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Parcial de Metodología

“Las más destacadas tradiciones teóricas en sociología, incluso aquellas que


emanan de los escritos de Marx, Durkheim y Weber, han…[interpretado] la
naturaleza de la modernidad fijándose en una única y predominante dinámica de
transformación.”​(Giddens, 1993)

Karl Marx
En la tesis de Marx, el autor trabaja sobre la filosofía de Epicuro. Generalmente hay
una idea vulgar de que Marx es muy radical, pero inclusive su postura es la menos
rígida dentro de los jóvenes hegelianos. Se estaba viviendo en una sociedad
absolutista, militarizada.
Las condiciones de explotación eran terribles, donde inclusive trabajaban niños
largas horas en condiciones insalubres.

Cuando Marx estaba terminando su carrera, se inscribe en un movimiento que se


denominó como los jóvenes hegelianos. Dentro de los filósofos alemanes, se
encuentran grandes autores como Kant y Hegel, donde con sus concepciones
llegaron a lo que se conoce como el mundo de las ideas. El aporte de Hegel, es el
concepto de dialéctica. Sostiene que la racionalidad no es absoluta, sino histórica, y
depende de un proceso que se denomina dialéctico. Los hegelianos utilizan la
postura hegeliana como fundamentación. Los jóvenes hegelianos son republicanos.

Este Marx filósofo que toma conciencia de que el mundo de las ideas es un
producto del mundo social, donde el modo de producción es un proceso de
evolución donde una clase propone una nueva forma de organización. Hay una
cuestión de hacer pasar los intereses de la clase dominante a los intereses de la
sociedad. Esto se plantea muy claramente con la revolución francesa, donde lo
principios era libertad, igualdad y fraternidad (se modifica por legalidad), son los
reclamos que necesitaba la burguesía que quería salir del feudalismo.
El pasaje del feudalismo al capitalismo, muestra como la relación fundamental entre
el feudalismo era el señor feudal y el siervo, y se pasa a crear una nueva clase que
es la burguesía.
Del modelo del taller feudal, se pasa al taller urbano, donde comienzan a trabajar en
fábrica. Se reduce el trabajo, donde un individuo tenía que ser una especie de
aprendiz y aceptado por el gremio para poder ingresar. Los burgueses comienzan a
reclamar libertad de movimiento. Los señores feudales, dejan de ser como tales
para pasar a ser nobles.
Algo interesante de Marx, es cuando una cultura llega a su momento de esplendor,
el autor lo ve como decadencia. Esta concepción de que el momento de mayor
desarrollo de una cultura, era un momento de decadencia, ocurre lo mismo con el
feudalismo, con esta cuestión del absolutismo, de las artes, la música,etc. Marx ve
todo este momento como decadencia, debido a que la capacidad del modo de
producción se dirige a capacidades improductivas.

La idea de​ praxis ​es un concepto clave.

● Definición de praxis: ​Permite fundar la concepción materialista de la


historia. Y esto es así porque para Marx, la praxis, es una actividad humana
fundamental, en virtud de la cual el hombre produce la realidad histórica y se
produce a sí mismo. En este sentido, la idea de praxis tiene una dimensión
antropológica esencial. La praxis es justamente lo que define al hombre como
tal. El hombre, para Marz, es un ser de la praxis.

La idea de que la filosofía no tiene sentido si no es una filosofía para la práctica. No


tiene sentido pensar, si no es para cambiar el mundo. Había una cuestión de que
tenía que ser revolucionaria y proponer un cambio.

Marx ve a la tesis, síntesis y antítesis como algo material. De la dialéctica pasa al


historicismo, y del historicismo pasa a la teoría del valor. Viendo cual es la clase que
impone la revolución para pasar a otra. Esta clase tiene una antítesis, donde la
lucha desemboca en una síntesis.

El aporte que vamos a tomar es lo que se conoce como teoría de valor (trabajo).
Trabaja con autores economistas clásicos como Adam Smith. ¿De donde surge el
valor de un bien? Un producto es un objeto, que está diseñado para solucionar una
necesidad, tiene una demanda. El producto en el mercado es valor de uso y de
cambio. Por ejemplo: si yo tengo un buzo que me tejió mi abuela, va a ser valor de
uso, pero no de cambio, porque no fue creado para vender.

Teoría del valor: ​los fisiócratas sostenían que el valor nacía de la tierra, otros
sostenían que era del comercio. A esto Adam Smith y David Ricardo, sostenían que
la fuente del valor es el trabajo. Los capitalistas son quienes se están quedando con
el valor.

En el contexto de Marx no había una especialización en el trabajo. Ni siquiera se


plantea la cuestión del conocimiento. El va a llamar como trabajo complejo, donde
un trabajador tiene que estudiar para trabajar de determinada manera. Hoy en día,
un trabajador necesita tener terminada la educación media, en algunas labores
incluso, se necesita tener ciclo básico terminado. En la época de Marx, un
trabajador que necesitaba leer todos los días un manual, era considerado como un
trabajo complejo.
Marx plantea la idea del trabajo como un ​valor social.
Marx es un gran defensor del modo de producción capitalista, solamente que ve las
relaciones como una forma de producción.

La fuente de todo valor es el trabajo. Incorpora conceptos como ​alienación, cuanto


más eficiente es el trabajo más apropiado es. El trabajador se siente ajeno a lo que
produce. Inclusive en las fábricas donde se percibe menos salario, la explotación es
menor, porque los dueños se quedan con menos ganancia. Cuanto más objetos y
bienes hay, más pobres somos, porque menos vamos a poder comprar.

● Dialéctica: Idea que toma de Hegel y de Kant. Las leyes de la dialéctica nos
permiten comprender el proceso incesante de transformación. ​Consiste en la
idea de que todo fenómeno es ese fenómeno y su contrario. ​Es una
filosofía que se fundamenta en el vínculo que existe entre el conocimiento y
el mundo material objetivo.

Proceso de construcción de la realidad como un debate. Este concepto provenía desde


Platón. Había alcanzado su punto más alto con Hegel. Hay una discusión en término de
materialismo histórico. La dialéctica materialista, sería la cuestión de tesis, antítesis y
síntesis. Las condiciones materiales son las que determinan cuál es la tesis (idea
principal). La evolución del mundo de las ideas, es una consecuencia del mundo material,
y la evolución del mundo material está relacionada con el trabajo. Tiene una teoría
histórica, por eso, también se denomina como materialismo histórico. Los que dan este
nombre de materialismo histórico son otros autores, posteriores a Marx. Visualiza un
proceso de mejorar la capacidad humana, para mejorar la producción. Cada base de
producción genera una superestructura que podemos llamarla como una ideología.
Cuando Marx plantea eso, hace una ruptura con hegelianismo.

El ​materialismo dialéctico ​es llamado así ​porque está estructurado en la unidad


biológica del materialismo y la dialéctica. Se considera materialista porque se basa en
la identificación de la materia como fundamento absoluto del mundo, y tomando en
cuenta la conciencia como una permanencia de la materia sumamente estructurada,
como algo que solo le compete al cerebro, como algo inconsciente del mundo objetivo.
Se llama dialéctico porque admite el enlace que existe a nivel mundial de los objetos y los
fenómenos del mundo, así como los movimientos y progresos de éste como
consecuencia de las discordancias internas que intervienen dentro de él.

Fases de la dialéctica:

1. Tesis:​ afirmación primera


2. Antítesis: contrario de la tesis. Toda realidad natural o social lleva a su contrario,
sin la muerte no es posible hablar de vida, por ejemplo, vida y muerte son
antitéticos.
3. Síntesis: no surge exactamente de la combinación de las dos, sino que una
combinación superior que vuelve a generar otra propuesta de tesis que a su vez
tiene antítesis; el mundo se puede explicar como un espiral de transformación

Materialismo:

Marx era profundamente materialista, él decía que lo que importa son las condiciones
materiales de la existencia lo que determina nuestra conciencia.

Decía que la economía era la base material de la sociedad. Todo en nuestra conciencia
está determinado por la economía.

Materialismo de Foverback + Dialéctica de Hegel = Materialismo dialectico (Karl


Marx)

La economía es la base de las sociedades y todo lo demás se construye por encima de


esta, lo llamaremos ​superestructura​.

Explicar el concepto de materialismo histórico es muy complejo. La dialéctica, va a


terminar con nuestros intereses sociológicos, culturales, proviene del diálogo. Ya
estaban sentada las bases de esta cuestión del giro lingüístico. La dialéctica es un
proceso de construcción de la razón. Se materializa en los jóvenes hegelianos, con
el idealismo, que pasa a preocuparse por la justicia, etc. Marx rompe con el
idealismo, donde la cuestión empírica se termina plasmando como idea. En Engels
es un proceso generativo. Este diálogo donde hay una idea, su opositor, es un
diálogo de confrontación de ideas. La idea principal, tiene otra idea contraria y
sintetizan en una idea. ​Marx sostiene que las condiciones materiales, son las
que sientan las bases de lo que es necesario pensar y creer. ​Se da cuenta de
que la humanidad es una evolución tecnológica más que cultural. La sociedad se
creó como una cultura para organizar la caza, el Estado, etc. Marx termina
rompiendo con el idealismo y hace una propuesta con el materialismo. La dialéctica
es el pasaje de la realidad de un proceso de ideas a un pasaje material que
condiciona.
Para que haya un cambio en el modo de producción, tiene que haber un cambio
cultural.

El artesano cuando construía su silla, era parte de él. La realización simbólica, es el


proceso de la expresión en el objeto. Hoy en día con el capitalismo, es el artista el
que se expresa a través de su creación. En cambio el obrero, el objeto que produce
no es él, y tampoco se siente representado por el mismo. Como va aumentar el
valor, el capitalista se queda con una porción, pero el trabajador no. El salario para
Marx, es la cantidad de productos, comida, techo, lo necesario para que el
trabajador se mantenga vivo y suficientemente fuerte para que al otro día vaya a
trabajar nuevamente. También tiene que poder reproducirse, porque si muere el día
de mañana, tiene que haber hijos para reemplazarlo. Por eso, se denomina como
proletariado.

Marx plantea que es aceptable esta cuestión de que haya un plusvalor, el problema
es quien se queda con ese valor. Si el 100% de trabajadores, se apropiara del 100%
del trabajo, no habría un trabajo social.
Hay que entender el capitalismo como un modo de producción, donde Marx fue
capaz de prever que es el modo de producción más potente, lo que no logro
imaginar es cuán lejos podría llegar.

Mercancía:

La mercancía es un objeto material o simbólico que satisface o está destinado a


satisfacer necesidades humanas de cualquier tipo, no importa cual puede ser, fantasía o
real.

La mercancía tiene una doble existencia:

● Tiene una existencia​ cualitativa


● Lo cualitativo es irrepetible, único, me interesa lo particular.
● Valor singular por su uso y utilidad (mercancía).
● Tiene una existencia​ cuantitativa
● Una mercancía puede ser intercambiada por otra, intercambiabilidad.
● La mercancía debe tener ​valor de cambio ​(de no ser así, no es una mercancía)
● El dinero por ejemplo es un intercambiador simbólico, mercancía universal.
● En tanto valor de uso toda mercancía es incomparable, pero en su valor de cambio
toda mercancía se parece.

¿Qué tienen en común las mercancías para que puedan ser intercambiables?

● Pues su condición de trabajo humano, esfuerzo humano responsable de


producción.
● Para el capitalista importa la rentabilidad del producto, participar del margen de
ganancia, me desentiendo completamente de la singularidad.
● El tiempo de trabajo necesario es la única manera de cuantificar el trabajo, el
desgaste de energía humana tanto intelectual como física.
● Trabajo acumulado en forma de saber (desgaste intelectual)

Marx no logra explicar cuán distinto es el trabajo de un trabajador especializado. Lo


que era un trabajo simple en la época de Marx, no es lo mismo hoy en día. El
trabajador especializado tuvo que trabajar antes para aprender, entonces realiza
una especie de trabajo acumulado desde sus estudios. Por primera vez, se ve a la
sociedad como un sistema social.
Lo que vamos a considerar valor es la producción de productos y servicios
consumibles.
Cuando el capitalismo tome el control de todo el mundo, la tasa del plusvalor va
aumentar, inclusive la ganancia se va a reducir. Se plantea también un futuro
robotizado, donde ya no haya casi trabajadores manuales.
La producción es objetiva, mientras que el consumo es subjetivo.

● Infraestructura: ​Base material de producción del trabajo. Modo de


producción. Tecnología.
● Superestructura: Mundo de las ideas. Creencias necesarias para que
funcione la infraestructura.

Trabajo humano:​ gasto productivo del cerebro, músculo, mano, nervio, etc.

Es un mediador entre el metabolismo del humano y el de la naturaleza, es una relación


externa en la que se acentúa la apropiación y la transformación de lo útil de la naturaleza,
ella nos brinda materiales que son intervenidos por el hombre para crear algo que no
existía.

Elementos Fundamentales para la Crítica de la Economía Política


Karl Marx & Grundrisse - Introd. 3-33

1. Producción, consumo, distribución, cambio (circulación)

El objeto a considerar es en primer término la ​producción material

Producción material:

● siempre concreta y contingente.


● La producción en general es una abstracción, no tiene existencia real, si hay
producción concreta (zapatos, cigarrillos, golosinas, etc).
● La producción general si tiene lugar en nuestra producción intelectual, es una
atracción útil en la búsqueda de los rasgos comunes a todo método de producir en
toda época y lugar.
● Ninguna producción es posible sin un instrumento de producción y sin trabajo
acumulado.

Los instrumentos de producción:​ Pueden ser la mano o cualquier objeto.

Trabajo acumulado:​ Destreza, habilidad, saber, experimentación.

Instrumentos de prod. + Trabajo acumulado = Destreza aprendida

Producción y consumo
Continuamente confrontados, tesis y antítesis.

● En la producción ​la persona se objetiva, en el acto de producir, lo que sucede es


que gastamos energía física y mental para producir un objeto, desgaste y consumo
de fuerzas y energía humana. Energía física y mental que impulsa la producción,
se manifiesta en el objeto, cantidad calculable y cuantitativo de energía.
● En el consumo: ​en el propio acto de consumo, estoy subjetivando, incorporando a
mi el objeto, me lo apropio.

Modo de producción concreta

El producto fabricado solo se hace efectivamente como producto en el acto de ser


consumido, una casa vacía por ejemplo no es un producto hasta que no se la consuma o
sea que se la habite.

Para que un producto sea consumido deben ocurrir 2 cosas:

● Producido y efectivamente consumido.


● Su autodestrucción.

Producción, distribución, intercambio y consumo

● Son articulaciones que componen una totalidad, diferenciaciones dentro de una


unidad.
● Lo primero que se nos presenta como concreto es la producción.

Modos inconcretos:

● Producción y distribución son herramientas que necesitamos para comprender lo


concreto (Consumo).

Cuanto más lejos nos remontamos en la historia, tanto más aparece el individuo (y
por consiguiente también el individuo productor) como dependiente y formando
parte de un todo mayor:

En primer lugar y de una manera enteramente natural, de la familia y de esa familia


ampliada (tribus). De las comunidades en sus distintas formas, resultado del
antagonismo de la fusión de las tribus

Solamente en el siglo XVIII con la ‘sociedad civil', las diferentes formas de conexión
social aparecen ante el individuo como un simple medio para lograr sus fines
privados, como una necesidad exterior.
Pero la época que genera esta idea del individuo aislado es precisamente aquella
en la cual las relaciones sociales (universales, según punto de vista) han llegado al
más alto grado de desarrollo alcanzado hasta el presente.

El hombre no es solamente un animal social, sino un animal que sólo puede


individualizarse en sociedad.

La producción parte de un individuo aislado, fuera de la sociedad (hecho raro


que bien puede ocurrir cuando un civilizado, que potencialmente posee ya en sí las
fuerzas de la sociedad, se extravía accidentalmente en una comarca salvaje) no es
menos absurda que la idea de un desarrollo del lenguaje sin individuos que
vivan juntos y hablen entre sí.

Cuando se habla de producción, se está hablando siempre de producción en un


estadio determinado del desarrollo social, de la producción de individuos en
sociedad. Podría parecer que por eso, para hablar de la producción a secas
deberíamos o bien seguir el proceso de desarrollo histórico en sus diferentes fases,
o bien declarar desde el comienzo que estamos ante una determinada época
histórica. Pero todas las épocas de producción tienen ciertos rasgos en común,
ciertas determinaciones comunes. La producción en general es una abstracción,
pero una abstracción que tiene un sentido, en tanto pone realmente de relieve lo
común, lo fija y nos ahorra así de una repetición.

Las determinaciones que valen para la producción en general son precisamente las
que deben ser separadas, al fin de que no se olvide la diferencia esencial por
atender solo a unidad la cual se desprende ya del hecho de que la humanidad
(sujeto) y la naturaleza (objeto) son los mismos. En este olvido reside, por ejemplo,
toda la sabiduría de los economistas modernos que demuestran la eternidad y la
armonía de las condiciones sociales existentes.

● Ninguna producción es posible sin un instrumento de producción, aunque


este instrumento sea solo la mano.
● Ninguna es posible sin trabajo pasado, acumulado, aunque este trabajo sea
solamente la destreza que el ejercicio repetido ha desarrollado y concentrado
en la mano del salvaje.
● El capital, entre otras cosas, es también un instrumento de producción, es
también trabajo pasado objetivado.
● El capital es una relación natural, universal y eterna.
● Si no existe producción en general, tampoco existe una producción general.
● La producción es siempre una rama particular de la producción (agricultura, la
cría del ganado, la manufactura) o bien es una totalidad.
● La economía política no es la tecnología.
● La producción tampoco es sólo particular, por el contrario, es siempre un
organismo social determinado, un sujeto social que actúa en un conjunto más
o menos grande, más o menos pobre, de ramas de producción.

Las condiciones generales de toda producción deben incluir:

1. las condiciones sin las cuales no es posible la producción. Es decir, que


se limita solamente a indicar los momentos esenciales de toda producción, a
cierto número de determinaciones muy simples, estiradas bajo la forma de
vulgares tautologías.
2. las condiciones que hacen avanzar en mayor o en menor medida a la
producción.

Formulada de una manera general, la respuesta conduce a la idea de que un pueblo


industrial llega al apogeo de su producción en el momento mismo en que alcanza su
apogeo histórico.

Un pueblo está en apogeo industrial cuando lo principal para él no es la ganancia,


sino el ganar. O también que ciertas disposiciones raciales, climas, condiciones
naturales (proximidad del mar, fertilidad del suelo) son más favorables que en otras
para la producción. Pero esto conduce nuevamente a la tautología de que la riqueza
se crea tanto más fácilmente cuanto mayor sea el grado en que existan objetiva y
subjetivamente los elementos que la crean.
A algunos economistas también les gusta presentar la producción a diferencia de la
distribución, como regida por leyes eternas de la naturaleza, independientes de la
historia, ocasión esta que sirve para introducir subrepticiamente las relaciones
burguesas como leyes naturales inmutables de la sociedad in abstracto.

En la distribución, por el contrario, los hombres se habrían permitido de hecho toda


clase de arbitrariedades. Prescindiendo de la separación brutal de producción y
distribución y haciendo abstracción de su relación real, es de entrada evidente que
por diversificada que pueda estar distribución en los diferentes estados de la
sociedad, debe ser posible también para ella, tal como se hizo para la producción,
extraer los caracteres comunes, así como es posible confundir o liquidar todas las
diferencias históricas formulando leyes humanas universales. Por ejemplo, el
esclavo, el siervo, el trabajador asalariado reciben todos todos una cierta cantidad
de alimentos que les permite existir como tales.
El conquistador que vive del tributo, el funcionario que vive del impuesto, el
propietario de la tierra que vive de la renta, el monje que vive de la limosna o el
levita que vive del diezmo, obtienen todos una cuota de la producción social que
está determinada sobre la base de leyes distintas de las que rigen para el esclavo,
siervo o asalariado.
Los dos puntos principales bajo esta rúbrica son:

1. propiedad: toda producción es apropiación de la naturaleza por parte del


individuo en el seno o por intermedio de una forma de sociedad determinada.
En este sentido, es una tautología decir que la propiedad (apropiación) es
una condición de la producción. Pero es ridículo saltar de ahí a una forma
determinada de propiedad (privada, por ejemplo) lo cual indica además, como
condición, una forma contrapuesta: la no propiedad. La historia nos muestra
más bien que la forma primigenia es la propiedad común (por ejemplo, entre
los hindúes, los eslavos, antiguos celtas) forma que, como propiedad
comunal, desempeña durante largo tiempo un papel importante. No está en
cuestión todavía en este punto el problema de si la riqueza se desarrolla
mejor bajo aquella forma de propiedad. Pero decir que no se puede hablar de
una producción, ni tampoco de una sociedad, en la que no exista ninguna
forma de propiedad, es una tautología. Una apropiación que no se apropia
nada es una contradicción in subjecto.

2. su protección por medio de la justicia: Cuando se reducen estas


trivialidades a su contenido real, estas expresan más de lo que saben sus
predicadores. A saber, toda forma de producción engendra sus propias
instituciones jurídicas, su propia forma de gobierno, etc. La rusticidad e
incomprensión consisten precisamente en no relacionar sino fortuitamente
fenómenos que constituyen un todo orgánico, en ligarlos a través de un nexo
meramente reflexivo.

Cuando las condiciones sociales que corresponden a un estadio determinado de la


producción están apenas surgiendo, o cuando están a punto de desaparecer, se
manifiestan naturalmente perturbaciones en la producción, aunque en distintos
grados y con distintos efectos.

Todos los estadios de la producción tienen caracteres comunes que el pensamiento


fija como determinaciones generales, pero las llamadas condiciones generales de
toda producción no son más que esos momentos abstractos que no permiten
comprender ningún nivel histórico concreto de la producción.

2. La relación general de la producción con la distribución, el cambio y el


consumo

El punto de partida es el análisis de los diferentes rubros con que los economistas
asocian la producción.

● En la producción los miembros de la sociedad hacen que los productos de la


naturaleza resulten apropiados a las necesidades humanas (los elaboran, los
conforman)
● la distribución determina la proporción en que el individuo participa de estos
productos
● el cambio le aporta los productos particulares por los que él desea cambiar la
cuota que le ha correspondido a través de la distribución
● finalmente, en el consumo de productos se convierten en objetos de disfrute,
de apropiación individual.

➔ La producción crea los objetos que responden a las necesidades, la


distribución los reparte según leyes sociales, el cambio reparte ya lo repartido
según las necesidades individuales. Finalmente, en el consumo el producto
abandona este movimiento social, se convierte directamente en servidor y
objeto de la necesidad individual, a la que satisface en el acto de su disfrute.

➔ La producción aparece así como el punto de partida, el consumo como punto


terminal, la distribución y el cambio como término medio, término que a su
vez es doble ya que la distribución está determinada como momento que
parte de la sociedad, y el cambio como momento que parte de los individuos.

➔ en la producción, la persona se objetiva, en el consumo la cosa se subjetiva.

