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LibroEnfparasitariasdeimport Clnicayprodenruminates Cap-3NematodesenPampaCentral
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1. INTRODUCCIÓN
Clima
Sistemas productivos
Ganadería bovina
Pequeños rumiantes
Epidemiología
Especies de nematodos
Contaminación de los potreros
Disponibilidad de larvas en los potreros
Cargas parasitarias en los huéspedes
Impacto productivo
Características y períodos de riesgo
Recría e invernada
Cría y tambo
Epidemiología
Especies de nematodos
Impacto productivo
Efectos en caprinos
Antihelmínticos en caprinos
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
60
los engordes a corral y sus combinaciones, e impor-
tantes cuencas lecheras. Por su parte, la ganadería
bovina es la actividad sostén de las economías en
1. INTRODUCCIÓN áreas de pastizales naturales y aporta atributos de
sustentabilidad a los sistemas agropecuarios en las
áreas mixtas.
Los nematodos gastrointestinales de los rumiantes se
caracterizan por su estrecha relación con el ambiente La relaciones vaca/stock (0,41) y novillito+novillo/
y los huéspedes. Esta interdependencia hace que va- vaca promedio (0,47) demuestran que las actividades
ríe tanto la diversidad genérica como de especie o la predominantes son la cría-recría extensiva y el ciclo
densidad de las poblaciones de acuerdo con el clima completo, con zonas del sur de Córdoba y noreste de
y manejo de las explotaciones y la especie doméstica La Pampa donde la relación novillito+novillo/vaca su-
que se críe. De esto deriva la importancia de conocer perior al 1,2 reflejan una clara tendencia a la inverna-
las características de la región central, denominada da, tanto pastoril como en sistemas intensivos a co-
semiárida y subhúmeda y de sierras centrales (fig. 1). rral.
61
San Francisco
Córdoba
Marcos Juárez
Río
San Luis Cuarto
La Carlota
Rufino
Villa
Merce- Vicuña
des Mackenna
Victorica
Santa Rosa
Gral. Acha
Bahía Blanca
Figura 1. Región central: regiones subhúmeda pampeana, semiárida pampeana y sierras pampeanas.
Cuadro 1. Stock bovino de la región semiárida-subhúmeda. Sistema de Gestión Sanitaria, Coordinación de Campo,
Dirección Nacional de Sanidad Animal, SENASA (RIAN Ganadera 2011) (Rossanigo et al., 2011).
País 47 972 661 0,17 20 060 138 11 803 655 0,42 0,59 0,39
Córdoba 4 370 723 0,26 1 766 538 986 747 0,40 0,56 0,43
La Pampa 2 500 751 0,17 920 968 554 751 0,37 0,6 0,7
San Luis 1 489 436 0,19 675 524 325 807 0,45 0,48 0,35
Total región 8 360 910 0,20 3 363 030 1 867 305 0,41 0,56 0,47
ción estratégica, el uso de maíz-sorgo en silos, la chaqueño seco con predominio de sistemas de
fertilización y la aplicación de riego determinan cría bovina en establecimientos con grandes su-
productividades de 500 a 900 kg de carne/ha. perficies y sobre un estrato herbáceo de especies
iii) Sierras pampeanas (200 a 650 mm/año): corres- estivales y otro arbustivo y arbóreo. La producción
ponde al monte occidental de la región del bosque media de carne es de 2 a 8 kg de carne/ha/año. El
62
manejo y mejoramiento del pastizal natural, la in- Cuadro 2. Nematodos recuperados por las Unida-
corporación de pasturas perennes (buffel-grass) y des de Sanidad Animal del INTA de la región.
la mejora de la eficiencia reproductiva permitiría
incrementar significativamente la producción (15 a Nematodo Prevalencia (%) en vacunos
20 kg). < de 1 año > de 1 año
Los rebaños caprinos ubicados al oeste de esta re- Chabertia ovina 1,9 0
gión y en las serranías centrales suman aproximada- Dictyocaulus viviparus 29,7 4,1
mente 300 000 cabezas (Rossanigo et al., 2011), en
su mayoría en manos de pequeños productores que
explotan rebaños de alrededor de una centena de ca-
taminación de las pasturas y la magnitud de parásitos
bras destinadas a la producción de carne y, en menor
que tienen las pasturas y los bovinos.
medida, leche.
63
600
Oesophagostomum
Haemonchus
500
Trichostrongylus
Huevos por gramo (HPG) Destete C. punctata
400 C. oncophora
Ostertagia
300
200
100
0
M A M J J A S O N D E F M A M J J A
cuarto estado (Suárez, 1990b). Finalmente, durante dos que las razas británicas (Suárez et al., 1995).
el verano los recuentos de huevos se mantienen ba- También los bovinos criados en sistemas basados en
jos, para subir según el régimen de lluvias, el tipo de el pastoreo otoño-primaveral de pasturas perennes
pasturas o la inmunidad presente en el ganado hacia presentan valores de HPG más elevados que aque-
mediados o fines de esta estación. llos que basan su alimentación en verdeos inverna-
les, rastrojos o diferidos. En la figura 3 se muestran
Generalmente, el recuento de huevos tiende a variar los valores de HPG de bovinos sin tratamiento anti-
de acuerdo con el huésped o el manejo general del helmíntico del este de La Pampa y oeste de Buenos
ganado. Con respecto al huésped, en la región central Aires (Suárez, 1994) en sistemas con predominio de
las razas cebuinas tienen niveles de HPG más eleva-
700
600
> 55 % pasturas perennes
Huevos por gramo (HPG)
300
200
100
0
Marzo
Julio
Setiembre
Noviembre
Enero
Marzo
Mayo
Mayo
Figura 3. Promedio de recuento de huevos (HPG) de la invernada-reposición en base a más del 55 % o menos del 50 %
de pasturas perennes y promedios de tres años secos (2004 al 2006) solo sobre verdeos invernales.
