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El cristianismo ante el siglo XXI

en América Latina
U na reflexión desde las víctimas 1

Jon Sobrino S.J.

Resumen

Ante este siglo XXI real, el cristianismo tiene que preguntarse qué
hacer. Lo primero ya lo hemos hecho: pasar juicio sobre este mun-
do desde las víctimas. Pero, más allá de eso, hay que preguntarse
qué ser y qué hacer en y con ese mundo. En este sentido, la
perspectiva del autor es la de los pobres y víctimas de este mundo
y, aceptando las novedades alrededor del cambio de siglo, quiere
desmitificarlas un poco. Así, visto desde las víctimas, el siglo XXI
ya empezó en 1989, con la caída del este. Y por lo que toca al
cristianismo, su gran novedad -que sigue siendo lo más novedo-
so- comenzó en 1968 con Medellín.

l. Introducción esto es lo que vamos a intentar exponer. Pero qui-


El final de siglo tiene un simbolismo de calen- siera hacer antes dos breves observaciones. La pri-
dario, digámoslo así, y es nonnal que a ello se mera es que mi perspectiva es la de los pobres y
desee unir otro tipo de simbolismo más cualitati- víctimas de este mundo. Y la segunda es que, acep-
vo: los cambios, novedades y desafíos. En ese tando las novedades alrededor del cambio de siglo,
contexto nos preguntan cómo abordar el siglo quisiera desmitificarlas un poco. Así, visto desde
XXI desde el cristianismo en América Latina, y las víctimas, el siglo XXI ya empezó en 1989, con

1. Ponencia emitida en el XIX Congreso de Teología, "El cristianismo ante el siglo XXI", organizado por la
Asociación Juan XXIII, Madrid, 12 de septiembre de 1999.

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la caída del este. Y por lo que toca al cristianismo, Según el informe recién publicado en julio de
su gran novedad --que sigue siendo lo más nove- este año, el 20 por ciento de la población de mayo-
doso--- comenzó en 1968 con Medellín. res ingresos posee el 86 por ciento del producto in-
terno bruto, el 82 por ciento de los mercados mun-
2. La realidad de los pobres ante el siglo XXI diales de exportación, el 68 por ciento de la inver-
sión extranjera directa y el 74 por ciento de las lí-
El siglo XXI ya comenzó en 1989 con la caída
del socialismo: el norte contra el sur (X. Goros- neas telefónicas. Las tres personas más ricas del
t iaga). Y, sin fijar fechas, comenzó con el mundo tienen unos activos que superan el PIB de
neoliberalismo como "la venganza de los ricos con- los países más subdesarrollados, en los que viven
tra los pobres" (J. Comblin). El informe del Progra- más de 600 millones de seres humanos.
ma de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Con ser esto aberrante, lo que más me interesa
da a conocer anualmente el estado de la pobreza recalcar al reflexionar en términos de tiempo his-
en el mundo, que da también una idea de cómo tórico es que en 80 países, la renta es hoy inferior
está el continente latinoamericano. Aunque los da- a la de hace una década. Y por lo que toca a la
tos puedan ser conocidos, por ahí hay que empe- totalidad de la humanidad, en 1960, la relación en-
zar, si se adopta la perspectiva de las víctimas. tre ricos y pobres era de I a 30; en 1991 era de I a
60 y en 1997 llegó a ser de I a 74. Según el Con-
2.1. Lo más flagrante: la aberración de la si- sejo Económico y Social (ECOSOC) de la ONU,
tuación mundial en los últimos 25 años se ha duplicado el número
de pobres en el mundo -problema que ahora
De diversas formas se suele hablar del siglo
afecta también, y de manera novedosa, a los países
XXI. Me refiero ahora a la que desea comunicar la
ricos-. En el este asiático, en los dos próximos
sensación de que estamos ante lo realmente nuevo,
años, los pobres pasarán de los 40 millones actua-
lo que suele transmitirse o comunicando que he-
mos llegado al fin de la historia o, en formulación les a casi 100 millones. En Indonesia, el número
de personas que vivían con menos de un dólar al
casi contraria, que la historia está prácticamente
día en 1997 era de 13 millones; para finales de
empezando ahora con los fenómenos novedosísi-
mos de globalización ... Y, sobre todo, me refiero a este año llegarán a ser 34 millones. En América
la que quiere dar la sensación de que, como decía Latina se ha bajado de un crecimiento del 5.3 por
Jesús al hablar del reino, "el tiempo se ha cumpli- ciento en 1997 al 2.6 por ciento en el presente
do, el reino de Dios se acerca, cambien de mente y año. África continúa siendo el continente "perde-
crean en el evangelio". Se acerca o ha llegado ya dor". Para 1998 se preveía un crecimiento econó-
el eu-aggelion del mercado. mico del 4.5 por ciento, pero no superará el 2.2
por ciento.
Pues bien, no hay duda de que hay novedades
en este cambio de milenio, pero un mínimo de Los informes hablan del inmenso control de las
honradez y de rigor científico exigen analizarlas y multinacionales sobre el mundo entero: las diez
verificar qué de evangelio traen las dichas noveda- compañías más importantes de telecomunicaciones
des, y si éste es para las mayorías pobres o para las controlan el 86 por ciento del mercado ... Las mul-
minorías opulentas, si es para Lázaro o para Epulón. tinacionales no sólo generan, sino que también
destruyen puestos de trabajo. Según el instituto
Lo hacemos con sentimiento de impotencia, Panos, solamente en 1998, Indonesia perdió ocho
pero intentémoslo una vez más. En 1991, el año millones de puestos de trabajo; el desempleo se ha
en los albores del siglo XXI real, el PNUD causó duplicado en Tailandia y Corea del Sur; y en
conmoción al hacer pública la situación de pobre- México 800 000 campesinos han perdido sus tie-
za y desarrollo de nuestro mundo. Baste decir que rras a causa de la liberalización y de los acuerdos
los datos eran aberrantes, tanto por lo que toca a la de integración regional... Se calcula en 2 200 bi-
especie humana, es decir, su capacidad de simple- llones de dólares la deuda externa que las 41 na-
mente sobrevivir, como por lo que toca a la fami-
ciones más pobres deberían restituir a occidente.
lia humana, es decir, su capacidad para vivir fra-
ternalmente unos con otros. Y desde entonces, aun El informe también menciona algunas de las
con algunos avances sectoriales, las cosas no han aberraciones éticas del estrenado siglo XXI. Se in-
ido a mejor, sino a peor. vierte más dinero en la investigación de productos

