Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Primer Parcial de Metodología-1
Primer Parcial de Metodología-1
Karl Marx
En la tesis de Marx, el autor trabaja sobre la filosofía de Epicuro. Generalmente hay
una idea vulgar de que Marx es muy radical, pero inclusive su postura es la menos
rígida dentro de los jóvenes hegelianos. Se estaba viviendo en una sociedad
absolutista, militarizada.
Las condiciones de explotación eran terribles, donde inclusive trabajaban niños
largas horas en condiciones insalubres.
Este Marx filósofo que toma conciencia de que el mundo de las ideas es un
producto del mundo social, donde el modo de producción es un proceso de
evolución donde una clase propone una nueva forma de organización. Hay una
cuestión de hacer pasar los intereses de la clase dominante a los intereses de la
sociedad. Esto se plantea muy claramente con la revolución francesa, donde lo
principios era libertad, igualdad y fraternidad (se modifica por legalidad), son los
reclamos que necesitaba la burguesía que quería salir del feudalismo.
El pasaje del feudalismo al capitalismo, muestra como la relación fundamental entre
el feudalismo era el señor feudal y el siervo, y se pasa a crear una nueva clase que
es la burguesía.
Del modelo del taller feudal, se pasa al taller urbano, donde comienzan a trabajar en
fábrica. Se reduce el trabajo, donde un individuo tenía que ser una especie de
aprendiz y aceptado por el gremio para poder ingresar. Los burgueses comienzan a
reclamar libertad de movimiento. Los señores feudales, dejan de ser como tales
para pasar a ser nobles.
Algo interesante de Marx, es cuando una cultura llega a su momento de esplendor,
el autor lo ve como decadencia. Esta concepción de que el momento de mayor
desarrollo de una cultura, era un momento de decadencia, ocurre lo mismo con el
feudalismo, con esta cuestión del absolutismo, de las artes, la música,etc. Marx ve
todo este momento como decadencia, debido a que la capacidad del modo de
producción se dirige a capacidades improductivas.
El aporte que vamos a tomar es lo que se conoce como teoría de valor (trabajo).
Trabaja con autores economistas clásicos como Adam Smith. ¿De donde surge el
valor de un bien? Un producto es un objeto, que está diseñado para solucionar una
necesidad, tiene una demanda. El producto en el mercado es valor de uso y de
cambio. Por ejemplo: si yo tengo un buzo que me tejió mi abuela, va a ser valor de
uso, pero no de cambio, porque no fue creado para vender.
Teoría del valor: los fisiócratas sostenían que el valor nacía de la tierra, otros
sostenían que era del comercio. A esto Adam Smith y David Ricardo, sostenían que
la fuente del valor es el trabajo. Los capitalistas son quienes se están quedando con
el valor.
● Dialéctica: Idea que toma de Hegel y de Kant. Las leyes de la dialéctica nos
permiten comprender el proceso incesante de transformación. Consiste en la
idea de que todo fenómeno es ese fenómeno y su contrario. Es una
filosofía que se fundamenta en el vínculo que existe entre el conocimiento y
el mundo material objetivo.
Fases de la dialéctica:
Materialismo:
Marx era profundamente materialista, él decía que lo que importa son las condiciones
materiales de la existencia lo que determina nuestra conciencia.
Decía que la economía era la base material de la sociedad. Todo en nuestra conciencia
está determinado por la economía.
Marx plantea que es aceptable esta cuestión de que haya un plusvalor, el problema
es quien se queda con ese valor. Si el 100% de trabajadores, se apropiara del 100%
del trabajo, no habría un trabajo social.
Hay que entender el capitalismo como un modo de producción, donde Marx fue
capaz de prever que es el modo de producción más potente, lo que no logro
imaginar es cuán lejos podría llegar.
Mercancía:
¿Qué tienen en común las mercancías para que puedan ser intercambiables?
Trabajo humano: gasto productivo del cerebro, músculo, mano, nervio, etc.
Producción material:
Producción y consumo
Continuamente confrontados, tesis y antítesis.
Modos inconcretos:
Cuanto más lejos nos remontamos en la historia, tanto más aparece el individuo (y
por consiguiente también el individuo productor) como dependiente y formando
parte de un todo mayor:
Solamente en el siglo XVIII con la ‘sociedad civil', las diferentes formas de conexión
social aparecen ante el individuo como un simple medio para lograr sus fines
privados, como una necesidad exterior.
Pero la época que genera esta idea del individuo aislado es precisamente aquella
en la cual las relaciones sociales (universales, según punto de vista) han llegado al
más alto grado de desarrollo alcanzado hasta el presente.
Las determinaciones que valen para la producción en general son precisamente las
que deben ser separadas, al fin de que no se olvide la diferencia esencial por
atender solo a unidad la cual se desprende ya del hecho de que la humanidad
(sujeto) y la naturaleza (objeto) son los mismos. En este olvido reside, por ejemplo,
toda la sabiduría de los economistas modernos que demuestran la eternidad y la
armonía de las condiciones sociales existentes.
El punto de partida es el análisis de los diferentes rubros con que los economistas
asocian la producción.
Producción, distribución, cambio y consumo forman así un silogismo con todas las
reglas:
Esta determinación del consumo productivo ha sido establecida sólo para separar el
consumo identificado con la producción del consumo propiamente dicho, concebido,
por el contrario, como el opuesto aniquilador de la producción.
Por consiguiente, la producción consumidora (aún cuando sea una unidad inmediata
de producción y consumo) es esencialmente diferente de la producción propiamente
dicha. La unidad inmediata, en la que la producción coincide con el consumo y el
consumo con la producción, deja subsistir su dualidad inmediata.
En consecuencia, la producción es inmediatamente consumo, el consumo es
inmediatamente producción. Cada uno es inmediatamente su opuesto. Pero al
mismo tiempo tiene lugar un movimiento mediador de los dos. La producción es
mediadora del consumo, cuyos materiales crea y sin los cuales a ese le faltaría el
objeto. Pero el consumo es también mediador de la producción, en cuanto crea para
los productos el sujeto para el cual ellos son productos.
➔ Distribución y producción
Del mismo modo el salario es el trabajo asalariado considerado bajo otro título: el
carácter determinado que tiene aquí el trabajo como agente de producción
aparece allí como determinación de la distribución. Si el trabajo no estuviese
determinado como trabajo asalariado, su modo de participar en los productos no
aparecería bajo la forma de salario (p. ej, la esclavitud)
➔ Cambio y producción
Los economistas del siglo XVII, comienzan siempre por el todo viviente (la
población, la nación, el estado, etc), pero terminan siempre por descubrir, mediante
el análisis, un cierto número de relaciones generales abstractas determinantes, tales
como la división del trabajo, el dinero, el valor, etc. Una vez que esos momentos
fueron más o menos fijados y abstraídos, comenzaron a surgir los sistemas
económicos que se elevaron de lo simple - trabajo, división del trabajo, necesidad,
valor de cambio - hasta el estado, el cambio entre las naciones y el mercado
mundial.
