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Mitos y leyendas de Chile ‘Nueva edicién renovada y aumentada @ ustraciones de ANDRES ULL N Viento Joven ISBN: 956:121515-X. icin especial febrero de 2008 Obras Escogidas ESN: 956-12-1281-1, icin especial: febvero de 2008. © por Fordor Pérez Lavi, Inscrpcidm N° 2.416, Santiago de Chile {© 2004 renovado por Mordor Pérez Lavi pa edicin ampli Derechos exclusvas deen reservados por Empresa ditora Zig-Zag, S.A dita pow Empresa Edita Zip-Zae, SA, Los Conquistadores 1700. Piso 10. Providenca “Telfono $10 7400, Fax 810 7455, smal rigzagezigzag.cl Santiago de Chile El present libro no puede ser reprducido nen toxo rien pate, archivado i transitido por ane medio cinco, ni elecunico, de grabacén, CD-Rom, fotoopia, miroiimicdn or fa de eproducién, ‘in In autorizacion desu edit. Impreso por RR Donnelley Antonio Escobar Wiliams 90, Cerio Santiago de Chile INDICE Prologo: los mitos como mensajes secretos del pasado al lector de hoy MITOS 1 EIRASTRO HUMANO La Pincoya E1Chonchén El Trauco ‘Trentrén y Caicaivilu El Caleuche Il ESPECIES EN PELIGRO DE APARICION El Alicanto El cuero El Chupacabras EL Piguchén EL Pihuichéii mapuche El Camahueto El caballo marino El Basilisco LEYENDAS La Tirana de! Tamarugal 15 18 20 24 26 33 36 38 4 42 47 SI La Afafuca Juan Soldado La Mina Maldita Origen del Mugai Ir El roto que engaiié al Diablo Lacolén La Virgen y el Labrador Don Javier de la Rosa y el Mulato Taguada TRADICIONES Y CASOS LEGENDARIOS La Mina del Cura La Viuda Los mareianos El fantasma Navegante del desierto EL queso y la sal Los tres morros de Curamévida La Virgen de la Piedra El cerro Pangata Notas complementarias Bibliografia fundamental consultada Diddlogo con sus lectores: sobre la vida y la obra del autor 55 7 61 67 2R 76 8 oO 95 7 100 102 104 106 108 ut 12 1S Prélogo LOS MITOS COMO MENSAJES SECRETOS DEL PASADO AL LECTOR DE HOY EL sicutées un didlogo que sostuve con estudiantes de séptimo basico a cuarto afio medio. Aungue centrado ‘en un aspecto muy parcial, creo que demuestra el entu- siasmo juvenil y que -en éste como en otros temas un enfoque poco habitual podria servi de motivacién para estudios mas formales 0 sistemiiticos en el aula. ESTUDIANTE 1: ~¢ Usted eree en los mitos? YO: ~;Pero si he publicado un libro de Mitos y leyendas! ESTUDIANTE 1: Si, o letmos, pero ahora solo quiero que me diga si cree que los mitos son verdad 0 son mentira. YO: —Son la pura verdad. VARIAS VOCES: ~;"La firme... la firme, YO: Ya les dije: son verdad. Son un modo de trans- ‘mitir grandes verdades humanas. (Tal como fueron in- tuidas en un momento de ta evotucién de la humanidad 0 de una cultura determinada) ESTUDIANTE2:—Enionces usted “se a cre Orfeo bajé al inferno a buscar a su esposa Euridice?" YO: -¥ ni ¢ no crees que un hombre sea capac ? ¥ ‘alas nifas no les gustaria que un hombre, por una de ustedes...” UNA NINA: —Yaaa... pero estamos hablando de ‘mitos; en el mundo real es otra cosa. VARIAS VOCES: ~”jLa firme... la firme!" YO: -Muy bien, veamos si los mitos son tan dis- tintos det mundo real: ustedes dudan que en la anti- ‘gua Grecia Orfeo bajara al infierno a rescatar de la muerte a su esposa. Pero yo les aseguro que eso sigue ocurriendo hoy mismo en Chile, en mi barrio yen el de ustedes. (Enel piblico se producen demostraciones de franca incredulidad.) Porestosmismos dias ha sido noticia en la televisién, y si ustedes no lo recuerdan, es porque Orfeo chileno ino se llama Orfeo, y su esposa no se llama Euridice. Nuestro Orfeo se llama Juan 0 José, y su Euridice se Hama Carmen o Maria. :¥ el Infierno? El infierno ac- ‘ual tiene muchos nombres: por ejemplo, suele lamarse HOSPITAL. Entonces, piensen que nuestra Euridice Carmen 0 Maria ha caido a ese infierno moderno, donde la espera Ja muerte, porque no. quedan camas disponibles en la ‘sala comin o en el pabellén de cirugéa. que "Bn "Orfeo", mito greg. Pero antes que venga la muerte llega su Orfeo Juan 0 José, entra.aese infierno moderno y ruega, protesta, lo- a, amenaza, empefia sus herramientas y hasta ofrece en venta uno de sus rifiones.? jNo deja nada por hacer! Y gracias a eso, un dia ~miles de afios después del Viaje de Orfeo al infierno griego por su Euridice-nuestro Orfeo Juan o José vuelve a su casa de poblacién con su Euridice Carmen 0 Marta Esa decisién suya de darlo todo por el ser amado no es mentira, es una verdad eterna y ese heroismo del vecindario es otra verdad. ¥ de esa capacidad de sactificio y de esas verdades eternas habla el mito de Orfeo, Todos los mito. ‘Aquellos alumnos habfan leido Orfeo en educacién ‘media, pero propongo la misma lectura creativa para los ritos chilenos que se lean en educacién basica. ‘Supongamos que un estudiante tiene dos tareas: hacer una investigacién sobre “los recursos del mat” y leer el mito chilote de “La Pincoya”. La geograffa real {yun ser mitolégico, la ciencia y la fantasia; diferentes ‘asignaturas, temas muy distintos. ‘Sin embargo, un buen lector descubrira misteriosas relaciones entre ciencia y mitologia, entre conocimiento cientifico y sabidurfa. ancestral de la humanidad. Vea- ‘mos; el mito dice que cuando la Pincoya mira de frente, aamistosamente al mar, anuncia pesca abundante, Pero si indiferente o despectiva~ le vuelve la espalda al mar, * Una oferta as fue la que hizo noticia por esos 9 se alejan los peces y disminuyen los mariscos, la abun- dancia se convierte en escasez. AY qué dicen los bi6logos, ecélogos y economistas, interesados en una “explotacién sustentable” de Tos recursos? Dicen que si el pais descuida el mar, si no protege sus recursos, es decir, si los chilenos le vuelven 1a espalda al mar, un dfa él les negara los abundantes bienes que hasta hoy les ha concedido. Conociendo estas antiguas charlas con mis lectores, se comprenderd que, después de quince ediciones de este libro, ya no me pregunten si creo 0 no creo en la Pincoya. Su imaginacién