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Había una vez, 3 hermanas, las hermanas eran unas princesas, las más bonitas del
reino de la Rinconada. Todas tenían unos nombres muy bonitos, ellas tenían nombres
de piedras preciosas. La mayor se llamaba Rubí, y las otras dos hermanas menores,
eran gemelas, estaban tan idénticas que en el reino no las reconocían, las pequeñas se
llamaban Perla y Esmeralda, Perla nació un minuto antes que Esmeralda, así que era
la hermana mayor.

Ellas crecieron muy mimadas por sus padres, eran la luz de sus ojos, sus padres las
estaban preparando para que algún día que faltara el rey Josué III, ellas pudieran
encargarse del reino. Todos en el reino estaban muy conformes con su reinado, así que
el pueblo le tenia una gran estima al rey Josué, caracterizado por ser un rey justo y
bondadoso, le daba a cada uno lo que merecía.