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¿QUÉ ES EL AGUA?

El agua es un elemento esencial para la vida en nuestro planeta, ya que juega un papel

fundamental en la supervivencia de los seres vivos, el mantenimiento de los ecosistemas

y el desarrollo de las actividades humanas.

DEFINICIÓN DE AGUA

El agua es una sustancia que se compone por dos átomos de hidrógeno y un átomo de

oxígeno (H2O) y se puede encontrar en estado sólido (hielo), gaseoso (vapor) y líquido

(agua). Las propiedades físicas y químicas del agua son muy importantes para la

supervivencia de los ecosistemas.

CARACTERÍSTICAS DEL AGUA

Las características del agua pueden ser químicas, físicas o biológicas y según el

contenido puede clasificarse en diferentes tipos (agua dulce, salada, blanda, dura...). A

continuación, se describen las principales características del agua:

 La densidad del agua es 1.

 El agua es la sustancia con mayor calor específico (4.180 J/Kg/ºC), aunque varía

según la temperatura.

 El calor latente que el agua requiere para romper un puente de hidrógeno y

formar vapor es muy elevada (539 Kcal/Kg).

 La tensión superficial del agua es muy alta.

Además, las características del color, la turbidez y la conductividad se utilizan como

parámetros de la calidad del agua.


ESTADOS DEL AGUA EN EL PLANETA

El agua es la sustancia más abundante del planeta y la única que se encuentra en la

atmósfera en estado líquido, sólido y gaseoso. El 97% es agua que pertenece a los

océanos y el resto es agua dulce. El agua dulce también está presente en depósitos

acuíferos y permafrost, lagos, embalses, ríos, humedad del suelo, vapor atmosférico y el

agua contenida en los seres vivos. Aunque no toda está disponible, gran parte

permanece siempre helada, formando los casquetes polares y los glaciales.

¿CÓMO SE OBTIENE EL AGUA DULCE?

El agua dulce se obtiene a través de la precipitación que se considera su inicio durante la

evaporación del agua de los océanos en forma de vapor de agua. Paulatinamente, las

corrientes ascendentes de aire llevan el vapor de agua hasta las capas superiores de la

atmósfera, donde a causa de la menor temperatura se condense el agua, formando las

nubes cuyas partículas caen en forma de precipitación.

Una gran parte de la precipitación cae en forma de lluvia depositándose en acuíferos y

permafrost, lagos, embalses, ríos y en el suelo, estando disponible para su consumo. Por

el contrario, la otra parte de esta precipitación cae en forma de nieve, y se acumula en

capas de hielo en los casquetes polares y en los glaciares impidiendo su consumo.

IMPORTANCIA DEL AGUA

El agua adquiere importancia en los ecosistemas, en los organismos y en las actividades

del ser humano:

 El ciclo hidrológico es de vital importancia para el funcionamiento de los

ecosistemas naturales y la regulación del clima.


 Constituye el 80% de la mayoría de los organismos, lo que permite que los

tejidos y órganos funcionen y mantengan los procesos corporales vitales.

 Los usos del agua más comunes son la agricultura, el consumo industrial y el

consumo doméstico. El continuo crecimiento de la población genera una

demanda cada vez mayor de este recurso tan limitado.

IMPACTO ECONÓMICO DEL AGUA

El agua, más allá de su papel esencial en el sostenimiento de la vida, es un pilar

fundamental de la economía global. Su valor se extiende a través de múltiples sectores,

desde la agricultura y la energía hasta la manufactura y el turismo, influyendo

decisivamente en la productividad, el empleo y el desarrollo económico.

El agua en la agricultura

La agricultura consume aproximadamente el 70% de los recursos hídricos

globales, subrayando su rol crucial en la producción de alimentos y fibras. Una gestión

eficiente del agua en este sector no solo puede mejorar la seguridad alimentaria sino

también aumentar la rentabilidad y la sostenibilidad de las prácticas agrícolas. Técnicas

como el riego de precisión y la agricultura de conservación minimizan el uso del agua

mientras maximizan los rendimientos, demostrando que es posible crecer más con

menos.

El Agua en la Energía y la Manufactura

La generación de energía y la manufactura son también intensivas en el uso de agua. La

producción de energía hidroeléctrica, la refrigeración en plantas de energía y los

procesos industriales subrayan la interdependencia entre el agua y la energía. La

adopción de tecnologías más eficientes y el reciclaje de agua en estos sectores pueden


reducir significativamente el consumo de agua, disminuyendo los costes operativos y

mitigando el impacto ambiental.

Eficiencia Hídrica para el Desarrollo Económico Sostenible

Una gestión eficiente del agua es clave para el desarrollo económico sostenible. Reducir

la huella hídrica de las actividades económicas y adoptar prácticas sostenibles de

gestión del agua no solo preserva este recurso esencial, sino que también puede abrir

nuevas oportunidades económicas. Por ejemplo, inversiones en infraestructuras hídricas

sostenibles y en tecnologías de tratamiento de aguas residuales pueden generar empleo,

estimular la innovación y fomentar el crecimiento verde.

Políticas Públicas y Cooperación Internacional

Para maximizar el impacto económico positivo del agua, es esencial contar con políticas

públicas robustas y cooperación internacional. El desarrollo de marcos regulatorios que

promuevan la eficiencia hídrica y la inversión en infraestructuras resilientes puede

facilitar un uso más sostenible del agua, mientras que la cooperación internacional

puede ayudar a compartir conocimientos, tecnologías y recursos financieros para

gestionar los desafíos hídricos globales.

EL CICLO DEL AGUA

El ciclo del agua es impulsado por la energía solar. El sol calienta la superficie del

océano y otras aguas superficiales, lo que evapora el agua líquida y sublima el hielo,

convirtiéndolo directamente de sólido a gas. Estos procesos impulsados por el sol

mueven el agua hacia la atmósfera en forma de vapor de agua.


Con el tiempo, el vapor de agua en la atmósfera se condensa en nubes y finalmente cae

como precipitación, en forma de lluvia o nieve. Cuando la precipitación llega a la

superficie de la tierra, tiene pocas opciones: puede evaporarse de nuevo, fluir sobre la

superficie o percolarse, filtrarse, en el suelo.

En los ecosistemas terrestres que se encuentran sobre la tierra en su estado natural, la

lluvia generalmente golpea las hojas y otras superficies de las plantas antes de caer al

suelo. Parte de esa agua se evapora rápidamente de la superficie de las plantas. El agua

restante cae al suelo y, en la mayoría de los casos, es absorbida por este.

En general, el agua se mueve sobre la superficie de la tierra como escurrimiento solo

cuando el suelo está saturado con agua, cuando la lluvia es muy fuerte o cuando la

superficie no puede absorber mucha agua. Una superficie que no absorbe el agua podría

ser la roca en un ecosistema natural o el asfalto y el cemento en un ecosistema urbano o

suburbano.

EL CICLO DEL AGUA IMPULSA OTROS CICLOS.

El ciclo del agua es importante por sí mismo y los patrones de circulación del agua y la

precipitación tienen grandes efectos en los ecosistemas de la tierra. Sin embargo, la

lluvia y el escurrimiento superficial también tienen una función en la circulación de

varios elementos, entre estos el carbono, el nitrógeno, el fósforo y el azufre. En

particular, el escurrimiento superficial ayuda a estos elementos a moverse de los

ecosistemas terrestres a los acuáticos.

Veremos con más detalle cómo funciona esto en los siguientes artículos, donde

examinaremos los ciclos biogeoquímicos de los distintos elementos.

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