vuela mucho mas alto: jahora me pre- ‘guntan si no deberfamos proponer a la Pincoya como delegada de Chile a la proxima Cumbre Mundial Sobre Desarrollo Sustentable! Floridor Pérez Escritor en Residencia, Facultad de Letras Pontificia Universidad Catéliea de Chile Primer semestre 2004 MITOS Aoirerenciade la leyenda, que es narracién-y por lo tanto se relaciona con to histérico- el mito es creencia, y por lo tanto se relaciona con un sentimiento primitive de lo religioso. ‘No debe extraftar, entonces, que los mitos aborden aspectos importantes de la existencia humana y sobrena- tural, y sean parte de la herencia cultural de tos pueblos primitivos o las culturas en formacién. Enfrentado a los misterios del mundo y de ta vida, cel hombre antiguo se pregunt6: cquién? {cémo? {por qué? {para qué? ¥ el mito le ofrecié siempre la primera respuesta a esas preguntas. Poreso, cuando el mito se convierte en verdad acepta- da, se convierte en una forma de aprendicaje de la sociedad que lo cree, se incorporaa su sabiduria acumulada. Se hace Conocimiento capazde proponer un sentido de unidad para el cosmos y dar un sentido a la vida humana . Cualquier buen estudio sobre el tema deberé desta car que el mito expresa siempre la necesidad que siente todo ser humano, y por lo tanto su comunidad, de estar consciente de sus raices 12 I EL RASTRO HUMANO LA PINCOYA LaPincova es la encarnacién de la fertilidad del mar y de las playas.' Suele representirsele con figura de sirena, pero a diferencia de esta conquistadora de hombres, la Pincoya luce feliz, con su larga cabellera al viento, en compafiia del Pincoy? ‘Ya sea que dance desnuda en la playa o tome el sol sobre las rocas, podri hacerlo de cara al mar o vuelta hhacia la tierra, Si la Pincoya aparece de cara al mar, los Iugarefios saben que les espera una temporada abundante de peces ‘y mariscos. Si por alguna razén quiere producir escasez en esa zona o trasladarlos a otro sitio, le bastard con volverle la espalda al mar. Los pescadores saben que la Pincoya y el Pincoy, * Dosa dicen varios autores. * Su esposoo amare, para la mayoria para otros, herman. Siempre que se ha creido necesario dar alguna informscin alicional lla se enitegaen las nota complements ial de Hb, a 15 como toda pareja feliz, aprecian la amistad y ladiversién, Por eso, cuando desean atraerlos, organizan bulliciosas fiestas con acordeén y guitarra, Si el grupo sube a una lancha y se dirige a una determinada playa donde bailan, cantan y rien, la Pincoya los seguiré, llevando con ella abundancia de peces y mariscos al sector. n nuestra época no se debe hablar de la Pincoya sin valorar su sabidurfa ecol6gica: “Se dice que cuando los pescadores pescan con mucha frecuencia en un solo paraje, la Pincoya se enoja y abandona aquellos lugares, ‘que luego quedan estériles. 16 2. Aplicdndose ciertas pomadas magicas en la gar- ganta, se separa la cabeza del cuerpo, sin que se derrame ni gota de sangre. 3.Mientras el cuerpo reposa plicidamente, ala cabeza “Je salen inmediatamente alas y se lanza al espacio”. No es un vuelo sin rumbo. Su viaje puede ser a la ceueva de Quicavi, de Salamanca u otra en que se celebre tun aquelarre;? puede dirigirse al lecho de un enfermo 0a causar cualquier “dafio” solicitado por alain mortal enojado con otro. Si oimos sobre nuestra casa su “jtue-tue-tue!", de- bemos decirle: “;Pasa, chonchén, tu camino!” ¥ asf lo hard. Porque si le dijeran: “;Vuelve maiiana por sal!”, al otro dia se presentard una anciana harapienta o un elegante caballero, que dirin: “Vengo por la sal que ime offecieron anoche!” En ese caso, lo mejor que se puede hacer es entregarle un salero, pues de lo contrario ‘el chonchén tomaré la oferta por una burla y se vengard cruelmente.* EL CHONCHON ‘Mucuios iteaos ofpo su estridente “;tue-tue-tue!” re- voloteando sobre los tejados del caserio 0 sobre nuestras propias cabezas en los caminos del campo, pero nadie ha logrado verlo, Esto explica que no haya acuerdo en tomo a su forma y condicién. Un respetable autor! lo describe con “figura de una, cabeza humana, cuyas orejas le sirven para volar en la oscuridad, ala manera de un ave nocturna.” Esta tiltima comparacién con un ave aclara que no es un verdadero pijaro, sino un brujo haciendo uso de su facultad de volar. La descripcién, en cambio, parece sélo una suposicién asada en la forma en que e! brujo consigue volar, que es asi 1, El brujo, hombre o mujer, se encierra en su cuart al oscurecer, tomando algunas medidas para no ser v tado por extrafios durante la noche. * Junta reuignnoctuma de bry 8 de bros, con posible patcipacidn de lemonio, en figura de chivato, ae ‘toms Guevara: Historia de Chile (Chile prchistrico), 1929. Ver Notas Complements 18 EL TRAUCO FALTAN ESTUDIOS CIENTIFICOS que determinen con exactitud el grado de adaptacién del trauco a las nuevas condiciones de vida que le impone el constante deterioro de su habitat, el bosque de Chiloé. el trauco no se adaptara, estaria en serio peligro de extincidn esta especie mitolégica, que algunos em- parientan, con raz6n, con sétiros y faunos! grecolatinos, y sin raz6n con los traviesos duendes. Las descripciones fisicas del trauco lo presentan’ como un enano deforme, de no mas de 84 centimetros de altura, Vive en el hueco de los arboles 0 en cavernas na: turales, alimentindose de frutos del bosque como un hombre primitivo, ¥ como él, usa un hacha de piedra, con la que anuncia su presencia golpeando los drboles. A imitacién del hombre moderno, en cambio, se esmera "io: dvinidad agraiagriega, con cuerpo de hombre y cuemos, patas cola de chivato; muy enamorado, Fauno: divinidad romana dela ferilidad, también campestre 20 en presentarse bien vestido, con traje de quilineja y un sombrero tipo cucurucho, tejido de parecidas fibras silvestres. Sus piemas cortas y chuecas terminan en un remedo} de pie sin tal6n y sin dedos, lo que le da un andar inse- uro, Para superar este