Está en la página 1de 31

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.

net/publication/305479160

Epidemiología e impacto productivo de nematodos en la Pampa Central


Argentina

Chapter · October 2013


DOI: 10.13140/RG.2.1.3798.4240

CITATIONS READS

5 1,950

3 authors, including:

Victor Humberto Suarez Carlos Esteban Rossanigo


Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
152 PUBLICATIONS 1,577 CITATIONS 101 PUBLICATIONS 492 CITATIONS

SEE PROFILE SEE PROFILE

All content following this page was uploaded by Carlos Esteban Rossanigo on 21 July 2016.

The user has requested enhancement of the downloaded file.


Capítulo 3:
EPIDEMIOLOGÍA E IMPACTO
PRODUCTIVO DE NEMATODOS EN LA
PAMPA CENTRAL DE ARGENTINA
Víctor Suárez, Carlos Rossanigo, Carlos Descarga

59
1. INTRODUCCIÓN

Clima
Sistemas productivos
Ganadería bovina
Pequeños rumiantes

NEMATODOS QUE PARASITAN LOS BOVINOS

Epidemiología
Especies de nematodos
Contaminación de los potreros
Disponibilidad de larvas en los potreros
Cargas parasitarias en los huéspedes
Impacto productivo
Características y períodos de riesgo
Recría e invernada
Cría y tambo

NEMATODOS QUE PARASITAN LOS PEQUEÑOS RUMIANTES

Epidemiología

Especies de nematodos

Contaminación de los potreros

Disponibilidad de larvas en los potreros

Cargas parasitarias en los huéspedes

Impacto productivo

Haemonchosis y otros nematodos que afectan a los ovinos

Efectos en caprinos

Antihelmínticos en caprinos

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

60
los engordes a corral y sus combinaciones, e impor-
tantes cuencas lecheras. Por su parte, la ganadería
bovina es la actividad sostén de las economías en
1. INTRODUCCIÓN áreas de pastizales naturales y aporta atributos de
sustentabilidad a los sistemas agropecuarios en las
áreas mixtas.
Los nematodos gastrointestinales de los rumiantes se
caracterizan por su estrecha relación con el ambiente La relaciones vaca/stock (0,41) y novillito+novillo/
y los huéspedes. Esta interdependencia hace que va- vaca promedio (0,47) demuestran que las actividades
ríe tanto la diversidad genérica como de especie o la predominantes son la cría-recría extensiva y el ciclo
densidad de las poblaciones de acuerdo con el clima completo, con zonas del sur de Córdoba y noreste de
y manejo de las explotaciones y la especie doméstica La Pampa donde la relación novillito+novillo/vaca su-
que se críe. De esto deriva la importancia de conocer perior al 1,2 reflejan una clara tendencia a la inverna-
las características de la región central, denominada da, tanto pastoril como en sistemas intensivos a co-
semiárida y subhúmeda y de sierras centrales (fig. 1). rral.

Con el objetivo de alcanzar niveles de rentabilidad


competitivos con la producción agrícola, los sistemas
1.1. Clima netamente pastoriles se complementan con modali-
dades de engorde a corral y estrategias de suplemen-
El clima templado es subhúmedo en su sector oriental tación en pastoreo.
y semiárido en el occidental, presentándose un déficit
hídrico invernal para los cultivos que se acentúa de Las razas británicas y sus cruzas son las predomi-
este a sudoeste. La temperatura media anual oscila nantes. Por las características de la alimentación y
de 14 a 17 ºC de sur a norte. Enero es el mes más de los biotipos utilizados, la carne producida es de
caluroso con medias de 20 a 24 ºC, en tanto que julio máxima calidad y constituye la base sobre la que se
presenta 6 a 10 ºC de sur a norte. La máxima absoluta sustenta el consumo interno y el acceso al mercado
registrada promedia entre 42 y 45 ºC y la mínima ab- de exportación.
soluta entre –15 y –10 ºC de sudoeste a nordeste. Las
Algunos de los sistemas actuales y potenciales para
heladas son frecuentes, con período libre de las mis-
diferentes subregiones se detallan a continuación:
mas de 160 a 260 días de sudoeste a nordeste. Las
lluvias predominan entre octubre y abril, aunque ha- i) Semiárida pampeana (400 a 650 mm/año): com-
cia el sur se van concentrando hacia la primavera y el prende la ecorregión del bosque (Caldenal) y
otoño. De noreste a sudoeste las precipitaciones va- médanos pampeanos donde predominan los sis-
rían de 800 a 400 mm, con gran irregularidad y déficit temas de cría y recría con pastizal natural con pro-
hídrico invernal. La humedad relativa ambiente es ducciones de carne de 9 a 20 kg de carne/ha/año.
más elevada en otoño y principios del invierno. Con la incorporación de pasturas perennes
megatérmicas (pasto llorón, Digitaria, Panicum)
se obtienen producciones de 25-35 kg de carne/
1.2. Sistemas productivos ha/año. En los últimos años se desarrollaron siste-
mas de producción de carne intensificados (engor-
de a corral).
1.2.1. Ganadería bovina ii) Subhúmeda pampeana (650 a 850 mm/año):
Durante años, la ganadería vacuna ha mostrado gran abarca la zona oriental de la llanura pampeana
estabilidad en sus parámetros productivos, con algu- con sistemas de tambo en el norte de la región,
nos períodos de crecimiento y de disminución en el mixtos ganadero-agrícolas para carne con activi-
stock. En el cuadro 1 se presenta el stock e indicado- dades de ciclo completo y cultivos extensivos
res ganaderos nacionales y de las provincias que anuales en el centro y sistemas ganaderos puros
conforman la región, donde la ganadería representa de invernada en el centro y sur. La producción de
más del 60 % del producto bruto de origen agrope- carne oscila entre 60 a 150 kg/carne/año para la
cuario. Existe una plataforma de producción de carne cría-recría y 200 a 400 kg en sistemas de inverna-
muy diversa, desde sistemas pastoriles puros, hasta da en base a cultivos de alfalfa. La suplementa-

61
San Francisco
Córdoba

Quines Villa María

Marcos Juárez

Río
San Luis Cuarto
La Carlota
Rufino
Villa
Merce- Vicuña
des Mackenna

Nueva Gral. Pico


Galia
Gral. Villegas
Trenque Lauquen

Victorica
Santa Rosa

Gral. Acha

Bahía Blanca

Figura 1. Región central: regiones subhúmeda pampeana, semiárida pampeana y sierras pampeanas.

Cuadro 1. Stock bovino de la región semiárida-subhúmeda. Sistema de Gestión Sanitaria, Coordinación de Campo,
Dirección Nacional de Sanidad Animal, SENASA (RIAN Ganadera 2011) (Rossanigo et al., 2011).

Stock Densidad Vacas Terneros/ ras Indicador Indicador Indicador


cab./ha vaca/stock ternero/ novillito +
(% destete) vaca novillo/vaca

País 47 972 661 0,17 20 060 138 11 803 655 0,42 0,59 0,39
Córdoba 4 370 723 0,26 1 766 538 986 747 0,40 0,56 0,43
La Pampa 2 500 751 0,17 920 968 554 751 0,37 0,6 0,7
San Luis 1 489 436 0,19 675 524 325 807 0,45 0,48 0,35
Total región 8 360 910 0,20 3 363 030 1 867 305 0,41 0,56 0,47

ción estratégica, el uso de maíz-sorgo en silos, la chaqueño seco con predominio de sistemas de
fertilización y la aplicación de riego determinan cría bovina en establecimientos con grandes su-
productividades de 500 a 900 kg de carne/ha. perficies y sobre un estrato herbáceo de especies
iii) Sierras pampeanas (200 a 650 mm/año): corres- estivales y otro arbustivo y arbóreo. La producción
ponde al monte occidental de la región del bosque media de carne es de 2 a 8 kg de carne/ha/año. El

62
manejo y mejoramiento del pastizal natural, la in- Cuadro 2. Nematodos recuperados por las Unida-
corporación de pasturas perennes (buffel-grass) y des de Sanidad Animal del INTA de la región.
la mejora de la eficiencia reproductiva permitiría
incrementar significativamente la producción (15 a Nematodo Prevalencia (%) en vacunos
20 kg). < de 1 año > de 1 año

Ostertagia ostertagi 98,8 100


1.2.2. Pequeños rumiantes Haemonchus placei 90,1 85,4
La cantidad de ovinos es de alrededor 1 500 000 ca- Trichostrongylus axei 92,5 85,5
bezas. La mayoría de las majadas no superan las 150
Cooperia oncophora 96,5 65,4
ovejas con el fin primario de proveer carne al estable-
cimiento y secundariamente (excedentes en corde- Cooperia punctata 50,0 50,6
ros) al mercado (Suárez et al., 2010). Estas majadas, Nematodirus helvetianus 5,9 0
denominadas de consumo, por lo general están desa-
Trichostrongylus colubriformis 5,1 0
tendidas desde el punto de vista sanitario, genético o
nutricional y comparten los potreros con la hacienda Oesophagostomum radiatum 34,6 33,0
bovina que la supera en número. Trichuris spp. 49,1 16,6

Los rebaños caprinos ubicados al oeste de esta re- Chabertia ovina 1,9 0
gión y en las serranías centrales suman aproximada- Dictyocaulus viviparus 29,7 4,1
mente 300 000 cabezas (Rossanigo et al., 2011), en
su mayoría en manos de pequeños productores que
explotan rebaños de alrededor de una centena de ca-
taminación de las pasturas y la magnitud de parásitos
bras destinadas a la producción de carne y, en menor
que tienen las pasturas y los bovinos.
medida, leche.

2.1.2. Contaminación de los potreros


Los huevos eliminados al medio externo siguen un
2. NEMATODOS QUE PARASITAN A determinado patrón de variación estacional dado por
el grado de inmunocompetencia del huésped, el siste-
LOS BOVINOS ma de producción, la fertilidad de las especies de ne-
matodos y las variaciones climáticas.

Un estudio de diez invernadas en La Pampa, repre-


2.1. Epidemiología senta la variación de la eliminación de huevos en la
invernada o reposición para cría en sistemas de base
pastoril (fig. 2), es decir desde el destete a fines de
2.1.1. Especies de nematodos verano-otoño hasta el segundo invierno (Suárez,
En el cuadro 2 se presentan las especies halladas en 1990a; 1992). Esto coincide con estudios realizados
la región. De ellas, sólo cuatro géneros han sido dife- en San Luis y sur de Córdoba (Descarga, 2001; Ro-
renciados a partir de los diagnósticos efectuados en ssanigo et al., 1988). Las curvas muestran una eleva-
cantidad suficiente como para ser considerados de ción de los niveles de HPG luego del destete cuando
gran importancia productiva y ocasionan la gastroen- los nematodos aprovechan la pobre respuesta inmu-
teritis verminosa: Ostertagia ostertagi, Cooperia nitaria de los terneros (Balic et al., 2000) y luego, de-
oncophora-punctata, Trichostrongylus axei y Hae- pendiendo de contaminación de los potreros, el nivel
monchus placei. de HPG va elevándose hasta alcanzar un pico hacia
el final del otoño a principios de invierno. A fines del
Las interrelaciones que a través del tiempo se han invierno principio de primavera los valores de HPG
establecido entre los nematodos, los vacunos y el descienden cuando el sistema inmunitario se va con-
medio ambiente modelaron un cuadro que permite solidando y también una gran proporción de las larvas
describir un patrón de variación estacional en la con- de Ostertagia ingeridas frenan su desarrollo a nivel de

63
600
Oesophagostomum
Haemonchus
500
Trichostrongylus
Huevos por gramo (HPG) Destete C. punctata
400 C. oncophora
Ostertagia

300

200

100

0
M A M J J A S O N D E F M A M J J A

Figura 2. Promedio de recuento de huevos (HPG) y diferenciación de géneros de la invernada-reposición en crecimien-


to en la región semiárida pampeana (Suárez, 1992).

cuarto estado (Suárez, 1990b). Finalmente, durante dos que las razas británicas (Suárez et al., 1995).
el verano los recuentos de huevos se mantienen ba- También los bovinos criados en sistemas basados en
jos, para subir según el régimen de lluvias, el tipo de el pastoreo otoño-primaveral de pasturas perennes
pasturas o la inmunidad presente en el ganado hacia presentan valores de HPG más elevados que aque-
mediados o fines de esta estación. llos que basan su alimentación en verdeos inverna-
les, rastrojos o diferidos. En la figura 3 se muestran
Generalmente, el recuento de huevos tiende a variar los valores de HPG de bovinos sin tratamiento anti-
de acuerdo con el huésped o el manejo general del helmíntico del este de La Pampa y oeste de Buenos
ganado. Con respecto al huésped, en la región central Aires (Suárez, 1994) en sistemas con predominio de
las razas cebuinas tienen niveles de HPG más eleva-

700

600
> 55 % pasturas perennes
Huevos por gramo (HPG)

500 < 50 % pasturas perennes

400 100 % verdeos (triticale)

300

200

100

0
Marzo

Julio

Setiembre

Noviembre

Enero

Marzo
Mayo

Mayo

Figura 3. Promedio de recuento de huevos (HPG) de la invernada-reposición en base a más del 55 % o menos del 50 %
de pasturas perennes y promedios de tres años secos (2004 al 2006) solo sobre verdeos invernales.

