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EL DISPOSITIVO GRUPAL x ANA MARta DEL CUETO ANA MARlA FERNANDED Este trabajo aurgié en momentos en que nos reintegramos a In actividad docente en Ta Uni- Terie 3s Busnon ‘Aires Asoge de und pre Tongada ausenels de casi dier afr. Lo. fle mos desde la eAtadra do Paleologia Social de ia carrera de: Paicalogia, Nos encontramos miombradas ante la altuacién, no destonodida, do que aquellos textos que hablamos stillsad® ‘en otros tlempos en in ensefianza de lo gripal, no eorrespondian esirictamento a nuctrm 1a rere acta! de entender los grupos. ‘So nos presents anf In necesidad de tragmitir Ruestrs experiencis an eate tamaties, «tra ‘és de um texto que diere cuenta de nuestro pensamiente, anf también como de nuestra his. ‘toria, «nun intento de reformblar: aguelias ‘estiones del acontecer grupal, Quistéramon agradecer ‘aqul el’ expacio brin- dado per el Dr. Eduardo Paviorsky en los seminareg as Pelcodrane Paleoanalle, oo mo ast también tuestros compafsros “propo de loa sabadoa™: Juan Carlos De Brad, Gregorio Kaminsky, Sitvia Rabich y Interiueea DISPOSITIVO DRUPAL, s-conocian entre si, Al promediar la reunién, nos dimos cuenta que nos habiamos ubicado a lo largo do la mesa, tres y tres. Pero no de cualquier manera; a un lado se habian sentado los tres futuros integrantes que habian permanecido en el pais y al otro los tres que recién vol- vian del exilio, ‘Habia, sin duda, operado alli un efecto de latencia, anterior, no sélo a ja constitucién del grupo como tal, sino anterior a la constitucién misma de un plans dis- cursive, Se habré observado que en ia enumeracién de los elementos que formardn esa virtualidad que es el dis- positive grapal, hemes reemplazado el tradicional térmi- no darea, por objetivo comin. Esto, més que responder a juegos seminticos sbe- dece a varias euestiones, En primer lugar, eoincidimos con De Brasi (7), cuando planter que dicho término pue- de llevar a confusiones cuando nos referimos a grupos terapéutieos. Dado que pensemos que son los mismos acontecimientos los que se van a producir en los grupos, sean éstos terapéuticos, de aprendizaje, recréativos, em- presariales, ete. preferimos utilizar un término| mas abareativo. : Por otra parte, no podemos dejar de sefisiar nuestra imopresién con respecte al término tarea, por cuanto pen- sainos que suele producirse un deslizamiento de sentido hacia ideologias productivistas en su empleo. 1. El proceso grupal En este rubro deberiamos ineluir lo que clisicamen- te se ha denominade Dindmica de Grupos. Creemos que este término se encuentra histéricamente adherido a la mieroscciologia —generalmente empresarial— america~ na, aunque también con cierto desarrollo en Francia. Si bien no podemos ignorar los aportes pioneros de esta escuela al funcionamiento de los grupos, tales 20 como los estudios sbbre influencia de los diferentes lide- raigos, sobre dificultades on la toma: de decisiones, el cambio y la resistencia al cambio, el abordaje de los jue- gos tensionales dentro de un grupe, etc., pensamos que una teorizacién debera ya saldar cuentas respecto del tema de la dinfmica de los grupos (8). Podriamos plantear que nuestras mayores diferen- cias con respecto a esta corriente se focalizan en qu 4) Conforma un abordaje de los acontecimientos grupales, centrads en lo manifiesto, b) Se consideran tales acontecimientos como fen6- menos en si mismos (los grupos islas). c) Mangjan un particular criterio con respecto a las tensiones grupales; para esta corriente las ten- siones grupales disminuyen en tanto un grupo pueda realizar una diseusién democratic de las mismas, Asi, las tensiones de un grupo de obre- ros en ung empresa, disminuiran én tanto pue- dan discutir libremente sus conflictos... Por otra parte, se juega aqui una concepeién de Ia Gemocracia como libre discusién. 4) ‘Tienden a una explieacién de lo grupal desde mo- elas fisicalistas, En este sentido pensamos que una eventual recu- peracidn de los estudios de K. Lewin sobre Dindmica de Grupos, debe ir aparejada en un despeje de territorios de alta saturacién ideolégica presentes en sus planteos?, En este sentido nos resuita interesante Lapassade cuando plantea: “desembarazada de sus modelos mecani- cistas, Ja dindmica de grupos conduce, en rigor, 2 una dialéctica de tos grupos. EB) empleo del término dialée- 2 La corriente que ineugura Pichén Rividre en nuestro ‘pas, oi bien toma muchos apories lewinianos, no se eraparonta eon dicka teoria en tos items a) ¥ ¢), aunque podriamor plentear que mantiens ciertos resabios def punto b). 2b tica se justifies si por él se entiende designar una légica dei inacabamiento, de ja nceién siempre recomenzada. ‘El grupo, la organizacién seré una totalizacién en curso que nunca es tolaiidad actualizade... La dialéctica sera para nosotros, por tanto, simplemente, el movimiento siempre inacabado de los grupos (9). En nuestra reflexién sobre lo grupsl ebordaremos entonces el proceso grupal prestando atencién a la cons- tante dialéctica que embarca en permanentes juegos ca- Jeidosc6picos Serialidad -+ Grupo Repeticién-Reproduccién + Transformacién-Creatividad 1) Seriatidad + erupos Aqui intentaremos focalizar el proceso grupal més que como juegos tensionates de fuerzes, como tna dia. léctiea de una totaiizacién en proceso (10), ex el intento de desembarazarnos de los modelos mecanicistas que tra- dicionalmente han operado en esta temdtiea, A partir de alli, nos formularemos una pregunta: ,Cémo es que de un ‘conjunto de personas, se estructura un grupo? 