➔ en la distribución la sociedad asume la mediación entre la producción y el


consumo por medio de determinaciones generales y rectoras, en el cambio,
la mediación se opera a través del fortuito carácter determinado del individuo.

➔ La distribución determina la proporción en que los productos corresponden al


individuo, el cambio determina la producción, de la cual el individuo desea
obtener la parte que la distribución le asigna.

Producción, distribución, cambio y consumo forman así un silogismo con todas las
reglas:

● la producción es el término universal


● la distribución y el cambio son el término particular
● el consumo es el término singular con el cual todo se completa

En esto hay un encadenamiento, pero no es superficial:

● La ​producción ​está determinada por leyes generales de la naturaleza


● La d ​ istribución ​resulta de la contingencia social y por ello puede ejercer
sobre la producción una acción más o menos estimulante
● el ​cambio ​se sitúa entre las dos como un movimiento formalmente social
● el acto final del ​consumo que es concebido no solamente como término, sino
también como objetivo final, se sitúa a decir verdad fuera de la economía,
salvo cuando a su vez reacciona sobre el punto de partida e inaugura
nuevamente un proceso.

➔ La producción es también inmediatamente consumo.

Doble consumo, subjetivo y objetivo: el individuo que al producir desarrolla


sus capacidades, las gasta también. Las consume en el acto de la
producción, exactamente como la reproducción natural es un consumo de
fuerzas vitales.

Consumo de los medios de producción que se emplean y se usan, y que se


disuelven en parte (ej. la combustión) en los elementos generales.

Consumo, igualmente, de la materia prima que no conserva su forma ni su


constitución natural, sino que más aún se consume.

Por lo tanto, el acto mismo de producción es también en todos sus momentos


un acto de consumo.

Los economistas llaman ​consumo productivo a la producción que se identifica


directamente con el consumo, y al consumo que coincide inmediatamente con la
producción. ​(determinatio est negatio)

Esta determinación del consumo productivo ha sido establecida sólo para separar el
consumo identificado con la producción del consumo propiamente dicho, concebido,
por el contrario, como el opuesto aniquilador de la producción.

Si consideramos el consumo propiamente dicho: es de manera inmediata


producción del mismo modo que en la naturaleza el consumo de los elementos y las
sustancias químicas es producción de plantas. La nutrición, por ejemplo, también es
una forma de consumo, el hombre produce su propio cuerpo, a esto le podemos
decir producción consumidora.
Esta producción idéntica al consumo es una segunda producción, surgida del
aniquilamiento del primer producto.

● En la primera, el productor se objetivaba,


● en la segunda, la cosa creada por él se personifica.

Por consiguiente, la producción consumidora (aún cuando sea una unidad inmediata
de producción y consumo) es esencialmente diferente de la producción propiamente
dicha. La unidad inmediata, en la que la producción coincide con el consumo y el
consumo con la producción, deja subsistir su dualidad inmediata.
En consecuencia, la producción es inmediatamente consumo, el consumo es
inmediatamente producción. Cada uno es inmediatamente su opuesto. Pero al
mismo tiempo tiene lugar un movimiento mediador de los dos. La producción es
mediadora del consumo, cuyos materiales crea y sin los cuales a ese le faltaría el
objeto. Pero el consumo es también mediador de la producción, en cuanto crea para
los productos el sujeto para el cual ellos son productos.

El producto alcanza su final sólo en el consumo. Sin producción no hay consumo


pero sin consumo tampoco hay producción ya que en ese caso la producción no
tendría objeto.

El consumo produce la producción de dos maneras:

1. en cuanto el producto se hace realmente producto solo en el consumo.


(un vestido por ejemplo, se convierte realmente en vestido a través del acto
de llevarlo puesto. Una casa deshabitada no es en realidad una verdadera
casa.) A diferencia del simple objeto natural, el producto se afirma como
producto, se convierte en producto, solo en el consumo. Disolviendo ese
producto, el consumo le da el finishing stroke (última mano) pues el resultado
de la producción es producto no en cuanto actividad objetivada, sino solo
como objeto para el sujeto actuante.
2. En cuanto el consumo crea la necesidad de una nueva producción​, y por
lo tanto el móvil ideal de la producción, su impulso interno, que es su
supuesto. El consumo crea el impulso de la producción y crea igualmente el
objeto que actúa en la producción como determinante de la finalidad de ésta.
Si resulta claro que la producción ofrece el objeto del consumo en su aspecto
manifiesto, no es menos claro que el consumo pone idealmente el objeto de
la producción, como imagen interior, como necesidad, como impulso y como
finalidad. Ella crea los objetos de la producción bajo una forma que es
todavía subjetiva. Sin necesidades no hay producción. Pero el consumo
reproduce las necesidades.

Por el lado de la producción a esto corresponde:

1. que ella proporciona al consumo, su material, su objeto. Un consumo sin


objeto no es un consumo, en consecuencia, en este aspecto la producción
crea, produce el consumo.
2. Pero no es solamente el objeto lo que la producción crea para el consumo.
Ella da también al consumo su carácter determinado, del mismo modo que el
consumo daba al producto su finish como producto, la producción de su finish
al consumo. En suma, el objeto no es un objeto general, sino un objeto
determinado, que debe ser consumido de una manera determinada, que a su
vez debe ser mediada por la producción misma. ​El hambre es hambre, pero
el hambre que se satisface con carne guisada, comida con cuchillo y
tenedor, es un hambre muy distinta del que devora carne cruda con
ayuda de manos, uñas y dientes. ​No es únicamente el objeto del consumo,
sino también el modo de consumo, lo que la producción produce no sólo
objetiva sino también subjetivamente.

La producción no solamente provee un material a la necesidad, sino también una


necesidad al material. No solamente produce un objeto para el sujeto, sino también
un sujeto para el objeto. La producción produce, pues, el consumo:

➔ creando el material de éste


➔ determinando el modo de consumo
➔ provocando en el consumidor la necesidad de productos
que ella ha creado originariamente como objetos.

En consecuencia, el objeto del consumo, el modo de consumo y el


impulso al consumo. Del mismo modo, el consumo produce la
disposición del productor, solicitándolo como necesidad que determina
la finalidad de la producción.

Las identidades entre el consumo y la producción aparecen por lo tanto bajo


un triple aspecto:

1. identidad inmediata: la producción es consumo, el consumo es producción.


producción consumidora, consumo productivo. La primera figura como
reproducción, el segundo como consumo productivo. Todas las
investigaciones sobre la primera se refieren al trabajo productivo y al trabajo
improductivo. Las que tratan del segundo tienen como objeto el consumo
productivo o no productivo.
2. Cada uno de los dos aparece como medio del otro y es mediado por el: ello
se expresa como dependencia recíproca, como un movimiento a través del
cual se relacionan el uno con el otro y aparecen como recíprocamente
indispensables, aunque permaneciendo sin embargo externos entre sí. La
producción crea el material del consumo en tanto que objeto exterior. El
consumo crea la necesidad en tanto como objeto interno, como finalidad de la
producción. Sin producción no hay consumo, sin consumo no hay producción.
3. La producción no es sólo inmediatamente consumo, ni el consumo
inmediatamente producción, ni tampoco es la producción únicamente medio
para el consumo y el consumo fin para la producción. Cada uno de los
términos no se limita a ser el otro de manera inmediata, y tampoco mediador
del otro, sino que, realizándose, crea al otro y se crea en cuanto otro. Solo
con el consumo llega a su realización el acto de la producción. El consumo
no es únicamente el acto final gracias al cual el producto se convierte en
producto, sino también el acto en virtud del cual el productor se hace
productor.
La producción engendra el consumo, creando el modo determinado de consumo, el
atractivo del consumo y a través de este la capacidad misma de consumo
convertida en necesidad. Esta última identidad (apartado 3) es interpretada de muy
diversos modos en la economía a propósito de la relación entre la oferta y la
demanda, los objetos y las necesidades, las necesidades creadas por la sociedad y
las necesidades naturales.

“si consideran la producción y el consumo como actividades de un sujeto o de


muchos individuos, ambas aparecen en cada caso como momentos de un proceso
en el que la producción es el verdadero punto de partida y por ello también el
momento predominante. El consumo como necesidad es el mismo momento interno
de la actividad productiva. Pero esta última es punto de partida de la realización y,
por lo tanto, su factor predominante, el acto en el que todo el proceso vuelve a
repetirse.”

El individuo produce un objeto y consumiéndolo, retorna a sí mismo, pero como


individuo productivo y que se reproduce a sí mismo. De este modo, el consumo
aparece como un momento de producción.”

En la sociedad, en cambio, la relación entre productor y producto, una vez


terminado este último, es exterior y el retorno del objeto al sujeto depende de las
relaciones de este con los otros individuos. No se apodera de él inmediatamente.
Entre el productor y los productos se interpone la distribución, que determina,
mediante leyes sociales, la parte que le corresponde del mundo de los productos,
interponiéndose por lo tanto entre la producción y el consumo.
¿La distribución existe como una esfera autónoma junto a la producción y
fuera de ella?

➔ Distribución y producción

En la distribución figuran la renta territorial, el salario, el interés y la ganancia,


mientras que en la producción, la tierra, el trabajo, el capital, figuran como agentes
de producción. El capital aparece bajo dos formas:

1. como agente de producción


2. como fuente de ingresos, como determinante de formas de distribución.

El interés y la ganancia figuran también como tales en la producción, en cuanto son


formas en que el capital se incrementa, crece, y por eso, son momentos de su
producción misma. En tanto formas de distribución, el interés y la ganancia
presuponen el capital como agente de producción.
Son modos de distribución cuya premisa es el capital como agente de producción.
Son igualmente modos de reproducción del capital.

Del mismo modo el salario es el trabajo asalariado considerado bajo otro título: ​el
carácter determinado que tiene aquí el trabajo como agente de producción
aparece allí como determinación de la distribución. ​Si el trabajo no estuviese
determinado como trabajo asalariado, su modo de participar en los productos no
aparecería bajo la forma de salario (p. ej, la esclavitud)

Los modos y relaciones de distribución aparecen solo como el reverso de los


agentes de producción. ​Un individuo que participa en la producción bajo la forma
de trabajo asalariado, participa bajo la forma de salario en los productos, en los
resultados de la producción. La organización de la distribución está totalmente
determinada por la organización de la producción. La distribución es ella misma
un producto de la producción, no solo en lo que se refiere al objeto - solamente
pueden distribuirse los resultados de la producción - sino también en lo que se
refiere a la forma, ya que el modo determinado de participación en la producción
determina las formas particulares de la distribución.

● La distribución podría ser la expresión más definida en que se fijan los


agentes de producción en una sociedad.
● Frente al individuo aislado, la distribución aparece naturalmente como una ley
social que condiciona su posición en el seno de la producción, dentro de la
cual él produce y que precede por lo tanto la producción.
● Desde que nace el individuo está destinado al trabajo asalariado en virtud de
la distribución social.
● El capital y la propiedad territorial existen como agentes autónomos de la
producción (por este mismo motivo el individuo está destinado)
● La distribución (parece desde cierto punto) precede y determina la
producción.

Según la concepción más superficial, la distribución aparece como distribución de


los productos y de tal modo como más alejada de la producción y casi
independiente de ella. Pero antes de ser distribución de los productos ella es:

1. distribución de los instrumentos de producción


2. distribución de los miembros de la sociedad entre las distintas ramas de
producción

La distribución de los productos es manifiestamente solo resultado de esta


distribución que halla incluida en el proceso mismo de producción.La distribución es
originariamente un momento de la producción.
¿Cómo inciden las condiciones históricas generales en la producción y cuál
es la relación que mantienen con el movimiento histórico en general?

1. el pueblo conquistador somete al pueblo conquistado a su propio modo de


producción
2. o bien deja subsistir el antiguo y se satisface con un tributo
3. o bien produce una acción recíproca de la que nace una forma nueva, una
síntesis.

En todos los casos, el modo de producción (sea el pueblo conquistador, sometido, o


el que resulta de la fusión de los dos) es determinante para la nueva distribución
que se establece. A su vez es producto de la producción - no solamente de la
producción histórica general, sino también de la determinada.

➔ Cambio y producción

La circulación misma no es más que un momento determinado del cambio, o


también es el cambio considerado en su totalidad.
En tanto el cambio es solo un momento mediador entre la producción y la
distribución que ella determina, por un lado, y el consumo por el otro.
Como el propio consumo aparece también como un momento de la producción, es
evidente que el cambio está incluido en la producción como uno de sus momentos.

1. el cambio de actividades y de capacidades, que se opera en la propia


producción, pertenece a la producción directamente y es algo constitutivo de
ésta.
2. Esto es válido también, respecto del cambio de los productos, en la medida
en que este es un medio para suministrar el producto acabado, preparado
para el consumo inmediato. El cambio es un acto incluido en la producción.
3. El llamado cambio e intercambio (exchange) entre comerciantes (dealers) en
razón misma de su organización está completamente determinado por la
producción como actividad también productiva.

El cambio sólo aparece como independiente junto a la producción e indiferente con


respecto a ella en el último estadio, en el cual el producto se cambia directamente
para ser consumido, pero:

1. no existe cambio sin división de trabajo, sea este natural o constituya un


resultado histórico
2. el cambio privado presupone la producción privada
3. la intensidad del cambio, lo mismo que su extensión y su índole están
determinados por el desarrollo y la organización de la producción.
El cambio aparece en todos sus momentos como directamente incluido en la
producción o determinado por ella.

El resultado al que llegamos no es que la producción, la distribución, el intercambio


y el consumo sean idénticos, sino que constituyen las articulaciones de una
totalidad, diferenciaciones dentro de una unidad.

La producción trasciende tanto más allá de sí misma en la determinación opuesta de


la producción, como más allá de los otros momentos. A partir de ella, el proceso
recomienza siempre nuevamente. Se comprende que el intercambio y el consumo
puedan ser trascendentes. Y lo mismo puede decirse de la distribución de los
agentes de producción, constituye un momento de la producción.

● Al darse transformaciones de la distribución se dan cambios en la producción.


● Las necesidades de consumo determinan la producción.

Cuando consideramos un país dado desde su punto de vista económico-político


comenzamos por su población, la división de ésta en clases, la ciudad, el campo, el
mar, las diferentes ramas de la producción, la exportación y la importación, la
producción y el consumo anuales, los precios de las mercancías, etc.

“En la economía, la población es la base y el sujeto del acto social de la producción


en su conjunto”. ​Al analizar esta frase, se revela como falsa. La población es una
abstracción si se deja de lado las clases de que se compone. Estas clases son, a su
vez, una palabra vana si se desconocen los elementos sobre los cuales reposan - el
trabajo asalariado, el capital, etc. Estos últimos suponen el cambio, la división del
trabajo, los precios, etc. El capital, por ejemplo, no es nada sin trabajo asalariado,
sin valor, dinero, precios.

Los economistas del siglo XVII, comienzan siempre por el todo viviente (la
población, la nación, el estado, etc), pero terminan siempre por descubrir, mediante
el análisis, un cierto número de relaciones generales abstractas determinantes, tales
como la división del trabajo, el dinero, el valor, etc. Una vez que esos momentos
fueron más o menos fijados y abstraídos, comenzaron a surgir los sistemas
económicos que se elevaron de lo simple - trabajo, división del trabajo, necesidad,
valor de cambio - hasta el estado, el cambio entre las naciones y el mercado
mundial.

El método que consiste en elevarse de lo abstracto a lo concreto, es para el


pensamiento solo la manera de apropiarse de lo concreto, de reproducirlo como un
concreto espiritual. Pero no es de ningún modo el proceso de formación de lo
concreto mismo.
La totalidad concreta, como totalidad de pensamiento, como un concreto del
pensamiento, es de hecho un producto del pensamiento y de la concepción, pero de
ninguna manera es un producto del concepto que piensa y se engendra a sí mismo,
desde fuera y por encima de la intuición y de la representación, sino que, por el
contrario, es un producto del trabajo de elaboración que transforma intuiciones y
representaciones en conceptos. El sujeto real mantiene ,antes como después, su
autonomía fuera de la mente, por lo menos durante el tiempo en que el cerebro se
comporte únicamente de manera especulativa. En consecuencia, también en el
método teórico es necesario que el sujeto, la sociedad, esté siempre presente en la
representación como premisa.

¿Estas categorías simples no tienen una existencia histórica o natural


autónoma, anterior a las categorías concretas?

La filosofía del derecho comienza con la posesión: no existe posesión antes de la


familia o de las relaciones de dominación y servidumbre. Sería justo decir que
existen familias, tribus, que se limitan a poseer, pero que no tienen propiedad.
Frente a la propiedad, la relación de simples comunidades de familias aparece como
la categoría más simple. En la sociedad de un nivel más elevado la propiedad
aparece como la relación más simple dentro de una organización desarrollada. Pero
el sustrato más concreto, cuyo vínculo es la posesión, está siempre supuesto.

Podemos afirmar que la categoría más simple puede expresar las relaciones
dominantes de un todo no desarrollado o las relaciones subordinadas de un todo
más desarrollado, relaciones que existían ya históricamente antes de que el todos
se desarrollara en el sentido expresado por una categoría más concreta.

Es erróneo situar el cambio en el interior de las comunidades como el elemento


constitutivo originario. Al principio, aparece más bien en la relación de las diversas
comunidades entre sí, antes que en las relaciones de los miembros en el interior de
una misma y única comunidad.

Aunque el dinero haya desempeñado desde muy temprano un papel múltiple, sin
embargo, como elemento dominante, pertenece en la antigüedad sólo a naciones
unilateralmente determinadas, comerciales.
El trabajo parece ser una categoría totalmente simple. Y su representación en
general es muy antigua. Considerada en esta simplicidad desde el punto de vista
económico, el trabajo es una categoría tan moderna como las relaciones que dan
origen a esta abstracción simple.
El trabajo se ha convertido entonces no sólo en cuanto categoría, sino también en la
realidad, en el medio para crear la riqueza en general y, como determinación, ha
dejado de adherirse al individuo como una particularidad suya.
La sociedad burguesa es la más compleja y desarrollada organización histórica de
la producción. Las categorías que expresan sus condiciones y la comprensión de su
organización permiten al mismo tiempo comprender la organización y las relaciones
de producción de todas las formas de sociedad pasadas, sobre cuyas ruinas y
elementos ella fue edificada y cuyos vestigios, aún no superados, continúa
arrastrando, a la vez que meros indicios previos han desarrollado en ella su
significación plena. El capital es la potencia económica, que lo domina todo, de la
sociedad burguesa. Debe constituir el punto de partida y el punto de llegada, y debe
considerarse antes que la propiedad de la tierra. Una vez que ambos hayan sido
considerados separadamente.

En consecuencia, sería impracticable y erróneo alinear las categorías económicas


en el orden en que fueron históricamente determinantes. Su orden de sucesión está,
en cambio, determinada por las relaciones que existen entre ellas en la moderna
sociedad burguesa, y que es exactamente el inverso del que parece ser su origen
natural o del que corresponde a su orden de sucesión en el curso del desarrollo
histórico.

El concepto mismo de riqueza nacional se insinúa entre los economistas del siglo
XVII bajo un aspecto tal que la riqueza aparece creada únicamente para el Estado,
cuya potencia aparece proporcional a esta riqueza. Era esta una forma todavía
inconscientemente hipócrita bajo la cual la riqueza misma y la producción de la
riqueza se anunciaban como la finalidad de los estados modernos, considerados en
adelante únicamente como medios para la producción de riqueza. Efectuar
claramente la división de manera tal que se trate:

1. las determinaciones abstractas generales que corresponden en mayor o


menor medida a todas las formas de sociedad
2. las categorías que constituyen la articulación interna de la sociedad burguesa
y sobre las cuales reposan las clases fundamentales. (capital, trabajo
asalariado, propiedad territorial. Sus relaciones recíprocas: ciudad y campo.
Las tres grandes clases sociales. Câmbio entre ellas. Circulación, Crédito.
3. Síntesis de la sociedad burguesa bajo la forma del Estado. (considerada en
relación consigo misma. Las clases “improductivas”. impuestos. deuda
pública. Crédito público. La población, colonias, emigración.
4. Relaciones internacionales de la producción. División internacional del
trabajo. Cambio internacional. Exportación e importación. Curso del cambio.
5. El mercado mundial y las crisis.
El Capital - Karl mArx
(capítulo 1, página 43 en adelante)

Los dos factores de la mercancía: valor de uso y valor (Sustancia y magnitud


de valor)

➔ “La mercancía es, en primer término, un objeto externo, una cosa apta para
satisfacer necesidades humanas, de cualquier clase que ellas sean. El
carácter de estas necesidades, el que broten por ejemplo del estómago o de
la fantasía, no interesa en lo más mínimo para estos efectos. Ni interesa
tampoco, desde este punto de vista, cómo ese objeto satisface las
necesidades humanas, si directamente, como medio de vida, es decir como
objeto de disfrute, o indirectamente, como medio de producción.”

➔ Donde se puede notar que a todo objeto útil se le puede analizar según su
calidad y cantidad: La calidad será pues la forma material que se le da a cada
mercancía, que se obtiene por un trabajo concreto que logra dotar de
propiedades específicas a una mercancía, siendo esta cualidad física o
natural específica la que hace gozar a cada mercancía de un valor de uso. En
cuanto a la cantidad, podemos señalar que el valor de cambio en un principio
se nos muestra como una relación cuantitativa, donde lo importante es en
qué proporción se intercambian dos mercancías, por lo que resalta a la vista
que este problema sería una cuestión externa a la mercancía, pero se
procurará encontrar la forma de análisis donde se encuentre un valor de
cambio característico e interno de cada mercancía.

➔ En camino a la búsqueda de un algo común en toda mercancía que pueda un


menor o mayor de cambio, donde no se pudiese distinguir entre dos
mercancías cualitativamente si el valor de cambio de las dos mercancías es
igual, solo siendo posible distinguir entre las dos por medio de las cantidades
en que se presentan cada una. Y ese algo común en toda mercancía es la
cualidad de ser productos del trabajo, pero no de un trabajo concreto que
dote de cualidades específicas una mercancía señalando su valor de uso,
sino abstrayendo la fuerza humana de trabajo donde es indistinta de las
demás fuerzas de trabajo y también solo se distingue entre ellas por la
cantidad en la que se presentan. Siendo el valor de cambio la materialización
del trabajo humano abstracto, midiendo su magnitud por el tiempo de
duración de este trabajo humano abstracto.
“…lo que determina la magnitud de valor de un objeto no es más que la cantidad de
trabajo socialmente necesaria, o sea el tiempo de trabajo socialmente necesario
para su producción.”

Pero no se puede desconocer que el tiempo invertido de trabajo humano depende


de las cualidades y capacidades productivas del trabajo de cada individuo para
producir, por lo que no será el productor el que defina qué tanto tiempo es valor,sino
que será la fuerza media humana de trabajo social (tiempo de trabajo socialmente
necesario).

"Consideradas como valores, las mercancías no son todas ellas más que
determinadas cantidades de tiempo de trabajo cristalizado.”

