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ALVARO PEREZ VIVES Antiguo profesor de las Universidades Nacional y Libre de Colombia Antiguo miembro de la Sociedad de Legislacion Comparada de Paris ae @ TEORIA GENERAL DELAS Ae OBLIGACIONES Obra revisada y actualizada nine TAWAYQLOMBANA ~~ i F Escaneado con CamScanner CaPiTULO CuaRTO DE LA EXTINCION DE LAS OBLIGACIONES SECCION PRIMERA GENERALIDADES 502. CLASIFICACION DE LOS MODOS DE EXTINCION DE LAS OBLIGACIONES Suele considerarse que el articulo 1625 enumera las causas de extincién de las obligaciones. No obstante, los autores modemos es- tan acordes en aseverar que tal enumeracidn es incompleta '. En rea- lidad, faltan alli, la dacién en pago, la imposibilidad de ejecucién y el término extintivo. Los citados autores consideran que en el referido texto se con- tienen causas de extincién, no de las obligaciones, sino de los con- tratos, como la anulacién, la rescisién, la resoluci6n, la extincién y la Tevocacion que se refieren a Jos contratos, no a las obligaciones. Esto los lleva a excluirlas de esta parte del estudio de las obli- gaciones. Nosotros no compartimos este concepto, que es el general *, Porque hemos sostenido que la resolucién y la extincién son fené- |v. PLANIOL, RIPERTy ESMEIN. Ob. cit. Tomo VII. Nim. 1148, 2 V.: JosseRaNnp. Ob. cit. Tomo II, Nim. 833. Escaneado con CamScanner PARTE SEGUNDA - Clasificacién, efectos, transmisiin y 328 extincién de tas obligaciones menos que afectan las obligaciones que nacen de los contratos, que no el contrato mismo. Por otra parte, analizaremos la nulidad y la rescisién, porque son fenémenos que interesan vivamente la persistencia de las obli- gaciones convencionales. Pero al repasar las diversas causas de extincion de las obliga- ciones y de los contratos, hallamos que ellas pueden agruparse en varias categorias generales, asi: 1°) El pago, que es la ejecucion directa de la obligacion. 2°) Medios que suponen que el acreedor ha obtenido una satis- faccién diferente de la que esperaba obtener por el contrato: dacion en pago, novacién, compensacidn y confusion. Son modos, en cierta forma, equivalentes al pago. 3°) Causas que extinguen la obligacién, fuera de toda satisfac- cién para el acreedor: remisién, imposibilidad de ejecucién. 4°) Causas de extincién provenientes de culpa del deudor: la resolucion y la terminacién (resiliacién). 5°) Causas de extincién indirecta: la anulaci6n, la rescision, la revocaci6n del contrato y su resiliacién voluntaria, 6°) La prescripcién, la condicion y el término extintivos que son fenémenos que extinguen por igual las obligaciones que los de- rechos. Aunque el Codigo incluye la transaccién entre los medios de extinguir las obligaciones, facil es ver que no lo es; la transaccién es una convencién encaminada a prevenir o a terminar litigios; partici- pa de la remisién y del pago; en ocasiones, de la novacion >, Por este motivo no la examinaremos en esta obra, de modo especial. *Sworigen data de la “estipulacién aquiliana”, que permitia la transformacién de la accién derivada de un derecho real en la obligacién de pagar una suma de di- nero, mediante la formula de Aquilio Gayo: Aulo Agerio-Numerio Negidio, para extinguirla luego por |a aceptilacién: renuncia de la accién a cambio del pago de la suma pactada, Escaneado con CamScanner DELA EXTINCION DE LAS OBLIGACIONES ame SECCION SEGUNDA, DEL PAGO 503. PRINCIPIO El pago es el modo normal de extinguir una obligacién, han di- cho PLANIOL, RIPERT y ESMEIN ‘, Pagar, ae aoe on JossE- RAND 5, es ejecutar la prestacién misma a que el deudor se habia obli- gado. Conceptos todos que resume nuestro Cédigo, al expresar que “el pago efectivo es la prestacién de lo que se debe” (art. 1626) §. El pago se llama también solucién, del latin solutio, término que en principio se aplicé a todas las formas de extincién de las obli- gaciones (disolucién de las mismas), pero que mas tarde fue limita- do al cumplimiento directo de ellas: solvere dicimus eum, qui fecit, quod facere promisit. De alli que al que paga se le califique igualmente de solvens, como al que recibe de accipiens. No debe, pues, confundirse la expresién pago con la solucién que consiste en entregar una suma de dinero; la palabra pago compren- de toda forma de ejecucién directa de la prestacién prometida. 