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Resumen

Incidente de a tajada de sandía 15 de abril de 1856

Por: Rosibel Cañongo

El incidente de la tajada de sandía del 15 de abril de 1856 no fue más que una
forma de alzar la voz por parte del pueblo panameño imponiendo que nunca más
se dejarían dominar de manera injusta por la mano de la nación norteamericana.

Para e siglo XIX estado estaba viviendo una etapa conocida como el destino
manifiesto la cual culmina con la anexión de Maine, Oregón y California.

En esta misma etapa llega a Nicaragua William Walker, un filibustero, con la idea
del destino manifiesta bien arraigada dentro de sí, este impuso el idioma ingles y
reestableció la esclavitud mientras tuvo presencia en Nicaragua, hasta que la
unión de los pueblos centroamericanos los llevo a su derrota, captura y posterior
ejecución.

En Panamá por parte de una compañía norteamericana se construye el ferrocarril


transístmico, el cual trae consigo un millar de ciudadanos Norteamericanos con el
descubrimiento de la fiebre del oro, todos estos hechos se remontan a 1849. Para
1856 esta situación era lo que se estaba viviendo en el istmo de Panamá y
Centroamérica cuando el Estadounidense Jack Oliver decide tomar una tajada de
sandía sin pagarla al panameño José Manuel Luna el cual en nombre de un
cansado pueblo istmeño le exige que pague lo consumido trayendo como
consecuencia un enfrentamiento armado, todo esto provocado por la soberbia
estadounidense y la incapacidad de las autoridades neogranadinas de poner el
orden.

La invasión de William Walker a Nicaragua alarmo al ex presidente de la Nueva


Granada Tomás Cipriano de Mosquera el cual decía, “Desgraciadamente la
invasión a Nicaragua por Walker, había producido alarma entre una gente de la
parte del país, y se aseguró que los filibusteros estaban próximos a invadir el
Istmo. Malos sujetos, que habían ido a residir a Panamá, quizás con perversas
intenciones, circularon por aquel tiempo el rumor de que los invasores iban entre
los pasajeros de tránsito, y ellos excitaron a los negros, diciéndoles que se iba a
establecer la ley de la esclavitud.”

Con la ejecución de William Walker, no se eliminó la angustia de una posible


invasión de parte de los filibusteros ya que existían un rumor de que sus
ayudantes tomarían la batuta para seguir atemorizando a los pueblos
centroamericanos, además de existir la idea de que estos estaban utilizando el
istmo de Panamá para llegar a Nicaragua.

En 1851 se crea un acuerdo Panameño-Estadounidense en el Chagres, con el


objetivo de calmar las tensiones entre los bateros panameños y estadounidenses
durante la fiebre del oro en San Francisco, California. El cónsul estadounidense
sugiere la presencia de barcos de guerra como una fuerza de disuasión en la
región. Los periódicos estadounidenses editados en Panamá pedían al Congreso
de Estados Unidos la ocupación del Istmo por un grupo armado para evitar más
derramamiento de sangre y mantener los derechos y libertades americanas.

En la región del Chagres habían surgido dos pueblos, uno estadounidense


llamado "American Town" y otro panameño, que competían por la llegada de los
pasajeros. El batero panameño, Ambrosio Méndez, refleja la rivalidad entre
panameños y estadounidenses en la zona. El señor Méndez afirmaba que si los
estadounidenses eran dioses que tenían mucho poder, entonces ellos también lo
eran; si los estadounidenses abusaban, ellos también eran malos, pero que eran
caballeros a pesar de ser de piel oscura.

Los viajeros estadounidenses se burlaban de las leyes y creencias de los


istmeños, Además, los habitantes locales veían a los visitantes como los
responsables de su desempleo, ya que muchos panameños y extranjeros pobres
perdieron sus trabajos al terminarse la construcción del ferrocarril en la región.
Esto afectó a hoteles, cantinas, restaurantes y casas de diversión que perdieron
clientes debido a que los pasajeros viajaban rápido a San Francisco o Nueva York.
Se menciona que algunos habitantes de La Ciénaga sentían que el ferrocarril era
la causa de muchos de sus problemas y veían a los forasteros como responsables
de las enfermedades, como el cólera, que comenzaron a aparecer en la región del
Istmo.

Todos estos hechos generan enojo entre los habitantes del istmo. Muchos de los
panameños tenían trabajos informales los cuales perdieron como consecuencias
de la intervención de la mano extranjera sobre el istmo como le paso al panameño
José Manuel Luna, el cual el platero de profesión, pero la pérdida de su trabajo lo
obligo a vender frutas en un puesto ambulante para poder sobrevivir.

El 15 de abril de 1856, en la Ciudad de Panamá, más de mil viajeros extranjeros,


la mayoría estadounidenses, se encontraban esperando en la estación de tren
para dirigirse a California. Un grupo de hombres estadounidenses se aproximó a
un vendedor callejero en una zona llamada La Ciénaga, cerca de la estación de
tren, y hubo una disputa en la que uno de los hombres agarró una sandía, la probó
y la arrojó al suelo. El vendedor llamado José Manuel Luna le exigió que la
pagara, pero el hombre respondió con vulgaridades, malos tratos y humillaciones.
Esto llevó a una pelea en la que participaron personas que iban pasando y se
involucraron puños, cuchillos y armas de fuego.

