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{Bye eran hm 28 Wee Pos 36 ona aac Pasado, presente y futuro de la Psicomotricidad Past, present and future of the Psychomotricity Pedro Pablo Berruezo Adelantado Lo que expongo a continuacién pretende ser una reflexién, fundamentada aunque personal, sabre lo que la psicomotricidad es y hace en estos momentos, que sirva para orientar nuestro camino hacia los retos que el futuro nos plantea y a los que deberemos responder. Consecuentemente, y como la historia de la flosofia nos propone a cada paso, hhemas de hacernos las preguntas fundamentales del ser humano, esta vez aplica- das a nuestro trabajo y @ nuestra disciplina: Zquignes somos? éde dénde venimos? hacia dénde vamos? 1. LOS ORIGENES En el principio fue la globalidad. Si hay algo que sirve de hilo conductor a la psico- ‘motricidad es el concepto de globalidad, que llevé @ Dupré hace casi un siglo (los estudiosos no se ponen de acuerdo y {a aparicién del término se establece, en diferentes textos, en 1905, en 1907, en 1909, en 1911 o incluso en 1920 6 1925) a Inventar una palabra nueva para mostrar la unidad de las dos partes del ser huma- no, clésicamente enfrentadas: el cuerpo y la mente (atin en nuestros dias el duals. mo cartesiano sigue fundamentando muchas ideas y actuaciones). Era la idea mas plausible que encontré este médica francés para explicar algunos datos cinicos. ‘ de la psicomotricidad, cuyas diferentes caras Teflejan cistintos enfoques de la tearla y la préctica, 2. EL PASADO. Hablar del pasado nos puede llevar a agradecer y a lamentar, a destacar por una parte lo que nuestra memoria recuerda y considera valioso, y a buscar lo que ‘desgraciadamente hemos olvidada o perdido, ‘Algunes de los cimientos de la psicomotricidad, formados por las ideas de los gran- des autores (Wallon, Ajuriaguerra...) se encuentran todavia en buen estado. Bési- ‘camente la funcién ténica como reguladora de las emociones sigue siendo e! pilar fundamental de nuestra teoria y nuestra préctica. La emocién, cuyo origen etimo- l6gico alude al movimiento, es la forma en que el psiquismo se agita y por su ‘correlacién con la dimensién ténica de nuestro organismo constituye la circunstan- cla més espectacular de la expresién psicomotriz (Soublran y Coste, 1989, 44-45). Igualmente, 1a psicomatricidad, que aparece como ta defintiva superacién de la dualidad mente-cuerpo, sigue cansiderando como su mayor elemento de Identi- fad, la globalidad del ser humano, como ast lo refieren todas las definiciones de psicomotricidad que dan los diferentes autores. En estas definiciones aunque otros tlementos cambien, siempre la globalidad est presente (Berruezo, 2001). Ade ‘mis, las investigaciones mas recientes de la neurolagia cerebral (Mora, 2002) con- firman lo acertado de esta Idea revolucionaria, que sigue sin triunfar a nivel popu- lar, pues los nifios de hoy dia, siguen estudiando en las escuelas que el ser humano (tal y como dijeran los flbsofos desde Platén a Descartes, y las religiones se empe~ fian en demostrar) se compone de dos elementos diferenciados: el cuerpo y el alma. Y st bien es cierto que podemos considerar el funcionamiento de la mente ‘como algo significativo y particular del ser humano, éste no puede encontrarse desligado del funcionamiento del cuerpo (Damasio, 1996; 2001; 2003). La dimensién espacto-temporal del individuo, sin embargo, muy subrayada en los Inicios, parece haber perdido fuerza. En su Manual de Reeducacién Psicomotriz, Defontaine (1978) afirma que la psicomotricidad puede esquematizarse en un tridn= gulo cuyos tres vértices son el cuerpo, el espacio y el tiempo. Y afirma, de un modo bastante podtico, que la psicomotricidad es ela integracién de la motricidad eleva~ da al nivel de deseo y de querer hacer. La psicomotricidad es el deseo de hacer, de querer hacer; el saber hacer y el poder hacer. Es el cuerpo en el espacio y en el tiempo coordindndose y sincronizandose...