Economia Gutierrez-Unidad 2

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CAPITULO 2 La cambiante frontera entre los mercados y el Estado Lo importante para el Extado no es hacer casas gue ya ban echo las individuos y bacerlas um poco mejor 0 un poco peor sina hacer cosas que actualmente no se hace. ‘John Maynard Keynes, The End of Laisez-Faire (1926) parte 1 | CONCEPTOs aAsicos Uno de los principales problemas de la economia politi- ca -subrayado en la cita de Keynes que encabeza el pre- sente capitulo— es decidir la frontera correcta entre el Estado y el mercado. Estas cuestiones se comprenden mejor si se observa cémo ha evolucionado la frontera hasta el dfa de‘hoy. En la Edad Media, la aristocracia y los gremios dirigian una gran parte de la actividad eco- némica en Europa y en Asia. Sin embargo, hace unos doscientos afios, el Estado comenzé a ejercer menos po- der sobre los precios y los métodos de produccién. Las restricciones del feudalismo fueron sustituidas poco a poco por lo que Ilamamos «mecanismo de mercado» 0 -«capitalismo competitivo». En la mayor parte de Europa y de Norteamérica, el siglo XIX se convirtié en Ia era del laissez-faire. Esta doctrina, que se traduce por «dejen hacer, sostiene que el Estado debe interferir lo menos posible en los asuntos ‘econdmicos y dejar las decisiones econémicas al juego de la oferta y la demanda en el mercado. Muchos gobiernos defendieron esta filosofia a mediados del siglo XIX. ‘No obstante, a finales de siglo, los desenfrenados ex- cesos del capitalismo llevaron a los Estados Unidos y a los paises industrializados de Europa occidental a aban- donar el laissez-faire total. El Estado asumié un papel ‘econémico cada vez mayor, regulando los monopolios, recaudando impuestos sobre la renta y encargindose de tareas, como ayudar a los ancianos (Seguridad ‘Social). En este nuevo sistema, llamado Estado de bienestar, los mercados dirigen hasta las més minimas actividades de la vida econémica diaria, y el Estado regula las condi- ciones sociales y facilita pensiones, asistencia sanitaria y otros aspectos de Ia red de Seguridad Social. Guiadas por la mano rectora del Estado, las econo- mfas de mercado de Europa occidental y de Norteam rica florecieron durante tres décadas después de la gunda Guerra Mundial. Esos afios fueron testigos de un periodo sin precedentes de continuo crecimiento y pros- peridad econémicos. Las tendencias cambiaron nueva~ A | (Qué es un mercado? Un sistema ordenado Por lo general, damos por sentado que las economias fancionan fluidamente. Cuando vamos al supermercado, encontramos lo que queremos -pan, pollo y bananas en los estantes, Pagamos la cuenta, nos Hlevamos la comida ala boca y disfrutamos de un almuerzo suculento. -Hay algo més seneillo? Si nos detenemos un momento y observamos con 28 mente en la década de los ochenta, al surgir los gobier- nos conservadores, con enfoques llamados monetaristas © neoliberales, en los paises desarrollados y en varios paises de América Latina. En particular, a mediados de la década de los ochenta, aparece en el émbito académi- 0 y politico el llamado «Consenso de Washington» con reformas estructurales que implicaron recomendaciones de politica econémica para reducir la participacién del Estado en la economia. En general, esas propuestas, que se ejecutaron durante més de una década, se sintetizaron cen: privatizaciones, desregulaciones, apertura de la eco- nomia y mayor transparencia en la conduccién del Esta- do. Pafses como México, Chile, el Uruguay o la Argen- tina y, en menor medida, otros del continente siguieron el camino de reformas pro mercado y liberalizaci6n co- mercial y financiera, ademss de las privatizaciones y cierta reestructuracién del Estado. No obstante, en los primeros afios de este nuevo si- glo, han surgido cuestionamientos contra los resultados concretos de las politicas piiblicas para corregir las lla- rmadas fallas del Estado. Antes se criticaba al Estado so- bredimensionado, que algunos ilustraron con mucha ironia como un Estado obeso, con mucha grasa y poco miisculo y, por lo tanto, muy lento e ineficaz. Hoy en dia, con el aumento de la pobreza y la falta de planifica- ci6n estratégica, en muchos pafses se ha revalorizado la necesidad de un Estado mejor, articulado con mercados mis desregulados y competitivos, En varios capitulos de este libro, se tratarén estos temas en particular. Esta condensada historia del cambiante equilibrio en- tre el Estado y el mercado suscitard, como es l6gico, mu- chos interrogantes. en el «capitalism»? Qué controles pii- blicos son necesarios para ayudar a los mercados? Ha Ile- gado el momento de comprender los principios que sub- yacen tras la economia de mercado y de pasar revista al papel que desempefia el Estado en la vida econdmica. mis detalle, es posible que comencemos a apreciar la complejidad del sistema econémico que nos proporcio- na el pan de cada dia. Es probable que los productos co- ‘mestibles hayan pasado por cinco o diez eslabones antes de llegar a nosotros, vigjando dias o meses por distintos paises y rincones del planeta a medida que pasaban por la cadena de agricultores, transformadores, envasadores, transpottistas, vendedores al por mayor y minoristas. Parece casi un milagro que se produzcan alimentos en capiTuLo 2 cantidades adecuadas, que se transporten a los lugares exactos y que lleguen en buen estado a la mesa. Pero el verdadero milagro es que todo este sistema fanciona sin coercién alguna o sin una direccién centra lizada. Literalmente, millones de empresas y de consu- midores