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624 4o nd. 13 oz FLACSO CHIL CONTRIBUCIONES PROGRAMA FLACSO-SANTIAGO DE CHILE NUMERO 13, Diciembre 1982 ' 07804 BIBLIOTECA FLACSO wep hm a M23 * SOBRE ALGUNOS CONCEPTOS FUNDAMENTALES . DEL MATERIALISMO HISTORICO CON OCASION 2 DE LA CRITICA A UN MARX AD-HOC. * José Fernando Garcia Esta Serie de Documentos es editada por el Programa de ja Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), en Santiago de Chile. Las opiniones que en los documentos sé pre- sentan, asf como los anflisis e interpretaciones que en ellos se contienen, son de la responsabilidad exclusiva de sus au- tores y no refleja necesariamente los Puntos de vista de la Facultad. io FE DE ERRATA Contribuciones N°13. Pagina 23. Wana 1p exposicién de Marx. El proceso de trabajo es un contenido abstracto, carente de forma, pero al mismo tiempo es proce- so de produccién capitalista, tiene 1a forma en si mismo.S// Eso lo ha lievado a entender dicho proceso nada m4s como de- terminacién formal, como proceso de valorizacién simplemen- te, en el que se da la pura separacién del trabajador de sus condiciones de trabajo. El capitalista junto a fuerza de trabajo compra medios de produccién, valores de uso sin los cuales aquella propie- dad suya no puede utilizarse. Pero los medios de produccién no son tales porque pertenezcan al capitalista, son medios de produccién del trabajo, de una actividad cuyo fin es la produceién de valores de uso. "El material de trabajo y los medios de trabajo se convierten en tales sélo en manos del obrero hilador, y ello ocurre porque ese trabajador hila, no porque transforme el algodén que pertenece a otra perso- na, con huso que pertenece a esa misma persona, en hilaza para la misma persona"®8/, £1 capitalista debe suninistrar medios de produccién determinados al obrero porque esas son las condiciones de realizacién del trabajo y no al revés, es decir, que sean los medios de trabajo porque el capita- lista se los suministre. Pero en el proceso de produccién capitalista el proce- so de trabajo se presenta como un medio para la valoriza- cién o creacién de plusvalor. Esto ocurre porque el traba- jador est& desprovisto de las condiciones de trabajo y sub- sistencia, las que han sido monopolizadas por el capitalis- ta. A ste Je pertenece 1a fuerza de trabajo, los medios de produccién y, por lo tanto, el producto. De acuerdo a esta determinacién el capital se contraponesalsobreroicome un poder ajeno: quewse sirve de 62 como medio para su eonser- vacién y érecimiento £1 trabajo en tanto proceso laboral es una actividad que pone fines, que requiere medios de produccién adecuados y cuyo resultado es un producto determinado, proceso que re- quiere una calificacién, intensidad y atencién también de- terminados. E1 trabajo en tanto proceso de valorizacién deja (de pertenecer al obrero, es el dominio del productor sobre el producto, de la cosa sobre la actividad, "es la conversién del sujeto en el objeto y viceversa"®2/, NDICE El desarrollo marxista de 1a teorfa del valor.. 1 E1 punto de partida de la exposicién en El Capital: la produccién mercantil simple.... beneee 6 La distincién de realidad y concepto.sessseveee 3 Estructura econémica, lucha de clases y leyes tendenciales... sceneeneees ppunD n Agregado de factores versus totalidad.. 1s Forma y contenido: el universal concreto... eae 2d Contradiccién y finalidad inmanente..+s++++ oe 2h El carfcter dialéctico del pensamiento de Marx. oe OH Notas....0. aeons seeeee + 27 PRESENTACION El propésito de nuestra serie Contribuciones ha sido re- coger el aporte académico de un importante grupo de invest. gadores que actualmente desempefian sus funciones en otras ins- tituciones, tanto dentro como fuera del pais. El presente tra- bajo de José Fernando Garcia ha interpretado lo esencial de nuestra motivacién: alimentar e1 debate sobre los principales temas que dicen relacién con 1a renovacién del pensamiento cien- tifico social en Chile. Esta nueva colaboracién recoge los tépicos mis importan- tes destacados por Rafael Echeverria en su "@ritica a la teoria del trabajo de Marx", publicada anteriormente en esta misma serie. Lo cual es parte de la din4mica que esperamos desencadene cada una de nuestras publicaciones. La eritica a la teorfa del trabajo de Marx hecha por Eche- verrfa ha despertado una reflexién, igualmente polémica y funda- mentada, respecto de lo que podria concebirse como la piedra angular de la teorfa marxista sobre la produccién capitalista Por ello, este intercambio de opiniones encuentra en nuestra serie Contribuoiones un decidido espacio intelectual. Rafael Echeverrfa ha escrito una Critica a la teorfa del trabajo de Marx#/ £1 titulo es a la vez excesivamente modesto y ambicioso; por su contenido va mucho m&s all4 de la critica a un aspecto y tiene por objeto la totalidad de la teorfa de Marx; por sus resultados no alcanza a serlo puesto que no exa- mina dicha teoria a partir de sus propios fundamentos metodo- légicos. Debido a eso en las paginas que siguen no nos referimos tanto a las objeciones que Echeverfa hace a Marx como a la com- prensién errada que a nuestro juicio tiene de su pensamiento. La tesis central del articulo es que habria en Marx do’ concepeiones del trabajo, una en la teorfa del valor, desarrollada a partir de 1a esfera de la circulacién y otra en la teoria del trabajo .alienado, a partir de la produccién. La parte medular est& destinada a exponer y criticar ambas teorias del trabajo y con ese fin se examinan otros aspectos esenciales de la obra de Marx. © Dejaremos momentaneamente la tesis central - 1a exposicién misma haré evidentes las razones -, para comenzar por el an&- lisis de la teoria del valor que hace Echeverria El desarrollo marxista de la teorfa del valor Sostiene, en primer lugar,2/ que 1a distincién entre trabajo concreto y abstracto es discutible, que no pasa de ser un recurso sem&ntico que ofrece tan sélo 1a apariencia de estar resolviendo "lo que simultAneamente se reconoce como un problema efectivo". (2 bis) El problema es "aquel que se refiere a la posibilidad de hacer del trabajo un elemento homogéneo en cuanto fuente del valor" .3/ -2- El fundamento que da Marx para introducir el concepto de tra- bajo abstracto es, segfin Echeverria, "1a necesidad de que exista algo comin al interior de dos mercancias que se intecambian". Y agrega: "El argumento ofrecido se presenta con toda la fuerza de ser la finica alternativa posible para dar cuenta de un requeri- miento necesario e ineludible en el intercambio".4/ En las "Teorias sobre la Plusvalia" Marx se refiere a su método como "génesis de las formas" y lo contrapone al procedi- miento analitico de la economfa politica clésica.