Está en la página 1de 8
La Iniciativa de la Cuenca del Caribe: perspectivas y problemas de la integracion caribefia (CARICOM)’ lawrence £, Mann Resumen Este trabajo versa sobre las probables consecuonclas que ton- dr la Iniciativa de la Cuanca det Caribe para el avance hacia Ja integracién econémica de los Estados miembros de CARICOM. Es indispensable prostar especial stencién al plan eetadounidense que, aunque s6i0 on parte (si bien impor tante) de la declaracién Inicat de fos cuatro palses firmantes, ‘es incuestionablemente el quo ha sido objeto de los debates ‘mds acalorados. En clerta medica, el debete sobre el plan estadounidense —a aiferencia de la poco entusiasts acepts sién de las propuestas ds los demés— se origia en el len {guaje utlizado para exponerto, Ese opiniones provocaron ta sospecha en muchas personas de ta rogién -—funcionarios pd- blicos, sindlealistes, académicos— de que lz principal preocu- pacién de sus autores no Ia constituyeron tanto las intrin- secas deficioncias estructurales y de otva fauole de le econo: ‘de la Cuence —que el plan se propane encarar y co- rregir-— sino 2 concepelén de Estados Unidos acerca de los equerimientos que le seguridad nacional impone a una su- perpotencia en la regl6n. En el contexto de 1s poltica Interna ‘estadounidense, para logrer 1a aceptacién de la estrategia 1a thetica de Ia politica exterior —sobre todo on momento do racesién— es obvio que se necesita cierta traseologla acu- ‘ada pore tal fin, Desafortunadamente, cuando esta concicio- rads por consideraciones més sustanciales tales como ales timulo del sector privado como fuerza motriz pare la répida transformacién da le aconomia da la Cuenca, se plantean cues- ‘tiones més ampliss entre las que 18 Inicistiva de Ia Cuenca del Caribe empezé a parecer para muchos un eaballo de Troya. Hasta este momento, e! Congreso de Estades Unides aprobd solamente un elemento —el Fondo de Apoyo Econémico (FAE}— de todo ol conjunto de medidas y parece seguro ai S® haran cambios en los otros dos campos de Incentivos eomercio y ts inversién, Historia de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe En su perspective histérica, puede decirse que, en le osguerra, el origen de la Iniciative de la Cuenca del Caribe se remonta a la Alianza para el Progreso, que fracaso. Henry Kissinger records tardiamente que este continente existe e hizo una gira répida por América Latina. E} gobierno de Carter tomé alguna iniciativa des- * Washington, D.C., 29 de abril de 1983, 30 pués de que ol Informe Habib afirmé en 1977 que ias causas basicas de la inestabilidad del Caribe eran eco: némicas, Con posterioridad, se cre6 e! Grupo Cariberio de Coope: racién para el Desarrollo Econémico, en gran parte 2 instancias de Estados Unidos, con el patrocinio del Banco Mundial, que actud como honesto agente de negocios, La revolucién cubana, que por su propia oxistencia es- taba flamada a tener una influencia potencial en la region por su efecto persuasivo, en ol caso de tener éxito—, ha ejercide una enorme presién sobre ta poli- tice regional de sucesivos gobiernos estadounidenses. Los recientes acontecimienias de Nicaragua que des- embocaron en el derrocamiente de Somoza y Ia actual guerra civil en El Salvador contribuyeran, obviamente, a la rapidez, ei espiritu y la receptividad do un plan de Washington para conquistar amigos en la reuién. Por consiguiente, fue contra un telén de fondo de irr: tante maiestar, en marcha o en potencia, y en el Con: vengimiento de que su base era econémica, que los “Cuatro de Nassau" (Estados Unidos, Canad4, México y Venezuela) se reunieron en julio de 1981 para for- muiar ta Iniciativa de la Cuenca del Caribe. Descripcién de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe Concebidas esencialmente como una reunién 0 coordi: hacidn de los esfuerzos de los distintos donantes para promover el desarrollo econémico de los. llamados paises de la Cuenca, las propuestas enunciadas des pués de la Reunidn de Nassau se concentraron prin- cipalmente en tres campos clave de las deficiencias regionales: —necesidades inmediatas de divisas; —desoquilibrios estructurales de ¢ las balanzes de pages, y Integrecion latinoamericans, agosto de 1983 la necasidad de ampliar la base productiva‘de tas ‘economias ragionates. Pronto se puso de manifiesto que e| consensa era artificial Haste altoca, ninguno de los demés participantes de la Reunién de Nassau ha formulado o bosquejado inicia- tiva alguna ni nada que se asemeje a ta importante propuesta estadounidense, Colombia ha manifestado su interés en incrementar ta asistencia econémica a la regién, pero. segiin todos tos indicios ese pats no ha articulado todavia una clara estrategia de dicha asis- tencia, mas allé de la posibilidad de