se dedican al comercio voluntario, y sus accio- nes y fines son coordinados de manera invisible por un sistema de precios y de mercados. Nadie decide cudntos pollos van a producirse, adénde se dirigirén los camio- hes y cuindo abririn los supermercados. Y, sin embar- g0, los alimentos estén finalmente en el negocio cuando los queremos. Los mercados realizan milagros semejantes a nuestro alrededor todo el tiempo; basta con observar atentamen- te nuestra economia. Millones de personas producen de forma voluntaria miles de mercaderias sin una direccién central ni un plan general. De hecho, salvo algunas im- portantes excepciones (como el ejército, la policfa y las escuelas), la mayor parte de muestra vida econémica or- dinaria avanza sin intervencién del Estado, y éa es la verdadera maravilla del mundo social El mecanismo del mercado ‘Una economia de mercado es un complicado mecanismo que coordina a los individuos, las actividades y las em- presas por medio de un sistema de precios y de merca~ dos. Es un mecanismo de comunicacién que sirve para reunir los conocimientos y las actividades de miles de millones de personas diferentes. Resuelve, sin una inte~ ligencia o un célculo centales, problemas de produccién y distribucién en los que intervienen miles de millones de variables y relaciones desconocidas, problemas que estén incluso fuera del alcance de la supercomputadora ‘més rpida que exista en la actualidad. Nadie ha disefia- do el mercado, y, sin embargo, funciona notablemente bien. En una economia de mercado, no existe ningiin indivi- duo u organizacién responsable de la produccién, el consumo, a distribucién y la fijacin de los precios. Cémo determinan los mercados los precios, los sa~ larios y los niveles de produccién? En un principio, el mercado era un lugar fisico en el que los compradores y los vendedores podian negociar cara a cara, El mercado -lleno de barras de manteca, pirsmides de queso, pesca~ do fresco y montones de verduras- solfa ser algo familiar ‘en muchos pueblos y ciudades, y a él acudian los agricul- tores a vender sus productos. Hoy sigue habiendo im- portantes mercados, en los que se retinen muchos agen- tes en un lugar para hacer negocios. Por ejemplo, en el mercado Central y en el mereado de Liniers (Buenos Ai- res), se comercializan frutas, verduras y ganado en pi En términos més generales, el mercado debe cone: [Ls cAMBIANTE FRONTERA ENTRE.LOS Mi CADOS TADO birse como un mecanismo mediante el cual los compra dores y los vendedores pueden determinar los precios € intercambiar bienes y servicios. Hay mercados de casi todo, desde obras de arte hasta contaminacién. Pueden estar centralizados, como el mercado de valores, 0 des- centtalizados, como el de viviendas o trabajo; 0 puede tratarse incluso de un mercado electrénico, como ocurre cen el caso de muchos activos y servicios financieros que se negocian por medio de computadoras. El mercado se caracteriza fundamentalmente por reunir a los eompra- dores y a los vendedores para fijar los precios y las ca tidade’ £4 Unmereado es un mecanismo por medio del cual, los compradores y los vendedores de un bien 0 ser~ vvicio determinan conjuntamente su precio y su cantidad. En un sistema de mercado, todo tiene un precio, que ¢s el valor del bien expresado en dinero (cuyo papel se analiza en el Apartado B de este capitulo). Los precios representan los términos en los que las personas ¥ las empresas intercambian voluntariamente las diferentes mercaderias. Cuando una persona acepta comprar un Ford a un concesionario por $4.050.-, eso indica que pa- 1a ella el Ford vale mas de $4.050.- y que para el conce- sionario $4.050.- valen mas que el Ford. El mercado de automéviles usados ha determinado el precio de un Ford de segunda mano y, a través de los intercambios volun- tarios, ha asignado este bien a la persona para la que tie- ze el maximo valor. Los precios transmiten, ademis, seiales a los produc- tores y a los consumidores. Si los consumidores desean obtener una mayor cantidad de un bien, envian una se- fial a los productores para que aumenten la oferta. Por ejemplo, todos los veranos, cuando las familias se dispo- nen a salir de vacaciones, aumenta la demanda de com- bustible y, por lo tanto, también su precio. La suba del precio anima a las compaiifas de petrdleo a incrementar su produccién de combustible y disuade, al mismo tiem- po, a los viajeros de prolongar sus viajes. En cambio, si las existencias de una mercaderia como los automéviles son excesivas, los concesionarios y las compaiias de automotores bajan sus precios con el fin de reducirlas. Al bajar el precio, aumenta el ntimero de consumidores que quieren comprar mis automéviles, por lo que los productores quieren fabricar menos. Co- ‘mo consecuencia, se restablece el equilibrio entre los compradores y los vendedores. Lo que ocurre en los mercados de bienes de consu- mo también ocurre en los de factores de produccién, como la tierra y el trabajo. Si se necesitan més progra- madores de computadoras que obreros textiles, las 29 Parte T | CONCEPTOs BASICS oportunidades de empleo serén més favorables en el campo de la informética. El precio de los programado- res (su salario por hora) tender a subir, mientras que el de los obreros textiles tender a bajar. La variacion de los salarios relativos provocaré un desplazamiento de trabajadores hacia la ocupacién en expansién. LQ. Los precios coordinan las decisiones de los pro- ductores y los consumidores en el mercado. Su su- ba tiende a reducir las compras de los consumido- res y fomenta la