UN VISTAZO A LOS SUPERMERCADOS
Little Jack Horner
Sat in a corner,
Eating a mincemeat pie.
He stuck in his thumb
And pulled out a plum,
And said, «What a good boy am I!»*
Cancién popular
Plegaria para recitar en el supermercado
That God of ours, the Great Geometer
Does something for us here, where He hath put
(If you want to put it that way) things in shape,
Compressing the little lambs in orderly cubes,
Making the roast a decent cylinder,
Faring the ellipsoid of a ham,
Getting the Juncheon meat anonymous
In squares and oblongs with the edges beveled
Or rounded (streamlined, maybe; for greater speed).
Praise Him, He hath conferred aesthetic distance
Upon our appetites, and on the bloody
‘Mess of our birthright, our unseemly need,
Imposed significant form. Through Him the brates
Enter the pure Euclidean kingdom of number,
* El pequetio Jack Homer / sentado en un rincén / comfa pastel de carne. /
Metié un pulgar / y sac6 una ciruela / y dijo: «jQué buen chico soy!» (N. del ed.)
189Free of their bulging and blood-swollen lives
They come to us holy, in cellophane
Transparencies, in the mystical body,
That we may look unflinchingly on death
As the greatest good, like a philosopher should.*
Howarp Nemgrov!
El autoservicio
El lugar sagrado del sistema moderno de produccién de alimentos
es el supermercado. Una cadena de supermercados es un imperio de
logistica que gobierna y regula los feudos mds pequefios de la industria
alimentaria, como el dominio del comisionista sobre el agricultor o el
del distribuidor sobre el comisionista. Con sus decisiones y su estrecha
supervisién en cada paso en la cadena de productos, el departamento
de compras de un supermercado puede despedir a los campesinos més
pobres de Sudafrica, cambiar el destino de los cafetaleros en Guatemala
o trastornar la produccién de las plantaciones de arroz en Tailandia.
Los supermercados son inventos patentados y, como todas las inno-
vaciones, respondieron a una necesidad especffica en el momento y en
el lugar en que fueron concebidos: a principios del siglo xx en Estados
Unidos, una época de abundancia sin igual. Las ruedas de la industria
estadounidense giraban rapido, y los productos manufacturados surgian
en cantidades cada vez mayores, eran empaquetados y colocados en los
estantes para la creciente poblacién urbana. Los industriales estaban
preocupados porque, de hecho, se estaba produciendo demasiado y los
* Dios Nuestro Sefior, el Gran Geémetra / nos brinda su ayuda ordenando
/ (por asi decirlo) las cosas por su forma, / comprimiendo corderitos en cubos
igualitos, / transformando el asado en un cilindro perfecto, / convirtiendo el
jamén en un elipsoide, / embutiendo la anénima came / en cuadrados y for-
mas oblongas de aristas suaves / 0 redondeadas (aerodinamicas, para més
velocidad). / Sea alabado, porque El doté de distancia estética / nuestros ape-
titos, e incluso el sangriento / caos de nuestro alumbramiento, esa indecorosa
necosidad, / impuso una forma significativa. / Gracias Le sean dadas / por ha-
ber hecho ingresar a las bestias / en el reino euclidiano de los ntimeros, / libe-
randolas de sus vidas ensangrentadas ¢ hinchadas / y nos legan santificados
envueltos en celofén / transparente, cuerpos misticos, / a fin de que podamos
mirar impavidamente la muerte / como el mayor de los bienes, /,como lo harfa
un fildsofo. (N. del ed.)
190msumidores no podfan comprar lo suficientemente rapido para
=sorber el aluvién de mercancias. Ademas, existfa una inquietud para-
a por el hecho de que, incluso si los consumidores podian permitir-
comprar, no lo harfan por la simple razon de que no lo necesitaban.
s:endo-bajar.el.precio, Para las empresas de supermercados de princi-
ios del siglo xx, hacer eso era un desafio, dado que el margen de
ancias ya era exiguo.
Una manera de lidiar con la encrucijada de costo y precio era apro-
thar las economfas de escala. Cuanto mayor era Ja empresa, mayor
$2 poder para negociar rebajas en el precio que pagaba por unidad. Pero
xo existian corporaciones dedicadas exclusivamente a la venta al deta-
2 de alimentos que fuesen lo suficientemente grandes para hacer eso.
=] gran tamaii era privilegio de las corporaciones manufactureras y de
cxensporte. Los gigantes del mundo agricola corporativo de finales del
lo xix y principios del xx eran principalmente las procesadoras y las
distribuidoras de alimentos, no los vendedores al detalle. Una empre-
sa de transporte, la Atlantic & Pacific Tea Company (hoy mas conocida
como A&P), se dio cuenta de que se podfa generar dinero no sdlo al