Podemos afirmar que la categoría más simple puede expresar las relaciones
dominantes de un todo no desarrollado o las relaciones subordinadas de un todo
más desarrollado, relaciones que existían ya históricamente antes de que el todos
se desarrollara en el sentido expresado por una categoría más concreta.
Aunque el dinero haya desempeñado desde muy temprano un papel múltiple, sin
embargo, como elemento dominante, pertenece en la antigüedad sólo a naciones
unilateralmente determinadas, comerciales.
El trabajo parece ser una categoría totalmente simple. Y su representación en
general es muy antigua. Considerada en esta simplicidad desde el punto de vista
económico, el trabajo es una categoría tan moderna como las relaciones que dan
origen a esta abstracción simple.
El trabajo se ha convertido entonces no sólo en cuanto categoría, sino también en la
realidad, en el medio para crear la riqueza en general y, como determinación, ha
dejado de adherirse al individuo como una particularidad suya.
La sociedad burguesa es la más compleja y desarrollada organización histórica de
la producción. Las categorías que expresan sus condiciones y la comprensión de su
organización permiten al mismo tiempo comprender la organización y las relaciones
de producción de todas las formas de sociedad pasadas, sobre cuyas ruinas y
elementos ella fue edificada y cuyos vestigios, aún no superados, continúa
arrastrando, a la vez que meros indicios previos han desarrollado en ella su
significación plena. El capital es la potencia económica, que lo domina todo, de la
sociedad burguesa. Debe constituir el punto de partida y el punto de llegada, y debe
considerarse antes que la propiedad de la tierra. Una vez que ambos hayan sido
considerados separadamente.
El concepto mismo de riqueza nacional se insinúa entre los economistas del siglo
XVII bajo un aspecto tal que la riqueza aparece creada únicamente para el Estado,
cuya potencia aparece proporcional a esta riqueza. Era esta una forma todavía
inconscientemente hipócrita bajo la cual la riqueza misma y la producción de la
riqueza se anunciaban como la finalidad de los estados modernos, considerados en
adelante únicamente como medios para la producción de riqueza. Efectuar
claramente la división de manera tal que se trate:
➔ “La mercancía es, en primer término, un objeto externo, una cosa apta para
satisfacer necesidades humanas, de cualquier clase que ellas sean. El
carácter de estas necesidades, el que broten por ejemplo del estómago o de
la fantasía, no interesa en lo más mínimo para estos efectos. Ni interesa
tampoco, desde este punto de vista, cómo ese objeto satisface las
necesidades humanas, si directamente, como medio de vida, es decir como
objeto de disfrute, o indirectamente, como medio de producción.”
➔ Donde se puede notar que a todo objeto útil se le puede analizar según su
calidad y cantidad: La calidad será pues la forma material que se le da a cada
mercancía, que se obtiene por un trabajo concreto que logra dotar de
propiedades específicas a una mercancía, siendo esta cualidad física o
natural específica la que hace gozar a cada mercancía de un valor de uso. En
cuanto a la cantidad, podemos señalar que el valor de cambio en un principio
se nos muestra como una relación cuantitativa, donde lo importante es en
qué proporción se intercambian dos mercancías, por lo que resalta a la vista
que este problema sería una cuestión externa a la mercancía, pero se
procurará encontrar la forma de análisis donde se encuentre un valor de
cambio característico e interno de cada mercancía.
"Consideradas como valores, las mercancías no son todas ellas más que
determinadas cantidades de tiempo de trabajo cristalizado.”
➔ Un objeto no puede ser valor(de cambio) sin ser valor de uso, en cambio sí
puede ocurrir que sea valor de uso sin ser valor(de cambio) en casos donde
las cualidades útiles del objeto no sean producto de la transformación por
medio del trabajo humano, también se puede dar que un objeto sea producto
del trabajo humano y ser útil, pero no ser mercancía, pues para ser valor (de
cambio) es necesario imprimir en el objeto valor de uso para los demás,
valores de uso sociales.
➔ Trabajo útil y concreto: siendo el trabajo que nos revela la utilidad del
objeto, lo que diferencia a un objeto del otro, dado un trabajo cualitativamente
distinto. La variedad de estos trabajos útiles brota de la división social del
trabajo, donde la diversidad de trabajos privados independientes se
relacionan entre sí, para dar carácter a las mercancías por medio de la
combinación del trabajo y la materia que se puede obtener de la naturaleza
(riqueza material).
➔ Trabajo simple: donde se puede identificar una misma e idéntica sustancia
entre dos mercancías y su valor, por medio del trabajo socialmente necesario
de producción, donde este trabajo humano indiferenciado, como trabajo
simple medio que pudiese realizar cualquier individuo sin cualidades
especiales, donde lo que importa tanto solo sería la cantidad en que se
invierte este trabajo simple.
➔ Trabajo complejo: es igual al trabajo simple potenciado o multiplicado,
donde una pequeña cantidad de trabajo complejo equivale a una cantidad
mucho mayor de trabajo simple.
1. Los dos polos de la expresión del valor: forma relativa del valor y forma
equivalencial.
“El lienzo expresa su valor en la levita; la levita sirve de material para esta
expresión de valor. La primera mercancía desempeña un papel activo, la
segunda un papel pasivo. El valor de la primera mercancía aparece bajo la
forma del valor relativo, o lo que es lo mismo, reviste la forma relativa del
valor. La segunda mercancía funciona como equivalente, o lo que es lo
mismo,reviste forma equivalencial.”
Es por medio del trabajo simple que se crea el valor propio de las mercancías, lo
que nos permite llevar a cabo una relación de valor donde la forma natural de una
mercancía se pueda convertir en la forma de valor de una segunda mercancía,
donde la primera mercancía se apropia del valor de uso de la segunda mercancía
como fuente de expresión de su propio valor.
Entre dos mercancías es posible establecer una relación entre dos mercancías
donde una se iguala a la otra en una proporción de determinada cantidad de la
representación corpórea del valor o equivalente.
3. La forma equivalencial
“La forma simple del valor de una mercancía es, por tanto, la forma simple en que
se manifiesta la antítesis de valor de uso y de valor encerrada en ella”
Ahora vamos a enfrentar el valor de una mercancía no con una, sino con
todos los posibles valores de mercancías, donde para la primera mercancía
le sería indiferente si reviste una forma específica de valor de uso de una
mercancía o de otra. Donde el valor de la primera mercancía siempre será el
mismo sin importar que se exprese en una u otra mercancía.