64
Nematodirus Oesophagostomum Cooperia
Trichostrongylus Ostertagia Haemonchus
100 %
90 %
80 %
70 %
60 %
50 %
40 %
30 %
20 %
10 %
0 %
M A M J J A S O N D J A S O N
Figura 4. Géneros de nematodos predominantes recuperados de coprocultivos de invernadas en pasturas perennes del
sureste y de verdeos suroeste de Córdoba.
pasturas perennes y de verdeos. Esta figura también La implicancia epidemiológica de esta elevación
incluye datos de valores de HPG muy bajos del su- delnivel de HPG posparto dependería de las caracte-
doeste de Córdoba (Lovera et al., 2008) provenientes rísticas de los sistemas productivos pero, en general,
de invernadas en verdeos de invierno. reviste poca importancia epidemiológica por ser tan
bajos. En las vacas, los géneros predominantes en
En la figura 4 se observa la variación estacional de las heces son Ostertagia y Trichostrongylus en invier-
géneros de nematodos eliminados por heces durante no-primavera y Haemonchus y Ostertagia en verano-
invernadas tradicionales a pasto en el este de La otoño. Los terneros presentan niveles de HPG positi-
Pampa y oeste de Buenos Aires. En ellos predomi- vos a partir de aproximadamente los tres meses de
nan: Haemonchus desde mediados de verano hasta vida, los cuales se elevan hacia el final del verano,
promediar el otoño, Cooperia y Ostertagia hasta la predominando el género Haemonchus (Suárez et al.,
primavera, Ostertagia y Haemonchus durante el vera- 1992).
no y luego en el otoño siguiente prevalece Ostertagia
acompañado por un aumento de Trichostrongylus
(Suárez, 1994). Este mismo perfil de géneros fue re- 2.1.3. Disponibilidad de larvas en los potreros
gistrado en San Luis (Rossanigo et al., 1988) y en el
sudoeste (Lovera et al., 2008; Rossanigo, 2005) y su- El nivel de larvas en el pasto depende del grado de
deste (Descarga, 2001) de Córdoba en pasturas pe- desarrollo de los huevos en la materia fecal y de su
rennes y verdeos. tasa de mortalidad, lo cual está relacionado directa-
mente con cada especie de nematodo, la tasa de de-
En los sistemas de cría desde el parto hasta el deste- gradación de las excretas y la desecación ambiental.
te la variación de los niveles de HPG sigue otro patrón
fuertemente influenciado por el parto y el amamanta- Los estudios realizados en la región (Suárez y Loren-
miento. En un estudio de tres años en La Pampa zo, 2000; Suárez, 2001) muestran (fig. 5) que los hue-
(Suárez, 1994; Suárez y Busetti, 1994) se observó vos eliminados en las heces desde mediados de fe-
que las vacas mostraron un incremento del nivel de brero hasta abril y principios de otoño desarrollan a
HPG posparto, el cual desciende luego de 60 días, larvas infestantes, respectivamente, en 8 a 10 y 10 a
siempre con niveles muy bajos. En sistemas pastori- 14 días y que pueden estar disponibles en el pasto en
les intensificados del sudeste de Córdoba se compro- 20 a 35 días. La mayor parte de las L3 recuperadas en
bó esta misma tendencia pero con valores de HPG otoño proviene de las heces depositadas a fines de
entre dos y tres veces superiores a los niveles verano. Casi el 50 % de los huevos eliminados por
preparto, durante los 30 a 60 días inmediatos a la heces en el otoño desarrollan a L3 y, de registrarse o
parición (Descarga et al., 2011). no precipitaciones, pueden alcanzar los pastos en in-
vierno o migrar en primavera pero con una elevada
65
25 50
20 % L3 en las excretas 40
% L3 en pasto
15 30
10 20
5 10
0 0
0 30 60 90 120 150 180 210 240 270 300 330
25 50
20 40
% L 3 en las excretas
15 % L 3 en pasto 30
Porcentaje de L3 en las excretas
Porcentaje de L3 en el pasto
10 20
5 10
0 0
0 30 60 90 120 150 180 210 240 270 300 330
25 50
% L3 en las excretas
20 % L3 en pasto 40
15 30
10 20
5 10
0 0
0 30 60 90 120 150 180 210 240 270 300 330
25 50
20 40
% L3 en las excretas
15 % L3 en pasto 30
10 20
5 10
0 0
0 30 60 90 120 150 180 210 240 270 300 330
Días posdepósito
Figura 5. Porcentaje promedio de larvas infestantes (L3) recuperadas del recuento de HPG inicial de las excretas depo-
sitadas en diferentes períodos y L3 del pasto circundante (porcentaje del total recuperado en el seguimiento). Depósitos
realizados a) del 20 de febrero al 19 de marzo; b) del 21 de marzo al 31 de mayo; c) del 14 de junio al 10 de setiembre;
d) del 14 de oct al 31 de enero.
66
mm
90
5000
Testigo sin tratar 80
Estrategia de tratam.
4000 70
Lluvia (mm)
L3/kg de materia seca
60
3000
50
40
2000
30
20
1000
10
0 0
M M A A A M M J J Jl Jl A A S S O O N N D D E E F F M
Figura 6. Lluvias semanales y promedios de L3/kg MS en potreros con invernada bajo estrategia de control antihelmíntico
y testigos sin tratamiento (Descarga, 2001).
estas pueden liberar de golpe un elevado número de dentro de los depósitos de materia fecal (8 a 9 días),
larvas que han quedado retenidas en las heces desde presentan mayor tasa de mortalidad por las altas tem-
fines del otoño y a fines de invierno contaminar peli- peraturas y menor liberación hacia el pasto cuando
grosamente los potreros (fig. 6). En el sur de Córdo- hay lapsos de seca estival. Si, por el contrario, llueve
ba, el mayor pico de liberación de larvas supervivien- tienen una elevada tasa de migración y también de
tes al invierno se dio en octubre, a veces con registros mortalidad debido a la desecación primavero-estival
superiores a las 30 000 L3/kg MS (Descarga, 2001). (Suárez y Lorenzo, 2000).
Las larvas de los depósitos de heces realizados de Los estudios de supervivencia de formas de vida libre
mediados de primavera y mediados de verano, a pe- efectuados en San Luis (Rossanigo et al.,1999) reve-
sar de condiciones iniciales de desarrollo favorables lan que la supervivencia anual, en porcentaje, fue de
150
80
60 100
40
50
20
0
0
· · J JAS ON D E F MA M J J A S ON D E F M A M J · ·
Meses
Figura 7. Evolución media de la humedad ponderal (HP) en las heces tras los depósitos mensuales efectuados durante
un año en la región semiárida central.