lineas de crédito para diversos productos que fabrica o produce. ta de- mora en su formulacién de un programa concreto para la regién es atribuible en gran parte al cambio de presidente en 1982, 2 la bisqueda do la reorganiza- ccidn interna y al deseo de ose gobierno de cotejar todos los pedidos de los cistintes paises de Io Cuenca Canada Aparte del anuncio que hizo Canada en 1982 de su intencién de aumentar considerablemente sus asigna- ciones de asistencia para ef desarrollo de América Central y el Caribe, hasta ahara ese pais no ha dado ‘@ conocer ninguna nueva iniciativa desde la Reunién de Nassau. En el caso ce América Central, la suma de 105 millones de dolares canadienses asignada para los préximos cinco afios (1982/2986), contra 60 min Hones de détares canadienses para los dos siltimos pe- riodos quinquenales, representa aproximadamente una triplicacién de fa ayuda canadiense a América Central, Para el Caribe, ta asistencia canadionse registra un aumento significative: de 43 miflones de délares cana- dienses en 1981/1982, a $0 millones de délares ca- nadienses hacia 1986/1987. Por otra parte, los patses de CARICOM sa than beneficiado durante varios dece- nigs @n virtud del régimen de aranceles preferenciales de la Mancamunidad Briténica en sus exportaciones a Canad, no obstante el hecho de que debido a Is exis tencia del Arancel Externo Comiin (AEC) del Mercado Comin Caripeio no 8s aptivable fa reciprocidad a las exportaciones canadienses. El régimen arancalario del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) de Canad es aplicable a otros paises de la Cuenca, asi come a los de CARICOM, Sin embargo, hacia fines de 1982, un Comits Perma: nente de Relaciones Externas y Oefensa Nacional pre- senté un informe al parlamento canadiense sobre "Re- laciones entre Canadé y Amética Latina y el Caribe”, Es probable que a ralz de dicho informe se promulguen pronto importantes iniciativas, pero una de tas prin- cipales conclusiones del informe es que resulta més conveniente que la asistencia canadiense se concentre castudios econémicas fen las instituciones sultilaterates que operan con la rogién. Mexico Hasta la fecha, ese pais no ha presentado nuevas ciativas para ta region con posterioridad a la Reunién de Bahamas, Sin embargo, México ha hecho una importante contri- bucién a la asistencia para el desarralla mediante una facilicied petrolera como esfuerzo concertado con Vene- zuela. Se calcula que asciende a alrededor de 300 millones de ddlares * y que financia 30 por ciento de as exportaciones mexicanas de petréleo a Ei Saivator, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, Panamé, Barbados, Jamaica y la Republica Dominicana, La faci- lidad toma ta fornna de un préstama 4 esos paises, con tun interés de 4 por ciento y reembolsable durante un poriodo de 5 afios, salve cuando se aplique a un pro: yecto de desarrollo, en cuye caso la tes de interés se reduce a 2 por ciento y el plazo sé aumenta a 20 aos, Wwexice también concede preferencias comerciales a El Salvador, Costa Rica, Guatemala y Panama en América Central, y a todos los paises del Mercado Comin de CARICOM. Ese régimen preferencial dispone una reba- ja af beneficiario expertatior de 50 por ciento - 75 por ciento de fos derechos sobre un numero selective de sus productos, generalmente sus principales productos de exportacién, Las lineas de crédito mexicanas también mejoran ta posicion de las balanzas de pagos, sobre toda las de Jos paises de CARICOM, al diferir ef pago de dliversos productos de exportacién mexicanos por un nimero determinado de aflos, segun la naturaleza del pro- ducto, En términos generales, a la maquinaria indus- trial, los repuestos y otros bienes intermedios se. les conceden condiciones crediticias mas generosas que a las materias primas y los articulos de consumo. Por Uitimo, México presta asistencia técnica a tos paises de la Cuenca mediante financiacién en condiciones con- cesionales, Venezuela Este cuarto patrocinador de la Iniciativa de 12 Cuenca del Carite no ha anunciado todavia nuevas medidas en virtud del plan de la Cuenca. Sin embargo, ha tenido ‘una importante participacion en la asistencia para el desarrollo a los paises de la Cuenca, ya que logrd ni- 1 “Aantecadentas de la iniciativa de Cuenca del Caribe”, Departamento de Estado, marzo de 1982. at veles globales de asistencia al exterior de entre uno y dos por ciento det PNB. El grueso de su ayuda a los paises de la Cuenca se analiza a través de fa facilidad petrolera y mediante apoyo directo a las balanzas de pagos en forma de depésitos en los bancos centrales de la regién. Se anun- cié también acordar una suma de 69 millones de déla- res para financiar proyectos —con cardcter de présta- mo— durante 1982 en América