Resultado del enfrentamiento de todas las mercancías con una primera, por medio
de las relaciones de intercambio logrando expresarla en una forma general de valor.
Pero en esta nueva forma de valor, se logra despojar a todas las mercancías
de su forma equivalente general, para solo enfrentar todas pero cada una de
las mercancías contra la mercancía que desarrolla su forma relativa general
del valor, como una forma directa social. Pero a su vez, la mercancía que
desarrolla la forma equivalente general ya no goza de una forma equivalente
única. “El equivalente general no participa de la forma relativa del valor de las
demás mercancías, sino que su valor se expresa de un modo relativo en la
serie infinita de todas las demás mercancías materiales. Por donde la forma
relativa desarrollada del valor (…), se presenta aquí como forma relativa
específica del valor de la mercancía que hace funciones de equivalente.”
D. Forma de dinero
“20 varas lienzo = 2 onzas de oro. (…) 20 varas lienzo = 2 libras esterlinas.”
Existe una relación social que se forma por medio de la interacción de productores
donde, esquivaban mercancías, dado su valor es producto de trabajos privados
independientes, dada la fuerza de trabajo humano indistinto y medido en cantidad
de tiempo socialmente necesario.
El trabajo privado cumple un doble carácter social, donde cumple su papel dentro de
la división social del trabajo y se realiza como valor al materializarse como
mercancía. Debido a que los productores desconocen que el trabajo cumple esa
función social al realizarse como valor, “el valor no lleva escrito en la frente lo que
es” consideran esta característica como universal y/o natural, que no resulta más
que una característica intrínseca al adoptar la forma de mercancía.
Durkheim
Hecho social
Se emplea de ordinario para designar más o menos a todos los fenómenos que se
desarrollan en el interior de la sociedad, siempre que presenten, con cierta
generalización,algún interés social.
Si tomamos uno tras otro a todos los miembros de los que se compone la sociedad,
encontramos que lo que antecede puede repetirse acerca de cada uno de ellos.
He aquí modos de actuar, de pensar y de sentir que presentan la propiedad notable
de que existen fuera de las conciencias individuales.
Hay otros hechos que, sin presentar estas formas cristalizadas, tienen la misma
objetividad y el mismo ascendiente sobre el individuo, a estas se las llaman las
corrientes sociales, más práctico “una asamblea”. No tienen como lugar de origen
ninguna conciencia particular, nos llegan a cada uno desde fuera y son susceptibles
de arrastrarnos a pesar nuestro.
Si este poder de coacción externo se afirma en los casos de resistencia con esa
claridad, es que existe, aunque inconsciente, en los casos contrarios. Somos
entonces juguetes de una ilusión que nos hace creer que hemos elaborado nosotros
mismos lo que se nos impone desde fuera. Pero, si bien la complacencia con la que
nos dejamos ir enmascara el empuje sufrido, no lo suprime.
Incluso sucede que nos horrorizan por ser contrarios a nuestra naturaleza. De esta
manera, individuos perfectamente inofensivos en su mayoría, pueden, reunidos en
multitud, dejarse arrastrar a hacer cosas atroces. Ahora bien, lo que decimos de
estas explosiones transitorias se aplica también a los movimientos de opinión más
duraderos, que se producen sin cesar en torno nuestro, bien en toda la extensión de
la sociedad, bien en círculos más restringidos, en relación con materias religiosas,
políticas, literarias, artísticas.
Cuando se observan los hechos tal como son y cómo han sido siempre, salta a la
vista que toda la educación consiste en un esfuerzo continuo por Imponer al niño
formas de ver, de sentir y de actuar a los cuales no llegaría espontáneamente.
Desde los primeros momentos de su vida lo obligamos a comer, a beber, a dormir a
horas regulares, lo coaccionamos a la limpieza, la tranquilidad, la obediencia; más
tarde, lo obligamos a que aprenda a tener en cuenta al prójimo, a respetar los usos,
las conveniencias, le imponemos el trabajo, etc., etc. Si con el tiempo dejan de
sentir esta coacción, es porque poco a poco engendra hábitos.
Los fenómenos sociales, despojados de todo elemento extraño social, puesto que
reproducen en parte un modelo colectivo; pero cada una de ellas depende también,
y en gran parte, de la constitución orgánico-psíquica del individuo. No son
fenómenos sociológicos.
Para esto Durkheim decide utilizar la estadística como herramienta. Sostiene que la
estadística expresa cierto estado del alma colectiva. Utiliza la taza del suicidio.
No se trata de tomar un hecho social como cosa, sino que en tanto sea un hecho
que se pueda observar, es decir verificar empíricamente.
Por ejemplo: La poligamia sería un hecho social, se nos impone que ser
monogámicos es la norma de la sociedad en Uruguay, en cambio si nos casamos
más de una vez al mismo momento se nos juzga o también puede llegar a ser
penado legalmente.
No alcanza con que una conducta sea general para ser un hecho social, debe haber
también una existencia de sanción determinada o vinculada (por ejemplo,
levantarnos no es un hecho social, por más que sea general no tiene ninguna pena).
Maneras de que una conducta se convierta en hecho social:
● Existencia de una sanción determinada o una resistencia por parte del grupo
● Difusión, como se generaliza dentro del grupo.
Lo que debe estudiar la sociología, dice Durkheim entonces, son los hechos
sociales. Estos se basan en la sociedad y no en el individuo, existen fuera de la
conciencia individual. Son exteriores al individuo. Tienen poder de coacción, se
imponen al individuo.
“Este libro es, ante todo, un esfuerzo por tratar los hechos de la vida moral con
arreglo a los métodos de las ciencias positivas” (…)
No queremos extraer la moral de la ciencia, sino construir la ciencia de la moral, que
es muy diferente.” (Durkheim, 1893, Prefacio de la primera edición).
Intenta comprender formas de cohesión social que llama “solidaridad” (fuera que los
mantenga unidos y dispuestos a cooperar).
Cohesión social = solidaridad
Con mayor razón ocurre esto en el arte, que es absolutamente refractario a todo lo
que parezca una obligación, puesto que no es otra cosa que el dominio de la
libertad. Es un lujo y un adorno que posiblemente es bueno tener, pero que no está
uno obligado a adquirir: lo que es superfluo no se impone. Por el contrario, la moral
es el mínimo indispensable, lo estrictamente necesario, el pan cotidiano sin el cual
las sociedades no pueden vivir. El arte responde a la necesidad que tenemos de
expandir nuestra actividad sin fin, por el placer de extenderla, mientras que la moral
nos constriñe a seguir un camino determinado hacia un fin definido; quien dice
obligación dice coacción.