®/ Este (ltimo consiste en reducir las distintas categorias econémicas a su uni- dad interna, despojandolas de su aparente independencia. Para Marx este procedimiento analitico de 1a economia cldsica est4 justificado histéricamente y como momento del de- sarrollo cientifico pero es insuficiente puesto que toma las dis- tintas formas de manifestacién de la riqueza en el capitalismo como dadas y no las comprende en su proceso de formacién. Esto significa que si bien el anflisis es’ un paso necesario no agota ni mucho menos el método. Tanto es asf que en la In- troduceién del 37°/ Marx sefiala que ol métedo cientifico correcto es ir de lo abstracto a lo concreto, poniendo énfasis en la sin- tesis o génesis de las formas y dando por supuesto el andlisis.2/ De manera que la reduccién del valor de cambio a trabajo abstracto es solamente un paso previo en la exposicién de Marx, Lo completa la derivacién del valor de cambio como forma nece- saria de manifestarse el trabajo abstracto. La exposicién de Marx consta entonces de dos movimientos: 1) del valor de car sencia); 2) del trabajo abstracto (esencia) al valor de cambio (fenémeno). io (ser inmediato) al trabajo abstracto (e- No se trata, como puede verse, de un movimiento de ida y vuelta. Al explicar el ser inmediato a partir de la esencia, éste deja de ser inmediato, ha sido fundado y mediatizado, se ha transformado en fenémeno.2/ Si el criterio para juzgar los conceptos cientificos es su capacidad de explicar los fenémenos, debemos buscar la justifi- cacién del concepto de trabajo abstracto en la reduccién analitica del valor de cambio a valor, sino principalmente en la produccién necesaria del primero a partir del segundo. Esto nos permitira comprender el desarrollo de la teoria del valor efectuado por Marx y su diferencia con la economia cl4sica, en particular con Ricardo que es su principal representante. Es ffcil mostrar que precisamente en tanto Marx hizo "del trabajo un elemento homogéneo en cuanto fuente del valor",2/ logré lo que no pudo 1a economia clsica: comprender la génesis del dinero a partir de 1a mercancia.22/ Segiin la concepeién de Marx la mercancia en cuanto valor es encarnacién de trabajo abstracto. Péro por mis que la exa- minemos por todos lados no descubriremos el trabajo abstracto contenido en ella sino que se nos aparecer& como su contrario, como un valor de uso producto de un trabajo concreto. En cuanto valor la mercancia debe distinguirse, entonces, de si misma en cuanto valor de uso; en cuanto valor necesita poseer una exis- tencia objetiva distinta de su existencia natural, en la que muestre su condicién de ser producto del trabajo abstracto. eCudl es esa forma de manifestacién? La relacién de igualdad con otra mercancia revela que su condicién de ser miembro del mundo de las mercancias no se debe a su caracter de ser un va- lor de uso ~ puesto que en esa condicién son cualitativamente diferentes y por lo tanto inconmensurables - sino al hecho de ser Productos del trabajo humano abstracto. Se tiene, entonces, 1a relacién de dos mercancfas en la que una expresa valor y la otra sirve de expresién de valor. La mercancia que expresa su valor en otra posee una forma de mani- festacién ae éste distinta de su forma natural. La que sirve de expresién de valor, sin embargo, aparece en la relacién en su Condicién de valor de uso. Es la cualidad fisica de la mer- cancia, ‘sus caracteristicas naturales y especificas, la que ex- presa el valor de otra mercancia. Surge de esta manera la aparien- cia de que su propiedad de ser cambiada por otra se debe a sus atributos naturales" as{ como posee su propiedad de tener peso o retener calor"}2/, Es asi como 1a relacién entre los productores privados in- dependientes adquiere la apariencia de una relacién entre los productos de sus trabajos y se manifiesta como valor de cambio. En el dinero - que es 1a mercancia donde todas las dems mer- cancias expresan su valor, la mercancia universal - esta forma necesaria de manifestacién del valor como relacién entre cosas, alcanza su culminacién. ‘La’ economia cl&sica por no tener el concepto de trabajo abstracto no puede establecer la conexién interna, la necesidad de 1a relacién entre valor y valor de cambio, a pesar de que "en realidad utiliza esa distincién de manera natural, ya que en ‘un momento dado considera el trabajo desde un punto de vista cuantitativo, en el otro cualitativamente."22/ para los clé- sicos el valor de cambio es algo exterior a la naturaleza de la mercancia y de alli su incapacidad, para comprender 1a natura~ leza del dinero. Como lo sefiala Marx, el valor de cambio es en 1"13/ tendiente a desaparecer del Ricardo una "forma ceremonia: intercambio, como si la economia tratase tan sélo de valores de uso y el valor de cambio fuese una simple mediacién externa entre ellos. Asi se explica que el intercambio sea para Ricardo “en fin de cuentas" una "operacién de trueque"/ Al no ver la relacién interna y necesaria entre el valor y el valor de cambio Ricardo acepta la llamada "ley de Say", la cual sostiena que una hipertrofia general 0 exceso de las mercancfas por encima de la demanda cs una imposibilidad. Al representarse el intercambio de mercancias como si se tratase de valores de uso, Ricardo descarta la contradiccién que lleva a desdoblarse a la mercancia en mercancia y dinero, £1 dinero aparece siendo, entonces, "el medio por el cual se efecttia el canbio",28/y no una forma desarrollada y necesaria de la mer- cancia. Con el dinero el cambio de una mercancia por otra se des- dobla en dos feses ceparadas en el tiempo y el espacio, la compra y la venta. En el intercambio 1a mercancia se cambia por mer- cancfa pero, de la misma manera, 1a mercancia no se cambia por mercancia en tanto se cambia por la mercancia universal, por el dinero. De manera que existe la posibilidad de que ambas fases del proceso de intercambio se vuelvan reciprocamente auté- nomas. La crisis es el restablecimiento violento de la unidad del proceso de intercambio. La crisis capitalista estA de este modo fuera del horizonte teérico de la economia clfsica puesto que la comprensién de ésta exige conocer el nexo interno entre el valor y su forma de ma- nifestacién. Ese nexo, a su vez, no puede ser desarrollado por los clasicos al carecer del concepto de trabajo abstracto que, por su parte, remite a la especificidad de las relaciones sociales mercantiles. La derivacién del valor de cambio - y del dinero como su for- ma desarrollada - a partir del trabajo abstracto le permite a Marx someter a critica a los socialistas utépicos como Proudhon quién queria abolir el dinero conservanco 1a produccién de mer- cancfas y Owen quién postulaba la creacién de un dinero laboral que representara directamente trabajo. Puede sostenerse, como lo hace Echeverria, que "no existe, por lo tanto, fundamento alguno para justificar la introduccién del concepto de trabajo abstracto como algo diferente de los tra- bajos concretos, mis all4 del problema que fuerza a Marx el hacer esta distincién"?26/ El punto de partida de 1a exposicién en El Capital: 1a produccién mercantil simple A nuestro juicio el malentendido que se encuentra en la base de la incomprensién de 1a teorfa del valor de Marx por Echeverria est4 expresado en las primeras paginas de su trabajo: "A poco andar el desarrollo argumental del volumen primero Marx llega a la conclusién de que 1a explicacién de los problemas que se han hecho presentes, le imponen hacer abandono del nivel de la circu- lacién, nivel en el que hasta el momento ha situado el andlisis, para entrar en el an&lisis del nivel de la produccién".22/ Y agrega en una nota que segfin la edicién que se tome como re- ferencia ese tr4nsito de la circulacién a la produccién ocurrirfa al término del capitulo cuarto 0 sexto del primer volumen Contrariamente a lo que sostiene Echeverria, Marx se ubica desde el comienzo de su