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SEÑORES Y SEÑORAS JUECES DE LA CORTE CONSTITUCIONAL DE LA

REPÚBLICA DEL ECUADOR

FABIAN SALAZAR PARDO, con cédula nro. 123456789-0 , mayor de edad, de estado
civil soltero, domiciliado en la Av. 10 de agosto y Remigio Crespo 12-31 de la ciudad y
Cantón de Cuenca, de la Provincia del Azuay, socio activo de la Asociación de personas con
dispacidad “AUDIO”, JUAN CABRERA MENDOZA, con cédula nro. 1104338882 ,
mayor de edad, de estado civil soltero, domiciliado en la Av. Shiris y 24 de Mayo 121-123
de la ciudad y Cantón de Quito, de la Provincia del Pichincha, en calidad de presidente de la
Asociación de personas con Discapacidad auditiva y sin habla del Ecuador, denominada
“AUDIO”, con Sede principal en Quito, conforme consta en anexo 1. Ante ustedes
comparecemos y con fundamento en los artículos 436, numeral 2, artículo 439 de la
Constitución de la República, artículos 75.1, literal c), artículo 76, numerales 6 y 9, literal a)
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, proponemos la
siguiente demanda de inconstitucionalidad, con el fin de que se declare la
inconstitucionalidad de los artículos 518, 1004 y 1012 del Código Civil ecuatoriano, en virtud
de que estos contradicen y amenazan varias disposiciones del ordenamiento constitucional,
por cuanto vulneran el derecho a la igualdad y no discriminación, principio de igualdad y
seguridad jurídica, establecidos en la Constitución de la República, al no guardar
concordancia con esta. En estricto cumplimiento a lo determinado en el artículo 79 de la Ley
Orgánica De Garantías Jurisdiccionales Y Control Constitucional, manifestamos lo siguiente:

1. DESIGNACIÓN DE LA AUTORIDAD ANTE QUIEN SE PROPONE.

La autoridad ante quien se propone la presente acción de inconstitucionalidad es ante la Corte


Constitucional.

1. De conformidad con lo establecido en el artículo 436, numeral 1 de la Constitución


de la República del Ecuador, la Corte Constitucional es competente para ser la
máxima instancia de interpretación de la Constitución, de los tratados internacionales

1
de derechos humanos ratificados por el Estado ecuatoriano, a través de sus dictámenes
y sentencias.
2. En concordancia con el numeral que antecede, el artículo 75 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional expresa que el control abstracto
de constitucionalidad tiene como finalidad garantizar la unidad y coherencia del
ordenamiento jurídico a través de la identificación y la eliminación de las
incompatibilidades normativas, por razones de fondo o de forma, entre las normas
constitucionales y las demás disposiciones que integran el sistema jurídico.
3. El artículo 75, literal c; señala que para ejercer el control abstracto de
constitucionalidad la Corte Constitucional, será competente para resolver acciones de
inconstitucionalidad en contra de leyes.

2. NOMBRE COMPLETO, NÚMERO DE CÉDULA DE IDENTIDAD, DE


CIUDADANÍA O PASAPORTE Y DOMICILIO DE LA PERSONA
DEMANDANTE.

Nuestros datos generales que requiere la ley, constan en el primer párrafo. Conforme lo
establece el artículo 77 y 78 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, así como el artículo 439 de la Constitución de la República, nos encontramos
legitimados para proponer la presente acción pública de inconstitucionalidad, contra de los
artículo 518, 1004 y 1012 del código Civil ecuatoriano, por cuanto son contrarios a lo que
dispone la Constitución de la República, lo que conlleva a la vulneración de derechos
constitucionales. Ustedes señoras juezas y señores jueces se servirán declarar legitimada mi
comparecencia en la presente causa.

3. DENOMINACIÓN DEL ÓRGANO EMISOR DE LA DISPOSICIÓN JURÍDICA


OBJETO DEL PROCESO; EN EL CASO DE COLEGISLACIÓN A TRAVÉS DE
SANCIÓN, SE INCLUIRÁ TAMBIÉN AL ÓRGANO QUE SANCIONA

El órgano emisor de los artículos 518, 1004 y 1012 contenidos en el Código Civil, emitido
en el año de 1857, cuya inconstitucionalidad se acusa, es el Congreso Nacional del Ecuador

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actual Asamblea Nacional del Ecuador en la persona de su presidenta Laura Paulina Sabando
Espinoza, al señor Guillermo Lasso actual presidente de la República del Ecuador y al señor
Alberto Israel Montenegro Roldan, procurador general del Estado, contra quienes
proponemos la presente demanda de inconstitucionalidad.

4. INDICACIÓN DE LAS DISPOSICIONES ACUSADAS COMO


INCONSTITUCIONALES.

El código civil ecuatoriano, es de acuerdo al Artículo 425 de la Constitución de la República


una ley ordinaria, que de conformidad con el Artículo 424 de la Constitución, debiendo
guardar concordancia con esta y sujetarse a la misma, sin embargo el código civil ecuatoriano
tiene manifiestas normas inconstitucionales, que atentan contra el derecho a la igualdad.
Así en su Título XXVII de las incapacidades y excusas para la tutela o curaduría,
Parágrafo 1ro, de las incapacidades, en su artículo 518, numeral 2 expresa que

“Art.518.Son incapaces de toda tutela o curaduría: 2) los mudos”.