De todos los elementos de la civilización, la ciencia es la única que, en ciertas
condiciones, presenta un carácter moral. En efecto, las sociedades tienden cada
vez más a considerar como un deber para el individuo el desenvolvimiento de su
inteligencia, asimilando las verdades científicas establecidas. Hay, desde ahora, un
cierto número de conocimientos que todos debemos poseer. No está uno obligado a
lanzarse en el gran torbellino industrial, no está uno obligado a ser artista, pero todo
el mundo está obligado a no permanecer ignorante. Esta obligación hallase incluso
tan fuertemente sentida que, en ciertas sociedades, no sólo se encuentra
sancionada por la opinión pública, sino por la ley.
Es costumbre calificar de moral a todo lo que tiene alguna nobleza y algún precio, a
todo lo que es objeto de aspiraciones un tanto elevadas, y gracias a esta extensión
excesiva de la palabra se ha introducido la civilización de la moral. Pero es preciso
que el dominio de la ética sea tan indeterminado; comprende todas las reglas de
acción que se imponen imperativamente a la conducta y a las cuales está ligada una
sanción.
El derecho:
Cuanto más solidarios son los miembros de una sociedad, más relaciones diversas
sostienen, bien unos con otros, bien con el grupo colectivamente tomado, pues, si
sus encuentros fueran escasos, no dependerían unos de otros más que de una
manera intermitente y débil. En efecto, la vida social, allí donde existe de una
manera permanente, tiende inevitablemente a tomar una forma definida y a
organizarse, y el derecho no es otra cosa que esa organización, incluso en lo que
tiene de más estable y preciso. La vida general de la sociedad no puede extenderse
sobre un punto determinado sin que la vida jurídica se extienda al mismo tiempo y
en la misma relación. Podemos, pues, estar seguros de encontrar reflejadas en el
derecho todas las variedades esenciales de la solidaridad social.
El derecho no refleja, pues, más que una parte de la vida social, y por consiguiente,
no nos proporciona más que datos incompletos para resolver el problema. Con
frecuencia ocurre que las costumbres no están de acuerdo con el derecho,
continuamente se dice que atemperan los rigores, corrigen los excesos formalistas,
a veces incluso que están animadas de un espíritu completamente distinto.
La solidaridad:
En relación a la solidaridad social, ¿Que subsiste de ella, además, una vez que
se la despoja de sus formas sociales? Lo que proporciona sus caracteres
específicos es la naturaleza del grupo cuya unidad asegura; por eso varía según los
tipos sociales. No es la misma en el seno de la familia en las sociedades políticas;
no estamos ligados a nuestra patria de la misma manera que el romano lo estaba a
la ciudad o el germano a su tribu. Puesto que esas diferencias obedecen a causas
sociales, no podemos hacernos cargo de ellas más que a través de las diferencias
que ofrecen los efectos sociales de la solidaridad.
Es cierto, en efecto, que la solidaridad, aun siendo ante todo un hecho social,
depende de nuestro organismo individual. Para que pueda existir es preciso que
nuestra constitución física y psíquica la soporte. En rigor puede uno, pues,
concentrarse con estudiarla bajo este aspecto. Pero, en ese caso, no se ve de ella
sino la parte más indistinta y menos especial; propiamente hablando, no es ella en
realidad, es más bien lo que la hace posible.
Durkheim hace referencia al crimen, sosteniendo este acto como inmoral. El crimen
es en todas partes esencialmente el mismo, puesto que determina por doquier el
mismo efecto, a saber, la pena, que, si puede ser más o menos intensa, no cambia
por eso de naturaleza.
Durkheim encuentra que la función que tiene la división del trabajo corresponde
mantenernos unidos, cohesión social. Le da una importancia bastante suprema a la
división del trabajo, como establecedora del orden en una sociedad.
El autor entiende que la solidaridad es esa fuerza que nos mantiene unidos y nos
hace cooperar, hace posible a la civilización. Durkheim cree que la fuerza hacia la
cooperación en el ser humano es mayor que la desintegración. Si queremos
sobrevivir, tenemos que cooperar.
“La división del trabajo es, pues, un resultado de la lucha por la vida: pero es un
desenlace suavizado de la misma. Gracias a ella, efectivamente, los rivales no se
ven obligados a eliminarse unos a otros, sino que pueden coexistir junto a otros”
(DTS, 253).
El objeto de la sociología son los hechos sociales, estos son impuestos y exteriores
al individuo; Resultados de la síntesis sui generis que constituye toda la sociedad y
que produce fenómenos nuevos, distintos de los biológicos, psicológicos o físicos.
Es “cosa” todo aquello que el espíritu puede llegar a comprender a condición de salir
de sí mismo por vía de observaciones y experimentos, pasando progresivamente de
los rasgos más exteriores y más inmediatamente a los menos visibles y más
profundos.
➔ Solidaridad conyugal/Sexual: Hubo un tiempo donde los cuerpos entre el
hombre y la mujer eran muy similares. La división del trabajo ha implicado
cierta función, donde pasa a ser la mujer donde se queda en casa y el
hombre es el que sale a trabajar. Si pensamos en nuestra actualidad, esta
solidaridad conyugal aún sigue vigente.
En efecto, el hombre y la mujer, aislados uno de otro, no son más que partes
diferentes de un mismo todo concreto que reforman uniéndose. En términos,
la división de trabajo sexual es la fuente de solidaridad conyugal, y por eso lo
psicólogos han hecho justamente notar que la separación de los sexos había
sido un acontecimiento capital en la evolución de los sentimientos; es lo que
ha hecho posible más fuerte quizá de todas las inclinaciones desinteresada.
Cuanto más nos remontamos en el pasado más se reduce la división del
trabajo sexual. La mujer de esos tiempos lejanos no era, en modo alguno, la
débil criatura que después ha llegado a ser con el progreso de la moralidad.
En esas mismas sociedades, en efecto las funciones femeninas no se
distinguen claramente de las funciones masculinas; los dos sexos llevan,
sobre poco más o menos, la misma existencia. En algunos lugares la mujer
participaba de la política, de la guerra, etc.
Se diría que las dos grandes funciones de la vida psíquica se han como disociado,
que uno de los sexos se ha acaparado las funciones afectivas y el otro las funciones
intelectuales. Al ver, en ciertas clases, a las mujeres ocuparse de arte y literatura,
como los hombres, se podría creer, es verdad, que las ocupaciones de ambos
sexos tienden a ser homogéneas.
Explicación científica:
El todo es posible, porque cada una de esas partes cumple una función específica.
De alguna forma, esta es su mirada de sociedad. Podríamos decir que todo es más
importante que las partes. Los individuos deben llegar a una especie de acuerdo,
cumplir ciertas reglas para poder convivir y mantenerse unidos.
El suicidio - Durkheim
(Introducción) - Clase
¿Cómo piensa Durkheim? Aborda un hecho que parecía ser meramente individual
como el suicidio pero en la sociedad.
