Está en la página 1de 16

Introducción

La solución de conflictos surge como un proceso en el Derecho Internacional que busca la conciliación de
intereses de los diferentes actores de las Relaciones Internacionales. Cuando el conflicto surge en el
Derecho Internacional Público, puede solucionarse a través de un litigio cuyas vías de solución sea un
medio diplomático, jurisdiccional o violento. En tanto, los conflictos de orden Internacional Privado, son
resueltos por un juez nacional bajo cuya competencia se encuentra determinar las leyes aplicables a dicho
conflicto. Este medio autocompositivo tiene a su vez tres tipos de proceso, tales como la mediación, la
conciliación y la transacción, y el arbitraje.

El arbitraje ofrece solución a la solución de conflictos en el derecho interno, ya que aparecen en él


problemas como el de la concepción de la soberanía o el que surge a partir del ámbito subjetivo de la
desconfianza, pero que determina en buena medida la decisión de recurrir a una instancia internacional.
En dicho sentido, son la mediación, la conciliación y el proceso arbitral limitan los problemas anteriores
otorgando una mayor confiabilidad y equidad en la resolución de los litigios.

El arbitraje, puede entenderse entonces como un proceso que involucra la participación activa tanto de las
partes como del conciliador o mediador. De él se estima se trata de un proceso de litigio comercial en el
cual se pretende un medio de solución de controversias en el que las partes acuerdan resolverlo a través
de un tribunal arbitral.

1. Qué es el arbitraje
1.1 Definiciones
El arbitraje se define como uno de los medios de solución alternativa de controversias. Entendiendo a éste
como un medio heterónomo, bajo el cual un tercero decide sobre la resolución, a diferencia de los
anteriores en donde existe una participación activa tanto de las partes como del conciliador o mediador.
De él se estima se trata de un proceso de litigio comercial en el cual se pretende un medio de solución de
controversias en el que las partes acuerdan resolverlo a través de un tribunal arbitral. Éste último, puede
estar compuesto por uno o varios árbitros. El procedimiento se sigue conforme lo convengan las partes.

Silva, citando al maestro Barrios Angelis enumera algunas definiciones: el arbitraje puede considerarse
como una facultad, poder o derecho de los árbitros de emitir su laudo como derecho de arbitrar. Como
derecho al arbitraje, es también una facultad de los sujetos privados de someterse a sujetos del mismo
carácter; y se reconoce a su vez como un poder encarado como función pública encomendada a los
árbitros, y como una acción del árbitro efectuada al pronunciarse en este tipo de medio de solución de
controversias.

Se refiere el término también, al juicio, procedimiento, o proceso arbitral o bien, a aquellas actividades
realizadas tanto por los árbitros como sus partes. Una definición más lo señala como el juicio y los actos
que antecedente al arbitraje, y finalmente como una institución que vincula todos los aspectos referidos a
dicho juicio 1.

Por su parte, el arbitraje comercial impone procedimientos que se basan en cuatro elementos
fundamentales:
1) La existencia de una controversia
2) La solución de éste que proviene de un tercero particular, no de una autoridad.
3) La decisión final la cual no está sujeta a apelaciones.
4) Una decisión vinculatoria más no sugestiva.

La Ley Modelo UNCITRAL, indica que el arbitraje es “cualquier procedimiento arbitral de carácter
comercial, con independencia de que sea o no una institución arbitral permanente ante la que se lleve a
cabo”2.

Se considera un arbitraje de tipo internacional si cumple con las normas previstas por la Comisión de las
Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional3, que son:

1
SILVA SILVA JORGE ALBERTO, Arbitraje Comercial e Internacional en México, Editorial Oxford,
México,2001, 2ª Edición. P. 20.
2
FRANCISCO GONZÁLEZ DE COSSIO, Arbitraje, editorial Porrúa, México, 2004, Págs. 19-20.
3
Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI sobre Arbitraje Comercial
Internacional, Washington, D.C. P. 2.

1
1) Las partes en un acuerdo de arbitraje tienen, al momento de la celebración del acuerdo, sus
establecimientos en Estados diferentes, o bien,
2) Uno de estos lugares está situado fuera del Estado en el que las partes tienen sus establecimientos:
a) El lugar del arbitraje, en el caso de que se haya determinado en el acuerdo de arbitraje o a través de
algún arreglo.
b) El lugar del cumplimiento de una parte sustancial de las obligaciones de la relación comercial o el
lugar con el cual el objeto del litigio tenga una relación más estrecha.
c) Las partes han convenido expresamente en que la cuestión objeto del acuerdo de arbitraje está
relacionada con más de un Estado.
En el caso de que una de las partes tenga más de un establecimiento, se tomará en cuanta el que tenga una
relación más estrecha con el acuerdo de arbitraje.
D) Si se da el caso que una parte no tiene ningún establecimiento, se toma en cuenta su residencia
habitual.

La definición que reconoce la CNUDMI es la siguiente “arbitraje" significa cualquier arbitraje con
independencia de que sea o no una institución arbitral permanente la que haya de ejercitarlo.

El arbitraje puede entenderse como la alternativa que ofrecen las cortes nacionales para dirimir
controversias. Sin embargo, para su existencia es necesario un marco regulatorio que controle y de
efectividad a la figura en el ámbito interno como externo. Dicho marco ha de dar efecto al acuerdo
arbitral, a su procedimiento, y ala ejecución del resultado que es el laudo arbitral 4.

1.2 Tipos de arbitraje


A) Arbiraje Ad hod
La Ley Modelo de la CNUDMI describe ampliamente lo que define a los procesos arbitrales Ad Hoc. Es
pertinente diferenciarlo del arbitraje institucionalizado, el cual se practica precisamente por una
institución de un árbitro autorizada de conformidad con una Ley y que ha sido elegido las partes en el
convenio arbitral o con posterioridad a éste.

B) Arbitraje Institucionalizado o por medio de Órganos conciliadores


En el arbitraje institucional, la institución que se ha designado por las partes, queda obligada a la
administración del éste en la forma prevista por la ley que norme a dicha institución arbitral, es el caso
que se acaba de citar en el caso de la OMC, que tienen la alternativa de aceptar al Órgano de Solución de
Controversias (OSC), o en su defecto, sólo informar a este que se han de someter a un órgano arbitral
externo acordado por las partes.

Así, todo Tratado, o Acuerdo Comercial, generalmente incluye cláusulas que ofrecen la alternativa a las
partes del arbitraje ad hoc o institucional. El primero es entonces aquel en el que las partes contratantes no
han pactado someter la organización y administración del arbitraje a institución arbitral alguna, de modo
que son las partes las que regulan los aspectos relativos a éste, y en defecto de ello, lo hacen los árbitros
por éstas elegidos. Por ejemplo, destaca dentro de los órganos, el Órgano de la Cámara de Comercio
Internacional, (CC), cuyo comité de conciliación se integra por tres miembros, cada uno asignado para
casos distintos. El mismo está organizado por la Comisión Administrativa de conciliación, con integrantes
que se designan para operar dos años, por cada comité nacional entre los nacionales residentes en París 5.

Por otra parte, quien concilia debe tener características especiales, ser además persona distinta del
juzgador, ya que de ese modo se ofrece una postura imparcial basada en propuestas claras y tendientes a
la solución del conflicto.