504. NATURALEZA DEL PAGO Entre los autores alemanes se discute un tema poco tratado en- tre los latinos: el de la naturaleza del pago. Evidentemente, la sola emunciacién de lo que es, no deja re- suelto el problema en mencién; porque muchas veces el pago requie- re la constitucién de una obligacién o la celebracién de un contrato 0 negocio juridico cualquiera. Y aqui surge patente la importancia de * Ob. cit. Tomo VIL. Num. 1149. 5 Ob.cit. Tomo Il. Nim. 834. * El. Cédigo federal suizo de las al dedicarle un capitulo a la ej do para otro separado (Tit. II) I dichos, de las obligaciones. Obligaciones relieva la naturaleza especial del pago, ‘ecucion de las obligaciones (Tit. I, * parte), dejan- lo atinente a los medios de extincién propiamente Escaneado con CamScanner PARTE SEGUNDA -Clasificacidn, efectos, transmisin y 330 eatincién de las obligactones precisar su naturaleza, porque de ella se derivan las condiciones re- queridas para hacer el pago. VON TURR estima que el pago participa de la naturaleza del con- trato, siendo, por tanto, necesario, ademés del acto de prestacién efec- tiva, un contrato de cumplimiento ’. ENNECCERUS ha creido que el pago requiere que el deudor de- clare su voluntad de extinguir la obligacion (prestacién animo sol- vendi), siendo necesario un contrato sélo en aquellos casos en que la prestacién no pueda hacerse sin declaracién de aceptacién por parte del acreedor *. LEHMANN, OERTMANN y otros, consideran que el pago no es mas que la realizacién del mandato de la norma dirigido al deudor, es decir, Ja realizacién del contenido de la obligacién por el deudor, y como tal no tiene el cardcter de negocio juridico. Sélo tiene este caracter en los casos en que el derecho de crédito se dirige a un acto de prestacién que tenga cardcter de negocio juridico (emisién de una declaracién de voluntad o conclusién de un contrato); pero no, en cambio, en aquellos casos en que el deudor est4 obligado a un mero acto de derecho, como, por ejemplo, a dar una noticia y, seguramen- te tampoco, en los casos en que puede y debe hacer su prestacién sin cooperacién alguna del acreedor, como cuando se trate de deberes de omisién y de muchas prestaciones de servicios (Unterlassungspflicht). Compartimos totalmente esta ultima opinién: el pago suele re- vestir la naturaleza simple de un hecho o acto material: la prestacién de un servicio (limpiar un cuarto, hacer un mueble, transportar a una persona de un lugar a otro, etc.), la entrega material de una cosa, sin transferencia del dominio, la actitud pasiva-negativa de quien cum- ple la obligacién de no hacer, etc. Pero también puede consistir en un acto juridico: tradicién, suscripcién de un contrato o constitucién de una obligacién. Y es evidente que asi como en los casos primera- mente citados no tiene el pago la caracteristica de negocio juridico, en los ejemplos tiltimamente propuestos tal caracter es innegable. V.: VON TUHR. Teoria general del Derecho Civil. Tomo III. Nims. 83 y ss. ‘ V.: ENNECCERUS. Ob. cit. Tomo II. Vol. 1°, Pag. 299. Escaneado con CamScanner DE LA EXTINCION DE LAS OBLIGACIONES 331 La consecuencia . necesario el animo solvent Pee soo Pago requiere de modo por parte del tradens, ae la tradicién no es valida si no existe, (art. 740); y lo mismo puede miento que consiste en celeb Itad € intencién de transferir el dominio Predicarse, de modo general, del cumpli- rar UN Negocio juridico: v. gr., la compra- Por otra parte, no es indiferente que el 30 consista - cho que €n un negocio juridico, poe! las contibiones de aeatiel las solemnidades 0 requisitos legales, varfan en uno y otro caso: asi, para efectuar la tradicién del dominio, lo acabamos de ver, es preci- so tener facultad de hacerlo, esto es, no sélo ser capaz juridicamen- te, sino ser duefio de la cosa 0 tener autorizacién de su duefio para pagar (art. 1633). ; En cambio, el pago que consiste en un hecho, por ejemplo, lim- Pilar una casa, construir un mueble, etc., no requiere esa intencién de cumplir: basta la ejecucién del hecho o la abstencién, para que la pres- tacién se haya pagado. Asu vez, el pago que consiste en un negocio juridico, requiere el consentimiento del acreedor °. Y, en todo caso, que éste se allane arecibirlo. Su renuencia obligaria al deudor a acudir al “pago por con- signacion” (infra, nims. 530 y ss.). El Cédigo mismo lo ha expresado asi, cuando exige para la vali- dez de la tradicién, que el accipiens tenga “capacidad e intencién” de adquirir el dominio (art. 740). Finalmente, obsérvese que, segiin J. PIERRARD "°, quienes en Fran- cia se han ocupado de estos menesteres, aceptan la calidad de “acuerdo de voluntades entre el solvens que ejecuta su prestacién y el acree- dor que la recibe y acepta liberar al deudor”, : V.: ENNECCERUS. Ob. cit. Tomo II, Vol. 1°, Pag. 334. Vis Les procédés de prewve di paiment, en “Rev. Trim.", oct.