67
Acúmulo L3 - % HP - mm de lluvia Temperatura media
30
Acúmulo L3 bosta Acúmulo L3 pasto HP medio mm lluvia Temperatura media
200 25
20
150
15
100
10
5
50
0
0
· J J A S O N D E F M A M J J A S O N D E F M A M ·
Meses
Figura 8. Supervivencia acumulada de L3 recuperadas de materia fecal y forraje tras los depósitos mensuales de un año
(junio a mayo).
7, 3, 10, 13, 26, 22, 31, 76, 36, 1, 4 y 0 de enero a porcentaje, de 38, 5, 41, 84, 88, 7, 5, 11, 82, 15, 13 y 3
diciembre, respectivamente. Las variables que inter- de enero a diciembre, respectivamente. La variable
vienen de manera significativa, son el contenido de climática que intervino de manera positiva en el vera-
agua fecal como factor positivo más importante y la no fue la precipitación, y en forma negativa fueron los
temperatura máxima como segundo factor limitante. días con temperaturas superiores a 35 °C, mientras
En la figura 7 se observa la evolución media del con- que en el otoño-invierno la humedad relativa ambien-
tenido de agua de las heces en la región semiárida te fue la variable positiva de mayor peso. El período
central. En el INTA Villa Mercedes la supervivencia máximo de supervivencia de al menos el 1 % de las L3
anual en la pastura tras los mismos depósitos fue, en en la materia fecal fue de nueve meses tras el depósi-
10 000 Trichostrongylus
Haemonchus
Cooperia
8000
Ostertagia
Número de vermes
6000
4000
2000
0
Otoño Invierno Primavera Verano Otoño Invierno Primavera Verano
Figura 9. Promedio del total de vermes recuperados de los terneros trazadores a través de invernadas y recrías en
sistemas donde predominaban los verdeos anuales (a) y pasturas perennes (b) (Suárez, 1992).
68
to de agosto y en la pastura de 12 meses tras los de- ma convencional, la disponibilidad de larvas es nula
pósitos de abril y mayo. El período de invierno-princi- (Suárez, 1990b). Bajo siembra directa, en verdeos
pio de primavera es el más beneficioso para la super- pastoreados e infestados hacia el final de diciembre,
vivencia de las L3 en la materia fecal, mientras las al- la recuperación al inicio del pastoreo fue muy baja
tas temperaturas del verano originan una mortalidad (<50 L3/kg MS) (Suárez et al., 2008).
elevada de L3 y las buenas condiciones climáticas de
otoño aseguran el mayor pico de L3 en el pasto entre En los sistemas de cría, desde el parto hasta el deste-
marzo y mayo (fig. 8). te, el número de larvas recuperadas mediante los ter-
neros trazadores es bajo. Igualmente a partir de la
La mayor cantidad de larvas infestantes disponibles destrucción paulatina de la materia fecal de las vacas,
se presenta en el primer otoño. En los sistemas de una pequeña cantidad de larvas son liberadas en
destete precoz, donde las pasturas comienzan a ser oleadas a los potreros durante el verano. Esto asegu-
pastoreadas a mediados del verano, la disponibilidad ra un pie de infestación inicial para los terneros, que
estacional de larvas empieza a ser alta al final del ve- luego reinfestan los potreros hacia el otoño. La conta-
rano, como en los sistemas de cría (Suárez, 1990b). minación de los potreros nunca superó las 400 L3/kg
La disponibilidad de especies para la invernada de materia seca (Suárez et al., 1992).
muestra un patrón estacional (fig. 9), con mayor pre-
sencia anual de larvas de Ostertagia y un predominio El nivel de infestación de una pastura dependerá
otoño-invernal de todas las especies, salvo Haemon- de: a) la carga animal, a mayor concentración ma-
chus, de presencia estivo-otoñal. La figura 9 eviden- yor riesgo parasitario, b) el nivel de huevos de ne-
cia cómo varía el grado de contaminación de los po- matodos (HPG) eliminados por las heces, c) la
treros de acuerdo con la base forrajera de los siste- tasa de desarrollo y supervivencia de las larvas de
mas: baja disponibilidad de larvas en los momentos vida libre, d) la calidad, altura y densidad de la co-
con mayor oferta de cultivos anuales (períodos 81/82 bertura vegetal.
y 82/83) y baja carga animal (< 1,5 cab./ha) y alta dis-
ponibilidad en períodos de mayor porcentaje de pas-
turas perennes (85/86 y 86/87) y alta carga (> de 3
cab./ha). Estudios hechos en el SE de Córdoba 2.1.4. Carga de nematodos en los huéspedes
muestran cómo el perfil de géneros está también do-
Las cargas parasitarias presentan una escasa varia-
minado por la asociación Ostertagia/Cooperia (fig.
ción estacional (Suárez, 1990a), que obedece a un
10), con aumento progresivo del primero (Descarga,
equilibrio natural entre la oferta de parásitos y la pre-
2001).
sencia de huéspedes susceptibles o resistentes. La
En la región central, al inicio y durante el primer mes figura 11 muestra este patrón estacional a través de
de pastoreo de verdeos de invierno sembrados en for-
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
A A My J J Jl Ag Ag S O O N D E E F M
Figura 10. Géneros de nematodos (%) recuperados del pasto a través de invernadas del sudeste de Córdoba.
69
45 000
40 000 Haemonchus
Trichostrongylus
35 000
Cooperia
30 000 Ostertagia
Número de vermes
25 000
20 000
15 000
10 000
5 000
0
F M A M J J A S O N D E F M A M J J A S O N
Figura 11. Promedio de las cargas parasitarias totales (discriminadas por género de nematodo) recuperadas de bovinos
en crecimiento de diversas invernadas (Suárez, 1993).