➔ Ahora, la magnitud de valor varia en el tiempo acorde va variando la


capacidad productiva del trabajo, “La capacidad productiva del trabajo
depende de una serie de factores, entre los cuales se cuentan el grado medio
de destreza del obrero, el nivel de progreso de la ciencia y de sus
aplicaciones, la organización social del proceso de producción, el volumen y
la eficacia de los medios de producción y las condiciones naturales.”,
entiendo que entre mayor sea la capacidad productiva del trabajo, menor
será el tiempo de trabajo socialmente necesario y también menor ser el valor
de cambio.

➔ Un objeto no puede ser valor(de cambio) sin ser valor de uso, en cambio sí
puede ocurrir que sea valor de uso sin ser valor(de cambio) en casos donde
las cualidades útiles del objeto no sean producto de la transformación por
medio del trabajo humano, también se puede dar que un objeto sea producto
del trabajo humano y ser útil, pero no ser mercancía, pues para ser valor (de
cambio) es necesario imprimir en el objeto valor de uso para los demás,
valores de uso sociales.

Doble carácter del trabajo representado por las mercancías

➔ Trabajo útil y concreto: siendo el trabajo que nos revela la utilidad del
objeto, lo que diferencia a un objeto del otro, dado un trabajo cualitativamente
distinto. La variedad de estos trabajos útiles brota de la división social del
trabajo, donde la diversidad de trabajos privados independientes se
relacionan entre sí, para dar carácter a las mercancías por medio de la
combinación del trabajo y la materia que se puede obtener de la naturaleza
(riqueza material).
➔ Trabajo simple: ​donde se puede identificar una misma e idéntica sustancia
entre dos mercancías y su valor, por medio del trabajo socialmente necesario
de producción, donde este trabajo humano indiferenciado, como trabajo
simple medio que pudiese realizar cualquier individuo sin cualidades
especiales, donde lo que importa tanto solo sería la cantidad en que se
invierte este trabajo simple.
➔ Trabajo complejo: es igual al trabajo simple potenciado o multiplicado,
donde una pequeña cantidad de trabajo complejo equivale a una cantidad
mucho mayor de trabajo simple.

La forma de valor o valor de cambio

“x mercancía A = y mercancía B, o bien: x mercancía A vale y mercancía B

(20 varas lienzo = 1 levita, o bien: 20 varas lienzo valen 1 levita)”

A. Forma simple, concreta o fortuita del valor

1. Los dos polos de la expresión del valor: forma relativa del valor y forma
equivalencial.

“El lienzo expresa su valor en la levita; la levita sirve de material para esta
expresión de valor. La primera mercancía desempeña un papel activo, la
segunda un papel pasivo. El valor de la primera mercancía aparece bajo la
forma del valor relativo, o lo que es lo mismo, reviste la forma relativa del
valor. La segunda mercancía funciona como equivalente, o lo que es lo
mismo,reviste forma equivalencial.”

Donde la forma relativa del valor y la forma equivalencial son aspectos


inseparables aunque opuestos de una misma expresión de valor (de cambio),
donde la forma relativa del valor de una mercancía implica que otra ocupe su
función de forma equivalencial.

2. La forma relativa del valor

➔ Contenido de la forma relativa del valor.

“para que las magnitudes de objetos distintos puedan ser cuantitativamente


comparables entre sí, es necesario ante todo reducirlas a la misma unidad. Sólo
representándonoslas como expresiones de la misma unidad podremos ver en ellas
magnitudes de signo igual y, por tanto, conmensurables.”

Es por medio del trabajo simple que se crea el valor propio de las mercancías, lo
que nos permite llevar a cabo una relación de valor donde la forma natural de una
mercancía se pueda convertir en la forma de valor de una segunda mercancía,
donde la primera mercancía se apropia del valor de uso de la segunda mercancía
como fuente de expresión de su propio valor.

➔ Determinabilidad cuantitativa de la forma relativa del valor.

Entre dos mercancías es posible establecer una relación entre dos mercancías
donde una se iguala a la otra en una proporción de determinada cantidad de la
representación corpórea del valor o equivalente.

Cómo influyen estos cambios en la expresión relativa de magnitud de valor,


permaneciendo el valor de esta mercancía constante:

● Si suponemos cambios en la capacidad productivas de trabajo para producir


una primera mercancía, guiados por cualquier tipo de desarrollo humano,
tecnológico o cambio natural, existirá un cambio proporcional, de aumento o
disminución respectivamente, del valor relativo de una mercancía expresado
en una segunda mercancía, mientras el valor de la esta se mantiene
constante
● En este caso suponemos cambios en la capacidad productiva de trabajo para
producir la segunda mercancía manteniendo constante el valor de la primera,
… Existirá un cambio proporcionalmente opuesto, de aumento o disminución
respectivamente, del valor relativo de una mercancía expresado en una
segunda mercancía.
● Ahora suponemos cambios simultáneamente, en mismo sentido y proporción
en la capacidad productiva de trabajo para producir ambas mercancías, … no
existirá cambio alguno en el valor relativo de la mercancía expresado en una
segunda mercancía, en cambio sí se podrá notar que en el mismo tiempo de
trabajo se produce una cantidad distinta de mercancías.
● Ahora suponemos cambios simultáneamente, en mismo sentido y pero en
diferente proporción en la capacidad productiva de trabajo para producir
ambas mercancías, sería necesario evaluar los casos Para poder determinar
cómo estas combinaciones influyen en el valor relativo de la mercancía.

3. La forma equivalencial

Una mercancía puede gozar de valor sin necesidad de apoyarse en el valor de


otras, por medio de entender su esencia propia de valor dada su capacidad de
intercambiarse por otras mercancías de forma directa. Ya que la razón de cantidad
de esta mercancía que equivale en un intercambio por otra mercancía es revelada,
se puede también entender y expresar la posibilidad revelar las relaciones
equivalentes de cualquier mercancía en la primera. Siendo el valor de uso la forma
en la que se manifiesta una segunda mercancía en el valor de la primera. Siendo
necesario para poder analizar el carácter de valor de cambio de toda mercancía
situarla en una relación de cambio con otra mercancía, enfrentada una mercancía
por sí sola o consigo misma no se obtendría ningún resultado.

4. La forma simple del valor, vista en conjunto

“La forma simple del valor de una mercancía es, por tanto, la forma simple en que
se manifiesta la antítesis de valor de uso y de valor encerrada en ella”

Ya una vez analizada anteriormente, se puede agregar que no debe presentar


mayor complicación de lo que pueda llevar la expresión de la forma simple de valor
enfrentada con distintas clases de mercancías, donde se obtiene distintas y diversas
expresiones simples de valor.

B. Forma total o desarrollo del valor

“z mercancía A = u mercancía B, o = v mercancía C, o = w mercancía D, o = x


mercancía E, etc.

(20 varas de lienzo = 1 levita, o = 10 libras de té, o = 40 libras de café, o = 1


quarter de trigo, o = 2 onzas de oro, o = 1/2 tonelada de hierro, etc.)”

1. La forma relativa del valor desarrollada

Ahora vamos a enfrentar el valor de una mercancía no con una, sino con
todos los posibles valores de mercancías, donde para la primera mercancía
le sería indiferente si reviste una forma específica de valor de uso de una
mercancía o de otra. Donde el valor de la primera mercancía siempre será el
mismo sin importar que se exprese en una u otra mercancía.

“…es evidente que la magnitud de valor de la mercancía no se regula por el


cambio, sino que, al revés, éste se halla regulado por la magnitud de valor de
la mercancía.”

2. La forma equivalencial concreta

“Toda mercancía, ..., desempeña, en la expresión de valor de lienzo, el papel


de equivalente, y por tanto de materialización del valor. Ahora, la forma
natural concreta de cada una de estas mercancías es una forma
equivalencial dada, al lado de muchas otras. Y lo mismo ocurre con las
diversas clases de trabajo útil, concreto, determinado, que se contienen en
las diversas mercancías materiales: sólo interesan como otras tantas formas
específicas de realización o manifestación del trabajo humano en general.”
C. Forma general del valor

Resultado del enfrentamiento de todas las mercancías con una primera, por medio
de las relaciones de intercambio logrando expresarla en una forma general de valor.

1. Nuevo carácter de la forma de valor

Las mercancías logran su forma de valor simple debido al enfrentamiento


individual de una mercancía que expresa su valor en otra (una sola)
mercancía, y a su vez logran su forma de valor general debido al
enfrentamiento de todas las mercancías expresando su valor en una sola
mercancía. Pero todo esto siempre lográndose por medio de que una
mercancía expresa su valor en algo ajeno a su propio valor y características
materiales. Se pretende encontrar algo en común que sea capaz de
relacionar a todas las mercancías como valores, tomando una mercancía
destacada y dándole el carácter de equivalente general donde su forma
natural propia sería su posicionamiento o formación de valor común dentro de
las mercancías. Donde la forma general de valor sea capaz de mostrar toda
mercancía como productos del trabajo humano abstracto e indistinto, guiada
por su carácter específicamente social dentro del mundo de las mercancías.

2. Relación entre el desarrollo de la forma relativa del valor y el de la forma


equivalente

“Pero en el mismo grado en que se desarrolla la forma del valor en general,


se desarrolla también la antítesis entre sus dos polos, entre la forma relativa
del valor y la forma equivalencial.”

Dada la ecuación 20 varas de lienzo = 1 Levita y el sentido en que se lea se


obtiene la forma relativa del valor o la forma equivalencial pero “sólo una de
las clases de mercancías puede desarrollar íntegramente su valor relativo,
sólo ella posee en sí misma la forma relativa de valor desarrollada, ya que
todas las demás revisten respecto a ella forma de equivalentes”. Enfrentando
una sola mercancía como todas las demás donde, su forma desarrollada del
valor relativo se convierte en forma total o forma general del valor.

Pero en esta nueva forma de valor, se logra despojar a todas las mercancías
de su forma equivalente general, para solo enfrentar todas pero cada una de
las mercancías contra la mercancía que desarrolla su forma relativa general
del valor, como una forma directa social. Pero a su vez, la mercancía que
desarrolla la forma equivalente general ya no goza de una forma equivalente
única. “El equivalente general no participa de la forma relativa del valor de las
demás mercancías, sino que su valor se expresa de un modo relativo en la
serie infinita de todas las demás mercancías materiales. Por donde la forma
relativa desarrollada del valor (…), se presenta aquí como forma relativa
específica del valor de la mercancía que hace funciones de equivalente.”

3. Tránsito de la forma general del valor a la forma de dinero

Una mercancía sólo puede consolidar su forma de valor como forma


equivalente general cuando todas las restantes mercancías no se enfrentan a
esta como forma equivalente, pudiendo hasta el momento recaer esta
característica capacidad de desarrollar su forma equivalente general en
cualquier (pero una sola) mercancía.

“la clase específica de mercancías a cuya forma natural se incorpora


socialmente la forma de equivalente, es la que se convierte en mercancía
–dinero o funciona como dinero. Esta mercancía tiene como función social
específica, y por tanto como monopolio social dentro del mundo de las
mercancías, el desempeñar el papel de equivalente general.”

D. Forma de dinero

“ahora la forma de cambiabilidad directa y general, o sea la forma de equivalente


general, se adhiere definitivamente, por la fuerza de la costumbre social, a la forma
natural específica de la mercancía oro.”

Donde es el oro el que se enfrenta a las demás mercancías primero en función de


mercancía para luego adoptar su función de dinero y apropiándose de la forma
equivalente general posesionándose como expresión de valor dentro del conjunto
total de mercancías y desarrollándose finalmente como mercancía dinero. La forma
precio, sería la expresión simple y relativa del valor de una mercancía, enfrentada al
oro, traducida al lenguaje monetario.

“20 varas lienzo = 2 onzas de oro. (…) 20 varas lienzo = 2 libras esterlinas.”

➔ El fetichismo de la mercancía y su secreto

Existe una relación social que se forma por medio de la interacción de productores
donde, esquivaban mercancías, dado su valor es producto de trabajos privados
independientes, dada la fuerza de trabajo humano indistinto y medido en cantidad
de tiempo socialmente necesario.

El trabajo privado cumple un doble carácter social, donde cumple su papel dentro de
la división social del trabajo y se realiza como valor al materializarse como
mercancía. Debido a que los productores desconocen que el trabajo cumple esa
función social al realizarse como valor, “el valor no lleva escrito en la frente lo que
es” consideran esta característica como universal y/o natural, que no resulta más
que una característica intrínseca al adoptar la forma de mercancía.

Existe un símil, reflejo religioso, particular entre el análisis religioso y el análisis


económico, ya que condiciones de actividad vital se muestra al hombre en
relaciones de forma no muy clara ni racional entre sí y respecto a la naturaleza.
Donde la economía política realiza su análisis de forma imperfecta, donde existe
una tendencia a que el proceso de producción sea el que condicione al hombre y no
sea el hombre el que condicione al proceso, considerando esto como parte de una
tendencia natural (leyes naturales). Donde se trata de desconocer que el valor de
uso no es atributo de una mercancía por sí sola, sino resultado de cómo los
hombres según la utilidad del objeto imprimen valor de uso en las mercancías, en
cambio, el valor (de cambio) es un atributo resultante del enfrentamiento de
mercancías con otras mercancías, por lo que sería bien un atributo intrínseco de
cada mercancía y no atribuido por el hombre.

Durkheim
Hecho social

Se emplea de ordinario para designar más o menos a todos los fenómenos que se
desarrollan en el interior de la sociedad, siempre que presenten, con cierta
generalización,algún interés social.

● Sociales, se basan en la sociedad y no en el individuo.


● A diferencia de los fenómenos psíquicos, existen fuera de la conciencia
individual. Son exteriores.
● Tienen poder de coacción, se imponen al individuo
● No pueden confundirse con los fenómenos orgánicos, puesto que consisten
en representaciones y en actos; ni con los fenómenos psíquicos, que solo
existen dentro de la conciencia individual y por ella.

Son ​“modos de actuar, de pensar y de sentir que presentan la propiedad notable de


que existen fuera de las conciencias individuales. Estos tipos de conducta o de
pensamiento no son sólo exteriores al individuo, sino que están dotados de un poder
imperativo y coercitivo en virtud del cual se imponen a él, lo quiera o no” (​ reglas del
método sociológico, cap. II)

Si los hechos no fueran sociales, la sociología no tendría objeto propio y su campo


se confundiría con el de la biología y la psicología.
Pero, en realidad, en todas las sociedades existe un grupo determinado de
fenómenos que se distinguen marcadamente de los que estudian las otras ciencias
de la naturaleza.

Cuando desempeño mi tarea, cuando cumplo los compromisos que he contraído,


realizó deberes que están definidos, en el derecho y en las costumbres. Incluso
cuando están de acuerdo con mis sentimientos y siento interiormente su realidad,
esta no deja de ser objetiva; porque no soy yo quien los ha creado, los he recibido
por medio de la educación. Muchas veces desconocemos las obligaciones que nos
incumben y que para conocerlas precisamos de un código e interpretarlo.

Al nacer encontramos ya hechas todas las creencias y las prácticas de la vida


religiosa.
El sistema de signos que utilizo para expresar mi pensamiento, el sistema monetario
que empleo para pagar mis deudas, los instrumentos de crédito que utilizo en mis
relaciones comerciales, las prácticas seguidas en mi profesión, funcionan
independientemente del uso que hago de ellos.

Si tomamos uno tras otro a todos los miembros de los que se compone la sociedad,
encontramos que lo que antecede puede repetirse acerca de cada uno de ellos.
He aquí modos de actuar, de pensar y de sentir que presentan la propiedad notable
de que existen fuera de las conciencias individuales.

Estos tipos de conducta o de pensamiento no son sólo exteriores, están dotados de


un poder imperativo y coercitivo, donde se imponen en lo que quieran, o no. Es
esencial que esos hechos y la prueba escrita en que se afirma en cuanto yo trato de
resistir. Sí intento infringir las reglas del derecho, reaccionan contra mí, de tal
manera en que impiden mi acto si están a tiempo, o lo anulan y lo restablecen bajo
su forma normal si ya es irreparable.

¿Se trata de máximas puramente morales? La conciencia pública reprime todo


acto que las ofende, mediante la vigilancia que ejerce sobre la conducta de los
ciudadanos y las penas o castigos especiales de las que dispone. La coacción es
menos violenta, pero no deja de existir. Si yo no me someto a las convenciones del
mundo, producen, aunque en forma más atenuada, los mismos efectos que un
castigo propiamente dicho.

Hoy día es indiscutible que la mayoría de nuestras ideas y de nuestras tendencias


no son elaboradas por nosotros sino que nos llegan de fuera, sólo pueden penetrar
en nosotros imponiéndose: y eso es todo lo que significa nuestra definición.
Además, ya se sabe que no todas las coacciones sociales excluyen necesariamente
la personalidad individual. Sin embargo, como los ejemplos que acabamos de citar
(reglas jurídicas, morales, dogmas religiosos, sistemas financieros, etcétera)
consisten todos en creencias y prácticas constituidas, de acuerdo con lo que
antecede se podría creer que sólo hay un hecho social donde existe una
organización definida.

Hay otros hechos que, sin presentar estas formas cristalizadas, tienen la misma
objetividad y el mismo ascendiente sobre el individuo, a estas se las llaman las
corrientes sociales, más práctico “una asamblea”. No tienen como lugar de origen
ninguna conciencia particular, nos llegan a cada uno desde fuera y son susceptibles
de arrastrarnos a pesar nuestro.

Si este poder de coacción externo se afirma en los casos de resistencia con esa
claridad, es que existe, aunque inconsciente, en los casos contrarios. Somos
entonces juguetes de una ilusión que nos hace creer que hemos elaborado nosotros
mismos lo que se nos impone desde fuera. Pero, si bien la complacencia con la que
nos dejamos ir enmascara el empuje sufrido, no lo suprime.

Esas influencias sociales dejan de actuar sobre nosotros y, al encontrarnos solos


con nosotros mismos, los sentimientos por los cuales hemos pasado nos hacen el
efecto de algo extraño en donde ya no nos reconocemos.

Incluso sucede que nos horrorizan por ser contrarios a nuestra naturaleza. De esta
manera, individuos perfectamente inofensivos en su mayoría, pueden, reunidos en
multitud, dejarse arrastrar a hacer cosas atroces. Ahora bien, lo que decimos de
estas explosiones transitorias se aplica también a los movimientos de opinión más
duraderos, que se producen sin cesar en torno nuestro, bien en toda la extensión de
la sociedad, bien en círculos más restringidos, en relación con materias religiosas,
políticas, literarias, artísticas.

Cuando se observan los hechos tal como son y cómo han sido siempre, salta a la
vista que toda la educación consiste en un esfuerzo continuo por Imponer al niño
formas de ver, de sentir y de actuar a los cuales no llegaría espontáneamente.
Desde los primeros momentos de su vida lo obligamos a comer, a beber, a dormir a
horas regulares, lo coaccionamos a la limpieza, la tranquilidad, la obediencia; más
tarde, lo obligamos a que aprenda a tener en cuenta al prójimo, a respetar los usos,
las conveniencias, le imponemos el trabajo, etc., etc. Si con el tiempo dejan de
sentir esta coacción, es porque poco a poco engendra hábitos.

Según Spencer, una educación racional debería rechazar tales procedimientos y


dejarle al niño absoluta libertad; pero, como esta teoría pedagógica no ha sido
practicada nunca por ningún pueblo conocido, tan sólo constituye un desideratum
personal, no un hecho que pueda oponerse a los hechos que anteceden.

Los fenómenos sociales, despojados de todo elemento extraño social, puesto que
reproducen en parte un modelo colectivo; pero cada una de ellas depende también,
y en gran parte, de la constitución orgánico-psíquica del individuo. No son
fenómenos sociológicos.

Participan a la vez de los dos reinos, donde se podrían denominar socio-psíquicas.


Pero se nos dirá que un fenómeno sólo puede ser colectivo si es común a todos los
miembros de la sociedad o, por lo menos a la mayoría, si es un fenómeno general.
Sin duda, pero si es general será porque es colectivo (es decir, más o menos
obligatorio), pero no es colectivo por ser general. Se trata de un estado del grupo,
que se repite entre los individuos porque se impone a ellos. Está en cada parte
porque está en el todo, pero no está en el todo porque está en las partes.
Se hace evidente, sobre todo, en las creencias y prácticas que nos son transmitidas
ya hechas por las generaciones anteriores; las recibimos y las adoptamos.

Llegamos pues a representarnos en forma precisa el campo de la sociología. Sólo


abarca un grupo determinado de fenómenos. Un hecho social se reconoce gracias
al poder de coacción exterior que ejerce o que es susceptible de ejercer sobre los
individuos; y la presencia de dicho poder es reconocida a su vez bien por la
existencia de alguna sanción determinada, o bien por la resistencia que le lleva a
oponerse a toda empresa individual que tienda a violentarlo.

Hay modos de ser colectivos, es decir, hechos sociales de orden anatómico o


morfológico. La sociología no puede desinteresarse de lo que concierne al sustrato
de la vida colectiva. Sin embargo, el número y la naturaleza de las partes
elementales que componen a la sociedad, la manera en que están dispuestas, el
grado de coalescencia a que han llegado, la distribución de la población sobre la
superficie del territorio, el número y la naturaleza de las vías de comunicación, la
forma de las viviendas, etc., no pueden a primera vista relacionarse con maneras de
sentir o de pensar.

Los hechos sociales pueden ser de 3 tipos diferentes:


● Morfológicos: Dan forma a la sociedad
● Instituciones: Ya están impuestos en la sociedad.
● Corrientes de opinión: También pueden ser llamadas moda, es algo que
no perdura en el tiempo.

Un hecho social es toda manera de hacer, establecida o no, susceptible de


ejercer sobre el individuo una coacción exterior; o también, el que es general
en la extensión de una sociedad determinada teniendo al mismo tiempo una
existencia propia, independiente de sus manifestaciones individuales.

¿Qué pasaría si la docente cuando va a dar la clase está vestida de camisón?


Estaría quebrando una regla que se impone, no está escrito en ninguna resolución
del consejo, pero nosotros sabemos que es un modo de actuar que está compartido
y de alguna manera se nos impone. A eso se refiere con que se nos imponen los
hechos sociales, ese es el poder imperativo y coercitivo.

¿Casarse es un hecho social? Los cónyuges actualmente tienen obligaciones. En


nuestro caso, el casamiento no tiene la fuerza coercitiva que tenía hace unos años.
La sociedad va empujando y el que rompe con un hecho social tiene que ir dando
explicaciones de por qué no lo hace.

¿Cómo me doy cuenta de su poder coercitivo?

● Cuando intento resistir y no cumplir.


● Me doy cuenta cuando me intento resistir y no cumplir. Un hecho social tiene
que ser difundido y general, pero no alcanza con esto para que sea un hecho
social.
● No por ser generales, son hechos sociales (despertar). Constituyen una
realidad propia.

¿Cómo aislamos los hechos sociales?