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cosméticos o en la maduración retardataria del to- lidad nos sobrepasa. Estamos ante el fracaso de la
mate que en las obtención de la vacuna contra el humanidad, es decir, ante nuestro propio fracaso.
sida (cada día contraen esa enfermedad 16 000 per- Y si comenzamos a usar lenguaje teológico -y lo
sonas) o la malaria. Como consecuencia del Mitch, usamos porque vida y muerte son realidades
las multinacionales fruteras se hicieron con miles teologales primordiales- estamos ante el fracaso
de trabajadores y trabajadoras en Honduras: 15 de la creación de Dios. Quienes provenimos de la
días de sueldo y a la calle. A pesar de ello, las tradición cristiana, además, tenemos que recordar
multinacionales se ufa- que los pobres, los ros-
nan de favorecer el desa- tros que se esconden tras
rrollo en el tercer mundo Según el informe recién publicado la macabra danza de los
y de hacer crecer puestos números que hemos men-
de trabajo.
en julio de este año el 20 por ciento cionado, son los privile-
de la población de mayores ingresos giados de Dios. Visto
"Qué decir ante este
posee el 86 por ciento del producto desde lo humano, y cier-
siglo XXI? A Michel
interno bruto, ... tamente visto desde ese
Camdessus, presidente
Dios, lo primero es, pues,
del Fondo Monetario In-
ternacional, no pareció hacer un juicio radical
sacudirle la visión global del planeta: "La prospe- sobre la realidad de nues-
ridad de un país es responsabilidad de él mismo. tro mundo: es pecado. E inmediatamente, la pre-
La creación de empleo, la lucha contra la pobreza gunta es "si participamos y en qué medida de ese
y la reducción de las diferencias entre hombres y pecado o si luchamos y en qué medida contra él".
mujeres dependen, en definitiva, del crecimiento, El que este mundo, tal como lo hemos descri-
y, es más, de un crecimiento de calidad". Claro que to, es pecado, no hace falta explicarlo mucho. Lo
no hay que olvidar sus famosas palabras en Lille, que ocurre es que el lenguaje y los conceptos que
el 27 de marzo de 1992, a los representantes de la pudieran utilizarse para mostrarlo, no tienen ya
banca mundial después de leer Lucas 4, l 6ss: "us- fuerza, o no tienen la fuerza que tenían -victoria
tedes son hoy los que llevan la buena noticia a los de los que controlan el lenguaje-. Entre los cris-
pobres". Otros mostraron más lucidez: lo que está tianos -y entre otros muchos- se hablaba hace
ocurriendo es "la globalización de la pobreza", la años de "injusticia", "pecado estructural", "violen-
amenaza del aumento, no cia instituc"ionalizada" ...
de la disminución de la Con ello se quería volver
pobreza. De ahí que "o Según el Consejo Económico y Social a las raíces pecaminosas
progresamos juntos o nos de la realidad, a los ver-
hundiremos juntos" (Fran-
(ECOSOC) de la ONU, en los últimos
daderos pecados "capita-
cisco Paolo Falci). Y 25 años se ha duplicado el número de les", pecados "principa-
Kofi Annan, Secretario pobres en el mundo ... les" y "principiantes",
General de la ONU, criti- originantes. Hoy parece
có duramente que la ayu- que ni siquiera ese len-
da oficial al desarrollo se encuentra a su nivel más guaje es suficiente para sacudir a los humanos
bajo en los últimos 50 años. ante la situación del mundo, pues el lenguaje ha
sido domesticado o los conceptos que vehicula
2.2. Tres pecados primordiales han sido declarados obsoletos. Por esa razón --de
Las cifras que acabamos de ofrecer producen nuevo en impotencia e indefensión- vamos a in-
vértigo, y no se pueden asimilar, como no se pue- tentar recuperar por otros caminos y otros lengua-
de asimilar que se haya desembolsado por la ad- jes el sentimiento primario ante la aberración de
quisición de un jugador de fútbol 48 millones de esta realidad. Se trata de formular pecados que son
dólares, la cuarta parte del presupuesto nacional aun más primordiales que los pecados capitales, y
del Chad -195 millones-, país de siete millones se trata de sacarlos a la luz de la profunda sima en
y medio de habitantes. Por mucho que se acumu- que están enterrados. En mi opinión, estos pecados
len adjetivos: escandaloso, alucinante, aberrante, o tienen algo de aquel pecado "contra el Espíritu
sustantivos: injusticia, aberración, escándalo, la rea- santo" que denunciaba Jesús, el cual -sea cual

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fuere su contenido- no tenía remedio, remedio La ceguera tranquilizante. Los datos que antes
que hoy aparece sumamente difícil. hemos mencionado son públicos. A mi entender,
El insulto a los pobres. Fue un gran logro con- desde 1991 las Naciones Unidas publica anual-
mente un informe sobre la situación de la pobreza
cebir, hace años, la realidad de nuestro mundo en
y el desarrollo en el mundo, aunque al principio
términos dialécticos y causales. Se superó la mera
dilataron su publicación por razones políticas: el
yuxtaposición de ricos y pobres para comprender
escándalo que producía en un mundo occidental y
la realidad de la pobreza como producto de la in-
democrático, autocomplaciente y prepotente. Pero
justicia: hay pobres porque hay ricos y hay ricos
al fin lo publicaron, y desde entonces, esos datos
porque hay pobres. En tiempos de Puebla, 1979,
pudieran ser -a mí me parece evidente que debie-
así hablaban muchos. Sin embargo esta visión de ran ser- conocimiento obligatorio en universida-
la realidad no parece que ha tenido mucho éxito, y des, colegios y escuelas; debieran ser manejados
se ha relegado al lenguaje "políticamente incorrec- en las cartas pastorales de los obispos y en las
to". Los ricos no se han dado por aludidos, y en el decenas de miles de homilías en todo el mundo.
lenguaje cada vez se usan menos términos como Al fin y al cabo se trata de dar a conocer cómo
"justicia" e "injusticia", para no parecer idealistas está la creación de Dios, de poner nombre y carne
y utópicos, poco realistas y poco pragmáticos -y al pecado que denunciaban los profetas y Jesús, de
también para no aguar la fiesta a los predicadores ser fieles a la ortodoxia --dicho sin ironía- de
del neoliberalismo, la globalización, la priva- Medellín, Puebla, Santo Domingo, del Sínodo de
tización- todo ello, por cierto, como colofón del las Américas.
triunfo de la democracia.
Pues bien, los datos pueden, pues, ser conoci-
Hay que volver, pues, a la visión de injusticia dos, pero no lo son. Y surge entonces la pregunta:
estructural, pero, como están las cosas, antes hay ¿cómo es posible que en el mundo haya tantos co-
que volver a una visión de la realidad todavía más nocimientos acumulados sobre cosas sofisticadísi-
primigenia. Supongamos -por hipótesis- que la mas y no se sepa que al año mueren de hambre
yuxtaposición del rico Epulón, que banqueteaba alrededor de 40 millones de personas? Esta igno-
todos los días, y del pobre Lázaro, que sólo comía rancia no es invencible, sino todo lo contrario, y
migajas, no fuera causal e injusta sino simple yux- por ello es culpable. Lo hemos dicho muchas ve-
taposición. Pues bien, aunque no fuese injusta, la ces: a la violación del séptimo y quinto manda-
diferencia entre ambos sería lo que en el lenguaje miento (no robar, no matar) sobreviene como por
-tan sabio y creativo- suele llamarse diferencia necesidad la violación del octavo mandamiento
"insultante". En otras palabras, Epulón y Lázaro (no mentir). Al "escándalo" siempre sobreviene el
no sólo producen (o deben producir) indignación y "encubrimiento". Y debido al encubrimiento, un
cólera por expresar una cruel injusticia --eso por mundo que conoce tantas cosas no conoce las co-
supuesto-, sino que en un sentido todavía más sas fundamentales sobre la vida y la muerte en el
primario deben producir el sentimiento de ser in- planeta. Es el pecado de la ceguera, que condena-
sultados: los pobres, ciertamente, y todos los que ba Juan; análogo al del estar dormido ante la reali-
pertenecemos a un planeta en el que ocurren esas dad, que denunciaba Antonio Montesinos.
cosas. ¿No es insultante para la humanidad -y
para los ciudadanos haitianos:_ que un ciudadano "Desprecio", "reírse del otro", "tomadura de
estadounidense valga lo mismo que cincuenta hai- pelo". Perdósenos el lenguaje, pero eso es lo que
tianos? Y si hemos perdido la capacidad para cap- se siente muchas veces cuando le hablan a uno,
tar esa realidad como insultante es que lo primi- por ejemplo, sobre la globalización. Es claro que
geniamente humano está en trance de extinción. El ésta debe ser analizada cuidadosamente, científica-
agravio comparativo que supone esa diferencia in- mente, si se quiere, y no se debe caer en la dema-
sultante no es un concepto tomado primariamen- gogia de condenar todo lo que produce y no anali-
te del ámbito de realidad del derecho, sino del ám- zar su potencial positivo. Pero nada de eso quita la
bito de realidad humana relacional. Ese nos parece impresión que podemos tener de que, cuando ha-
ser, en el mundo de hoy, el primer paso lógico blan de la globalización como de la última buena
para superar la aberración: que sintamos el abismo noticia, "nos están tomando el pelo".
entre pobres y ricos -y tantas otras cosas- como Y más sorprende todavía que los predicadores
algo "insultante". de la globalización se extrañen de nuestra extrañe-