Art. 1004. “Será capaz y digna de suceder toda persona a quien la ley no haya
declarado incapaz o indigna.”
Art. 1012.- Es asimismo indigno de suceder al impúber, demente o sordomudo, el
ascendiente o descendiente, que, siendo llamado a sucederle abintestato, no pidió
que se le nombrara tutor o curador, y permaneció en esta omisión un año entero; a
menos que aparezca haberle sido imposible pedirlo por sí o por procurador”

5. ARGUMENTOS CLAROS, CIERTOS, ESPECÍFICOS Y PERTINENTES, POR


LOS CUALES SE CONSIDERA QUE EXISTA UNA INCOMPATIBILIDAD
NORMATIVA

Señores magistrados constitucionales, las normas señalas en el párrafo anterior son


incompatibles con la norma constitucional respecto al Derecho a la igualdad y no
discriminación, puesto que trata a las personas discapacitadas del habla y audición como
mudos y declara su incapacidad de tutela y curaduría solo por el hecho de serlo, sin tomar en

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consideración que estos se pueden dar a entender de otras maneras y formas. Además al
declararlas como incapaces, no pueden suceder, situación que afecta gravemente su igualdad
para ejercer su derecho constitucional a la igualdad.

Señoras y señores jueces de la Corte Constitucional del Ecuador, la declaración de la


incapacidad para suceder y de tutela o curaduría, nace con el Código Civil de 1857; es decir,
que desde el punto de vista histórico y genealógico, dichas normas guardan una clara
contrariedad con la Constitución de la República del Ecuador y, por ende, su contenido atenta
contra derechos constitucionales como al derecho a la igualdad y no discriminación,
seguridad jurídica y la supremacía constitucional

Respecto del primero, porque de la simple redacción de la norma se desprende


“Son incapaces de toda tutela o curaduría: 2) los mudos”; es decir por el hecho de no poder
hablar se declara incapaz de toda tutela o curaduría a una persona que bien puede darse a
entender por otros medios, además dicha denominación violenta la igualdad formal y
material.

6. FUNDAMENTO DE LA PRETENSIÓN.

La Corte Constitucional del Ecuador es el órgano encargado de velar por la


constitucionalidad del contenido de las leyes emitidas por la Asamblea Nacional de
conformidad con el Art. 429 de la Constitución. Adicionalmente las acciones
constitucionales podrán ser presentadas por cualquier ciudadano individual o colectivamente
según lo estipulado en el Art. 439 ibídem, por otra parte, la Corte está encargada de velar por
el bloque de constitucionalidad.

Breves Antecedentes. –
6.1 Antecedentes Históricos: En la época primitiva los discapacitados eran asesinados al no
poder valerse por sí mismos y no poder realizar actividades para poder subsistir por sí
mismos, pues su contribución era nula para la sociedad.1

1
Revista de las Naciones Unidas. “El Derecho a una vida normal: ayuda internacional en la rehabilitación de
personas con defectos físicos”. Año X, numero 284.marzo 1956, pág.27.

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Esto también sucedía en Sparta en el siglo IX antes de Cristo. Por su parte los romanos, los
vendían para diversión burla, cometían infanticio. Mientras que en Egipto las personas con
discapacidades o malformaciones físicas, eran consideradas personas especiales al servicio
del faraón, sin importar su condición y discriminadas en el goce de otras actividades.
Ya en la edad media el hombre se volvió más humanista, y al menos los asesinatos se
suprimieron, sin embargo siguieron siendo objeto de otras vejaciones como las burlas, los
malos tratos físicos y verbales, el rechazo y la discriminación, en el Medioevo por ejemplo
eran bufones del rey, como si se tratase de cosas al servicio de la burla, y mofa de aquellos
que ejercían el poder o eran por sus condiciones dominantes. Más sin embargo fue con el
cristianismo que aquellas condiciones cambiaron, mejorando un poco, puesto que mediante
la cofradía la religión ayudaba a los ciegos, paralíticos y leprosos, creándose asilos y centros
de asistencia. No obstante no fue hasta el siglo XVIII que la sociedad comenzó a ver su
responsabilidad frente a las personas con capacidades especiales en cuanto a su asistencia y
cuidado. Así en 1780, 1787, y 1791, Suiza, Francia e Inglaterra, respectivamente crearon
escuelas para personas con capacidades especiales, con ello también los gobiernos
comenzaron a aceptar su responsabilidad en cuanto a la ayuda a estas personas, es allí cuando
se va formando la base jurídica para la creación de leyes a favor de los discapacitados.
En Mesoamérica la situación era distinta, por razones de distinta índole, siendo considerados
como divinidades (dependiendo de la cultura). Más tarde en el siglo XIX los circenses
contrataban a personas con discapacidades, ello suponía otorgarles un trabajo remunerado.
Y así poco a poco las personas con discapacidades pasaron de ser vistas como objetos, seres
carentes de dignidad humana a ser vistos como personas con diferencias físicas, biológicas y
psicológicas.