produccién. Su baja fomenta el consumo y reduce los incentives para producir Los precios constituyen el engranaje del mecanis- mo del mercado. El equilibrio del mercado. En todo momento, unas personas compran, y otras venden; las empresas inventan nuevos productos, y los gobiernos aprueban medidas le~ gislativas para regular los antiguos; las firmas extranjeras construyen plantas en nuestro pais, mientras que nues- ‘tras empresas venden sus productos en el extranjero, Sin embargo, en medio de toda esta agitacién, los mercados estin resolviendo constantemente los problemas del qué, el cémoy el para guién. Al equilibrar todas las fuerzas que influyen en la economia, encuentran el equilibrio de la oferta y Ia demanda. El equilibrio del mercado es el eguilibrio entre todos los di- Jferentes compradores y vendedores. Los hogares y las em- presas quieren comprar o vender diferentes cantidades que dependen del precio. El mercado encuentra el pre~ cio de equilibrio que satisface simulténeamente los de- seos de los compradores y de los vendedores. Cuando el precio es demasiado alto, hay un exceso de bienes y de produccién; cuando es demasiado bajo, se forman largas colas en las tiendas, y hay escasez de bienes. Los precios alos que los compradores desean adquirir exactamente la cantidad que los vendedores desean vender equilibran 1a oferta y la demanda. ‘Como resuelve el mercado los tres problemas econémicos Acabamos de describir emo ayudan los precios a equi~ librar el consumo y la produccién (o la oferta y la de~ manda) en cada mercado. {Qué ocurre cuando los reu- rnimos todos, el de combustible, el de automeviles, el de tierra, el de trabajo, el de capital, y todos los dems? Es- tos mercados funcionan simultineamente y dan lugar a unos precios y unos niveles de produccién que constitu- yen un equilibrio general. Reuniendo a los compradores y a los vendedores (la oferta y la demanda) de cada uno de estos mereados, una 30 economia de mercado resuelve al mismo tiempo los tres problemas del qué, el cémo y el para quién. Este es un per fil del equilibrio del mercado: 1. Qué bienes y servicios se producirin queda determi- nado por los votos monetarios de los consumidores, no cada dos o cuatro afios en las unas, sino todos los dias cuando éstos deciden comprar. El dinero que pa- gan en las cajas registradoras constituye, en ultima instancia, los salarios, las rentas y los dividendos que reciben como renta los consumidores en calidad de trabajadores. Las empresas actian, a su vez, movidas por el de- seo de ihiaximizar los beneficios, que son los ingresos netos o la diferencia entre las ventas totales y los cos- tos totales. Las empresas abandonan las are que pierden beneficios y, por la misma razén, se sie ten tentadas de producir los bienes de gran demanda por los elevados beneficios que pueden obtener. Un gjemplo clisico es Hollywood. Si una pelicula genera enormes beneficios -por ejemplo, una pelicula sobre un encantador dinosaurio y un malvado cientifico otros estudios se apresurarin a hacer imitaciones. no se producen las cosas queda establecido por la Competencia entre los diferentes productores. La me- jor forma que tienen éstos de hacer frente a la compe- tencia de precios y de maximizar los beneficios es re- ducit lo mas posible los costos adoptando los métodos de produccién més eficientes. A veces los cambios son graduales y consisten en poco més que realizar peque- fios ajustes en la maquinaria o en la combinacién de factores para conseguir una ventaja de costos que pue- de ser muy importante en un mercado competitivo, Otras veces la tecnologia experimenta cambios radi- cales, como ocurti6 con la méquina de vapor, que des- plaz6 a los caballos debido a que el vapor era mas ba- rato por unidad de trabajo itil; o con los aviones, que sustituyeron a los ferrocarriles por ser el modo de transporte mis eficiente para recorrer largas distan- cias, Ahora mismo parece que nos encontramos en medio de una transicién de ese tipo a una tecnologia radicalmente diferente, en la que las computadoras estén sustituyendo a las méquinas de escribir, al papel ya muchos empleados. 3. Para quién se producen las cosas ~quién las consume y en qué cantidad— depende en gran parte de la oferta y la demanda en los mercados de factores de produc- ‘ién. Es en ellos donde se determinan los salarios, las rentas de la tierra, las tasas de interés y los beneficios, que se denominan precias de los factores. Una misma persona puede percibir salarios en su trabajo, dividen- capttuto 2 dos por sus acciones, intereses por un certificado de depésito e incluso un alquiler por una propiedad in- mobiliaria, Sumando todos los ingresos generados por los factores, podemos calcular las rentas de mercado de esa persona. La distribucién de la renta entre la po- blacién esta determinada, pues, por las cantidades de factores (personas-hora, hectéreas, etc.) poseidas y por sus precios (salarios, rentas de la tierra, etc). Obsérvese, sin embargo, que la renta no ¢s sélo la recompensa que se obtiene por un arduo trabajo 0 un, sobrio ahorro. Las rentas altas también se deben a grandes herencias, a la buena suerte, a un emplaza- ‘into favorable y a una cualificacién muy valorada en, el mercado. Las personas que tienen una renta baja suelen considerarse perezosas, pero lo cierto es que las rentas bajas generalmente son el resultado de un exi- guo nivel de estudios, de la discriminacién o del hecho de vivir en un lugar donde hay poco empleo. Cuando ‘vemos a una persona en la cola de los desempleados, podemos decir: «Le podria