-dic. 1948, pigs. 138 y ss. Escaneado con CamScanner PARTE SEGUNDA -Clas(ftcacién, efectos, transmision Y 332 ‘extinctén de las obligaciones 505, EFECTOS DEL PAGO El efecto del pago es extinguir la obligacién. Para ello se requiere que la solucién reuna los requisitos legales, esto es, que sea valida. EI pago nulo no es pago y, por tanto, al declarar el juez esa nu- lidad, tiene forzosamente que decidir en favor de la existencia de la obligacién y de su incumplimiento, con las consecuencias 0 resulta- dos que la ley atribuye al incumplimiento de una obligacién. Ademés, el pago nulo o defectuoso puede tener otras conse- cuencias: a) en cuanto cause dafio al acreedor, obliga a la correspon- diente indemnizacién; b) en cuanto dé origen a las acciones de garan- tia derivadas de las obligaciones de dar, que son simple aplicacién de la teorfa de la causa", Dichas acciones se compendian en Ia de eviccién y en la redhibitoria. Y aunque el Codigo s6lo habla expresamente de ellas en ciertos casos concretos, debe entenderse que constituyen la aplicacién de una teoria general que preside la de las obligaciones. ‘Ademés de la compraventa, Ja ley habla de saneamiento en cl articulo 2228 (mutuo), y, por disposicién del articulo 1958, también cabe en la permuta; lo cual indica que en las obligaciones de dar o en toda traris- ferencia de dominio, el radens queda obligado a sanear Ia eviccién y los vicios ocultos (véase, también, art. 1583, ord. 4°, inc. 2°). Por otra parte, hallamos igual principio en ciertas obligaciones de hacer; v. gr., articulos 2217 y 2259, en lo referente a los vicios de la cosa: I. REQUISITOS DEL PAGO 506. PRINCIPIO Para que el pago sea vilido debe reunir ciertas condiciones, sin Jo cual no puede decirse que el deudor haya cumplido su obligacién. Esas condiciones se refieren a la forma como deba hacerse el pago, a quién deba hacérsele, por quién deba ejecutars: efectuarse y cudndo. pee ejecutarse, dénde deba "Vo nuestra Compravenia y permuta, Escaneado con CamScanner DE LA EXTINCION DE LAS OBLIGACIONES 338 Ademas, el Pago debe tener una causa juridica; la ausencia de ésta produce consecuencias importantes, que veremos oportunamente. En esta forma, dividiremos su estudio en la siguiente forma: 1") Como debe hacerse el pago. 2°) Por quién debe hacerse el pago. 3*) A quién debe hacerse el pago. 4°) Donde debe hacerse el pago. 5*) Cuando debe hacerse el pago. 6") El pago debe tener una causa juridica. 7) De la nulidad del pago. A. Cémo debe hacerse el pago 507. PRINCIPIO Siendo el] pago la prestacién de lo que se debe, para que extin- ga la obligacién debe agotarla, esto es, cumplirla totalmente. El examen de la forma como debe proceder el deudor para alcan- zar ese resultado es precisamente lo que constituye el tema que va- mos a tratar. El pago debe hacerse en todos sus aspectos en absoluta con- formidad con el contenido de la obligacién. De consiguiente, ni el deu- dor puede ser compelido, ni el acreedor obligado, a dar o recibir cosa distinta de lo pactado. Ni es posible tal hecho so pretexto de que sea de igual o mayor valor la prestacién ofrecida que la debida (art. 1627). Concordante con este principio, el articulo 1884 dice que “el vendedor es obligado a entregar Jo que reza el contrato”. Para saber qué es sa cosa 0 prestacién que el deudor debe pa- es menester considerar lo siguiente: a) La obligacién compren- gar, que del tenor literal del pacto se desprende, sino de no sdlo aquello Escaneado con CamScanner PARTE SEGUNDA — Clasificacidn, efectos, transmision y 334 cextincién de las obligactones todo lo que de su naturaleza o de la ley se derive pertenecerle. b) Con- secuencia de lo anterior es que la cosa debe entregarse con todos sus accesorios. Los articulos 1885 y siguientes son aplicacién de esta regla '?. c) El deudor debe abstenerse de hacer todo aquello que en- trabe, dificulte o perjudique el disfrute del derecho 0 cosa que trans- fiere al acreedor. Una