0, dicho de otra manera, ;como pasamos de la dispersi6n ala cohesién? ;De la serialided, al grupo? Para Sartre el grupo se constituye contra la serie. La vida de los grupos esté hecha de una permanente tensién entre estos dos polos extremos. Por io tanto, serd esta tensién la que constituya el motor de la dialéctiea de los grupos. Por cuanto si bien un grepo se constituye contra la se- rialidad, siempre tiende a volver a ella. No olvidemos que los’ grupos siempre tienen vida efimera. Asi, con- tienen la posibitidad de disoluctin en la organizacion y la virtuatidad de estructuracién en la dispersidn. En su tensién contra la serie un grupo deberd jura. mentarge, dice Sartre. Aguf tal vez, podriamos hacer re- ferencia & los términos encuadre, contrato, etc. como un aspecto de esa juramentaciGn, o mejor. como su forma explcita o visible, En sus formas implicitas incluiriamos 2 Ja produccién de formaciones imaginarias grupales pro- piss y unieas de cada grupo. En este sentido pensamos que un grupo se estructur:: como tal, mis que por su tarea, cuando ve consolidandy un conglomerads de representaciones imaginarias comu nes (red de identificaciones eruzadas, ilusion y mites grupales, Iq institueién coma disparador de io imaginario grupal). Es por esto que pensamos que Iz tarea es convocants de un grupo, més que estructurante del mismo, <> creatividad-transformacion En esa vida efimera de los grupos, :podemos hablar de grupos creatives y de grupos repetitives? Tal ver si. Pero lo que nos interesa resaitar es que todo grupo alher: go en.su seno aspectoe repetitivos y aspectos transfor. madores en tena dialéctica nermanente. Ahora bien, que haya grupos que tiendan mas facilmente a desarrollar un polo que el otro obedece a un sinmimero de factores. Desde ya gue determinadas eoordinaciones favorecen su tendencia en uno u otro sentido, Esto, cbviamente, se hallaré indisolublemente ligado a los objetivos explicitos ¢ implicitos que le institucién —real o imaginaria— en que se inscriben tenga planteados, como asimnismo a las ilusiones y mitos grupales en que se-estructura el grupo, la red de identificaciones que ligue a sus miembros, come también los aspectos transferenciales que con la coordi- nacién y Ia institucién establezca. A su vez, podemos encontrar grupos que contengan en su seno Ia contradiceién de desarroliar contenidos nuevas, pero dentro de formas organizativas tradicio- nales (21). Desde ya el tema de la repeticién-transformaciér nos remite & un aspecto muy silenciado en las teorizacio. nes sobre grupos, como es el problema det poder en los grupos, las relaciones de saber-poder en su seno, por 28 ejemplo, el ejercicio ‘de 12 violencia simbélica (12), le cireulaeién de micropoderes en jos grupos, etcétera. En este aspecto, se hace necesario, a nuestro crite- rio, re-pensar la problematica de la transgresién. Tra dicionalmente, en psicoandlisis, tendemos a considerar como transgresivo al modo de relacionarse de aquellos sujetos donde lo que se transgrede es la prohibieién del incesto 0 sus equivalentes simbélicos. Pero, desde la sancién de lo transgresivo, muchas veces suele omitirse que esto constituye una poderosa fuerza cuestionadora de lo instituide, siempre operante en los grupos, come también en los individuos (13). 2m ta linea de lo que estamos exponiende, nos parece de utilidad et aporte de Guattari cuando demarea grupos- objeto y grupos-svjeto (14). En ese sentide en los gru- pos-objeto todo desviante ser visto como un transgresor, como un eventual peligro a expulsar; se formarén asi Jos heterodoxos y los ortodoxos, las sectas, las rupturae de escuelas, eteétera, Por el contrario, grupo-sujeto ser aquel con capae cided de enunciar algo; esto se hace posible desde al soporte de la transversalidsd, en tanto dimension per- manente de la institucién, en la que tal grupo ae inscribe. Asi, toda posibilidad de intervencién ereadora dependeré. de la capacidad de poner al descubierto al sujeto de la institucién (el “inconciente institucional"). Es preciso remarcar gue las dos clases de grupos esiin en desliza- miento perpetuo, un grupo-sujets esté siempre amena- zado a la sujecién, un grupo sometido en algunos casos puede asumir un rol de alto nivel transformador, HEL interjuego de roles En una brevisima sintesis diremos que, para Pichén Rivitre, el grupo se estructura sobre la base del interjuego de mecanismos de asuncivn y adjudicacién de Roles (15}. 