Está en la página 1de 2

Esta historia comienza hace mucho tiempo y muy lejos de aquí.

En Europa, en
una ciudad de Italia, llamada Génova, nació Cristóbal Colón a él desde
pequeño, le apasionaba los barcos.

Cuando creció, pudo cumplir su sueño. Se alistó de aprendiz de marino de un


barco, conoció mares y países lejanos y aprendió el arte de la navegación.

Cristóbal Colón siguió navegando y estudiando. Y así llegó a la conclusión de


que la Tierra era redonda, y no plana cómo se creía. Él también sostenía que
se podía llegar a las Indias por un camino más corto que el seguido hasta
entonces.

Entonces buscó ayuda; los reyes Fernando e Isabel lo escucharon y se


interesaron en su proyecto. Con su apoyo, se compraron tres carabelas, que
eran barcos muy grandes. Cada una tenía su nombre: La Santa María, donde
viajaría Colón, era la nave principal. Las otras se llamaban La Niña y La Pinta.

Y por fin , el día 3 de agosto del año 1492, las carabelas partieron del Puerto
de Palos ¡rumbo a la gran aventura!

En el amanecer del día 12 de Octubre de 1492, los primeros rayitos del sol
empezaban a asomarse. Desde La Pinta, un vigía, observó una línea oscura en
el horizonte y con toda su voz gritó:”¡Tieeeeeerra … a la vista!”. Habían
llegado…

Cuando bajaron de sus barcos se dieron cuenta que las personas que hay
vivían eran diferentes a ellos, tenían un color diferente de piel, hablaban otro
idioma, vestían diferente, vivían en casas diferentes y creían en otras cosas.
Los españoles cuando los vieron pensaron que eran mejores que ellos, así
que los obligaron a vestirse como ellos, pensar como ellos y hablar como
ellos; para que se parecieran a ellos, los nativos se enojaron y se pusieron
tristes.
Es por eso que pensamos que este día debe ser recordado como un evento
que nos marcó históricamente, la diferencia de cultura que existía y que aún
está presente en nuestro tiempo, nos invita a que todos nos debemos tratar
con respeto.

También podría gustarte