64
Nematodirus Oesophagostomum Cooperia
Trichostrongylus Ostertagia Haemonchus

100 %
90 %
80 %
70 %
60 %
50 %
40 %
30 %
20 %
10 %
0 %
M A M J J A S O N D J A S O N

Figura 4. Géneros de nematodos predominantes recuperados de coprocultivos de invernadas en pasturas perennes del
sureste y de verdeos suroeste de Córdoba.

pasturas perennes y de verdeos. Esta figura también La implicancia epidemiológica de esta elevación
incluye datos de valores de HPG muy bajos del su- delnivel de HPG posparto dependería de las caracte-
doeste de Córdoba (Lovera et al., 2008) provenientes rísticas de los sistemas productivos pero, en general,
de invernadas en verdeos de invierno. reviste poca importancia epidemiológica por ser tan
bajos. En las vacas, los géneros predominantes en
En la figura 4 se observa la variación estacional de las heces son Ostertagia y Trichostrongylus en invier-
géneros de nematodos eliminados por heces durante no-primavera y Haemonchus y Ostertagia en verano-
invernadas tradicionales a pasto en el este de La otoño. Los terneros presentan niveles de HPG positi-
Pampa y oeste de Buenos Aires. En ellos predomi- vos a partir de aproximadamente los tres meses de
nan: Haemonchus desde mediados de verano hasta vida, los cuales se elevan hacia el final del verano,
promediar el otoño, Cooperia y Ostertagia hasta la predominando el género Haemonchus (Suárez et al.,
primavera, Ostertagia y Haemonchus durante el vera- 1992).
no y luego en el otoño siguiente prevalece Ostertagia
acompañado por un aumento de Trichostrongylus
(Suárez, 1994). Este mismo perfil de géneros fue re- 2.1.3. Disponibilidad de larvas en los potreros
gistrado en San Luis (Rossanigo et al., 1988) y en el
sudoeste (Lovera et al., 2008; Rossanigo, 2005) y su- El nivel de larvas en el pasto depende del grado de
deste (Descarga, 2001) de Córdoba en pasturas pe- desarrollo de los huevos en la materia fecal y de su
rennes y verdeos. tasa de mortalidad, lo cual está relacionado directa-
mente con cada especie de nematodo, la tasa de de-
En los sistemas de cría desde el parto hasta el deste- gradación de las excretas y la desecación ambiental.
te la variación de los niveles de HPG sigue otro patrón
fuertemente influenciado por el parto y el amamanta- Los estudios realizados en la región (Suárez y Loren-
miento. En un estudio de tres años en La Pampa zo, 2000; Suárez, 2001) muestran (fig. 5) que los hue-
(Suárez, 1994; Suárez y Busetti, 1994) se observó vos eliminados en las heces desde mediados de fe-
que las vacas mostraron un incremento del nivel de brero hasta abril y principios de otoño desarrollan a
HPG posparto, el cual desciende luego de 60 días, larvas infestantes, respectivamente, en 8 a 10 y 10 a
siempre con niveles muy bajos. En sistemas pastori- 14 días y que pueden estar disponibles en el pasto en
les intensificados del sudeste de Córdoba se compro- 20 a 35 días. La mayor parte de las L3 recuperadas en
bó esta misma tendencia pero con valores de HPG otoño proviene de las heces depositadas a fines de
entre dos y tres veces superiores a los niveles verano. Casi el 50 % de los huevos eliminados por
preparto, durante los 30 a 60 días inmediatos a la heces en el otoño desarrollan a L3 y, de registrarse o
parición (Descarga et al., 2011). no precipitaciones, pueden alcanzar los pastos en in-
vierno o migrar en primavera pero con una elevada

65
25 50
20 % L3 en las excretas 40
% L3 en pasto
15 30
10 20
5 10
0 0
0 30 60 90 120 150 180 210 240 270 300 330
25 50
20 40
% L 3 en las excretas
15 % L 3 en pasto 30
Porcentaje de L3 en las excretas

Porcentaje de L3 en el pasto
10 20
5 10
0 0
0 30 60 90 120 150 180 210 240 270 300 330
25 50
% L3 en las excretas
20 % L3 en pasto 40

15 30

10 20

5 10

0 0
0 30 60 90 120 150 180 210 240 270 300 330
25 50

20 40
% L3 en las excretas
15 % L3 en pasto 30

10 20

5 10

0 0
0 30 60 90 120 150 180 210 240 270 300 330
Días posdepósito

Figura 5. Porcentaje promedio de larvas infestantes (L3) recuperadas del recuento de HPG inicial de las excretas depo-
sitadas en diferentes períodos y L3 del pasto circundante (porcentaje del total recuperado en el seguimiento). Depósitos
realizados a) del 20 de febrero al 19 de marzo; b) del 21 de marzo al 31 de mayo; c) del 14 de junio al 10 de setiembre;
d) del 14 de oct al 31 de enero.

tasa de mortalidad. Por el contrario, en el invierno el


Por otro lado, las larvas que llegan a desarrollar y
frío y la desecación desaceleran tanto el desarrollo
quedan atrapadas en la materia fecal diseminada a
(20 a > 40 días) como la diseminación de larvas al
mediados del período invernal son las que presentan
pasto, hecho que sucede en primavera.
los períodos de supervivencia más largos, superando
En el invierno, en el sur de Córdoba, el intervalo entre en reducido número L3 (0,05 %) los 300 días y alcan-
la deposición de materia fecal y la recuperación de zando el invierno siguiente (Suárez, 2001). La super-
larvas infestantes fue en promedio de 28 ± 9 días vivencia promedio de las L3 desarrolladas de heces
(Descarga y Urbani 2008; Lovera et al., 2008). En San depositadas en otoño fue de 180 días, no superando
Luis la mayor disponibilidad estacional de larvas la primavera siguiente. La vida promedio de las L3 de
infestantes en la pastura presenta un patrón básico heces depositadas de fines de otoño e invierno fue de
de dos picos, uno mayor en otoño-invierno y otro ha- 266 días, llegando al otoño-invierno siguiente en
cia fines de primavera-comienzo de verano (Rossani- bajísimo número. También hacia el final de este perío-
go et al., 1992a). do o principios de primavera, si hay precipitaciones,

66
mm
90
5000
Testigo sin tratar 80
Estrategia de tratam.
4000 70
Lluvia (mm)
L3/kg de materia seca

60

3000
50

40
2000
30

20
1000

10

0 0
M M A A A M M J J Jl Jl A A S S O O N N D D E E F F M

Figura 6. Lluvias semanales y promedios de L3/kg MS en potreros con invernada bajo estrategia de control antihelmíntico
y testigos sin tratamiento (Descarga, 2001).

estas pueden liberar de golpe un elevado número de dentro de los depósitos de materia fecal (8 a 9 días),
larvas que han quedado retenidas en las heces desde presentan mayor tasa de mortalidad por las altas tem-
fines del otoño y a fines de invierno contaminar peli- peraturas y menor liberación hacia el pasto cuando
grosamente los potreros (fig. 6). En el sur de Córdo- hay lapsos de seca estival. Si, por el contrario, llueve
ba, el mayor pico de liberación de larvas supervivien- tienen una elevada tasa de migración y también de
tes al invierno se dio en octubre, a veces con registros mortalidad debido a la desecación primavero-estival
superiores a las 30 000 L3/kg MS (Descarga, 2001). (Suárez y Lorenzo, 2000).

Las larvas de los depósitos de heces realizados de Los estudios de supervivencia de formas de vida libre
mediados de primavera y mediados de verano, a pe- efectuados en San Luis (Rossanigo et al.,1999) reve-
sar de condiciones iniciales de desarrollo favorables lan que la supervivencia anual, en porcentaje, fue de

HP (%) Lluvia (mm)


200
HP media
100 Lluvia

150
80

60 100

40
50

20
0
0
· · J JAS ON D E F MA M J J A S ON D E F M A M J · ·
Meses

Figura 7. Evolución media de la humedad ponderal (HP) en las heces tras los depósitos mensuales efectuados durante
un año en la región semiárida central.

67
Acúmulo L3 - % HP - mm de lluvia Temperatura media
30
Acúmulo L3 bosta Acúmulo L3 pasto HP medio mm lluvia Temperatura media

200 25

20
150

15

100
10

5
50

0
0
· J J A S O N D E F M A M J J A S O N D E F M A M ·
Meses

Figura 8. Supervivencia acumulada de L3 recuperadas de materia fecal y forraje tras los depósitos mensuales de un año
(junio a mayo).

7, 3, 10, 13, 26, 22, 31, 76, 36, 1, 4 y 0 de enero a porcentaje, de 38, 5, 41, 84, 88, 7, 5, 11, 82, 15, 13 y 3
diciembre, respectivamente. Las variables que inter- de enero a diciembre, respectivamente. La variable
vienen de manera significativa, son el contenido de climática que intervino de manera positiva en el vera-
agua fecal como factor positivo más importante y la no fue la precipitación, y en forma negativa fueron los
temperatura máxima como segundo factor limitante. días con temperaturas superiores a 35 °C, mientras
En la figura 7 se observa la evolución media del con- que en el otoño-invierno la humedad relativa ambien-
tenido de agua de las heces en la región semiárida te fue la variable positiva de mayor peso. El período
central. En el INTA Villa Mercedes la supervivencia máximo de supervivencia de al menos el 1 % de las L3
anual en la pastura tras los mismos depósitos fue, en en la materia fecal fue de nueve meses tras el depósi-

10 000 Trichostrongylus
Haemonchus
Cooperia
8000
Ostertagia
Número de vermes

6000

4000

2000

0
Otoño Invierno Primavera Verano Otoño Invierno Primavera Verano

Figura 9. Promedio del total de vermes recuperados de los terneros trazadores a través de invernadas y recrías en
sistemas donde predominaban los verdeos anuales (a) y pasturas perennes (b) (Suárez, 1992).