defecto, el trauco usa un bastén amado pahueldkin, tan retorcido como él, y con el cual llega aidentficarse. Asi, cuando el chilote cree encontrar tun pahueldiin botado en el bosque, lo azota contra una} piedra, sabiendo que el trauco sufriré en su cuerpo el dolordel castigo. Llegando a casa, colgaré el palo sobs el fogsn y, si efectivamente era un pahueldtin, gotea un liquido espeso, que tiene la propiedad de curar lo males fisicos causados por el trauco, Y éstos son muchos, porque el trauco es un perso- naje perverso, Verdadero sie6pata del bosque, se instal sobre un tronco con inofensivo aspecto de contemplat el paisaje. Sin embargo, en cuanto aparezca una figu hhumana, caera sobre ella el maleficio de su mirada 0 nefasto poder de su aliento, Conviene advertir que su magia actuard de m ‘muy distinto segtin sea el sexo de la persona. Si es ut hombre, se ensafiard con él, causéndole torceduras cuello, muecas en el rostro, tullimiento de huesos y ot males en los que siempre se adivinaré ta intencién causar deformidades parecidas a su propio aspecto. 2 sila persona sorprendida por el trauco es ut mujer? En este caso, toda su furia se muclaré en pasi amorosa, y ya no descansaré hasta seducir a la dat 2 ‘generalmente una joven que se ha internado impruden- temente en el bosque. Para conseguirlo recurriré a la ‘magia, sumiéndola en plicidos sueitos, en los que é! se le aparecerd como un apuesto galin.' TRENTREN Y CAICAIVILU EN EL REMOTO PAsADO del pueblo mapuche, dos} cespiritus muy poderosos se encanaron en gigantescas serpientes, ‘Una—caicaivilu- agitaba en el mar su profundo odio al} _género humano, La otra—trentren (0 chrenchren)- miraba con afecto al hombre desde la cumbre de un cerro, Un dia caicaivilu se propuso la destruccién de los seres, haciendo subir las aguas del mar, Trentren, que desde la cumbre observ6 la retirada del mar que precede 4 un maremoto, dio oportuno aviso a los “hombres de’ la tierra”. Los Ilam6 a trepar al monte, donde ella tos: pondrfa a salvo, junto a los animales y las aves. Pumas y zorros, llamas y huemules; peucos y tor- cazas, queltehues, pidenes y chucaos olvidaron ene~ mistades o recelos, corriendo y volando juntos hacia la salvacién, La respuesta humana, en cambio, fue mucho mas} lenta. Estaban los ancianos que se negaban a dejar sul tierra “de toda una vida”, las mujeres que querfan cargar con todo, desde el telar hasta la piedra de moler. ¥ no 4 {altaban los incrédulos, los indecisos que “ya lo pensa- rian” y los que “no pasa ni Entretanto, las aguas subian incontenibles, arrasando cchozas, ahogando a los confiados y alos lentos, que iban ‘quedando convertidos en peces, mariscos 0 pefiascos. ‘S6lo un pequefio grupo avanzaba hacia la cumbre, mientras él mar lamfa sus talones. El poder destructivo de caicaivilu parecia triunfante, pero trentren no aban- donaba a la raza amiga, elevando la altura del cerro a medida que subfan las aguas. ‘Gracias aese truco lograron salvarse una o dos pare- jas, alas que atin se les impuso una pena més: debieron offecer en sacrificio a uno de sus pequefios hijos, que arrojado al mar logré calmar la furia de caicaivilu, con Jo cual las aguas retrocedieron lentamente hacia sus playas. “Todos los pueblos de la tierra guardan la memoria de un diluvio, y el lector de hoy ya habré comprendido que ésta es la visién del diluvio mapuche. Por lo tanto, el valeroso pueblo cantado por Ercilla cen La Araucana descendfa de aquellos milenarios so- brevivientes. Yes notable que @ la ola invasora respondieran con los mismos legendarios recursos: su resistencia fisica, la proteccién de su naturaleza y el sacificio de sus hijos. 25 EL CALEUCHE Si eneargdramos investigar las apariciones del Caleuche a un organismo tan serio como la NASA, seguramente lo clasificarfa de OFNI: objeto flotante no identificado. La tradici6n chilota, en cambio, acumulan- doantecedentes de generacién en generacién, hoy puede considerarlo plenamente identificado. EI Caleuche es un barco fantasma 0 “buque de arte”, que navega los mares de Chiloé y los canales del sur, Nada le impide arribar a cualquier puerto, aunque siente predileccién por algunos como Llicaldad, Tren- tren y Quicavi, o fondeaderos como Yutuy, Punta de Quemchi y otros El Caleuche esta comandado por brujos que tienen la particularidad de andar sobre una sola pierna, mientras Ja otra “Ia llevan doblada por la rodilla” y amarrada a la "te “iene de los beujos. Bugue de arte; “Caleuche (iecionario de Chiloé:R. Clrdenas y C.A. Trujillo, 1978). Aqui est a famosa Cueva de Quicav,cento de reunin de los bjs 26 cespalda. Ademés de su tripulaci6n estable, el Caleuche leva a bordo a islefios que han entrado en trato con los brujos, “invitados” a quienes quieren tentar con tesoros ccultos y también algunos “secuestrados” por delitos tales como haber faltado a sus pactos secretos, blasfemar ‘contra el poder de los brujos o simplemente haber visto al buque de arte, : ‘Como su tripulacién, el Caleuche tiene caracteristicas ¥ poderes muy especiales. En primer lugar, puede sumergirse a voluntad, ‘cumpliendo funciones de submarino, Ademés, puede permanecer a plena luz del dia y a la vista de todos aunque convertido en un simple trozo de madera flotante © una roca saliente cerca de la playa. En ambos casos, sus tripulantes disfrutardn del agua o retozarin en la playa, convertidos en juguetonas toninas, aves acusticas © lobos marinos. De todos los poderes del Caleuche, acaso el mas deslumbrante y también el menos discutible es el de su profusa iluminaci6n, visible a gran distancia, ‘Como el Caleuche castiga a quienes lo espi todos los testimonios sobre su presencia o sus poderes se deben a encuentros casuales. Asi, por ejemplo, le ocurri al esposo de dofia Mar- garita Cardenas, cuando ellos vivian solos en Quenac: ‘Una mafana vio un enorme tronco de arbol flotando ‘a metros de su playa, Pensando arrastrarlo para lea, 1o ‘amarré con cadenas a