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{ “en defensa” | de mi raza” POR MANUEL QUINTIN LAME “Quintin Lame y su lucha por to causa indigena me ‘rece un puesto destacado en la. historia de la Colombia ‘moderna. En él convergen auténticos valores nacionales, por neciéa entendemos la gran mayoria del pueblo colem- Bieno apagads a eu tidrra y ajeno a una “enper-celrwetn- +10” secial artificioec, que tajo ta faloa bandera del “deen rrollo” sigue acaparando las atenciones del gobierno y de la clave dirigente, mientras deja en el elvide las ralces auténticas de la nacioxatidad que sobreviven en el indi ‘yen el mestizo: en el campesino colombiano”, “La vida de Quintin Lams era ws eontmuo desafio a ‘una sociedad que menosprecia los valores telirieos. Era una vida de sufrimientos y desengaiios que no alcané ple- namente 11 fin perseguido; pero me mensaje no solo vi ‘en los corazones de la perseguida raza a la cual portene- ‘cia, Abarea también todo el campesinado colomb{ano se~ diento de tiorras que Ie fueron anrebatedas em ux nese lar procezo de violenta o “legal” enajenacién”. JUAN FRIEDE GROSCAR @ PUBLICACIONES DE LA ROSCA @vosouS Bogotd ~ Colombia Mara Goca El Dapel de la Coca Ww w.mariacoca.org CONTENIDO. Presentacién. Estudio introducterio. Manuel Quintin Lame: luchador e intelectual indigena del Siglo XX. Gonzalo Castillo Cirdenas ‘Material gréfico. Los pensamientos del indio que se educé dentro de las selvas colombianas, Manuel Quintin Lame INTRODUCCION Manuel Quintin Lame: Luchador e Intelectual indigena del siglo veinte Son las once de ta mafiana del siete de Octubre de 1970. Los indigenas van saliendo de una casita marginal del pueblo de Ortega, Tolima, hacia un antiguo cemen- terio situado ¢ tres kilémetros de la poblacién. Van a “rendir honores y homenojes” a la memoria del “Ge- neral” Manuel Quintin Lame Chantre, que habia muer- to en Ortega hacia exactamente tres aitos. A 1a cabeza van lox miembros del Cabildo, que segiin las personas importantes del pueblo, y Tos estudios ofi- clales del gobierno, no existe, Llevan una bandera blan- ca, Detrés siguen ancianos de 65 ¢ 90 axos, “patriotes de la causa indigena”, que acompafiaron a Quintin en sus fragosas botallas reivindicativas en Tolima y Huila, entre 1922 y 1945. A su lado siguen jévenes campesinos, que saben que son indigenas porque asi lo han ofdo de sus padres, y porque ademas cada uno de ellos ha es- cuchado muchas veces al hacendado blanco, o a su ma- yordomo, gritar a su papé, “indio ignorante”, 0 porque algiin domingo, at entrar at pueblo con sus arracaches y plitanos a cuestas, oyeron decir a los blancos, “ahi entran los pobres indiecitos”. La peregrinacion cruza el pueblo a paso largo, sigue el lecho de una quebrada que sirve de camino, vadea Gonzato Cistao C. el rio Ortega por su parte mas Ilana, y asciende una pe- quefia cuesta hasta llegar al antiguo cementerio indige- na Monserrate. AUli, “a pleno sol", dominando el valle de Ortega, el Cabildo y los demés asistentes hacen un circulo alrededor de una cruz negra y alta. El presiden- te hace remembranzas emocionadas, pero sin sentimen- talismo, Explica que alli yace sepultado el gran lucha- dor porque sus enemigos no dejaron enterrarlo en el cementerio de Ortega, ni Mevarlo al Espinal donde el mismo Quintin habla deseado dormir su suefio final. El Secretario (cabello erizado, piel cetrina, dientes li- geramente volados, y asumiendo postura de querrean- te), lee un “discurso” afirmando los derechos de la raza “aboriginaria”, reiterando propésitos de resistencic a la expropiacion y al exterminio, ¢ intercalando pensa- mientos de profundo contenido filoséfico e hist6rico, to- mados de las