Estrategia para aislar de los casos individuales:

● Estadística:​ “Expresa cierto estado del alma colectiva”.


● Tasa: ​Promedio de hecho social/total de individuos.

Para esto Durkheim decide utilizar la estadística como herramienta. Sostiene que la
estadística expresa cierto estado del alma colectiva. Utiliza la taza del suicidio.

¿Cómo reconozco los hechos sociales?

1. Por el poder de coacción exterior que se reconoce por la existencia de alguna


sanción determinada o resistencia que lleva oponerse individualmente a no
cumplir con esa forma de actuar, pensar o sentir.
2. Difusión (como tasa) al interior del grupo.

No se trata de tomar un hecho social como cosa, sino que en tanto sea un hecho
que se pueda observar, es decir verificar empíricamente.

Por ejemplo: ​La poligamia sería un hecho social, se nos impone que ser
monogámicos es la norma de la sociedad en Uruguay, en cambio si nos casamos
más de una vez al mismo momento se nos juzga o también puede llegar a ser
penado legalmente.

No alcanza con que una conducta sea general para ser un hecho social, debe haber
también una existencia de sanción determinada o vinculada (por ejemplo,
levantarnos no es un hecho social, por más que sea general no tiene ninguna pena).
Maneras de que una conducta se convierta en hecho social:

● Existencia de una sanción determinada o una resistencia por parte del grupo
● Difusión, como se generaliza dentro del grupo.

Lo que debe estudiar la sociología, dice Durkheim entonces, son los hechos
sociales. Estos se basan en la sociedad y no en el individuo, existen fuera de la
conciencia individual. Son exteriores al individuo. Tienen poder de coacción, se
imponen al individuo.

La división del trabajo Social


(Capítulos 1, 2, 3)

Si bien se lo ubica a Durkheim como positivista, él nunca se consideró como tal, se


consideraba como racionalista.

“Este libro es, ante todo, un esfuerzo por tratar los hechos de la vida moral con
arreglo a los métodos de las ciencias positivas” (…)
No queremos extraer la moral de la ciencia, sino construir la ciencia de la moral, que
es muy diferente.” ​ (Durkheim, 1893, Prefacio de la primera edición).

El crecimiento de la industria, las transformaciones que produjo en la ciudad y las


formas de organización de las ciudades, fue lo que le preocupaba a este autor. Se
había perdido una especie de ordenamiento social, donde había sociedades que
eran más bien iguales. Con el crecimiento de la industria, comienza a haber una
diversificación de las funciones que realizan los individuos en el tema del trabajo
social. Comienza a haber una diversificación e individualización importante. Las
personas anteriormente, tenían una función para cumplir y no se cuestionaban
sobre la misma. Ese rol, que tenían destinado en la sociedad, no lo cuestionaban. A
medida en que empieza a existir esa fragmentación, el hombre comienza a
pensarse como sí mismo y a evaluar que puede cambiar su rol en la sociedad. Esto
genera algunos problemas.

Durkheim estudia la relación entre factores como la densidad de la población y la


densidad de las interacciones con la especialización de las funciones y el sistema
legal y penal.

Usa la ley y el castigo como indicadores empíricos (un índice externo a la


subjetividad individual) de fenómenos más difíciles. Declara que los sujetos de su
estudio son “los hechos de la vida moral”: “reglas de acción reconocibles por ciertas
características distintivas”.

Intenta comprender formas de cohesión social que llama “solidaridad” (fuera que los
mantenga unidos y dispuestos a cooperar).
Cohesión social = solidaridad

La moral: ​¿Qué es la moral para Durkheim?

“(…) la creación de sistemas normativos que cuenten con el consenso de los


diversos grupos sociales. Este es el sentido que él le otorga al concepto de moral”
(Paoli, 1990, p.38)
La moral son hechos que se conectan con el funcionamiento del mundo. Cambia el
funcionamiento del mundo y la moral es afectada.
El consenso era muy fácil porque era entre iguales. Cuando empieza aumentar la
densidad de la población, ese consenso comienza a entrar en peligro. Durkheim
considera que los individuos llegamos a un mundo desigual, que ya nos ubica en un
sistema desigual, porque nacemos en una familia adinerada o no, entiende que no
alcanza con hacer modificaciones en la vida económica para terminar con esas
desigualdades.
La moral constituye para nosotros un sistema de hechos realizados, ligado al
sistema total del mundo (Durkheim, 1893).

Lejos de servir a los progresos de la moral, en los grandes centros industriales es


donde los crímenes y suicidios son más numerosos; en todo caso es evidente que
no presenta signos exteriores en los cuales se reconozcan los hechos morales.
Hemos reemplazado las diligencias por los ferrocarriles, los barcos de vela por los
transatlánticos, los pequeños talleres por las fábricas; todo ese gran desplegamiento
de actividad se mira generalmente como útil, pero no tiene nada de moralmente
obligatorio. El artesano y el pequeño industrial que resisten a esa corriente general y
perseverar obstinadamente en sus modestas empresas, cumplen con su deber tan
bien como el gran industrial cubre su país de fábricas y reúne bajo sus órdenes a
todo un ejército de obreros. La conciencia moral de las naciones no se engaña:
prefiere un poco de justicia a todos los perfeccionamientos industriales del mundo.
Sin duda que la actividad industrial no carece de razón de ser; responde a
necesidades, pero esas necesidades no son morales.

Con mayor razón ocurre esto en el arte, que es absolutamente refractario a todo lo
que parezca una obligación, puesto que no es otra cosa que el dominio de la
libertad. Es un lujo y un adorno que posiblemente es bueno tener, pero que no está
uno obligado a adquirir: lo que es superfluo no se impone. Por el contrario, la moral
es el mínimo indispensable, lo estrictamente necesario, el pan cotidiano sin el cual
las sociedades no pueden vivir. El arte responde a la necesidad que tenemos de
expandir nuestra actividad sin fin, por el placer de extenderla, mientras que la moral
nos constriñe a seguir un camino determinado hacia un fin definido; quien dice
obligación dice coacción.
De todos los elementos de la civilización, la ciencia es la única que, en ciertas
condiciones, presenta un ​carácter moral​. En efecto, las sociedades tienden cada
vez más a considerar como un deber para el individuo el desenvolvimiento de su
inteligencia, asimilando las verdades científicas establecidas. Hay, desde ahora, un
cierto número de conocimientos que todos debemos poseer. No está uno obligado a
lanzarse en el gran torbellino industrial, no está uno obligado a ser artista, pero todo
el mundo está obligado a no permanecer ignorante. Esta obligación hallase incluso
tan fuertemente sentida que, en ciertas sociedades, no sólo se encuentra
sancionada por la opinión pública, sino por la ley.

La ciencia no es otra cosa que la conciencia llevada a su más alto punto de


claridad.

Es costumbre calificar de moral a todo lo que tiene alguna nobleza y algún precio, a
todo lo que es objeto de aspiraciones un tanto elevadas, y gracias a esta extensión
excesiva de la palabra se ha introducido la ​civilización de la moral​. Pero es preciso
que el dominio de la ética sea tan indeterminado; comprende todas las reglas de
acción que se imponen imperativamente a la conducta y a las cuales está ligada una
sanción.

Las grandes sociedades políticas no pueden mantenerse en equilibrio sino gracias a


la especialización de las tareas; que la división del trabajo es la fuente, si no única,
al menos principal de la solidaridad de trabajo. En este punto de vista, se había
colocado ya Comte. De todos los sociólogos, dentro de lo que conocemos, es el
primero que ha señalado la división del trabajo algo más que un fenómenos
puramente económico. Ha visto en ella <<la condición más esencial para la vida
social>>, siempre que se la conciba <<en toda su existencia racional, es decir, que
se la aplique al conjunto de todas nuestras diversas operaciones, sean cuales
fueren, en lugar de limitarla, como es frecuente, a simples casos materiales.

La solidaridad social es un fenómeno completamente moral que, por sí mismo, no


se presta a observación exacta ni, sobre todo, al cálculo.

El derecho:

Cuanto más solidarios son los miembros de una sociedad, más relaciones diversas
sostienen, bien unos con otros, bien con el grupo colectivamente tomado, pues, si
sus encuentros fueran escasos, no dependerían unos de otros más que de una
manera intermitente y débil. En efecto, la vida social, allí donde existe de una
manera permanente, tiende inevitablemente a tomar una forma definida y a
organizarse, y el derecho no es otra cosa que esa organización, incluso en lo que
tiene de más estable y preciso. La vida general de la sociedad no puede extenderse
sobre un punto determinado sin que la vida jurídica se extienda al mismo tiempo y
en la misma relación. Podemos, pues, estar seguros de encontrar reflejadas en el
derecho todas las variedades esenciales de la solidaridad social.
El derecho no refleja, pues, más que una parte de la vida social, y por consiguiente,
no nos proporciona más que datos incompletos para resolver el problema. Con
frecuencia ocurre que las costumbres no están de acuerdo con el derecho,
continuamente se dice que atemperan los rigores, corrigen los excesos formalistas,
a veces incluso que están animadas de un espíritu completamente distinto.

¿No podría entonces ocurrir que manifestaran otras clases de solidaridad


social diferentes de las que exterioriza el derecho positivo?

La solidaridad:

En relación a la solidaridad social, ¿Que subsiste de ella, además, una vez que
se la despoja de sus formas sociales? Lo que proporciona sus caracteres
específicos es la naturaleza del grupo cuya unidad asegura; por eso varía según los
tipos sociales. No es la misma en el seno de la familia en las sociedades políticas;
no estamos ligados a nuestra patria de la misma manera que el romano lo estaba a
la ciudad o el germano a su tribu. Puesto que esas diferencias obedecen a causas
sociales, no podemos hacernos cargo de ellas más que a través de las diferencias
que ofrecen los efectos sociales de la solidaridad.

La sociabilidad en sí no se encuentra en parte alguna. Lo que existe, y realmente


vive, son las formas particulares de la solidaridad, la solidaridad doméstica, la
solidaridad profesional, la solidaridad nacional, la de ayer, la de hoy, etc. Cada una
tiene su propia naturaleza; por consiguiente, esas generalidades no deberían, en
todo caso, dar del fenómeno más que una explicación muy incompleta, puesto que
necesariamente dejan escapar lo que hay de concreto y de vivo.

El estudio de la solidaridad depende, pues, de la sociología. Es un hecho


social que no puede conocer bien sino por medio de sus efectos sociales.

Es cierto, en efecto, que la solidaridad, aun siendo ante todo un hecho social,
depende de nuestro organismo individual. Para que pueda existir es preciso que
nuestra constitución física y psíquica la soporte. En rigor puede uno, pues,
concentrarse con estudiarla bajo este aspecto. Pero, en ese caso, no se ve de ella
sino la parte más indistinta y menos especial; propiamente hablando, no es ella en
realidad, es más bien lo que la hace posible.

La solidaridad es algo demasiado indefinido para que se pueda fácilmente llegar a


ella. Trátase de una virtualidad intangible que no ofrece un objeto a la observación.
Para que adquiera forma comprensible es preciso que se traduzcan al exterior
algunas consecuencias sociales.

Un acto es socialmente malo porque lo rechaza la sociedad.

Durkheim hace referencia al crimen, sosteniendo este acto como inmoral. El crimen
es en todas partes esencialmente el mismo, puesto que determina por doquier el
mismo efecto, a saber, la pena, que, si puede ser más o menos intensa, no cambia
por eso de naturaleza.

Durkheim encuentra que la función que tiene la división del trabajo corresponde
mantenernos unidos, cohesión social. Le da una importancia bastante suprema a la
división del trabajo, como establecedora del orden en una sociedad.

El autor entiende que la solidaridad es esa fuerza que nos mantiene unidos y nos
hace cooperar, hace posible a la civilización. Durkheim cree que la fuerza hacia la
cooperación en el ser humano es mayor que la desintegración. Si queremos
sobrevivir, tenemos que cooperar.

Cuando habla de solidaridad no se refiere al término que conocemos, sino que


desde la perspectiva de cohesión social.

Distinguió dos tipos extremos de solidaridad, la mecánica y la orgánica.

Durkheim, ve que el cambio de esa sociedad “primitiva” pasa de una solidaridad


mecánica a una sociedad orgánica.

Mientras en las sociedades segmentadas era la conciencia común y compartida la


que mantenía la cohesión social; en las sociedades modernas, es la
complementariedad a través de la diferenciación de tareas relacionadas con la
división del trabajo lo que nos mantiene unidos. Nos necesitamos cumpliendo estas
diferentes tareas para funcionar como un todo. La cohesión en las sociedades
modernas depende de esta diferenciación.

Esta es la función que cumple la división del trabajo: mantenernos unidos en


sociedad. La sociedad no necesita que todo sea científico, pero si es necesario
superar un nivel de ignorancia.

➔ Solidaridad mecánica: Son sociedades segmentadas, es decir que los


individuos difieren poco entre sí (valores, hábitos, mentalidad). En ella
prevalece la conciencia colectiva en lugar de la individual, sin embargo, la
estructura segmentaria se desintegra por el crecimiento de la población;
Cuando la población crece, se desintegra esta solidaridad, para sobrevivir y
volver a integrarse se genera una visión de trabajo.

Los pueblos primitivos castigaban por castigar, hacen sufrir al culpable


únicamente por hacerlo sufrir y sin esperar para ellos mismos ventaja alguna
del sufrimiento que imponen. La prueba está en que no buscan ni castigar lo
justo, últimamente no buscan nada más, sino solo castigar.

Hoy día, dicen, la pena ha cambiado de naturaleza; la sociedad ya no castiga


por venganza como solía hacer sino para defenderse.
Durkheim planteaba qué pasa con la tecnología de la información y comunicación,
allí lo que funciona es la solidaridad neo mecánica, porque son grupos homogéneos.
Podríamos pensar que vivimos en una sociedad donde la solidaridad es orgánica
porque está diferenciada, pero hay burbujas donde la solidaridad es mecánica.
Pero, ¿qué pasa cuando un integrante de un grupo se comporta de manera
diferente?
La sociedad mecánica está basada en compartir creencias comunes.

➔ Solidaridad orgánica: ​En sociedades evolucionadas y complejas donde se


introdujo la diferenciación social y luego la división del trabajo (funciones)
para sobrevivir a la lucha por la existencia. Son sociedades en donde hay
mucha diferenciación entre individuos. Sociedades evolucionadas y
complejas donde se genera caos y desorganización. En estas sociedades el
trabajo reintegra el orden pero este es una lucha por la vida, sin embargo los
rivales no se ven obligados a eliminarse unos a los otros, sino que pueden
coexistir unos juntos a otros.

Durkheim sostiene que el trabajo es un integrador de la sociedad (discrepa con


Marx).

“La división del trabajo es, pues, un resultado de la lucha por la vida: pero es un
desenlace suavizado de la misma. Gracias a ella, efectivamente, los rivales no se
ven obligados a eliminarse unos a otros, sino que pueden coexistir junto a otros”
(DTS, 253).

Objetividad: “Para saber lo que objetivamente es la división del trabajo, no basta


desenvolver el contenido de la idea que nosotros nos hacemos, sino que es preciso
tratarla como un hecho objetivo, observarlo, compararlo, y veremos que el resultado
de esas observaciones difiere con frecuencia del que nos sugiere el sentido íntimo”.

El objeto de la sociología son los hechos sociales, estos son impuestos y exteriores
al individuo; Resultados de la síntesis sui generis que constituye toda la sociedad y
que produce fenómenos nuevos, distintos de los biológicos, psicológicos o físicos.

¿Qué es una cosa?

La cosa se opone a la idea, como lo que se conoce exteriormente de lo que se


conoce interiormente.

Es “cosa” todo aquello que el espíritu puede llegar a comprender a condición de salir
de sí mismo por vía de observaciones y experimentos, pasando progresivamente de
los rasgos más exteriores y más inmediatamente a los menos visibles y más
profundos.
➔ Solidaridad conyugal/Sexual: ​Hubo un tiempo donde los cuerpos entre el
hombre y la mujer eran muy similares. La división del trabajo ha implicado
cierta función, donde pasa a ser la mujer donde se queda en casa y el
hombre es el que sale a trabajar. Si pensamos en nuestra actualidad, esta
solidaridad conyugal aún sigue vigente.

En efecto, el hombre y la mujer, aislados uno de otro, no son más que partes
diferentes de un mismo todo concreto que reforman uniéndose. En términos,
la división de trabajo sexual es la fuente de solidaridad conyugal, y por eso lo
psicólogos han hecho justamente notar que la separación de los sexos había
sido un acontecimiento capital en la evolución de los sentimientos; es lo que
ha hecho posible más fuerte quizá de todas las inclinaciones desinteresada.
Cuanto más nos remontamos en el pasado más se reduce la división del
trabajo sexual. La mujer de esos tiempos lejanos no era, en modo alguno, la
débil criatura que después ha llegado a ser con el progreso de la moralidad.
En esas mismas sociedades, en efecto las funciones femeninas no se
distinguen claramente de las funciones masculinas; los dos sexos llevan,
sobre poco más o menos, la misma existencia. En algunos lugares la mujer
participaba de la política, de la guerra, etc.

Ahora bien, es indudable que, al mismo tiempo, el trabajo sexual se ha divididado


cada vez más. Limitado en un principio únicamente a las funciones sexuales, poco a
poco se ha extendido a muchas otras. Hace tiempo que la mujer se ha retirado de la
guerra y de los asuntos públicos, y que su vida se ha reconcentrado toda entera en
el interior de la familia. Posteriormente su papel no ha hecho sino especializarse
más.

Se diría que las dos grandes funciones de la vida psíquica se han como disociado,
que uno de los sexos se ha acaparado las funciones afectivas y el otro las funciones
intelectuales. Al ver, en ciertas clases, a las mujeres ocuparse de arte y literatura,
como los hombres, se podría creer, es verdad, que las ocupaciones de ambos
sexos tienden a ser homogéneas.

➔ Ciencia: ​Libertad de espíritu

Si uno se libera de esos juicios consagrados, es evidente que no deberá entrar en


las consideraciones que siguen: la ciencia, aquí como en todas partes, supone una
entera libertad de espíritu. Es preciso liberarse de esas maneras de ver y juzgar que
un uso prolongado se ha fijado en nosotros, es preciso someterse rigurosamente a
la disciplina de la duda metódica​ (Durkheim, 1893; 46).

Cómo experimentamos la necesidad de comprender o creer comprender las


razones de nuestra conducta, la reflexión se ha aplicado a la moral mucho antes
que ésta haya llegado a ser objeto de ciencia. De este modo se nos ha hecho
común una cierta manera de representarnos y explicarnos los hechos de la vida
moral, que no tiene, por otra parte, nada de científica, pues se ha formado al azar y
sin método como resultado de exámenes someros, superficiales, hechos al pasar,
por así decirlo.

Cuando el autor se refiere a ​libertad de espíritu​ alude a la libertad de pensar.

Explicación científica:

● Debemos imponernos el no admitir explicación que no descanse sobre


pruebas auténticas​ ​(Durkheim, 1893;46)
● De alguna manera para Durkheim lo que Marx proponía es una hipótesis, ya
que no estaba comprobada.
● ¿Cómo es posible que haciéndose cada vez más autónomo, el individuo
dependa más de la sociedad?​ (​ Durkheim, 1893, p.47)

El todo es posible, porque cada una de esas partes cumple una función específica.
De alguna forma, esta es su mirada de sociedad. Podríamos decir que todo es más
importante que las partes. Los individuos deben llegar a una especie de acuerdo,
cumplir ciertas reglas para poder convivir y mantenerse unidos.

● Durkheim no ve al obrero con el rol que le otorga Marx.


● Durkheim dice que el determinismo de Marx no es científico.
● Para él las relaciones causales sólo pueden ser establecidas si hay
investigaciones empíricas, cosa que Marx no lo hace, y se lo critica.
● La consciencia colectiva, refiere a que el grupo se comporta, siente, distinto
como el individuo

El suicidio - Durkheim
(Introducción) - Clase

¿Cómo piensa Durkheim? Aborda un hecho que parecía ser meramente individual
como el suicidio pero en la sociedad.

El suicidio: tasa de suicidios

➔ ¿El desorden mental causa el suicidio?

● Población en un asilo de locos (más mujeres)


● Compara tasas de suicidio en diferentes países.
● Compara hombres y mujeres: si el desorden mental causa el suicidio, las
mujeres deberían matarse tanto o más que los hombres.
● Resultado: el suicidio es esencialmente masculino.

Suicidio como fenómeno colectivo

➔ ¿El suicidio varía inversamente con la locura? No.

● Compara tasas de suicidio en diferentes religiones.


● Los católicos tienden menos a la locura que los protestantes, pero se matan
más en todas partes y sin excepción alguna de los protestantes.
● Va eliminando de a una las causas posibles (edad, diferentes sociedades,
raza, factores climáticos, etc.) y observa una tendencia que lo lleva a estudiar
al suicidio como fenómeno colectivo.

Tipos de suicidio

1. Suicidio egoísta: Se produce en relación con los marcos sociales


integradores, especialmente la religión y la familia. Obedecen a inclinaciones
individuales que se acentúan cuando el marco social no es suficientemente
integrador.
2. Suicidio altruista: Los suicidas están muy integrados en la comunidad de la
que forman parte, y comparten una conciencia colectiva muy constrictiva.
3. Suicidio anómico: (Anomia: estado de la estructura social caracterizado por
la ausencia o la pérdida de vigencia de las normas sociales). El individuo, por
falta de normas y criterios sobre la formación de las propias preferencias, ya
no sabe a qué atenerse y navega sin rumbo hacia la insatisfacción.
Otro de los conceptos claves de este autor es la anomia. Un estado que se
caracteriza por la ausencia o pérdida de las normas sociales. Hay un estado
de la sociedad que se disgrega. Esto puede llevar al individuo al suicidio.

(Hay más tipos de suicidios, pero remarcamos los más importantes.)

Suicidio como hecho social:​ corriente suicidógena

● Una tasa de suicidios baja revela un nivel de integración saludable, una tasa
de suicidios alta revela estados patológicos de integración.
● Demuestra que las más complejas relaciones estructurales pueden
analizarse utilizando un indicador empírico como las tasas de suicidio.
● El tema subyacente es, como en otros trabajos, las formas en que las
relaciones estructuradas afectan los niveles de integración social.
● Durkheim con el suicidio da un salto grandísimo, porque logra explicar que la
actuación más individualista, tiene detrás una explicación social.
● Durkheim finalmente termina siendo ateo. Pero entendió, la función que
cumple la religión, el de cohesión social de una sociedad.
● La anomia lleva a no sentirse parte dentro de un grupo social.
● Un ejemplo de anomia en nuestro contexto actual pueden ser aquellos
individuos de mucha edad que no se adaptaron a la “nueva normalidad”.

Max Weber
(Clase 21 de Septiembre)

➔ Aspectos conceptuales de las lecturas obligatorias (economía y


sociedad)

Político, investigador, filósofo (ni siempre se dijo sociólogo), nacido en Alemania de


familia prostestante.