Tipos de suicidio
● Una tasa de suicidios baja revela un nivel de integración saludable, una tasa
de suicidios alta revela estados patológicos de integración.
● Demuestra que las más complejas relaciones estructurales pueden
analizarse utilizando un indicador empírico como las tasas de suicidio.
● El tema subyacente es, como en otros trabajos, las formas en que las
relaciones estructuradas afectan los niveles de integración social.
● Durkheim con el suicidio da un salto grandísimo, porque logra explicar que la
actuación más individualista, tiene detrás una explicación social.
● Durkheim finalmente termina siendo ateo. Pero entendió, la función que
cumple la religión, el de cohesión social de una sociedad.
● La anomia lleva a no sentirse parte dentro de un grupo social.
● Un ejemplo de anomia en nuestro contexto actual pueden ser aquellos
individuos de mucha edad que no se adaptaron a la “nueva normalidad”.
Max Weber
(Clase 21 de Septiembre)
Conceptos Weberianos
● comprensión
● acción social
● tipos de acción social
● tipos ideales
● casualidad
● objetividad
● sentido
● definición de sociologia
➔ Individualismo metodológico
➔ Tipos ideales
● ¿Cómo puede ser preciso un análisis si no lo son los medios intelectuales
empleados? Para dar a los conceptos utilizados por el método histórico un
rigor suficiente, Weber formó una noción de tipo ideal. (freud, 1986, p.56)
● Construcción basada en acentuación de particularidades producto de la
síntesis de un gran número de fenómenos concretos individuales
● son instrumentos conceptuales que construimos, herramientas de
investigación, no existen en la realidad.
● se toman ciertos aspectos que pueden ser predominantes y se construyen
modelos a partir de aspectos concretos que el investigador considera no
esenciales.
● implica aceptación de conductas típicas
● no es lo mismo que la realidad concreta.
● un tipo ideal está construido mediante la acentuación unilateral de uno o
distintos puntos de vista mediante la síntesis de un gran número de
fenómenos concretos individuales, difusos discreto mas o menos presentes y
ocasionalmente ausentes que se articulan con aquellos puntos de vista
destacados unilateralmente, consitutyento un constructo analitico unificado.
● permiten construir hipótesis sobre el vínculo con las condiciones precursoras
del fenómeno o con sus consecuencias
● contiene un supuesto respecto a la conducta previsible (probabilidad de
acciones previstas)
● El tipo ideal es como si fuera una hipótesis interpretativa de una acción. Hoy
en día lo llamaríamos como un modelo de conducta.
➔ Acción social
● “una acción de una persona es social cuando tiene lugar con referencia a otra
u otras personas, y cuando sus protagonistas orientan recíprocamente sus
conductas.”
● comprender la acción en el lugar del sujeto. no alcanza con encontrar
regularidades, sino encontrar el significado que le otorga el agente a la
acción. es la subjetividad del individuo mediante la acción.
● Hay que encontrar el significado que le encuentra el agente a la acción.
Entiende que la sociología se tiene que hacer cargo de la acción social.
● Ingresa la subjetividad con Weber que no estaba ni en Durkheim ni en Marx.
➔ Comprensión
➔ Casualidad
➔ Sentido
➔ Sociologia
Mientras para Durkheim una explicación científica incluía la causa y la función, Marx
establecía entre la infraestructura y la superestructura una relación determinista,
relación causal con una sola dirección. Era la infraestructura la que incidía en la
superestructura.
Este «punto de vista», del que todavía hablaremos, no es, a su vez,el único posible
desde el que se pueden analizar los fenómenos históricos que nosotros estamos
considerando. Su consideración desde otros puntos de vista daría como
rasgos«esenciales» de esta cuestión otros rasgos, como ocurre con cualquier
fenómeno histórico, Esto se debe precisamente a la naturaleza de la«construcción
de los conceptos históricos», la cual no pretende, para sus objetivos metodológicos,
reducir la realidad histórica a conceptos genéricos abstractos, sino que pretende
estructurarla bajo formas concretas con una impronta inevitable e invariablemente
individual.
Para que ese modo de vida y esa concepción de la «profesión» «adecuados» a las
características del capitalismo pudieran ser «seleccionados»,pudieran triunfar sobre
otros, tenían que haber surgido, y no en individuos concretos aislados sino como
una concepción defendida por grupos de seres humanos.
Por qué hay que «hacer del hombre dinero», en su Autobiografía con la siguiente
frase de la Biblia,aunque él era confesionalmente un deísta sin color, frase
que,según dice, se la había inculcado en su juventud su padre, un rígido calvinista:
«si ves a un hombre solícito en su profesión, ése puede presentarse ante los
anar dinero en el sistema económico moderno es, cuando se hace de
reyes». G
manera legal, el resultado y la expresión de la habilidad en la profesión.
El espíritu capitalista en el sentido que hemos perfilado hasta ahora tuvo que
imponerse en una dura lucha contra un mundo de poderes enemigos. Esa
mentalidad que se expresa en los comentarios citados de Benjamín Franklin y que
encontró la aprobación de un pueblo entero habría sido proscrita en la Edad Antigua
y en la Edad Media como expresión de la más sucia avaricia y de una mentalidad
realmente indigna,como todavía hoy la proscriben aquellos grupos sociales que
menos integrados están en la economía capitalista específicamente moderna o que
menos adaptados a ella están.
El enemigo, más bien, con el que tuvo que luchar, ante todo, el «espíritu» del
capitalismo es esa especie de sensibilidad y de conducta, que se suele denominar
«tradicionalismo». Tampoco en este punto vamos a dar una «definición»definitiva,
sólo aclararemos de manera totalmente provisional con algunos casos concretos lo
que entendemos por él,empezando por «abajo», por los obreros.Uno de los medios
técnicos que suele emplear el empresario moderno para conseguir de «sus»
obreros el máximo rendimiento laboral posible, para incrementar la «intensidad»del
trabajo, es el salario a destajo. En la agricultura, por ejemplo, la recogida de la
cosecha es un caso que exige el máximo nivel de intensidad en el trabajo, porque
de la mayor rapidez posible en ella dependen, al menos con un tiempo
inestable,grandes posibilidades de ganancias o de pérdidas.
¿Los católicos son más ascetas que los protestantes? El autor responde que no,
que los calvinistas franceses son tan ascetas como los católicos. Que el ascetismo
no explica nada, no es una causa.
El objetivo para dar respuesta a esto, requiere dejar las vagas suposiciones de las
que nos hemos válidos hasta aquí para introducirnos en lo más característico de la
religión donde el cristianismo se ha fundamentado históricamente.