su robusta yunta de bueyes. Sin embargo, cuando éstos tiraron, el “tronco” retrocedis casi Pe] velozmente, sumergiéndose y arrastrando consigo a los bueyes hacia el fondo del mar. ‘Temeroso de las represalias de los brujos, el matrimo- nio guard6 el secreto hasta 1970, en que ya de 72 aiios de edad, doria Margarita se decidié a contarlo,' Sobre Ia prodigiosa iluminacién del Caleuche hay ‘numerosos documentos. Un experto marino -ofi iapé- comunicé a la Capitania del puerto de Valparatso, que un barco muy luminoso pasé junto al suyo, hacer ruido sobre las aguas, sin detenerse ni responder asus seflales”. (1911), LY quign dudarfa del oficial Agustin Prat Von Seitz, segundo comandante de la escampavia Huemul de la ‘Armada Nacional? Cuenta el sobrino del héroe de Iquique ? que 3h 45m del domingo 8 del mes en curso”, la avis6 que se acercaban dos luces blanc “a la vez. que grande era muy poco comin...” No crefan ue fuesen luces de un remolcador, pues “venian como suspendidas en el aire a una altura no menor de un metro y sin verse embarcacién alguna...” “Iba a salir a cubier- ta, cuando percibi que por la claraboya de mi camarote entraba una gran claridad que lo iluminé a tal punto que "Testimonio inclu en Abordae al Caleuche, de Antonio Céndenas Tabies, 1980. * En carta publicada por la Revista Catlica, N79, del 2 de enero de 1909, 28 parecia se incendiaba.” Premunido de catalejos, pudo dobservarlas “avanzando siempre con una velocidad no ‘menor de siete nudos ni mayor de quince”. Después de permanecer largo rato en unas carboneras fiscales, emprendieron “de nuevo su vertiginosa marcha” en direccién a Punta Aguy. “Una vez que hubo clareado el dia ya no se divisaba nada, por lo que se suspendié la observacién Conocer cientos de estos casos es la tinica forma de desentrafiar los secretos del Caleuche. En el archipiélago se encuentran todavia muchos desdichados que sobrevivieron a la experiencia de haber pisado la cubierta del “buque de arte”, pero desgracia- damente ellos nada pueden aportar, porque los brujos, antes de dejarlos ir, les hicieron perder la raz6n y la ‘memoria. Con esta precaucién procuran seguir perteneciendo a Jos misterios del cielo, mar y tierra, que todavia abundan cen el mundo actual ll ESPECIES EN PELIGRO DE APARICION 30 ANDAW 10s #cOLOGos jy con razén! Preocupados por Jas numerosas especies de la flora y fauna chilena en peligro de extincién. Preservemos la llama y la vicuia dicen ellos-, el alerce y el huemul del escudo. Pero conservemos también digo yo~ aquellas espe- cies fabulosas que pueblan el mito. Ellas estardn en cons- ‘ante peligro de aparicién a la vuelta de estas paginas. 32 EL ALICANTO Soto kt. Mineo, que pasa buena parte de su vida sin ver el cielo, pudo imaginar un pajaro que no vuela: es el alicanto, Vive en las cereanfas de las minas de oro y plata, y no por capricho: esos minerales constituyen su alimento pre- ferido. Noes aro, entonces, que con el estémago cargado de tan preciosa raci6n le sea imposible alzarel vuelo, ‘Tampoco es raro que sus ojos despidan plateados destellos, y sus alas tengan brillo luminoso. Ni siquiera podri extraflamos que ponga huevos de oro o plata, segtin sea el mineral donde anide. La parte verdaderamente asombrosa del alicanto se reflere a ciertos extraftos poderes que Dios le dio. Lo primero es que su cuerpo no proyecta sombra alguna sobre la tierra. Lo segundo es la capacidad de apagar a voluntad el fulgor de sus alas, si se siente perseguido. Este recurso, sumado a su precaucién de abandonar el nido s6lo al anochecer, ha salvado a esta especie mitolégica del peligro de extincién. ‘También ha contribuido el hecho de que, al revés de lo que sucede con otras valiosas aves que viven en vecin- dad del campesino —torcazas, perdices, codomices-, un ‘minero jams matarfa a un alicanto, Todo lo que quiere es seguirlo justedes ya adivinan por qué! Y también lo sabe el alicanto. Porque él no es el portero de la mina, que cuida sus, tesoros, sino un habitante de la naturaleza que puede conducir por el camino correcto al hombre que sepa interpretar sus seitales, Aunque Ia historia no lo diga, la leyenda sabe que un alicanto gui6 al cateador Juan Godoy por cerros y quebradas, antes de mostrarle el rico mineral de plata de Chafiarcillo, el 16 de mayo de 1832. Porque el alicanto slo entrega sus tesoros a los mi- netos de corazén. Al verse perseguido, somete a prucba al hombre: se esconde para probar su inteligencia; lo hace subir y bajar para demostrar su constancia; lo hace esperar y desesperar para proba su fe. Si descubre que sélo lo gufa la codicia, apaga sus alas, se camutfla tras lun pefasco o su indignacién puede llegar al extremo de conducirlo hasta el borde de un barranco, ‘Sélo cuando descubre una auténtica vocacién minera, elalicanto se convierte en lazarillo alado que conduce al hombre hacia la veta de mineral mis fino, Lahistoria de la mineria chilena est lena de “casos in- ‘comprensibles” paral ingeniero,o"extrafias circunstancias” pparael periodista, pero que resultan absolutamente normales en tanto se estudian las sabias costumbres del alicanto, 4 Por ejemplo, serios historiadores escriben que el artiero Fermin Guerra, de viaje a Copiaps, “de pronto perdié el rumbo y anduvo mucho rato desorientado, hasta que finalmente Heg6 a una sierra que tenia tres depresiones, y allf encontré una veta”." Refifigndose al pueblo de “Tres Puntas”, surgido en ese hallazgo, dice sorprendido el diario de Copiapé: “Como por encanto hhemos visto levantarse hermosos edificios particulares y obras ptiblicas de importancia. Asombra ver aparecer ‘como por mano de hada...” iY tenia a medias raz6n! Porque, como en toda labor ‘minera, el encantamiento exist Pero no de rubias hadas extranjeras, sino del legendario alicanto nacional que, como los suftidos mineros renuncié a su poreidn de cielo por buscar en las entrafias de la tierra la riqueeza que ésta guarda ~no