24 1) El concepto de rot ® El coneepto de rol tiene una larga tradicién en los aportes de la antropologia, 1s sotiologia y Is psicologia social funcionalista. Uno de los autores més importantes que utiliza dicho concepte es, sin duda, George Mead. A través del concepto de rol, abords, on au libro “Espiritu, Persona y Sociedad”, el estudio de las relaciones inter- personales, los, vineulos sociales, etcétera. En la tradicién dramBties, el rol ex tn mode de iden: tificarse imaginariamente con un personaje; ssf, nn ro en una obra teatral existe independientemente del actor particular que lo encarne. En exe sentido, un rol social también tiene una exis. tencia independientemente de quien lo desempefie dado que, podriamos decir que, en la sociedad los roles pre- existen a los individuos, bajo formas de conducta-a asu- mir en funcién de la situaciéa que ocupen, o sea de la posiclén. : Etimoldgicamente, el término “roi” proviene del fran- cés “role”, que tiene, a su vez, un origen latino: “ro- tulus", Estes términos so refieren a un papel, “rollo”, en donde se anotaban determinadas cosas; ya en In época del medioeva se anotaban en este “rollo”, por ejemplo, el intereambio de mercancias o el embarque de éstas, ‘También “rollo” era el papel 0 el parlamento ‘que loz actores debian reeitar. Es recién hacia el siglo xvii que el término rol empioza a ser empleado en su sentido fi- gurado, como funcidn social o profesién. La teoria del rol, desde ix 6pticn de la socidlogia fuacionalista, se ha desarrollads en funcién del concepto de posicién: una posicién define un minimo de compor- tamlento obligatorio para el individuo, aunque no puede garantizar que éste desempeffaré tal ‘comportamiento a la perfeccién. Desde esta concepeién se denominaré rol, #1 Gesempeiio real de una persona en-una situacién dade, es decir que rol es Ia manera en que una persona desem- pefia los requerimientos de su posiciém. A su vez, rol 25 es el aspecto dindmico del estatus. Con este término se alude @ una especie de marca de identificacién social que goloca a Jos individuos en relacién con otros individuos. El cémo una persona se comporte, dependerd en gran medida, del status en que se halle, vale decir de la po- sicién particular que ocupe en sn medio social. Para Pichén Hividre, rol “es un modelo orgenizado de conducta relative @ une cierta posicién del individuo en una red de interaccién ligado a expectativas propias xy de tos otros”, Se distinguiran roles formales 0 prescriptos, como aquellos que estan determinados por Ja posicién que ocu- pa un sujeto en una determinada organizacién o insti- tueidn; asi, el’ rol social remite, como deciamos anterior mente, £ un lugar o status. Y roles informales, cuando jos sujetos* juegan un papel, situacionalmente dado, en el aqui y ahora, dependiento estos de is red de interaccién grupal. Como deciamos anteriormente, para Pichén Riviére, la estructura y funcién de un grupo estardn dados por el interjuego de los mecanismos de adjudicacién y asun- clon de roles; estos repreaentan modelos de conducta co- rrespondientes a la posicién (relativa) de los individuos en esa red de interacciones, y estén ligados a las espec- tativas propins y a las do los otros miembros del grupo. De esta manera, el rol, y su nivel, el status, se ligan los derechos, deberes, 2 ideoiogias que contribuyen a la cohesién de la unidad?. 2) Aportes de Pichén Rividre Estos mecenismos hacen referencia a in posicién en que cada uno de ios integrantes de un grupo se ubica en esta red de interacciones; dicha red estard intimamen- 3 Agradecemos Ia Lie. Lidia Knetsher los datos sportados para Ia elaboraciin dg este punto. 26 te referida u Ja historia individual de ese individuo, tanto come a su forms de insercién en el grupo. La tarea que dicho grupo realice, constituye su finalidad y va a estar basada, fundamentalmente: a) En lo explicito: en el objetivo que dicho grupe se G8 (recreativo, terapéutice, de aprendizaie, etesiera). >) En lo implicito: en la elaboracién de dos ansie- dades basicas: el miedo s Ia pérdida (ansiedad depresiva), y el miedo al ataque (ansicdad pat noide). Estas dos ansiedades confizuran la ‘tuacién bisica de resistencia al cambio, El papel del coordinador, para Fichéa Rividre, consiste en esclarecer, a través de sefialamientos e inter- pretaciones, las pautas esterectipadas de conducta que dificultan el aprendizaje y la comunicacién, Es decir que toda interpretacién debe favorecer ei nivel de opera. tividad de un grupo. Para e¥jo deberd incluir siempre la Jectura de los niveles horizontal y vertical de] acontecer grupal, que permitirdn la ruptura del estereotipo, Sobre la base de estos lineamientos, Pichén elabora Ja técnica de grupos operatives, para su lectura del acon. tecer grupal. En el interjuego de roles propiamente dicho, que —como habjames dicho— tiene para Pichén un cardcter estructurante en el grupo, destaca especialmente tres roles que podriamos presentar como prototipicos : ~ el portavoz = el chivo emisario = el lider Estos roles no son fijos estereotipados sino funcio nales y rotativos; os decir que en ends situacion grupal Be un individuo tomard tal o cual rol de acuerdo a su situa Bu si cién individual y a la situacién generada en el aq) 7 y Por portavoz, entiende “et miembro - te donuntia el accutecer gropal, lag Zencastae que To te ven, las ansiedades y necesidades de le totalidad del gru- po"; por Jo tanto, no habla por sf solo, sino por todos. Se articula en él una fantasfa inconciente individual entre- sruzada con el acontecer grupal. Vuelve a hacer referen. cia a los registros horizontal