Central. ‘Ademés, Venezuela es un importante contribuyente a las organizaciones multilaterales, tales como el Banco Interamericano de Desarrollo y e| Fondo Especial de la OPEP, que prestan asistencia para el desarrollo a los paises de la Cuenca. La Iniciativa de la Cuenca del Caribe de Estados ‘Unidas, E| més completo conjunto de medidas (si bien también el que ha suscitado mayores controversias) es, con mucho, el programa estadounidense de medidas inter- relacionadas anunciado en febrero de 1982. Entre las principates medidas previstas figuran incentives al co- mercio, la ayuda y la inversién destinados por los em presarios estadounidenses. También se propone una mayor colaboracién entre varias entidades y autorida- des gubernamentales estadounidenses y empresarios el sector privatio de ta regi6n. Por ultimo, se propicia que se inste a los organismos crediticlos internaciona- les y a paises de fuera de la regién, tales como la CEE y Japén, a hacer mayores contribuciones a su des. arrolio econémico, Comercio En virtud de las propuestas sobre comercio, se autori- zaté la entrada libre de derechos de todos los productos exportados por determinacos paises de la Cuenca, con excepcién de [os textiles y la ropa. Ese régimen tendré una vigencia de doce afios, y una vez transcurrido ese periodo se lo revisara con la finalidad de ampliarlo. Los textiles y fa ropa gozarén de un tratamiento més ventajoso que et acordado a exportaciones similares de ‘ottes fuentes en virtud del Convenio Multifibres. Sin embargo, el secretario de Agricultura tendra ciertas fa- cultades para recomendar la aplicacién de restricciones. a algtin producto, y en especial al azécar, si a su juicio la importacién de ese producto amenaze la industria nacional estadounicense. Por dltimo, se debe incorporar a las normas de origen estadounidenses el tratamiento acumulativo (es decir, cuando un producto es fabricado en més de un pals), siempre que el contenido local de valor agregado ascienda a 25 por ciento. 32 Ayuda, Del Fondo de Apoyo Econémico (FAE), los paises de la ‘Cuenca habrén de recibir un total de 350 millones de délares en asistencia suplementaria: es decir, ademés de la asistencia estadounidense para el desarrolio asig: nada para el ejercicio fiscal 1982/1983, £1 Congreso redujo @ un maximo de 75 millones de délares la sua de 128 millones de délares propuesta para El Salva- dor (alrededor de 36 por ciento de ia asignacién total); Ia partida prevista para Jamaica (50 millones de délares) no se modificé y la asistencia al Caribe Oriental fue elevada al doble, y aleanz6 de este modo a 20 millones de déla- res. Dos paises de CARICOM (Trinidad y Tabago no se es: eraba que fuera beneficiaria), Guyana y Granada, fweron llamativamente excluidos. Segin ta propuesta del presidente, esa ayuda financiera tiene por objeto aliviar los problemas de balanza de ppagos que afectan a muchos paises de la Cuenca me- diante la financiacién, principalmente, de tas importa- ciones de materias primas y equipos del sector privado. Deben comenzar ahora conversaciones con tos. gobier- nos sobre el empleo conereto de los fondos. Incentives a la inversién. En el anuncio de! presidente Reagan se propusieron incentivos @ los hombres de negocios estadounidenses para alentarlos a invertir en la regién. Con posteriori- dad, la propuesta fue modificada en el sentido de que las firmas estadcunidenses gozarian de un descuento tributario anual de 10 por ciento sobre sus inversiones en actives fijos en determinados paises de fa Cuenca. Ademas, se deberén negoviar tratados bilaterales sobre inversiones entre Estados Unidos y paises de la Cuenca, los que tendran el cardcter de acuerdos —marco en virtud de los cuales los empresarios estadounidenses. realizarén sus negocios en los pafses firmantes. Una importante disposicién del proyectado tratado bilateral sobre inversiones es la que dispone que los inversio- nistas estadounidenses tendrén un tratamiento igual, no sélo al de otras compaiiias extranjeras, sino tam- bién al que se otorgue a las fitmas autéctonas. Por Gitimo, el goblerno quiere que la Corporacién para Inversiones Privedas en el Exterior desempefie un papel més pujante para promover (mediante una cobertura mas flexible de los riesgos del inversionista) tas inver- siones privadas estadounidenses en la Cuenca. La Cor- Poracién tendré que organizer también consorclos ex: {raoticiales de compafias de seguros o bancos privados para aumentar y ensanchar la cobertura. Integrocién latinoameriesne, agosto de 1983 Otras medidas £| Eximbank deberd intensificar sus esfuerzos en el cotorgamiento de créditos para las actividades del sec- tor privado en los paises ce la Cuenca, a fin de satis- facer sus necesidades transitorias de importacién res- ecto de repuestos, materias primas, plantas y eGui- os. Los bancos autéctonos de los paises de la Cuenca que sean “‘solventes” podrén también obtener garan- tlas del Eximbank para financiar dichas importaciones.. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos deberd desemponar un papel ms activo, posiblemente en colaboracién con la Agencia para el Desarroilo In- temacional de ese pais, en la promocién de activida- des agroindustriales dentro de los paises espocificades, Ademés, el Departamento de Agricultura proporcionard asistencla técnica para mejorar la sanidad y calidad animal y vegetal y contribuir para que los productos retnan ias condiciones necesarias para su acceso a los mercados estadounidenses. Por iltimo, 10s servicios de investigacién y capacitacion se deben ‘coordinar y ampliar bejo el patrocinio del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Evaluacién de fa Iniciativa de la Cuenca del Caribe de Estados Unidos. Comentarios generales lndiscutiblemente ambiciosas y amplias, varias medi das de la iniciativa de la Cuenca del Caribe podrian estimular ei crecimiento econdmico, reducir el desem- pleo, inerementar los ingresos de divisas y encarar los problemas creados por ef desequilibrio estructural en. muchos pafses tan marginados de la regién. En parti- cular, la promocién de una produccién agricoia diver- sificaéa coma mecanismo de sustitueién de importa- ciones, asi como la especializacion en clettos cultivos de exportacién, ya sea en su estado natural 0 elabora- dos, constituye una meta digna de consideracién para una region donde las exportaciones agricolas como porcentaje del total de los ingresos de exportacién oscitan entre 20 por ciento en Jamaica y Trinidad y Ta- bago y un promedio de 75 por ciento en los pa(ses menos desarroilecos. Por otra parte, dado que tradi- clonalmente la produccién agricola de CARICOM ha tenido un alto coeficiente de mano de obra, su diver- sificactén o intensificacién tendréa un efecto importante en el emplec; el empleo directo en la agricultura en los paises de CARICOM oscila entre alrededor de 16 por ciento y 34 por ciento. Sélo para los paises de CARICOM las importaciones tctales de alimentos exce- den de 600 millones de délares por afio, frente a un 2 Cherick, The Commonwealth Caribbean, 1978. ectudlos econémicos nivel total-de importaciones.de 6.000 millones de 6 fares aproximadamente.* ~ La industrializacién es todavia incipiente en ef Caribe ya que sélo representa 14 por ciento del PIB en los paises més desarrotiados y & por clemto en los menos. desarrollados.t Tampoco ha sido equilibrado su desa- rrolle puesto que $4 pot ciento del PIB generado por ¢l sector manufacturero de toda la CARICOM corres- onde a fos paises mas desarrollados. * De ello se dedu- ce que, en ciertas circunstancias controfadas, el plan Gel gobierno para estimular la actividad industrial me- diante un programa de incentives podria ser un medio eficaz para transformar la actividad econémica regio- nal, con objeto de pasar de una produccién tradicional 2 la fabricacién de articulos no tradicionales destinados a la exportacién, con satida a mercedos garantizados. Sin embargo, seré necesario idear mecanismos para lograr, quizés mediante empresas conjuntas, que toda la tegién reciba verdaderas transferencias tecnologicas. En segundo lugar, tales mecanismos deberan favorecer més a las actividades que emplean mucha mano de obra que a las empresas que tienen un alto coeficiente ¢e capital, y también tendrian que promover la distri- bucién equitativa de las actividades manufactureras, sobre todo de Ia industria liviana, entre los palses més desarrolladas y fos menos desarrollados. Asimismo, hay que crear nuevos incentivos para que se utilicen en mayor medida.las materias primas autéctonas. Para terminer las consideraciones generales sobre la Iniciativa de la Cuenca del Caribe del gobierno de Reagan, cabe seftalar que los demas elomentos del programa, tales como la intensificacién de la investi- gacién agricola, ef control: de calidad y el desarrollo de jas industrias agrarias, se imponen por su propio mérito, El aumento de las facilidades crediticias y la amplia- cién de ta cobertura del seguro constituyen elementos esenciales en un programa de base amplia para que sea sficez en una regién donde las dificultades deriva- das de la escasez de divisas fronan la groduccién y donde los potenciales inversionistas temen quedar des- protegidos at acometer nuevas empresas. Por ditimo, ta exhortacién patrocinaca por Estados Uni dos a los organismos crediticios multilaterales 2 que realicen esfuerzos y a otros potenciales paises donan- tes a que intenten concluir arreglos bilaterates (lapén en 1981 concedié un préstamo de 10 millones de dola- res