(..) En conclusion, la psicomotricidad es comparable a una melodia en la que se reparten armoniosamente las notas anaté- ove roan do PazatitiadyTecices Comore Vimero 9 asad, prasont y tt de la Psicmotnciat ‘Pocko Pabiobemuezo Adeantae micas, neurofisiol6gicas, mecénicas y locomotrices. La psicomotricidad es la melo- dia del bienestar en la propia piel, tanto a nivel motor como psiquico» (Defontaine, 1978, 2) ‘También seguimos arrastrando lastres del pasado, que atin no hemos resuelto 0 a los que no hemos dado el definitive empuje para su clarificacién. Es el caso del concepto de esquema corporal, cuya definicion (a pesar de provenir de la experien- Cia clinica del miembro fantasma) no convencié a todos en el pasado, que sigue sin Ser aceptado totalmente por la neurologia, y cuya utllizacién nos sigue apasionan- do a los psicomotnecistas, quiza cada tno dandole la interpretacion que mas le gusta, le convence o le interesa (Murcia, 1990). El concepto de esquema corporal ina generado una gran controversia desde su aparicion a principios del siglo XX y un siglo mas tarde sigue sin aparecer como algo nitido, sin saber si engloba 0 se distingue de otros términos utilzados como el de imagen corporal, @ concepto ‘corporal (Quirés y Schrager, 1980; Lizaro, 2000) |A veces tengo la impresién, cuando asisto a alguna reunién clentfica sobre psico- ‘motricidad, que no hemos evolucionado mucho, que seguimios anclados en el pasa- do, Estay seguro de que en casi cien afos de historia, tiene que haber progresos conceptuales. Esté bien reconocer el valor de los maestros, pero el pensamiento evoluciona y en ocasiones los criterios y las condiciones que llevaron 2 aquellos ploneros a realizar ciertas afirmaciones, no son aplicables en la actualidad. Crea que hay que conocer y respetar a las maestros, pero que en ningtin caso éstos nos pueden servir de freno, sino todo Io contratio, para el desarrollo de la teoria y de la prictica de nuestra diseiplina, ‘Ademés, desde mi punto de vista, considero el pasado de la psleometricidad como la etapa en a que, a partir de ese origen poliédrico, se desarrollan distintas corrien- tes te6ricas y practicas dentro de la psicomotricidad y, por necesidad de busqueda de identidad, se acentdan las diferencias y especificidades de cada vertiente, inclu- 50 llegando @ enfrentamientos o «luchas de poder». Ello hace que la psicomotrici- dad se convierta en lo que se conoce en la historia de Espafia como ocupada por profesionales vvecines que en ocasiones han trabajado sin propiedad sobre ella, incluso legando a desvirtuarla o Incorporarla a su propio terreno. 3. EL PRESENTE Creo firmemente que el presente que estamos viviendo y construyendo dia a dia es diferente del pasado que nos precede. A pesar de que hay personas que persisten en subrayar las divergencias, creo que el presente se caracteriza por la confluencia; a diferentes niveles. Niimero 99 Bsegprre Pacman Tonto: Comeaos asada prosonte y futuro dela Peicomotliad Pro Pub omiezo Adoantaso ‘Se esta produciendo una confluencia dle corrientes. Las vertientes més funcionales de la psicomotricidad se estén interesando por la dimensién relacional, y viceversa, quienes se han ocupado més de lo emocional, interactivo e inconsciente (prefiera Utlizar este término que el de fantasmético) se interesan ahora también por to funcional. Las que se instalaban en el campo de la reeducacién se estén aprox: ‘mando a la educacion psicomotri, mientras que quienes partian de los plantea- ‘mlentos educativos empiezan a tomar conciencia de la necesidad de la reeduca~ cidn. En los paises en los que se trabajaba casi exclusivamente con niffos se estén Gosarrollando experianciag con adultos y ancianoe, mientras que quienes trabaja~ ban en el ambito de la discapacidad o los trastornos mentales adultos se aproximan ‘ahora @ la estimulacién y la educacién como medio de prevenir trastornos futuros. Gracias a esta aproximacién de puntos de vista, incluso a este mayor eclecticismo Y emestizaje>, se esté dando una mayor cobertura a las diversas manifestaciones de la globalidad corporal, tamando conciencia de que la psicomotricidad tiene que abarcar todas esas dimensiones puesto que el cuerpo acta, comunica, siente, onoce y aprende, simulténeamente (Berruezo, 2004). ‘También la psicomotricidad tiene una concepcién mas amplia_y ambiciosa pues podemos considerarla tanto une técnica, como un arte, una disciplina y una profe- sién (Mila, 2005). La educacién pslcomotriz es el arte de favorecer ef desarrollo global del hilo, través de lo actividad corporal» (Lauzon, 2004, 5) ‘Me parece interesante este movimiento de convergencia en las ideas y los campos de Intervencién. Y estoy convencido que algo tiene que ver la