25 000
Ostertagia adultos
20 000
Ostertagia L4i
Ostertagia L4d e inmaduros
Número de vermes
15 000
10 000
5 000
0
F M A M J J A S O N D E F M A M J J A S O N
Figura 12. Promedio de las cargas parasitarias totales (discriminadas por género de nematodo) recuperadas de bovinos
en crecimiento de diversas invernadas (Suárez, 1993).
70
Ostertagia adultos Ostertagia L4i
100 %
90 %
80 %
70 %
60 %
50 %
40 %
30 %
20 %
10 %
0%
Otoño Invierno Primavera Verano
Figura 13. Proporción de larvas de cuarto estado inicial (L4i en hipobiosis) de Ostertagia ostertagi recuperadas de terne-
ros trazadores a lo largo del año (Suárez, 1990b).
71
Ostertagia Cooperia spp. T. axei H. placei
20 000
18 000
16 000
Número de vermes
14 000
12 000
10 000
8 000
6 000
4 000
2 000
0
Feb Abr Jul Ago Oct Dic Feb Abr Jun Ago Oct
Figura 14. Gastroenteritis verminosa mixta (detallando la variación de las cargas de los diferentes géneros) en terneros
en crecimiento hasta pasados sus dos años de edad (Suárez, 1995).
72
que superan el año (16,3 %), aunque las cargas más La reducción de la eficiencia de conversión de pasto a
altas no superaron los 20 individuos (Suárez, 1990a; carne y la consecuente disminución de la ganancia de
1990b). peso, es el mayor daño provocado por los vermes; la
principal causa de esto es la depresión del consumo
Nematodirus helvetianus. Solo fue recuperado en ter- que presentan los animales parasitados (Fox et al.,
neros jóvenes menores al año de edad en bajo núme- 1989). En tres ensayos en la región bajo infestaciones
ro y prevalencia. En la región semiárida solo se com- naturales moderadas, dos en condiciones de estabu-
probó su presencia en años húmedos y en terneros lación y otro de pastoreo, se estimó una reducción en
sobre pasturas perennes. Es más frecuente en el este el consumo del 18 %, 8,4 % y 24,9 % respectivamen-
en la región subhúmeda pampeana o en terneros de te (Rossanigo et al., 1986; Rossanigo et al., 1992b;
tambo. En recrías, donde el uso frecuente de aver- Suárez et al., 1999), que representaron 0,44, 0,32 y
mectinas elimina otras especies de vermes, su pre- 1,35 kg/día menos de materia seca consumida, res-
sencia es mayor (Suárez, datos no publicados). pectivamente. En el primer estudio en estabulación
Dictyocaulus viviparus. Prevalece desde fines de in- Rossanigo et al. (1986) demostraron la relación nega-
vierno a fines de primavera, siempre asociado a car- tiva entre el consumo y los recuentos de huevos con
gas muy bajas (< 25 vermes), animales jóvenes y una reducción significativa del consumo con niveles
años húmedos. Su prevalencia fue del 5 % en siste- de HPG entre 150 y 200 (fig. 15).
mas con una proporción elevada de cultivos anuales y
2,9
del 23,9 % en invernadas en base a pasturas peren-
nes. Aunque Dictyocaulus no tendría efectos en la 2,7
R2 = 0,74
producción vacuna, se registraron algunos casos clí-
Consumo (kg MS)
2,5
nicos de dictiocaulosis tanto en la provincia de San
2,3
Luis como en el sudoeste de Córdoba en animales
jóvenes con una morbilidad que no superó el 14 % y 2,1
73
Control GPV Estrat. de trat. GPV
250 4,5
4
200 3,5
3
150
Kilogramos
mg/ml
2,5
2
100
1,5
50 1
0,5
0 0
M J J A S O N D E F M
Figura 16. Promedios de peso vivo y albuminemia en bovinos de invernada tratados estratégicamente y testigos sin
tratamiento (Descarga, 2001).
más elevado de pepsinógeno sérico. Estos paráme- que produce, la enfermedad ha sido clasificada como
tros, sumados a la observación de edema de cuajo y de síndrome de tipo 1 y de tipo 2 y al intervalo de tiem-
generalizado, muestran la mayor respuesta de hiper- po que precede a este último como pretipo 2 (Armour,
sensibilidad inmediata de estos biotipos en compara- 1980). Debido a las similitudes regionales con esa
ción con los británicos frente a O. ostertagi y T. axei, descripción, y a pesar de haber otros patrones epide-
que perjudicaría la productividad de los biotipos miológicos, se adoptó esta misma terminología para
cebuinos. la descripción.
74
edemas y mortalidad del 1 % al 11 % . Observaciones casi siempre presentes y ciertas veces en número
personales (Suárez, datos no publicados) sugieren suficiente como para adjudicarles gran parte de los
que en años con primaveras más húmedas la oferta efectos nocivos. Por lo general, los hallazgos de ne-
de larvas sería más constante y la desinhibición en cropsia y los estudios indican que Cooperia spp. es el
oleadas y menos traumáticas. Por el contrario, en pri- género que acompaña en mayor número a Ostertagia
maveras con un retraso en las lluvias la oferta de lar- en los casos clínicos o subclínicos observados en ter-
vas sería masiva en algunos momentos, al igual que neros de destete durante el invierno. Cooperia, por su
una abrupta desinhibición posterior y signos clínicos ubicación, en el intestino potencia los efectos de las
evidentes hacia mediados o fines del verano. Esta especies residentes en el cuajo.
ruptura masiva de la mucosa gástrica muestra una
alta mortalidad y baja morbilidad. Muchas veces estos A pesar que las poblaciones de Trichostrongylus axei
casos de tipo 2 se complican con la ingesta masiva de son más numerosas en animales de sobreaño, bajo
larvas infestantes que producen parasitosis mixtas, ciertas condiciones de manejo se ha registrado alto
solapando ambos síndromes y agravando los efectos. número de T. axei en terneros de destete hacia me-
diados del invierno, causando deshidratación y poten-
La figura 17 muestra la variación del pepsinógeno sé- ciando los efectos de Ostertagia. En el este de La
rico en la invernada (Suárez et al., 2001) y las diferen- Pampa, se registraron dos casos clínicos de trichos-
cias existentes entre dos lotes infestados naturalmen- trongilosis casi pura, uno en toritos Brangus de alre-
te sin desparasitar y otro control tratado mensualmen- dedor dos años y otro en terneros de destete a media-
te; además, en la segunda parte de la invernada dos dos del invierno con una mortalidad del 12 % (Suárez
lotes de terneros de destete, uno sin tratar y un con- et al., 1995).
trol tratado. Asimismo, se observa cómo varían los ni-
veles a medida que los bovinos crecen y adquieren En cuanto a Haemonchus placei, su marcada estacio-
mayor inmunidad nalidad y la reducida dimensión de sus poblaciones
hacen que solo complemente los efectos nocivos so-
bre la producción de las otras especies prevalentes.