a Jamaica) no puede dejar de concentrar ta aten- cién en fos problemas del crecimiento econémico real en fa region. ‘Grupo de Expertos (Comite Demas), The Caribbean Community in the 1980s, 4, © Ghernick, The Commonweaith Caribbean, 33 Analisis y evaluacién de la Iniciativa de la ‘Cuenca de| Caribe de Estades Unidos. Zona de libre comercio La creacién de una zona de libre comercio donde no exista reciprocidad puede tener un efecto importante jen ias actividades regionales, que se explica por tres ‘razones. En primer lugar, aunque se excluyen algunas manufac- turas relativamente nuevas procedentes de la regién ‘—sobre todo los textiles y la ropa, respecto de los cuales la zona tiene considerables ventajas comparati- yas en cuanto a costos—, la organizecién resuclta, coordinada y coherente por parte de los empresarios regionales, facilitada por los gobiernos de la regi6n, podria promover la produccién de nuevas manufactu- ras o el aumento de las existentes. La mera proxi midad de un mercado tan magnético, con el que los abricantes rogionales se estan familiarizando cada vez més, puede por si misma servir de estimulo para i ‘crementar las actividades comerciales. Aunque hace ya tiempo que fa CEE hace concesiones anélogas, las di- ultades de la distancia, los gastos de transporte, Ja barrera del idioma (con excepcién del Reino Unido) y la complejided de las normas de origen han coadyu- vado a desalentar a los més animosos de los empre- «sarios regionaies. Los contactos culturales mediante el ‘turismo facilitan el conocimiento por parte de la regién Ge los gustos y hdbitos de consumo estadounidenses. En segundo término, ta reduccién a 25 por ciento det nivel local det valor agregado y la facilidad del trata- miento acumulativo pueden constituir un incentivo im- portante y alcanzable para incrementar las actividades ‘manufactureras. Por itimo, la proyectada intensificacién de colabora- i6n entre organismos del gobierno de Estados Unidos y autoridades y empresarios regionales puede promo- ver una comprensién mas cabal de los requisites del mercado estadounidense en cuanto a calidad, envase- miento, expedicién y otros aspectos logisticos, Si se sistematiza y centraliza esa colaboracién a través de los respectivos organismos de ambas partes, se podrd dar un fuerte impulso a la dindmica de esa interesante propuesta, Por més estimulantes que parezcan las perspectives tericas, hay algunos factores muy limitativos: el mayor descrédito de la propuesta de libre comercio lo cons- yeni Sus mezquinas restricciones sobre dos produc- tos de exportacién homogéneos (los textiles y la ropa), que se fabrican ahora con una tecnologia cada vez més compleja y respecto de los cuales la capacidad de produccién se puede incrementar fécilmente sin per- judicar la industria estadounidense, En 1981 Ios paises de la Cuenca exportaron a Estados Unidos textiles y 34 ropa por valor de 472 millones de délares, 0 sea s6lo alrededor de 6 por ciento de todas tas importaciones de ese pals en ese rubro. * Sin embargo, su valor para esos palses es inmensura- ble desde el punto de vista de su efecto en el empleo ¥ Su contribucién a los ingresos de divisas. Si se con- sidera que, en todo caso, s6lo entre 7 por ciento y 10 or ciento de las exportaciones de la Cuence se verdn atectadas (segin distintos célculos, entre 87 y 90 por ciento de todas las exportaciones ya ingresan libres de derechos en Estados Unidos en virtud de las disposicio- nes del Sistema Generalizado de Preferencias), la ex- clusién de esos dos productos reduce ain mas el valor de la zona de libre comercio para sus beneficiarios. 7 Ura segunda deficiencia la constituyen las restriccio- res mediante cuotas y el derecho de importacién sobre el azusar, que es una exportacién critica para muchos paises de la Cuenca, sobre todo para los paises de CARICOM. Ello representa una gran desventaja para los paises dei Caribe en los que esa industria ya esté decayendo debido a la desfavorable situacién del mer cado mundial, Por otra parte, para los praductores ca- ribefios —que tienen costos altos— podria, incluso, haber una reduccién del precio que reciben por sus exportaciones de azicar a Estados Unidos a ralz de ta mayor competencia que es probable que derive de lun hecho: los. nuevos tituleres de cuotas, tales como Panamé, exportan en fas mismas condiciones. De tal manera, la eliminacién del derecho de importacién in- crementaria sus precios de exportacién; en cambio, su. rebaja pera los paises exportadores supondria una sig nificativa fuente de ingresos para los paises benefi- ciarios. Por Gltimo, a duracién y aplicebilidad de la zona de libre comercio se deberia aprobar dentro de un trata: do-marco para que sus disposiciones se cumplan ple- namente. Sin