Conceptos Weberianos

● comprensión
● acción social
● tipos de acción social
● tipos ideales
● casualidad
● objetividad
● sentido
● definición de sociologia

➔ Individualismo metodológico

● Uno de los cambios importantes que presenta el autor es un mayor interés en


los individuos que conforman esa sociedad y su interacción entre ellos, y no
mirar a la sociedad como un todo.
● Le interesa la acción consciente y deliberada de los individuos humanos y el
significado que los agentes atribuyen a sus actos.
● No era un pensador dogmático, no ignora la existencia de estructuras en los
comportamientos sociales, pero el énfasis lo ubica en los agentes
individuales y en su acción (consciente y deliberada.)
● El énfasis en Durkheim y Marx está en un todo, en la sociedad.

➔ Tipos ideales
● ¿Cómo puede ser preciso un análisis si no lo son los medios intelectuales
empleados? Para dar a los conceptos utilizados por el método histórico un
rigor suficiente, Weber formó una noción de tipo ideal. (freud, 1986, p.56)
● Construcción basada en acentuación de particularidades producto de la
síntesis de un gran número de fenómenos concretos individuales
● son instrumentos conceptuales que construimos, herramientas de
investigación, no existen en la realidad.
● se toman ciertos aspectos que pueden ser predominantes y se construyen
modelos a partir de aspectos concretos que el investigador considera no
esenciales.
● implica aceptación de conductas típicas
● no es lo mismo que la realidad concreta.
● un tipo ideal está construido mediante la acentuación unilateral de uno o
distintos puntos de vista mediante la síntesis de un gran número de
fenómenos concretos individuales, difusos discreto mas o menos presentes y
ocasionalmente ausentes que se articulan con aquellos puntos de vista
destacados unilateralmente, consitutyento un constructo analitico unificado.
● permiten construir hipótesis sobre el vínculo con las condiciones precursoras
del fenómeno o con sus consecuencias
● contiene un supuesto respecto a la conducta previsible (probabilidad de
acciones previstas)
● El tipo ideal es como si fuera una hipótesis interpretativa de una acción. Hoy
en día lo llamaríamos como un modelo de conducta.

➔ Acción social

● “una acción de una persona es social cuando tiene lugar con referencia a otra
u otras personas, y cuando sus protagonistas orientan recíprocamente sus
conductas.”
● comprender la acción en el lugar del sujeto. no alcanza con encontrar
regularidades, sino encontrar el significado que le otorga el agente a la
acción. es la subjetividad del individuo mediante la acción.
● Hay que encontrar el significado que le encuentra el agente a la acción.
Entiende que la sociología se tiene que hacer cargo de la acción social.
● Ingresa la subjetividad con Weber que no estaba ni en Durkheim ni en Marx.

➔ Tipos de acción social

Son categorías ideales que nunca vamos a encontrar puras en la realidad


Weber está convencido de que el tipo de acción social orientada a fines va ganando
terreno en la sociedad moderna.
Acción racional respecto a fines (Zweckrational) e ​ s la de quien orienta su
acción mediante los fines, los medios
necesarios para lograrlos y las
consecuencias implicadas en la acción, y
sopesa racionalmente los medios con
miras a los fines, los fines en relación con
las consecuencias y los distintos fines
posibles en su relación entre sí.
En la racionalidad weberiana, “respecto a
fines” los distintos medios alternativos se
ponderan unos con otros, y los propios
fines, así como los medios elegidos se
evalúan según su consecuencia (sampere,
2010)
Se actúa con conciencia y cabeza fría para
conseguir algo.

Acción racional respecto a (wertrational) v​ iene determinada por la


valores creencia consciente en el valor (ético,
estético, religioso u otro) propio y absoluto
de una determinada conducta, sin ninguna
relación con el resultado. Es una acción
según “imperativos” o exigencias” que el
agente se siente obligado a cumplir, como
morir en un duelo, negarse un capitán a
abandonar su navio antes que los demás
en caso de naufragio, etc.
A primera vista, hay una analogía entre la
acción afectiva y este tercer tipo, pero no
se confunden: “la diferencia entre la acción
afectivamente determinada y la acción que
realiza un valor trascendental o absoluto es
que, en este último tipo, el agente decide
conscientemente el fin último de su acción
y en consecuencia organiza
sistemáticamente su acción para conseguir
su objetivo. (sampere, 2010)

Afectiva viene dictada por afectos y estados


emocionales. actúa efectivamente quien
satisface su necesidad actual de venganza,
de goce o de entrega, y quien deja en
libertad sus impulsos, toscos o sublimes. El
sentido de la acción está en ella misma y
no fuera, en sus resultados.
También esta “se halla sobre la frontera
que rodea a la zona de conducta
“significativa” o más allá de ella puede ser
simplemente una respuesta espontánea a
un estímulo desacostumbrado.”

Tradicional viene determinada por una costumbre o


creencia arraigadas que funcionan como
una segunda naturaleza.
Obedecemos en este caso, a los reflejos
de una práctica prolongada. La acción
tradicional está en la frontera de lo que
puede denominar acción con sentido,
porque a veces no es más que una
relación oscura o inconsciente a estímulos
habituales.
“la mayor parte de nuestras rutinas
habituales se acerca a este tipo, y
añades,significativamente en un
tratamiento sistemático, este tipo debe
entenderse como caso límite.”

➔ Comprensión

● comprender para weber es captar el significado subjetivo, el significado que


los sujetos de los procesos examinados dan a sus actos.
● En este sentido, para él la comprensión de la acción es una forma de
interpretación del sentido de esta que se orienta hacia la conducta externa de
los actores y hacia las regularidades o leyes que laguían o determinan: Al
igual que el acaecer (social). La conducta humana (externa o interna)
muestra nexos y regularidades. Sin embargo, hay algo que es propio
solamente de la conducta humana, al menos en sentido pleno: el curso de las
regularidades y los nexos es interpretable por vía de la comprensión.
● Para el autor, explicar es interpretar, es comprender.
● Weber recoge y resuelve este dilema metodológico superando la oposición
en la que se funda. Como lo dice en su definición del objeto de la sociología:
ella tiene como misión “entender, interpretándola, a la acción social”,
explicando causalmente “su desarrollo y efectos”. Es decir, elimina la
oposición entre interpretación y explicación, haciendo en la interpretación
sociológica un tipo de explicación que, para dar cuenta del sentido de la
acción social, atiende a sus causas sociales y no a los motivos psicológicos
internos de los individuos.
● La acción social es el objeto de estudio de la sociología. Durkheim hablaba
de la función y las causas.
● Para Weber la acción humana es un objeto que, en tanto que “muestra nexos
y regularidades” que son causales, puede explicarse, por vía de la
comprensión, de un modo intersubjetivo y, por lo tanto, plenamente objetivo,
esto es, a través de un medio metodológico que cumple con las condiciones
para la validación objetiva del conocimiento producido. ¿En qué consiste este
medio metodológico intersubjetivo? Este medio o instrumento metodológico
es lo que Weber llama tipos ideales: “Antes bien, el (acto de) ‘comprender’
determinado nexo ha de ser controlado, en la medida de lo posible, con los
métodos usuales de la imputación causal (…)” (Weber, 1982; 176).
● Se habla de la subjetividad de los agentes.
● La comprensión en la sociología comprensiva de Max Weber es la forma que
adquiere la explicación del sentido de la acción social.
● Explicar es comprender, mediante la metodología de la imputación causal o
de dos tipos ideales, las regularidades que determinan una o varios
comportamientos sociales. Es interpretar el sentido de actuar, explicándolo
de modo intersubjetivo.
● Como tipos ideales que son, las acciones que identifica Weber no existen en
realidad, pero ayudan metodológicamente a explicar toda acción real posible.
El propio Webber propuso a prueba esta concepción a través del estudio
histórico que llevó a cabo del surgimiento del espíritu o ethos del capitalismo.
(Farfán, 2009)
● Tenemos que interpretar el modo interpretativo desde la subjetividad de
quienes intervienen en la acción.
● “Comprender” (verstehen) es un término que habían usado ya autores como
Droysen y Dirthey, partidarios de las “ciencias del espíritu”. Pero éstos daban
importancia a la “comprensión” porque para ellos tenía preeminencia la
intuición sobre la explicación racional y causal en los asuntos humanos.
Weber se distancia totalmente de esta versión de la comprensión. Para él la
comprensión era un paso preliminar o complementario al establecimiento de
relaciones causales, que es la auténticamente explicativa. Entendía la
comprensión como la captación de significado subjetivo del significado que
los sujetos de los procesos examinados daban sus actas. La comprensión
viene facilitada por la empatía (Einfuhlung) y la reviviscencia (Nacherleben)
de la experiencia analizada. Pero toda explicación “interpretativa” o
“comprensiva” debe convertirse en explicación causal para adquirir dignidad
científica.
● El trato con los valores de los agentes sociales estudiados por la ciencia no
tiene por qué interferir en el imperativo de neutralidad axiológica del científico
y responsable. (Sampere.)
● La explicación comprensiva debe incluir una explicación causal. Para Weber
la objetividad está dada por el método.

➔ Casualidad

● lo que aprendemos a conocer por casualidad (tanto en la esfera de la


naturaleza como en la de la cultura) no es más que una vista fragmentada y
parcial de la realidad, basada en una estimulación de carácter probabilista
● toda explicación comprensiva debe convertirse en causal para ser científica
● el vínculo causal, nunca determinista, sino que se sitúa en un marco
probabilístico. No toma la forma “A hace que B sea inevitable” sino “A es
favorable a B”

● Para utilizar el método de Weber, realizar encuestas no parece ser la mejor


opción.

➔ Sentido

● la interpretación es el método por lo cual queremos comprender el sentido y


la significación de los elementos entre sí.
● Por "sentido" entendemos el sentido mentado y subjetivo de los sujetos de la
acción, bien a) existente de hecho:

a) en un caso historicamente dado, fJ)


como promedio y de un modo aproximado, en una determinada masa
de casos:
b) cómo construido en un tipo ideal con actores de este carácter. En
modo alguno se trata de un sentido "objetivamente justo" o de un
sentido "verdadero metafísicamente fundado''.

● Aquí radica precisamente la diferencia entre las ciencias empíricas de la


acción, la sociología y la historia, frente a toda ciencia dogmática,
jurisprudencia, lógica, ética, estética, las cuales pretenden investigar en sus
objetos el sentido "justo" y "válido".

➔ Sociologia

Ciencia que pretende entender, interpretando, la acción social y de esta


manera, explicarla causalmente en su desarrollo y en sus efectos.

La ética protestante y el espíritu del capitalismo

● Weber niega que el conocimiento sea una reproducción de la realidad


● Él propone el método de tipos ideales pero no implica que crea que un
método sea más válido que otro, más ideal que otro.
● Weber apuesta a olvidarse de las cosas genéricas y apuesta a enfocarse en
aspectos cualitativos y personales.
● Marx y Weber tienen en común el historicismo. Durkheim es más objetivista.

La ética protestante y el espíritu del capitalismo (1904), y la


propuesta metodológica weberiana
Weber de Rickert toma la noción de la historia como referencia a lo individual. Como
una multiplicidad de individuos y no como un todo. No tiene una mirada holística
como tenía Marx. Weber plantea como problema no solo los hechos sino también
los valores.

La noción de comprensión, proviene de De Dilthey, con quien él difiere, porque


Weber no entiende que el proceso de comprensión esté basado en la intuición. Para
Weber la comprensión implica formular hipótesis interpretativas que se deben
verificar empíricamente. Además de formular estas hipótesis interpretativas hay que
dar una explicación causal entre los fenómenos.

Ni Marx ni Durkheim hablaron de los valores, ni de los individuos como referencia


empírica, en esto se diferencian.

● ¿Hablaron de la interpretación Marx y Durkheim? Definitivamente no.


● ¿Hablaron de las relaciones causales Marx y Durkheim? Si.

Mientras para Durkheim una explicación científica incluía la causa y la función, Marx
establecía entre la infraestructura y la superestructura una relación determinista,
relación causal con una sola dirección. Era la infraestructura la que incidía en la
superestructura.

Weber se diferencia en dos aspectos en cómo entiende la ​causalidad​:

● No entiende que un fenómeno se explique por una sola causa. La economía


no alcanza para explicarlo todo. Si bien está de acuerdo con Marx en que la
economía incide en la cultura, entiende que la relación es bidireccional.

En La ética protestante, ​estudia las relaciones entre la economía y la religión,


entendiendo a esta última como parte de la religión. Llega a la conclusión de
que la economía influye causalmente en la religión y esta influye causalmente
en la economía.
En el título de este estudio se ha utilizado el concepto «espíritu del capitalismo»,
que suena algo pretencioso, esto se refiere a Si realmente se puede encontrar un
objeto al que tenga sentido aplicarle esa denominación, el mismo tendría que ser
una ​«individualidad histórica»​, es decir, un conjunto de factores de la realidad
histórica relacionados entre sí, al que nosotros le damos conceptualmente una
unidad atendiendo a su significación para la cultura. La comprensión definitiva del
concepto no puede estar al comienzo de la investigación, sino al final de la misma:
con otras palabras,sólo a lo largo de la exposición y como resultado esencial de la
misma, se tendrá que mostrar cómo haya de formularse lo que entendemos aquí por
el «espíritu» del capitalismo de la mejor manera posible, es decir, de la forma más
adecuada para el punto de vista que nos interesa a nosotros aquí.

Este «punto de vista», del que todavía hablaremos, no es, a su vez,el único posible
desde el que se pueden analizar los fenómenos históricos que nosotros estamos
considerando. Su consideración desde otros puntos de vista daría como
rasgos«esenciales» de esta cuestión otros rasgos, como ocurre con cualquier
fenómeno histórico, Esto se debe precisamente a la naturaleza de la«construcción
de los conceptos históricos», la cual no pretende, para sus objetivos metodológicos,
reducir la realidad histórica a conceptos genéricos abstractos, sino que pretende
estructurarla bajo formas concretas con una impronta inevitable e invariablemente
individual.

“(...)el sistema capitalista actual es un cosmos terrible en el que el individuo nace y


que es para él, al menos como individuo, como un caparazón prácticamente
irreformable, dentro del que tiene que vivir. Él le impone al individuo, en cuanto que
éste está integrado en el conjunto del «mercado», las normas de su actividad
económica. El fabricante que actúe permanentemente contra estas normas es
eliminado indefectiblemente desde el punto de vista económico, al igual que el
obrero que no quiera o no pueda adaptarse a ellas se ve puesto en la calle como
desempleado”.Por su parte, el capitalismo actual, el cual llegó a dominar la vida
económica, se consigue los sujetos económicos que necesita, los empresarios, los
obreros y los educa mediante la «selección económica».

Para que ese modo de vida y esa concepción de la «profesión» «adecuados» a las
características del capitalismo pudieran ser «seleccionados»,pudieran triunfar sobre
otros, tenían que haber surgido, y no en individuos concretos aislados sino como
una concepción defendida por grupos de seres humanos.

El sistema económico capitalista necesita esa entrega absoluta a la


«profesión» de ganar dinero: ​es ésta una manera de comportarse con los bienes
externos que resulta tan adecuada a aquel sistema y está tan ligada a las
condiciones del triunfo en la lucha por la vida económica que hoy ya no se puede
hablar de que exista una relación necesaria entre ese modo de vida «crematístico»
y una determinada concepción del mundo. Ese sistema ya no tiene necesidad de
apoyarse en que lo apruebe ningún poder religioso y percibe como un obstáculo
tanto la influencia de las normas eclesiásticas sobre la vida económica -en la
medida en que esta influencia todavía sea perceptible- como la reglamentación
estatal de la vida económica. Los intereses de la política comercial y de la política
social son quienes suelen determinar ahora la«concepción del mundo».

La eliminación del tradicionalismo económico aparece como un elemento el


cual debió favorecer de manera esencial la tendencia a dudar, incluso de la
tradición religiosa y a rebelarse contra las autoridades tradicionales. ​Pero en
este punto hay que tomar en consideración, que la Reforma no significó tanto la
eliminación de la autoridad de la Iglesia sobre la vida en general como una
sustitución de la forma de autoridad existente por otra:la sustitución de un poder, en
muchas ocasiones formal, muy cómodo y que en aquella época se hacía sentir poco
en la práctica, por una reglamentación completa del modo de vida, infinitamente
pesada y seria y que penetraba en todas las esferas de la vida familiar y pública con
la mayor intensidad que se pueda pensar.

Weber estudia el capitalismo moderno en occidente. Weber lo caracteriza por la


organización racional, capitalista de trabajo y por un rasgo que lo identifica
que lo llama como el espíritu el capitalismo, que no es más que una manera de
actuar y de pensar en relación a la actividad económica. ​No siempre había sido
en la historia del capitalismo que ganar dinero sea un fin en sí mismo. Este espíritu
del capitalismo es propio del capitalismo moderno. Para mostrarnos este espíritu
utiliza un fragmento de Benjamin Franklin, donde dice que el tiempo es dinero.
Franklin dice que el tiempo en que la persona no trabaja, derrocha dinero, porque no
está produciendo para ganar el mismo. En esto, se basa Weber. Aquí hay un
desafío al materialismo histórico de Marx.

Las máximas morales de Franklin se utilizan en sentido utilitarista: la honradez es


útil porque proporciona crédito; también lo proporcionan la puntualidad, la diligencia
y la moderación y sólo por ello son virtudes: de aquí se derivaría, entre otras cosas,
que bastaría la apariencia de honradez, por ejemplo, cuando cumpliera el mismo
servicio, y un exceso innecesario de esta virtud debería parecer reprobable ante los
ojos de Franklin como un derroche improductivo. Y, en realidad, quien lea en su
Autobiografía la narración de su «conversión» a esas virtudes o los comentarios
sobre la utilidad que reporta una estricta conservación de la apariencia de modestia
y poner intencionadamente en segundo lugar los méritos propios para conseguir un
reconocimiento general tiene necesariamente que llegar a la conclusión de que,
para Franklin, esas virtudes, como todas las demás, sólo son virtudes en cuanto son
«útiles»al individuo y que el sucedáneo de la mera apariencia es suficiente cuando
presta el mismo servicio una consecuencia realmente inevitable para el utilitarismo
estricto. Aquí se capta infraganti lo que los alemanes suelen percibir como
«hipocresía» en las virtudes del espíritu americano.

Por qué hay que «hacer del hombre dinero», en su Autobiografía con la siguiente
frase de la Biblia,aunque él era confesionalmente un deísta sin color, frase
que,según dice, se la había inculcado en su juventud su padre, un rígido calvinista:
«si ves a un hombre solícito en su profesión, ése puede presentarse ante los
​ anar dinero en el sistema económico moderno es, cuando se hace de
reyes». G
manera legal, el resultado y la expresión de la habilidad en la profesión.

El espíritu capitalista en el sentido que hemos perfilado hasta ahora tuvo que
imponerse en una dura lucha contra un mundo de poderes enemigos. Esa
mentalidad que se expresa en los comentarios citados de Benjamín Franklin y que
encontró la aprobación de un pueblo entero habría sido proscrita en la Edad Antigua
y en la Edad Media como expresión de la más sucia avaricia y de una mentalidad
realmente indigna,como todavía hoy la proscriben aquellos grupos sociales que
menos integrados están en la economía capitalista específicamente moderna o que
menos adaptados a ella están.

Utiliza los tipos ideales para investigar e indagar la hipótesis.

Weber se pregunta, ¿Por qué la reforma protestante (países avanzados


económicamente) se dio ahí por qué existía una tendencia a la revolución
eclesiástica? Sostiene que al dejar la economía tradicional, se generó el momento
propicio para cuestionar la tradición religiosa. Además observa que hay más
protestantes de propietarios de capital de la economía moderna que católicos.
Como que han sabido los protestantes tener un mejor manejo de la economía que
los católicos.

Se puede denominar «tradicionalismo»: el hombre no quiere, «por naturaleza»,


ganar dinero y más dinero, sino que quiere simplemente vivir, vivir como ha estado
acostumbrado a vivir y ganar lo necesario para ello. Allí donde el capitalismo
comenzó con el aumento de la «productividad»del trabajo humano a través del
incremento de su intensidad,siempre chocó con la tenaz resistencia de este leit
motiv del trabajo precapitalista y sigue chocando hoy en día tanto más cuanto más
«atrasados» (desde el punto de vista capitalista)sean los obreros, de los que se ve
necesitado.

Sombart ha distinguido en su exposición sobre la génesis del capitalismo entre


«satisfacción de las necesidades» y«lucro» como los dos grandes leit motivs entre
los que se ha movido la historia, atendiendo a que el tipo de actividad económica y
su orientación estuvieran determinadas por las necesidades personales o por un
afán de lucro independiente de los límites de esas necesidades y por la posibilidad
de obtenerlo. Lo que él denomina «sistema económico de satisfacción de las
necesidades», parece, a primera vista, que equivale a lo que hemos descrito aquí
como ​«tradicionalismo económico». Esto es, en realidad, lo que ocurre si
equiparamos el concepto de «necesidades» con «necesidades tradicionales». Pero
si equiparamos ambos conceptos, numerosas economías, que atendiendo a la
forma de su organización pueden considerarse como «capitalistas» en el sentido de
la definición que da Sombart de «capital» en otro lugar de su obra, caen fuera del
campo de las economías «de lucro» y pertenecen al de las «economías de
satisfacción de las necesidades».

● racionalismo económico: el elemento fundamental de la economía


moderna; así lo ha hecho Sombart con explicaciones muy felices y efectivas;
y con toda la razón, si por racionalismo económico se entiende ese
crecimiento de la productividad del trabajo que elimina la vinculación del
proceso de producción a los límites «orgánicos», naturales, de la persona
humana, y lo organiza desde puntos de vista científicos. Este proceso de
racionalización en el terreno de la técnica y de la economía condiciona, sin
duda, una parte importante de los «ideales de vida» de la sociedad burguesa
moderna: a los representantes del «espíritu capitalista» siempre les ha
parecido indudable que trabajar para una organización racional del suministro
de bienes materiales de la humanidad era uno de los fines que guiaban su
vida.

El enemigo, más bien, con el que tuvo que luchar, ante todo, el «espíritu» del
capitalismo es esa especie de sensibilidad y de conducta, que se suele denominar
«tradicionalismo». Tampoco en este punto vamos a dar una «definición»definitiva,
sólo aclararemos de manera totalmente provisional con algunos casos concretos lo
que entendemos por él,empezando por «abajo», por los obreros.Uno de los medios
técnicos que suele emplear el empresario moderno para conseguir de «sus»
obreros el máximo rendimiento laboral posible, para incrementar la «intensidad»del
trabajo, es el salario a destajo. En la agricultura, por ejemplo, la recogida de la
cosecha es un caso que exige el máximo nivel de intensidad en el trabajo, porque
de la mayor rapidez posible en ella dependen, al menos con un tiempo
inestable,grandes posibilidades de ganancias o de pérdidas.