ensefianzas de Quintin. Al terminor Ia sencilla ceremonia los més viejos se sientan a recordar sus sufrimientas. Todos han coneci- do el insulto, el grito, la humillacién, el hostigamiento, la expropiacién, el desalojo, la persecucién, la cdrcel, el dispero, la muerte de familiares, y cobre todo el ham- bre, experiencias que contintian hasta el dia de hoy para todos las que persisten en “la causa indigenista”. Los jévenes se acercan a la tumba a tocar con sus de- dos las letras blancas, escritas sobre el jondo negro de la cruz, Alguien tee: “Aqui duerme el indio Manuel Quintin Lame Chantre, Octubre 7 de 1967. Fue el hom- bre que no se le umillé a Ia (in) Justicia” (1). Al dis- (1) Mantenemns la forma original de ests frase, tal como ‘se halla en el lagar indiendo (vCase foto), sin corregir su or- tografin. Asi haremos on adelanta con las domés cites on esta ceatudio. Originalmente parece que los indigenas habfan escri- to: “...el hombre que no se le umillé a Ia Justicia”, y luego afiadieron in, en letra muy pequefila. (Véase foto). ML Quneriy Last: Luchador ¢ intelectual xi persarse en pequefios grupos de a cinco y de a tres co- ‘mentan entre si: ;Quintin fue un indio que no se dejé humitlar de tos ricos! La frase escrita sobre la cruz resume bien lo que Quintin significé para tax comunidades indigenas. Pero el texto completo del epitafio acordado por el Cabildo Indigena, ex més explicit “Aqui duerme el Cacique indio Manuel Quintin ‘Lame Chantre; que no se dej6 humillar de ningu- na de las autoridades departamentales, ordinarias, municipales, ni de los ricos, acaparadores, archi- ios, oligarcas, aristécratas, que le ofrecie- ron pagarle sumas de dinero para que abandonara el pleito del resguardo nacional de la tribu de in- digenas de Ortega, y él contesté: soy un defensor a pleno sol ante Dids y los hombres, que defiendo Iss tribus y huestes indigenas de mi,raza de la tio- rra Guanahi: muerta, desposeida, débil, ignorante, analfabeta, abandonada, triste } lastimosamente por la civilizacién"(1A). Indio que no se dejé humiliar de los rieos, y defen- sor insobornable de la raza indigena: eso fue Quintin Lame para los indigenas del Cauca, Narific, Valle, Hui- lay Tolima, Para los terratenientes, y para las autori- dades locales y regionales, en cambio, Quintin Lame fue un “indio ignorante como los demés? (segiin un hacendado de Ortega), el “promotor de una sedicién encaminada a encender une guerra de razes” (segiin el Secretario de gobieriio del Cauca, en 1916). Esta opo- sicién rotunda de apreciaciones refleja el choque entre los intereses de! campesinado indigena del Sudoeste co- Tombiano, que representé Quintin Lame, y tos de la cla- (1A) Acta N* 12, Cabildo do Ortega y parte de Chaps- rral, Octubre 7 de 1967, Archivo del Comité de Defensa del Indio. (En adelante In identificacién de esta fuente serd: Ar- chivo del GDI). xiv Gonzao Casio C. se terrateniente en general representados por las auto~ ridades locates y regionales de los Departamentos men- cionados. Durante medio siglo Quintin Lame imprimié ‘@ ea confrontacién una militaneia tenaz, una forma y ‘un estilo fuertemente anclados en ta identidad histérica indigena, y un contenido cultural y racial que sirvié de minimo ideolégico comtin indispensable para la re- sistencia a la ideotogia de ta civilizacién cristiana occt- dental, que amenaza a los indigenas con el exterminio, Quintin Lame, y la condicién indigena en el Cauca a principios de siglo Quintin Lame, nacié en el Cauca, el 31 de Octubre de 1883 (1B). Miembro de la gran familia de los indigenas Paeces, era heredero de una identidad histérica asocia- da con la resistencia secular al colonizador extranjero, ‘y