exposicién en el terreno de las rela- ciones sociales de produccién. Parte analizando la forma de manifestacién m&s simple que presenta el producto del trabajo y que constituye al mismo tiempo la premisa, el punto de partida de la produceién capitalista, 1a mercancia. De acuerdo al método de Marx de ir de lo abstracto a lo conereto, que le permite no tratar todos los asuntos a propésito de todo, para desarroliar la mercancia como elemento y premisa de la produccién capitalista no es necesario suponer mas que una forma de sociedad en que los trabajos en su forma inmediata son trabajos privados auténomos, reciprocamente independientes. En esta forma especifica de produccién que es 1a sociedad mer- cantil la produccién esta destinada al cambio pero esto no quiere decir en absoluto que Marx centre su anAlisis en la circulacién de mercancias; es precisamente al revés, porque se trata de pro- ductores privados, la produccién est4 destinada al cambio y la circulacién de mercancias es la forma de distribuir el trabajo social de acuerdo a las distintas necesidades. "El comporta- miento puremente atomistico de los hombres en su proceso social de produccién, y por consiguiente la figura de cosa que revisten sus propias relaciones de produccién - figura que no depende de su control, de sus acciones individuales conscientes -, se mani- fiesta ante todo en que los productos de su trabajo adoptan en general la forma de mercancias".+8/ Solamente desde esta perspectiva es claro que el funda- mento para la introduccién del concepto de trabajo abstracto no es el procedimiento puramente formal de encontrar aquel conte- nido sin el cual las mercancias no pueden ser comparadas. De otra manera podria entenderse - como de hecho algunos eriticos de "Marx lo han entendido - el trabajo abstracto como algo fisiolégico: el trabajo humano como aquello mismo que per- manece a través de todos los trabajos especificos es, en efecto, algo inseparable de 1a condicién humana, independientemente de la forma social de la produccién. Pero esto es por completo ajeno a la teoria del valor de Marx, quién en todas las versiones que de ella nos ha dado puso especial énfasis en el car4cter histérico del trabajo abstracto. "Este ejemplo del trabajo muestra de una manera muy clara cémo incluso las categorias m4s abstractas, a pesar de su validez - precisamente debida a su naturaleza abs- tracta - para todas las épocas, son no obstante, en lo que hay de determinado en esta abstraceién, el producto de condiciones histéricas y poseen plena validez s6lo para estas condiciones y is/ dentro de sus limites En la sociedad mercantil el trabajo en su forma inmediata, en su carficter concreto, no es trabajo social, este caracter no es una condicién puesta de antemano para todo trabajo sino que es un resultado, algo a lo que tiene que llegar. La norma en una sociedad de productores auténomos es el resultado de la “eiega necesidad"22/, es e1 resultado de la ausencia de normas, y los trabajos privados sélo son potencialmente trabajo social Para llegar a serlo efectivamiente deben acreditarse como fun- ciones de la sociedad y sé1o pueden hacerlo si aparecen como trabajo humano indistinto, abstracto. Es evidente, por otra parte, que el fetichismo se refiere a la produccién mercantil. Para mostrarlo Marx ha recurrido a su comparacién con otras formas de produccién: relaciones de ser- ” Oe vidumbre, comunidad primitiva, ete. Pero el fetichismo no es algo externo a la produccién mercantil, es una caracteristica cuya génesis se encuentra en el valor de cambio, forma necesaria de manifestarse el trabajo abstracto. No se vé qué argumento habria para separar el an&lisis del fetichismo de la teorfa del valor, perteneciendo el primero a la esfera de 1a pro- duccién y la segunda a la circulacién, Podemos concluir que "la manifiesta discontinuidad argu mental"22/ en la exposieién de Marx, consistente en su paso de la cireulacién a 1a produccién a partir del anflisis del pro- ceso de trabajo en el capitulo V no es tal y que se trata de un malentendido en la lectura que Echeverria hace de £1 Capital Segtin Echeverria Marx estaria listan22/ por sobre sus expresiones particulares. A este enfoque contra- pone el Marx de la Introduceién del 57 que somete a critica el asumiendo un enfoque idea- al conferirle realidad al concepto de trabajo abstracto concepto de produccién en general: "Sorprende, sin embargo, que Marx haga uso de un recurso de’ este tipo, a la vez que exhibe claros argumentos para evitarlo en relacién al concepto de pro- duecién. "23/ Esta critica también tiene su origen en un mal entendido. En primer lugar, Marx no le reconoce realidad al concepto de tra- bajo abstracto sino al trabajo abstracto, lo que es diferente. En la misma Introduccién del 57 que cita Echeverria, Marx se ha cuidado muy bien de distinguir el concreto real del conereto de pensamiento, siendo este filtimo reproduccién del primero. = 10 - uCual es la objecién que Marx le hace al concepto de pro- duecién en general? Sostiene que dicho concepto es una abstraceién dado que ha sido obtenido por comparacién, poniendo de relieve lo que hay de comfin en la produccién de todas las épocas y que las condiciones generales de toda produccién "no permiten com- prender ningfin nivel histérico conereto de 1a produceién'"'24/, No obstante esta abstraccién "tiene un sentido en tanto pone realmente de relieve lo comin, lo fija y nos ahorra asf una re- peticién", pero esto no debe hacer olvidar" la diferencia esen- cial por atender slo a la unidaa"22/, zPodemos decir lo mismo del concepto de trabajo abstracto? Evidentemente no. Este no es un concepto que haya sido obtenido dejando fuera la "diferencia esencial” para poner énfasis sola- mente en la “unidad"; no ha sido obtenido por comparacién, fijando lo comfin de todas las formas de trabajo. Todo lo contrario. E1 concepto de trabajo abstracto se refiere a una forma especifica de manifestarse el trabajo en una determinada produccién, 1a produccién mercantil; no es un concepto general, v&lido para todas las épocas. En el intercambio mercantil efectivamente se presciden de las particularidades de los trabajos concretos, se pone - aqui si- aparte lo comin y se lo fija; es més, se fija en una mercancfa particular, el oro, la plata, ete. "Es como si, al lado de los leones, de los tigres, de las liebres y de todos los dems ani males reales, y distintos de ellos..., existiese también el ani- mal, encarnacién individual de todo el reino animal. Semejante individualidad, que comprende en si misma a todas las especies realmente existentes de la misma cosa, es una generalidad como animal, dios, ete."28/ -1- La generalizacién de la producci6n mercantil en el capita- lismo ha significado la individualizacién de los miembros de la sociedad y, en consecuencia, el establecimiento de relaciones universales abstractas entre ellos. Incluso 1a fuerza de trabajo pasa a ser una mercancfa y se hace progresiva abstraccién de sus cualidades humanas, racionalizdndose su ejercicio en opera~ ciones parciales que carecen de sentido para el trabajador. Pero que el trabajo abstracto tenga ese carécter no quiere decir que lo tenga su concepto. "El conocimiento del azficar no 27/4 @1 concepto de trabajo abstracto es abstracto Aunque pueda sonar a paradoja es exactamente