y vertical de toda situacién grupal en conde eonfluirdn Ja historia personel del in. dividuo (vertical) y el proceso actual en el que el grupo esti inserto (horizontal). Toda interpretacién deberé develar te situacién de, todos los miembros del grupo, ot in con la tarea, ne Sitclon gon la tarea, elemplificando el problema entnela. Por chive emisario, entiende ta depositacié . , positacién on un Triembre del grupo de aspectos negativas o atemorizantes jel mismo o de la tares, apareciendo mecanismos de se- aregacién frente a dicho integrante. Por lider entiende la depositacién, en un miembro di 1 lel xrupo, de los aspectos positives; destaca distintos tipos de lideracgos: Ialaze-faire, autocritico, democratico, etzé- ere. . Ambos roles, el de lider y el de chive emisario, esta - , isario, estén intimamente relacionados, ya que uno surge como preser- vacién del otro, en virtud del donominade proceso de diso- cigcidn que todo grupo implementa i. ciecien a pt en su tares de diseri- Even, es des, aquello que. ge auenia de Ie slseise de Seraighag detrt de la muna; oon horizon clodeg is ed ‘de Tlacionesinformaies entre loa inteprantes deta instthe Glin, "(R. Lourns, 0 Amélie Tratiticionel EL. Amorretes Be: Agroga, ademas, ol rol de saboteador, que seré aquel integrante que.en determinado momento asume el Ude- rango de la resistencia al cambio, , ° 3) Reformulaciones Son estos, algunos de tos conceptos de un pensador tan vast como E, Piehén Riviére. Sin embargo, ereemos necesario re-pensar sus aportes (16), para que sus ideas no se estereotipen en la ropoticién, par mantener vive la dialéctica creadora en la que él mismo estuvo siempre in- serto, y poder avanzar asi, més alld de sus propios cou- ceptos. ‘A sti ve2, coincidimos con De Brasi, en su caracteriza- cin de este autor cuando pone el acento de su figura més como, “desviante institucional” que como grupélogo. ‘Asi como nos parece insoslayable el audlisis del in- terjuego de roles en una lectura de lo grupal, pensamos éste mas como un efecto de Ia Iatencia grupal, que como una causa estructurante del grupo. Nos resvita mas pre- ciso abordar la estructuracién del grupo desde Ia pro- duceién de sus formas prozias, esto es, las formaciones imaginarias grupales. Por otra parte, el andlisis de Ia verticalidad y la horizontalidad grupal no da cuenta de la vastedad de los acontecimientos grupales. Asimismo, podriamos pensar que el mantenernos en estos dos registros nos sitda nue- vamente en In antinomis Individuo-Sociedad. En este sentido, nos resulta fructifero el aporte con- ceptual de la nocién de Trarieversalidad, por cuanto, en tanto delimitamos los grupos como campo de problemi ticas, estos estén permanentemente atravesados por mtl- tiples inscripciones: deseentes, institucionsles, ideolézi- ‘cas, socio-hiatdricas, politicns, ele, Asi-la nocién de trans. versatidad nos es una herremienta valida en el intento de desdibujar los grupos-isias, como asi también en el intento de desdibujar la tradicional antinomiz Individno-Sociedad {de le cual no est afuera la concepeién funcionalista de os roles). 29 Al pensar los grupos desde esta perspectiva, esto os, en el caleidoscopio de sus tadltiples inscripciones, se crean las condiciones de posibilidad de inscribirlos en un campo de anélisis mas amplio. 2Por gué esta nocién nos parece una herramicnta til para desdibujar el grupo.isla? Por cttanto necesariamente nos remite al anclaje institucional de los grupos. 4Por qué puede ser una dtil herramienta en el intento de desdibujar la antinomia Individuo-Sociedad Por euan- to implica un significante social operando, no como efecto de influencia sobre ef individuo, sino como fundante del sujeto. Dirén Deleuze y Guattar!: “Todo fantesma es de grupo”, también “el fantasma mismo esti transversaliza- do” (155, Esto es que, no s6lo operan en é] las inscripcio. nes edipicas, sino que habré una inscripcién social e his- térica fundante aun de la dimetisién inconeiente. Hablabamos en Ja Iniroduccién de un doble movi. miento en nuestro enfogue de Jo grupal. En este sentido, nos parece importante destacar que si bien el grupo es efecto del atravesamiento mencionado, esto no debe lle varnos a borrar u omitir la especificidad de las formas propias que un grupo constituye, en tanto esnacto tactico de produccidn de efectos singulares 6 inéditas. Por lo tanto, en toda lectura de Ie grupalidad, pensa. mos que el anflisis del interjuego de roles mantiene un nivel de eficacia valedero, en tanto abra su lectura con jas reformulaciones sefisladas. “IM Las formaciones Imaginarias grupales Con este término aludimoa a os procesos imaginarios que un grupo produce. Asf es como decimos que un grupo es mis que la auma de los individuos que lo componen. Consecuentemente, pensamos que Jos procesos imaginarios dentro de un grupo no constituyen la sume de los imagi- narios individuales, Por el contrario un grupe produce formas imaginaries propias. En toda situacién grupal (zea el grupo grande o pequefio, de formacién, recreativa, de trabajo, terapéutico, etc.) hay una representacién ima- ginaria subyscente, comin a la mayoria de sus miembros, 30 * Estas representaciones imaginarias son el “algo comin” en