En el marco de la guerra del Pacifico el día 20 de mayo de
1879 a bordo de la corbeta “Esmeralda” el Comandante Prat, calculando que al día siguiente se encontrarían inevitablemente en alta mar las escuadras chilenas y peruanas, una con rumbo al norte y la otra con rumbo al sur, el capitán pensó, mañana será un día de glera para las naves chilenas. Quiso la estrella divina que ambas escuadras se cruzaran de noche en alta mar y por motivos de la espesa neblina reinante no se vieran y aparecieran los navíos peruanos “Huáscar” e “Independencia” sorpresivamente en la bahía de Iquique, el día 21 de mayo a las 6:30 de la mañana Al ver el enemigo el Comandante Prat ordenó reunir a la tripulación y les pronunció su inmortal arenga, ¡Muchachos! la contienda es desigual, pero, ánimo y valor. Nunca se ha arriado nuestra bandera ante el enemigo y espero no sea ésta la ocasión de hacerlo. Por mi parte, yo os aseguro que mientras yo viva, esa bandera flameará en su lugar… y si yo muero, mis oficiales sabrán cumplir con su deber”. ¡Viva Chile¡ ¡Viva Chile¡ Acto seguido se ordena toque de zafarrancho de combate y toda la tripulación se dirige a sus puestos de combate. El desenlace de esta historia es conocido a las 12:10 del 21 de mayo en la rada de Iquique la Esmeralda se hunde y el cuerpo de Arturo Prat yace en la cubierta de monitor Huáscar luego de abordarlo durante el combate. Cada 21 de mayo recordamos a quienes con su heroísmo y patriotismo contribuyeron a forjar la historia de nuestro país.