Historia de la historia de la filosofía del derecho
UNA HISTORIA DE LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA DEL
DERECHO Hugo y Hegel suelen ser nombres que se repiten ad infinitum en los manuales de Filosofía del Derecho. Al primero se le otorga la patente del concepto, al segundo su expansión. En sus palabras, “va a ser G. Hugo quien primero se lanzó de modo consciente a la tarea de entender al Derecho como Derecho positivo y, a la vez, como objeto de la reflexión filosófica” (González Vicén, 1969, p. 43). Surge así lo que se vino a llamar filosofía del Derecho positivo. ¿Cuál es la tesis de Ramis Barceló? Que debemos ir un poco más atrás de Hugo. En concreto desde 1650 a 1730 se desarrolló un conjunto de trabajos, manuales, tesis, disertaciones referido a la philosophia iuris (capítulos 4, 6 y 7, pp. 74-101 y 113-156). Esta es la gran novedad que nos trae este libro: con detalle y cuidado, nos adentra en la nebulosa conceptual que la epistemología jurídica había descartado al situar a Hugo como el autor que iluminó por vez primera el concepto. Y las coordenadas nos la plantea desde la primera página: Franciscus-Julius Chopius y su obra publicada en 1650 Philosophia iuris vera ad duo haec de potestate ac obligatione, que, a partir de los conceptos de potestad y obligación, trataba de sistematizar el derecho (Capítulo 4, pp. 74-101). Es a quien, a juicio de Ramis Barceló, realmente debemos la noción de Filosofía del Derecho. Para sostener esta tesis no solo recurre a un análisis terminológico, sino a un contexto intelectual que sitúa en las regiones luteranas del Sacro Imperio Romano Germánico. Es aquí que de forma paralela se desarrollara una philosophia iuris consultorum (capítulos 5 y 8, pp. 102-112 y 157-173) que, rastreando la ideología de los juristas del pasado, trataba de buscar unos primeros principios racionales. Lo que mantenían en común ambas era transitar de las Facultades de Artes y Filosofía a las de Derecho, aunque se distanciaban de punto de partida: aristotelismo luterano y anticontractualista (especialmente Hobbes) en la philosophia iuris vs. estoicismo en la philosophia iuris consultorum. Si bien su historia fue olvidada por otras historias que encumbraron los conceptos Rechtslehre de Kant (capítulo 9, especialmente pp. 184-190), Philosophie des positiven Rechts de Hugo (capítulo 10, pp. 197-202) o Rechtsphilosophie de Hegel (capítulo 10, pp. 202-207), el análisis arqueogenealógico nos ayuda a entender por qué materias como filosofía de la historia, filosofía del lenguaje o filosofía de la ciencia se estudian en las Facultades de Filosofía, pero en cambio nuestra disciplina lo hace en las de Derecho. Este conflicto de las Facultades ha estado latente en nuestro imaginario aunque, en cierta medida, eclipsado por una diferencia que planteó Norberto Bobbio. En su clásico texto Natura e funzione della filosofia del diritto (1962) distinguía entre filosofía del derecho de juristas y de filósofos. Esta bifurcación nos plantea espacialmente el estudio del derecho de abajo a arriba (juristas) o de arriba hacia abajo (filósofos). Pero no nos responde a cómo se produjo la victoria de los primeros, a partir de la filosofía del derecho positivo en el siglo xix, sobre los segundos, conllevando el monopolio del saber iusfilosófico por parte de las Facultades de Derecho. De ello se ocupa Ramis Barceló en el epílogo a su obra (pp. 209-220), señalando cómo la filosofía del derecho “ha estado en manos de juristas que, deliberadamente, han evitado —y sustraído de un debate holístico— el estudio filosófico de los fundamentos del derecho. Por esa razón, cuando los juristas han cultivado la ‘filosofía del derecho’, no han hecho otra cosa (casi siempre) que elaborar una ‘teoría del derecho’ ” (p. 226). ¿Cómo recuperar el diálogo entre ambas Facultades? ¿Cómo construir un espacio común? Si bien este es un trabajo que está por hacer, el libro del profesor Ramis Barceló nos da buenas coordenadas para orientarnos en esta difícil tarea. La filosofía y su relación con el derecho LA FILOSOFÍA Y SU RELACIÓN CON EL DERECHO 1. Introducción “La Filosofía […] no es una disciplina de segundo orden que tenga por objeto el razonamiento jurídico ordinario, sino que ella misma es el nervio de la reflexión sobre el derecho” Ronald Dworkin. Filosofía del derecho La filosofía ha cumplido un papel preponderante desde tiempos remos en la reflexión e indagación del fenómeno jurídico. Su misión ha sido la de enjuiciar y poner en cuestión la naturaleza, legitimidad y los conceptos que aparecen en el mundo jurídico y que a menudo el operador del derecho lo da por supuesto. y por último concluimos enfatizando que la filosofía es de suma necesidad para el abogado puesto que le facilitará comprender mejor el derecho a fin de desarrollarlo y operarlo con honestidad. 