al contrario: el es azucarado" concepto de trabajo concreto es abstracto dado que es comin a todas las formas de produceién.28/ Echeverria ha confundido lo veal con su concepto y ha transformado asi uno de los fundamentos de la critica al capitaliemo en una critica a Marx Por otra parte, las relaciones de produccién mercantil no son una manifestacién del trabajo abstracto sino precisamente al revés: éste es el resultado de esa forma de relacionarse los hombres en la produccién; el trabajo abstracto tiene su génesis en la actividad conereta de los individuos. @Cémo puede sostenerse que pensar asi sea caer en el idealismo? Estructura econémica, lucha de clases y leyes tendenciales ~ Otro motivo de critica se refiere a la determinacién del valor de la fuerza de trabajo. Sostiene Echeverria que no es efectivo que éste corresponda a la cantidad de trabajo social- mente necesaria para su produccién pues el carficter histérico que le ha conferido Marx a ese criterio "se traduce directamente enel reconocimiento de la ausencia de todo criterio de deter- minacién teérica".22/ “admite, no obstante, que Marx intenté -12- conferirle a la determinacién histérica algunas precisiones: "Marx sugiere que la moral e incluso la fuerza son elementos impor- tantes de ésta 'el4stica' determinacién. Pero en la medida que su concepeién no incluye teorias consistentes sobre la moral, la cultura y la fuerza, tales sugerencias no logran evitar la indeterminacién teSrica a la que se ha hecho referencia"22/ Marx no "sugiere" que la moral, la cultura "e incluso la fuerza" sean determinantes del precio de la fuerza de trabajo; lo sostiene explicitamente y le ha dado un amplio desarrollo puesto que dicha determinacién es parte esencial de su pensa- miento. Entre otros muchos pasajes de Miseria de la Filosofia, El Manifiesto Comunista, Salario, Precio y Ganancia, los Grundrisse y El Capital podemos citar el que sigue, donde refiriéndose a la limitacién de 1a jornada laboral, que es uno de los factores que regulan el valor de la fuerza de trabajo, sefiala: "Tiene lugar aqui, pues, una antinomia:derecho contra derecho, signados ambos de manera uniforme por la ley del intercambio mercantil. Entre derechos iguales decide 1a fuerza. Y de esta suerte, en la historia de la produccién capitalista la reglamentacién de la jor- nada laboral se presenta como lucha en torno a los limites de dicha jornada,una lucha entre el capitalista colectivo, esto es, la clase de los capitalistas, y el obrero colectivo, o sea la clase obrera."22/ y en otro pasaje mas adelante se refiere al papel que el estado ha jugado en la lucha de clases por 1a extensién de la jornada laboral: "la fijacién de una jornada laboral normal es el resultado de una lucha multisecular entre el capitalista y el obrero. La historia de esta lucha, empero, muestra dos ten- denciias contrapuestas. Comparese, por ejemplo, la legislacién fabril inglesa de nuestros dias con las leyes laborales inglesas promulgadas desde el siglo XIV hasta m4s all4 de mediados del siglo XVIII. Mientras que la moderna legislacién fabril abr coactivamente la jornada laboral, aquellas leyes procuraban prolongarla coactivamente."22/ Como se ve, lo que Echeverria entiende como una "sugerencia" en la que "incluso" 1a fuerza estarfa determinando el valor de la fuerza de trabajo es la lucha de clases. Es claro que la aceptacién o rechazo de esta teoria debe fundamentarse en el con- tenido de verdad que ella posea, en su capacidad para explicar los fenémenos. Al sefialar que la lucha de clases est4 implicada en el problema planteado por Echeverria no pensamos que baste su nencién para refutarlo. A lo que apuntamos es a lo siguiente puede sostenerse que Marx no tenga una teorfa consistente sobre la "moral, la cultura y la fuerza" - independientemente del jui- cio que nos merezca -, cuando ese es un contenido esencial de su pensamiento? Echeverria tiene razén cuando sostiene que hay un elemento de indeterminacién en la fijacién del valor de 1a fuerza de tra- bajo. Pero aqui nuevamente se equivoca: esa relativa indetermi- nacién real no es una indeterminacién teérica. Tedricamente esa indeterminacién real est4 determinada y fundada en el hecho de que la fuerza de trabajo no es una mercancta como las dem4s sino que est4 dotada de voluntad, puede actuar y representarse su propia actividad en suma, puede proponerse fines. Si Echeverria tuviera raz6n querrfa decir que toda teorfa de la sociedad tendria que ser determinista en tanto darle cabida a la voluntad humana seria caer en una "indeterminacién te6rica". Para Marz "los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen arbitrariamente, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo circunstancias directamente dadas y heredadas 33/ del pasado". éNo es su teoria del salario un ejemplo del con- tenido de esa proposicién? El salario o el valor de 1a fuerza de trabajo est4 relativamente indeterminado; tiene un minimo - los medios de subsistencia para mantener al obrero en condiciones de seguir trabajando -, y un m&ximo - que la ganancia sea sufi- ciente como para que el capitalista siga interesado en la pro- duceién. Dentro de esas condiciones determinadas los obreros y capitalistas "hacen la historia" en el capitalismo. "Final- mente, puesto que esas tres (salarios, renta del suelo, bene- ficio (interés)) constituyen las respectivas fuentes de ingreso de las tres clases - terratenientes, capitalistas y trabajadores asalariados -, tenemos, en conclusién, la lucha de clases, en n34/ que se resuelve el movimiento... El "elemento histérico y morai'"38/ es tan importante en el pensamiento de Marx que a nuestro juicio sin @1 no es posible entender el significado te6rico de El Capital. El fin Gltimo del modo de produccién capitalista es la ganancia y si en la deter- minaci6n de las relaciones de ésta y al valor de la fuerza de trabajo entra la voluntad de los hombres, la cultura y "las con- diciones bajo las cuales se ha formado la clase de los trabaja- dores libres, y por lo tanto, sus habitos y aspiraciones vitales"28/ quiere decir que en toda la estructura econémica del capitalismo se expresa aquel "elenento histérico y moral" Marx se refiere a las leyes del capitalismo como si tuvieran el car4cter de una necesidad natural. Esto le da aparentemente raz6n a los que ven en @1 a un determinista. Pero leyendo con m&s atencién es claro que la necesidad se refiere a las leyes en cuanto tendencias?2/, 10 que quiere decir que en el fenémeno puede muy bien no aparecer la ley; esto no significa que no se cumpla, sin embargo, que no sea un principio de explicacién del fenémeno, de la misma manera que la ley de 1a inercia no aparece en los empirico y sin embargo permite comprender aquello que se manifiesta. 21 bis/ De alli que los que juzgan a Marx desde lo empirico sea para validar o invalidar su teoria lo hagan desde una concepeién de la determinacién social por completo ajena a su pensamiento Pueden seguir acumul4ndose las equivocaciones de Marx, la pau- perizacién creciente de la clase obrera, por ejemplo, pero este no es un sintoma de insuficiencia teérica para comprender la rea- lidad, puesto que las mismas leyes en las que se basaron en su oportunidad las "predicciones" pueden explicar el hecho de que @stas no se hayan cumplido. Agregado de factores versus totalidad El error b&sico de Echeverria se manifiesta m4s adelante. Segfin 61 los planteamientos de Marx respecto al valor de la fuerza de trabajo "generan un problema todavia més serio". 