La noticia de la disputa se propagó por la ciudad y se produjeron más


enfrentamientos entre los habitantes de El Arrabal, un área cercana a la estación
de tren y los viajeros. Docenas de viajeros se refugiaron en los edificios de la
Compañía del Ferrocarril de Panamá mientras una multitud se aglomeraba afuera,
incluyendo a cientos de Arrabaleños y miembros de la policía panameña. Hubo
una tensa confrontación y algunos elementos de la multitud irrumpieron en la
estación. Se reportaron propiedades de la Compañía del Ferrocarril de Panamá y
de los viajeros destruidas, y varias personas muertas o heridas

Según las autoridades panameñas se reportaron 15 heridos y 16 muertos por


parte de Estados Unidos, además de 2 muertos y 13 heridos por parte de los
habitantes locales del Istmo.
Las consecuencias de este incidente llevaron a una serie de controversias
diplomáticas entre Estados Unidos y la Nueva Granada para determinar las
responsabilidades de cada cual sobre lo sucedido en esa catastrófica tarde del 15
de abril.

Estados Unidos presentó ciertas demandas al Gobierno de la Nueva Granada


como resultado de los muertos y heridos estadounidenses. Entre estas demandas
estaban: 1) la creación de dos municipios independientes y neutrales en Panamá y
Colón, 2) la obtención en plena soberanía de dos pequeños grupos de islas en la
Bahía de Panamá para establecer una estación naval, y 3) el pago de los daños
ocasionados por el motín en Panamá.

No contentos con eso, Estados Unidos también solicitaba a la Nueva Granada que
le cediera la posesion de varias islas, incluyendo Taboga, Taboguilla, las islas
Flamenco, Naos, Perico y Culebra, con todos los derechos y pertenencias
correspondientes, para ser poseídas y mantenidas por Estados Unidos en plena
soberanía, similar a como lo había sido por la Nueva Granada.

Más adelante, en septiembre de 1857, se firmó el Tratado Herran-Case, en el cual


la Nueva Granada aceptó su culpabilidad en el incidente y convino en pagar las
demandas solicitadas por Estados Unidos en 1865. La suma exacta a pagar varía
según algunos autores, pero se estima que rondaba los 580,603 pesos.

Este incidente, también permitió a Estados Unidos poner en práctica algunas de


las cláusulas del Tratado Mallarino-Bidlack de 1846, que les otorgaba el derecho
de intervenir en Panamá para salvaguardar la neutralidad y el libre tránsito,
cuando a su juicio, el gobierno de la Nueva Granada no estuviera en capacidad de
hacerlo.

Esto marcó el inicio de una serie de intervenciones por parte de Estados Unidos
en el Istmo de Panamá desde 1860 hasta las primeras dos décadas del siglo XX,
cuando Estados Unidos, siguiendo su política de Buena Vecindad, abandona las
intenciones de continuar interviniendo militarmente en los asuntos internos de los
países latinoamericanos.
Luego de este fatídico incidente quedo claro para el istmo panameño y los países
latinoamericanos que Estados unidos intentaría expandir su territorio, a través de
diferentes medios ya sea por anexión directa o a través del filibusterismo como
intento hacerlo en Nicaragua y Cuba.

También se manifestó la disposición del pueblo panameño de rechazar cualquier


intento de dominación por parte de la población Norteamericana.

Los incidentes de 1851 y 1856 donde el pueblo panameño se enfrentó a los


extranjeros provenientes de Norteamérica que amenazaban su existencia,
marcaron el comienzo de los continuos enfrentamientos de los panameños con las
fuerzas de policía y el ejército de Estados Unidos en busca de recuperar su
completa soberanía en todo su territorio a lo largo del siglo XX. También, como el
Dr. Ricaurte Soler comenta en una ocasión, el levantamiento popular en Panamá
el 15 de abril de 1856 contra la arrogancia de los ciudadanos estadounidenses fue
parte de una lucha anticolonial y solidaria con el pueblo de Nicaragua y con los
demás países de Centroamérica que en ese momento enfrentaban la expansión
estadounidense disfrazada de filibusterismo.

En ese momento, frente a la arrogancia de un extranjero que se negaba a pagar o


compensar por las injusticias que los ciudadanos locales sufrían a diario en su
propio territorio, y el temor a una posible invasión filibustera, un grupo de
nacionales y extranjeros en la periferia de la ciudad de Panamá se enfrentaron a
aquellos que los habían humillado durante años. Del mismo modo, a lo largo del
siglo XX, una generación de panameños luchó con valentía contra Estados Unidos
para recuperar la tierra que les habían arrebatado a principios de siglo, hasta que
finalmente se logró eliminar la quinta frontera. La misma unión y determinación
que los istmeños mostraron el 15 de abril de 1856 para enfrentar las afrentas,
humillaciones y amenazas de invasión, los panameños la demostraron a lo largo
del siglo XX para recuperar la Zona del Canal para su país.

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