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za, o finjan compasión hacia nosotros porque to-
davía no hemos caído en la cuenta de que el mun-
do ha entrado en una época nueva y fantástica. Es
muy cierto que con la moderna tecnología se
acortan infinitamente las distancias entre la banca
de Hong Kong y la de San Salvador. Pero, ¿está
resolviendo eso el que 1 500 millones vivan con
menos de una dólar al día? ¿O, al menos, está esto
poniendo al mundo en la dirección correcta para
que se resuelva relativamente pronto? Ya han dicho
muchos claramente -y científicamente- que lo
que hoy ocurre es una doble globalización: la
globalización de la riqueza y la globalización de
la pobreza. Es cierto, pues, que aumentan las rela-
ciones entre los ricos salvadoreños y los de Wall
Street, pero aumentan también las relaciones entre
los pobres del Bronx y los del Chad.
El insulto a los pobres, la ceguera culpable y
la tomadura de pelo, que hemos mencionado, son
pecados primordiales. Y son también estructura-
les, pues permean todas los ámbitos de la vida:
políticos, económicos, culturales. deportivos, de
entretenimiento, y no raras veces también el reli-
gioso.
Desde las víctimas esto se ve con meridiana
claridad. En un libro colectivo reciente sobre la
globalización, Francisco Fernández Buey afirma
en el prólogo que la perspectiva, científica, pero La propuesta es provocativa porque ante las
desde abajo, que adoptan los di versos autores novedades que se anuncian y el cambio de para-
"pennite afirmar con conocimiento de causa que digmas, no parece adecuado enfrentar el siglo XXI
este mundo nuestro del final del siglo XX es un volviendo a algo que tuvo lugar en el pasado. Y sin
escándalo" 2• embargo, hablarnos de volver porque nos parece
absolutamente necesario para un continente de
3. Una Iglesia de los pobres para el siglo XXI oprimidos y una Iglesia que debe defenderlos -por
algo a Metlellín lo han pretendido matar y enterrar,
Ante este siglo XXI real, el ·cristianismo tiene
desde generales y oligarquías, y a su modo, tam-
que preguntarse qué hacer. Lo primero ya lo he- bién curias y jerarquías-. Además, ese pasado al
mos hecho: pasar juicio sobre este mundo desde
que queremos volver no tiene nada de trasnochado
las víctimas -no de fonna muy distinta a como y envejecido, sino mucho de juvenil y de nuevo en
en el evangelio de Juan la cruz de Jesús es el jui-
nuestros días. Y. sobre Lodo, Medellín sigue ofre-
cio del mundo-. Pero, más allá de eso, hay que ciendo un cristianismo que es buena noticia para
preguntarse qué ser y qué hacer en y con ese mun- los pobres, los cuales, como acabamos de ver, ca-
do. A nuestro entender lo fundamental de la solu- racterizan, también hoy, a nuestro mundo.
ción, que fonnulamos de fonna conscientemente
provocativa -aunque la explicaremos-, consiste De todas formas, para justificar este enfoque,
en volver a Medellín, a la fe y a la Iglesia de los recordemos que a la tradición bíblico-cristiana le
pobres que allí surgió. El año 1968 fue el verda- es esencial orientarse al futuro, ciertamente, pero
dero cambio de siglo de la Iglesia latinoamericana eso no convierte en simplemente pasajero cual-
(y universal). quier pasado, sino que en él puede haber funda-

2. Cristianisme i Justicia (Santander. 1999), p. 9.

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mento y creatividad, que impulsan al futuro. De 3.1. La dimensión teo-logal de la Iglesia de los
ahí, el "recuerda Israel" del Antiguo Testamento, pobres
el "hagan esto en recuerdo mío" del Nuevo Testa-
Medellín expresa una fe específicamente teolo-
mento, la lógica del Vaticano II al abordar la re-
gal, al recup~rar el principio jesuánico: la relació~
novación de la Iglesia: junto con los signos de los
esencial entre Dios y pobres. En esto va más alla
tiempos, hay que volver al origen en Cristo. En el
del Váticano II y asienta las bases teologales de la
eterno retorno no hay pasado, presente ni futuro.
Iglesia como Iglesia de los pobres.
El cristianismo, sin embargo, precisamente porque
toma en serio el futuro, toma también en serio el
3.1.1. El principio jesuánico
pasado, pues en él puede (y su~le) ~aber un poten-
cial que ilumina e inspira la h1stona y que, a ve- Vayamos directamente a lo fundamental. La
ces, se hace imprescindible para afrontar el futuro. Iglesia de los pobres es una Iglesia en la que los
pobres son su principio interno de inspiración y
La razón más importante, sin embargo, para
volver a Medellín no es sólo formal, sino material:
organización de todo lo que ella es y hace. Eso !ª
convierte en una Iglesia teologal, en una Iglesia
de la Iglesia de los pobres que surgió de Medellín
del Dios revelado -Dios de los pobres-, del
necesita imperiosamente nuestra Iglesia y nuestro
Dios de Jesús. En efecto, en la manifestación de
mundo, por ser un mundo de pobres. En nuestro
ese Dios en los profetas y en los salmos, en el
mundo los que viven en la abundancia son la ex-
Magníficat y en Jesús, aparece como algo central
cepción -y el escánda-
la relación (transcen-
lo-. Son el mundo irreal.
dental) entre Dios y po-
El mundo real es otro, el
A nuestro entender, lo fundamental bres. "Padre de huérfa-
de pobres, y de ahí que
nos y viudas es Dios",
una Iglesia de los pobres de la solución -que formulamos de repiten los salmos. La
sea absolutamente necesa- forma conscientemente provocativa- verdadera confessio Dei
ria. Si no existiera habría
de Israel, se ha llegado a
que inventarla, y si ha consiste en volver a Medellín, a la fe y a
decir, consiste en estas
existido hay que volver a la Iglesia de los pobres que allí surgió.
palabras: "En ti el huér-
re-hacerla. El año 1968 fue el verdadero cambio de fano encuentra com-
No se trata, pues, de re- siglo de la Iglesia latinoamericana pasión" (H. Wolf).
troceder, ni menos de caer
en una cosmovisión ahis-
(y universal). A esa correlación en-
tre Dios y pobres es a lo
tórica y mítica, según la
que llamamos el princi-
cual la verdad ya está en el
pio jesuánico: "Dios ama y defiende al pobre por
origen (W. Pannenberg). De lo que se trata es de
el mero hecho de serlo", y de esa manera, el pobre
re-cordar (volver a pasar por el corazón) y actuali-
queda elevado a realidad teologal, y no perrnan~c_e
zar Jo que de salvación puede traer hoy una Iglesia
sólo como objeto de ética u ocasión para la espm-
de los pobres, y como ninguna otra Iglesia puede
tualidad. En este sentido se puede decir que, en
hacerlo. Dicho en otras palabras, no entramos al año
Europa, la tradición luterana sobre todo, hizo cen-
2000 con las manos vacías, e insistimos en ello por-
tral el principio paulino: "Dios justifica al impío
que la (pseudo) cultura actual quiere hacemos creer
por gracia", y ello tuvo un influjo -aunque con
que la historia y lo humano est?rían come~zando
retraso en la Iglesia católica- en la visión de la
prácticamente ahora. Hay cambio de paradigmas,
Iglesia y de su misión. En América Latina se ha
sí, pero eso no hace desaparecer lo metapara-
insistido --como contribución suya específica-
digmático, aquello cuya necesidad se m~ntiene a
en el principio jesuánico.
través de nuevos paradigmas -y la Iglesia de los
pobres es una de esas realidades-. Veámoslo, Así lo proclamó sorprendente y audazmente
analizando lo fundamental de su dimensión teo- Puebla, en 1979, en palabras que no han sido asu-
logal, cristo-lógica y pneumato-lógica. midas por la mayoría de iglesias y teologías, sino