esconde— para todos sus hijos. "Enel libro Cin aio ce mineriaen Chile (itand a Benjamin Viena Macken y otros, 1980, EL CUERO, JaxiAS10 Vi, pero recuerdo la forma exacta del miedo que produce: el frio que al nombrarlo sube desde el talon 1a nuca, como si su solo nombre pudiera congelar el rio en pleno verano, Porque alli vive: en rios o lagunas. ‘Tradicionalmente se le ha descrito con forma y tama- fio de un cuero de vacuno extendido, aunque algunos le agregan detalles: muy curiosos. Por ejemplo, que tiene cuatro ojos. en su cabeza plana y muchos otros reparti- dos por todo el cuerpo. Los bordes de su rarisima figura parecen rodeados por ufias y ventosas. Aligual que alos humanos, al czero le gusta tender al sol, pero no sobre la playa, sino “a flor de agua”, listo para retornar al fondo en tanto aparezca algtin pescador desprevenido o un baitista imprudent. Por eso muchas veces se informa de algtin paseo ‘campestre que terminé cuando alguien se lanz6 en un audaz.“piquero”, y nunca apareci6. Fue como si se lo tragara el r 9.” —declara después 36 algtin asombrado testigo~ pero lo mas probable es que haya sido atrapado por un cuero. ‘Apenas una victima se pone a su aleanc se enrolla sobre ella, la sueciona con sus ventosas y con sus ullas se cierra como un saco de dormir. ‘Tanto dao puede causar el cuero en un sector, que sus habitantes han intentado muchos modos de cazarlo, EI més efectivo es tirar al rio o laguna un tronco de ‘quisco, del tamaiio. de un nifio, El cuero lo envolverd fuertemente, y las duras espinas de la planta lo atrave~ sarén, impidiéndole volver a extenderse. Un dato importante: puede encontrérsele en cual- ‘quier zona, y aunque en algunos lugares se le conozca con el pacifico nombre de manta, es el mismo temible animal Asi lo prueban testimonios de antiguos vecinos de Chiloé y toda la RegiGn de los Lagos; o desde la Araucanfa alas riberas del Bio Bio; o de lugares tan diversos como Buin, Coihueco y Talagante. Ni siquieraen las ciudades podemos sentimos completamente libres de él, pues muchas veces ha incursionado en éreas urbanas. Un buen ejemplo es la laguna de Vila del Mar, donde Benjamin Vicuiia Mackenna' cuenta el caso de dos carpinieros que fueron tragados por las aguas, en presencia de numerosos testigos, los que no dudaron en culpar a un ewero, el cuero "En ult De Valparaiso a Santiago 37 EL CHUPACABRAS {UNA MODERNA CLONACION EL PiGucHEN? Ya apverrimos al lector de este libro que a la v de cualquiera de sus paginas poxiria acecharle una especie cen peligro de aparicién. Y que ellas resistéan hasta hoy la amenaza de extincién por parte del mundo moderno, lo demostré hacia fines del siglo XX la prensa nacional En efecto, diariamente informaba de una misteriosa mortandad en gallineros o rebafios de cabras y ovejas, las que aparecfan muertas pero enteras, sin otra sefial que habérseles chupado la sangre, Este es un iso en que Ia mitologia se cruza con el periodismo, el presente con el pasado, la prensa diaria, La pregunta del titulo esta hecha desde el presente al pasado, pero también puede hacerse desde el pasado al presente: El Piguchén, ;antepasado del Chupacabras? porque, para seguir el orden del libro, el mito de esta pagina es. nuestro libro con EL PIGUCHEN Aungut Nabie lo ha visto, se da por hecho que el Piguchén comparte dos atributos que parecen propios de los seres infernales: la perversién y la fealdad, En Talagante, por ejemplo, aseguran que es una culebra que, de puro vieja y ya aburrida de vivir, se transforma en una especie de rana gigante, cubierta por tun finfsimo plumaje y con alas tan cortas y anchas, que s6lo le permiten cortos vuelos. Posee patas gruesas y unos espantables ojos saltones. EnCofncoagregan un elemento pretico para la operacién anterior: su cabeza termina en un pico largo y delgado. En Vichuquén lo pintan como una culebra con alas perfectamente emplumadas. En Coihueco le asignan ciertos gustos exclusivos: prefiere las ovejas negras... Pero es en Melpilla donde dan la clave para com- prender el nombre con que la prensa ha bautizado su reaparicién: dicen que se alimenta de la sangre que chupa a las cabras y oveias. EL PIHUICHEN MAPUCHE ‘Ya gure avexrurawos profongar la historia del Piuchén hacia el presente es justo estirarla también hacia el pasa- do. Asi encontraremos su origen en la mitologia mapuche, primera fuente donde se lo describe como serpiente con alas, que vuela de noche y se alimenta de sangre humana © animal, Suele actuar en alianza con algunas machis. Alas caracteristcas ya comentadas, en la mitologga mapuche se agrega una muy especial: cuando Hega a vieja, esta serpiente alada se transforma definitivamente enun ave del tamaiio de un gallo... No vara, sin embargo, sus daiiinas costumbres. Desde la conquista espafiola, este Pihwichefilham6 la atencién de importantes eronistas, historiadores, an- ‘opdlogos y naturalistas. Uno de ellos apunta que el mito se basarfaen la exis tencia de un “murciélago vampiro” -de nombre cientitico Desmodus dorbinyi- en la regién de Coquimbo. Y no fue Ia actual Cuarta Regién la mas afectada por el ataque con que el desconocido Chupacabras se 41 EL CAMAHUETO La mioLocta roucLontes lo describe como un gigan- tesco chivato de mar o elefante marino, coronado por un cuerno que concentra todo su vigor fisico y poderes migicos. ‘Aunque nace en los rios, al Megara su edad adulta —veinte a veinticinco afios- emigra hacia el mar. No hay nada de raro en este viaje, ya que lo hace también el modesto salmén, Sélo que el camahueto, por su enor- ‘me tamaio y fuerza, se arrastra ensanchando su estero natal, que arrasa con todo, derriba drboles y deja en las tierras de labranza esos profundos tajos que los geslogos atribuyen a la erosién, Para evitar tales perjuicios, cuando un propietario sospecha la presencia del camahueto en sus tierras, debe contratar a un brujo especializado, llamado lacero. Este conoce ciertas algas