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FELIPE PIGNA LOS MITOS DE LA HISTORIA ARGENTINA 2 oye ENE “EL GRANERO DEL MUNDO” y Sociedad Fore: Guclels Ocomps Felipe Pigna nacié en Mercedes, provincia de Buenos Aires en 1959. Es profesor de Historia egresado del Instituto Nacional del Profesorado Joaquin V. Gonzalez y director del Proyecto “Ver la Historia” de la Universidad de Buenos Aires, que ha llevado al documental filmico 200 aftos de Historia Argentina a través de trece capttulos Es columnista de Radio Mitre y Rock and Pop y del diario La Voz del Interior y las ‘evistas Noticias, Veintitrds y Todo es Historia, Conduce el programa de documentales histéricos “Vida y Vuelta” que se emite por Canal 7. Ha publicado &! mundo contempordneo (1999), Lo Argentina contemporinea (2000), Pasado en presente (2001), Historia confidencial (2003) y Los mitos de te historia argentina (2004) que lleva nueve meses encabezando la lista de libros més vendidos dela Argentina. Es asesor histdrico de las cadenas de TV HBO y People & Arts (USA), RAI (Italia) y Antena 3 (Espata) y director de www cthistoriader.com.ar, el sitio de historia mds visitado de la Argentina. LOS MITOS DE LA HISTORIA ARGENTINA 2 FELIPE PIGNA Los mitos de la historia argentina 2 De San Mariin a “El Granero del Mundo” Planeta ie ddols hetorks argentina 2- fed. —Ruacnos Ai Pronto, 2008, = 409 pj 23005 cm, sp 980-1 203 {Historia Argentina |. Titulo copse Disefio de cubierta: Mario Blanco Diserto-de interior: Orestes Pantelides. © 2004, Felipe Pigna Derechos exclusives de edicion en castellano reservados para todo el mundo © 2005, Grupo lsditorssl Planeta SAC, Independencia 1668, C 1100 ABQ, Buenos Aires, Argentina www editorialplaneia.com.ar 1 edicigny marzo de 2005 ISBN 95049-13425. Impreso en Geafinor 8. A., Lamadrid 1576, Villa Ballester, ‘en o} mes de febyera de 2005, Hecho el depéaito que prevé la ley 11.723 Tmpreso en la Argentina [Ninguna parte de exta publicacin,inchid-l diselo de cubiers, puede ser reproduc, kam ‘cenada 0 trensmiida eri manera alguna ni por aingsin nod, ye scaeSctrie, quimice, st, ‘pric, de gabecien o de foroeopla, sn el previo perme exci del ein, A Laura Fernanda Coia Dad ejércitos a los paises que no tienen enemigos ni necesidad de hacer guerras y crearéis una clase que se ocuparé de tracery deshacer gobiemos, o lo que es iguai, de hacer ta guerra delpais contra el pais @ falta de guerras extranjeres, El efércilo degenen- réen clase gobernante y et pueblo en clase gobernadcro sometida JUAN Bauvisra Acaeos, El criment de la guerra, '87. indice Infroduccién José de San Martin, aquel andinista subversivo ..... 5 Hipélito Bouchard, la argentinidad al palo mayor 3B La tierra en armas. Los infernales de Martin Miguel de Gtlemes oo... cece tenet DY Rivadavia, ta (deuda) mas larga del mundo ....-...-.. 00... 16 Romance a la muerte de Manuet Dorrego ........0. 06.00. 152 La vida cofor de Rosas ........ La Guerra de la Triple Infamia Sarmiento entre su civilizacién y su barbarie - Mejor un Mayo francés que un Julio Argentino. La Hamada Conquista del Desierto... 2.2.2. 2.0.0.0. 291 La crisis de 1890, el primer dejault argentino .............. 31 Los mal Iamados liberades argentinos 6.0.0.0... 60.0. cee S82 Lujo, hambre y rebelién en el granero de! mundg........... 