con la lucha por ta tierra y por ta dignidad, Sus pa- dres y sus tios fueron terrazgueros en la hacienda de San Isidro, municipio de Popaydn. Pero desde su nifiez Quintin cultivd ta tierra en la parcela propia que ad- quirié su padre, Don Mariano Lame, en San Alfon- $0, municipio de Coconuco. No fue pues, indio de par- cialidad. Pero siempre afiord serlo, y toda su lucha pos- terior Ia hizo descansar sobre la realidad social del Res- guardo, y sobre la realidad juridica de los Cabildos in- digenas, que mal que bien, mantenian el retazo de auto- nomia que los indios pudieron salvar de ta Colonia. (1B) Este dato ex tomado de su propio testimonlo, (Véa- P. 1). Es posible ‘que n0 sea exarto, pues lu fecha de nscimiento no es siempre recordads fielmente por indigenas y campesinos, En la parro- quia de Puracé hay una partida de bautismo (libro Nt 13, 25 de Octubre de 3880, y bautizado cl 12 de Diciembre del mis- p. 16) de un niffo de nombre Juan Quintin Lame, nacido el mismp afo. Sus padres son Muriano Lame y Dolores Chantre, los nismos de Manwet Quintin Lame. Es muy probable que se trate de Is misma persona, BM. Quintin Lame: Luchador © intelectual xv Su fama como caudillo indigena cunde por el Depar- tomento det Cauca @ partir de 1910, Dos motivaciones le impulsaron @ la lucha: la expropiecién permanente de las tierras de parcialidad por parte de los colonos, hacendados y empresarios rurales expansionistas y la condicién humillante de semiesclavitud en que vivian los indios terrazgueros y que en la misma o en otras formas perstste hasta el dia de hoy (2). 1. En el Cauca, la presién sobre los resguardos se aventué a fines del siglo pasado con tc decadencia de la aristocracia tradicional (basada en la servidumbre, la esclavitud y la proptedad rural improductiva), y el sur- gimiento de una clase agraria y comercial, de espiritu ‘emprendedor, colonizador y expansionista. Don Ignacio Mufioz, el duefio de ta hacienda San Isidro, y patrin de Quintin Lame y de sus padres, fue uno de los princi- pales exponentes de este nuevo tipo de hombre, “Aun- que habia tenido solo.tres afios de enseRanza, legs a (2) Tecrazgueros o terrajeros son indios sin terra que cultivan parcelss dentro de las haciendas, debiento pagar te- rraje. 0 sea arriondo en forma do dfas'do trabajo para ol patrén, Las patcialidades o tierras de Resguardo, aunque pro- tegidas formalmente por leyes paternalistas en In época de Ia Colonia, estavieron siempre amenazadas de hecho por la dle nimica’ misma del proceso colonizsdor. 1a Repiblica ordend direciamente Is reparticiin de los Resguardos, primero por Decreto del Libertador (Mayo 20 de 1820), y luego por Leyes svcosivae desde 1891 (11 da sctubre) haxts muostror dias (De exeto N? 2117 de Diciembre 6 de 1969). Durante todo el siglo pesado los indigenas estuyieron presionados tanto por Ia via le- gal como de hecho, a ebandonar sus tradicimes comuniteriag, y a exponerse “como nossbres libres en pie de igualdad con todos Kes demis eiudadanos de la Reptblica’, = la expropiacién y al deralojo a manos del més astute o del mas fuerte. La co- Tumna vertebral do Ia Toglslacién indigerista eslombisna en ateria de Resguardos, sigue sends la Ley 89 de 1890, que ‘esegura la cstabilidad’ juridica de los Resquardos, y regia ments su orgaaizaci6a interae. oi Goxzaro Castmto C. imponerse hasta ser el hombre mds rico de todo el Cauca. Llegé a poser haciendas en Pance y Piedra Grande (al sur de Cali), y La Chamba (al norte del ac- tual Departamento del Cauea) hasta lo alto de Ia cor- dillera central, y otras haciendas en diferentes lugares del Departamento, ;En tierras propias de ganaderia Ne- 96 « tener 30.000! ;Solo en la regin de Puraré y San Isidro descuajé 11.000 hectéreas de montafia. 