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pero en especial, sir sobre la espalda ig famencia de tormenta, sultado de exp ¢ xplotar , abandono dela cae ordenar un altos srtil de Pasos ¢ nis Fantéstica eneficiaban los asent, na be Amientos el lugar indicado para ier wes piado p2 scanso spiado Para Cargar toda la con! breve ida yet 10, Syanna Ocupaba la meige habi "Or habitacion g c momentor 5 omme| mobiliario era reducido: yn jor que desbordaba el encanee 4° Silas jun s que pudieran existiren un eastilgn illo oe nia queias. Sus hombres descancus anand " ble, Pere “jigfrutaban un mo mn piado para use ede pale : mento de paz. Los eal ed, pres de Tnero por 108 Pobladores que se mostrapes ca estate ncantados de 2s de hombre 4190" Sina, aunque esta Viajara de inedgnine mar la atencign -ubierta de sedag ¢ is hombres lidian 1s botas, mana, Si pudiera hacer una sugerencia, —dijo Serva, gui irgzos el vestido de la reina~ Usa unaanialge Ghee una cota de malla, silo preferes. Ser4 mas asi wel sistir a batalla por venir... © de resignacién, ponerse sobre la y acepté la capu- »s con ella. Era la -xistid tiempo de r el castillo, O se de huida de su _No estamos en condiciones de luchar —intervino Damisn, Syanna contemplaba su reflejo en el espejo manchado—. Somos pcos, lan= zamos contra veinte hombres mejor armados seria nuestra perdicién, Ademds, nuestra prioridad esira Graff a recuperar a la princesa Alyssa a, Serval, como tu gente, siempre ests ansiosa de Pero parece que sangre y. lo quiero discusiones —determind Syanna con voz de bene ni siquiera la concepeién mental de replicas 9 dias hasta que nite de sus re- extrafar una uertos, frutas fora —cedié Pann a2 iene 1970" a de respeto—. Perde dades, hermana —dijo Se. los ojos—. Pero el capieg tg ugar. No estamos pret con rapidez y discreci6n, a" ? ino, luego al otro, en busca de sinton ervé primero a UT" cuanto ella diera la espalda jnuar la discu” ion positiva, tomd la decisién den. i llegar auna con” sgotaran los deseos de con trade na pizca de sentido comin, Sep garno’ jos tengar je todos ry oftécelo a la posadera €N PagS or! siet or, limpia mi VES cuficlente, peroya me encargaré dereqst nace! yinos asilo. S€ UENO FT" “Damian, conmigo. Supervisareme: a adect OS Je suminis’ rga de sbera con la capucha para ocultar la diadem, ae cimbolo de su verdadero status quetang, ssrgn le habian sugerido no abandonar. Ella prea 0 Damietjada en las alforjas del caballo, dado que la meg nda Baa ora que el grupo que la acompafiaba aga. Serval destacaba como un menalitas, anna se cubrio ¥ sienes, tinico opinion, tegia, en SU percibido, a pesar de que in campo arrasado. Con un gesto caballeroso, Damian se apresuré en abrir la puerta dely habitacién para permitirle salir a Syanna: Ella noté que él no miraba a senval y la mujer tampoco le presto atencidn. La situacién se le hizo mas que incémoda, risible. —Por favor, amigo mio, abandona esa expresién de nifio:contfariada, | # ©1no podré respetarte de nuevo —pidid Syanna. Las botas de caballetia taconeaban en cada escalén que pisaba—. No comprendo por quéla inquina con Serval. Mi sefiora, sabe que me i roteccion desde: dé a su servicio, cuando m ‘ Princesa de llediin. Y eso do me lo permita mado tu trabajo.en serio, pe ete n con Serva. Confia enim, a vez paso a través de la calle principa| but erenian @ ObServarlos, mas porque Doe uno he ssntrenamiento militar bajo una : wo reconocido a Sanna. Los po er haP™umian que la mujerde porte , era de ascendencia noble pia mantener la incognita, asi que las buense ert apartaban del camino sin saber exactamente nthe vez alguien que Se autoproclamaba importante sedan, os humildes eos humilde Monolito en no afio, mi seniora, pero Serval no acaba de agradarme por razones 7 s@ le hizo, 4ucibles: que llevara una vida de pillaje junto a Drak de Cues ‘ nel secuestro de la princesa y ahora la llama shermanay gintencion ferviente de ayudarla, no hace mas que lucir bastante ntrariado, x sa desde mi perspectiva. Si se arrepiente de sus acciones, si caballleria everdad esta de nuestro lado, eso, tendra que demostrario con = ‘or qué la nds que palabras. Asi que tenga por seguro que haré todo lo posible paraevitar que cometa el mismo error que la arrastro a/esta situacion: oniar en la persona incorrecta, “ jue que- ’ pai isted, la anna se quedé parada en . i ‘aba a grandes pasos h "0s soldados, también feshizo de todo a ncluso, en vez de Ite mae ina embo ‘ Fconducirlos 24 Oscada gis fain, a quien le encantaba i se consumaban con get in le hablo con franques erfilarse entre lag es .do. por un instay. Lit, Ignoré 10s latidos exaltag. iy carreta bajo cuidado delos gua, Sei cy cecina. Una segunda « aun par de tiendas de campatias a necesarioipara ON ie or durante los cambios fazadoras F jose habia contagia vunto de creer aU clima. Damian la esperabs 5 de una vez, Syanna habig ra evoloceo de un sentimiento que sper en [os ojos del hom Y ella estaba confundida res. solemne, aunque me porte la marcialidas in poco ge al respect a como s mé el capitan con la mirada perdi- partir cuando ordene arvé alos presentes. Los sold | agotamiento