2. Filosofía y derecho El derecho como objeto de reflexión filosófica tiene su origen en los inicios del quehacer filosófico. El experto en filología clásica, Werner Jaeger dio cuenta de ello en un vigoroso opúsculo: “fueron los griegos, creadores de la filosofía, los que por vez primera se enfrentaron con los fenómenos jurídicos y las instituciones legales con espíritu filosófico”.1 Sin duda, fueron los filósofos griegos quienes emprendieron intensas indagaciones respecto de la naturaleza del derecho y la justicia mucho antes de que se estableciese una filosofía jurídica en el sentido moderno de la expresión. Más tarde, la filosofía cumplió un papel fundamental en la consolidación de los Estados republicanos y sobre todo en establecer las bases a partir del cual se elaboraron luego las Constituciones, en virtud del cual hoy se piensa y opera el derecho, me refiero a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Todo ello fue gracias al arduo e infatigable trabajo de filósofos tales como Voltaire, Diderot, Rousseau, entre otros. Pero, no obstante esto, el verdadero jurista no puede perder el contacto con la filosofía porque esta resulta indispensable para poder hacer verdadera ciencia y para poder situarse frente a los problemas no científicos del derecho en razón de la plenitud humana que es inmanente a este y que la ciencia no puede descubrir sin desvalorarse. 3. Qué le aporta la filosofía al derecho Qué le aporta la filosofía al derecho La misión de la filosofía respecto al derecho es de permanente enjuiciamiento, de puesta en cuestión de su naturaleza y legitimidad; a fin de indagar, de provocar aquello que mejor conviene para la convivencia social. En este sentido, la filosofía señala Battaglia: “Es precisamente la disciplina que indaga el principio espiritual y ético en que se constituye la experiencia jurídica: el derecho como experiencia. Así excluimos tanto el que pueda agotarse en una simple teoría o gnoseología jurídica como el que pueda perderse en una práctica no iluminada por la reflexión”3 . De lo expuesto debemos colegir que la filosofía es un saber de mucha utilidad para el derecho, porque permite acicatear, cuestionar verdades jurídicas allí donde estas se dan por supuestas: ¿qué es el derecho? ¿Qué es la justicia? ¿Qué es persona? ¿Qué es la dignidad? ¿Qué es la pena? ¿Qué es el delito?, o de otro modo ¿Qué hace que nos consideremos más dignos de derecho que un chimpancé? ¿Debemos obedecer una ley por mas injusta que esta nos parezca? ¿Cuándo una ley es legítima y cuando no? Los abogados en general dan por sentado todo lo que saben respecto del derecho, viven considerando que las cosas están bien como están, porque eso les dijeron: que la ley es la justicia y, que la justicia es lo que está contenida en los códigos en forma de leyes. O como atinadamente precisa Dworkin: Así que por una parte, es por el modo de entender objetivo, claro y no atientas ni en la oscuridad el derecho, por lo cual el pensamiento filosófico se muestra como una herramienta que debe acompañar al derecho y por consiguiente al operador del derecho. Pues este potencia y desarrolla la capacidad de reflexión crítica del abogado, lo cual, permite desempeñar un papel de especial relevancia en el ámbito de la epistemología jurídica y en la formación ética, jurídica y política de los abogados.6 Una vez más, este rigor - sostiene Nussbaum - tiene mucho que ofrecer al derecho, el cual inevitablemente habla sobre evidencia y conocimiento, sobre interpretación, objetividad, y sobre la naturaleza de la racionalidad. Entonces, hay al menos alguna chance de que las indagaciones más sistemáticas y detalladas de los filósofos del derecho ofrezcan algo a los profesionales del derecho.7 