En aquellos rodeos donde se hace destete precoz a
Participación de otros nematodos mediados de verano o en recrías de tambo, las car-
Además de la presencia de O. ostertagi en los casos gas alcanzadas por Haemonchus serían de riesgo
de GEV, Cooperia spp., T. axei y H. placei se hallan (Suárez, datos no publicados).
3500
Grupo sin tratar
3000 Grupo tratado
2000
1500
1000
500
0
A M J J A S O N D E F M A M J J
Figura 17. Variación del pepsinógeno sérico (mU de tirosina) en la invernada y diferencias existentes entre dos lotes
infestados naturalmente sin desparasitar y otro control tratado mensualmente (Suárez et al., 1999b).
75
2.2.2. Impacto productivo en la recría e en vacas de cría y de tambo es una de las principales
invernada etiologías del síndrome de emaciación en las vacas
adultas.
2.2.2.1. Mortalidad
Este efecto es lo más impactante pero poco frecuen- 2.2.2.2. Reducción en la ganancia de peso vivo
te. Las muertes se deben al deterioro corporal por
Las mayores pérdidas se producen en las invernadas
pérdida de nutrientes, diarrea y deshidratación. En la
pastoriles. En los engordes a corral los terneros resul-
región pampeana son causa de muerte elevadas in-
tan afectados solo por el nivel de la carga parasitaria
festaciones mixtas, predominantemente por Osterta-
previa al encierre.
gia, Cooperia y Trichostrongylus, ocurridas durante el
primer año de vida de los terneros, generalmente de Terneros/as de engorde o reposición: es la catego-
abril a agosto. Presentan niveles de HPG moderados ría más afectada y las mayores pérdidas ocurren des-
a altos, alta morbilidad, con mal aspecto, pelo hirsuto, pués del destete durante el primer otoño-invierno de
diarreas y mortalidad no mayor del 3 %. Como mues- pastoreo, con pérdidas subclínicas que van del 9 % al
tra se cita un caso extremo en un ensayo del INTA- 22 %, y que representan unos 18 a 44 kg al alcanzar
Anguil donde el grupo libre de parásitos produjo 407,7 el año de edad (Suárez, 1995; Tolosa et al., 1993; Ro-
kg/ha y el parasitado sufrió una mortalidad del 13 % y ssanigo, 2005). El efecto negativo de los nemato-
produjo 249,7 kg/ha. dos sobre el consumo, el metabolismo proteico y
energético y sobre el balance hídrico de los terneros
Aunque es menos frecuente, en animales que supe-
en esta etapa de su crecimiento, produce cambios
ran los 18 meses de edad, en el final del verano y
irreversibles que impiden lograr ganancias compen-
otoño se observan muertes por desinhibición masiva
satorias en la primavera o el verano, cuando los ter-
de Ostertagia e infestaciones simultáneas o posterio-
neros adquieren inmunidad, produciendo retrasos en
res por ingestión de L3 de las pasturas. Estas provo-
los ciclos productivos (Suárez y Busetti, 1989).
can reacciones de tipo alérgico; se caracterizan por
una morbilidad reducida con niveles bajos o nulos de En las figuras 18 y 19 se presentan ejemplos de dife-
HPG, diarreas profusas, edemas submandibulares y rentes efectos de los vermes. En el primer caso se
edema de cuajo. En el sudeste de Córdoba, el INTA trató de una infestación natural moderada en terneros
Marcos Juárez comprobó que la ostertagiasis tipo 2 de destete y su efecto residual sobre el engorde en
140
GST
120
GTmin (MXD)
100
GTS (IVM)
Kilogramos
80
60
40
20
Figura 18. Ganancia de peso vivo de tres grupos de terneros de destete sobre verdeos de avena. GST: Grupo sin
tratamiento, GTmin: grupo con tratamiento mínimo con moxidectina al ingreso y GTS: grupo tratado sistemáticamente
con ivermectina (Suárez y Cristel, 2005)
76
300
GTM
250 GTE
GST
200
Kilogramos
150
100
50
A M J J A S O N D E F M A
Figura 19. Ganancia de peso vivo de tres grupos de bovinos en crecimiento sobre pasturas perennes desde el destete
hasta la terminación de la invernada corta. GST: Grupo sin tratamiento, GTE: grupo con tratamiento estratégico con
ivermectina y GTM: grupo tratado mensualmente con ivermectina.
verdeos seguros a razón de 1,5 cab./ha. El grupo tra- tras que entre los grupos de Santa Gertrudis fue su-
tado, desparasitado únicamente al entrar a los perior un 28,8 % (Suárez et al., 1997).
verdeos de avena no contaminados, tuvo un incre-
mento de 313 g/diarios (20 %) más que el grupo con- Ensayos realizados en la Pampa, en la zona del
trol infestado sin tratamiento inicial. Esto muestra Caldenal pampeano, con la recría de hembras de re-
cómo el efecto negativo de las cargas previas al en- posición a partir del destete, muestran que hasta una
trar a los verdeos permaneció por más de dos meses densidad de pastoreo de 2 ha por cabeza las pobla-
en los terneros de recría, a pesar de la excelente cali- ciones de nematodos podrían ser importantes hacia
dad de la avena y sin compensación posterior el final del invierno en años húmedos y afectar la ga-
(Suárez y Cristel, 2005). En el segundo (fig. 19), se nancia de peso (Suárez et al., 1993a). A medida que
muestra la ganancia de peso vivo de una invernada las recrías se llevan a cabo más al oeste, con lluvias
bajo infestación natural intensa, donde el grupo con- anuales de menos de 450 mm y con receptividades
trol (GSD) mostró signos clínicos de GEV y un 13 % que no superan una cabeza cada 5 a 10 ha, las car-
de muertes y una pérdida de 150 kg/ha. gas de nematodos son bajas y carecen de importan-
cia en producción (Suárez et al., 1993b).