marinas con las cuales har el inico lazo capaz de dominarlo, siempre que lo sorprenda en tierra, De un répido golpe de machete, el brujo arrancaré el cuemno con lo que el camahueto perders todo su poder, y se dejar guiar mansamente hacia el mar. 2 El brujo, entre tanto, habrii sumado a su magia las virtudes del cuemo, Si ahora quisiera vengarse de al- guien oo contrataran para causar un mal, le bastard con enterrar un pedacito del cuerno en tierra. De inmediato comenzaré a crecer un nuevo camahueto en el terreno que se desea dafar. Laraspadura de cuemo de camahueto tiene variados usos en el recetario magico. Una pequefta porcién me clada con la racién diaria de los bueyes les dard fuerza extraordinaria, Los afuerinos que ignoran este secreto, ro se explican emo os chilotes pudieron transportar pesados aserraderos en plena Cordillera de la Costa, en que las vueltas del camino impiden tirar a més de una vyunta de bueyes. ‘También estas raspaduras actian como poderoso {6nico en el hombre, aunque en este caso el brebaje debe ser preparado con mucho cuidado, pues un leve exceso cn ladosis podria causarlocura, En forma de eataplasma tiene admirables efectos en la curacién de zafaduras 0 quebraduras de huesos. ‘Todo lo positivo que pueda conseguirse del camahue- to una vez. domado por el brujo, tiene su contrapartida cen el mal genio del animal en libertad, que es capaz de alterar el clima, Sus poderosas comadas en las rocas y sus furiosos bramidos producen relimpagos y truenos. Mientras sus revolcones en el agua desatan esos agua ‘ceros de verano, que tanto sorprenden a los turistas que visitan Chiloé, B EL CABALLO MARINO. AUNQUE MUCHOS puntos geogrificos suelen dispu: tarse la cuna del caballo marino, la verdad es q casi todas las tradiciones costefias existe la cre estos corceles que a las verdes praderas prefieren profundidades de! mar, rfos, lagos o la En Chile, sin ir mas lejos, los vecino Llico estén convencidos de que ella albe animales mitolégicos que —tal como los tres cambian de potrero- cada cierto tiempo abandona sus aguas nativas y se traslada a la laguna de Calmil arreando consigo hasta alli una abundante pesca. Donde quiera que ha ido, este caballo fabuloso es hijo legitimo del mar. Y, “vivo retrato de su padre”, re presenta el incansable ol espuma por la boc: marino, siempre arrojando lanzando estruendosos relinchos. Corre a la velocidad del viento costefo y sélo se deja domar con riendas de sargazo, Es asf como habriin lo; ado montarlo los primeros brujos de Chiloé, que desde entonces lo usan para 44 trasladarse de una isla a otra, ya sea para cometer sus fechorfas, asistir a sus aguelarres (asambleas de brujos) simplemente para abordar el Caleuche en alta mar, Segtin testimonio de quienes lo han visto, tiene Ia altura de un quincho (cerco de estacas) jy tan largo que sobre su lomo puede Hevar cémodamente un cabildo! completo! " Comisin de 13 miembros crea por los misonerosjesuitas, para trac la religi catlica alo indigenas de Chilo, Una de sus ‘areas era. organiza la fiesta anual de la paroquia del lar 46 EL BASILISCO Esprcte cosmoro.ra de la fauna mitol6gica chilena, el Basilisco fue conocido por los antiguos griegos, de cuya lengua proviene su nombre, que significa “reye~ ‘zuclo”, pequeiio rey. Eso dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, que lo define como “animal fabuloso, al que se atribuia la propiedad de matar con Ia vist Ya en la Biblia David y Salomén lo citan como una serpiente venenosa, Plinio el Viejo ~historiador romano {que murié durante la erupcién que destruyé Pompeya-, lo describe como serpiente con una especie de corona en lacabeza, aunque a los colchagitinos les parecié siempre tuna simple cresta de gallo. Asilo dice en 1910 el chileno Julio Vicuiia Cifuen- tes en sus Mitos y Supersticiones, cuyas informaciones coinciden bastante con las del Manual de Zoologia Santastica, (1957), del gran escritor argentino Jorge Luis Borges. EI Basilisco ~al menos en la forma que la especie "7 evolucions en la mitologia chilena~ nace de un peque- fio huevo redondo que pone un gallo muy viejo, segtin decian en Chillin, o cuando cumple siete aos, como aseguraban en Curie6. En su Diccionario de ta lengua y de la cultura de Chiloé (1994), Renato Cirdenas dice {ue puede ser puesto “por una gallina vieja o un gallo colorado”. A diferencia de otros monstruos temibles,e! Busilisco se esconde debajo de las casas o en cuevas, desde donde sélo asoma la cabeza, Una sabia precaucién, pues si le basta una mirada para matar a su victima, también una mirada de ésta lo matar Este poder de matar y morir por la mirada es usado como defensa por quienes temen cruzarse con é: evan tun espejo en la mano, que devolveria al Basilisco su propia mirada, causdndose una muerte instantinea, Porque no es raro que en este raro animal, su mirada se convierta en un verdadero bumeran, esa rara arma arrojadiza, que si no da en la presa vuelve al cazador. 48 LEYENDAS La tevenns es una crénica imaginativa del pasado de una comunidad. Es una ficién, pero se basa en hechos posibles ocurridos en lugares geogréjicos conocidos y con participacién de personajes reales Seguin su origen o fuente de inspiracién de la cual provengan, las leyendas pueden dividirse en tres tipos: ‘mitoldgicas, histbricas o religiosas. 