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que, cortés o vergonzanternente, han sido ignora- y -por cierto- también la necesidad de volver a
das, cuando no enterradas (lo cual, por sí sólo, ya él, ni tampoco es necesario recordar que sin el
justificaría el tener que volver atrás). Dice Puebla: concilio Medellín no hubiese sido posible. Pero di-
"Los pobres merecen una atención preferencial, cho esto, hay que constatar una importante diferen-
cualquiera que sea la situación moral o personal cia entre ambos por lo que toca a la relación entre
en que se encuentren. Hechos a imagen y seme- Dios y pobres, que influirá decisivamente en la
janza de Dios para ser sus hijos, esta imagen está comprensión de la Iglesia. E insistimos en ello
ensombrecida y aun escarnecida. Por eso Dios porque, en nuestra opinión, para defenderse de la
toma su defensa y los ama" (n. 1142). Y en len- involución actual, con tintes cada vez más autorita-
guaje sistemático así lo formuló Ignacio Ellacuría: rios, es normal hablar de "volver" al Vaticano 11
"La unión de Dios con los hombres, tal como se -y con razón-. Allí se encuentran valores que
da en Jesucristo, es históricamente una unión de están ahora desapareciendo al interior de la Iglesia:
un Dios vaciado en su versión primaria al mundo apertura y diálogo con el mundo, indicios de dere-
de los pobres"\ chos humanos y de democracia dentro de la Igle-
sia, colegialidad ...
Quiénes son esos pobres no se puede definir
sin tener en cuenta la historia concreta, pero tam- Sin embargo, en el Vaticano II no apareció lo
poco es difícil describirlos en lo fundamental: po- que hemos llamado principio jesuánico, que tiene
bres son aquellos y aquellas para quienes vivir es un dinamismo distinto: el que proviene de la
una pesadísima carga, que carecen de dignidad y centralidad del pobre. Decimos esto porque, en mi
son rechazados y despreciados, que no tienen una opinión, algo sorprendente ha ocurrido en iglesias
palabra que pronunciar, en definitiva, que no y teologías del primer mundo: con toda razón y
cuentan en la sociedad. En tiempo de Jesús se necesidad han celebrado los 35 años del concilio,
agrupaban en cuatro grandes grupos: pobres-mise- pero prácticamente han pasado por alto los 30 años
rables. enfermos, pecadores-publicanos, mujeres. de Medellín. Y no se diga que Medellín es "local"
En la actualidad, el concepto fundamental de po- mientras el Vaticano II es "universal", pues, histó-
bres, como los cercanos a la muerte lenta de la ricamente, también fue "local" para el primer mun-
pobreza y a la muerte rápida de la represión, debe do. Y, sobre Lodo, desde la fe cristiana, el principio
incluir explícitamente a las mujeres (doblemente jesuánico es universal. Por esa razón, no por mi-
pobres en lugares de pobreza), indígenas, afroame- nusvalorar el Concilio, por supuesto, veamos cómo
ricanos, miembros de culturas y religiones oprimi- éste trató el tema de la Iglesia de los pobres.
das. Según tiempos y lugares, hay que añadir a los
refugiados, despreciados por su orientación se- Es sabido que Juan XXIII y el cardenal Lercaro
xual, a los excluidos ... hablaron decididamente a favor de la Iglesia de los
pobres, pero la idea no prosperó. Cierto es que LG
La conclusión es que, tanto por razones histó- 8 recuerda que Cristo predicó en pobreza y evan-
ricas actuales -la pobreza mayo{itaria en el mun- gelizó a los pobres, de modo que "la Iglesia es
do-- como por razones de identidad cristiana -la llamada a seguir ese camino", a lo que hay que
relación esencial entre Dios y pobres-, la Iglesia añadir breves textos de GS 1 y AdG 5. También es
deberá ser Iglesia de los pobres que surgió en cierto que después de la memorable intervención
Medellín. del cardenal Lercaro sobre la Iglesia de los pobres
la asamblea estalló en uno de los más vivos aplau-
3.1.2. Medellín como concreción y superación sos. Y también hay que recordar que un pequeño
del Vaticano 11
grupo de obispos escribió un documento en el que
Para enfatizar, sobre todo para el primer mun- se comprometían a hacer una opción por los po-
do, la importancia del principio jesuánico, redes- bres y a vivir la pobreza eclesial. El documento
cubierto eficazmente en América Latina, compa- fue llamado "pacto de las catacumbas", porque en
remos brevemente el Vaticano II y Medellín. No ellas fue escrito, y fue llamado también "Esquema
es necesario encarecer la importancia del concilio IV", sugiriendo que merecía ser el último docu-

3. "La Iglesia de los pobres, sacramento histórico de liberación", ECA (octubre-noviembrede 1977) 717.

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mento del Vaticano 11. Hubo, pues, asomos, semi- vigor inigualable, como lo que caracteriza al con-
llas de una Iglesia de los pobres, pero nada más. Y tinente, sí; pero, sobre todo, habla de ello, y con
en el concilio no prosperaron. Para ello hubo que radical novedad, como lugar de presencia de Dios.
esperar a que Medellín recibiese creativamente y De esta forma, Medellín intuyó y reformuló lo que
superase al Concilio 4 • hemos llamado el principio jesuánico --que Pue-
bla formuló después con toda claridad-. La
Varias fueron las razones para ello, pero, visto
explicitación teológica de la intuición fue obra de
de la perspectiva teo-logal en la que ahora esta-
teólogos, con Gustavo Gutiérrez a la cabeza. Pero
mos, la fundamental fue el modo diferente en que
poner en relación teo-logal a Dios y pobres es el
las iglesias y las teologías, europeas y las latinoa-
logro de Medellín. En los pobres está Dios. Y po-
mericanas, fueron comprendiendo los "signos de
demos preguntarnos si ha habido algún concilio en
los tiempos". Simplificando un poco las cosas, en
la historia de la Iglesia que lo haya dicho.
Europa se comprendieron más en el sentido que
hemos llamado histórico-pastoral que tienen en la Al elevar pobres y pobreza a la dimensión teo-
es 4: "conocer y comprender el mundo en que logal para nada se minusvalora su dimensión his-
vivimos, sus esperanzas, sus aspiraciones y el ses- tórica, sino todo lo contario. Y por eso, el primer
go dramático que con frecuencia le caracteriza". documento de Medellín -reunión de obispos, no lo
Cuán necesario y novedoso fue esto para la misión olvidemos- puede comenzar sin mencionar para
de la Iglesia tras siglos de no hacerlo, es evidente: nada ni a Dios, ni a Cristo, ni al Espíritu ni a la
sin conocer al mundo y sin la honradez de tomarlo Iglesia -y hasta el día de hoy sus palabras produ-
en cuenta, no se lo puede evangelizar. cen escalofríos: "Existen muchos estudios sobre la
situación del hombre la-
En Medellín, sin em-
tinoamericano. En todos
bargo -dicho con ma- La conclusión es que, tanto por
yor precisión: en la teolo- ellos se describe la mise-
gía y el magisterio epis- razones históricas actuales -la ria que margina a gran-
copal que surgieron alre- pobreza mayoritaria en el mundo-- des grupos humanos. Esa
dedor de Medellín-, los miseria, como hecho co-
como por razones de identidad lectivo, es una injusticia
signos de los tiempos fue-
ron comprendidos -y
cristiana -la relación esencial entre que clama al cielo" (Jus-
esto fue lo novedoso en Dios y pobres-, la Iglesia deberá ser ticia 1). Una lectura pre-
relación a las iglesias y cipitada podrá ver aquí
Iglesia de los pobres que surgió
teologías posconciliares signos de los tiempos
del primer mundo- tam-
en Medellín. sólo en su sentido históri-
bién en el sentido históri- co-pastoral. Pero la totali-
co-teoloRal que tienen en la es 11: "discernir en dad de Medellín y el tipo de fe que generó los
los acontecimientos, exigencias y deseos ... los sig- convierten en signos histórico-teologales: Dios es
nos verdaderos de la presencia o de los planes de el que escucha el clamor de los oprimidos, y en
Dios". esos clamores y anhelos está Dios.
Estas palabras, si se las toma en serio, son po- La conclusión es que Medellín, al haber eleva-
derosas. No se trata ya sólo de atinar a cómo es la do a los pobres a realidad teo-logal, posibilita una
realidad del mundo, para mejor actuar ecle- Iglesia cuya identidad está enraizada en los po-
sialmente, sino de atinar en qué realidades de este bres. Aquí está la raíz de una fe y de una Iglesia
mundo se hace presente Dios. La afirmación es que puede superar radicalmente --desde Dios- el
audaz, pero, a mi modo de ver, eso es lo más cen- malestar eclesial, el actual "invierno eclesial", en
tral de los signos de los tiempos: existen lugares este cambio de siglo. El malestar suele expresarse
de Dios en la realidad. Lo que hizo Medellín fue al interior de la Iglesia como falta de libertad,
nombrar esos lugares históricos de Dios. De ahí como injusticia hacia los laicos y hacia la mujer
que Medellín habla de pobres y pobreza, y con sobre todo, como dificultad con la inculturación ...