356 BABWOgTAPIA eve tev ee eve ve ee eee cece sees BL Introduccion Quiero comenzar reivindicando la sana posibilidad de discutir la his- toria, de hacerle el favor de confirmar le obvio, es decir que no se tralia de una materia muerta sino de un saber dialéctico pasible de serrevisa- do de acuerdo con los intereses de cada momento en que se la ke y Ja necesita. Esto ocurrié siempre en nuestra historia y parece increfble que algu- nos pongan el acento en la toma de posiciones o en la emisién de jui- cios criticos en Ja obra de historiadores entre los que me incluyen yme ineluyo. Hay un error conceptual en torno al oficio de historiado:, El historiador no ¢s un narrador de historias, es un investigador que con cl material obtenido a través de su trabajo procede al andlisis eritico ya dejar plasmada su opinion sobre los diferentes procesos analizados, Pot lo tanto, ése puede discutir rigurosa y respetuosamente a San Martin, Rosas y Sarmiento? Se debe. Se hizo siempre y siempre fue saludable, los humaniz6, los acereé a la gente, hizo entender que los “préiceres" no le pertenecen a nadie sino que son parte de nuestra historia y que, por lo tanto, cualquier argentino, con el solo requisito del interés y la lectue ra amplia y tolerante, puede acercarse 2 ellos. La argentinidad ha tenido y tiene entre nosotros por lo menos un sentido: es nuestra identidad y es la viveza criolla, aquellas caracteristi- cas “argentas” que nos distinguen, por ejemplo, de la “viveza yangai” que ha demostrado ser mas descarada, cruel, efectiva y global. Creo que sin dejar de autoflagelamos irénicamente con nuestros defectos que pata al- gunos son virtudes, gané un espacio considerable la otra argentinidad, la de la lucha, la Solidaridad, la voluntad de cambio y progreso, squella que abre la esperanza y que desmiente el fatalisme de los medioeres que aseguran con cierto placer perverso que “este pais no tiene solucién” que ‘siempre fue y serd una porqueria”. La explicacién que encuentro para este fenémeno —que se va ha- ciendo evidente en las banderas en les recitales, en el grito de “Atgenti- na, Argentina” antes de que toquen ciertas bandas y en el interis cada a2. FELIPE PIGNA vez mas marcado por ka historia nacional— es que tras Ja humillaciony el saqueo sufridos durante toda la década infame Menem-De la Ria, que se hizo demasiado evidente al mas miope en diciembre de 2001, hubo una sana reaccién nacional, una especie de “me queda la dignidad” Una de las caracteristicas clave para €? funcionamiento arménico del capita- Yismo es la invisibilidad de los mecanismos de apropiacién y explotacién. Cuando esos mecanismos se tornan explicitos, pomogriificos —como nos ocurrié en el afio 2901 cuando los grandes grupos econdmicgs na- cionales, asociados can sus hermanos de clase del primer mundo, fuga- ron decenas de miles de millones de délares y se robaron los salatios y Jos ahorros de la gente— nada puede ocultarse, todo esta alll como en Ja vidriera, rota a pedradas, de un banco. No habia entonces posibilidadcs de sublimar politicamente aquel as- 0, aquel odio, y la sociedad comenz6 a mirarse a si misma, a ver quéle habfan dejado los “fandos buitres” o los buitres del Fondo como para comenzar la reconstruccién, Y se fue dando cuenta de que una de las ‘pocas cosas que habia quedado en pie era la Historia, esa fuente de sa- Diduria de la que siempre se puede aprender. ‘Creo que a lo largo de estos afios se mantuvo esta tendenciay el am- Diente se fue purificando. El interés del pablico lector y mediftico se ue corriendo del meni de opciones de los grandes medios ante las fechas patrias, Pude comprobar con gran satisfaccién que mientras una mino- tia de conductores de programas radiales me llamaban el 25 de mayo para preguntarme si hubja paraguas (itodavia!), la mayorfa de sus cole- ‘gas coincidta con los mensajes de la audiencia que, a salvo de clertastot- mentas de falta de originalidad, apuntaban a qué se discuti6 en el Cabil- do, qué intereses representeban Saavedra y Moreno respectivamente,es decir, a la politica de la Historia, 0 sea; su raz6n de ser, Este proceso de interés por lo nuestro, por la “argentinidac”, siguié creciendo saludablemente y lo que le da salud a ese crecimiento 65 que no esta infectado de