pasar a cualquiera». Los monarcas del mercado -Quién gobierna una economia de mercado? ¢Son las compaiiias gigantescas, como General Electric y AT&T, Jas que llevan la voz cantante o tal vez el Parlamento y el presidente? Si examinamos atentamente la estructura de una economia de mercado, veremos que existe una doble monarquia compartida por los consumidores y la tecnologia. Los consumidores dictan mediante sus gustos innatos y adquiridos ~y expresados con sus votos mone- tarios~ el destino final que se da a los recursos de la so- ciedad. Fligen el punto de la frontera de posibilidades de produccién (FPP). Pero los consumidores no pueden resolver por sf so- los qué bienes van a producirse. Los recursos y la tecno- logia existentes limitan de una manera fundamental sus decisiones. La economia no puede traspasar su FPP, Po- demos volar a Hong Kong, pero no a Marte. Los recur- sos de una economia, junto con la ciencia y la tecnologia existentes, limitan los candidatos a los que los consumi- dores pueden dar sus votos monetarios. La demanda de los consumidores tiene que encajar con la oferta de bie~ nes de las empresas. Por lo tanto, las decisiones de las empresas relativas a los costos y a la oferta contribuyen a determinar, junto con la demanda de los consumido- res, lo que se produce. ‘Sin embargo, no toda la tecnologfa tiene un fin. La historia esté lena de productos que no han encontrado ningiin mercado. . Sin embargo, [..] «las necesidades del individuo que parecen espontineas sélo lo son en forma aparente, ya que, en definitiva, es el aparato de produccién el que las controla. El caso més tipico es el de la empresa producto- ra que impone sus precios en el mercado y cuenta con los medios para persuadir al consumidor a fin de que adopte la conducta més conveniente a los intereses de la firma. Aun mis, elige y elabora sus productos de manera que se presten a esa estrategia. Esto sucede en una sociedad en la ‘que el incesante panegirico de los bienes materiales trans- forma a éstos, a los ojos del individuo, en la esencia de la felicidad. Como esta persuasi6n se ejerce en un contexto general de abundancia, los bienes materiales responden principalmente a necesidades psiquicas antes que a las fi- sicas. Es en verdad necesario tener mucha imaginacién para pensar que los gustos asf definidos se originan en la conciencia del consumidor. [..J El condicionamiento del consumidor al productor es total en el sentido de que és- te logra conformar la conducta del consumidor a sus pro- pias necesidades e intenciones. (..] En tiltima instancia, nadie puede negar la enorme presién ejercida por la pu- blicidad para demostrar la importancia de los bienes ma- teriales y la existencia de una intima relacién entre la po- sesi6n de éstos y la felicidad, Esto aumenta atin més la re- ceptividad de la poblacién al consumo. En definitiva, estamos en una sociedad en la que el consumidor ya no es el soberano>. Eficiencia econémica y eficiencia social. Latinoa- mérica también ha contribuido al pensamiento econémi- co, en particular con Jos enfoques estructuralistas (eo keynesianos) de varios centros de investigacién y organis- ‘mos internacionales instalados especialmente en Chile, la Argentina y México, como la Comisi6n Econémica para América Latina de las Naciones Unidas (CEPAL), Aeesta escuela pertenece Rail Prebisch, quien fue un prestigioso economista argentino de dicha corriente. El autor advierte que el sistema de sefiales de los precios no tiene por qué resolver también ciertos problemas de la equidad distributiva, la polucién y el deterioro del medio ambiente (fallas del mereado). En una de sus diltimas obras, critica las teorias neo- clésicas, porque «. Afiade aun que «el mercado tampoco tiene horizonte temporal. Cuando las empresas calculan las combinaciones que més les con- vienen no incluyen en el costo de produccién las conse~ ccuencias de sus decisiones sobre el medio ambiente eco- 6gico y humano, ni sobre la disponibilidad furura de re- cursos naturales agotables. Su concepto de eficiencia econémica no va generalmente mucho més allé de sus intereses inmediatos, los que deben distinguirse del in- terés colectivo considerado con un criterio de largo al- cance. El mercado puede llegar a ser un mecanismo efi- ‘az. Pero en ningiin momento es 0 podria ser el supre- ‘mo regulador de la economia». Contina diciendo: «En resumen, es incorrecto atri- buir al mercado las fallas del sistema; es mas bien la ex- presin de esas fallas. El mercado puede ser instramen- to de eficacia econdmica, pero no de eficacia social». Pe- 10 este economista no cree que la abolicién del mercado sea la solucién de estos defectos, pues «llevaria inexora- blemente a decidir en la ctispide del sistema qué debe consumirse y qué debe producirse. Significa, en realidad, la abolicin de la libertad econémica, con muy serias im- plicaciones politicas». Por iiltimo, también opina que estas teorias «no re- conocen, en verdad, que el juego de las leyes del merea~ do que ellos preconizan lleva en la periferia a la concen- tracién privada de los medios productivos y a una ina- ceptable desigualdad social». prruLo 2 Representacién grafica de los precios y los mercados El flujo circular de la vida econdmica puede representar- se en un grifico como el de la Figura 2.1. Esta oftece una vista panorémica de la forma en que los consumidores y los productores interaccionan y determinan conjunta- ‘mente los precios y las cantidades tanto de los factores de produccién como de los productos. Obsérvese que hay dos tipos distintos