2. Historia del arbitraje en México


2.1 Arbitraje en México
Dentro de la lógica del rechazo inicial del arbitraje y su posterior introducción al derecho mexicano, no es
sino hasta los años 70 que se pone atención al tema y se inicia la discusión sobre éste por los juristas con
mayor énfasis. Demetrio Sodi, citado por Silva6, refiere que en 1907 se publicó un estudio de Miguel
Bolaños Cacho y Manuel Olivera Toro “proponiendo se estableciera en México un tribunal privado de
arbitraje”, mismo que fue bien recibido por algunos juristas.

4
FRANCISCO GONZÁLEZ DE COSSIO, Arbitraje, editorial Porrúa, México, 2004, Pág. 2.
5
JORGE ALBERTO SILVA SILVA, Op. Cit., pág. 13.
6
J. SILVA, Op. cit. Pág. 52.

2
Aunque aún antes, Pablo Zayas en el siglo XIX realiza un estudio del tema referido al Código de
Procedimientos Civiles. En ambos casos, había una concepción idéntica del arbitraje, ya que se le tenía
como similares el proceso arbitral y al jurisdiccional, debido a ello la figura del juez era sustituida por la
del árbitro, aunque en la actualidad dicha imagen ya no es útil. Finalmente, destacan también las obras de
Humberto Briseño Serra, José Luis Sequeiros, Rodolfo Cruz Miramontes, Julio C. Treviño y Carlos
Arellano García.

En México existe por supuesto una relación jurídica entre el derecho interno y el marco de normas
internacionales, pueden reconocerse como fuentes primarias:
1) El derecho convencional internacional
2) El derecho interno legislado
3) El derecho derivado de la autonomía de la voluntad, tal como la lex mercatorum, y en este caso, las
reglas de procedimientos implantadas por órganos distintos a los legislativos de cada Estado, así como la
Ley UNCITRAL.

El arbitraje en México está contemplado en varias normas:

- Código de comercio
- Código Federal de procedimientos civiles
- Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal
- Código de Procedimientos Civiles para cada entidad Federativa7.

1.1.1 Jurisprudencia
Antes de la firma de la Convención de Nueva York, en materia jurisprudencial pueden reconocerse
precedentes judiciales después de 1930. Son resoluciones que inician la discusión sobre el arbitraje, y
éstas indican que le poder judicial no se oponía a él. La mayoría de las sentencias indican la
improcedencia del juicio de amparo contra actos de los árbitros, incapacidad de los albaceas para someter
al arbitraje los negocios de la sucesión, el plazo para tramitar el juicio arbitral, la competencia de los
árbitros para conocer de la nulidad del acuerdo arbitral, efectos que produce el laudo arbitral, etc.

Es también común que tales resoluciones tengan fidelidad a las teorías contractualistas sobre la naturaleza
de la figura arbitral. En una de ellas el legislador cita que: “la finalidad buscada por el legislador al crear
la institución de jueces árbitros fue la de descongestionar a los tribunales ordinarios de aquellos negocios
que no pudieran resolverse”. Lo anterior sin duda dista mucho de la concepción y la verdadera intención
del legislador, que posteriormente parece reivindicarse ya con antecedentes más importantes en el
derecho internacional.

Así, desde de la Convención de Nueva York algunas resoluciones la consideran ya como base de
interpretación y aplicación. El Instituto Mexicano de Comercio Exterior en 1984 tenía en su trámite 154
quejas, más 330 anteriores y 209 casos entre 1984 y 1985 por laudos o convenios entre partes que eran
auspiciados por dicha Comisión8.

De acuerdo a lo expuesto, los Convenios en materia de reconocimiento y ejecución de sentencias o laudos


arbitrales, se caracterizan por no ser obligatorios de acuerdo a los principios de los tratados, quedan a
libre adhesión y a un principio de reserva de acuerdo a los intereses de cada Estado. Como se ha visto,
para que una sentencia sea reconocida y ejecutada la Convención de Nueva York establece que haya
requisitos de forma y de fondo, como el hecho de que la sentencia tenga un carácter definitivo o de cosa
juzgada, que el juez que conoce de ésta tenga la capacidad para sentenciar en la materia, que el objeto de
la misma haya podido resolverse por un laudo arbitral, y que además, la parte demandada haya podido
ejercer en tiempo y forma sus derechos.

Por otro lado, los Estados que pueden adherirse a este tipo de tratados pueden presentar reservas a las
materias que están dispuestos a reconocer, en el caso de México, la convención interamericana establece

7
CRUZ BARNEY, Oscar, Historia de la jurisdicción mercantil en México, México, Porrúa, 2006, 336 páginas.

8
Cfr. J. SILVA, Op. cit. págs. 53-54.

3
materias como las obligaciones de tipo civil, el comercio, por lo que México establece su reserva sólo
reconociendo las sentencias de tipo patrimonial9.

Finalmente, otro aspecto importante es que las leyes internas son las que determinan las formalidades que
se habrán de cumplir en el proceso de petición, así como la autoridad competente para realizarla, en el
caso de México pueden ser los jueces federales o de orden común.

2.2 Jurisprudencia: un caso


Regto: 189,345
Tesis aislada
Materia(s): Civil
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Julio de 2001
Página: 1107
Tesis: I.3o.C.231 C

ÁRBITRO. SUS RESOLUCIONES SON ACTOS DE AUTORIDAD, Y SU EJECUCIÓN LE


CORRESPONDE AL JUEZ DESIGNADO POR LAS PARTES. Para la ejecución de un laudo
arbitral es preciso la mediación de un acto realizado por un órgano jurisdiccional que, sin quitarle la
naturaleza privada, asume su contenido, de modo que el laudo es ejecutable por virtud del acto
jurisdiccional, que sólo es el complemento necesario para ejecutar lo resuelto por el árbitro, ya que el
laudo es una resolución dictada por el árbitro que dirime la controversia suscitada entre las partes , con
calidad de cosa juzgada y constituye título que motiva ejecución, ante el Juez competente que debe
prestar los medios procesales necesarios para que se concrete lo resuelto en el laudo. Por lo tanto, el laudo
es una resolución que tiene los atributos de inimpugnabilidad, inmutabilidad y coercibilidad, sólo que la
eficacia y realización concreta de lo condenado quedan siempre al Juez competente designado por las
partes o el del lugar del juicio. El árbitro carece de la facultad de hacer cumplir, ante sí, el laudo que
emitió, porque no tiene la potestad o imperium, que es uno de los atributos de la jurisdicción y que es
inherente a los órganos jurisdiccionales del Estado. Ello implica que el árbitro carece de la fuerza del
Estado para hacer efectiva la condena, pero el laudo en sí mismo no está despojado de los atributos de la
cosa juzgada, puesto que la facultad de decidir la controversia es una delegación hecha por el Estado a
través de la norma jurídica, y sólo se reserva la facultad de ejecutar. El Juez ante quien se pide la
ejecución de un laudo dictado por un árbitro, para decretar el requerimiento de pago, únicamente debe y
puede constatar la existencia del laudo, como una resolución que ha establecido una conducta concreta,
inimpugnable e inmutable y que, por ende, debe provenir de un procedimiento en el que se hayan
respetado las formalidades esenciales del procedimiento, y que no sea contrario a una materia de orden
público. (El subrayado es nuestro.)

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 1303/2001. Constructora Aboumrad Amodio Berho, S.A. de C.V. 8 de marzo de 2001.
Unanimidad de votos. Ponente: Neófito López Ramos. Secretaria: Lina Sharai González Juárez 10.