1 (3). La barrera principal que se oponia a ta “inconmensu- rable capacidad de accién”, y al espfritu expansionista de hacendades como Don Ignacio, eran los resguardos, Su reparticién se convirtié entonces en una exigencia del “progreso”. A principios de siglo el General Reyes decreta acelerar las reparticiones, y todos los goberna- dores y alcaldes, en representacidn de los intereses de clase de los terratenientes y comerciantes, se embarcan en una campaiia abierta pare lograrlo en el tiempo mas corto posible. La ley 104 de 1919 jija castigos para los indigenas que “estorben” la reparticién de los resguar- dos, y dicta medidas para que ésta se acelere. 2. Les mismas fuerzas que militan contra la integri- dad de las parcialidades, tienden también a producir dos fendmenos de efectos fatales para el futuro del ‘campesinado indigena: primero, el rompimiento de la cohesiba de los comunidades indigenas, divididas ahora entre los que desean vender su pedazo de tierra, y lox que pretenden mantener la propiedad en mancomiin; y segundo, la produceién en masa de terrazgueros, esto es, de indigenas sin tierra que deben arrimarse a las ha- ciendas en condiciones de semiesclavitud, Un sobrino de Quintin relata asf sus experiencia a principios det siglo: (8) Alvaro Pio Valencia, nitto de Ignacio Mufior. Entre- vista en Popayén, jueves 15 de jullo, 1971, emu Areas det Sudoeste cotombiano dinemisurdes por ta compote de Quintin Lame QUINTIN, LAME: Luchodor ¢ intelectual xvii “A uno le cobraban hasta veinte dias de terraje por solo tener en atrendito unas poguitas cabeci- tas de ganado en unos restrojos pu'allé. Eso era mensual, Asi como algunos eran més considerados cobraban tres dias cada semana. Asi era en todas Jas haciendas; y decian los patrones que el arren- datario que no saliera cada semana a descontar ese terraje pues que se vaya! A unos les ponian Ia obligacién de ir a dejar a Popaydn a Ja espalda un bulto de cinco arrobas de papa, sin bestia, sino a earguco a 1a espalda. Asi fenian que levarlo por cuenta de descontar arrendamiento. A los que es- taban enfermos el terraje no se lo perdonaban, sino que si habla durao dos meses enfermo, pues tonfa que pagar el arrendamiento de los meses que habia estao enfermo, Y si alguno se, resis- tia, pues a piearle los cercos, a echarle gai en las sementeras, y hasta prenderle can aia al rancho” (4). La amarga experiencia de los indios terrazgueros fue una voz de alerte permanente a los indios de parciali- dad, que contribuyé a su wnidad en defenca de los res- quardos. Pero la injluencia decisiva que logré finalnen- te detener la avalancha expansionista de los terrate- nientes fue la campaiia militante de Quintin Lame, Movilizacién indigena y represion oficial iQué experiencias despertaron la conciencia de Quin- tin Lame, y por qué caminos se adentré su espiritu has- ta Uegar al compromiso total con las gentes de su raza, yal nivel mds elevado de lucha por la liberacién indi- gena? Dejamos pare nueva oportunidad el intento de trazar este recorrido de su conciencia, En el presente ensayo introductorio nos limitamas a considerar al cau dillo y defensor indigena ya formaio y militonte, Sus (4) Entrevista con Victor Lame, sobrin de Quintin, vier nes, julio 16, 1971. (Archivo del C. D. 1.) xvlit Gonzo Casto 0. temas de agitactén y sus banderas de lucha surgen de la condicién en que vive el indigena Caucano a princi- pios de siglo, resumida més arriba: 1) Defensa de tas parctalidades y oposicién mititante @ las leyes de division y reparticién de las mismas; 2) Consolidectén det Cabildo indigena como centro de autoridad y base