6.2 Antecedentes Jurídicos:


Como se evidencia en el apartado anterior, la discapacidad fue motivo de trato especial hacia
quienes la padecían. Marcando una clara discriminación pocas veces positiva, pero en casi
su totalidad negativa y humillante, de modo que con el paso del tipo y de la ideología del
amor hacia el prójimo, de la concientización que fue adquiriendo el hombre, surgió el interés

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de incorporar a estas personas como iguales en la sociedad. Cuando nos referimos señoras
juezas y jueces a igualdad, somos conscientes que somos desiguales físicamente,
psicológicamente esas son cosas que naturalmente no se pueden negar, pero somos iguales
en dignidad humana y esa es la principal razón de un Estado constitucional de derechos y
justicia.
Sin embargo no fue hasta después de la segunda guerra mundial que a través de la
Organización de Naciones Unidas, Organización Mundial de Salud, la Organización
Internacional de Trabajo, que se crearon normas concernientes con las discapacidades.
Así la Declaración de Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948, se convirtió en la
primera base para la normativización de los derechos de los discapacitados, mediante
distintas declaraciones de las cuales Ecuador, fue y es ratificante.

De conformidad con el artículo 426, inciso segundo establece que los derechos consagrados
en la Constitución y los instrumentos internacionales de derechos humanos serán de
inmediato cumplimiento y aplicación. No podrá alegarse falta de ley o desconocimiento de
las normas para justificar la vulneración de los derechos y garantías establecidos en la
Constitución, para desechar la acción interpuesta en su defensa, ni para negar el
reconocimiento de tales derechos.

Señores jueces de conformidad con el principio Ius Cogens y el Artículo 38, literal d) de la
Corte Internacional de Justicia, expresa:

La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho internacional las


controversias que le sean sometidas, deberá aplicar: d. las decisiones judiciales y
las doctrinas de los publicistas de mayor competencia de las distintas naciones,
como medio auxiliar para la determinación de las reglas de derecho, sin perjuicio
de lo dispuesto en el Artículo 59. (CIJ, 1978, pág. 26).

Por lo tanto y de conformidad con esto, señoras y señores jueces de la Corte Constitucional
del Ecuador, una de las fuentes del derecho es la jurisprudencia, al igual que la doctrina por
lo tanto les manifestamos que un caso similar al presente ha sido resuelto en la Corte

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Constitucional Colombiana en la Sentencia C 605/12, en la cual la Corte hace referencia al a
la igualdad formal. Así dicha Corte señala:

Existen límites parciales y excepcionales a ciertos usos del lenguaje. Hacer ciertas
cosas con las palabras (como ofender, insultar, discriminar, marginar, excluir), en
especial, en el contexto de las reglas o normas de las cuales dependen el goce efectivo
de los derechos fundamentales, ha sido objeto de debates en la jurisprudencia
constitucional. (Sentencia C 605/12, 2012).

La barrera auditiva que enfrenta una persona sorda es en ese ámbito de la vida una limitación
de carácter físico, pero no es una barrera para el desarrollo del espíritu humano en toda su
plenitud. (Sentencia C 605/12, 2012).

Por su parte la Convención Americana sobre Derechos Humanos del "Pacto de San José de
Costa Rica" en su artículo 1, proclama lo siguiente:

Art. 1: los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos
y libertades reconocidos en ellas y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona
que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color,
sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional
o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social. (Humanos,
1969, pág. 1).

Preceptúa el artículo 24 que todas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia, tienen
derecho, sin discriminación, a igual protección de la ley.

Los Estados firmantes del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, adoptado por
la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su artículo 2, numeral 1convinieron lo
siguiente:

Art. 2.- 1.previene que cada uno de los Estados se compromete a respetar y a
garantizar a todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su
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jurisdicción, los derechos reconocidos en el presente Pacto, sin distinción alguna de
raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social. (Unidas,
1966, pág. 1).

De la misma manera el artículo 26 consagra que todas las personas son iguales ante la ley y
tienen derecho sin discriminación a igual protección de la ley.

A este respecto la ley prohibirá toda discriminación y garantizará a todas las personas
protección igual y efectiva contra cualquier discriminación por motivo de raza, color, sexo,
idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.

Los Estados partes del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, acordaron:

Art.2.-1. Los Estados partes que se comprometen a garantizar el ejercicio de los


derechos que en él se enuncian, sin discriminación alguna por motivos de raza, color,
sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social. (Humanos D. I.,
1976, pág. 3).

La Corte Constitucional del Ecuador en la sentencia Nro.018-15-SIN-CC, respecto al


Control abstracto de constitucionalidad ha señalado:
El control abstracto de constitucionalidad tiene como finalidad garantizar la unidad
y coherencia del ordenamiento jurídico a través de la identificación y eliminación de
las incompatibilidades normativas, por razones de fondo o de forma, entre las
normas constitucionales y las demás disposiciones que integran el sistema jurídico.
Así pues, equivale a la tarea de la Corte Constitucional, mediante la cual vela por la
armonía del ordenamiento jurídico, garantizando que los preceptos de las normas

8
infra constitucionales, se adecuen a lo dispuesto en la Norma Suprema (…) Mientras
que, en el control abstracto del fondo, se examina la compatibilidad del contenido de
la norma con las disposiciones constitucionales. Dentro de un control integral, esta
Corte Constitucional procede a realizar un control formal y material de la norma
jurídica acusada de inconstitucionalidad. (Sentencia Nro.018-15-SIN-CC, 2015).

De la misma forma la Corte Constitucional en la sentencia Nro. 002-14-SIN-CC, ha señalado


que el control abstracto de constitucionalidad (…) permite garantizar la supremacía formal
y material de la Constitución, puesto que su objeto es evitar la existencia de
incompatibilidades normativas entre la Constitución y el resto de las disposiciones que
conforman el ordenamiento jurídico.