68
to de agosto y en la pastura de 12 meses tras los de- ma convencional, la disponibilidad de larvas es nula
pósitos de abril y mayo. El período de invierno-princi- (Suárez, 1990b). Bajo siembra directa, en verdeos
pio de primavera es el más beneficioso para la super- pastoreados e infestados hacia el final de diciembre,
vivencia de las L3 en la materia fecal, mientras las al- la recuperación al inicio del pastoreo fue muy baja
tas temperaturas del verano originan una mortalidad (<50 L3/kg MS) (Suárez et al., 2008).
elevada de L3 y las buenas condiciones climáticas de
otoño aseguran el mayor pico de L3 en el pasto entre En los sistemas de cría, desde el parto hasta el deste-
marzo y mayo (fig. 8). te, el número de larvas recuperadas mediante los ter-
neros trazadores es bajo. Igualmente a partir de la
La mayor cantidad de larvas infestantes disponibles destrucción paulatina de la materia fecal de las vacas,
se presenta en el primer otoño. En los sistemas de una pequeña cantidad de larvas son liberadas en
destete precoz, donde las pasturas comienzan a ser oleadas a los potreros durante el verano. Esto asegu-
pastoreadas a mediados del verano, la disponibilidad ra un pie de infestación inicial para los terneros, que
estacional de larvas empieza a ser alta al final del ve- luego reinfestan los potreros hacia el otoño. La conta-
rano, como en los sistemas de cría (Suárez, 1990b). minación de los potreros nunca superó las 400 L3/kg
La disponibilidad de especies para la invernada de materia seca (Suárez et al., 1992).
muestra un patrón estacional (fig. 9), con mayor pre-
sencia anual de larvas de Ostertagia y un predominio El nivel de infestación de una pastura dependerá
otoño-invernal de todas las especies, salvo Haemon- de: a) la carga animal, a mayor concentración ma-
chus, de presencia estivo-otoñal. La figura 9 eviden- yor riesgo parasitario, b) el nivel de huevos de ne-
cia cómo varía el grado de contaminación de los po- matodos (HPG) eliminados por las heces, c) la
treros de acuerdo con la base forrajera de los siste- tasa de desarrollo y supervivencia de las larvas de
mas: baja disponibilidad de larvas en los momentos vida libre, d) la calidad, altura y densidad de la co-
con mayor oferta de cultivos anuales (períodos 81/82 bertura vegetal.
y 82/83) y baja carga animal (< 1,5 cab./ha) y alta dis-
ponibilidad en períodos de mayor porcentaje de pas-
turas perennes (85/86 y 86/87) y alta carga (> de 3
cab./ha). Estudios hechos en el SE de Córdoba 2.1.4. Carga de nematodos en los huéspedes
muestran cómo el perfil de géneros está también do-
Las cargas parasitarias presentan una escasa varia-
minado por la asociación Ostertagia/Cooperia (fig.
ción estacional (Suárez, 1990a), que obedece a un
10), con aumento progresivo del primero (Descarga,
equilibrio natural entre la oferta de parásitos y la pre-
2001).
sencia de huéspedes susceptibles o resistentes. La
En la región central, al inicio y durante el primer mes figura 11 muestra este patrón estacional a través de
de pastoreo de verdeos de invierno sembrados en for-

Cooperia Trichostron. Ostertagia Haemonchus

100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
A A My J J Jl Ag Ag S O O N D E E F M

Figura 10. Géneros de nematodos (%) recuperados del pasto a través de invernadas del sudeste de Córdoba.

69
45 000

40 000 Haemonchus
Trichostrongylus
35 000
Cooperia
30 000 Ostertagia
Número de vermes

25 000

20 000

15 000

10 000

5 000

0
F M A M J J A S O N D E F M A M J J A S O N

Figura 11. Promedio de las cargas parasitarias totales (discriminadas por género de nematodo) recuperadas de bovinos
en crecimiento de diversas invernadas (Suárez, 1993).

cargas parasitarias discriminadas por género, recu- Ostertagia ostertagi


peradas de bovinos en crecimiento.
Es el verme que más perjuicios causa en producción,
no solo para las categorías más jóvenes, sino tam-
El nivel de infestación y capacidad de contaminar
los potreros dependerá de: a) el grado de resisten-
bién porque bajo ciertas condiciones puede afectar a
cia inmunitaria del huésped, b) el estado sanitario, los adultos, ya que la inmunidad se desarrolla lenta-
nutricional y reproductivo, c) las especies de ne- mente y puede alterarse por múltiples causas (Balic et
matodos prevalentes. al., 2000). En terneros la forma polimórfica O. lyrata
siempre ha sido hallada junto a O. ostertagi (Suárez y
Cabaret, 1992) en una proporción del 2 % al 4 %.
A continuación, se presentan los cambios estaciona-
les de las poblaciones de especies predominantes en En sistemas de recría o invernada, a partir del destete
sistemas de invernada, reposición de hembras y de las cargas de adultos se elevan hasta mediados de
vacas con cría. otoño e invierno (fig. 12). Luego, desde fines de in-

25 000

Ostertagia adultos
20 000
Ostertagia L4i
Ostertagia L4d e inmaduros
Número de vermes

15 000

10 000

5 000

0
F M A M J J A S O N D E F M A M J J A S O N

Figura 12. Promedio de las cargas parasitarias totales (discriminadas por género de nematodo) recuperadas de bovinos
en crecimiento de diversas invernadas (Suárez, 1993).

70
Ostertagia adultos Ostertagia L4i

100 %
90 %

80 %

70 %

60 %
50 %

40 %

30 %

20 %
10 %

0%
Otoño Invierno Primavera Verano

Figura 13. Proporción de larvas de cuarto estado inicial (L4i en hipobiosis) de Ostertagia ostertagi recuperadas de terne-
ros trazadores a lo largo del año (Suárez, 1990b).

vierno y durante la primavera un elevado porcentaje Cooperia spp.


(41 % a 75 %) de las larvas ingeridas frenan su desa-
rrollo en larva de cuarto estado inicial (L4i) (fig. 13), Dos especies fueron descritas para esta región: Co-
donde el mayor porcentaje recuperado corresponde a operia oncophora, junto a un reducido porcentaje (< al
formas hipobióticas obtenidas en primavera (Suárez, 1%) de su forma polimórfica C. surnabada (= C.
1985a; Suárez, 1990a; 1990b). La hipobiosis se ca- mcmasteri) (Isenstein, 1971) y Cooperia punctata.
racteriza por el freno en el desarrollo de las larvas L4 Las poblaciones de Cooperia en los sistemas de in-
en la mucosa del cuajo durante un período de 3 a 5 vernada se elevan desde el destete hasta un máximo
meses, hasta retomar su desarrollo y emerger de la a principios de invierno, y a medida que los animales
mucosa. Este mecanismo, que presenta una propor- se acercan al año de edad las cargas disminuyen
ción de la población de Ostertagia, obedece a su (Suárez, 1995). Esto se debe al rápido establecimien-
composición genética modelada a partir de factores to de la respuesta inmunitaria de los terneros luego de
externos (ambiente desfavorable) o internos, como la 3 a 4 meses de estar en contacto con C. oncophora
respuesta inmunitaria del huésped (Michel et al., (Coop et al., 1979). En el segundo otoño de los bovi-
1979). nos (18 meses), su cantidad vuelve a elevarse aun-
que en menor medida, presentando una gran varia-
Finalmente, en recrías o novillos grandes no termina- ción entre años y sistemas de engorde (fig. 14). Hasta
dos el ciclo vuelve a repetirse, elevándose las cargas el año de edad la prevalencia de Cooperia spp. es alta
y el porcentaje de adultos en el segundo otoño-invier- (96 %) con un 70 % de C. oncophora, y desciende en
no pero siempre junto a una magnitud importante de L4i. los animales de sobreaño. Desde el sur hacia el cen-
tro-este de Córdoba, la participación de C. oncophora
La cantidad de vermes hallados en vacunos de más es decreciente con respecto a C. punctata (Lovera et
de 24 a 30 meses de edad, como en vacas, es bajo al., 2008; Descarga et al., 2012).
(Suárez, 1992). En vacas Brangus, en el SE de Cór-
doba, se comprobó que entre un tercio y la mitad de La mayor proporción de larvas L4 fueron recuperadas
los géneros recuperados de coprocultivos correspon- de los terneros trazadores durante el invierno (30 %)
den a Ostertagia (Descarga et al., 2011). En cuanto a y principios de primavera (15 %). Probablemente la
los terneros al pie nacidos en primavera, los vermes presentación de formas inmaduras se deba a la con-
recuperados se elevan lentamente desde los 100 días solidación de la inmunidad en bovinos en desarrollo.
hasta el destete (Suárez et al., 1992).
En vacas adultas de cría, las cargas de Cooperia son
insignificantes, con menos de 50 individuos de pro-

71
Ostertagia Cooperia spp. T. axei H. placei

20 000
18 000
16 000
Número de vermes

14 000
12 000
10 000
8 000
6 000
4 000
2 000
0
Feb Abr Jul Ago Oct Dic Feb Abr Jun Ago Oct

Figura 14. Gastroenteritis verminosa mixta (detallando la variación de las cargas de los diferentes géneros) en terneros
en crecimiento hasta pasados sus dos años de edad (Suárez, 1995).

medio y solo más altas en vacunos enfermos o débi- Haemonchus placei


les. En coprocultivos de vacas Braford del SE de Cór-
doba, Cooperia spp. tuvo una participación de aproxi- En invernada, la prevalencia promedio de H. placei
madamente el 25 % (Descarga et al., 2011). es de 86,5 %. Los recuentos de Haemonchus de va-
rios ciclos siempre fueron de bajos a moderados, pre-
sentando mayor abundancia desde fines de verano
hasta mediados de otoño (fig. 14). En ningún período
Trichostrongylus axei se observaron poblaciones bimodales; sí se halló en
La prevalencia promedio para esta especie es del invierno la presencia de un 30 % a 50 % de formas
88,4 %, sin grandes diferencias entre vacunos jóve- inmaduras en diferente grado de desarrollo (Suárez,
nes o de sobreaño, probablemente porque el desarro- 1995).
llo de la inmunidad del huésped es lento y frágil En cría, a pesar de que en las vacas las cargas nunca
(Herlich, 1979), ya que su presencia en novillos y sobrepasan la centena, su mayor prevalencia estival
adultos a veces es importante. y la gran ovipostura (5000 huevos/día) de la especie
En invernada, los recuentos de T. axei al destete son hacen que los terneros lactantes corran el riesgo de
bajos, para elevarse hacia principios del invierno y infestarse rápidamente hacia el final del verano
descender en primavera. Hacia el final del verano, las (Suárez, 1993).
cargas vuelven a ascender, siendo la especie de ma-
yor abundancia luego de Ostertagia en animales de
sobreaño (fig. 14). En primavera se comprobaron po- Especies de menor importancia
blaciones bimodales con vermes maduros y formas
de cuarto estado (L4i), siempre en valores que no su- Oesophagostomum radiatum. Las poblaciones, nun-
peraron el 15 % de toda la población y con una gran ca mayores a los 20 a 30 individuos, se elevan hacia
variabilidad entre años o sistemas de invernada, lo el final del verano, para casi desaparecer en invierno
que no permite concluir si se trata de un fenómeno de (Suárez, 1995). En el sur de Córdoba suele alcanzar
hipobiosis (Suárez, 1990b). picos del 30 % desde mediados de primavera hasta
fines del verano, tanto en coprocultivos de bovinos
En vacas de cría, T. axei presenta un comportamiento que apenas superan los 12 meses de edad como en
similar a O. ostertagi, aunque raramente sobrepasa adultos (Descarga, 2001; Descarga et al., 2011).
los 2000 especímenes.
Trichuris spp. A diferencia del anterior, su prevalencia
es mayor en los animales jóvenes (48,5 %) que en los

72
que superan el año (16,3 %), aunque las cargas más La reducción de la eficiencia de conversión de pasto a
altas no superaron los 20 individuos (Suárez, 1990a; carne y la consecuente disminución de la ganancia de
1990b). peso, es el mayor daño provocado por los vermes; la
principal causa de esto es la depresión del consumo
Nematodirus helvetianus. Solo fue recuperado en ter- que presentan los animales parasitados (Fox et al.,
neros jóvenes menores al año de edad en bajo núme- 1989). En tres ensayos en la región bajo infestaciones
ro y prevalencia. En la región semiárida solo se com- naturales moderadas, dos en condiciones de estabu-
probó su presencia en años húmedos y en terneros lación y otro de pastoreo, se estimó una reducción en
sobre pasturas perennes. Es más frecuente en el este el consumo del 18 %, 8,4 % y 24,9 % respectivamen-
en la región subhúmeda pampeana o en terneros de te (Rossanigo et al., 1986; Rossanigo et al., 1992b;
tambo. En recrías, donde el uso frecuente de aver- Suárez et al., 1999), que representaron 0,44, 0,32 y
mectinas elimina otras especies de vermes, su pre- 1,35 kg/día menos de materia seca consumida, res-
sencia es mayor (Suárez, datos no publicados). pectivamente. En el primer estudio en estabulación
Dictyocaulus viviparus. Prevalece desde fines de in- Rossanigo et al. (1986) demostraron la relación nega-
vierno a fines de primavera, siempre asociado a car- tiva entre el consumo y los recuentos de huevos con
gas muy bajas (< 25 vermes), animales jóvenes y una reducción significativa del consumo con niveles
años húmedos. Su prevalencia fue del 5 % en siste- de HPG entre 150 y 200 (fig. 15).
mas con una proporción elevada de cultivos anuales y
2,9
del 23,9 % en invernadas en base a pasturas peren-
nes. Aunque Dictyocaulus no tendría efectos en la 2,7
R2 = 0,74
producción vacuna, se registraron algunos casos clí-
Consumo (kg MS)

