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La ecografía utiliza ultrasonidos para obtener imágenes del interior del cuerpo de manera inocua, barata y en tiempo real, permitiendo diagnosticar una amplia gama de situaciones médicas excepto aquellas que involucren huesos o aire; se realiza aplicando un gel a la piel y desplazando una sonda que emite y recoge ultrasonidos para generar imágenes de los órganos.
La ecografía utiliza ultrasonidos para obtener imágenes del interior del cuerpo de manera inocua, barata y en tiempo real, permitiendo diagnosticar una amplia gama de situaciones médicas excepto aquellas que involucren huesos o aire; se realiza aplicando un gel a la piel y desplazando una sonda que emite y recoge ultrasonidos para generar imágenes de los órganos.
La ecografía utiliza ultrasonidos para obtener imágenes del interior del cuerpo de manera inocua, barata y en tiempo real, permitiendo diagnosticar una amplia gama de situaciones médicas excepto aquellas que involucren huesos o aire; se realiza aplicando un gel a la piel y desplazando una sonda que emite y recoge ultrasonidos para generar imágenes de los órganos.
La ecografía es una prueba médica que utiliza ultrasonidos y permite
obtener imágenes del cuerpo. ¿En qué consiste? La ecografía es un método de exploración en el que se obtienen imágenes del interior del cuerpo por medio de ultrasonidos. Cuando estos inciden sobre los diferentes tejidos del cuerpo producen un eco que se traduce en imágenes. Es una técnica cómoda para el paciente, inocua y barata. Es una prueba que permite observar al instante los movimientos de los tejidos y de los intestinos, los órganos internos y la sangre circulante. ¿Para qué sirve? Permite diagnosticar un número amplio de situaciones. La más conocida es para el seguimiento del embarazo, pero se utiliza en todas las especialidades médicas. Sin embargo, la ecografía no es útil para observar las estructuras del cuerpo que tienen huesos o aire. ¿Cómo se realiza? El paciente permanece estirado y, sobre la piel de la zona del cuerpo que se quiere explorar, se desplaza una sonda impregnada de un gel que facilita el movimiento. Esta sonda emite y recoge ultrasonidos que rebotan en los órganos, lo que se traduce en imágenes en tiempo real que se observan en la pantalla de la máquina.