de mercado. En la parte superior se encuentran los mercados de productos 0 flujo de pro- ductos, como las pizzas y el calzado, y en la inferior, los mercados de factores de produccién, como la tierra y el trabajo. Véase también cémo toman las decisiones dos entidades diferentes: los hogares y las empresas. Los hogares compran bienes y venden factores de produccién, y las empresas venden bienes y compran factores de produccién. Los hogares utilizan su renta procedente de la venta de trabajo y otros factores para comprar bienes a las empresas; las empresas basan los precios de éstos en el costo del trabajo y de la propiedad inmobiliaria. Los precios de los mercados de bienes se fi- jan de tal manera que equilibren la demanda de los con- sumidores y la oferta de las empresas; y los de los mer~ cados de factores, de tal manera que equilibren la oferta de los hogares y la demanda de las empresas. “Todo esto parece complicado, pero es simplemente una visién general de la manera en que la intrincada red de ofertas y demandas interdependientes, interconecta- das por medio del mecanismo del mercado, resuelve los problemas econémicos del cémo, el qué y el para quién Observe el lector atentamente la Figura 2.1. Dedicar unos pocos minutos a estudiarla lo ayudard, sin duda, a comprender el funcionamiento de una economfa de mercado. La mano invisible y la «competencia perfecta El orden del sistema de mercado fue reconocido por pri- mera vez. por Adam Smith, cuya obra clisica La rigueza de las naciones (1776) sigue leyéndose hoy. Smith procla- 1m6 el principio de la mano invisible, segin el cual todo individuo, al buscar egofstamente s6lo su propio bien personal, es llevado, como si fuera dirigido por una ma- 1no invisible, a lograr lo mejor para todos. Smith sostie- ne que en este mundo, que es el mejor de todos los mundos posibles, la interferencia del Estado en la com- petencia del mercado es perjudicial casi con total segu- ridad. En uno de Jos pasajes més famosos de toda la Economia, Smith ve la existencia de armonia entre el interés privado y el interés piblico: | LA CAMBIANTE FRONTERA ENTRE LOS MERCADOS Y EL ESTADO. «Todo individuo trata de emplear su capital de tal forma que su producto tenga el mayor valor posible. Ge- neralmente, ni pretende promover el interés piiblico ni sabe cuanto lo est promoviendo. Lo tinico que busca es su propia seguridad, s6lo su propio provecho. Yal hacer- Jo, una mano invisible lo lleva a promover un fin que no estaba en sus intenciones. Al buscar su propio interés, a menudo promueve el de la sociedad més eficazmente ‘que si en realidad pretendiera promoverlo».* Su idea sobre el funcionamiento del mecanismo del ‘mercado ha inspirado a los economistas modernos, tan- to a los admiradores del capitalismo como a sus detrac- tores, Los economistas teéricos han demostrado que, en condiciones restrictivas, una economia perfectamente competitiva es eficiente (recuérdese que una economia produce de manera eficiente cuando no puede mejorar el bienestar econémico de una persona sin empeorar el de alguna otra). Sin embargo, tras dos siglos de experiencia y refle- xi6n, hoy reconocemos el aleance y las limitaciones rea listas de esta doctrina. Sabemos que el mercado tiene ven los mercados ° T7#b8i0 do factores Tierra —_(salarios, Tiers alguileres, Intreses} Bienes de capital Bienes de capital Oferta Demande ‘Mercados de factores Figura 2.1. EL SsTEMA DE MERCADO SE BASA EN LA OFERTA'Y LA DEMAN: DA PARA RESOWVER LOS TRES PROBLEMS ECONOMICS, Esta figura representa el flujo circular de una economia de mer- ‘ado. Los votos monetarios de los hogares interaccionan con la oferta de las empresas en los mercados de productos situados en la parte superior, contribuyendo a determinar qué se produ- ce. Por otro lado, la demanda de factores por parte de las e presas yla oferta de trabajo y de otros factores por parte del pt biico,en los mercados de factores situados en la parte inferior, contribuyen a determinar los saarios, los alqulleresy los intere- ses; la renta influye, pues, en para quin son los bienes. La com= petencia entre las empresas en la compra de los factores y en la venta de los bienes del modo més barato determina cémo se producen éstos. captruto 2 B | Desde los tiempos de Adam Smith, las economias de ‘mercado han evolucionado enormemente. Las economfas capitalistas avanzadas, como los Estados Unidos, Europa ‘occidental y el Japén, tienen tres rasgos distintivos: el co- mercio y la especializacién, el dinero y el capital. > Las economias avanzadas se caracterizan por la pre- sencia de una compleja red de comerci, entre los in- dividuos y los paises, que depende de un elevado gra- do de especializacién y de una intrincada divisién del trabajo. > Las economfas modernas utilizan en gran medida el dinero, 0 sea, el medio de pago. El flujo monetatio es la savia de su sistema, Constituye el patrén que sirve para medir el valor econdmico de las cosas y para fi- nanciar el comerco. » Las tecnologias industriales modernas se basan en la utilizacién de enormes cantidades de capital: maqui- naria de precision, grandes fibricas y existencias. Los bienes de capital convierten la capacidad del hombre para trabajar en un factor de produccién mucho més eficiente y permiten que la productividad sea mucho mayor que antes, EL COMERCIO, LA ESPECIALIZACION Y LA DIVISION DEL TRABAJO Las economias modernas, en comparacién con las de principios del siglo XVIIT, dependen de la especializa- cid de los individuos y de las empresas, conectados por tuna extensa red de comercio, Las