4. Cfr. Teófico Cabestrero, "En Medellín la semilla del Vaticano II dio el ciento por uno", Revista Latinoamerica-
na de Teología 46 ( 1999) 59- 73.

86 ESTUDIOS CENTROAMERICANOS (ECA) 615-616

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Pero quizás lo más crudo de ese invier-
no es que, a pesar de muchísimas pala-
bras y documentos, la Iglesia, con fre-
cuencia, no acaba de volcarse a los po-
bres, no arriesga mucho ---ciertamente
no su vida, su poder y su riqueza- por
ellos. Y es que la Iglesia no acaba de
ver a Dios en ellos.
Y una última observación. Desde
una Iglesia, teologalmente de los po-
bres, el extra ecclesiam nulla salus bien
puede transformarse en el extra pau-
peres nulla salus, menos ofensivo que
la Unam Sanctam de Bonifacio VIII, de
1303, o que el concilio de Florencia-
Ferrara de 1442, y más cristiano. Dicho
eclesiológicamente, y sin reduccionis- Pues bien, la Iglesia de los pobres "se parece a
mos, extra paupercs nulla ecclesia. Jesús", o, al menos, tiene mayor parecido que
Esto es lo más importante de Medellín. No se otras, y por eso tiene futuro. Para mostrarlo en su
ve en el horizonte nada que pueda sustituirlo, ni punto álgido, baste mencionar a los mártires: en
tampoco en el pasado, ni siquiera, como hemos esa Iglesia ha habido muchos mártires, y con la
dicho, en el Vaticano Ir. Por eso proponemos vol- peculiaridad de que, en lo sustancial, vivieron por
ver a Medellín. la causa de Jesús (el reino), con los valores de
Jesús (anuncio y denuncia, libertad y fortaleza) y
3.2. La dimensión cristo-lógica de la Iglesia de fueron dados muerte por las mismas razones que
los pobres Jesús (defensa de los oprimidos en contra de sus
opresores). Veamos un poco más en detalle, con-
De cara al siglo XXI creemos que sólo una centrándonos sólo en tres puntos, cómo la Iglesia
Iglesia que "se parece a Jesús" tendrá credibilidad, de los pobres "se parece" a Jesús y cómo "remite"
y así tendrá también posibilidades. Al menos de a Jesús.
palabra, "Jesús cae bien a (casi) todo el mundo": a
personajes como Gandhi y Fidel Castro, a las ma- 3.2.1. Encarnación y cruz: una Iglesia real, no
yorías pobres y a las mujeres que buscan la digni- doceta
dad que les han arrebatado. Los pobres de Asia,
cientos de millones, no tienen ningún problema Desde el comienzo, el docetismo cristológico
con Jesús de Nazaret, repite A. _pieris, quien, por fue, quizás, el mayor problema para la Iglesia (W.
cierto, da como razón algo semejante a lo que he- Kasper), y recordemos que la Iglesia tardó mucho
mos llamado el principio jesuánico, hecho realidad más tiempo en definir la consubstancialidad huma-
en la misma vida y persona de Jesús. "La afirma- na de Cristo (Calcedonia, 450) que la divina (Ni-
ción de fe de que Jesús encarna el pacto defensor cea, 325). Pero el docetismo es también problema
entre Yahvé y los oprimidos constituye una eclesiológico. Podrá extrañar la afirmación, pues
cristolof?ía que puede traducirse en una praxis en para la Iglesia no pareciera ser problema "ser hu-
Asia, y de hecho también en cualquier otra parte mana", sino que el problema estaría más bien en
del mundo. Tan sólo esta praxis convierte al cris- "ser demasiado humana", pecadora también. Pero
tianismo en una reli[?ión universal". no pensamos que las cosas son tan simples. La

5. Como consecuencia histórica de vivir según el principio jesuánico surge otra diferencia importante entre el
Vaticano II y la Iglesia que surgió de Medellín. Es lo relativo a la persecución y al martirio. En el concilio no
son muy tomados en cuenta, fuera de la frase genérica de LG 8 y la alusión a quienes sufren persecución en la
misiones, AdG 42. A partir de Medellín, persecución y martirio fueron realidad masiva y central en la Iglesia.
6. "¿ Universalidad del cristianismo?", en El rostro asiático de Cristo (Salamanca, 1991), pp. 166s.