3. Tratados Internacionales
3.1 Convenciones
En el ámbito internacional se realizaron dos convenciones de la Haya en 1899 y 1907, las dos llamadas
Convenciones de la Haya para la Resolución Pacífica de Controversias Internacionales, mismas que
dieron origen a la Corte Permanente de Arbitraje que tiene vigencia actualmente.

La Convención de 1899 fue de suma importancia derivada de la Primera Conferencia Internacional sobre
la Paz, en ella se resolvió promover la solución pacífica de las controversias, buscando establecer un
tribunal permanente, lo que posteriormente se retomó en la segunda convención del mismo tema, en
1907. La presencia de las organizaciones como la Cámara de Comercio fueron siempre de gran relevancia
en la materia del arbitraje, ya que al establecerse la Cámara de Comercio Internacional en 1919 portó la
9
Cfr. CRUZ BARNEY, Oscar, Ibidem.
10
Los casos fueron extraídos de la CANACO, en su sección de arbitraje. http://arbitrajecanaco.com.mx/index.php?
option=com_content&task=view&id=72&Itemid=81

4
voz de la comunidad empresarial internacional, base fundamental para que en 1923 se creara la Corte
Internacional de Arbitraje para desarrollar un marco para un sistema arbitral independiente y neutral para
la resolución de controversias en dicha materia. La CCI desde entonces ha sido relevante para promover
el arbitraje internacional11.

Tal como se observa, la evolución del arbitraje presenta avances y retrocesos, y es sólo hasta la segunda
mitad del siglo XX cuando se aprecia la importancia de éste debido a la dinámica económica y comercial.

Lo que pretenden tales instrumentos es el reconocimiento internacional de los acuerdos y laudos, pueden
citarse como los primeros instrumentos multilaterales para la regulación de la ejecución de laudos
arbitrales extranjeros. Aunque desde el fundamento teórico eran aceptables, en la práctica se encontraron
con el problema de doble exequátur, debido a que para que un laudo arbitral fuera ejecutado en una
jurisdicción nacional se requería demostrar que éste era el final en el país de origen.

Lo anterior implicaba una orden que permitiera que el juez del país de origen autorizara u ordenara su
ejecución, proceso en el cual se daba oportunidad a que la parte afectada por la determinación llevara a
cabo otros procesos para desestimar la resolución. Al mismo tiempo, se complicaba la ejecución ya que la
parte favorecida tenía la carga de la prueba para demostrar en el país donde se pretendía se ejecutara el
laudo, que las condiciones para la ejecución que estaban implícitas en la Convención de 1927 se
cumplían.

Además, la parte que buscaba la ejecución del laudo debía demostrar que la constitución que el tribunal y
el procedimiento como tal se habían conformado con el derecho del lugar del arbitraje. Tales conflictos
terminaron con la homologación de los procesos y aceptación de la convención de Nueva York.

La regulación que proviene del derecho convencional internacional como se sabe, es la de mayor
jerarquía aunque toca a cada Constitución reconocerle o no. Las convenciones internacionales tienen por
objetivo armonizar los sistemas jurídicos al respecto, y para codificar en el mismo sentido las reglas sobre
arbitraje. Destacan entre las Convenciones sobre el tema:

- La Convención sobre el Reconocimiento y Ejecución de las Sentencias Arbitrales Extranjeras o


Convención de Nueva York.
- Convención Interamericana sobre Arbitraje comercial Internacional, o Convención de Panamá.
- Convención Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos Arbitrales
Extranjeros o Convención de Montevideo.

Convención de Nueva York


El arbitraje internacional tiene por objetivo la resolución de controversias en materias de derecho privado,
sin embargo, las sentencias que de este proceso derivan, no tienen carácter de obligatorias, aunque en la
práctica de las relaciones jurídicas y particularmente en el comercio, se hace necesario un compromiso
voluntario para facilitar la aplicación de dichas sentencias en otros Estados. Por lo mismo, los Convenios
respecto al reconocimiento y aplicación de laudos y sentencias arbitrales están presentes desde principio
de siglo.

En este trabajo se expone la Convención de Nueva York sobre la materia de laudos y su aplicación, así
como el caso particular de México, y la adhesión a la Convención Interamericana sobre la misma materia.

En ella, se entiende por laudo arbitral a las resoluciones que se dictan en materia mercantil por árbitros
nombrados para casos determinados, además de las que dictan los órganos arbitrales permanentes
reconocidos por las partes12.

Por otro lado, se llama reconocimiento exequátur, y es el proceso por el cual un laudo internacional es
reconocido por otro país en el que no se realizó la sentencia. Se hace a partir de una petición de
reconocimiento u homologación, cuyos requisitos son impuestos desde la ley del país en el que se
pretende se reconozca el laudo13.

11
Cfr. F. DE COSSIO, Op. Cit. Pág. 2.
12
SARA FELDESTEIN Y LEONARDI HEBE, Arbitraje. Abeledo, Buenos Aires, 1998, págs. 42-43.
13
Cfr. SARA FELDESTEIN Y LEONARDI HEBE, Idem.

5
La Cámara de Comercio Internacional en 1951 realizó un proyecto para un nuevo documento
internacional sobre sentencias arbitrales. El resultado fue la Convención de Nueva York de 1958, cuyo
ámbito de aplicación es el Reconocimiento y Ejecución de las sentencias arbitrales en un tercer estado, es
decir, en uno diferente del que se reconoce la sentencia.

En este otro estado (o estados parte) se pide tanto el reconocimiento como la ejecución de dicha
sentencia. Al mismo tiempo, para que esto sea posible tiene que existir previamente un juicio arbitral, y
que de éste derive una sentencia del mismo tipo (arbitral), o laudo, además de que los árbitros que se
nombra para tal efecto, sean personas u órganos de tipo permanente.

Sin embargo, el texto no especifica el caso entre contratos internacionales que relacionan jurídicamente a
gobiernos y entidades privadas, sólo se refiere a las sentencias que tienen origen en diferencias entre
personas naturales o jurídicas, es decir, no hace diferencia entre personas del derecho público y privado 14.

El artículo 2 es de suma importancia, ya que indica que cada uno de los Estados parte se obligan a
reconocer la autoridad de una sentencia arbitral, y en consecuencia tienen que realizar su ejecución a
partir de los principios que su misma legislación impone.

Al Estado le corresponde la libertad de determinar qué autoridad es la competente para reconocer y llevar
a cabo dicha ejecución, y el proceso que se sigue corresponde también a sus normas internas.

Al mismo tiempo, cuando se realiza este proceso de orden de derecho privado internacional, no se puede
causar más gastos que los que corresponden al arbitraje nacional. Esto para que las sentencias arbitrales
no enfrentaran trabas de tipo económico o administrativo para ejecutarse.

Ahora bien, también el Convenio expone un principio de reciprocidad que más adelante se ejemplifica
con el caso de México. En él existe la reserva respecto a la reciprocidad, porque el Convenio puede
limitarse a la aplicación del reconocimiento y ejecución de sentencias arbitrales o laudos que se hayan
dictado sólo en el territorio de un Estado contratante. Es decir, que las sentencias pueden ser reconocidas
sólo por dos Estados contratantes y no en cualquiera.

