto, ella, el Otro, Kruks “eterno !s aplicacién de la hermenéutica y sospecha dela tana de la feminidad (Kruks 2005: 286-309), Elsegundo sexo: Su autobiografia y testimonio de parte hombre jdcolo? desarre parte, i$ : ‘ ( ombres habian forjade , a a Ae Hs conmologias, religiones, supe s 1 Ideologias, Mteraturas. Ella trataba de poner orden, §, minbce } desarrolle las bases fisioldgicas "Sartre le sugiere que si, Se sumerpi¢ } inficre algunas ideas que no Dela histori la fisiologia y la historia habs a enicontrado en ninguna Enlacé la historia de la mujer con ta de la herencia, es decie que se me aparecié como un ¢q ontragolpe de la evolucién econdmica del mundo masculino. Uno de lo os malentendidos la diferencia entre el hombre y | medi lo que los separa y lo que s €s que se ha creido que yo negaba ft mujer, por el contrario al escribirlo OstuIve es que sas desemejanzas son de orden cultural y no natural (Beauvoir 1986: 2) . ¥ escribié como esas diferencias se ctean desde la infancia hasta la vejez, en La experiencia vivida, el segundo vol necesario recordar que se nde El segundo sexo. Es endieron 22 mil ejemplares del primer tomo de { EL segundo sexo en la primera scmana. EI segundo tomo salio en noviembre ¥ Sobre todo, escandalizé. Simone quedd perpleja ante lx violencia de las feacciones y la bajeza, Sefalaron que ella era una pobre muchacha, neurdtica, rechazada, frustrada, desheredada, insatisfecha sexual, envidiosa, amargada ¥ repleta de complejos de inferioridad ante los hombres y ante las mujeres, i que el resentimiento la roia. Surgié el tema de la humillacién. Hasta Camus la acus6, con frases tristes, de haber ridiculizado al macho francés. La mayoria consider} que era una injuria personal su escrito sobre la frigidez femenina, Los marxistas afirmaron que una ver efectuada la revolucion el ‘Problema de la mujer no existiria, a lo que ella respondio “gy mientras tanto? El presente de las mujeres parecia no interesarles. Muchos declararon que ella no tenia derecho a hablar de las mujeres porque no babi tenido hijo: ine Simone respondié: 2" También tuvo sus defensores, suscité debate Ce ee ella afirmaria que. de todos sus libros, ese ON Team eee 1 socialise Fn él libro, Simone era critica y dcida, Pensaba que el socia ancaria a las ‘mujeres de la familia hacia la liber wt movimiento favorece al feminismo porque busca la justicia dentro ‘2008: 149); y seftala fa excepcidn de Proudhon, que i cexigian la supresién de toda esclavitud, George Sand y Flora ‘Tristan, dice: “Sand reclama el derec ho al amor libre, per, Afirma que la guerra la desgarré i eel PRECURSORAS DEL FEMINISMO- Be se niega a colaborar en La Voz de las Mujeres (revista feminista en circulactéyy tidari¢ sus reivindicaciones son sentimentales. Flora Tristén cree en la redencién do Se aoe pueblo por la mujer, pero le interesa mds la emancipacién de la clase obrera qug sociedad € su sexo” (Beauvoir 2008: 149). ad ee Fe ws a es femenino en escritores como D.H. Lawrence, dex Claudel, Breton y Stendhal, destaca como notable que Stendhal sea al mismo El femin tiempo tan profundamente novelesco y tan decididamente feminista, porque reclama la emancipacién de la mujer no sélo en nombre de una libertad en Si general sino también de la dicha individual. “El amor no tendré nada que publicad perder, serd mucho més verdadero pues al ser la mujer igual que el hombre, reformist podré comprenderlo mds totalmente” (Beauvoir 2008: 292). Para Simone, la yen este realidad humana basta para Stendhal, los suefios no podran forjar una realidad maternid mas embriagadora, por ello sus heroinas tienen un destino propio y se ha hoy, es u proyectado a si mismo en un personaje de mujer. Patines En La fuerza de las cosas (1963) escribe que no aspiraba a transformar las mujer Ja condicién femenina y sefala que no pretendia en ese momento encerrarse A en el feminismo. La lucidez, dice, no garantiza la felicidad pero la favorece y da particips valentia. Doce afios después de la publicacién de El segundo sexo, senala: * (...) me hubiera sorprendido y hasta irritado si a los treinta aflos me Ih hubieran dicho que me ocuparia de problemas femeninos y que mi al publico serian mujeres. No me arrepiento: Divididas, desgarradas, para b ellas existen, mas que para los hombres, apuestas, victorias, derrotas Me interesan y me gusta mas tener a través de ellas un alcance limitado, 4 Pero sdlido, sobre el mundo, que flotar en lo universal (Beauvoir 1986: bs d Porque la separd de Sastre, que la aisl6 tugal sin poder regresar Y perdid amistades % en 1940, no habia duda alguna para odiat Ella acude a Hegel Para entender la histori a que se quedé en Por yPaul Nizan, Para ell al colaboracionismo, racion, de i MONS Y Para sieman oaE ¢lBtUPO Socialismo y Libertad Modena ida genet He sus actividades poiacas s® -: Tos que da cuenta en La cererronia del ads 4 f] grereonoiasannwn a Ee : SIMONE DE BEAUVOIR. EL SEGUNDO 5 xo e ), Beauvoir hace una larga narracién got a partidarios del orden slo quisieron ver en ngs” 68 Y dice que los ps a ‘on ver en los acontecimientos de mayo una explosién juvenil y roméntica; pero se trataba en realidad de