2,5
nicos de dictiocaulosis tanto en la provincia de San
2,3
Luis como en el sudoeste de Córdoba en animales
jóvenes con una morbilidad que no superó el 14 % y 2,1

una mortalidad de 1 % al 4 % (Rossanigo, datos no 1,0


publicados).
1,7
0 100 200 300 400 500
Otros nematodos afines con la especie ovina, como
Huevos por gramo (HPG)
Trichostrongylus colubriformis, Chabertia ovina y Ne-
matodirus spathiger fueron hallados esporádicamen- Figura 15. Relación entre el consumo de materia seca
te y en escasísimo número en terneros que pastorea- diaria (kg de MS) y los niveles de huevos en heces (HPG).
ban junto con lanares

La depresión del apetito es uno de los principales


factores que deteriora el crecimiento de los anima-
2.2. Impacto productivo les de recría con gastroenteritis verminosa subclí-
nica
2.2.1. Características y períodos de riesgo
En principio, la gastroenteritis verminosa (GEV) es Los efectos de la GEV pueden verse también a través
principalmente una afección de los bovinos jóvenes. del descenso en los niveles de albúmina sérica (fig.
El destete es el momento de mayor riesgo (estrés de 16), que precede a la depresión del peso vivo (Des-
desmadre y transporte), ya que la prevención de esta carga, 2001). En cuanto a otro tipo de respuestas fi-
patología en este momento puede evitar los efectos siológicas frente a los nematodos, se encuentran el
que sobrevendrán luego, desde mediados de otoño nivel de pepsinógeno sérico y la respuesta inmunita-
hacia el invierno (Suárez, 1993). El riesgo de sufrir ria estimada mediante recuento de eosinófilos, leuco-
ostertagiosis o las otras nematodiasis se señala res- citos globulares y mastocitos a nivel de mucosa de
pectivamente en las figuras 12 y 14, donde puede ver- cuajo. A partir de estos parámetros se evidenció la
se cómo en la recría-invernada, en el período otoño- menor tolerancia y mayor respuesta fisiopatológica
invernal, las poblaciones aumentan al igual que el frente a los vermes de las cruzas cebuinas al compa-
riesgo para los terneros. La carga de vermes y las rarlas con las razas británica (Suárez et al., 1997),
especies que la componen determinarán la patogeni- mostrando los vacunos Santa Gertrudis mayores car-
cidad y el efecto nocivo de la GEV. gas y niveles de daño abomasal estimados por nivel

73
Control GPV Estrat. de trat. GPV

Control albuminemia Estrat. de trat. albuminemia

250 4,5

4
200 3,5

3
150
Kilogramos

mg/ml
2,5

2
100
1,5

50 1

0,5
0 0
M J J A S O N D E F M

Figura 16. Promedios de peso vivo y albuminemia en bovinos de invernada tratados estratégicamente y testigos sin
tratamiento (Descarga, 2001).

más elevado de pepsinógeno sérico. Estos paráme- que produce, la enfermedad ha sido clasificada como
tros, sumados a la observación de edema de cuajo y de síndrome de tipo 1 y de tipo 2 y al intervalo de tiem-
generalizado, muestran la mayor respuesta de hiper- po que precede a este último como pretipo 2 (Armour,
sensibilidad inmediata de estos biotipos en compara- 1980). Debido a las similitudes regionales con esa
ción con los británicos frente a O. ostertagi y T. axei, descripción, y a pesar de haber otros patrones epide-
que perjudicaría la productividad de los biotipos miológicos, se adoptó esta misma terminología para
cebuinos. la descripción.

El riesgo de sufrir los efectos de la GEV es mínimo de


mediados de primavera a mediados de verano. Esto
es producto de varios factores externos, como el cli- Ostertagiasis tipo 1. Generalmente se presenta
ma adverso para las formas de vida libre ya que la acompañada por los efectos de las otras especies
desecación y la temperatura se incrementan y el cre- predominantes en forma de parasitosis mixta (GEV),
cimiento primaveral de los pastos que aumentan la desde otoño hasta fines de invierno cuando los terne-
disponibilidad forrajera y que obligan al ganado a co- ros tienen el año de vida.
mer más lejos del suelo, disminuyendo el número de
larvas ingeridas. Luego, en el segundo otoño, los va-
cunos de año y medio toleran mejor las cargas parasi- Ostertagiasis pretipo 2. Originada por las L4i que
tarias que los destetes. fueron ingeridas en primavera y permanecen en repo-
so hasta mediados de verano, generalmente sin dar
A continuación, debido a su importancia se describe signos clínicos, aunque si las cantidades son masivas
en forma separada a la ostertagiasis, en conocimiento podrían ocasionar pérdidas productivas subclínicas.
de que la GEV es una parasitosis mixta y es casi im-
posible separar el complejo de especies de nemato-
dos que la producen.
Ostertagiasis tipo 2. Numerosos casos clínicos fue-
ron registrados por los Laboratorios de Diagnóstico
en Sanidad Animal del INTA San Luis, Anguil y Mar-
OSTERTAGIASIS cos Juárez, siempre con presentaciones explosivas
En el norte de Europa, basándose en las característi- en el segundo otoño de vida de los animales (16 a 20
cas de su ciclo biológico y las diferentes patologías meses de edad), a fines de verano-principios del oto-
ño (marzo-abril-mayo), con síntomas de diarreas,

74
edemas y mortalidad del 1 % al 11 % . Observaciones casi siempre presentes y ciertas veces en número
personales (Suárez, datos no publicados) sugieren suficiente como para adjudicarles gran parte de los
que en años con primaveras más húmedas la oferta efectos nocivos. Por lo general, los hallazgos de ne-
de larvas sería más constante y la desinhibición en cropsia y los estudios indican que Cooperia spp. es el
oleadas y menos traumáticas. Por el contrario, en pri- género que acompaña en mayor número a Ostertagia
maveras con un retraso en las lluvias la oferta de lar- en los casos clínicos o subclínicos observados en ter-
vas sería masiva en algunos momentos, al igual que neros de destete durante el invierno. Cooperia, por su
una abrupta desinhibición posterior y signos clínicos ubicación, en el intestino potencia los efectos de las
evidentes hacia mediados o fines del verano. Esta especies residentes en el cuajo.
ruptura masiva de la mucosa gástrica muestra una
alta mortalidad y baja morbilidad. Muchas veces estos A pesar que las poblaciones de Trichostrongylus axei
casos de tipo 2 se complican con la ingesta masiva de son más numerosas en animales de sobreaño, bajo
larvas infestantes que producen parasitosis mixtas, ciertas condiciones de manejo se ha registrado alto
solapando ambos síndromes y agravando los efectos. número de T. axei en terneros de destete hacia me-
diados del invierno, causando deshidratación y poten-
La figura 17 muestra la variación del pepsinógeno sé- ciando los efectos de Ostertagia. En el este de La
rico en la invernada (Suárez et al., 2001) y las diferen- Pampa, se registraron dos casos clínicos de trichos-
cias existentes entre dos lotes infestados naturalmen- trongilosis casi pura, uno en toritos Brangus de alre-
te sin desparasitar y otro control tratado mensualmen- dedor dos años y otro en terneros de destete a media-
te; además, en la segunda parte de la invernada dos dos del invierno con una mortalidad del 12 % (Suárez
lotes de terneros de destete, uno sin tratar y un con- et al., 1995).
trol tratado. Asimismo, se observa cómo varían los ni-
veles a medida que los bovinos crecen y adquieren En cuanto a Haemonchus placei, su marcada estacio-
mayor inmunidad nalidad y la reducida dimensión de sus poblaciones
hacen que solo complemente los efectos nocivos so-
bre la producción de las otras especies prevalentes.
En aquellos rodeos donde se hace destete precoz a
Participación de otros nematodos mediados de verano o en recrías de tambo, las car-
Además de la presencia de O. ostertagi en los casos gas alcanzadas por Haemonchus serían de riesgo
de GEV, Cooperia spp., T. axei y H. placei se hallan (Suárez, datos no publicados).

3500
Grupo sin tratar
3000 Grupo tratado

Grupo de destete sin tratamiento


2500
mU de tirosina

2000

1500

1000

500

0
A M J J A S O N D E F M A M J J

Figura 17. Variación del pepsinógeno sérico (mU de tirosina) en la invernada y diferencias existentes entre dos lotes
infestados naturalmente sin desparasitar y otro control tratado mensualmente (Suárez et al., 1999b).

75
2.2.2. Impacto productivo en la recría e en vacas de cría y de tambo es una de las principales
invernada etiologías del síndrome de emaciación en las vacas
adultas.
2.2.2.1. Mortalidad
Este efecto es lo más impactante pero poco frecuen- 2.2.2.2. Reducción en la ganancia de peso vivo
te. Las muertes se deben al deterioro corporal por
Las mayores pérdidas se producen en las invernadas
pérdida de nutrientes, diarrea y deshidratación. En la
pastoriles. En los engordes a corral los terneros resul-
región pampeana son causa de muerte elevadas in-
tan afectados solo por el nivel de la carga parasitaria
festaciones mixtas, predominantemente por Osterta-
previa al encierre.
gia, Cooperia y Trichostrongylus, ocurridas durante el
primer año de vida de los terneros, generalmente de Terneros/as de engorde o reposición: es la catego-
abril a agosto. Presentan niveles de HPG moderados ría más afectada y las mayores pérdidas ocurren des-
a altos, alta morbilidad, con mal aspecto, pelo hirsuto, pués del destete durante el primer otoño-invierno de
diarreas y mortalidad no mayor del 3 %. Como mues- pastoreo, con pérdidas subclínicas que van del 9 % al
tra se cita un caso extremo en un ensayo del INTA- 22 %, y que representan unos 18 a 44 kg al alcanzar
Anguil donde el grupo libre de parásitos produjo 407,7 el año de edad (Suárez, 1995; Tolosa et al., 1993; Ro-
kg/ha y el parasitado sufrió una mortalidad del 13 % y ssanigo, 2005). El efecto negativo de los nemato-
produjo 249,7 kg/ha. dos sobre el consumo, el metabolismo proteico y
energético y sobre el balance hídrico de los terneros
Aunque es menos frecuente, en animales que supe-
en esta etapa de su crecimiento, produce cambios
ran los 18 meses de edad, en el final del verano y
irreversibles que impiden lograr ganancias compen-
otoño se observan muertes por desinhibición masiva
satorias en la primavera o el verano, cuando los ter-
de Ostertagia e infestaciones simultáneas o posterio-
neros adquieren inmunidad, produciendo retrasos en
res por ingestión de L3 de las pasturas. Estas provo-
los ciclos productivos (Suárez y Busetti, 1989).
can reacciones de tipo alérgico; se caracterizan por
una morbilidad reducida con niveles bajos o nulos de En las figuras 18 y 19 se presentan ejemplos de dife-
HPG, diarreas profusas, edemas submandibulares y rentes efectos de los vermes. En el primer caso se
edema de cuajo. En el sudeste de Córdoba, el INTA trató de una infestación natural moderada en terneros
Marcos Juárez comprobó que la ostertagiasis tipo 2 de destete y su efecto residual sobre el engorde en

140

GST
120
GTmin (MXD)
100
GTS (IVM)
Kilogramos

80

60

40

20

Mayo Junio Julio Agosto Setiembre

Figura 18. Ganancia de peso vivo de tres grupos de terneros de destete sobre verdeos de avena. GST: Grupo sin
tratamiento, GTmin: grupo con tratamiento mínimo con moxidectina al ingreso y GTS: grupo tratado sistemáticamente
con ivermectina (Suárez y Cristel, 2005)

76
300
GTM
250 GTE

GST
200
Kilogramos

150

100

50

A M J J A S O N D E F M A

Figura 19. Ganancia de peso vivo de tres grupos de bovinos en crecimiento sobre pasturas perennes desde el destete
hasta la terminación de la invernada corta. GST: Grupo sin tratamiento, GTE: grupo con tratamiento estratégico con
ivermectina y GTM: grupo tratado mensualmente con ivermectina.