Requisitos de reconocimiento
Para que un laudo arbitral pueda ser reconocido en otro Estado, el que pide el reconocimiento debe
presentar el documento original autenticado de la sentencia, o una copia de esta con los requisitos que la
ley del país en el que está pidiendo el reconocimiento determine. Además, para que la autoridad a la que
corresponde hacer la homologación ejecute tal sentencia, se tiene que verificar si es una sentencia real,
existente y auténtica. Hay que señalar que esta autenticación depende básicamente de las normas jurídicas
de cada país. También es obligatorio que exista una traducción al idioma del país en cuestión.
Por otro lado, un laudo puede no ser reconocido debido a que el acuerdo arbitral sea inválido, no se haya
cumplido el proceso determinado por la ley local, que el laudo se haya dictado fuera de un proceso
legítimo, o que hubiera irregularidades cuando se constituyó el tribunal del que procedió la sentencia, o
bien, cuando éste tuviera un carácter no obligatorio, así como la existencia de una solicitud de suspensión
del mismo.

Ahora, por parte de la autoridad local puede aceptar homologar la sentencia si el objeto de la sentencia
puede ser solucionado por arbitraje, o bien, rechazarlo cuando el reconocimiento a una sentencia vaya en
contra del orden interno de ese país.

También la homologación puede negarse cuando la parte en contra de quien se dictó sentencia, demuestra
que no había competencia de las autoridades para hacerlo, o que no tiene validez a partir de la ley a que se
sometió el caso en el país de la sentencia.

Por otra parte, los esfuerzos internacionales actuales tienden a que las sentencias arbitrales no tengan que
pasar por el proceso de homologación o exequátur, y que la parte sólo presentando el fallo a un juez del
país en que se pide el reconocimiento, verifique sólo que ese fallo se haya dictado de acuerdo con las
reglas del país de origen, es decir, se evita todo el proceso en el que nuevamente las autoridades de otro
país tienen que verificar si es válida o no la sentencia para reconocerla.
14
Cfr. Convenio sobre el reconocimiento y ejecución de las sentencias arbitrales extranjeras. Nueva York, USA, 10 de junio de
1958. En: HUMBERTO BRISEÑO SERRA, Op. Cit. Pág. 89.

6
B) Tratados de Libre Comercio
Los Tratados Comerciales en materia de arbitraje, se someten a los principios de la Ronda de Uruguay,
especialmente al documento “Entendimiento Relativo a las Normas y Procedimientos por los que se Rige
la Solución de Diferencias”.

El Artículo 25 del citado documento, cita que un procedimiento rápido de arbitraje en la OMC como
medio alternativo de solución de diferencias facilita la resolución de algunos litigios que tienen por objeto
aspectos bien definidos por ambas partes.

De esta forma, la OMC reconoce que salvo disposición encontrario de este documento, el recurso de
arbitraje está sujeto al acuerdo mutuo entre las partes, mismas que tienen la facultad de convenir el
procedimiento a seguir. El acuerdo debe notificarse a todos los miembros con antelación suficiente a la
iniciación efectiva del proceso arbitral15.

Por otro lado, se indica en el artículo 25, que sólo pueden constituirse en parte del procedimiento arbitral
otros miembros, si las partes en cuestión están de acuerdo con ello. Así, las partes ya en este proceso,
deben de convenir acatar el laudo arbitral, mismos que deben ser notificados a la OSD y al Consejo o
Comité para que esté enterado de los acuerdos, sobre los que cualquier Miembro pueda plantear cualquier
asunto que se relacione con ellos.

Aquí debe entenderse que el proceso arbitral juega un papel externo en la Organización Mundial de
Comercio, es decir, ésta tiene al Órgano de Solución de Diferencias como el principal para resolver éstas.
Sin embargo, las partes a instancia propia pueden resolver que se someterán a un proceso arbitral por su
parte, y sin hacer uso del OSD. Por ello es pertinente que den notificación al órgano.

3.2 Instituciones Internacionales de Arbitraje


De acuerdo a Jorge Alberto Silva Silva16, el comercio internacional encuentra el fundamento jurídico del
arbitraje para dar solución a las controversias surgidas en este contexto. Sin embargo, el arbitraje
internacional tiene muchas dificultades a diferencia del interno, ya que se interponen la distancia entre los
países, los idiomas, la diversidad cultural, y la intervención en diverso grado de los Estados
correspondientes.

Las leyes internacionales como las normas internas son las siguientes:
A) Derecho Convencional Internacional
- Convención sobre el Reconocimiento y Ejecución de las Sentencias Arbitrales Extranjeras.
- Convención Interamericana sobre Arbitraje Comercial Internacional
- Convención Interamericana sobre Eficacia Extraterritorial de las Sentencias y Laudos Extranjeros.
- Convención entre los Estados Unidos Mexicanos y el reino de España sobre Reconocimiento y
Ejecución de Sentencias y Laudos Arbirales en Materia Civil y Mercantil.

B) Codificación interna
Correspondiente a cada país

C) Reglas derivadas de la autonomía de la voluntad


- Reglas de procedimiento de los centros internacionales de arbitraje
- Ley Modelo a arbitraje Comercial17.

3.2 Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional


La Ley Modelo de la CNNUDMI, es otra de las normas internacionales que pretende la concertación de
una forma homóloga de abordar el proceso arbitral.

15
Artículo 25. Entendimiento Relativo a las Normas y Procedimientos por los que se Rige la Solución de Diferencias. Organización
Mundial de Comercio.

16
JORGE ALBERTO SILVA SILVA, Arbitraje Comercial e Internacional en México, Editorial Oxford, México,2001, 2ª Edición,
pág. 22.
17
JORGE ALBERTO SILVA SILVA, Ibidem, pág. 23.

7
La Ley tiene su ámbito de aplicación en el arbitraje comercial, aunque sin perjuicio, aclara de cualquier
otro tratado multi, o bilateral vigente en el Estado en cuestión. Las disposiciones, excepto los artículos 8,
9, 35 y 36, son de aplicación exclusiva si el lugar de arbitraje está dentro del territorio de ese Estado.

Inicialmente se refiere a la forma, es decir, cómo se han de recibir las comunicaciones escritas. Así,
exceptuando cuando hay una cuerdo expreso de las parte, la citada Ley, se considera recibida toda
comunicación escrita si ha sido entregada personalmente al destinatario o bien, si se entrega en su
establecimiento, residencia habitual o domicilio postal. Sin embargo, cuando no se descubra, dice la ley
“tras una indagación razonable”18, ninguno de los lugares anteriores, se considera como recibida toda
comunicación escrita que haya sido enviada al último establecimiento, residencia habitual o domicilio
postal conocido del destinatario si se envía carta certificada o cualquier otro medio que deje constancia
del intento de entrega.

Asimismo, la comunicación se considera recibida el día en que se haya realizado tal entrega. Sin
embargo, lo anterior no se aplica en comunicaciones habidas en un procedimiento ante un tribunal.

Renuncia al derecho a objetar


La Ley indica que la parte que prosiga el arbitraje conociendo que no se ha cumplido alguna disposición
de la misma, de la que las partes puedan apartarse o algún requisito del acuerdo de arbitraje y no sea
expresada alguna objeción sin demora injustificada o, si se existe un plazo para hacerlo, dentro de ese
plazo, entonces se entiende que ésta renuncia a su derecho a objetar.

