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CAPÍTULO II: TEORÍAS QUE DIERON PARTIDA AL NACIMIENTO

CONDUCTISTA

En el desarrollo del conductismo, se destacan varios teóricos cuyas


contribuciones sentaron las bases de esta teoría del aprendizaje. Pavlov,
Watson, Thorndike y Skinner son algunos de los principales difusores que
merecen ser mencionados por su influencia en el campo.

Iván Petrovich Pavlov (1849-1936) fue un fisiólogo ruso conocido por sus
investigaciones sobre las glándulas digestivas. En su laboratorio, realizó
experimentos con perros, observando cómo respondían a estímulos externos.
A través de su trabajo, Pavlov descubrió el condicionamiento clásico, donde
asoció un estímulo neutral, como el sonido de una campana, con una respuesta
fisiológica, como la salivación. Este descubrimiento sentó las bases del
condicionamiento clásico y su influencia en el estudio del comportamiento
humano.

John Broadus Watson (1878-1958) fue un teórico estadounidense que fundó el


conductismo como una escuela de psicología. Watson enfatizó la importancia
del aprendizaje y la asociación de estímulos y respuestas. Realizó un famoso
experimento con un niño llamado Albert, en el que asoció el miedo a un
objeto, como una rata, con un estímulo aversivo, como un ruido fuerte. Este
experimento demostró la influencia del condicionamiento en la adquisición de
comportamientos y emociones.

Burrhus Frederic Skinner (1904-1990) fue otro destacado teórico del


conductismo. Skinner se centró en el condicionamiento operante, que se basa
en la relación entre la conducta y sus consecuencias. A través de experimentos
con animales, como ratas, Skinner demostró cómo el comportamiento puede
ser modificado mediante el uso de refuerzos positivos o negativos. Su trabajo
sentó las bases del condicionamiento operante y su aplicación en el campo de
la psicología y la educación.
Edward L. Thorndike (1874-1949) fue un psicólogo estadounidense que
también contribuyó al desarrollo del conductismo con su teoría del aprendizaje
por ensayo y error. Thorndike creía que los animales aprenden a través de la
práctica y la repetición, cometiendo errores y ajustando su comportamiento en
base a las consecuencias que experimentan. Utilizó el concepto de las "cajas
truco" en sus experimentos, donde los animales debían encontrar una solución
a un problema para obtener una recompensa, como comida.

Estos teóricos, Pavlov, Watson, Skinner y Thorndike, sentaron las bases del
conductismo y su influencia en el estudio del comportamiento humano. Sus
teorías y experimentos demostraron cómo el aprendizaje puede ser
influenciado por estímulos y consecuencias, y cómo el comportamiento puede
ser modificado a través de técnicas de condicionamiento.

Las teorías de Pavlov, Watson, Skinner y Thorndike fueron fundamentales en


el nacimiento y desarrollo del conductismo. Sus investigaciones y
experimentos proporcionaron una base sólida para comprender cómo el
aprendizaje y el comportamiento están relacionados. El condicionamiento
clásico y operante, desarrollado por Pavlov y Skinner respectivamente, han
sido ampliamente utilizados en la psicología y la educación para modificar y
moldear el comportamiento humano.

El trabajo de Watson y Thorndike también ha dejado una huella significativa


en el campo del conductismo. Watson, con su experimento con el pequeño
Albert, demostró cómo el miedo y otras emociones pueden ser condicionadas
a través de la asociación de estímulos. Por su parte, Thorndike enfatizó la
importancia del ensayo y error en el aprendizaje, y cómo el comportamiento se
ajusta en función de las consecuencias experimentadas.

Estas teorías y conceptos del conductismo han sido aplicados en diversos


campos, como la psicología clínica, la educación y la psicología
organizacional.
En la psicología clínica, el condicionamiento clásico y operante se utilizan en
terapias conductuales para tratar una variedad de trastornos y problemas
psicológicos. Estas terapias se basan en el principio de que el comportamiento
problemático puede ser modificado a través del aprendizaje y la experiencia.

En el condicionamiento clásico, se busca asociar un estímulo neutro con un


estímulo aversivo o agradable para producir una respuesta condicionada. Por
ejemplo, en el tratamiento de fobias, se puede utilizar el condicionamiento
clásico para asociar un estímulo que provoca miedo con una respuesta de
relajación o calma. A medida que la asociación se refuerza, la respuesta de
miedo disminuye.

En el condicionamiento operante, se busca modificar el comportamiento a


través de recompensas y castigos. Se refuerzan las conductas deseables y se
castigan las conductas indeseables. Por ejemplo, en el tratamiento de
adicciones, se pueden utilizar recompensas para reforzar conductas sobrias y
castigos para desalentar el consumo de drogas.

Estas terapias conductuales también pueden incluir técnicas de modelado, en


las cuales se muestra al individuo cómo realizar conductas deseadas a través
de la observación y la imitación. Además, se pueden emplear técnicas de
economía de fichas, en las que se otorgan fichas o puntos por conductas
positivas, que posteriormente se pueden canjear por recompensas.

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