com ados estaban firmes como es- enzaba a provocat expresiones. Si no era prudente forzar les mueseas en las derlos a causa de a los caballos so pena de pare ia fatiga, tampoco era de sabios destruir la voluntad uidores. —Nos iremos majiana, al amani os hombres: 7 —sentencié. Una chispa de vida Nos merecemos un descanso como debe ser, aunque sea breve. Damian, acompafiame a disponerlo todo en. La primera espada baled co: se clav6 en el hombro de un soldado quien setam- nun gemido de dolor. Su caida marco el inicio del conflicto con la irrupcién de mas de le mas de diez hombres armados que claramente no tad ala posad ,nzado a asomarse poy educir a otra 10S sacos 4 ue ostentaba udiers 3 Dens, un brazo con més fuerza 2 apr a de eat Proh o oF a correr enimedio dal ae. ui anad 907% 3 cuaRed EHS uando Syanna embargg ‘ vanna se zafé del ol goo eh Soldado. €? —exclamé el hombre co conla 0: ,ar de enemigos habian emergido de nt da perd | Syanr : como es pyoy ath ~ Syanne agarté a emputadur del Golo II cinto y la ext sesnads as en las 2 c ae y la extrajo de la vaina de un titan, A a de per. 5 1 ovimiento, \a capucha se le desiz yoluntad al més indomable combatiente, s¢ grito que emecerla iy sidados de Turo quienes se defendieron por ins- eran salido del estupor de reconocer €! sit era de combate Ho eienes de la mujer G00 de tas en las piemnas para qe tal ‘grrodillado ante ella El segundo st y como habia jidade t . rbalist “0c / se cargaba la arbalista, g 1! "q nde a con ranza de derrumbar nbrar € oc Q jo suficiente Par lizar ninguna accion evasivg, (je ¢ na nonecesite Ts al hombre que pretendig a= go, lave jonde 8 Jon 10S Oj0S Cerradgc fa a saber de FONT” 1 suelo con 105 Oj0S Cerradg nna. El enemig? © indante en algdnipy tar aS demanera aDUnt cara roja. Desde la somes gre quemanay fea cara en ee ; abe ve matica ona casa emesi6 2 FEN? honda en la mano 3 tras cojgadas del cintoY enue sn se alegra de verte 2 salvo! —dijo Casi a grit. ava os la Tu 1a: jPero debes ponerte a cubieng | por enc row sufido una traicion! - eré en ningun agujero mientras mis hombres caen ee 5 sores raicién en cuanto detenga esta carnicertal (Todo, . y Sy anna apuntd con la espada cia las carretas de sur | ve nistros, donde se a el conflicto—. ;TU, soldado de Tirol Ula 2 ma a tus hombres a rendir armas o tu reina no tendré misericordial o El pequetio grupo liderado por Syanna se introdujo en el niicleo de} a batalla con celebrada bienvenida. Damian corrié a proteger la diestra u de la reina, mientras Serval, ubicada a siniestra, con la maestria deuna 4 amazona, derribaba a los enemigos usando la onda. Mientras, el sol- dado de Turo, a riesgo de resultar atravesado en un descuido, intenta- ba hacer entrar en razén a base de gritos a sus companeros acerca de Que lo mas sensato era deponer armas. Mientras, los fieles a Syanna, aentacos al ver la habilidad de su reina en el arte de la guerta, gana- ban ventaja al incapacitar a la mayoria de los atacantes, Las advertencias del hom ordend cesar todo ataqi 6 nuestra posicién 1 lo suficiente para mirar alee n Damidn, luego en Serval asa de las Tierras Barbaras, en apari ercana a la reina ieni s traicioné —dijo por fin. Syanna arqueé uns 2 argumentos—. Recibimos una palome v al a cuando se comunicé al reino... el suc es Caen, iTodos, le sumi- "i6 lo peor: que la desgracia pusiera las manos so no pudo evitarlo. Y fue asi: los mismos bands 0! jLla- | re sericordia! 4 ia princesa, habian cometido el crimen de secuest a eo dela ‘ Devor de Graff. Debiamos estar alertas, diezmar a diestra serarla a usted. El Sefior Lauten ordeno desplegar fade una el valle. Un par de ellos avistaron un grupo sos- 35/el =a viajeros; una mujer con vestido real cabalgaba entre ellos oe eron hasta aqui y dieron el aviso. Majestad, estoy confundi- cerca de dios A jsioneros, compraron reducieeael os, tomaron prisionel Syanna, ducir a los bandid 4, gana- laades jer no eran las co nirar a Senvalgkas ropas dela mujer quien jal de \a reina. bando. Y te lle Mientras flegan mis homb; Y tropicio agu \ gen le del puebly vabian sobrey otros POCOS, Se apre. ; cinado por desey. co en manifestarlo, Cuando fciente distancia de lossolda. | timideza las mado esta decision, e su comportamien- decantandose por ora estoy en franca estar lejos antes de que percate de que he partis an, as llegan Iog nis hombres, picio aquy, del pueblo, an sobrevi- 9S, SE apre- la carreta, or descu- ». Cuando os solda- idez alas ecision, amien- chosa, nbres, e por anca que guemos a nues : St10 desting 5 que srincipalesy sus Poblados ca, exe idea a las Montanas Para espareis ane was P&2'uministros. Lo buena ee, quer i rr chado en dar Un buen espectar ” . senora clic: Daya CON odig co; mueran a manos de «band cred ver COMO Un sebereng enerarfa muchos rumoed a demostia® sUscuetdgega eae UMENto, A, zine Orta mit a Sewall quien Permaneciera en unde pai osada its nla f aoa trayecto. g aure nujer capte que era observada |; ‘a reina esboz6 uy falpedido que la rondaba desde el inicio dets batalla yo gel ped . 2 voy @ necesitar esa cota de malla

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