28/ Este consiste en que el modo de produccién capitalista se carac- terizarfa por su capacidad de autorregulacién. Pero la intro- duceién de un criterio de determinacién histérica, -"y tal deter- 039/ minacién histérica no es econémica"—'- crea una situacién en la "que no sélo es la produccién 1a que determina 1a historia, sino que es la historia la que determina una variable central de 1a produccién".42/ Pero éporqué la determinacién histérica no es econémica? Echeverria parece entender que Marx concibe la sociedad como un agregado de factores - lo econédmico, lo politico, lo ideo- légico - y no como una totalidad. Es cierto que el marxismo vulgar - para usar la expresién de Lukacs#/ - ha cafdo con frecuencia en esa representacién de la sociedad. Es también cierto que Marx mismo da algunas veces pie para ello. Pero no es menos cierto que hay ya una larga tradicién critica que ha rescatado la concepcién de totalidad social bas4ndose en el propio Marx. En la Introduccién del 57 podemos leer lo siguiente: "Una produccién determinada, por lo tanto, determina un consumo, una distribucién, un intercambio determinador y relaciones reci- procas determinadas de estos diferentes momentos. A decir verdad, también la produccién, bajo su forma unilateral, est& a su vez determinada por los otros momentos.” ¥ refiriéndose a lo mismo agrega mis adelante: "Esto ocurre siempre en todos los conjun- > aay tos organicos" De manera que no cabe sorprenderse de que se encuentren en Marx relaciones rec: lo ideol6égico. M&s afin, es imposible entender de otra manera : i : las relaciones entre esos momentos. /3/, mico, lo politico y ca que "el anflisis una base teérica Para Echeverria reconecer esto impli de lo econémico no puede ser considerado cox autosuficiente, a pertir de la cual sea posible, posteriormente, acometer la explicacién de las dems instancias de 1a vida social"!/ Pero no es necesavio youtulas 1a autosuficiencia de "lo eco- némico" - y Mazx no lo ha hecho - pava pensar las velaciones de mento y los momentos politico e ideo- determinaci4n entre ese x Limuacion uel pasaje citade anieriozmente y habiendo légico. Ac reconocido rmina el consumo, la dis- que la produccién det plo de rela- do, 0 sea tribucién y el int mbio, pone e2 siguiente ej tos: "cuando el w in amplia su 4bito aes ciones recSprocas entre esos nom: la esfera del cenbio se extienc i y se subdivide ndidad. Al darse tzansformaciones de la distribucién se dan cambics en la preducodén en el caso, por : ejemplo, de la concentracién del capital o de una distinta distri- bucién de la poblac‘én en la ciudad y en el campo, etc. Final- mente, las necesidades del consumo determinan 1a produceién" > 1a produc -17- En verdad Narx nos ha dejado solamente un "hilo conductor8/ y no una teorfa desarrolleda respecto a la determinacién de la totalidad social por la estructura econémica, y no bastan las referencias a la "determinacién en @ltima instancia"#2/, pero es claro que no tiene 1a concepeién mecénica de 1a sociedad que le atribuye Echeverria. Lo que éste llama "la capacidad de autorregulacién" del capitalismo se refiere a que por primera vez con este modo de produccién aparecen las relaciones econémicas y los intereses a ellas vinculados, en contraste con las sociedades precapita- listas donde se presentan inextricablemente confundidos con re- laciones politicas 0 religiosas. En dichas sociedades los agentes de la produceién no aparecen como tales por ser encarnaciones © personificaciones de relaciones que el proceso de produccién imprime a los individuos, sino en tanto son juridicamente desi- guales; el poder no es un medio para imponer el dominio econé- mico como en el capitalismo, es de modo directo ese dominio. Esta apariencia por serlo no es menos real, pero no tiene su principio de explicacién en si misma, no es un dato del cual se pueda partir sino que requiere ser fundada en la estructura eco- némica de la sociedad mercantil. La divisién del trabajo entre productores privados independientes supone la disolucién de la comunidad natural y 1a sociedad aparece como el resultado de vinculos puramente externos entre individuos a través de sus Productos; los individuos liberados de los lazos naturales con la comunidad aparecen como portadores de relaciones puramente eco- némicas. Pero el car4cter abstracto, cosificado, con que apareceni las relaciones mercantiles no quiere decir que 1a estructura econémica en que se funda In sea: no quiere decir que ésta pueda - 1s - ser entendida como un factor autosubsistente que se relaciona externamente con otros factores para constituir la sociedad. Antes bien, la ideologia del factor econémico debe ser explicada como producto de dichas relaciones, como un reflejo de la aparien- cia propia de esa forma de sociedad. 48/ Forma y contenido: ¢1 universal ccncreto Como dijéramos la tesis central de Echeverria es que se encontrarfan en Marx dos concepciones del trabajo, una en la teorfia del valor, fundada en la circulaci6én de mercancias y otra en el andlisis del proceso de trabajo, centrada en la pro- duceién. Ya hemos sefialado que el supuesto comienzo de 1a ex- posicién de El Capital en la circulacién de mercancfas es insos- tenible. Pero Echeverria ofrece otro argumento que autorizarfa a hablar de dos conceptos distintos de trabajo. Refiriéndose al . anflisis del proceso de trabajo sosticne:"E1 an&lisis en torno al trabajo no _deseansa en ninguna de sus proposiciones previas y permite ser aceptado o rechazado sin que ello comprometa as- pecto alguno de la teorfa del valor’!2’, existiendo entre el pri- mero _y la segunda un vinculo puramente formal Marx advierte al comienzo de su an4lisis del proceso de trabajo que se trata de 1a "naturaleza general"22/de1 trabajo es decir, de lo comin, a todas las formas de trabajo. En el analisis de la mercancla se trataba,por el contrario, de una : forma determinada de trabajo, aquel que produce mercancfas. No a es extrafio, entonces, que Echeverrfa no encuentre en las determi- naciones del proceso general de trabajo ninguna que se base en aquellas desarrolladas en 1a produccién mercantil puesto que es obvio que en general se borran las huellas de lo especifico.52/ La indagacién debié dirigirse precisamente en sentido contrario, si se trata del mismo concepto de trabajo, lo general aparecer4 -19- en lo especifico puesto que ha sido abstraido de éste, entre otros. En el parfgrafo titulado Dualidad del trabajo representado en_las mercancias encontramos las siguientes expresiones: “La chaqueta es un valor de uso que satisface una necesidad espe- cifica. Para producirla se requiere determinado tipo de activi- dad_productiva. Esta se halla determinada por su finalidad, modo de operar, objeto, medio y resultado. Llamamos sucintamente, trabajo Gtil al trabajo cuya utilidad se representa asi en el valor de uso de su producto, o en que su producto sea un valor de uso. Desde este punto de vista, el trabajo siempre se con- sidera con relacién a su efecto Gti1."22/ iNo se encuentran aqui resumidas todas las determinaciones desarrolladas después en el parSgrafo dedicado al