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DEEP WEB

De donde viene:

Para entender la Deep web nos llevaría una eternidad estudiando demasiados términos y sufijos
tecnológicos, por eso no iremos muy profundo en el léxico tecnológico, sino, de los procesos que
se encierran allí. Así pues, empezaremos por hablar del origen del concepto que se encierra en la
Deep Web.

El concepto de Deep Web se le atribuye a Michael Bergman para el año 2001 ya que escribió un
artículo para el Journal of Electronic Publishing titulado “White Paper: The Deep Web: Surfacing
Hidden Value” o “Web Profunda: sacando a la luz un valor escondido”, revista de publicaciones
electrónicas para investigadores de temáticas y practicas contemporáneas de todo tipo, aunque el
primer término que se usó y de donde Michael Bergman saco la referencia fue “Invisible Web” o
“Internet invisible” de la Doctora Jill Ellsworth que uso en 1994 en donde hablaba de las webs
que no se encontraban registradas por lo motores de búsqueda, o mejor dicho y como se le
debería denominar a este contenido, “no indizable”.

Como funciona.

Entonces para entender cómo funciona la Deep Web debemos saber que solo existen tres
clasificaciones o tipos de internet:

El primero de ellos es el “Internet global” cuyo contenido es de información libre y gratuita, para
acceder a este tipo de red solo se necesita un computador o dispositivo móvil con conexión a un
ISP (Internet Service Provider) o (Proveedor de servicio de Internet), de igual forma se usarán
programas de navegación, de chat o de descarga masiva de datos que se encuentran por lo
general preinstalados en nuestros dispositivos.

El segundo es el “Internet invisible” o como lo acabamos de decir “Deep web”, acá se complican
un poco las cosas, ya que necesitaremos los mismos dispositivos que vimos anteriormente como
son un computador o dispositivos móviles y una conexión a internet, pero se necesitarán
programas más especializados y contraseñas de acceso, ya que nuestros navegadores habituales o
buscadores de internet no tendrán la capacidad de encontrar algo que no está en sus listas. En
ocasiones y según el tipo de contenido podremos adaptar herramientas comunes de nuestros
equipos o dispositivos para acceder a la “Deep web”, pero en general tendremos que instalar
herramientas como son los navegadores TOR, i2P o Freenet para acceder a índices y contenidos
que por su naturaleza dinámica o de constante cambio de dirección no podrán ser vistos por otros
buscadores.

En tercer lugar, se encuentra la “Darknet” que es el verdadero objetivo de los curiosos o de los
expertos más osados y experimentados de las redes de información, ya que acceder a estas redes
es casi imposible sin las credenciales y permisos que se deben tener, y esto es por el tipo de
contenido que podríamos encontrar allí. Los niveles de seguridad en estos servidores son
extremadamente altos ya que sus propietarios pueden ir desde gobiernos, hasta grandes
comerciantes de todo lo ilegal que se pase por la mente de los usuarios, es decir, los atributos que
muchas veces hemos visto que la dan a la “Deep web” son realmente pertenecientes a la
“Darknet”.
Para dar una visión más realista, los verdaderos contenidos que encontraremos en la denominada
“Deep web” serán en su mayoría de pago o se deberán tener credenciales y contraseñas de acceso
previamente dispuestos por el administrador del servidor donde pretendemos acceder, que es
todo lo contrario de la “Internet global”, pero aun así se podrían llegar a “piratear” dichos accesos,
claro está, con los conocimientos y experiencia requeridos, lo cual convertirá a esta persona en un
hacker o cracker.

El sentido de todo esto:

La navegación por internet supone querer conseguir o suministrar contenidos de interés del
cibernauta, sin importar si son legales o ilegales, aunque para muchos no es importante el tema
del anonimato ya que no piensan en delinquir o que sus acciones no son delictivas, aunque así sea
sin darse cuenta. Para muchos otros si es importante el tema del anonimato, de allí que toman
precauciones enormes y se dedican a lograr total anonimato, puesto que son conscientes de que
sus actividades son ilícitas o pueden verse inmiscuidos en temas al margen de la ley. Esto tiene una
explicación muy simple, “No se criminaliza el canal, sino la conducta”, por esta simple razón los
medios electrónicos son la herramienta número uno de todo aquel que con la suficiente pericia
quiera hacer lo que quiera sin ser descubierto en las redes de internet, para bien o para mal.

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