el grupo. ¥ no la tarea. Esta opera como convocante del grupo pero no como fundante. Para que un grupo de Personas pueda pasar de ia serialidad al grupo, se debers ir consclidando un conglomerado de “representaciones” imaginarias. Estas, tanto podrdn propiciar la taree, eomo propiciar la solidaridad y la eficacia grupal, como los conflictos, la ineficacia, etc. No hay grupo sin formacio. nes imaginarias estrictamente grupales. Son procesop imaginarios que pueden ser leidos en el transcurso del devenir grupai y que hablan de su confor- macién, posibilidades de desarrollo, de transformecién, inscripeién e histori: de dicho grupo. Dentro de las formaciones grupales incluimos: = La red de identificaciones cruzadaz (y 1 red transferencial). ~ Las ilusiones grupales. ~ Los mitos del grupo. - La institucién (como disparador del imaginaric grupal). Estas formaciones grupales, en permanente atreve- samiento darén a cada grupo su perfil, su identidad, nice Y exelusivo de este grupo. 1) Red de identificaciones cruzadas. Red tronsferenciai Los coordinadores que trebajamos con grupos, seen estos de aprendizaje, terapéuticos, recreativos, etc. parti- mos por lo general de una pregunta: , Qué es lo que hace que ciertos grupos se constituyan como tal y permanezcan en el tiempo y otros no, eean creatives 9 rigides, inde- pendientemente de la tarea propuests? Sabemos por otro Jado, desde le experiencia eliniea en los grupos que este hecho depande entre otros factores, de la constitucién du- rante laa primeras reuniones de lo que se ha dado en Wamar matriz det grupo (18). Definimos el término matriz, el Gicionario nos dice: Viscera hueca en forma de redoma; Molde en que se funden objetos de metal que han de sev idénticos: las letras de imprimir, botones, ete. Materna Principal. Generadora. 31 Pareceria que esta matriz grupal de a que hablamos buede aparecer sélo si ha existide entre los miembros del grupo una empatia gue una 2 los distintos miembros entre si. Ya sea en parejas o de a tres, con ciertos miembros Ja persona se va a sentir mas cémoda que con otros, tendra intereses en comiin o historia o perseguirén ios ‘mismos objetivos. A veces los individuos son concientes de esto, A veces lo ignoren por completo, Va a sentir rechazos ¥ aceptaciones. Algunos racionales, otros no. En Un grupo los miembros junto con ef coordinador se retinen en un cierto lugar, se sientan de una olerta manera, pertenecen # una institucién real o imaginari La mirada reciproca actia desde y sobre ellos, Ademas el coordinador 0 la institueién donde se realice ia tarea ¢s.investido por los integvantes partir de eiertas paulas, de’ ciertes poderes reales o ilusoriés, se espera de él que realice tales 0 cuales acciones que el sujeto pueda apode- rarse de lo que espera que le den, que pueda incorporar conocimiento, cura, sapiencia, poder. “ De esta manera el grupo todo ce constituye en el lugar de.la demanda que ese grupo realiza sobre si, in- cluide ef coordinador. ‘Sin tratar de agotar la deseripcién de tales aconteci- mientos grupales, podemos afirmar que esta matriz gru. pal de Ja que hablabamos tiene que ver con la posible organizacién bidinal que este grupo se ha dado. Esta organizacién libidinal esta basada en los lazos libidinosos que los individuos tienen entre si y con el eoordinador. Estos tazos libidinosos tienen que ver con Ja red de iden. tificaciones que se va estableciendo en el transcurso del grupo, que esta intimamente relacionada —en realidad es lo que Ia constituye— a lo que se ha dado en llamar matris grupal. Es decir que esta matria ceria en realidad una matriz de identificaciones formada por supuestas identificaciones secundarias. Ya sabemos, por otro lado, 1a importancia de este mecanismo en la constitucién del sujet (29). Hasta aqui ie matric grupel y el porgué de su cons. titucién. a2 De agui en mas, cémo opera, se desarrolla, detiene ono el desarrollo de la dialéctice srupal, Vayamos 2 un gréfico. Si esto es un grup: i conformar ‘Ya desde Ia primera reunién se empieza & ar i a ames. i tificaciones de 1a que habla! ea tines que ieee constituide el grupo y su matriz. ‘Un dibujo posible seria: oe oer es ee rol. objetales. bdsica que fr que encontrariamos una Metric cand fs Be mn ery ae inca faltan, comprometides con los dems, que se preocu pen y ocupan de saber lo cotidiano dc Jos otros, Trica. es son calidos, afectivos, etc. ¥ Jo matris fe ident ie clones que es un circuito del conjanto de relaciones obje~ tales, ya que lo que se introyecta no es un objeto ino circuits de relaciones de cbjeto. Bl objeto que se ™ corporado desaparece como tal, queda Ja relacién. No se identificen personas sino aspectos puntuales de las sub- jetividades de los intezranes, ‘Esta red de identificaciones es uns red movil y es, a su vez, una matris de identificaciones y una matriz identifieatoria; es decir es 10 que identifica a este grupo de otro grapo; es lo que lo diferencia de los demés gru- pos, e8 Jo que habla de Ja aubjetividad grupal. Lo que ‘queremos significar es que esta matriz identificatoria es Jo que particulariza 8 un grupo de otro grupo, habla de la especificidad misma de tal grupo y no de otro, Pode mos pensar esta matriz