conducta semejante seria contraria a la buena fe (art. 1603). d) Cuando el pago consista en Ja transferencia del do- minio de una cosa, debe hacerse mediante la tradicién validamente efectuada de ese dominio (arts. 740 y 1633). “La tradicién exige en el tradente estas condiciones subjetivas: propiedad de la cosa; facultad de transmitir su dominio; intencién de enajenar. Si falta una de estas condiciones, no hay tradicién y por lo mismo no hay enajenacién” "*. El pago que no retina éstos y los siguientes requisitos, no lo es, y la obligacién no habré sido cumplida; lo cual daria acceso a las accio- nes consagradas en el articulo 1546, C.C., cualquiera que sea el con- trato, compraventa, por ejemplo, que se hubiere celebrado. e) El acree- dor tiene derecho a exigir y el deudor est4 obligado a pagar, la totalidad de la prestacién debida; no puede pretender que el primero acepte un pago parcial. En este sentido se dice que -salvo pacto en contrario- el pago es indivisible. Esto, aunque el objeto de la obligacién sea divisi- ble por naturaleza (art. 1649) . f) El pago total de la deuda compren- de el de los intereses e indemnizaciones que se deban (inc. 2°, art. 1649). g) Si la deuda es de cuerpo cierto, la obligacién del deudor es entregar la cosa en el mismo estado en que se hallaba al momento del contrato; de consiguiente, debe conservar la cosa hasta su entrega, sien- do de su cargo los deterioros o pérdidas imputables a su culpa, la que se presume mientras no haya demostrado la causa extrafia de la pér- dida o del deterioro. El acreedor, a su turno, estA obligado a recibir el cuerpo cierto en el estado en que se halle, inclusive si se ha deterio- rado, cuando el deterioro provenga de una causa extrafia, a menos que el deudor esté en mora y el caso fortuito, sin la culpa del deudor, no hubiera deteriorado la cosa (arts. 1648, ines. 1° y 3°, y 1731). V. nuestra Compraventa y permuta, 13 V.:Cas. 28 julio 1937, “GJ.”, LXLV, pig. 404; 21 junio 2000, Exp. 5409. “4 Quedan a salvo, claro est, los derechos de los herederos para dividir entre ellos Ia deuda divisible, y otros fenémenos, como la compensacién. Escaneado con CamScanner DE LA & XTINCION DE LAS OBLIGACIONES 22 ; seen deterioro provenga de la culpa del deudor 0 cuando ja cal ca sin dicha culpa no hubiera tenido el efecto nocivo que tuvo sobre la cosa, tiene el acreedor dos caminos: o solicita la re- solucién del contrato (el art. 1648, inc. 2°, habla de rescisién en for- ma inaceptable), es decir, segun la tesis que hemos adoptado, la ex- tincién de las obligaciones nacidas del contrato y la resolucién de la transferencia de los derechos reales que dicho acreedor hubiere he- cho en virtud del Contrato incumplido por su contraparte, més la in- demnizacién de perjuicios (arts. 1546 y 1648, inc. 2°), 0 exige la en- trega de la cosa en la forma que se haile, teniendo entonces derecho a la indemnizacién de perjuicios (arts. 1546 y 1648, inc. 2°), dentro de la cual quedaré indudablemente comprendida la reduccién del va- lor de la cosa como resultado del deterioro, Cuando el deterioro provenga del hecho de un tercero (que es un caso de causa extrafia y sigue, por tanto, las reglas expuestas), ten- dra derecho el acreedor a exigir del deudor que le ceda las acciones que éste tenga contra dicho tercero (arts. 1648, inc. 3°, y 1736). Por ultimo, no debe olvidarse lo que expresamos en relacién con las obligaciones de género (supra, nims. 374 y ss.). 508. DE LA OBLIGACION QUE DEBE PAGARSE A PLAZOS Las partes pueden determinar en el contrato los plazos y la cuan- tia de los instalamentos que el deudor deba pagar en cada plazo. A) Si no lo hicieren en cuanto al plazo, se entenderd una de estas dos cosas: 1°) Si se han sefialado los instalamentos, pero se ha omitido fijar los plazos "5, se entenderd que el deudor ha contraido varias deudas par- ciales cuya exigibilidad depende del requerimiento para ser constitui- do en mora. 2°) Si se ha fijado un plazo extremo, y se han determina- do los instalamentos, pero no los plazos de pago para éstos, el tiempo que va desde el contrato hasta dicho extremo, se tendrd por dividido en tantos periodos iguales cuantos instalamentos sean: v. gr., si se dice que A deberd pagar $1.000 en cuotas de cien pesos dentro del plazo maximo de un afio, habra que dividir los 360 dias de éste entre diez v.91, X pagaré la suma de $1.000 