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Mamoplastia de aumento

El aumento de mamas o mamoplastia de aumento es uno de los procedimientos de


cirugía plástica más comunes que se realizan actualmente, ya sea por razón
estética o para cirugía reparadora. Consiste en la inserción de un implante detrás de
los tejidos de la región pectoral, lo que produce el agrandamiento de las mamas y
aumenta su proyección.

Básicamente, en esta cirugía se realiza una incisión sobre la piel, se elabora una
cavidad o sitio receptor adecuado y se coloca un implante en la posición correcta.

En esta cirugía se consideran diversos factores, como:

- Tipo de implante (rellenos con siliconas, suero, hidrogel)


- Coberturas del implante (lisos, rugosos o texturizados y recubiertos con
poliuretano)
- Forma del implante (redondas o anatómicas)
- Posicionamiento del implante:

Submuscular: por debajo del músculo pectoral

Subglandular: por encima del músculo pectoral

- Tipos de incisión:

Periareolar: alrededor de la areola

Submamaria: en el surco que está entre la mama y el abdomen

Axilar: en el borde anterior de la axila.

Umbilical: en el perímetro umbilical. Este acceso está reservado sólo para


implantes rellenos con solución salina.

Indicaciones

-Mamas pequeñas
-Asimetrías mamarias congénitas como el Síndrome de Poland, en reconstrucción
mamaria por cáncer mamario para simetrizar la mama contralateral y en mamas
tuberosas. (el síndrome de Poland es una alteración congénita consistente en la
ausencia total o parcial del músculo pectoral mayor y anomalías de la mano
homolateral).
-Mamas vacías después de lactancias
-Mamas ligeramente caídas

Contraindicaciones

- Una infección activa en el cuerpo.


- Proceso oncológico sin resolver en la mama.
- Pacientes con trastornos psicológicos en relación con su imagen corporal
- Pacientes con expectativas poco realistas sobre el aumento de mama
- Un paciente que ha recibido radioterapia en la mama, ya que los resultados
estéticos suelen ser peores, las complicaciones quirúrgicas más frecuentes y
el riesgo de contractura capsular más alto.
- En casos con enfermedades fibroquísticas de la mama.
- En casos con debilidad en el sistema inmune.
- En pacientes con alteraciones en la cicatrización de los tejidos.

Complicaciones

Las complicaciones se pueden clasificar en:

- Atribuibles al implante:
Contractura capsular: cuando el tejido cicatricial se endurece alrededor de
los implantes. Es la complicación más frecuente.
Rotura
- Atribuibles a la cirugía:
Hematoma
Seroma: es la acumulación excesiva de líquido seroso en el tejido
subcutáneo que se origina cerca de una cicatriz quirúrgica. Esta
acumulación de fluidos y líquidos se produce a raíz de una cirugía
donde se realiza una gran disección de tejido. La hipodermis (capa
más profunda de la piel) y el tejido muscular sufren un despegamiento.
Lo que provoca esto es una cavidad donde el líquido se acumula
Cicatriz defectuosa
Infección de herida operatoria
- Atribuibles al cirujano
Malposición
Volumen inadecuado
Ptosis residual
Asimetría
Desplazamiento
Forma inadecuada

Recomendaciones post cirugía


- Mantener relativo reposo durante la primera semana.
- No realizar ejercicio ni grandes esfuerzos durante los 15 días posteriores a la
cirugía e incluso durante el primer mes.
- Dormir boca arriba durante los primeros 10 días.
- Utilizar un sujetador postoperatorio adecuado durante la recuperación ya que
asegurará que el pecho cicatrice correctamente y no haya movimientos
bruscos.
- Aplicar cremas todos los días para mantener la piel hidratada.
- Comer de forma saludable y beber entre un litro y medio y dos de agua al día
para mantener todo el organismo hidratado.
- No fumar ni beber alcohol al menos durante el primer mes ya que estas
sustancias hacen que se ralentice la cicatrización de las heridas.
- Aplicar drenajes linfáticos manuales o ultrasonidos para mejorar la
cicatrización.
- No exponer directamente los pechos al sol durante el primer mes y a partir de
ahí es importante aplicar protector solar si se va a coger sol porque puede
hacer que la cicatriz se marque.
Drenaje linfático

El drenaje linfático de las mamas es de suma importancia, especialmente desde el


aspecto patológico. Esto debido a que la glándula mamaria es una zona rica en
tejido linfático y presenta varias estaciones ganglionares, cuya importancia radica en
la afectación o no de sus estructuras ante la presencia de neoplasias malignas, es
decir, la tendencia de los carcinomas de mama a expandirse viajando a través de
los vasos linfáticos, creando depósitos de metástasis en partes distantes del cuerpo.

La linfa proveniente de los lóbulos mamarios, pezones y areolas se recolecta en el


plexo linfático subareolar. Desde allí, alrededor del 75% de la linfa (principalmente
de los cuadrantes laterales de la mama) drena en los ganglios linfáticos pectorales y
luego a los ganglios linfáticos axilares. Mientras que la linfa restante drena en los
ganglios linfáticos paraesternales. Esta es la razón por la cual los ganglios linfáticos
axilares son los primeros en ser removidos quirúrgicamente en ciertas etapas del
cáncer de mama. Los ganglios linfáticos axilares drenan en los troncos linfáticos
subclavios, los cuales también drenan a las extremidades superiores. Los ganglios
linfáticos paraesternales drenan en los troncos linfáticos broncomediastínicos, que
también drenan a los órganos torácicos. Además de los ganglios linfáticos axilares y
paraesternales, parte del drenaje linfático de la mama puede darse a través de los
ganglios linfáticos intercostales, localizados alrededor de las cabezas y cuellos de
las costillas. Los ganglios linfáticos intercostales pueden drenar en el conducto
linfático torácico o en los troncos linfáticos broncomediastínicos.

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