Como fracasó la llamada a este ​«sentido de la ganancia» mediante salarios más


altos por volver nuevamente a nuestro ejemplo, parece lógico que se intentara
precisamente con los medios opuestos: obligar al obrero mediante la reducción del
salario que, para mantener su ganancia anterior, tuviera que producir más. Pareció
entonces, y lo sigue pareciendo hoy a una observación imparcial, que existe una
correlación entre salarios bajos y beneficios elevados; que todo lo que se paga
demás en el salario tenía que significar una disminución correspondiente en el
beneficio. Ese camino lo ha seguido el capitalismo desde el comienzo una y otra
vez, y durante siglos se ha considerado como un artículo de fe que los salarios
bajos son «rentables» -es decir, que incrementan el rendimiento laboral-, que el
pueblo sólo trabaja porque y en tanto que es pobre, como dijo Pieter de la Cour,
pensando en este punto de acuerdo con el espíritu del antiguo calvinismo, como
veremos. Pero la eficacia de ese medio tiene sus límites, por una parte, es cierto
que el capitalismo requiere para su desarrollo la existencia de excedentes de
población, a la que poder contratar por un precio barato en el «mercado de trabajo».
Pero, si bien es cierto que un «ejército de reserva» demasiado grande puede
favorecer según las circunstancias su expansión cuantitativa,dificulta, sin embargo,
su desarrollo cualitativo, en concreto el paso hacia formas de empresas que
emplean trabajo intensivo. Está claro que salario bajo no puede compararse en
absoluto con trabajo barato.

¿Los católicos son más ascetas que los protestantes? El autor responde que no,
que los calvinistas franceses son tan ascetas como los católicos. Que el ascetismo
no explica nada, no es una causa.

El objetivo para dar respuesta a esto, requiere dejar las vagas suposiciones de las
que nos hemos válidos hasta aquí para introducirnos en lo más característico de la
religión donde el cristianismo se ha fundamentado históricamente.

Weber sostiene que hay que buscar lo propio y distintivo de aquello que vamos a
estudiar.

Los calvinistas franceses fueron y son tan ajenos al mundo como los católicos
alemanes (en general) o, por lo menos, los católicos de Alemania del Norte, para
quienes su catolicismo es, sin duda, un asunto del corazón en una medida que no la
tiene ningún otro pueblo de la tierra; y ambos se diferencian del grupo religioso
predominante en la misma dirección: se diferencian de los católicos de Francia, que
son muy «gozosos de la vida» en sus capas sociales bajas y expresamente
enemigos de la religión en sus capas altas, y se diferencian de los protestantes de
Alemania, que están ascendiendo actualmente en la vida productiva y son
predominantemente indiferentes desde el punto de vista religioso en sus capas
altas.

Las bases de la ética:

● La práctica del negocio estaba dominada por un modo de vida tradicional,


● un nivel de beneficios tradicional, una cantidad de trabajo tradicional,
● una manera de llevar el negocio y de relacionarse con los obreros y con el
círculo de clientes básicamente tradicionales,
● una manera tradicional de conseguir clientes y ventas; estos modos y
maneras estaban en la base de la «ética».

El espíritu del capitalismo: ​“No obstante, siempre que se trate de fijar un objeto,
por la mediación de análisis e interpretación histórica, es imposible definirlo por
anticipado; a lo sumo puede intentarse una previa y eventual definición de aquél
—que en este caso que nos ocupa es el “espíritu del capitalismo”-​ Muestra la parte
empirista de su propuesta.

Lo ubica al espíritu del capitalismo, como una característica del capitalismo


moderno europeo, occidental y norteamericano. El capitalismo nació en otras
partes, pero no con las características como en estos lugares.
En ​Massachusetts donde nació Franklin ya estaba el espíritu capitalismo, antes de
que se diera el desarrollo capitalista. Pero en las colonias vecinas no tuvo un gran
desarrollo.

Explica al capitalismo como un caso singular del desarrollo del racionalismo.

“Si por ​“racionalismo práctico” ​queremos entender aquella manera de


comportarse que relaciona, con plena conciencia, el mundo a los intereses
terrenales del yo particular y se vale de ellos como la medida de toda valoración
(…)”

El desarrollo del «espíritu capitalista» se podría entender sencillamente como un


fenómeno parcial dentro del desarrollo global del racionalismo y que debería
deducirse de la posición de los principios racionalistas respecto a los problemas
últimos de la vida. En ese sentido,por consiguiente, el protestantismo sólo entraría
en consideración en la medida en que hubiera desempeñado el papel de«primicia»
de una concepción racional de la vida.

Nos habla de la idea de profesión a la que le adjudica como particularidades de la


civilización del capitalismo moderno, un aspecto que considera totalmente irracional,
como una consagración abnegada a la actividad profesional.

“Nuestro interés reside, precisamente, en este factor irracional que se oculta en


aquél y en toda idea de “profesión”.

En el capítulo 3 nos habla de la concepción luterana, la idea de vocación, el


significado de la profesión como consecuencia de la reforma luterana, religiosa que
incorpora como una conciencia del deber en el desempeño del labor profesional de
la persona.

Lutero decía lo siguiente: ​“(…) la sola manera de complacer a Dios, y que a Él


solamente le agrada eso y sólo eso, y que, en consecuencia, cualquier profesión
lícita tiene ante Dios un valor absoluto por igual.”

“(...)el trabajo, aunque querido por Dios, es el fundamento natural imprescindible de


la vida de la fe, indiferente desde el punto de vista moral, como el comer y el beber.”

La profesión concreta de cada individuo se convirtió en un mandato específico de


Dios al individuo de que cumpla el puesto concreto en el que lo ha situado el
designio divino.

Lutero nunca llegó a formular la conexión entre principios religiosos y trabajo


profesional sobre una base nueva o sobre principios en general; la pureza de la
doctrina como único criterio infalible de la Iglesia tal como se fue afirmando en él
con carácter inamovible tras las luchas de los años veinte impidió en sí misma el
desarrollo de nuevos puntos de vista en el terreno ético.
El concepto de profesión en Lutero se quedó así anclado en una visión
tradicionalista. La profesión es lo que el hombre tiene que aceptar como
disposición divina, aquello en donde él tiene «su destino»​; esta caracterización
se sobrepone a la otra idea, que también está presente en él, de que el trabajo
profesional es una tarea, o más bien, la tarea puesta por Dios. Y el desarrollo del
luteranismo ortodoxo continuó subrayando aquella idea. Algo negativo: el único
resultado ético aquí fue que no se dio la superioridad de las obligaciones
intramundanas a través de deberes ascéticos, unido esto a la predicación de la
obediencia a la autoridad y a la aceptación de la posición dada en la vida como un
destino.

Lutero considera el catolicismo al calvinismo, desde entonces y hasta el presente,


como su auténtico enemigo. En principio,esto tiene claramente razones políticas: si
la Reforma no se puede imaginar sin la evolución religiosa personal de Lutero Y si
aquélla siempre ha estado determinada espiritualmente por su personalidad, sin el
calvinismo su obra no habría tenido una permanencia externa. Pero la razón por la
que católicos y luteranos conjuntamente lo aborrecen está realmente en la
peculiaridad ética del calvinismo.

Lutero rechazaba cualquier parentesco con una mentalidad como la que se pone de
manifiesto en Franklin.

Al contrario del catolicismo, lo que es específico de la reforma luterana, es lo


ético y el interés que se le pone al trabajo.

Ese ​«espíritu del trabajo» o del «progreso», o como se lo quiera llamar, cuyo
despertar se tiende a atribuir al protestantismo no puede entenderse en sentido
«ilustrado», como suele hacerse en la actualidad. El viejo protestantismo de Lutero,
de Calvino, de Knox,de Voet, tenía poco que ver con eso que se llama hoy
«progreso»;era un enemigo directo de aspectos enteros de la vida moderna, de los
que actualmente ya no querría prescindir el confesional más radical. Así que, si se
puede encontrar una afinidad interna entre el espíritu del protestantismo antiguo y la
cultura capitalista moderna, tenemos que intentar buscarla,de grado o por fuerza, no
en ese (supuesto) «gocé mundano»,más o menos materialista o antiascético, sino
en sus rasgos puramente religiosos. Montesquieu por su parte dice de los ingleses
que han «avanzado en tres cosas más que ningún otro pueblo del mundo: en la
religiosidad,en el comercio y en la libertad».

“Entre los oficiales artesanos, los católicos muestran, con otras palabras, una
tendencia más fuerte a permanecer en el artesanado, llegando a ser por lo general
maestros artesanos, mientras que los protestantes afluyen en mayor cantidad a las
fábricas para ocupar los niveles superiores de los obreros cualificados y del
funcionariado industrial. Por lo tanto, en estos casos la relación de causalidad es,
sin duda, que las características mentales adquiridas por educación en estos casos
a través de la educación generada por la atmósfera religiosa de la familia y de la
localidad determinaron la elección de la profesión y el posterior destino profesional.”

Para Weber, las consecuencias que tuvo esta reforma, del capitalismo moderno, fue
como una consecuencia desviada y opuesta a toda la concepción del calvinismo.

“De tal suerte, nuestro trabajo podría considerarse como un modesto aporte
ilustrativo de cómo las “ideas” llegan a tener un alcance válido en la historia.” Weber
hace énfasis de las consecuencias de las ideas en el desarrollo de la historia.

“En aquella época, los hombres reflexionaban acerca de los dogmas que, por su
relación con los beneficios experimentados en el ejercicio de la piedad tenían la
apariencia un tanto abstracta.”​ Lo que hace es abordar los dogmas teológicos.

“Nos valdremos de nuestro usual procedimiento de sistematizar “ideales”​, aun


cuando en la realidad histórica se nos dificulte, considerando que, precisamente,
ante el impedimento de perfilar los contornos veraces en la realidad, es por lo que
hemos de lanzar nos a la exclusiva investigación de sus formas sucesivas; sólo así
podremos atraer los efectos con más seguridad y precisión”- habla de los tipos
ideales.

En este texto trabaja los tipos ideales como el calvinismo. No fue tan preciso de
cómo se trabaja con los tipos ideales. Su metodología es analizar los estudios
teológicos, aplicando tipos ideales. Lo que ve, es que la valoración ética del trabajo,
de manera sistemática en la profesión, es el agente más efectivo para difundir lo
que Weber definió como espíritu del capitalismo.

“Hemos intentado dar prueba de que el espíritu ascético del cristianismo fue el que
originó uno de los factores que intervinieron, a su vez, al nacimiento del moderno
​ quí se visualiza la diferencia de causalidad que tiene con
espíritu capitalista (…)” A
Marx. Acepta que la economía incide, pero no es lo único que explica. Es uno de los
factores.

Los tipos ideales son un modo de aprehender modelos a partir de ciertos aspectos
característicos. El investigador elige algunos aspectos característicos y deja otros
que no les parecen esenciales. El propio Marx trabajó anteriormente con tipos
ideales, tenía una representación sobre el capitalismo. Weber lo que critica de Marx,
es que cuando uno trabaja con tipos ideales, lo tiene que hacer desde una realidad
empírica.

La sociedad para Weber no es otra cosa que los individuos que la integran, la
componen. El tipo ideal es un instrumento de herramienta conceptual, no es la
realidad.

Weber no dice mucho o nada, acerca de sus métodos de tipos ideales, de cómo
construirlos o aplicarlos.
¿Para qué nos dice Weber que sirven los tipo ideales? ​Para tener un lenguaje
común para hablar de un concepto sociológico. Weber dice que nos permiten
comparar con realidades empíricas para sacar conclusiones. No nos dice como.
También nos sirve para formular hipótesis. Podemos formular hipótesis a partir de
un tipo ideal, acerca de las relaciones entre tipos ideales y sobre el desarrollo de los
tipos ideales.

Weber nos dice que el tipo ideal, lo tenemos cuando realzamos algún punto de vista
y reunimos muchos fenómenos singulares que encajan en esos puntos de vista
como un cuadro conceptual unitario. En su pureza conceptual, no lo vamos a
encontrar empíricamente en la realidad.

La tarea es comprobar en que medida la realidad se acerca o se aleja del cuadro


ideal que nos propone el tipo ideal. Es un concepto límite con el cual se compara y
mide la realidad para aclarar el significado del contenido empírico.

¿Qué no es el tipo ideal?

● No es la reunión de aspectos comunes de fenómenos empíricos. No es que


yo voy y miro en la realidad aspectos comunes y creó un tipo ideal. No tienen
que ser exhaustivo respecto de la realidad que conceptualiza.
● “Respecto a la investigación, el concepto tipo ideal pretende guiar el juicio de
imputación, no es una hipótesis, pero quiere señalar una orientación en la
formación de hipótesis”
● Si lo mirábamos desde el diseño de una investigación respecto a una
investigación, el tipo ideal no es una hipótesis.
● Muchas veces uno puede tener la propuesta de tipos ideales y una tentación
de ilustrarlo con materiales de la realidad empírica.

“El peligro de este procedimiento reside, en el que el saber histórico aparece como
servidor de la teoría y no a la inversa”. La teoría nos tiene que servir para entender
la realidad empírica.

El autor Sánchez de Puerta habla acerca de cómo construir tipos ideales. Da cuatro
ideas:

● Seleccionar una parte de la realidad y construir a partir de ella un tipo ideal.


Es lo que hace Marx con el trabajo enajenado.
● Hacer una revisión amplia de casos empíricos en relación a un solo conflicto.
● Razonar un concepto de forma dialéctica. Por ejemplo cómo se contrapone lo
urbano y rural, para establecer las diferencias entre el campo y la ciudad.
● A partir de una tendencia social, proyectar hacia el futuro un concepto. Esto
es lo que hace Weber, donde a partir de la tendencia de la racionalización en
la sociedad, construye un tipo ideal burocracia.
Contrapone que el tipo ideal de Marx del capitalismo se basa en factores
económicos y el tipo ideal de capitalismo de Weber se basa en aspectos
espirituales.

● Al momento de investigar se tiene que evaluar de qué forma se divisa la


realidad con el modelo que estamos trabajando.
● Los tipos ideales no son arbitrarios, se construyen cuando percibimos
una dimensión común compartida por fenómenos muy diversos que
necesitan ordenarse para comprender la situación y la lógica de la
conducta de quienes se hallan en un mundo determinado.

La objetividad en Weber, no es una objetividad positiva. Lo que destaca es la


relación del objeto de las ciencias sociales con el método, en el sentido en que
entiende que es el objeto que define y selecciona.

“Sustituye la objetividad por el juicio de la razón problemática, según la cual, el


trabajo científico reconstruye los datos de la investigación”

¿Cómo se logra la objetividad en la metodología de Weber? A través de dos


condiciones:

1. Distinguir la investigación objetiva de los juicios de valor propios de un


investigador.
2. Destacar el carácter probabilístico de los procedimientos de la explicación
causal.

Cualquier interpretación y percepción del mundo, para Weber es parcial


inevitablemente. Está teñida por valores y convicciones del investigador. Es
imposible prescindir de la subjetividad en la investigación.

Weber tuvo siempre en cuenta datos objetivos y cuantificables, pero intentó explicar
el comportamiento de las personas a través de sus convicciones. Enfatiza en los
grupos, los colectivos, las instituciones, incluso la sociedad misma, que son
agregados de individuos que deben estudiarse a través de la gente que lo
componen.

Podemos decir que para definir de manera rigurosa lo que uno está analizando en el
marco de estudio, para conseguirlo hacemos dos cosas:

1. Identificamos el periodo y acotamos el problema a estudiar. No tenemos


ambiciones holísticas, ni explicaciones como leyes generales.
2. Elaboramos un modelo abstracto y explícito del modelo de indagación, es
decir un tipo ideal. Esto explica definir lo que se estudia, para luego
contrastarlo con la realidad y con los datos.
Weber rechazó el positivismo ideológico, el positivismo de Comte, pero mantenía el
ideal científico racionalista.

Sobre la teoría de las ciencias sociales


No existe ningún análisis científico objetivo de la vida cultural o bien de los
fenómenos sociales, que fuese independiente de unas perspectivas especiales y
parciales que de forma expresa o tácita, consciente o inconsciente, las eligiese,
analizase y articulase plásticamente.

La ciencia social que nosotros queremos practicar aquí es una ciencia de la


realidad. Queremos comprender la peculiaridad de la realidad de la vida que nos
rodea y en la cual nos hallamos inmersos. Por una parte, el contexto y el significado
cultural de sus distintas manifestaciones en su forma actual, y por otra las causas de
que históricamente se haya producido precisamente así y no de otra forma.

Todo conocimiento de la realidad infinita mediante el espíritu humano finito, está


basado en la tácita premisa de que sólo un fragmento finito de dicha realidad puede
constituir el objeto de la comprensión científica, y que sólo resulta esencial en el
sentido de digno ser conocido.

La creencia de que el ideal hacia el cual confluyen todos los conocimientos, incluso
los culturales, es un sistema de tesis de los cuales pudiera deducirse la realidad.

No cabe duda alguna de que el punto de partida del interés por las ciencias sociales
está en la configuración real, esto es: individual, de la vida sociocultural que nos
rodea. Y todo ello en su contexto universal, pero no por ello menos individual, y en
su devenir a partir de otros estados socioculturales. Pero culturalmente también
individuales.

En el campo de las ciencias sociales, lo que nos interesa es el aspecto cualitativo de


los hechos. Las ciencias sociales se tratan de la intervención de procesos mentales,
cuya <<comprensión>> reviviscente constituye una tarea específicamente diferente
a la que pudieran o quisieran solucionar las fórmulas del conocimiento exacto de la
naturaleza.

Mediante la psicología, se logrará analizar según unos <<factores>> últimos y


sencillos todas las conexiones causales imaginables de la coexistencia humana,
tanto en el pasado como en el futuro.

¿Qué significa dicho resultado para el conocimiento del mundo cultural


históricamente dado o el de algún fenómeno particular, como el del
capitalismo en su desarrollo y su significado cultural?
Como medio de conocimiento, no significa ni más ni menos que acaso un
diccionario de las combinaciones químico-orgánicas para el conocimiento
biogenético del reino animal y vegetal. Tanto en un caso como en otro, se habría
realizado un importante y útil trabajo preliminar. Sin embargo, tanto en un caso
como en el otro resultaría imposible deducir jamás la realidad de la vida a partir de
aquellas leyes y factores.

Si queremos explicar causalmente las agrupaciones individuales, tendríamos que


remontarnos siempre a otras agrupaciones igualmente individuales, a partir de las
cuales las explicaremos, aunque utilizando naturalmente aquellos (hipotéticos)
conceptos de leyes. Establecer tales leyes y factores (hipotéticos) sólo constituiría
para nosotros:

● La ​primera ​de varias tareas que nos conducirían al conocimiento al que


aspiramos.
● La ​segunda ​tarea, completamente nueva e independiente a pesar de
basarse en esa tarea preliminar, sería el análisis y la exposición ordenada de
la agrupación individual e históricamente dada de tales factores y de su
importancia y concreta colaboración, dependiente de aquella. Pero, ante
todo, consistiría en hacer inteligible la causa y la naturaleza de dicha
importancia.
● La ​tercera tarea sería remontar lo más lejos en el pasado las distintas
particularidades individuales de tales agrupaciones, de importancia para el
presente, y ofrecer una explicación histórica a partir de constelaciones
anteriores, igualmente individuales.
● Por ​último​, una posible cuarta tarea consistiría en la evaluación de las
posibles constelaciones en el futuro. Para todos estos fines sería
muy útil, casi indispensable, la existencia de unos conceptos claros y el
conocimiento de esas (hipótesis) <<leyes>>a modo de medio conocimiento,
más únicamente como tal.

Ciencias de la cultura: aquellas disciplinas que aspiran a conocer los fenómenos


de la vida según su significado cultural. El concepto de cultura es un concepto de
valor. Para nosotros, la realidad empírica es cultura, porque mientras la
relacionamos con las ideas de valor ella abarca aquellos elementos de la realidad
que a través de sus relaciones cobran importancia para nosotros.

Una parte infinita de la realidad individual observada cada vez se tiñe con el interés
condicionado por tales ideas de valor. Sólo esa parte tiene importancia para
nosotros, precisamente porque revela unas relaciones que nos importan por su
vinculación con ideas de valor. Sólo porque ocurre así y mientras ocurra, nos
interesa conocer su característica individual.
Lo que para nosotros tiene importancia, no puede ser conocido mediante ningún
análisis incondicional de lo empíricamente dado, sino que su comprobación es la
premisa para que algo se convierta en objeto de análisis.

El significado cultural de un fenómeno -por ejemplo del comercio financiero- puede


consistir en que se manifieste como fenómeno masivo, elemento fundamental de la
vida cultural contemporánea. Pero, acto seguido, es el hecho histórico que
desempeña dicho papel lo que debe hacerse comprensible desde el punto de vista
del significado cultural y explicarse causalmente desde el punto de vista de su
origen histórico.

Lo que nos interesa a nosotros, es la tarea de analizar el significado cultural del


hecho histórico de que el cambio constituye en la actualidad un fenómeno de masa.

Aspiramos al conocimiento de un fenómeno histórico, esto es, significativo en su


característica. Y lo decisivo de ellos está en que únicamente mediante la premisa de
que sólo una parte finita de la infinita multitud de fenómenos está plena de
significado, adquiere un sentido lógico la idea de un conocimiento de de los
fenómenos individuales.

Únicamente una parte de la realidad individual posee importancia para nosotros,


puesto que sólo esa parte se halla en relación con las ideas de valor cultural con las
cuales abordamos la realidad. Por lo tanto, sólo algunos aspectos de los fenómenos
particulares infinitamente diversos, precisamente aquellos a los que conferimos un
significado cultural general, merecen ser conocidos, pues sólo ellos son objeto de
explicación causal.

En el campo de las ciencias de la cultura, el conocimiento de lo general, la


formación de conceptos genéricos abstractos, el conocimiento de regularidades y el
intento de formulación de conexiones regulares no poseen una justificación
científica. Más bien al contrario: si el conocimiento causal del historiador es la
atribución de unos éxitos concretos a unas causas concretas, entonces es
totalmente imposible una atribución válida de algún éxito individual sin la utilización
de un conocimiento nomológico- conocimiento de las regularidades de las
conexiones causales. Para saber si a un elemento individual y singular de un
contexto cabe atribuirle en la realidad una importancia causal por el éxito de cuya
explicación causal se trata, sólo existe la posibilidad de determinarlo mediante la
evaluación de las influencias que acostumbramos a esperar tanto de él como de
otros elementos del mismo complejo que entran en consideración para la
explicación.

En el campo de fenómenos económicos complejos, la seguridad de la atribución es


mayor cuanto más seguro y amplio sea nuestro conocimiento general.
Para las ciencias exactas de la naturaleza, las leyes son tanto más importantes y
valiosas cuanto más general es su validez. Para el conocimiento de los fenómenos
históricos a través de sus premisas concretas, las leyes generales son regularmente
las más faltas de valor, por ser las más vacías de contenido. Porque cuanto más
abarca la validez de un concepto genérico- cuanto mayor es su extensión-, tanto
más nos aleja de la riqueza de la realidad, puesto que ha de ser lo más abstracto y
pobre de contenido para poder contener el aspecto común del mayor número
posible de fenómenos. En el campo de las ciencias de la cultura, el conocimiento de
lo general nunca tiene valor por sí mismo.