Señores jueces por sus competencias de realizar el control abstracto en el presente caso
deberían hacerlo y considerar que la palabra “mudo” es un término diferenciador de la
persona con discapacidad conlleva una vulneración al derecho a la igualdad y no
discriminación, trato diferenciado.

La igualdad ante la ley y las autoridades ha quedado cristalizada como derecho fundamental
por cuanto es esencial al ser humano, pues elimina la esclavitud, la servidumbre, las
prerrogativas hereditarias y los privilegios de clases, consideración que es robustecida por la
trascendencia que a dicho derecho se le da en la Asamblea Nacional Constituyente y en los
instrumentos y pactos internacionales.

Disposiciones Constitucionales infringidas y argumentos claros, ciertos, específicos y


pertinentes, por los cuales se considera que existe una incompatibilidad normativa con
la Constitución.

El Congreso Nacional, actual Asamblea Nacional al expedir el Código Civil en 1857, en los
artículos 518, 1004 y 1012, al no guardar relación con la Constitución, incurre en una
inconstitucionalidad que violenta a su vez, la seguridad jurídica, derecho estrechamente

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relacionado con el principio de igualdad material y formal, y por ende con el derecho a la no
discriminación.
Por ello se considera la violación de los derechos consagrados en las siguientes disposiciones
constitucionales:
a. Artículo 11. El ejercicio de los derechos se regirá por los siguientes principios: 2. Todas
las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y oportunidades. 4.
Ninguna norma jurídica podrá restringir el contenido de los derechos ni de las garantías
constitucionales.
b.- Art. 82, de la Constitución de la República: El derecho a la seguridad jurídica se
fundamenta en el respeto a la Constitución y en la existencia de normas jurídicas previas,
claras, públicas y aplicadas por las autoridades competentes.

5.1. FUNDAMENTACIÓN. -
El Ecuador es un Estado Constitucional de Derechos, así de conformidad con la Constitución
y los instrumentos, el artículo 11 numeral 9 de la CRE, manifiesta: “El más alto deber del
Estado consiste en respetar y hacer respetar los derechos garantizados en la Constitución”.
(Ecuador, 2008, pág. 9). Conforme establece el artículo 83 de la Constitución, es
responsabilidad de las y los ecuatorianos, entre otras, acatar y cumplir la Constitución y,
respetar los derechos humanos.
Cuestión que claramente se violenta cuando los artículo 58, 1004 y 1012 del Código civil
ecuatoriano, así como los demás artículos que se expresan como sordomudos sobre las
personas con discapacidad del habla y auditiva, derivando claramente en una gravísima
vulneración al derecho a la igualdad y no discriminación, no solo porque estos agreden a la
igualdad formal mediante el uso de términos discriminatorios y despectivos, sino porque
además de sus efectos violentan a la igualdad material al determinar que las personas con
discapacidad el habla y auditiva, serán incapaces de tutela y curaduría. Impidiendo así su
participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás. Ya
que “las personas con discapacidad auditiva se configuran como una comunidad porque en
ella se configuran tres dimensiones que también se aplican para los grupos étnicos (Fishman,
1997, como se citó en Apple y Muysken).

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Siendo entonces las personas con discapacidad auditiva, considerados también como una
comunidad, puesto que poseen una identidad, igual que los indígenas y las demás minorías.
Sin embargo insistimos señoras y señores jueces dichas normas objeto de la presente acción
de inconstitucionalidad además de usar un lenguaje despectivo, obviamente discriminatorio,
también omite que este grupo de personas por ser minoría deben ser protegidos y buscar que
sus derechos puedan ser ejercidos, ignorando que el no poder hablar o escuchar no implica
que no se puedan expresar por otras formas y medios.

En ese contexto la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado:


La no discriminación, junto con la igualdad ante la ley y la igual protección de la ley
a favor de todas las personas, son elementos constitutivos de un principio básico y
general relacionado con la protección de los derechos humanos. El elemento de la
igualdad es difícil de desligar de la no discriminación. Incluso, los instrumentos ya
citados […], al hablar de igualdad ante la ley, señalan que este principio debe
garantizarse sin discriminación alguna. Este Tribunal ha indicado que “en función del
reconocimiento de la igualdad ante la ley se prohíbe todo tratamiento
discriminatorio”. (CIDH, 2019, pág. 6).

¿Cómo ha de protegerse señoras y señores jueces de la Corte Constitucional del Ecuador,


dichos derechos humanos, si en las normas demandadas como inconstitucionales dentro de
la presente, se evidencia tanto en el lenguaje como en lo que disponen una clara vulneración
a dicho derecho a la igualdad y no discriminación. Por ello señalamos señores jueces tengan
en consideración que el Ecuador es Estado parte y de conformidad con el principio de Pacto
Sunt Servanda éste está obligado a cumplir con esta disposición que emana de ese alto órgano
de Derechos Humanos.