Que les sirva por un lado para tratar de pensar correctamente, evitando confusiones, detectando ambigüedades, diferenciando las distintas cuestiones relacionadas con un problema, explicitando las distintas alternativas, y construyendo argumentos sólidos para defender las opciones que finalmente se elijan. O bien cómo reza el sabido comentario que realiza Isaiah Berlin al referirse a la labor de la filosofía: La tarea perenne de los filósofos es examinar lo que no parezca poco susceptible a los métodos de la ciencia o a la observación diaria, por ejemplo, categorías, conceptos, modelos, formas de pensar o actuar, y particularmente la forma en las cuales ellos colisionan unos con otros, con la idea de construir otros, menos contradictorios internamente y (aunque esto nunca puede conseguirse completamente) metáforas, imágenes, símbolos y sistemas de categorías menos pervertibles. […] Esta actividad socialmente peligrosa, intelectualmente difícil y a menudo agonizante y desagradecida, pero siempre importante es el trabajo de los filósofos si tratan con las ciencias naturales o los asuntos morales, políticos o puramente personales. El papel de la filosofía es siempre el mismo, ayudar a los seres humanos a entenderse a sí mismo y así operar en una forma abierta, y no salvajemente en la oscuridad.8 Y por otro, la filosofía facilitará al abogado una práctica del derecho reflexionada y vivenciada, pues el objetivo de la filosofía es la construcción de un mundo (naturaleza y sociedad) que de hostil y extraño al hombre, pase en forma progresiva a ser un mundo humano, habitable, comprensible y orientado por el hombre para la superación de su propio extrañamiento, para su liberación real, para su plenaria autorrealización, es decir, para la liberación y autorrealización de todos los hombres.9 4. Conclusión Tal como lo hemos insinuado al iniciar el ensayo, los historiadores de la filosofía y del derecho reconocen que es bajo la influencia de la filosofía en la antigua Grecia que evolucionó el derecho. A grandes rasgos podemos decir que la historia de la filosofía corresponde a la evolución del pensamiento jurídico, es decir, a la historia de la filosofía en lo que concierne a la reflexión sobre el fenómeno del derecho. Por tanto, somos de la opinión de que la filosofía podrá ayudar a los abogados en general a entenderse a sí mismos, a comprender y desarrollar el derecho y a operarla de manera justificada, creativa y honesta, y no salvajemente en la oscuridad a fin de posibilitar la justicia.
Derecho natural: que es, características y evolución
Derecho natural Se considera derecho natural al conjunto de normas y principios jurídicos que emanan directamente de la naturaleza misma del ser humano, y que son principios universales e inmutables. A partir del derecho natural se desarrollan e interpretan las normas del derecho positivo, que es el derecho elaborado de acuerdo con el objetivo normativo de una sociedad y una autoridad determinada. El derecho natural no procede de ningún legislador. Son normas naturales de carácter jurídico, que no deben confundirse con principios morales o religiosos. Tiene su propio ordenamiento jurídico, que no es necesario que esté escrito. Además, es inherente al ser humano, no tiene nada que ver con la voluntad humana ni con la reglamentación positiva. El derecho natural es también anterior a lo que se conoce como derecho consuetudinario, que se desprende de las costumbres. Evolución histórica del derecho natural El derecho natural sirve de fundamento al derecho positivo. Funciona como control, límite y complemento para él. El derecho positivo recoge los principios del derecho natural que son inherentes a la condición humana, sin distingo de religión, nacionalidad, sexo o condición social. Un ordenamiento jurídico que no recoja esos principios universales no podrá considerarse un marco jurídico. Ya en el mundo antiguo se conocían y tomaban en cuenta antecedentes del derecho natural, que solían atribuirse a los dioses o a poderes sobrenaturales. Los diez mandamientos cristianos son un ejemplo de estos cuerpos de normas o preceptos. En la antigua Grecia, filósofos como Platón y Aristóteles formularon la existencia de tres derechos fundamentales intrínsecos al hombre: el derecho a la vida, el