aquel nacionalismo fascistoide que supimos conse- guir. Qui24 sirvan como ejemplo algunas experiencias personales, “Todos los jueves a las 10:30, tras mi participacién en el programa de Mario Pergolini Cudl es en la Rock & Pop. y al hablar de temasconoel origen de la deuda externa, o la llamada “conquista del desierto” o del “descubrimiento” de América, centenares de jGvenes de 14 afosen ate- Jante se comunicaron para decir cosas como “équé mis puedo leer sobre esto?” o “gracias por haccrme gustar esa materia que odiaba’ Cuando contamos la historia de Hip6lito Bouchard, el marine francorgenting Los miltos de la historia argentine 2 B que a bordo de La Argentina saqueé y conquisté California en 1818, Ik- garon varios mails con fotos de tatuajes con la inscripcion “aguante Bou chard”. Cuando hablamos de la “Legién Infernal’, aquel grupo de chis- peros comandados por French y Beruti que motorizaron la Revolucién de Mayo, llegé la foto de una banda de heavy wetal a la que habfin bau- tizado sus integrantes (chicos de 17 afios) con aquel nombre tan “meti- lico” de la Legién. Signes positivos de interés que s¢ repitieron en las presentaciones del libro Los mitos... en todo el pafs, donde mas de la mitad del audito- rio estaba formada por jévenes muy j6venes. Muchos de ellos [rian un libro completo por primera vez. Es muy estimulante para quienes pertenecemos a la generacién del 70 escuchar a misicos que reivindican |a pesibilidad de seguir sofando ¥ luchando por un mundo mejor; y su piiblico, los jévenes argentinos, maltratados, ninguneados por el sistema, van en camino a saber lo que quieren y eso molesta. Hay que ayudarlos a pensar. Con mucho respe- to, sin bajarles linea, sin subestimarlos. Quiero agradecer a la entrafiable audiencia de Radio Mitre y Canal7 ¥ 8 todos los que eligieron Los mitos de ia fristoria argentina, Pude cv- nocer a muchos de ellos en distintos rincones de la querida patria. Can- biamos miradas, afectos, sentimientos y criticas constructivas. Todos es- tos estimulos, sumados a los constantes ataques de los enemigos de la memoria y de los que se creen “duefios” de la historia, invitan a pensar que vamos por buen camino, renuevan ef campramisa y justifican este libro, que recorre la historia argentina desde la Ilegada de San Martin (1812) hasta el Centenario de la Revolucién de Mayo (1910). En estas paginas que siguen encontraré el lector ejemplos de las dos argentinida- des, la del ego'smo y Ja entrega del pais, y la de fa generosidad y la en- trega que legé, no en pocos casos, a dejar Ia vida por un pals dignoy Prdspero para todos. Parque Leloir, enero de 2006 José de San Martin, aquel andinista subversivo La patria no hace a! soldado para que a dashonve con sus ei- meres, ni le da armas para que cometa la bucjeca de abuser de estas ventajas ofendiendo a los ctudadanos con cuyes sacriicias $e sostiene, La tropa debe ser tanto mds viriuasa y honest, cuanto es creada para conservar el orden, afianzar el poder de jas leyes y dar fuerza al gobiemo para efecutarlas y haces rs» petar de ites maloados que serian mis insolertes com el mel ger plo de tos militares. La Patria no es abrigadora de crimenss. Jose DE SAN Mastin Hace un tiempo, mientras daba una charla sobre José de San Mar- tin en un colegio primario estatal de una zona marginal? de la provincia de Buenos Aires, Nahuel, un chiquito de 8 afios, me pregunté con la ha- bitual lucidez de nuestros nifios: “ZYa no nacen mas héroes, no?” La pregunta casi retorica de Nahuel me hizo pensar en qué habia pasado con el heroismo, con los héroes, qué le habfan hecho los afios del neo- liberalismo salvaje a la memoria de San Martin y de todos los hérors fa- mosas y andnimos de nuestra historia pasada y reciente. Por aquellos tristes dias del “pensamiento