Asimismo, la Corte considera que las personas con discapacidad a menudo son objeto
de discriminación a raíz de su condición, por lo que los Estados deben adoptar las
medidas de carácter legislativo, social, educativo, laboral o de cualquier otra índole,
necesarias para que toda discriminación asociada con las discapacidades sea

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eliminada, y para propiciar la plena integración de esas personas en la sociedad. El
debido acceso a la justicia juega un rol fundamental para enfrentar dichas formas de
discriminación. (CIDH, 2019, pág. 135).
Las personas con discapacidad auditiva y del habla de acuerdo a lo establecido en las normas
demandadas como inconstitucionales objeto de la presente acción de inconstitucionalidad,
claramente son discriminatorias, por cuanto usan términos peyorativos para referirse a estas
personas. Además señores y señoras jueces de la Corte Constitucional del Ecuador, el Estado
ecuatoriano está obligado a adoptar las medidas de carácter legislativo, por ello ustedes deben
declarar la inconstitucionalidad de los artículo 518, 1004 y 1012 del Código Civil ecuatoriano
para que esa discriminación asociada con la discapacidades del habla y auditiva sean
eliminadas, y así para propiciar la plena integración de esas personas en la sociedad. Por ello
mediante esta garantía jurisdiccional nosotros proponemos antes ustedes quienes sabrán
resolver en favor de dicha discriminación.

5.1.2. Derecho a la Seguridad Jurídica:

La Corte Constitucional en la sentencia Nro.016-10-Sep-cc, dictada en los casos Nro. N°


0092-09-EP y 0619-09-EP y acumulado, que:

La seguridad constituye un conjunto de condiciones, de medios y procedimientos


jurídicos eficaces, que permiten desarrollar la personalidad de los ciudadanos en el
ejercicio de sus derechos sin miedos, incertidumbres, amenazas, daños o riesgos, lo
cual crea un ambiente de previsibilidad, no solo sobre el comportamiento ajeno, sino
del comportamiento propio, y provoca protección frente a la arbitrariedad y a la
vulneración del orden jurídico, provocadas no solo por el Estado, sino también por
particulares. (Sentencia Nro.016-10-Sep-CC, 2010).

En este contexto, la Corte Constitucional ha señalado en su sentencia N. 0 042-13- SEP-CC,


dentro del caso N.0 1676-10-EP que el derecho a la seguridad jurídica debe ser considerado
como: (...)el derecho a ser juzgados por normas previamente establecidas y que además sean
claras, públicas y aplicables por las autoridades competentes, en otras palabras, la seguridad
jurídica es la certeza que tenemos los ciudadanos de las normas que forman parte del

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ordenamiento jurídico, y por tanto se traduce en la confianza de los ciudadanos en que las
autoridades investidas de la potestad jurisdiccional aplicarán y darán cumplimiento a las
normas vigentes y la Constitución respetando con ello los derechos constitucionales.

En la doctrina se considera que:

La seguridad jurídica supone la creación de un ámbito de certeza, de saber a qué


atenerse, que pretende eliminar el miedo y favorecer un clima de confianza en las
relaciones sociales entre los seres humanos que intervienen y hacen posible esas
relaciones.

Al expulsarse estas normas inconstitucionales objeto de la presente, ustedes estarán


favoreciendo ese clima de confianza y creando un ámbito de certeza ya que no serán
impedidos de suceder puesto que por su condición no será declarados incapaces.

El Derecho a la igualdad se encuentra contenido en nuestra Constitución, primero como un


principio y segundo como un derecho, es decir tiene una doble dimensión, siendo necesario
interpretarlo por separado.

Derecho a la Igualdad y no Discriminación.- La Constitución de la República del Ecuador


en su artículo 11, numeral 2 prohíbe tanto una discriminación directa, que tiene por objeto y
una discriminación indirecta que tiene por resultado, menoscabar o anular el reconocimiento,
goce o ejercicio de los derechos.

Tratándose de una discrimación negativa cuando se prohíbe a las personas con discapacidad
del habla ya auditiva, al declararlos como incapaces de toda tutela o curaduría por no poder
hablar, sin embargo ello no impide que puedan expresarse de otras maneras y darse a
entender.

Cuestiones que violan además las identidades igualitarias, ya que ¿por qué las personas
con discapacidad del habla y audición, no pueden suceder y deben ser declaradas
incapaces, si bien existen otros medios y formas por las cuales se pueden dar a entender?
Y ¿Por qué las personas que no tienen discapacidad o capacidad especial alguna, si
pueden suceder y son capaces para ello? ¿Qué distinción hay entre estos dos grupos que
menoscaba los derechos del uno y garantiza el pleno ejercicio del otro?

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Señores jueces las personas con discapacidad del habla y auditiva no pueden suceder puesto
que el legislador ha puesto trabas para ello lo cual vulnera los derechos a la igualdad y no
discriminación, seguridad jurídica y supremacía constitucional, puesto que no guardan
concordancia con la norma suprema del ordenamiento jurídico ecuatoriano. Ya que así el
Artículo 518 del Código Civil ecuatoriano, establece que
son incapaces de toda tutela o curaduría los mudos. A su vez el artículo 1004, manifiesta que
será capaz y digna de suceder toda persona a quien la ley no haya declarado incapaz o indigna.
Por lo que por haber sido declarado incapaz, por el solo hecho de tener discapacidad del habla
y auditiva, se ve restringido además su derecho a suceder. El Artículo 1012 del Código civil
ecuatoriano, expresa que es indigno de suceder al impúber, demente o sordomudo.

