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PERMANECIENDO EN CRISTO
Desatando la verdad de
Dios, un versículo a la vez
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Permaneciendo en Cristo
Series por Tema Juan 15:1–25
Y una de las maneras en las que él hizo eso, fue al tomar para
sí mismo el nombre de Dios, YO SOY, y aplicárselo a sí mismo.
Hay una serie de esas afirmaciones a lo largo del evangelio de
Juan. Él dice, Yo soy el pan de vida, Yo soy el pan viviente que
descendió del cielo, Yo soy la luz del mundo, Yo soy la puerta,
Yo soy el pastor, el buen pastor, Yo soy la resurrección y la
vida, Yo soy el camino, la verdad y la vida. Y después él hace
la afirmación asombrosa, inescapable, capítulo 8, versículo
58, “Antes que Abraham fuese, YO SOY”, Yo estoy existiendo
eternamente. Jesús no es ningún otro que el gran YO SOY, el
Dios eterno en carne humana. ¿Es importante creer eso?
Escuche esto, Juan 8:24, “A menos de que creáis que YO SOY,
en vuestros pecados moriréis”. ¿Puedo decir eso de otra
manera? Si usted no cree en la deidad del Señor Jesús, usted
se irá al infierno. Así de simple.
Dice usted, ¿acaso todo cristiano tiene fruto? Sí, todo cristiano
tiene fruto. Así es como usted sabe que usted es un cristiano.
¿Qué es fruto? Actitudes justas, anhelos justos, deseos justos,
afectos justos, virtudes justas, conductas justas. Esa es la
manifestación de la vida, y en donde la vida de Dios existe, el
fruto debe de estar ahí, esa es la razón por la que Efesios 2:10
dice que “hemos sido salvos por gracia, mediante la fe, para
buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas”. No puede ser de esa manera, porque
en dónde está la vida de Dios y el alma del hombre, se vuelve
evidente. Eso es lo que dice al final del versículo 8, cuando
usted da mucho fruto, usted prueba ser un discípulo
verdadero.
El Señor le dijo a Moisés, he aquí estas por irte con tus padres,
y escuchen esto, ‘este pueblo se levantará y jugará la ramera
con los dioses extraños de la tierra. Han estado dando vueltas
por cuarenta años, están por entrar a la tierra y Dios dice que
van a jugar a la ramera con los dioses extraños de la tierra.
Van a entrar a idolatría, en medio de los cuales van, y van a
dejarle y van a romper mi pacto que he hecho con ellos.
Entonces mi enojo se encenderá en contra de ellos en aquel
día, y los dejaré y esconderé mi rostro de ellos, y serán
consumidos y muchos males y problemas vendrán sobre
ellos, de tal manera que dirán en aquel día, ¿no es porque
nuestros Dios no está entre nosotros que estos males han
venido sobre nosotros? Pero ciertamente esconderé mi rostro
en aquel día, debido a toda la maldad que harán, porque se
volverán a otros dioses.
Pablo dice esto, “Por esta razón desde el día que lo oímos, no
hemos cesado de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos
de conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría y
entendimiento espiritual, para que andéis de una manera que
es digna del Señor, agradándole en todo, dando fruto en toda
buena obra, e incrementando en el conocimiento de Dios”.
Incrementando. Sabe una cosa, es realmente importante que
haya un incremento. Regrese al versículo 5 de Colosenses 1,
“la esperanza que está establecida para vosotros en el cielo,
que tiene que ver con la verdad, el evangelio ha venido a
vosotros”, versículo 6, así como todo el mundo también, está
constantemente dando fruto, e incrementando inclusive como
ha estado incrementando en vosotros desde el día que lo
oísteis”. Eso simplemente conecta con la idea de que hay
fruto, más fruto, mucho fruto. Pablo está diciéndole a los
colosenses, que, ahora han comenzado a producir fruto, y
está incrementándose. Nunca al punto de satisfacción.