Alcance de la intervención del tribunal


La Ley CNUDMI, limita la intervención de algún tribunal, exceptuando cuando la misma lo disponga.
Cuando así sucede, es cada Estado el que especifica la asistencia de tribunales en determinadas funcione y
supervisión.

Acuerdo de arbitraje
Definición y forma del acuerdo de arbitraje
La Ley define al Acuerdo de arbitraje como al acuerdo por el que las partes deciden someter a arbitraje
todas las controversias o ciertas controversias que hayan surgido o puedan surgir entre ellas respecto de
una determinada relación jurídica, contractual o no contractual. El acuerdo de arbitraje puede adoptar la
forma de una cláusula compromisoria incluida en un contrato o la forma de un acuerdo independiente 19.

Respecto a la forma, se establece que éste debe constar por escrito, es decir, cuando esté consignado en un
documento firmado por las partes o bien, en un intercambio de cartas, o algún otro medio, lo importante
aquí es que se deje constancia de ello, que también puede estar representado en por un intercambio de
escritos de demanda y contestación.

Acuerdo de arbitraje y demanda en cuanto al fondo ante un tribunal


Por otro lado, queda establecido que el tribunal al que se someta un litigio sobre un asunto que es objeto
de un acuerdo de arbitraje debe enviar a las partes al arbitraje si lo solicita cualquiera de éstas, como
límite al momento de presentar el primer escrito sobre el fondo del litigio, excepto que se compruebe que
ese acuerdo es nulo, ineficaz o de ejecución imposible. Cuando ya se ha entablado la acción arbitral, ésta
se puede proseguir o dictar un laduo en tanto, el asunto se encuentra en proceso ante el tribunal. 20

Acuerdo de arbitraje y adopción de medidas provisionales por el tribunal


Se considera compatible dentro de un acuerdo arbitral, cuando una parte antes de las actuaciones
arbitrales, o durante el proceso, solicite a un tribunal la adaptación de medidas cautelares provisionales no
que sean concedidas por el tribunal

El artículo 10 de la Ley CNUDMI, se refiere al número de árbitros, por lo que cita que:
- Las partes pueden determinar libremente el número de árbitros.

18
Artículo 3. Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI sobre
Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. P. 5.
19
Artículo 7. Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI sobre
Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. P. 7.

20
Articulo 8. Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI sobre
Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. P. 7.

8
- Si no se llega a un acuerdo al respecto, los árbitros serán tres.

Respecto al nombramiento, exceptuando si hay acuerdo previo de las partes, la nacionalidad de una
persona no debe ser obstáculo para que ésta funja como árbitro.

A su vez, las partes pueden acordar el procedimiento para el nombramiento del árbitro o los árbitros.
Pero, si no hay acuerdo, si se trata de arbitraje con tres árbitros, cada parte nombrará un árbitro y los dos
árbitros restantes deben nombrar al tercero. Ahora bien, si una parte no nombra al árbitro dentro de los
treinta días posteriores a que ha recibido el requerimiento de la otra parte, o si se da el caso de que los dos
árbitros no se ponen de acuerdo sobre el tercer árbitro dentro de los treinta días contados desde su
nombramiento, la designación será hecha, a petición de una de las partes, por el tribunal u otra autoridad
competente conforme al artículo 6 ya citado.

Cuando es el caso de de arbitraje con árbitro, si las partes no se ponen de acuerdo sobre la designación del
árbitro, éste debe ser nombrado, a petición de cualquiera de las partes, por el tribunal u otra autoridad
competente conforme al artículo 6.

Por otro lado, cuando en un procedimiento de nombramiento convenido por las partes:
“a) una parte no actúe conforme a lo estipulado en dicho procedimiento, o
b) las partes, o dos árbitros, no puedan llegar a acuerdo conforme al mencionado
procedimiento, o
c) un tercero, incluida una institución, no cumpla una función que se le confiera en dicho
procedimiento, cualquiera de las partes puede solicitar al tribunal u otra autoridad
competente conforme al artículo 6 que adopte la medida necesaria, a menos que en el
acuerdo sobre el procedimiento de nombramiento se prevean otros medios para
conseguirlo21.

Las decisiones que provienen de las previsiones anteriores son inapelables,


Motivos de recusación
Cuando a una persona se le comunique su posible nombramiento como árbitro tiene la obligación de
revelar todas las circunstancias que puedan dar lugar a dudas justificadas acerca de su imparcialidad o
independencia. Además, el árbitro, desde el momento de su nombramiento y durante todas las actuaciones
arbitrales, revelará puntualmente tales circunstancias a las partes, a menos que ya les haya informado de
ellas.

Asimismo, un árbitro sólo puede ser recusado si existen circunstancias que den lugar a dudas justificadas
respecto de su imparcialidad o independencia, o si se da el caso de que éste no posee las cualificaciones
convenidas por las partes. En el mismo sentido, una parte sólo puede recusar al árbitro nombrado por ella,
o en cuyo nombramiento haya participado, por causas de las que haya tenido conocimiento después de
que ha sido efectuada la designación.

Procedimiento de recusación
También, como en otros casos, las partes tienen la libertad de acordar libremente el procedimiento de
recusación de los árbitros. En cambio, si no hay acuerdo, la parte que desee recusar a un árbitro enviará al
tribunal arbitral, dentro de un plazo de quince días siguientes después de que se tenga conocimiento de la
constitución del tribunal arbitral o de cualquiera de las circunstancias citadas, un escrito en el que expone
los motivos que dan origen a la recusación. Sin embargo, excepto cuando es el árbitro recusado el que
renuncio o que acepte la otra parte acepte la recusación, se asistirá al tribunal arbitral para que determine
sobre ésta.

En el caso de que no prospere la recusación, la parte recusante puede pedir, dentro de los treinta días
siguientes al recibo de la notificación de la decisión de rechazo de la recusación, al tribunal u otra
autoridad competente, ya citada, que decida sobre la procedencia de la recusación. En tal caso la decisión
es inapelable. Sin embargo, en tanto la petición está en curso, el tribunal arbitral, e incluso el árbitro
recusado, pueden proseguir las actuaciones arbitrales, así como dictar un laudo.

Falta o imposibilidad de ejercicio de las funciones


21
Artículo 11, Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI sobre
Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. P. 8.

9
La Ley contempla el caso de que un árbitro esté impedido de jure o de facto para llevar a cabo sus
funciones, cuando no haya ejercido su función, éste cesará en su cargo si renuncia o si las partes acuerdan
su remoción. En caso contrario si hay un desacuerdo respecto a lo anterior, cualquiera de las partes puede
solicitar del tribunal u otra autoridad competente, una decisión que declara la cesación del mandato, la
cual es inapelable.

En el caso de que sea el árbitro el que renuncie a su cargo o una de las partes acepta la terminación del
mandato de uno de los árbitros, esto no se considera como aceptación de la procedencia de ninguno de los
motivos mencionados

Nombramiento de un árbitro sustituto


Cuando un árbitro cese en su cargo por las causas anterior, o bien esté en el caso de renuncia por
cualquier otro motivo o de remoción por acuerdo de las partes o de expiración de su mandato por otra
causa, se debe nombrar un sustituto de acuerdo al mismo procedimiento por el que se designó al árbitro
que se va22.