Los grupos tratados (GDM: desparasitado mensual-
mente; GDE: desparasitado estratégicamente) gana- En vacunos de engorde mayores al año de edad.
ron un 38 % más de peso vivo que el control (Suárez En general, se observan pérdidas subclínicas en
et al., 1991). Adicionalmente, un ensayo similar reali- aquellos planteos pastoriles intensivos o con restric-
zado en el SE de Córdoba, reveló diferencias de 35 ciones alimentarias, donde la hacienda se engorda en
kg a favor del grupo tratado durante el período abril- pasturas perennes, cuya contaminación se eleva des-
setiembre (Descarga, 1994). de la primavera hacia febrero-marzo, momento en el
cual esta categoría de aproximadamente 18 meses
Ensayos regionales muestran una menor resistencia de edad sufre pérdidas en la ganancia de peso del
frente a los nematodos de las razas con sangre cebui- orden del 7 % al 11% (Suárez et al., 1987, Suárez,
na (Bos indicus) que las británicas o criollas (B. 1992). También estas pérdidas pueden deberse a tra-
taurus). Al comparar los grupos tratados y los contro- tamientos antihelmínticos supresores previos. Los
les, la respuesta al tratamiento de los Aberdeen ensayos del INTA Anguil muestran que novillos de 18
Angus fue del 17,7 % en la ganancia de peso, mien- meses tratados mensualmente durante su recría
77
posdestete (de abril a octubre), tuvieron mayores ni- te, las pérdidas en los primeros meses de lactancia se
veles de HPG y menor ganancia de peso que los con- debieron a una menor producción de leche de las va-
troles sin tratamiento previo (Suárez y Busetti, 2000; cas no tratadas, ya que en otro ensayo hecho en
Suárez et al., 2001). Cnel. Sarmiento, Córdoba, donde solo se desparasi-
taron los terneros no se hallaron diferencias en la ga-
nancia de peso con el lote control (Rossanigo, no pu-
2.2.2.3. Otros efectos blicado). En el SE de Córdoba se comprobaron dife-
Producto final. Los nematodos gastrointestinales rencias de 6,9 kg de peso vivo entre terneros al pie de
afectan la calidad de la res. Las alteraciones sobre la la madre tratados mensualmente con oxfendazole
digestión y absorción, la inflamación de las paredes frente a los testigos sin tratamiento entre diciembre y
gastroentéricas con la consecuente pérdida endóge- abril (Descarga, 1994).
na de proteínas y la menor tasa de utilización energé-
tica afectan fuertemente el desarrollo óseo y muscu-
2.2.3.2. Tambo
lar. En una invernada que padeció una grave infesta-
ción durante el primer otoño-invierno de vida se ob- En el sudeste y centro de Córdoba se comprobó un
servaron reducciones del 16,6 %, 32 % y 14,6 %, res- significativo efecto de la GEV sobre el peso vivo en
pectivamente, en el porcentaje total de músculo, gra- recría de terneras Holando Argentino (Descarga et
sa y hueso a la faena (18 meses de edad) al compa- al., 1994; Fader y Descarga, 2000). La parasitosis ge-
rarlos con lotes con tratamiento estratégico ya termi- neró diferencias de 40 a 140 g en la ganancia diaria
nado (Suárez et al., 1991). en el sudeste, en tanto que en el centro, los desleches
de otoño y primavera que se aislaron del efecto pará-
Susceptibilidad frente a otras patologías. Muchos sito superaron en 32 kg a los testigos al momento del
autores tratan el efecto depresor no específico (inmu- servicio (fig. 20).
nomodulación) de los parásitos sobre la respuesta in-
munitaria del huésped (Barriga, 1984). En ese senti- No obstante ciertas limitantes debido al escaso núme-
do, ensayos llevados a cabo en el INTA Anguil ro de ensayos y sus diseños que no permiten genera-
(Suárez et al., 1999b) indicaron que bovinos jóvenes lizar las conclusiones, se destaca un estudio hecho
con infestaciones por nematodos naturales modera- en Bélgica donde se observó un mayor desarrollo de
das y vacunados con Brucella abortus (Cepa 19), lue- las vaquillonas tratadas en la recría con respecto a
go de la vacunación presentaron títulos antibrucélicos las controles y una mayor producción de leche poste-
menores y menos persistentes que el grupo control rior en su primera lactancia (Van Adrichem y Shaw,
desparasitado. 1977).
78
180 Cuadro 3. Prevalencia (P), número medio (NM) y cargas
Trat. sistemático
160
extremas (CE) de las especies de nematodes recupera-
Testigo sin trat.
dos en la provincia de La Pampa (Suárez 1986; Suarez,
140 2007).
120
Especies P NM CE
100
Kilogramos
100
79
16 000 Ovejas de cría
Corderos c/verdeos
14 000
Corderos c/pasturas
Huevos por gramo 12 000
10 000
Destete
8 000
6 000
Parición
4 000
2 000
0
Ago Oct Dic Feb Abr Jun Ago Oct
Figura 21. Recuento de huevos de ovejas madres y de corderos en crecimiento manejados sobre sistemas con predomi-
nio de pasturas o de verdeos en la región semiárida pampeana (Suárez, 2007).
Cooperia Nematodirus
Oesophagostomum Teladorsagia
Trichostrongylus Haemonchus
Huevos por gramo
100 % 1800
1600
80 % 1400
Huevos por gramo
1200
60 %
1000
800
40 %
600
20 % 400
200
0% 0
O N D E F M A M J J A S O N D
Figura 22. Recuento promedio de huevos y porcentaje de larvas predominantes en caprinos, registrados en sistemas
reales en San Luis (Rossanigo y Silva Colomer, 1993; Rossanigo y Frigerio, 2000).