como un caleidoscopio siempre en movimiento, como un dismante con miiltiples facetas pero siempre igual a ai mismo, Hablar de la red de identificaciones eruzadas en los grupos significa hablar de aquello que da cuenta de ta permanencia, de Ia movilidad de las rigideces, de dichos grupos, independientemente de ls tarea a que estén convo. cados. Es decir, que los procesos identificatorios que se producen en los grupos van a funcionar como motor de la vida de los mismoz. Definimos una vez més el concepto de identificacién como el proceso psicolégico mediante el cual un sujeto asimile un aspecto, una propiedad, un atri- buto de otro y se transforma sobre el modelo de éste. Por otro lado, siempre que hablamos de identifieacién en los grupos estamos hablando de identificeciones secundarias, Este concepto de red de identificaciones esta unido, tanto en la elfniea como en Is teoria, al concepto de trans- ferencia, As{ como ies identificaciones son el motor dz la vida de los grupos, las transferencias son las que posibili- tan que dichas identificaciones se den, brindando et campo propicio para que se realicen. Por otro Jado, Is transferencia es definida en psico andlisis como un proceso mediante ¢} cual los deseos in- eonclentes de un sujeto se actualizan sobre ciertos obje- tos en relacién a ellos. Si bien este mecanismo se hace visible y se teoriza a partir del psicoanalisis podemos en rigor hablar de a cuando hablamos de las formaciones estrictamente grupales, ya que esta siempre presente en toda relacién humana, 34 Si lo pensamos desde la persona que transfiere este tipo de situaciones infantiles, podemos afirmar que cuan- do una persona ingresa a un grupo trae consign una sere de deseos algunos concientes, otros no, que transfiere s0- bre ciertas figuras dentro del grupo. Suele suceder, siem- pre pensando desde el sujeto que transfiere, que ciertos lugares devengan ciertos poderes y que sea sobre ellos donde se polarice el mayor caudal transferencial. isto qué quiere decir? Que muchas veces se trans- fiere sobre la coordinaciéa de los grupos (scan éstos de aprendizaje, terapéuticos, recreativos, formativos) y tam. bién sobre Is instituciones (resles o imaginarias) en donde estos grupos operan le repeticién de eiertos deseos que se actualizan en el transcurso de la tarea. Por ejem- plo: cuando un individuo, al participar en’ un ejercicio psicodramatico, ee identifica con familiares significativos de su historia. Podemos suponer que, ademés del pro- ceso de Sdentificacién que se ha revivido en la situacién de crear un personaje, hay otro proceso junto con este, que aparece estrechamente unido, y que se refiere a la reac- tualizacisn de todos aquellos eireuitos de relaciones obje- tales que esta persona a vivido a lo largo de su infancia. For esto decimos que las identificactones son el motor de un grupo mientras que le transferencia le da el compo Propicio nara que dichas identificaciones se produzcan. _ De la misma manera que se va construyendo una red de identifiesciones, ae construye entrotejidas con ésta una ted transferencial, Cuando hablamos de transferencia en los grupos, haciéndolo desde el lugar de los sujetos que tranafieren, podemos observar que hay clertos embiemas ideolénicce de poder que los gujetos proyectan en las ins- tituciones y en los grupos a Jos que pertenecen, que mu- chas veces estén actuando diriamos gue casi independien- teinente de los mismos grupos ¢ institueiones. Afirmaria- mos atin mas, que a veces también las instituciones y los grupos “usufructuan” de estos emblemas proyectados por qi aujeto para garantizar su permanencia sin cambios dentro de un dispositive ideoldgico instituetonal deter minedo, Por ejemplo: La escuela como segundo hogar. La maestra como segunda madre, EI hospital como jugar de cura, Por ejemplo, debemos suponer que un grupo de médicos de tn hospital carente de los recursos minimos para levar adelante su tarea, necesita pera garantizar su funcionamiento, apelar a la proyecciéa de ciertos idea- les que corresponden con ciertos emblemas ideolégicos con respecto 2 ser médicos, 2 trabejar en determinado lyar asistencial, a la cura, etc, Estas circunstancias no sor ajenas a la red identifieatori, aunque muy por el contrario crientan permanentemente los fenémencs iden- tificatorios y transferenciales. Por todo esto, podemos afirmar que si hacemos un recorte, el iugar puntual de las identificaciones tiene més que ver con el grupo todo y que el lugar de las transferencias viene més que ver con In coordinacién y con la institucién. Este no quiere decir de ninguna manera, que no se den entre los inte grantes del grupo en relaciones transferenciales, ni que Is coordingelén y la institecion estén exentas del lugar de las identificaciones. Afirmamos una vex mas que esta red de identificaciones y esta red transferencia} se, hallan totalmente entretejidas entre si La mirada reciproca actiia ¢ incentiva las identifi- ceciones. Mostrarse, mirarse, ser visto, ser mirado. Mos- trar lo que uno es. Mostrar lo que uno cree que es. Ex- puesto a la mirada del otra: veo y soy tirade, me veo ver, veo que otros me miran. Existe una diferencia entre la Wisin y Ia mirada. Ya desde