en cuotas de $100, sin decir més, Escaneado con CamScanner PARTE SEGUNDA - Clasificacién. efectos, transmisién y 336 cextinciém de las obligaciones (nimero de instalamentos) y se concluiré asi que el deudor esta obli- gado a pagar cada 36 dias $100 '*. B) Si las partes determinaron los plazos pero no los instala- mentos, estaremos ante una de estas dos situaciones: a) Se dijo que el deudor pagaria la suma debida en periodos mensuales hasta su total cancelacién en el lapso de tanto tiempo: se entender dividida la deu- daen cantidades mensuales iguales; v. gr., se pagara la suma de $1.000 en diez mensualidades: el deudor pagar $100 mensuales (art. 1651). b) Se ha determinado la cantidad total que se debe y se dice que sera a plazos, pero no se fija el limite maximo de tiempo, ni el mimero de dichos plazos: se entenderd que el acreedor esta obligado a requerir al deudor para constituirlo en mora, porque esta en presencia de un plazo indeterminado. En tal caso, el juez, al requerir al deudor, le se- iialaré prudencialmente los plazos dentro de los cuales deba pagar en sumas iguales la cantidad debida, Aqui existe una tacita estipulacion, en virtud de la cual las partes delegan en el juez la fijacién del plazo (art. 1551, inc. 2°, parte final). La otra solucién, que seria la de considerar exigible en un solo instalamento la totalidad de la deuda, una vez hecho el requerimien- to, pugna con el espiritu del pacto, que fue otorgar al deudor facilida- des para el pago, mediante la concesién de plazos. C) Se determina el plazo méximo pero no las mensualidades ni Ja cuantia de las cuotas; v. gr., el deudor pagaré dentro del término de doce meses, la suma de $1.000, en cuotas, plazos o instalamentos. Se entendera que el deudor puede (esta facultado) a hacer entregas de cualesquicra sumas durante el plazo, no haciéndose exigible la obli- gaci6n sino hasta la expiracién del mismo; por la totalidad, si nada se hubiere abonado, por el saldo, si algo se hubiere pagado. El acreedor "© Obsérvese bien que se trata de una verdadera obligacién del deudor y no de una facultad suya, de pagar cuotas de $100 dentro del lapso de un affo. Creemos més razonable esta solucién que la de requerir al deudor por las diez cuotas, 0 por el total al vencimiento del plazo. Lo dicho no obsta a que las partes hayan pactado, no como obligacién sino como facultad, el pago por cuotas, para indicar que en ningin caso los abonos podrin ser menores de determinada suma (v. gr., $100). El acreedor tendré que recibir esa suma u otra mayor, pero no podra exigir ésta. Véase abajo, letra C. — Escaneado con CamScanner DE LA EXTH INCION DE LAS OBLIGACIONES a7 0 pork negrse a recibir los abonos parciales que el deudor quiera , POCO podra exigirlos Contra la voluntad del obligado. Por: 6 demas, véase Io dicho al estudiar e| plazo, lo dic como una de idades de las Obligaciones (supra, nims, 30; 2 y ss.). las m 509. DELA OBLIGACION pg PAGAR UNA SUMA DE DINERO A primera vista la més sencilla de las obligaci z igaciones es la de pagar una som de a Puesto que basta que el deudor, a su vencimien- to, acreedor la cantidad de numerari Comnee: pondientes intereses, Si diffculades sue rie i ratorio, sujeto a las normas legales sobre numerario. En otras pala- bras, el dinero tiene un valor relativo: el que, de una parte, le dé la ley como medio de pago; y el que, de la otra, tenga intrinsecamente, segin que la moneda respectiva esté depreciada o sea altamente apreciada. Estos dos problemas, en tealidad, no son sino dos aspectos de un mismo problema: cuando la gente de un Pais pierde la confianza en su moneda, cuando ésta entra a formar parte de las divisas satélites de una moneda imperialista, surge la cuestién para los acreedores de ase- gurarse, mediante las clausulas contractuales, la estabilidad del pre- cio que constituye la contrapartida de su obligacién. Una obligacién pactada hace veinte afios, de pagar diez mil pe- sos, debe ser cubierta hoy. Sabido es que no Tepresentan ni valen lo mismo esos diez mil pesos, si se compara su valor adquisitivo en 1935 con el que igual cantidad de dinero tiene hoy, Pricticamente puede de- cirse que los diez mil pesos de la actualidad equivalen a dos 0 tres mil de entonces. El acreedor puede Ilamarse a engafio sobre lo que reci- be; puede alegar que no ha sido debidamente pagado. Y predecira que en lo futuro nadie querrd