EL CRISTIANISMO ANTE EL SIGLO XXI EN AMÉRICA LA TINA 87

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Iglesia está factualmente en el mundo, pero tiene "darle carne real", sarx, no sólo humanitas -muy
la innata tendencia a crearse para sí un espacio proclive ésta al poder, a la riqueza, a la vanagloria
propio (doctrinal, pastoral, litúrgico ...) -que la y el pecado- son los pobres de este mundo. En
defiende del mundo-, como si esos espacios fue- un ejemplo de nuestros días, de la Iglesia de Mon-
sen para ella "lo más real de lo real", y que le señor Romero se podrían decir muchas cosas, tam-
otorga poder cuasi absoluto, porque en ese su es- bién limitaciones y pecados. Pero de lo que no se
pacio sólo ella manda. Pero de esa manera se hace puede dudar es de que no cayó en el docetismo:
"irreal", y, sobre todo, no hace central lo que sí es fue una Iglesia salvadoreña, real. Y bien lo vio
"lo más real de lo real". Qué sea eso queda descri- Monseñor: "Sería triste que en una patria donde se
to en las siguientes palabras de estos días -que está asesinando tan horrorosamente no contáramos
pueden valer por muchísimas otras- sobre los re- entre las víctimas a los sacerdotes. Son el testimo-
fugiados de los Grandes Lagos: nio de una Iglesia encamada en los problemas del
pueblo".
Estos seres humanos siguen siendo el deshecho
de la humanidad. Son millones de personas Parecerse a Jesús, superando el docetismo, no
que sobran en nuestro mundo. Nadie sabe qué es asunto conceptual, sino que es un estar real y
hacer con ellos, y son conscientes de que no activamente en una realidad que es pecado, es de-
cuentan para nadie. Llevan pegada a su piel cir, lo que da muerte, lenta o violentamente. Y
toda una historia de sufrimiento, humillación, parecerse a Jesús es cargar con esa realidad, y con
terror, hambre y muerte. Están heridos en su lo que tiene de oneroso: la cruz. No hay aquí ma-
dignidad ... Pero este trabajo con los refugiados soquismo, ni siquiera puro mimetismo místico de
de los Grandes Lagos es también una invita- Cristo, sino encarnación real con todas sus conse-
ción a confiar en el ser humano, en su capaci- cuencias.
dad de superarse aun en las peores condicio-
nes. Es colaborar con un grupo de personas En conclusión, una Iglesia de los pobres, por
que pueden recuperar su dignidad 7• serlo, puede ser una Iglesia que se parece a Jesús
porque ha superado el docetismo. Y una Iglesia de
Estos son los gozos y sufrimientos de los que los pobres que ha llegado hasta el martirio se pare-
habla la Gaudium et Spes, pero tomados en serio, ce a Jesús, porque ha cargado con la cruz. Esa es
no en abstracto. Pues bien, no hacer de esa reali- la Iglesia que desencadenó Medellín.
dad la realidad central para la Iglesia es lo que
llamamos docetismo. Como en la cristología, esos 3.2.2. Misión: la lucha en favor de la esperanza
seres humanos son la sarx (lo débil de la carne), de los pobres
no simplemente la neutra humanitas de las afirma-
ciones conciliares -aunque con dificultad toma- Toda Iglesia debe tener una misión que sea
mos conciencia de ello-. Lo hemos dicho muchas fundamentalmente como la de Jesús. En lo que
veces. La sociedad y la cultura moderna -incluida, queremos insistir -porque se ignora con frecuen-
con retraso, la Iglesia y la teología- deben mucho cia- es en que a esa misión le es esencial una
a la exigencia kantiana de "despertar del sueño praxis agonista, es decir, conflictiva y luchadora, y
dogmático". Pero no creo que hemos despertado una praxis que sea globalizante. Ejemplos actuales
todavía de un sueño mucho más profundo, "el sue- de esto son la proclamación de la verdad y el de-
ño de cruel inhumanidad", que denunció Antonio senmascaramiento de la mentira, la denuncia de la
Montesinos, en 1511, en La Española, palabras di- injusticia, la defensa de los derechos humanos,
rigidas a los encomenderos españoles ante la cruel propuestas -aunque sean modestas- de formas
realidad en que vivían los indios: "¿cómo estáis en humanas de economía ... Son formas de extender el
tanta profundidad de sueño tan letárgico dormi- reino de Dios.
dos?". No podemos analizarlas ahora, por lo que nos
Este estado de "dormición", esta "irrealidad" concentramos sólo en una: la lucha por mantener
hace a la Iglesia muy poco cristiana e irrelevante, la esperanza de los pobres. Nos centramos en ella
y quienes pueden "despertarla" y "hacerla real". porque es una misión globalizante en favor de los

7. Teresa Florensa. Vida Nueva. 2187 (25 de mayo de 1999). p. 46.

88 ESTUDIOS CENTROAMERICANOS (ECA) 615-616

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pueblos, porque es conflictiva y porque, en nuestra formadora. La utopía movilizó a muchos a trabajar
opinión, es cada vez más urgente. Repite don Pe- arduamente y a entregar lo mejor de sí mismos en
dro Casaldáliga: "Si a un pueblo le quitan la espe- esa tarea. Sólo con ideologías y estrategias, pero
ranza, le han quitado todo". Con ello proclama la sin esa esperanza, no hubiesen sido posibles las
importancia de la esperanza, pero también dice revoluciones que ocurrieron en el país 111•
que está en peligro, "se la pueden quitar a los pue-
Eso fue entonces. En la actualidad, por poner
blos". Y así es. La esperanza de los pueblos es hoy
el ejemplo de El Salvador, tras la esperanza que
objeto de una lucha, y lo importante es qué quie-
generaron los acuerdos de paz y el Informe de la
ren unos y otros hacer con ella. Dice un economis-
Comisión de la verdad, comenzó a desvanecerse
ta centroamericano:
aquélla, y apareció el desencanto --como lo de-
Aquellos países que han levantado la esperan- muestran las encuestas-, y las mayorías populares
za de algo nuevo, como Nicaragua y El Salva- han tenido que aprender a vivir con el desencanto
dor de los ochenta, necesitaban ser no sólo más que con la esperanza. Además, desde las cú-
destruidos sino desacreditados y convertidos pulas de todo tipo (sin que las cúpulas eclesiales y
en una espúrea esperanza de pueblos románti- religiosas hagan lo suficiente por contrarrestarlo)
cos porque rompían el proceso de homogenei- se introyecta eficazmente la idea de que "ha pasa-
zación iniciado con la era Reagan". do el tiempo de la esperanza"; más aún, "ya he-
La conclusión es que la élite del poder pro- mos encontrado un camino mejor".
mueve "la geo-cultura de la desesperanza y la teo- Eso "mejor" que nos proponen es una actitud
logía de la inevitabilidad ... La desesperanza es la global que se orienta en la línea del realismo y el
actitud necesaria para la estabilidad desde la pers- pragmatismo, en el vivir ajustados a la realidad,
pectiva del dominador. El desgaste de la esperanza para sacarle todas las ventajas posibles --en el
es una necesidad del sistema" 9 • mejor de los casos, incluso en favor de los pobres,
En nuestro mundo se dan, pues, batallas no en la intención de algunos-. No hay que negar
sólo para apoderarse de materias primas o espa- que ello puede producir algunos bienes, pero no
cios estratégicos, sino también para apoderarse del da cabida a la esperanza, pues ésta trae consigo,
"alma de los pueblos", de su "conciencia colecti- por esencia, un "desajuste". La "justeza", de la
va". Así, en la actualidad se desea introyectar va- que hablaba Ellacuría, y que hoy se recalca con ra-
lores positivos, como la tolerancia, la laboriosidad, zón, no tiene por qué oponerse al "desajuste" que
la competencia laboral, y otros, más negativos, produce la esperanza, pero tampoco lo puede susti-
como el consumismo y la diversión de evasión. tuir, pues ambas cosas responden a ámbitos distin-
Pero permeándolo todo, sutil o burdamente, se tos de realidad.
introyecta la resignación, la inevitabilidad, la de- Ese realismo, que prescinde de la esperanza,
sesperanza, más que la esperanza, y de esa forma se no es fácil de erradicar, pues nos es impuesto, en
pretende privar a los pueblos de .energía para reac- muy buena parte, desde fuera y por fuerzas pode-
cionar contra la historia actual y revertirla. rosas, y por ello existe una batalla alrededor de la
Entre nosotros, hace algunas décadas hubo una esperanza de los pobres. En esa batalla, unos están
extraordinaria esperanza. Irrumpió como conteni- contra la esperanza, a veces en forma directa, como
do: la utopía de la vida digna y justa de las mayo- hemos visto, a veces en forma indirecta, introyec-
rías. E irrumpió como energía y fuerza subjetiva tando actitudes y expectativas que no la hacen nece-
del espíritu, individual y colectiva, que daba inspi- saria, sino sospechosa. Pero en la batalla, otros están
ración y ánimo para emprender una praxis trans- a favor de la esperanza de los pueblos.

8. X. Gorostiaga, "La mediación de las ciencias sociales y los cambios internacionales", en J. Comblin, J. l.
González Faus y J. Sobrino, Cambio social y pensamiellto cristiano en América Latina (Madrid, 1993), p. 131.
9. lbíd.
1O. Hablamos de revoluciones en plural porque, efectivamente, éstas ocurrieron no sólo al nivel político-militar,
sino también al nivel social (la organización popular), eclesial (el ministerio de Monseñor Romero, las comuni-
dades de base) y teórico (la opción por los pobres, en varios ámbitos de la inteligencia, ciertamente en la
teología de la liberación).