derecho a la libertad y el derecho al pensamiento. La denominación derecho natural viene de la antigua Roma. Los juristas romanos, influenciados por la filosofía griega, afirmaban que existía un orden jurídico superior al derecho positivo, que era común a todos los pueblos y momentos históricos. El político y filósofo romano Cicerón (106-43 A.C.) aseguraba que existía un ordenamiento superior, inmutable, que llama a los hombres al bien por medio de sus mandamientos, y los aleja de él a través de sus amenazas. Agregaba que este derecho rige a todos los pueblos, en todos los tiempos, y que no está formado por opiniones, sino que viene de la naturaleza, y llega al hombre por la recta razón que existe en todos los corazones. El cristianismo tomó para sí el concepto de derecho natural. Este concepto coincidía perfectamente con sus orientaciones filosóficas y políticas. Santo Tomás de Aquino (1.225-1274) desarrolló esta doctrina. Afirmaba que hay tres clases de sistemas jurídicos que derivan jerárquicamente uno del otro: la ley eterna, que es la razón divina que gobierna al mundo físico y moral; la ley natural, que es la ley eterna manifestada en la criatura racional, que permite al hombre discernir entre lo que es bueno y lo que es malo. También la ley humana, que deriva de la anterior, y permite al hombre disponer racionalmente de algunos asuntos específicos. Otras corrientes más modernas En el mundo moderno, la Escuela de Salamanca, en el siglo XVI, desarrolló el concepto de derecho natural. Se veía a la justicia como un ejemplo de ley natural que debía aplicarse en todas las sociedades. La escuela del derecho natural debe su origen al pensador holandés Hugo Grocio, quien, en su obra publicada en 1625, reconoce la existencia de un derecho natural y lo considera como “una regla dictada por la recta razón”, y que esta regla existiría, aunque no hubiera dios, separando claramente el derecho de la religión. Estas ideas de la Escuela de Salamanca fueron tomadas y trabajadas posteriormente por los teóricos de lo que se denominó el contrato social, entre ellos Jean Jacques Rousseau, Thomas Hobbes y John Locke. La Declaración de Los Derechos del Hombre y del Ciudadano que se promulgó durante la Revolución Francesa (1789) es la perfecta manifestación de un documento de derecho natural. Contemporáneamente, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, documento proclamado por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1948, explicita claramente lo que son derechos que derivan de la existencia misma del hombre, y que no pueden ser derogados ni revocados en ninguna nación del mundo ni en ninguna circunstancia. Su violación se castiga internacionalmente en todo momento, ya que son considerados crímenes que no prescriben. Características del derecho natural • El derecho natural es universal, se aplica por igual en todo lugar. • El valor de las normas que derivan del derecho natural no depende de interpretaciones del hombre • El derecho natural es inmutable, es decir no cambia en el tiempo • La fuente del derecho natural es la divinidad o la naturaleza, es decir que existe independientemente de la intervención humana • Los comportamientos que regula el derecho natural se consideran buenos o malos per se, la norma no los clasifica como tal, sino que el propio comportamiento tiene ya de por sí una valencia • El hombre conoce el derecho humano a través de la razón Los iusnaturalistas El derecho natural se refiere a aquellos derechos que son inherentes al ser humano, determinados por su propia naturaleza. La corriente filosófica que se ha encargado de estudiar y desarrollar los conceptos del derecho natural se conoce como Iusnaturalismo. Esta escuela pregona la existencia de normas universales, anteriores y preexistentes al derecho positivo elaborado por los hombres. Establece que existe una universalidad de derechos en función de un origen natural. El derecho natural es intrínseco al ser humano, dado de forma natural por lo que es constante y está presente en todas las personas. Plantea una universalidad de derechos que están por encima de los dictámenes del Estado. El derecho natural, base de todo orden jurídico El derecho positivo, que está constituido por todo el plexo normativo escrito que rige el comportamiento