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Sin duda alguna, el colágeno es una de las sustancias más importantes para nuestro

cuerpo. En cierto modo, esta proteína estructural, la más abundante en el cuerpo


humano, es la que lo mantiene unido, actuando como un bloque de construcción
para los huesos, dientes, músculos, piel, articulaciones y tejidos conectivos. Además,
se encarga de proporcionar fuerza a nuestros huesos y músculos, y se considera
clave para mantener una piel suave y saludable.

Sin embargo, el nivel de colágeno puede variar, y de hecho lo hace, a lo largo de


nuestra vida por el simple proceso de envejecimiento, pero también como
consecuencia de una dieta que no aporta los elementos necesarios para su
producción. En estos casos, aparecen señales que lo indican, como arrugas en la piel,
rigidez en tendones y ligamentos, debilitamiento muscular, dolores en las
articulaciones u osteoartritis, debido al cartílago desgastado, o problemas
gastrointestinales por el adelgazamiento del revestimiento del tracto digestivo.

Para producir colágeno, el organismo combina aminoácidos, nutrientes que obtiene


al comer alimentos ricos en proteínas. Además, también necesita vitamina C, zinc y
cobre. En el mercado existe una gran variedad de suplementos que tienen por
objetivo aportar el colágeno que se necesita. Sin embargo, con una alimentación
adecuada, es posible mantenerlo en los niveles adecuados.

Pollo. Es habitual que muchos de los suplementos se deriven de la carne de este


animal. El motivo es que en su tejido conectivo se puede encontrar en grandes
cantidades de esta sustancia, lo que puede ayudar a mejorar su nivel en nuestro
organismo.

Pescado y marisco. Al igual que otros animales, los peces y los mariscos tienen
huesos y ligamentos hechos de colágeno. Sin embargo, lo cierto es que en nuestras
dietas no es frecuente incluir las partes que contiene más cantidad de esta sustancia,
como la cabeza, las escamas o los globos oculares.

Claras de huevo. Aunque los huevos no contienen tejidos conectivos como muchos
otros productos animales, las claras de huevo tienen grandes cantidades de prolina.
Este es uno de los aminoácidos más importantes para que el cuerpo produzca
colágeno de forma natural, por lo que su consumo es una buena alternativa.

Cítricos. La vitamina C juega un papel importante en la producción de procolágeno,


es decir, la materia prima que el cuerpo utiliza para sintetizar el colágeno. Como bien
sabemos, entre este tipo de frutas se encuentran las naranjas, las mandarinas o los
limones, entre muchos otros.

Bayas. Al igual que los cítricos, y aunque menos reconocidas en este sentido, las
bayas también contienen mucha vitamina C. De este modo, las fresas, las
frambuesas, los arándanos y las moras añaden este beneficio a sus conocidas
propiedades antioxidantes.

Frutas tropicales. Completan la lista de frutas ricas en vitamina C las frutas tropicales
como el mango, el kiwi, la piña y la guayaba. La guayaba también cuenta con una
pequeña cantidad de zinc, otro cofactor para la producción de colágeno.

Ajo. Odiado y querido casi a partes iguales, además de dar un toque especial a
muchos tipos de platos, también podría aumentar su producción de colágeno. El
motivo es que es rico en azufre, es un oligoelemento que ayuda a sintetizar y
prevenir la descomposición del colágeno. Junto con sus muchos beneficios, esta es
otra buena razón para comer ajo.

Hojas verdes. Probablemente el alimentos con mayor fama de saludable. Plantas


como la espinaca, la col rizada, las acelgas y otras verduras de ensalada obtienen su
color de la clorofila, que además de propiedades antioxidantes, algunos estudios
apuntan a que aumenta la producción de procolágeno.

Anacardos. Este fruto seco, que se puede añadir a multitud de recetas, son ricas en
zinc y cobre, dos elementos que aumentan la capacidad del cuerpo para crear
colágeno.

Tomates. Esta fruta es otra excelente fuente de vitamina C. Un tomate mediano


puede proporcionar hasta casi el 30 por ciento de este importante nutriente para el
colágeno. Sus beneficios se suman de esta forma a los del licopeno, un antioxidante
muy beneficios para la piel, que también se encuentra en los tomates.

Ésta lista de alimentos que ayudan a mantener un buen nivel de colágeno en nuestro
organismo es amplia y variada, desde frutas hasta carnes y pescados. Pero también
hay que tener en cuenta que algunos alimentos son grandes enemigos en esta tarea.
El exceso de azúcar y los carbohidratos refinados pueden causar inflamación y dañar
el colágeno, echando por tierra cualquier intento de mantener nuestra piel y
nuestros músculos sanos y fuertes.

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