EL CRISTIANISMO ANTE EL SIGLO XXI EN AMÉRICA LA TINA 89

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Lo que está en juego es que con esperanza los Pensando en nuestro mundo de hoy, ¿qué es lo
pobres pueden vivir, trabajar y mantener su digni- que hoy impacta de Jesús, que lo convierte en bue-
dad. Y pueden también ofrecer luz, solidaridad, na noticia? La respuesta es importante, pues en un
salvación al primer mundo. Dicen a los pueblos de mundo en vías de secularización, por un lado, y de
abundancia que se puede vivir y ser humanos "de desencanto, por el otro, no basta que la Iglesia re-
otra manera", no según los valores occidentales de pita doctrinalmente el contenido de la fe en Cristo,
consumismo, individualismo, autocomplacencia, sino que hay que presentarlo en su capacidad de
egoísmo, sino muchas veces en contra de ellos. humanización, en su atractivo para las mayorías.
Pero, por eso mismo, esa buena noticia, es captada Desde las narraciones evangélicas y desde la expe-
también como amenaza, pues el norte ya no sería riencia de los pobres y víctimas, quizás podemos
definidor, controlador y, así, dueño de lo humano. decir lo siguiente 11•
Se comprende, entonces, que se quiera eliminar la
De Jesús impacta la misericordia y la prima-
esperanza de los pobres e imponer la cultura de la
riedad que les otorga: nada hay más acá ni más
desesperanza y del desencanto, y la conciencia de
allá de ella, y desde ella define la verdad de Dios
la inevitabilidad.
y del ser humano. De Jesús impacta su honradez
En conclusión, la defensa de la esperanza de con lo real y su voluntad de verdad, su juicio so-
los pobres es problema aclual y urgente, y es una bre la situación de las mayorías oprimidas y de las
forma actualizada de re-hacer la misión de Jesús minorías opresoras: ser voz de los sin voz y voz
en favor de los pobres. Una Iglesia que lucha por contra los que tienen demasiada voz, e impacta su
esa esperanza se parece a Jesús. Y eso ocurre me- reacción hacia esa realidad: ser defensor de los dé-
jor en una Iglesia de los pobres que en otras. biles y denuncia y desenmascaramiento de los
opresores. De Jesús impacta su fidelidad para
3.2.3. Evangelización: la buena noticia de Jesús mantener honradez y justicia hasta el final, en con-
Ahora vamos a hablar no ya de parecerse a tra de crisis internas y de persecuciones externas.
Jesús sino de a qué Jesús quiere parecerse la Igle- De Jesús impacta su libertad para bendecir y mal-
sia, y, en consecuencia, a qué Jesús quiere anun- decir, acudir a la sinagoga en sábado y violarlo,
ciar. La Iglesia siempre tiene que evangelizar. Tie- libertad, en definitiva, para que nada sea obstáculo
ne que anunciar a Dios para hacer el bien. De Je-
y a su Hijo Jesucristo, y sús impacta que quiere el
Lodo ello en totalidad. Toda Iglesia debe tener una misión que fin de las desventuras de
Pero no es ocioso pre- sea fundamentalmente como la de Jesús. los pobres y la felicidad
guntarse cómo y por de sus seguidores, y de
dónde empezar a anun- En lo que queremos insistir ahí sus bienaventuranzas.
ciar la buena noticia; en -porque se ignora con frecuencia- De Jesús impacta que aco-
otras palabras, qué de ja a pecadores y margina-
es en que a esa misión le es esencial dos, que se siente a la
Jesús la impacta de ver-
dad. Pues bien, no sería una praxis agonista, es decir, conflictiva mesa y celebre con ellos,
malo comenzar por el y luchadora, y una praxis y que se alegre de que
sumario de los sinóp- que sea globalizante. Dios se revela a ellos. De
ticos: "acudían a él de Jesús impactan sus signos
todas partes". Jesús era -sólo modestos signos
buena noticia, pues a él del reino- y su horizonte
acudían. Pero es esencial recordar que quienes utópico, que abarca a toda la sociedad, al mundo y
acudían eran las mayorías, los pobres (ochloi, en a la historia. Finalmente, de Jesús impacta que
griego, masas, con cierto matiz despectivo). Algo confía en un Dios bueno y cercano, a quien llama
impactaba de Jesús a los pobres, que lo veían Padre, y que, a la vez, está disponible ante un Pa-
como buena noticia. dre que sigue siendo Dios, misterio inmanipulable.

11. Reproducimos aquí lo que escribimos en La fe en Jesucristo. Ensayo desde las víctimas (San Salvador, 1999)
p. 309s.

90 FSTUDIOS CENTROAMERICANOS (ECA) 615-616

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Ver hecha realidad en una persona cada una de lo que Ignacio Ellacuría añadió una "civilización
estas cosas, honradez y verdad, misericordia y fi- de la pobreza" en contra de la actual del capital,
delidad, libertad, gozo y celebración, pequeñez de como única forma de hacer posible hoy "la civili-
lo inmediato y grandeza de la utopía, confianza en zación del amor". Esta civilización de la pobreza
el Padre y disponibilidad ante Dios, es siempre una no significa, obviamente, aceptar ni menos fomen-
brisa de aire fresco. Ver a gente así es una buena tar pauperismo y miseria. Pero expresa, escandalo-
noticia. Pero impacta también, y quizás más que lo samente, la convicción cristiana de que desde los
anterior, el que en una misma persona aparezcan pobres y su mundo surge con mayor naturalidad el
unidas cosas difícilmente unificables. Jesús es a la espíritu que humaniza a todos, intuición jesuánica
vez hombre de misericordia (miserear super tur- central en los evangelios. Pues bien, la Iglesia de
bas) y de denuncia profética ("ay de ustedes los los pobres -y los pobres en la Iglesia- pueden
ricos"), hombre de reciedumbre ("quien quiera ve- ser como sacramentos de esa nueva civilización de
nir en pos de mí, tome su cruz y sígame") y de la pobreza.
delicadeza ("tu fe te ha salvado"), hombre de con-
Dimensiones esenciales de esa Iglesia resucita-
fianza en Dios ("abba, Padre") y de soledad ante
da en la historia son la esperanza, la libertad y el
Dios ("Dios mío, "por qué me has abandonado?").
gozo. La resurrección dice esperanza, una esperan-
Y así pudiéramos seguir. Lo importante es que za que es en directo para las víctimas, no para
-sea cual fuere la fortuna de la descripción ante- todos por igual, pues Dios resucitó, hizo justicia, a
rior- los evangelios presentan a un Jesús encar- una víctima y no a un victimario, ni siquiera sim-
nando todo lo que es más humano y simultanean- plemente a un cadáver. Lo que tiene de buena no-
do todo lo que sea humano. La Iglesia debe pre- ticia no es simplemente el anuncio de una vida
sentar a un Jesús así, y debe socializar la buena más allá de la muerte -lo que también esperaban
noticia -a ejemplo de Jesús- en la mesa com- egipcios y griegos-, sino una esperanza cualifica-
partida, donde también para los pobres haya man- da: que el verdugo no triunfará sobre la víctima.
teles largos y taburetes. Pero ver a Jesús de esa Por definición, una Iglesia de pobres y víctimas es
manera y hacer central en la Iglesia la mesa com- la que mejor capta esa esperanza específica. Y esa
partida, necesita de los ojos y de la esperanza de esperanza mayor de las víctimas se hace real en
los pobres, de "los que acudían a él de todas par- otras pequeñas esperanzas del día a día de los po-
tes". Y eso lo puede hacer una Iglesia de los po- bres.
bres mejor que otras.
Y junto a la esperanza, la Iglesia de los pobres
puede expresar también la libertad y el gozo del
3.3. La dimensión pneumato-lógica: vivir ya
resucitado, con lo que terminamos. No es la liber-
como resucitados
tad liberal, sino la que surge de la compasión ha-
La expresión es audaz, pero se trata de pregun- cia el pobre, la de Jesús, para la cual -por nacer
tarnos si en la histo"ria y a la manera
histórica, la Iglesia puede vivir ya co-
mo resucitada, participar en un como
reverbero de lo que en la resurrección
de Jesús hay de plenitud y de victoria.
A esto llamamos la dimensión pneuma-
tológica, porque expresa la vida nueva
que se adjudica al Espíritu. Y la formu-
lamos así para evitar exageraciones es-
pirituales, porque vivir así, no traslada-
dos a realidades vaporosas, es vivir con
espíritu.
Desde un punto de vista histórico y
social, esa nueva vida puede ser hoy
descrita como una civilización en la
que el trabajo tenga prioridad sobre el
capital (lo que repite Juan Pablo 11), a