Resulta que carece de sentido un estudio objetivo de los procesos culturales en el


sentido de que el fin ideal del trabajo científico debe consistir en la reducción de la
realidad empírica a unas leyes. Ahora bien, carece de sentido no porque-como se
ha dicho a menudo- los procesos culturales o los procesos mentales se desarrollen
objetivamente con menor regularidad sino:

a. Porque el conocimiento de leyes sociales no es un conocimiento de lo


socialmente real, sino únicamente uno de los diferentes medios auxiliares
que nuestro pensamiento utiliza a este efecto; y
b. Porque ningún conocimiento de procesos culturales puede imaginarse de otro
modo que sobre la base del significado que la realidad de la vida cobra para
nosotros en determinadas relaciones singulares.

La cultura es un fragmento finito entre la incomprensible inmensidad del devenir del


mundo, al cual se ha conferido-desde el punto de vista del hombre-un sentido y un
significado. E incluso sigue siendo así para el hombre, cuando éste, devenido
enemigo mortal, se opone a una cultura concreta y exige el retorno a la naturaleza.
Porque sólo puede alcanzar una postura así cuando compara esta cultura concreta
con sus propias ideas de valor y la encuentra demasiado superficial.

Nosotros somos seres civilizados, dotados con la capacidad y voluntad de tomar


una actitud consciente frente al mundo y conferirle un sentido. Cualquiera que sea
dicho sentido, influirá para que en el curso de nuestra vida nos basemos en él para
jugar determinados fenómenos de la convivencia humana y a tomar una actitud
significativa (positiva o negativa). Cualquiera sea el contenido de esa actitud, los
citados fenómenos poseen para nosotros un significado cultural y éste constituye la
única base de su interés científico.

Por consiguiente, si aquí utilizamos la terminología de los modernos lógicos y


hablamos de la condicionalidad del conocimiento cultural por unas ideas de valor,
esperamos que esto no se exponga a unos malentendidos tan burdos como la
opinión de que sólo cabe atribuir un significado cultural a los fenómenos valiosos.
Porque tanto la prostitución como la religión o el dinero son fenómenos culturales.
Todo conocimiento de la realidad cultural es siempre un conocimiento bajo unos
puntos de vista específicamente particulares.

En esta selección de aspectos especiales individuales del acontecer, que siempre y


en todas partes se realiza consciente o inconscientemente, reina también ese
elemento del trabajo científico- cultural que constituye la base de la tan repetida
afirmación de que lo personal de un trabajo científico es lo que verdaderamente le
confiere valor.

Sin las ideas de valor del investigador no existiría ningún principio de selección
temática ni un conocimiento sensato de la realidad individual. Y puesto que sin la fe
del investigador en el significado de un contenido cultural cualquiera, resulta
completamente desprovisto de sentido todo estudio del conocimiento de la realidad
individual, se explica que busque orientar su trabajo según la dirección de su fe
personal y según el reflejo de los valores en el espejo de su alma. Y los valores a
los cuales el genio científico refiere los objetos de sus investigaciones, serán
capaces de determinar la opinión de todas una época. Esto es, no sólo podrán ser
decisivos para aquello que en los fenómenos se considera valioso, sino para lo que
pasa por ser significativo o insignificante, importante y secundario. Por lo tanto, el
conocimiento científico-cultural tal como lo entendemos aquí se halla ligado a unas
premisas subjetivas en tanto que sólo se ocupa de aquellos elementos de la
realidad que muestren alguna relación, por muy indirecta que sea, con los procesos
a los cuales conferimos un significado cultural. Pero a pesar de ello, sigue siendo un
conocimiento puramente causal, en el mismo sentido que el conocimiento de los
acontecimientos significativos e individuales de la naturaleza, que tienen un carácter
cualitativo.

La investigación científico-cultural sólo obtiene unos resultados que sean subjetivos,


en el sentido de que son válidos para unos, pero no para otros. En otras palabras:
cuáles son el objeto de estudio y la profundidad de estudio en la infinidad de las
conexiones causales sólo lo determinan las ideas de valor que dominan al
investigador y a su época. En lo referente al método de la investigación- el cómo- es
cierto que el punto de vista dominante determina- como aún veremos- la formación
de los conceptos auxiliares que utiliza.

Los puntos de partida de las ciencias de la cultura siguen variables en el inmenso


futuro, mientras la inmovilización china de la vida espiritual desacostumbra a la
humanidad a plantear preguntas cada vez nuevas a la vida continuamente
inagotable.

En las disciplinas de las ciencias de la naturaleza, la perspectiva práctica de valor


de la utilidad técnica se hallaba estrechamente ligada a la esperanza-heredada de la
antigüedad y posteriormente más desarrollada-de que por la vía generalizadora de
la abstracción y del análisis de lo empírico sería posible llegar a un conocimiento
puramente objetivo. Esto significa aquí un conocimiento desligado de todos los
valores, y al mismo tiempo absolutamente racional.

Esto es, un conocimiento monista de toda realidad y desprovisto de todas las


casualidades individuales, bajo el aspecto de un sistema conceptual de validez
metafísica y de forma matemática.

Cuando la crítica socialista y el trabajo de historiadores comenzaron a transformar


las originales perspectivas de valor en problemas, el poderoso desarrollo de la
investigación biológica por una parte y la influencia del panlogismo hegeliano por
otra impidieron a la economía política reconocer con precisión toda la amplitud de la
relación entre el concepto y la realidad.

Hoy el método teórico abstracto se opone de forma aparentemente insalvable a la


investigación historicoempírica dentro de nuestra disciplina. Reconoce con toda
exactitud la imposibilidad metodológica de sustituir el conocimiento histórico de la
realidad mediante la formulación de leyes, o de llegar por el contrario a unas leyes
en sentido estricto mediante la mera yuxtaposición de observaciones históricas.

La sociología construye conceptos-tipo - y se afana por encontrar reglas generales


del acaecer. Esto en contraposición a la historia, que se esfuerza por alcanzar el
análisis e imputación causales de las personalidades, estructuras y acciones
individuales consideradas culturalmente importantes.

La construcción conceptual de la sociología encuentra su material paradigmático


muy esencialmente, aunque no de modo exclusivo, en las realidades de la acción
consideradas también importantes desde el punto de vista de la historia. Construye
también sus conceptos y busca sus leyes con el propósito, ante todo, de si pueden
prestar algún servicio para la imputación causal histórica de los fenómenos
culturalmente importantes.
Es condición de la peculiaridad de sus abstracciones el que sus conceptos tengan
que ser relativamente vacíos frente a la realidad concreta de lo histórico.

Economía y Sociedad
Advertencia preliminar: El método de esta introductoria definición de conceptos,
de la que no puede prescindir fácilmente no obstante ser de modo inevitable
abstracta y lejana, al parecer, de la realidad, sólo desea formular lo que toda
sociología empírica entiende de hecho cuando habla de las mismas cosas.

De la metodología de Simmel difiero en la separación que llevo a cabo, siempre que


ha sido factible, entre "sentido" mentado y "sentido" objetivamente válido, los cuales
Simmel no solamente no distingue siempre, sino que con frecuencia permite de
modo deliberado que se deslicen confundidos.
Debe entenderse por sociología: una ciencia que pretende entender,
interpretándola, la acción social para de esa manera explicarla causalmente en su
desarrollo y efectos. Por "acción" debe entenderse una conducta humana siempre
que el sujeto o los sujetos de la acción enlacen a ella un sentido subjetivo. La
"acción social", por tanto, es una acción en donde el sentido mentado por su sujeto
o sujetos está referido a la conducta de otros, orientándose por ésta en su
desarrollo.

Fundamentos metodológicos:

1. Por "sentido" entendemos el sentido mentado y subjetivo de los sujetos


de la acción​, bien
a. existente de hecho:
a. en un caso históricamente dado,
b. como promedio y de un modo aproximado, en una determinada masa
de casos: bien

b. (beta) como construido en un tipo ideal con actores de este carácter.


En modo alguno se trata de un sentido "objetivamente justo" o de un
sentido "verdadero” metafísicamente fundado. Aquí radica
precisamente la diferencia entre las ciencias empíricas de la acción, la
sociología y la historia, frente a toda ciencia dogmática, jurisprudencia,
lógica, ética, estética, las cuales pretenden investigar en sus objetos el
sentido "justo" y "válido".

2. Los límites entre una acción con sentido y un modo de conducta simplemente
reactivo.Son enteramente elásticos. ​Una acción con sentido, es decir,
comprensible, no se da en muchos casos de procesos psicofísicos, y en otros
sólo existe para los especialistas; los procesos místicos, no comunicables
adecuadamente por medio de la palabra, no pueden ser comprendidos con plenitud
por los que no son accesibles a ese tipo de experiencias. Pero tampoco es
necesaria la capacidad de producir uno mismo una acción semejante a la ajena para
la posibilidad de su comprensión: El poder "revivir" en pleno algo ajeno es
importante para la evidencia de la comprensión, pero no es condición absoluta para
la interpretación del sentido.

3. ​Toda interpretación, como toda ciencia en general, tiende a la "evidencia".

La evidencia de la comprensión puede ser de carácter racional (y entonces, bien


lógica, bien matemática) o de carácter endopático: afectiva, receptivo-artística.
cuando alguien basándose en los datos ofrecidos por "hechos" de la experiencia
que nos son "conocidos" y en fines dados, deduce para su acción las consecuencias
claramente inferibles (según nuestra experiencia) acerca de la clase de "medios" a
emplear.
Toda interpretación de una acción con arreglo a fines orientada racionalmente de
esa manera posee el grado máximo de evidencia. Muchos de los "valores'' y "fines"
de carácter último que parecen orientar la acción de un hombre no los podemos
comprender a menudo, con plena evidencia, sino tan sólo, en ciertas circunstancias,
captarlos intelectualmente; mas tropezando con dificultades crecientes para poder
"revividos" por medio de la fantasía endopática a medida en que se alejan más
radicalmente de nuestras propias valoraciones últimas. Tenemos entonces que
contentamos, según el caso, con su interpretación exclusivamente intelectual o, en
determinadas circunstancias -si bien esto puede fallar-, con aceptar aquellos fines o
valores sencillamente como datos para tratar luego de hacernos comprensible el
desarrollo de la acción por ellos por la mejor interpretación intelectual posible o por
un revivir sus puntos de orientación lo más cercano posible. A esta clase
pertenecen, por ejemplo, muchas acciones virtuosas, religiosas y caritativas, e
racionalismo extremado ("derechos del hombre") para quien aborrece de ello.
Muchos afectos reales (miedo, cólera, ambición, envidia, celos, amor, entusiasmo,
orgullo, venganza, piedad, devoción y apetencias de toda suerte) y las reacciones
irracionales (desde el punto de vista de la acción racional con arreglo a fines)
derivadas de ellos podemos "revivirlos" afectivamente de modo tanto más evidente
cuanto más susceptibles seamos de esos mismos afectos.

El método científico consistente en la construcción de tipos investiga y expone todas


las conexiones de sentido irracionales, afectivamente condicionadas, del
comportamiento que influyen en la acción, como "desviaciones" de un desarrollo de
la misma "construido" como puramente racional con arreglo a fines. Procederíamos
en la explicación de una acción política o militar: tendríamos que fijar, primero, cómo
se hubiera desarrollado esa acción de haberse conocido todas las circunstancias y
todas las intenciones de los protagonistas y de haberse orientado la elección de los
medios de un modo rigurosamente racional con arreglo a fines.

De esta suerte, pero sólo en virtud de estos fundamentos de conciencia


metodológica, puede decirse que el método de la sociología "comprensiva" es
"racionalista". Este procedimiento debe interpretarse como un recurso mediático.

Pues nada nos dice en lo más mínimo hasta qué punto en la realidad las acciones
reales están o no determinadas por consideraciones racionales de fines.

4. Los procesos y objetos ajenos al sentido entran en el ámbito de las ciencias


de la acción como ocasión, resultado, estímulo u obstáculo de la acción
humana.

Ser ajeno al sentido no significa "inanimado" o "no humano". Todo artefacto, una
máquina, por ejemplo, se comprende e interpreta, en fin de cuentas, por el sentido
que a su producción y empleo le presta (o quisiera prestar) la acción humana (con
finalidades posiblemente muy diversas); sin el recurso a ese sentido permanece
completamente incomprensible. Lo comprensible es, pues, su referencia a la ciencia
humana, ya como "medio", ya como el "fin" imaginado por el actor o actores y que
orienta su acción. Sólo mediante estas categorías tiene lugar una comprensión de
semejantes objetos.

El ritmo de la muerte y el ciclo orgánico de la vida: desde el desvalimiento del nifio al


desvalimiento del anciano, tienen naturalmente alcance sociológico de primera
fuerza por los diversos modos en que la acción humana se ha orientado y orienta
por esos hechos. Otra clase de categorías está constituida por ciertos
conocimientos sobre el desarrollo de algunos fenómenos físicos o psicofísicos
(cansancio, hábito, memoria, etc.; y también, por ejemplo, euforias típicas en
determinadas formas de mortificación, diferencias típicas de los modos de reacción
según ritmo, modo, claridad, etc.) que. si se apoyan en la experiencia no implican
comprensión.

Cabe la posibilidad de que la investigación futura encuentre regularidades no


sujetas a comprensión para determinadas conductas con sentido, por escasa que
haya sido hasta ahora semejante cosa.

Y el reconocimiento de su significación causal para nada alteraría la tarea de la


sociología comprender, interpretándolas, las acciones orientadas por un sentido.

5. Puede entenderse por comprensión:

1, la comprensión actual del sentido mentado en una acción (inclusive: de una


manifestación).

Comprendemos, por ejemplo, de un modo actual el sentido de la proposición 2 X 2 =


4, que oímos o leemos (comprensión racional, actual, de pensamientos). 2, la
comprensión explicativa. Comprendemos por sus motivos qué sentido puso en ello
quien formuló o escribió la proposición 2 X 2 = 4, para qué lo hizo precisamente en
ese momento y en esa conexión, cuando lo vemos ocupado en una operación
mercantil, en una demostración científica, en un cálculo técnico o en otra acción.

A cuya conexión total pertenece aquella proposición por el sentido que vemos
vinculado a ella.

Todas éstas representan conexiones de sentido comprensibles, la comprensión de


las cuales tenemos por una explicación del desarrollo real de la acción. "Explicar"
significa, de esta manera, para la ciencia que se ocupa del sentido de la acción, algo
así como: captación de la conexión de sentido en que se incluye una acción, ya
comprendida de modo actual, a tenor de su sentido "subjetivamente mentado".

6. Comprensión equivale en todos estos casos a: captación interpretativa del


sentido o conexión de sentido:

● a) mentado realmente en la acción particular (en la consideración histórica);


● b) mentado en promedio y de modo aproximativo (en la consideración
sociológica en masa);
● c) construido científicamente (por el método tipológico) para la elaboración
del tipo ideal de un fenómeno frecuente.

Semejantes construcciones típico-ideales se dan, por ejemplo, en los conceptos y


leyes de la teoría económica pura.

Toda interpretación persigue la evidencia. Pero ninguna interpretación de sentido,


por evidente que sea, puede pretender, en méritos de ese carácter de evidencia, ser
también la interpretación causal válida. En sí no es otra cosa que una hipótesis
causal particularmente evidente.

● a) Con frecuencia "motivos" pretextados y "represiones" (es decir, motivos no


aceptados) encubren, aun para el mismo actor, la conexión real de la trama
de su acción, de manera que el propio testimonio subjetivo, aun sincero, sólo
tiene un valor relativo.
● b) Manifestaciones externas dé la acción tenidas por nosotros como "iguales"
o "semejantes" pueden apoyarse en conexiones de sentido muy diversas en
el actor o actores; y "comprendemos" también un actuar fuertemente diverso,
a menudo de sentido cabalmente opuesto, frente a situaciones que juzgamos
"semejantes" entre sí.
● c) En situaciones dadas los hombres están sometidos en su acción a la
pugna de impulsos contrarios, todos ellos "comprensibles". Cuál sea la
intensidad relativa con que se manifiestan en la acción las distintas
referencias significativas subyacentes en la "lucha de motivos", para nosotros
igualmente comprensibles, es cosa que, según la experiencia, no se puede
apreciar nunca con toda seguridad y en la mayor parte de los casos ni
siquiera de un modo aproximado.

Sólo en los escasos y especialmente adecuados casos de experimentación


psicológica puede lograrse un control de precisión relativa. También por medio de la
estadística, y con extraordinarias diferencias en la aproximación, en los casos
(también limitados) de fenómenos en masa susceptibles de cuantificación y
correlación. En los demás casos, y como tarea importante de la sociología
comparada, sólo queda la posibilidad de comparar el mayor número posible de
hechos de la vida histórica o cotidiana que, semejantes entre sí, sólo difieran en un
punto decisivo: el "motivo" u "ocasión", que precisamente por su importancia
práctica tratamos de investigar.

Hasta qué punto la conducta real concuerda con la construcción es cosa que sólo
puede enseñarnos una experiencia (expresable, en principio, en alguna forma
estadística) que compruebe en las relaciones económicas la desaparición efectiva
de la moneda de más valor; ello nos instruye sobre la amplia validez de la ley.
En realidad, la marcha del conocimiento es ésta: primero existieron las
observaciones de la experiencia y luego vino la fórmula interpretativa.

7. Llamamos "motivo" a la conexión de sentido que para el actor o el


observador aparece como el "fundamento" con sentido de una conducta.
Decimos que una conducta que se desarrolla como un todo coherente es "adecuada
por el sentido", en la medida en que afirmamos que la relación entre sus elementos
constituye una "conexión de sentido" típica (o, como solemos decir, "correcta") a
tenor de los hábitos mentales y afectivos medios. Una sucesión de hechos es
"causalmente adecuada" en la medida en que, según reglas de experiencia, exista
esta probabilidad: que siempre transcurre de igual manera.

La explicación causal significa, pues, esta afirmación: que, de acuerdo con una
determinada regla de probabilidad a un determinado proceso (interno o externo)
observado sigue otro proceso determinado (o aparece juntamente con él).

Una interpretación causal correcta de una acción concreta significa: que el


desarrollo externo y el motivo han sido conocidos de un modo certero y al mismo
tiempo comprendidos con el sentido en su conexión. Una interpretación causal
correcta de una acción típica (tipo de acción comprensible) significa: que el acaecer
considerado típico se ofrece con adecuación de sentido (en algún grado) y puede
también ser comprobado como causalmente adecuado (en algún grado).

8. Procesos y regularidades que, por ser incomprensibles en el sentido aquí


empleado, no pueden ser calificados de hechos o de leyes sociológicas, no
por eso son menos importantes. ​Sólo que pertenecen a un lugar distinto del de la
acción comprensible: al de las "condiciones", "ocasiones", "estímulos" y "obstáculos"
de la misma.

9. "Acción" como orientación significativamente comprensible de la propia


conducta, sólo existe para nosotros como conducta de una o varias personas
individuales.

Para otros fines de conocimiento puede ser útil o necesario concebir al individuo,
por ejemplo, como una asociación de "células", o como un complejo de reacciones
bioquímicas, o su vida "psíquica" construida por varios elementos (de cualquier
forma que se les califique). Sin duda alguna se obtiene así conocimientos valiosos
(leyes causales). Pero no nos es posible "comprender" el comportamiento de esos
elementos que se expresa en leyes.

Para otros fines de conocimiento (p. ej., jurídicos) o por finalidades prácticas puede
ser conveniente y hasta sencillamente inevitable tratar a determinadas formaciones
sociales (estado, cooperativas, compañía anónima, fundación) como si fueran
individuos (por ejemplo, como sujetos de derechos y deberes, o de determinadas
acciones de alcance jurídico). Para la interpretación comprensiva de la sociología,
por el contrario, esas formaciones no son otra cosa que desarrollos y
entrelazamientos de acciones específicas de personas individuales, ya que tan sólo
éstas pueden ser sujetos de una acción orientada por su sentido.

La interpretación de la acción tiene respecto a esos conceptos colectivos una doble


relación:

● a) se ve obligada con frecuencia. Para la sociología la realidad "estado" no se


compone necesariamente de sus elementos jurídicos; o, más precisamente,
no deriva de ellos. En todo caso no existe para ella una personalidad
colectiva en acción. Cuando habla del "estado", de la "nación", de la
"sociedad anónima". de la "familia", de un "cuerpo militar" o de cualquiera otra
fonación semejante se refiere únicamente al desarrollo, en una forma
determinada, de la acción social de unos cuantos individuos, bien sea real o
construida como posible; con lo cual introduce en el concepto jurídico, que
emplea en méritos de su precisión y uso general, un sentido completamente
distinto;
● b) la interpretación de la acción debe tomar nota del importante hecho de que
aquellos conceptos empleados tanto por el lenguaje cotidiano como por el de
los juristas (y también por el de otros profesionales), son representaciones de
algo que en parte existe y en parte se presenta como un deber ser en la
mente de hombres concretos la acción de los cuales orientan realmente.
● c) El método de la llamada sociología "organicista") pretende explicar
partiendo de un "todo" (p. ej., una economía nacional) el actuar conjunto que
significa lo social; por lo cual, dentro de ese todo se trata al individuo y su
acción análogamente a como la fisiología trata de la situación de un "órgano"
en la economía del organismo.

No puede ser dilucidado aquí hasta qué punto en otras disciplinas tiene que ser
definitiva (necesariamente) esta consideración funcional de las "partes" de un
"todo"; de todos modos, es cosa conocida que la ciencia bioquímica y biomecánica
no quisiera contentarse fundamentalmente con esa consideración. Para una
sociología comprensiva tal modo de expresarse:

● 1) Puede servir para fines de orientación provisional y de ilustración Práctica.


● 2) En determinadas circunstancias sólo ella puede ayudamos a destacar
aquella acción social cuya comprensión interpretativa sea importante para la
explicación de una conexión dada.

Respecto a las "formas sociales" (en contraste con los "organismos"), nos
encontramos cabalmente, más allá de la simple determinación de sus conexiones y
"leyes" funcionales, en situación de cumplir lo que está permanentemente negado a
las ciencias naturales (en el sentido de la formulación de leyes causales de
fenómenos y formaciones y de la explicación mediante ellas de los procesos
particulares).
Hasta qué punto puede ser comprensible por su sentido la conducta de los
animales y al contrario, hasta qué punto puede darse, por lo tanto, una sociología de
las relaciones del hombre con los animales (animales domésticos, animales de
caza) es un problema que no puede desarrollarse ahora.