50 LA TIRANA DEL TAMARUGAL La Tikana es un pueblo de la Pampa del Tamarugal, a solo 84 kilbmetros del puerto de Iquique y a 1.010 metros sobre el nivel del mar. Allé donde hoy se celebra la mds concurrida fies 1a religiosa del pais', a mediados del siglo XVI nacia ~como hija legttima de la historia americana la primera leyenda del territorio que por entonces comencaba a Hamarse Chile, Esta historia comienza en el Cuzco, cuando en julio de 1535 parte hacia Chile la expedicién de Diego de Almagro, Para facilitar su paso por tierras del incas, el espaiiol consiguié la compaiifa de Paullo Tupac, principe incésico, y Huillac Huma’, gitimo sumo sacerdote del culto del Sol, quien viajé con la Nusta Huma, su hija de 23 aos. "Fiesta de “La Virgen de Ia Tirana” 0 “La tra de Tarapacdt **Villa-umu o pone del sol, dice Francis de Eneina en Historia de Chile (tomo I pg. 147), Nascimento, 4 Edicion, 1983 SI Ya instalados en la zona de Atacama, el sumo sa- cerdote abandoné a los espaitoles para colaborar en una rebelién indgena, promovida desde el Cuzco. ‘También huy6 su hija, con un centenar de servidores y wilkas, valientes capitanes, con los cuales establecié sus dominios en los bosques de tamarugos, rboles que dieron nombre a la actual Pampa del Tamarugal La Nusta gobernaba con tal dureza, que hasta lejanas comarcas comenz6 a conocérsela como “Ia tirana del Tamarugal’ Su linaje, belleza y valent le ganaban la obediencia de su gente tanto como el temor de sus enemigos. Y con raz6n, pues cualquiera que fuera hecho prisionero solo Este hoy debe entenderse referid a 1889, fo de a publicacin el Libro Te Pto Te Hemua (0 Isa de Pascua) de W. J Thomson, “Tuvimos ala vista la raduccin de Hilda Fuentes, Anales de a Universidad de Chile, N° 161-162, 1980, 66 EL ROTO QUE ENGANO AL DIABLO EL Diasio es tan diablo, que hasta los mas diablazos Je temen a sus diabluras. Es que nadie se atreve con el Diablo ~al menos eso pensaba él hasta que cierta vez, hace mucho, muchisimo tiempo, se encontrs con un rotito chileno. Bartolo era un huaso joven, al que todo le salia mal «se aio: en otofio se helaron sus chacras y en invierno se hhundis el sembrado. De puro flaca se murié su vaca. Asi que Bartolo tiré el yugo, el arado, la rastra, el rastrén, y partié en busca de mejor suerte. Tenia unos tos en la costa, pero ,e6mo se haria pes- cador si ni siquiera conocfa el mar? “Ser minero debe ser mas facil”, pens6 Bartolo, encaminandose a los la~ vaderos, donde decfan que las pepitas de oro se hallaban ‘como chicharrones en un plato de porotos. Pero no encontrs oro. ‘Volviendo triste a casa, pens6 siel oro brillaria como escamas de peces en la red, 0 las pepitas serian como sranos de trigo en la era. 67 Oscurecié en el bosque. Tuvo miedo, Pero mis miedo ra sin un cobre, porque pronto seria tenfade volverasu “el 18”, y él querfa bailarse unas buenas cuecas con la Peta, la nifia més linda y hacendosa de la comarca. Entonces recordé que su abuelo le habfa contado de qué manera se haba hecho rico un patr6n suyo, {Mas que hago pacto con el Diablo!~exclamé Bar tolo, y los pelos se le pararon de susto, Sacando fuerzas de laqueza, tomé aliento y Hamé tres veces al Patas de Hilo. Un relmpago abrié de par en par las puertas del cielo y por la tierra rodaron todos los ruidos del bosque. Entonces lo vio: de pera y bigote y rabo; de chispas por los ojos y una risa del demonio, lo vio. Allf se estuvieron Bartolo y el Diablo, hablando de negocios: de venderle su alma al Diablo jno tenia més que vender Cien mil pesos le pidi6 por su alma, pensando que si volvia en esa facha, la Peta no huaso Bartolo! daria un centavo por él Le parecié buen precio al Diablo, Se los dio. Pero hay que firmar un pacto -dijo el Diablo: {Cusindo queris que te lleve? Hoy mismo —respondié Bartolo, haciéndose el de las chacras Se extrafié m ‘ho el demonio, pues todos le pedfan aflos y afios para gozar la vida, Por fin acordaron que "Uno de ls aps det Diablo, Hamad tambign Mato, Maluto, Cachudo, et Haciendove el tonto, el ingenuo, 68 vendria a buscarlo mafiana. El Malo le pinch6 el dedo del coraz6n al huaso, y con su misma sangre escribié: Bartolo Lara, no te llevaré hoy, pero te llevo manana. En cuanto el roito firméel pacto, el Diablo lo guard6, Yy desaparecid, en una explosién de fuego, humo y olor de azutie. No hay para qué decir c6mo Hleg6 al campo Bartolo, en caballo chileno, montura corralera, espuelas de plata y poncho multicolor. Un mozo arreaba un novillo para cel asado, y otro ven‘a en carreta con una tremenda pipa Y un bail de regalos para Peta. Se les hizo corto el dia para la fiesta, pero apenas, anocheci6, Bartolo monté a caballo y parti6 a su cita, El Diablo lo salud6 con su risa endemoniada. Muy bien -le dijo-, harto gozaste, ahora te llevo al infierno. ~{Cémo que te llevo? ~dijo, inénico, Bartolo- Tan diablo que es y no sabe leer... De mala gana el Diablo sac6 el pacto y ley: Bartolo Lara, note llevaré hoy, pero te levo matiana. Es verdad -dijo-, la cosa es mafiana, Asi es-asintié Bartolo-, pero déjeme otros cien mil por el viaje y la puntualid, EI Malo se los di —{Mafana te espero! ~dijo al paséirselos, 70 ~Maiiana volveré ~aseguré el huaso, Y dicen que el Diablo volvi6 ese dia y al otro y al siguiente, pero siempre Bartolo lo hacfa leer el pacto: Bartolo Lara, no te llevaré hoy, ero te llevo mafana. ~iMe hiciste leso!~ le grit6 un dia, ya eansado, el Diablo, y las chispas de sus ojos encendieron el azure, {que es el alimento preferido del demonio, y estallé. Ardié como los fuegos artificiales que Bartolo encen- di6 en la ramada, ese Dieciocho, bailando con la Peta. Los nietos de sus nietos cuentan ahora que Bartolo no trat6 mas con el Malo. Hizo pacto con la tierra, y ella le dio siempre rocto de plata y espigas de oro, que son Ja fortuna de los campesinos. Pero cuando a media noche aéllan lastimeramente los perros, los ancianos aseguran que es el Diablo, que todavia ronda la casa del roto pillo que lo engat. n LLACOLEN EL onIGEN pet. NowbRe de esta laguna de Concepeién se sumerge en la época de la Conquista de Chile. Mas exactamente, la legada del gobernador Garcia Hurtado de Mendoza,’ que reemplaza a don Pedro de Valdivia. Venfan en el séquito de don Garefa algunos jévenes, oficiales con experiencia en la corte espafiola, lo que significa que eran tan diestros en lides de espada como en lances de amor, El més famoso , pero no el tinico, era don Alonso de Ercilla y Zifiga. Este poeta soldado contaria la heroica vida militar de Galvarino,’ pero su vida familiar pertenece a