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Video #1

Lógica y Derecho - El Explicador Legal. Universidad Privada Estado de México

La lógica, establecida por Aristóteles en el siglo IV a.C., es fundamental en el derecho, ya que se


busca un derecho lógico y racional. Para Aristóteles, un silogismo, compuesto por premisas
mayores, menores y conclusiones, debe ser correcto (cumplir normas y reglas) y verdadero (estar
apegado a la realidad). Sin embargo, surgieron los sofistas, quienes creaban silogismos correctos
pero falsos, engañando a las personas al seguir reglas, pero estar fuera de la realidad. Así, en el
derecho, los argumentos y sentencias deben ser lógicos, atendiendo a las leyes y a la realidad para
ser considerados como tal.

Video #2

Lógica Jurídica, Universidad Nacional Autónoma de México UNAM, Dra. Carla Huerta Ochoa

La Facultad de Derecho de la UNAM ha decidido hacer obligatoria la materia de lógica jurídica,


considerándola fundamental para la formación del jurista, ya que tradicionalmente se enseñaba en
la educación básica, pero se ha dejado de enseñar, lo cual es relevante para el abogado conocer los
rudimentos de la lógica formal. Esta iniciativa busca que los alumnos se introduzcan en los
fundamentos de la lógica proposicional para comprender el lenguaje legal y detectar falacias, ya que
la lógica jurídica no se limita a la lógica proposicional, sino que existen otras formas de lógica
aplicables al derecho, como la lógica deóntica. En este sentido, la lógica jurídica prepara al abogado
para entender el mensaje de terceros, identificar errores en el razonamiento y formular argumentos
válidos, lo que puede ayudarles a ganar casos.

Video #3

Lógica jurídica, argumentación Epistemología jurídica y lenguaje, Dr. José Apipilhuasco Ramírez.
México, UNAM

La lógica jurídica y la argumentación se presentan como herramientas fundamentales para los


abogados, permitiéndoles alcanzar la verdad científica y práctica, depurar principios generales y
elaborar silogismos lógicos correctos. Mientras la lógica garantiza certeza formal, la argumentación
distingue comportamientos que reivindican la dignidad y las prerrogativas humanas, promoviendo
una convivencia civilizada. El lenguaje, además de su función lógica, cumple un papel social crucial
para la supervivencia y organización de la especie humana, permitiendo la transmisión de saberes
empíricos y el desarrollo de sistemas de comunicación sofisticados. En el ámbito del derecho, el
lenguaje se emplea para racionalizar y perfeccionar socialmente la normativa, siendo esencial para
la comunicación y la transmisión de ideas en la sociedad. La epistemología jurídica se encarga de
analizar la corrección, validez y valor del conocimiento jurídico, utilizando el análisis del silogismo
para determinar la corrección lógica de los argumentos jurídicos, lo que nos lleva a concluir que
estas disciplinas se complementan para asegurar un sistema jurídico coherente y justo.

Video #4
La Argumentación Jurídica y las Falacias - Jaime Cárdenas Gracia. UNAM, México

La argumentación jurídica, que ha cobrado mayor relevancia en la formación y práctica de abogados,


se extiende más allá del litigio, abarcando áreas legislativas, académicas y sociales, donde se
emplean razones y argumentos para defender puntos de vista. En este sentido, la retórica, como
arte de encontrar argumentos, resulta crucial en la argumentación jurídica, especialmente en
contextos como los juicios orales, donde la habilidad retórica puede ser determinante. Sin embargo,
es importante evitar las falacias, argumentos que parecen correctos, pero no lo son, como la
petición de principio o la generalización apresurada, para una argumentación efectiva. Por tanto, es
fundamental para abogados y estudiantes de derecho conocer las falacias y saber identificarlas y
contrarrestarlas en debates y juicios, formando parte esencial de la práctica legal.

Video #5

Conocimiento, lógica jurídica. conciencia, niveles, derecho argumentación. Dr. José Apipilhuasco
Ramírez

El lenguaje, utilizado de forma efectiva en la defensa legal, requiere parámetros de validez y valor
para que los juicios resulten convincentes y valorables por los jueces; así, mediante el uso del
lenguaje, el abogado busca convencer, persuadir, demostrar, justificar, sustentar y refutar los
argumentos de la contraparte para obtener un fallo favorable en un tribunal, empleando la lógica y
la argumentación para elaborar argumentos eficaces que evidencien la verdad histórica de los
hechos controvertidos; los niveles de conocimiento en el ámbito jurídico, como la imagen, la idea,
la creencia, la opinión, el concepto, el saber, el proto conocimiento, el conocimiento científico, la
crítica, el juicio, el raciocinio, la razón y la conciencia, juegan un papel importante y trascendental
en la formación de argumentos legales sólidos; por tanto, la conciencia permite al abogado analizar
el conjunto de normas dentro del campo del derecho para crear una estructura interpretativa que
brinde una lógica convincente y evidencias sólidas, demostrando ante el juez que tiene la razón.

UNIDAD 1: INTRODUCCIÓN AL RAZONAMIENTO JURÍDICO

En el ámbito del derecho, la argumentación es fundamental. Los juristas, especialmente jueces y


juezas, deben argumentar para resolver disputas. el razonamiento jurídico, similar al de otros
contextos argumentativos, tiene particularidades que se deben considerar al estudiarlo. El objetivo
del módulo es brindar herramientas teóricas de lógica para que los juristas comprendan y mejoren
sus razonamientos judiciales, aunque en la práctica jurídica se apela a la lógica, se suele prestar poca
atención a entenderla. Este módulo busca reconciliar a los juristas con la lógica contemporánea,
presentando sus conceptos básicos de forma accesible, sin necesidad de fórmulas o símbolos,
aunque dominarla eventualmente requiere comprender algún lenguaje formal. A través del estudio
de la lógica, los juristas pueden mejorar sus prácticas argumentativas de manera significativa.