proceso de tra- bajo? No ha dicho Marx que los valores de uso constituyen el contenido material de la riqueza, sea cual fuere 1a forma de 2¥ no es el trabajo concreto el que produce valores naeiones de este trabajo ésta’ de uso, siendo por tanto las Jstex idénticas a las del trabajo en general? No encontramos, por lo tanto, este concepto desde las primeras 1ineas de El Capital? Pero é por quéMarx no desarrolla el concepto de trabajo en general a propésito del an4lisis de la mercancia? Porque a ese nivel de abstraccién, 1a produccién mercantil simple, cédmo pro- ducen los productores privados independientes queda fuera del anflisis y basta por lo tanto.con una sucinta referencia al tra- bajo que produce valores de uso como supuesto y contraste con el trabajo abstracto que le interesa desarrollar a Marx en ese momento. Por lo dem&s, el valor de uso mismo, en este nivel de abstraceién "no entra en el dominio de 1a economia politica’ y se considere solamente en tanto portador material del valor de cambio. & Y por qué Marx desarrolla el concepto general de trabajo precisamente en ese momento de su exposicién, al comienzo de la seceién tercera que trata de la Produccién del plusvalop absoluto, en el capitulo llamado Proceso de trabajo y proceso de valori- zaci6n’ Recordemos que el intercambio entre el capital y la fuerza de trabajo se divide en dos procesos diferentes: en el primero el capital compra 1a fuerza de trabajo y ésta vende su uso; en el segundo el capitalista consume la mercancia que ha comprado. La exposicién de Marx se encuentra en este segundo proceso, en el consumo 0 uso de 1a fuerza de trabajo por el capitalista, en el trabajo, por lo tanto. En el caso de la fuerza de traba- jo el valor de uso no queda fuera del 4mbito de 1a investigacién ya que ahora es una "determinacién formai"25/, una premisa del proceso de produccién capitalista. La necesidad del an4lisis del proceso de trabajo precisa- mente en este punto queda de manifiesto cuando se considera que el proceso de produccién capitalista es unidad del proceso de trabajo y del proceso de valorizacién. Esta unidad permite comprender el hecho de que el resultado de 1a produccién capi- talista sea al mismo tiempo conservacién de un valor presupuesto y creacién de uno nuevo, y otros fenémenos como por ejemplo la relacién directa entre el aumento de la fuerza productiva del trabajo y el monto del valor conservado, y la relacién inversa entre el mismo y el valor creado. También, que los medios de producci6én participen integramente como elemento del proceso de trabajo y fraccionalmente como elemento del proceso de valori- zacién. Es este un ejemplo de la concepeién del universal concreto en Marx: el proceso de produccién capitalista es entendido como unidad de la unidad y 1a diferencia, como unidad de contenido y forma,de la misma manera que la mercancia es entendida como unidad de valor de uso y valor.£8/ En uno y otro caso dicha unidad es esencial ‘para explicar los fenémenos; los antes sefia- lados respecto al proceso de produccién capitalista, y la génesis del dinero en relacién a la mereancia, por ejemplo. El concepto de trabajo en general que ha desarrollado Marx queda asi plenamente justificado en tanto es una "abstraccién que tiene un sentido, en tanto pone realmente de relieve lo comfin, lo fija y nos ahorra asi una repeticién", en tanto el concepto de trabajo en general ha sido separado "a fin de que no se olvide la diferencia esencial por atender s6lo a la unidad, 1a cual se desprende ya del hecho de que el sujeto, la humanidad, 577 y el objeto, la naturaleza, son los mismos. aCémo sostener, entonces, que "luego que Marx criticara se- veramente a los economistas por no haber reconocido el earacter hist6rico de las relaciones econémicas que procuraban explicar, es dificil no sorprenderse cuando se comprucba que su anélisis del trabajo reconoce explicitamente su prescindencia de toda forma de condicionamiento histérico"?S2/ gcémo pensar que "la definicién abstracta del trabajo ofrecida por Marx no logra evi- tar la introduccién del concepto de hombre que caracterizara a 59/ la filosofia antropolégica de Fuerbach" Contradiceién y finalidad inmanente Pero la incomprensién de la relacién de contenido y forma en el pensamiento de Marx origina otras eriticas de Echeverria a su concepeién del trabajo.22/ sostiene éste que para Marx el modo de produccién capitalista se caracteriza por invertir la relacién sujeto-objeto que es inherente a la naturaleza del proceso de trabajo, y en esto consistirfia la alienacién del trabajo. Esta inversién estaria definida en relacién a "una determinada fase de la historia que hace de punto de partida", en relacién a un origen en el cual el trabajo corresponderia a su naturaleza. Habria aqui una concepeién de 1a historia no como "mera posibilidad légica deducible de lo que Marx sostu- viera, sino que ella es explicitamente desarrollara por Marx mismo."®1/ gn e1 futuro se superaria la alienacién del trabajo y se restablecerfa a un nivel superior la unidad originaria entre el trabajo y sus condiciones de realizacién. "Ello coin- cidiria con la clausura de la prehistoria de la humanidad que s6lo una profunda revolucién social es capaz de llevar a cabo. "82/ M&s adelante sostiene Echeverria: "Por lo tanto, la teoria de la alienacién del trabajo le confiere sustento teérico al ee BY y concluye su argumentacién:"Marx podria ser acusado por ofrecer de Marx sobre el advenimiento de la sociedad comunista". una concepeién doctrinaria que privilegiaria un cierto ideal por sobre la realidad histérica".54/ Echeverria tiene razén, Si en verdad el fundamento de la revolucién y el paso a la sociedad futura en la que se aboliria el trabajo alienado fuese esa, el pensamiento de Marx no superaria al de los socialistas utépicos. Lo que nos estaria proponiendo seria un ideal salido de su cabeza - por lo menos en lo que res- pecta al trabajo alienado -, y no una tendencia existente en la realidad; habrfa una contradiccién entre el ideal de Marx y la realidad y no una contradiccién de la realidad consigo misma Pero Marx no sostiene que el trabajo alienado tenga que ser superado y las condiciones del trabajo apropiadas por los pro- ductores directos porque sea esa una relacién original a 1a que habria que volver sobre una nueva base material o porque simple- 2d mente sea esa una relacién natural que el capitalismo habria destruido, Puesto que "la naturaleza general del proceso laboral no se modifica, naturalmente, por €1 hecho de que el obrero lo ejecute para el capitalista, en vez de hacerlo para si"£8/, debido a que el proceso de produccién capitalista es unidad del Proceso de trabajo y del proceso de valorizacién y, por lo tanto, la unidad del trabajador con los medios de produccién se da en ese proceso de produccién al mismo tiempo que se niega, esta con- tradiccién propia del capitalismo crea la tendencia a su resolu- cién, a la abolicién de 1a propiedad privada de los medios de produccién y a su apropiacién por los productores directos. Echeverria ha sido incapaz "de comprender el proceso la- boral independientemente y al mismo tiempo, empero, como un as- pecto del proceso capitalista de produccién"®2/, no ha compren- * dido 1a relacién de forma y contenido en idfde pertenecer al “7 obrero, es el dominio