verdeos seguros a razón de 1,5 cab./ha. El grupo tra- tras que entre los grupos de Santa Gertrudis fue su-
tado, desparasitado únicamente al entrar a los perior un 28,8 % (Suárez et al., 1997).
verdeos de avena no contaminados, tuvo un incre-
mento de 313 g/diarios (20 %) más que el grupo con- Ensayos realizados en la Pampa, en la zona del
trol infestado sin tratamiento inicial. Esto muestra Caldenal pampeano, con la recría de hembras de re-
cómo el efecto negativo de las cargas previas al en- posición a partir del destete, muestran que hasta una
trar a los verdeos permaneció por más de dos meses densidad de pastoreo de 2 ha por cabeza las pobla-
en los terneros de recría, a pesar de la excelente cali- ciones de nematodos podrían ser importantes hacia
dad de la avena y sin compensación posterior el final del invierno en años húmedos y afectar la ga-
(Suárez y Cristel, 2005). En el segundo (fig. 19), se nancia de peso (Suárez et al., 1993a). A medida que
muestra la ganancia de peso vivo de una invernada las recrías se llevan a cabo más al oeste, con lluvias
bajo infestación natural intensa, donde el grupo con- anuales de menos de 450 mm y con receptividades
trol (GSD) mostró signos clínicos de GEV y un 13 % que no superan una cabeza cada 5 a 10 ha, las car-
de muertes y una pérdida de 150 kg/ha. gas de nematodos son bajas y carecen de importan-
cia en producción (Suárez et al., 1993b).
Los grupos tratados (GDM: desparasitado mensual-
mente; GDE: desparasitado estratégicamente) gana- En vacunos de engorde mayores al año de edad.
ron un 38 % más de peso vivo que el control (Suárez En general, se observan pérdidas subclínicas en
et al., 1991). Adicionalmente, un ensayo similar reali- aquellos planteos pastoriles intensivos o con restric-
zado en el SE de Córdoba, reveló diferencias de 35 ciones alimentarias, donde la hacienda se engorda en
kg a favor del grupo tratado durante el período abril- pasturas perennes, cuya contaminación se eleva des-
setiembre (Descarga, 1994). de la primavera hacia febrero-marzo, momento en el
cual esta categoría de aproximadamente 18 meses
Ensayos regionales muestran una menor resistencia de edad sufre pérdidas en la ganancia de peso del
frente a los nematodos de las razas con sangre cebui- orden del 7 % al 11% (Suárez et al., 1987, Suárez,
na (Bos indicus) que las británicas o criollas (B. 1992). También estas pérdidas pueden deberse a tra-
taurus). Al comparar los grupos tratados y los contro- tamientos antihelmínticos supresores previos. Los
les, la respuesta al tratamiento de los Aberdeen ensayos del INTA Anguil muestran que novillos de 18
Angus fue del 17,7 % en la ganancia de peso, mien- meses tratados mensualmente durante su recría

77
posdestete (de abril a octubre), tuvieron mayores ni- te, las pérdidas en los primeros meses de lactancia se
veles de HPG y menor ganancia de peso que los con- debieron a una menor producción de leche de las va-
troles sin tratamiento previo (Suárez y Busetti, 2000; cas no tratadas, ya que en otro ensayo hecho en
Suárez et al., 2001). Cnel. Sarmiento, Córdoba, donde solo se desparasi-
taron los terneros no se hallaron diferencias en la ga-
nancia de peso con el lote control (Rossanigo, no pu-
2.2.2.3. Otros efectos blicado). En el SE de Córdoba se comprobaron dife-
Producto final. Los nematodos gastrointestinales rencias de 6,9 kg de peso vivo entre terneros al pie de
afectan la calidad de la res. Las alteraciones sobre la la madre tratados mensualmente con oxfendazole
digestión y absorción, la inflamación de las paredes frente a los testigos sin tratamiento entre diciembre y
gastroentéricas con la consecuente pérdida endóge- abril (Descarga, 1994).
na de proteínas y la menor tasa de utilización energé-
tica afectan fuertemente el desarrollo óseo y muscu-
2.2.3.2. Tambo
lar. En una invernada que padeció una grave infesta-
ción durante el primer otoño-invierno de vida se ob- En el sudeste y centro de Córdoba se comprobó un
servaron reducciones del 16,6 %, 32 % y 14,6 %, res- significativo efecto de la GEV sobre el peso vivo en
pectivamente, en el porcentaje total de músculo, gra- recría de terneras Holando Argentino (Descarga et
sa y hueso a la faena (18 meses de edad) al compa- al., 1994; Fader y Descarga, 2000). La parasitosis ge-
rarlos con lotes con tratamiento estratégico ya termi- neró diferencias de 40 a 140 g en la ganancia diaria
nado (Suárez et al., 1991). en el sudeste, en tanto que en el centro, los desleches
de otoño y primavera que se aislaron del efecto pará-
Susceptibilidad frente a otras patologías. Muchos sito superaron en 32 kg a los testigos al momento del
autores tratan el efecto depresor no específico (inmu- servicio (fig. 20).
nomodulación) de los parásitos sobre la respuesta in-
munitaria del huésped (Barriga, 1984). En ese senti- No obstante ciertas limitantes debido al escaso núme-
do, ensayos llevados a cabo en el INTA Anguil ro de ensayos y sus diseños que no permiten genera-
(Suárez et al., 1999b) indicaron que bovinos jóvenes lizar las conclusiones, se destaca un estudio hecho
con infestaciones por nematodos naturales modera- en Bélgica donde se observó un mayor desarrollo de
das y vacunados con Brucella abortus (Cepa 19), lue- las vaquillonas tratadas en la recría con respecto a
go de la vacunación presentaron títulos antibrucélicos las controles y una mayor producción de leche poste-
menores y menos persistentes que el grupo control rior en su primera lactancia (Van Adrichem y Shaw,
desparasitado. 1977).

2.2.3. Impacto productivo en cría y tambo

2.2.3.1. Cría 3. NEMATODOS QUE PARASITAN LOS


Ensayos realizados en el INTA Anguil (Suárez et al., PEQUEÑOS RUMIANTES
1992) bajo diferentes condiciones de manejo mues-
tran diferencias en la ganancia de peso de los terne-
ros de 10 a 25 kg (7 % al 15 %) entre lotes donde las
vacas y terneros fueron desparasitados mensualmen-
3.1. Epidemiología
te y lotes controles sin tratamiento. Estas diferencias
fueron evidenciadas por Suárez y Busetti (1994) en 3.1.1. Especies de nematodos
dos momentos, i) hacia el final de la primera parte de
En el cuadro 3 se presenta la prevalencia, el número
la lactancia cuando los terneros tenían en promedio
promedio de los recuentos y las cargas más elevadas
menos de tres meses de edad y sus cargas de
de los nematodos gastrointestinales hallados en cor-
vermes eran casi nulas, y ii) a partir de los 130 a 150
deros o borregos en la provincia de La Pampa. De los
días de vida de los terneros, cuando la cantidad de
datos se extrae que las especies de mayor prevalen-
nematodos ingeridos fue lo suficientemente importan-
cia son Haemonchus contortus, Nematodirus spp. y
te como para producir efectos nocivos. Probablemen-
Trichostrongylus spp., de los cuales el primero es el

78
180 Cuadro 3. Prevalencia (P), número medio (NM) y cargas
Trat. sistemático
160
extremas (CE) de las especies de nematodes recupera-
Testigo sin trat.
dos en la provincia de La Pampa (Suárez 1986; Suarez,
140 2007).
120
Especies P NM CE
100
Kilogramos

Haemonchus contortus 89,4 1891 43 100


80
Trichostrongylus axei 31,5 147 3110
60
Ostertagia ostertagi 27,3 26 30
40
Teladorsagia circumcincta 2,9 2,2 5090
20
Trichostrongylus spp. * 83,4 416 18 542
0
S O N D E F M A M J J A Nematodirus spp.* 87,3 421 36 190
180
Trat. sistemático Cooperia spp .* 18,9 2,7 20
160
Testigo sin trat. Oesophagostomum spp. * 7,3 0,3 130
140
Trichuris ovis 68,4 3,7 50
120
Chabertia ovina 3,1 0,06 6
Kilogramos

100

80 Dictyocaulus spp. 4,2 0,2 35

60 * Las especies recuperadas del género Nematodirus: son N. spathiger, N.


40 oiratianus y N. abnormalis; de Trichostrongylus: son T. colubriformis y T.
vitrinus; las de Cooperia, C. oncophora y C. punctata; de Oesophagosto-
20 mum, O. venulosum y O. columbianum.
0
J J A S O N D E F M
parición estacionada en agosto-setiembre (Suárez y
–20
Busetti, 1995). Los niveles de HPG de las ovejas
muestran un pico posparto de aproximadamente tres
Figura 20. Ganancia de peso vivo (GPV) de la recría de meses, donde Haemonchus (> 98 %) predomina so-
terneras Holando Argentino con desleche de primavera bre los otros géneros. Este alza en la ovipostura pre-
(DP) y de otoño (DO) en la región central de Córdoba. viamente documentada en otras regiones (Armour,
Grupo con tratamiento sistemático y grupo testigo sin tra-
1980), es la principal fuente de infestación inicial de
tamiento (Fader y Descarga, 2000).
los corderos aún lactantes. Este pico del nivel de
HPG tiene su origen en el incremento de la fecundi-
que reviste mayor importancia económica en la salud
dad de los vermes que parasitan en bajo número a las
y productividad de los ovinos (Suárez, 1985b).
ovejas y por la activación de estados inhibidos en su
En el caso de los caprinos, también Haemonchus desarrollo y no se debe a la adquisición de larvas de
contortus y Trichostrongylus colubriformis son los las pasturas, ya que en agosto y setiembre la presen-
vermes más nocivos en la región, aunque también se cia de Haemonchus en los potreros es mínima en la
han descrito otros de menor importancia como Nema- región (Suárez y Busetti, 1995).
todirus spp. y Teladorsagia circumcincta, Trichostron-
En cuanto a los corderos (fig. 21) también se puede
gylus axei y Strongyloides papillosus y especies me-
ver un pronunciado pico del nivel de HPG que co-
nores como Cooperia spp., Oesophagostomum spp.,
mienza a los tres meses de vida antes del destete. Si
Skrjabinema ovis, Trichuris ovis y Dictyocaulus (Ro-
la majada pare en mayo, junio o julio o si los animales
ssanigo, datos no publicados)
pastorean sobre praderas perennes, este pico puede
comenzar a partir de octubre. El nivel de HPG perma-
nece elevado durante el verano hasta mediados de
3.1.2. Contaminación de los potreros
otoño, para luego caer abruptamente. Durante todo el
La figura 21 muestra la fluctuación estacional en la período estival y otoñal más del 98 % de los huevos
eliminación a los potreros de huevos de nematodos pertenecen a Haemonchus, y luego hacia el invierno
por gramo de heces (HPG) de una majada con predomina en un 62 % Trichostrongylus spp. (Suárez,

79
16 000 Ovejas de cría
Corderos c/verdeos
14 000
Corderos c/pasturas
Huevos por gramo 12 000

10 000
Destete
8 000

6 000
Parición
4 000

2 000

0
Ago Oct Dic Feb Abr Jun Ago Oct

Figura 21. Recuento de huevos de ovejas madres y de corderos en crecimiento manejados sobre sistemas con predomi-
nio de pasturas o de verdeos en la región semiárida pampeana (Suárez, 2007).

2007). Esta tendencia de máxima contaminación de


los potreros a partir del inicio del período estival pue- Las ovejas y cabras al parir presentan una eleva-
ción del valor de HPG debido a la caída de la res-
de desplazarse hacia el final del verano o verse redu-
puesta inmunitaria, momento crítico donde los
cida en períodos de escasas precipitaciones, con ma-
vermes gastrointestinales pueden expresar toda
nejos más extensivos, o como se observa en la figura
su capacidad de oviposición y contaminar los po-
21 que al manejar los corderos sobre mayor propor-
treros.
ción de verdeos el nivel de HPG es más bajo que
cuando predominan pasturas perennes.

