Promesas

Porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe.

¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero solo uno obtiene el premio?
Corran, pues, de tal modo que lo obtengan.

Manteniendo en alto la palabra de vida. Así en el día de Cristo me sentiré satisfecho

de no haber corrido ni trabajado en vano.

Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman,
los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.

Tú me cubres con el escudo de tu salvación, y con tu diestra me sostienes;

tu bondad me ha hecho prosperar.

Se alista al caballo para el día de la batalla, pero la victoria depende del Señor.

Nadie te podrá hacer frente[a] en todos los días de tu vida.

Así como estuve con Moisés, estaré contigo. No te dejaré ni te abandonaré.

Porque el Señor tu Dios anda en medio de tu campamento para librarte y para derrotar a tus enemigos
de delante de ti, por tanto, tu campamento debe ser santo; y Él no debe ver nada indecente en medio de ti,
no sea que se aparte de ti.

¿No te lo he ordenado Yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios
estará contigo dondequiera que vayas».

Un solo hombre de ustedes hace huir a mil, porque el Señor su Dios es quien pelea por ustedes,
tal como Él les ha prometido.

Ustedes perseguirán a sus enemigos y caerán a espada delante de ustedes.

Cuando salgas a la batalla contra tus enemigos y veas caballos y carros, y pueblo más numeroso que tú, no
tengas temor de ellos; porque el Señor tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto está contigo.

¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!

Su corazón estará seguro, no tendrá temor, y al final verá derrotados a sus adversarios.