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PARTE III
Universidad de León
Sobre Ángel Morillo Cerdán, autor de Los Dióscuros y la LEGIO VII GEMINA.
Algunas Reflexiones sobre el apelativo y el emblema de la Legión, es un doctor en geografía
e historia, especialista en arqueología y ha dedicado parte de su vida a la investigación y
educación universitaria. Entre el 2000 y 200 se desempeñó como profesor titular de
arqueología en la Universidad de León, incorporándose luego al equipo del Departamento de
Ciencias y Técnicas Historiográficas y de Arqueología de la Universidad Complutense de
Madrid.
En sus reflexiones sobre los Dióscuros y la Legio VII Gemina, conocidos por los
romanos como los Cástores, con un gran misticismo para la orden militar, hecho que se
debía, indudablemente, por ser proverbialmente considerados como protectores de la
caballería romana y del ejército en general por su “su mítica intervención a favor de Roma
en la batalla del lago Regillo en el 499 a. C., motivo por el cual se les dedicó un templo en
el foro en el 484 a. C.” (Morillo Cerdán, 2006, p. 754).
En este orden de ideas, los especialistas señalan que, el argumento esencial pudiera
estar anidado, primero, en el propio nombre que acoge la unidad después de la batalla de
Bedriacum. La consecuencia de este suceso para la Legio VII, donde perdió importantes
poderíos y estandartes, apoya la hipótesis de que, tras la mencionada batalla, la unidad
debió quedar tan aniquilada que le serían concedidos recursos humanos procedentes de otra
legión, portando, desde ese instante, el epíteto de gemina (doble, acoplada).
De esta manera, la legio VII gemina de nuevo se presenta como una singularidad,
misma que se da por la disyuntiva de que, ni conserva el numeral de su unidad principal, la
VI victrix, ni existe la convicción que en su denominación concluyente se detecte una
aprobación que permita reflexionar sobre el origen de los supuestos soldados y oficiales
adheridos posterior a la batalla de Cremona.
Referencias Bibliográficas