Cooperia Nematodirus
Oesophagostomum Teladorsagia
Trichostrongylus Haemonchus
Huevos por gramo

100 % 1800

1600
80 % 1400
Huevos por gramo

1200
60 %
1000

800
40 %
600

20 % 400

200
0% 0
O N D E F M A M J J A S O N D

Figura 22. Recuento promedio de huevos y porcentaje de larvas predominantes en caprinos, registrados en sistemas
reales en San Luis (Rossanigo y Silva Colomer, 1993; Rossanigo y Frigerio, 2000).

80
En la figura 22 se muestra la tendencia estacional del meses. Los porcentajes hallados de larvas de 4 esta-
valor de los HPG y de los géneros de nematodos que do inicial (L4i) fueron del 68 %, 70 %, 75 % y 20 % para
lo componen en cabras adultas parasitadas, someti- los recuentos realizados en abril, mayo, junio y julio,
das al manejo animal característico de la región cen- respectivamente.
tral. Se observa claramente una elevación del nivel de
HPG coincidiendo con las épocas de parición de pri- La disponibilidad de larvas de Trichostrongylus spp.
mavera-verano (noviembre-diciembre) y de fin de oto- es mayor de abril a julio (fig. 24) al igual que lo obser-
ño (mayo-julio), ya descrita en ovinos (Suárez y vado para Nematodirus. También desde el otoño has-
Busetti, 1995; Tolosa et al., 1997). La mayor elimina- ta primavera en el pasto hay pocas larvas de Telador-
ción de huevos en primavera-verano está ligada a la sagia circumcincta, Ostertagia ostertagi y Cooperia
presencia de Haemonchus, que puede ser de 80 % spp., en tanto que los géneros Trichuris y Oesopha-
del total (Molina et al., 1997; Rossanigo y Frigerio, gostomum están presentes en forma intermitente du-
2000). En los llanos de La Rioja, en dos estudios rante el año, pero preferentemente en otoño.
(Dayenoff et al., 1996) se registró el pico de HPG en
febrero, y en Santiago del Estero (Molina et al., 1997)
en febrero-abril. Strongyloides papillosus se eleva en 3.1.4. Cargas parasitarias en los huéspedes
los meses de primavera-verano. A lo largo de cuatro ciclos de cría se observó la carga
estacional de vermes en cuanto a número y composi-
ción en corderos en crecimiento desde los 2 hasta los
3.1.3. Disponibilidad de larvas en los potreros 15 meses de edad. Las cargas de Haemonchus con-
La disponibilidad de larvas de cada especie presenta tortus, como lo grafica la figura 23, comienzan a
ciclo tras ciclo una tendencia estacional similar. incrementarse a partir de los tres meses de vida de
corderos de parición primaveral, alrededor del deste-
Las disponibilidad de Haemonchus contortus en los te. Las cargas más elevadas se presentan durante el
pastos es significativamente mayor de enero a abril, verano e inicios de otoño, lo que configura el período
para luego descender y ser menor de junio a octubre de mayor riesgo para la salud de los corderos. Cuan-
(Suárez, 2007). Una característica durante el otoño do los veranos se presentan lluviosos, las poblacio-
es que un porcentaje elevado de las larvas ingeridas nes se incrementan rápidamente, y cuando son más
frenan su desarrollo en estado 4 por un lapso de tres bien secos estas aumentan de número hacia el otoño.

4500
Haemonchus adultos
4000
Haemonchus juveniles
3500
Número de nematodos

Haemonchus L4
3000

2500

2000

1500

1000

500

0
N D E F N A M J J A S O N

Figura 23. Promedio de las cargas parasitarias de Haemonchus contortus durante de la recría de corderos en La Pampa
(Suárez, 2007).

81
1200
T. colubriformis (permanentes)

1000 T. colubriformis (trazadores)


T. axei (permanentes)
Número de nematodos

800

600

400

200

0
N D E F N A M J J A S O N D

Figura 24. Promedio de disponibilidad en los potreros de larvas de Trichstrongylus colubriformis (T. colub. trazadores) y
de las cargas parasitarias en corderos de T. colubriformis (T. colub. permanentes) y T. axei (T. axei permanentes) durante
la recría de corderos.

A partir de junio, las cargas descienden bruscamente Nematodirus spp. Las especies recuperadas (Suá-
hasta mediados de primavera, cuando empiezan a rez y Busetti, 1995) fueron N. spathiger (72 %), N.
elevarse de nuevo. Para el caso de pariciones otoño- oiratianus (16 %) y N. abnormalis (12 %). Las cargas
invernales, las infestaciones de los corderos son ba- recuperadas de los corderos, por lo general de nivel
jas, sin riesgos, incrementándose desde mediados de bajo, se elevan desde el inicio del consumo de pasto
primavera, para luego presentar una tendencia simi- hasta el cuarto o quinto mes de vida de los corderos
lar a los nacidos en primavera. A partir del otoño una en el verano, para luego mantenerse estables hasta
proporción importante de la población de Haemon- el inicio del otoño, donde una proporción (11% a 19
chus está constituida por larvas de estado inicial 4 y %) de la población está conformada por larvas L4.
en menor medida de larvas 4 en estados de desarro-
llo más avanzados (L4d) y juveniles no maduros. Las Trichostrongylus spp. La especie predominante es
proporciones de los diferentes estados hallados a lo Trichostrongylus colubriformis y, en menor medida, T.
largo del año son 52 % y 7 % en abril, 35 % y 15 % en axei. La figura 24 muestra la variación estacional de
mayo, 23 %, 8 % en junio, 40 % y 4 % en julio y 29 % sus poblaciones en los corderos en crecimiento. A
y 23 % en agosto para los estados L4i y L4d, respecti- partir del destete las cargas de T. colubriformis en los
vamente. huéspedes crecen lentamente, manteniéndose bajas
Este tipo de estructura en las poblaciones de Hae- en verano para elevarse en otoño y alcanzar un pico
monchus (Suárez y Busetti, 1995) ha sido observada moderado en invierno. La prevalencia y el número de
también en Uruguay (Nari et al., 1982). El hallazgo T. axei recuperados son mayores cuando los ovinos
conjunto de formas larvarias con diferente grado de se manejan junto con bovinos (Suárez y Busetti,
desarrollo fundamentalmente a partir de mayo, no in- 1995).
dicaría un período definido de freno del desarrollo.
Probablemente como ya se mencionó, el desarrollo Otros vermes recuperados. Teladorsagia circum-
creciente de la inmunidad de los corderos (Miller et cincta y su forma polimórfica (Suárez y Cabaret,
al., 1983), más el incremento de la densidad poblacio- 1992) se observa por lo general en bajo número des-
nal de Haemonchus (Barger et al., 1985) frenarían la de otoño hasta fines de primavera. Está asociado a
inhibición del desarrollo de una proporción importante períodos húmedos o sistemas de mayor carga ovina
de las larvas ingeridas. Todos estos procesos ocurri- con utilización de pasturas perennes. A partir de la
dos durante el otoño producen la caída del nivel de década de 1990, se registró un aumento en su fre-
HPG y el denominado fenómeno de autocuración. cuencia y abundancia, probablemente debido al in-

82
cremento de las precipitaciones (Suárez, datos no pu- tratados (Suárez, 1985b). Estos datos fueron registra-
blicados). dos en mayo luego de padecer durante el verano una
parasitosis moderada o graves, respectivamente, en
El género Oesophagostomum por lo general siempre el primer caso o en el segundo.
se recupera en bajo número y mayormente desde el
verano hacia el otoño. O. venulosum es la especie
que aparaece con mayor frecuencia (> 70 %). 3.2.1.3. Producción de lana
Bajísimas cargas de Trichuris ovis fueron registradas
a lo largo del año. Por otro lado, Chabertia ovina y En La Pampa, Suárez et al. (1990) compararon la pro-
Dictyocaulus filaria son recuperados en escaso nú- ducción de corderos que sufrieron los efectos de una
meros y esporádicamente desde el final del invierno y haemonchosis aguda, contra otros tratados quince-
primavera, en sistemas con elevado uso de pasturas nalmente. Al final del otoño los borregos infestados
perennes. Cooperia curticei, especie afín al huésped mostraron una disminución del peso del vellón sucio
ovino, fue hallada esporádicamente y en bajísimo nú- (PVS) del 9,9 % (2,99 frente a 3,32 kg) y de la finura
mero en sistemas donde predominan las pasturas pe- de la fibra (27,2 frente a 29,2 micrones). En la esquila
rennes y hacia el este de la región semiárida (Suárez, de noviembre volvió a registrarse una diferencia a fa-
2007). vor del lote tratado del 7 % en el PVS.

3.2.1.4. Producción de leche


3.2. Impacto productivo
Estudios previos en la región reconocen mayor sus-
ceptibilidad frente a los nematodos gastrointestinales
3.2.1. Haemonchosis y otros nematodos que de la raza cruza lechera ¾ Frisona del Este x ¼
afectan a los ovinos Corriedale al compararla con la Corriedale pura
Debido a la prevalencia, abundancia y patogenicidad (Suárez, 1985c), lo que sugiere que se debe tener un
de Haemonchus contortus en la región, tratar la gas- mayor cuidado en los planes de control con biotipos
troenteritis verminosa es prácticamente referirse a lecheros. Los resultados de Suárez et al. (2009) en
haemonchosis, que potenciada por las otras especies Anguil, La Pampa, muestran un rendimiento lácteo
de nematodos afecta la salud y la productividad de los mayor de 81 ml/día, en ovejas tratadas mensualmen-
animales. te (188,0 ± 60 litros) al compararlas con controles sin
tratamiento (171,9 ± 52,2 litros). Esto representó un
incremento total en la producción de leche del 9,36 %.
3.2.1.1. Mortandad Además, el grupo tratado presentó un período de or-
deño significativamente más largo que el control. El
La muerte de corderos es lo más perjudicial y dramá- ensayo evidencia que, a pesar de que las ovejas solo
tico que ocasiona Haemonchus. Algunas infestacio- estuvieron expuestas a altas cargas de nematodos
nes extremas ocurridas en enero o febrero en corde- durante cortos períodos de tiempo, se vieron afecta-
ros de 5 a 6 meses de edad, presentaron tasas de das negativamente. Entre los escasos antecedentes
mortalidad de 20 % a 33 %, con una morbilidad supe- disponibles, en Italia ensayos con ovejas lecheras tra-
rior al 50 % antes de ser desparasitados (Suárez et tadas antes y después del parto muestran incremen-
al., 1990; Suárez, 2007). tos de leche del 19 a 44 % (Cringoli et al., 2008).