tinico’, no habia lugar pa- ra ejemplos de entrega, de abnegacién, de dar la vide por Je patria, de planes continentales de liberacién. Durante los afios de entrega del pa- trimonio nacional, de estimulo incesante del egoistno extremo, del naw age, 2 autoayuda, el éxito como premio y el hambre como casigo ala “incapacidad”, San Martin y su ejemplo resultaban molestos, incémo- dos, denunciantes de la mediocridad y el individualismo reinantes. Tuvo que venir la debacle inevitable, la muerte anunciada deacon vertibilidad, que habia reducido a nuestra sociedad a una ecuacién tan esttipida y vacla —pero extraordinariamente simbélica— como el “uno a uno”, expresiGn perfecta del individualismo, del arreglarse solito, del primero yo y del nico “pensamiento” permitido. Tuvo que venirse aba- jo todo aquel presente de evidente fantasfa para que el pasado cobrara e- novado interés, y los paradignias, los ejemplos, los héroes salieran a pe- 16 Fru ProNa lear nuevamente contra tantos antihéroes que habfan pasado de ceria esperanza de todo un pueblo” a miserables profugos de los escraches po- pulares, José de San Martin merece ser rescatado para la memoria micional, merece set humanizadlo y recordudo tal cual fue, como un hombre on vencido de sus ideas, como un politico liberal, en el sentido literaly no en el que se le dio en Argentina de la dictadura para acd. En la época én que San Martin pensaba y peleaba, los liberals defen- dfan los derechos humenos y los prineipios de igualdad en consansncia con las tres grandes revoluciones que habfan dado origen y evoluciina Ia iden: las dos inglesas (1648 y 1688) que habfan dado pensadores dela talla de John Locke, que teoriz6 sobre el derecho ala rebelién dolossio- ditos cuando fos gobernantes no cumplen con sus deberes bésites,yla francesa, que bajo la notable influencia de Montesquieu, Voltairey Rows- seau, puso por eserito por primera vez en la historia los “Derechos del Hombre y del Ciudadano’, alld por 1789. Las péginas que siguen no pretenden ser una biograffa detallada de don José, sino un breve recorzido por algunos aspectos del pensamieatoy 1a obra del hombre que supo decir: “Querer contener con la bayonetael torrente de la libertad, es como pretender esclavizar a la naturaez" El padre de la patria y la madre patria E) futuro libertador de medio continente nacié en Yapeya' el 25 de febrero de 1778 y se trasladé junto con su familia a Espaiia cuando ape- nas tenia cinco afias de edad. Nunca imaginé que estaba pisando ¢lsu- lo de donde saldrfan treinta afios mas tarde expediciones enteras para eliminarlo. A poco de llegar a fa pentnsula, a su padre, cl capitan espatiol donJuan de San Martin, le encargaron la direccién de un fegimiento en Malaga y allise instalé una familia que no sospechaba que pasarfa a la histor’. Todavia se discute si realmente José estudid en el Seminario de Nobles de Madrid. Pero lo cierto es que en alguna institucién educativa espa- Hola pudo aprender, como se éstiiaba entonces, un poco de todo: atin, francés, castellano, dibujo, poética, retérica, esgrima, baile, matemétices, historia y geografia. En 1789, mientras estallaba la Revolucién Francesa, ingresé como cadete al regimiento de Murcia y entre 1793 y 1795, duran Biblioteca Juridica Argentina - No VENDA ni IMPRIMA este Libro Los mitos dela historia argentina 2 v7 ‘entre Espatia y Francia, tuvo una actuacién destacada cn todos bs com- bates en los que particips, ascendiendo répidamente en sus grados m- litares hasta Megar al de segundo teniente. Asombraba a sus superiors el cardcter temerario de aque! muchachito gue se ofrecia para las misio- nes més riesgosas. En la guerra contra jas fuerzas napolednicas y ya con el grado de teniente coronel, fue condecorado con la medalla deoro por su hereica actuacion