Weber sostiene que hay que buscar lo propio y distintivo de aquello que vamos a
estudiar.
Los calvinistas franceses fueron y son tan ajenos al mundo como los católicos
alemanes (en general) o, por lo menos, los católicos de Alemania del Norte, para
quienes su catolicismo es, sin duda, un asunto del corazón en una medida que no la
tiene ningún otro pueblo de la tierra; y ambos se diferencian del grupo religioso
predominante en la misma dirección: se diferencian de los católicos de Francia, que
son muy «gozosos de la vida» en sus capas sociales bajas y expresamente
enemigos de la religión en sus capas altas, y se diferencian de los protestantes de
Alemania, que están ascendiendo actualmente en la vida productiva y son
predominantemente indiferentes desde el punto de vista religioso en sus capas
altas.
El espíritu del capitalismo: “No obstante, siempre que se trate de fijar un objeto,
por la mediación de análisis e interpretación histórica, es imposible definirlo por
anticipado; a lo sumo puede intentarse una previa y eventual definición de aquél
—que en este caso que nos ocupa es el “espíritu del capitalismo”- Muestra la parte
empirista de su propuesta.
Lutero rechazaba cualquier parentesco con una mentalidad como la que se pone de
manifiesto en Franklin.
Ese «espíritu del trabajo» o del «progreso», o como se lo quiera llamar, cuyo
despertar se tiende a atribuir al protestantismo no puede entenderse en sentido
«ilustrado», como suele hacerse en la actualidad. El viejo protestantismo de Lutero,
de Calvino, de Knox,de Voet, tenía poco que ver con eso que se llama hoy
«progreso»;era un enemigo directo de aspectos enteros de la vida moderna, de los
que actualmente ya no querría prescindir el confesional más radical. Así que, si se
puede encontrar una afinidad interna entre el espíritu del protestantismo antiguo y la
cultura capitalista moderna, tenemos que intentar buscarla,de grado o por fuerza, no
en ese (supuesto) «gocé mundano»,más o menos materialista o antiascético, sino
en sus rasgos puramente religiosos. Montesquieu por su parte dice de los ingleses
que han «avanzado en tres cosas más que ningún otro pueblo del mundo: en la
religiosidad,en el comercio y en la libertad».
“Entre los oficiales artesanos, los católicos muestran, con otras palabras, una
tendencia más fuerte a permanecer en el artesanado, llegando a ser por lo general
maestros artesanos, mientras que los protestantes afluyen en mayor cantidad a las
fábricas para ocupar los niveles superiores de los obreros cualificados y del
funcionariado industrial. Por lo tanto, en estos casos la relación de causalidad es,
sin duda, que las características mentales adquiridas por educación en estos casos
a través de la educación generada por la atmósfera religiosa de la familia y de la
localidad determinaron la elección de la profesión y el posterior destino profesional.”
Para Weber, las consecuencias que tuvo esta reforma, del capitalismo moderno, fue
como una consecuencia desviada y opuesta a toda la concepción del calvinismo.
“De tal suerte, nuestro trabajo podría considerarse como un modesto aporte
ilustrativo de cómo las “ideas” llegan a tener un alcance válido en la historia.” Weber
hace énfasis de las consecuencias de las ideas en el desarrollo de la historia.
“En aquella época, los hombres reflexionaban acerca de los dogmas que, por su
relación con los beneficios experimentados en el ejercicio de la piedad tenían la
apariencia un tanto abstracta.” Lo que hace es abordar los dogmas teológicos.
En este texto trabaja los tipos ideales como el calvinismo. No fue tan preciso de
cómo se trabaja con los tipos ideales. Su metodología es analizar los estudios
teológicos, aplicando tipos ideales. Lo que ve, es que la valoración ética del trabajo,
de manera sistemática en la profesión, es el agente más efectivo para difundir lo
que Weber definió como espíritu del capitalismo.
“Hemos intentado dar prueba de que el espíritu ascético del cristianismo fue el que
originó uno de los factores que intervinieron, a su vez, al nacimiento del moderno
quí se visualiza la diferencia de causalidad que tiene con
espíritu capitalista (…)” A
Marx. Acepta que la economía incide, pero no es lo único que explica. Es uno de los
factores.
Los tipos ideales son un modo de aprehender modelos a partir de ciertos aspectos
característicos. El investigador elige algunos aspectos característicos y deja otros
que no les parecen esenciales. El propio Marx trabajó anteriormente con tipos
ideales, tenía una representación sobre el capitalismo. Weber lo que critica de Marx,
es que cuando uno trabaja con tipos ideales, lo tiene que hacer desde una realidad
empírica.
La sociedad para Weber no es otra cosa que los individuos que la integran, la
componen. El tipo ideal es un instrumento de herramienta conceptual, no es la
realidad.
Weber no dice mucho o nada, acerca de sus métodos de tipos ideales, de cómo
construirlos o aplicarlos.
¿Para qué nos dice Weber que sirven los tipo ideales? Para tener un lenguaje
común para hablar de un concepto sociológico. Weber dice que nos permiten
comparar con realidades empíricas para sacar conclusiones. No nos dice como.
También nos sirve para formular hipótesis. Podemos formular hipótesis a partir de
un tipo ideal, acerca de las relaciones entre tipos ideales y sobre el desarrollo de los
tipos ideales.
Weber nos dice que el tipo ideal, lo tenemos cuando realzamos algún punto de vista
y reunimos muchos fenómenos singulares que encajan en esos puntos de vista
como un cuadro conceptual unitario. En su pureza conceptual, no lo vamos a
encontrar empíricamente en la realidad.
“El peligro de este procedimiento reside, en el que el saber histórico aparece como
servidor de la teoría y no a la inversa”. La teoría nos tiene que servir para entender
la realidad empírica.
El autor Sánchez de Puerta habla acerca de cómo construir tipos ideales. Da cuatro
ideas:
Weber tuvo siempre en cuenta datos objetivos y cuantificables, pero intentó explicar
el comportamiento de las personas a través de sus convicciones. Enfatiza en los
grupos, los colectivos, las instituciones, incluso la sociedad misma, que son
agregados de individuos que deben estudiarse a través de la gente que lo
componen.
Podemos decir que para definir de manera rigurosa lo que uno está analizando en el
marco de estudio, para conseguirlo hacemos dos cosas:
La creencia de que el ideal hacia el cual confluyen todos los conocimientos, incluso
los culturales, es un sistema de tesis de los cuales pudiera deducirse la realidad.
No cabe duda alguna de que el punto de partida del interés por las ciencias sociales
está en la configuración real, esto es: individual, de la vida sociocultural que nos
rodea. Y todo ello en su contexto universal, pero no por ello menos individual, y en
su devenir a partir de otros estados socioculturales. Pero culturalmente también
individuales.