intercomunicacién ‘como base del reconocimiento y respeto mutuos. En el presente, afortunadamente, fnos hemos dado cuenta de que lo importante es lo que nos une y no lo que nos ‘separa. ¥ eso ha hecho posible que personas con trayectorias diferentes, con ideas diferentes, con enfoques diferentes de la préctica, nos podamos reunir (con respe- toy sin prejulcios) a intercambiar nuestros puntos de vista y a construir juntos una psicomotricidad més mplia y mas fuerte. Personalmente me siento muy orgulloso {de le labor que algunas organizaciones, alas que me encuentro vinculado, como la Federacién de Psicomotricistas del Estado Espafiol, el Forum Europeo de Psicomo- tricidad y la Red Fortaleza de Universidades Latinoamericanas con Formacién en Psicomotricidad estan realizando en este sentido. Creo que juntos, como ahora nos toca trabajar, podemos fortalecer la discipina y ia profesién, en definitiva nuestro saber y nuestro hacer. Nuestra disciplina es pecu- Tiar, porque tiene una vertiente teérica, que no es propia pero si toma y matiza conecimientos de otras muchas disciplinas, y una vertiente préctica que es absolu- Tamonta particular, Ademas tenomos una varladad de ambitos de intervencién cuya especificiad hay que defini. Para poder responder a estas necesidades he ‘mos de consolidar la formacién de los psicomotricidas con la finalidad de hacerlos Ccompetentes para el desempefio de las funciones y tareas que se corresponden con su perfil profesional. Este perfil profesional se va construyendo con las aportacio- hes de qulenes ejercen en la prética y de quienes forman a los futuros psicomotri cistas, para capacitarles para su ejercico en los diferentes ambitos de intervencién, Desde la Federacién de Psicometricistas del Estado Espafiol tenemos une propuesta de cinco Ambitos, que creemos suficientemente amplia como para abercar Ios dife- rentes campos dé ejercicio profesional (Berruezo, 2001), evista Bereaercaa do PabomotioedyTéenes Coors Mimero ay asad, prasont y ttre dels Paicemoticisad Paco Pablo Bomuczo Adeontado PERFIL PROFESIONAL DEL PSICOMOTRICISTA DE LA FARE: EI psicomotrcista es el profesional que se ocups, mediante tes recursos especiicas derivados de Su formacién, de abordar @ la persona, cualquier: fque sea av edad, desde la mediacién corporal y el movimiento, La intervencién del psicomotricista va dlriglda tanto 2 suletos sanos como @ {quienes padecen cualauler tipo de trastorno, limitacién 0 discapacdad, y su trabajo puede desarrollarse individial 0 grupslmente, en callded de profe- sional libre integrado en insttuclones educatives 0 soclosaniteris. ‘Sus competencias se concretan en las sigulentes éreas: + Area de diggndstico, cya finalidad es la comprensién glabal de a perso~ ha mediante la aplicacién de instrumentes expecFcas de valorecién, en tre fos que cabe destacar el balance psieomotor y la cbservacién ple mot, + Area de provencién, cuya finalidad es la deteccién y prevencién de tres- tornos psicomotores o emocionales en poblaciones de riesgo o en etapas ‘concretas de To vid. + Area de educacién, cuya tinaldad es fei fen el marco euricdar del centro educatvo, la maduraciin psicomotriz «+ Area de torepla, cuya fnaldad es la Intervencién psicomotrz sobre tras tornos psicomatores de desarrolo, asi como sobre alteraciones emocio- ales y de la personalidad, en funcién de un proyecto terapeutico realiza- {do sobre la base de un diegnéstico, + rea de formacién, Investigacion y docencia, cya finalidad es la capaci- tacién para el desarrollo de la actividad profesional, la profundlzacién en us &mbites de competenciay la transmision de los contenicos igados @ esta préctica. Para adquirir las competencias técnicas y personales que posibiliten el desempefio profesional es necesaria una formacién especifica y parece que las diferentes co- Frientes y tendenecias han llegado a un consenso en el que se combinan la formacién te6rica, la formacién préctica y ia larmada formacién personal (Lapierre, 2005) que supone la partielpacién en procesos vivenciales de experimentacion guiada, seme- jJantes @ los que integran la formacién en determinadas lineas de accion terapéutica (a, 2005). El nimero de horas dedicadas a la formacién depende de si se trata dde un proceso a tiempo completo o a tiempo parcial. El nlimero de afios también ‘depende de si es una formacién de base 0 