3.2.1.2. Producción de carne


3.2.2. Efectos en caprinos
Estudios realizados en la región muestran que H. con-
tortus también afecta la ganancia de peso de los ani-
males en crecimiento (Suárez, 1985b; Suárez et al., 3.2.2.1. Salud
1990) Comparaciones llevadas a cabo entre lotes de Casos clínicos de haemonchosis agudas son diag-
corderos tratados quincenalmente y lotes no tratados nosticados frecuentemente durante el verano en San
(salvo en caso de riesgo extremo) bajo condiciones Luis. También Anziani et al. (2010a), en el centro-nor-
de infestación natural, mostraron diferencias de 22 % te de Córdoba, concluyen que Haemonchus es el gé-
a 40,1 % en la ganancia de peso vivo a favor de los nero más patógeno y de mayor resistencia antihel-

83
míntica. Adicionalmente, en San Luis (Rossanigo, no prolificidad y mayor peso de las crías al nacimiento
publicado) se diagnosticaron casos de GEV clínicas respecto al grupo testigo sin desparasitar. Esto puede
con presencia de diarreas, causadas por altas cargas observarse en el cuadro 4, donde se muestran los pa-
de Strongyloides spp. Estos síntomas se deben a que rámetros obtenidos en un ensayo de producción reali-
gran número de sus larvas infestantes se incrustan en zado en Villa Mercedes (Rossanigo y Frigerio, 2000).
las paredes del intestino delgado y crecen hasta adul-
tos, provocando irritación y como consecuencia una Toda esta mejora en las cabras tratadas se refleja en
diarrea profusa, especialmente en animales jóvenes. un incremento significativo de la producción de carne
de cabritos mamones de dos meses de edad respecto
En cabras adultas, estudios realizados en sistemas al grupo que no recibió tratamiento antihelmíntico al-
reales demostraron el efecto sobre la salud de cabras guno. Por ejemplo, en San Luis, el grupo de animales
parasitadas, ya que estas pierden entre 4 y 6 kg de tratados produjo 10,1 kg de carne de cabrito/cabra/
peso vivo con respecto a las tratadas mensualmente año, mientras que el grupo testigo sin desparasitar
(Dayenoff et al., 1996; Rossanigo y Silva Colomer, 5,4 kg de carne (Rossanigo y Frigerio, 2000). Simila-
1993; Rossanigo y Frigerio, 2000). La mayor respues- res resultados se obtuvieron en trabajos de producti-
ta sobre la ganancia de peso se observa en el período vidad hechos en La Rioja (Dayenoff et al., 1996), don-
periparturiento de las cabras. Todo esto se relaciona de se obtuvo 12,3 kg y 8,9 kg, respectivamente.
a que los caprinos tienen mayor susceptibilidad a los
nematodos que el ganado ovino, tanto en animales
jóvenes como en los adultos, lo cual se debe a una 3.2.2.3. Producción de leche
menor eficacia en la respuesta inmunitaria (Hoste y En San Luis, observaciones registradas por Rossani-
Chartier, 1998). go et al. (1999) durante 99 días en sistemas reales de
productores minifundistas que ordeñan para la fabri-
cación artesanal de quesillos o para el autoconsumo,
3.2.2.2. Producción de carne
determinaron que cabras tratadas libres de efecto pa-
Los mismos ensayos demostraron que el mayor peso rásito produjeron 69 g/día de leche más que las ca-
al momento del parto de las cabras madres despara- bras parasitadas (383 g/día frente a 314 g/día). Re-
sitadas, produce también una mejora reproductiva cientemente se reportó en Salta (Aguirre et al., 2000)
que se traduce en un incremento significativo de la un caso de mortandad por nematodiasis y disminu-

Cuadro 4. Parámetros reproductivos de las cabras de los tres grupos del ensayo de Villa Mercedes (O-I: parición otoño-
invierno; P-V: primavera-verano).

Tratatiemto Tratamiento Testigo


sistemático estratégico sin tratamiento

Número de cabras 19 17 19
% preñez anual 68,4 a 61,8 a 50 a
% cabras doble preñez anual 42,1 a 23,5 ab 0 b
% partos simples 42,3 a 57,1 a 66,7 a
% partos dobles 57,7 a 42,9 a 33,3 a
Número de crías anuales 41 30 24
Prolificidad anual 1,14 a 0,88 ab 0,63 b
Prolificidad parto O-I 1,53 a 1,41 a 1,33 a
Prolificidad parto P-V 0,79 a 0,35 ab 0 b
Ganancia media (kg) 5,99 a 5,80 a 5,95 a
Kilos de carne carne/cabra/2 partos 10,10 a 7,30 ab 5,44 b

Letras distintas misma fila difieren significativamente; mayúsculas P<0,01, minúsculas P <0,05.

84
OJO: En salicilanilidas uniformicé el criterio de dosis en ovinos y en cabras; ver si está bien (decía 10 - 5
mg/kg, solamente). En Imidazotiazoles la dosis es la misma oral o SC?

Cuadro 5. Antihelmínticos para pequeños rumiantes; dosis específica para el ganado ovino y caprino (Anziani et al.,
2010a).

Grupo deAntihelmíntico DrogaAntihelmíntica Dosis en ovinos Dosis específica de cabras

Benzimidazoles Oxfendazol (oral) 5 mg/kg 10 mg/kg


Fenbendazol (oral) 5 mg/kg 10 mg/kg
Albendazol (oral) 3,8 mg/kg 7,6 mg/kg
Mebendazol (oral) 15 mg/kg 30 mg/kg
Tiabendazol (oral) 50 mg/kg 100 mg/kg

Probenzimidazoles Tiofanato (oral) 50 mg/kg 100 mg/kg


Febantel (oral) 5 mg/kg 10 mg/kg
Netobimin (oral) 7,5 mg/kg 15 mg/kg

Imidazotiazoles Levamisol (oral-SC) 7,5 mg/kg 12 mg/kg

Avermectinas Ivermectina (SC) 0,2 mg/kg 0,4 mg/kg

Milbemicinas Moxidectin (SC) 0,2 mg/kg 0,2 mg/kg

Salicilanilidas Closantel (oral-SC) 10 mg/kg per os 10 mg/kg per os


5 mg/kg SC 5 mg/kg SC

Derivados amino-acetonitrilos Monepantel (oral) 2,5 mg/kg 3,75 mg/kg

ción de la producción lechera en cabras lecheras, a


tal extremo que el propietario optó por suspender los
ordeños.
4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
3.2.3. Antihelmínticos en caprinos
Aguirre, D.; Cafrune, M.; Viñabal, A. y Salatín, A. 2000.
La especie caprina posee una menor absorción y más Mortalidad por nematodiasis asociada a la ineficacia
rápida metabolización de los antihelmínticos en com- del albendazole en cabras lecheras del valle de Lerma
paración con otros rumiantes (Alvinerie et al., 2009). (Salta). Rev. Arg. Prod. Anim., 20 (1): 341-343.
En el caso de los benzimidazoles (Hennessy et al.,
Alvinerie, M.; Lespine, A. y Chartier, C. 2009.
1993), la sulfoxidación en el hígado de los caprinos es
Pharmacological knowledge for an improved use of
más intensa y aquellos rápidamente se convierten en antiparasitic drug in goats.Goat-parasite interactions:
sulfonas sin tener acción antiparasitaria. Esto signifi- from knowledge to control (CAPARA) 1 st WGs
ca que las dosis estándar definidas y formuladas para Workshop & MC Meeting, Thessaloniki, Greece
los ovinos no se adaptan a los caprinos. Por esta ra-
zón, estos últimos requieren dosis superiores que Anziani, O.; Caffe, G.; Cooper, L.; Caparros, J.; Mohn,
C. y Aguilar, S. 2010a. Parásitos internos y caprinos
compensen el clearence acelerado y logren una efi- de leche. Parte 2: Estudios sobre la resistencia de los
cacia comparable con la de los ovinos (cuadro 5). nematodos gastrointestinales a los antihelmínticos.
Ficha técnica N° 15 de Proyecto Lechero. INTA (Sa-
Las dosis de antihelmínticos formuladas general- lud Animal).
mente para los ovinos no se adaptan a los
Armour, J. 1980. The epidemiology of helminth
caprinos. La menor absorción y la más rápida
disease in farm animals. Vet. Parasitol. 6, 7-46.
metabolización-eliminación de estas drogas por
parte de esta última especie hacen necesaria una Balic, A.; Bowles, V. y Meeusen, E. 2000. The
posología superior a la de los ovinos. immunobiology of gastrointestinal nematodo
infeccions in ruminants. Adv. Parasitol. 45, 181-241.

85
Barger, I.; Lejambre, L.; Georgi, J. y Davies, H. 1985. Fox, M.; Gerrelli, D.; Pitt, S. y Jacobs D. 1989. Oster-
Regulation of Haemonchus contortus populations in tagia ostertagi infection in the calf: effects of a trickle
sheep exposed to continuous infection. Int. J. for challenge on appetite, digestibility, rate of passage of
Parasitol. 15, 29-533. digesta and liveweight gain. Res. Vet. Sci. 47, 294-
298.
Barriga, O., 1984. Inmunomodulation by nematodos a
review. Vet. Parasitol., 14: 299-320. Hennessy, D.; Sangster, N.; Steel, J. y Collins, G.
1993. Comparative kinetic disposition of oxfendazole
Coop, R.; Sykes A. y Angus, K. 1979. The in sheep and goats before and during infection with
pathogenicity of daily intakes of Cooperia oncophora Haemonchs contortus and Trichostrongylus colubri-
larvaein growing calves. Vet. Parasitol. 5, 261-269. formis. J. Vet. Pharmacol. Therap. 16, 245-253.
Cringoli G.; Veneziano, V.; Jackson, F.; Vercruysse, J.; Herlich, H., 1979. Infection and immune kineticsof Tri-
Greer, A.; Fedele V.; Mezzino L. y Rinaldi, L. 2008. chostrongylus axei in calves. Amer. J.of Vet. Res. 40,
Effect of strategic anthelmintic treatments on the milk 774-776.
production of dairy sheep naturally infected by gastro-
intestinal strongyles. Vet. Parasitol. 156, 340–345. Hoste, H. y Chartier, C. 1998. Resistence des chevres
aux strongylosis gastro-intestinales: Différences avec
Dayenoff, P.; Carrizo, H.; Bolaño, M. y Cáceres, R. les moutons. Le point Vétérinaire, vol. 29, N° 189: 69-74.
1996. Propuesta para el control de algunas parasito-
sis en el ganado caprino y su efecto en la productivi- Isenstein, R. 1971. The polymorphic relationship of
dad de la majada. Rev. Arg. Prod. Anim. Vol.16 Sup.1: 83. Cooperia oncophora (Raillet, 1898), Ransom 1907, to
Cooperia surnabada Antipin 1931 (Nematoda
Descarga, C. 1994. Parasitosis gastrointestinal bovi- Trichostrongylidae). J. Parasitology 57, 316-319.
na en un sistema agricola ganadero de ciclo completo
del sudeste de la provincia de Córdoba. Informe Téc- Lovera, H.; Descarga, C. y Raviolo, J. 2008. Dinámi-
nico Nº 104 INTA EEA Marcos Juárez. 12 pp. cas de oviposición y de disponibilidad en pasto de ne-
matodos gastrointestinales bovinos en invernada so-
Descarga, C.O. 2001. Efectos epidemiológicos y pro- bre triticale en el sudoeste de Córdoba. Rev. Med.
ductivos de una estrategia antihelmíntica durante tres Vet., 89 (1):13-20.
ciclos de invernada pastoril. Rev. Med. Vet.,
82(3):139-150. Michel, J.; Lancaster, M. y Hong, C. 1979. The effect
of age, acquired resistance, pregnancy and lactation
Descarga, C.; Kloster, A.; Davies, P. y Magnasco, R. on some reactions of cattle to infection with Ostertagia
1994. Parasitosis gastrointestinal en terneras ostertagi. Parasitology 79, 157-168.
Holando Argentino en la región subhúmeda sudeste
de Córdoba. Rev. Arg. Prod. Anim. 14(3-4):237-250. Miller, H.; Jackson, F.; Newlands, G. y Appleyard ,W.
1983. Immune exclusion, a mechanism of protection
Descarga, C. y Urbani, L. 2008. Parasitosis gastroin- against the ovine nematodo Haemonchus contortus.
testinal bovina en invernada sobre raigrás anual con Res. in Vet. Sci. 35, 357-363.
control antihelmíntico postergado. Rev. Arg. Prod.
Anim.,28(1):317. Molina, S.; Fernández, M.; Martín, G.O.; Fernández,
J.L. y Cruz, L. 1997. Diagnóstico clínico de las patolo-
Descarga, C.; Bessone, F.; Ducommun, M.; Masiero, gías más frecuentes en majadas caprinas del Dpto
B. y Gallardo, A. 2011. Dynamics of fecal eggs Río Hondo, Santiago del Estero, Arg. Therios Vol. 26
shedding of trichostrongyles nematodos in cow herds N° 137: 259-267.
of the southeast of Cordoba (Argentina). Proceedings
23 Congreso Internacional Asoc. Mundial para el Nari, A.; Petraccia, C.; Solari, M. y Cardozo, H. 1982.
Avance de la Parasitologia Veterinaria. 21-25 agosto. La inhibición del desarrollo larvario en nematodos
Buenos Aires. gastrointestinales de ovinos con especial referencia a
Haemonchus contortus. Veterinaria (Uruguay) 18: 78-88.
Descarga, C.; Urbani, L. y Kloster, A. 2012. Dinámica
de la resistencia de los nematodos gastrointestinales Rossanigo, C. 1999. Sobrevida de larvas infestantes
a la ivermectina en un sistema de invernada bovina. de nematodos gastrointestinales del bovino en condi-
INTA Estación Experimental Agropecuaria Marcos ciones naturales. Therios Vol.28, N° 147: 104-113.
Juarez. Inf. Investigacion Nº 7, 12 p.
Rossanigo, C. 2005.Control integrado de parásitos
Fader, O. y Descarga, C. 2000. Parasitosis gastroin- como herramienta para prevenir la resistencia
testinal en terneras Holando Argentino en la región antiparasitaria: evaluación de un sistema de bajo ries-
central de Córdoba. Vet. Arg. 18(175):341-353. go en invernada. En «Resistencia a los antiparasita-
rios internos en Argentina». FAO Producción y Sani-
dad Animal. Roma: 102 pag.