80
En la figura 22 se muestra la tendencia estacional del meses. Los porcentajes hallados de larvas de 4 esta-
valor de los HPG y de los géneros de nematodos que do inicial (L4i) fueron del 68 %, 70 %, 75 % y 20 % para
lo componen en cabras adultas parasitadas, someti- los recuentos realizados en abril, mayo, junio y julio,
das al manejo animal característico de la región cen- respectivamente.
tral. Se observa claramente una elevación del nivel de
HPG coincidiendo con las épocas de parición de pri- La disponibilidad de larvas de Trichostrongylus spp.
mavera-verano (noviembre-diciembre) y de fin de oto- es mayor de abril a julio (fig. 24) al igual que lo obser-
ño (mayo-julio), ya descrita en ovinos (Suárez y vado para Nematodirus. También desde el otoño has-
Busetti, 1995; Tolosa et al., 1997). La mayor elimina- ta primavera en el pasto hay pocas larvas de Telador-
ción de huevos en primavera-verano está ligada a la sagia circumcincta, Ostertagia ostertagi y Cooperia
presencia de Haemonchus, que puede ser de 80 % spp., en tanto que los géneros Trichuris y Oesopha-
del total (Molina et al., 1997; Rossanigo y Frigerio, gostomum están presentes en forma intermitente du-
2000). En los llanos de La Rioja, en dos estudios rante el año, pero preferentemente en otoño.
(Dayenoff et al., 1996) se registró el pico de HPG en
febrero, y en Santiago del Estero (Molina et al., 1997)
en febrero-abril. Strongyloides papillosus se eleva en 3.1.4. Cargas parasitarias en los huéspedes
los meses de primavera-verano. A lo largo de cuatro ciclos de cría se observó la carga
estacional de vermes en cuanto a número y composi-
ción en corderos en crecimiento desde los 2 hasta los
3.1.3. Disponibilidad de larvas en los potreros 15 meses de edad. Las cargas de Haemonchus con-
La disponibilidad de larvas de cada especie presenta tortus, como lo grafica la figura 23, comienzan a
ciclo tras ciclo una tendencia estacional similar. incrementarse a partir de los tres meses de vida de
corderos de parición primaveral, alrededor del deste-
Las disponibilidad de Haemonchus contortus en los te. Las cargas más elevadas se presentan durante el
pastos es significativamente mayor de enero a abril, verano e inicios de otoño, lo que configura el período
para luego descender y ser menor de junio a octubre de mayor riesgo para la salud de los corderos. Cuan-
(Suárez, 2007). Una característica durante el otoño do los veranos se presentan lluviosos, las poblacio-
es que un porcentaje elevado de las larvas ingeridas nes se incrementan rápidamente, y cuando son más
frenan su desarrollo en estado 4 por un lapso de tres bien secos estas aumentan de número hacia el otoño.
4500
Haemonchus adultos
4000
Haemonchus juveniles
3500
Número de nematodos
Haemonchus L4
3000
2500
2000
1500
1000
500
0
N D E F N A M J J A S O N
Figura 23. Promedio de las cargas parasitarias de Haemonchus contortus durante de la recría de corderos en La Pampa
(Suárez, 2007).
81
1200
T. colubriformis (permanentes)
800
600
400
200
0
N D E F N A M J J A S O N D
Figura 24. Promedio de disponibilidad en los potreros de larvas de Trichstrongylus colubriformis (T. colub. trazadores) y
de las cargas parasitarias en corderos de T. colubriformis (T. colub. permanentes) y T. axei (T. axei permanentes) durante
la recría de corderos.
A partir de junio, las cargas descienden bruscamente Nematodirus spp. Las especies recuperadas (Suá-
hasta mediados de primavera, cuando empiezan a rez y Busetti, 1995) fueron N. spathiger (72 %), N.
elevarse de nuevo. Para el caso de pariciones otoño- oiratianus (16 %) y N. abnormalis (12 %). Las cargas
invernales, las infestaciones de los corderos son ba- recuperadas de los corderos, por lo general de nivel
jas, sin riesgos, incrementándose desde mediados de bajo, se elevan desde el inicio del consumo de pasto
primavera, para luego presentar una tendencia simi- hasta el cuarto o quinto mes de vida de los corderos
lar a los nacidos en primavera. A partir del otoño una en el verano, para luego mantenerse estables hasta
proporción importante de la población de Haemon- el inicio del otoño, donde una proporción (11% a 19
chus está constituida por larvas de estado inicial 4 y %) de la población está conformada por larvas L4.
en menor medida de larvas 4 en estados de desarro-
llo más avanzados (L4d) y juveniles no maduros. Las Trichostrongylus spp. La especie predominante es
proporciones de los diferentes estados hallados a lo Trichostrongylus colubriformis y, en menor medida, T.
largo del año son 52 % y 7 % en abril, 35 % y 15 % en axei. La figura 24 muestra la variación estacional de
mayo, 23 %, 8 % en junio, 40 % y 4 % en julio y 29 % sus poblaciones en los corderos en crecimiento. A
y 23 % en agosto para los estados L4i y L4d, respecti- partir del destete las cargas de T. colubriformis en los
vamente. huéspedes crecen lentamente, manteniéndose bajas
Este tipo de estructura en las poblaciones de Hae- en verano para elevarse en otoño y alcanzar un pico
monchus (Suárez y Busetti, 1995) ha sido observada moderado en invierno. La prevalencia y el número de
también en Uruguay (Nari et al., 1982). El hallazgo T. axei recuperados son mayores cuando los ovinos
conjunto de formas larvarias con diferente grado de se manejan junto con bovinos (Suárez y Busetti,
desarrollo fundamentalmente a partir de mayo, no in- 1995).
dicaría un período definido de freno del desarrollo.