dar en préstamo dinero. El deudor, a su tuo, argilird que él no es responsable de las fluctuaciones monetarias; que Paga una cantidad que legalmente es igual a la que recibid. {Cual de los dos tiene razén? Esta es la cuestién que vamos a estudiar. Teéricamente no hay duda que las fluctuaciones en el valor ad- quisitivo de la moneda alteran fundamentalmente la economia con- tractual. Prueba de ello son las medidas dictadas durante la pasada cri- Escaneado con CamScanner PARTE SEGUNDA - Ciasificacién. efectos, transmisién y 338 extincién de las obligaciones sis (1929), especialmente bajo el gobierno del presidente Enrique Olaya Herrera. Pero los paises estn interesados en mantener, aunque sea apa- rentemente, un nivel estable al valor de sus divisas. Se considera alta- mente peligroso sujetar las estipulaciones contractuales al vaivén mo- netario. De alli que en todas las naciones se haya legislado severamen- te en torno a las Ilamadas “cldusulas de salvaguardia monetaria”. En efecto, esta aspiracién pugna con la diferencia existente en- tre la moneda de cada pais y el patron monetario intemacional impe- rante en un determinado momento histérico. Asi, como resultado de la Ultima guerra y del sometimiento del mundo “occidental” al impe- Tialismo yanki, las monedas de cada pais de los que forman dentro del bloque sujeto a la economia norteamericana, valen en la proporcién que tengan frente al délar. Y las leyes que sefialan el valor de la mone- da en cada uno de dichos paises, aunque se refieren a un patron ted- Tico (el patrén oro, inexistente en la realidad), toman realmente como punto de referencia el “patrén délar”. Pero atin asi, las previsiones o deseos de los gobernantes difie- ren de los hechos. Suele ocurrir que Ja paridad sefialada oficialmen- te (tipo de cambio oficial) no sea la verdadera. Entonces viene el caos; varios tipos de cambio surgen en el mercado de divisas; aparecen las bolsas negras, y las grises... Desde el punto de vista estrictamente legal nos interesa exami- nar dos puntos: a) qué valor tienen las clausulas de salvaguardia mo- netaria, en cuanto a las obligaciones pactadas en divisas nacionales; b) qué valor tienen esas clausulas, en cuanto a las obligaciones pac- tadas en divisas extranjeras. a) Obligaciones pactadas en monedas nacionales. Entre no- Sotros, y a partir del Decreto 1683 de septiembre de 1931, el oro acu- fiado dejo de ser moneda corriente. De consiguiente, entramos —pese al precepto en contrario de la Carta al régimen del papel moneda (te6- ricamente representativo de oro o de plata). Vino entonces un régimen hibrido: se admite la posibilidad de estipular en oro colombiano amonedado, o en billetes representati- Escaneado con CemScanner DE LA Extn ICION DE LAS OBLIGACIONES ae vos de esta divisa; cada dia més y maa No es posible hacerlo sino en billetes, blica 0 el propio Estado, Esta oo reqs ue emite el Banco de la Rept cod. Situacién desde la fecha arriba indi- ayiltiet no ee que las cosas han cambiado en la ac- oui oe yao ade virtud de la normativa del Cédigo de netaria, llamada a cor maneras, debido a la correccién mo- paises ‘areata la devaluacién del peso en el trans- = q entre la creacién de la obligacién y el momento del La correccién monetaria se ha i juri i impuesto en la jurisprudencia en forma lenta pero cada vez mas segura. Por su parte, el Codigo de Comercio actual contiene normas bastante precisas que seran obje- to de comentario en el literal siguiente. , De todas maneras, es algo histérico que Leyes de 1933 y 1938 dispusieron: “Las obligaciones contraidas en oro colombiano acufiado o en moneda legal colombiana, se solventarin a la par con billetes na- cionales representativos de oro o billetes del Banco de la Re- publica...” b) Obligaciones pactadas en divisas extranjeras. Respecto a la moneda en la que s¢ estipuld el pago puede decirse brevemente: Hay que partir de la regla general segiin la cual las partes pueden esti- pular los valores de los negocios mercantiles, y puede decirse que de los negocios en general, en moneda colombiana. Pero en virtud del prin- cipio de la autonomia de Ia voluntad pueden convenir que el pago se hari en moneda extranjera 0 en determinada divisa. Si es posible le- galmente, se estaré a Ja voluntad de las partes. De lo contrario el pago se haré en moneda colombiana. El articulo 874 del Cédigo de Cor “Cuan ese