86
Rossanigo, C.; Avila, J.; Sager, R.; Vasquez, R. y Poli, Suárez, V. 1990a. Variación estacional de las pobla-
M. 1986. Efecto de las cargas de helmintos gastroin- ciones de helmintos parásitos de bovinos en sistemas
testinales sobre el consumo y digestibilidad en terne- de invernada en la Región Semiárida y Subhúmeda
ros de destete. Vet. Arg., III (24): 345-353. Pampeana. Rev. Med. Vet. (Bs.As.), 71, 1: 6 18.
Rossanigo, C.; Avila, J.; Vasquez, R. y Sager, R. 1988. Suárez, V. 1990b. Inhibition patterns and seasonal
Estudios epizootiológicos del parasitismo gastrointes- availability of nematodo for beef cattle grazing on
tinal bovino en las provincias de San Luis y Córdoba Argentina’s Western Pampas. Int. J. for Parasitol. 20,
(Argentina). Rev. Arg. Prod. Anim., 8 (3):259-269. 1031 1036.
Rossanigo, C.; Avila, J. y Sager, R. 1992a. Parásitos Suárez, V. 1992. Las parasitosis internas del bovino
gastrointestinales de los rumiantes. Estudios realiza- en la región Semiárida y Subhúmeda Pampeana:
dos en la zona. Información Técnica Nº 116. INTA Es- ¿Cómo controlarlas? Bol. Divulgación Técnica (INTA-
tación Experimental Agropecuaria San Luis (Villa Mer- Anguil), Nº 47, 38 p.
cedes). Argentina. p.14.
Suárez, V. 1993. Las parasitosis internas del bovino
Rossanigo, C.; Avila, J. y Sager, R. 1992b. Parasitis- en la región Semiárida y Subhúmeda Pampeana:
mo gastrointestinal subclínico en terneros de destete: ¿Cuáles son, qué producen? Bol. Div. Técnica (INTA-
su efecto sobre el consumo, la digestibilidad y la ga- Anguil) Nº 48, 27 p.
nancia de peso. Rev. Med. Vet., 73 (2): 88-94.
Suárez, V. 1994. Las parasitosis internas del bovino
Rossanigo, C. y Silva Colomer, J. 1993. Nematodos en la región Semiárida y Subhúmeda Pampeana:
gastrointestinales: efecto sobre la producción en ca- ¿Como controlarlas? Bol. Divulgación Técnica (INTA-
bras criollas de San Luis (Arg.). Estrategia de control. Anguil), 47, 27 p.
Rev. Arg. Prod. Anim., Vol 13 N° 3-4: 283-293.
Suárez, V. 1995. Epidemiología de los nematodos en
Rossanigo, C.; Frigerio, K. y Silva Colomer, J. 1999. la región subhúmeda y semiárida pampeana. In: En-
Producción de la cabra Criolla sanluiseña (Argentina). fermedades parasitarias de importancia económica
Vet. Arg., vol. XVI, N° 151: 24-33. en bovinos. Ed. Nari A. y Fiel C., Hemisferio Sur, Arg.,
Cap. 5, 95-114 pp.
Rossanigo, C. y Frigerio, K. 2000. Epidemiology and
effects of nematodo infections on the production of Suárez, V. 2001. Ecología de los estados de vida libre
Criolla goats. Proceedings 7° International de los nematodos bovinos durante la contaminación
Conference on Goats. 15-18 mayo 2000. Tours, Fran- otoño invernal en la región semiárida pampeana. Rev.
cia, tome II: 802-805. Med. Vet., Vol. 82, 6: 316-323.
Rossanigo, C.; Arano, A. y Rodriguez Vazquez, G. Suárez, V. 2007. Epidemiología y control de los nema-
2011. Stock 2011 del ganado bovino. Mapas de todos gastrointestinales en el oeste de la Región
Existências e indicadores ganaderos. RIAN – Pampeada. In: Suarez, V.H., Olaechea, F.V., Rossani-
SENASA. Información Técnica N° 180, EEA San Luis. go, C.E., Romero, J.R. (Eds), Enfermedades parasita-
Dic. 2011, 16 pag. rias de los ovinos y otros rumiantes menores en el
Cono Sur de América, Ediciones INTA, Anguil, Argen-
Suárez, V. 1985a. Seasonal availability of nematodo tina, PT. 70, Cap. 1.3.2, , pp. 43-62.
for tracer calves in the Pampeana Semiarid Region of
Argentina Proceeding XI Congrreso de la World Suárez, V.; Ciminari, O.; Bello, E.; Busetti, M. y
Association Vet. Parasitology,. 8 12/8/85, Rio de Bedotti, O. 1987. Parasitismo gastrointestinal en la in-
Janeiro, Brazil. vernada de novillos cruza Cebú en la Región
Subhúmeda Pampeana. Vet. Arg. IV, 38: 695 705.
Suárez, V. 1985b. Parasitosis gastrointestinal en
ovinos Corriedale en la Región Semiárida Pampeana, Suárez, V. y Busetti, M. 1989. Epizootiología y efecto
I Resultados del periodo 1981/82. Rev. Arg. Prod. de los nematodos gastrointestinales en la recría de
Anim., 5, 3 4, 243 255. terneras en la Región Semiárida Pampeana. Rev. Arg.
Prod. Anim., 9, 149 158.
Suárez, V. 1985c. Comparación del efecto de la para-
sitosis gastrointestinal sobre 2 razas ovinas 3/4 Ost Suárez, V.; Larrea, S.; Busetti, M.; Bedotti, D.; Bul-
Friesian x 1/4 Corriedale y Corriedale en la Región man, G. y Ambrustolo, R. 1990. Nematodos gastroin-
Semiárida Pampeana. Vet. Arg. II, 16: 554 561. testinales ovinos: Su control y efecto sobre los pará-
metros epizootiológicos, hematológicos y productivos
Suárez, V. 1986. Epizootiología de los parásitos en la Región Semiárida Pampeana (Argentina).
gastro-intestinales en ovejas en la Región Semiárida Therios, 15 (73): 156 173.
Pampeana. Rev. Med. Vet. (Bs.As.), 67, 4: 190 202.

87
Suárez, V.; Bedotti, O.; Larrea, S.; Busetti, M. y Garriz, contamination in Argentina western pampas. Parasite
C. 1991. Effect of an integrated control programme (Fr), Vol 7, 4: 255-261.
with ivermectin on growth carcase and nematodo
infection on beef cattle in Argentina’s Western Pam- Suárez, V. y Busetti, M. 2000. Efecto de tratamientos
pas. Res. in Vet. Sci. 50, 195 199. intensivos previos en novillos expuestos naturalmente
a nematodos gastrointestinales en la segunda parte
Suárez, V. y Cabaret, J. 1992. Interbreeding in the del engorde. Rev. Med. Vet., 81, 2: 110-113.
sub-family Ostertagiinae (Nematoda) of ruminants.
Journal of Parasitology, 78, (3): 402-405. Suárez, V.; Busetti, M. y Babinec, F. 2001. Effects of
previous suppressive anthelmintic treatments on
Suárez, V.; Busetti, M. y Fort, M. 1992. Epidemiology subsequent nematodo infection in fattening cattle in
and effects of nematodo infections on beef cow-calf Argentina Vet. Parasitol., 96, 2, 221-231.
system of Argentina’s Western Pampas. Vet.
Parasitol. 42, 73-81. Suárez, V. y Cristel, S. 2005. Mínimo uso de antihel-
mínticos y manejo forrajero en el control de los nema-
Suárez, V.; Busetti, M.; Torrado, J.; De Carli, L. y Ra- todos bovinos en la región semiárida pampeana. In
mos, J. 1993a. Parasitismo interno en terneras de re- Resistencia a los antiparasitarios internos en la Ar-
posición en el area del Caldenal, La Pampa. Vet. Ar- gentina, FAO/TCP, Argentina, 95-102 pp.
gentina, (Buenos Aires), X, 92: 86-94.
Suárez, V.; Cristel, S.; Ahoussou, S. y Bonetti, C.
Suárez, V.; Rucci, T.; Busetti, M.; Bedotti, D. y Fort, M. 2008. Epidemiología de los nematodos gastrointesti-
1993b. Parasitismo interno en bovinos del extremo nales bovinos en verdeos a partir de siembra directa
oeste de la región semiárida pampeana (Chacharra- con mínima labranza In: Invest. En Producción Animal
mendi, La Pampa). Therios, 21, 104: 240-249. 2006. R. Subhúmeda y Semiárida Pampeana. Boletín
de Divulg. Técnica Nº 94: 81-84.
Suárez, V. y Busetti, M. 1994. Efecto de una estrategia
de control de las parasitosis internas en la productivi- Suárez, V.; Cristel, S. y Busetti M. 2009. Epidemiology
dad de la cría bovina. Veterinaria Argentina, Bs. As, and effects of gastrointestinal nematodo infection on
XI, 102: 88-96. milk production of dairy ewes. Parasite, 16, 2: 141-
147.
Suárez, V. y Busetti, M. 1995. Epidemiology of
helminth infections of growing sheep in Argentina’s Suárez, V.; Busetti, M. y Real Ortellado, M. 2010. En-
western pampas. Int. J. for Parasitol. 25, 4: 489-494. cuesta descriptiva sobre prácticas de manejo y pro-
ducción en sistemas ovinos de lana y carne en la re-
Suárez, V.; Busetti, M. y Lorenzo, R. 1995. gión semiárida pampeana. Rev. Arg. Prod. Anim. Vol.
Comparative effects of nematodo infection on Bos 30, N° 1, 81-96.
taurus and B.indicus crossbred calves grazing on
Argentina’s western pampas. Vet. Parasitol. 58, 263- Tolosa, J.; Navarro, F.; Vazquez, M.; Grivel, D. y
271. Sbaffo, A. 1993. Influencia del endoparasitismo en un
sistema productivo de novillos en invernada. Jorna-
Suárez, V.; Lorenzo, R.; Busetti, M. y Babinec, F. das de Epidemiología y Control del Parasitismo en la
1997. Resistencia y tolerancia de bovinos Aberdeen Región Pampeana Centro. Fac. Agron. y Veterinaria
Angus, Santa Gertrudis y sus cruzas frente a los ne- Univ. Nac. Rio Cuarto. Octubre, 1 pp.
matodos gastrointestinales. Vet. Arg. XIV, N° 139:
606:617. Tolosa, J.; Sánchez, J.; Boaglio, C.; Maffrand, C.;
Chiaretta, A.; Tiranti, K.; Vázquez, M.; Mortara, L.;
Suárez, V.; Lorenzo, R.; Busetti, M. y Santucho, G. Bosch, P. y Gache, M. 1997. El impacto del parasitis-
1999a. Physiological and parasitological responses to mo interno en ovejas infectadas naturalmente en la
nematodo infections of fattening cattle in the western provincia de Córdoba. Resúmenes IV Jornadas Cien-
pampas of Argentina. Vet. Parasitol., 81: 137-148. tíficos-Técnicas de la Fac. de Agr. y Vet. de la Univ.
Nac. de Río IV (20-21 agosto 1997): 489-491.
Suárez, V.; Fort, M.; Lorenzo, R.; Busetti, M. y Robio-
lo, B. 1999b. Respuesta inmunológica inespecífica en Van Adrichem, P. y Shaw, J. 1977. Effects of gastroin-
terneros parasitados por nematodos. Vet. Arg., Vol. testinal nematodiasis on the productivity of
XVI, 159: 663-671. monozygons twin cattle. Growth performance and milk
production. J. of Anim. Sci. 46: 423-429.
Suárez, V. y Lorenzo, R. 2000. Ecology of the free
living stages of cattle nematodos during estival

88

View publication stats

También podría gustarte