de postgrado, y asi nos encontramos formaciones de 1 haste 4 6 5 afios. Ademés, hay escuelas que combinan esta formacion con la realizacién de un anéiisisdidactico de tipo individual. Esto consti- tulra la Formacién inicial, pero seria necesario, para asegurar la correcta aplicacién de los conacimientos adquiridos, establecer una supervision de la préctica por ex- pertos acreditedes, que no siempre se esté haciendo. En este sentido, las institu- Clones formativas no deberfan acaber su cometido con los estudlos sino que debe- rian prolongar su actividad capacitadora con la supervisién, donde la observacién externa de! trabajo del psicomotriista se convierte en una via fundamental para la mejora del desempefio profesional (Mila, 2001; Sanchez Rodriguez y Llorca, 2001; Camps, 2005). En el momento presente todos tenemos la responsabilidad de consolidar la discipi- fra y una via importante es la de reconocer les buenas practicas y las buenas ideas Nimero 2 [Reve Bgeemarcae do PacotitiodyTeeias Coporion 9K) asado, prosonte y fat de le Psiamobicdes BY. Peso Pablo BomioroAselotsdo {el desempefio actual-de la psicomotricidad, que completan y complementan las {del pasado y se ajustan a las necesidades y démandas de la sociedad actual, que es claramente diferente de la de hace 30 6 50 afios. Actualmente se estan producien- do mdltiples encuentros cientificos y profesionales en torno a la psicomotricidad que estén poniendo de relieve estas buenas précticas y estas nuevas ideas que tenriquecen nuestro campo epistemolégico y profesional (Mila y Berruezo, 2005). 4, EL FUTURO Evidentemente ol futuro es siempre incierto, pera se taje enn lng hilos dal pneada y €l presente; par ello me voy a atrever a aventurar lo que podria (y en rn opinion ddeberia) pasar a la psicomotricided en los préximos afios. El tiempo dara o no valor a este atrevimiento, ‘A nivel conceptual, Ia Investigacién tiene que avalar la validez de los supuestos teéricos que se mantienen en psicomotricidad y la necesaria globalidad del ser hhumano sobre la que se ha construldo nuestro universo teérico. Un aspecto ya ‘menclonado que tiene que experimentar un gran crecimiento, si queremos que la psicomotricidad esté realmente valorada, es el de la investigacién, que permitiré bfrecer y contrastar los resultados de Ia Intervencién psicomotriz con el resto de profesionales de la comunidad cientiica. Las publicaclones y los encuentros cienti- ‘cos van a propiciar este trabajo investigador, pero para desarroliar este campo hacen falta Investigadores y proyectos de Investigaci6n. Habré que plantearse que tendremos que promover que algunas personas cualificadas dispongan de tiempo y ‘medios para investigar. ¥ sélo asi la psicomotricidad se convertiré en una linea de Investigacion, ‘Sin que suponga un enfrentamiento, la psicomotricidad ha de desarroliarse tanto fen el plano de la educacién, como en el de la salud y la atencién social. En la feducacién, sobre todo en la que afecta a las edades més tempranas y etapas pre- Vias ala ensefianza primaria, se iré estableciendo un amblto de especializacién que servird tanto para la cualificacién de los docentes como para mejorar la atencién ‘educativa de los nies y nifias en unas etapas del desarrollo donde el movimiento y Ia accién y el juego se convierten en la via preferente de progreso personal. Probe~ blemente tengamos pronto maestros de Educacién Infantil (0 preescolar) especia~ listas en educacién psicomotriz. Por otra parte hay que buscar la formacién de especialistas en psicomotricidad que se ocupen no sélo del desarrollo normal, sino de las alteraciones y que intervengan de manera reeducativa o terapéutica ante las dificultades o trastornos que se pue~ dan presentar. A nivel internacional, en los paises donde esté reconocida, la profe- sién de psicomotrcista tlene una vinculacién clinica y hay que incluria’ entre las profesiones soniteriss. Si entendemos le salud, no séle camo algo psicasomatico, Sino también como la adecuada integracién personal y social, este campo se abre 8 la Intervencién en émbitos de atencién a personas en situacidn de exclusién por razones personales (edad 0 discapacided) o contextuales (economia, cultura, idio- ma...) En general, desde et punta de vista profesional, la biisqueda de la excelencia ha de Conducir a'la puesta en marcha de procesos' de