Resulta entonces inaudito que en un Estado constitucional de DERECHOS y justicia, un


órgano como el Congreso Nacional actual Asamblea Nacional, haya omitido su principal
obligación que es la de adecuar las normativas para que guarden concordancia con la
Constitución de la República e Instrumentos de Derechos Humanos, que sí reconocen a la
igualdad como derecho y principio y el derecho a la no discriminación por ninguna cuestión.
El derecho a la igualdad señoras y señores jueces parte de un pensamiento principal, según
el cual se debe tratar igual a lo igual y diferente a lo diferente, sin embargo, desde la igualdad
es insuficiente resulta carente en su materialización ya que pese a su reconocimiento se
siguen presentando tratos desiguales, en pleno siglo XXI.

La igual por ende debe ser entendida desde dos facetas; una igualdad formal y una igualdad
material.

Previo a ello queremos mencionar que la Constitución de 2008 en su preámbulo consagró


que el pueblo soberano del Ecuador decidió construir una “nueva sociedad que respeta, en
todas sus dimensiones, la dignidad de las personas y colectividades”, donde impere la justicia
y la igualdad; en la que se consoliden valores de libertad, independencia, paz, solidaridad, el
Buen Vivir, la integridad territorial; en la que se asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la
cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación
alguna.
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Es así que en su artículo 11, numeral 2, expresa: “todas las personas son iguales y gozarán
de los mismos derechos, deberes y oportunidades”; determinándose en definitiva que no
puede haber distinción personal ni por cualquier diferenciación “temporal o permanente que
tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce y ejercicio de
los derechos”.

Sin embargo los artículos 518, 1004 y 1012 del Código Civil ecuatoriano, son claramente
inconstitucionales por no guardar relación con lo que dispone la Constitución.

Así la Corte Constitucional del Ecuador ha manifestado que:

Tanto en su faceta de principio sustancial, como norma de aplicación e interpretación


de los demás derechos constitucionales, la igualdad tiene dos dimensiones claramente
identificadas: la igualdad formal o ante la ley y la igualdad material o real. En primer
lugar, aquel tratamiento de igualdad ante la ley o de igualdad formal, significa que la
ley tiene que ser aplicada para todos; es decir, implica la paridad de trato en la
legislación y en la aplicación del derecho –igualdad en el tratamiento hacia
determinadas personas en situaciones paritarias o idénticas. (Ecuador)

Igualdad formal:

Bajo estos argumentos señoras y señores jueces, la aplicación del derecho a la igualdad en su
dimensión formal es una competencia que le corresponde a la labor legislativa. Que no ha
adecuado la norma, como tampoco ha ejercido un control de constitucionalidad y verificación
de supremacía constitucional, respecto de las normas demandadas como inconstitucionales.
Al hablar de igualdad en la ley, Atienza apunta, que lo que pretende esta igualdad, es que las
leyes estén diseñadas de manera que su aplicación produzca los mismos resultados en cuanto
a las condiciones de vida de los ciudadanos. La igualdad formal por ende incluye, de manera
estricta, un trato igualitario.

En tal virtud, para que se cumpla la igualdad formal o ante la ley, que tiene relación con la
garantía de identidad de trato a todos los destinatarios de una norma jurídica, evitando la
existencia injustificada de privilegios; es necesario que las normas demandadas
inconstitucionales se ajustes a los preceptos constitucionales, puesto que esta igualdad formal

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tiene que ver justamente con cuestiones formales que obligan a la norma a referirse a las
personas con dispacidad del habla y audición en los términos jurídicos correctos y no en
términos como mudo o sordomudo, que son despectivos y discriminatorios en sentido
negativo. Además que no se ajustan a lo que la Constitución de la República del Ecuador
establece.

En conclusión debe entenderse al derecho a la igualdad formal en un sentido estrechamente


ligado al derecho de la seguridad jurídica, por cuanto se obra de conformidad con la
Constitución de la República del Ecuador y lo que esta determina.

Igualdad material:

En segundo lugar, la igualdad material se refiere en general a que ella debe traducirse en
igualdad de oportunidades. Sin embargo distinguidos magistrados constitucionales, ello no
ha sucedido por cuanto al declararse a una persona con dispacidad del habla y auditiva, se la
pone en un estado de desigualdad, ya que ésta no puede suceder, además que por el hecho
mismo de denominarla como sorda y sordomuda no se refiere a estas en los términos que
exige la Ley.

En el ámbito de los derechos civiles políticos, sociales, la revolución francesa, de 1789, trajo
consigo: La Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano; que reconoce que todos
los hombres nacen libres e iguales en derechos2.

Luego, la II Guerra Mundial, los derechos humanos, la dignidad humana y la libertad, toman
una gran importancia para garantizar el respeto a la vida; en estos procesos democráticos, el
concepto de igualdad adquiere una nueva dimensión, no obstante, supeditada a la lógica del
capital de la sociedad burgués y restringida al reconocimiento de nuevos derechos que
aquellos de los conquistados.

La idea de igualdad, es de entenderla como un proceso histórico de emancipación, producto


de la acción humana, practicas históricas ubicadas en el proceso de lucha por la igualdad de

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Art. 1. Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano

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los seres humanos, pero también hay que reconocer la existencia de prácticas que buscan
justificar la diferenciación negativa para causar perjuicio o restricciones al libre desarrollo
de la persona y a la dignidad humana.