economias occidenta- les han disfrutado de un répido crecimiento econémico debido a que la creciente especializacién ha permitido a los trabajadores ser extraordinariamente productivos en determinadas ocupaciones e intercambiar su produccién por las demés mercaderias que necesitan. Existe especializacién cuando los individuos y los pai- ses concentran sus esfuerzos en una determinada serie de tareas; esto permite a cada persona y a cada pats aprovechar al maximo su cualificacién y sus peculiares recursos. Uno de los hechos de la vida econémica es que, en lugar de que todo el mundo lo haga todo de una manera mediocre, es mejor instituir una divisién del tra- bajo, es decir, dividir la produccién en una serie de pe- quefios pasos 0 tareas especializados. La divisién del trabajo permite que las personas altas jueguen al bas- quetbol, que las que saben hacer céleulos numéricos en- sefien y que las que tienen el don de la persuasién ven- dan automéviles, T LA CAMBIANTE FRONTERA ENTRE LOS MERCADOS Y EL ESTADO El comercio, el dinero y el capital En nuestro sistema econémico, a veces se tarda mu- cho tiempo en adquirir la formacién necesaria para ha- cer una determinada carrera: hace falta estudiar muchos afios para ser neurocirujano y poder ejercer. El capital y la tierra también estén sumamente especializados. La tierra puede estar especializada, como los vifiedos de C: lifornia, Mendoza o Chile, que se ha tardado décadas en cultivar. El programa informético que se utiliz6 junto con el trabajo para escribir este libro de texto ha tardado mis de diez aftos en desarrollarse, pero no sirve para administrar una refineria de petréleo 0 para resolver grandes problemas numéricos. Uno de los ejemplos mas impresionantes de especializacién son los chips que gestionan el funcionamiento de los automéviles y au- mentan su rendimiento. La enorme eficiencia de la especializacién hace posi- ble laintrincada red de comercio entre las personas y los paises, que observamos actualmente, Son muy pocos los que producen un tinico bien terminado; no hacemos mas que una mimiscula parte de lo que consumimos. Quizé ensefiamos una pequefia parte del programa de es- tudios de una universidad o vaciamos las monedas de los parquimetros o aislamos el cédigo genético de la mos de la fruta, A cambio de este trabajo especializado, re bimos suficientes ingresos para comprar bienes en todo el mundo. La idea de las ganancias derivadas del comercio constitu- rye uno de los conceptos fundamentales de la Economia, Las diferentes personas o los distintos paises tienden a es- pecializarse en determinadas éreas y a intercambiar vo- Iuntariamente lo que producen por lo que necesitan, La productividad del Japén ha aumentado en forma ex- traordinaria debido a su especializaci6n en la fabricaci6n de bienes manufacturados, como los automéviles y los bienes electrénicos de consumo; exporta una gran parte de sus productos manufacturados para pagar las impor- taciones de materias primas. En cambio, los paises que khan ensayado la estrategia de ser aut6nomos, intentando producir la mayor parte de lo que consumen, han descu- bierto que ésta es la via que lleva al estancamiento. Los paises que expandieron el comercio exterior tuvieron un ‘mejor nivel de crecimiento que los que cerraron dema- siado sus economias. En los afios noventa, América Latina presenté un crecimiento significativo del comercio mundial de mer- caderias, y el crecimiento de estos paises pas6 a depen- der, en gran medida, de la insercidn en la economia in- ternacional. En 1991 se creé el MERCOSUR (Mercado Comin del Sur), que permitié liberalizar el comercio y adoptar aranceles externos comunes. Esta situacién fa- 35 parte 1 | cor TOS BASIC! vorecié el intercambio; segtin un informe de la CEPAL, durante el decenio las exportaciones crecieron 85% anval en volumen y 7,9% en valor, y las importaciones aumentaron 11,1% en volumen y 12,1% en valor. Sin embargo, el comercio regional mostré una gran vulnerabilidad ante las crisis financieras principalmente por la limitada diversidad de sus exportaciones y las ba~ rreras al libre comercio existente en los paises desarro- Mados. El gran dinamismo del comercio exterior en esta regién oculta una situacién de gran heterogeneidad en sus dos mayores exportadores, México y el Brasil, debi- do a que se modificé el peso relativo en la participacién de las exportaciones de cada uno de ellos. £4 En resumen, las economfas avanzadas practican la especializacién y la divisién del trabajo, que au- ‘mentan la productividad de sus recursos. Los indi- viduos y los paises comercian de manera voluntaria los bienes en los que se especializan a cambio de los productos de otros, aumentando enormemente la diversidad y Ia cantidad del consumo y permitien- do elevar el nivel de vida de todo el mundo. EL DINERO: LUBRICANTE DEL INTERCAMBIO Si la especializacién permite a los individuos concentrar sus esfuerzos en determinadas tareas, el dinero les per- mite intercambiar sus productos especializados por la vasta diversidad de bienes que producen los demas. Qué es el dinero? El dinero es el medio de pago o intercam- bio, es decir, las monedas, los billetes y los cheques que utilizamos cuando compramos cosas. Pero es algo mis, el dinero es un lubricante que facilita los intercambios. Cuando todo el mundo confia en él y lo acepta en con- cepto de pago de bienes y deudas, se facilta el comercio. Imaginemos lo complicada que seria la vida econ6mica si tuviéramos que intercambiar bienes por bienes cada vez, que quisiéramos comprar una pizza o