de los ciudadanos, los organismos públicos y privados, pueden ser leyes, normas, decretos, reglamentos en el mundo actual, tiene su base en el derecho natural. El Derecho Positivo es una creación del ser humano, obedece a un pacto social y jurídico y su finalidad es alcanzar el bienestar social y la armoniosa convivencia entre los ciudadanos. Este es particular para cada Estado, que tiene sus procedimientos para formularlo, y puede cambiar a través del tiempo para adaptarse a las necesidades y características del momento. Se deberán respetar siempre los principios de derecho natural que son inherentes al ser humano, que forman parte de su propia naturaleza y que son universales e inmutables. Oficio del jurista RESUMEN TEMA 2. EL OFICIO DE JURISTA El objeto fundamental de la reflexión del filósofo del derecho es la vida jurídica, la vida del "foro" (escenario) *Desde el punto de vista del oficio de jurista, el núcleo del mundo del derecho es el mundo del foro y, en concreto, la actividad del juez. *El oficio de jurista es un arte o ciencia que comporta el discernimiento del derecho: • es el discernimiento de lo justo y de lo injusto • del derecho aplicable • el discernimiento de la lesión en los derechos que se hayan infligido, en su caso, alguna de las partes. *Según Ulpiano, • El derecho es el arte de lo bueno y lo justo • la jurisprudencia es la ciencia de lo justo y de lo injusto Acepciones al término jurista: El oficio del jurista se desempeña en variedad de profesiones: juez, abogado, procurador, notario, letrado, etc. Quien sabe de derecho, quien discierne lo justo en el caso concreto; quien discierne el derecho y la lesión del derecho. • Por antonomasia el juez, que tiene como función central y principal dictar sentencia. • El abogado, es el que manifiesta a su cliente cuál es su opinión en derecho en un tema concreto Como complemento común: la dedicación al "ius", al Derecho. Términos clave para explicarlo: • Ius; derecho • Iustus: el que cumple lo justo • Iustum: lo justo • Iusticia: virtu de hacer lo justo • Iniura: lesión del derecho
NECESIDAD SOCIAL A QUE RESPONDE EL OFICIO DEL
JURISTA La definición descriptiva de la justicia coincide con el objeto del derecho, el derecho de cada uno y lo justo; son términos sinónimos. Parte del presupuesto de que en la sociedad las "cosas" ( materiales y derechos) están repartidas y atribuidas a distintos sujetos y de diversas formas. * o sea, al establecimiento de un orden justo donde cada persona vea reconocido y respetado su derecho. Ante estas cosas, distribuidas entre distintos sujetos y de distintas maneras habrá de saber el jurista, establecer o discernir 2 temas: • 1.- de quién es la cosa y en calidad de qué la tiene atribuida • 2.- Qué corresponde a cada titular de la cosa EL OFICIO DE JURISTA COMO "SABER PRUDENTE" Prudencia: virtud intelectual, un hábito del entendimiento práctico que dirige nuestro juicio para discernir y querer, en cada uno de nuestros actos lo que es bueno • virtud: bondad, moralidad, ética • Hábito: conducta constante • Juicio: decisión entre varias opciones ( buena, mala) • discernir: separar el grano de la paja La actividad de jurista supone saber y querer dar a cada uno lo suyo. • Querer es propio de la voluntad justa, saber es lo propio de la razón prudente. • El jurista como "experto" en derecho, debe poseer esa ciencia y la capacidad para discernir. O sea * que el jurista debe conocer bien el derecho y tener voluntad de aplicarlo mediante soluciones lo más justas posibles. El oficio de jurista no consiste en llevar a cabo una ordenación social, eso es papel de los políticos o del legislador. Para el jurista, el centro del sistema jurídico no es la ley sino el derecho, algo que es distinto a la norma. El oficio del jurista responde a dos presupuestos sociales: • La necesidad de dar a cada uno lo suyo • reconocer que las cosas están o pueden estar en poder de otros Conclusión: el jurista será el que sabe del reparto de las cosas, no de cómo repartirlas ( eso son las leyes), *sino de cómo están repartidas.
FUNCION SOCIAL DEL JURISTA
• 1.-Contribuir con su labor al establecimiento de un orden social justo, donde cada persona vea reconocido y respetado su derecho • 2.- Que cada cual tenga la pacífica posesión de lo que es suyo.