Visto desde dicho punto, la noción de igualdad se desprende directamente de la unidad de


naturaleza del género humano y es inseparable de la dignidad esencial de la persona, frente
a la cual es incompatible toda situación que, por considerar superior a un determinado grupo,
conduzca a tratarlo con privilegio; o que, a la inversa, por considerarlo inferior, lo trate con
hostilidad o de cualquier forma lo discrimine del goce de derechos que sí se reconocen a
quienes no se consideran incursos en tal situación de inferioridad. No es admisible crear
diferencias de tratamiento entre seres humanos que no se correspondan con su única e
idéntica naturaleza.

En este sentido, nuestra norma constitucional a través del denominado bloque de


constitucionalidad3 guarda estrecha relación con las normas de carácter internacional que
recogen el principio de igualdad y no discriminación:

Declaración Universal de Derechos Humanos, que reconoce el derecho de todos los


seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de
razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros4. Al igual
que con lo prescrito en el artículo 24 de la Convención Interamericana de derechos
Humanos, al señalar que: Todas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia,
tienen derecho, sin discriminación, a igual protección de la ley.

Queda claro que, los Estados, entre ellos el Ecuador, han realizado los esfuerzos en el ámbito
normativo internacional y nacional para alcanzar generar condiciones en los ámbitos
territoriales, la igualdad y eliminar toda forma de discriminación.

3
Art. 424 Constitución de la República del Ecuador.
4
Art. 1 Declaración Universal de Derechos del Hombre - Sesión Plenaria 183 de la Organización de las
Naciones Unidas. 1948.

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En conclusión, la igualdad es un derecho innato que poseemos los seres humanos de ser
reconocidos iguales ante la ley, de disfrutar y gozar todos los derechos, sin menoscabo por
razones de origen, raza, etnia, género, estado civil, creencia religiosa, etc.

La presencia de las normas del Código Civil en el ordenamiento jurídico ecuatoriano, no solo
que afecta a la dignidad humana de las personas con discapacidad auditiva, en el ejercicio de
los derechos, sino que no va en relación al desarrollo normativo en el ámbito del derecho
internacional, nuestras normas civiles, se han quedado en el anacronismo lingüístico al
mantener un lenguaje discriminatorio, que desdice y menoscaba la dignidad de las personas-

En este mismo orden del ideas cabe señalar, que el concepto de igualdad ha ido
evolucionando a lo largo del tiempo, por ejemplo, de una igualdad uniforme en el trato por
parte del Estado, se ha ido derivando en el actual concepto de igualdad ante la ley, que se
regirá según el principio de igualdad como valor supremo de nuestro ordenamiento jurídico,
que perseguirá que la igualdad esté presente en cualquier relación jurídica, al mencionar de
manera indeterminada en el artículo 11 numeral 2 de la Norma Suprema que: "todas las
personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y oportunidades" y en el
artículo 66 numeral 4 que reconoce y garantiza a las personas el "Derecho a la igualdad
formal, igualdad material y no discriminación". Por tanto, el concepto de igualdad no
significará una igualdad de trato uniforme por parte del Estado, sino más bien un trato igual
a situaciones idénticas.

En atención a lo señalado en el artículo 38 y 59 del Estatuto de la Corte Internacional de


Justicia, para completar las reglas del derecho, la sentencia No. D-006 de 29 de mayo de 1992,
de la Corte Constitucional de Colombia, desentrañó el alcance del principio de la igualdad
así:

"Ese principio de la igualdad es objetivo y no formal; él se predica de la identidad de


los iguales y de la diferencia entre los desiguales. Se supera así el concepto de la
igualdad de la ley a partir de la generalidad abstracta, por el concepto de la generalidad

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concreta, que concluye con el principio según el cual no se permite regulación diferente
de supuestos iguales o análogos y prescribe diferente normación a supuestos distintos.
Con este concepto sólo se autoriza un trato diferente si está razonablemente justificado.
Se supera también, con la igualdad material, el igualitarismo o simple igualdad
matemática.

Hay pues que mirar la naturaleza misma de las cosas; ella puede en sí misma hacer
imposible la aplicación del principio de la igualdad formal, en virtud de obstáculos del
orden natural, biológico, moral o material, según la conciencia social dominante en el
pueblo colombiano.

Por ello, para corregir desigualdades de hecho, se encarga al Estado de promover las

condiciones para que la igualdad sea real y efectiva. En este sentido se deben adoptar

medidas en favor de grupos discriminados o marginados, y proteger especialmente a

aquellas personas que por su condición económica, física o mental se encuentren en

circunstancias de inferioridad manifiesta: “La igualdad material es la situación objetiva

y concreta que prohíbe la arbitrariedad”. (No. D-006 , 1992).

Dicho así, la igualdad material se refiere en general a que ella debe traducirse en igualdad de
oportunidades. Para alcanzar tal objetivo el Estado se ve en la necesidad de recurrir a
diferentes mecanismos, como son las acciones afirmativas de carácter temporal en favor de
determinados grupos de la sociedad que tradicionalmente han sido discriminados. En síntesis,
tanto la igualdad formal como la igualdad material, aun cuando gozan de un mismo núcleo
común, poseen características distintas que derivan en impactos o consecuencias disímiles a
partir de su aplicación.

En tal virtud, la igualdad formal o ante la ley tiene relación con la garantía de identidad de
trato a todos los destinatarios de una norma jurídica, evitando la existencia injustificada de
privilegios; mientras que, la igualdad material o real no tiene que ver con cuestiones formales
sino con la real posición social del individuo a quien va a ser aplicada la ley, con la finalidad
de evitar injusticias.