UNIDAD 2: LA SENTENCIA JUDICIAL


Las sentencias judiciales son entidades complejas que contienen normas individuales y generales,
están formadas por la parte resolutiva y los considerandos, donde el juez da las razones que
justifican su decisión, una sentencia puede ser reconstruida como un argumento, donde la
resolución es la conclusión y las premisas se formulan en los considerandos, una decisión judicial se
considera justificada si el argumento que expresa su contenido es sólido, es decir, si sus premisas
son aceptables y su estructura es lógicamente correcta. Las normas procesales y el discurso jurídico
exigen que las sentencias estén fundamentadas, es decir, que cada premisa esté respaldada por
argumentos. El razonamiento judicial se concibe como un conjunto de argumentos distribuidos en
diferentes niveles de justificación, formando una argumentación, reconstruir la sentencia como
argumentación ayuda a analizar sus propiedades y a determinar cuándo es justificada.

Argumentos y argumentaciones

“Si la sentencia judicial puede ser reconstruida como una argumentación, y de esa manera
pensamos obtener una herramienta para determinar si se encuentra debidamente fundada, ha
llegado el momento de precisar el alcance en el empleo de términos como argumento y
argumentación. Y, lo más importante, dar algunas pautas para guiar la tarea de identificar y
reconstruir argumentos y argumentaciones formuladas en lenguaje ordinario”

Identificación de argumentos

Un argumento consiste en un conjunto de enunciados donde algunos de ellos, llamados premisas,


proporcionan razones para aceptar otro enunciado, denominado conclusión. Los enunciados son
expresiones lingüísticas que pueden ser verdaderas o falsas, ya que informan sobre algo. El orden
de los enunciados en un argumento es irrelevante, al igual que las abreviaturas o formas de
economizar el discurso. No hay reglas estrictas para identificar un argumento en un discurso ni para
identificar sus premisas o conclusión, pero es crucial hacerlo para determinar el grado de apoyo que
recibe una afirmación.

Reconstrucción de argumentos

En el discurso jurídico, es fundamental presentar el argumento agrupando las premisas,


distinguiendo claramente la conclusión y expresando los enunciados de forma completa antes de
evaluarlos. También es necesario identificar y aislar solo los aspectos relevantes del texto para
determinar el grado de apoyo que recibe la conclusión. En ocasiones, en un argumento se pueden
dar por sentados ciertos enunciados, lo que requiere determinar los enunciados tácitos o
presupuestos, ya que estos pueden ser clave para evaluar la fuerza del argumento. La
reconstrucción de un argumento implica ajustar la terminología y unificar el lenguaje para evitar
equívocos al evaluar su fuerza. Es fundamental que todas las premisas, incluso las tácitas, sean
verdaderas para considerar un argumento como un buen fundamento para afirmar la conclusión
que se pretende defender.

La reconstrucción de argumentaciones
Los textos argumentativos suelen tener una estructura compleja al combinar párrafos descriptivos
con argumentativos, enlazándolos de diversas formas. Reconstruir una argumentación implica una
labor interpretativa que depende de lo que el intérprete considera relevante en el texto, siguiendo
el principio de caridad. Es importante integrar la mayor parte de los enunciados del texto original,
buscando precisión y fidelidad, aunque esto pueda implicar perder el estilo de escritura original. La
solidez de un argumento depende de su forma lógica y la verdad de sus premisas, que se defienden
mediante subargumentos. Tanto el argumento central como los subargumentos pueden contener
premisas tácitas, que deben ser identificadas y consideradas en la reconstrucción. En resumen,
reconstruir una argumentación implica reconocer los razonamientos, identificar premisas y
conclusiones, hacer explícitas las premisas tácitas y evaluar la fuerza de los argumentos y
subargumentos.

Argumentación y decisión judicial

El análisis de la fundamentación de las decisiones judiciales se puede realizar aplicando los mismos
principios que se utilizan para argumentaciones en general. En una sentencia judicial, el argumento
central tiene como conclusión el contenido de la decisión, y las premisas incluyen enunciados
normativos y descripciones de hechos relevantes. La complejidad de la argumentación varía según
el tipo de caso y los desacuerdos involucrados. Es importante identificar las premisas y conclusiones,
diferenciándolas de la información contextual o formal. Las sentencias reflejan las discusiones entre
las partes, con argumentaciones más extensas cuando hay desacuerdos profundos.

Sentencia judicial y cuestiones problemáticas

A grandes rasgos, en una sentencia judicial se pueden resolver cuatro tipos de cuestiones para
fundamentar la respuesta a la pregunta central: (1) identificar el material normativo relevante, (2)
interpretar ese material, (3) probar los hechos relevantes, y (4) calificar los hechos usando los
términos generales de los enunciados normativos. Estas cuestiones generan subargumentos que
apoyan las premisas del argumento central. Aunque estos cuatro tipos de cuestiones no agotan
todos los posibles problemas que un juez debe resolver al fundamentar una decisión, son las que
más frecuentemente generan subargumentos en una argumentación judicial.

LUIS ÁNGEL UCROS ESCOBAR.

LÓGICA JURÍDICA

GRUPO: AA

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