evaluacién de la practica pare demastrar su validez y para establecer indicadores de calidad del servicio que pres- tan los psicomotricistas. Esta preocupacién por la calidad y le eficacia ya est em- evs ereamarcna do Pateetiod yTeees Compre Mimero 9 Pe meena 33 pezéndose a desarrailar en algunos paises europeos, cuyos goblernos se interesan por rentabilizar sus Inversiones en sanidad y quieren averiguar si es mas 0 menos Costoso, a medio y largo plazo, un tratamiento de tipo interactivo, o preventivo, {que otros de tipo medicamentoso, asistencial o curative. Como consecuencia de ello se estan desarrollando instrumentos de anidlisis de la préctica psicomotriz. Se trata de que nos planteemos si lo cue hacemos es ctl y en qué medida y condicio- nes lo es. La competencia del psicomotrcista y la validez de su préctica van a promover su Integracion en equipos interaisciplinares. E! punto de vista del psicomotricista ha de ser considerado, junto al de otros profesionales, en las valoraciones diagniésticas y tn los seguimientos de Intervenclones educativas o terapéutices. La interdiscipiia: riedad es un bion necesario, esté imponiéndose en todos los émbitas del conoci- rmiento y de la practice, y el psicomotricista trabaja en sectores donde coincide con tras profesionales, educativos, sanitarios 0 sociales, con los que tiene que colabo- rar en un clima de mutuo reconocimiento y aceptacién. De esta manera se produ- ciré una apertura de la psicomotricidad que posibiltaré que ésta sea conocida por btros profesionales. Precisamente uno de los problemas que posee Ia psicomotrici- dad hoy dia es que resulta desconocida para algunos especialistas que podrian derivar a sus clientes hacia ella, fundamentalmente esto pasa con algunas especia- lidades médicas, como la pediatria o la neuropsiquiatria Infantil. La difusion de la psicomotricidad entre otros profesionales debe considerarse una prioridad. El fortalecimiento profesional vendré también de la mano del asociacionismo y de la vinculacién de los psicomotrcistas a Insttuciones de defensa de los intereses co- munes (asociaciones, sindicatos) que se planteen cuestiones necesarias como la ética profesional, las condiciones minimas de ejercico, los salaros, etc: Propuesta de Cédigo Deontolégico de la Asociacién Suiza de Terapeutas en Picomotrcided (ASTP). [wwev.astp.ch] En pslcomotrciad la actitud terapéuticay los métodes utlizados se fundan Sobre unos valores nermas en relacén con una concepelén del ser humana omprenaide y respetado en su globaldad, Los psicomotrelstas promueven el bienestar de las personas que les son confladas y respetan su dignidad y su voluntad Los psicomotricistas son consciantes de establecer, con las personas que les son confiadas y con su entorno, una relacién baseda en la conflanzs. Por tlio, se comprometen 2 mantener con ellos Una releclén profesianal y m0 abulsar de su posi. Los pslcomotrcstes se comprometen a no actuar mis que en el marco es {rieto'de sue competanciae profesiansies, qua daben mejorar de, mansra ‘permanente. Si uns situacién sobrepase sis competencias, recurren @ otros lespecialistas. Los pslcomotricistas son conscientes de Ios factores subjetivos ligados a su ‘betividad. Estén a atentos a tener en cuente sus propiasImperfeccones y a ulder su propia integridad, Los psicomotrcistas se acogen al secreto profesional. Procuran conserver todos los documentos que contengan Informaciones confidencales de ma Tera que ningin tereera tenga acceso 2 eos, Includes los documentos au Slovisuales. Estos documentase informaciones no pueden ser presentados 3 Mimore 99 Sexaeagspromrs a Peeonaraaay oes Cone J Rosado, prosenie y tutu do la Pelcomotiided eo Pato Bamdezo Adelante terceros més que con el cansentimiento expreso del suieto afectado 0 de su repeesentante legal Los psicomotricistas mantienen una relacén profesional con sus colegas que les leva a mostrarse soldatos yTeales con ellos y a favorecer los intercar bios profesional, La identidad profesional, a su vez, promoverd la amplitud de miras de la psicomo- tiddad que sabré enriquecerse de los aportes de otras técnicas corporeles, sin temor a perder su especificidad. Los limites de la psicomotricidad se volversn mas Dermeables y ello no debe amenazar la idiosinerasia de nuestra disiplina, que ha {de saber crever nutriéndose de las experiencias que