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Ocaña, febrero 22 de 2021

Mi preciosa Kelly, hija desde el primer momento que nos enteramos que esperamos a una
dulce niña, mi vida dio un giro de 180º, descubrí que la soledad se convierte solo en un
mero recuerdo y que podemos amar incluso antes de ver.

Eres hija, el regalo de la vida más precioso para tu madre y un tesoro para mí como padre,
cuidar de ti no es sencillo, pero este gran reto que has iniciado en la carrera militar como
oficial de mi Glorioso Ejercito ofrece las mejores recompensas.

Doy gracias a Dios por regalarme la bendición y el privilegio de ser tu Padre, nunca pensé
que la vida podía traerme tanta felicidad. Hija querida, te protegí desde antes que nacieras,
lo hice mientras crecías y ahora que eres toda una mujer, continuaré haciéndolo, eres el
mayor tesoro de mi vida y ahora que has iniciado la carrera de las armas, eres el gran
orgullo de toda una familia, no va a ser fácil, pero con tu constancia y perseverancia lo
lograras.

Hoy hija mía festejas tu cumpleaños y por razones ajenas a mi voluntad que tú ya conoces
no estoy ahí dándote unos besos y abrazos, pero si quiero decirte, hija mía, que no hay nada
que desee más en el mundo que saber que eres feliz. Porque tu felicidad es mi felicidad y
tus victorias, son mis victorias, hoy más que nunca quiero decirte que Dios me regaló a la
mejor hija de todo el mundo.

Reina hermosa, no encontré otro detalle más especial para ti que poder dedicarte estas
palabras que vienen exclusivamente del cielo.

¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!

Con Amor…

Papá

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