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Servicios Turísticos: Cuento de Letras

Entrega: 19/04
Había una vez un hombre llamado Charlie Delta. Él era un hombre de carácter bravo, pero aun
así hacía un increíble trabajo como recepcionista de un hotel ubicado en la sierra cordobesa.
Aunque en noviembre de 1999, tanto trabajo sin descanso lo llevo a desmayarse y por la caída
tuvieron que hacerle rayos X para asegurarse que estuviera bien.
Después de eso Oscar Alfa, su jefe, le dio licencia médica y él decidió у cumplir uno de sus
sueño y viajar junto a su flia a varios destinos. Primero fueron a Lima, ya que su hija Juliet,
cuyo talento era bailar tango, su sueño de siempre era conocer Perú. Se hospedaron en un
hermoso htl all inclusive. Su hab era cdp y hasta tenía vta a un campo de golf, ya que tenían
pensado en practicar ese deporte así el viaje sería divertido. El segundo destino fue Quebec.
Víctor, el hijo de Charlie, estaba tan feliz que en su excursión al Château Frontenac pegó un
grito de emoción y este hizo eco en toda la habitación. Por último fueron a Italia y por pedido
especial de su esposa, India, fueron al vaticano para ver al papa. Desafortunadamente no
pudieron verlo, pero si conocieron a dos Yankees muy simpáticos llamados Romeo Zulu y
Mike Foxtrot que los llevaron a recorrer la ciudad e hicieron de guías turísticos ya que ninguno
de los cuatro hablaba una palabra de italiano. Para el final de su travesía por las calles del
Vaticano celebraron comprando un kilo de queso mozzarella y tomaron un Whisky de sabor
doble lima que estaba excelente. Cuando termino su licencia Charlie volvió feliz a su trabajo,
se puso su uniforme y se prometió que no volvería a sobre exigirse. Después de todo no era
malo tomar vacaciones de vez en cuando y ser el turista en vez del personal de contacto.

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