embargo, los paises con derecho a par ticipar estan sujetos a requisitos especulativos: su acti tud frente a la empresa privads, su politica interna para promover su propio desarrollo, No esté claro si quien es beneficiario hoy no podria ser descalificado mafiana si algin otto gobierno estadounidense considerara que e905 requisites no se han cumplido. Ello podria prover car graves trastornos econémicos para ‘et pais que dejara de ser beneficiario. De todas maneras, pareceria que el procedimiento supondria la violacién de los de- Fechos de un Estado soberano. Por consiguiente, un convenio-marco elaborado entre Estados Unidos y una representacién de beneticiarios debidamente autoriza- da podria ser mas tranquilizador. (Para tos patses de ‘antecedentes de la Iniciativa de la Cuencs del Caribe”, De- partemento de Estado, marzo de 1982. 1 Feinberg y Newfermer, “Declaractén a ta Subcomisién de I Cémara de Representantes", sbril de 1982, Integraci6n latinoamericane, agosto de 1983 CARICOM su Secretaria podria ser.el agente nego- ciador.) Con respecto a la vigencia de la zona de libre comer- cio, segdn Jos estudios hechos por una Comisién Tée- nica de CARICOM, el periodo de doce afios es dema- slado corto. La Comisién se refiere al tiempo que nece- sitan los pafses bereficiarios para: ) promover fa inversién;, ») negociar los contratos; ©) instalar la fébrica y la maquinaria; 4 €) recuperar la inversién. iar les actividades, y En consecuencia, la Comision Rempersad legs a la conclusién de que la vigencia de la zona de libre co- mercio no debe ser inferior a quince afios. Hasta ahora, varias comisiones de a Cémare de Re- presentantes han intreducido importantes enmiendas que truncan la proyectada legislacién sobre la zona de libre comercio, La Subcomisién de Comercio de la Co, misién de Medios y Recursos exceptas el calzado, el equipaje, fos guantes de trabajo, los bolsos de mano y ‘otros articulos de cuero del régimen de libre importa: cidn. Agregé pautas de aplicabilidad respecto de la Posicién sobre 25 por ciento de valor agregado regio- nal. ‘Les ingresos en concepte del impucsto sobre el consumo apticado al con procedente de paises com- prendidos en ta Iniclativa de Ya Cuenca del Caribe so deberian transferir a Puerto Rico y les Islas Virgenes. Es todavia muy incierta la suerte que correré el pro- yecto de ley presentado al Congreso por el presidente. Asistencia econémica (Fondo de Apoyo Econémico) Parece evidente que cuando el presidente elaboré tas Propuestas sobre ef Fondo de Apoyo Econémico two, ‘como es fécil de comprender, muy presente a América Central. Del total de 350 millones de délares, unos. 243 millones estaban destinados a América Central, ée cuyo monto 125 millones correspandien a El Si vador. Si bien es cierto que no podria esperarse razonablemen- te que, en estos tiempos turbulentos, un solo pais estu- viese en condiciones de satisfacer las necesidades finan- cieras, relacionadas con el desarrollo y la balanza de pagos de todos los paises de la Cuenca, y aunque se aplauda el valor de su presentacién (y posterior apro- bacién), el conjunto de medidas de asistencia econd- mica esta sin embargo muy lejos de satisfacer las ne- cesidades de esos paises, En una prosentacion a la Comisién de la Cémara, tos economistas Feinberg y Newfarmer calcularon que los paises de la Cuenca né- cesitaban alrededor de 4,000 milfones de délares..en ‘eatudioe econémices 1982 para enjugar los déficit de cuenta corriente. Séio en el caso de CARICOM, la Comision Rampersad calcu- 16 que et apoyo a las balanzas de pages, los progra: mas de inversiones del sector publico y la asistencia técnica requerirén, en total, alrededor de 1.400 millo- nes de délares pars el periodo 1982/1986 para que los paises pueden registrar un crecimiento razonable de, digamos, entre 3 y 5 por ciento durante dicho pe- iodo. A este respecto, se acogeran con beneplicito las Propuestas del presidente de imponer @ otros paises donantes y a las entidades crediticias multitaterales de la angustiosa situacién de la regién. El Congreso, al aprotar ta legislacién que autoriza la suma solicitada por el presidente, introdujo algunos cambios en ios niveles de las contribuclones; por ajem- plo, la cifra prevista para El Salvador fue reducida a 75 millones de délares y ia correspondiente al C: Oriental se duplicé a 20 millones de détares. También Sispuso que el presidente estableciera un equilibrio ‘entre la financiacién para el desarrollo y la destinada apoyar fas balanzas de pages. El defecto mas grave de! Fondo de Apoyo Econémito radica en que es demasiado bilateral y pasa por alto por completo a las instituciones regionales en su admi nistracion, En realidad, la Subcomisién del Senado dus Fante sus deliberaciones sobre ese