Competencia del tribunal arbitral


Existe en un tribunal arbitral, la propia facultad para decidir acerca de su competencia, así, la Ley
CNUDMI indica que el tribunal arbitral estará facultado para decidir acerca de su propia competencia, así
como respecto a las excepciones relativas a la existencia o a la validez del acuerdo de arbitraje. Por ello,
una cláusula compromisoria que forme parte de un contrato se considerará como un acuerdo
independiente de las demás estipulaciones del contrato. Asimismo, la decisión del tribunal arbitral de que
el contrato es nulo no entrará ipso jure la nulidad de la cláusula compromisoria.

En tanto, la excepción de incompetencia del tribunal arbitral debe oponerse a más tardar en el momento
de presentar la contestación. En este caso, las partes no se verán impedidas de oponer la excepción por el
hecho de que hayan designado a un árbitro o participado en su designación.

Además, la excepción basada en que el tribunal arbitral ha excedido su mandato deberá oponerse de
inmediato en tanto se plantee durante las actuaciones arbitrales la materia que supuestamente exceda su
mandato. A su vez, el tribunal arbitral puede en las situaciones anteriores, presentar una excepción
presentada más tarde si considera justificada la demora.

Éste también puede decidir las excepciones anteriores, como cuestión previa o en un laudo sobre el fondo.
Si, como cuestión previa, el tribunal arbitral se declara competente, cualquiera de las partes, dentro de los
treinta días siguientes al recibo de la notificación de esa decisión, puede solicitar del tribunal competente
conforme a la posibilidad de elección de un tribunal, que ya se describió al principio de este escrito, que
resuelva la cuestión, tal resolución de ese tribunal será inapelable; en tanto, esté en trámite la solicitud 23,
entonces el tribunal arbitral puede proseguir sus actuaciones y dictar un laudo, como se ha previsto en
otros casos.

Facultad del tribunal arbitral de ordenar medidas provisionales cautelares


Excepto cuando existe un acuerdo opuesto de las partes, el tribunal arbitral podrá, a petición de una de
ellas, ordenar a cualquiera de las partes que ésta adopte las medidas provisionales cautelares que el
tribunal arbitral considere respecto del objeto del litigio. El tribunal arbitral puede exigir de cualquiera de
las partes una garantía apropiada en conexión con esas medidas.

Sustanciación de las actuaciones arbitrales


Trato equitativo de las partes
Uno de los principios de la Ley CNUDMI, es que debe tratarse a las partes con igualdad y darse a cada
una la oportunidad de hacer valer sus derechos.

Determinación del procedimiento

22
Artículo 15. Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI sobre
Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. P. 10.
23
Artículo 16. Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI sobre
Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. Pp. 10 y 11.

10
De acuerdo a los principios de la Ley CNUDMI; las partes tienen libertad para acordar el procedimiento a
que se deba ajustar el tribunal arbitral en sus actuaciones. Cuando no se llega a un acuerdo, el tribunal,
dirigir el arbitraje como considere adecuado. Dice la citada ley que esta facultad conferida al tribunal
arbitral incluye la de determinar la admisibilidad, la pertinencia y el valor de las pruebas.

Lugar del arbitraje


Respecto al sitio donde se lleva a cago el arbitraje, se plantea que las partes pueden determinar libremente
el lugar del arbitraje. En caso de no haber acuerdo al respecto, el tribunal arbitral determina el lugar del
arbitraje, en relación a las circunstancias del caso, e incluso en función de la conveniencia de las partes.

También el Tribunal puede acordar reunirse en cualquier lugar que considere apropiado para llevar a cabo
deliberaciones entre sus miembros, para oír a los testigos, a los peritos o a las partes, o para examinar
mercancías u otros bienes o documentos24.
Iniciación de las actuaciones arbitrales
Siempre y cuando las partes no acuerden otra cosa, las actuaciones arbitrales respecto a una controversia
se inician en la fecha en que el demandado haya recibido el requerimiento de someter esa controversia a
arbitraje25.

Idioma
También están el libertad las partes, para acordar el idioma o idiomas que se utilicen en las actuaciones
arbitrales. Si no hay acuerdo, el tribunal arbitral determina el idioma o idiomas que se usarán, también
pueden ser determinadas por el tribunal por sí mismo.

Por otro lado, el tribunal puede ordenar que cualquier prueba documental vaya acompañada de su
traducción al idioma o idiomas convenidos por las partes o determinados por el tribunal arbitral 26.

Demanda y contestación
En el plazo convenido por las partes o que haya sido determinado por el tribunal arbitral:
1) El demandante debe alegar los hechos en que se funda la demanda, los puntos controvertidos y el
objeto de la demanda.
2) El demandado debe responder a los extremos alegados en la demanda, a menos que las partes hayan
acordado otra cosa respecto de los elementos que la demanda y la contestación deban necesariamente
contener.
3) Las partes pueden aportar, al formular sus alegaciones, todos los documentos que consideren
pertinentes o hacer referencia a los documentos u otras pruebas que vayan a presentar 27.

En el curso de las actuaciones arbitrales, se dice que cualquiera de las partes puede modificar o ampliar su
demanda o contestación, a excepción de que el tribunal arbitral considere improcedente esa alteración en
función de la demora con que se ha hecho.

Audiencias y actuaciones por escrito


Exceptuándose también si hay acuerdo previo de las partes, el tribunal arbitral debe decidir si se van a
celebrar audiencias para la presentación de pruebas o para alegatos orales, o si las actuaciones se
sustanciarán sobre la base de documentos y demás pruebas. Aunque, a menos que las partes hayan
convenido no celebra audiencias, el tribunal arbitral celebrará dichas audiencias en la fase apropiada de
las actuaciones, a petición de una de las partes.

Se establece también que se debe notificar a las partes con suficiente tiempo la celebración de las
audiencias y las reuniones del tribunal arbitral para examinar mercancías u otros bienes o documentos.

24
Artículo 20. Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI sobre
Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. P. 12.
25
Artículo 21. Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI sobre
Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. P. 12.
26
Artículo 22. Artículo 20. Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI
sobre Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. P. 12.
27
Artículo 23. Artículo 20. Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI
sobre Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. Pp. 12 y 13.

11
Así también, de todas las declaraciones, documentos o demás información que una de las partes ofrezca al
tribunal arbitral se da copia a la otra parte. También se ponen a disposición de ambas partes los peritajes o
los documentos probatorios en los que el tribunal arbitral pueda basarse al adoptar su decisión.

Rebeldía de una de las partes


Nuevamente, a excepción de que las partes se hayan puesto de acuerdo al respecto, en el caso de que sin
que haya sido invocada una causa suficiente, el demandante no presente su demanda, entonces el tribunal
arbitral da por terminadas las actuaciones.

Así mismo, cuando el demandado no presente su contestación, el tribunal arbitral continuará las
actuaciones, sin que dicha omisión se considere por sí misma como una aceptación de las alegaciones del
demandante.

Si se da el caso de que una de las partes no comparezca a una audiencia o no presente pruebas
documentales, entonces el tribunal arbitral puede continuar las actuaciones y dictar el laudo basándose en
las pruebas de que éste disponga.

Nombramiento de peritos por el tribunal arbitral


El artículo 26 de la Ley de la CNUDMI, refiere que el tribunal arbitral tiene la capacidad de nombrar uno
o más peritos para que le informen sobre materias concretas que determinará el mismo tribunal arbitral.
También puede solicitar a cualquiera de las partes que de al perito toda la información pertinente o que le
presente para su inspección todos los documentos, mercancías u otros bienes pertinentes, o le proporcione
acceso a ellos.