Filipenses, capítulo 3, palabras conocidas, el testimonio de
Pablo quien ciertamente fue fructífero, pero él dijo, “no que lo
haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto, sino que prosigo
para que pueda alcanzar aquello para lo cual también fui
alcanzado por Cristo Jesús. Hermanos, no me considero
habiéndolo ya alcanzado, pero una cosa hago, olvidando lo
que queda atrás, y extendiéndome a lo que está por delante,
prosigo a la meta al premio del supremo llamamiento de Dios
en Cristo Jesús”. Conforme permanecemos en Cristo, y
conforme cedemos a Cristo, y conforme incrementamos en el
conocimiento de Cristo, nuestro fruto se incrementa. Por todo
medio de gracia, por todo medio de gracia, nuestra
permanencia más profunda y más amplia y más elevada y
más rica, y nos volvemos más fructíferos.
Juan 15, es claro, la enseñanza del Señor Jesús. Estas son las
palabras mismas de nuestro Señor. Y claro, sus palabras
dominan los capítulos 13, 14, 15, 16 y 17. Todas esas son
palabras de nuestro Señor en el jueves por la noche de la
semana de la Pasión, la noche antes de su crucifixión, su
última noche en el aposento alto celebrando la Pascua con
sus discípulos. Y durante ese tiempo, él exhibió a Judas como
el traidor. Y dice en el capítulo 13, versículo 30, que “Judas
salió inmediatamente”.
Ahora, dice usted. ¿Cómo es posible que eso pueda ser así?
Bueno, permítame ayudarle. En las cortes romanas, y en las
cortes orientales, como también ahí en el mundo antiguo, la
esclavitud era común. No tenía que ser mala. Para algunas
personas la esclavitud era la mejor de todas las posibilidades,
porque eran cuidados juntos con su familia durante toda su
vida. Muchos de ellos eran tan amados y tan bien cuidados
que podían acercarse a su amo, y decir, ‘me gustaría servirte
de por vida’. En el Antiguo Testamento retrata, colocaban su
oído en contra de un poste, y lo que hacían es que perforaban
el oído, y eso indicaba que este era un esclavo voluntario de
por vida.
¿Por qué es que Dios elige? Bueno, porque ningún hombre por
sí mismo busca a Dios, no podríamos hacer eso. Y, lo que es
más importante, lo hace porque Él es Dios y es para Su gloria.
Escuche a Romanos 11:33, “Oh profundidad de las riquezas
de la sabiduría y el conocimiento de Dios, cuan insondables
son sus juicios, e inescrutables sus caminos.” Acuérdese de
eso, no va a poder entenderlo todo. ¿Quién ha conocido la
mente del Señor? O ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le dio a
Él primero para que le fuera devuelto? ¿Cree usted que usted
hizo algo que obligó a Dios para que Él hiciera algo por usted?
¿Quién ha llegado a hacer eso? ¿Quién se ha ganado esto?
¿Quién en algún momento ha escogido esto y Dios tuvo que
responderle? ¿Quién le dio primero a Él para que Él tuviera que
volverle a pagar, se lo devolviera? No, porque de Él, por Él, y
para Él son todas las cosas, a Él sea la gloria por los siglos de
los siglos. Amén.
Pero creo que, inclusive algo peor que eso, es que la gente
aborrece a Dios y no lo sabe. La gente, en público, oigo a la
gente hablar positivamente de Dios, ‘Dios te bendiga’,
hablando de Dios, gente que aborrece a Dios. ¿Por qué digo
que aborrecen a Dios? porque aborrecen su ley, aborrecen sus
estándares morales, aborrecen las Escrituras, aborrecen la
justicia, y están cómodos con el pecado y la iniquidad. Usted
oye a gente decir, ‘Bueno, sí. Yo amo a Dios y soy cristiano y
vivo esta vida de pecado, de inmoralidad.’ Usted no ama a
Dios, usted no conoce a Dios, usted ha inventado a un dios
que tolera la iniquidad de usted, su iniquidad.
Hay una razón más, una afirmación más que Jesús hace que
es muy importante. Esta el hecho de que nos aborrecen
porque no somos del mundo, nos aborrecen porque
aborrecieron a nuestro Señor, nos aborrecen porque no
conocen a Dios, pero en cuarto lugar y muy importante, nos
aborrecen para cumplir las Escrituras, nos aborrecen para
cumplir las Escrituras. Y no solo esta Escritura, observe el
versículo 25. “Pero esto es para que se cumpla la palabra que
está escrita en su ley” Salmo 69:4. “Sin causa me
aborrecieron.”