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La Corte Constitucional Ecuatoriana, en la sentencia 02-14-SIN-CC, al respecto a señalado
que:

Igualmente, es preciso anotar que existe una distinción entre la denominada igualdad
formal o igualdad ante la ley, y la igualdad material o igualdad real. En términos
jurídicos ambos tipos de igualdad poseen un mismo núcleo común que consiste en la
comparabilidad de ciertas características para establecer su aplicación; no obstante,
divergen en sus efectos, enfocándose el primer tipo en la restricción de la
discriminación y el segundo en el respeto a la diferencia. Así, la igualdad formal tiene
relación con la garantía de identidad de trato a todos los destinatarios de una norma
jurídica, evitando la existencia injustificada de privilegios, mientras que la igualdad
material no tiene que ver con cuestiones formales, sino con la real posición social del
individuo a quien va a ser aplicada la ley, con el objetivo de evitar injusticias. Esta
clasificación se encuentra contenida en el artículo 66 numeral 4 de la Constitución,
que consagra el derecho de las personas: "[...] a la igualdad formal, igualdad material
y no discriminación". (02-14-SIN-CC, 2014).

Con lo anteriormente dicho es necesario, reconocer el rol de las personas con discapacidad
auditivas en nuestra sociedad, las teorías que respaldan la inclusión de la comunidad sorda a
la sociedad, su importancia lingüística, y eliminar las barreras que la legislación
infraconsttitucional ha mantenido vigentes por responder a una historia distinta a la sociedad
democrática e inclusiva.

El artículo 10 ibídem establece que los ecuatorianos "son titulares y gozarán de los derechos
garantizados en la Constitución y en los instrumentos internacionales", y el artículo 11
numeral 2 de la Norma Suprema ratifica que:

“Todas las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y
oportunidades.
Nadie podrá ser discriminado por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo,
identidad de género, identidad cultural, estado civil, idioma, religión, ideología,

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filiación política, pasado judicial, condición socio-económica, condición migratoria,
orientación sexual, estado de salud, portar VIH, discapacidad, diferencia física; ni por
cualquier otra distinción, personal o colectiva, temporal o permanente, que tenga por
objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los
derechos. La ley sancionará toda forma de discriminación.
El Estado adoptará medidas de acción afirmativa que promuevan la igualdad real en
favor de los titulares de derechos que se encuentren en situación de desigualdad".
(Ecuador A. N., 2008, pág. 29).

La presente norma constitucional habilita a todas las personas sin distinción alguna a ser
titulares de derecho gozar y ejercerlos, sin otra inhabilidad o limitación que sean las la
libertad de no ejercerlas. Esto nos lleva a observar que las normas citadas en el Código Civil
Ecuatoriano, (518 / 1004 / 1012) limita tal ejercicio bajo el presupuesto de una falsa
protección que criterio del legislador de la época, ponía a las personas mal denominadas
sordomudas en una condición de desigualdad, desconocimiento de tal forma el lenguaje y
varias forma de intercomunicación que entre las personas con esta condición y sus
semejantes, así como también con las personas hablantes.

6.- IDENTIFICACIÓN DE LA PRETENSIÓN. -


Con los antecedentes expuestos, señoras juezas y señores jueces solicitamos que luego del
trámite pertinente y la contrastación que ustedes puedan realizar a partir de los documentos
que adjuntamos , relativos a los artículos 518, 1004 y 1012 del Código civil ecuatoriano,
emitidos por el congreso Nacional del Ecuador, actual Asamblea Nacional del Ecuador, se
declare su inconstitucionalidad y se expulse dichas normas y todas las que se refieran a las
personas con discapacidad para hablar y auditiva, como sordos o sordomudos, ello por
contraponerse a las disposiciones constitucionales y por ende vulnerar derechos
constitucionales como el derecho a la igualdad y no discriminación.

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7. CONVOCATORIA A AUDIENCIA: De conformidad con lo dispuesto en el artículo
86, número 3, de la Constitución de la República, sírvase señor(a) Juez(a) convocar a
las partes a la respectiva audiencia pública.
8.- NOTIFICACIONES. -
A la Asamblea Nacional del Ecuador, se la notificará en la calle San Juan Piedrahíta 212 y
Av. 6 de Diciembre, de la ciudad y cantón de Quito de la provincia del Pichincha. Al señor
Presidente de la República Guillermo Lasso, s ele notificará en la calle García Moreno N10-
43 entre Chile y Espejo de la ciudad y cantón de Quito de la provincia del Pichincha. Al
Procurador General del Estado, se le notificará en la Av. Amazonas n39-123 y José Arízaga,
Edificio contra quienes proponemos la presente demanda de inconstitucionalidad. Mismos
que serán notificados en la Av. Gonzalo Pizarro 123-234 y Antonio José de Sucre.

Las notificaciones que me correspondan las recibiré en la siguiente dirección electrónica:


maestriaderechoconstitucionalutpl@garantiasjurisidiccionales.gob.ec de nuestros abogados
defensores con quienes firmamos conjuntamente:

Fabián Salazar Pardo Juan Cabrera Mendoza


C.C: 1234567890 C.C: 110433888

Abg. Edgar Cárdenas Abg. Johanna Jiménez


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