EL CRISTIANISMO ANTE EL SIGLO XXI EN AMÉRICA LATINA 91

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de la compasión- nada es obstáculo para hacer el una increíble y novedosa configuración de los di-
bien. Esa libertad es plenitud, pero es también vic- versos estamentos del cuerpo eclesial. Surgió una
toria sobre el egoísmo y el miedo, que son las ata- generación de obispos, casi sin paralelo en la his-
duras de la historia que quitan libertad. Y es gozo, toria de la Iglesia, junto a grupos sacerdotales, de
como el de Jesús, cuando los pequeños entienden religiosas y religiosos, simbolizados en la CLAR.
los misterios del reino y prosperan sus causas, pe- Y lo fundamental es que surgió una nueva confi-
queñas o grandes. Ese gozo de nuevo es plenitud, guración de la fe desde abajo: desde las comunida-
pero también es victoria sobre la tristeza, producto des populares cristianas de base. Todo ello fue
cuasi inevitable del sinsentido de la existencia. acompañado por una creatividad desconocida en el
magisterio episcopal, con sorprendentes cartas
"No toda vida es ocasión de esperanza, pero sí
pastorales, una teología -la de la liberación-, una
lo es la vida de Jesús, quien, por amor, cargó so-
pastoral y una liturgia ... Y esa Iglesia produjo már-
bre sí la cruz", dice Jürgen Moltmann. Quizás se
tires jesuánicos, parecidos a Jesús, lo que rara vez
puedan aplicar estas palabras, con modestia, a una
ha ocurrido en la historia. La Iglesia de los pobres
Iglesia de los pobres. Encarnada, evangélica,
ha sido, pues, una realidad suficientemente masiva
profética y crucificada, puede ser también una
y de gran calidad evangélica, aun teniendo a los
Iglesia que da esperanza, una Iglesia resucitada:
poderes de este mundo en su contra. Y la razón
con libertad y gozo. Esa Iglesia es la que se parece
fundamental, creemos, es que puso a producir
a Jesús. Y esa Iglesia -y, en lo fundamental, sólo
jesuánicamente el evangelio de Jesús.
esa Iglesia- es la que podrá humanizarnos en el
siglo XXI. En la actualidad, los poderes de este mundo
siguen estando en contra de esa Iglesia o se con-
4. ¿Es posible esa Iglesia de los pobres? gratulan de haberla casi destruido. Pero recor-
Al tenninar estas reflexiones surge la pregunta démoslo: el evangelio sigue teniendo una fuerza
obvia. ¿Es posible volver a la Iglesia de los pobres? intrínseca para devolverla a la vida. Por ello nos
Dicho con mayor precisión, ¿es posible re-hacerla, parece un error apelar --con cierta simpleza- a
historizarla adecuadamente en el siglo XXI? Cierta- los cambios de paradigma para dictaminar que hoy
mente, las cosas han cambiado en el mundo y en la ya no es posible. Lo que sí se deduce de lo dicho es
Iglesia, pero hay que estar claros en dos puntos fun- la grave responsabilidad de la jerarquía, del Vatica-
damentales. El primero es que la Iglesia de los po- no sobre todo, y de todos para alentar y no destruir
bres ha sido una realidad, no un deseo o un puro esa Iglesia, para tenerla presente en el nombramien-
concepto de una detenninada teología --cosa que to de obispos, en la dirección de seminarios, en la
no ocurrió en esa medida con la Iglesia surgida del promoción de laicos y laicas comprometidos en la
Vaticano II-. Y si esa Iglesia ha sido real, enton- línea de Jesús. En conclusión, la grave responsabi-
ces, en princi;,io, es posible. Y el segundo es que la lidad de no dificultar, sino propiciar su crecimiento
razón fundamental de su existencia real ha estado -así como de hecho se ha tolerado o propiciado el
en la misma Iglesia. Algo ayudó el ambiente social crecimiento de movimientos espiritualistas-.
y político de la década de los sesenta, pero no hay Nuestra propuesta de volver a la Iglesia de los
que exagerar el argumento. Como repite Gustavo pobres no desconoce las dificultades. No es, pues,
Gutiérrez, rebatiendo opiniones contrarias, "la se- ingenua, pero sí convencida. En lo que sí hay que
gunda mitad de la década de los sesenta no fue de estar claros es que ese volver implica trabajar y
un fácil optimismo" 12• Y, una vez surgida, esa
luchar, implica praxis e implica volver a insistir
Iglesia fue amenazada de muerte. en la dimensión agonista del cristianismo, ahora
La posibilidad de la Iglesia de los pobres es tan relativizada, cuando no enterrada. En una pala-
intrínseca a una detenninada fe teologal y cristo- bra, implica seguimiento de Jesús. Digámoslo con
lógica. Esa posibilidad se hizo real y se tradujo en la máxima radicalidad: ese volver implica santidad,

12. "Actualidad de Medellín", Revista latinoamericana de Teología 45 (1998) p. 223. Y recuerda la activa presen-
cia de dictaduras en Haití, Paraguay, Nicaragua, los gobiernos de seguridad nacional en el cono sur, la violen-
cia guerrillera en Colombia, Venezuela, Perú, Bolivia, la matanza de Tlatelolco, la inestabilidad y los graves
problemas sociales en varios países.

92 ~TUDIOS CENTROAMERICANOS (ECA) 615-616

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de la que Ellacuría decía que es "la última anna de En un artículo reciente J. Comblin, nada inge-
la Iglesia de los pobres". nuo, reconoce que el panorama eclesial actual es
bastante desolador, si se lo compara con Medellfn.
Tenninemos. Es posible que el mundo se canse y
Pero concluye con estas palabras:
hastíe de su actual deshumanización, y es posible que
la Iglesia pase de la involución a la apertura, del mie- ¿Habrá otro acontecimiento? Aún no lo sabe-
do a la buena noticia. Pero sea de esto lo que fuere, mos. Por el momento no acontece nada. Pero
no hay excusa para no trabajar y luchar por volver a algo puede suceder que cristalice todas las
la Iglesia de los pobres. Nuestra esperanza es que esa fuerzas latentes. La Iglesia de los pobres está
Iglesia volverá a resurgir --con las novedades que se latente. Una nueva circunstancia puede sacarla
han ido gestando en estos años: liberación y presen- de nuevo a la superficie de la historia. Mede-
cia de la mujer, del indígena, del afroamericano, llín reaparecerá mañana, como nuevo aconteci-
de la ecología, y con otras todavía no conocidas- miento eclesial 1\
' pero volviendo siempre a lo fundamental.

13. "Medellín ayer, hoy y mañana", Revista Latinoamericana de Teología 46 (1999) p. 81.

EL CRISTIANISMO ANTE EL SIGLO XXI EN AMÉRICA LATINA 93

Digitalizado por Biblioteca "P. Florentino Idoate, S.J."


Universidad Centroamericana José Simeón Cañas

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