de organizacién; 3) Recuperacién de tierras perdidas a manos de los terratenientes, y desconocimiento de todos los titulos que no se basen en cédules reales; 4) Liberacién de los terrazgueros, mediante la nega- ign a pagar terrafe, o cualquier otro tributo personal; y 5) Afirmacién de los volores culturales indigenas, y rechozo de la discriminacién racial y cultural a que son sometidos los indios colombianos. Sobre estas bases Quintin Lame desarrolla una tarea Infatigable de agitacién y movilizacién indigena, Re- cordando esos tiempos dice un sobrino de Quintin: “EI voltié mucho por aqui. Anduvo mucho por Dinde, Poblazén, Belaleézar, Taz, San Antonio... Daba conferencias a favor de los indios. (Nos en- sefiaba) cémo debiamos manejarnos. Que esto (las ticrras) no era de hacendados, sino de parcialidad. que de Popayén pa'sriba todo era de los indios, pero que los ricos habfan abareado todo, porque nos habian cogido muy ignorantes” (5). La campaiia que comienza en et Cauea habré de ex- tenderse luégo a todo el Sudoeste colombiano, especial- ‘mente a los Departamentos de Tolima y Huila. tin los periédicos de la époce, algunos documen- tos inéditos preservados por el pequefo Cabildo indige- (5) Testimenio de Pedro Lame, en Purscé, Caues, julio 5 de 1971, (Archivo del C.D. 1). A ‘ ' ' i c 4 P t : r M, Quintiy Lase: Luchador « intelectual xix na de Ortega, y principalmente segiin tos testimonios personales de “indigenas luchadores”, se pueden desta- car lor momentos culminantes de esta lucha prolonga- da, entre 1910 hasta la década de 1960, asi: 1. Aiio de 1910: Quintin Lame es elegido, segin su propio testimonio, “Jefe, Representante y Defensor Ge- neral de los cabildos indigenas de Pitay6, Jambalé, To- ribio, Puracé, Poblezén, Cajibio, Pandiguando y algu- nos otros” (6). 2. Aiios de 1914 a 1918: agitacién y movilizeciin ge- neral de los indigenas det Cauca. Fl érito de la ‘eampaiia provoca en la aristocracia de Popayén pri- mero una risa nerviosa, y luégo miedo y rabia. Libera- les y conservadores se unen para perseguir al enemigo comin, a quien et Maestro Valencia llama “asno mon- tés” (7). Las autoridades lo califican de “‘sedicioso”, “in (6) Entrevista publicads en RL Eepeetador, Bogoté, ju- lio 12 de 1924, p, 1. (7) SegGn <1 misme Quintin Lame el Maestro Guillermo Valencia, famoso poeta, y candidato a la presidencia de la repitlica en 1918, fee sa enemigo mis actrrimo entre los aris- ‘Weratas de Popaydn. Tal vex porque Ia rebeldia indigens afec- taba dinetamente loa intereese da mi sioqro, Don Ignacio Mu- fioz, O quizi simplemente por instinto de clase. Esta enemis- tad militante se refleja en Ins anésdotas que corren hasta el dia de hoy entre los indigenas del Cauca, y atin en cfreulos intelectuales de Popay4n. Se dice, por ejemplo, que cuando ‘Quintin fue capturado en 1918, y traféo a Popayén amarrudo ‘3 Ia cola de una muls, al entrar por Ja calle de “el humillade- ro", el Maestro Valencia so acsres para inealtarl, y recibié ‘del indio sedicioso esta respuesta: “Maestro, usted deberfa ser mas caballero!". También se refiere que una de Ins tantas ‘yeoes que Quintin estuyo en el caluboze, Velencia fue hasta alli expresamente para darle “dos trompadas”. Y en su libro Quin- tin afirma que sicndo representantes 4 la Camara cl Maestro Valencia solcité su destisrro de Calombia, a lo que se opto ei Mintstro do. Gobierno, doctor Abedin. Méndez. x Goxzate Castitia C. cendiario”, e “instigador de una lucha racial”. Echan a correr rumores y consejas, haciendo cundir ta alarma. En todos los pueblos de la cordillera y atin en los det Norte del Cauca se afirma al mismo tiempo que Quin~ tin, “esa noche”, va a incendior el pueblo. El