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EL DESAFIO DE LA COBERTURA SANITARIA UNIVERSAL

La Cobertura Sanitaria Universal significa que todas las personas pueden


acceder a los servicios de salud que necesiten, cuando y donde los necesiten,
sin verse en dificultades económicas por ello. Esto incluye la gama completa de
servicios de salud esenciales, desde la promoción de la salud hasta los servicios
de prevención, tratamiento, rehabilitación y cuidados paliativos.

Cada país debe seguir un camino diferente para lograr la cobertura sanitaria
universal y debe decidir qué coberturas ofrecer en función de las necesidades
de su población y de los recursos de que disponga. Sin embargo, la importancia
del acceso a los servicios de salud y a la información como derecho humano
básico es universal.

Para que la Salud para Todos sea una realidad, es necesario que todas las
personas tengan acceso a servicios de alta calidad que velen por su salud y por
la de sus familias y comunidades. A tal fin, es esencial contar con trabajadores
de la salud cualificados que presten una atención de calidad y centrada en las
personas, y con responsables políticos comprometidos con la inversión en la
cobertura sanitaria universal.

La Cobertura Sanitaria Universal se deberá basar en una sólida atención primaria


de salud centrada en la persona. Los buenos sistemas de salud están arraigados
en las comunidades a las que prestan servicios. Se centran no solo en la
prevención y el tratamiento de enfermedades y trastornos, sino también en la
colaboración para mejorar el bienestar y la calidad de vida.

Para sentar las bases de la cobertura sanitaria universal, la OMS recomienda


reorientar los sistemas de salud hacia la atención primaria. La cobertura sanitaria
universal es una prioridad estratégica de la OMS, que se ha fijado el objetivo de
lograr que mil millones más de personas se beneficien de ella de aquí a 2025.

En los países con sistemas de salud frágiles nos centramos en la asistencia


técnica para desarrollar las instituciones y los servicios nacionales, con miras a
subsanar deficiencias críticas en situaciones de emergencias. En entornos con
sistemas de salud más sólidos, orientamos los efectos de salud pública hacia la
cobertura sanitaria para todos mediante el diálogo político sobre los sistemas del
futuro y el apoyo estratégico destinado a mejorar el funcionamiento.
Esta labor está respaldada por orientación normativa y acuerdos; datos,
investigaciones e innovación; liderazgo en lo relativo a diplomacia, promoción,
igualdad de género, equidad sanitaria y derechos humanos, acción multisectorial
y finanzas.

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