aspecto do la Ini ciativa de fa Cuenta del Caribe se habla dirigido al Banco Mundial para solicitarle que el BIRF administrara las entregas de fondos; sin embargo, et Banco estimé que no podia 0 no debia ser el intermediario. Al desem- bolsar fos fondos en forma bilateral y selectiva, e! go- bierno ha pasado por alto el papel de las instituciones regionales que estén orientadas hacia ese fin y que necesitan apoyo. En Segundo lugar, par su selectividad se expone a la actisacion (ya hecha) de que esté enca- rando problemas’ politicos y econdmivas simulténea- mente, en detrimento de estos titimos. Quiz sea més probable que los paises beneficiarios leguen a varios “arreglos"” con intereses estadounidenses reconocidos que en al caso de ser excluidos, ya que en este su- Puesto un “nacionalismo desafiante” puede reempla- zar el agradecimiento, Por tittimo, ef conjunto de medidas de ayuda en su pre- sentaci6n pass por alto en gran medida las apremian- tes necesidades infraestructurales de los patses de la ‘Cuenca, sobre todo los de CARICOM, muchos de ellos fn inferioridad de condiciones por falta de dotacién de recursos para que resulten interesantes a los poten- ciales inverstonistas. Una institucién administradora como, por ejemplo, et Banco de Desarrollo del Caribe, diffcilmente hublera pasado por alto esas necesidades. Incentivos a las inversiones El resultado neto del conjunto de propuestas presen- tado respecto de este aspecto del plan es potencial- 35 mente muy beneficioso para la regién. Hay evidentes transferencias de tecnologia que podrian surgir de em- presas conjuntas con empresarios regionales; el est mulo a las exportaciones y las propuestas convenien- temente administradas podrian’tener un importante efecto en el desempleo. También podria haber benef cios intangibles en el largo plazo, en ef sentido de que los inversionistas estadounidenses pueden ejercer in- fluencia, y seguramente fo harén, en la formulacién de la politica en Estados Unidos, con lo que se lograria una mayor armonia entre 128 necesidades regionales y fa formulacién de la politica en ese pais, Se podria considerar el establecimiento de une organizacién ef az que estimulara el interés de los inversionistas y actuara de intermediario ante las autoridades regiona- les, Sin embargo, se debe acordar mayor flexibilidad al vesquuema de incentives tributarios, por ejemplo, median ‘te Ja concesién de un mayor estimulo a las actividades que emplean mucha mano de obra o a las que estén orientacas hacia ta exportacién. Las autoridades det Caribe, a su vez, podrian ofrecer nuevos aticientes a las inversiones que utilicen mate- rigs primas autéctonas. Por otra parte, esos paises necesitarén incrementar y deserrollar inmediatamente los servicios de compilacién y procesamiento de datos para suministrar informacién eficaz a fin de atraer las, inversiones y vigilar su actuacién Los tratados bilaterales. sobre inversiones que se pro- yecta negociar con los paises beneficiarios han suscita- do grandes controversias. En particular, los gobiérnos de Ios paises de CARICOM tienen grandes reservas acerca de la disposicién por la que se acuerdan a las ‘companias estadounidenses los mismos incentivos de los que gozan las autéctonas. Es posible transar res ecto de dicha disposicién concediendo a las empre- 808 estadounidenses el mismo tratamiento que a otras Compaias no autéctonas, pero puede ser politicamente dificil en muchos. paises tograr que se acepte la dispo- sieién en su proyectada forma actual. Una segunda cuestién que suscita controversias es la cestipulaci6n propueste en el tratado por la que se con: ‘ceden a los nuevos inversionistas “derechos ilimitados de repatriacion y otras transferencias de actives”. Esto bien podria estar en pugna con las disposiciones legales sobre retencién impositiva en la fuente o violar el dere- cho de un gobierno soberano a dictar medidas sobre control de cambios en épocas de crisis. Aqui también seria por cierto dificil convencer a las compafiias que ye operan de acuerdo con la legislacion vigente. Conclusiones Aunque el Grupo de Nassau proclamé haber adopta- do un enfoque coordinado, los criterias politicos diver- 36 gentes tuvieron por resultado una falta de sistematiza- cién entre sus integrantes, ya que cada uno actuaba casi como si no existiera el programa de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe. Podtla haber existido algin ‘Srgano coordinador para lograr una permanente cote- boracién tanto entre los Cuatro 0 Cinco (si Colombia se incluye), como entre el Grupo y los paises beneficia- rios. Un drgano de esa indole podrla concentrar con ventaja sus esfuerzos separadamente en fos dos sub- grupos que integran la Cuenca del Caribe, segin ha sido definida en el