otra cosa, Jas cantidades que se estipu- len ae juridicos seran en moneda legal colombia- na, La moneda nacional que tenga poder liberatorio al momento mercio dispone: Escaneado con CemScanner PARTE SEGUNDA -Clasificacién, efectos, transmision y 340 extincién de las obligaciones de hacer el pago se tendré como equivalente de la pactada, cuan- do ésta no se halle en circulacién al tiempo del pago. Las obligaciones que se contraigan en moneda o divisas ex- tranjeras, se cubriran en la moneda o divisa estipulada, si fuere legalmente posible; en caso contrario, se cubriran en moneda na- cional colombiana, conforme a las prescripciones legales vigen- tes al momento de hacer el pago”. 510. DELA CONCURRENCIA DE VARIAS DEUDAS ENTRE UN MISMO DEUDOR Y UN MISMO ACREEDOR Cuando concurran entre unos mismos acreedor y deudor dife- rentes deudas, éste podri solventar scparadamente cada una de dichas obligaciones. Ejemplo de lo expuesto es el del arrendatario que debe varios periodos de alquiler, que puede obligar al acreedor a recibir el pago de uno de ellos, aunque no le pague los otros (art. 1652). B. Quién debe hacer el pago S11, PRINCIPIO Cualquiera persona puede pagar por el deudor, aun sin su con- sentimiento o contra su voluntad, y a pesar del acreedor. Es la regla general contenida en el articulo 1630. Para pagar por otro no se re- quiere ser su representante. Un agente oficioso puede hacerlo, El con- sentimiento del deudor, pues, no juega para la validez del pago, desde el punto de vista del principio que permite a un tercero pagar. La vo- luntad del deudor tiene capital importancia para otros aspectos del te- ma que estudiamos, como son los relativos a los derechos que tenga quien pagé por otro. También adquiere relieve esa voluntad en las ex- cepciones al principio citado, por ejemplo, cuando el pago consista €n un acto juridico que requiera la voluntad del deudor. De modo, pues, que la solucién puede provenir del deudor (que ¢s lo normal) o de un tercero. Y en este tiltimo caso, el pago puede ser de tres maneras: I") con la voluntad expresa o tacita del deudor; 2") sin conocimiento por parte del deudor, de que un tercero hizo el pago; 3*) contra la voluntad del obligado. Escaneado con CamScanner DE La EXTINCION DE LAS OBLIGACIONES a 1 do we su Peano 'a voluntad del deudor. Este ha podi- cerle el encargo de tumiento de que el tercero pague por él, al ha- sentante con facultad feed * ligne © al constituirlo su repre- imi Pagar; también ha podi Row mente, limitarse a dar sy asentimiento al me ido, expresa o tacita a iCabe preguntarse cual es e] efecto del pago asi hecho, frente ‘or y en cuanto a las personas del solvens y del deudor? Una cosa cs fiuera de duda: el pago sie luce efectos frente al acreedor, €ste pierde la accion para raeceienas la deuda o la resolutoria, en su caso, porque ha sido pagado. Pero hay veces que el pago no produce el efecto de extinguir la obligacién, sino que por él, a la vez que subsiste dicha obligacién, se transmiten los derechos del acreedor a la persona, distinta del deudor, que pagé por éste. Hay aqui una sustituci6n (subrogacién) de un acreedor por otro, sin que exis- ta novacién ni cesién de créditos "’. {Cabe preguntarse si en el caso de que una persona que no sea el propio deudor, con el consentimien- to de éste, haya pagado, se produce la total extincién de la deuda o sim- plemente esa sustitucién de la persona del acreedor, mediante el fe- némeno de la subrogacién? De atender a lo preceptuado por el articulo 1667, ordinal 5°, habria subrogacién siempre que el deudor, en una u otra forma, con- sintiera en el pago que otro hizo por él. Pero esta solucién no debe admitirse de modo absoluto. No siempre puede decirse que la per- sona que paga, a pesar de que fisicamente no es ¢] mismo deudor, sea un tercero. Por ejemplo, no son terceros sino que juridicamente se identifican con el propio deudor, sus representantes y sus herederos; Su pago no es acto de un tercero sino del propio deudor; de consi- guiente, la obligacién queda totalmente extinguida; sin perjuicio de que surjan otros vinculos, por ejemplo, entre el representante y el deu- dor. En este sentido ha dicho la Corte que, para que la subrogacién tenga lugar, “es requisito indispensable que el pago sea hecho por un tercero. Si lo efectia el mismo deudor, u otra persona a su nombre o por su encargo, no cabe subrogacion sino extincién” '*. — VsCas. 