Si se da el caso de que una parte lo solicite o cuando el tribunal arbitral lo considere necesario, el perito,
después de la presentación de su dictamen escrito u oral, debe participar en una audiencia, misma en la
que las partes tienen oportunidad de hacerle preguntas y de presentar peritos para que informen sobre los
puntos controvertidos.

Asistencia de los tribunales para la práctica de pruebas


En la Ley se considera que el tribunal arbitral o cualquiera de las partes con la aprobación del mismo,
puede pedir la asistencia de un tribunal competente de este Estado para la práctica de pruebas. Aquél
tribunal puede atender dicha solicitud dentro del ámbito de su competencia y de acuerdo con las normas
que le sean aplicables sobre medios de prueba28.

Pronunciamiento del laudo y terminación de las actuaciones


El artículo 28 del capítulo IV de la multicitada ley indica las normas aplicables al final del litigio.

Normas aplicables al fondo del litigio


Así, es obligación del tribunal decidir el litigio en base a las normas de derecho elegidas por las partes
como aplicables al fondo del litigio. Se entiende que toda indicación del derecho u ordenamiento jurídico
de un Estado determinado se refiere, excepto que se diga lo contrario, al derecho sustantivo de tal Estado
y no a sus normas de conflicto de leyes29.

Si se da el caso de que las partes no indiquen la ley aplicable, el tribunal arbitral aplica la que determinen
las normas de conflicto de leyes que estime aplicables. Se señala también que el tribunal arbitral debe
decidir ex aequo et bono o como amigable componedor sólo si las partes le han autorizado expresamente
a hacerlo así. En cualquier caso, el tribunal arbitral debe decidir con arreglo a las reglas del contrato y
tendrá en cuenta los usos mercantiles aplicables al caso.

Adopción de decisiones cuando hay más de un árbitro


Recuérdese que se mencionó el caso de que se eligió más de un árbitro, es esta situación, la ley indica que
toda decisión del tribunal arbitral se adopta, excepto acuerdo de las partes, por mayoría de votos de todos

28
Artículo 27. Artículo 20. Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI
sobre Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. P. 14.
29
Artículo 28. Artículo 20. Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI
sobre Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. P. 14.

12
los miembros. Aunque en realidad, el árbitro presidente puede decidir cuestiones de procedimiento, si así
lo autorizan las partes o todos los miembros del tribunal.

Transacción
Puede darse la situación de que durante las actuaciones arbitrales, las partes llegasen a una transacción
que resuelva el litigio, entonces el tribunal arbitral da necesariamente por terminadas las actuaciones y, en
el caso de que lo pidan ambas partes y el tribunal arbitral no se opone, se hace constar la transacción en
forma de laudo arbitral en los términos convenidos por las partes.

En este sentido, el laudo en los términos convenidos se dicta con arreglo a lo dispuesto en el artículo 31
que se explica a continuación, y se hará constar en él que se trata de un laudo. Dice la Ley CNUDMI que
dicho laudo tiene la misma naturaleza y efecto que cualquier otro laudo dictado sobre el fondo del litigio.

Forma y contenido del laudo


El artículo 31, expresa que el laudo se dictará por escrito y será firmado por el árbitro o los árbitros.
Cuando se trata de actuaciones arbitrales con más de un árbitro son suficientes las firmas de la mayoría de
los miembros del tribunal arbitral, si se deja constancia de las razones de la falta de una o más firmas.

Asimismo, se refiere la ley a que el laudo del tribunal arbitral debe ser motivado, a menos que las partes
hayan convenido en otra cosa o que se trate de un laudo pronunciado en los términos convenidos por las
partes. En este debe registrarse la fecha en que ha sido dictado y el lugar del arbitraje determinado, y el
laudo se considerará dictado en ese lugar.

Una vez que se ha dictado el laudo, el tribunal lo notifica a cada una de las partes a través de la entrega de
una copia firmada por los árbitros.

Terminación de las actuaciones


Dice el artículo 32 de la CNUDMI 30, que las actuaciones arbitrales terminan con el laudo definitivo o por
una orden del tribunal arbitral. En tal caso, el tribunal arbitral ordena la terminación de las actuaciones
arbitrales cuando:
1) El demandante retire su demanda, a menos que el demandado se oponga a ello y el tribunal arbitral
reconozca un legítimo interés de su parte en obtener una solución definitiva del litigio.
2) Las partes acuerden dar por terminadas las actuaciones.
3) El tribunal arbitral compruebe que la prosecución de las actuaciones resultaría innecesaria o
imposible31.

Por otro lado, el tribunal cesa sus funciones cuando terminan las actuaciones arbitrales, excepto cuando
sea necesaria la corrección e interpretación del laudo y laudo adicional. De acuerdo a ello, dentro de los
treinta días siguientes a la recepción del laudo, excepto acuerdo de otro plazo por las partes, cualquiera de
las partes puede, tras notificar a la otra, pedir al tribunal arbitral que corrija en el laudo cualquier error de
cálculo, de copia o tipográfico o cualquier otro error de naturaleza similar.

En cambio, si lo acuerdan las partes, cualquiera de ellas podrá, con notificación a la otra, pedir al tribunal
arbitral que d é una interpretación sobre un punto o una parte concreta del laudo.

Respecto a lo anterior, si el tribunal arbitral cree justificado el requerimiento, lleva a cabo la corrección o
da la interpretación dentro de los treinta días siguientes a la recepción de la solicitud. En este caso, la
interpretación formará parte del laudo.

Además, el tribunal arbitral puede corregir cualquier error de los anteriores, por su propia iniciativa
dentro de los treinta días siguientes a la fecha del laudo. Salvo que las partes acuerden otra cosa, dentro de
los treinta días siguientes a la recepción del laudo, cualquiera de las partes, con notificación a la otra
parte, puede pedir al tribunal arbitral que dicte un laudo adicional en relación a las reclamaciones
formuladas en las actuaciones arbitrales, pero que han sido omitidas del laudo.

30
Artículo 32. Artículo 20. Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI
sobre Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. P. 16.
31
Artículo 23. Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI sobre
Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. P. 16.

13
Si el tribunal arbitral acepta la petición, dicta el laudo adicional dentro de sesenta días. Sin embargo, el
tribunal puede prorrogar el plazo para la corrección, o para la interpretación, o para dictar un laudo
adiciona.

Impugnación del Laudo


También es posible que haya una petición de nulidad como único recurso contra un laudo arbitral, que es
la única forma de actuación en contra que existe. El laudo arbitral sólo puede ser anulado por el tribunal
que se cita en el artículo 6, en los casos de que:
1) La parte que interpone la petición pruebe.
2) Una de las partes en el acuerdo de arbitraje estuviera afectada por alguna incapacidad, o
que dicho acuerdo no sea válido en virtud de la ley a que las partes lo han sometido, o si
nada se hubiera indicado a este respecto, en virtud de la ley de este Estado.
3) Que no ha sido debidamente notificada de la designación de un árbitro o de las
actuaciones arbitrales o no ha podido, por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.
4) Que el laudo se refiere a una controversia no prevista en el acuerdo de arbitraje o
contiene decisiones que exceden los términos del acuerdo de arbitraje; pese a que, si las
disposiciones del laudo que se refieren a las cuestiones sometidas al arbitraje pueden
separarse de las que no lo están, sólo se pueden anular estas últimas.
5) Que la composición del tribunal arbitral o el procedimiento arbitral no se han ajustado al
acuerdo entre las partes, salvo que dicho acuerdo estuviera en conflicto con una
disposición de esta Ley de la que las partes no pudieran apartarse o, a falta de dicho
acuerdo, que no se han ajustado a esta Ley.
b) El tribunal compruebe que, de acuerdo a la ley de este Estado, el objeto de la
controversia no es susceptible de arbitraje, o bien, que el laudo es contrario al orden
público de este Estado32.