ir a un concierto. Qué servicios podriamos ofrecer a la pizzeria? ZY qué decir de nuestra educacién? {Qué podriamos trocar con nuestra universidad por Ios aranceles de matricula que necesita? Dado que todo el mundo acepta el dinero co- ‘mo medio de cambio, se simplifica enormemente la ne~ cesidad de acoplar las ofertas y las demandas. Los gobiernos controlan la oferta de dinero a través de sus bancos centrales. Pero el dinero, al igual que los demds lubricantes, puede estropearse. Puede descontro- larse y provocar una hiperinflacidn, en la que los precios suben muy répido. Cuando eso ocurre, la gente se dedi- aa gastar su dinero velozmente, antes de que pierda va- 36 lor, en lugar de invertirlo para el futuro, Eso es lo que sucedié en varios paises iberoamericanos en la década de 1980, como Bolivia yla Argentina, periodo en que tuvie- ron unas tasas anuales de inflacién superiores al 1.000%. iImaginese el lector que recibe el salario y que el fin de semana éste ya ha perdido 20% de su valor! £4 La gestién correcta de Ja oferta monetaria es una de las principales cuestiones de politica macroeco- ‘némica en todos los paises. EL CAPITAL Una economia industrial avanzada utiliza una enorme cantidad de edificios, maquinaria, computadoras, etcéte~ ta, Estos son los factores de produccién llamados eapi- tal, que son los bienes duraderos que se utilizan en la claboraci6n de otros bienes y que, a su vez, son un pro- ducto de la economia. Se diferencian de los bienes de consumo en que no atienden directamente necesidades humanas, sino de forma indirecta. Por ejemplo, una va- ca puede considerarse tanto un bien de consumo como de inversién de acuerdo con el destino que se le dé. Si se Ja emplea para hacer un asado de fin de semana, es un bien de consumo. Pero si se la usa para reproduccién 0 para dar leche, se convierte en un bien de inversién o de capital. Un automévil destinado al transporte de pasaje~ ros (taxi) es un bien de capital, mientras que un automé- vil de uso familiar es un bien de consumo. Casi ninguno de nosotros nos damos cuenta de cusn- tas actividades diarias se basan, directa o indirectamente, en el capital; por ejemplo, nuestras casas, las autopistas por las que circulamos y los cables que llevan la electri- cidad y la televisién por cable a nuestros hogares. Por ejemplo, la cantidad total neta de capital de la economia de los Estados Unidos (incluido el capital estatal, el em- presarial y el residencial) es de més de 70.000 per cépita en promedio, Como hemos visto, el capital es uno de los tres grandes factores de produccidn. Los otros dos, la tierra y el trabajo, suelen denominarse factores primarios de produccién, lo cual significa que su oferta depende en gran medida de factores no econémicos, como la tasa de fecundidad y la geografia del pais. El capital, en cambio, ha de producirse antes de poder utilizarlo. Por ejemplo, algunas empresas elaboran maquinaria text, que se utiliza después para producir camisas; otras fa- brican tractores agricolas, que luego se utilizan para ayudar a producir maiz Obsérvese que el capital requiere inherentemente métodos de produccién consumidores de tiempo e indi- capiTuLo 2 rectos. De hecho, el hombre aprendié hace mucho tiem- po que las téenicas de produccién indirectas suelen ser ‘is eficientes que los métodos de produccién directos. Por ejemplo, el método mas directo para pescar consis- tirfa en meterse en el agua y capturar los peces con las manos; pero esta técnica produciria mas frustracién que peces. Utilizando una cata de pescar (que es equipo de capital), el tiempo dedicado a la pesca es mucho mas productivo desde el punto de vista de la cantidad de pes cado capturado por dia, Utilizando ain més capital, en forma de redes y barcos pesqueros, la pesca es suficien- temente productiva para alimentar a muchas personas y permitir vivir bien a quienes manejan las redes y el equi~ po especializados. El crecimiento basado en el sacrificio de consu- mo actual. Si los individuos estin dispuestos a ahorrar =a abstenerse de consumir hoy y esperar a consumir en el futuro-, la sociedad puede dedicar recursos a la pro- duceién de muevos bienes de capital. Fl aumento del stock de capital ayuda a la economia a crecer més ripido desplazando la FPP hacia fuera. Vuelva el lector a la Fi- gura 1.5 para ver que la renuncia al consumo actual en favor de la inversi6n aumenta las futuras posibilidades de produccién. Las elevadas tasas de ahorro e inversién del Japén, Corea y otros paises asisticas contribuyen a expli- car por qué han crecido tan répido estos pafses. En cam- bio, muchos economistas creen que la economia de los Estados Unidos esta quedindose rezagada con respecto ala de otros paises en la carrera del crecimiento, porque ahorra e invierte excesivamente poco. Es limitada la cantidad de capital til? Debemos continuar aumentando la productividad utilizando més capital, sustituyendo todos los procesos directos por pro- esos indirectos més productivos y todos los procesos in- directos por otros més indirectos todavia? Aunque eso pa- rece razonable, tiene un elevado costo, ya que una inver- sid indirecta excesiva provocaria una reduccién significativa del consumo actual. Si invirtiéramos recursos para dar a todos los trabajadores un titulo superior, elimi- nar el 99,9% de la contaminacién y construir un denso sistema de ferrocarril subterréneo én todas las ciudades, aumentarfamos, desde luego, la productividad, pero el rendimiento no valdrfa el enorme costo en consumo, £\. Enresumen, muchas actividades econémicas supo- nen