en la batalla de Bailén el 19 de julio de 1808? En mayo de 1811, San Martin particips en el combate de Albuera, en Badajoz. Alli, tropas espafiolas, portuguesas c inglesas, al mando del ex jefe invasor humillado en Buenos Aires en 1806, William Carr Beres- ford, vencieron a Ios franceses condacidos por el mariseal Soul. San Martin cra de hecho y de derecho un militar espaftol pero no re- munciaba a su nacionalidad de origen. En aquellos afios de lucha, habla tomada contacto con efreulos liberales y revolucionaries que vefan eon simpatfa la lucha por la emancipacién americana. Asi lo cuenta el pro- tagonista de esta historia: Halldbame al servicio de le Espafia cl afio 1811, con el empleo de comandante del escuadrdn del regimiento de caballeria de Borbén, cuando tuve las primeras noticias del movimiento general de ambas Américas y que su objeto primitive era su emancipacién del gobier- no tirénico de la Penfnsula. Desde este momento me decidi aem- plear mis cortos servicios en cualquiera de les puritos que se halls- ban insurreccionados; preferi venitme a mi pais nativo, en el que me he empleado en cuanto ha estado @ mis aleances: mi Patria hi re compensado mis cortos servicios colmandome de honores que no merezco? Para no delatar sus planes, pidié su traslado « Lima por temas per- sonales. Afortunadamente, nadie sospechd de sus verdaderas inteacio- nes ysu solicitud fue aprobada por e] Consejo de Regencta. Seguramen- te los firmantes del documento nunca terminazon de arrepentitse desu decision: Paso a manos de V-E. como mi informe, la adjunta instancia dl te niente coronel don José de San Martin, capitan agregado al reg- miento de caballeria de Borbén, en solicitud de su retiro con sélo¢l uso de uniforme de retirado y fueto militar, con destina a la ciudad de Lima con objeto de arreglar sus intereses, abandonados per ls ‘cauusas que expresa. Visitenos en http:/bibliotecajuridica iespana.es - Scan y Edicion por Retroboy80 Biblioteca Juridica Argentina - No VENDA ni IMPRIMA este Libro 1s. Faure PIGNA Este oficial ha servido bien los veintidés afios que dice y tiene mé. ritos particulares de guerra, principalmente los de Ia actual le dan crédito y la mejor opinion. Por mi parte hallo fundado el motivo que expone para pedir su retiro y traslacién a América.! San Martin en Londres El hombre que le herfa la vida imposible a los ejércitos del Rey, par- tié de Cadiz hacia Londres el 14 de septiembre de 1811. En la capital de la Revolucion Industrial florecfan las ideas liberales, sobre todo en 10 econdmico, pera también en Io politico. Al borde del Témesis prospera- ban los grupos revolucionarios de cardcter masénico como le “Gran Hermandad Americana” que tenfa como Jema: Nunca reconocerds por gobicro legitime de tu patria sino aquel que sea elegido por la libre y esponténea voluntad de los pueblos, y sien- do el sistema republicano el més adaptable al gobierno de las Amé- rieas, propenderds por cuantos medios estén a tu sleance a que to- dos se decidan por él La logia habia sido fundada por Franciseo de Miranda, el patriota venezolano que se proponta liberar América con la ayuda financiera del gobierno conservador inglés, mas interesado légicamente en quedars¢ con cl potencialmente préspero mercado hispanoamericano que en la libertad, la independencia y los derechos humanes. Eran hermosos tiempos conspirativos. Eran dfas de preparativos pa- ra hacerle frente a 300 afios de oprobio, atraso e injusticia. Con aquel juvenil entusiasmo, San Martin desarrollé una febril actividad durante Jos cuatro meses que permanecié en Londres. Tomé contacto con los miembros de la “Hermandad”, sobre todo con Andrés Bello* y pudo com- probar que no estaba solo, que no eran pocos los americanos que esta- ban dispuestos a dario todo por la causa. También se entrevisté con fan cionarios del gobierno britdnico, como James Duff y Sir Charles Stuart.’ Muy probablemente hayan sido ellos quienes le hicieron conocer elplen Maitland. E] plan, descubierto en 1980 en Escocia por Rodolfo Terrag- no expuesto en un curioso manyscrito de 47 paginas que habia sido ela- borado por el general inglés Thomas Maitland” en 1800 bajo cl titulo “Plan para capturar Buenos Aires y Chile y luego cmancipuar Peri? fue Visitenos en http:/bibliotecajuridica iespana.es - Scan y Edicion por Retroboy80 Biblioteca Juridica Argentina - No VENDA ni IMPRIMA este Lit Los mitos de ta historia argentina 2 9 presentado oportunamente por ¢l mayor general Sit Thomas Maitland a Heary Dundas, secretario de Guerra en el gobierno de William Pitt, “el joven”, Con todas sus esperanzas, toda la ansiedad y la historia por delante, en enero de 1812 aquel San Martin, con sus casi 34 afios por estrener, emprendid el represo a su tierra natal a bordo de la fragata inglesa Geone Canning. San Martin y la politica local Amediados de marzo de 1812, La Gaceta de Buenos Aires daba cuenta de la [egada de ios militares argentinos: Ei 9 del cormente ha llegado a este puerto la fragata inglesa jorge Canning, procedente de Londres en 50 dias de navegacién: comu- nica la disolucién del ejército de Galicia, y el estado terrible de anar qufa en que se halla Cadiz dividido en mil partidos... La ultima prue- ba de su triste estado son las emigraciones frecuentes a Inglatera,y ain mas a la América Septentrional. A este puerto han Hegado, en- Ure otros particulares que conducia la fragata inglesa, el teniente co- rontel de caballerfa don fosé de San Martin, primer ayudante de cam- po del general en jefe del ejército de la Isla Marqués de Compigny [..-]. Estos individuos han venido a ofrecer sus servicios al gebiemo, y han sido recibidos con la consideracign que merecen por lossen- timientos que protestan en obsequio de los intereses de la patria" Afios mas tarde, San Martin dard su versiGn de 1a histotia que co- menzaba a tenerlo como protagonista, Yo llegué a Buenos Aires a principios de 1812 y fui recibido por el triunvirato, por uno de fos vocales con favor y por los otros conuna desconfianza muy mareada, Con muy pocas relacicnes de familia en mi propio pais y sin otros apoyos que mis deseos de serle ttl, suf este contraste con constancia, hasta que las cireunstancias me py sieron en situacién de disivar toda prevencién, y poder seguir sin trabas las vicisitudes de la guerra por la independencia Visitenos en http:/bibliotecajuridica iespana.es - Scan y Edicion por Retroboy80 Biblioteca Juridica Argentina - No VENDA ni IMPRIMA este Libro 20 FRUPE PIGNA La Logia Lautaro Lo que no cuenta San Martin es que también fue recibido ‘con fa vor” por el jefe de la masoneria local, Julidn Alvarez, quien a su vez io pondrdé en contacto con tres verdaderos cuadros revolucionarios que se transformaran desde entonces en hombres de absoluta confianza del fu- turo Libertador: Manuel Guillermo Pinto, Gregorio “Goyo" Gémezy Bernardo de Monteagudo. Con la anuencia de Alvarez, San Martin, Carlos de Alveary sus com- pafieros de viaje de la George Canning fundaron en mayo de 1812 la “Logia de Caballeros Racionales’, una sociedad secreta de neto corte mas6nico que aitos después recibirfa el nombre de Lautaro. Se trataba. de una verdadera organizacion politico-militar cuyo lema era “Trabajar con sistema y plan en la independencia de América y su felicidad, obran- do con honor y procediendo con justicia’. La Logia funcion clandestinamente en domicilios privados que iban variando por tazones de segutidad. Como toda organizacién secreta, te- nfa reglas muy severas. Algunas de ellas se ocupaban especificamente de ordenar a todas los “hermanos” que