puedan mejorar sus objetivos Y funciones, en coherencia con su propio estilo (Mila et al, 2005). Finalmente, la madurez de Ia psicomotricidad vendra a través de la colaboracién internacional, de la configuracion de comités de expertos, de asociaciones suprana- lonales, de proyectos interinstitucionales, que vayan articulando un desarrollo homagéneo de nuestra disciplina y nuestra profesién. La situacién de dversidad y disparidad de desarrolios que vivimos actualmente, por medio de la cooperacién, ha de superarse y formar todos un frente comin que lleve a definitivo reconoci- ‘miento del valor de la psicomotricidad, en todos sus Ambitos de aplicacién. La dlversidad no es incompatible con la defensa de la identidad, que subraya ios ele- mentos colncidentes y respeta la variablidad aproximaciones y de puntos de vista Lo importante es que somos dues de nuestro presente y de lo que seamos capa- ces de hacer dependerd el futuro de nuestra disciplina y nuestra profesién. Nuestra responsabilidad est en este «Angulo», en esta «esquina», que significa el presen- te, desde donde pademos mirar a un lado y ver el pasado de donde venimos, pero que nos obliga a caminar hacia el otro lado, que representa un futuro que se va abrienda a nuestro paso. Si establecemos una cultura de colabracién, de respeto, de trabajo riguroso y eficaz, sin duda carninaremos hacia un futuro mejor. a REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS: ‘Akasha, S. (2005). A multitude of bodies. Psychomotricity and the development of ‘psychomotor therapy In Northern Europe. PMT Info Site [On-line]. Disponible: http:/ aver. pmtinfosite.nl/bifdregen/akasha.htm Berruezo, P. P. (2001). 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Soubiran, G. B. y Coste, J. C. (1989). Psicomotricidad y relajacién psicosomatic. Madrid: 6, NORez. Este articulo pretende reflexionar sobre el pasado y el futuro de la psicomotricidad desde la perspective del momento presente, analizanda los elementos que funda ‘mentan la tearia y la prictica de la psicomotricdad. Los contenidos y las caracteristcas propias de la intervencién y ta discipina tienen que consolidarse para afrontar los retos del futuro con posibilldades de éxito, Los elementos del pasado, los que han ido construyendo el campo espectico de la Psicomotricidad, no pueden ser un lastre, sino una base para seguir desarrollando las Ideas que configuren las cuetro vertientes fundamentales de la psicamotricidad la teoria, la préctiea, la profesién y la formacién. Niimera 99. Seaaggnem a Peony Tanta Conese asa, prosonte y tatu dee Paleomoticad BD Peso Patie Borezo Adolntado PALABRAS CLAVE: Psicomotricidad, psicomotrcista, Intervencién psicomatri, préctica psicomotriz, perfil profesional, discipina ABSTRACT: ‘This article seeks to think about the past and the future of the psychomotricity from the perspective of the present time, analyzing the elements that base the theory and the practice on psyenomotnaty, ‘The contents and the own features of the intervention and the discipline have to consolidate to respond the challenges ofthe future with possibilities of success, The ‘elements of the past, those that have gone building the speci feld of the psycho: motrcity, cannot be’ ballast, but a base to continue developing the ideas that configure the four fundamental slopes of the psychometricty: theory, practice, pro- Tession and training, KEY WORDS: Psichomotricty, psychomotrician, psychomotor intervention, psychomotor practl- 6, professional profile, discipline. DATOS DEL AUTOR: Pedro Pablo Berruezo Adelantado es Maestro de Educacién Primaria espedialis- ta en Educacién Especial y Educacion Fisica, Licenciado en Psicologia, Doctor en Pedagoala y Especialista en Psicomotricidad. Es Profesor Titular del Departamento de Didéctica y Organizacién Escolar, de la Facultad de Educacién de la Universidad dde Murcia (Espafia). Preside la Asociacién de Psicamotricistas del Estado Espafol y codirige a Revista Tberoamericana de Psicomotricidad y Técnicas Corporales, Tene tuna dilatada experiencia nacional e internacional en el Ambito de la Psicomotricidad y de la Educacién Especial (libros, capitulos, aticulos, cursos, congresos, etc.) Direccién de contacto: berruezo@um.es ‘ev eronrcana do Pscomorisiady Tones Capos Mimero »,

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