renunciar al consumo actual para acrecentar el capital. Cada vez que invertimos ~cada vez. que construimos una fibrica 0 una ruta, aumentamos los afios de estudios o su calidad, o incrementamos Ia cantidad de conocimientos téenicos ttiles-, au- mentamos la productividad futura de la economia y el consumo futur | LA CAMBIANTE FRONTERA ENTRE LOS MERCADOS Y EL ESTADO El capital y la propiedad privada En una economia de mercado, el capital generalmente es, de propiedad privada, y la renta que genera va a parar a ‘sus propietarios. Cada parcela de tierra tiene su escritu- +2 0 titulo de propiedad; casi todas las mquinas y edifi- cios pertenecen a una persona o a una sociedad anénima. Los derechos de propiedad permiten a los duefios de bienes de capital utilizarlos, intercambiarlos, pintarlos, cavar- los, taladrarlos © explotarlos. Estos bienes de capital también tienen un valor de mercado, por lo que pueden comprarse y venderse al precio que tengan. La capacidad de los indviduas para poseer capital y beneficiarse de él es lo que da su nombre al capitalism Sin embargo, aunque nuestra sociedad se asienta so- bre la propiedad privada, los derechos de propiedad son, limitados. La sociedad determina la parte de «nuestras> propiedades que podemos legar a nuestros herederos y la que debemos pagar al Estado en impuestos sobre he- rencias y transmisiones patrimoniales. Decide cuénta contaminacién puede emitir nuestra fabrica y donde po- demos estacionar el automévil. Ni siquiera nuestra casa es nuestro castillo: debemos obedecer las normas de ur- banizacién y, si es necesario, ceder terreno para cons- truir una ruta. No deja de ser interesante el hecho de que el recur so econémico mis valioso, el trabajo, no pueda conver- tirse en una mercaderfa que se compra y se vende como Los derechos de propiedad en el caso del capital y en el dela contaminacién, Los derechos de propiedad definen la capacidad de los individuos 0 de las empresas para poseer, comprar, vender y utilizar los bienes de capital y dems pro- piedades en las economias de mercado. Estos derechos se hacen respetar por medio del marco juriico, ue consttuye el conjunto de leyes por las que se rige una economia. Un marco jurdico eficiente y aceptable en una economia de ‘mercado contiene una definicion de los derechos de propie- dad unas eyes sobre contratos y un sistema para resolver los conflictos, Como lo estén descubriendo los antiguos patses| comunistas, es muy dificil tener una economia de mercado cuando no hay leyes que hagan respetar los contratos 0 que sgaranticen que una empresa puede quedarse con sus pro- pios benefcios.Y cuando quiebra el marco juridico, como en Ta antigua Yugoslavia o,a veces incluso en las seas urbana, ‘empobrecidas de los Estados Unidos, la pablacién comienza ‘a temer por su vida ya tener poco tiempo o inclinacién para realizar inversiones a largo plazo para el futuro. La produc cin cisminuyey la calidad de vida empeora, De hecho, mu- cchas de las hambrunas africanas mas horrorosas son causa- das por las querrascivilesy la quiebra del orden legal,no por el mal tiempo. EI medio ambiente es otro ejemplo en el que unos dere- chos de propiedad mal concebidos perjudican a la econo mia, El agua yel are son generalmente de propiedad comin, lo-cual significa que no son propiedad de ninguna persona y 37 PARTE 1 | CONCEPTOS BASICOS. ‘que nadie los controla, Como consecuencia, tos individuos no sopesan todos los costos de sus actos. Una persona puede arrojr basura al agua o contaminar el aire, porque los costos del aqua sucia del are viciado recaen en otras personas. En cambio, es menos probable que la gente arroje basura en su propio césped 0 queme carbon en su propio salon, ya que Sumi los costos. En os itimos afos los economistas han propuesto que se amplien los derechos de propiedad al me- dio ambiente vendiendo o subastando permisos para conta rminar y permitiendo intercambiarlos en el mercado. La ev dencia provisional parece indicar que esta ampliaién de los que protege de las privaciones a los més desfavorecidos. Y, por iltimo, el Estado a veces subvenciona el consumo de los grupos de renta baja facilitindoles cupones de alimentacién, asis- tencia médica subvencionada y viviendas econémicas. En has dos tiltimas décadas, estos programas han per- ido aceptacién. AAI estancarse los salarios reales de la clase media, la gente se pregunta légicamente por qué debe ayudar a las personas que carecen de hogar 0 que estén discapacitadas y no trabajan. Cémo puede contri- buir la Economia a los debates sobre la igualdad? La Economia como ciencia no puede responder a cuestio- nes normativas, como qué parte de las rentas de merea- do debe transferirse a las familias pobres, en caso de que deba transferirse alguna. Se trata de una pregunta politi- cca que solo puede responderse en las urnas. La Economia puede analizar los costos o los benefi- cios de los diferentes sistemas redistributivos. Los eco- nomistas han dedicado mucho tiempo a tratar de ver si los distintos mecanismos de redistribucién de la renta (como los impuestos y los cupones de alimentacién) ge- neran 0 no un despilfarro social (sila gente trabaja me~ znos 0 compra drogas en lugar de alimentos). También hhan tratado de averiguar si, para reducir la pobreza, re- sulta més efectivo dar a los pobres dinero en lugar de bienes. La Economia no puede decirnos cual es el grado de pobreza aceptable y justo, pero puede ayudarnos a concebir programas més eficaces para aumentar la renta de los pobres. 4

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