25 nov, 1935, “GJ.” t. XLII pig, 392 25 junio 1945, “GU.” t. LIX, pag, 385, %-VCas. 25 nov. 1935, “GJ.”,t. XLILL pag. 392. Escaneado con CamScanner PARTE SEGUNDA ~ Clanificacion, efectos, transmision y 342 extincin de las obligaciones 2°) El pago se hace sin la voluntad de! deudor. E| pago hecho sin conocimiento del deudor, como el anterior, produce efectos defi- nitivos frente al acreedor; pero a diferencia de la solucién hecha con el consentimiento del deudor, la que se efectia sin la voluntad de éste extingue completamente la obligacién; no se opera la subrogacién, es decir, la sustitucién del que paga al primitivo acreedor (art. 1631), Aunque el acreedor, voluntariamente, pueda hacer una cesién del cré- dito, sujeta a las reglas de ésta. Mas como quiera que el tercero, al solventar la deuda ajena sin autorizacién del deudor o sin que el acreedor le ceda el crédito, se ha colocado en la situacién de un gestor de negocios o ha dado lugar a un enriquecimiento sin causa del referido deudor, surgen otros vinculos juridicos, bien de la agencia oficiosa (y entonces tiene el tercero la actio negotiorum gestor) (art. 2308), bien del enriquecimiento sin causa (y puede en este caso acudir a la actio in rem verso: art. 2313) 9. En ningun caso puede exigir del acreedor la cesién del crédito. Tal es la conclusién adoptada por el Cédigo en su articulo 1631, primer colon *, 3*) El pago se hace contra la voluntad del deudor. El pago hecho contra la voluntad del deudor, como el anterior, extingue to- talmente la obligacién; con la circunstancia de que no sélo no se ope- ta la subrogacién sino que el tercero carece de accion para obtener del deudor el pago de la suma vertida. Tampoco puede exigir del acree- dor la cesién del crédito, pero dicho acreedor puede voluntariamen- te hacerle esa cesién, conforme a las reglas del caso (art. 1632). Obsérvese que lo dicho constituye una notable excepcién al prin- cipio consagrado en el articulo 2309, porque seguin este texto el ter- cero deberia tener accién contra el deudor en cuanto el pago le hubiere sido util, ya que precisamente el ejemplo alli consignado es cl de la extincién de una deuda que el dominus debiera haber pagado. Mas no deben confundirse las dos situaciones mencionadas: la una, es la de quien administra un negocio contra expresa prohibicién del dominus bd Vz: Vol. I. Nims. 156y ss, ® Vz: Cas. 25 junio 1945, “GJ”, t, LIX, pag. 385; 29 mayo 1942, “GJ, t, LIV, pig. 115; 15 noviembre 1991; 23 abril 2003, Exp, 7651. Escaneado con CamScanner DE La EXTINCK ION DE LAS OBLIGACIONES a 7 em deat ce aga una deuda); la otra, es la de quien : tra la Voluntad del deud ; : pagar sino que prohibié al tercero pagar oc aoe, Apa sa, negocio, en general; en el segundo, al pago por el 1632. §12. EXCEPCIONES AL PRINCIFIO / No obstante lo afirmado en el numero anterior sobre la posibi- lidad de que pague por el deudor cualquier tercero, aun sin su autori- zacién o contra su voluntad, es menester considerar las excepciones a la regla general. Dichas excepciones se reducen a dos: Primera excepcion: Las obligaciones de hacer en que el deudor se hubiere obligado a ejecutar personalmente la prestacién 0 que por su naturaleza o la intencién de las partes contratantes sean de aque- las que s6lo puede cumplir el propio deudor, Por ese motivo, el inci- so 2° del articulo 1630 dice: “Pero si la obligacién es de hacer, y si para la obra de que se trata se ha tomado en consideracién la aptitud o talento del deu- dor, no podra ejecutarse la obra por otra persona contra la vo- luntad del acreedor”. Aqui el pago ha sido pactado intuitu personae, y ni siquiera un codeudor o un fiador, podrian pretender pagar por el deudor sin el asentimiento del acreedor *. Son ejemplos corrientes de obligaciones que deben ser perso- nalmente cumplidas por el deudor, las del empleado, el arquitecto, el médico, un artista, etc. Segunda excepcién: Las obligaciones de dar s6lo puede cum- plirlas el duefio de la cosa o con la autorizacién de dicho duefio (art, 1633, inc, 1°), Ademas, deben reunirse en el tradens las calidades pro- pias para ser tal: intencién de transferir el dominio y facultad para ena- 2% -y:Cas. 23 nov, 1939, “GJ.”,t. XLVIIL, pag. 915. 2 v,: JosseRAND. Ob. cit. Tomo ll. Nam. 845, Escaneado con CemScanner

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