sus iniclos, podriamos decir evohitivamente, el aparato perceptivo del nifio esta desarroliado que su aparato psiquico, Ve antes que mira, Et papel de la mirada en relacién con el otro y con sigo misino, ha sido preseupacién desde épocas remotas dentro de campos disimiles (las artes, Ja filosofia, ta literatura, la psicologia, etc.). ‘También ha tenido’ un desarrollo peculiar dentro det psicoandlisis en épocas re- Centes en funeién de retomar estos dos aspectos del acts de'ver (veo ¥ me veo) (20) Cierto Sector de la escuela francesa qué trabaja 36 con técnicas draméticas, resalta que Ia funcién del coor- dinador es desbaratar el encuentro dg, miradas (en el sentido metafértco) en toda reunién grupal. La mirada . de los coordinadores refracta las miradas de los inte- grentes del grupo en su punto de cruce, no acta como un eapejo, no refleja nada. No existen de esta manera las formaciones estrictamente grupales, ni tampoco, el grupo, Sélo son una swma de individualidades reuni- das (21). Por el contrario, nosotros pensemos que jos coordi- nadores entran quigranlo 0 no, dentro del cireuito libl- dinal del grupo. Mis adn pensamos que el grupo se dins- miza, se recrea y se torna més productive cuanto més jueguen dentro de él. los distintos vértices de’ la red de identificaciones y de la transfefencia, formes estricta. mente grupsles que le dan movilidad y perfil propio al grupo. Esto no implica desde nuestra concepcién proponer- se como objets de amor y de admiracién o como ma- dre/pacre 0 protector onutriz, ni tampoco colocarse en un lugar de liderazgo. Sino simplemente tener presente que la coordinacién no esté exenta del lugar de las iden- tifleaciones como asimnismo los integrantes del grupo no estén fuera de ser objeto de transferencia, Cuando planteamos que la transferencia es un mo- vimiento que opera fundamentalmente desde los inte. grantes al coordinador, y que los procegos identificatorios cireulan preponderantemente entre los integrantes, aln- dimog a gue estas serdn sus cristalizaciones m&s paten- tes. En rigor, para que la red de identifiesciones se pro. duzea, es necesario que, en su base, esté organizéndose transferencial, en el sentido de que ae dispare Js posibilidad de repetir circuitos de relaciones arcaicas, En un primer momento cada miembro de un grupo reeién constituido se dirige a los coordinadores no al grupo, no reconoce a los otrus. Esto puede variar de grupo en grupo, pero podemos afirmar que por lo ge- neral la primera reunién de un grupo, nos habla en un comienzo de su seristidad. Cuando en los primeros encuentros el coordinador 87 i deliberadamente afuera es porgue esté tratando de Hevorecer les Ventificacionss dentro del mismo grupo. Bxiste un ejercicio psicodramético que se realizs por regia general en le primera reunién de un grupo y ape. nes iniciado el mismo (es decir en ics primetos momen- tos de la reunién) denominado Circulo de! Miedo en donde se les pide a jos integrantes que formen un circu- jo, luego elijan a un compafiero y colecéndese frente al mismo digan: Tengo miedo a y te lo digo a vos por... Lo deben hacer todas los integrantes.. pero el coordinador no se incluye en el ejercicio. Mediante este ejercicio se explicitan todos los miedos que los sue etos sienten al ingresar por primera ver, a un grupo: Que en general se reficrenal miedo ai ridiculo, al des- conocimiento de Ia situacién, a la dificultad de enfrentar una situacién nueva, etc. Mediante dicha explicitacién se forma un clima de situacién comin a todos. En la segunda parte del ejercicio (Te lo digo a vos por...) se produce una eleceién de cierios miembros de) grupa, por Afinidades o por rechazos, Esto posibilita que comiencen ‘a establecersa los primeros lazos identificatorios de los que hablabamos. Por ejemplo, en una primera reunion de un grupo de aprendizaje dicen: ~ Para ver si me past = porque 803 célida = porque nos conocemos de antes porque me pareco que podés entenderme porque me inspirds confianze = porque parecés mis asustado que yo = porque tenés una cara simpatica = porque recién bailabas muy bien — porque estis asustada. . Batas personas no ge conocen previamente, sin em~ bargo, han elegido a otros compafieros y se producen los primeros acercamientos, proyectan sobre ellos sus fan faslas e introyectan las propias fantasias de los com- paferos, No podemos cejar de sefislar la immediate: eon que este mecanismo psiquico se pone en funcionamienta: gomo asi también su invariabilidad siempre se da, sélo es necesaria que un conjunto de personas se agrupen. 