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Le demés es literatura 61 Guat que se est8 buscands tan trai un papel funcional decisive 2.9. Niho-que-juega* artes Alaa Guanes Rotart? Has dos clases de ni a por ‘08 que leen: los que lo hacen para la REO, Su Geter su treba agra. ¥ low que Leen pare eins mu una necesitad pereunal de informac.im chime fanennan los grifin: 0 pare guner ugar oon las pelabras Para Belabras wegin su capnenn 62 Incluso los ninos: rro, La literatura infantil es uno de los vehiculos de la ideologia de las clases dominantes EI nino-que-juega se defiende como puede de esa literatura cante. Se encarama al estante del adulto y le roba las obras macstras de la imaginacién, a las que en cierta manera consigue decuar @ sus propias exigencias: el Quijote, Robinson Crusoe, Gulliver, Orlando el furioso, Se apodera de las fabulas populares que generaciones de fo:kloristas y de estudiosos de genio han ido transcribiendo de las tradiciones orales, sin sospechar, por lo menos inicialmente, que estaban regalando al incipiente nino lector patrimonios de fantasia. El nifo recorta asi, de los acon- tecimientos del mundo adulto, sus propios espacios, la expansién planetaria de la raza blanca, la conquista del oeste americano, la fundacién de los imperios coloniales europeos en Africa y Asia, se convierten para él en materia prima de aventuras exéticas. No advierte que a través de esos libros pasa la ideologia de la Taza que se cree destinada al dominio del mundo, que los im- Pregnan los enfrentamientos entre las potencias coloniales, que sostienen siglos de sufrimientos para millones de hombres; le es suficiente con identificar unos espacios elegidos por la fan- tasia, imaginarias patrias para su necesidad de obstaculos y de triunfos. En la escuela esos libros estén, a menudo, prohibidos: es0 les hace especialmente deseables. Lo mismo les sucede a los escritores que ignoran o ponen tre paréntesis la pedagogia, que hacen suyo el lenguaje de Jas febulas populares. que se ponen en “contacto directo” con Ja imaginacién infantil. un Andersen, un Collodi o un Lewis Ca- rroll, 0 @ un escritor que eleva el lenguaje de la aventura al nivel de la poesia, multiplicando su fascinacién: Robert Louis evenson, No trato de hacer la historia de la literatura infantil, sélo quiero sefialar algunos puntos de referencia. Julio Verne, Por ejemplo, en el que la ciencia por descubrir es la materia prima de aventura y poesia. Ninguno de esos escritores esta 0 de la idevlogia porque cada uno de ellos es hijo de su lempo y nadie puede crecer, actuar, crear al margen de Corrientes de los grandes conflictos histéricos y sociales. Sin €n e308 autores. Ja ideologia entra como uno de los 05 constituyentes de su personalidad. No ocupa ni el pri ar, ni el segundo, ni el tercero, en la imaginacién, que bremente con sus propias visiones, eon las palabras, con Lo demés es literatura 63 tencia, Permanece, como eon lo que hemos deno- minado “el nifo-quejuega" 2.10. Incluso los ninos* Michel Tournier Asi es como he llegado a hacerme se jacerme seriamente esta pregunt cts nactad® tiene hablar de libros para niios? Pensintole tee cients Ea ag tine biblioteca ad usum delphini ex bastarten ciente, En efecto, se origina precisamente en le mitologia vie- la Alicia de Lewis Carroll? ¥ a esas obs ras mat fa qu ahadir los euentos de Grimm, los de Anderaees Me nett le Selma Lagerloff, Bt principito de Saint-Exupéry. Pues bien, re Flice tofantil. Mas, como tenian genio, eseibian or rege an limpidamente, tan brevemente calidad rara y difial dew cancar™ aue todo el mundo podia leerlog, incluso fos mine giae saneepto de “incluso los nitoa” ha liegado a tener pore ni oe vee taneia capital y dirla que hasta tirénica, Se tate dene menus pratt Sl Wie Spina sin logrer —sclve una eeeyclen Tosauzarlo. A riesgo de chocar a algunas personas, voy ¢ deur a, ue Pienso: a Shakespeare, Goethe y Balzac se les puede tartne saci jlmperfeccion a mi juicio imperdonable: lade ave los {ines no puedan leerlos. Por lo que a mi respecta, volveria mar gustosamente la pluma y me pondria a trabajar de nueve Mele CtTas novelas, El rey de los alisos, Los meteoros, Gaspar chor y Baltasar, para obtener versiones mas puras de elas, Este texto esta extraido de “jExiste una literatura i Michel Tourmier en &/ universe de fa ite ‘idiente & junio de 1982 de £! Correo de la UNESCO, p. 85 Ver Censure’, p. 51 de esta compilacién, INC] lo pas i, nismero Incluso los ni 5, mas diamantinas, hasta el punto de que. os pudieran leerlas to que pI porque 08 para n: ‘obras infan ine lo hago no es por natural lo habria que realizar un trabajo nifos tampo |, dado que ningin aceptaria esas novelas que escapan 2.11, {De o para la infanc E, Massat/M. Alvarado Ala pregunta sobre el origen de la literatura infantil hemos para devolvérselas “adaptadas”. La impresa en el género: moralejas ", literatura prefabricada, Cu- 0 permanecié inalterable a lo largo de tracién en adelante, los nifios han sido sus supuestas necesidades, como si a 1 era tuviera que iderar ente n 0, ‘como receptor -recipiente- resulta casi natural, ahisté- ion adulta, hubo una jones que llege y grandes compartian: narraciones q i "es populares 0 que los chicos leian ‘camente- a espaldas de los padres. Ni rimeras versiones de Robinson yeron estaban escritas pare ellos: ee Tt Lo demés es literatura 65 Carectan de esa dimension indicial(y eabe recordar indice es el que apunta y, como el puntero, sef alle eee €” que se tranamive el conocimientoy, de Tistca del génoro, En ¥ no como origen Sspontineas de | No obstan jeratura de buhoneros y chicos quedarian excluidas jura popular” lo “infay pertenencia por derecho proj rentonces si- a aq sugiere Michel Tourn ‘8 recordar que, con e808 autores no se diri infantil. Mas, como tenian genio, es- ipidamente, tan brevemente -calidad rara nzar— que todo el mundo podia leerlos, incluso \d i Se | \ \ ; ee de géneros~ { “ . ata \ L/MAITEALVARADO © HORACIO GUIDO | ~ t sCOMPILADORES | fo \. \pachetarp —+ BARTHES,

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