la leyenda, Este “valeroso y atrevido” cacique vivia junto a la laguna, en territorio mapuche pues la ciudad de Concep- cin se alzaba entonces sobre lo que hoy es Penco. Es posible que Galvarino fuera, en tiempo de paz, un ‘afectuoso hombre de familia, como sugiete su verdadero " Lleg al golf de Talcahuano el 28 de junio de 1557 En los captulos XXII y XXII de Lat Arauenna n nombre, Calhuaréngo,* que ensalza las propiedades me- dicinales del maiz, en contraste con el sentido guerrero de la mayoria de los nombres mapuches. Si es asi,no es raro que sintiera gran amor por su hij Llacolén, para quien habia concertado un matrimonio 4igno con Millanti, el fornido hijo del cacique Lonco. endo la costumbre de su raza, Llacolén bajaba de madrugada a la laguna a bafiarse y trenzarse su larga cabellera, Hasta entonces la invasién extranjera habia sido algo Jejano para ella y las mujeres del mapu: la curiosidad de ‘conocer un caballo capturado por agin osado mocetén; latristeza de un pariente muerto en combate o os grandes festejos por la victoria de Marihiietu.* ‘Su conocimiento del invasor iba a ser totalmente inesperado. ‘Alssalir de la laguna, un extrafio ser vestido de metal daba de beber a su cabalgadura. Tan palido como pudiera estar un hombre enfermo, cansado o triste. No sabemos .c6mo se inicié la comunicacién. Ni cémo continud, con encuentros real © simuladamente casuales. Ni cémo este enemigo de su pueblo se fue haciendo aliado de su corazsn, Solo podemos imaginar la mezcla de ira y pena que Cal: lana, manojo de pstils; hua 6 wa: mai; réngo: molid. Es eer, pelos de choclo malo, que se usan como remedio, “De os mapuehes al mando de Lautao, en 1354, B do su padre lleg6 a la ruca aclamado por sus guerreros, ‘a quienes saludaba alzando los ensangrentados mugiones de sus manos cortados a golpe de hacha.* Millantd estuvo entre los guerreros que no se despe- aron de Galvarino en los dias siguientes. Tratando de poner orden en su mente, ta joven Lla- ccolén se dirigié ala laguna un atardecer. Odiaba a todos los espaiioles, pero no estaba segura de si ese “todos” incluia también a uno. Cuando nots su ausencia, Millanti, obedeciendo a su. instnto de peligro, tomé su maza y se encamin6 ala laguna. ‘Ahora mas que nunca deberia brindarle proteccién. Como una visién, Llacolén vio acercarse desde el lado del Bio Bio al joven oficial espafiol. Caminaba lentamente, a pie, con su caballo de tio. A Llacolén le ardié el rostro, Se fo mojé con agua de Ja laguna, donde su mano tocé una piedra.; Debia alzarla -yarrojarla aese hermoso rostro? 0 simplemente deberia huir de él para siempre? Ya cerca, el capitan desenvainé suespada. “Tal vez lo mejor seria que me matara”, pens6 instintivamente Llacolén, Pero entonces vio que el ademién era contra Millanté, ue llegaba por el lado opuesto. Brill6 Ia espada. Zumbs Ja maza, Fue una lucha breve, como si a ambos intere- sara més terminarla que ganarla, Rodaron enlazados. A Miillantd, que cayé encima, le asomaba un palmo de ® Suplcioapicado por los espanolesen la batalla de Lagunilas, en la fecha indicada "4 Ko por la espalda, El erneo del espa espaiiol se partié con el peso de ambos estrellado contra un peiiasc de la ribera, a ~iEso era la guerra? ~solloz6 Llacolén. ;El abrazo mont de estos hombres, que pudo ser amoroso para ella? ;0 la caricia de su padre en los cabellos, arrans ‘a golpe de hacha? reel Lo tinico pacifico eran las quietas aguas de la laguna. Y aeellas se arrojé Llacolén en busca de consuelo, ~Trigo, sefiora -respondié el hombre, quiténdose el sombrero de paja en un gesto de respeto. En el mismo instante, el trigo creci6 con tal energia que aleanz hasta més arriba de lacintura de labrador. Enaquellas cespigas se ocultaron la viajera y su guagua que, como ya ha- brn adivinado, no eran otros que la Vingen Mara y Jess No tardé en Hlegar a patrulla, cuyo jefe pregunté al primer campesino: “¢Ha pasado por aqui una mujer con su hijo en bravzos? Hace s6lo un momento pas6 por este mismo camino! Apuré el paso la patralla y al llegar ante el segundo ccampesino repitié la pregunta, iS, sefior! Por aqui pas6 una mujer con su hijo en brazos, cuando yo estaba sembrando este trigo... ‘mirando aquellas altas espigas, ! jefe de la patra pen- 6, con razén, que el primer campesino lo habia engaftado, ‘Ya sea que pretendiese proteger a la mujer o simplemente burlarse de ¢l, pensé darle su buen escarmiento, Media vuelta! -ordené a su tropa-. ¥ todo el en- smo que tenfan reservado para una larga marcha, Jo consumieron castigando al rudo campesino. Este, ‘que antes no habia sido capaz de comprender la amable intencién de la Virgen, menos comprendia ahora la ina~ mistosa conducta de los soldados. YY comoenel campo cada accién rinde a su debido tiem- Po el fruto merecido, al legar la cosecha, donde dijo haber ‘sembrado piedras, el pobre hombre silo piedras cosech6, Entretanto,asu vecino le faltaban manos para recoger Y Sacos para guardar el abundante fruto de su trigal. LA VIRGEN Y EL LABRADOR' perseguian a todas las guaguas de meses en busca del nifio nacido en Belén, iba por los caminos una sencilla mujer con su hijito en brazos. as6 junto a un campo recién arado, donde un cam- pesino espare‘a grano. ~,Qué siembra, hermano’ ~pregunt6 la viajera, como suelen ser los caminantes, para crear una relacién cordial Piedras! -contest6 de mal humor el campesino. Siguié la mujer con su hijo en brazos, apresurando fu Ja marcha como le aconsejaba la posible cereanta de los soldados de Herodes que venfan tras ella. En eso pas6 junto a otro campo, en el que también un labrador se ‘encontraba sembrando, {Qué siembra, hermano? repitis. "La leyends local suele tener, como en este cas, sentido uives Don Ramin Laval escuché una antigua vrs chilenay la incluye en sus Tradiciones, Leyendas y euentos populares recogidos de ta ‘adcin oral en Carahue, 1920, 16 - n

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