38 Podriames distinguir diferentes tipos de identifica. ciones: narcisista, de repeticion, actual, terapéutica, at toma, pero pensamos que cualquier tipo de clasifica- ciéa de los procesos identificatorios en los grupos s6lo sirve o los fines didéeticos ya que seria lo mismo que intentar tabular los suefios, es tal la profusién y dife- tenia de dichos: procesos. Como dijimos anteriormente lo red transferencial es io clave o la base de las identificaciones. En psico- anélisis se define'la transferencia como al proceso me. diante ¢) cual los deseos inconcientes se actualizan sobre siertos objetes, en la relacién obtenida con ellos, par- ticularmente en la relacién analitica En otras. pala. bras es la repeticién de prototipos infantiles vivida con un mareado sentimiento de actualidad. En ef proceso psicoterapéutico, la transferencia es la repeticién de si- ‘tuaciones .infantiles en el aqui y ahora con el analista, De Je resolucin de le transferencia va a depender la problematica de la cura. Freud distingue des tipos de transferencia: Negativa, que tiene que ver con la apari- cién de sentimientos hostiles y Positiva, que tiene que ver con Ja aparicién de sentimientos amorosos (22). Creemos Util recordar que esto ealifies Ia naturaleca de los aiectos tranemitides y no la repereusién favorable desfavorable sobre la cura. Las transferencias en los gru- pos estén dirigidas hacia: ~ el coordinador ~ Jos compaferos ~ ambos ~ la institucion, iPodemos en rigor hablar de transferencia en los grupos? Pensamos que si ya que si bien este mecanismo se hace “visible” a partir del psicoandlisis, esta siempre operando en todo vineulo humano, Por ejemplo, ex una sesién de grupo ana joven pa- siento de 28 afios estando una persona del equipo tera. péutica ruivando una joya que otro paciente varén arte. sano habia confeccionado, y ostando elle hablando de algo no demasiado trascendente en ese momento, al ad vertir dicha situacién, estallé en sollozos y le reclamé al 3a terapeuta su atencién diciendo: “Igual que mi papa siem- pre aiendiendo 2 mi hermano". En caso de existir varios coordinadores existe una mayor pluralidad transferencial sobre dicha coordina- cién. Reiteramos nuevamente que tanto la red transferen- cial como ia red de identificaciones son procesos que se producen concomitantemente y que la red de identifica- ciones estaria mas puntualmente desarvollada entre los miembros del grupo en tanto que la red transferencial tiene su punto de apoyo fundamentalmente en la coor- Ainaeson, Vamos a intentar dar un ejemplo conjunte de ambas redes. Un grupo de 8 miembros en su sesién (22) de gru- po terapéutico, que ge reine una vez por semana con dos coordinadores, durante 2 horss de duracién, tiene: 1. Una pareja, hombre-mujer, identificada entre si. Se sientan siempre juntos, se celan mutuamente, son amistosos, alegres, algo maniaces, tienen ca- racteristicas de Hderes. La transferencia del hombee se dirige fundamentalmente a un coor- dinador y la de la mujer hacia el otro. Al pri- mero denominaremos A y la segunda B. 2. Otra mujer, a la que denomineremos D que mira fundamentalmente las parejas tanto la terapéu- tica como a la pareja antes citada, Esta en transferencia positive con uno de los coordina- dores. 3. Otra mujer, a la que denominaremos E, que tie. ne wn acercamiento erético inconciente con A, identificada con aspectos de B y en transferencia positiva con la coordinacién. Estos miembros conformarian la matriz basica. ~~, Otro varén, al que denominaremos F, mas joven gue el resto dei grupo, se identifica sobre tod con Jn paroja A-B pero fundamentalmente su !azo mas fuerte es la transferencia realizada sobre la coor_ dinacién. La mirada de este miembro sobre la coordinacién es insistente, ocups un lugar cen- tral en el transcurso de la sesién y se ienta siem- pre frente a ls coordinacién. 0 5. Otro miembro varén, que ha faltado varias sesio- nes y ademés llega tarde al que denominaremos G, esté atravesando un morfiente resistencial bastante agudo, todavia no se ha integrado ai grupo ni mantiene lazos Hbidinosos fuertes con ninguno de los coordinadores. 6. Otro ‘paciente varén, que denominaremos H, es su segunda secién de grupo, fuertemente identi- ficado con A (nosotros somos parecidos, tengo buena onda con ves, ete.) y con un fuerte Iazo traneferencial con Ia coordinacién, 7. Otra paciente mujer, que falta mucho, pero avisa por teléfono eada vez que no viene, a 1a que de- nominaremos J, cuando viene se identifica con todo el grupo ‘(igual que yo, igual que yo) y parte hasta dentro de una o dos sesiones. Su trans- ferencia la podriamos titular de tibia, Denominaremos con la letra C x la coordinacién. La red transferencial estara mereade con una Ii- nea de puntos. La red de identifiesciones eon rays ————. Obsérvese en ef grdfico de Ja p. 42 cémo la red trans- ferencial esté acumuiada mayormente en la coordinacién y la red de identificaciones en la figura de los lideres. Esto da como resultado lo que denominamos matric iden. tifieatoria de un grupo. Usando una metéfora gréfica podemos afirmar que es el dibujo que diferencia a un grupo de otro grupo, lo que Jo especifies en eu partion laridad. Cabe por otro lado agregar que hemos dejado de lado todas jas transferencias ¢ identificaciones que seguramente estaran operando en el caso de este grupo sobre Ja instilucién psicoanalitica, que soguramente agre- gan al dibujo otros vectores y lo atraviesan de multiples maneras. Partimos de un circulo, masa redondeada, donde to- dos los participantes se enfrentan corporelmente y a través de la mirada y el devenir del andlists de ins redes transferenciales ¢ identificstorias nos devela un nudo, cuyos muiltipies hilos son en este caso las transaeciones y/o las identificaciones que en este momento grupal se aL

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