una crisis de la soc pay ae a ee la huelga de diez millones de trabajadores yla é, errota de De Gaulle en las eleccione: ; : derrota de le en las elecciones, dieron cuenta del impacto de las luchas. e El feminismo de Beauvoir an : Simone declara en una entrevista a la Periodista Alice Schwarzer’ ’ Publicada en 1984: “...Jantes no habia militado Porque el feminismo era ; reformista, pero el que surge después de mayo del 68 es un feminismo radical : yen este si merece la pena enrolarse”. En la misma entrevista, agrega sobre la maternidad: “yo no rechazo la maternidad. Lo tinico que pienso es que hoy por : hoy, es una curiosa trampa para las mujeres, no hago juicios de valor. Yo no condeno a las mujeres, lo que hay que condenar es Ia ideologia que incita a todas las mujeres a ser madres y las condiciones en que tienen que serlo” ¢ A fines de 1970 firma el manifiesto de las 343 a favor del aborto y a Participa en la marcha que asi describe: Marchamos de la Republique a la Nation, ocupando toda la calzada, e Hevando pancartas con leyendas, las militantes blandian trapos de piso, i alambres de los que colgaban ropa sucia, mufecas de papel, tripas de a buey, una de ellas distribuia perejil, simbolo del aborto clandestino, : ¥ otras llevaban sus ramitas en el pelo, Eramos unas cuatro mil en su . mayoria mujeres, pero también habia hombres, muchos melenudos y barbudos, Se soltaron globos, se cant6, coreando las consignas “Nitto deseado, nifio amado!”, “Maternidad libre”. Al pasar por la iglesia de Saint Antoine una novia vestida de blanco estaba por subir las escaleras, Gritamos; “;La novia con nosotros; jLiberen a la novia;” La vanguardia del cortejo dejé ta calzada para entrar en la iglesia. El cura discutié un Momento con los militantes y seguimos hacia la Nation. Un poco antes de legar nos encontramos con objetores de conciencia que llevaban arteles antimilitaristas. Entonces nuestro cortejo se puso a gritar: No tendremos hijos para los cuarteles! y todos nos pusimos a cantar la jonal, En la Nation, las mujeres se subieron sobre el r6calo de tuna de las estatuas y quemaron trapos de piso, simbolos de la condicién (el Movimiento de Liberacién de la Mujer, publi el ibro Simone de Beauowir Hoy: 8606 1972-1982. autora ademas de La pequeta diferencia yas grandes consecuencias (1979). PRECURSORAS DEL FEMINISMO asta alegre y fraternal (fe femenina, Hubo mas cantos: era una fiesta alegre Y al (Beauv, om , 1972; 526) En suma, dice: "(...) sf volviera a escribir El segundo sexo le darig base, No" materialistas y no idealistas a la oposiciin del Mismo y del Otro. Pundarig 4 Lai Me a. de conciencias s Las my ‘ otro, no sobre un antagonism NO Sob : ee gare también qu 0 16H hon es Ta base econdmica de la escasez y agregar’ Se ay Hega a serlo. Tampoco la virilidad estd dada de origen” (Beauvoir 1972: 539) Afirma que El segundo sexo es un libro util para las militantes pero Noes a un libro militante, Finalmente dijo: “ahora entiendo por feminismo, el hecho de la luchar por reivindicaciones propiamente femeninas, paralelamente a la lucha de Cue clases, y me declaro feminista”, ‘No hemos ganado la partida; en realidad, desde qg 1950 no hemos ganado casi nada, La revolucién social no alcanzard a resolver nuestros problemas” (Beauvoir 1972: 538). ¥ termina sefialando que se asombra es atin de que la explotaci6n de la mujer sea tan facilmente aceptada, ae En Ios ultimos afios se mantuvo al tanto de lo que se publicaba y lefa; is comenta los libros The feminine mystique (1963) de Betty Friedman, Politics of El sex (1970) de Kate Millet, Dialéctica del Sexo (1973) de Shulamith Firestone, po} pen eae (1970) de Robin Morgan, The Female Eunuch (1970) El '¢ Greer, y decia: “estas mujeres reclaman, no una emancipacin EL SIMONE DE BEAUVOIR: EL SEGUNDO $¢ XO. Obras de Simone de Beauvoir NOVELAS La invitada (1943) La sangre de los otros (1945) Todos los hombres son mortales MEMortias Norteamérica dia a dia (1948) Memorias de una joven formal (1958) La plenitud de la vida (1960) (1946) La fuerza de las cosas (1963) Los mandarines (1954) Una muerte muy dulce (1964) Las bellas imagenes (1966) La vejez (1970) La mujer rota (1968) Final de cuentas (1972) Cuando predomina lo espiritual La ceremonia del adiés (1981) (1979) TEATRO ENSAYOS Las bocas imtitiles (1945) Para qué la accién (1944) Para una moral de la ambigiiedad (1947) Elexistencialismo y la sabidurta Popular (1948) El segundo sexo (1949) El pensamiento politico de la derecha (1955) La larga marcha (Ensayo sobre China) (1957) 0. PRECURSORAS DEL FEMINISM BIBLIOGRAFIA BEAvvoir, Simone de deel 2008 El segundo sexo, Buenos Aires: Editorial soe 1986 La fuerza de las cosas, Buenos Aires: Editorial Suda a 1970 La vejez. Buenos Aires: Editorial Sudamericana. 1972 Final de cuentas. Buenos Aires: Editorial Sudamericana. L6pez Parpina, Teresa. ee 2006 “El feminismo existencialista de Simone de Beauvoir”, En: Celia Amorésy Ana de Miguel (eds.), Teoria feminista de la llustracion a la Globalizacién, Espaia: Editorial Minerva. ScHwarzeR, Alice. 1979 La pequeha diferencia y las grandes consecuencias. Espatia: Editorial La sal.

También podría gustarte