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ORACION
Y antes de comenzar este espacio, pediremos que nuestro encuentro sea guiado por
el Espíritu Santo. Donde estemos inclinémonos para la Oración.
Querido Padre, con gratitud de nuestros corazones por este tiempo que dedicamos
al estudio y la reflexión de tu Palabra Señor. Que nuestro encuentro sea guiado por
el Espíritu Santo, quien ilumine nuestras mentes y abra nuestros corazones a la
sabiduría contenida en las Sagradas Escrituras. Que este espacio sea un lugar de
crecimiento espiritual, de comunión fraterna y de profundo entendimiento de la
voluntad divina. Que cada palabra que escuchemos y cada reflexión que
compartamos nos acerque más al conocimiento y amor por nuestro amado Señor
Jesucristo. Oramos para que nuestras mentes sean receptivas, nuestros corazones
sean humildes y nuestras acciones reflejen la luz de su amor.
En el nombre de tu amado Hijo Jesús. Amén."
Genesis cap. 2: 19 y 20
19
Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los
cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que
Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.
20
y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo;
más para Adán no se halló ayuda idónea para él.
Durante sus primeros días, Adán, se sentía solo, era el primogénito y por lo tanto la
cabeza de la raza humana, se dio cuenta de que no había otro ser como él.
“Mas para Adán no se halló ayuda idónea para él” (Gén. 2:20).
Al despertar, Adán reconoció en seguida la relación estrecha e íntima, que este acto
específico de creación haría posible. Exclamó:
“Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona,
porque del varón fue tomada” (Gén. 2:23).
EL PRIMER MATRIMONIO:
De la diversidad del varón y la mujer, Dios produjo orden y unidad. Ese primer
viernes de la historia, el Creador celebró el primer matrimonio, uniendo a esas dos
personas que eran a la misma imagen de Dios, para hacer de ellas una. Y desde
entonces el matrimonio ha constituido el fundamento de la familia y de la sociedad.
Dios creó al hombre, Adán, y luego creó a la mujer, Eva, para que fuera su
compañera y ayudante idónea. Esta unión entre un hombre y una mujer en
matrimonio, según el relato bíblico, establece el fundamento de la familia como una
unidad básica y fundamental en la sociedad.
"Las Escrituras nos enseñan claramente que la gozosa expresión sexual del amor
entre el esposo y la esposa es un plan divino. Es tal como lo enfatiza el autor de
Hebreos, sin MANCILLA, es decir, exento de pecado, no contaminado. Es un lugar
de gran honor en el matrimonio, el lugar santísimo de la relación, donde el esposo y
la esposa se encuentran privadamente para celebrar su amor mutuo. Es una ocasión
destinada a ser santa e intensamente placentera”.
“El amor llamado agápé está conectado a una fuente eterna de poder, y puede
continuar operando, aunque todas las otras clases de amor hayan fracasado... Ama,
y no le importan las consecuencias. No importa cuán indigna de amor sea la otra
persona, el agápé continúa fluyendo. El agápé es tan incondicional como el amor
que Dios siente por nosotros. Es una actitud mental basada en una elección
deliberada de la voluntad”.
Después que Dios creó a nuestros primeros padres, les concedió dominio sobre el
mundo (Gén. 1:26; 2:15). Formaron la primera familia, la primera iglesia, y marcaron
el comienzo de la sociedad. De este modo, la sociedad fue construida sobre la
institución del matrimonio y la familia. Por cuanto Adán y Eva eran los únicos
habitantes humanos del mundo, Dios les ordenó: “Fructificad y multiplicaos; llenad
la tierra, y sojuzgadla” (Gén. 1:28).
Te pedimos que nos ayudes a aplicar lo que hemos aprendido en nuestras vidas
diarias, para que seamos testigos vivos de tu amor y tu gracia en el mundo que nos
rodea.