Hoy estamos reunidos con una gran sonrisa en nuestro rostro y un sinsabor en el corazón. Es la hora de crecer, de enfrentarnos al mundo, de mejorar en otros espacios. un día como hoy empezamos a recordar cada uno de los momento vividos en el aula de clase, como le suplicábamos a los profesores para que no realizara el examen porque no habíamos estudiado, como buscábamos cualquier pretexto para no recibir clase, como participábamos en aquellos actos culturales, y nos poníamos a escuchar aquellas historias que nuestros profesores nos contaban ,como olvidar ese ¡buen día muchachos, saquen el cuaderno por favor! tan famoso de Samir; o ese ¡ hola bebe que más pues! de Martin es momento de salir de nuestra zona de confort; de recordar cada una de las cosas buenas que compartimos juntos. Recordar que en un principio cuando llegábamos al colegio lo único que escuchábamos decir era icfes, icfes, icfes, el peor martirio de todos. Dejando atrás todo esto, hoy debemos acordarnos que no somos ni once uno ni dos ni tres somos solo uno, un grado once, agradezco a todos ustedes por haber hecho parte de nuestra vida, les agradezco por ser personas excepcionales, y también agradezco a los docentes por habernos impulsado a salir adelante, por enseñarnos un poco de aquel conocimiento tan grande que tienen, que esto es solo un pequeño eslabón en nuestra vida académica. Es por esto que en esta nueva etapa nuestro destino aún no está escrito, es solo una oportunidad de reescribirlo y una ocasión que la vida nos da para ser mejor, no tenemos un mañana para empezar, iniciemos desde hoy aprovecha al máximo cada una de las cosas que te da la vida, pues hoy somos unas nuevas personas, hoy salimos llenos de ilusiones, esperanzas y anhelos, pues esto no acaba aquí, esto es solo el comienzo de muchas cosas buenas que vendrán, tendremos que salir a escalar una montaña, para que al llegar a la cima estemos llenos de triunfos y de gloria. tenemos que salir como guerreros a lucharla desde abajo porque lo único que empieza desde arriba es un pozo. Lo único que queda por decirles es que Dios los bendiga, que pueda cumplir todos los sueños y anhelos que hay en su corazón, debemos trazarnos nuevas metas, pues esta solo ha sido la culminación de una de ellas, hoy lanzaremos al aire aquel birrete. orgullosos por el paso que hemos dado para luego retornar a la realidad y recoger aquel birrete símbolo de una etapa finalizada y de un nuevo comienzo. Para concluir solo queda por decir que no nos rindamos, superemos todas aquellas dificultades o barreras que se nos presenten en la vida, luchemos y no dudemos de nuestras capacidades, pues entraremos a un mundo complicado el cual no viene con instrucciones, todos seremos ganadores y triunfadores en la vida si hacemos las cosas de corazón y nos proyectamos hacia un mejor futuro. Gracias a las directivas del colegio, a la rectora, a las coordinadoras, gracias a cada uno de los que hicieron parte de nuestro crecimiento, mil y mil gracias. Muchos éxitos a todos. Y recuerden Dios no nos hubiera dado la capacidad de soñar sin habernos dado también la capacidad de hacerlos realidad.