informe del Secretario de Gobierno al Gobernador del Cauca correspondiente a 1915, da un ejemplo tipico: “El viernes 11, a las 9:00 p.m, se recibié un te- legrama del Alealde de Inzd en que avisaba que ese mismo dia habia entrado Lame a Mosoto eon 300 hombres; inmediatamente se puso en movi- miento a toda la poblacién; se colocaron avanza- das armadas de machetes, pues no hay armas de fuego, en los puentes y puntos més peligrosos. A ss once de 1a noche hubo una conferencia tele- seitica entre el Alcalde de Inzgy Don Gonzalo iicedo G,, Secretario de esta Alealdia (Belaled- zer), la que presenciaron muchos chudadanos. En 1g eonfereneia manifest6 Don Benjamin, el Aleal- de de Inzd, que sus informes se fundaban en dice- Tes de unos a otros, de manera que no existia una rez6n poderosa para tanta consternacién; pero en et0s dias no se podia decir nada, porque se consi- deraba traidor a quien no asegurara que Lame entraba esa noche ¢ Belalcdzar. En fin, amanecié el die 12 (de Febrero); todos (los guardias voluntarios) amanecidos, trasnocha- dos ¥ mojados, porque lovid...Y iiltimamente, el dia 18, el Gobernador del Departamento nos co- munied que Lame se encuentra tranquilamente en Ja hacienda de San Isidro... y las Comisiones que se habian despachado regresaron informando que os indigenas se encuentran despreocupados, y en- tregados en sus campos a sus labores....” (8). En efecto, no se sabe que durante estos aiios Quintin Lame incendiara o atacara pueblo alguno. Su campaita (8) Informe, Orden Piblico, Popsyén, Imprenia del De- partameto, 1910. M, Quivrix Lanes Luekader © fntelectuat xxi ra fundamentalmente educativa y de orgonizacién. Pero la alarma jue parte de la tictica de los terrate- nientes para lograr la cooperacién de ta poblacién en la persecucién a los indigenas rebeldes, y la captura de Quintin. 3. Mayo 9 de 1915: Quintin cae prisionero en el puen- te “El Cojre”, vietima de una traicién. Segin su propio testimonto estuvo preso un afio exacto on la cércel de Popayén, con grittos en los pies e incomunicado (9). Al principio de su campaia la captura de Quintin Lame hubiera sido poco menos que imposible debido al apoyo indigena. Se sabia que estaba en todas partes, pero no e le encontraba en ninguna. Las autoridades se que- jaban de que “los indigenas encubren todo aquello (las actividades de Quintin), y presten a Lame esmerado servicio de espionaje, a la par que propalan especies falsas y diversas respecto a su peradero” (10). No era solo Lame el insurrecto, sino casi todo el campesina- do indigena del Cauca. {Como se explica entonces la inseguridad permanente que vivié Quintin a partir de 1916, y que habia de alejarlo definitivamente del Cauca ‘en 1922? Las razones parecen hallarse en un informe de la Gobernacién que dice: “A don Pio Collo, indigena de prestigio en Tierradentro y que no apoyaba a Lame, interesé la Gobernacién, dvide de restablecer la tran- quilidad, para que contribuyera al mantenimiento del orden, y a infundir en los indigenas el respeto y acata- (9) Véanse sus memorias, mis adelante cn cate mismo volumen. No fue esta In primera, ni seria Ia ditima ver que Quintin estuvo en Ia cArcel. A partir de 1918 estuvo pre- s© cuatro afios en el Cauca. Hasta 1989 y solo en el Tolima habia estado 108 veces prose. En totol, tal vez mis de 200 veces en las cfresles de Popayin, Silvia, Pesto. Neiva, Orte- 1, El Gunmo, Thagné, y Rogot. (10) Secretario de Gobierno del Cauea, Informe de orden piblco, Inprenta del Departamento, 1917. aii Goxzain Casto C. ‘miento a lax autoridades legitimas. Otro tanto se hizo con los Reverendos Padres Misioneros de esas regio- nes” (11). De este informe se desprende que el