Probablemente como ya se mencionó, el desarrollo Otros vermes recuperados. Teladorsagia circum-
creciente de la inmunidad de los corderos (Miller et cincta y su forma polimórfica (Suárez y Cabaret,
al., 1983), más el incremento de la densidad poblacio- 1992) se observa por lo general en bajo número des-
nal de Haemonchus (Barger et al., 1985) frenarían la de otoño hasta fines de primavera. Está asociado a
inhibición del desarrollo de una proporción importante períodos húmedos o sistemas de mayor carga ovina
de las larvas ingeridas. Todos estos procesos ocurri- con utilización de pasturas perennes. A partir de la
dos durante el otoño producen la caída del nivel de década de 1990, se registró un aumento en su fre-
HPG y el denominado fenómeno de autocuración. cuencia y abundancia, probablemente debido al in-
82
cremento de las precipitaciones (Suárez, datos no pu- tratados (Suárez, 1985b). Estos datos fueron registra-
blicados). dos en mayo luego de padecer durante el verano una
parasitosis moderada o graves, respectivamente, en
El género Oesophagostomum por lo general siempre el primer caso o en el segundo.
se recupera en bajo número y mayormente desde el
verano hacia el otoño. O. venulosum es la especie
que aparaece con mayor frecuencia (> 70 %). 3.2.1.3. Producción de lana
Bajísimas cargas de Trichuris ovis fueron registradas
a lo largo del año. Por otro lado, Chabertia ovina y En La Pampa, Suárez et al. (1990) compararon la pro-
Dictyocaulus filaria son recuperados en escaso nú- ducción de corderos que sufrieron los efectos de una
meros y esporádicamente desde el final del invierno y haemonchosis aguda, contra otros tratados quince-
primavera, en sistemas con elevado uso de pasturas nalmente. Al final del otoño los borregos infestados
perennes. Cooperia curticei, especie afín al huésped mostraron una disminución del peso del vellón sucio
ovino, fue hallada esporádicamente y en bajísimo nú- (PVS) del 9,9 % (2,99 frente a 3,32 kg) y de la finura
mero en sistemas donde predominan las pasturas pe- de la fibra (27,2 frente a 29,2 micrones). En la esquila
rennes y hacia el este de la región semiárida (Suárez, de noviembre volvió a registrarse una diferencia a fa-
2007). vor del lote tratado del 7 % en el PVS.
83
míntica. Adicionalmente, en San Luis (Rossanigo, no prolificidad y mayor peso de las crías al nacimiento
publicado) se diagnosticaron casos de GEV clínicas respecto al grupo testigo sin desparasitar. Esto puede
con presencia de diarreas, causadas por altas cargas observarse en el cuadro 4, donde se muestran los pa-
de Strongyloides spp. Estos síntomas se deben a que rámetros obtenidos en un ensayo de producción reali-
gran número de sus larvas infestantes se incrustan en zado en Villa Mercedes (Rossanigo y Frigerio, 2000).
las paredes del intestino delgado y crecen hasta adul-
tos, provocando irritación y como consecuencia una Toda esta mejora en las cabras tratadas se refleja en
diarrea profusa, especialmente en animales jóvenes. un incremento significativo de la producción de carne
de cabritos mamones de dos meses de edad respecto
En cabras adultas, estudios realizados en sistemas al grupo que no recibió tratamiento antihelmíntico al-
reales demostraron el efecto sobre la salud de cabras guno. Por ejemplo, en San Luis, el grupo de animales
parasitadas, ya que estas pierden entre 4 y 6 kg de tratados produjo 10,1 kg de carne de cabrito/cabra/
peso vivo con respecto a las tratadas mensualmente año, mientras que el grupo testigo sin desparasitar
(Dayenoff et al., 1996; Rossanigo y Silva Colomer, 5,4 kg de carne (Rossanigo y Frigerio, 2000). Simila-
1993; Rossanigo y Frigerio, 2000). La mayor respues- res resultados se obtuvieron en trabajos de producti-
ta sobre la ganancia de peso se observa en el período vidad hechos en La Rioja (Dayenoff et al., 1996), don-
periparturiento de las cabras. Todo esto se relaciona de se obtuvo 12,3 kg y 8,9 kg, respectivamente.
a que los caprinos tienen mayor susceptibilidad a los
nematodos que el ganado ovino, tanto en animales
jóvenes como en los adultos, lo cual se debe a una 3.2.2.3. Producción de leche
menor eficacia en la respuesta inmunitaria (Hoste y En San Luis, observaciones registradas por Rossani-
Chartier, 1998). go et al. (1999) durante 99 días en sistemas reales de
productores minifundistas que ordeñan para la fabri-
cación artesanal de quesillos o para el autoconsumo,
3.2.2.2. Producción de carne
determinaron que cabras tratadas libres de efecto pa-
Los mismos ensayos demostraron que el mayor peso rásito produjeron 69 g/día de leche más que las ca-
al momento del parto de las cabras madres despara- bras parasitadas (383 g/día frente a 314 g/día). Re-
sitadas, produce también una mejora reproductiva cientemente se reportó en Salta (Aguirre et al., 2000)
que se traduce en un incremento significativo de la un caso de mortandad por nematodiasis y disminu-
Cuadro 4. Parámetros reproductivos de las cabras de los tres grupos del ensayo de Villa Mercedes (O-I: parición otoño-
invierno; P-V: primavera-verano).
Número de cabras 19 17 19
% preñez anual 68,4 a 61,8 a 50 a
% cabras doble preñez anual 42,1 a 23,5 ab 0 b
% partos simples 42,3 a 57,1 a 66,7 a
% partos dobles 57,7 a 42,9 a 33,3 a
Número de crías anuales 41 30 24
Prolificidad anual 1,14 a 0,88 ab 0,63 b
Prolificidad parto O-I 1,53 a 1,41 a 1,33 a
Prolificidad parto P-V 0,79 a 0,35 ab 0 b
Ganancia media (kg) 5,99 a 5,80 a 5,95 a
Kilos de carne carne/cabra/2 partos 10,10 a 7,30 ab 5,44 b
Letras distintas misma fila difieren significativamente; mayúsculas P<0,01, minúsculas P <0,05.
84
OJO: En salicilanilidas uniformicé el criterio de dosis en ovinos y en cabras; ver si está bien (decía 10 - 5
mg/kg, solamente). En Imidazotiazoles la dosis es la misma oral o SC?
Cuadro 5. Antihelmínticos para pequeños rumiantes; dosis específica para el ganado ovino y caprino (Anziani et al.,
2010a).
85
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