Se establece que la petición de nulidad no puede formularse después de transcurridos tres meses contados
desde la fecha de la recepción del laudo o, si la petición se ha hecho con arreglo al artículo 33, es decir,
desde la fecha en que esa petición haya sido resuelta por el tribunal arbitral.

Si a un a tribunal se le solicita la anulación de un laudo, éste se encuentran en facultad de suspender las


actuaciones de nulidad, cuando tenga derecho y cuando así lo solicite una de las partes, por un plazo que
determine para dar al tribunal arbitral la oportunidad de reanudar las actuaciones arbitrales o de adoptar
cualquier otra medida que a juicio éste elimine los motivos para la petición de nulidad.

3.3 Reconocimiento y ejecución de los laudos


Un laudo arbitral cuyas actuaciones han sido llevadas en cualquier país, tiene carácter de vinculante, y
después de la petición de una petición por escrito al tribunal competente debe ser ejecutado en
conformidad con las disposiciones mencionadas, y del artículo 36 que se explica adelante 33.

Por otro lado, la parte que invoque un laudo o pida su ejecución tiene la obligación de presentar el
original debidamente autenticado del laudo o copia debidamente certificada del mismo, y el original del
acuerdo de arbitraje o copia debidamente certificada del mismo. Y si el laudo o el acuerdo no está
redactado en un idioma oficial de ese Estado, la parte debe presentar una traducción debidamente
certificada a ese idioma de esos documentos.

Motivos para denegar el reconocimiento o la ejecución


El artículo 36 se refieren a cuándo se puede denegar el reconocimiento del laudo:
1) A instancia de la parte contra la cual se invoca, cuando esta parte pruebe ante el tribunal competente
del país en que se pide el reconocimiento o la ejecución, que una de las partes en el acuerdo de arbitraje
estaba afectada por alguna incapacidad, o puede darse el caso de que dicho acuerdo no es válido en virtud
de la ley a que las partes lo han sometido, o si nada se hubiera indicado a este respecto, en virtud de la ley
del país en que se haya dictado el laudo, o bien, que la parte contra la cual se invoca el laudo no ha sido

32
Artículo 34. Artículo 20. Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI
sobre Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. P. 17.

33
Artículo 35. Artículo 20. Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI
sobre Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. P. 18.

14
debidamente notificada de la designación de un árbitro. También, cuando de las actuaciones arbitrales o
no ha podido, por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.

El otro caso es que el laudo se refiere a una controversia no prevista en el acuerdo de arbitraje o contiene
decisiones que exceden los términos del acuerdo de arbitraje; no obstante, si las disposiciones del laudo
que se refieren a las cuestiones sometidas al arbitraje pueden separarse de las que no lo están, se puede
dar reconocimiento y ejecución a las primeras.

O bien, que la composición del tribunal arbitral o el procedimiento arbitral no se han ajustado al acuerdo
celebrado entre las partes o, en defecto de tal acuerdo, que no se han ajustado a la ley del país donde se
efectuó el arbitraje; el otro caso se da cuando el laudo no es aún obligatorio para las partes o ha sido
anulado o suspendido por un tribunal del país en que, o conforme a cuyo derecho, ha sido dictado ese
laudo.

2) Cuando el tribunal compruebe que, según la ley de este Estado, el objeto de la controversia no es
susceptible de arbitraje; o que el reconocimiento o la ejecución del laudo serían contrarios al orden
público de este Estado.

Finalmente, el artículo 36 también indica que si se ha pedido a un tribunal la nulidad o la suspensión del
laudo, el tribunal al que se pide el reconocimiento o la ejecución podrá, si lo considera procedente,
aplazar su decisión y, a instancia de la parte que pida el reconocimiento o la ejecución del laudo, puede
también ordenar a la otra parte que dé garantías apropiadas.

Conclusiones

Un conflicto es la oposición que surge de la relación entre dos partes, misma que puede derivar de su
naturaleza social, ideológica, política o económica, así como de sus intereses. El conflicto entraña una
relación que se establece por la naturaleza o circunstancias de las partes, y bajo la cual surge la
confrontación de fuerzas, grupos, personas o intereses.

Existen medios de solución de controversias como el arbitraje comercial internacional que tiene en la
actualidad una gran difusión. Es el medio más utilizado para resolver las diferencias jurídicas que surgen
de las relaciones comerciales internacionales.

El arbitraje idealmente, es perfectamente neutral ya que no administra justicia en nombre de ningún


Estado, como ya se ha mencionado anteriormente, sino que su nombramiento y poderes proceden
precisamente del acuerdo arbitral, y su imparcialidad se encuentra garantizada si se adoptan precauciones
como la nacionalidad de los árbitros, el ordenamiento que deben aplicar o la sede en que han de actuar.
En él se reconoce la libertad de las partes para elegir a los árbitros permite que el nombramiento recaiga
en personas dotadas de una alta preparación, superior a la normal, para resolver los complejos problemas
jurídicos, económicos o técnicos que frecuentemente plantea el desarrollo del comercio internacional. En
el arbitraje las partes elijen un procedimiento adecuado a sus intereses y necesidades como pueden ser
fiscales comerciales, de tiempo, y bajo un orden confidencial que cumple con ser más económico y
expedito.

Por último, existen dos tipos de arbitraje: el arbitraje Ad Hoc, el cual se practica precisamente por una
institución de un árbitro autorizada de conformidad con una Ley y que ha sido elegido las partes en el
convenio arbitral o con posterioridad a éste, y el arbitraje institucional, practicado por una institución que
se ha designada por las partes, la cual queda obligada a la administración del éste en la forma prevista por
la ley que norme a dicha institución arbitral.

15
Bibliografía

CRUZ BARNEY OSCAR, Historia de la jurisdicción mercantil en México, México, Porrúa, 2006, 336
páginas.

GONZÁLEZ DE COSSIO FRANCISCO, Arbitraje, editorial Porrúa, México, 2004.

FELDESTEIN SARA Y HEBE LEONARDI, Arbitraje. Abeledo, Buenos Aires, 1998.

SILVA SILVA JORGE ALBERTO, Arbitraje Comercial e Internacional en México, Editorial Oxford,
México,2001, 2ª Edición.

Legislaciones y Tratados

Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI
sobre Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. P. 2.

Convenio sobre el reconocimiento y ejecución de las sentencias arbitrales extranjeras. Nueva York,
USA, 10 de junio de 1958. En: HUMBERTO BRISEÑO SERRA, Op. Cit. Pág. 89.

Entendimiento Relativo a las Normas y Procedimientos por los que se Rige la Solución de Diferencias.
Organización Mundial de Comercio.

Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Ley Modelo de la CNUDMI
sobre Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C. P. 5.

Ley Modelo de la CNUDMI sobre Arbitraje Comercial Internacional, Washington, D.C.

Referencias electrónicas
CANACO, arbitraje. http://arbitrajecanaco.com.mx/index.php?
option=com_content&task=view&id=72&Itemid=81

16

También podría gustarte