plan, dado que América Central ito del desarrollo econdmica, requieren estretegias diferentes. EI marco de interrelacién entre Canad y CARICOM puede re sultar un modelo util, pero de todas maneras para que las reuniones periédicas puedan lograr fos me mos resultados deben participar en ellas funcionarios de alto nivel encargados de la formulacién de ta po- litica. Las instituciones internacionales y regionales tienen que hacer una gran contribucién a la evolucién de es- trategias de desarrollo coherentes para los dos sub- rupos. Desefortunadamente, en el plan estadouniden. se no se igs tiene en cuenta para nada y en cambio se concede mucha importancia a las relaciones bila: rales. Esto no sélo podria significar falta de coordina- cién entre tos Cuatro y los subgrupos, sino que podré incluso provocar tensiones entre los beneficiarios. En su reunién de ministros celebrada en Kingston en 1981, CARICOM fue concreta sobre dos cuestiones: en su consenso sobre ia Iniciativa de la Cuenca del Caribe afirmé ta necesidad de preservar la Integridad de las instituciones regionales, tales como la misma Inicla- tive; que CARICOM debia sor tratada como un todo, sin excluir del plan a ninguno de sus miembros. Aun- que se comenta que el gobierno ha aceptado la inelu- sién de Granada, esa anunciada aceptacion puede re- sultar mas bien tedriea en virtud de ciortos aconteci- mientos politices recientes. Es probable que Nicaragua, igualmente, quede absclutamente oxcluida. En cuanto al comercio, es de esperar que eb Congreso Perciba la conveniencia de eliminar las restricciones. sobre los textiles y la ropa, que son tan importantes, para los palses de la Cuenca. Asimismo, teniendo en ‘cuenta lo mucho que cuesta colocar el ron en Estados, Unidos contra productores atrincherados, las sumas recaudadas en concepto del impuesto sobre ef consumo aplicado @ ese producto se deberian rebejar a los productores de la Cuenca antes que significar una ga- ancia inesperada para Puerto Rico y las Islas Virge nes. (Puerto Rico y las Islas Virgenes de Estados Uni- dos ya gozan de rebajas del impuesto sobre el. con: sumo respecto de tales exportaciones.} Se deberia proceder de igual manera con respecto al derecho de importacién sobre el aziicar. Cabe sefialar que la pro: ducci6n de cafia de azticar y sus subproductos es un importantisimo empleador de mano de obra en’ los paises de la Cuenca, cuya fuerza de trabajo no tiene Inteyracién tatinoarericans, agosto de 1963, ta posibiliciad de emigrar a Estados Unidos como ocurre , con fa de Puerto Rico y tas Islas Virgenes de Estados Unidos. La mayor flexibilidad en la administracién de los alis cientes a la inversién puede resultar més beneficiosa tanto para el inversionista como para el pals que recibe la inversién, En todo caso, es necesario que los paises beneficiarios acuerden incentivos diferenciales para lo- grar una distribucién equilibrada de las nuevas inver- siones entre los paises menos desarrollados y fos mas dosarrollades. Lamentablemente, en estos momentos parece improbable en América Gentral esa coordina- cién entre paises beneficiarios. La dectaracién de Feinberg y Newfarmer, antes men- cionada, plantea también dos importantes cuestiones que son dignas de seftalar. Hacen notar que quizé no haya nada que estimule mas la zona de libre comer. tie como un renovado crecimiento interno de Estados Unidos. ‘También calculeron que la reduccién de las tasas de interés estadounidense, para una regisn donde et servicio de la deuda representa entre 15 y 25 por ciento de los ingresos de exportacién, padré contribuir ‘estudios econémicos signiticativamente al equilibrio de las, cuantas corrien- tes"de ta region. na Pa Lag institucionss regionales, sobre todo el Banco In- teramericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo del Caribe, podrtan desempefiar papeles cataliticos de- cislvos"para lograt, en nombre de sus miembros bene: ficiarios (en virtud de ta Iniciativa de la Cuenca del Caribe), que se obtenga la maxima ventaja de toda fa serie de medidas derivadas do la Iniciativa. La asis- tencia técnica para ta realizacién de estudios de fact bilidad y el manejo de ta produccién y ia comercial Zacién son importantes insumos que esas instituciones pueden suministrar. También pueden colaborar en la acumulacién de los necesarios datos de base de los, peises beneficiarios resueltos a aprovechar un impor- tante mercade. Por ditimo, pueden servir de instituciones de vigilan- cia para suministrar a las autoridades regionales infor- maciones sobre sus progresos (0 ausencia de progre- sos) para acelerar su produccién a fin de alcanzar los objetives previstos en sus respectivas estrategias re- lacionadas con la Iniciativa de ta Cuenca del Caribe.

También podría gustarte