fomento de la delacién remunerada entre les indigenas y el concur- $0 eficaz de los sacerdotes, fueron técticas que rindieron resultados positivos ¢ inmediatos a ta policia, 4. Noviembre 12 de 1916: masaere de indigenas en Inzé, Cautea, con saldo de siete muertos y dieciocho he- ridos entre hombres, mujeres y nifios. El ataque de ta Policia se produjo cuando Quintin Lame y su cortejo asistion @ un bautizo, Quintin denuneié este crimen on Mensaje dirigido “a los altos poderes” de Bogoté (12), responsabilizando principalmente a los misioneros La- zaristas: “Uno de los Padres guid a las compafifas que nos y ordenaba que mataran indios, que 05 no eran cristisnos. El mismo Padre hacia col- gar de los arboles a los indios que cafan pristone- Tos hasta hacerlos confesar en qué sitio me en- contraba yo” (13), 3. Enero de 1920: Fundacién del Supremo Consejo de Indias, en Natagaima, Tolima. Lo preside José Gon- zalo Séxchez, que habia sido secretario de Quintin Lame en el Cauca, y quien lo precede en el Tolima. Par- ticipan delegaciones indigenas de Natagaima, Coyaima, Velti, Yeguara, Ortega, Caguén y delegados det Cauca. © (Ui) Informe sobre orden piblico, Secretario de Gobier- 20, Poparin, 101%, Imprente Departemental, (22) “Por mi desrenturada Rasa", Menssjo co afenuel Quintin Tame a los Altos Pedetws. EY Bspectador, encro 2 de 1922, y. (18) Et Espectador, julio 12 de 1924, reportaje de Marie hero, en Bogot, j § ‘M. Quivriy Lom: Luehedor « intelectual xxitt Segrin Sanchez, et Consejo se organiz6 “con et exclusive y justo fin de proteger, amparar y defender en todas ‘sug partes, los derechos y propiedades territoriales de las tribus indigenas existentes en el territorio de ta Na- cién”. Ademés, por medio de reclamaciones y peticio- nes... el Consejo ce proponia “defender de hecho y de derecho, les personas y bienes de la Raza Indigena, que desde 1a Conquista hasta hoy, cruel y constantemente hha venido siendo explotada por los Yamados civilizados, hijos de los conquistadores europeos” (14). 6. De 1920 a 1930: agitacién y movilizacién indigene en los Departamentos del Tolima y Huila, Antes de 1920 la poblacién indigena del Sur del Tolima habia conocido ya cierto grado de agitactén, Sus renchos cam pesinos habian criado voceros y abanderados de su cau- sa, siendo el més notable de todos el indio Eutiquio Ti- ‘moté, de la vereda de Santa Marta, en el municipio de Coyaima, quien fue trovador revolucionario de vereda en vereda, y profundo intelectual de la causa popular colombiana, Negando a ser candidato a la Presidencia de la Repiiblica por el Partido Comunista en 1934, Pero a partir de 1920 el movimiento campesino indigena se dinamiza con Ia actividad de José Gonzalo Sinchez y Manuel Quintin Lame (144). En efecto, al salir de la edrcel de Popaydn a fines de 1919 (7) Quintin Lame orienta su rostro hacia el Tolima, ¥ en 1922 sienta definitivamente sus reales en ese Departamento, La (44) “Montfestacion indigens = tos tres altos pederes pa- blicos... y al Gobierno Eelesiéstico™, EU Eeptetador, Bogut, Agosto 22 de 1922, p. 6 (4A) Estos dos eamidillos caueanoa habrin de trabajar jantos hasta fines de est d’eads, cuando detido a discrepan- eae estratpicas, Séuches ss separaré de) Lame para unirse ‘ul Partido Comuninta en compatia y por Influencia de Iyua- cio. Torres. Giraldo y» Maria Cano.. Lome, en cambio tomar fen sus maros le bandera indigenisia en toda la regién, Primera phaina det manuccrito original que ae publica nda eclnt¢ em ete tro, Oledrene (a Mall ‘ealigrafia Florentine Moreno Bi. que te sirvid de umo- Smee Quam kane Bl apaiicrae) we thraiaede’el de diciembre de 1999,

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