Una parte infinita de la realidad individual observada cada vez se tiñe con el interés
condicionado por tales ideas de valor. Sólo esa parte tiene importancia para
nosotros, precisamente porque revela unas relaciones que nos importan por su
vinculación con ideas de valor. Sólo porque ocurre así y mientras ocurra, nos
interesa conocer su característica individual.
Lo que para nosotros tiene importancia, no puede ser conocido mediante ningún
análisis incondicional de lo empíricamente dado, sino que su comprobación es la
premisa para que algo se convierta en objeto de análisis.
Sin las ideas de valor del investigador no existiría ningún principio de selección
temática ni un conocimiento sensato de la realidad individual. Y puesto que sin la fe
del investigador en el significado de un contenido cultural cualquiera, resulta
completamente desprovisto de sentido todo estudio del conocimiento de la realidad
individual, se explica que busque orientar su trabajo según la dirección de su fe
personal y según el reflejo de los valores en el espejo de su alma. Y los valores a
los cuales el genio científico refiere los objetos de sus investigaciones, serán
capaces de determinar la opinión de todas una época. Esto es, no sólo podrán ser
decisivos para aquello que en los fenómenos se considera valioso, sino para lo que
pasa por ser significativo o insignificante, importante y secundario. Por lo tanto, el
conocimiento científico-cultural tal como lo entendemos aquí se halla ligado a unas
premisas subjetivas en tanto que sólo se ocupa de aquellos elementos de la
realidad que muestren alguna relación, por muy indirecta que sea, con los procesos
a los cuales conferimos un significado cultural. Pero a pesar de ello, sigue siendo un
conocimiento puramente causal, en el mismo sentido que el conocimiento de los
acontecimientos significativos e individuales de la naturaleza, que tienen un carácter
cualitativo.
Economía y Sociedad
Advertencia preliminar: El método de esta introductoria definición de conceptos,
de la que no puede prescindir fácilmente no obstante ser de modo inevitable
abstracta y lejana, al parecer, de la realidad, sólo desea formular lo que toda
sociología empírica entiende de hecho cuando habla de las mismas cosas.
Fundamentos metodológicos:
2. Los límites entre una acción con sentido y un modo de conducta simplemente
reactivo.Son enteramente elásticos. Una acción con sentido, es decir,
comprensible, no se da en muchos casos de procesos psicofísicos, y en otros
sólo existe para los especialistas; los procesos místicos, no comunicables
adecuadamente por medio de la palabra, no pueden ser comprendidos con plenitud
por los que no son accesibles a ese tipo de experiencias. Pero tampoco es
necesaria la capacidad de producir uno mismo una acción semejante a la ajena para
la posibilidad de su comprensión: El poder "revivir" en pleno algo ajeno es
importante para la evidencia de la comprensión, pero no es condición absoluta para
la interpretación del sentido.
Pues nada nos dice en lo más mínimo hasta qué punto en la realidad las acciones
reales están o no determinadas por consideraciones racionales de fines.
Ser ajeno al sentido no significa "inanimado" o "no humano". Todo artefacto, una
máquina, por ejemplo, se comprende e interpreta, en fin de cuentas, por el sentido
que a su producción y empleo le presta (o quisiera prestar) la acción humana (con
finalidades posiblemente muy diversas); sin el recurso a ese sentido permanece
completamente incomprensible. Lo comprensible es, pues, su referencia a la ciencia
humana, ya como "medio", ya como el "fin" imaginado por el actor o actores y que
orienta su acción. Sólo mediante estas categorías tiene lugar una comprensión de
semejantes objetos.
A cuya conexión total pertenece aquella proposición por el sentido que vemos
vinculado a ella.
Hasta qué punto la conducta real concuerda con la construcción es cosa que sólo
puede enseñarnos una experiencia (expresable, en principio, en alguna forma
estadística) que compruebe en las relaciones económicas la desaparición efectiva
de la moneda de más valor; ello nos instruye sobre la amplia validez de la ley.
En realidad, la marcha del conocimiento es ésta: primero existieron las
observaciones de la experiencia y luego vino la fórmula interpretativa.
La explicación causal significa, pues, esta afirmación: que, de acuerdo con una
determinada regla de probabilidad a un determinado proceso (interno o externo)
observado sigue otro proceso determinado (o aparece juntamente con él).
Para otros fines de conocimiento puede ser útil o necesario concebir al individuo,
por ejemplo, como una asociación de "células", o como un complejo de reacciones
bioquímicas, o su vida "psíquica" construida por varios elementos (de cualquier
forma que se les califique). Sin duda alguna se obtiene así conocimientos valiosos
(leyes causales). Pero no nos es posible "comprender" el comportamiento de esos
elementos que se expresa en leyes.
Para otros fines de conocimiento (p. ej., jurídicos) o por finalidades prácticas puede
ser conveniente y hasta sencillamente inevitable tratar a determinadas formaciones
sociales (estado, cooperativas, compañía anónima, fundación) como si fueran
individuos (por ejemplo, como sujetos de derechos y deberes, o de determinadas
acciones de alcance jurídico). Para la interpretación comprensiva de la sociología,
por el contrario, esas formaciones no son otra cosa que desarrollos y
entrelazamientos de acciones específicas de personas individuales, ya que tan sólo
éstas pueden ser sujetos de una acción orientada por su sentido.
No puede ser dilucidado aquí hasta qué punto en otras disciplinas tiene que ser
definitiva (necesariamente) esta consideración funcional de las "partes" de un
"todo"; de todos modos, es cosa conocida que la ciencia bioquímica y biomecánica
no quisiera contentarse fundamentalmente con esa consideración. Para una
sociología comprensiva tal modo de expresarse:
Respecto a las "formas sociales" (en contraste con los "organismos"), nos
encontramos cabalmente, más allá de la simple determinación de sus conexiones y
"leyes" funcionales, en situación de cumplir lo que está permanentemente negado a
las ciencias naturales (en el sentido de la formulación de leyes causales de
fenómenos y formaciones y de la explicación mediante ellas de los procesos
particulares).
Hasta qué punto puede ser comprensible por su sentido la conducta de los
animales y al contrario, hasta qué punto puede darse, por lo tanto, una sociología de
las relaciones del hombre con los animales (animales domésticos, animales de
caza) es un problema que no puede desarrollarse ahora.
(Siempre que se hable de casos "típicos", que nos referimos al tipo ideal, el cual
puede ser, por su parte, tanto racional como irracional, aunque las más de las veces
sea racional (en la teoría económica, siempre) y en todo caso se construya con
adecuación de sentido.)
