Está en la página 1de 1

LUJURIA

Cuando murmuras con nervioso acento


tu cuerpo hermoso que a mi cuerpo toca
y recojo en los besos se tu boca
las abrasadas ondas de tu aliento.
Cuando más que ceñir, romper intento
una frase de amor que amor provoca
y a mí te estrechas delirante y loca,
todo mi ser estremecido siento.
Ni gloria ni poder ni oro ni fama
Quiero entonces, hombre. Tú eres mi vida,
esta y la otra si hay otra; y sólo ansío gozar
gozar tu cuerpo, que a gozar me llama,
¡ver tu carne a mi carne confundida
y oír tu beso respondiendo al mío

Autora: Miriam G. Bravo Ponce.

También podría gustarte