ejercieran funciones militares, ad- ministrativas 0 de gobierno, consultar al Consejo Supremo antes de to- mar resoluciones de gravedad, y abstenerse de designar jefes militares, gobernadores de provincia, diplomiticos, jueces, obispos, o fitmar 2s- censos en el ejéreito y marina sin la aprobacidn de los Venerables dal él. timo grado. Los hermanos no se andaban con vueltas y la revelacion de los se- eretos estaba protegida por castigos que Hegaban a “Ia pena de muerte por cualquier medio que se pudiera disponer”. No se podfa contrariar a Ja Logia, porque “la persecucién y el desprecio de los hermanos lo s¢- guirfan en los menotes actos de su vida”. Si alguien querfa apattarve de Ja organizacion debfa “dormirse” quedando desligado del voto de ote- diencia pero no de los de silencio y fraternidad. La Logia establecfa ade- mds que “ne podia set admitide més eelesiéstico que uno solo, aquel que se considere el de mds importancia por su influjo y relaciones™? Una carta ditigida por San Martin al general Miller parece confir- rar estas rigidas disposiciones: No creo conveniente hable usted lo m4s minimo de la Logia de Bue+ nos Aires; ésios son asuntos privados y aunque han tenido y tienen una gran influencia en tos acontecimientos de la rcvolucién de aque- Visitenos en http:/bibliotecajuridica iespana.es - Scan y Edicion por Retroboy80 Biblioteca Juridica Argentina - No VENDA ni IMPRIMA este Libro Los mitos de ta historia argentina 2 a a parte de América, no podrén manifestarse sin faltar por mi per te a los mis sagrados compromisos." Diez afios después de la muerte del Libertador, su yerno Mariano Balcarce segufa respetando su decisién, como puede apreciarse en esta carta dirigida a Mitre desde Paris, el 30 de septiembre d se excusaba de no serle mas util como fuente en Ja Hist tin que preparaba el futuro fundador de La Nacion: Siguiendo flelmente las ideas de mi venerado seftor padre polico, que no quiso en vida que se hablase de sus vinculaciones con lama- sonerta y demés sociedades secretas, considero debo abstenerme de hacer uso de documentos que poseo al respecto"* Nunca existleron dudas sobre la filiacién masdnica de San Martin, La supuesta polémica —que nunca tuvo tal cardcter— se debe alo into- lerable que les resultaba y les resulta a los nacionalistas catélicos a com- probada militancia masdnica del Libertador y su escaso entusiastiocon Ja religién impuesta en América por los espaioles Cuenta Emilio Corbidze en su excelente libro sobre la masorerta: San Martin fue iniclado masén en la “Logia Integridad” de Cédiz, afilidndose a la “Logia Caballeros Racionales” N° 3 de diche ciudad Alf recibié el tercer grado de la masoneria simbélica, o sea el de Maestro Masén, el 6 de mayo de 1808. Particips después, junto con Alvear, de la fundacién de ia “Logia Caballeros Racionales” N°7 de Londres. Tanto la de CAdiz coma la de Londres, y a pesar de estar ésta en la capital briténica, tuvieron la decisiva influencia espaiola Hberal y francesa iluminista. Cuando el Libertador fue decignado ge neral én jefe del Ejército de los Andes por decreto del 1° de agosto de 1816, casi simultdneamente fandaba la “Logia Ejército de los An- des’, y asumia el cargo de Venerable Maestro.* Llama la atenci6n por Lo premonitorio ¢! nombre que toms Sen Mar- tin al ingresar a la Logia: “Aristides”, el general griega que se autoesclu- -y6 del mando del ejército para que Milcfades pudiera ganar la balala de Marat6n.” Afios més tarde el Aristides criollo harfa lo propio en Guaya- quil dejandole la gloria del triunfo final a Simén Bolfvar. La Logia tenia ideales cercanosa la Sociedad Patristica, liderads por Visitenos en http:/bibliotecajuridica iespana.es - Scan y Edicion por Retroboy80

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