En la mayor parte de los casos, sin embargo, la acción de importancia histórica o
sociológica está influida por motivos cualitativamente heterogéneos, entre los
cuales no puede obtenerse un "promedio" propiamente dicho. Aquellas
construcciones típico-ideales de la acción social, como las preferidas por la teoría
económica, son "extrañas a la realidad" en el sentido en que se preguntan sin
excepción:
Una acción con sentido efectivamente tal, clara y con absoluta conciencia es,
en la realidad, un caso límite. Toda consideración histórica o sociológica tiene que
tener en cuenta este hecho en sus análisis de la realidad. Pero esto no debe impedir
que la sociología construye sus conceptos mediante una clasificación de los
posibles "sentidos mentados" y como si la acción real transcurre orientada
conscientemente según sentido. Siempre tiene que tener en cuenta r esforzarse por
precisar el modo y medida de la distancia existente frente a la realidad, cuando se
trate del conocimiento de ésta en su concreción. Muchas veces se está
metodológicamente ante la elección entre términos oscuros y términos claros, pero
éstos irreales y "típico-ideales". En este caso deben preferirse científicamente los
últimos.
3. No toda clase de contacto entre los hombres tiene carácter social; sino
sólo una acción con sentido propio dirigida a la acción de otros. Un choque
de dos ciclistas, por ejemplo, es un simple suceso de igual carácter que un
fenómeno natural. En cambio, aparecería ya una acción social en el intento
de evitar el encuentro, o bien en la riña o consideraciones amistosas
subsiguientes al encontronazo.
Se trata, pues, de una acción condicionada por la masa. Este mismo tipo de
acción puede darse también en un individuo por influjo de una masa dispersa (por el
intermedio de la prensa, por ejemplo), percibido por ese individuo como proveniente
de la acción de muchas personas. Algunas formas de reacción se facilitan, mientras
que otras se dificultan, por el simple hecho de que un individuo se "sienta" formando
parte de una masa.
De tal suerte que un determinado acontecimiento o una conducta humana pueden
provocar determinados estados de ánimo -alegría, furor, entusiasmo, desesperación
y pasiones de toda índole-- que no se darían en el individuo aislado (o no tan
fácilmente); sin que exista, sin embargo (en muchos casos por lo menos), una
relación significativa entre la conducta del individuo y el hecho de su participación en
una situación de masa. El desarrollo de una acción semejante, determinada o
codeterminada por el simple hecho de una situación de masa, pero sin que exista
con respecto a ella una relación significativa, no se puede considerar como social
con el significado que hemos expuesto. Por lo demás, es la distinción, naturalmente,
en extremo fluida.
El fundamento de la fluidez de esos casos, como el de otros varios, estriba en que
la orientación por la conducta ajena y el sentido de la propia acción en modo alguno
se puede precisar siempre con toda claridad, ni es siempre consciente, ni mucho
menos consciente con toda plenitud. Por esta razón no siempre pueden separarse
con toda seguridad el mero "influjo" y la "orientación con sentido". Pero sí pueden
separarse, en cambio, conceptualmente; aunque es evidente que la imitación
puramente reactiva tiene sociológicamente el mismo alcance que la "acción social"
propiamente dicha. La sociología en modo alguno tiene que ver .. solamente con la
acción social; sin embargo, ésta constituye (para la clase de sociología aquí
desarrollada) el dato central, aquel que para ella, por decirlo así, es constitutivo.
Una acción racional con arreglo a valores es siempre (en el sentido de nuestra
terminología) una acción según "mandatos" o de acuerdo con "exigencias" que
el actor cree dirigidos a él (y frente a los cuales el actor se cree obligado).
Hablaremos de una racionalidad con arreglo a valores tan sólo en la medida en que
la acción humana se oriente por esas exigencias -lo que no ocurre sino en una
fracción mayor o menor, y bastante modesta las más de las veces. Como habrá de
mostrarse luego, alcanza una significación bastante para destacarse como un tipo
particular, aunque, por lo demás, no se pretenda dar aquí una clasificación
agotadora de los tipos de acción.
Actúa racionalmente con arreglo a fines quien oriente su acción por el fin, medios y
consecuencias implicadas en ella y para lo cual sopese racionalmente los medios
con los fines, los fines con las consecuencias implicadas y los diferentes fines
posibles entre sí; en todo caso, pues, quien no actúe ni afectivamente
(emotivamente, en particular) ni con arreglo a la tradición. Por su parte, la decisión
entre los distintos fines y consecuencias concurrentes y en conflicto puede ser
racional con arreglo a valores; en cuyo caso b acción es racional con arreglo a fines
sólo en los medios. O bien el actor, sin orientación racional alguna por valores en
forma de "mandatos" o "exigencias", puede aceptar esos fines concurrentes y en
conflicto en su simple calidad de deseos subjetivos en una escala de urgencias
consecuentemente establecida, orientando por ella su acción, de tal manera que, en
lo posible, queden satisfechos en el orden de esa escala (principio de la utilidad
marginal) .
Por "relación" -social debe entenderse una conducta plural -de varios- que, por el
sentido que encierra, se presenta como recíprocamente referida, orientándose por
esa reciprocidad. La relación social consiste, pues, plena y exclusivamente, en
la probabilidad de que se actuará socialmente en una forma (con sentido)
indicable;
Siempre se trata de un sentido empírico y mentado por los partícipes -sea en una
acción concreta o en un promedio o en el tipo "puro" construido- y nunca de un
sentido normativamente "justo" o metafísicamente "verdadero". La relación social
consiste sola y exclusivamente -aunque se trate de "formaciones sociales"
como "estado", "iglesia", "corporación", "matrimonio", etc.- en ia probabilidad
de que una forma determinada de conducta social, de carácter recíproco por
su sentido, haya existido, exista o pueda existir. Cosa que debe tenerse siempre
en cuenta para evitar la sustancialización de estos conceptos. Un "estado"' deja,
pues, de existir sociológicamente en cuanto desaparece la probabilidad de que
ocurran determinadas acciones sociales con sentido. Esta probabilidad lo mismo
puede ser muy grande que reducida casi hasta el límite. En el mismo sentido y
medida en que subsistió o subsiste de hecho esa probabilidad (según estimación).
subsistió o subsiste la relación social en cuestión.
El sentido de una relación social puede ser pactado por declaración recíproca.
Esto significa que los que en ella participan hacen una promesa respecto a su
conducta futura (sea de uno a otro o en otra forma). Cada uno de los partícipes -en
la medida en que procede racionalmente- cuenta normalmente (con distinta
seguridad) con que el otro orientará su acción por el sentido de la promesa tal como
él lo entiende. Así, orientará su acción en parte -con racion:-~ lidad con arreglo a
fines (con mayor o menor lealtad al sentido de la promesa)- en esa expectativa y, en
parte --con racionalidad con arreglo a valores- cu el deber de atenerse por su lado a
la promesa según el sentido que puso en ella