del producto sobre el productor, de la cosa sobre la actividad, "es la conversién del sujeto en el ob- 63/ jeto y viceversa." Pero es conversién no en relacién a una naturaleza con res- pecto a la cual el capitalismo se habria desviado ni respecto a un origen histérico al que habria que volver. Es conversién del sujeto en objeto y viceversa respecto a lo que el propio proceso de produceién capitalista es en tanto proceso de trabajo, unidad del trabajo con sus condiciones de realizacién. La abolicién del trabajo alienado no es, por tanto, un fin trascendente como piensa Echeverria, sino un fin inmanente al que la realidad tiende en virtud de su carécter contradictorio®? Bis/, ver fe de ereaby Esta es realidad en tanto se pone a sf misma como relacién de determinaciones que se excluyen y refieren 1a una a la otra simultaneamente: el trabajo en el proceso de produccién capi- talista es sujeto y objeto al mismo tiempo Marx no reconoce, por tanto, 1a "contradiccién entre su anflisis y la situacién empirica que tiene por delante", no afirma "que 1a realidad esta invertida" ni tampoco que ésta se comporta "en forma indebida".22/ Todas estas son expresiones de la versién que de Marx da Echeverria, ajenas a su espiritu y a su letra. El _car4cter Bs ento de Manx Hacia el final de su art{culo Echeverria manifiesta que recurrir a la dialéctica "no resuelve el problema, sino que levanta una cortina de humo a su alrededor." ¥ agrega: "Pero si ella existiese, resultaria necesario entregarla, conocerla y evaluarla, Mientras ello no ocurra la alusién a la dialéctica no logra resolver el problema". 21/ Estamos de acuerdo con Echeverria que hacer alusién al carfcter dialéctico del pensamiento de Marx no resuelve ningén problema y que la dialéctica debe mostrarse en cada caso como la forma-de desarrollo de un contenido concreto. La dialéctica no es un’a priori al cual deba acomodarse toda forma de desarrollo como lo pretende el marxismo vulgar, heredero en ésto - Della Volpe lo ha mostrado 22/_ ge1 aspecto estéril o frustrado del pensamiento de Hegel. La erftica ha cumplido el objetivo de Liberar al marxiemo de esa concepeién que reconoce eu origen en Engeis/3/ = 25 - Todo esto y mucho m&s puede concedérsele a Echeverria, Empero, en la Contribu El Capital, la dialéctica no es una forma que vuele por sobre una materia o contenido que le es externo, que tenga realidad ién, los Grundisse; las Teorfas y en con independencia de su vida en esa materia. Aqui, a nuestro juicio, se encuentra el "punto ciego" que impide a Echeverria comprender el pensamiento que pretende cri- ticar. Porque es extrafio que alguien que ha leido esos textos solicite que la dialéctica le sea presentada. 4Cémo no verla en el desarrollo del valor a valor de cambio o en la unidad del Proceso de trabajo y el proceso de valorizacién? iCémo no reco- nocer que para Marz la sociedad es una totalidad y no un agre- gado y que también son dialécticas las relaciones de produccién y circulacién? Evidentemente la lectura que Echeverria ha hecho de los textos de Marx es una lectura desde el punto de vista que pre- juaga a la dialéctica como un aditamento externo a un contenido positivo que saldrfa a la luz a pesar de aquella. Semejante lectura tiene ya una larga tradicién y su resultado ha sido un Marx ad hoc que queda siempre mis acd de su comprensiénZ4/, Esto clausura la posibilidad de crftica real a un pensa- miento que por su naturaleza requiere de ella y facilita asi el camino al sometimiento positivista de la razén a lo existente. -27- NOTA S Contribuciones, Programa FLACSO-Santiago de Chile, némero 1, Junio de 1980. Versién preliminar Antes ha sefialado que el simple hecho de existir otras teorias sobre cl valor o los precios "se opone a una de las premisas centrales desde la cual Marx construye su concepeién", (pag. 17) independientemente de la verdad o falsedad de dichas teorfas. Es dificil desentrafar cémo y porqué éste es un argumento en contra de la teorfa del valor de Marx. Si Echeverria tenia algo en mente al for- mularla no logré darle una forma comprensible. rx, op. cit., p&g.20. 2 bis/ Critica a la teoria del trabajo de } Ibidem, p&g. 12. Ibidem, pags. 11 y 12. Teorfas sobre la plusvalfa, Editorial Cartago, Buenos Aires, 1945, tomo 3, pag. 412. Elementos fundamentales para la eritica de_la economia po- Iftica (borrador) 1857-1858, Siglo XxI Argentina edi atores, S.a., Buenos Aires, 1973, volumen 1, pag. 21. En este punto del texto presenta algunas dificultades de in- terpretacién puesto que en rigor analisis y sintesis son in- separables y Marx parece sugerir que habria encontrado pre~ paradas por la economia politica cl4sica las abstracciones iniciales dei méiodo. "Por Gltimo hemos llegado a las formas de aparicién que sirven de partida en la concepcién vulgar: 1a renta proveniente de la tierra, la ganancia (interés) que surge del capital, los salarios que provienen del trabajo. Pero desde nuestro punto de vista, la cosa se ve ahora en forma diferente. £1 proceso aparente tiene explicacién". (Carta de Marx a Engels del 30 de Abril de 1868, en C. Marx/F. Engels Correspondencia, Editorial Cartago, Buenos Aires, 1573, pag. 208 5 +) Op, cit., pag. 12. Critica a la teoria del trabajo.. = I | Hs Hs = 28 - "De lo que aqui se trata, sin embargo, es de llevar a cabo una tarea que la economia burguesa ni siquiera intent6, a saber, la de dilucidar la génesis de esa forma dineraria, Gc siguiendo, para ello, el desarrollo de la expresién del valor contenida en la relacién de valor existente entre las mercancias: desde su forma mis simple y opaca hasta a la deslumbrante forma de dinero. Con lo cual, al mismo tiempo, el enigma del dinero. Con lo cual, al mismo tiempo, el enigma del dinero desaparece". (El Capital, Siglo XXxI, Argentina editores s.a., Buenos Aires, 1975, libro 1, p4g. 59). Ibidem, pag. 71. Tbidem, pag. 97, nota 31. Elementos fundamentales.., op. cit, yolumen 1, pag. 2735 Teorfas sobre..., op. cit. tomo 2, pag. 430. David Ricardo, Principios de Economia Politica y Tributacién, Fondo de cultura Feontntes, Wesco, 1968; pag 472) : Ibidem, p&g. 218. Critica a la teorfa del trabajo..., op. cit., pag. 21 Ibidem, pag. 4. El Capital, op. cit., libro 1, pag. 113 Elementos fundamentales..., op. cit., volumen 1, p&g. 26. El Capital, op. cit., libro 1, pag. 125 Critica a la teorfa del trabajo..., op. cit., pag. 4. Ibidem, pag. 21. Tbidem, pag. 22. oo Elementos fundamentales..., op. cit., volumen.1, pag. 8 Ibidem, pag. 5. Marx-Engels Studien Auagabe 11, ed. I. Fetscher, Frankfort del Meno, 1966, pags. 229, 234. Citado por Hans Georg Backhaus, Dialéctica de 1a forma del valor en Dialéctica N°4, Escuela de Filosofia y Letras, Universidad Auténoma de Puebla, 1978. i I - 29 - Louis Althusser, Para leer El Capital, Siglo XXI, editores Argentina s.a., Buenos Aires, 1974, pag. 116 "El proceso de trabajo, tal como lo hemos presentado en sus elementos simples y abstractos, es una actividad orien- tada a ui fin, cl ce la produccién de valores de uso, 6a ce io natural para las necesidades humanas, general ce! metabolisno entre el hombre y 1a na- icién natural de la vida humana y por tte de toda forma de esa vida, y comin, ntrario, a todas sus formas de sociedad". (EL tanvo i por el. co: Capital, op. cit:, libro 1, pag. 223.) op. cit., pag. 24. Esta 9 eGo: "Parece indispensable retener ‘0 en ez tapete por R. Echeverria en una sesién anterior te, junto con insistir enfaticamente en la in- terpretacién dei pensaziento de Marx como critica de la po- Litica desde la economia, revelaba la inconsistencia légica de su coneruceién te¢rica, evguida sobre el concepto fuerza de trabajo cuyo valcr - en el filtimo término - no es deter- inacs pop ia eccnonfa sino por la politica (el "factor his- tévice-moval de Ei Capital)" Eugenio Tironi, Inventario, en Pron nes N°3, Santiago de Chile, 1980. El acuerdo de Tivono con el inténts de D. Sens - exitoso segin él - de "probay 1a cungrucncia entre el marxismo y otras doctri- nas neco? 3) se basa en interpretaciones simi- lares a las de Echeverria. +) op. cit., pag. 26. 