En sí la medida de nuestra sensibilidad ante la conducta de los hombres primitivos


no es esencialmente superior. En la fijación de la situación subjetiva del animal los
medios a nuestra disposición o no existen o son muy insuficientes; como es sabido,
los problemas de la psicología animal son tan interesantes como espinosos. Existen
y son particularmente conocidas, sociedades animales de la más varia especie:
"familias" monógamas y polígamas, rebaños, traíllas y "estados" con división de
funciones.

Una descripción controlable de la psique de estos animales sociales. sobre la base


de la comprensión de sentido, no parece que se pueda lograr, más aun como meta
ideal, sino dentro de muy estrechos límites. En todo caso, no puede esperarse de
ahí la inteligencia de la acción social humana, sino más bien al revés: se trabaja y
debe trabajarse allí con analogías humanas. Quizá podamos esperar que esas
analogías nos sean alguna vez útiles en la resolución del siguiente problema: cómo
apreciar en el estadio primitivo de la diferenciación social humana la relación entre
el campo de la diferenciación puramente mecánico-instintiva y lo que es producto de
la acción individual con sentido y lo que posteriormente ha sido creado de un modo
consciente.

Ciertamente necesitamos saber primero cuál es la importancia de una acción desde


el punto de vista funcional para la "conservación" (y también antes que nada para la
peculiaridad cultural) y desenvolvimiento en una dirección determinada de un tipo de
acción social, antes de poder preguntarnos de qué manera se origina aquella acción
y cuáles son sus motivos.

Precisa que sepamos qué servicios presta un "rey", un "funcionario", y un


"empresario", un `rufián", un "mago". También una economía socialista tendría que
ser comprendida por la acción de los individuos -los tipos de "funcionarios" que en
ella existan-, o sea con igual carácter "individualista" que caracteriza la comprensión
de los fenómenos de cambio con ayuda del modo de la utilidad marginal (o
cualquiera otro análogo en este sentido, de considerarlo mejor).

10. Las "leyes'', como se acostumbra a llenar a muchas proposiciones de la


sociología comprensiva -por ejemplo, la "ley" de Gresham-, son determinadas
probabilidades típicas, confirmadas por la observación, de que, dadas determinadas
situaciones de hecho, transcurran en la forma esperada ciertas acciones sociales
que son comprensibles por sus motivos típicos y por el sentido típico mentado por
los sujetos de la acción. Y son claras y comprensibles, en su más alto grado. Es
admisible la afirmación de que cuando se ha actuado de un modo rigurosamente
racional, así y no de otra manera ha debido de actuarse (porque por razones
"técnicas", los partícipes, en servicio de sus fines -claramente dados-, sólo podían
disponer de estos medios y no de otro alguno). Cada quién entiende por psicología
una cosa distinta.

Los resultados de una ciencia psicológica que únicamente investigue lo psíquico en


el sentido de la metódica de las ciencias naturales y con los medios propios de esas
ciencias y no se preocupe de interpretar la conducta humana por su sentido -con lo
cual tendríamos ya algo completamente distinto- interesan a la sociología,
cualquiera que sea la metodología particular de esa psicología, como pueden
interesarle los de cualquiera otra ciencia, y en casos concretos pueden alcanzar a
menudo una eminente significación.

11. La sociología busca también aprehender mediante conceptos teóricos y


adecuados por su sentido fenómenos irracionales (místicos, proféticos,
pneumáticos, afectivos). ​En todos los casos, racionales como irracionales, se
distancia de la realidad, sirviendo para el conocimiento de ésta en la medida
en que, mediante la indicación del grado de aproximación de un fenómeno
histórico a uno o varios de esos conceptos, quedan tales fenómenos
ordenados conceptualmente.

La casuística sociológica sólo puede construirse a partir de estos tipos puros


(ideales).

(Siempre que se hable de casos "típicos", que nos referimos al tipo ideal, el cual
puede ser, por su parte, tanto racional como irracional, aunque las más de las veces
sea racional (en la teoría económica, siempre) y en todo caso se construya con
adecuación de sentido.)

En el dominio de la sociología sólo se pueden construir "promedios" y


"tipos-promedio" con alguna univocidad, cuando se trate de diferencias de grado
entre acciones cualitativamente seme¡antes por su sentido.

En la mayor parte de los casos, sin embargo, ​la acción de importancia histórica o
sociológica está influida por motivos cualitativamente heterogéneos, entre los
cuales no puede obtenerse un "promedio" propiamente dicho. Aquellas
construcciones típico-ideales de la acción social, como las preferidas por la teoría
económica, son "extrañas a la realidad" en el sentido en que se preguntan sin
excepción:

1. cómo se procedería en el ​caso ideal de una pura racionalidad económica


con ​arreglo a fines​, con el propósito de poder comprender la acción
codeterminada por obstáculos tradicionales, errores, afectos, propósitos y
consideraciones de carácter no económico, en la medida en que también
estuvo determinada en el caso concreto por una consideración racional de
fines o suele estarlo en el promedio; y también
2. con el propósito de facilitar el conocimiento de sus motivos reales por medio
de la distancia existente entre la construcción ideal y el desarrollo real. De un
modo completamente análogo tendría que proceder la construcción
típico-ideal de una consecuente actitud acósmica frente a la vida (por
ejemplo, frente a la política y a la economía) místicamente condicionada.
Cuanto con más precisión y univocidad se construyan estos tipos ideales y
sean más extraños en este sentido, al mundo, su utilidad será también mayor
tanto terminológica, clasificatoria, como heurísticamente.

Los conceptos constructivos de la sociología son típico-ideales no sólo externa, sino


también internamente. La acción real sucede en la mayor parte de los casos con
oscura semi consciencia o plena inconsciencia de su "sentido mentado". El agente
más bien "siente" de un modo indeterminado que "sabe" o tiene clara idea; actúa en
la mayor parte de los casos por instinto o costumbre.

Sólo ocasionalmente se eleva a conciencia un sentido (sea racional o irracional) de


la acción.

Una acción con sentido efectivamente tal, clara y con absoluta conciencia es,
en la realidad, un caso límite. Toda consideración histórica o sociológica tiene que
tener en cuenta este hecho en sus análisis de la realidad. Pero esto no debe impedir
que la sociología construye sus conceptos mediante una clasificación de los
posibles "sentidos mentados" y como si la acción real transcurre orientada
conscientemente según sentido. Siempre tiene que tener en cuenta r esforzarse por
precisar el modo y medida de la distancia existente frente a la realidad, cuando se
trate del conocimiento de ésta en su concreción. Muchas veces se está
metodológicamente ante la elección entre términos oscuros y términos claros, pero
éstos irreales y "típico-ideales". En este caso deben preferirse científicamente los
últimos.

Concepto de la acción social

1. La acción social (incluyendo tolerancia u omisión) s​e orienta por las


acciones de otros, las cuales pueden ser pasadas, presentes o
esperadas como futuras (venganza por previos ataques, réplica a ataques
presentes, medidas de defensa frente a ataques futuros). Los "otros" pueden
ser individualizados y conocidos o una pluralidad de indi·iduos
indeterminados y completamente desconocidos (el "dinero", por ejemplo,
significa un bien -de cambio- que el agente admite en el tráfico porque su
acción está orientada por la expectativa de que otros muchos, ahora
indeterminados y desconocidos, estarán dispuestos a aceptarlo también, por
su parte, en un cambio futuro).
2. No toda clase de acción ​-incluso de acción externa- ​es "social" en el
sentido aquí admitido. Por lo pronto no lo es la acción exterior cuando sólo
se orienta por la expectativa de determinadas reacciones de objetos
materiales. La conducta íntima es acción social sólo cuando está orientada
por las acciones de otros. No lo es, por ejemplo, la conducta religiosa cuando
no es más que contemplación, oración solitaria, etc. La actividad económica
(de un individuo) únicamente lo es en la medida en que tiene en cuenta la
actividad de terceros. Desde un punto de vista formal y muy general: cuando
toma en cuenta el respeto por terceros de su propio poder efectivo de
disposición sobre bienes económicos. Desde una perspectiva material:
cuando, por ejemplo, en el "consumo" entra la consideración de las futuras
necesidades de terceros, orientando por ellas de esa suerte su propio
"ahorro". O cuando en la "producción" pone como fundamento de su
orientación las necesidades futuras de terceros, etcétera.

3. No toda clase de contacto entre los hombres tiene carácter social; sino
sólo una acción con sentido propio dirigida a la acción de otros. Un choque
de dos ciclistas, por ejemplo, es un simple suceso de igual carácter que un
fenómeno natural. En cambio, aparecería ya una acción social en el intento
de evitar el encuentro, o bien en la riña o consideraciones amistosas
subsiguientes al encontronazo.

4. La acción social no es idéntica

a) ni a una acción homogénea de muchos,


b) ni a la acción de alguien influido por conductas de otros.

a) Cuando en la calle, al comienzo de una lluvia, una cantidad de individuos


abre al mismo tiempo sus paraguas (normalmente), la acción de cada uno no
está orientada por la acción de los demás, sino que la acción de todos, de un
modo homogéneo, está impelida por la necesidad de defenderse de la
mojadura.
b) Es un hecho conocido que los individuos se dejan influir fuertemente en su
acción por el simple hecho de estar incluidos en una "masa" especialmente
limitada (objeto de las investigaciones de la "psicología de las masas",

Se trata, pues, de una acción condicionada por la masa. ​Este mismo tipo de
acción puede darse también en un individuo por influjo de una masa dispersa (por el
intermedio de la prensa, por ejemplo), percibido por ese individuo como proveniente
de la acción de muchas personas. Algunas formas de reacción se facilitan, mientras
que otras se dificultan, por el simple hecho de que un individuo se "sienta" formando
parte de una masa.
De tal suerte que un determinado acontecimiento o una conducta humana pueden
provocar determinados estados de ánimo -alegría, furor, entusiasmo, desesperación
y pasiones de toda índole-- que no se darían en el individuo aislado (o no tan
fácilmente); sin que exista, sin embargo (en muchos casos por lo menos), una
relación significativa entre la conducta del individuo y el hecho de su participación en
una situación de masa. El desarrollo de una acción semejante, determinada o
codeterminada por el simple hecho de una situación de masa, pero sin que exista
con respecto a ella una relación significativa, no se puede considerar como social
con el significado que hemos expuesto. Por lo demás, es la distinción, naturalmente,
en extremo fluida.

Tampoco puede considerarse como una "acción social" específica el hecho de


la imitación de una conducta ajena cuando es puramente reactiva, y no se da
una orientación con sentido de la propia acción por la ajena. El límite, empero,
es tan fluido que apenas es posible una distinción. El simple hecho, sin embargo, de
que alguien acepte para sí una actitud determinada, aprendida en otros y que
parece conveniente para sus fines, no es una acción social en nuestro sentido. Pues
en este caso no orientó su acción por ltz acción de otros, sino que por ltz
observación se dio cuenta de ciertas probabilidades objetivas, dirigiendo por ellos su
conducta. Su acción, por tanto, fue determinada causalmente por la de otros, pero
no por el sentido en aquélla contenido. Cuando, al contrario, se imita una conducta
ajena porque está de "moda" o porque vale como "distinguida" en cuanto
estamental, tradicional, ejemplar o por cualesquiera otros motivos semejantes,
entonces sí tenemos la relación de sentido, bien respecto de la persona imitada, de
terceros o de ambos. Naturalmente, entre ambos tipos se dan transiciones. Ambos
condicionamientos, por la masa y por la imitación, son fluidos, representando casos
límites de la acción social, como los que encontraremos con frecuencia por ejemplo,
en la acción tradicional

El fundamento de la fluidez ​de esos casos, como el de otros varios, estriba en que
la orientación por la conducta ajena y el sentido de la propia acción en modo alguno
se puede precisar siempre con toda claridad, ni es siempre consciente, ni mucho
menos consciente con toda plenitud. Por esta razón no siempre pueden separarse
con toda seguridad el mero "influjo" y la ​"orientación con sentido"​. Pero sí pueden
separarse, en cambio, conceptualmente; aunque es evidente que la imitación
puramente reactiva tiene sociológicamente el mismo alcance que la "acción social"
propiamente dicha. La sociología en modo alguno tiene que ver .. solamente con la
acción social; sin embargo, ésta constituye (para la clase de sociología aquí
desarrollada) el dato central, aquel que para ella, por decirlo así, es constitutivo.

La acción social, como toda acción, puede ser:

1. racional con arreglo a fines: d ​ eterminada por expectativas en el


comportamiento tanto de objetos del mundo exterior como de otros hombres,
y utilizando esas expectativas como "condiciones" o "medios" para el logro de
fines propios racionalmente sopesados y perseguidos.
2. racional con arreglo a valores: ​determinada por la creencia consciente en
el valor -ético, estético, religioso o de cualquiera otra forma como se le
interprete- propio y absoluto de una determinada conducta, sin relación
alguna con el resultado, o sea puramente en méritos de ese valor,
3. afectiva​, especialmente emotiva, determinada por afectos y estados
sentimentales actuales, y
4. ​tradicional:​ determinada por una costumbre arraigada.

La acción estrictamente tradicional está por completo en la frontera, y más allá,


muchas veces, de lo que puede llamarse en pleno una acción con sentido. Pues a
menudo no es más que una oscura reacción a estímulos habituales, que se desliza
en la dirección de una actitud arraigada. La masa de todas las acciones cotidianas,
habituales, se aproxima a este tipo, el cual se incluye en la sistemática no sólo en
cuanto caso límite sino porque la vinculación a lo acostumbrado puede mantenerse
consciente en diversos grados y sentidos;

La conducta estrictamente activa está, de igual modo, no sólo en la frontera, sino


más allá muchas veces de lo que es la acción consciente con sentido; puede ser
una reacción sin trabas a un estímulo extraordinario, fuera de lo cotidiano. Implica
una sublimación cuando la acción emotivamente condicionada aparece como
descarga consciente de un estado sentimental; en este caso se encuentra las más
de las veces (no siempre) en el camino hacia la "racionalización axiológica" o hacia
la acción con arreglo a fines o hacia ambas cosas a la vez.

La acción afectiva y la racional con arreglo a valores se distinguen entre sí por


la elaboración consciente en la segunda de los propósitos últimos de la
acción y por el planeamiento, consecuente a su tenor, de la misma. Por otra
parte, tienen de común el que el sentido de la acción no se pon ne en el resultado,
en lo que está ya fuera de ella, sino en la acción misma en su peculiaridad. ​Actúa
afectivamente quien satisface su necesidad actual de venganza, de goce o de
entrega, de beatitud contemplativa o de dar rienda suelta a sus pasiones del
momento (sean toscas o sublimes en su género). Actúa estrictamente de un
modo racional con arreglo a valores quien, sin consideración a las
consecuencias previsibles, obra en sentido de sus convicciones sobre lo que
el deber, la dignidad, la belleza, la sapiencia religiosa, la piedad o la
trascendencia de una "causa", cualquiera que sea su género, parecen
ordenarle.

Una acción racional con arreglo a valores es siempre (en el sentido de nuestra
terminología) una acción según "mandatos" o de acuerdo con "exigencias" que
el actor cree dirigidos a él (y frente a los cuales el actor se cree obligado).
Hablaremos de una racionalidad con arreglo a valores tan sólo en la medida en que
la acción humana se oriente por esas exigencias -lo que no ocurre sino en una
fracción mayor o menor, y bastante modesta las más de las veces. Como habrá de
mostrarse luego, alcanza una significación bastante para destacarse como un tipo
particular, aunque, por lo demás, no se pretenda dar aquí una clasificación
agotadora de los tipos de acción.

Actúa racionalmente con arreglo a fines quien oriente su acción por el fin, medios y
consecuencias implicadas en ella y para lo cual sopese racionalmente los medios
con los fines, los fines con las consecuencias implicadas y los diferentes fines
posibles entre sí; en todo caso, pues, quien no actúe ni afectivamente
(emotivamente, en particular) ni con arreglo a la tradición. Por su parte, la decisión
entre los distintos fines y consecuencias concurrentes y en conflicto puede ser
racional con arreglo a valores; en cuyo caso b acción es racional con arreglo a fines
sólo en los medios. O bien el actor, sin orientación racional alguna por valores en
forma de "mandatos" o "exigencias", puede aceptar esos fines concurrentes y en
conflicto en su simple calidad de deseos subjetivos en una escala de urgencias
consecuentemente establecida, orientando por ella su acción, de tal manera que, en
lo posible, queden satisfechos en el orden de esa escala (principio de la utilidad
marginal) .

La orientación racional con arreglo a valores puede, pues, estar en relación


muy diversa con respecto a la racional con arreglo a fines. Desde la perspectiva
de esta última, la primera es siempre irracional, acentuándose tal carácter a medida
que el valor que la mueve se eleve a la significación de absoluto, porque la reflexión
sobre las consecuencias de la acción es tanto menor cuanto mayor sea la atención
concedida al valor propio del acto en su carácter absoluto. Absoluta racionalidad en
la acción con arreglo a fines es, sin embargo, un caso límite, de carácter
esencialmente constructivo.

Muy raras veces la acción, especialmente la social, está exclusivamente


orientada por uno u otro de estos tipos. Tampoco estas formas de orientación
pueden considerarse en modo alguno como una clasificación exhaustiva, sino como
puros tipos conceptuales, construidos para fines de la investigación sociológica,
respecto a los cuales la acción real se aproxima más o menos o, lo que es más
frecuente, de cuya mezcla se compone.

Por "relación" -social debe entenderse una conducta plural -de varios- que, por el
sentido que encierra, se presenta como recíprocamente referida, orientándose por
esa reciprocidad. ​La relación social consiste, pues, plena y exclusivamente, en
la probabilidad de que se actuará socialmente en una forma (con sentido)
indicable;

Un mínimo de recíproca bilateralidad en la acción es, por lo tanto, una


característica conceptual​. El contenido puede ser el más diverso: conflicto,
enemistad, amor sexual, amistad, piedad, cambio en el mercado, "cumplimiento,
"incumplimiento", "ruptura" de un pacto, "competencia" económica, erótica o de otro
tipo, "comunidad" nacional, estamental o de clase (en estos últimos casos sí se
producen "acciones sociales" más allá de la mera situación común, de lo cual se
hablará más tarde).

Siempre se trata de un sentido empírico y mentado por los partícipes -sea en una
acción concreta o en un promedio o en el tipo "puro" construido- y nunca de un
sentido normativamente "justo" o metafísicamente "verdadero". ​La relación social
consiste sola y exclusivamente -aunque se trate de "formaciones sociales"
como "estado", "iglesia", "corporación", "matrimonio", etc.- en ia probabilidad
de que una forma determinada de conducta social, de carácter recíproco por
su sentido, haya existido, exista o pueda existir. ​Cosa que debe tenerse siempre
en cuenta para evitar la sustancialización de estos conceptos. Un "estado"' deja,
pues, de existir sociológicamente en cuanto desaparece la probabilidad de que
ocurran determinadas acciones sociales con sentido. Esta probabilidad lo mismo
puede ser muy grande que reducida casi hasta el límite. En el mismo sentido y
medida en que subsistió o subsiste de hecho esa probabilidad (según estimación).
subsistió o subsiste la relación social en cuestión.

mutuamente referida pongan el mismo sentido en esa acción, o que adopten en su


intimidad la actitud de la otra parte, es decir, que exista "reciprocidad" en el sentido.

Lo que en uno es "amistad", "amor", "piedad", "fidelidad contractual",


"sentimiento de la comunidad nacional", puede encontrarse en el otro con
actitudes completamente diferentes. ​Entonces unen los partícipes a su conducta
un sentido diverso: ​la relación social es así, por ambos lados, objetivamente
"unilateral".

Naturalmente, sólo es objetivamente bilateral cuando el sentido de la acción se


corresponde -según las expectativas medias de cada uno de los partícipes- en
ambos; Una acción apoyada en actitudes que signifiquen una correspondencia de
sentido plena y sin residuos es en la realidad un caso límite. Sin embargo, la
ausencia de reciprocidad sólo excluye, en nuestra terminología, la existencia de una
relación cuando tenga estas consecuencias: que falte de hecho la referencia mutua
de las dos acciones.

Una relación social puede tener un carácter enteramente transitorio o bien


implicar permanencia, es decir, que exista en este caso la probabilidad de la
repetición continuada de una conducta con el sentido de que se trate (es decir
la tenida como tal y, en consecuencia, esperada). La existencia de relaciones
sociales consiste tan sólo en la presencia de esta "chance" -la mayor o menor
probabilidad de que tenga lugar una acción de un sentido determinado y nada
más-, lo que debe tenerse siempre en cuenta para evitar ideas falsas.
El ​"contenido de sentido" de una relación social puede variar; por ejemplo, una
relación política de solidaridad puede transformarse en una colisión de intereses. En
este caso es un mero problema de conveniencia terminológica o del grado de
continuidad en la transformación decir que se ha creado una "nueva relación o que
continúa la anterior con un "nuevo sentido".

El sentido que constituye de un modo permanente una relación puede ser


formulado en forma de "máximas" cuya incorporación aproximada o en
término medio pueden los partícipes esperar de la otra u otras partes y a su
vez orientar por ellas (aproximadamente o por término medio) su propia acción. Lo
cual ocurre tanto más cuanto mayor sea el carácter racional --con arreglo a valores
o con arreglo a fines- de la acción. En las relaciones eróticas o afectivas en general
(de piedad, por ejemplo) la posibilidad de una formulación racional de su sentido es
mucho menor, por ejemplo, que en una relación contractual de negocios.

El sentido de una relación social puede ser pactado por declaración recíproca.
Esto significa que los que en ella participan hacen una promesa respecto a su
conducta futura (sea de uno a otro o en otra forma). Cada uno de los partícipes -en
la medida en que procede racionalmente- cuenta normalmente (con distinta
seguridad) con que el otro orientará su acción por el sentido de la promesa tal como
él lo entiende. Así, orientará su acción en parte -con racion:-~​ lidad con arreglo a
fines (con mayor o menor lealtad al sentido de la promesa)- en esa expectativa y, en
parte --con racionalidad con arreglo a valores- cu el deber de atenerse por su lado a
la promesa según el sentido que puso en ella

Se pueden observar en la acción social regularidades de hecho; ​es decir, el


desarrollo de una acción repetida por los mismos agentes o extendida a
muchos (en ocasiones se dan los dos casos a la vez), cuyo sentido mentado es
típicamente homogéneo.

La sociología se ocupa de estos tipos del desarrollo de la acción, en oposición


a la historia, interesada en las conexiones singulares, más importantes para la
imputación causal, esto es, más cargadas de destino. Por uso debe entenderse
la probabilidad de una regularidad en la conducta, cuando y en la medida que esa
probabilidad, dentro de un círculo de hombres, esté dada únicamente por el ejercicio
de hecho. El uso debe llamarse costumbre cuando el ejercicio de hecho descansa
en un arraigo duradero. Por el contrario, debe decirse que ese uso está determinado
por una situación de intereses ("condicionado por el interés"), cuando y en la medida
en que la existencia empírica de su probabilidad descanse únicamente en el hecho
de que los individuos orienten racionalmente su acción con arreglo a fines por
expectativas similares.

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