Universidad Metropolitana de Honduras.

UMH
Campus Gracias Lempira.

FICHA DE LECTURA.
Espacio Pedagógico: COMPORTAMIENTO ORGANIZACIONAL
Catedrático: Osmaro Josué Alvarenga.
Psicólogo y Psicoterapeuta.

Alumno: Emily Aydeéh Nolasco Pérez__________________

Registro: 202300795 Ficha de Lectura N°: 02
Tema: ___Punto y Contrapunto: Los líderes nacen, no se hacen.____________
Referencia Bibliográfica: Libro de Comportamiento Organizacional, Decimotercera Edición.

RESUMEN COMENTARIO.

En Estados Unidos, las personas socializan
para creer que pueden ser lo que ellas
quieran: y eso incluye ser un líder.
Ser un líder eficaz tiene más que ver con
entre quiénes naciste que con qué haces lo
que tienes.
Que los líderes se nacen y no se hacen, no es
una idea nueva. El historiador victoriano
Thomas Carlyle escribió: “la Historia no es
más que la biografía de unos cuantos grandes
hombres”. Aunque hoy habría que modificar
esto para incluir a las mujeres, su punto de
vista aún es válido: son los grandes líderes los
que engrandecen a los equipos, las compañías
y hasta los países.
Un estudio reciente de varios cientos de
gemelos idénticos que fueron separados al
nacer reveló que había una correlación entre
su ascendencia y sus roles de liderazgo. Estos
gemelos crecieron en ambientes diferentes
por completo: algunos ricos, otros pobres,
con padres con instrucción o sin ella, algunos
en ciudades y otros en pueblos. Pero los
investigadores descubrieron que, a pesar de
esos ambientes distintos, cada pareja de
gemelos tenía similitudes asombrosas en
términos de si se habían convertido en
líderes. El liderazgo no puede ser para todos,
y sería un error suponer que cualquiera tiene
la capacidad de ser un buen líder.
La idea de que en Estados Unidos existe una
creencia arraigada en la sociedad de que las
personas pueden ser lo que quieran, incluyendo la
posibilidad de convertirse en líderes. Sin embargo,
sostiene que ser un líder efectivo está más
relacionado con la genética y el entorno familiar en
el que se nace que con las acciones que se toman a
lo largo de la vida. La afirmación de que los líderes
se nacen y no se hacen es respaldada con la
referencia al historiador Thomas Carlyle, quien
sostuvo que la historia es la biografía de unos pocos
grandes hombres, aunque el texto reconoce la
necesidad de incluir a las mujeres en esta
perspectiva.
El liderazgo está vinculado a la ascendencia y que
existe una correlación entre la genética y los roles
de liderazgo.
El liderazgo no es para todos y advierte contra la
suposición errónea de que cualquiera tiene la
capacidad de ser un buen líder. Esta afirmación se
apoya en la idea de que la capacidad de liderazgo
está relacionada con factores genéticos y de crianza,
lo que implica que no todos poseen las
características innatas necesarias para desempeñarse
eficazmente en roles de liderazgo.
 RESUMEN
Por supuesto, las cualidades y características
personales son importantes para el liderazgo,
como lo son para otros comportamientos. Pero
la clave real es lo que se hace con lo que se
tiene.
En primer lugar, si el liderazgo consistiera tan
sólo en la posesión de algunas características
clave –digamos inteligencia y personalidad–
simplemente se haría una prueba a las personas
para seleccionar a las más inteligentes,
extrovertidas y conscientes, y hacerlas líderes.
Pero eso sería un desastre.
En segundo lugar, los grandes líderes nos
dicen que la clave de su éxito no son las
características que tenían al nacer, sino lo que
aprendieron durante su vida.
Por último, centrarse en los “grandes hombres
y mujeres” no es muy provechoso. Aun si
fuera cierto que los grandes líderes nacen, es
un enfoque muy impráctico para el liderazgo.
Las personas necesitan creer en algo, y una de
las cosas que pueden mejorar es a ellas
mismas. Si fuéramos por el mundo pensando
que sólo somos la acumulación de marcadores
genéticos y que toda nuestra vida será lo que
nuestros genes digan, ¿quién querría vivir de
esa manera? A las personas les gusta el cuento
optimista The Little Engine That Could, La
maquinita que podía, porque le da la
oportunidad de pensar en forma positiva
(podemos ser buenos líderes) o negativa (los
líderes están predeterminados), y es mejor ser
positivo.
COMENTARIO.
Se presenta una perspectiva contraria a la idea de
que el liderazgo está determinado principalmente
por factores genéticos y de crianza. En lugar de
enfocarse en las características innatas de las
personas, destaca la importancia de lo que se hace
con esas características y cómo se desarrollan a lo
largo de la vida.
Las cualidades y características personales son
relevantes para el liderazgo, la verdadera clave
reside en cómo se utilizan esas cualidades. La
premisa de que el liderazgo no se reduce
simplemente a poseer ciertas características clave,
como la inteligencia y la personalidad, la selección
de líderes basada únicamente en estas
características sería insuficiente y podría conducir
a resultados desastrosos.
Los grandes líderes atribuyen su éxito no a las
características con las que nacieron, sino a lo que
aprendieron a lo largo de sus vidas.
El liderazgo no está predeterminado por la
genética, sino que se desarrolla a lo largo de la
vida a través de la acción, el aprendizaje y la
creencia en la capacidad de mejora personal. Se
presenta una perspectiva más optimista que
destaca la importancia del esfuerzo y la actitud
positiva en el desarrollo de habilidades de
liderazgo.