282. Bonaparte, Ariel, Barcelona, 1971, Carta de Marx a Engels del 30 de Abril de 1868. Corres- ponde: op. cit., pag. 205. ~~ El Capital, op. cit., libro 1, pag. 208 Ibidem, pag. 208. Prélogo a la primera edicién de El Capital, op. cit., pg. 7. - 30 - 37 bis/ "Contrariamente a lo que suele afirmarse, la ley de la “—“inercia no tiene su origen en 1a experiencia del sentido comin y no es ni una generalizacién de esta experiencia ni tampoco su idealizacién. Lo que se encuentra en 1a experiencia es el movimicnto circular o, de forma mas general, el movimiento curvilineo. Nunca presenciamos el movimiento rectilineo, si exceptuamos el caso de la caida, que precisamente no es un movimiento inercial. Y¥ no obs- tante, el movimiento que la fisica clasica se esforzar4 en explicar sera el primero - el curvilineo - a partir del segundo. Curiosa andadura del pensamiento: no se trata de explicar el dato fenoménico mediante 1a suposicién de una realidad subyacente (como hace 1a astronomia, que explica los fenémenos, es decir, los movimientos aparentes, por medio de una combinacién de movimientos reales) ni tampoco de analizar el dato en sus elementos simples para luego reconstruirlo (método resolutivo y compositivo, el cual - sin razén, a nuestro parecer - algunos reducen la novedad del método galileano); se trata, propiamente ha- blando, de explicar lo que es a partir de lo que no es, de lo que no es nunca. E incluso a partir de lo que no ede nunca ser". (Alexandre Koyré, Estudios Galileanos, Eigic Wide Espana Editores sa-, Madrid, 1900, peas 194-195). 38/ Critica a la teorfa del trabajo..., op. cit., pag. 26 39/ Ibidem, p&g. 26. 40/ Ibidem, pag. 26. 41/ Historia y conscioncia de clase, Crijalbo, México, 1969. Elementos fundamentales, op. cit., volumen 1, p&g. 20 / 43/ Dice Engels: "me parece evidente que esta inversi6én - la que mientras no es descubierta, constituye lo que llamamos concepcién ideolégica ~ vuelva a actuar a su vez sobre la base econémica y pueda, dentro de ciertos limites, modifi- carla" (Carta de Engels a K. Schmidt del 27 de Octubre de 1890, Correspondencia, op. cit, pag. 385). 44/ Critica a la teoria del trabajo..., op. cit., pag. 27 45/ Elementos fundamentales..., op. cit., volumen 1, pag. 20 46/ Prefacio a la Contribucién a la economia politica, Ediciones Estudio, Buenos Aires, 1970, pag. 6. le sos s1/ - 31- Carta de Engels a J. Bloch del 21 de Septiembre de 1890, Correspondencia, op. cit., pag. 379. Sobre esto véase Carlos Ruiz Schneider, Notas sobre ideologia y causalidad en Ciencias Sociales, en Epistemologia y Politica, CINEP, Bogota, 1980. Sobre la critica al factor econémico véase K. Kosik, Dia- léctica de lo conereto. Grijalbo, México, 1967, pag. 125 y 58., y Antonio Labriola, Del materialismo histérico, Edi- torial Intermundo, Buenos Aires, 1945, pag. 112 y ss. Critica a la teorfa del trabajo..., op. cit., pag. 36 El Capital, op. cit., libro 1, pag. 215. En otro contexto dice Marx: "Es la forma general de todo proceso capitalista de produccién, pero es la vez una forma particular respecto al modo de produccién especifi- camenté capitalista, desarrollado, ya que la Gltima incluye la primera, pero 1a primera no in¢luye necesariamente 1a segunda". "(El Capital, libro 1, Capitulo VI (inédito), Siglo XXI Argentina editores s.a., Buenos Aires, 1974, pag. 54. El Capital, op. cit., libro 1, pag. 51 Ibidem, pag. 44. Contribucién a la erftica de la economia politica, op. cit., pag. 16. Sobre esto véase Roman Rosdelsky, Karl Marx y el problema del valor de uso en la economia politica, en Génesis y estructura de El Capital de Marx, Siglo XXI editores, 1979, pag. 101 y ss. +, Op. cit., pg. 16. Contribucién "El proceso de produccién es la unidad inmediata entre el proceso de trabajo y el proceso de valorizacién, tal como su resultado inmediato, la mercancfa, es la unidad inmediata entre el valor de uso y el valor de cambio", (El Capital, libro 1, Capitulo VI (inédito), op. cit., pag. 21 Elementos fundamentales, op. cit., volumen., volumen 1, pag. 5. ~ Critica a la teorfa del trabajo..., op. cit., pag. 54 Ibiden, pag. 39. Big Al comienzo de su articulo Echeverria ha expresado que "el concepto de trabajo desarrollado por Marx requiere ser bus- cado al interior de su andlisis sobre la produccién capi- talista, y muy particularmente, en El Capital" (pag. 3). Sin embargo, efectta una supuesta reconstruccién de la ar- gumentacién de Marx apoyandose en diferentes textos - y ain en distintas ediciones de las mismas obras -, pero sintom4- ticamente y en contra de lo que ha dicho no sigue la expo- sicién de la obra destinada especialmente al andlisis de las relaciones de produccién capitalistas, publicadas en vida de su autor, revisada por éste, y que es reconocidamente expresién de su pensamiento, el libro de El Capital. 2 Critica a la teorfa del trabajo..., op. cit., pag. 47. Ibidem, pag. 48. Ibidem, pag. 52. Ibidem, pag. 55. El Capital, op. cit., libro 1, pag. 224 El Capital, libro 1, Capitulo VI (inédito), op. cit., pag. 31. Ig IB IB A "En la antitesis de forma y contenido hay que tener en cuenta, ante todo, este punto, que el contenido no carece de forma, sino que tanto tiene 1a forma en si mismo cuanto ésta le es exterior. Tenemos aqui la duplicacién de la forma, que una vez como reflejada en si es el contenido, y otra, como no reflejada en si, 1a existencia exterior in- dependiente del contenido" (G.W.F. Hegell, Enciclopedia de las clencias filocdticas, Editorial Porria, SA, Neeos— 1977, pags. 75 y 76). 88/ El Capital, libro 1, Capitulo VI (inédito), op. cit., pag. 26. 69/ Ibidem, pag. 19. 69 bis/ "En primer lugar, la posibilidad de un orden diferente arrande del erden existente. Eso supone que las actuales contradicciones sociales en marcha pueden ser superadas. La anticipacién de una nueva sociedad no seria pues una cons- truccién légica, sino la organizacién practica de una posi- bilidad implicita en las tendencias del proceso social". 2 S Critica a 1a teorfa del trabajo, op. cit., pg. 55. Ibidem, pag. 55. Llave de la dialéctica hist6rica, en ritica a la sociologia contempor4nea, Alberto Corazan editor, Comunicaciéné, Madrid, 1370. Véase Alfred Schmidt, El concepto de naturaleza en Marx, Siglo XXI, México 1976; Rodolfo Mondolfo, £1 materialismo histérico en F. Engels, Raigal, Buenos Aires 1956; Andrew Arato, La antinomia del marxismo cl&sico: marxismo y filo- sofia, en El marxismo en 1a época de la segunda internacional (4), Editorial Bruguera, Barcelona, 1981

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